christian duverger el primer mestizaje

9
Christian Duverger El primer mestizaje La nahuatlidad confiere a Mesoamérica una unidad territorial y una continuidad cronológica al mismo tiempo. La idea de representación gráfica de la página siguiente, es traducir un fenómeno de la coalescencia y mostrar cómo el componente nahua creció y se enriqueció con rasgos no nahuas, al absorberlos, integrarlos y fusionarlos para crear una base cultural común. Paul Kirchhoff, platea que las culturas mesoamericanas poseen en común el consumo de maíz, de frijoles y de cacao, el empleo de algodón y fibras de agave. Sin embargo, no dan en cuenta del espíritu mesoamericano, no captan su originalidad intrínseca. Se podría decir que la idea que los hombres se hacen del mundo es más importante que la realidad; su visión está extremadamente codificada por la religión y la ideología. El calendario de 260 días La palabra calendario es adecuada en cierto modo, pues el mecanismo en cuestión corresponder efectivamente a una cuenta del tiempo. También permite leer los destinos y dales u nombre a los individuos. El calendario de los 260 días se llama tonalpohualli. ¿Cuál es el origen del calendario de 260 días? El hecho de que incluya entre los veinte signos al cocodrilo, al mono y al jaguar, animales tropicales por excelencia, hace pensar que fu concebido en tierra caliente, y no en el altiplano. A pesar de que no exista una prueba arqueológica actual, nada se opone a que los olmecas de la costa lo hayan elaborado hacia 1200 a.C. Se han formulado numerosas hipótesis para explicar la elección de un ciclo de 260 días. La hipótesis más lógica es que existió originalmente una serie de trece signos que quizá correspondían con el nombre de los trece meses lunares de veintiocho días. Luego, se desdoblaron siete signos para formar una serie de veinte. Esta nueva serie de signos se acopló entonces a la antigua serie de trece, esta vez reducida a números, para formar el tonalpogualli. Mezclar l nuevo con lo antiguo, obedece a dos objetivos: atomizar el tiempo

Upload: pablo-alvarez-barraza

Post on 27-Dec-2015

210 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Christian Duverger El Primer Mestizaje

Christian Duverger El primer mestizaje

La nahuatlidad confiere a Mesoamérica una unidad territorial y una continuidad cronológica al mismo tiempo. La idea de representación gráfica de la página siguiente, es traducir un fenómeno de la coalescencia y mostrar cómo el componente nahua creció y se enriqueció con rasgos no nahuas, al absorberlos, integrarlos y fusionarlos para crear una base cultural común. Paul Kirchhoff, platea que las culturas mesoamericanas poseen en común el consumo de maíz, de frijoles y de cacao, el empleo de algodón y fibras de agave. Sin embargo, no dan en cuenta del espíritu mesoamericano, no captan su originalidad intrínseca. Se podría decir que la idea que los hombres se hacen del mundo es más importante que la realidad; su visión está extremadamente codificada por la religión y la ideología.

El calendario de 260 días

La palabra calendario es adecuada en cierto modo, pues el mecanismo en cuestión corresponder efectivamente a una cuenta del tiempo. También permite leer los destinos y dales u nombre a los individuos. El calendario de los 260 días se llama tonalpohualli.¿Cuál es el origen del calendario de 260 días? El hecho de que incluya entre los veinte signos al cocodrilo, al mono y al jaguar, animales tropicales por excelencia, hace pensar que fu concebido en tierra caliente, y no en el altiplano. A pesar de que no exista una prueba arqueológica actual, nada se opone a que los olmecas de la costa lo hayan elaborado hacia 1200 a.C. Se han formulado numerosas hipótesis para explicar la elección de un ciclo de 260 días.

La hipótesis más lógica es que existió originalmente una serie de trece signos que quizá correspondían con el nombre de los trece meses lunares de veintiocho días. Luego, se desdoblaron siete signos para formar una serie de veinte. Esta nueva serie de signos se acopló entonces a la antigua serie de trece, esta vez reducida a números, para formar el tonalpogualli. Mezclar l nuevo con lo antiguo, obedece a dos objetivos: atomizar el tiempo convirtiendo al día en la unidad de referencia absoluta de la cronología, y eliminar al antiguo calendario lunar de los autóctonos.La instauración del tonalpohualli, acompañado de esta arquitectura calendárica extremadamente elaborada, marca el principio del periodo culturalmente asignable a Mesoamérica.

La escritura Glífica “el debate sobre la escritura”

Todas las civilizaciones mesoamericanas son civilizaciones con escritura. Detrás de esta afirmación simple se oculta en realidad la conclusión de un debate centenario. Jamás se planteó una discusión en el caso de los mayas, ya que su escritura, basada en glifos distribuidos en columnas, evocaba en su aspecto eterno modelos conocidos en el viejo Mundo. Las civilizaciones prehispánicas que nacen después de 100 a.C son sociedad altamente complejas. Sin embargo, la escritura que caracteriza a Mesoamérica no es nada comparable con las de las China, Egipto o Mesopotamia. Combina de manera original, signos (glifos) y figuración. Todo el linaje de las lenguas otomangues cuenta con lenguas tonales, en las palabras cambian de sentido dependiendo de su pronunciación. El otomí, el zapoteco o el mixteco no son, por lo tanto,

Page 2: Christian Duverger El Primer Mestizaje

candidatos natrales a la transcripción fonética. Por lo demás, la lengua nahua es una lengua aglutinante en las que las palabras no forman entidades sonoras independientes.

Sistema pictográfico e iconización

En la base, emplea un cierto número de pictogramas. A menudo, ese pictograma posee una dimensión ideográfica en la medida en que traduce, más allá de la cosa representada, una idea o un concepto.Una voluntad horizontal que emerge e la boca de un personaje significan palabra y conlleva la idea de poder. Esta vírgula califica al individuo designado de este modo como un soberano, un jefe o un dios; es el tlaotoani de los nahuas.Se puede observar que el glifo siempre tiende a ser iconizado, es decir integrado al dibujo o a la escultura, como un componente gráfico de una obra artística.Los glifos pueden disimularse en los motivos textiles de un taparrabo, en los arabescos de un tocado de plumas o en los elementos de un paisaje y pueden transformarse en orejeras, pectorales, cetros y escudos. El signo es imagen y participa de ésta.Los mismos mayas, a quienes generalmente se les concede el empleo de una verdadera escritura y no de una escritura-dibujo, se dejaron tentar por la iconización del glifo.

Las ofendas de la tierra

El acto de enterar ofrendas en el seno de los centros ceremoniales fue una práctica constante en Mesoamérica y debe considerarse como una de sus características culturales más notables. En la Venta en ese centro ceremonial, fosas de unos 2500 metros cúbicos, colmadas con toneladas de losas de serpentina y arcillas de color. Otros casos sobre un fono de arcilla amarilla y forman un motivo, interpretado en general como una máscara de jaguar estilizada. El templo mayor de México, el gran templo de los aztecas, contenía no menos de 86 ofrendas en su interior. ¿A qué ideas maestra corresponde entonces la práctica de la ofrenda? Se piensa, en alguna ofrenda para los dioses ctonicos, depositarios de os principios de la fecundidad.Las ofrendas enterradas expresan al mismo tiempo una relación de pertenencias y un reconocimiento de lo ctonico como valor religioso. Manifiestan el arraigo del grupo en un lugar fijo y determinado, y materializan el homenaje de los hombres a esta tierra que deben domesticar, al no pertenecerlas históricamente.Esas ofrendas subterráneas siempre poseen un marcador visible, que de modo paradójico tiene la función de señalarles a lo vivos la existencia de las ofendas enterradas. Ese túmulo se convierte poco a poco en una verdadera construcción, y así entonces surge la arquitectura: el túmulo se ha vuelto pirámide. Cada ciudad intenta afirmar su supremacía con las dimensiones de su pirámide principal. La gran pirámide de Teotihuacán y el templo mayor de México culminaban a 60 metros de altura.No hay que invertir el orden de las precedencias: la ofrenda siempre es primero, y la pirámide nace de la ofrenda. Nunca se produce lo contrario. La ofrenda sacraliza el lugar y autoriza la erección de la pirámide, que a partir de entonces podrá manifestar esa sacralidad. Este marcaje del territorio corresponde a dos objetivos: es un rito de apropiación que transforma el caos en

Page 3: Christian Duverger El Primer Mestizaje

cosmos, es decir, la tierra de los demás en un espacio regido por las leyes propias del grupo, y, desde luego es una manifestación de poder, una afirmación de potencia.

El sacrificio humano

La antigua costumbre de sacrificar vidas humanas, inicialmente reservada a situaciones excepcionales, como a la fundación de ciudades o la toma de poder de unos soberanos, se banalizó poco a poco, al grado de volverse un componente obligado en cada fiesta religiosa o en cada acontecimiento político. El punto culminante de la desmesura artificial parecen haberlo alcanzado los aztecas en 1487, durante la inauguración del templo mayor ochenta mi cautivos sacrificados en esta única ocasión, otros reducen esta cifra a veinte mil.la forma típica del sacrificio mesoamericano es la muerte por arrancamiento del corazón. Se arranca el órgano que aún palpita. Luego, con el cuchillo de piedra, el sacerdote corta la vena aorta y la vena cava. Después del sacrificio, a veces se le quitaba la cabeza a la víctima, Los nahuas las ensartaban y las reunían sobre unas plataformas próximas a los santuarios principales. Después, los cuerpo de los sacrificaos se cortaban en pedazos, y se consumían o se enterraban en cuevas con ofrendas.En Mesoamérica también se conoció el sacrificio por decapitación y el sacrificio con flechamiento, aparentemente de origen norteño.

El simbolismo sacrificial

Recordemos que el sacrificio humano es una respuesta organizada por los mesoamericanos para contrarrestar el fenómeno de la disipación energética. La energía cósmica se percibe, no como una fuente inagotable, sino como una reserva destinada a terminarse, por lo cual, el devenir natural de todo movimiento es sucumbir en la inmovilidad.Para sobrevivir, el sol necesita beber y comer, de ahí nace el simbolismo de la ofrenda sacrificial. En la línea directa de esta concepción dualista, el sol recibió dos encarnaciones animales de la mayor importancia simbólica: el águila y el jaguar. Naturalmente se trata de los dos mayores predadores del México.

Implicaciones sociales y religiosas del sacrificio

El sacrificio humano. No es un acto poco frecuente y marginal que s podría asignar a cualquier dimensión folclórica de las civilizaciones precolombinas. Por el contrario, el sacrificio es un acto fundador del orden socio religioso.

Omnipresencia de la muerte

Este rasgo no deja d sorprender al ojo occidental. No hay sitio arqueológico en el que la imagen de la muerte o aparezca en forma repetitiva y obsesiva.Parece que la muerte se celebra por doquier. Los glifos mismos comprenden numeroso signos fúnebres. En efecto, el uso sacrificial ha modelado una concepción especifica de la muerte: los mesoamericanos, en lugar de verla como un hecho dramático, incontrolable o desesperante, la conciben en términos positivos, es un medio, sino para crear vida, al menos para mantenerla.

Page 4: Christian Duverger El Primer Mestizaje

Entonces, la multitud e representaciones de la muerte; traduce bajo la forma de un desafió angustioso, la esperanza que depositan los hombres en su propia capacidad de dominar las amenazas que pesan sobre el mundo.

La guerra-juego

Los combates obedecen a un objetivo mayor: tomar cautivos y llevarlos vivos para que puedan servir de víctimas ceremoniales. En Mesoamérica, por lo tanto, la guerra no es para matarse o, en todo caso, lo menos posible. Entre los aztecas, era preciso haber tomado por lo menos dos cautivos para ser integrado a la clase de los guerreros valientes. La cúspide en la jerarquía estaba ocupado por los caballeros águila y los caballeros jaguar que vemos representados desde los olmecas hasta los aztecas.

Sacerdotes y guerreros: el reparto del poder

Algunas veces se ha hablado de civilización teocrática en relación con los mayas y Teotihuacán, y de civilización militarista en relación con los toltecas y los aztecas, esto es sólo faslo a medias, ya que todas las culturas mesoamericanas fueron teocrático- militaristas o, si se prefiere, militar-teocráticas.Sacerdotes y soldados desempeñan papeles complementarios cuando asumen el sacrificio. La guerra proporciona laos cautivos y provee las victimas para los altares. Los guerreros entregan los cautivos a los sacerdotes, que se encargan de la solemne.La verdad es que los mesoamericanos indudablemente conocieron un equilibrio de poderes entre sacerdotes y guerreros, y que el soberano probablemente participaba de ambas dignidades.

El politeísmo

Todos los pueblos mesoamericanos, sin distinción, han practicado un politeísmo ilimitado. En el México antiguo, existen dioses para todo: para el juego, para la caza, para el amor, para la guerra, para las cosecha, para el parto, para los viajes.El mundo de las divinidades precortesianas es un universo de una complejidad fuera de lo común, pues no se mata jamás a ningún dios. Los vencedores adoptan a los dioses de los vencidos y éstos a los de los vendedores. Y nada impide tomar prestado aun dios de los vecinos.

El sistema dualista de pensamiento

El espíritu mesoamericano está marcado por un pensamiento dualista que se advierte tanto en la religión y la política como en las creencias populares o los comportamientos cotidianos. Por pensamiento dualista, hay que entender la capacidad que tienen los indígenas de pensar los contrarios bajo una modalidad única, por ejemplo, la vida y la muerte, lo masculino y lo femenino, la luz y las tinieblas. Los contrarios se complementen mutuamente. Se podría decir que los mesoamericanos siempre concibieron la unidad bajo una forma desdoblada.

Page 5: Christian Duverger El Primer Mestizaje

El nahualismo

Este término, forjado a partir de una palabra nahua intraducible, se designa la capacidad de un ser humano de revestirse con un aspecto animal. En teoría, todo individuo, desde que nave, está vinculado con un animal, que es su doble. El que se haya clasificado al nahualismo en la sección brujería del pensamiento occidental es un error manifiesto, o en todo caso, una aproximación azarosa. A diferencia del tótem de las poblaciones norte y sudamericanas, que tiene un valor colectivo el nahualli mesoamericano es estrictamente individual.El nahualismo ha recibido un gran número de traducciones en el arte prehíspanico.

El juego de la pelota

Todos los autores se han puesto de acuerdo para incluir al juego de pelota entre los rasgos culturales fundadores de Mesoamérica. En primer lugar que no se trata en modo alguno de un deporte, con la carga profana que implica la palabra. El juego de pelota mesoamericano es indiscutiblemente un rito y los terrenos del juego, siempre integrados en el corazón de los centros ceremoniales, se colocan entre los principales edificios religiosos, al igual que las pirámides y los templos, es una escenificación del movimiento solar y, por extensión del movimiento del universo.En cuento a la forma esférica de la pelota, evoca por supuesto al astro diurno. El juego conoció, múltiples reglas. Existe un juego con la mano, otro en que sólo se empelan las caderas y los codos, otro más en que los jugadores utilizan un bate.Los partidos requieren siempre dos equipos que, con arrojo y violencia se lanzan una pelota cuan trayectoria simboliza el curso solar. Indudablemente hay un campo del cielo y un campo de la tierra, un campo del jaguar.

El saber

En el centro del saber el espíritu mágico siempre se opuso al espíritu lógico, como la creencia a la ciencia. Se trata de dos actitudes radicalmente distintas. Pero ése no es el caso, en Mesoamérica, donde coexisten ambos modos de pensamiento. Uno se percata claramente de ello al estudiar los conocimientos médicos, aritméticos o astronómicos de los indígenas. La medicina mesoamericana tiene dos escuelas: una de tradición chamánica, otra que descansa en un saber empírico. ¿Qué es un chamán? Si bien este término está tomado de las culturas siberianas, se aplica comúnmente a la realidad amerindia. Un chamán es un sacerdote, curandero especializado en el cuidad d ciertos tipos de enfermedades. Después de un shock, el hombre puede perder su alma o su fuerza vital. En ese momento interviene el chamán, cuya primera preocupación es encontrar el alma perdida. Para logarlo, tiene que bajar a los infiernos.Eta medicina, que se funda en el impacto psicológico y en el condicionamiento cultural, siempre ha pervivido junto con otra medicina, materialista, hecha de saber pragmático.

Page 6: Christian Duverger El Primer Mestizaje

El poder

El poder mesoamericano se expresa de dos maneras: la del consenso y la d la autoridad suprema detentada por el soberano. Al parecer, ambos principios de organización del poder siempre existieron simultáneamente.El poder está en la palabra. El soberano es el que habla, el que decide y orden, pero también el que sabe hablar, el que sabe convencer y ganarse el consenso de los demás con su talento oratorio. El jefe supremo, el soberano, siempre es un árbitro que pondera y federa los deseos del grupo.Si el soberano decidiera contradecir la voluntad de una fracción de su consejo, lo destituirán pronto, es decir, seria eliminado físicamente según la costumbre mesoamericana: no respetar el consenso casi siempre se paga con muerte violenta, envenenamiento o estrangulación. El consejo, que por lo tanto es la verdadera estructura de poder en toda Mesoamérica, es un lugar de deliberación. No es propiamente una asamblea de ancianos ni un órgano democrático en el sentido moderno del término, pues o funciona según la regla de la mayoría sino según la regla de la aceptación de todos, Sin embargo, es representativo de ls distintas categorías sociales: e él, sacerdotes y guerreros sesionan.

Un espacio-tiempo simbólico

El espacio en Mesoamérica no es homogéneo ni cuantitativamente neutro, está penetrado por influencias complejas asociadas con los cuatro puntos cardinales. De modo bastante curioso, el tiempo es el que le da su ser, su existencia al espacio, es decir, su contenido simbólico. En otros términos, el espacio y el tiempo están liados por medio del calendario de 260 días, que asegura la rotación de las cualidades del espaio.