centenario muñoz rojas

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Revista especial para conmemorar el centenario del nacimiento del poeta antequerano José Antonio Muñoz Rojas.

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Page 1: Centenario Muñoz Rojas
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ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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Poesía universal entre

Con un siglo de poesía asus espaldas, José An-tonio Muñoz Rojasnos ha abandonado.Pero lo ha hecho ele-vándose por encima

del tiempo y de la literatura paraconsagrarse comounautoratempo-ral. Como un gran clásico de las le-tras nacionales que no necesita serencuadrado en una generación ocomparado con nadie. Muñoz Rojasha superado las ataduras de las eti-quetas literarias para ser él mismo,para que su obra brille con luz pro-piaentre losolivaresdeAntequera.

Dijoadiós rodeadode loque siem-pre quiso: de su familia, de su cam-po, alejado del mundanal ruido. Sonlas características que han marcadosu vida. Pero su calidad literaria haconseguido que, a pesar de estar ensu escondrijo antequerano, hoy ocu-pe un alto pedestal en la literaturaespañola. Las Cosas del Campo,Cantos a Rosa, Objetos Perdidos…Textos que nos traen épocas román-ticas, sinceras, libres, sin tiempo.Porque puede que muchos de susversos se escribiesen a principios desiglo, pero quizás sea hoy cuandomásvigenciatienen. Cuandomás jó-venes son.

HOMENAJE MERECIDO

Por qué me gustará tanto andar la tierraarada, sentir la tierra tanto.

Andar, andar, aunque sea torpemente.(Entre otros olvidos)

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ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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Un siglo después de su nacimien-to, en la calle Carrera de aquella An-tequera de 1909, estamos de cele-bración. Aunque más triste de lo es-perado. Probablemente sin su con-sentimiento –siempre se ha alejadode los homenajes– las institucionesse han volcado este año en subrayarla importanciadeunpoetahaconse-guido hacer lo sencillo universal. Yeste manzano joven, aún sin hoja,que de pronto se ha puesto a dar flory que parece un candelabro de flo-res, y que nos ha detenido hoy largorato en nuestro paseo haciendo que

nos preguntemos, cómo es posibletantahermosuraen tanpoco lugar.

Numerosos actos han servido pa-ra repasar sus formas poéticas, re-cordar su humilde vida en la Caseríadel Conde, su magnífica prosa, suimportante trabajo en la SociedaddeEstudiosy PublicacionesdelBan-co Urquijo, su amistad con los gran-des literatos del siglo XX. Y esta re-vista no es más que un mínimo acer-camiento al poeta. Una humilde re-copilación de firmas amigos que letienen un cariño fuera de lo común.Deentrevistasaaquellosquehanes-

tudiado su obra en profundidad. Unpequeño extracto de lo que ha sidosu vida. Y no pretende nada más. Nopuede. Sólo es un homenaje, unomás, de los muchos que se merece elpoeta. Un siglo de poesía, bien lo va-le.Unsiglodeunpoetaque sequedacomo pasando, como sin estar, co-mosi siguieraestandosinestar.

Poesía universal entre olivares

Edita: Málaga HoyDirector: Antonio MéndezGerente: Fernando Ortega

Coordina: El Árbol Boca AbajoColaboradores: Clara Martínez Mesa, Enrique Baena, Fernando Ortíz,

Francisco Ruiz Noguera, Rafael Ballesteros, Álvaro García, Juan Benítez.Diseño y maquetación: Carmen Viedma

Fotografías: Málaga Hoy, El Árbol Boca Abajo.Agradecimientos: Antonio Parejo, Julio Neira.

Con la colaboración del Centro Andaluz de las Letras

UN SIGLO

DE POESÍA

Hoy sus versos

tienen más

vigencia si cabe

que cuando se

escribieron,

suenan más

jóvenes.NOTA: Todas las colaboraciones ylas entrevistas de estesuplemento especial fueronrealizadas antes del 28 deseptiembre, día en el que fallecióJosé Antonio Muñoz Rojas.

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1909.El 9 de octubre de 1909JoséAntonioMuñozRojas nace en la antequerana calle Carrera, junto ala Plaza de las Descalzas. Allí vive sus primerosaños a medias entre las casas de las familias de supadre y de su madre, que se encuentran una frentea la otra.

GRAN

POESÍA

“Sólo es

comprensible su

obra desde el

silencio, desde la

triste o alegre

verdad de la

amanecida

labranza”.

ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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ginarla casi perfectamente. Pode-mos escuchar de algún paisano laleyenda popular de los enamora-dos, pero no sentiremos la impor-tancia de esa leyenda en la memo-ria inconsciente de las gentes queallí nacieron hasta que leamos laversión que él escribió como siquien la contara fueseel río, testigode la suerte de los amantes.

Leí por primera vez sus Cantos aRosa con apenas doce años, y a losveinte mi memoria se sabía su rit-mo como si fuese la primera de lasnanas que se aprenden sin saber,pero no entendí quién era Rosahasta acompañar a José Antonio yMarilu en sus paseos por el huerto,donde una decena de rosales dis-tintos les ofrecían sus mejores ga-mas cada año. Y Abril, que definesu alma, es más abril si se parauno, después de leer sus versos, acolmarse de las nubes, los deste-llos y las flores que inundan la sie-

El campo es una inmen-sa cajade secretos.Hayque saber verlos. Es-piarlos hasta que noslos entregue. Así, yen-do de pronto, el simple

color de una piedra junto a la quepasamos mil veces sin repararla, laforma de un árbol, la luz de un ca-mino. (José Antonio Muñoz Rojas,Las cosas del campo)

Cumple cien años el hombre quenos enseña a contemplar el floreci-miento de una encina, a agradecerla llegada de las primeras lluvias, adistinguir el canto del ruiseñor.Hay gigantescos pinos, espigadoscipreses en el jardín, que apenascuentan con la mitad de la edad delpoeta que los plantó. Y decir queun árbol fue plantado por un poetano es decir cualquier cosa: La mis-ma tierra que los alimentó a am-bos, quedó sembrada entre las pá-ginas de sus libros, y el árbol mis-

mo lo hemos leído, nos hemos be-bido su metafórica gracia al leersus versos, sin saber que no era,como tantos otros árboles, una pu-ra metáfora, sino una verdad creci-da en torno.

Y el poeta que escribe, como suárbol, se dedica simplemente a es-tar, a vivir, y a compartir esa graciacon el aire que les vio crecer. JoséAntonioMuñozRojasnoesunpoe-ta común; es, comparable sí a suquerido Fray Luis de León, unhombre solitario y contemplativo,necesitado del murmullo del almay del alma de la naturaleza dondevive. Y sólo es comprensible suobra desde el silencio, desde la tris-te o alegre verdad de la amanecidalabranza, desde el rumor del sol demayo sobre los trigos. No se puedecomprender la luz de la vega unagosto al atardecer sin detenerse amirarla, aunque gracias a su poe-sía, gozamos del privilegio de ima-

UN POETA POCO COMÚN

En flor segura

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rra en primavera. Dice José Anto-nio que todo lo que se nombra tie-ne belleza en nombrarlo, y comoJuan Ramón, sueña con que elnombre exacto de cada cosa des-pierte en el poema nuevamentecomo si fuera la cosa misma. Y quéfácil lo tiene el lector con poetasque además de cantar la vida, pa-rece que la hubieran contempladoya con nuestros ojos:

Cuando florecen las encinas, de-cía, hay que temblar. Se anuda ladelicia en la garganta. Pasa comocuando llora un hombre fuerte ymaduro, cuando viene un estreme-cimiento a colmar una plenitud. […]El tronco áspero se diría insensible.Se diría insensible el árbol entero,apenasconmovidopor lluviaovien-to, sol o hielo, un contemplativo,con mucho cilicio y poco halago. Yde pronto hay un estremecimientoy el árbol comienza a vestirse, y to-da aquella dureza, aquella ascesis,se expresa en purísimo temblor, engoterones de ternura que la llenantoda, que la ponen como llovida debelleza, enmelada, soñadora, saucesin río en el monte, con toda la fuer-za de la encina y toda la melancolíadel sauce.

En la primera página de Las co-sas del campo encontramos a quienno se siente creador de nada, sinosólo un hombre asombrado y per-plejo ante las maravillas que con-templa, ante el paisaje al que cantapor el solo “trallazo” (así llama él alimpulso de la escritura), por la solanecesidad de intentar devolverle alcampo esa hermosura sólo suya,perosiempre atónito,humildeantela belleza contemplada.

... ¡Cuánto sueño, cuánta espe-ranza, cuentan estas lindes tan ca-prichosas al parecer, tan fieles a laPoesía en realidad! ¡Cuánta riquezahumana! […] Por eso tiemblo algocuando voy por estos campos, por

eso canto. Y tengo miedo de no po-der acabar una vez comenzado.Empiece por donde empiece, noacabaré. Se me quedará la cancióna medio camino, entre los labios.Pero la tierra la seguirá cantando.

La oirán las alondras, los alcara-vanes, algún matutero a deshorapor la veredilla, algún extraviadoentre los olivos, algunos amantesque busquen la complicidad de lanoche y la dureza de la tierra paradarle lo suyo al amor. ¡Oh cancióntan inútil y tan necesaria como estaenorme y anual cosecha de floreci-llas ignoradas!

En su obra hallamos frecuente-mente los nombres de esas yerbas oflorecillas ignoradas, que son jara-magos, nazarenos, lenguazas, za-paticos, en los que nadie repara pe-ro que nacen de la pura libertad dela naturaleza. Y el poeta identificasu canción con esa enorme y anualcosecha de florecillas ignoradas,confesando que él deja sólo suasombro escrito, un canto aparen-temente inútil. Y así se siente hoy,ajeno al homenaje que celebra elprodigio de su literatura, aún per-plejo ante la vida que le ha tocadovivir, agradecido a la siembra detantos años que le dio esa hermosu-ra de horizonte, que aún sientecuando recita con impecable me-moria La tierra de Alvargonzález olos sonetos de Garcilaso. Y precisa-mente lo más noble de su obra esque sitúa a la literatura en el lugarmás preciso que puede haber parael arte: Allí donde no es imitación,recreación de la vida, sino la vidamisma; allí donde comprendemosque cada flor nombrada es la mis-ma flor que contemplamos, con sutacto, sucolor y suolor.Ymáscuan-do esa flor parece que aprecia, a es-tas alturas, después de todo un si-glo, que los ojos que la miran, laaman y la conocen.

por Clara Martínez Mesa

Aquí tienes, amor, tu antiguo huerto,con su doblada hilera de granadosque abril dejó de verde coronadosy junio con sus flores ha cubierto.

Y donde en flor segura y fruto inciertose muestran los olivos blanqueados,

y van al amarillo los sembradosy al calor las gayombas se han abierto.

Aquí te espero, amor, por las veredasque no vienen ni van a parte alguna

sino a aquel corazón en donde habitan,

y donde aun sin venir siempre te quedas,y haces mi soledad tan oportunaque la paz y el silencio la visitan.

(De Abril delalma)

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¿DEL 27 O DEL 36?

1920. Este año, Muñoz Rojas pasa su primer cursofuera de Antequera. Lo hace en Málaga, donde es-tudia en el Colegio San Estanislao de Koska. Peropor problemas de salud, ya que el clima no le sentómuy bien, fue trasladado a Madrid a seguir estu-diando al año siguiente.

da. Sus íntimos eran VicenteAleixandre y Dámaso Alonso, pe-ro era gran amigo de José Berga-mín, Jorge Guillén, Pedro Sali-nas, Manuel Altolaguirre, LuisCernuda, Emilio Prados… y, aun-que los trató menos, también tra-tó a esa magnífica Generacióndel 98 salvo a Antonio Machado,autor al que Muñoz Rojas se hasentido permanentemente unidoa pesar de no haber llegado nun-ca a conocer. Otros, incluso, lollegan a situar en la Generacióndel 50.

Todo ello hace que ni siquieralos estudiosos se hayan puestode acuerdo en ubicar en uno uotro lugar a Muñoz Rojas. Tododepende del aspecto en el que sefijen. Pero en lo que sí hay unani-midad es en considerar que elpropio Muñoz Rojas está fuerade todas en generaciones por-que su obra se defiende a sí mis-ma. No le hacen falta etiquetas.Ni le hace falta estar en una uotra generación. Está al margende todas ellas. Es un poeta de to-do el siglo XX.

Sin generación, sin tiempo

SIN

ETIQUETA

Los estudiosos

nunca han

llegado a ponerse

de acuerdo en

qué generación

ubicar a

Muñoz Rojas

Es probablementeuna de las razonespor las que José An-tonio Muñoz Rojasno ha alcanzado,aún, el prestigio del

que gozaron muchos de sus ami-gos. El hecho de que nunca se lesupiese situar en la Generacióndel 27 o la Generación del 36 hatenido como consecuencia queel poeta se quedase en una espe-cie de limbo literario que le alejódurante muchos años de los li-bros de texto. Es de ahí, de la ne-cesidad de simplificar o de clasi-ficar a los literatos nacionales dedonde surgen esas etiquetasque, muchas veces, acaban de-formando la realidad y olvidan-do a quien no debieran. Unasocasiones de manera más justaque otras.

Lo cierto es que Muñoz Rojas,por edad, está más cercano a laGeneración del 36. Él mismo hareconocido que son los suyos.Entre ellos tuvo bastante tratocon Luis Rosales, Leopoldo yJuan Panero, Luis Felipe Vivan-co o Miguel Hernández. Sin em-bargo, su afinidad más literariaera con la Generación del 27, a laque comenzó a tratar cuando pu-blicó Versos de Retorno, con laque estableció fuertes lazos en suprimera etapa en Madrid y concuyos miembros estableció amis-tades que duraron más de una vi-

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MUÑOZROJAS

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De izquierda a derecha: Muñoz Rojas, Aleixandre, L. Panero, Dámaso Alonso, C. Bousoño y J. L. Cano.

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1921.Comienza su primera etapamadrileña. Pri-mero estudiando en el colegio jesuita de Chamar-tín de la Rosa y más tarde haciendo la carrera deDerecho en la antigua Universidad Central de ca-lle San Bernardo, hoy Universidad Complutensede Madrid.

POESÍA

CASUAL

“Con ‘Las Cosas

del Campo’ me

puse a escribir el

diario de lo que

pasaba en el

campo. Y el libro

salió de un tirón

absoluto”

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MUÑOZROJAS

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PALABRA DE MUÑOZ ROJAS

cribí cuando vine de Inglaterra,en los cuarenta o antes… pero daigual, no tiene interés ninguno”.“Me puse a escribir el diario delo que pasaba en el campo, vuel-ven los abejarucos, se van losabejarucos, y el libro salió de untirón absoluto”, añadía a ÁlvaroGarcía, que posteriormente lepreguntaba por Cantos a Rosa.“Los Cantos a Rosa son auténti-cos, son muy sentidos, no estáninventados.Semeocurrierondepronto, de golpe, aquí en el cam-po”, contaba al escritor y periodis-ta. Una Rosa multidisciplinar que,para muchos, ha simbolizado a lamujer. “creo que las mujeres sontan fundamentales en la vida,que son todo”, decía Muñoz Ro-jas. Y en su vida fundamental fueMarilu, su mujer. “Sí. Era mi mu-sa. Era una mujer estupenda.Muy seria también. No le gusta-ba reírse, pero era muy gracio-sa. Tenía unos golpes estupen-dos y era muy guapa”, relataba elautor antequerano a CarmenMartín, en una entrevista paraDiario Sur en 2007.

De su contacto con los grandesautores del siglo XX sí que le hagustado recordar muchos aspec-tos. Uno de sus grandes amigos fueJoséBergamín.“Pepeeraunfres-co”, decíaenElPaísen febrero.Pe-ro sus íntimos fueron Aleixandre yAlonso. “Vicente era un hombreestupendo.Qué levoyacontar.Y

Dámaso, un hombre inaprecia-ble verdaderamente, porque eramuy generoso. El trato a Dáma-so es lo más enriquecedor que sepuede dar”, explicaba a Jesús Vi-gorra en la entrevista que se puedeahora ver en la Biblioteca Virtualde la Junta de Andalucía. Años an-tes, en El Mundo, aclaraba: “Tuveel privilegio de conocerlos a to-dos. Salinas, Jorge, Dámaso, fue-ron mis amigos. Los maestros.”Y, habitualmente, mientras ha ha-blado de poesía, ha tenido un re-cuerdo para Antonio Machado.“Siempre he sentido cerca a Ma-chado. Me sentía coetáneo suyo.En cierta forma es alguien conquien compartí vida, tiempo,historia”, contaba a Antonio SolerenABC.

Cuando ha querido, eso sí, hahablado de aspectos de su vida, co-mo su paso por los jesuitas, en Má-laga y Madrid. “La educación je-suítica nos enseñó mucho a fas-tidiarnos, a hacerme la pascua.La vida del colegio no la recuer-do con gusto, sino con horror”,decía en El Mundo. De los años dela guerra ha preferido no hablar.“Lo pasé muy mal durante laguerra. Ya, la guerra. No tenéisni idea de lo que fue”, explicaba aÁlvaroGarcíayal fotógrafoNachoAlcalá. No la pasó en España, sinoenCambridge,delquesí guardababuenos recuerdos: “A Inglaterrame adapté divinamente, porque

“Mis cosas valen poco”

Hombre poco dado alas entrevistas, Jo-sé Antonio MuñozRojas ha tratadosiempre de estaralejando del mun-

danal ruido. Tampoco nunca lehan gustado las alabanzas o loshomenajes. Bien lo sabe AntonioSoler, que tras acabar una entre-vista en el año 1998 para el ABCLiterario, Muñoz Rojas le dijo re-firiéndose a su grabadora: “Esoque llevas ahí, la entrevista, ladeberías hacer lo más gris posi-ble”.

Pero siempre que ha hablado,Muñoz Rojas ha dejado impron-tas de su sencillez, su humildad,su calor humano, su visión delmundo. En las pocas veces que hacontado de lo suyo –es lo que me-nos le gusta, él ha preferido siem-pre preguntar a responder– siem-pre ha tendido a quitarse impor-tancia. “Mis cosas valen poco”,decía a Javier Rodríguez, deEl Pa-ís, en febrero de este mismo año.“No me gusta nada presumir, notengo de qué”, explicaba a ÁlvaroGarcía en el homenaje que ElMundo hacía en su 97 cumplea-ños al poeta antequerano en el su-plemento Papeles en la Ciudaddel Paraíso.

Ni siquiera se ha agrandadonunca ante la que es consideradacomo mayor exponente de su poe-sía, Las Cosas del Campo. “Lo es-

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me encantaba”.Desde hace bastantes años, la

muerte es uno de los temas quesiempre le ha rondado la cabeza.Y él, lo ha tenido claro. “Es ab-surdo llegar a esta edad” decíaen El País. “Lo que voy a decires una barbaridad, pero llega-do a cierta edad, tú tienes quetener alguna autoridad sobretu vida (…) Poder decir, ahíqueda eso. Estoy harto de vi-vir, vamos”. Aunque siempre hasacado el lado positivo: “estetiempo con la coincidencia delos nardos, los caracoles lasazucenas, es una cosa comopara vivir y no morirse. Afe-rrarse a la vida. Quitarle todala escoria”, explicaba en ElMundo. Y ni siquiera hablandode temas serios Muñoz Rojaspuede dejar de lado su gran sen-tido del humor. Cuando Vigorrale preguntó, ¿A qué hemos veni-do el mundo, Muñoz Rojas puso,primero, cara seria; luego, em-pezó a reír: “ja ja. ¡Coño, quépregunta más difícil!”.

Y, aunque su experiencia haceque todos sus amigos lo conside-ren el maestro, Muñoz Rojas pre-fiere no dar consejos. Sólo, a ve-ces, se le escapa uno. Como elque dio al equipo de El Mundoque lo entrevistó en la Caseríadel Conde en 2006: “El únicoconsejo que os podría dar esque, ahora que estáis a tiempo,viváis la vida lo más intensa-mente posible, con el pie a fon-do. Pero con el pie a fondo sinque la vida os destroce, es de-cir, sabiendo lo que vivís en ca-da momento y levantéis el piecuando no lo sepáis”. Eso sí, lodecía en el campo, frente a su jar-dín, rodeado de olivos, cipreses yflores de todo tipo y nombres.“Aquí el tiempo no me pesa”,

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RICARDO MILLÁN, ALCALDE DE ANTEQUERA

1929.Muñoz Rojas publica su primer libro, Versos deRetorno, editado en la antigua Imprenta Sur deMála-ga. Son 500 ejemplares sufragados por su abuela. Es-to lepermiteentrarencontactocon losmiembrosma-lagueñosde lageneracióndel27.Altolaguirreeselquediseña laportada, quequedaun tantodescuadrada.

Partede lasactividadessehandirigi-do a la juventud y más específica-mente al alumnado de EducaciónSecundaria,con loquese leshadadoaconoceralpoetayasuobra,y lapo-blaciónengeneralestádisfrutandoyasistiendo a una serie de actos conacceso libre, en los que participanautores de gran prestigio y especia-listas que exploran muy diversas fa-cetas de todo cuanto tiene que vercon Muñoz Rojas. Estamos dándo-nos cuenta, por así decir, de la enor-mesuertequetenemosalcontarconuna persona de una extraordinariabondad, de una gran personalidad ydeunaexcepcional cultura,queade-más ocupa un destacadísimo lugaren lahistoriadenuestra literatura.–¿Qué significa para AntequeraunvecinocomoMuñozRojas?–Somos muy afortunados, pues elnombre de Muñoz Rojas está siem-pre unido al de Antequera. El poetaes un parte fundamental de nuestropatrimoniocultural, quenose limitaa lahistoria yal conjuntomonumen-tal, sino que se extiende a una pro-ducción literaria de siglos. MuñozRojas significa para todos los ante-queranos y antequeranas un inmen-so orgullo y también un inmenso po-tencial para la difusión del nombrede Antequera en los ámbitos cultu-

ralesnacionalese internacionales.–¿Es más reconocido Muñoz Ro-jas fueraqueenAntequera?–La verdad es que no puedo estar deacuerdo con esta pregunta… MuñozRojas es un orgullo para todos noso-tros, y se le puede preguntar a cual-quieraporelpoetaymuyraramenteno loconoceráyvalorará…–¿Qué obra recomendaría a losantequeranospara leer?–Cualquier obra de Muñoz Rojas eslo suficientemente valiosa como pa-ra serdisfrutada.Pero, sinduda,Lascosasdelcampoesenlaque,amipa-recer, su prosa se asemeja más a loquees lapoesía.

“ElnombredeMuñozRojasestásiempre

unidoaldeAntequera”

ANTEQUERA estáviviendo un añomuy especial. Elcentenario de Mu-ñoz Rojas ha servi-do para que la ciu-

dad se vuelque con su autor.–¿Qué está haciendo el Ayunta-miento para celebrar el centena-riodeMuñozRojas?–El Ayuntamiento de Antequera haprogramado una serie de activida-des durante todo este año y tambiéncolaboramos en las actividades quese han organizado desde la Conseje-ría de Cultura y la Diputación Pro-vincial, sin olvidar las aportacionesdeUnicaja.Hansido,porejemplo,elII Foro de Autores Noveles o la pro-gramación del Día Internacional delLibro, dedicada a él y a Antonio Ma-chado como Autores del Año. Preci-samente fruto del esfuerzo de todasestas entidades, junto al Ayunta-miento, va a ser la gran exposiciónque se va a inaugurar en el CentroCultural Santa Clara y el congresoInternacional. También se apoya larealizacióndeundocumental.–¿Cómovive laciudadesteaño?–Con una enorme ilusión y la satis-facción de que el propio Muñoz Ro-jas conoce y agradece todas las acti-vidades que se están organizando.

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1932. Muñoz Rojas oposita para diplomático perono llega a superar las pruebas. Pide ayuda a JoséCastillejo para viajar a la Universidad de Cam-bridge, pero éste le convence para que trabaje paraél dando clases de literatura en la Escuela Interna-cional.

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Ballesteros, IrmaEmiliozzi,Fernan-do Ortiz, Luis Alberto de Cuenca,Francisco Ruiz Noguera, AndrésTrapiello, Antonio Gómez Mendo-za, Antonio Carvajal y Julio Neira.Otras actividades habituales de laConsejería para con el libro, como elCircuitoLiterarioAndaluz, las lectu-ras monográficas, encuentros conpoetas, la convocatoria de ayudaspara larealizacióndeactividadespa-ra mejorar los hábitos de la lecturaen Andalucía, están siendo dedica-dasalafiguradeestegranpoeta.Porotro lado, junto con la editorial Pre-Textos, la Consejería de Cultura hapublicado la Obra Completa en Ver-so de Muñoz Rojas, que se ha distri-buido por la Red de Bibliotecas Pú-blicas de Andalucía con motivo delDía Internacional del Libro, el 23 deabril. El estudio y la edición del librohan sido realizados por Clara Martí-nez Mesa y ha tenido una tirada de1.500 ejemplares. Ahora, entre losdías 8 y 10 de octubre, coincidiendocon la efeméride del autor, se cele-bra en Antequera un Congreso In-ternacional en el que destacados es-tudiosos pertenecientes a diversasuniversidades españolas y extranje-ras, juntoconescritoresypoetas,de-batirán sobre las aportaciones deMuñozRojasalapoesíay laprosaes-

pañolas del siglo XX. Y también entorno a su centenario, se abrirá en laIglesia de Santa Clara una Exposi-ción conmemorativa donde se plan-teará un recorrido cronológico so-bre aquellos aspectos biográficosque han marcado la actividad litera-ria de Muñoz Rojas, entre los que nofaltará su laboren laSociedaddeEs-tudiosyPublicacionesyelBancoUr-quijo. En esta muestra participatambién la Sociedad Estatal de Con-memoracionesCulturalesdelMinis-teriodeCultura.–¿Qué pretende la Junta de Anda-lucíaalrealizar todosesosactos?–Además de lo que antes he mencio-nado de procurar una mayor difu-sión de su obra e importancia poéti-ca, están las vertientes didáctica yacadémica: la exposición está en iti-

“Muños Rojas es unicono de la literatura

en castellano”

LA consejera de Culturade la Junta de Andalucíaes, como Muñoz Rojas,antequerana. Por eso havivido de una forma es-pecial el año de su cente-

nario que la administración autonó-micahaapoyadodecididamente.–¿Por qué decidió la Junta nom-brarautordelañoaMuñozRojas?–Autor del año es un programa quellevamos desarrollando ya desde va-rios años y con el que pretendemosdirigir el foco sobre escritoras o es-critores andaluces para procuraruna mayor difusión de sus obras y orelevancia literaria. No significa queel resto de los años nos olvidemos deellas y ellos, sino que durante un añoles prestamos más atención. Se sue-le aprovechar una efeméride o cifraredonda, y este ha sido el caso de Jo-sé Antonio Muñoz Rojas: la celebra-ción de sus cien años. En el caso deAntonio Machado, ha sido por el 70aniversariodesu fallecimiento.–¿Quéactosseestán llevandoaca-boparacelebrarelCentenario?–En colaboración con el Ayunta-miento de Antequera y con la Fun-dación Muñoz Rojas, se están desa-rrollando varias jornadas sobre suvida y obra, con participación depoetas y especialistas como Rafael

ROSA TORRES, C. DE CULTURA

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nerancia por Andalucía, y el congre-so profundiza en sus característicasliterarias;porotro lado, laedicióndesusobras y sudistribuciónpor lasbi-bliotecaspúblicas lasacercaamayornúmerodeciudadanos.–¿Por qué un autor tan importan-te como Muñoz Rojas ha sido tandesconocidohastahacepoco?–Bueno,quizánohaya tenido todoelconocimiento público que corres-pondería a la calidad de sus escritos,pero Muñoz Rojas es muy reconoci-do en los ámbitos poéticos y litera-rios. No olvidemos, además, que esPremio Nacional de Poesía de 1998por su obra Objetos perdidos, Pre-mioReinaSofíadePoesíaen2002alconjunto de su obra, e Hijo Predilec-todeAndalucíaenelaño1992.–¿Cómo se consigue dar a conocer

que Muñoz Rojas no es sólo unpoeta rural antequerano, sino derelevancianacional?–Pues con iniciativas como esta deAutordel año, yapoyando lasaccio-nes editoriales, académicas o de di-fusión que a buen seguro seguiráproduciendo su obra; con colabora-ciones con editoriales y otras enti-dades públicas y privadas que man-tienen su interés por uno de losgrandes literatos andaluces es uniconode la literaturaencastellano.–Cuando acabe el centenario, ¿seseguirá poniendo en valor la obradeJoséAntonio? ¿Cómo?–José Antonio, como el resto de losgrandes poetas de nuestra tierra, yaestá, y seguirá estando, presente entodas las acciones regladas de laConsejería y del Centro Andaluz de

las Letras, en las lecturas poéticas,en las bibliotecas y en la literaturaelectrónica.–¿Quédestacaríade losrasgoshu-manosdeMuñozRojas?–Su sencillez, su humildad, subonhomía,queson los rasgosprinci-pales de las personas verdadera-mentegrandes.–¿Qué libro recomendaría a losandaluces que se leyeran de Mu-ñozRojas?–Sin dudarlo Las cosas del campo,porque además de ser un libro exce-lentemente escrito, es un buenejemplo de cómo saber mirar y res-petar la Naturaleza en armonía conlasactividadeshumanas.–¿Algúnpoemapreferido?–Cualquier poema del libro Cantos aRosa.

POCO

CONOCIDO

“Quizás Muñoz

Rojas no haya

tenido todo el

conocimiento

público que

corresponde a la

calidad de sus

escritos”

Page 14: Centenario Muñoz Rojas

POESÍA CENTENARIA

1934. Muñoz Rojas acude al Premio Nacional deLiteratura conArdiente Jinete, que consigue un ác-cesit. Ese año el concurso lo gana La Destrucción oel Amor de Vicente Aleixandre. Altolaguirre y Cer-nuda también son premiados.

Rulfo. Las cosas del campo es cual-quier cosa menos redicha o cursi.José Antonio ha recibido cartas decampesinos desde la emigraciónque le decían cuánto les había con-movido ese libro y cartas de intelec-tuales afirmando lo mismo.

Estos libros que he citado son ci-mas de la poesía en castellano del si-glo XX, aunque José Antonio hayaescritootros tambiénexcelentes.Enfin, no todo lo de Cervantes es ElQuijote, aunque sea de calidad lite-raria. Yo tuve la suerte de leer losCantos a Rosacon ojos jóvenes y tra-tarconrelativafrecuenciaalaperso-nadesde1989ensuentornonatural,

la Casería del Conde, finca en la quereside la mayor parte del año, cerca-na a su Antequera natal, ciudad deespadañasyromances fronterizos.

Cuando aceptó en Madrid la Se-cretaría General del Banco Urquijolo hizo con la condición de que pu-diera irsedel trabajo losviernesparavolver los lunes. En esos intermina-bles trenes de posguerra acudía sinfalta a su cita semanal a su Casería.Maestroyamigo,granconocedordelibrosyhombres,headmiradosiem-pre su sabiduría, su sagaz humor ysu saber estar. No sabría decir si mehanenseñadomássuspalabrasosussilencios.

José Antonio Muñoz Rojas,poeta en verso y en prosa

CALIDAD

LITERARIA

“A ’Las Sombras’

la emparejaría yo

con otro gran

libro de poemas

en prosa, ‘Pedro

Páramo’, de Juan

Rulfo”.

José Antonio MuñozRojas cumple este 9de octubre 100 años.Me decía un don Jor-ge Guillén nonage-narioenelPaseoMa-

rítimo de Málaga que, hasta él, elpoeta más longevo de las letras es-pañolas fue don José Zorrilla. Aña-día luego con satisfacción que ya lesacaba unos años. Será que el climade Málaga sienta bien a los poetas,porque a punto está de quitarle elcetro en nuestra lírica Muñoz Rojasen longevidad.

En un poeta esto es anécdota, nocategoría, pues jóvenes son las Ri-mas de Bécquer y las Coplas manri-queñas. Y joven sigue parte de laobra que Muñoz Rojas escribierahace medio siglo, como los Cantos aRosa, Las cosas del campo, Las mu-sarañas, Las sombras y algunos desus sonetos. ¿Dónde está aquí lafronteraentre prosay poesía?No lahay, porque toda está realizada conintención y resultados poéticos, co-mo lo son algunos fragmentos deAzorín o algunas Leyendas deBécquer. En España no existe la tra-dición del poema en prosa de Fran-cia, por poner un ejemplo. Solemosconfundir el poema en prosa o laprosa poética con una prosa refito-lera. A Las sombras, donde hablanlas voces de quienes ya no están en-tre nosotros, la emparejaría yo porsu tema con otro gran libro de poe-sía enprosa,PedroPáramo,deJuan

ESPECIAL

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por Fernando Ortiz

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ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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DECÍA José Antonio MuñozRojas que su escritura erauna neceisdad. “Era comohablar. En lugar de conver-sación salía escritura”, de-cía en una entrevista en la

que apostillaba “aunque no sé si buena omala”. En su habitual sencillez, humil-dad y restando, como siempre, méritos asu obra, han tenido que ser otros los quedestaquen su trabajo por encima de casitodos. Ya lo dijo Dámaso Alonso, cuandoconsideraba que Las Cosas del Campoera “el libro en prosa más bello” desdeque había leído Platero y yo. Y luego hansido otros muchos: Fernando Ortiz, An-tonio Carvajal, Clara Martínez, EnriqueBaena o Julio Neira (entre otros) y unbuen número de premios, desde el Na-cional de Poesía al Reina Sofía de PoesíaIberoamericana, los que han concedidoun lugar destacadísimo en las letras es-pañolas. A ello, Muñoz Rojas siempre harespondido como sabe: escribiendo. Ale-jado de todos los homenajes, las palabrasde halago, los galardones, de los litera-tos… él siempre ha escrito desde su isladesierta en la vega antequerana y hamantenido así su aventura poética.

Su obra no es excesivamente extensa.Pero sí tiene una calidad indudable. Des-tacan sus sonetos, su prosa, su verso, sunarrativa, sus historias, sus estudios y en-

sayos… todo. Comenzó en 1929, cuandopublicó con las prisas de juventud susVersos de Retorno, al que Altolaguirredescuadró la portada y, para sortear lacrítica, dijo que era una cuestión de esti-lo. A partir de ahí, Muñoz Rojas nuncadejó de escribir, pero muchas de susobras no se publicarían hasta 30 o 40años después de ser escritas. Y gracias aque algunos amigos le pidieron o casi lesuplicaron la publicación. De ahí surgiópor ejemplo Las Cosas del Campo, publi-cado por primera vez en la revistaArroyode los Ángeles en 1951.

Pero antes de eso, hay obras imposi-bles de olvidar. Los Sonetos de amor porun autor indiferente, (Málaga, Meridia-no, 1942) sirven para comprender el do-mino que sobre la métrica tiene MuñozRojas. Pero es realmente con Abril delAlma (Madrid, Adonais, 1943) y poste-riormente Cantos a Rosa (Madrid, Rialp,Adonais, 1954) cuando sus paisanos loconocen, se estremecen con sus versos yel mundo se descubre ante un poeta quehabla de lo sencillo, del amor, de la vida ylo hace desde Antequera y con la miradamás universal posible. Es la misma épocade Las Cosas del Campo, que, tras saliren la revista malagueña, es publicado alaño siguiente en Ínsula. Su diario delcampo se convierte en un éxtasis ruralentre un mar de olivos, entre cultivos en

los que cada día es un acontecimiento oentre plantas y flores que parecían haberdesaparecido ya de la vida y del mundo.Es el trabajo que muchos consideran suobra cumbre en prosa, igual que Cantosa Rosa en verso. Eso sí, poco antes habíaescrito su primer libro de memorias: His-torias de Familia (Madrid, Revista de Oc-cidente, 1945). También de esos años esel Cancionerillo de la Casería que escri-bió en los años cuarenta y se publicó casien los 90.

A todo ello se unieron poco a pocootras obras en prosa como Las musara-ñas, (Madrid, Revista de Occidente),1957, Las Sombras (Barcelona, Destino,1976), Antequera, norte de mi pluma,(Antequera, Caja de Ahorros de Ante-quera, 1977). Los Cuentos surrealistas(Madrid, Turner, 1979) que escribió en suprimera etapa madrileña. Y más tardellegó la importantísima recuperaciónque, de la mano de Manuel Borrás y laeditorial Pre-Textos, ha servido para re-editar gran parte de sus obra y sacar al-guna más a la luz: Amigos y maestros,(Valencia, Pre-Textos, 1992), La granmusaraña (Valencia, Pre-Textos, 1994),Dejado ir: (estancias y viajes), (Valencia,Pre-Textos, 1995), Ensayos anglo-anda-luces, (Valencia, Pre-Textos, 1996), Obje-tos perdidos, (Valencia, Pre-Textos,1997), Entre otros olvidos, Valencia, Pre-

1935. El autor antequerano publica la traducción¿Quién pone puertas al canto? de JacquesMaritainen la revistaCruz y Raya. Resulta un trabajo básicopara comprender la profundidad de la poética deMuñoz Rojas. Su labor como traductor de poetasingleses ha sidomuy alabada.

Obra fuera del tiempo

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Textos (La cruz del sur, 2001) o La vozque me llama, (Valencia, Pre-Textos,2004).

Aunque no hay que olvidar que MuñozRojas ha hecho igualmente algunas delas traducciones más aplaudidas de poe-tas como T. S. Eliot, John Donne,Hopkins o Francis Thompson. Una de lasmás reconocidas fue East Coker de T. S.Eliot, (Madrid, Escorial, 1941). Y, ade-más, dejamos atrás una amplia cantidad

de pequeñas obras en verso magníficascomo el Romance de Don Sebastián, Reyde Bastos y un sinfín de críticas y ensa-yos, muchos de ellos centrados en sugran objeto de estudio: los poetas metafí-sicos ingleses.

Eso sí, como aproximación a su obraen verso, dos recomendaciones. Una,Poesía (1929-1980), la edición que Cris-tóbal Cuevas realizó para el Ayuntamien-to de Málaga en 1989 y que sirvió para

inaugurar la Colección Ciudad del Paraí-so. Otra, La alacena olvidada. Obra com-pleta en verso de José Antonio MuñozRojas, editada por Pre-Textos y la Socie-dad Estatal de Conmemoraciones Cultu-rales el año 2008 y que recoge el excelen-te trabajo realizado en su tesis doctoralpor Clara Martínez Mesa. Este ejemplar,además, es mucho más fácil de encon-trar. No dejen de buscar este y cualquierotro libro de Muñoz Rojas.

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LA BÚSQUEDA INTERIOR

1936. Año importantísimo en la vida deMuñoz Ro-jas: Los republicanos matan a uno de sus herma-nos, Javier. Más tarde, Muñoz Rojas se desplaza aCambridge donde pasaría tres años de su vida es-capando de unaMálaga en guerra.

(Versos de retorno), aunque seacentúa hacia mediados de la dé-cada de los años treinta.

Cuando Bergamín pone enmarcha la revista Cruz y Raya(1933), Muñoz Rojas se incorporaa ese proyecto de rehumanizacióndel arte que supuso aquella publi-cación ideológicamente situadaen lo que podría llamarse el catoli-cismo progresista; y, así, el autorde Ardiente Jinete se convierte enuno de los puntales en la búsque-da de una poesía trascendente.

En Cruz y Raya publica MuñozRojas su traducción del ensayo deJacques Maritain ¿Quién ponepuertas al canto? que será decisi-vo para asumir esa concepcióncontemplativa que, de forma ex-plícita, está en el poema Tu oficio,poeta (del libro Oscuridad aden-

tro): Tu oficio poeta es contem-plar / que todo se te escriba den-tro; luego / quizá leer allí mismo,quizás decir a los otros / lo que allímismo, escrito, tú lees.

La contemplación se revela co-mo mecanismo de impregnacióndel ser; mediante ella, se hace elhombre permeable a las huellasdel mundo, y, sin frontera alguna,ya está el mundo también en su in-terior hasta sentir, como se dice enel poema Quaere intus (del libroAl dulce son de Dios), que la paz yel temblor que están fuera / borra-da la pared que los separa, los te-nemos dentro.

La escritura, pues, no sólo co-mo contemplación de lo exter-no, sino también como búsque-da interior y como vía de conoci-miento.

La poesía como contemplación

En un artículo de haceunos años, hablé delequilibrio horacianode José Antonio Mu-ñoz Rojas. Era aquéllauna calificación que

atendía tanto a lo estético como alo vital porque en el poeta ante-querano es difícil establecer undeslinde entre esas dos vertientes.LapoéticadeMuñozRojas está ín-timamente ligada a experienciasvitales y a experiencias estético-li-terarias y, según creo, se funda-menta, por una parte, en el diálo-go con la Naturaleza y con la tradi-ción clásica, y por otra, en el valorque el poeta da a la contempla-ción.Concebir lapoesía comocon-templación y como vía de ilumina-ción de lo desconocido es algo queestá ya presente en su primer libro

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por Francisco Ruiz Noguera

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1939. Muñoz Rojas vuelve de Cambridge tras ha-ber estudiado la relación de los poetas metafísicosingleses con la literatura del Siglo de Oro español.En Inglaterra realiza importantes traducciones deautores como Donne, Crashaw o Elliot. A su vueltaa España se instala enMálaga.

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“Muñoz Rojas hubiese sido unespléndido Premio Cervantes”

Manuel Borrás es uno delos pilares de la editorialPre-Textos. Cuenta quecuando leyó Las Cosasdel Campo vio en él algoque nunca se esperaba.

Tras sus primeros contactos con MuñozRojasenelpisoqueeste teníaen lamadri-leña calle de Espalter, frente al Jardín Bo-tánico, se convirtió en su editor. Y tam-biénensuamigo.Pre-Textoshareeditadogranpartede laobradelpoetaantequera-noqueestabacasiolvidadae inclusohasi-doel impulsoparaqueMuñozRojasescri-bieseObjetosPerdidos, conelqueelautorconsiguióelPremioNacionaldePoesíaen1998. Sin la figura de Borrás, probable-mente, hoy JoséAntonioMuñozRojas se-ríaunautormuchomásdesconocido.–¿CómoconocióaMuñozRojas?–Conocí laobracausalmente, enconcreto

su libroLascosasdelcampo.Meloencon-tré en una librería, es decir, cuando las li-brerías no eran meros almacenes de li-bros y tenían fondo.Nadieantesmehabíahabladodeese libro.–¿Qué tiene ese libro para ser tan des-tacado?–Lomásdestacadoparamídeesemaravi-lloso libro, de ese milagro, es su naturali-dad y verdad. También que acabará sien-do un testimonio único de un mundo quese está, por desgracia, yendo, de una éticade lascosas.–¿Qué encontró en la obra de MuñozRojas como para decidirse a contac-tar con él con la intención de publicarsu trabajo?–Verdad, naturalidad, o lo que es lo mis-mo, sabiduría arraigada y fundada en laobservaciónyobedienciaa lanaturalezaya la realidadensuconjunto.

–¿Sevioapoyadoenesemomentoosuscompañeros de la editorial creían quepublicar esa obra de Muñoz Rojas noerabuena idea?–Sí, me sentí muy apoyado por mis com-pañeros de la editorial a la hora de decidireditar a José Antonio Muñoz Rojas. Notanto por otros amigos letraheridos queauguraron que fracasaría estrepitosa-mente, aunque, todo hay que decirlo,aplaudieronmidecisión.–¿Cómo entra en contacto con MuñozRojas hasta llegar a proponerle la edi-cióndesus libros?–Entro en contacto con nuestro autor yamigo por la generosa mediación del poe-ta sevillano Fernando Ortiz. Cuando lehablé de mi admiración por Las cosas delcampo, no dudó en facilitarme el teléfonodeJoséAntonio.–¿Cuál fue la reacción de Muñoz Rojas

MANUEL BORRÁS, EDITOR

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cuandoledijoquequeríapublicaralgu-nasdesusobras?–La reacción primera, como ha sido cos-tumbre en él, fue de renuencia, pero debodecir que después, cuando hubimos inti-mado, su maravillosa mujer, Marilu, meconfesóqueella supodesdeel primermo-mentoenquemevioqueJoséAntoniomeconfiaría su obra. Así fue, en nuestro se-gundo encuentro ya me hizo entrega deloriginal del que acabaría siendo su Ami-gosymaestros.–Cuando empezó a publicar a MuñozRojas, ¿huboéxitoeditorialocostóven-dersus libros?–Sus libros costó venderlos. Su obra, aDios gracias, es un long seller, no un bestseller. Con todo, año a año ha ido gran-jeándose más lectores. Cosa que me satis-face profundamente por lo que significaque este mundo en el que vivimos no estan indiferente a la verdad como se cree ysenosdice.

–¿Cómo ha sido la relación desde en-tonces entre usted, como editor y Mu-ñozRojas, comopoeta?–Cordial, muy cordial. José Antonio Mu-ñoz Rojas constituye para mí, aparte demiamigodemásedad,unapersonainsus-tituible, el final de un saber estar en elmundo. Algo que yo al menos echaré mu-chodemenos.–¿QuépapelcreequetieneMuñozRojasactualmenteen la literaturaespañola?–Creo que un papel sustantivo. Para mí esuno de los continuadores naturales, porsupuesto con su acento propio, de Anto-nio Machado. El tiempo acabará ponien-docomosiempre lascosasensusitio.–¿Cree que ya ha obtenido Muñoz Ro-jas todos los reconocimientos que semerecía?–Yo creo que no. Tengo para mí que JoséAntonio Muñoz Rojas hubiera sido un es-pléndidopremioCervantes.–¿No han llegado, sin embargo, dema-

siadotarde losreconocimientos?–Nunca llegan los reconocimientos tarde.ComodecíamimaestroRamónGaya,hayque aceptarlos con humildad y resigna-ción. José Antonio permaneció invisiblepor voluntad propia durante muchosaños, es lógico que los reconocimientoshayansido tardíos.–¿Cree que se podrá publicar algún díaunaobra inéditodeMuñozRojas?–Aúnhayunanovelasuyaquenunca llegóapublicarse.–Quéotrosautoresdeprestigiotiene laeditorialPre-Textosen laactualidad?–Para nosotros todos los autores de nues-trocatálogogozandeprestigio.–¿Cuáles son las señas de identidad dela editorial? ¿Por qué apuestan desdequedieronsusprimerospasos?–Nosotroshemosapostadosiempreporloque hemos entendido que es la cultura vi-va, nunca por el espectáculo ni las modas.Enellova implícitanuestracondena.

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RAFAEL BALLESTEROS, ESCRITOR

1944. Muñoz Rojas se casa conMarilu Bayo. En estaépoca vive en una casa por la zona de El Limonar, enMálaga, aunque visita frecuentemente Antequera pa-ra gestionar sus tierras. Participa en numerosas revis-tas literarias e incluso impulsa alguna de ellas junto aotros literatosmalagueños.

–Tiene, como tienen la de todos losgrandes escritores, su propia per-sonalidad. Su lenguaje, su tono, sumúsica y su mundo inconfundi-bles.–¿Por qué cree que ha sido Mu-ñoz Rojas un autor tan descono-cido hasta hace tan poco?–El primer trabajo (magnífico, porotra parte) que se ocupa con la sufi-ciente amplitud de toda su obra esel del profesor de la Universidad deMálaga, Cristóbal Cuevas, que seedita en 1989. ¡Cuando Muñoz Ro-jas cumple 80 años! Las razones deese vacío pueden ser muchas. Qui-zá las principales sean dos: La pri-mera, que hasta hace muy poco, ytodavía ahora, su poesía no ha sidoencuadrada en ninguna de las ge-neraciones literarias (la del 27 o ladel 36) que normalmente se esta-blecen por razones fundamental-mente pedagógicas y esclarecedo-

ras por simplificación, y ha queda-do “descolgado” como quedó en sutiempo otro gran escritor mala-gueño: José Moreno Villa; la se-gunda, y creo que fundamental,porque siempre tuvo José Antoniola voluntad inalterable de estarfuera de los ámbitos literarios esta-blecidos como más activos (Ma-drid, primero y luego, Barcelona) y,al tiempo, más autentificados y re-conocidos por la crítica y los me-dios de comunicación.–¿Qué aspectos creen que han in-fluido más en la vida de José An-tonio para su poesía?–Sus primeras lecturas de Juan Ra-món Jiménez, Antonio Machado yRimbaud (esta última auspiciadapor su amigo Vicente Aleixandre).Más tarde, la de los poetas ingleses alos que, en algún caso, tradujo: Don-ne, Crashaw, Hopkins, Eliot. Perosobre todo ello, yo señalaría su ge-nuinoamorporelcampoylanatura-leza. En su contemplación (alejadasiempre de pintoresquismos y dedescripciones tópicas y falseadas)sabe articular y desarrollar los te-masrecurrentesde todasuobra lite-raria: el amor, el sentimiento religio-soyel paso inexorabledel tiempo.–Hay algún poeta que pueda,ahora, considerarse discípulo deMuñoz Rojas por su calidad o poracercarse a lo que hace José An-tonio?–Yo no lo conozco, la verdad.

“José Antonio siempre tuvo voluntad deestar fuera de los ámbitos literarios”

RASGOS

POÉTICOS

“Muñoz Rojas

tiene su propia

personalidad. Su

lenguaje, su

tono, su música y

su mundo son

inconfundibles”.

RAFAEL Balleste-ros conoce bien laobra de Muñoz Ro-jas. Ha editado supoesía y ha realiza-do diversos trabajo

sobre el autor antequerano, al quetambién trató.–¿Cómo y cuando conoció a Mu-ñoz Rojas?–Creo que lo conocí en la presenta-ción de un libro, en el Madrid dehace muchos años. Estaba con sumujer y allí tuvimos nuestra prime-ra charla sobre literatura.–En qué consistió el trabajo quehizo junto a Neira y Ruiz Nogue-ra sobre Muñoz Rojas?–Intentamos hacerle un merecidoreconocimiento. Quisimos subra-yar el valor de su obra literaria, suprofundidad, su rigor y su coheren-cia. Y desde un planteamiento crí-tico, nosotros quisimos hacerlotambién con el mismo rigor, cohe-rencia y profundidad que toda suobra merecía.–¿Qué es Muñoz Rojas, primerohombre y después poeta o al con-trario?–No es posible, creo yo, disociarambas cosas. Ambas se relacionancomo en una sola realidad dialéc-tica, contradictoria muchas veces,pero siempre palpitante y viva.–¿Qué tiene la poesía de MuñozRojas que no tengan otros auto-res?

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SELECCIÓN DE POEMASVI, de VERSOS DE RETORNO

Madre, por la calle pasan

carros de Caballería,

vienen cargados de paja.

Me traen sabor de era,

olor de tarde romántica

-¡tardes de agosto,

riberas aún no mojadas!-,

caminito de la era

y color de mies trillada

que vimos ponerse verde,

pálida

después, y luego crujir

al hacerse paja.

¡Tardes de agosto! ¡Caminos

silenciosos de la Infancia!

XXIV, De CANTOS A ROSA

Rosa y comprometerse nunca fueron

compatibles. Mi Rosa siempre dijo:

No me cites, por Dios, para mañana.

Mañana, tierra, nadie, son iguales

para las rosas. No sabemos nada

si no es del leve instante. Somos

tan verdaderamente de él como es el ala

del aire en que se apoya. Sin embargo,

algo pudiera hacerse amando un poco,

y llenar el mañana de ternura

con citarlo, diciendo simplemente:

Sobre las ocho en punto, donde sabes.

VII, de OBJETOS PERDIDOS

Ahora que lo pienso bien

lo que me pasa es lo que no me pasa.

Qué es lo que me pasa, Dios mío?

Que no me pasa nada. Por eso

me quedo así, sin hacer nada.

Sabes lo que haces, o lo que dices

cuando dices, sin hacer nada?

Puede no hacerse nada? Sería

nada lo que tú haces, Dios mío?

Nadie y nada. Es eso todo?

De LA VOZ QUE ME LLAMA

Deja tu presencia

una leve huella. Se queda

como pasando, como sin estar,

como si siguiera estando sin estar,

como si no dejara de oprimir

la mano, como si la mirada

siguiera mirando.

XV, de ENTRE OTROS OLVIDOS

Qué hará ése en medio del campo,

escribiendo en medio del campo,

que ha parado su coche

y se ha puesto a escribir.

Ése, que a lo mejor soy yo,

a lo mejor trataba

de contar el sentimiento

de esta tarde tan bella.

Como se sabe, inútilmente.

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ESPECIAL

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De SONETOS DE AMOR

POR UN AUTOR INDIFERENTE

Si te llamo azucena, si te llamo,

¿a qué jardín del mundo no le obligo?

Si te digo romero, si te digo,

¿a qué monte del mundo no reclamo

que tenga tu color y olor? Te amo

por el romero en ti, porque te sigo

como a jardín del alma que te digo,

como monte del alma que te llamo.

Y con tanto nombrarte y renombrarte

sin variar de nombre, a cada cosa

bella la voy llamando con mi acento

y la dejo morir al silenciarte,

y si digo azucena y digo rosa,

las nombro a ellas, pero a ti te siento.

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1948. Se ponen en marcha las escuelas San Fran-cisco Javier en honor al hermano de Muñoz Rojasfallecido. La primera se ubica justo en la casa don-de nació el poeta y 20 años más tarde se crea ‘LaVirlecha’más orientada a la formación laboral. Am-bas siguen hoy su labor educativa.

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LUIS ALBERTO DE CUENCA, POETA

“Uno no puede escribir ‘Las Cosas delCampo’ sin ser de campo de verdad”

LuisAlbertodeCuencaespoeta, traductor, filóso-fo y ensayista. Ha sidodirector del Instituto deFilologíadelCSICydelaBiblioteca Nacional, así

comoSecretariodeEstadodeCultu-ra.–¿Cómo conoció a José AntonioMuñozRojas?–A través de Antonio Fontán, exministro de UCD y ex PresidentedelSenadoen losañosconstituyen-tes.FueélquienmepresentóaJoséAntonio. Recuerdo haberlo entre-vistado para la Nueva Revista deFontán. Con ese motivo nos hici-mos amigos. Lo visité en su casamadrileña de enfrente del JardínBotánico. Conocí a su mujer. Debiódeseramediadosde losaños90delsiglo pasado. Había oído hablarmucho de Muñoz Rojas a amigoscomunes como José Hernández,pintoryAcadémicodeBellasArtes.Pero no estreché su mano por pri-mera vez hasta ese momento y através de Antonio Fontán. Luegotuve la suerte de participar activa-mente en los reconocimientos ofi-ciales a la obra de Muñoz Rojas, es-pecialmente en el Premio NacionaldePoesíayenelPremioReinaSofíaque concede la Universidad de Sa-lamancaencolaboraciónconPatri-monioNacional.–¿Qué obra le atrajo primero laatención?

–Las cosas del campo. Es, de todaslas suyas, mi obra favorita y la queprimero leí. Los rasgos de la obrade José Antonio son la sencillez, uncierto amateurisme que le procuraun especial encanto y la elegancia.Muñoz Rojas recuerda a autoresdel siglo XVI como Brantôme, quesólosededicóa la literaturacuandose cayó del caballo y tuvo que dejarla vida propia de un caballero. Mu-ñoz Rojas es un caballero que, afor-tunadamente,nosehacaídodel ca-ballo (o, si lo ha hecho, sin conse-cuencias graves para su salud) yque, además, escribe literatura.Merecuerda también a esos aristócra-tas ingleses a los que puedes ver to-mando parte activa en las faenasdel campo, con el rostro atezadodel campesino y nunca con la más-cara pálida y envidiosa del cortesa-no. No deja de ser pintoresco queun hombre de ciudad y de asfaltocomo yo se entusiasme con ese li-bro.Perocréanme:meentusiasma.

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POETA

LABRADOR

“Me recuerda a

esos aristrócratas

ingleses que

toman parte

activa en las

faenas del

campo”

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–¿Es su poesía sobre el campouna de las mejores visiones delcampoandaluz?–Desde luego. Y trasciende el cam-po andaluz para convertirse encampo a secas. Porque José Anto-nio Muñoz Rojas es un poeta geór-gico,comoVirgilio,yconservatam-bién en su escritura el pragmatis-mo de autores más prosaicos, perono menos interesantes, de la anti-güedad romana, como Catón y Va-rrón(ensusrespectivos tratadosdeagri cultura).–¿Cómo ha conseguido José An-tonio hablar de lo más universalcuando apenas habla de lo que lerodeaenAntequera?–Para hablar de lo universal hayque partir de lo particular. Siem-pre. Cuando Neruda escribe Veinte

poemas de amor y una canción de-sesperada está refiriendo anécdo-tas personales extraordinariamen-te íntimas y, sin embargo, se re-monta desde ellas al sentimientouniversal del amor. Antequera es,en Muñoz Rojas, un trasunto delmundo. Lo pequeño y lo grande separecen muchísimo. Ahí está, porejemplo, el átomo, que resume ycompendia el universo. Sólo par-tiendo de lo conocido se llega a lodesconocido. Sólo partiendo de laexperiencia propia puede el poetaremontarse hasta los demás y ser-lesútil consusversos.–¿Existen hoy día poetas comoMuñoz Rojas? ¿Hay discípulos deJoséAntonio?–Yo creo que no. Cierto es que hayun georgismo (por llamarlo así)

en algunos poetas contemporá-neos que pudiera tener que ver, aprimera vista, con José Antonio.Pero lo que en él es auténtico es enesos poetas impostado. Uno nopuede escribir Las cosas del cam-po sin ser un hombre de campo deverdad, no alguien que juega aserlo. Muñoz Rojas no crea escue-la, en mi opinión. Y si la crea, esescuela de vida, no literaria. Encuanto a sus posibles discípulos,somos todos aquellos que hemoscrecido en sabiduría y bondad le-yendo sus libros, no los imitado-res de su estilo.–¿Qué ha aportado José Antonioa lapoesíaespañoladel sigloXX?–Serenidad, independencia, auten-ticidad,con lanaturaleza,euritmia,clasicismo.Noespocacosa.

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LA CIUDAD EN SU OBRA

1951. Este año Muñoz Rojas publica en la revistaArroyo de los Ángeles textos de Las Cosas delCampo su libromás valorado, que sería editado jus-to un año después. Se trata de un diario de lo queocurre en el entorno de su residencia antequerana,la Casería del Conde.

Esa misma calle donde empeza-ría la ruta pasando frente a la Plazade las Descalzas. Junto a ella nació yse crió y a ella ha acudido cada do-mingo que ha podido a la misa queallí se celebra. Y a la misma iglesiavolvió, por última vez, en su funeral.

Aún quedan resquicios de esaAntequera en la que nació MuñozRojas y a la que recuerda en su pro-pia obra. Bien en Antequera, nortede mi pluma, bien en La Gran Mu-saraña o en alguno de sus poemas

la Antequera de su niñez siempreestápresente.Hastaquedan las rui-nas del que para Muñoz Rojas fuesu paraíso de la infancia, La Alha-juela, un viejo cortijo familiar en lafalda de El Torcal del que hoy ape-nas quedan unos muros en pié.

Unarutapor laAntequeradeMu-ñoz Rojas nos llevaría a la calle Can-tareros, donde dio sus primeras lec-ciones antes de ir al colegio, pasan-do por la calle Lucena o la calle de laTercia donde nació su abuela. Cercatambién está la calle Comedias,donde hasta hace poco se encontra-basudespachoenunapreciosacasaantequeranaydondetantosdesayu-nos de café con churros ha probadoen el ya desaparecido bar Castilla.

La ruta bien nos podría llevartambién hasta la Colegiata de San-ta María. Aunque fuese sólo paraconocer la estatua de Pedro Espi-nosa, uno de los dos autores guía deMuñoz Rojas. El otro es Machado.El Arco de los Gigantes, prueba deaquella catédra de Gramática deAntequera rememora un pasado li-terario de altura. Sin olvidar pasarpor el barrio de El Carmen y bajarmás tarde hasta San Juan para pa-sear por la ribera del río de la Villa,donde tanto gustaba pasear el poe-ta. Por allí se iba a La Alhajuela, ytambién a Villanueva de Cauche,donde también tenía familia. Igualque en Cuevas de San Marcos.

Todo ha cambiado desde aquel1909 cuando nació Muñoz Rojas.Aunquequizás loquemás intactohapermanecido son otros dos lugaresque ocupan un lugar en el corazóndel poeta. El primero, natural: la pe-ña de los enamorados. El segundo,una casa: la Casería del Conde. En-trar allí sí que supone conocer a Mu-ñozRojas.Allí secomprende todo.

Paseo por su niñezen Antequera

CALLE

CARRERA

En esta calle

nació Muñoz

Rojas, junto a la

Plaza de las

Descalzas. Y allí,

fundó las escuelas

San Francisco

Javier

La Antequera de José An-tonioMuñozRojas sehatransformado total-menteduranteelúltimosiglo. El propio poeta loreconocía en el prólogo

del libro Antequera, Memorias deuna época, en el que recuerda la ca-lle Carrera de su niñez, cuando aúnera de tierra, apenas había cochespor las calles y jugaban a adivinar aqué iglesia pertenecían las campa-nas que tanto sonaban en la ciudad.

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NIGEL DENNIS, HISPANISTA

1952.Muñoz Rojas se desplaza a vivir aMadrid y el 3demarzo de este año comienza a trabajar en el BancoUrquijo, donde más tarde desarrollaría una importan-tísima labor demecenazgo cultural al frente de la So-ciedad de Estudios y Publicaciones, en la que ayudó anumerosos intelectuales españoles.

“No era frecuente que en los años 30 unespañol conociese tan bien el inglés”

Muñoz Rojas vivió enCambridge desde 1936a 1939. Una experien-cia que influyó muchotanto en su vida comoen su obra literaria. Ni-

gel Dennis, un hispanista reconocido de laUniversidad de St. Andrews, conoce bienesos años–¿A qué se dedicó Muñoz Rojas los tresaños que estuvo en Cambridge?–Aparte de las clases que le tocaba dar ca-da semana, se dedicó principalmente a sustareas de investigación, o bien en la BritishLibrary, de Londres, o bien en la bibliotecade la Universidad. Y, claro, escribir algotambién.–¿Cuáles fueron sus grandes amigos?–Irwin Bullock y Edward Wilson, de de-partamento de español, y Alexander Par-ker, brillante estudiante de la época y pos-teriormente figura muy destacada del his-panismo británico. Fue Bullock quien sal-vó el pellejo a Muñoz Rojas en Málaga en

1936 y le llevó a Cambridge en circunstan-cias bastante dramáticas, ofreciéndoletambién su casa en Fenn Ditton, cerca deCambridge. Wilson se encargó de la direc-ción de la tesis de Muñoz Rojas sobre elpoeta John Donne y sus relaciones con laliteratura española.–¿Qué ambiente había en Cambridge enesos años?–En esa época Cambridge estaba lleno delas figurasmásdestacadasde la intelectua-lidad europea y casi mundial. Uno podíatropezarse con John Keynes, BertrandRussell, E.M. Forster, hasta con el estram-bótico Wittgenstein... Así era la vida dia-ria. Muñoz Rojas tuvo también la oportu-nidad de conocer al mismísimo Unamunoy a T.S. Eliot.–¿Qué influencia ha tenido más tarde ensu vida esos tres años?–Creo que sólo el propio José Antonio pue-decontestaraestapregunta,perodiríaquetuvieronuna influenciadecisiva. Su interéspor ciertos poetas y por ciertos aspectos de

la literatura inglesa arranca ahí y son cons-tantesensuvidaposterior.MuñozRojashasidopioneroeneseterreno,emprendiendolas primeras traducciones de poetas comoHopkins y Eliot, inmejorables, creo. Y estaexperiencia ha dejado una huella imborra-ble en supropiaobrapoética. Tampocoeramuy frecuente en los años 30 que un espa-ñol tuviera un buen conocimiento del in-glés. Un escritor de la talla de Muñoz Rojassóloeligetraducirapoetasconlosquesien-teunaafinidadprofunda.–¿Ha dejado algún tipo de huella MuñozRojas en Cambridge?–Muñoz Rojas ocupa un lugar privilegiadoen la historia de los estudios hispánicos enCambridge puesto que forma parte de unalarga y muy distinguida tradición, la de loslectores del Departamento de Español.Los nombres de las personas que ocupa-ronelpuestoantesdeél sonDámasoAlon-so o Pedro Salinas, por ejemplo y, después,gente como Esteban Salazar y Chapela,Luis Cernuda...) hablan por sí mismo.

ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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1954, El autor antequerano publica el libro Can-tos a Rosa, que años más tarde completaría conNovísimos a Rosa y Póstumos a Rosa. Cantos aRosa supone la máxima expresión de la poesíaMuñoz Rojas y recoge alguno de los versos másbonitos del siglo XX.

INFLUJO

BRITÁNICO

Las traducciones

poéticas de

Muñoz Rojas

influyen en su

propia poesía y en

muchos de la

Generación del 27

ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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MUÑOZ ROJAS TRADUCTOR

glés), de tono, de composición, deargumento (Crashaw: “Bebamosnosotros hasta demostrar que so-mos más, no menos / que hom-bres, y convirtámonos no en bes-tias, sino en ángeles” > MuñozRojas: “Deja que algunas veces,Rosa, beba / lo suficientementejusto para / no olvidar que soyhombre y eres Rosa”) y hasta deestilemas casi literales. Lo queempieza afectando a pequeñosdetalles de estilo anglizante(Crashaw: “por todo lo de águilaen ti” > Muñoz Rojas: “por el ro-mero en ti”) irá ganando sitio encuanto a influjo más amplio queafecta a una concepción no sólodel poema, sino de la poesía. Y nosólo en Muñoz Rojas, sino tam-bién en otros poetas generalmen-te más celebrados como intro-ductores de una renovación en lalírica de posguerra.

Así, será llamativa una simplerevisión del libro de DámasoAlonso Hijos de la ira (1946) a laluz de traducciones publicadaspor Muñoz Rojas años antes(Hopkins: “Pero por qué me hasde arrollar, Tú, implacable, contu diestro / pie, atormentamun-dos? O amenazarme con tu garra?/ O escudriñar con tus ojos negrí-

simos mis magulla­dos huesos?”;Thompson: “¿abonas tus camposcon muerte corrompida?”; “¿Có-mo mereciste tú, el más vil cuaja-rón de toda la arcilla cuajada?”).O incluso releer a Blas de Otero ala luz de Hopkins en la misma tra-ducción: “…combatiendo (ohDios!) con mi Dios!”. Y así hastapoetas, tan poco hispánicos en al-

Una influenciasecreta en la

poesía española

¿Puede una tarea tra-ductora ser pieza cla-ve de la historia litera-ria de un país? Algunavez tenemos, comomínimo, perspectiva

para afirmarlo. Han pasado 75años desde que Muñoz Rojas pu-blicó en revista la más antigua desus traducciones de poesía ingle-sa, y 46 años desde la única anto-logía en libro, que sepamos, detraducciones hechas por el poeta:la de cinco poemas breves que re-cogió Dámaso Alonso en su edi-ción Antología de poetas inglesesmodernos, de 1963.

Las traducciones poéticas deMuñoz Rojas influyen en su pro-pia poesía y, de un modo casi si-multáneo, en la evolución poéticatardía de algunos miembros de laGeneración del 27 y en la de poe-tas posteriores. Sin que sea ésteel sitio para esbozar un estudiodeseable de poesía comparada,seguro que el lector familiarizadocon la poesía española del sigloXX podrá intuir de modo directo,casi automático al hilo de la lectu-ra de las traducciones de poesíainglesa por Muñoz Rojas, algunasinfluencias en su propia obra:gramaticales (el “deja que” in-

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ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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do de lo “imposible” que es tradu-cir e incluye esto en la melancolíade lo también generalmente impo-sible que es para Ortega el vivir.Antes el poeta y traductor LuisCernuda había dicho que “nadahay que no sea fracaso, incluso, enprimer lugar, la poesía”. Ciñéndo-nos a la teoría de la traducción lite-raria, entremezclada siempre con

lo histórico, con lo literario sinmás y, por qué no, con lo biográfi-co, quizá debamos interpretar ydisculpar a la luz de esa filosofíalas dudas del traductor Muñoz Ro-jas: la no recopilación, el abando-no de la tarea traductora (al me-nos la publicada) a partir de 1963:el silencio, la melancolía de lo qui-zá asumido como imposible y asíescrito otras veces por Muñoz Ro-jas tras su nota a la primera tra-ducción de Hopkins. Todo lo cualno supone exactamente un silen-cio, sino una “ecuación entre ma-nifestación y silencio” por decirlotambién orteguianamente. Este sípero no, tan significativo desde elpunto de vista filológico, es a sumodo una declaración, un decirtraductológico: el expresar unaimposibilidad sin haber dejado derondar, con profesión y profusión,la posibilidad. El silencio final, eldejar la tarea, como el no reunirlaen libro, es darnos disuelta, implí-cita, una (po)ética personal deltraducir, quizá del escribir y aundel vivir. Pero no hace falta recu-rrir al caso de la enorme influenciapóstuma de Hopkins, en inglés yen español, para que estemos con-vencidos de que la filología y la edi-ción tienen cierta obligación de noconformarse con la duda del autory del traductor sobre su trabajo, ypasar a la acción en contra de esaduda, si no está justificada en algomás que la melancolía.

(Fragmento de la “Introduc-ción” a Pararnos y mirar. Tra-

ducciones de poesía inglesa porJosé Antonio Muñoz Rojas,

que, en edición de Álvaro Gar-cía, se publica esta semana enla colección “Estudios del 27”

del Centro Cultural Genera-ción del 27).

gún sentido, como Alfonso Cana-les, Carlos Bousoño o María Vic-toria Atencia, en cuyos poemas otítulos de poemas se insertan sin-tagmas literales provenientes delas traducciones de Muñoz Rojas.

Ortega y Gasset, en el mismoaño en que Muñoz Rojas traducepor primera vez a Hopkins, publi-ca un ensayo que arranca hablan-

por Álvaro García

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SU PASO POR MÁLAGA

1983.Muñoz Rojas se jubila del Banco Urquijo trasmás de tres décadas de trabajo, casi todas dedica-das a la Sociedad de Estudios y Publicaciones. Esteaño vuelve a instalarse a la Casería del Conde, enAntequera, donde reside desde entonces dedicadoa las labores del campo y a escribir.

laga impresora de la generacióndel 27 y de Litoral junto a BernabéFernández Canivell, José Luis Ca-no o Rafael León. En Málaga tam-bién imprimó su primer libro, Ver-sos de Retorno, en la mítica Im-prenta Sur, en 1929.

Y, además de la literatura, Mu-ñoz Rojas pudo en estos años vivirde cerca su gran pasión: el campo.Compaginó su vida malagueñacon la rural tras restaurar La Ca-sería del Conde, su residencia fa-miliar. Así, pudo llevar de cercasus tierras y contemplar sus culti-vos de la vega antequerana. De he-cho, de esos años es el libro LasCosas del Campo, cuyos textos sepublicaron por primera vez en larevista malagueña El arroyo de losÁngeles en 1951.

Ese mismo año se fue a Madrid.Sentía la necesidad de buscar unsitio más cosmpolita para la edu-cación de sus hijos y se fue a la ca-pital española, donde entraría atrabajar en el Banco Urquijo. Nun-ca perdió, eso sí el contacto conMálaga ni con sus grandes amigosmalagueños.

Litoral de felicidad

En una de las entrevis-tas realizadas a JoséAntonio Muñoz Rojas,el autor antequeranoseñalaba que los añosen los que residió en

Málaga supusieron una de las eta-pas más felices de su vida. En la ca-pital de la provincia vivió desde1939 hasta 1951 y varios hitos ha-cen comprender la etapa de felici-dad que vivió Muñoz Rojas.

A 1939 llegó Málaga procedentede Cambridge. Tres años antes, laGuerra Civil le había obligado a ha-cer lo contrario: escapar a Cam-bridge desde Málaga, donde estuvoun tiempo preso y otro periodo es-condido en el consulado holandés.Ahora el conflicto había acabado ytodo estaba en orden. Se instaló enLas Zagalas, una casa propiedad delos Loring en la zona de El Limo-nar. Allí conoció a su mujer, MaríaLourdes Bayo Alessandrí, Marilu,con la que se casó en el año 1944 yha sido siempre el amor de su vida.En esos años, además, tuvo a losprimeros de sus siete hijos.

Era una etapa en la que mantu-vo grandes relaciones literarias,publicando en diversas revistascomo Isla, Papel Azul, Poesía, LosCuatro Vientos, Nueva Poesía,Cruz y Raya o Caballo verde parala poesía, pero también pone enmarcha otras publicaciones, comola colección A quien conmigo vajunto a su buen amigo Alfonso Ca-nales. Pero lo más importante esque recuperó el espíritu de la Má-

ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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1989. La edición de la obra poética completa deMuñoz Rojas hasta 1980 gracias al trabajo de Al-fonso Cuevas marca un nuevo punto de arranqueen una trayectoria literaria. La edición es del Ayun-tamiento deMálaga en su colección ‘Ciudad del Pa-raíso’.

POETA

BANQUERO

“A partir de 1960,

Muñoz Rojas dió

un giro

fundamental a la

Sociedad de

Estudios y

Publicaciones”

ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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ANTONIO GÓMEZ MENDOZA, HISTORIADOR

“La presencia de Muñoz Rojas fuefundamental en el Banco Urquijo”

LA Sociedad de Estudiosy Publicaciones del Ban-co Urquijo es una enti-dad fundamental en eldesarrollo cultural de laEspaña de los años 60 y

70. Al frente, se encontraba JoséAntonioMuñozRojas.–¿Cómo llego Muñoz Rojas alBancoUrquijo?–Comenzó a trabajar en el BancoUrquijo el 3 de marzo de 1952. Fue-ronsuhermanoIgnacioy sucuñadoPedro Gamero del Castillo quienesle pusieron en contacto con JuanLladó Sánchez Blanco, consejerodelegado del Banco. Sus primerastareas eran las relaciones con losempleados y más tarde secretariodelConsejodeAdministración.–PeromástardeentróenlaSocie-daddeEstudiosyPublicaciones.–La Sociedad de Estudios y Publica-ciones (SEP) tenía cinco años deexistencia cuando entró Muñoz Ro-jas en el Urquijo. Al poco sustituyó aJulio Tejero en la Secretaría de laSEP, labor que simultaneó con lastareas que le habían sido encarga-das por Juan Lladó en el banco. Co-mosecretario, tenía relacióncon losautores interviniendo en todas lasfases de la relación contractual queseestablecía conellos.Esnecesario,sin embargo, entender que la SEPno fue en modo alguno una funda-ción cultural como las que existenen la actualidad ya que se otorgó

más importancia a las personas quea los proyectos editoriales. MuñozRojas y el Banco Urquijo hicieronsiempre gala de enormes dosis depaciencia con los autores que in-cumplían losplazos.–¿Quéera laSociedaddeEstudiosyPublicaciones?–Había sido creada en 1947 para en-cauzar la labor cultural del BancoUrquijo dando apoyo a personasque no encontraban fácil acomodoenlas institucionesculturalesdelré-gimen franquista, para la publica-ción de sus obras. Había una largatradición de mecenazgo en la fami-lia Urquijo. Hasta 1960, la SEP sededicó fundamentalmente a editarlibrosdeautoresde tanto renombrecomo el propio Zubiri, Julián Ma-rías, Ramón Carande, Emilio Gar-cía Gómez, Ramón Tamames e in-cluso partituras musicales como elConcierto de Aranjuez del MaestroRodrigoolaMisaDucaldeCristóbalHalffter.

–¿Qué peso tuvo Muñoz Rojas enesaentidad?–A partir de 1960, la presencia deJAMR resultó fundamental paradar un giro a la actividad de la SEP.En primer lugar, la publicación delibros pasó a un segundo plazo y co-bró relevancia la celebración de se-minarios en los años 60. Gracias ala intervención de Julián Marías yde Muñoz Rojas, la SEP establecióun convenio con la Fundación Fordpor loquerecibió27millonesdepe-setas de la época, el equivalente a4,1 millones de euros de hoy. En se-gundo lugar, la SEP estableció con-ciertos económicos con institucio-nes extranjeras muy relevantes enlos años 1970 para costear los estu-dios de españoles fuera de nuestrasfronteras.–¿Quéotrospuestosocupó?Tal como ya he indicado, fue Secre-tario del Consejo de Administra-ciónyseocupótambiénde losasun-tos del personal. Recuerdo que to-

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dos los empleados sintieron siem-pre un enorme aprecio por él. Conla remodelación del Banco Urquijoen los años 1980 que llevó a JaimeCarvajal a la presidencia y a JuanLladó a la Presidencia de Honor,Muñoz Rojas sí que ocupó un sillónenelConsejo.Además, comocurio-sidad, cabe señalar que se encargóde la negociación con el Circo Priceparaadquirir sus instalacionesen laPlaza del Rey y, en particular, la fa-mosa Casa de las Siete Chimeneas(novela de Mari Pau Domínguez) yde lo que sería la ampliación delBanco Urquijo (hoy sede del Minis-teriodeCultura).Debidoaello,Mu-ñoz Rojas sigue recibiendo infor-mación de la Unión de Profesiona-les y Amigos de las Artes Circensesde la que hubo de hacerse socio.

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1992. El editor Manuel Borrás entra en contactoconMuñoz Rojas y la editorial Pre-textos comienzauna importante labor de recuperación de la obrapublicando antiguos trabajos del autor, así comotextos inéditos del poeta antequerano: el primero,Amigos yMaestros.

SUS

RAÍCES

“José Antonio

concede una

gran importancia

a la oportunidad

que tuvo de

haber nacido en

Antequera”

ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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SUS RAÍCES

su ciudad, lo demuestra en este li-bro, Antequera, Norte de mi plu-ma, y basta asomarse a la lecturade sus páginas para convencersede ello. (…). En otro libro tituladoHistorias de familia revive el pasa-donarrando leyendasque,unasve-ces, las inventaba y, otras, las reco-gía de transmisión popular o culta,unidas todas por su andalucismo,pero la mayor parte del libro se re-fiere al ambiente y a los personajesde su Antequera.

De que lo ha hecho bien y ha sa-bido dar a conocer a su pueblo, es-tamos convencidos. Sería muy lar-ga lanóminadepersonalidadesdelmundo del arte, de las letras, de lapolítica, de la literatura, de la ban-cayde laculturaengeneralqueco-nocen, sehan interesadoyhanvisi-tado Antequera gracias a él, quesiempre lesatendió, aconsejóy tra-

tó como cada cual merecía. (…)Durante mucho tiempo Ante-

quera ha tomado como seña deidentidad sus ricos campos con suverde y espléndida vega, sus pozosy sus cultivos. Y esto ha sabido re-cogerlo nuestro escritor y propa-garlopor todaspartes, enunmara-villoso libroenprosa,LasCosasdelCampo, en el que relata con un es-tilo casi poético las faenas del cam-po, las costumbres, determinadosoficios agrarios hoy ya desapareci-dos. Nos describe la manera de serde sus gentes, la llegada de la pri-mavera con los abejarucos. Noscuenta cuándo florecen las enci-nas.Tratade las lilas, losverdes, losjaramagos, las gayombas, etc. (…).

Otro gran mérito que tenemosque atribuir a José Antonio MuñozRojas es el de la publicación delCancionero Antequerano por par-

La deuda de Antequera

Antequera está endeuda con José An-tonio Muñoz Rojas.Él ha cumplido consu pueblo, su pueblotiene laobligación, al

menos eso me parece a mí, de ren-dirle pleitesía a él por lo que ha he-cho por su Antequera.

José Antonio concede una granimportancia a la oportunidad quetuvo de haber nacido en Anteque-ra, concretamente en la calle Ca-rrera, en una casa entre dos con-ventos de la ciudad. (…). Por eso, sesienteorgullosodeserdeAnteque-ra, con la que se identifica, y ha pa-seado por los múltiples y variopin-tos lugares por donde ha ido, queno son pocos, por España y por elextranjero, su origen y su villa na-tal. (…)

Su constante preocupación por

Page 39: Centenario Muñoz Rojas

te de Dámaso Alonso y Rafael Fe-rreresenMadridenelañode1950.Gracias a su trabajo en la bancaconsiguió que el manuscrito reco-pilado por el antólogo antequera-nodel sigloXVIIdonIgnaciodeTo-ledo y Godoy no sólo no se perdie-se, sino que se quedase en la biblio-teca de la Caja de Ahorros de Ante-quera.(…)

Sería injusto, por mi parte, igno-rar, ya que es una muestra más desu antequeranismo, la importanteobrasocial yeducativa llevadaaca-bo por los hermanos Muñoz Rojas,y más concretamente por nuestroJosé Antonio, en la Fundación Mu-ñoz Rojas, Muñoz Velasco -La Vir-lecha- que durante varias genera-ciones ha contribuido a la forma-ción de tantos jóvenes de Anteque-

ra y de su comarca. Se creó en ho-menajeasuhermanoJavier,muer-to trágicamente. (…)

Terminaré dirigiéndome a miquerido amigo José Antonio. Mecomplaceenormementequehayashecho tanto por tu pueblo, te pido

que lo sigashaciendo,dentrode lasposibilidades que te permita tu sa-lud y tu edad y te agradezco cuantohas escrito a lo largo de tu vida.

(Resumen del trabajo publica-do en el programa de Feria deAntequera de agosto de 2009)

por Juan Benítez

ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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ACADEMIA DE LAS NOBLES ARTES

1998. Muñoz Rojas recibe el Premio Nacional dePoesía porObjetos Perdidos, un entrañable libro enprosa poética. Poco antes había recibido otros pre-mios y reconocimientos a su labor como laMedallade Oro de la ciudad de Antequera o Hijo Predilectode Andalucía.

La última aportación cultural

La Academia de las NoblesArtes de Antequera ha si-do una de las últimasaportaciones culturalesde José Antonio MuñozRojas a su ciudad natal.

En un intento de retomar la institu-ción, el poeta qusio dar un impulsopersonal a esta entidad que, a dife-rencia de lo ocurrido en otras ocasio-nes, esta vez parece que sí comenzaráuna actividad constante y que perdu-rará por los años.

Muñoz Rojas ha sido –hasta sumuerte, su presidente– y ha estadoacompañado de un buen número deacadémicos entre los que se preten-den contar personajes como catedrá-ticos y profesores de universidad, ar-quitectos, ingenieros, abogados, di-rectores de cine, escritores, músicos“y en general intelectuales compro-metidos de alguna forma con laciudad y preocupados por sufuturo, que aceptan partici-par en un proyecto tan ilu-sionante como necesario,que sin duda contri-buirá a reafirmar laimagen de Anteque-ra como símbolo detoda Andalucía, pe-ro que asimismo norenuncia a ser unreferente articula-dor del dinamismocultural, económi-co y social de laciudad”, según re-za la memoria dela institución.

La Real

Academia de Nobles Artes de An-tequera nació el 30 de noviembrede 1789 muy ligada a la Cátedra deGramática de La Colegiata, peroapenas duró un par de años pordistintos motivos. Y, aunque hubovarias intentonas posteriores enesa época, una de ellas en los añosde la invasión napoleónica en Es-paña, nunca se volvió a poner enmarcha con fuerza porque siem-pre nacía alrededor de una figurapersonal: las últimas, Plácido Fer-nández Viagas y el pintor José Ma-ría Fernández.

Finalmente, ha sido el propioMuñoz Rojas el que hareflotado la institución,que fue reconocida co-

mo tal el pasa-do mes deabril

por el Consejo de Gobierno de laJunta de Andalucía, que en su de-cisión tomaba en cuenta “que es-tará integrada por 40 miembrosde número y será la primera de Es-paña que en sus estatutos recoja elprincipio de representación equi-librada entre hombres y mujeres”.

LaAcademiadeNoblesArtesdeAntequera ha nacido así con tresCátedras a las que dan nombre lastres personas que más impor-tancia le han dado a la institu-ción en los últimos tiempos:Plácido Fernández Viagas, decarácter científico; José Ma-ría Fernández, de artes; y Jo-séAntonioMuñozRojas, deletras. Larga vida a la Aca-

demia.

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2002. Muñoz Rojas recibe el Premio Reina Sofíade Poesía Iberoamericana tanto por el libro quepublica ese año Las Musarañas como por toda suobra. Es el galardón más importante de la moda-lidad. El jurado valora también la aportación desus traducciones a la literatura hispana.

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tes de nuestra propia identidad,pero tenuemente, como una fuen-te de luz compartida que se desva-nece cuando cumple su fin: “Miraeste campo verde, las encinas / re-posan en la niebla, la niebla / enre-da paz y paz sobre los campos. /Quién pudiera perderse en estaniebla, /quién pudiera perdersesin sentirse (de Dingle Lane,1932).

Y en esa ingravidez y desvaneci-miento aflora el enigma, la pre-sencia sutil de quien mira sujeto ala incertidumbre y la duda, inte-rrogándose, aunque con el fondode belleza platónica de quien vela-damente traspasa el umbral a lotrascendente, en la búsqueda delacceso a una lógica que sobrepasalo empírico, formulando la prue-ba de un ansia de armonía que re-vierta asimismo en la pura exis-tencia: “Como eres más alto queyo, / levantaré los ojos para pre-guntarte / por qué canta el estor-nino / y no canta la zumaya… / Tú,amor, me contestarás dulcemente, / y así, entre dulces preguntas yrespuestas, entre verte y amarte, /iré pasando, amor, mi vida “(deArdiente jinete, 1931).

Pero lo real también invade laescritura poética dando forma enel lenguaje a una herencia, a unaforma que es tiempo y espaciali-dad, nacimiento e historia, im-pregnando en ello cada uno de losversos de un aire que es registrode mundo, y cada poema del peso

La poesía de José Anto-nio Muñoz Rojas se re-conoce en el diálogo,que no se interrumpe,entre el mundo inte-rior y el orden mate-

rial. Da ocasión a un júbilo y ahon-da en la existencia y sus vicisitu-des. Ilumina, desde una inven-ción, que es fantasía, en la acuña-ción de Coleridge, y nos enseña dequé sustancia está compuesta laconciencia. Su invención estética,así, genera las formas significan-tes de lo que somos, nos hace con-templar el ser, nuevamente, en te-rritorios conocidos, o sin exploraro elevados: “… en donde el fuegose sueña, / con otras llamas máshondas / que no consumen y que-man”, escribía prontamente, enVersos de retorno de 1929.

Lo esencial de su poesía reside,pues, en la invención, lo que no essino invitarnos a que oigamos suvoz, ensanchada hasta los resor-

LA PROFUNDIDAD DEL POETA

La invención esencial

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MUÑOZ

ROJAS

“Todo reclama,

finalmente, la

soledad, donde

se condensa lo

esencial, que es

origen y final”

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de esa representación traída porlas palabras: “Mira el florido al-mendro donde asoma / con febre-ro la hoja primeriza… / Y en tantoque, preñado, se desploma / el cie-lo, en cubrial y en albariza…” (DeAbril del alma, 1942-43).

En la paradoja de lo que no ve-mos atravesando la autorreferen-cia, en la transgresión de los lími-tes, se impone la creatividad, lapersuasión de la poesía para ha-cernos sentir lo que no llega a ser,la figuración de una ausencia, laestética insistente que presionahasta extraer de la forma una pre-sencia latente. Leopardi, MuñozRojas, caminos paralelos de unaidéntica aspiración de anhelo enla proximidad, de depuraciónfrente a la saturación, de expe-riencia elevada transcribiendo lasataduras: “No morirá la rosa mar-chitada. / ¿O morirá? Se trata sólode eso. / El latido continuo y la es-peranza / que nos sirve de som-bra…” (De Cantos a Rosa, 1954).

En las sombras e iluminacionesparece cobrar sentido la condiciónde la poesía cuando nos aproxima-mos a su génesis. Oscuridad formi-dable que hizo progresar desde las

raíces homéricas hasta el Roman-ticismo, y de ahí nuestra herenciamoderna (Yeats proyectándose enMuñoz Rojas), el destino de lo líri-co, los grandes argumentos y susocultos arquetipos. La luz en elcrecimiento de la obra, mítica-mente trasladada para a su veztransmitirse como lo que constitu-ye su esencia, un renacimiento demundo inscrito en las fuentes delyo, en la memoria y el testimonio,en la expresividad y el desvela-miento de las instantáneas subli-mes: “Tu oficio, poeta, es contem-plar, / que todo se te escriba den-tro, luego, / quizá leer allí mismo,quizás decir a los otros / lo que allímismo, escrito, tú lees” (De Oscu-ridad adentro, 1950-1980).

Y en ello, el recogimiento, quemanifiesta la elevación y la talladel poeta, el humanismo del ha-llar frente a la frontera del vacío,la que sobrecoge al ser percibien-do la finitud, hasta lograr de esecruce sentidos que extienden lopleno en la propia formulacióndel acabamiento: “No será nun-ca, si me entiendes, / que tanto vi-ve en mí y es para nunca, / a pesarde que vivo y respiro y te deseo. /

O será todo, tú, nunca para siem-pre!...” (De Objetos perdidos,1997).

La fuerza que mueve al poeta acomunicar la sensibilidad tam-bién se extrae de los demás, sobre-pasa la interioridad para realizar-se como otro de sí mismo en la ca-sa común del lenguaje donde seidentifica. Pero, sobre todo, el mo-vimiento creador es singular e in-dividualizante, una plasmaciónestética y metafísica que revela elinextricable vínculo entre poesía yfinitud, como el yo y su extinción,jamás suplantados, trascendién-dose en las marcas de la escrituralírica: “Y así, entre la invención yel sentimiento / sin saber dónde eluno acaba y empieza el otro, / …Seva la vida, sin sentirla” (De La vozque me llama, 2004).

Todo reclama, finalmente, lasoledad, donde se condensa loesencial, que es origen y final; lasoledad buscada desde el pesoexistencial encaminándose a lacomunión con el espíritu, perotambién la soledad que retrataMilton naciendo de la melancolía,o la confusión inserta en las Sole-dades gongorinas. Anhelo y ple-nitud presentida y a la vez vacío ydesconcierto impulsando la pala-bra lírica, desvelando renovada-mente en el canto la luz y oscuri-dad de la noche del alma mística,creando ya desde la soledad unorbe para sí mismo que se retro-trae al principio (In solis sis tibiturba locis, escribió Tibulo): “Dé-jame con mi soledad, que me hacefalta, déjame que me pueble deella, que si quiere / hablarme mehable con su silencio, / nunca mu-da la soledad. Aquella que quientanto / la sentía la llamó sonora.La soledad no habla, / sólo se sien-te cuando nos lleva / por sus cami-nos sin camino…”.

por Enrique Baena

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EL LÉXICO EN LA OBRA DE MUÑOZ ROJAS

2009. Se pone en marcha la Academia de las No-bles Artes de Antequera, última aportación cultu-ral de Muñoz Rojas a su ciudad natal. El proyectoestá dando los primeros pasos y ya cuenta con nu-merosos académicos de diversas disciplinas de lacultura andaluza.

depájaros, plantasopersonas.Sonlas de las tierras que riega el Gua-dalhorce, pero también las tierrasdel campo más universal de todos.Sonel lugardonde llegan losabeja-rucos, donde nacen los jaramagosy las gayombas, las siemprevivas,los celindos o los nardos que tantocolorean el aire en la Casería delConde. Pero también los camposdonde antes se trabajaba con lahoz, se barcinaba o se conseguíaun almiar. También el de trabajarla era con las primeras besanas.Léxico de otro tiempo que, graciasa la poesía de Muñoz Rojas seráeterno.

Todas las palabras quedan reco-gidas, además, en un espectaculartrabajo realizado por la investiga-

doraClaraMartínezMesaen su te-sis doctoral Estudio y edición de laObra Completa en verso de JoséAntonio Muñoz Rojas. En él, inclu-ye un estudio lexicográfico donderecoge el significado de alrededorde doscientos vocablos de las queapenas se sabe en las ciudades yque ya sólo las gentes viejas delcampo recuerdan. Pámpano, par-va, pavesa, pegujal. “En la poesíade Muñoz Rojas palabras como“celindo”, “arriate”, “misión”, “al-miar” o “barbecho”, son comunesy respondenaunconocimientona-tural, espontáneo, de la vida en elcampo, de quien posee tierras y lascultiva y conoce palmo a palmo”,asegura Martínez Mesa.

Hay palabras que son poesía. Yque seleccionadas a la perfecciónporMuñozRojasensusversosper-manecerán para siempre en eltiempo. En la memoria de los quepudieron ver el campo en otra épo-ca y en la memoria de los que ape-nas lo conocen. El campo univer-sal. El campo eterno de la vega an-tequerana.

Palabras que son lamemoria del campo

VOCABLOS

RURALES

Muñoz Rojas

recoge en sus

obras un léxico

que permitirá

retener para

siempre la

historia del

campo

andaluz.

Hay palabras que sonpoesía. Y palabrasque con sólo nom-brarlas evocan aotros tiempos.Otrasépocas. Pero no tan

lejanas como parece: el campo delas hazadas, de las gavillas o lasmieses vive aún en la experienciademuchos campesinos. JoséAnto-nioMuñozRojasconsigueconesosvocablos transmitir con una senci-llez y una cercanía, pero a la vezcon universalidad, el campo anda-luz. Sobre todo el de esa Vega deAntequera que es a la vez todas lasvegas.Unavegauniversal.Como lapoesía de Muñoz Rojas.

Sus cultivos, sus tiempos, sus es-taciones, sus habitantes en forma

ESPECIAL

MUÑOZROJAS

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miércoles 712.00 Inauguración Centro CulturalSanta ClaraInauguración Exposición “Entre otrosrecuerdos.José Antonio Muñoz Rojas: CIENAÑOS”

16.30 Palabras de inauguración delCongreso en el Centro Cultural SantaClaraDª ROSA TORRES, Consejera deCultura, Junta de AndalucíaD. RICARDO MILLÁN, Alcalde deAntequera

17.00-18.00 Conferencia de apertura“En torno a José Antonio MuñozRojas en su centenario”NIGEL DENNISUniversidad de St Andrews

18.15-19.30Mesa redonda“Vida y creación en José AntonioMuñoz Rojas”Moderada por JULIO NEIRA, Uned.Centro Andaluz de las LetrasParticipantesMANUEL BORRÁS, Editorial Pre-TextosANTONIO JIMÉNEZ MILLÁN,Universidad de MálagaMARÍA JOSÉ JIMÉNEZ TOMÉ,Universidad de Málaga

jueves 810.00 Ruta Literaria “AntequeraNorte de mi pluma”Punto de encuentro: Puerta de la RealColegiata de Santa María La MayorCoordina Belén Molina Huete, profe-sora de Literatura de la UMA.

17.00-18.00

Conferencia“Entre sus siempres y sus nuncas.Encuentros con José Antonio MuñozRojas”LUCIEN CASTELA, Universidad deAix en Provence

18.15-19.30

Mesa redonda“Recepción crítica de la obra de JoséAntonio Muñoz Rojas”Moderada por RAFAEL BALLESTE-ROS, EscritorParticipantesJOSÉ MARÍA BALCELLS, Universidadde LeónJUAN JOSÉ LANZ, Universidad delPaís VascoÁNGEL LUIS PRIETO DE PAULA,Universidad de Alicante

21.00 Concierto Orquesta SinfónicaProvincial de Málaga,Real Colegiata de Santa María laMayor

viernes 917.00-18.00

Conferencia “Muñoz Rojas: el poetaen su generación”FRANCISCO JAVIER DÍEZ DEREVENGA, Universidad de Murcia

18.15-19.30

Mesa redonda“Poesía y prosa de Muñoz Rojas”Moderada por JOSÉ LUIS MIRANDA,EscritorParticipantes, MARK ALDRICH,Dickinson CollegeJUAN MANUEL DÍAZ DE GUEREÑU,Universidad de DeustoEMILIA VELASCO MARCOS,Universidad de Salamanca

20.00 Conferencia de clausura“Ese fino hidalgo andaluz de la doblecultura, la de la tierra y la de loslibros’: Muñoz Rojas a través deAleixandre”GABRIELE MORELLI, Universidad deBérgamo

20.30 Clausura

21.00 Actuación de MIGUEL POVE-DA. Cantaor,Real Colegiata de Santa María laMayor

I Jornadas Internacionales de Filología de laCátedra ‘Muñoz Rojas’

(Academia de Nobles Artes de Antequera)

Del 7 al 9 de octubre de 2009Parador de Antequera

Idea y coordinación: Álvaro García. Doctor en Filología HispánicaPatrocina: Ayuntamiento de Antequera

Colaboran: Centro Andaluz de las Letras y Paradores de España

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ ROJAS,POETA DE HOY

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2009. El 28 de septiembre, José Antonio MuñozRojas fallece en la Casería del Conde, su cortijo fa-miliar ubicado en plena vega antequerana, dondeha residido casi toda su vida con su familia. Lo hace10 días antes de cumplir su cien cumpleaños.

ESPECIAL

MUÑOZROJAS

46putación Provincial de Culturacomo el Ayuntamiento de Ante-quera realizarán una campaña enedificios institucionales, donde secolgarán diversas banderolas contextos de Muñoz Rojas. Igual-

Desde que la Junta deAndalucía nombró aJosé Antonio MuñozRojas como autordel año 2009, justocuando se cumplen

100 años de su nacimiento. todauna serie de mecanismos se pusoen marcha. Era el momento derendir un más que merecido ho-menaje al autor antequerano y dis-tintas instituciones se pusieron enmarcha para organizar numero-sas actividades. Con la Consejeríade Cultura de la Junta de Andalu-cía a la cabeza, tanto el Ayunta-

miento de Antequera como la Di-putación Provincial de Málaga sehan unido a esta celebración y du-rante 2009 se han realizando grancantidad de actos en honor del au-tor de Las Cosas del Campo.

Aún quedan varios. Su falleci-mientoapenashaparalizado losho-menajes. Más aún, los ha impulsa-do. Hay que seguir rindiéndose an-te uno de los mejores literatos delsiglo XX. son los próximos. Por unlado, conelCongreso Internacionalque se organiza coincidiendo con elcentenario del autor. Se celebra enla antigua iglesia de Santa Clara, yaconvertida en Centro Cultural San-ta Clara. Está organizado por laJuntadeAndalucíacon laasesoríayayuda de Álvaro García y reunirá adestacados estudiosos de diversasuniversidadesespañolas yextranje-ras. Y, por otro, la exposición Entre

otros recuerdos, que aborda crono-lógicamente lo que fue la vida deMuñoz Rojas y está comisariadapor Antonio Parejo.

Durante los días que ronden elcentenario, además, tanto la Di-

LOS ACTOS DEL CENTENARIO

El año Muñoz Rojas

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MUÑOZ

ROJAS

Un congreso,

una exposición y

un documental

serán los

últimos actos

que servirán

para homenajear

a Muñoz Rojas

mente, el Consistorio antequera-no en la publicación de un disco-libro sobre su obra y la Diputa-ción ha previsto un concierto delcantaor Miguel Poveda en la cole-giata de Santa María con textosdel poeta antequerano y otro másde la Orquesta Sinfónica Provin-cial, en el que se ilustraran conpiezas sinfónicas algunas de lasobras de Muñoz Rojas.

Además, pronto se estrenarátambién un documental que abor-da la vida y obra del poeta anteque-rano. Titulado El poeta sin tiempo,la película se realiza un recorridobiográfico por las ciudades donderesidió Muñoz Rojas y aborda as-pectos como su obra, su pasión porla literatura, sus relaciones litera-rias o su vida más familiar en su ca-sa de la vega antequerana a travésde testimonios y entrevistas degrandes especialistas y personasmuy cercanas al autor.

A lo largo de 2009, una de lasmás importantes iniciativas fue laque realizó la Consejería de Cultu-ra que, junto a la editorial Pre-Tex-tos, editó la Obra Completa enVerso de Muñoz Rojas en base altrabajo realizado durante años porparte de Clara Martínez Mesa jun-

to al propio poeta, que repasó jun-to a la investigadora toda su obraverso a verso. De este libro, ade-más, se repartieron más de 1.500ejemplares por la Red de Bibliote-cas Públicas de Andalucía con mo-tivo del Día Internacional del Li-bro, el pasado 23 de abril. De estamanera, se acercaba aún más alpúblico en general la obra poéticade este antequerano.

Durante todo el año, además, sehan ido realizando distintas confe-rencias sobre aspectos concretosde Muñoz Rojas. Todas han conta-do con personalidades del mundode las letras no sólo andaluzas, si-no también nacionales. Rafael Ba-llesteros, Fernando Ortiz, Luis Al-berto de Cuenca o Antonio Carva-jal, entre otros, participaron en es-te ciclo organizado por el Ayunta-miento de Antequera y coordina-do por el catedrático Juan Benítez.Además, personas relacionadascon las letras como Ada Salas, Ro-sa Romojaro, José Mateos, JesúsAguado, Aurora Luque y José LuisMartínez Dueñas participaron enel mes de mayo en el Encuentro dePoetas Españoles, donde se anali-zó la influencia de Muñoz Rojas enautores contemporáneos de dis-

tintas edades y generaciones, si-tuando la obra del poeta anteque-rano en el contexto de la literaturaespañola actual y en la de todo elsiglo XX, su importancia y su in-fluencia.

Un poco antes, en abril, se orga-nizó una ruta literaria denomina-da Antequera, norte de mi pluma,donde se seleccionaron una seriede textos de Muñoz Rojas en losque estaba presente la ciudad deEl Torcal. Los participantes pudie-ron así visitar la localidad fijándo-se en los mismos detalles que re-cordaba el autor al escribirlos.Desde la calle Carrera donde nacióhasta la calle Cantareros dondeempezó a aprender a leer y escri-bir pasando por la Plaza de las Des-calzas o el barrio de El Carmen.

Hay que tener en cuenta que,además, no todas las actividadeshan tenido lugar en Antequera, si-no que también se han realizadodiferentes en ciudades como Mála-ga (donde se llevó a cabo una lectu-ra por alumnos de diferentes insti-tutos de la ciudad organizada porel Centro Cultural de la Genera-ción del 27) y otras como Sevilla,que también han homenajeado alautor antequerano.

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