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Ponencias presentadas Segunda parte ISSN 1909-0676 Celebración de los 47 años de la Investigación Acción Participativa en Colombia y Encuentro de Metodologías y Concepciones Participativas

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Ponencias presentadas Segunda parte

ISSN 1909-0676

Celebración de los 47 años de la Investigación

Acción Participativa en Colombia y Encuentro

de Metodologías y Concepciones Participativas

2

UNIVERSIDAD DEL SINÚ

-Elías Bechara Zainum-

Rectora

Adriana Suárez de Lacouture

Facultad de Ciencias Jurídicas, Sociales y

Educación

Decana

Alma Lafont Mendoza

Centro de Estudios

Sociales y Políticos

Víctor Negrete Barrera. Director

[email protected]

Campus Universitario

Carrera 1 W Calle 38 Barrio Juan XXIII

P.B.X: (4) 7840340 / Fax: (4) 7841954

Montería – Colombia

Derechos reservados.

Se permite la reproducción total o parcial

citando la fuente

27 febrero de 2020

Montería- Colombia Diseño de portada:

Daniela Buriticá

ISSN 1909-0676

3

Presentación

Esta es la segunda entrega de los trabajos presentados durante la Celebración de los 47 años de la

investigación acción participativa en Colombia y el Encuentro de metodologías y concepciones

participativas. Contiene estudios, experiencias, reflexiones y propuestas de autores y organizaciones

de varias partes del país, indispensable tenerlas en cuenta para dar consistencia a los diferentes trabajos

que hacemos en las localidades, zonas o regiones. En este sentido, el intercambio resultó provechoso

y oportuno por la situación que vive la sociedad actual.

En la presente edición no solo tienen la oportunidad de leer los materiales anunciados, también pueden

ver y escuchar apartes de las intervenciones de los organizadores y asistentes y una recopilación sobre

algunos aspectos de la vida y obra de Orlando Fals Borda.

Empecemos con la bienvenida al evento por parte de Claudia Marcela Bernal Jiménez, gerente del

Banco de la República en Montería y Diana Carmona Nobles Coordinadora del Área Cultural del

mismo clic aquí. Enseguida las palabras de Víctor Terán Reales, director de la Universidad Católica

Luis Amigó clic aquí y Víctor Negrete Barrera director del Centro de Estudios Sociales y Políticos de

la Universidad del Sinú clic aquí.

Posteriormente intervinieron Mauricio Giraldo Mejía a nombre de la Maestría en Educación convenio

entre la Universidad Católica de Oriente y la Fundación Universitaria Católica del Norte clic aquí;

Víctor Terán Reales director de la Universidad Católica Luis Amigó clic aquí; Albio Martínez escritor

clic aquí; Víctor Negrete Barrera clic aquí; Joanne Rapapport de la Universidad de Georgetown de

Estados Unidos clic aquí; Mauricio Sierra de la Universidad Católica de Oriente clic aquí y Jhon

Giraldo de La Macarena, Meta clic aquí

En la inauguración del evento. Claudia Bernal Jiménez, Víctor Terán Reales, Víctor

Negrete Barrera y Jorge Villadiego Lorduy

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Presentación

La Investigación Acción Participativa

y su relación con la investigación y

construcción de paz

Poligrafía Social: la investigación

comunitaria del territorio como entramado

vivo de memoria, naturaleza y cultura

Víctor Negrete Barrera,

Director Cespo Universidad del

Sinú, Montería

Héctor León Hernández Flórez.

Fundación Universitaria Claretiana,

Sincelejo

Álvaro César Velasco Álvarez.

Fundación Fundaminga, Bogotá

Reflexiones metodológicas para la

construcción participativa del lineamiento

para la asistencia integral de niños, niñas y

adolescentes víctimas de minas

antipersonal (MAP) y municiones sin

explotar (MUSE)

Andrea Mireya Jiménez Pinzón.

Miembro Colectivo Itinerante

Orlando Fals Borda, Bogotá

La participación comunitaria en la

construcción de paz: un aporte desde

el Plan Comunitario de Salud Rural en

La Macarena, Meta

Grupo de trabajo Salud Rural de La

Macarena y San Vicente del

Caguán. John Giraldo Díaz

El compromiso del investigador en la

resignificación de las metodologías

implicativas –Aire para la investigación–

Nancy Rocío Mora Ruíz y Luis

Ernesto Vásquez Alape, Red de

Saberes (REDISAB), Bogotá

Tejiendo la memoria del agua: la

resignificación de ecosistemas estratégicos

en términos de paisaje cultural

Mauricio Javier Sierra Morales.

Fundación Universitaria de

Popayán

Museos y colecciones de piezas

arqueológicas y antropológicas en Córdoba

Víctor Pantoja, Tierralta

Franklin Pla Elías, Punta de Yánez

José Arteaga, Lorica

Para tener en cuenta en el trabajo

comunitario.

Dos experiencias pasadas, todavía vigentes

Víctor Negrete Barrera,

Director Cespo de Universidad del

Sinú, Montería

Homenaje Orlando Fals Borda Víctor Negrete Barrera

Roger Serpa Espinoza

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Homenaje a Orlando Fals Borda

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En la inauguración del evento

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La Investigación Acción Participativa y su relación con la Investigación

y la Construcción de Paz1

Héctor León Hernández Flórez. Investigador Uniclaretiana Región Caribe

gradeciendo al maestro Víctor Negrete por la invitación y el interés por seguir dialogando

permanentemente pese a mi estancia en Sincelejo y él aquí en Montería, tan cerca y tan

lejos. Porque uno cree que Sincelejo está cerca de Cartagena (a tres horas), pero no joda,

son pesadas. Al igual que venir aquí a Montería, no he venido más de 4 o 5 veces, aunque todas gratas,

con mi familia, luego en el marco del III Encuentro para la No Repetición, invitación que me extendió

la Comisión de la Verdad-Córdoba, en un momento personal difícil.

Voy a compartir hoy algunos apuntes de aproximaciones a la Investigación Acción Participativa y la

Investigación para la paz.

Para empezar, debemos reconocer desde donde hablamos, en este caso, desde el Caribe, es decir, donde

cualquier discusión debería pasar por la cultura.

Al hablar de cultura recordemos que la Ley General de Cultura expresa en su artículo 6: “El Estado

colombiano reconoce la especificidad de la cultura caribe y brindará especial protección a sus diversas

expresiones”.

Antes de comenzar, la ponencia anterior estoy éticamente obligado a invitarlos a una reflexión sobre

una serie de palabras que se usan y se repiten, como acaba de suceder incluso con el funcionario de

Promigas, quien explicó la iniciativa institucional con la Agencia de Renovación del Territorio. Ocurre

de igual manera con los funcionarios de la ‘Paz con Legalidad’, quienes usan y abusan del lenguaje de

la justicia transicional y la construcción de paz como distractor, profundizando la desconfianza en los

liderazgos comunitarios, la opinión pública y el país en general.

“Interculturalidad”, “cultura de paz”, “reconciliación” y “construcción de paz”: ¿qué significan

realmente?

Hay un uso y abuso de estos términos, todos parecieran saber lo que es, pero al indagar sobre estas

cuestiones y contrastar con investigaciones académicas rigurosas, muchas de ellas confiables porque

se sustentan en la praxis de valores, significados, tejidos y construcciones de paz desde las bases,

enriqueciendo las investigaciones sobre estas cuestiones, se sabe que hay muchas universidades donde

aún no se “reconoce” que hay diversidad de culturas de paz que ni la academia ni mucho menos las

entidades gubernamentales las reconocen como culturas y valores de paz propios, resistencias civiles

y diversas acciones colectivas positivas para cuidar y proteger sus territorios, incluso en medio del

conflicto.

1Las opiniones personales y subjetivas no comprometen a la institución académica que represento, excepto los

principios de paz, interculturalidad y enfoque socio crítico.

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No es lo mismo “respeto” que “reconocimiento”. La antropología del filósofo balcánico Slavoj Zizek

dejó la lección y la alerta del supuesto “respeto”, al que relacionó con el “multiculturalismo” y es esa

misma sensación de sentirnos todos “iguales”, cuando la realidad nos muestra realidades y

desigualdades abismales para una supuesta paz que “construimos entre todos”, mientras el statu quo y

la violencia estructural, por ende, cultural, se mantienen intactas.

En ese caso, el respeto es en realidad un valor algo hipócrita, incluso verticalista, mientras que el

“reconocimiento” es horizontal, empático, como una característica básica de la cuestión intercultural.

Hay que tener cuidado con el “multiculturalismo” que pregona el hecho de ser todos los que debemos

“aportar” nuestro “granito de arena” y desde donde “cada no pueda” a la construcción de paz.

Intercultural implica, en primer lugar, hacer un análisis lo más profundo posible de la cultura. En

segundo lugar, implica reconocer que no hay solo una cultura de paz, sino que hay diversidad de

culturas de paz que deben dialogar “inter” entre ellas, de manera horizontal. Intercultural es encontrar

los significados de cada una de estas categorías, reconocer ese encuentro entre las ideas de escritorio

o ideas externas con las ideas de paz, reconciliación y justicia de las comunidades, aún inexploradas y

por supuesto, invisibilizados. A manera de ejemplo, respetar a la comunidad ‘lgbti’ implica permitir

su existencia, pero reconocer interculturalmente a esta comunidad se entiende como una interacción,

que al mirar al otro lo haga a los ojos, pero que se refleje en todo tipo de relacionamiento, comenzando

por la política pública.

La horizontalidad es el camino que pasa por reconocer que las capacidades de todos los actores de

construcción de paz no son los mismos. No tienen los mismos recursos simbólicos y económicos, las

comunidades y las multinacionales o entidades estatales por el otro. Desafortunadamente, en el mayor

de los casos, las iniciativas externas terminan imponiendo un modelo externo, una agenda que no es la

comunitaria, basada en necesidades y gestión institucional, que aleja la interacción intercultural de los

actores. También reconocer que nunca una iniciativa generada desde salas de juntas y centros urbanos

va a aproximarse más a la realidad territorial que las comunidades que habitan territorios, en la mayoría

de casos, ancestrales como en Latinoamérica, y por supuesto, el Caribe.

Insisto desde la academia y su misión que al hablar de “interculturalidad” se ponga la cultura en el

centro del debate, así como el relacionamiento entre la diversidad de cultural, con ello le damos cada

vez más reconocimiento a las iniciativas de paz de las bases, sus potencialidades, empoderamientos

pacifistas, para que de manera progresiva se propenda porque las comunidades controlen tanto el

diseño como la implementación de todos los proyectos que tienen que ver con su territorio, lo que

sería realmente una relación intercultural. Porque reconocer que las comunidades también tienen

construcciones de paz desde sus bases con capacidades propias, que parecieran precarias pero que al

profundizar en las culturas nos damos cuenta que la cultura de paz no es una idea que deba llevarse a

los territorios, sino por el contrario, reconocer la existencia de la cultura de paz instaladas como un

fenómeno de todas las comunidades, por supuesto, unas más organizadas (que también tienen visiones

de paz, así como las instituciones, empresas, entre otras), por ende, producen conocimiento para la

paz.

Si muchos de los proyectos de construcción de paz externos, fueran realmente interculturales, no se

referirían a la comunidad como “comunidad receptora” ya que la pone en una posición de pasividad,

como de necesidad y dependencia de recibir algo y es lo que define su existencia. La academia y la

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investigación, tanto “abaqcúa”(así le dicen los sucreños a los cordobeses) como “barriga ved-de”(así

le dicen los cordobeses a los sucreños), en general del Caribe Sur o bien llamado Caribe Sabanero,

deberían preocuparse progresivamente por esta realidad, implementar cátedras de paz, cátedras de

interculturalidad o sencillamente investigar sobre estas cuestiones para poder realizar diálogos sanos

sin interpretaciones confusas o superficiales, producto del excesivo uso de términos, algo previsto en

todas las transiciones del mundo.

Ya incluso tenemos los síntomas patológicos del posconflicto bosnio luego de los Acuerdos de Dayton.

Desde 1995 y sus inicios, la práctica de la construcción de paz estaba tan lejos de la realidad que

subestimaron la capacidad de gestión de las comunidades y los convirtieron en meras receptoras de

proyectos y en el mejor de los casos, operadores logísticos de proyectos dando continuidad a la

violencia estructural, a mantener los mismos recursos simbólicos y económicos tanto a las

comunidades como a los operadores de paz o quienes “construyen” paz institucional. Esto me lo

constataron en Sarajevo las propias Madres de Sbrenica de Bosnia Herzegovina en 2014 y hoy se viven

en Montes de María y el país.

Sobre la Investigación Acción Participativa

Ahora sí, sobre el objeto de esta ponencia, es casi un consenso que este Siglo XX ha traído para la

humanidad afortunados cambios en las ciencias sociales y las ciencias de la educación en las

dimensiones ontológicas, epistemológicas, éticas y metodológicas, para acercarse al objeto de estudio,

que este caso es la realidad.

Ontológico implica la pregunta sobre el ser, en este caso el ethos costeño, y su relación con las distintas

territorialidades tanto individual, relacional, grupal, institucional, ecológica, lingüística.

Epistemológico implica la pregunta sobre el conocimiento, su producción, intención y lugar de

enunciación. Ético, me refiero a la percepción del bien y el mal, los valores y su relación con la cultura

y la convivencia. Y por último la metodología, donde se encuentran también aportes en la producción

de conocimiento, la intención y el lugar socio-histórico desde donde se investiga.

Es interesante cómo en otras latitudes se han hecho preguntas similares. Habermas en “Acción

Comunicativa, reflexividad y mundo de vida” habla de los intereses y las formas de producir

conocimiento: el empírico-analítico, que tiene un interés técnico de predecir y controlar, el histórico-

hermenéutico, que tiene el interés práctico con intención de ubicar y orientar. Y el crítico-social, con

el interés emancipatorio o liberador, y más allá de eso, de develar.

Cada uno de estos paradigmas tiene una visión ontológica, epistemológica, metodológica, ética y sobre

todo, la forma como se relaciona el “objeto de estudio” del investigador e incluso en la forma de

presentar los hallazgos.

El paradigma socio-crítico, donde se ubica la investigación acción participativa nos soluciona la

imposibilidad de la neutralidad en la investigación. Esto favorece la investigación ya que ofrece

opciones metodológicas de mucha riqueza, pero también implica una visión del mundo.

1977-2019: Años convulsos para Colombia en medio del debate sobre los valores en la

investigación y la Investigación Acción Participativa

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En un año tan convulso para Colombia como este 2019, cuando se ha reactivado la guerra con el

gobierno Duque, se profundiza por ende la violencia teniendo serias afectaciones en la cultura, como

la aceptación de gran parte de la sociedad de la Masacre de Tumaco o la reciente Masacre de los Niños

a través de bombardeos, pero, por otra parte, grandes movilizaciones, más de 800 manifestaciones en

Bogotá en lo que va de este 2019, estamos hablando aquí de investigación. Si fuera el querer de la

academia incidir en la realidad, estos serían debates e investigaciones de primer orden, rompiendo con

negacionismos, silencios y olvidos.

El Simposio Mundial de Investigación Activa de 1977, convocado por Orlando Fals Borda en un año

extremadamente convulso, casi tomas de poderes locales en barrios de Bogotá, a través del gran Paro

Nacional convocado por la organización social general, obrera, población en general, y en especial,

estudiantil y campesina ha sido considerada como una de las movilizaciones populares más

importantes de la historia contra los incumplimiento de Alfonso López Michelsen en el aumento de

salarios y exigiendo la congelación de precios de la canasta familiar, los servicios públicos, detener la

represión, la desmilitarización de las universidades, el derecho a la protesta, la reforma agraria,

jornadas laborales decentes, pareciera el 2019. En ese contexto, Orlando Fals define la investigación

acción participativa como “una vivencia necesaria para progresar en democracia, como un complejo

de actitudes y valores y como un método de trabajo que le da sentido a la praxis en el terreno”. Con

esto quiso decir que más allá de tratarse de una metodología de investigación, la IAP es una filosofía

de vida, para los “sentipensantes” que son quienes lo practican o algunos como yo que intentamos

caminar en esa dirección.

El llamado de la IAP en 1977 es el mismo en 2019: a observar, investigar, debatir e incidir en las

realidades y preocupaciones más profundas de las comunidades más vulnerables, la verdad, justicia,

reparación, no repetición, la interculturalidad, entre otros debates contemporáneos de la construcción

de paz.

Sobre la investigación para la paz

Este es un campo de estudio que busca espacios de reflexión para dar fundamento científico al concepto

de paz. Desde la década de 1950, se abre espacio como respuesta a la posguerra de la Segunda Guerra

Mundial, en principio, como una antítesis de la guerra, pero luego a raíz del auge de la

interdisciplinariedad, la sociología, la teología, las relaciones internacionales, el derecho, la ciencia

política, la economía y las diversas áreas formales del conocimiento occidental también alimentaron

esta categoría encontrando que la paz va más allá, siendo la antítesis de la violencia.

Sobre el particular, creo personalmente que la interdisciplinariedad en el Caribe debe ir en dirección a

la transdisciplinariedad, ya que este es un territorio histórico ancestral con culturas aun inexploradas y

diversidad de expresiones que generan conocimiento, con lo cual la investigación debe tener en cuenta

las disciplinas pero también lo que han categorizado como artes, oficios y otras actividades poco

estudiadas en el Caribe.

Hay un campo muy grande y con dificultad de reconocimiento la academia sucreña, que es la que más

conozco del Caribe y es la investigación para la paz de base o desde abajo. Para comenzar serias

investigaciones que funcionen como agencia y voz de comunidades invisibilizadas, muchas de ellas

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organizadas por dos o tres décadas, ejemplares que tiene para aportar a los debates en los que se

encuentra sumida la academia: Objetivos de Desarrollo Sostenible, Objetivos del Milenio, Acuerdo

Final de Paz, pero que no es lo único, ni son los únicos conocimientos en materia de paz, desarrollo y

sobre todo territorial.

Hay en cambio ejercicios ejemplares como la construcción participativa de los Planes de Desarrollo

con Enfoque Territoral, del Acuerdo Final y por otra parte, el proceso de reconstrucción de memoria

de la zona rural de El Carmen de Bolívar por parte del Proceso Pacífico de Reconciliación e Integración

de la Alta Montaña, quienes junto con el Centro Nacional de Memoria Histórica bajo la dirección de

Gonzalo Sánchez y la Asociación Sembrando Paz, encontraron un modelo híbrido de construcción de

paz en el que se reconoció horizontalmente a la comunidad como promotora y creadora de memoria,

a través de sus propios lenguajes y capacidades históricas y milenarias, y de esta manera, este modelo

permitió observar la necesidad de memoria y verdad para ponerla a dialogar con la idea del Centro y

con ellos fortalecer la memoria, capacitando a sus líderes para que ellos mismos contaran, narraran,

escribieran y realizaran una reportería de su propia montaña.

Si leyéramos la realidad bajo el foco intercultural, así como el municipio de Ovejas (Sucre) es la

Universidad de la Gaita, la Alta Montaña de El Carmen de Bolívar es hoy La Universidad de la

Memoria en la región, que cuentan con su reconstrucción de memoria, una guía metodológica para

investigar y reconstruir memoria histórica, además cuentan con narradores, reporteros, jóvenes

provocadores de paz, campesinos con conocimiento en la praxis de la reconciliación y la cultura de

paz, más allá de teorías. Un auténtico trabajo psicosocial, otra categoría constantemente usada, que

muchos relacionan de manera reduccionista con la presencia de un profesional de la psicología en

espacios de construcción de paz.

No todas las comunidades han contado con la misma suerte de convertirse en resistencias civiles que

acumulan acciones colectivas para exigir este diálogo intercultural, y ante esa falta de tejido y

organización social son vulnerables a distintos ataques psicosociales que las revictimiza, y permite

incluso la implementación y control de políticas externas en el territorio contando con la comunidad

como mera receptora, aunque con un lenguaje de empoderamiento, donde hasta les terminan

gestionando la organización, los derechos básicos y la vida en general, que no provee ni garantiza el

Estado, haciendo proyectos sostenibles en el título pero difícilmente en la realidad.

Antes de finalizar, me preocupa que aún se crea en la idea “nacional” de país. Ante la poca

investigación crítica, se sigue creyendo en la idea de paz universal, es decir, una paz plantilla que

funciona en todas partes de la misma manera, sin reconocer la diversidad cultural. Incluso la política

pública ya en su accionar reconoce un país de regiones y cuando hablamos de cultura de paz debemos

reconocer que las culturas de paz suero, yuca y ñame, otras con cañaflecha, palenques, cimarronaje,

ríos, mares, sones, bullerengues, porros, costeños de rio y mar, anfibios, juglares, cultura gaitera,

bullereguera, son de negro o ‘danza de negros’ como le llaman en El Carmen y estamos mencionando

poquito, con grandes conocimientos que la academia está comprometida a explorar para ponerse en

clave de defensa del territorio ante los famosos ataques psicosociales.

Y por último, ante el auge de lo psicosocial: La paz será relacional o no será.

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La participación comunitaria en la construcción de paz: un aporte

desde el Plan comunitario de salud rural en La Macarena

Grupo de trabajo salud rural de La Macarena y San Vicente del Caguán.

John Giraldo Díaz

Introducción

na palabra ha cobrado fuerza en el día a día de los territorios, las organizaciones y las

comunidades: la planificación. En distintos niveles, momentos y con distintos objetivos, se

vienen adelantando ejercicios de planificación, algunos involucrando directamente a las

comunidades a través de talleres, encuentros, asambleas, y otros solo para presentar productos o

decisiones ya tomadas desde otros territorios. Es decir, la planificación puede ser un ejercicio que se

impone de arriba hacia abajo, o que se construye de abajo hacia arriba, contando con un participación

amplia e incidente de las comunidades.

En esta ponencia se describe algunos momentos dentro del proceso de construcción del Plan

Comunitario de Salud Rural “Salud Sin Fronteras Ni Barreras de Acceso” en el municipio de La

Macarena. Este ejercicio de planificación tuvo tres características relevantes que merecen recogerse y

compartirse en este encuentro dedicado a las metodologías participativas y a la IAP. Estas

características son: 1) Dialogo continuo de saberes; 2) La planificación comunitaria, como herramienta

de autogestión, transformación y fortalecimiento de las organizaciones en los territorios; 3) El

fortalecimiento de los tejidos comunitarios para la construcción de paz.

Aunque este proceso se mantiene vivo, y en la actualidad transita otras etapas, de lo andado hasta ahora

se puede recoger una enseñanza valiosa. Sin una base comunitaria que tenga sus propias propuestas,

los actores externos pueden imponer de manera más fácil sus decisiones; pero sin movilización ni

organización los planes comunitarios difícilmente se podrán impulsar ante lo espacios importantes de

toma de decisiones, o incluirse en la planificación estatal. Las metodologías participativas han sido

herramientas fundamentales para consolidar dicha base comunitaria, y para organizar e impulsar las

demandas ante el Estado.

A continuación, se presenta un breve contexto de la región de La Macarena, seguido de una breve

descripción de los escenarios que abrió el Acuerdo de Paz, en particular frente a la planificación

comunitaria en salud rural. Finalmente se presentan las principales etapas y resultados del proceso de

construcción del Plan Comunitario de Salud Rural “Salud Sin Fronteras Ni Barreras de Acceso”, para

recoger algunas enseñanzas de todo este proceso.

Contexto de La Macarena

Los seis municipios que constituyen la Región de La Macarena en el Departamento del Meta – La

Macarena, La Uribe, Mesetas, San Juan de Arama, Vista Hermosa y Puerto Rico – han constituido

históricamente territorios de confrontación bélica y violación de los derechos humanos entre la Fuerza

Pública, los grupos paramilitares y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP)

por el control geopolítico, de la población y de los recursos.

U

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La guerra allí desarrollada por más de 50 décadas se recrudeció en el marco de la ocupación militar

del territorio mediante el Plan Colombia (2000), el Plan Patriota (2004-2006) y el Plan Integral de

Consolidación de La Macarena (2007 hasta hoy), implementados por el gobierno de Colombia con el

apoyo de los Estados Unidos de América para combatir los cultivos de uso ilícito y a la insurgencia

luego de terminados los infructuosos diálogos de paz de El Caguán entre 1998 y el 2002. La guerra ha

dejado miles de víctimas entre desplazados, homicidios y desaparecidos, además de la grave situación

de pobreza de las comunidades y de la falta de apoyo estatal para el crecimiento económico, el progreso

social y la convivencia pacífica.

Los 6 municipios del territorio de La Macarena en el Meta constituyen una parte de los 11 municipios

de este departamento que luego de firmados los acuerdos de paz entre el gobierno nacional y las FARC-

EP a finales del año 2016, han sido caracterizados como 4 municipios en “posconflicto” y se deben

aprestar para la implementación de dichos acuerdos, especialmente del Plan Nacional de Salud Rural

(PNSR), entre otros planes de desarrollo nacionales y con enfoque territorial con previsible impacto

en salud, en el marco de la puesta en práctica de la Reforma Rural Integral y de otros puntos para la

terminación de la guerra, la sustitución de cultivos de uso ilícito y el narcotráfico, la aplicación de una

jurisdicción especial de paz y de participación política que dichos acuerdos lograron.

Los acuerdos de paz y la planificación comunitaria en salud rural

El acuerdo sobre la Reforma Rural Integral (RRI) parte del reconocimiento de diferentes dificultades

en las condiciones de vida y de trabajo de las poblaciones en las zonas rurales, como la falta de acceso

a la tierra y de apoyo para hacerla producir y generar ingresos, la insuficiente cobertura, barreras de

acceso e inadecuado modelo de atención y de gestión del actual sistema de atención en salud, entre

otros problemas que son producto de la inequidad y la exclusión social, la privatización y

comercialización de la seguridad social y de la salud, la corrupción y el abandono histórico del Estado,

pero también del desconocimiento de las realidades y potencialidades de las poblaciones de los

territorios rurales, entre otros aspectos. En el anterior sentido, la RRI, y otros puntos del acuerdo de

paz, apuntan a superar dichas problemáticas por medio de la entrega y titulación de tierras a los

campesinos y demás comunidades rurales pobres, el apoyo financiero y tecnológico al desarrollo del

campo, la construcción de infraestructura vial y de riego, la electrificación e interconexión eléctrica

de los territorios, la dotación de los mismos con vivienda digna, agua potable y saneamiento básico,

el acceso a la educación, a la alimentación y a los servicios de salud, y el diseño e implementación de

los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET, entre otros.

En particular, con el Plan Nacional de Salud Rural (PNSR) se busca incrementar y fortalecer el acceso

a los servicios de salud de las diferentes comunidades a partir de la construcción y mejoramiento de

la infraestructura sanitaria, la dotación en equipamiento y tecnologías apropiadas, el aumento del

recurso humano, la definición e implementación de un modelo de atención especial con enfoque

intercultural, diferencial y de género, y la creación de un sistema de seguimiento y evaluación de éste.

Con respecto a este punto, el Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS) ha venido trabajando

un documento que busca desarrollar los contenidos del PNSR “de conformidad con lo estipulado en

el Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera

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(2016).” 2 Aunque en la Introducción del documento el MSPS considera que su aporte se orienta a

vincular la salud con el desarrollo y la construcción de la paz, garantizar el derecho a la salud de las

comunidades rurales y propiciar el cierre de las brechas urbano-rurales existentes sin limitarlo a las

zonas que hacen parte de los PDET, sin embargo, lo enmarca estrictamente en la normatividad del

Sistema General de Seguridad Social y Salud (SGSSS) actualmente existente, con lo cual restringe el

alcance de la incidencia de la participación comunitaria de estos territorios a un simple ajuste del

mismo.

Entender la situación desde otra perspectiva ha requerido retomar conceptos como el de territorio,

autonomía, libre determinación, participación directa y relaciones de poder. Por un lado, el territorio

lo asumimos en el sentido que son las comunidades las que lo han construido y continúan

construyéndolo en su disputa con ciertas fuerzas del Estado y sectores de la sociedad ligados a la gran

propiedad territorial, al narcotráfico y la extracción de recursos naturales, incidiendo de este modo en

su configuración, organización y jerarquización. En el caso de La Macarena, el territorio se ha

construido por sus habitantes y por las organizaciones campesinas e indígenas a través de un proceso

permanente de territorialización desde el inicio de su poblamiento, no sólo a través de los diferentes

momentos de colonización desde finales del siglo XIX3 o la década del 50,4 sino mediante las actuales

concepciones y prácticas sociales, políticas, culturales, económicas y ambientales, que determinan la

salud de las comunidades y el territorio.

Por otro lado, los conceptos de autonomía, libre determinación, participación y relaciones de poder

vienen formando parte de los discursos que guían las disputas de las comunidades y organizaciones

sociales con sus contradictores, y de las formas y procesos de formación de la política pública y de la

institucionalidad propia de salud en el territorio, es decir, estos otros conceptos, que también articulan

los discursos que fundamentan las concepciones actuales sobre los determinantes sociales de la salud

y de la historia de la estrategia de Atención Primaria en Salud desde su formulación en Ama-Ata en

1978, nos han permitido comprender la relación entre territorio, procesos sociales y políticos, papel

del Estado y de la sociedad civil, paz democrática5, y su influencia en salud. A partir de ellos, y del

sentido que le dan al discurso cotidiano de las comunidades, el territorio lo interpretamos como una

construcción sociohistórica y cultural, basada en relaciones de identidad, poder y modos de vivir y

trabajar, de producir y distribuir la riqueza y el bienestar. Esto se entiende, por un lado, desde los

procesos de territorialidad, referidos a la construcción social y cultural en tanto ocupación de un

espacio que posibilita configurar la identidad individual y colectiva; y por otro, desde el sentido de

pertenencia, inmerso en las acciones cotidianas que reproducen pautas culturales y configuran formas

de relacionamiento y jerarquización que se desarrollan a través del tiempo, lo que permite reconocer

2 MSPS, 2019. Plan Nacional de Salud Rural. Versión Borrador Marzo del 2019, p. 6

3 Rincón JJ. 2018. La gente de la Macarena. Odecofi-Cinep, Bogotá abril del 2018 4 Molano, A., Fajardo, D. y Carrizosa J. 1989. La colonización de la reserva de La Macarena: Yo le digo una de las

cosas... Bogotá: Fondo FEN Colombia-Corporación Araracuara. 5 Se entiende por paz democrática aquella que tiene en cuenta las condiciones sociales, económicas, culturales e

institucionales que la hacen posible, entre ellas las relacionadas con la articulación de la democracia representativa con la

participativa, la reconciliación con base en la justicia social y cultural, la más amplia pacificación posible de las relaciones

sociales, el respeto de los derechos humanos, la transformación del modelo de desarrollo con justicia territorial (Ver De

Sousa Santos B. Colombia entre la Paz neoliberal y la Paz democrática. En: Democracia y Transformación Social, a

publicar en Bogotá, por Siglo del Hombre, abril 2017.

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al territorio como producto social.

Así hemos logrado comprender que la territorialización de la salud en el municipio de La Macarena

ha estado determinada por relaciones de poder entre distintos actores, lo cual es observable, por

ejemplo, en hechos como la delimitación político-administrativa del territorio, en particular, en las

implicaciones del conflicto fronterizo entre los departamentos del Meta y el Caquetá; en la disputa

socioambiental y por la propiedad y uso de la tierra entre el Estado, comunidades, terratenientes,

narcotraficantes y empresas de extracción de hidrocarburos67; en el conflicto entre campesinos e

indígenas por la ocupación y ordenamiento material y espiritual del territorio; y en la carga del

conflicto armado entre el Estado y la insurgencia, que no sólo ha estigmatizado a los habitantes del

territorio mostrándolos como integrantes de las FARC-EP, sino que ha puesto en escena modos

distintos de ubicar la salud en las estrategias de guerra.

Las anteriores disputas por el territorio han incidido en la vida cotidiana de las comunidades y en sus

acciones para dar solución a sus apremiantes necesidades de salud. En ese contexto, las organizaciones

campesinas, indígenas y de mujeres han logrado generar unas dinámicas que les han permitido un

posicionamiento en la interlocución con el Estado a través de sus instituciones, incidir en el

ordenamiento territorial de la salud y tomar decisiones con respecto a la solución de las principales

necesidades que les aquejan.

En esta propuesta también partimos del supuesto más general que, en el caso colombiano, el proceso

salud-enfermedad ha estado influenciado por relaciones de poder asimétricas, explotadoras,

discriminatorias y subyugantes, que han generado hondas desigualdades sociales que se expresan en

profundas injusticias sanitarias. Aunque se proclama la salud como un derecho humano fundamental

reconocido en los pactos internacionales, en diversas sentencias de la Corte Constitucional y en la Ley

Estatutaria de Salud 1751 del año 2015, el Estado colombiano no ha garantizado, respetado ni

protegido de modo efectivo tal derecho a toda la población. En los territorios rurales no sólo ha sido

singular el desconocimiento real de su carácter interdependiente de otros derechos económicos,

sociales y culturales, sino que el derecho a la salud, en su comercialización, ha sido reducido a una

precaria prestación de servicios sin compromiso real con su cobertura y acceso universal, su contenido

equitativo e igualitario y su enfoque intercultural y diferencial étnico, de género y generacional, que

no puede ser entendido como simple atributo o característica de los individuos para focalizar acciones

afirmativas, sino como resultado de las relaciones sociales económicas, políticas y culturales en que

estos están inmersos.

El compromiso con la idea de un PCSR partió de reconocer que las organizaciones de la sociedad civil

tienen el potencial de hacer contribuciones al logro de la salud para todos y todas mediante su esfuerzo

orientado a lograr cambios en los determinantes sociales de la salud en general, y en el sistema de

6 Ver Declaración “Por la Defensa de la Macarena, la Uribe y San Vicente del Caguán”, de Ascal G, Corpoayaría,

Asopeproc, Comunidades indígenas del Yarí, Aspromacarena, Ascatragua, Agrogüejar-Cafre, Agrocun, Corpoamen,

DHOC, Mucapoc, Asocampoariari, Ascagroan, y demás organizaciones de las regiones afectadas, incluyendo juntas

comunales etc., a propósito de la Resolución 0018 de INCODER, marzo 19 del 2015, que declara el territorio un gran

baldío de las FARC. https://prensarural.org/spip/spip.php?article17674 7 Ver también: “Aquí no hay ningún baldío”. Entrevista de Prensa Rural con Carlos Julio Rodríguez, de Corppayarí, 23 de

octubre de 2015. https://prensarural.org/spip/spip.php?article18024

49

salud en particular, a través de su capacidad de construir sus propias concepciones y prácticas en salud,

participar en las decisiones relacionadas con las políticas y planes de salud, hacer abogacía por el

derecho a la salud, influir en la gobernanza del sistema de salud, generar capacidades y proveer apoyo

en gestión y en servicios que otros no se comprometen a prestar8. A partir de esta consideración, y de

la experiencia construida con base en los principios éticos, teóricos y metodológicos de la IAP,

logramos construir una mirada de las condiciones de vida y salud de la población del territorio, y

pudimos, mediante un enfoque de planificación comunitaria desde los territorios, facilitar la

construcción del PCSR. Este proceso tuvo su inicio con una visita al territorio en agosto del 2016, en

la que se efectuó un diálogo de reconocimiento entre los diferentes actores comunitarios y miembros

del eje 1 del doctorado de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Javeriana. Allí se pactó el

compromiso de trabajar conjuntamente para contribuir a dar respuesta a la situación de salud de las

comunidades de los territorios mediante la definición de un PCSR construido con la participación de

las mismas a través de sus organizaciones, incluida la antigua Zona Veredal de Transición y

Normalización -ZVTN- Urías Rondón.

El compromiso incluyó hacer una caracterización de la situación de salud de los territorios que se

diseñó y comenzó a desarrollar conjuntamente en junio del 2017 con la Red SaludPaz, lo cual ha

representado un ejercicio enriquecedor y un desafío creativo del diálogo entre las lógicas, saberes y

prácticas de las comunidades y las de la academia. Es a partir de este ejercicio de IAP y de

planificación comunitaria desde los territorios que se pudo no sólo poner en la agenda de la

gobernación del Meta y del Ministerio de Salud y Protección Social el tema de la salud como una

prioridad de la comunidad, especialmente como una deuda y un reto que dejó el cese del conflicto

armado, sino también como un proceso de organización y generación de capacidades que ha permitido,

por un lado, reactivar o conformar 42 Comités de Salud, 25 en Corpoayarí y 17 en Asopeproc, y por

otro, formar 80 trabajadores comunitarios de salud, 9 en Asopeproc, 36 en Corpoayarí y 35 en Ascal-

G, para intervenir, desde las comunidades, y con el apoyo de otras entidades de la sociedad civil,

problemas acuciantes de salud mantenidos en el olvido por el Estado. Mediante la caracterización de

las condiciones de vida y trabajo y del estado de salud de las personas y de la población, de la cobertura

y acceso a los servicios de salud del territorio, hecha posible a través de la revisión de fuentes

secundarias, la observación participante, el desarrollo de entrevistas y talleres, y de un sondeo tipo

encuesta elaborada y aplicada con las organizaciones sociales del territorio en el 2018, pudimos

construir una imagen enriquecida de la grave situación de salud de las comunidades y buscar

soluciones a la misma.

La construcción del plan comunitario en salud rural PCSR

Se partió de la problemática en salud de tres territorios rurales del municipio de La Macarena y sus

posibles soluciones a la misma a través de un Plan Comunitario de Salud Rural (PCSR) construido

participativamente para contribuir a la formulación e implementación del Plan Nacional de Salud

Rural (PNSR) que propone el Acuerdo de Paz9 entre el Estado y las Fuerzas Armadas Revolucionarias

8 People´s Health Movement. Contributions of Civil Society to the Achivement of Health For All. A Summery ynthesis

of the Case of Colombia. Translated by Elis Borde. edied by Nicholas Bond. Bogotá Colombia, 2017 9 Acuerdo para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera Firmado Entre el Estado

de Colombia y la Insurgencia de la FARC-EP. Bogotá, noviembre de 2016

50

de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) - en el punto 1 sobre Reforma Rural Integral (RRI). El

PCSR se ha formulado en el marco de las limitaciones de la política y normatividad de salud vigente

en Colombia desde 1993, y de cara a las oportunidades que brinda la implementación del Acuerdo de

Paz para conocer la verdad sobre las realidades de salud de la ruralidad, transformar las instituciones

y movilizar las comunidades para que incidan en las decisiones orientadas a atender sus necesidades.

Se partió de las potencialidades y de la experiencia aportadas por un proceso de Investigación Acción

Participante (IAP) basada en la comunidad, y de una metodología de planificación comunitaria desde

los territorios, para identificar y analizar la situación de salud, generar capacidades en las comunidades

y en las organizaciones sociales y formular el PCSR. Con tal propósito, a partir de junio del año 2017

se construyó un acuerdo de trabajo conjunto entre un equipo de investigadores de la Pontificia

Universidad Javeriana, la Universidad Nacional y la Universidad de La Salle, integrante de la Red de

Universidades SaludPaz, y dirigentes de las organizaciones campesinas Corpoayari, Asoprepoc y

Ascal-G, del cabildo indígena Emberá-Chamí y de la parcialidad indígena Nasa Cxhacxha, de las

organizaciones de mujeres Aampy y Asmucad y de la población reincorporada de la Farc del Espacio

Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Urias Rondón.

Los enfoques de investigación acción y de planificación adoptados, buscaron contribuir al

empoderamiento de las comunidades y organizaciones sociales de los territorios con dos propósitos:

primero, para propiciar su participación directa y dialogada en el proceso de formulación e

implementación de los aspectos relacionados con salud de los Planes de Desarrollo con Enfoque

Territorial (PDET) y el PNSR acordados en la RRI y, segundo, para actuar por sí mismas en el

desarrollo de iniciativas orientadas a buscar soluciones a los problemas. Todo ello con un espíritu de

autonomía, autorresponsabilidad y libre determinación de las comunidades y organizaciones sociales.

Algunas etapas para la construcción del PCSR en La Macarena

El proceso de construcción del PCSR ha contado con tres momentos relevantes:

-La consolidación del tejido comunitario en salud:

Se trabajó en la capacitación de los trabajadores comunitarios en salud y en la conformación e impulso

de los comités de salud. Esto se desarrolló entre el 2018 e inicios del 2019 y permitió que las

organizaciones del territorio incorporaran en sus agendas internas la problemática de salud como

prioritaria. Este tejido comunitario ha impulsado la construcción del PCSR. De igual manera, en estos

espacios se generaron insumos para definir las principales problemáticas en materia de salud, así como

sus posibles soluciones.

-Estrategias de participación amplia e incidente:

Estas estrategias se concentraron en ampliar la convocatoria para las jornadas de planificación

comunitaria programadas en los territorios de cada una de las organizaciones (ASCAL-G,

ASOPEPROC, CORPOAYARI), cabildos indígenas y organizaciones de mujeres), y en las cuales se

construyó el PCSR. De esta manera primero se buscó ampliar la participación comunitaria informando

en veredas y centros poblados sobre la realización de las jornadas de planificación comunitaria a través

de la campaña “Salud Sin Fronteras.

51

En el territorio de CORPOAYARI se realizaron actividades y talleres que abordaron temas en salud

como el autocuidado y la salud infantil. Esto desde una perspectiva crítica y reflexiva, y a través de las

herramientas artísticas. El desarrollo de estas actividades permitió, entre otras cosas, que en la apertura

de la jornada de formulación del PCSR, Ingrid y José, niños de Playa Rica, transmitieran un mensaje

sobre la responsabilidad quienes los adultos con la salud generacional de la comunidad y la confianza

que los niños y niñas del territorio dejan en sus manos. Esta intervención estuvo acompañada por la

presentación de un video que reflejaba mediante fotografías el trabajo con la comunidad, la asistencia

a las JAC, y las actividades y talleres desarrollados durante la campaña. Estas actividades de apertura

se realizaron con el propósito de dar cuenta del tejido que viene fortaleciendo en el territorio, y de los

aportes simbólicos tan necesarios en los procesos comunitarios.

Por su parte, en el territorio de ASCAL-G se desarrollaron actividades que permitieron que el día de

la jornada de formulación se instalaran, alrededor del salón, los cuadros realizados con material

reciclable y las fotos creadas por los/as promotores de salud y por la comunidad de las diferentes

veredas. También se ubicó en un lugar central y visible la frase “Salud sin fronteras” elaborada con

materiales reciclables. A esto se sumó, el cartel del mapa de Colombia que incluía la frase “Salud Sin

Fronteras” elaborada con frijoles, y la planta sembrada en una llanta y decorada con esta misma frase,

haciendo alusión a “que, así como poco a poco va creciendo la planta con el cuidado de la comunidad,

así irá creciendo la salud en la población”.

Finalmente, en el territorio de ASOPEPROC en el marco de la campaña Salud Sin Fronteras se instaló

una cartelera con la idea fuerza “SALUD SIN FRONTERAS NI BARRERAS DE ACCESO”, la cual

contenía fotos, fechas y mensajes del recorrido histórico de ASOPEPROC, con los sucesos

significativos como la ampliación de la farmacia comunitaria e inauguración del centro de salud de La

Cristalina, el trabajo comunitario y los proyectos para mejorar las condiciones de vida de la población,

entre otros. La cartelera también contenía fotografías y diferentes papeles con los aportes de la

comunidad recolectados en las reuniones veredales. Esto, con el fin de mostrar lo que la comunidad

ha construido en salud, desde el pasado hasta el presente con su participación en la construcción del

PCSR. En el cartel se plasma el refrán “una sola golondrina no llama agua”, que surgió en una reunión

veredal. Bajo este refrán se pintó un trazado electrocardiográfico que se continúa con una enramada,

con el propósito de expresar simbólicamente el enfoque territorial en salud.

Con estas actividades previas de la campaña, se logró informar en los distintos territorios la

importancia de la planificación comunitaria en salud rural, y de que cada una de las veredas pudiera

contar con representación activa en las jornadas de planificación. De esta manera, la participación en

dichas jornadas puede resumirse de la siguiente manera:

-El domingo 14 de abril se realizó la jornada de planificación comunitaria en salud de CORPOAYARÍ

en el ETCR Urías Rondón. Los 6 núcleos participaron. De las 35 veredas asistieron 18, junto con 2

comunidades indígenas y 3 organizaciones sociales. Con un total de 64 asistentes, se identificó una

mayor participación por parte de los hombres y una participación de una organización de mujeres.

- El martes 16 de abril se realizó la reunión en la sede de ASCAL-G en San Juan de Lozada. De los 7

núcleos que conforman la asociación participaron 6, y de las 68 veredas participaron 18. A éstas se

suma la participación de la vereda Delicias que pertenece a otra asociación campesina. Se contó con

un total de 42 asistentes, resaltando una participación equitativa entre hombre y mujeres; además de la

asistencia de dos asociaciones de mujeres.

- El miércoles 17 de abril se realizó la reunión de ASOPEPROC en la caseta comunal de la vereda

52

Laureles, con la participaron de los 3 núcleos que conforman la asociación. A esta reunión asistieron

15 de las 21 veredas, para un total de 30 participantes. Se observa una asistencia equitativa de hombres

y mujeres, con la participación de una asociación de mujeres.

Aunque los esfuerzos por desplegar una estrategia que posicionara la problemática de la salud rural en

los territorios, que facilitara a través de metodologías participativas el diagnóstico y la construcción de

propuestas, y que incentivara la participación amplia en las jornadas de planificación comunitaria para

la construcción del PCSR, el trabajo no ha sido suficiente. Muchas veredas aun no se sienten recogidas

en la iniciativa y por ello las etapas venideras de este proceso deben concentrarse en dos propósitos

fundamentales: 1) En materializar lo construido en el PCSR y 2) En sumar más comunidades en este

proceso.

A continuación, se presentan los resultados de las jornadas de planificación comunitaria.

Los resultados de la planificación comunitaria: el PCSR

Los principales acuerdos generados en las jornadas de planificación comunitaria en salud, se recogen

en el PCSR el cual tiene cinco ejes estratégicos:

1) la creación por parte del estado, con el apoyo de las organizaciones sociales y de las comunidades,

de condiciones que permitan a la población del territorio acceder sin fronteras ni barreras, y en

condiciones de equidad, a servicios, programas y proyectos de salud integrales, de calidad y con

cobertura para todos;

2) impulsar la construcción de un modelo de gestión comunitaria y atención primaria integral en salud

por territorios, centrado en las personas, las familias y las comunidades;

3) valorar, rescatar y poner en práctica de forma autogestionada los conocimientos y procedimientos

ancestrales y locales sobre salud e incorporar otras terapias alternativas;

4) promover acciones intersectoriales y transectoriales para mejorar el bienestar social y la coexistencia

en armonía de las comunidades con la naturaleza, mediante la coordinación y cooperación entre las

instituciones del estado y la comunidad; y

5) construir un sujeto social y político por el derecho a la salud integral y lograr el reconocimiento del

derecho de las comunidades y de las organizaciones sociales a participar en forma vinculante en las

decisiones, gestión, veeduría y control de los servicios y acciones de salud de sus territorios.

De estos ejes se discutieron, construyeron y aprobaron por parte de las comunidades las siguientes

acciones:

Eje Estratégico I: Logremos cobertura y acceso a la salud sin fronteras ni barreras de acceso

Acciones en infraestructura física:

Se realizarán obras de rehabilitación de la infraestructura física de 4 puestos de salud ubicados en

el territorio de Corpoayarí (La Tunia, Alto Morrocoy, La Sombra y La Machaca), de 4 puestos de

salud ubicados en el territorio de Ascal-G (El Rubí, Samaria, Puerto Losada y Villa Rica); y debe

53

ser reconstruido el puesto de salud ubicado en el territorio de Ascal G (Platanillo). Se deberá

construir un nuevo puesto de salud en el territorio de Corpoayarí (Yaguará), dos nuevos puestos

de salud en el territorio de Acal-G (Bocanas del Perdido y Caimán en el núcleo 3), y un nuevo

puesto de salud en el territorio de Asopeproc (Laureles).

El puesto de salud ubicado en el territorio de Asopeproc (La Cristalina) será rehabilitado y

transformado en un centro de salud; el puesto de salud de San Juan de Losada en territorio de

Ascal-G será ampliado y transformado en centro de salud; y el puesto de salud ubicado en el

territorio de Corpoayarí (Playa Rica) será reconstruido y transformado en centro de salud.

En aquellos núcleos de veredas donde no queden centros o puestos de salud se construirán casas

de la salud.

Toda la infraestructura rehabilitada, reconstruida, transformada o construida como nueva permitirá

articulación intercultural entre la práctica médica occidental, la tradicional ancestral y la

complementaria según las características étnicas de las comunidades del territorio, y se adecuará a

las exigencias de la orientación centrada en la persona, la familia y la comunitaria del modelo de

atención primaria en salud.

Se pondrán al día con respecto a la legalización de la propiedad del suelo y la definición sobre la

legalidad de la ubicación con respecto a parques nacionales de los sitios donde se propone

rehabilitar o construir nuevos puestos, centros y casas de salud, en particular en los siguientes

casos: Samaria (suelo comunidad cedido al estado pero en zona de reserva), Villa Rica (suelo de

la comunidad), Platanillo (zona de reserva), Bocanas del Perdido (tienen suelo para un puesto de

salud pero está en zona de reserva), El Rubí (zona de parque), San Juan (suelo del municipio),

Puerto Lozada (no se conoce la propiedad del suelo ni el material en que está hecho), Laureles (hay

un lote de la JAC aunque con un documento “falso” de venta, pueden conseguir otro), La Cristalina

(de la comunidad, se comprometen buscar los papeles), Vergel (conseguirán terreno para la casa

de salud), Playa Rica, Morrocoy, La Tunia, entre otros.

Acciones en equipamiento:

Todos los puestos de salud (13 en total) tendrán la dotación necesaria para el trabajo de auxiliares

de enfermería y promotores de salud; igualmente deberán permitir la realización de consultas

médicas y odontológicas extramurales periódicas.

Los Centros de salud (3 en total) serán dotados para prestar servicios de medicina general,

enfermería, odontología y farmacia, resaltando que en el centro de salud de San Juan de Lozada se

dotarán 2 consultorios de cada uno de los servicios anteriores, uno para psicología, un laboratorio

clínico básico y un servicio de urgencias para observación 24 horas.

Cada uno de los centros de salud tendrá una ambulancia y un vehículo para transporte de los

equipos de salud a las consultas extramurales en los puestos y casas de salud

Se construirá una red de comunicaciones basada en las nuevas tecnologías que permita enlazar los

equipos de salud con las necesidades de las comunidades y viceversa, resolver las demandas de

atención mediante citas oportunas y coordinar la referencia y contra-referencia de casos.

Sin excepción, todo tipo de infraestructura tendrá el equipamiento que permita realizar las

actividades de prevención y promoción a través de personal auxiliar y de promotores de salud, y

aquel para garantizar el enfoque intercultural.

54

Acciones en recurso humano:

Todas las veredas tendrán un promotor de salud, con excepción de San Juan de Losada donde habrá

4 dada la cantidad de población de este centro poblado; todos los puestos de salud tendrán una

auxiliar de enfermería; todos los centros de salud contarán con un médico, una enfermera, un

odontólogo, una auxiliar de enfermería, un auxiliar de odontología, un técnico de farmacia, un

conductor de ambulancia y otro conductor del vehículo de transporte del equipo de salud de cada

uno de los centros de salud para las consultas extramurales. El centro de salud de San Juan de

Losada deberá tener el doble del personal misional anterior además de un psicólogo y un

bacteriólogo.

Se garantizará la cohabitación de prácticas entre el personal de salud de la medicina occidental y

el de los prestadores de servicios de medicina ancestral (parteras, curanderos, yerberos, guías

espirituales).

Se procurará la capacitación continua de todo el personal de salud de la red de atención y su

adecuación a las exigencias de la atención primaria en salud integral e intercultural

Acciones en el centro de salud de La Macarena

Se ampliarán las capacidades físicas, de dotación y recurso humano del Centro de Salud de La

Macarena hasta convertirlo en un hospital de primer nivel con servicio de pediatría, gineco-

obstetricia y cirugía general; se montará un programa de Telesalud y otro de investigación,

formación y control en las enfermedades tropicales endémicas en el territorio.

Así mismo, en el Hospital de La Macarena se constituirá un equipo de salud complementario para

actividades extramurales regulares de apoyo a los centros de salud que incluirá médico,

odontólogo, enfermera, psicólogo, nutricionista, trabajador social, fisioterapeuta e ingeniero

sanitario.

Acciones en financiamiento:

Se exigirá a las respectivas autoridades departamentales y municipales del Meta y el Caquetá el

fortalecimiento de la inversión de recursos procedentes del Sistema General de Participación y de

rentas cedidas de acuerdo a las necesidades de infraestructura, equipamiento y tecnología para

poner en operación el PCSR de los territorios

Se exigirá a las EPS y a los responsables de los programas de salud pública que la contratación de

la prestación de los servicios respectivos de atención se haga con los centros, puestos y casas de

salud del territorio para garantizar su sostenibilidad financiera en gastos de funcionamiento.

Se formularán proyectos para presentar a donantes externos (por ejemplo, embajadas de Noruega,

Suiza, Británica, universidades, Médicos del Mundo, entre otros) desde la organización de

promotores y comités de salud con el objetivo de fortalecer y completar la inversión en

infraestructura, dotación, tecnología, transporte, red de comunicación, programas de salud pública,

capacitación de promotores y comités de salud, y para la organización y fortalecimiento de la

gestión de la asociación o cooperativa de promotores y comités de salud que se decida crear.

55

Acciones para superar barreras económicas

Se desarrollará una campaña de sisbenización y de afiliación al SGSSS según la cercanía y deseo

de cada persona

Lograr que todas las personas sisbenizadas se afilien al régimen subsidiado y reciban otros

beneficios de programas sociales

Se solicitará que las citas para la atención en los centros de salud sean posibles por internet y que

desde los centros de salud se tramiten directamente las citas de cada persona para su atención en

otros niveles de complejidad cuando sean remitidos

Acciones para superar las barreras geográficas y organizativas

Constituir el área de influencia territorial de cada organización social (Ascal-G, Asopeproc y

Corpoayarí) en un territorio de salud, y cada uno de los núcleos de cada organización en un

microterritorio de salud, para efectos de acercar la atención a las personas, familias y comunidades

Clasificar los microterritorios de salud en tipo A, tipo B y tipo C, según la cantidad de población a

cargo por cada equipo de salud, el grado de dispersión de la población y la distancia entre las

veredas que los constituyen y el centro, puesto o casa de salud10

Lograr que en cada microterritorio de salud el recurso humano se organice por equipos de salud:

i) Equipo de salud tipo A integrado por un médico, un odontólogo, un/a auxiliar de enfermería y

de odontología y un promotor/a de salud por cada vereda integrante del área de influencia de este

tipo de microterritorio de salud11; ii) Equipo de salud tipo B constituido por una auxiliar de

enfermería y los promotores de salud de las veredas integrantes del microterritorio de salud; y iii)

un equipo de salud tipo C conformado por los promotores de salud de las veredas del área de

influencia del respectivo microterritorio de salud.

Garantizar que al territorio de salud de cada organización social llegue periódicamente y de forma

regular el equipo complementario de apoyo del hospital (hoy Centro de Salud) de la Macarena o

del hospital de San Vicente del Caguán, constituido por médico, odontólogo, trabajadora social,

psicólogo, nutricionista, enfermera, ingeniero sanitario, chofer

Desarrollar convenios de coordinación, cooperación y complementariedad para la atención en

salud de toda la población del territorio entre los servicios de atención primaria de los hospitales

públicos de la Macarena y San Vicente del Cagúan, y sus respectivas ESE departamentales,

buscando garantizar acceso a la atención de salud sin fronteras geográficas de toda la población en

áreas de litigio

Lograr un acuerdo entre las organizaciones sociales del territorio, las EPS que afilian la población

del régimen subsidiado (Capital Salud y Asmetsalud, entre otras) y el gobierno, para evitar que la

actual forma de aseguramiento de la población del territorio en el SGSSS, y las formas de

contratación de las EPS con los prestadores de los servicios de salud, introduzcan barreras de

acceso económicas, geográficas, administrativas/organizativas y culturales a la atención de la

10 Nota: Un Microterritorio tipo A es el que en su núcleo dispone de un centro de salud; un Microterritorio de salud tipo

B es el que en su núcleo dispone de un puesto de salud y un Microterritorio tipo C es el en su núcleo sólo dispone de una

casa de salud 11 Como promotoras de salud pueden actuar las parteras reconocidas de cada vereda, los curanderos y yerbateros

formados para tal fin

56

población, y garanticen oportunidad en las citas, continuidad y calidad de la atención. Ello mientras

se adoptan decisiones más efectivas de política pública que eviten la mercantilización del

aseguramiento y de la atención en salud.

Realizar reuniones entre las organizaciones sociales y las alcaldías de La Macarena y la de San

Vicente, el centro de salud de la Macarena, la ESE Solución Salud Meta, la ESE departamental del

Caquetá y el Hospital de San Vicente para definir cómo armonizar el PCSR con los planes

territoriales de salud, municipales y departamentales, en materia de inversiones en infraestructura,

equipamiento y nombramiento de recurso humano, sisbenización y afiliación al SGSSS, acciones

en organización de los microterritorios y equipos de salud, acceso a la atención sin fronteras, entre

otros

Acordar con las comunidades indígenas del territorio el diseño de un programa intercultural basado

en el SISPI (Sistema Indígena de Salud Propio e Intercultural) que evite barreras culturales de

acceso de esta población a la atención en el sistema de salud occidental y garantice el

fortalecimiento y desarrollo del sistema propio de salud

Acciones para fortalecer los programas de salud pública en el territorio:

Lograr que las alcaldías municipales a través de las secretarías de salud y los hospitales encargados

de desarrollar las acciones de salud pública conjuntamente con los equipos de atención primaria

de salud de los territorios, microterritorios y otros sectores de la sociedad, planifiquen y ejecuten

los siguientes programas básicos de salud pública: educación en salud; fomento del acceso al agua

potable y saneamiento básico; promoción de la disponibilidad de alimentos saludables y de

nutrición adecuada; salud sexual y reproductiva, atención materno infantil y planificación familiar;

prevención y control de la violencia basada en género e intrafamiliar; inmunización contra las

principales enfermedades infecciosas; prevención y control de enfermedades infecciosas

endémicas del territorio; prevención y control de enfermedades crónicas; prevención y control en

salud mental; prevención y tratamiento de enfermedades comunes; atención de las necesidades de

salud de las personas en situación de discapacidad; promoción de la paz y la reconciliación entre

los actores el territorio; cuidado de los ecosistemas y la madre tierra; y entrega en el territorio de

los medicamentos esenciales relacionados con la atención primaria en salud y salud pública.

Lograr que el análisis de la situación de salud, la planificación, ejecución, seguimiento y evaluación

de resultados de las acciones de los programas de salud pública se haga desde los territorios y

cuente con la participación de los comités y promotores de salud de los mismos.

Otras acciones varias:

Buscar el documento sobre los PDETS de la reunión de Villavicencio para armonizar el PCSR, lo

mismo que se buscará participar en la formulación de los Plan territoriales de salud de La Macarena

y San Vicente (responsables: Corpoayarí, Asopeproc y Acal-G)

Organizar el núcleo 1 de Ascal G (para que exista el microterritorio y se puedan formar promotores

y comités de salud)

Definir y delimitar bien las funciones de los promotores y comités de salud para que no se generen

confusiones entre ellos y se posibilite su complementariedad

Se propone que una primera fase de ejecución del PCSR sea hasta finales del 2020 cuando se

deberá hacer una primera evaluación de su ejecución

57

Eje Estratégico II: Construyamos atención y gestión integral en salud

Acciones para implementar el modelo de atención en salud:

● Se desarrollará un modelo que garantice la atención en salud de toda la población residente en

el territorio rural, con un enfoque intercultural y articulado con la normatividad del país.

● Se conformarán 3 territorios de salud correspondientes a las áreas delimitadas en las 3

organizaciones campesinas (ASCAL-G, CORPOAYARÍ y ASOPEPROC), que a su vez

estarán conformados por microterritorios de salud que corresponden a los núcleos de cada

organización (7 en ASCAL-G, 6 en CORPOAYARÍ y 3 en ASOPEPROC).

● Se clasificarán por tipos los microterritorios de salud, dependiendo de la cantidad de habitantes

y el grado de dispersión de la población y distancia entre veredas, así como de la infraestructura,

dotación y recurso humano de la institución de referencia que se disponga en cada núcleo. En

este sentido, se configurarán 3 microterritorios tipo A, los cuales contarán con centros de salud

y su respectivo equipo básico de salud tipo A; los microterritorios tipo B contarán con puestos

de salud y su respectivo equipo básico de salud tipo B y; los microterritorios tipo C contarán

con una casa de salud en la que se reunirán los promotores de salud de las veredas

pertenecientes al microterritorio. Los promotores de salud de cada vereda de los

microterritorios tipo A y tipo B se reunirán en los correspondientes centros o puestos de salud

de su microterritorio. La constitución del equipo interdisciplinario tipo A y tipo B se mencionan

en el Eje Estratégico I. Se resalta que esta territorialización de salud está sujeta a ajustes con la

comunidad debido a que, para la construcción de la infraestructura, en algunas veredas aún no

se cuenta con la documentación de la propiedad de los predios y otras se encuentran ubicadas

en la zona de parques naturales. (Pendiente definir el número de microterritorios tipo B y tipo

C dependiendo de la clasificación de los núcleos en CORPOAYARÍ).

● Existirá un equipo complementario encargado de los 3 territorios de salud y equipos de salud

comunitarios con promotores de salud por cada microterritorio de salud, que se desplazarán

periódicamente a las veredas pertenecientes al área de influencia de los microterritorios;

asimismo, se dispondrá de 3 psicólogos, 1 por cada territorio de salud, que realicen consultas

y seguimiento en los colegios, teniendo en cuenta la falta de atención psicosocial a niños y

adolescentes, referida por la comunidad.

● Se articulará el modelo de atención con la Red Integrada de Atención de Salud, adaptando las

Rutas Integrales de Atención en Salud (RIAS) a las particularidades del territorio, con el apoyo

del Estado, implementando RIAS específicas para la prevención y tratamiento de enfermedades

transmitidas por vectores; accidentes y enfermedades laborales; prevención y detección

temprana de enfermedades de transmisión sexual y; salud de la mujer y atención de la gestante

(siendo estos prioritarios para la comunidad). Se propone que las RIAS sean apoyadas por las

diferentes asociaciones campesinas, de mujeres y de jóvenes pertenecientes a los territorios de

salud.

● Se mejorará la cobertura de internet para implementar efectivamente el programa de telesalud

y se solicitará a las EPS generar una plataforma virtual para el agendamiento de citas y

seguimiento de las condiciones de salud.

Acciones para el subcomponente institucional y comunitario

58

● Se mejorará la contratación y remuneración del personal de salud, tanto el actualmente

vinculado como los que se requieren vincular a futuro, por lo que se propone la generación de

contratos laborales a término indefinido y no por prestación de servicios, con salarios acordes

a los cargos y actividades que desempeñen.

● Se constituirá una organización conjunta (cooperativa o asociación comunitaria de salud) de

promotores de salud y comités de salud de los tres territorios de las organizaciones sociales

(Corpoayarí, Asopeproc y Ascal-G), para que ayude a la coordinación, planificación,

contratación, capacitación, desarrollo de proyectos, consecución de recursos, ejecución y

control de las acciones de atención primaria en salud en el territorio. Esta organización estará

bajo la supervisión de las organizaciones sociales del territorio y de las comunidades de origen

de los promotores y comités de salud a quienes rendirán cuenta de sus actividades.

● Se creará una campaña para concientizar a la comunidad de la importancia de la exigencia del

derecho a la salud y la implementación del PCSR.

● Se fortalecerán los comités de salud existentes y se constituirán los comités de salud de las

Juntas de Acción Comunal restantes (la comunidad propone que los promotores de salud sean

integrantes de los comités, para fomentar el empoderamiento en salud y el sentido de

pertenencia).

● Se continuará el proceso de capacitación de promotores de salud y se vincularán nuevos

promotores en las veredas donde no existan.

● Se generará un manual de funciones para los promotores de salud y para los comités de salud

con el fin de definir responsabilidades y competencias, siendo una de ellas las acciones de

control y vigilancia epidemiológica por cada microterritorio y territorio de salud, realizando

una vinculación directa con el centro de estudios en enfermedades tropicales (la comunidad

propuso eliminar el objetivo específico correspondiente a la creación de comités de control y

vigilancia epidemiológica y plantearlo como una función de comités y promotores de salud).

● Se harán cartillas de difusión que socialicen temas de interés comunitario en salud, con la

participación de la comunidad y de los promotores y comités de salud

Eje Estratégico III: Desarrollemos saberes ancestrales y alternativos

Acciones para fortalecer el recurso humano propio

Se identificarán las personas con el conocimiento en medicina ancestral y alternativa en el

territorio.

Se generarán espacios para que las personas con estos conocimientos en medicina ancestral y

alternativa puedan capacitar a las demás personas en el territorio.

Se propiciará un “Encuentro de Sabedoras y Sabedores” que permita el dialogo, el intercambio

y el aprendizaje en torno a la medicina ancestral y alternativa.

Se gestionará la certificación, homologación y validación de los conocimientos en medicina

ancestral y alternativa.

Se construirá un diccionario botánico de la región, en el cual se identifiquen los nombres de las

plantas y sus usos medicinales.

59

Acciones para incluir los conocimientos y prácticas ancestrales y alternativas en el modelo comunitario

e institucional de salud

Se integrarán a las personas con conocimientos ancestrales y alternativos en los Comités de

Salud de las respectivas veredas.

Se recopilarán los saberes ancestrales y alternativos a través de cartillas, videos, grabaciones,

etc., para que puedan ser transmitidos a las generaciones actuales y futuras dentro y fuera del

territorio, y promocionados en los centros y puestos de salud.

Se incluirá en el equipo de los centros y puestos de salud, a una persona con conocimientos

certificados en medicina ancestral y alternativa.

Se conformarán en los espacios comunes, escuelas, colegios, fincas y en las viviendas huertos

comunitarios con hierbas y plantas medicinales.

Se aprovecharán las horas sociales de los colegios para que se generen diálogos sobre la

medicina ancestral y alternativa, y para que los/as estudiantes apoyen los huertos caseros.

Se incluirá dentro de la ruta de atención el nivel de medicina ancestral y alternativa, pues la

mayoría de personas en el territorio acuden primero a los “remedios caseros”.

Se fortalecerá el dialogo entre los comités de salud de las JAC y los comités de salud

conformados en los colegios.

Acciones para impulsar la organización del sistema intercultural de salud propio.

Se constituirá una organización con nombre, logo, etc., y se le definirá un plan de trabajo para

que gestione las acciones correspondientes a un sistema intercultural de salud.

Se fortalecerá el dialogo entre los comités de salud de las JAC y los comités de salud

conformados en los colegios.

Acciones para promover el desarrollo de proyectos de producción de plantas y hierbas medicinales.

Se fortalecerán y ampliarán los programas de plantas aromáticas y medicinales que se estén

desarrollando en el territorio a través de las organizaciones de mujeres y; los programas de

huerta casera y jardín botánico promovido por el PENIS, entre otros.

Se investigará y analizará el mercado de las plantas medicinales para identificar cuáles de las

que existen en la región tendrían mayores posibilidades de distribución.

Se gestionarán capacitaciones para aprender a transformar las plantas medicinales en productos

como aceites, pomadas, jarabes etc.

Eje Estratégico IV: Promovamos acciones transectoriales por la salud

Acciones para garantizar convivencia armoniosa con la naturaleza

Se exigirá el cumplimiento del Punto 1 RRI del Acuerdo de Paz de La Habana

Se gestionarán proyectos productivos agrícolas para el mejoramiento de suelos, tecnificación

de las actividades mediante maquinaria y tecnologías que faciliten el arado, fertilización,

siembra y cosecha, y la implementación de granjas autosostenibles.

60

Se gestionarán proyectos silvopastoriles para la tecnificación de la actividad ganadera con

criterios de sostenibilidad.

Se impulsará y promoverá el uso de energías limpias, como la construcción biodigestores que

reemplacen el consumo de leña para las actividades de la cocina.

Se gestionarán recursos y asistencia técnica para sembrar especies nativas que permitan la

recuperación y cuidado de cuencas hidrográficas.

Se conformarán cooperativas y asociaciones para la comercialización de semillas nativas.

Se impulsarán las discusiones entre instituciones y campesinos/as para llegar a acuerdos sobre

la problemática ambiental en el territorio.

Se adelantarán campañas pedagógicas en las escuelas, colegios y veredas sobre el cuidado

ambiental, y sobre el daño que genera la tala y la caza desmedida.

Se conformará una veeduría ciudadana para garantizar el mejoramiento fisico de las plantas de

sacrificio en la zona, y para el control de sus procesos internos, entre ellos el vertimiento de

aguas residuales.

Acciones para preservar y cuidar las especies animales

Se adelantarán campañas en educación ambiental, en las cuales se informe sobre las especies

nativas en peligro de extinción, y sobre los riesgos de la deforestación y la caza indiscriminada.

Se establecerán multas desde las JAC para el control de la caza y la pesca.

Acciones para promover la producción de fitosanitarios orgánicos

Se gestionarán capacitaciones y asesoría técnica sobre el control biológico de plagas, y sobre

la generación de abono orgánico.

Acciones para promover el acceso a agua potable y saneamiento básico.

Se gestionarán capacitaciones a las comunidades en la elaboración, uso y mantenimiento de

filtros para tratar el agua en las viviendas.

Se gestionarán recursos y asesoría técnica para la construcción de sistemas de acueducto y

alcantarillado alternativos que permitan tratar el agua potable y residual, con técnicas

amigables con la naturaleza; y se identificarán otras alternativas como el aprovechamiento y

mejoramiento de aljibes, y de los pozos sépticos para la generación de biodigestores.

Se gestionará la adecuación de rellenos sanitarios que faciliten la disposición final.

Se adelantarán campañas de reciclaje y clasificación de residuos sólidos.

Se adelantarán charlas en la comunidad sobre la problemática de la contaminación del agua.

Acciones para impulsar la soberanía y la seguridad alimentaria.

Se fomentarán las buenas prácticas para la manipulación y preparación de alimentos.

Se estimulará nuevas prácticas de consumo basada en la alimentación sana y balanceada, y en

el consumo de productos orgánicos (agroecológicos).

61

Se establecerá en el territorio un banco de semillas para conservar las especies nativas y

medicinales, asegurando la producción de estas especies y el equilibrio en el ecosistema.

Se conformará un centro de acopio para la comercialización de los productos agrícolas.

Acciones para procurar la seguridad en el trabajo.

Se garantizará la seguridad en los trabajos de alto riesgo a través de capacitaciones sobre el uso

de implementos de protección, y sobre el uso de herramientas como la guadaña y la motosierra,

por ejemplo. De igual manera se identificarán las actividades que mayor riesgo pueden

presentar en el territorio.

Se consolidará un seguro para accidente o enfermedades derivadas de las labores de los

campesinos, campesino.

Se impulsará la afiliación al sistema de riesgos laborales del SGSSS para los trabajadores/as

del campo.

Acciones para promover el mejoramiento de las viviendas

Se impulsará la readecuación y reemplazo de cocinas de leña por energías renovables como la

generación de gas a través de biodigestores;

Se gestionará el cambio de techos con goteras y el reemplazo de pisos de tierra por piso de

material.

Se adecuarán baterías sanitarias.

Se impulsarán las actividades de mantenimiento de tanques de recolección de agua lluvia

instalados en las viviendas.

Acciones para desarrollar colegios y escuelas saludables.

Se intervendrá en escuelas y colegios para garantizar la instalación y mantenimiento de filtros

de tratamiento de agua, baterías sanitarias, la limpieza y mantenimiento de tanques de

recolección de agua, el manejo de agua empozada, y el manejo de residuos sólidos.

Se identificarán los principales factores que afectan la salud de los/as estudiantes en sus áreas

de estudio y se generarán las respectivas soluciones.

Se gestionará la construcción y el mejoramiento de unidades recreativas en colegios y escuelas.

Se fortalecerán y construirán las bibliotecas en los colegios y escuelas.

Acciones para fomentar el logro de veredas y centros poblados saludables.

Se desarrollarán campañas para sembrar árboles en espacios públicos.

Se fortalecerá la convivencia pacífica en la comunidad, y el dialogo afectivo y respetuoso a

través de la instalación en lugares públicos de sillas.

Se gestionará el mantenimiento e instalación del alumbrado público en aquellas zonas donde

sea necesario.

62

Se gestionará la construcción y el mejoramiento de unidades recreativas, parques y

polideportivos, con equipos para el ejercicio según las edades de la población.

Se gestionarán programas culturales y deportivos como cineforos y aeróbicos.

Se adelantarán campañas y programas que promuevan la vacunación y esterilización de los

animales de compañía.

Acciones para adecuar vías amigables con la salud.

Se desarrollarán campañas para arborizar las vías.

Se gestionará maquinaria para garantizar el mejoramiento y mantenimiento de las vías, y su

pavimentación para evitar el polvo.

Se implementará señalización en las vías.

Exigir al Estado la inversión en la construcción y mantenimiento de las vías en el territorio.

Eje Estratégico V: Hagamos participación social y comunitaria vinculante y desde una perspectiva

diferencial de condición socioeconómica, etnia, género, edad y discapacidad

Acciones para impulsar la construcción de un sujeto social y político de la salud

Se gestionarán capacitaciones sobre Derecho a la salud y mecanismos de exigibilidad. Estas

capacitaciones también desarrollarán contenidos relacionados con las estrategias de

comunicación comunitaria, pedagogía y formulación de proyectos, entre otras temáticas.

Se impulsará la cátedra de derechos en los colegios, con contenidos y metodologías que

faciliten la práctica de los y las estudiantes, y la vinculación de los colegios y escuelas al PCSR.

Se impulsará la campaña vinculante por la salud del territorio.

Se buscarán espacios institucionales y departamentales para resolver los conflictos de litigio

limítrofe.

Acciones para promover la organización, el fortalecimiento y la vinculación en red de los comités de

salud.

Se consolidará la caracterización y el censo poblacional.

Se garantizarán los encuentros de los comités de salud dos veces al año.

Se gestionará el apoyo externo para el fortalecimiento de las JAC y de sus Comités de Salud.

Se fortalecerá el apoyo a los territorios y microterritorios de salud.

Se fortalecerá la organización de los núcleos para que desde allí se apoye la implementación

del PCSR a través de la definición y ejecución de acciones conjuntas entre las veredas de cada

núcleo, y del intercambio de información y experiencias entre Comités de Salud.

Se desarrollarán estrategias comunicativas, entre ellas la actualización e instalación de los

tableros informativos.

Se incluirá en la agenda de las reuniones por núcleos un punto para abordar el tema de salud

rural a cargo de los Comités de Salud.

Se conformará un fondo pro-urgencias de salud.

63

Acciones para impulsar la movilización por el derecho a la salud

Se impulsarán movilizaciones y manifestaciones ante instituciones encargadas. Entre esas

acciones se tendrá en cuenta mecanismos democráticos de apoyo electoral a quienes se

comprometan con la implementación del PCSR y de democracia participativa como los

cabildos abiertos, para hacer aprobar el PCSR a nivel municipal y, en conjunto con otros

territorios rurales, iniciativas populares legislativas para introducir cambios que faciliten la

transformación de la salud rural

Se buscará el apoyo de organizaciones defensoras de DD.HH para impulsar la exigibilidad del

derecho a la salud en todas sus formas, incluida una exigencia a la Corte Constitucional de

declarar el estado de cosas inconstitucional en salud en los territorios rurales de Colombia.

Se empoderará a las personas, familias y comunidades para la exigibilidad del derecho a la

salud y los demás derechos sociales, ambientales, económicos y culturales relacionados con la

salud

Se impulsará el abordaje estructural e integral de las problemáticas.

Se fortalecerán los procesos de articulación de las diferentes comunidades y culturas que

habitan el territorio.

Se impulsará la constitución de un Consejo o Mesa Municipal Permanente de Salud con la

participación de los distintos actores institucionales, de la sociedad civil, sector privado, ONGs,

organizaciones comunitarias, de mujeres, indígenas, entre otras, como espacio para la toma de

decisiones, formulación de políticas, planes, programas y proyectos saludables, hace

seguimiento de su ejecución y garantizar rendición de cuentas

Acciones para contribuir a la reconciliación entre las personas en proceso de reincorporación y las

comunidades del territorio.

Se gestionará el reconocimiento de los saberes de los y las excombatientes en salud rural.

Se adelantarán actividades simbólicas de reconciliación que la apuesten a la reconstrucción

de la memoria y del tejido social.

Se apoyará el proceso que viene desarrollando el ETCR Urías Rondón.

Algunas enseñanzas

La firma del Acuerdo de Paz en La Habana, abrió un escenario no solo para una posible solución

negociada al conflicto y el tránsito hacia un eventual escenario de posacuerdo, sino también la

oportunidad para que las comunidades golpeadas por años y años de conflicto proyectaran su trabajo

hacia la construcción de la paz. En esta ponencia se presentó un ejemplo sencillo a través del cual las

comunidades de una zona que históricamente ha estado en medio del conflicto, han logrado

recomponer su tejido y apostarle a la planificación comunitaria para la salud rural.

Sin duda han sido muchas las enseñanzas que ha dejado este proceso que aun continua, y que no se

han sistematizado de manera precisa. Sin embargo, lo presentado en esta ponencia, genera insumos

para la reflexión-acción en tres sentidos relevantes:

64

Diálogo continuo de saberes

En el transcurso de este proceso, el dialogo de saberes se ha dado en tres niveles principalmente:

-Entre comunidades y academia: Se han complementado los enfoques de atención primaria en salud

APS, entre otros, con los saberes populares y ancestrales en torno a la salud, incluyendo el que poseen

los y las excombatientes dentro de la denominada “medicina de la guerra”. Este dialogo permitió

reconocer que las comunidades mantenían un saber importante, pero que éste se estaba olvidando, de

allí su importancia de rescatarlo e incluirlo en la planificación comunitaria en salud. E

-Entre disciplinas: La apuesta por la interdisciplinariedad ha generado que profesionales de las ciencias

sociales, interlocuten y construyan con profesionales de las ciencias de la salud, por ejemplo. Las

barreras de acceso del sistema de salud pública, vistas a la luz de las particularidades sociales,

culturales, económicas, políticas y ambientales, y de las características de configuración del territorio,

permite una mirada más amplia, compleja e histórica de la problemática. Fruto de este dialogo han

sido las pasantías y trabajos de grado de estudiantes.

La planificación comunitaria como herramienta de autogestión, transformación y

fortalecimiento de las organizaciones en los territorios;

La planificación es un ejercicio político. Si al nombre de planificación agregamos el apellido

“comunitaria”, estamos definiendo quienes son los y las protagonistas de ese ejercicio, sus posibles

intereses y objetivos políticos, y hasta la metodología que esta planificación debe tener.

La planificación comunitaria también busca reducir las incertidumbres y las incoherencias, pero una

diferencia con aquella planificación externa o estatal, por ejemplo, está en los medios o los

instrumentos que se emplean para eso. El principal mecanismo que tienen las comunidades y a través

del cual se fortalece el trabajo, es el trabajo organizativo y comunitario. A través de este trabajo se

impulsan los principios de participación directa en la toma de decisiones para actuar sobre los

problemas más importantes en la comunidad, o para interlocutar con instituciones encargadas de

hacerlo.

La planificación comunitaria busca la participación desde que se identifican los problemas y sus

posibles soluciones, hasta el seguimiento y evaluación de las acciones planeadas. Es una participación

amplia y constante: 1) amplia porque busca involucrar al mayor número de personas ganando

representatividad y presencia en distintas veredas; y 2) constante porque busca superar la simple

participación de la comunidad en los talleres y llevarla a una participación activa y propositiva sobre

las acciones que se deben adelantar.

De esta manera, la planificación comunitaria es una posibilidad para fortalecer el trabajo organizativo,

y una herramienta para dar forma a los sueños de la comunidad, e impulsarlos hasta que se realicen,

ya sea de manera autónoma o estableciendo diálogos con otros actores o instituciones externas al

territorio.

Entendido como el resultado de un proceso, el Plan Comunitario de Salud Rural ha transitado hasta

ahora distintas etapas, de las cuáles podríamos resaltar, entre muchas otras, las siguientes enseñanzas

que se han obtenido hasta ahora.

-Incluyendo la lucha por la salud en el día a día de las comunidades: Aunque las comunidades tienen

claras las barreras que dificultan impiden el pleno disfrute del derecho a la salud, muchas de ellas se

65

han naturalizado, de tal manera que resulta difícil cambiar las cosas, o mejor esperar a que otras

personas lo hagan. Una de las apuestas para cambiar esta forma de pensar y de actuar, ha sido la

recomposición de lo que podríamos llamar el tejido comunitario para la salud.

Un tejido conformado por un grupo de Trabajadores Comunitarios de Salud, que a través de

capacitaciones han logrado adquirir y fortalecer los conocimientos básicos en materia de salud. A los

Trabajadores Comunitarios se suman los Comités de Salud, que si bien muchos estaban establecidos

como parte de las JAC, en este proceso se impulsó su reactivación dirigida a respaldar y desarrollar

acciones para mejorar la salud en los territorios. Aunque falte mucho camino por delante, este tejido

comunitario para la salud es fundamental, por eso debe seguirse fortaleciendo.

Los diagnósticos participativos o como superar el problema del “carro viejo”: Las herramientas

participativas, antes que generar desgastes deben permitir el fortalecimiento de las comunidades, como

actores conscientes y transformadores de sus propias realidades. Sin embargo, en los últimos años este

tipo de herramientas se ha multiplicado, a tal punto que muchas personas piensen que se encuentran

como “carro viejo… de taller en taller”. Aunque el proceso de construcción del Plan Comunitario de

Salud también pudo caer en esto, replicando en algunos momentos dichas prácticas, resulta

conveniente mencionar las enseñanzas que puedan quedar de esto, para superar dicho problema y evitar

que el carro viejo vuelva al taller, o que lo haga para arreglos más sencillos y rápidos.

Que existan compromisos para la devolución de la información: es importante que la

comunidad pueda contar con los resultados de los talleres a los cuales asiste. Pero esta

devolución no puede ser extensa e incomprensible, contrario a ello, debe ser de fácil uso para

la toma de decisiones de las organizaciones en el territorio. De allí, la importancia en que se

establezcan acuerdos entre la comunidad participante de los talleres y las organizaciones o

instituciones que los realizan, para que la información recolectada pueda regresar a las

comunidades, luego de ser ordenada (sistematizada). Así se evitará caer en el

“sobrediagnóstico”, o a volver sobre asuntos ya tratados.

Que la comunidad proponga e incida en las metodologías de los talleres: deben existir

compromisos previos para que sean las personas de los territorios quienes hagan parte del

diseño de las metodologías, los objetivos y la información recolectada en los talleres. Es decir,

la comunidad está en total capacidad de aportar en los talleres más allá de facilitar información

o garantizando los aspectos logísticos. Esto permitirá que las personas de las comunidades

adquieran destrezas y herramientas metodológicas para desarrollar, de manera autónoma,

espacios participativos en sus respectivas veredas o territorios.

66

Poligrafía Social: la investigación comunitaria del territorio como

entramado vivo de memoria, naturaleza y cultura

Álvaro César Velasco Álvarez. Fundación Fundaminga, Bogotá

“Más allá de las partículas, de los campos de fuerza, de la geometría, del espacio y del tiempo, hay un

último elemento constitutivo de todo ello, un acto sutil: el del sujeto que participa para darle existencia

al mundo, habitamos un universo de participación que al mismo tiempo nos habita. John Wheeler

1. Introducción

a Poligrafía Social de Fundaminga12 se puede definir como un entramado conceptual y

metodológico inspirado en la Investigación Acción Participativa que comenzó a tejerse en los

años 7013, época en la cual un vigoroso movimiento social campesino, hizo visible dimensiones

de la realidad más profunda y diversa de la sociedad colombiana. Movimiento campesino que, en la

región montañosa de los Andes del sur de Colombia, habitada por pueblos originarios y comunidades

raizales, tuvo características especiales que, fueron modeladas por hechos, acciones y circunstancias

inesperadas que propiciaron la emergencia de reveladores fenómenos que hicieron posible el

resurgimiento en la región de culturas y comunidades raizales, que habían sido hasta ese entonces

completamente ignoradas. Comunidades y culturas raizales que, al calor del movimiento y con el

tiempo, formaron un campo relacional solidario con quienes, desde diversas organizaciones de la

sociedad civil, salieron a apoyarlas. Y al interior de ese nuevo campo relacional, un colectivo de

activistas intentaba desde la práctica del acompañamiento y la reciprocidad procuraba responder a los

inusitados desafíos que ese naciente y atípico movimiento planteaba. Colectivo plural, autónomo y

abierto que terminó siendo reconocido como: “los solidarios”.

Conviene decir, sin embargo, que la relación de los activistas con las comunidades raizales (calificativo

que en el presente escrito abarca por igual a comunidades indígenas, negras y campesinas), comenzó,

como era obvio, sin el nivel apropiado de comunicación que se requería para construir una relación de

respeto y reconocimiento entre personas y comunidades de tan diverso origen y cultura. Barrera en la

comunicación producto, en primer lugar, de la ignorancia fundada y promovida por los sólidos

prejuicios derivados de la formación colonialista eurocéntrica del conjunto de la sociedad dominante,

prejuicios también arraigados, aunque de otra manera, en los activistas políticos de la izquierda de

12 Fundaminga es un colectivo interdisciplinario de amigos solidarios que inspirados en el legado de Orlando Fals Borda y

con lo aprendido en una larga práctica de acompañamiento a procesos comunitarios que comenzó en la década de los años

70 del siglo pasado, ha creado la Poligrafía Social. Gloria María Restrepo, Juan Carlos Peña Márquez, Rodolfo Álvarez

Figueroa, Juan Carlos Preciado By Álvaro César Velasco Álvarez han conformado a través del tiempo el núcleo principal

de la Fundación 13 El movimiento social de esa época se formó en torno de la ANUC Asociación de Usuarios Campesinos, creada en el

gobierno de Carlos Lleras Restrepo con el propósito de modernizar el campo, para lo cual pretendía, transformar a los

campesinos en “usuarios” es decir, en trabajadores agrícolas dependientes del crédito, la asistencia técnica y de los demás

insumos propios de la agro-industria. La ANUC, sin embargo, influenciada por la izquierda radical se convirtió en

promotora de un movimiento social que bajo la consigna “la tierra para quien la trabaja “cubrió todo el país, haciendo que

los campesinos tomaran grandes latifundios improductivos apoyados por un decidido destacamento de activistas, estudiante

e intelectuales.

L

67

aquellos años, especialmente en cuanto a la concepción del mundo de la gente raizal y concretamente

a sus costumbres, valores, saberes, creencias y territorios. No obstante, buena parte de esas

incomprensiones fueron superándose a medida que las comunidades al recuperar su íntima relación

con la tierra de sus ancestros recuperaron también la memoria primordial que la tierra y los ancestros

humanos y no humanos, parecía haber guardado para ellos. Memoria que se recuperaba con relatos

que emergían en boca de los mayores, a medida que se avanzaba en los recorridos que se hacían para

volver a reconocer los distintos elementos de su tierra ancestral montañas, ríos, lagunas, piedras,

árboles, plantas y animales se convertían así en surtidores de historias, mitos y saberes. Experiencia

vivencial que confirmaba, en nosotros, lo acertado y pertinente de la Investigación Acción Participativa

IAP, recién propuesta, en aquel tiempo, por Orlando Fals Borda y el grupo La Rosca14. De esa forma

se recuperaba la sabiduría ancestral tejida con la memoria viva de la naturaleza, memoria que, se hacía

presente para mostrarnos que la tierra ancestral, es el fundamento vivo del pensamiento, el lenguaje y

la cultura de esas comunidades.

Esa emergente y dinámica realidad, no cabía en las formas y los esquemas dominantes de

investigación, de modo que comprenderla sólo fue posible cuando con la recuperación de la tierra

ancestral se recuperaron raizales formas y maneras de saber y de vivir que propiciaron material, mental,

espiritual y emocionalmente el renacimiento de esos pueblos y culturas antes condenados a una

supuesta e inevitable extinción.

La investigación entonces se transformó en una experiencia vivencial de intercambio de información,

materia y energía que le dio sustento y consolidó una productiva, generosa y respetuosa amistad,

energía que fue formando un nuevo campo relacional fundado en el respeto solidario a la diversidad,

campo que durante dos décadas pudo enfrentar con relativo éxito el desafío de construir con la gente

raizal otra forma de generar participación, acción y conocimiento para animar el resurgimiento de esas

otras maneras de ser y de vivir. La reciprocidad amistosa se convirtió en una forma permanente de

solidaridad de doble vía. Reconocimiento mutuo que en muchos de nosotros produjo una modificación

radical en la manera de comprender la diversidad del mundo, la vida y la cultura, como expresión viva

del intercambio orgánico entre cultura y naturaleza. Relación que ahora, en nuestro tiempo se deshace,

más rápido de lo que algunos piensan, debido a la explotación intensiva, irracional y criminal que de

la diversidad biológica y cultural se realiza para impulsar el “desarrollo”.

2. El territorio: entramado vivo de memoria, naturaleza y cultura.

Esa relación construida mediante el diálogo amistoso y solidario, en poco tiempo cambiaría nuestra

visión del territorio, sobre todo por cuenta de las conversaciones y recorridos que se realizaron en el

territorio del Gran Cumbal del pueblo indígena de los pastos. Territorio ancestral formado sobre el

nudo montañoso en los Andes del sur de Colombia y norte del Ecuador, al que los nativos nombran

14 La Rosca de Investigación y Acción Social colectivo de intelectuales orgánicos conformado por Orlando Fals Borda,

Víctor Daniel Bonilla, Augusto Libreros y Gonzalo Castillo que impulsaron la investigación social militante con el

propósito de generar con la gente de base, el conocimiento necesario para transformar la sociedad. Independiente de los

partidos, en la década de los 70, produjeron importantes documentos en busca de un método de acción e investigación

capaz de superar el neo-colonialismo en la producción social de conocimiento.

68

como el “nudo de la huaca”15 que anuda o enlaza, por los cuatro puntos cardinales la diversidad de la

naturaleza y la cultura características de la geografía en esa ecuatorial región de Suramérica. Por el

oriente de esa gran montaña, se anuda los Andes con la amazonia de los pueblos indígenas inga, siona

y kofan, por el occidente con la selva habitada por las comunidades afro-raizales del litoral Pacífico,

por el sur con las montañas y volcanes de las comunidades descendientes de las antiguas culturas

quichua y aimara y, por el norte con pueblos y comunidades raizales indígenas, campesinas y negras

del departamento de Cauca. Los recorridos permitieron descifrar el significado y la memoria del

paisaje, ríos, montañas, lagunas, páramos y piedras gravadas. Varios de esos sitios según la tradición

indígena son sagrados porque propician la relación fecunda del cielo con la tierra. Extraordinario fue

escuchar en esos lugares, antiguas historias y míticos relatos anclados en esos sitios, que al

reconocerlos avivaban la memoria de los ancianos sabedores, dando lugar a múltiples reflexiones y

preguntas. Dinámica de aprendizaje, emocionante, sensible y creativa, que hizo posible el que

pudiéramos captar, por primera vez, la resonancia de la sabiduría ancestral en el territorio. Resonancia

que abrió la mente colectiva hasta llevarnos a comprender de otra manera la relación que hace la

memoria viva y presente del pasado que permanece y da sentido a la existencia de todo lo viviente.

Esa historia tuvo un momento culminante, cuando los mayores empezaron a evocar en sus relatos la

figura mítica y legendaria de Juan Chiles16. Evocación que produjo en un grupo de solidarios la

necesidad de investigar archivos históricos, juzgados y en notarías, en busca de alguna información

sobre Juan Chiles. Pesquisa que culminó con éxito ya que pudieron recatar documentos que daban

cuenta de la gestión realizada por Juan Chiles ante la corona española, en procura del reconocimiento

de su pueblo. Reconocimiento de los pastos que Juan Chiles obtuvo del rey, en un documento que

terminaba reconociendo al pueblo indígena de los pastos diciendo “Carlos os ama”. La emoción y el

entusiasmo que produjo ese hallazgo, dieron origen a un hecho inédito, notable y de innegable valor

estético y cognitivo. Ocurrió un buen día, en una de aquellas conversaciones que, alimentadas por la

memoria ancestral, la imaginación y el fervor de la gente, se preguntaba acerca de la sabiduría de don

Juan Chiles, cuando un hombre anciano tomó la palabra y con emoción desbordada comenzó a hablar

con delirio creando en el ambiente la sensación de que algo iba a suceder escuchando sus palabras,

hasta que haciendo una pausa, dijo:

“Juan Chiles llegó a ser sabio porque sabía tres cosas: sabía desatar el quichua, conocía el libro del

rey y sabía labrar a cordel”

Palabras nunca oídas, que tejieron con misterio, belleza y sabiduría, los tres saberes que aún son

necesarios para que un pueblo sea reconocido y pueda existir, evolucionar y permanecer:

Juan Chiles sabía “desatar el quichua” es una expresión que, luego del desconcierto que causa,

seduce y sutilmente lleva a reconocer la necesidad de recuperar el profundo sentido relacional de la in-

formación latente en las lenguas raizales que por estar formadas a partir de relaciones orgánicas con el

entorno natural y con el cosmos pueden dar cuenta, sin fragmentar de la biodiversidad que nombran y

15 El término huaca, waca o uaca, del quechua wak'a designaba a todas las sacralidades fundamentales, santuarios, ídolos,

templos, tumbas, momias, lugares sagrados, animales, y astros de los que los ayllus, o clanes creían descender sus

antepasados y deidades principales, el sol y la luna.

16 El volcán Chiles, por donde pasa la línea fronteriza entre Colombia y Ecuador, según la tradición es morada del espíritu de Juan

Chiles.

69

de la que hacen parte. Desatar lenguajes ancestrales permite comprender el significado y la función

que esas culturas le asignan a las relaciones entre los seres vivos y a los elementos con que comparten

su existencia, relación que permite comprender el sentido de la sacralización de lugares que cumplen

una función primordial para el sustento de la vida, la protección de ecosistemas y el acoplamiento

cultural a los ciclos de reproducción del conjunto y de cada uno de todos los seres vivos que configuran

la compleja, frágil y diversa red de relaciones que configura la ancestral territorialidad de la que

orgánicamente hacen parte. Comprensión de los lenguajes raizales, que, de otra parte, es indispensable

para generar procesos de “endogénesis explicativa y contextual” que Fals Borda17 aconsejaba como

necesarios para producir el conocimiento a partir del reconocimiento de la tierra que pisamos y de la

diversidad biocultural que en ella habita, para como el maestro lo planteaba, superar el euro-centrismo

y la dependencia económica, cultural e intelectual que nos impide generar una adecuada compresión

de nuestra compleja realidad.

De Juan Chiles, aprendimos a comprender el sentido y significado de los lenguajes ancestrales que

afloran en la memoria de los mayores, cuando se realizan romerías por el territorio, para reconocer y

conversar. De esa experiencia de recuperación de la memoria primordial se deriva nuestra propuesta

de recrear la memoria elaborando mapas ancestrales, memoria viva que se expresa y se recrea al

reconocerla anclada en la flora, la fauna, los ríos, las montañas, los lugares sagrados, las semillas, así

como también en las prácticas tradicionales de cultivo, los mitos y ceremonias rituales que re-crean

conexiones con la primordial memoria del origen de la vida y la cultura. Los mapas ancestrales activan

y valoran hábitos, pautas y formas tradicionales de cooperación que en los procesos de investigación

son fundamentales para fortalecer el resurgimiento de todo lo viviente, en cuanto que, vuelve, esa

memoria primordial, a hacer resonancia en el presente, se trata, en mi sentir, de aquello que R.

Sheldrake18 ha identificado bajo el nombre de camposmorfogenéticos, cuya resonancia, una vez

recuperada, puede generar nuevas dinámicas de re-creación de la vida y la cultura.

Lenguajes ocultos, que en la práctica se vuelven indispensables para re-construir relaciones orgánicas

de intercambio equitativo y solidario, con la otredad que nos circunda. Lenguajes que elaborando

mapas ancestrales vuelven a resonar en la mente de los participantes cuando al dibujar, vuelven

virtualmente a pasar por lugares, ríos, montañas, plantas, animales y lagunas y demás elementos de su

territorio. Lenguajes que, por la manera emocional, ética y estética en que se recrean traen al presente

memorias que restauran la dignidad y le dan fuerza, sentido y esperanza, a quienes luchan e investigan

con el propósito de proteger la diversidad biocultural para defender la vida.

Juan Chiles “conocía el libro del rey” sólo comprendimos el valor de esa sabia enseñanza cuando hubo

que defender el derecho fundamental de los pueblos indígenas a su identidad y territorio, derecho

necesario para que esas comunidades no fueran a desaparecer como culturas diferentes de la faz de la

17 En la “Lección inaugural” del sociólogo Orlando Fals Borda, pronunciada en agosto de 2002, en Bogotá, con el título de

“Ciencias Sociales, integración y endogénesis”. Plantea la necesidad de confrontar y contextualizar los conocimientos y

saberes que circulan por la Academia con las realidades propias, para recrear a su vez esos conocimientos como resultado

de esa interrelación. Esa propuesta se conoce como “principio de la endogénesis contextual” 18 Rupert Sheldrake, autor de la hipótesis sobre los campos morfogenéticos parte de considerar que todos los sistemas

auto-organizados se inspiran en una memoria colectiva precedente de sistemas similares. Ver Futuros científicos, pág.

422 de “El espejismo de la Ciencia”. Editorial Kairos Barcelona 2013.

70

tierra. Entonces entendimos que es el “libro del rey”, es decir, la Ley que gobierna, la que dice como

se construyen los mapas del presente para someter y controlar las dimensiones ambientales,

económicas y político-administrativas de los estados-naciones, importante para comprender como bajo

la lógica del poder dominante los territorios de las comunidades raizales se fragmentan, segregan y

degradan la naturaleza, la comunidad y la cultura, es decir que, la Ley, entonces, sino se maneja para

defender la diversidad cultural y natural atenta contra la vida y el bienestar de todos los seres vivos.

Y sobre ese mapa del presente es el mapa del poder dominante, pero si se elabora y se dibuja sobre el

mapa ancestral, puede hacer la crítica de la ley sino del orden vigente, para saber cómo no reconoce

realmente el derecho de las comunidades raizales a existir sin renunciar a su sentido de identidad

enraizado a la naturaleza que sustentan la vida de sus territorios y que manejan de acuerdo con un

conjunto conocimientos, creencias, usos y costumbres. De tal modo que, al construir el mapa del

presente, es posible orientar los procesos de restauración de la cultura y la naturaleza que adelantan las

comunidades raizales haciendo que de forma autónoma y creativa proclamen sus derechos mostrando

como los territorios y culturas raizales son fundamentales para la protección del entramado de la vida,

derechos que hoy, resultan necesarios para garantizar el bienestar de toda la humanidad.

Con los mapas del presente la realidad hace posible resignificar el contenido y alcance de las normas

que consagran los derechos fundamentales colectivos y del ambiente en las actuales Constituciones de

muchas naciones. Resignificación que realizada con la participación de las comunidades permite de

forma autónoma y creativa proclamar el Derecho a la Vida de manera cualitativamente distinta, no

antropocéntrica, coherente, ética y creativa que constituye en nuestro tiempo, el Derecho Mayor de

todos los pueblos y comunidades raizales del mundo. El Derecho que se proclama haciendo uso de la

Ley, cambia radicalmente la forma en que hoy generalmente se administra justicia sometiendo el

Derecho de los pueblos a la Ley formula que impide, sobre todo en países caracterizados por la

diversidad biocultural la vigencia real de los derechos colectivos. Cambiar entonces esa relación es

indispensable para proteger la vida y los derechos colectivos y del ambiente de toda la humanidad y

por ese camino construir el nuevo orden que el mundo reclama y que en la actualidad es incompatible

con el uso de la Ley que hace parte del “orden” discursivo y falso de los poderosos.

Y Juan Chiles “sabía labrar a cordel” referirse de esa manera al arte de cultivar la tierra, generó de

inmediato entre nosotros, la necesidad de preguntar a los mayores que significaba para ellos esa manera

de cultivar. Las respuestas fueron sorprendentes: Alguno dijo, por ejemplo, que se refería a una técnica

refinada y cuidadosa, propia de los mejores cultivadores, que consistía en favorecer la fecundidad de

ciertas semillas volátiles adhiriéndolas a un cordel húmedo para luego cuidadosamente cubrirlas con

la mejor tierra. Otros lo refirieron a la chagra, sistema tradicional que propicia el intercambio y

reciprocidad entre las plantas, que bien se cultiva sólo cuando se re-conocen los cordeles invisibles

que relacionan el cultivo de la chagra, con el sol, la luna y las estrellas en las distintas épocas del año.

De esa manera, el momento de siembra de la semilla se relaciona con el cosmos mediante esos cordeles

invisibles que unen el cultivo con las estrellas. De ahí se deriva la importancia de los calendarios

agrícolas y ceremoniales de las diversas comunidades raizales. Desde entonces, pensamos que “labrar

a cordel” es la mejor manera orgánica de cultivar la tierra y construir con autonomía, futuro en el

presente.

71

Con lo aprendido, los solidarios al referirnos, a esa otra manera, de concebir la vida, el territorio y el

derecho comprendimos lo siguiente:

“El Derecho que se reclama es de pertenencia a la Tierra, derecho que, no emana de la voluntad de la

Ley porque al decir Tierra no es ni se reclama simplemente como un medio de producción, tampoco a

consolidar relaciones de propiedad privada individual o colectiva porque ante todo la Tierra es madre,

es memoria, es naturaleza, es sustento y parte fundamental de la cultura. La naturaleza y el territorio

se viven objetiva y subjetivamente, un río, por ejemplo, es agua y símbolo: “en la comunidad como en

un río, hay distintos pensamientos, el agua dice vamos, el lecho dice quedémonos, la espuma dice

bailemos”19 lenguaje que se nutre de la naturaleza que está integrada a su pensamiento y a su cultura”20

La experiencia vivencial compartida por años con las comunidades raizales abrió un nuevo y fecundo

camino al pensamiento, la acción y la investigación, circunstancia que fue determinante en la

transformación de nuestra manera de ver, sentir, interpretar y compartir la vida con las comunidades

campesinas, indígenas y afroraizales. La Poligrafía Social como forma de investigación-acción-

participativa, desde entonces, para procurar que la naturaleza de los territorios raizales participe, se

propone la elaboración comunitaria de mapas, tomando como base y fundamento para la reflexión

participativa el mapa ancestral para la recuperación de la memoria primordial anclada al territorio y la

naturaleza y de esa forma también recuperar la concepción del tiempo con la elaboración de los

calendarios tradicionales. De ese modo un camino autónomo de resurgimiento y recreación de las

culturas y territorios raizales se hace posible porque no obstante las graves agresiones recibidas, en el

territorio y en el inconsciente raizal comunitario se mantiene vivo el ADN de la propia existencia como

comunidad íntimamente conectada con la madre tierra. Trabajo que, bajo la forma de pensar dominante

parece marginal, pero que, visto en relación con el caótico contexto del mundo contemporáneo, es en

mi sentir, absolutamente necesario, si de verdad, aspiramos a resistir, mitigar y en el proceso aprender

a superar la profunda crisis ambiental y cultural que vive el mundo. Defender la vida sólo será posible

reconociendo, cuidando y defendiendo la diversidad biocultural de nuestro planeta, ahora tan

seriamente amenazada. Aprendizaje invaluable y maravilloso, sin duda el que nos deparó el

movimiento social de aquellos años para comprender el complejo entramado de la vida y la cultura en

la América profunda. Los solidarios lo expresamos de la siguiente manera:

“En la década de los años setenta, en toda Colombia, los campesinos lucharon por la tierra y lograron

recuperar importantes latifundios de manos de terratenientes. Los Indígenas atraídos por la misma

necesidad, en el curso de esa lucha fueron encontrando que esa tierra guardaba la memoria de su origen

y con ello la esencia de la sabiduría ancestral, semilla de esa otra manera de ser, de hablar y de

pertenecer a la madre tierra. La lucha entonces pasó de ser, por un pedazo de tierra, para ir más allá y

recuperar la tierra para recuperar identidad, cultura y dignidad, recrear sus territorios y, de ese modo,

19 Cita tomada de la conversación en Muellamues, comunidad indígena del pueblo de los pastos, recogida por Dumer

Mamián Guzmán del grupo Solidarios en 1979. 20 Alvaro César Velasco A. “El Derecho también nace de la Tierra y la Comunidad” publicado en Derechos Humanos y

Servicios Legales en al Campo” ILSA, Comisión Andina de Juristas y Comisión Internacional de Juristas. Bogotá D.C.

Colombia 1988.

72

luchar para no desaparecer como culturas diferentes de la faz de la Tierra”21

3. Candelarios ancestrales: otra manera de vivir y administrar el tiempo.

El Sentido y manejo del tiempo sustenta las

relaciones comunitarias, la memoria y el lenguaje

con que se tejen los territorios ancestrales. El

significado de las relaciones entre seres, cosas,

símbolos y lugares cercanos o lejanos genera una

consciencia de conectividad no antropocéntrica que

transforma el sentido de responsabilidad, la ética y

la estética de la manera de ser en el mundo. En el

conjunto de todo lo viviente, cada cosa, cumple un

rol distinto en cada uno de los períodos de los

calendarios solares o lunares que marcan ciclos de

re-creación de la vida de la naturaleza, de la

comunidad y del territorio.

El calendario ecológico y cultural que ilustra la

presente reflexión fue elaborado en un taller de

Poligrafía por la comunidad indígena amazónica

Yurutí de la familia lingüística tucano-oriental que

habita al sur occidente de Mitú la capital del

departamento colombiano del Vaupés22. El calendario adjunto ilustra profusamente la manera como

esa comunidad indígena tradicional comprende, siente y vive el tiempo, conectada con la naturaleza y

el universo. La imagen parece un mandala23 multicolor, poligráfico y también, de cierto modo

polifónico si consideramos los distintos relatos, mitos, rituales y celebraciones que de su lectura

derivan los sabedores de la comunidad Yurutí que lo construyeron. Son múltiples los significados y

las relaciones que se expresan en el calendario, por ejemplo, las estrellas que aparecen en el círculo de

la periferia se relacionan con la naturaleza, el cultivo, la caza y la pesca representados en los espacios

circulares que se articulan hacia adentro hasta el centro donde se dibujan las prácticas rituales de

manejo correspondientes en cada época del año. El calendario entonces señala las pautas del quehacer

cotidiano en cada período del año, de esa la vida comunitaria se acopla a la dinámica de reproducción

21 Memoria personal inédita.1989.

22 Calendario elaborado por la comunidad Yurutí del Vaupés en la amazonia colombiana en un taller de tres días animado

por Juan Carlos Peña Márquez de Fundaminga en 1997 23 Mándala es una palabra que en sánscrito, quiere decir círculo sagrado. Se utiliza para meditar, concentrar energía,

equilibrar desordenes, producidos por diferentes factores, que alteran y desestabilizan. El círculo es un símbolo de la

psique. El cuadrado es un símbolo de la materia terrenal, del cuerpo y de la realidad.' 'La frecuencia con que surgen el

cuadrado y el círculo no debe desdeñarse, esas formas aparecen, a veces, como si fuesen gérmenes de un nuevo amanecer.

un símbolo de la psique. El cuadrado es un símbolo de materia terrenal, del cuerpo y de la realidad.' 'La frecuencia con que

surgen el cuadrado y el círculo no debe desdeñarse, esas formas aparecen, a veces, si fuesen gérmenes de un nuevo

crecimiento recen, a veces, como si fuesen gérmenes de un nuevo es un símbolo de la psique. El cuadrado es un símbolo

de materia terrenal, del cuerpo y de la realidad.' 'La frecuencia con que surgen el cuadrado y el círculo no debe desdeñarse,

esas formas aparecen, a veces, como si fuesen gérmenes de un nuevo crecimiento

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de las comunidades de las diversas especies, es decir que, de acuerdo al saber tradicional de las

comunidades raizales el cuidado de la vida no se restringe a lo específicamente humano, sino que se

realiza en función del conjunto de elementos que configuran el entramado orgánico de la Vida.

El mes de enero, por ejemplo, para los Yurutí está regido por las estrellas de la constelación que

denominan Pamo-puwe, tatú-creciente o del armadillo, que corresponde al verano-tatú, tiempo

adecuado para la limpieza de la chagra, época en la que se realizan diversas prácticas rituales:

Mujirõtiro-ritual de prevención, Niña Basero-rezo para curar los niños, Cãmoãtiropreparación para

acompañar la enseñanza de los niños. Besugu cumupĩrõ para curación del bastón de mando, y del

siento tradicional y Mũnodi curación del polvo de tabaco, wẽrõsõãpóbolsa curación de carayuru, Patu

curación del mambe Capisitoru-Tinaja de Yagé. El mes de febrero, para los Yurutí está regido por la

estrella Dasiawu- camarón, tiempo creciente de verano, propicio para la roza y quema que sigue las

pautas de la sabiduría ancestral que maneja la relación con el territorio y con la memoria de los mayores

y que se expresa en mitos, rituales, símbolos, creencias y costumbres.

Elaborar calendarios y conversar, con las comunidades raizales permite reconocer que para ellas el

territorio es un entramado vivo de naturaleza y cultura que se maneja de acuerdo con la memoria

ancestral que guardan los mayores. Permite reconocer también la red de relaciones que a lo largo de la

historia ha constituido como sujetos raizales vinculados mental, material y afectivamente a la

naturaleza de su territorio de la que hacen parte. Cosmovisión que se manifiesta en diferentes prácticas

culturales de producción y reproducción dinámicas que manejan información primordial profunda,

latente o explícita que los conecta su propio origen que afirma el sentido de pertenencia propio de estas

comunidades bio-céntricas que comparten con todos los seres vivos su vida y su territorio.

Sin desconocer que en el presente han cambiado las relaciones con el entorno social, cultural y natural

de los pueblos y comunidades raizales, recuperar las fuentes de su memoria primordial, es posible y

necesario para recrearla para que esas comunidades puedan convertirse en baluartes de resistencia de

largo aliento, y aprender con ellas, en ese proceso a renovar creativamente nuestras maneras de ser,

hacer, estar, tener y así solidariamente con sentido orgánico de la vida aprender a construir

territorialidades vivas y, no obstante las difíciles condiciones del presente, hacer del territorio un

sistema vivo y cognoscente conforme lo ha planteado por Francisco Varela24, cuando afirma que un

sistema cognoscente, se configura en el curso de una determinada historia de acoplamiento estructural

de la que emerge un mundo (campo relacional cognoscente). Acoplamiento que para el autor, solo será

posible mediante la acción efectiva entendida ésta como aquella que se despliega en el quehacer

cotidiano tejiendo un orgánico entramado relacional que nos permita vivir conectados participando

como parte de un sistema cognoscente que como una obra de arte viva, que el poeta, describe cuando

dice:

“Hay pueblos que creen que si hay grandes desiertos en el mundo esos desiertos corresponden a

errores cometidos por los seres humanos, y que, si hay regiones hermosas, selvas praderas, mares y

ríos todo eso corresponde a las virtudes de los seres que habitan un territorio. De ese modo todo el

universo sería obra de la ética y la estética, pero no sólo de la conducta de los pueblos sino de la

conducta de todos, incluida, por ejemplo, la conducta de un zorro o de un pez (además creo que alguna

vez fuimos un zorro o un pez)”. Jorge Luis Borges.

24 Véase Francisco Varela “Conocer” síntesis de la doctrina páginas 108 a 115. Gedisa editorial. Barcelona 2005

74

4. La clave: aprender a reconocer para compartir y conocer

“La inteligencia ha dejado de ser la capacidad de resolver problemas, para pasar a ser la capacidad de

ingresar a un mundo compartido” Francisco Varela

El proceso de investigación con PS busca generar procesos destinados a cambiar la manera de

participar, de hacer memoria, de interpretar y de pensar, dinámica que se promueve conversando

mientras se elaboran mapas relacionales recorriendo virtualmente el territorio, pintando, nombrando y

re-conociendo a los otros humanos y no humanos y, a los elementos que los sustentan, de ese proceso

que surgen los elementos que nos conectan con la memoria de origen del territorio. En las culturas

raizales, surge en ese proceso, la relación viva que existe entre el tiempo ante-pasado, es decir, anterior

a la dominación colonialista y el presente, memoria de la cultura y el lenguaje ancestrales ligados a la

naturaleza. Lenguaje oracular presente en relatos, mitos, rituales y celebraciones. Con la emergencia

de ese lenguaje, elementos tangibles e intangibles recuperan conectividad, función y sentido. La mente

individual y colectiva vuelve a relacionar, por ejemplo: mujer, fertilidad, chagra y luna, en muchas

comunidades indígenas, conjunto de elementos de energía femenina, indispensables para la fecundidad

material, mental y afectiva de la comunidad, del mismo modo que: maloca, noche, coca, tabaco forman

el conjunto de elementos para amasar la palabra indispensable para pensar, reflexionar y decidir lo que

debe hacerse en el nuevo amanecer. Conexiones que animan la conversación que recorre el territorio,

los mapas, “hablan” y un sistema o campo relacional cognoscente emerge haciendo que el lenguaje

recupere su capacidad orgánica de ordenar el mundo. Tal y como, en una ocasión, una comunidad del

pueblo de los pastos lo expresó diciendo: “en la comunidad como en el río, hay distintos pensamientos,

el agua dice vamos, el lecho dice quedémonos, la espuma dice bailemos” Esa manera de decir es,

expresión viva y dinámica de un lenguaje relacional, creativo, ético, estético y cognitivo, propio de

muchos pueblos raizales en los cuales se conoce para vivir y se vive para conocer.

.

Metáfora del rio, ayuda a comprender la profundidad relacional del lenguaje alegórico o poético, en el

cual la in-formación emerge, siempre trastocando para ordenar, contrario a la visión dura, lineal y

fragmentaria de la realidad que caracteriza al lenguaje que mantiene la estructura de la civilización

occidental. En el ejemplo, el lecho del río alude a la estructura que permanece, el caudal que fluye, al

proceso dinámico y cambiante, y el modo de ese fluir (ruidoso, torrencial o plácido) a la manera como

el río se adecua y supera las condiciones que enfrenta en su accidentado fluir, nada lo detiene, va en

busca del mar.

La PS, se ha construido en el acompañamiento buscando favorecer la emergencia de acción efectiva

que ocurre cuando la capacidad de comprender que se acumula en el curso del proceso permite, sentir

y reconocer el mundo para reconocernos en él y compartirlo, con lo cual se recupera y se disfruta del

participar de la maravillosa experiencia de vivir

Podemos decir, después de una larga experiencia, que, trabajar a nivel figurativo construyendo mapas

relacionales, permite conversar para generar un lenguaje potente franco, claro y accesible para todos.

Los mapas de la PS son expresión de ese lenguaje figurativo y analógico que, al contrario de los mapas

convencionales usa dibujos, símbolos y signos que configuran un entramado relacional polisémico y

polifónico, información cualitativa que aviva la memoria intelectiva y afectiva, renovando los lazos

que nos conectan mediante el reconocimiento de las cualidades de cada cosa y de cada quien. Un mapa

relacional es el resultado de una experiencia entrañable, que se guarda en la memoria del corazón.

75

Puede hacerse a partir de quehaceres y aconteceres que favorezcan los lazos de amistad y activen la

imaginación y la creatividad. Se trata de imaginar, proponer y crear experiencias que congreguen

capaces de recuperar la gana de vivir. Explorar las relaciones del territorio doméstico (práctica que

hemos olvidado), por ejemplo, activa la memoria, los sentimientos y el sentido fraterno del hogar,

renace el afecto que la gente guarda por su “patria chica” y genera sentimientos de retorno al origen

que llevan a recordar la niñez y la juventud. Memoria que si se aviva con canciones, danzas, leyendas

y anécdotas creando ambientes y estados placenteros que hacen de la investigación una actividad viva

y agradable. Sin emoción, las relaciones con los otros, y los otros no fluyen ni se transforman. Pero

cuando el proceso se realiza comprometiendo sentidos, memoria y sentimiento, la mente se abre, el

corazón se ilumina y emerge renovada la palabra para tejer un lenguaje incluyente y creativo. De ese

modo conversando, dibujando y en veces cantando se teje el mapa relacional para reestablecer los lazos

afectivos entre la gente y de la gente con su entorno, es decir resurge la consciencia relacional latente

en todos los seres vivientes y entonces la creación es posible:

“La experiencia muestra que el sonido y la palabra tienen un impacto sobre la conciencia, no solo sobre

la conciencia humana sino aun sobre aquella de los animales y las plantas. Incluso una sola sílaba o

frase puede producir un efecto perturbador si quien escucha esta oprimido por la ira o el disgusto. Pero

por otro lado una simple palabra o un sonido pueden llevar consuelo y esperanza si la fuente es el amor

y la simpatía” Radha Burnier

4. Auto-organización

“sin auto-organización las sociedades son esencialmente ingobernables” Dee Hock

La Poligrafía Social parte y se inspira en una profunda la convicción, según la cual, en todo lugar, en

toda parcela del planeta habitada por humanos y no humanos, existe una manifestación sorprendente

y maravillosa del entramado de la vida. Sin embargo, para sentirse partícipe de ese tejido producto de

intercambios orgánicos, se requiere promover procesos de auto-organización individual y colectiva,

que nos permitan dejar de ser extraños en nuestra propia tierra.

Las experiencias de auto-organización hoy en el mundo, son muy exigentes, en cuanto que, se llevan

a cabo en contextos inestables, expresión de la civilización occidental que no obstante su “imparable”

avance científico y tecnológico promueve el estancamiento y la degradación de la naturaleza y la

humanidad. Civilización que, hoy incapaz de autorregularse, atrapada en sus propios deshechos y a su

insaciable voracidad, se encuentra en rápida y caótica decadencia. Degradación ética, política, cultural

y ambiental que avanza haciendo metástasis en sus más importantes instituciones públicas, privadas y

religiosas, fenómeno que genera niveles crecientes de incertidumbre nunca sentidos en occidente.

En ese complejo y caótico contexto global, ha sido para nosotros una experiencia de aprendizaje difícil

pero reveladora, de la cual nace la Poligrafía Social que recrea el legado del querido maestro Orlando

Fals Borda. Claro que, restaurar o crear relaciones de acoplamiento orgánico con el entorno natural

parece hoy, poco menos que imposible dado el caos ecológico, político-económico y social que nos

76

envuelve. No obstante, en medio de tan difícil situación, sorprende, la manera como algunas

comunidades raizales lo están haciendo, precisamente porque la incertidumbre que esa tendencia

contra la vida genera, conduce necesariamente a reconocer valores, técnicas y conocimientos propios,

legado de la experiencia y la sabiduría ancestrales, reconocimiento que conduce a alentar procesos de

autoorganización. Sabemos además que, lo mismo ha sucedido en los momentos más críticos de la

historia, cuando no hay alternativa distinta que la de resistir y recrear cultura para la vida, tarea que se

ha realizado tomando como fuente el saber acumulado por otras culturas y maneras de organizar la

sociedad en otras épocas o en otros contextos. El Renacimiento ha sido tal vez el mejor ejemplo de

cómo se pueden tomar saberes y experiencias olvidados para aprender para transformar con creatividad

el mundo en períodos de penuria y de gran incertidumbre:

“Estar confundido por aquello que es diferente (sin referentes para decifrarlo) es estar confundido del

todo (…)de ahí que no es accidental que nuestra fragmentaria forma de pensar se esté dirigiendo hacia

una larga crisis social, política, económica, ecológica y psicológica individual y colectiva (…) es

necesario entonces realizar un trabajo creativo para poder crear nuevas ideas sobre la fragmentación y

la totalidad, labor que es mucho más difícil que hacer nuevos descubrimientos en la ciencia o realizar

una obra de arte (…) Pero de pronto en un momento de lucidez, se puede descubrir la irrelevancia de

nuestra forma de pensar y con ese nuevo acercamiento crear algo en el que todos los elementos encajen

conformando un nuevo orden, en una nueva estructura.” David Bohm.

El resurgimiento de culturas y comunidades raizales está llamado a cumplir un importante y estratégico

papel creativo en medio de las críticas circunstancias que vive el mundo. Resurgimiento en que están

hoy comprometidas algunas de esas comunidades y culturas en distintas regiones y lugares del mundo.

Muestra de esa tendencia dinámica de resurgimiento, la ofrece el taller25, que acompañamos, en el

territorio de la comunidad indígena africada de Chesive del pueblo Venda, una de las últimas

comunidades tradicionales de ese pueblo originario que habita en Sudáfrica. El evento muestra la

vitalidad del fenómeno del resurgimiento. Esta comunidad, bajo el liderazgo de un grupo mujeres

tradicionales está comprometida en un dinámico proceso de recreación y resurgimiento de su modo de

vida q seriamente amenazado, no obstante que se ha decretado el fin de apartheid. Del evento

participaron lideres tradicionales de Siberia pertenecientes a la cultura Altai y de la Amazonía

pertenecientes a la cultura Barasana, junto a observadores activos de comunidades tradicionales de

África y acompañantes solidarios de África y Europa26. La orientación metodológica estuvo a cargo

de Fundaminga, labor que se realizó con base en la experiencia amazónica en asocio de dos de los

líderes tradicionales que animan el proceso de su propio resurgimiento en el Pira-Paraná donde se ha

usado extensamente la metodología, adaptándola a sus necesidades y condiciones.

La primera parte del taller, tuvo como referencia el legado de Juan Chiles, que anteriormente relatamos,

es decir que se comenzó por “desatar el venda”27 elaborando el mapa y el calendario ancestrales con

25 Poligrafía Social en África, video en YouTube. 26 Las delegaciones de comunidades indígena pudieron participar gracias al apoyo activ y solidario de las fundaciones

MUPO de África y GAIA-Londres fueron quienes hicieron posible el taller

27 Metodológicamente de acuerdo con los tradicionales amazónicos se acordó en la preparación del taller compartir el

relato de Juan

Chiles con mujeres y hombres tradicionales de la comunidad venda

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el propósito de recrear la territorialidad viva siempre relacionada íntimamente con la naturaleza y con

el cosmos y de ese modo recuperar también el sentido profundo de la lengua venda28, luego la

comunidad elaboro el mapa del presente, tendiendo un nuevo pliego de papel sobre el mapa ancestral

para sentir y mirar cómo la infraestructura y el monocultivo propician la extinción de especies, el

desplazamiento de humanos y no humanos y el despojo amenazando de muerte la vida y la cultura

ancestrales y para completar el ejercicio, en un muevo pliego de papel colocado sobre el mapa ancestral

procedieron a elaborar el mapa del resurgimiento, es decir del futuro que en el presente ya la

comunidad con decisión y autonomía está construyendo a partir del rescate de la memoria que guardan

las semillas ancestrales, las prácticas rituales y sus propios saberes y costumbres.

El resurgimiento de la diversidad cultural que se propicia recreando territorialidades ancestrales forma

y/o restaura la identidad haciendo a los sujetos responsables de sí mismos, comprometiéndose con el

cuidado del entramado de la vida del que individual y comunitariamente hacen parte. Resurgimiento

que, en nuestro sentir, es una obligación ineludible para quienes sentimos la necesidad de

comprometernos en la búsqueda de caminos orientados a superar la crisis social, política, económica,

ecológica y psicológica individual y colectiva que padece el mundo. Sin mesianismo, como lo ha

planteado André Gorz, sabiendo que ninguna teoría global puede asegurar la cohesión y la coherencia

necesarias para formar sujetos individual y colectivamente aptos para tener la continuidad creativa que

exige hoy toda acción social. Frente a ese enorme desafío, es necesario, como lo plantea David Bohm,

realizar un trabajo creativo para superar la fragmentación que se deriva de la frma dominante de pensar,

labor que es mucho más difícil que la de hacer nuevos descubrimientos en la ciencia o realizar grandes

y originales obras de arte, pero que se puede lograr aprendiendo a investigar acompañando procesos

de cuidado y resurgimiento de la diversidad, por ese camino de pronto, se puede comenzar con lucidez

a crear nuevas formas de existencia y de territorialidad en el que todos los elementos, a medida en que

orgánicamente se encajan pueden dar lugar a la germinación de un nuevo orden que podrá crecer desde

esas nuevas territorialidades.

La Poligrafía Social, se puede considerar también como una caja de herramientas conceptuales y

metodológicas que ha sido creada en la experiencia de acompañar y aprender en procesos siempre

orientados hacia la protección de la diversidad cultural y natural. Se trata de una propuesta

metodológica que response a la necesidad actual que tenemos todos de reconocer para poder realmente

conocer, transformar y compartir, propósito que sólo se puede alcanzar, mediante procesos de

restauración cultural del entramado de la vida destinados a crear o recrear territorios vivos y culturas

raizales. Necesidad ética, estética y cognitiva, de la humanidad entera urgida de encontrar caminos que

permitan cambiar para evolucionar y permanecer y compartir su existencia con las demás especies que

tejen el entramado de la vida en nuestro pequeño planeta participando de la inmensidad del universo.

28 Para mayor información se puede ver Poligrafía social en el pueblo Venda de Sudáfrica. Video en YouTube

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Reflexiones metodológicas para la construcción participativa del

lineamiento para la asistencia integral de niños, niñas y adolescentes

víctimas de minas antipersonal (MAP) y municiones sin explotar (MUSE)

Andrea Mireya Jiménez Pinzón29

Resumen

a presente ponencia, expone las reflexiones metodológicas que propiciaron la participación del

Estado, las comunidades, familias y niño(a)s de ocho departamentos colombianos, para la

construcción participativa de la Guía30 para la Asistencia Integral de niños, niñas y

adolescentes víctimas de minas antipersonal (MAP) y municiones sin explotar (MUSE), a través de la

praxis participativa de estos grupos desde su saber como víctima directa, indirecta y agente de Estado

garante de derechos. Todo lo anterior a través de la reflexión de sus tres fases de desarrollo:

comprendiendo el punto de partida, organizando las acciones, e implementando las acciones y

reflexionando sobre ellas.

Introducción

El Programa Presidencial para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (ahora Dirección para la

Acción Integral contra Minas Antipersonal) creó la Guía para la asistencia integral de los niños, niñas

y adolescentes víctimas de minas antipersonal (MAP), municiones sin explotar (MUSE) y artefactos

explosivos improvisados (AEI): lineamientos para la construcción de planes, programas, proyectos y

protocolos, que tiene como intención “servir de lineamiento para la construcción de protocolos

nacionales en la materia, que garanticen los derechos de los NNA víctimas y propendan por acciones

reparadoras” (2014, p. 8). La Guía reconoce cuatro dimensiones –niños, niñas y adolescentes, familia,

comunidad y Estado- y las responsabilidades que les competen en la asistencia integral de los niños,

niñas o adolescentes que han sido víctimas directas e indirectas de MAP y MUSE. Así mismo, destaca

que la asistencia integral debe realizarse en el marco de los enfoques de derechos humanos, diferencial,

psicosocial y de acción sin daño.

En su conjunto, las dimensiones se articulan entre sí alrededor de cuatro ideas claves: 1. La

corresponsabilidad de los actores comunitarios, de las familias y de la sociedad civil con el Estado para

favorecer las mejores condiciones y posibilidades de desarrollo de los niños, niñas y adolescentes. 2.

El reconocimiento de las potencialidades de los niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas de

MAP y MUSE, como punto de partida de las acciones de reintegración social. 3. La participación de

29 Doctora en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Magister en Desarrollo Educativo y Social, y Trabajadora Social.

Docente Universidad de La Salle- Bogotá. Octubre de 2019. 30 Esta guía fue realizada en el marco de un convenio establecido por la DAICMA (Dirección para la Acción Integral de

minas antipersonal), USAID y la OIM (Organización Internacional para las Migraciones), con el CINDE (Centro

Internacional de Educación y Desarrollo Humano) para su desarrollo investigativo; del cual fui coordinadora técnica e

investigadora principal, desde donde compartiré las reflexiones del proceso metodológico participativo.

L

79

los niños, niñas y adolescentes como factor de inclusión social. 4. La articulación y activación de redes

como estrategia para la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes víctimas.

En este sentido, se elaboró un Lineamiento para la asistencia integral de los niños, niñas y adolescentes

víctimas de MAP y MUSE junto con una Caja de Herramientas que establece una propuesta

metodológica participativa para la generación de sinergias y de formas de acción que permitan la

implementación de la Guía para la asistencia integral de los niños, niñas y adolescentes víctimas de

minas antipersonal (MAP), municiones sin explotar (MUSE) y artefactos explosivos improvisados

(AEI), para la construcción de planes, programas, proyectos y protocolos.

Ruta metodológica participativa

La ruta metodológica permitió ofrecer a los diferentes niños, niñas, adolescentes, actores del Estado,

comunidades y familias, unos elementos metodológicos para propiciar su participación en la asistencia

integral de niños, niñas y adolescentes víctimas de MAP y MUSE. Este proceso está constituido por

cuatro apartados. En un primer apartado se describe la metodología de trabajo para la generación de

planes de asistencia integral en los territorios. En el segundo apartado se aborda el momento 1 de la

metodología, Comprendiendo el punto de partida. En el tercer apartado se desglosa el momento 2 de

la metodología, Organizando las acciones. En el cuarto apartado se traza el momento 3 de la

metodología, Implementando las acciones.

La metodología que se presenta se basa en la idea de que la reflexión y la acción conjuntas que les

permiten a los actores aprender de sus experiencias. El aprendizaje permanente que acompaña a las

acciones es lo que posibilita que estas últimas sean cada vez más contextualizadas. Para construir los

planes de asistencia integral en los territorios se hace necesario que los diversos actores, además de

conocer la ruta, aprendan de las acciones que realizan para garantizar los derechos de los niños, niñas

y adolescentes afectados por las MAP y MUSE.

Lo primero que encontramos en la ruta de asistencia integral de niños, niñas y adolescentes víctimas

de MAP y MUSE son las concepciones que le dan sentido, las normativas que la enmarcan y los

elementos que la componen, entonces debemos forjar un primer aprendizaje que nos permita saber el

punto de partida que es necesario construir para poder empezar a implementar la ruta. Es así, como el

primer momento de la metodología participativa se denomina “Comprendiendo el punto de

partida”, que tiene como objetivo que cada territorio pueda reconocer de forma sistemática las

capacidades y recursos con los cuales cuenta, las capacidades que debe desarrollar y los recursos que

requiere gestionar para comenzar a incorporar la ruta en las dinámicas cotidianas de los niños, las

niñas, los adolescentes y de las instituciones, comunidades y familias.

Posteriormente se debe construir un nuevo aprendizaje a través de la planeación. Planear no es

simplemente un proceso técnico de elaboración de matrices, de trazado de objetivos o de construcción

de marcos lógicos. Planear significa reunir información clave para tomar decisiones sobre la forma en

que se van a usar las capacidades y recursos con los cuales se cuenta. El aprendizaje consiste, entonces,

en relacionar información distinta, proveniente de diferentes fuentes, para construir ciertas claridades

que se traducen en intenciones u objetivos. La planeación siempre se realiza con otros y por ello,

también aporta un aprendizaje. Es así, como el segundo momento se llama “Organizando las

80

acciones” y tiene como objetivo generar sinergias entre diferentes actores y acopiar recursos y

capacidades en el marco de un proyecto para la apropiación y cualificación de la ruta, para la definición

de un horizonte de acción compartido.

Y finalmente, lo planeado debe implementarse, y este proceso requiere de un nuevo aprendizaje

consistente en escuchar a los niños, niñas y adolescentes, a las comunidades y familias, y construir con

ellas y ellos. No basta, en los territorios, con difundir información. Se requiere de todo un trabajo

orientado a que las comunidades construyan conciencia sobre la problemática de las MAP y las MUSE

y la forma en que pueden enfrentarla. Este nuevo aprendizaje se da a través de un momento

denominado “Implementando las acciones y reflexionando sobre ellas”, cuyo objetivo es construir

planes de acción estatales y comunitarios, como resultado del diálogo y la construcción de

conocimiento conjunta entre los diferentes actores.

Reflexiones

En aras de construir y afianzar en los territorios donde se establecía la ruta metodológica para el

desarrollo de la Guía de Asistencia Integra, fue imprescindible considerar los siguientes ejes de acción,

de manera que se afianzara una mirada participativa entre los actores vinculados, que permitiera

garantizar que el proceso solo se construiría a través de sus saberes. En este sentido, fue necesario para

el equipo de investigación organizar las siguientes acciones en los territorios:

- Identificación de experiencias e intereses de los niños, niñas, adolescentes, familias, comunidades

y actores institucionales desde un enfoque diferencial (momentos del ciclo vital, género, etnias,

contexto urbano-rural). Identificación de buenas prácticas en otros territorios.

- Identificación de experiencias previas en inclusión de niños, niñas y adolescentes afectados por

MAP y MUSE.

- Identificación de modelos para la formación de profesionales en ejercicio en el tema. Identificación

de experiencias de formación y trabajo comunitario sistematizadas.

- Identificación de procesos de exigibilidad de derechos realizados desde la sociedad civil y

comunidades en el tema.

- Identificación de experiencias y modelos de evaluación de políticas.

- Identificación de experiencias de movilización social y construcción de política en el tema.

De manera posterior, para implementar las acciones y reflexionar sobre ellas, fue importante considerar

como mecanismo participativo, los siguientes elementos:

- Los niños, niñas y adolescentes víctimas pueden actuar en función de sus derechos promoviendo

la prevención de accidentes en el territorio, favoreciendo sus propias formas de organización con

otros pares. Las organizaciones de niños, niñas y adolescentes víctimas son fundamentales para

resignificar sus experiencias, reflexionarlas, realizar control social a los procesos de asistencia

integral y dinamizar formas de acompañamiento y apoyo de las instituciones del Estado, las

comunidades, las familias y los pares, para generar procesos orientados a la plena garantía de sus

derechos.

81

- En este mismo sentido, no debería considerarse que los niños y las niñas menores de 5 años que

hayan sufrido un accidente no pueden realizar sus aportes a los procesos de apropiación y

cualificación de la ruta de asistencia integral. El contacto permanente con sus hermanos y sus

padres, o la posibilidad que tengan de interactuar con niños y niñas mayores víctimas en espacios

de juego y recreación, pueden generar ideas y movilizaciones en la comunidad, en la escuela y en

la familia. Se trata, entonces, de asegurar para los niños y las niñas más pequeños espacios de juego

y recreación que propicien, a través de diferentes actividades expresivas, la manifestación de sus

intereses y necesidades, asegurando que puedan ser comunicadas y tengan incidencia en los

procesos de asistencia integral.

- En este contexto, es fundamental reconocer y potenciar las capacidades que poseen los niños, niñas

y adolescentes para continuar su proceso de desarrollo después del accidente. La flexibilidad del

desarrollo infantil y la gran capacidad de resiliencia de los niños y niñas les brindan oportunidades

de retomar sus vidas, que no deben verse obstaculizadas por la sobreprotección de las personas

adultas cercanas.

Bibliografía

Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (2016). Lineamiento para la asistencia

integral de niños, niñas y adolescentes víctimas de minas antipersonal (MAP) y municiones sin

explotar (MUSE). Bogotá: Vicepresidencia de la República de Colombia – OIM- USAID- CINDE

ICBF (2015). Ley 1098 de 2006: Código de infancia y adolescencia. Recuperado de:

http://www.icbf.gov.co/portal/page/portal/PortalICBF/Bienestar/LeyInfanciaAdolescencia

ICBF, UNICEF y OIM (2014). Guía de atención psicosocial para casos de niños, niñas y adolescentes

víctimas de minas terrestres: antipersona o antipersonal o terrestre antipersona (MAP), municiones sin

explotar (MUSE) y artefactos explosivos improvisados (AEI). Bogotá

Naciones Unidas (1997). Convención Sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción

y Transferencia de Minas Antipersonal y sobre su Destrucción (Convención de Ottawa). Recuperado

de: http://www.cinu.org.mx/temas/asun_hum/conv_ottawa.htm

Programa Presidencial para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (2014). Guía para la

Asistencia Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Minas Antipersonal (MAP),

Municiones sin Explotar (MUSE) y Artefactos Explosivos Improvisados (AEI). Bogotá:

Vicepresidencia de la República de Colombia

82

El compromiso del investigador en la resignificación de las

metodologías implicativas. –AIRE para la investigación

Nancy Rocio Mora Ruiz31y Luis Ernesto Vásquez Alape32

ás allá de pensar en un enfoque, en un método, la preocupación radica en el ¿cómo

reencontrarnos y reivindicarnos con la vida?, en medio de esta, ¿cómo comprender la

conflictiva, problemática y problematizadora condición humana? y, finalmente, ¿cómo

dignificar y hacer trascender nuestra presencia en la presencia de la naturaleza, la sociedad y la cultura?

Premisas

El núcleo fundamental de la investigación es la vida, por lo que se debe privilegiar el diálogo con

la misma, su contemplación y el compromiso con su enriquecimiento.

El ser humano, como “vida”, al tiempo que parte de sus ecosistemas, debe ser mirado y admirado

desde su multidimensionalidad, fuente pluriversal de su existencia.

La complejidad histórica compuesta por el entrecruzamiento de procesos educativos con lo

cultural, social, lo económico y lo político es producción humana, generadora de esferas y

realidades. (¿cuáles?)

Se requiere que el investigador tenga argumentos construidos desde la combinación de sus

experiencias y vivencias ético-estéticas y políticas; empírico-teóricas; singulares y universales.

El investigador está llamado a superar los obstáculos epistemológicos, la mediocridad, las prácticas

erróneas y el miedo a la dificultad.

El investigador construye los significados y el sentido de la investigación desde prácticas y

habilidades cimentadas en sus potencias o facultades de curiosidad, admiración, asombro y deseo.

El investigador cuenta con el dominio epistémico de herramientas investigativas tales como

enfoques, tipos, metodologías e instrumentos de recolección de información.

Toda investigación se debe cimentar en “los lugares del conocimiento” de los participantes

(agentes, actores) que ha de constituir una subjetividad histórica-historizadora, con “conciencia de

su ser tranformador en el mundo” como conciencia ética-estética-´política.

El proceso del AIRE, articula la observación/contemplación con la categorización/comprensión y

la explicación/conceptualización en dinámica crítico/transformadora.

La historia presente

El contexto coyuntural por el que estamos pasando; la historia presente que vivimos, responde a

racionalidades estructurales en donde el pensamiento reflexivo crítico se ha visto relegado hasta en los

espacios académicos por fuerzas, tensiones y poderes técnico-instrumentales que niegan la

31 Presidente de Red Diálogo de Saberes-REDISAB. Fundadora EGEIS INTERNACIONAL. Experta en proyectos de

Educación Superior, Social y comunitarios , Responsable Montaje Seccional UPB Montería, Magister en Planeación

Urbana y Regional. Pontificia Universidad Javeriana. Trabajadora Social Unisinu 32 Docente-Investigador Universidad de La Salle.Vicepresidente de Red Diálogo de Saberes –REDISAB Doctorando en

Comunicación y periodismo Universidad de La Plata

M

83

construcción ético/estética y política del conocimiento. De un lado, las dinámicas de “mercado-capital-

trabajo.-y, de otro, los ámbitos de miedo y de mentira propiciados por los actores de violencia política,

social y cultural, en nuestro país, limitan las construcciones epistémicas e investigativas.

La mirada economicista, de productividad, netamente mercantil, desde el consumo y para el consumo

se impone al dejar de lado prácticas y saberes que alimentan la existencia, y permiten disfrutar la vida

para potenciarla y en última instancia para “vivirla” y proyectarla. Lo humano sólo se tiene en cuenta

para ser explicado y explotado en términos de comportamiento: acción/reacción: estímulo/respuesta.

Es ésta la cimiente de toda productividad inmersa en la vorágine del cocktail en donde se entremezclan

economicismo y evolucionismo (econocionismo) agitándose permanente, cotidiana y rutinariamente

hasta producir una pócima, un bebedizo que con sus solos vapores enajena y hace perder la conciencia

de las personas constituyéndolas en sujetos sin voluntad o.. con una voluntad doblegada… ajena,

enajenada.

Se hace creer entonces, aprovechando el cuerpo alienado, que el mero crecimiento económico y

material, sin importar el medio a través del que se obtiene, garantizan el reconocimiento y la

cualificación de lo humano, en el sentido del obtener más y más dinero y alimentar el mundo de las

apariencias: si se “trabaja” más y se obtienen “otras entradas”, al tiempo que se “demuestra” el

crecimiento con movimientos de adaptación a las modernas y foráneas formas de conocer, vestir, de

vivir, consumos de todo tipo (religiosos, académicos, artísticos, educativos, de necesidades primarias),

que oferta el mercado y que denotan “clase”, “distinción”. De esta manera, se considera, se obtiene la

felicidad, el bienestar y se logra la “libertad” y “dignidad humana.”

El mundo del mercado-capital-trabajo, el de los bienes de uso-bienes de consumo impuestos desde la

“modernidad/colonialidad” está determinado por la lógica occidental y su racionalidad de progreso

legitimada física, ideológica y simbólicamente, desde la conquista y la colonia por medio de múltiples

prácticas políticas, sociales, culturales, educativas.

Lograda la independencia y rota la subyugación con los españoles, en el siglo XIX, los movimientos

de la modernización capitalista se incrementan en las colonias a través de la determinación de las

clases dirigentes del país, quienes aumentan la actividad comercial, tecnológica e intelectual en el

Atlántico Norte, con el fin de alcanzar el mundo industrial y la modernidad para no quedarse

incrustados en lo que ellos llamaron “la barbarie insular” para ello se copian los modelos económicos,

políticos, sociales e institucionales de Europa y de los Estados Unidos sin tener en cuenta la realidad

del país: “una geografía accidentada en relación con la escasa población; la pobreza secular; el

desbarajuste de las estructuras de la administración pública agravado por las ambiciones y rencores

que, anidados, primero en el corazón de las élites arrogantes, se filtrarían bajo la forma de sectarismo

rojo y azul, desde las ciudades a los vecindarios más apartados y humildes”. (Palacios 2003 P:14).

En ese contexto AIRE, emerge como un método implicativo, de investigación-formación y

sistematización en las ciencias sociales y humanas que surge de la preocupación por generar

ambientes, esferas constitutivas de conocimiento conducentes a un compromiso crítico con la

complejidad histórica del sujeto, y su multidimensionalidad a través de la detección de situaciones

problemáticas y/o de la problematización de situaciones, procesos o estados naturalizados que

estancan en la pasividad, el conformismo negando de esta manera la presencia del sujeto histórico

como ser creativo, proyectivo y trascendental. De lo que se trata es de posibilitar, a partir de la

84

ubicación y/o formulación de problemas concretos, la comprensión de las situaciones y realidades que

emergen en la articulación o bucle que existe entre la pluridiversidad de la vida con las tensiones de la

condición humana en su multidimensionaldad y, de estas con la complejidad histórica, esto, para la

construcción de caminos que respeten la vida, en general y, con esta, la dignificación del ser humano,

en particular.

La intencionalidad es asumir de manera imbricada, la vida, la complejidad histórica y la

multidimensionalidad humana dentro de los procesos constitutivos de problemáticas culturales y

sociales, en particular y, de las ciencias humanas y sociales en general, a partir del tener en cuenta que

eso que llamamos realidad no corresponde a una sola, ni está fragmentada y que, por lo tanto, solo se

puede comprender e innovar si se analiza e interpreta en sus totalidades y múltiples interacciones.

Lo histórico, en su complejidad, se comprende como configuración de campos de tensión, conflictos

dados en la interacción constante entre las dinámicas económicas políticas, sociales, culturales y

educativas que se suceden hoy en nuestro contexto “real glocal” presente en nuestra vida individual y

colectiva, en nuestros ámbitos de lo público y lo privado, en la espacio/temporalidad concreta de la

comunidad, por polifonía de voces (muchas de ellas, quizá la mayoría mudas), de tristeza, angustia,

soledad, felicidad, sueño, ilusión, esperanza, nacidas en un devenir singular “propio”, entretetejido con

unos hilos auténticamente construidos y otros, sutil, subliminal, coercitivamente impuestos,

designados.

Es aquí, en el territorio de lo corpóreamente humano, en donde lo complejo-histórico entra en diálogo-

conflicto con su multidimensionalidad compuesta por lo emocional/afectivo; lo racional/ cognitivo; lo

espiritual/trascendental, lo estético/creativo, lo ético/político desde y en el marco del devenir histórico,

historizador e historizante.

Es en relación con la existencia de la vida y lo vivido, lo polifónico, lo pluriversal-humano y su

complejidad histórica que se deben proponer prácticas investigativas y de transformación social y

cultural que permitan comprender la trascendencia de la vida y, dentro de esta, de la condición

humana, para su dignificación a través de procesos que potencien los sujetos desde ambientes

pedagógicos que les posibilite constituir criterio, en un ejercicio de ruptura con la censura impuesta

por la unidireccionalidad tanto metodológica como de contenidos propuesta por esquemas de

formación y de investigación rígidos; es decir, que develen, al tiempo que dinamicen la voluntad de

poder y las potencias del sujeto investigativo, del sujeto-comunidad, social y cultural,

A partir de los anteriores aspectos y, en relación con los procesos tanto investigativos, formativos y

de resignificación, el método propone como punto de partida tener en cuenta el entrecruzamiento y

diálogo constante entre la esfera de la vida y lo vivido, de lo individual (yo), con lo histórico (social

y cultural) y lo vocacional ( profesional como opción de vida),de tal forma que el proceso constitutivo

y constituyente de conocimiento tiene como finalidad el de proponer un ambiente investigativo y

epistémico que al entrecruzar estos tres campos posibilite el reconocimiento y el auto reconocimiento

del sujeto investigador, dando paso a la constitución de subjetividades o modos de subjetivación

indagadores en el constante “ir y venir” (trayecto) entre el campo del yo, el histórico –social-cultural

y el vocacional de manera crítico/reflexiva en forma perseverante y permanente, de tal manera que en

este movimiento se tejan las urdimbres de pro-yecto, trascendencia, a partir de la constitución de

voluntad de potencia (Nietszche 2000), voluntad de conocimiento (Zemelman, H. 2005) y,

85

decolonización del saber, del poder y del hacer (Mignolo, W. 2003)

El dispositivo fundamental de la caja de herramientas del AIRE, es la reflexión crítica que se produce,

se inventa y reinventa en una vorágine constante en donde se sumerge y emerge el individuo, la

comunidad, su intención e interacción dialogal, su lenguajear, mediados por su historia

individual/colectiva, vivencial/experiencial desde donde se han propuesto fundamentos, horizontes de

sentido empíricos, teórico/conceptuales, metódicos adquiridos en la perspectiva del asumir una

actitud y un pensamiento epistémico- investigativo a partir de la construcción de significados y

sentidos de lo indagador-problémico en una dinámica constante que garantiza la constitución de una

actitud y pensamiento investigativo, es decir, unos modos de subjetivación cuyas prácticas y saberes

conducen a la desujeción de estructuras anquilosadas.

El método propone, no solo la dinamización de los campos anteriormente planteados y su interacción

con el propósito de favorecer el saber y el conocimiento, sino que considera indispensable la toma de

conciencia sobre todos y cada uno de los pasos del proceso y sus correspondientes interacciones para

garantizar la interiorización, incorporación de los elementos propuestos por la realidad y el campo o

los campos problémicos hallados.

El investigador, sujeto historizador, de potencias-sujeto potenciado.

El sujeto que se investiga descubre y despliega sus potencias

El sujeto colectivo se potencia y resignifica su historia

AVEL

El investigador como sujeto reflexivo, crítico argumentativo, debe reconocerse como sujeto de

potencias o facultades que, al ser reconocidas le posibilitan descubrirse como sujeto histórico-

historizante-historizador, con voluntad de poder y de saber transformadores. Las potencias, son

inherentes a, una “ontología crítica del sí mismo” (Foucault,1998) estas, para mencionar algunas, son

la curiosidad, el asombro, la admiración y el deseo.

La potencia, la inherente al ser humano y alimentada por la historia, es pasiva y activa, en el primero

de los casos siempre está en disposición para ponerse en acto, en el segundo es acción transformadora,

En este sentido la curiosidad, el asombro, la admiración y el deseo están presentes en la corporeidad

del investigador “en potencia”, dada su pretensión e intencionalidad de investigar, de indagar, de

dinamizar procesos de búsqueda, que al ser iniciados las movilizan transformando la realidad.

El deseo de conocer está presente en el ser humano y se articula con los contextos, los estímulos, los

lenguajes que recibe de su entorno individual, cultural, social en donde se desenvuelve; las

herramientas, las maneras como este las percibe y las comprende; el deseo de conocer del investigador

se alimenta por intereses específicos que lo han llevado a problematizar, a plantearse preguntas que lo

proyectan a procesos de búsqueda sistémica, sistemática y metódicamente organizado su curiosidad,

es potencia para la pregunta, la pregunta, potencia para los procesos de búsqueda y, los procesos de

búsqueda para los hallazgos, los hallazgos para las transformaciones.

La curiosidad del investigador es potencia pasiva en su mirada, en lo que escucha, en lo que percibe,

es activa cuando se convierte en cuestionamiento, problematización y búsqueda, cuando se comienza

86

a saciar en los procesos de contemplación/observación y lo que estos le comunican.

El asombro como potencia del investigador radica en la capacidad de ir hacia “el mundo de las

sombras” de, “quitar la sombra” de develar la realidad y sacar a la luz aquello que está oculto. Como

complemento, aparece la admiración que emerge cuando se acompaña lo “mirado” con detenimiento

hasta sentir no solo sus significados, sino su sentido, esto se logra cuando, desde lo

observado/contemplado, se categoriza y se comprende.

El “ser deseante de conocimiento”, si bien es cierto, se alimenta desde la potencia de la investigación

y, de los interrogantes planteados, antes de comenzar los procesos de indagación, se nutre con avidez,

de la comunicación desplegada, la información recolectada, las comprensiones obtenidas y la

conceptualización construida.

Los lugares del conocimiento.

Los lugares del conocimiento son los que ya están y los que se construyen, aquellos donde nacemos,

nos criamos y nutrimos física, emocional intelectual y espiritualmente. ¿Cuáles son los lugares de

procedencia del investigador? ¿Cuáles los del colectivo donde se desarrolla la práctica investigativa?

Al iniciar el proceso investigativo, es indispensable reconocer al sujeto investigador como procedente

de “lugares”, de “sus” espacio-temporalidades, sujeto con historia, con un camino recorrido, unos

aprendizajes y saberes incorporados unos lenguajes que simbolizan, al tiempo que evidencian

significados estructurados y sentidos impregnados. El investigador es persona, individuo, conjunto y

entrecruzamiento de emociones, pensamiento, experiencias, vivencias, sueños e ilusiones;

expectativas, esperanzas y desesperanzas…. Es sujeto con voluntad de conocer, que arriba al ámbito

de la investigación con conocimientos disciplinares, inter (¿?), tansdisciplinares(¿?) desde donde se

ubica y lee las situaciones, las interacciones y las realidades indagadas.

Aludir a los lugares del conocimiento en la investigación, es tener en cuenta, en primera instancia, que

el investigador aporta desde su vida constituida por su multidimensionaldad en corelación con las

complejidades históricas que lo entrecruzan y, en segundo lugar, de la vida, las complejidades

históricas y las multidimensionalidades que constituyen las territorialidades donde se siguen indicios,

signos y símbolos de la indagación.

Análisis e interpretación de la realidad – aire-

Dado el contexto anterior es importante hacer un análisis e interpretación de la realidad de una manera

metódica, sistémica y sistemáticamente organizada de tal forma que se puedan mirar todos los

componentes que la constituyen para, de esta manera posibilitar que emerja y se fortalezca una

conciencia histórica “conciencia de la historia presente” que deje ver los poderes , los saberes, los

intereses y “ las verdades” que generan los hechos, las dinámicas y los procesos históricos que afectan

las subjetividades de las poblaciones dentro de sus territorios.

Es, en este sentido que se propone AIRE como método que posibilita el escudriñamiento de la vida,

en general y, del ser humano, en particular como parte de esta y, de las complejidades históricas que

él mismo ha construido y dejado de construir a través de las instituciones y sus múltiples

87

interacciones, de acuerdo con esto, AIRE, se circunscribe en un tipo de investigación interpretativo,

histórico hermenéutico, enfoque cualitativo de metodologías implicativas.

Desde el método AIRE se propone observar- contemplar; categorizar – comprender; explicar –

conceptualizar la realidad, para construir trascendencia que enriquezca la vida y lo vivido a partir de

procesos investigativos, de sistematización de experiencias y evaluación permanente, en donde se

tenga en cuenta que la mirada interpretativo- comprensiva se debe cimentar en la articulación entre la

vida , la multidimensionalidad del ser humano, dentro de la misma y, las complejidades históricas que

este constituye a través de su narrativa y la creación artificial de las instituciones económicas,

ambientales, políticas, sociales y culturales.

Referencias Bibliográficas

Mignolo, W (2003) Historias locales, diseños globales. Madrid: AKAL

Nietzsche, F (2000). Voluntad de poder. Madrid: EDAF

Palacios, M (2003) Entre la legitimidad y la violencia.-Colombia 1875-1994. Bogotá: Norma.

Zemelman, H (2005) Voluntad de conocer. México D,F: Anthropos

En la Universidad Santo Tomás sede Lourdes, Bogotá, la autora, en el centro, con estudiantes

88

Tejiendo la memoria del agua: la resignificación de ecosistemas

estratégicos en términos de paisaje cultural

Mauricio Javier Sierra Morales

na de las facultades más sorprendentes del agua es su capacidad de almacenar memoria. El

investigador japonés Masaru Emoto (2012), demostró mediante la microfotografía que, a

nivel molecular, el agua se organiza en patrones armónicos de gran belleza o fealdad,

dependiendo del mensaje escrito que representa a su vez pensamientos de amor y armonía o de

discordia y odio respectivamente.

Así como el agua es capaz de recordar acontecimientos, también es posible para nosotros los humanos

decodificarla. Finalmente somos un 70 por ciento agua, al igual que la superficie terrestre: 70 por

ciento es agua.

Las energías sutiles relacionadas con la consciencia (HADO), son capaces de materializarse hasta el

punto de satisfacer las necesidades y deseos más humanos. ¿Cómo algo tan simple, desde el punto de

vista químico como el agua puede contribuir al desarrollo en términos más complejos y humanos?

Es posible, tal y como lo demuestran experimentos científicos del Instituto para la Investigación

Estratégica de Moscú, liderados por el fisiólogo Vasily Kashisrky del Centro para la Seguridad

Fisiológica, imprimir mediante diseños geométricos complejos la memoria del agua almacenándola en

forma de energía cósmica.

Influir en la estructura del agua y con ello también en la memoria puede contribuir a corregir errores

de comportamiento de las personas a partir de la forma. Esta es la asombrosa hipótesis de trabajo de

la presente investigación denominada: Tejiendo la Memoria del Agua.

Lo anterior es equivalente a desarrollar maneras de corregir Gaia. Suponiendo que sea cierta la

hipótesis de James Lovelock (1985), quien concibe el planeta entero, la tierra, como un organismo

viviente, este macroorganismo vivo es capaz de albergar vida debido a su capacidad de autoregulación.

¿Somos nosotros, los humanos la mente de Gaia?

Si la respuesta a la anterior pregunta es afirmativa, entonces estamos ante un gravísimo error de auto

programación a escala planetaria. Es decir, si aceptamos la idea de que no podemos dejar al azar de la

vida o a la voluntad divina el futuro, no sólo de la humanidad, sino del planeta entero como organismo

viviente, entenderemos inmediatamente que no se trata solamente de la mente en términos científicos,

sino la mente de quienes habitamos el planeta.

Paradójicamente tenemos que reconocer con humildad que no somos los primeros en este planeta en

darnos cuenta de que “el consumo desmesurado de combustibles fósiles, además de modificar la

química de la atmósfera y la temperatura 'global' del planeta, induce en la Tierra un proceso de

'retroalimentación' que hace subir la temperatura casi en espiral -rompiendo este mecanismo de

'autorregulación' para la preservación de la vida en el seno del planeta.” (Lovelock, 2000).

U

89

Antes de nosotros, quizá, y es lo que intenta demostrar la presente investigación, hubo otras

humanidades que probablemente intentaron corregir sus propios errores, quizá también un poco tarde.

Nos interesa descubrir hasta donde lograron avanzar en dicho propósito y si lograron de alguna manera

corregir errores del comportamiento de los seres humanos modificando intencionalmente la forma del

agua y tejiendo, entre todos, humanos y no humanos, la memoria colectiva.

Palabras claves: Memoria del agua. Ecosistemas estratégicos. Paisaje cultural. Bordes e interfaces.

Referencias.

EMOTO, Masaru. (2012). Mensajes del agua – La belleza oculta del agua. Editorial: La Liebre de

Marzo, España.

LOVELOCK, James. (2000). Homenaje a Gaia – La vida de un científico independiente. Editorial:

LAETOLI. México.

LOVELOCK, James. (1985). Gaia, una nueva visión de la vida sobre la Tierra. Barcelona: Ediciones

Orbis.

Enlaces en la Internet:

http://franciscocabanzo.blogspot.com/2009/01/paisaje-zenu.html

Las ciénagas son unos de los recursos naturales más importantes desde todo punto de vista.

De ahí la necesidad de preservarlos

90

Para tener en cuenta en el trabajo comunitario.

Dos experiencias pasadas, todavía vigentes

1. Los Puestos de atención comunitaria: una propuesta para la orientación a adolescentes y jóvenes de barrios y veredas

a Fundación del Sinú, Fundación Universitaria Luis Amigó, Corporación Universitaria del

Sinú, Corporación María Cano, Corporación Minuto de Dios, Procuraduría de Familia,

Instituto Colombiano de Bienestar Social ICBF y Visión Mundial, decidimos conformar en el

año 2004 la Red de orientación a familias en estilos de vida saludable.

Los objetivos de la Red de orientación a familias en estilos de vida saludable eran:

- Elaborar estudios, proyectos, artículos y propuestas sobre la familia cordobesa en aspectos de interés

- Proponer, ejecutar, sistematizar y evaluar programas de capacitación, acompañamiento y atención a

las familias

- Organizar eventos, difundir por todos los medios posibles los resultados obtenidos y promover

centros de documentación

Puestos de atención

En las comunidades de Montería las familias en general y los adolescentes y jóvenes en particular

enfrentan serias dificultades personales, familiares, comunitarias y sociales.

Estamos convencidos que podemos ayudar a capacitarlos, organizarlos y brindarles el apoyo que

requieren por parte de las administraciones gubernamentales, gremios, iglesias, asociaciones y

organizaciones no gubernamentales y de esta manera mejorarían sus condiciones de vida.

Hemos identificado que las mayores dificultades de los adolescentes y jóvenes son: 1. El riesgo de no

tener un desarrollo personal sano. 2. Los conflictos familiares y comunitarios. 3. Los problemas

sicológicos ocasionados por el desplazamiento, la inseguridad y la pobreza. 4. La falta de generación

de ingresos y empleo.

Por estas razones propusimos conformar los siguientes:

L

91

Son sedes atendidas por jóvenes, encargados de orientar a adolescentes, jóvenes y otros miembros de

la familia en aspectos que tienen que ver con prevención de alcoholismo y drogadicción, violencia

intrafamiliar, delincuencia y prostitución, salud sexual y reproductiva y vida familiar.

Objetivos

- Informar y orientar a los miembros de la familia que acudan a ellos en los aspectos señalados. La

información es el suministro de nombres, direcciones, funciones y demás datos de personas,

instituciones y organizaciones que pueden prestar ayuda en los temas anotados.

La orientación, además de la información, es la atención y el acompañamiento que harán los jóvenes

orientadores las veces que sea necesaria a las personas que acudan a ellos. Los orientadores cuentan

con el apoyo de profesionales de las instituciones que componen la Red y pueden remitirlos a ellos en

caso sea necesario para atención personalizada.

- Promover en los distintos grupos de la comunidad (adolescentes, jóvenes, padres de familia, iglesias,

organizaciones comunitarias, económicas, deportivas, culturales y colegios, entre otros) la vida sana y

bien llevada. La labor será constante y utilizarán todos los medios posibles para lograr lo propuesto.

- Capacitar y organizar a los interesados en estos temas con el fin de crear, fortalecer y ampliar estos

Puestos.

Resultados obtenidos

- Estos Puestos funcionaron durante algún tiempo en varios barrios de la ciudad de Montería.

Desaparecieron por falta de apoyo de instituciones que se habían comprometido a impulsarlos.

- Durante el tiempo que permanecieron observamos la importancia y utilidad que tenían.

- El Foro Córdoba 67 años solicita a los barrios y veredas que tengan interés y posibilidades de

analizar e implementar estos u otros tipos de organizaciones y liderazgos que ayuden a entender y

apoyar estas iniciativas, favor comunicarse con nosotros, estamos dispuestos a compartir documentos

y conocimientos adquiridos con esta y otras experiencias.

Víctor Negrete Barrera

2. Diálogo sobre investigación comunitaria y procesos sociales

Compilación resumida elaborada por el licenciado Miguel Garcés como parte del diplomado en

formación de líderes cristianos con énfasis en investigación y desarrollo adelantado por la

organización Visión Mundial en el año 2007

A continuación, presentamos las conclusiones de la charla sostenida con Víctor Negrete. Es una

síntesis de carácter propositivo que busca hacer de la reflexión teórica y académica de la investigación

participativa, un laboratorio de vivencias e ideas que inciten al compromiso y la acción creativa y

92

proactiva en procura de contribuir a mejorar las condiciones de vida de las comunidades marginales

del municipio de Montería:

- Surgió la idea de compartir la experiencia de los Puestos de atención comunitarios y otras similares

con los adolescentes y jóvenes de Visión Mundial como parte del proceso de divulgación, formación,

sistematización, análisis e implementación de propuestas de trabajo con comunidades.

- Es necesario lograr en el proceso de los proyectos, involucrar desde el principio a las organizaciones

sociales y comunitarias interesadas y si es posible las administraciones locales, que aseguren la

ejecución de lo proyectado.

- Las capacitaciones que se realicen deben ser de máxima calidad, verificando el nivel de conocimiento

y comprensión de los asistentes, con métodos y medios que faciliten y motiven la participación y el

análisis, en lo posible que exista confianza mutua entre capacitadores y asistentes. Es recomendable

verificar de antemano los participantes cómo asimilan y socializan vivencias y experiencias en las

familias y comunidades.

- Es importante incluir la institucionalidad pública y privada dentro de estos procesos de intervención

comunitaria, no es posible asumir el compromiso social sin contar con ellos, sobre todo cuando se

refieren a obras y acciones que también les corresponden.

- Es necesario que cada persona desde su especialización en el trabajo, encuentre lugar para hacer lo que

sabe hacer dentro del proyecto.

- Hay que divulgar y compartir por todos los medios posibles lo que están haciendo, con el objeto de

establecer nuevos vínculos o relaciones de utilidad.

- Es importante que la organización considere necesario dar a conocer la historia y situación actual de

los barrios. Esto les permite que las familias conozcan mejor sus comunidades, las valoren y afiancen

sus identidades, reconozcan a las personas que les han servido. Con el material recopilado pueden

hacer proyectos, programas y solicitudes; textos escolares, archivo y exposiciones fotográficas

- También es posible fomentar la elaboración de planes de desarrollo comunitario para que no sean los

políticos y otros quienes digan a la comunidad lo que hay que hacer. Para ello es fundamental contar

con asociaciones organizadas, participativas, honestas y con gran capacidad de gestión.

- Hay que insistir en la participación y organización de las comunidades, esta debilidad ha hecho que la

politiquería, la indiferencia y el conformismo tome partido haciendo que los beneficios individuales

consuman las necesidades colectivas.

- Deben proponer nuevos tipos de liderazgo y organización, distintos a los tradicionales que han

funcionado en las comunidades que no les gusta capacitarse, no aceptan las críticas ni la diversidad de

opiniones. El nuevo perfil debe mostrar profundidad ética y moral, amante del crecimiento, la

formación integral y una gran apertura a crecer y madurar con tolerancia y convivencia.

- Es necesario que surjan nuevas formas de asociación, comunicación, trabajo, afectos y disciplina

distintas a las tradicionales. Con frecuencia son copias traídas de otras realidades, impuestas muchas

veces con resultados no recomendables.

- Incentivar para que surjan organizaciones de niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, madres cabeza de

familia, tercera edad, deportistas, artistas, ambientalistas… hay elementos de sobra para crear nuevas

organizaciones más eficaces.

- Es clave que las organizaciones trabajen en generar nuevos movimientos de opinión donde converjan

diversas propuestas y corrientes de pensamiento, elaborar alternativas de desarrollo viables y

convincentes y obtener resultados.

93

Museos y colecciones

de piezas arqueológicas y antropológicas en Córdoba

Museo Arqueológico Zenú Sergio Restrepo Jaramillo

l Museo Arqueológico Zenú

de Tierralta, es el más

completo en su género, el

único en Colombia y el más

representativo en información y

aspectos generales de la cultura Zenú.

Está constituído por más de 1.500

piezas de las cuales se destacan

cerámicas y materiales líticos e

información sobre la orfebrería.

El número y variedad de piezas, la

antigüedad y el arte consignado en las

mismas, la dispendiosa labor de

recolección, desde las manos de los

guaqueros y traficantes de los tesoros

precolombinos. Aunque poco

conocido el Museo Arqueológico Zenú de Tierralta, en Córdoba, es un lugar de extraordinario valor

cultural y científico. Su organización fue el legado del sacrificado sacerdote jesuita Sergio Restrepo.

Ubicación.

Se encuentra ubicado en el área contigua al templo de la Parroquia San José de Tierralta, municipio

situado al sur del departamento de Córdoba a 85 kilómetros de Montería, la capital departamental.

Localización.

El museo ocupa una edificación de dos plantas contiguas a las dependencias de la Parroquia San José,

complejo arquitectónico situado en el corazón de la cabecera municipal.

Antecedentes.

El inicio del museo ocurre con la llegada de la Comunidad religiosa de los Padres Jesuitas a Tierralta

en 1980, donde se hicieron cargo de la Parroquia San José.

Mientras atendía su labor pastoral y social en la parroquia, el padre Sergio Restrepo Jaramillo dedicaba

su tiempo especialmente los fines de semana y feriados a obtener piezas provenientes de los más

apartados lugares donde se lograron rescatar vestigios de la Cultura de los Zenúes, especialmente en el

área de las cerámicas.

Viajaba a municipios del bajo Sinú como Momil, Chinú, Chimá, Ciénaga de Oro y el San Jorge como

Planeta Rica, Buenavista, Montelíbano, Ayapel, Puerto Libertador y Uré. En Tierralta visitaba Betancí,

E

94

hacienda Gallo, los alrededores de Batata, especialmente el Cerro del Venado, Palmira, Caramelo y la

hacienda El Cabrero. Sitios en los cuales se asentaron las tribus indígenas de la familia Zenú. Los

Zenúes estaban conformado por tres familias indígenas parientes entre sí, localizados en la costa

noroccidental de Colombia. De acuerdo a su ubicación los españoles le dieron tres diferentes nombres:

los Finzenúes, que habitaron las orillas del río Sinú, los Panzenúes que se ubicaron a orillas del río San

Jorge y los Zenúfana, ubicados entre el río Nechí y el bajo Cauca. Lo que al principio parecía un

pasatiempo del padre Sergio Restrepo, se convirtió a través de más de diez años de cuidadosa y

paciente labor, en una positiva realidad, en unos resultados de gran valor histórico, cultural y científico.

Cuando ya el padre Sergio Restrepo había avanzado en su tarea de organizar el museo, contó con el

apoyo del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) con sede en Bogotá, Este apoyo

fue especialmente para clasificar las piezas que en un número superior a 1.500 integran el museo.

Además de las cerámicas, hay infinidad de objetos que fueron de uso diario de los integrantes de la

Cultura Zenú, elaborados en piedra, huesos, raíces y conchas de origen marino.

Inicialmente todas las piezas del museo estaban en unos armarios en salones de la parroquia. Gracias

a las gestiones del padre Sergio mucho antes de su muerte, logró el apoyo de la Compañía de Jesús y

la fundación Adveniat, la construcción de dos edificios de dos plantas cada uno para el uso de la

biblioteca municipal y el Museo Arqueológico Zenú. Estos fueron terminados y entregados el 1 de

junio de1990, un año después del asesinato del padre, pese a esto la obra continuó con el aporte de los

padres Gustavo Jiménez, mantenimiento por más de 28 años. gestionó la clasificación y registro oficial

de las piezas del Museo por parte del ICANH, dándole una ubicación con más trascendencia de

exposición ante el público, en la presencia del padre Jorge Uribe se llevó a cabo la investigación sobre

la cultura Zenú que recoge la información de esta cultura en 7 documentos cuidadosamente organizado

en espera de poder ser publicado.

Una de las más importantes exposiciones registrada en el museo es la sepultura del Hombre de El

Cabrero, que data del siglo III DC, fue rescatada en la hacienda El Cabrero por tal razón lleva su

nombre, este rescate arqueológico se hizo bajo la supervisión del instituto ICANH.

Este museo arqueológico de gran renombre, por la condición del material que guarda en su seno desde

su inicio contó con la visita o presencia de personas de diferentes partes del departamento, el país,

estudiantes de otros municipios de diferentes instituciones y con un gran número de extranjeros que

han visto en él una fuente histórica de la cultura Zenú tan original o tan virgen que se puede decir que

es el único en Colombia en su género o el único de su especie en la costa Caribe, el único en Córdoba

y afortunadamente lo tenemos en Tierralta. Gracias al padre Sergio, a la Compañía de Jesús y a la

incansable labor de Víctor Pantoja quien al lado del padre Sergio organizó, restauró y conoció el

proceso de este museo orgullo de los altosinúanos.

Este museo arqueológico de la Cultura Zenú que usted visita, lo inició un sacerdote de la Compañía

de Jesús, muerto trágicamente aquí en Tierralta el 1 de junio de 1989, el padre Sergio Restrepo. Por

eso lleva su nombre. La obra continuó con el aporte de los padres Jesuitas Enrique Herrera, Tulio

Aristizabal, Jorge Uribe y Víctor Pantoja su actual Director.

Este museo contiene tres segmentos de mucha importancia como ya lo habíamos comentado

anteriormente, el primer componente es el material lítico, el segundo componente es el material

cerámico, el tercer componente es la fantasía, muy representativa de la cultura Zenú y una exposición

95

de mucha importancia es la sepultura de El hombre de El Cabrero.

La Red departamental de museos

En la ciudad de Montería, siendo las 9:00 de la mañana del día 14 de abril de 2015, se reunieron en el

Auditorio de la Corporación Universitaria del Caribe-CECAR los representantes de los diferentes

museos del departamento de Córdoba que a continuación se relacionan e invitados convocados para

participar de la reunión:

Andres Felipe Segura Tirado – Secretario de Cultura Departamental.

Libia Recalde Piñeres – Asesora Red de Museos Ministerio de Cultura.

Fredy Ballestero – Representante Junta Pro Semana Santa de Ciénaga de Oro.

Álvaro Madera – Representante Museo José Dolores de San Andrés de Sotavento.

Fabio Alberto Domicó Domicó – Representante Museo Comunitario Pueblo Embera Katío del Alto

Sinú Cabildo Indígena Tierralta.

Víctor Pantoja: Representante Museo Arqueológico Zenú Sergio Restrepo – Tierralta.

Elia Rosa León León: Representante de FUNISOC.

José Paternina: Representante Museo San Andrés de Sotavento.

Ana María Fernández Paternina: Museo San Andrés de Sotavento.

Cristian Padilla Mercado: Profesional Universitario Secretaría de Cultura.

Invitados especiales:

Augusto Amador Soto: Periodista en temas culturales.

Gleiner Spir: Contratista de la Secretaría de Cultura Departamental.

Gustavo Céspedes Ramírez: Técnico Operativo Secretaría de Cultura.

El orden del día fue el siguiente:

Sensibilización del Programa de Fortalecimiento de Museos a cargo de Libia Recalde Piñeres.

Funcionaria del Ministerio de Cultura.

Presentación de cada uno de los asistentes al evento.

Conformación de la Red Departamental de Museos.

Elegir un representante de la Red Departamental de Museo ante la Mesa Nacional de Museos.

Preposiciones y varios.

Para dar inicio al evento programado la representante del ministerio presento saludó de bienvenida a

todos los asistentes y explicó la importancia de fortalecer los procesos de organización y gestión de

96

las redes territoriales a partir de la construcción de un Plan de Acción para el 2015, teniendo como

referencia los planes estratégicos y la Política nacional de Museos de cara a su inclusión en los planes

de desarrollo departamentales.

También resaltó el grado de importancia y responsabilidad de la conformación de la Red

Departamental de Museos en el Departamento y de allí la necesidad de emprender actividades efectivas

del sector que amplíen su campo de acción.

A continuación, en presencia de la funcionaria del Ministerio de Cultura Nacional los asistentes al

evento volvieron a elegir por unanimidad VICTOR PANTOJA, como representante a la Mesa

Nacional de Museos.

Para mayor constancia esta acta es firmada por el Secretario de Cultura Departamental.

ANDRES FELIPE SEGURA TIRADO

Secretario de Cultura Departamental.

Museo Arqueológico-Cultural itinerante Zenú de Colombia

A 15 kilómetros del municipio

Ciénaga de Oro, por carretera recién

pavimentada y paralela a un caño

llamado Aguas Prietas, se encuentra

el corregimiento Punta de Yánez.

Hace 24 años allí funciona el primer

Museo Arqueológico Cultural

itinerante Zenú de nuestro

departamento, ya que aquí

descubrimos un gran yacimiento

arqueológico perteneciente a la

cultura de nuestros indígenas

zenúes. Abarca cinco fincas y dos

calles públicas. Está dirigido por un

personaje muy interesante llamado Franklin Pla Elías. Él lleva 24 años clasificando el museo en 6

categorías según el material: cerámico, óseo, malacólico, lítico, fósil y fragmentos. Aquí se pueden

observar vasijas de muchos estilos, ocarinas, patenas, cuencos, copas ceremoniales, budares,

herramientas de pecho de morrocoy, de hueso de primates, collares de colmillos de felinos y de dientes

humanos, espátulas, macerador, volantes de huso, collar de caracoles de agua salada, dijes y cuentas

Visita del cabildo indígena de San Sebastián de Lorica

97

de collar con orificios. Pero también en piedra, manos de moler, hachas y metales. (Antigüedad: 1400

años antes de Cristo) y en la última categoría del Museo observamos los fósiles descubiertos por

Franklin, arqueólogo empírico. Aquí, en tierras zenúes, hay corales, ostras y caracoles. (Antigüedad

65 millones de años). Nota. Esta antigüedad es basada en un sistema llamado Arqueología Comparada.

Franklin Pla Elías es un personaje polifacético dentro del Museo: es conferencista, fotógrafo,

camarógrafo, decorador, marquetero, custodio, archivador, dibujante, aseador, propagandista,

relacionista, guía turístico, restaurador, expositor, bodeguero, celador y protector de toda su colección

Zenú.

La historia es muy larga pero el final del único capítulo terrible que ha tenido este Museo fue en marzo

de 2015, todo el Museo fue botado a la calle con el fin de robarse las instalaciones que Franklin había

conseguido hacía 18 años.

Dos familias rompieron los candados y las puertas y se metieron a vivir allí con todos sus muebles y

el patio también fue invadido por otras tres familias. Esto fue permitido por varios punteyaneros y con

el aval del corregidor y del alcalde de turno de Ciénaga de Oro. La noticia salió en los periódicos, a

raíz de esto a Franklin, para que se quedara callado, lo amenaza un sicario que fue enviado por esas

familias.

Franklin duró 11 días recogiendo todas las piezas, mesas, cuadros, fotos, etcétera sin que nadie lo

ayudara y se las llevó para su casa que es extremadamente vieja y en este lugar sigue con la titánica

tarea, dictando conferencias, explicando cada una de las piezas que posee y que siempre han sido

obtenidas por medio de un procedimiento llamado Arqueología de rescate.

Cabe anotar que hace muchos años Franklin incluyó este museo en el Plan de Ordenamiento Territorial

POT y también en la Red de Museos de Córdoba y Colombia ante el Ministerio de Cultura en Bogotá.

Franklin recibe en su Museo todos los años a decenas de alumnos de primaria, bachillerato,

universidad, padres de familia, políticos, alcaldes, turistas, profesionales en diferentes áreas de la

ciencia, todos provenientes de diferentes ciudades, municipios y veredas de nuestra región caribe y del

interior del país.

Hay que resaltar que este personaje ha logrado esto sin tener ayuda de ninguna administración y

ninguna entidad de Estado.Solamente trabajando sin ánimo de lucro, con sus uñas y su buena voluntad

ya lleva 24 años y continúa la labor.

Como será tan importante este Museo y este personaje que fue invitado especial a la gran inauguración

de la Casa de la Cultura en Ciénaga de Oro (Córdoba) para que expusiera sobre la gran riqueza de cada

una de las piezas que posee.

Franklin y su Museo han salido por el periódico en nueve ocasiones, por televisión en tres programas

diferentes y por Telecaribe cada 22 días.

El objetivo principal de este personaje es rescatar, conservar, reparar, limpiar, proteger y divulgar todo

lo relacionado con los vestigios arqueológicos encontrados aquí en el corregimiento. Sin comprar ni

vender una sola pieza.

98

Museo de los Pequeños Arqueólogos del Lácides

s una iniciativa que surge en el año 2016 gracias al trabajo del grupo de investigación Los

Pequeños Arqueólogos del Lácides, conformado por siete niños y un docente vinculados al

programa Ondas de Colciencias y apoyados por el convenio 572 entre la Corporación

Unificada Nacional de Educación Superior – CUN y la Gobernación de Córdoba. Este equipo de

trabajo interesado en conocer y preservar el patrimonio arqueológico, cultural y natural del bajo Sinú,

ha ganado varios premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional, realizando el inventario

y rescate de piezas arqueológicas en el cabildo indígena de San Nicolás y sus alrededores con la ayuda

de la etnia Zenú, afro-colombiana y de los campesinos, asesorados por el Museo de la Universidad del

Norte MAPUKA. Un gran aliado que facilitó el registro de 251 piezas arqueológicas ante el Instituto

Colombiano de Antropología e Historia – ICANH.

Con los vestigios encontrados se aspira a organizar el primer museo arqueológico del bajo Sinú,

gestionado por niños con el apoyo de docentes, padres de familia y comunidad.

En la actualidad estas muestras arqueológicas han sido protegidas con fines pedagógicos y científico,

capacitando a estudiantes y personas interesadas en la arqueología.

Las muestras arqueológicas se encuentran ubicadas en una casa de familia en la avenida primera en el

legendario pueblo de San Nicolás de Bari en Lorica, Córdoba, un lugar arqueológico visitado por

Reichel Dolmatof, padre de la arqueología colombiana.

Esta población fue centro indígena, sede religiosa y funeraria de la antigua provincia indígena de

Finzenú morada de caciques y mohanes. Este museo en formación cuenta con 251 piezas arqueológicas

E

99

de la cultura Zenú, Malibú y Tairona, fabricadas en materiales como cerámica, líticos (piedras), óseos,

malacológicos (conchas), metálicos y fósiles. Cada pieza es un libro que enseña algo del pasado, entre

las piezas más representativas están:

1. Herramientas: hachas, lascas cortantes, azadones, cinceles, pulidores para cerámica, petro esferas,

yunques, cuencos, metales y manos de moler.

2. Vasijas utilitarias y ceremoniales: antropomorfas (forma humana), zoomorfas (forma animal), fito

morfas (forma vegetal) y otras globulares, semi globulares, mini vasijas, entre otras.

3. Copas ceremoniales:

4. Platos y cazuelas (utilitarias)

100

5. Misceláneos: collares en cerámica, huesos, conchas marinas y piedra

6. Rodillos o pintaderas: estampar tela, cerámica o piel

7. Sellos planos

8. Volantes de huso, en concha marina y cerámica

9. Amuletos

101

10. Figuras antropomórficas y zoomórficas

11. Instrumentos musicales: pitos, ocarinas, flautas y sonajeros

12. Bala de cañón española (colonia)

13. Fósiles (diente fosilizado de Megalodón)

14. El señor cazador

102

15. Material didáctico para el museo: en la actualidad se cuenta con material didáctico diseñado por

el grupo de investigación tales como:

Mapas, imágenes, ilustraciones, relojes y postales que recrean la ubicación y las firmas de vida de los

indígenas de la región, además juegos que facilitan conocer mejor su historia y actividades.

Nuevo inventario de piezas arqueológicas

En la actualidad existe un inventario que sobrepasa las 400 piezas arqueológicas que pueden ser

rescatada para consolidad el museo. Para ello necesitamos:

- Una sede adecuada para el museo

- Vitrinas para su conservación

- Transporte y urnas adecuadas para su traslado

- Arqueólogos que asesoren el proceso

103

Recomendaciones del Programa Fortalecimiento de Museos

Documento con recomendaciones de José Bernardo Acosta, asesor Programa

Fortalecimiento de Museos - Mincultura. Fecha: 20/Mayo/2014. Remitido a la

Secretaría de Cultura de Córdoba, producto de visita realizada para esa fecha.

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107

Directorio Red de Museos y colecciones de Córdoba

Nombre Teléfono Correo Lugar

Silvio Burgos 3017892018 [email protected] Ciénaga de Oro

José Arteaga 3106554735 [email protected] Lorica, San Nicolás de Bari

Erit Urango 3003728772 [email protected] Momil

Lucy Castilla 3006431208 [email protected] Colección Universidad del Sinú

María Yovadis Londoño 3136853747 [email protected]

Museo Etnopedagógico del Alto San Jorge Palenque

de Uré

Franklin Pla Elías 3114882853 [email protected] Punta de Yánez

Álvaro Madera 3045889629 [email protected] San Andrés de Sotavento

Julieta Cardona 3215865884 San Antero

Víctor Pantoja 3128119089 [email protected] Tierralta

James Jarupia Domicó 3127489960 Tierralta, Museo Embera Katío

108

1. Urabá, conflictos y educación rural.

2. Las fuentes de agua en Córdoba.

3. La pobreza dentro de la pobreza. Cantaclaro y su canal.

4. Desplazados, finqueros y jóvenes creativos.

5. Memorias del encuentro con Tierralta.

6. Los asentamientos subnormales en Montería.

7. Memorias del encuentro con el Alto San Jorge.

8. Memorias del Encuentro con la otra Montería.

9. Nuestra educación para la creatividad, la identidad, la convivencia pacífica y el bienestar.

10. Vidas y oficios de pobladores del Alto Sinú. Testimonios.

11. Desarrollo agropecuario y reforma agraria. Memorias.

12. Las familias de Montería ante los derechos y los riesgos.

13. El desplazamiento por la violencia en el departamento de Córdoba. 1999-2002.

14. El proceso de reubicación de población desplazada por la violencia en predios rurales del municipio de Montería.

15. Jóvenes, familia y sociedad: de la exclusión al riesgo. El caso Córdoba.

16. Memorias del conversatorio El proceso de negociación con las AUC y el posconflicto en Córdoba. Serie Documentos.

17. Memorias del foro La calidad de la educación en Córdoba. Serie Documentos.

18. Adolescentes y jóvenes de asentamientos con presencia de desplazados confiesan sus opiniones, creencias y prácticas sexuales.

19. Los puestos de atención comunitarios, una propuesta para la participación y organización. Serie Documentos Comunitarios.

20. Desarrollo y fortalecimiento de la actividad empresarial en Montería. Impacto de los programas de capacitación y crédito.

21. Las fuentes de agua en el departamento de Córdoba. un inventario desalentador. 1952-2000.

22. Algunos aspectos del proceso de negociación Gobierno-AUC. Documentos para la reflexión Nro.1.

23. Grupos políticos, iglesias y conflicto armado. Documentos para la reflexión Nro.2

24. Las peleas en casa y el maltrato infantil, una guía para conocerlas, atenderlas y prevenirlas.

25. Lucha por la tierra y reforma agraria en Córdoba.

26. Parapolítica, posdesmovilización, elecciones y organizaciones sociales. documentos para la reflexión Nro.3.

27. Situación del conflicto y la pobreza en Córdoba y perspectivas de paz.

28. Hidroeléctricas, inundaciones, energía, desarrollo. Documentos para la reflexión Nro. 4.

29. Otro Córdoba es posible. Documentos para la reflexión Nro.5.

30. Análisis sociopolítico de Montería y propuestas sobre liderazgo, participación y compromiso ciudadano.

31. Conflicto y crecientes. Documento para la reflexión Nro.6.

32. Cultura política y participación en Montería 2006-2008.

33. Cuatro miradas al conflicto en Córdoba. Documentos para la reflexión Nro.7.

34. La investigación Acción Participativa en Córdoba.

35. El sur de Córdoba ¿conflicto sin fin?

36. El desarrollo rural. Conocimientos y experiencias del sur de Córdoba, bajo Cauca y Urabá antioqueños.

37. El desarrollo rural y los consejos municipales de desarrollo rural – Cartilla.

38. Las familias en el Sinú.

39. Los municipios del San Jorge en Córdoba ¿Desarrollo rural en medio del conflicto y la pobreza? Documentos para la reflexión Nro.8.

40. Córdoba: 9 años después de la desmovilización de las AUC, 2 años después de los diálogos de La Habana. Documentos para la reflexión

41. El proceso de construcción de la Investigación Acción Participativa en Córdoba-Colombia. Documentos para la reflexión Nro.10.

42. Ciénaga de Ayapel. Así empezó la escasez y el deterioro. Documentos para la reflexión Nro.11.

43. Relatos de nosotros los cordobeses.

44. 1. Posibilidades de implementar en Córdoba los acuerdos de desarrollo rural territorial firmados entre el Gobierno y las Farc. 2. El

45. Las familias en Córdoba. Entre los riesgos y la incertidumbre. Documentos para la reflexión Nro.12

46. Los humedales en Córdoba 1987-2007 ¿Cuántos hemos perdido y deteriorado? ¿Es posible su recuperación?

47. 1. Usos, distribución y ordenamiento territorial en el departamento de Córdoba. 2. Región Urabá Caribe 3. Elecciones para Congreso. Doc Nro. 13

48. Santos, creencias, identidades y oficios populares en el departamento de Córdoba

49. Historia y situación actual de mi vereda

50. 1. El pasado reciente de Córdoba: ¿qué lecciones nos ofrece? 2. ¿Para dónde vamos en educación? Documentos para la reflexión Nro.14

51. El desarrollo de Córdoba, experiencias a tener en cuenta. Documentos para la reflexión Nro. 15

52. Conflicto, Historia, ¿Paz? Documentos para la reflexión Nro.16

53. Foro Córdoba 67 años. Documentos preparatorios. Documentos para la reflexión Nro.17

54. Foro Córdoba 67 años: Ponencias presentadas. Primera parte. Documentos para la reflexión Nro. 18

55. IAP La Investigación Acción Participativa en Córdoba

56. Foro Córdoba 67 años: Ponencias presentadas. Segunda parte. Documentos para la reflexión Nro. 19

57. Foro Córdoba 67 años: Ponencias presentadas. Tercera parte. Documentos para la reflexión Nro.20

58. Celebración de los 47 años de la IAP y Encuentro de Metodologías y Concepciones Participativas. Ponencias presentadas. Primera parte. Sesiones

especiales. Documentos para la reflexión Nro. 21

59. Proyecto de Acceso a la Justicia. Diagnóstico de Barreras de Acceso a la Justicia en los Municipios del Sur de Córdoba

60. Celebración de los 47 años de la IAP en Colombia y Encuentro de Metodologías y Concepciones Participativas. Ponencias presentadas. Segunda parte.

Documentos para la reflexión Nro. 22

61. Costumbres campesinas, conflicto social y propuestas de paz. El problema de la violencia en el alto y medio San Jorge. Documentos para la reflexión

Nro. 23

www.unisinu.edu.co/cespo

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