causas, consecuencias y perspectivas del crecimiento acelerado en china · 2015. 1. 11. · el...
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Abril
2012 222
Serie Informe ECONÓMICO
Causas, Consecuencias
y Perspectivas del Crecimiento
Acelerado en China
Cecilia Cifuentes H.
I S S N 0 7 1 7 - 1 5 3 6
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Cecilia Cifuentes H. es Ingeniero
Comercial y Magíster en Economía de la
Pontificia Universidad Católica de Chile.
Investigadora del Programa Económico de
Libertad y Desarrollo.
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Resumen Ejecutivo 5
1 Introducción 7 2. La Economía con el Mayor Crecimiento del Mundo 7 2.1. El Notable Fenómeno del Ahorro en China 9 3. ¿Es el Crecimiento Chino Socialmente Óptimo? 14
4. Perspectivas Futuras de Crecimiento 18 5. Conclusiones 22 6. Referencias Bibliográficas 24
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Índice
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El “milagro” de crecimiento chino ha sido realmente notable en los últimos 30
años, y ha permitido que millones de personas salgan de una situación de
pobreza y se inserten en la economía global. Es evidente además que no
solo los chinos se han visto beneficiados de este proceso, sino también el
resto del mundo, a través de una creciente oferta de una gran variedad de
bienes a precios muy competitivos. En parte gracias a China, el mundo ha
podido registrar en las últimas dos décadas una expansión elevada sin la
existencia de presiones inflacionarias.
No hay en la evidencia empírica de los últimos dos siglos de historia (y
probablemente tampoco existe anteriormente) un caso de crecimiento como
el verificado por China en ese lapso. El objetivo de este artículo es analizar
las causas y consecuencias de este fenómeno, que cómo veremos, permite
pensar que no es un resultado que sea deseable, y que probablemente los
propios chinos habrían disfrutado de un mayor nivel de bienestar con un
crecimiento algo inferior, especialmente en los últimos quince años.
Mostraremos, en definitiva, que este resultado no parece ser un óptimo
social para los chinos, a pesar de que para el resto del mundo ha sido
claramente beneficioso. El artículo muestra también que parece poco
probable que este espectacular ritmo de expansión se pueda mantener hacia
adelante.
El estudio se organiza de la siguiente forma; el primer punto analiza los
resultados de crecimiento en China, comparándolos con el resto de Asía,
para luego explicar las causas de las notables diferencias entre este país y el
resto. Un segundo punto analiza si este resultado de crecimiento ha sido
óptimo desde un punto de vista social, para luego analizarse en el tercer
punto las perspectivas futuras de crecimiento. Finalmente se presentan
algunas conclusiones que parecen relevantes.
Resumen Ejecutivo
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Causas, Consecuencias y Perspectivas
del Crecimiento Acelerado en China
1. Introducción
“No todo lo que brilla es oro”. Este refrán popular refleja en forma apropiada
el significado del explosivo crecimiento de la economía china en los últimos
treinta años. No hay en la evidencia empírica de los últimos dos siglos de
historia (y probablemente tampoco existe anteriormente) un caso de
crecimiento como el verificado por China en ese lapso. El objetivo de este
artículo es analizar las causas y consecuencias de este fenómeno que, cómo
veremos, permite pensar que no es un resultado que sea deseable, y que
probablemente los propios chinos habrían disfrutado de un mayor nivel de
bienestar con un crecimiento algo inferior, especialmente en los últimos
quince años. Mostraremos, en definitiva, que este resultado no parece ser un
óptimo social para los chinos, a pesar de que para el resto del mundo ha sido
claramente beneficioso. El artículo muestra también que parece poco
probable que este espectacular ritmo de expansión se pueda mantener hacia
adelante.
El artículo se organiza de la siguiente forma; el primer punto analiza los
resultados de crecimiento en China, comparándolos con el resto de Asía,
para luego explicar las causas de las notables diferencias entre este país y el
resto. Un segundo punto analiza si este resultado de crecimiento ha sido
óptimo desde un punto de vista social, para luego analizarse en el tercer
punto las perspectivas futuras de crecimiento. Finalmente se presentan
algunas conclusiones que parecen relevantes.
2. La Economía con el Mayor Crecimiento del Mundo
El fenómeno del crecimiento chino es completamente inédito en el mundo,
durante el siglo XX y la primera década de éste. Ningún otro país ha logrado
cifras equivalentes ni durante el período de 30 años que lleva China, ni
tampoco cuando se consideran períodos más breves. Incluso Japón, que es
conocido como uno de los más importantes “milagros” económicos, no logró
un ritmo de crecimiento similar. Entre 1956 y 1989, antes del estallido de la
burbuja japonesa, el ritmo promedio de crecimiento de ese país fue de 6,3%.
China entre 1980 y 2010 creció a un ritmo promedio de 10%. La siguiente
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tabla muestra los ritmos de crecimiento promedio para los países asiáticos
en distintos lapsos, cuyas cifras evidencian claramente que China es “el
alumno más aplicado del curso”. Lo mismo es cierto si se consideran las
estimaciones de crecimiento del FMI para el período 2010 – 2016: China las
encabeza con un 9,5%, prácticamente equivalente al promedio histórico.
Tabla N° 1
Crecimiento del PIB en Asia (%)
PaísPromedio
1980 - 2010
Promedio
1980 - 1989
Promedio
1990 - 1999
Promedio
2000 - 2009
Promedio
2010 - 2016
China 10,0 9,8 10,0 10,3 9,5
Hong Kong SAR 5,1 7,4 3,6 4,2 5,0
India 6,1 5,4 5,6 7,0 8,3
Indonesia 5,1 5,7 4,3 5,1 6,6
Japón 2,2 4,4 1,5 0,6 1,8
Corea 6,6 8,6 6,7 4,4 4,4
Malasia 6,0 5,9 7,3 4,8 5,4
Singapur 7,0 7,8 7,3 5,2 5,8
Taiwán 6,0 7,7 6,3 3,4 5,8
Tailandia 5,6 7,2 5,3 4,1 5,1
Fuente: Fondo Monetario Internacional.
¿Cómo se explica este notable resultado? ¿Son confiables las estadísticas?
¿Son los chinos una raza superior? ¿Ha sido la profundidad del proceso de
reformas la causa? ¿Por qué los chinos ahorran tanto? ¿Hasta cuándo se va
a mantener este ritmo de crecimiento? Éstas y otras interrogantes son las
que intenta responder este artículo.
El tema de la confiabilidad de las estadísticas chinas es recurrente, y hay
razones para que existan dudas sobre la veracidad de los datos. Sin
embargo, este argumento no puede explicar el resultado, y a lo más se
puede hablar de diferencias de décimas. Incluso hay quienes piensan que
las cifras efectivas pueden ser algo superiores, conforme a datos más
objetivos, como son las importaciones y exportaciones chinas, las compras
de materias primas, datos de generación de energía, crédito bancario y
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otros. Esta información apunta, más bien, a que los ciclos de crecimiento
serían más marcados de lo que apuntan las cifras de PIB, pero con ritmos
promedios similares. Adicionalmente, luego del ingreso a la OMC, en 2004,
los criterios sobre la información estadística china se han hecho bastante
más estrictos.
2.1. El Notable Fenómeno del Ahorro en China
¿Por qué son tan elevadas las tasas de ahorro privado en China, incluso
superiores a países con niveles de ingreso per cápita mayores? La respuesta
a esta pregunta es muy importante, ya que sería una de las razones del
elevado crecimiento de los últimos años. El gráfico N° 1 muestra las tasas de
ahorro privado para varios países asiáticos, dentro de los cuales los niveles
de ahorro en China sobresalen claramente.
Gráfico Nº 1
Ahorro Doméstico en Asia (% del PIB)
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
China
Hong Kong
Corea
India
Indonesia
Japón
Singapur
Tailandia
Fuente: Asian Development Bank.
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La tasa de ahorro doméstica en China no solo es la más elevada de la región
–y del mundo–, sino además ha sido creciente en el tiempo, llegando en
2010 al nivel récord de un 53% del PIB. Singapur también muestra tasas de
ahorro muy elevadas, aunque sin la tendencia creciente que muestra China.
Adicionalmente, el nivel de PIB per cápita en Singapur es muy superior al de
China, con US$ 43.900, en comparación con US$ 4.400. Es decir, con un
nivel de ingresos de un décimo, los chinos ahorran lo mismo que los
singapurenses. En el resto de los países asiáticos, con excepción de Japón,
las tasas de ahorro doméstico fluctúan entre un 30% y un 35% del PIB, y se
han mantenido relativamente estables en los últimos quince años.
¿Por qué la tasa de crecimiento de China es muy superior a la de Singapur si
los niveles de ahorro son similares? La respuesta es bastante simple; en
China el ahorro financia en un porcentaje muy elevado inversión doméstica,
mientras que en Singapur las tasas de inversión son muy inferiores a la tasa
de ahorro; es decir, tienen un superávit de cuenta corriente muy elevado, de
más de 20% del PIB en promedio durante el período 2005-2010. El siguiente
gráfico muestra las tasas de inversión para el mismo grupo de países.
Gráfico Nº 2
Formación Bruta de Capital Fijo en Asia (% del PIB)
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
China
Hong Kong
Corea
India
Indonesia
Japón
Singapur
Tailandia
Fuente: Asian Development Bank.
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El gráfico N° 2 muestra claramente el liderazgo de China en tasas de
inversión, las cuales, al igual que las tasas de ahorro, también registran una
tendencia creciente, que no se revirtió durante la crisis de 2009. Tailandia y
Corea muestran también tasas de inversión elevadas entre 1995 y 1996,
pero que después se alinean con el resto del grupo de países, en una cifra
entre un 25% y un 30% del PIB. Es interesante ver también que India
muestra un repunte importante en su tasa de inversión en la década pasada,
que también coincide con la importante aceleración de su tasa de
crecimiento.
Llegamos entonces a una conclusión que no parece muy novedosa: China
crece mucho porque invierte mucho, y puede mostrar esas tasas de
inversión sin ningún tipo de riesgo de balanza de pagos, porque ahorra aún
más de lo que invierte. En este sentido, se tendría una situación en que el
crecimiento se explica en mayor medida por acumulación de factores
productivos (capital y trabajo) que por aumentos de productividad de los
mismos. Se trata, en consecuencia, de un fenómeno de crecimiento “por
transpiración” más que “por inspiración”. Este hecho se encuentra
documentado por varios estudios empíricos, entre éstos uno de Zheng, J.,
Bigsten, A. y Hu, A. (2007): “Can China’s Growth be Sustained?”. De
acuerdo a este estudio, entre 1993 y 2005, un 64% del crecimiento chino se
debió exclusivamente a acumulación de capital, es decir, se originó en el
importante esfuerzo de ahorro que hacen las familias en China. Es
interesante mencionar que durante la década del 80 los aumentos de
productividad fueron más significativos como fuente de crecimiento. Entre
1978 y 1993, la contribución del aumento de la productividad al crecimiento
fue de 44%, porcentaje que cayó a 33% entre 1993 y 2005, con una
tendencia decreciente también dentro de ese período. De hecho el gráfico
anterior muestra que la tasa de inversión aumentó fuertemente en la década
pasada. Una explicación para esta caída en el crecimiento de la
productividad es que las reformas liberalizadoras efectivamente generan un
impacto positivo en la eficiencia, pero que es por una vez. Dado que en la
última década la velocidad del proceso de reformas ha disminuido, ha
ocurrido algo similar con la contribución de la productividad al crecimiento.
Tenemos entonces que la mantención del fuerte dinamismo económico se ha
sustentado en el esfuerzo de ahorro doméstico.
¿Por qué ahorran tanto los chinos? ¿Son razones culturales? ¿Sería factible
para un país como Chile imitar el esquema de tal forma de crecer a un ritmo
similar? Estas preguntas se responden en parte importante de acuerdo a un
interesante estudio de Modigliani, Franco y Cao, Shi Larry (2004) “The
Chinese Saving Puzzle and the Life-Cycle Hypothesis”, que aplica las
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hipótesis de la Teoría del Ciclo de Vida para explicar las tasas de ahorro en
China, con resultados bastante notables.
Un primer punto que despeja el estudio es que el ahorro en China no es un
fenómeno cultural, ya que durante el período anterior a las reformas la tasa
de ahorro de las familias fluctuaba entre un 5% y un 10% del ingreso, y
empezó a aumentar en forma muy marcada a partir de 1978, como se ilustra
en el siguiente gráfico.
Gráfico Nº 3
Tasa de Ahorro de las Familias (% del Ingreso Disponible)
-5
0
5
10
15
20
25
30
35
1953
1955
1957
1959
1961
1963
1965
1967
1969
1971
1973
1975
1977
1979
1981
1983
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
DesastresNaturales
Acciones y Fdos. de Pensiones
Fuente: “The Chinese Saving Puzzle and the Life-Cycle Hypothesis” (2004).
Este gráfico muestra reducidas tasas de ahorro antes de 1978, e incluso
levemente negativa en 1962, producto en parte de desastres naturales que
se produjeron en ese período. El ahorro de las familias aumenta fuertemente
en el período posterior, hasta llegar a un récord de 34% del ingreso en 1994
y empezar a decrecer después. La caída no se explica en una menor
disposición a ahorrar, sino en que el estudio consideró como definición de
ahorro familiar el aumento de activos en el sistema financiero, dejando fuera
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otras formas de ahorro que eran inexistentes en el período previo a las
reformas, como son los fondos de pensiones y las acciones1. De hecho es
altamente probable que el ahorro familiar haya seguido aumentando a partir
de 1994 si se considera el aumento de ahorro doméstico de los últimos
quince años, ya que es poco factible pensar que sean solo las empresas las
que expliquen el fenómeno de ese período. Estas tasas de ahorro familiar
son similares a las que tuvo Japón en su período de alto crecimiento, pero
con un nivel de ingreso muy inferior, lo que contradice en forma clara la
teoría de consumo de Keynes, que explica los niveles de ahorro relacionados
al nivel de ingreso.
El punto de partida de la Teoría del Ciclo de Vida es que el ahorro no
depende del nivel corriente del ingreso, sino de la tasa de crecimiento de
éste en el largo plazo. Los individuos hacen una asignación óptima de sus
recursos entre consumo presente y futuro. De esta forma, a nivel agregado,
la tasa de ahorro será función en parte de la estructura demográfica de la
población, dividiendo a ésta entre población activa e inactiva laboralmente.
Esta última está compuesta por dos grupos; los retirados y los menores.
Tales consideraciones son muy importantes para China, dado el gran cambio
que ha provocado en la estructura demográfica la política de un solo hijo,
instaurada por Mao. El estudio encuentra que una variable muy relevante
para explicar el ahorro en China es la relación entre ocupados y menores2.
Es también importante considerar como variable la tradición cultural china,
por la cual normalmente las generaciones mayores viven a costa de los más
jóvenes. Esto significa, en la práctica, que los hijos son un buen sustituto del
ahorro financiero de los padres, por lo que el estricto control de la natalidad a
partir de 1970 pudo haber generado un importante aumento de ahorro
financiero. El estudio encuentra que el coeficiente de correlación entre la
relación ocupados/menores y tasa de ahorro es de 0,95.
Por otra parte, de acuerdo a la Teoría citada la tasa de ahorro también sería
función del crecimiento de tendencia del ingreso en un sentido positivo.
Cuando aumenta el crecimiento de tendencia, aumenta la tasa de ahorro. La
evidencia de China entre 1950 y 2000 es coincidente con esta hipótesis, por
lo que el aumento de la tasa de ahorro se explicaría también por el aumento
en las tasas de crecimiento tendencial del ingreso per cápita. El estudio
encuentra una elasticidad cercana a 2 entre el aumento del crecimiento de
tendencia del ingreso y la tasa de ahorro, con una significación elevada de la
variable (test t cercano a 10).
1 Se dejan fuera producto de la escasez de datos confiables.
2 Para el estudio se utilizó una edad de corte de 15 años.
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En definitiva, el cambio demográfico y el aumento del ingreso de tendencia
explican, de acuerdo a este estudio, cerca de 10 puntos porcentuales de
aumento de la tasa de ahorro cada uno.
Es interesante preguntarse entonces si esta situación es sostenible hacia
adelante, teniendo en cuenta que los dos factores explicativos del ahorro
generan un círculo virtuoso, puesto que el cambio demográfico genera
aumento del ahorro, aumenta la inversión, aumenta el crecimiento de
tendencia, lo que genera un incremento adicional del ahorro. Es un hecho
que el cambio demográfico que viene por delante genera el efecto contrario
en el ahorro, ya que el envejecimiento de la población lleva a una caída
bastante rápida de la relación ocupados/pasivos mayores, por lo que debería
generarse una caída en la tasa de ahorro, y por ende en el crecimiento de
tendencia. Vemos entonces que la política de un solo hijo generó un efecto
muy positivo en el crecimiento económico en los últimos treinta años, pero en
los próximos treinta, el efecto será el contrario. Parece evidente, entonces,
que el gobierno chino necesita revertir su política de un hijo, de tal forma de
atenuar el fenómeno de envejecimiento poblacional que ya ha empezado a
producirse. De hecho ya lo está haciendo, a través de permitir un segundo
hijo cuando el primero es mujer3.
3. ¿Es el Crecimiento Chino Socialmente Óptimo?
La cifra récord de crecimiento en China de los últimos treinta años, y el
hecho de que este resultado se explique en parte importante en niveles de
ahorro muy altos, lleva a preguntarse si este resultado de crecimiento es
óptimo desde un punto de vista de bienestar social. Esto porque el ahorro es
postergación de consumo presente, y por lo tanto existe un trade off en
términos de bienestar entre consumo presente y futuro. El que las familias,
de ingresos bajos en general, sacrifiquen cerca de un 30% de consumo
presente en pro de consumo futuro podría explicarse por preferencias muy
marcadas por consumo futuro, por elevados retornos del ahorro (alto precio
del consumo presente) o por algún tipo de distorsión, lo que significaría que
el resultado puede no ser un óptimo desde el punto de vista social. La tesis
3 Este factor es en parte contrarrestado con lo que ocurre en los sectores rurales, donde la
pérdida de ingresos de los gobiernos locales los ha llevado a ser más estrictos con las multas por no
acatar la norma del número de hijos. Un aspecto muy interesante de la política de control de natalidad en
China es que producto de una cultura machista, el aborto de niñas es muy superior al de niños, lo que ha
llevado a que actualmente un 51,9% de la población esté constituido por hombres.
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que se plantea a continuación postula que la situación se explica en parte
por el último factor, y que por ende China estaría creciendo a un ritmo mayor
al que es socialmente óptimo.
En relación al primer factor, las preferencias entre consumo presente y
futuro, en el punto anterior se mostró que las elevadas tasas de ahorro en
China no han sido una constante en el tiempo, lo que tiende a descartar este
factor como causa.
El elevado nivel de ahorro, motivado por los factores ya señalados, no ha
tenido un retorno elevado, sino por el contrario, ya que las tasas de interés
de los depósitos en China se han encontrado normalmente por debajo de las
tasas de inflación. Aunque no se tiene información detallada de estas tasas,
la conclusión se puede obtener comparando la tasa de interés de política
monetaria, establecida por el Banco Central chino (The People’s Bank of
China) con las tasas de inflación, como se muestra en el siguiente gráfico:
Gráfico Nº 4
Tasas de Interés y de Inflación en China
-5
0
5
10
15
20
25
30
Inflación Tasa de interés
Fuente: Asian Development Bank.
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El funcionamiento del sistema financiero, cuyo análisis en profundidad se
escapa de los propósitos de este estudio, tiene varias particularidades que lo
alejan bastante de un sistema de mercado eficiente, y que hasta ahora se ha
quedado bastante rezagado en el proceso de reformas que inició China a
fines de la década del 70.
En ese momento, el Banco Popular era el único banco del país, y cumplía al
mismo tiempo el rol de un banco central y una función comercial, a través de
la captación de depósitos, que eran otorgados como crédito a las empresas
estatales. En 1983 pasa a ser el Banco Central, y se crean cuatro bancos
comerciales sectoriales estatales, cuyo rol en la práctica era cubrir los déficit
de las empresas estatales. Los depósitos de las familias, junto con un
impuesto inflación bastante elevado, financiaban finalmente esta ineficiencia.
Es bastante evidente, entonces, que al menos hasta fines de los 90 las
familias recibieron un retorno negativo por su esfuerzo de ahorro, lo que se
explica por la falta de alternativas más rentables. En 1993 se permitió a estos
bancos actuar como bancos comerciales universales, pero siguieron
financiando principalmente a las empresas estatales. Hasta hoy estos
bancos permanecen bajo el control del Estado, con aún una muy escasa
competencia de bancos extranjeros. Ello posibilita que las tasas de interés se
mantengan bajas, y de todas formas los bancos puedan seguir captando
ahorro de las familias, que sigue financiando en parte ineficiencias de
empresas estatales, un sistema de crédito que en general es bastante
dirigido por la autoridad central. A esto se suma una cuenta de capitales
prácticamente cerrada, que dificulta el que los chinos puedan desviar su
ahorro hacia otras alternativas.
En definitiva, se tiene una situación bastante particular en un sistema político
que aún se define como comunista. El elevado ahorro de los chinos financia
a muy bajo costo niveles elevados de inversión, que muchas veces solo
llegan a ser rentables descontados a tasas cercanas a cero (los chinos
plantean que tienen un enfoque de largo plazo en sus decisiones de
inversión). Con niveles de tasas de interés más de mercado, se puede decir
que en China existen niveles elevados de “sobre-inversión”, es decir, el
capital está subsidiado en China por los trabajadores de ese país que
canalizan sus ahorros a través de un sistema financiero ineficiente y muy
poco competitivo4. Es una verdadera paradoja que el trabajo subsidie al
capital en una economía que se define como comunista. Si el capital está
subsidiado, se puede afirmar que el crecimiento económico efectivo es
4 No solo el costo financiero es muy reducido en China. Los proyectos de inversión también son
subsidiados a través de recibir tierras gratuitas, y con costos de electricidad y agua fuertemente
subsidiados.
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mayor a lo que sería socialmente óptimo, y las generaciones adultas más
pobres estarían subsidiando a las generaciones jóvenes, que serán sin duda
más ricas.
Desde un punto de vista distinto, aunque obviamente relacionado, Aziz, J. y
Cui, L5, explican el reducido nivel de consumo en China por la caída de la
participación del ingreso familiar en el ingreso nacional. Esta caída se
debería simultáneamente a menor participación de salarios y menores
transferencias del gobierno. Al mismo tiempo, la debilidad del sistema
financiero chino, que ha restringido el acceso a capital de trabajo de las
empresas, especialmente las de menor tamaño, ha tenido un efecto de
castigo en los salarios. El punto de partida del estudio es explicar por qué la
participación del ingreso familiar en el PIB cae en ocho puntos porcentuales,
reducción explicada principalmente por la menor participación de los salarios
en el ingreso. En teoría esta menor participación de los ingresos laborales
podría haberse visto contrarrestada en el ingreso familiar por una mayor
participación de las utilidades en el capital. Sin embargo, en la práctica la
propiedad de las empresas chinas no está extendida, parte importante sigue
bajo control estatal, y la distribución de dividendos de las firmas es reducida.
De hecho, los ingresos provenientes de inversión representan en China
cerca de un 3% del ingreso disponible, una de las cifras más bajas del
mundo. Vimos anteriormente que los depósitos bancarios son la principal
forma de ahorro financiero de las familias chinas, y como las tasas de interés
de estos depósitos son muy reducidas, también lo es el ingreso de capital
proveniente de esta fuente. Este reducido costo de fondo de los bancos
termina beneficiando a las empresas a las que se dirige el crédito, proceso
que aún se encuentra bajo fuerte influencia estatal.
Como se dijo, el estudio plantea que las firmas de menor tamaño tienen
fuertes restricciones financieras para acceder a capital de trabajo, lo que
castiga su demanda por trabajo. De acuerdo a estudios del Banco Mundial,
el porcentaje de empresas chinas que ve el acceso al financiamiento como
su principal obstáculo es muy superior al que se ve en otros países asiáticos,
restricción que crece inversamente con el tamaño de la empresa. El estudio
econométrico de los autores encuentra evidencia bastante robusta de que
las dificultades para acceder a financiamiento de capital de trabajo afecta en
forma negativa el empleo en las empresas, y en mucho menor medida las
inversiones en capital físico. De hecho, dado que éstas cumplen la función
de colateral, las empresas invierten en parte con el objetivo de disminuir las
restricciones de financiamiento. Este análisis tiende a confirmar la idea de
5 Aziz, Jahangir y Cui, Li (2007) “Explaining China’s Low Consumption: The Neglected Role of
Household Income”.
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que el trabajo subsidia de alguna forma al capital, cuyo precio está
distorsionado, lo que genera un crecimiento superior a lo que sería
socialmente óptimo. Resolver esta situación pasa principalmente por un
perfeccionamiento del sistema financiero, y del mercado de capitales en
general, de tal forma que el ingreso de las familias se vea favorecido por un
mayor retorno a su ahorro financiero.
4. Perspectivas Futuras de Crecimiento
El futuro del crecimiento en China ha marcado parte del debate económico
en el último tiempo. En el contexto de la actual crisis de los países
desarrollados, cobra especial relevancia el comportamiento económico de
este país, que en términos de PIB es la segunda economía mundial, como
muestra el gráfico a continuación:
Gráfico Nº 5
PIB de Mayores Países del Mundo
(US$ billones)
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
16000
18000
20000
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016
China
USA
Japón
Fuente: FMI (estimaciones para 2012-2015).
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El gráfico anterior nos permite ilustrar varios puntos de interés.
Efectivamente en 2010 China superó a Japón en tamaño, y se especula
sobre el cuándo China superará a Estados Unidos (actualmente el PIB de
China equivale a un 46% del PIB americano). Es un hecho que en algún
momento China llegará a ser la primera economía mundial, como de hecho
lo fue hasta el siglo XIX, simplemente por un aspecto de tamaño; China tiene
1.348 millones de habitantes, mientras que Estados Unidos solo tiene 313
millones. Sin embargo, esto no factible en el corto o incluso mediano plazo,
ya que es poco probable que el país logre sostener el ritmo de crecimiento
de los últimos 30 años hacia adelante. Suponiendo una tasa de crecimiento
promedio de 6% anual para China de 2016 en adelante, y de 2,5% anual
para EE.UU., recién en el año 2030 China pasaría a ser la primera economía
del mundo. No obstante, esto podría adelantarse producto de una
apreciación del yuan frente al dólar, ya que existe bastante consenso en
cuanto a que la moneda china se encuentra actualmente subvaluada.
El gráfico nos muestra también que ese pronóstico podría no darse si en
China se observara un fenómeno parecido al que se ha registrado en Japón.
Usando datos de PIB en dólares, hasta mediados de la década del 80,
parecía factible que Japón superara a Estados Unidos, ya que llevaba más
de 40 años con un ritmo de crecimiento muy superior. Sin embargo, el
rompimiento de la burbuja inmobiliaria a fines de esa década interrumpió
bruscamente ese auspicioso patrón de crecimiento, y lo que es peor, el país
ha permanecido prácticamente estancado desde ese año. La razón principal
de esta interrupción del proceso de desarrollo fue una crisis financiera que
nunca se enfrentó de forma apropiada. China tiene ese riesgo actualmente,
ya que como dijimos con anterioridad el sistema financiero está lejos de ser
eficiente y competitivo, y aunque no se conocen cifras concretas, existe una
percepción bastante fundada de que esconde un elevado déficit cuasi fiscal.
A esto se suman excesos de capacidad instalada en algunos sectores,
producto del fenómeno de sobre-inversión. Como atenuante de estos
riesgos, todo indica que las autoridades chinas están plenamente
conscientes de estos problemas, y han tomado medidas para ir
corrigiéndolos.
Cada vez son más claras las declaraciones de autoridades chinas en torno a
cambiar el modelo de crecimiento, orientando más la expansión hacia el
consumo interno, y menos a la demanda externa. Esto iría en línea con la
idea de que el crecimiento efectivamente favorezca a los propios chinos, en
vez de ser una transferencia de productos de bajo costo al resto del mundo.
El fenómeno que se ha dado en las últimas dos décadas, impulsado por el
rápido desarrollo chino, podría empezar a agotarse. El elevado crecimiento
de las exportaciones chinas de bajo costo de producción, posible por salarios
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muy inferiores a los del mundo desarrollado y por una moneda más
depreciada de lo que sería su valor de equilibrio, ha generado una
importante transferencia hacia el resto del mundo. Para evitar la apreciación
de su moneda y mantener su ventaja competitiva, el Banco Central chino ha
debido acumular un stock de reservas que bordea ya los US$ 3 trillones,
básicamente respaldadas por instrumentos de deuda de países
desarrollados, principalmente en dólares americanos. En definitiva, los
chinos han dado crédito barato al resto del mundo para que puedan adquirir
sus propios productos. El resto del mundo se ha beneficiado en forma
importante del fuerte desarrollo chino.
Un cambio del esquema anterior iría unido en forma casi inevitable a un
menor ritmo de crecimiento de tendencia. Este esquema no solo sería un
objetivo de las autoridades chinas, sino que se empezaría a dar en forma
natural producto de tres fenómenos simultáneos: primero, el rápido proceso
de envejecimiento de la población como consecuencia de la política de un
hijo; segundo, las mayores presiones salariales que empiezan a ejercer los
trabajadores; y tercero, una casi inevitable apreciación de la moneda.
Analicemos brevemente cada uno de estos factores en forma separada.
Un reciente análisis del ADB6 plantea que este problema de envejecimiento
poblacional en China se está dando en una etapa temprana de desarrollo, lo
que genera complicaciones adicionales. Entre 1975 y 2005 la tasa de
dependencia7 cayó a la mitad, la disminución más rápida registrada en el
mundo. En el período, la población trabajadora prácticamente se duplicó, con
lo que sumó cerca de dos puntos porcentuales anuales al crecimiento. Sin
embargo, este dividendo demográfico empezará a declinar rápidamente a
partir de 2015, en un contexto en que la seguridad social es mucho más
precaria que en países como Japón, que tienen un problema de
envejecimiento equivalente8. Esto llevará a un incremento de costos
laborales y a una pérdida de competitividad en sectores intensivos en
trabajo, lo que afecta la tasa esperada de crecimiento. A esto se suma la
esperada caída en la tasa de ahorro, que comentamos en una sección
anterior. Tenemos entonces que el llamado “dividendo demográfico” pasará
en poco tiempo de ser altamente positivo a ser negativo.
Respecto a presiones salariales, a pesar de la falta de información, varios
artículos de prensa han dado cuenta de protestas de trabajadores en
empresas de propiedad extranjera, lo que finalmente ha llevado a aumentos
a veces significativos de remuneraciones. De esta forma tiende a revertirse
6 Asian Development Outlook 2011 Update.
7 Razón de niños y adultos mayores a población económicamente activa.
8 Solo un 15% de la población económicamente activa tiene algún tipo de seguridad social.
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el problema que se señaló anteriormente respecto a un subsidio del trabajo
al capital, pero disminuye también el ritmo de crecimiento de tendencia,
debido a la pérdida de competitividad.
Respecto a la necesaria apreciación de la moneda, las presiones mundiales
han sido muy fuertes sobre China, especialmente por parte de Estados
Unidos. Es efectivo que estas presiones hacen poca mella sobre el gobierno
chino, pero si el tipo de cambio nominal se mantiene por un período
prolongado muy por sobre su nivel de equilibrio, finalmente surgen presiones
inflacionarias, que obligan a la autoridad monetaria a ir apreciando la
moneda. Este fenómeno ha ocurrido en China en los últimos años, a un ritmo
muy pausado, como muestra el gráfico a continuación.
Gráfico Nº 6
China: Tipo de Cambio Nominal (Yuanes/Dólar, valor promedio)
6,0
6,5
7,0
7,5
8,0
8,5
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 E-F 2012
Vemos que entre 2005 y los primeros dos meses del año en curso la moneda
china se apreció un 23%, que si bien no es una cifra significativa, va
generando una pérdida de competitividad en el sector transable, que
finalmente empieza a perder dinamismo. Es probable que este fenómeno se
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mantenga en el futuro, lo que apunta también en el sentido de un menor
crecimiento de tendencia9.
5. Conclusiones
El “milagro” de crecimiento chino ha sido realmente notable en los últimos 30
años, y ha permitido que millones de personas salgan de una situación de
pobreza y se inserten en la economía global. Es evidente además que no
solo los chinos se han visto beneficiados de este proceso, sino también el
resto del mundo, a través de una creciente oferta de una gran variedad de
bienes a precios muy competitivos. En parte gracias a China, el mundo ha
podido registrar en las últimas dos décadas una expansión elevada sin la
existencia de presiones inflacionarias. Para los países productores de
materias primas, como Chile, el crecimiento chino ha sido una especie de
“maná del cielo” en términos de significativas y permanentes ganancias de
términos de intercambio. Solo por el aumento del precio del cobre nuestro
país recibió US$ 25 mil millones adicionales de exportaciones en la década
pasada.
El espectacular resultado chino lleva a preguntarse sobre la factibilidad de
poder replicar el fenómeno en otro país. Se concluye del análisis anterior que
eso no sería posible ni deseable, ya que, primero, no parece ser un óptimo
desde el punto de vista social, y segundo, se explica en parte por
distorsiones en precios claves. China no es propiamente una economía libre,
ni regida en un grado amplio por el mercado. No existe tampoco libertad
política, ni se respetan derechos humanos tan básicos como decidir el
número de hijos. Se demuestra en el artículo que al menos en los últimos
tres quinquenios el crecimiento chino se explica principalmente “por
transpiración”, es decir, por acumulación de factores, lo que tiene mucho que
ver con la política de un solo hijo. Esto porque esa política generó un
importante aumento del ahorro financiero de las familias, lo que permitió
financiar niveles muy elevados de inversión. Como además esto se dio en un
contexto de un sector financiero casi 100% estatal y muy ineficiente, se
puede mostrar que las familias recibieron un retorno real negativo por su
esfuerzo de ahorro, lo que ha generado un problema de sobre-inversión y
exceso de capacidad instalada en algunos sectores. Las deficiencias del
sistema financiero han generado también un castigo en las remuneraciones
9 Es interesante mencionar al respecto que entre 1980 y 2011 la moneda japonesa se apreció un
64% frente al dólar, lo que ha afectado en forma importante su desarrollo exportador.
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respecto a lo que habría sido en un contexto financiero más eficiente, por lo
que se ha dado la paradoja de que en un país que se dice comunista, el
trabajo estaría subsidiando al capital. Es por estas razones que se puede
afirmar que el elevado crecimiento no ha sido un óptimo social, y las familias
chinas habrían podido disfrutar de un nivel de bienestar superior
consumiendo más y ahorrando menos.
En todo caso se muestra en el artículo que esta situación empezaría a
cambiar en los próximos años. También como consecuencia de la política de
un solo hijo, se está empezando a producir un fenómeno de rápido
envejecimiento de la población, lo que afectaría en forma negativa la tasa de
ahorro de las familias. Se suma a ello un creciente descontento de los
trabajadores con su situación, lo que empieza a generar presiones salariales,
que restarán competitividad a la economía. A esto se agrega la mantención
de una tendencia a la apreciación del yuan. Todos estos factores apuntan a
una reducción del ritmo de crecimiento de tendencia. China probablemente
no será la primera economía del mundo antes del año 2030, aunque es
bastante evidente que en el largo plazo debería serlo, recuperando la
posición que tenía antes del s. XVIII.
Las autoridades políticas chinas parecen estar muy conscientes de los
problemas que se avecinan, y tanto en el discurso como en las acciones
están tomando medidas para rebalancear el proceso de crecimiento, hacia
más consumo interno y menos ahorro, y dependiendo más de la demanda
interna que de la externa. Este proceso debería darse en forma natural,
producto de los fenómenos que señalamos en el párrafo anterior, pero
inevitablemente irán unidos también a una tasa de crecimiento de tendencia
por debajo de lo que ha sido el promedio de los últimos 30 años.
Por último, no puede dejar de mencionarse el riesgo de una interrupción
abrupta de este proceso, lo que podría provenir de dos fuentes; una eventual
crisis financiera originada en la situación de sobre-inversión, o una crisis
política, originada en la falta de libertad en este ámbito. Sobre el primero de
estos riesgos, no debería existir un exceso de preocupación, ya que no
estamos hablando de un sistema financiero privado, sino estatal. Estamos
hablando en definitiva de un eventual problema fiscal, en un contexto de
relativa solidez de las cuentas públicas. El segundo de estos riesgos es muy
difícil de evaluar, pero los discursos de mayor apertura por parte de las
autoridades chinas evidencian que también existe conciencia de este
problema. La reciente “primavera árabe” mostró que las crisis políticas no
son solo un problema de occidente.
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6. Referencias Bibliográficas
- Modigliani, Franco y Cao, Shi Larry (2004) “The Chinese Saving
Puzzle and the Life-Cycle Hypothesis”, Journal of Economic Literature, Vol.
XLII, pp. 145-170.
- Young, Alwyn (1995) “The Tyranny of Numbers: Confronting the
Statistical Realities of the East Asian Growth Experience”, The Quarterly
Journal of Economics, August.
- Bromley, Daniel W. y Yao, Yang (2006) “Understanding China’s
Economic Transformation”, World Economics, Vol.7 N° 2.
- Claro, Sebastián (2003) “25 Años de Reformas Económicas en
China: 1978-2003”. Centro de Estudios Públicos. Revista Estudios Públicos,
N° 91.
- Aziz, Jahangir y Cui, Li (2007) “Explaining China’s Low Consumption:
The Neglected Role of Household Income”. IMF, Working Paper 07/181.
- Prasad, Eswar S. y Rajan, Raghuram G. (2006) “Modernizing China’s
Growth Paradigm”. IMF, Policy Discussion Paper 06/03.
- Zheng, J., Bigsten, A. y Hu, A. (2007) “Can China’s Growth be
Sustained? A Productive Perspective”, JEL.
- Asian Development Outlook 2011 Update.