catequesis mim juvenil 24 octubre 215
DESCRIPTION
Catequesis vocacional Movimiento Infantil misioneroTRANSCRIPT
OBJETIVOS
Conocer las Obras de Misericordia como gesto misionero y vocacional. “Obras son amores y no
buenas razones”.
Dar a conocer el mensaje del Papa Francisco para la JMJ Cracovia 2016
Participación activa en la catequesis.
Fomentar la capacidad de toma de compromisos en favor de los demás.
METODOLOGÍA
Se distribuye a los grupos una carpeta que contendrá una pequeña introducción a la catequesis
común a todos. Se repartirá a cada grupo un sobre cerrado con una o dos obras de misericordia.
Dependerá del reparto de grupos. (14 o 7 grupos). Se repartirá por grupo un Dado.
La Catequesis se desarrolla en tres momentos:
o En la primera parada: se realizará la introducción a la catequesis. ¿Qué son la Obras de
misericordia?
o En la segunda parada se abrirá el sobre con la OBRA DE MISERICORDIA para preparar por cada
grupo un happening, representación o actuación para la puesta en común.
Utilizaremos las imágenes propuestas (ver apéndice) para favorecer el diálogo y
proponer a los miembros del grupo cómo podemos hacer un guión para poder
exponer al resto del grupo.
o Al llegar al santuario, se hará la puesta en común y cada grupo compartirá con todos lo que
han preparado. Y con la aceptación libre de un compromiso.
o COMPROMISO: Proponer a los chavales que adopten un compromiso para llevarlo a cabo con
referencia a las obras de misericordia.
El juego del parchís puede servir para ayudar a tomar el compromiso y como actividad
complementaria.
MATERIALES
14 o 7 sobres de colores.
Tijeras.
Para el parchís: Dados. El resto de material lo ofrece la naturaleza…
Carpetas con la catequesis para los monitores.
El material que llevamos para la peregrinación (gorras, pañuelos, mochilas, pueden servir para
improvisar la representación)
Creatividad.
¿Qué son la Obras de misericordia?
A continuación se ofrece la información necesaria para la catequesis inicial. Primera parada de la
peregrinación.
La Palabra de Dios
Evangelio de San Mateo Capítulo 5, 1- 12.
1 Al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos;2 y, abriendo
su boca, les enseñaba diciendo: 3 «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.4
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.5 Bienaventurados los que
lloran, porque ellos serán consolados.6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
la justicia, porque ellos quedarán saciados.7 Bienaventurados los misericordiosos, porque
ellos alcanzarán misericordia.8 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos
verán a Dios.9 Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados
hijos de Dios.10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos
es el reino de los cielos.11 Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os
calumnien de cualquier modo por mi causa.12 Alegraos y regocijaos, porque vuestra
recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas
anteriores a vosotros.
El Catecismos de la Iglesia Católica, n. 2447 Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales (cf. Is 58,6–7; Hb 13,3). Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras de misericordia espiritual, como perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporal consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos (cf Mt 25,31–46). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres (cf Tb 4, 5–11; Si 17,22) es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios (cf Mt 6,2–4): El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo (Lc 3,11). Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros (Lc 11,41). Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: "id en paz, calentaos o hartaos", pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? (St 2,15–16; cf. 1 Jn 3,17).
Las palabras del Papa Francisco a los jóvenes…
del Mensaje para la XXXI Jornada Mundial de la Juventud, 2016
«Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5,7)
La misericordia de Dios es muy concreta y todos estamos llamados a
experimentarla en primera persona. A la edad de diecisiete años, un día en
que tenía que salir con mis amigos, decidí pasar primero por una iglesia.
Allí me encontré con un sacerdote que me inspiró una confianza especial,
de modo que sentí el deseo de abrir mi corazón en la Confesión. ¡Aquel
encuentro me cambió la vida! Descubrí que cuando abrimos el corazón con
humildad y transparencia, podemos contemplar de modo muy concreto la
misericordia de Dios. Tuve la certeza que en la persona de aquel sacerdote
Dios me estaba esperando, antes de que yo diera el primer paso para ir a
la iglesia. Nosotros le buscamos, pero es Él quien siempre se nos adelanta,
desde siempre nos busca y es el primero que nos encuentra. Quizás alguno
de ustedes tiene un peso en el corazón y piensa: He hecho esto, he hecho
aquello… ¡No teman! ¡Él les espera! Él es padre: ¡siempre nos espera! ¡Qué
hermoso es encontrar en el sacramento de la Reconciliación el abrazo misericordioso del Padre, descubrir el
confesionario como lugar de la Misericordia, dejarse tocar por este amor misericordioso del Señor que
siempre nos perdona!