castillo e iglesia libro (4)

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CASTILLO DE FATETAR Historia de dos monumentos 1

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CASTILLO DE FATETAR

Historia de dos monumentos 1

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Castillo de Fatetar e Iglesia de Santa María de Gracia:

Historia de dos Monumentos

Excmo. Ayuntamientode Espera (Cádiz)

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© Manuel Garrucho Jurado 2014 © Pepa Lozano Ramírez 2014 Edita: © Parroquia Santa María de Gracia 2014 Colabora: © Consejeria de Turismo y Comercio. Junta de Andalucía © Ayuntamiento de Espera (Cádiz) ISBN: 978-84-697-0696-1 Dep. Leg:

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ÍNDICE

1. Orígenes2. Siglos X-XII3. Finales siglo XIV y XV: Espera en la órbita de los Ribera4. Siglo XVI: Fadrique Enríquez de Ribera5. Siglo XIX: los franceses en Espera6. Descripción del Castillo de Fatetar

6.1. La fortaleza6.2. Las canteras6.3. La ermita del Santo Cristo de la Antigua

7. Documentos anexos8. Planimetría

8.1. Plano de emplazamiento8.2. Planta8.3. Planta con las líneas de muralla8.4. Alzado norte8.5. Alzado sur8.6. Alzado este8.7. Alzado oeste9.8. Planta torre del homenaje8.9. Planta de los aljibes

9. Archivos10. Bibliografía

Castillo de Fatetar

1. Obra arquitectónica2. Campanario3. Retablo mayor4. Sacristía5. La capilla del Sagrario6. Retablo de las Ánimas7. Abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada de Jerusalem8. Imaginería9. Pila bautismal10. Archivos11. Bibliografía

Iglesia Santa María de Gracia

Agradecimientos

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IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARÍA DE GRACIA, 400 AÑOSCASTILLO DE FATETAR 1.100 AÑOS

Esta Parroquia de Santa María de Gracia, a la que tengo la honra de servir, está al servicio del Patrimonio Cultural de la Iglesia en Espera. Con otras palabras, de todos aquellos bienes muebles, inmuebles y documentales que, a lo largo de los siglos, la Iglesia en Espera creó, recibió, conservó y sigue utilizando para el culto, la evangelización y la difusión de la cultura.Es un patrimonio extenso y variado, nacido en el seno de la Iglesia para fines religiosos, y que hoy atrae hacia sí un gran interés cultural. Son creaciones artísticas para el servicio divino, que expresan la fe y que son un extraordinario instrumento para evangelizar a cuantos las contemplan. Tiene una finalidad litúrgica, evangelizadora y pastoral, a la vez que está abierto al estudio y a la contemplación de la sociedad local y de todos aquellos que nos visitan.

La Iglesia en Espera quiere conservarlo e incrementarlo para que continúe cumpliendo los fines que le son propios. Esta Parroquia y su Consejo de Pastoral Parroquial están al servicio de la diócesis de Asidonia-Jerez y de la Comisión Diocesana de Arte Sacro y Patrimonio en esta noble e importante tarea de conservar el patrimonio recibido.Entre los templos de la localidad, el lugar más importante corresponde a la Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia, que es signo de unidad de la Iglesia en Espera, lugar donde acontece el momento más alto de la vida de los fieles cristianos y se cumple también el acto más excelso y sagrado del ejercicio eclesial, que implica juntamente, como la misma liturgia que la comunidad cristiana celebra, la santificación de las personas y el culto y la gloria de Dios.La Iglesia Parroquial es el centro de la vida litúrgica de la Parroquia. Por esto, ha de ser reverenciada por todos los feligreses y tenida como lugar propio para la celebración de aquellos actos que por su índole manifiestan la vida de la Iglesia en Espera.En la localidad de Espera, existen dos templos: la Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia, donde se encuentra la sede parroquial, y la Ermita del Señor Santiago, Adosada al Castillo de Fatetar que se mantiene como recuerdo histórico de la primera sede parroquial de esta localidad, trasladada en 1614 a la actual sede parroquial.

Es para todos los espereños y espereñas un orgullo poder contar con estos monumentos y celebrar y vivir los centenarios de la Iglesia Santa María de Gracia y del Castillo de Fatetar.

Antonio José Aguilar Verdugo,Párroco

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PRÓLOGO

Es para mí un honor prologar este libro, que, con tanto mimo, se han encargado de confeccionar dos personas tan relacionadas con la cultura local como Manuel Garrucho Jurado y Pepa Lozano Ramírez y en cuya publicación han intervenido tan decisivamente José María Sánchez Berlanga, Concejal de Cultura de este Ayuntamiento y nuestro cura párroco, Antonio José Aguilar Verdugo, sin cuya participación el presente texto no hubiera visto la luz, José María Sánchez Berlanga, Concejal de Cultura de este ayuntamiento, nuestro cura párroco, José Aguilar Verdugo, sin cuya participación el presente texto no hubiera visto la luz y a la Consejería de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía.

Ambos autores nos hacen partícipes de los entresijos y períodos históricos que tuvieron lugar antes y después de los dos momentos culminantes en cada caso que ahora celebramos: la construcción del castillo árabe de Fatetar y la apertura al culto de la Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia, antes Santa María de la Victoria, nombre este último que todavía reflejaba los tensos momentos vividos contra los musulmanes.Los dos emblemáticos y monumentales edificios, uno templo renacentista y el otro fortaleza militar árabe, han tenido momentos gloriosos al igual que han sufrido graves estragos como los acaecidos en los terremotos de 1636 y 1755. A pesar de ello, está claro que con el primero gozamos de una de las construcciones de carácter religioso y artístico más bellas de nuestra comunidad andaluza, siendo uno de los principales artífices el arquitecto mayor de la mismísima catedral de Sevilla, Hernán Ruiz II. El citado monumento está dedicado a la advocación de Santa María de Gracia, elegante imagen del taller de Pablo Legot, autor también del impresionante trabajo de los lienzos del retablo Mayor.

En lo referente al majestuoso castillo de Fatetar, se le presuponía su origen como enclave astronómico o templo primitivo, en la mítica nebulosa de las leyendas dieciochescas del rey Héspero. Plaza sucesivamente reforzada por turdetanos, romanos y visigodos, alcanzó su mayor apogeo y su consolidación como castillo árabe en tiempos de Abderramán III, pasando posteriormente a manos cristianas y conformándose allí su primitiva y antigua iglesia. Ya en manos cristianas, convivió y entrelazó su historia con la de la Iglesia Parroquial, a la que cedió la supremacía religiosa tras la culminación de esta última en 1614.

No podemos dejar de mencionar la importancia de las canteras locales, tanto las del propio Castillo como la del cerro adyacente, que sirvieron para la construcción, no solo de ambos edificios, sino de otros tan importantes como la iglesia de san Pedro en Arcos, la Lonja de Sevilla o algunos de los paramentos y capillas de la propia Catedral sevillana.

Tanto la Iglesia Parroquial como el Ayuntamiento han colaborado estrechamente en

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hacer realidad esta publicación. El objetivo era plasmar en una obra la importancia histórica y artística de ambos monumentos, como se propuso en un principio el CEIP Antonio Machado, con la colaboración del Museo Arqueológico de Espera, y el propio Ayuntamiento, al organizar una serie de actividades para la conmemoración de los 1100 años de la construcción del Castillo y los 400 de la apertura al culto de la Iglesia Santa María.

Es un orgullo para todos los espereños el haber podido conservar estos esplendorosos edificios que muestran la esencia de nuestra historia y nuestra obligación es el trasmitírselos a las generaciones venideras en las mejores condiciones posibles. Ambos monumentos seguirán unidos, sobre todo en septiembre, por el mismo Santo Cristo de la Antigua, que acude cada año desde su ermita, al abrigo del Castillo, hasta la Iglesia, su segunda morada y buscando la cercanía de sus hijos, espereños y espereñas, que tanta devoción le profesan.

Solo me queda felicitar tanto a los autores como a los promotores por la obra, y por supuesto al pueblo de Espera, para que, una vez más, quede plasmada en letras de oro la historia y el sentimiento de un pueblo que siempre sorprenderá por su humanidad y buen hacer, su sacrificio y esfuerzo para conseguir la realización de obras como las estudiadas en este libro.

Vuestro Alcalde,Pedro Romero Valverde.

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Castillo de Fatetar

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Manuel Garrucho JuradoMaría José Lozano Ramírez

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CASTILLO DE FATETAR

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ORÍGENES Algunos relatos del siglo XVIII, especialmente el del Padre Fray Pedro Mariscal, del convento jerónimo de Bornos, recogen la leyenda de que la villa fue fundada por el rey Hespero. Según la mitología griega, Héspero es el genio de la estrella vespertina, padre de Hespéride, quien, casada con Atlante, le dio por hijas a las Hespérides. Leyendas aparte, el castillo de Fatetar tiene un origen confuso, pues son muy pocas las fuentes que nos hablan de su fundación. Vamos a intentar esclarecer los datos que existen sobre el castillo espereño.

No cabe duda de que las posibilidades defensivas que ofrece el monte Fatetar son el origen de la actual villa de Espera. Enfrente del cerro, aproximadamente a un kilómetro de distancia y ubicado sobre una colina de las mismas características, se asienta el yacimiento arqueológico de Esperilla. Esperilla, según Pierre Sillieres, correspondería al asentamiento de Cappa que se hallaba junto a la Vía Asido, el antiguo camino romano que iba de Híspalis (Sevilla) a Asido (Medina Sidonia), poniendo en comunicación el Valle del Guadalquivir con el Estrecho y que años posteriores serviría para la entrada de los musulmanes hacia el centro de la Península. En un momento determinado y por causas desconocidas, Esperilla es abandonada y su población debió establecerse en el cercano monte Fatetar. A la caída del Imperio de Roma,

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Vista desde la torre albarrana de la muralla oeste

Ventana con decoración visigoda

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los visigodos se asentaron en el mismo creando una pequeña aldea cuyos exiguos restos se conservan en el Museo Arqueológico de Espera: dos cantos decorados hallados uno de ellos en las laderas del castillo y otro en los cimientos de una casa particular; en la fachada del castillo se observa una ventana ciega con un dintel con tres estrellas de seis puntas labradas de esta misma época. También han aparecido en las laderas cerámica visigoda y hebillas de cinturón de la época. Todos estos restos pueden datarse hacia los siglos VI-VII d.C.

A partir del 711 el pequeño poblado pasa rápidamente a manos musulmanas ya que por sus cercanías discurría la antigua calzada romana, mencionada antes, que es utilizada por aquéllos en su incursión peninsular. Los restos de ese período histórico que aún se conservan en el recinto del castillo son escasos, destacando un lienzo de la línea exterior de murallas por encima del tajo que dio lugar a una cantera de piedra que estuvo abierta en el monte hasta el siglo XIX y la ventana ciega con arco de herradura apuntado, enmarcado con un alfiz, aunque es difícil determinar si fue obra árabe o se realizó con las obras que llevaron a cabo los Ribera en época más tardía. Dentro del mismo castillo y sus alrededores fueron muchas las monedas árabes encontradas, entre ellas algún dinar de oro y varios dirhem plata plata, así como algún pequeño fragmento de cerámica, varios dedales para la costura del cuero, etc.

Ventana con decoración musulmana

Dínar de oro árabe

Dirhem de plata

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CASTILLO DE FATETAR

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SIGLOS X-XIVLa documentación bibliográfica de esta época es bastante pobre; el primer texto en que aparece Espera es la crónica del califa Abderramán III an-nasir (Al-Muqtabis) de Ibnn Hayyan en la que se cuenta que fue este personaje, antes de llegar al califato, quien en 914 viniendo de apaciguar una revuelta en las provincias de Málaga y Cádiz, llega a Asbira o Isbira procedente de Arcos: “luego entró an-Nasir en Sillibar (castillo cercano a Montellano), terminando su cuidado por la seguridad de la Cora de Sidonia (Medina Sidonia) y construyendo la fortaleza de Asbira contra la de Agut, donde puso de caid o jefe militar a Yamil b. Uqba al Balawi, que era señor de Lora, con nutrido número de caballeros, de bereberes tangerinos e infantes incorporados con armamento y provisiones completos”. Esto debió ocurrir antes del 28 de junio del citado año, ya que ese día se encontraba Abderramán frente a Carmona. Este Yamil es el primer personaje histórico del que tenemos noticias en relación a Espera. Según Ahmed Tahiri1, Espera fue elegida como cabeza de partido de la cora de Siduna (Medina Sidonia) y Al Balawi fue el primer gobernador nombrado al frente de la nueva sede provincial. Desde ese momento Espera desempeñó ese papel durante quince años, antes de ser desplazada la capitalidad de la cora de Siduna a Calçena (en las cercanías del cortijo de Casinas, muy cerca de la Junta de los Ríos, término municipal de Arcos de la Frontera).La línea de demarcación administrativa entre Sidonia y Morón se determinó durante la campaña de apaciguamiento de Abderramán. La frontera se fijó por el hisn (castillo) de Sillibar (Montellano) y el castillo de Asbira (actual Espera). Una importante guarnición se colocó en la recién construida fortaleza para que sirviera de base a los omeyas contra los insumisos de Morón2.El mismo autor, siguiendo a Al-Faradí, menciona la alquería de “Balat Abí- al-Ayannas, situada en Iqlim Isbira” incorporado a la cora de Sidonia. Tahiri hace coincidir esta alquería con Carissa Aurelia, “reactivada durante la época islámica bajo la nueva denominación relacionada con la figura noble de Abí-l-Ayannas”3. El año 1212 marca el principio del fin del poder almohade en la Península con la batalla de Las Navas de Tolosa (provincia de Jaén). Durante esa campaña parte de las tropas musulmanas hubieron de pasar por Espera camino de Las Navas. A mediados de abril de 1211, el ejército almohade desembarcó en las costas de Tarifa. Carlos Vara4 hace referencia al camino tomado por las tropas musulmanas que llegaron a la Península antes de la batalla como la antigua Vía Asido que hemos mencionado más arriba, es decir una vez desembarcadas las tropas en las cercanías de Tarifa buscarían el camino de Vejer y de allí a Medina Sidonia, Baños de Gigonza, Junta de los Ríos, cortijo de Jaudón o Sierra Gamaza, Esperilla, Torres Alocaz, Dos Hermanas y Sevilla. El paso de Espera a manos cristianas se debió de producir al mismo tiempo que Arcos, de quien dependía, hacia 1248-50. Prueba de ello es que en 1249 Criste, una antigua aldea en el pago de Santiago (Las Viñas, Espera), es cedida a la Orden de Calatrava por el Infante Enrique, hijo de Fernando III.Fernando III fue apoderándose, por distintos medios, de todo el Valle del Guadalquivir. En noviembre de 1248 capitula Sevilla y a raíz de ese acontecimiento, en los meses siguientes se van sometiendo en virtud de pactos, toda la zona de Jerez, Arcos, Medina, Cádiz y Vejer. Todavía han de pasar algunos años para que todo este territorio pase

1 TAHIRI, AHMED. “Rif Al-Magreb y Al- Ándalus. p. 141.2 IBN HAYYAN. “Crónica del califa Abderramán III an-nasir entre los años 912 y 942 (al-Muqtabis V). p. 77.3 Ibidem. p. 151. AL FARADÍ, “Ulama Al-Ándalus”. V. I. p. 308.4 VARA, C. Las Navas de Tolosa. Barcelona. 2012. P.

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definitivamente a manos cristianas. Muchas de estas tierras quedan casi deshabitadas y deben ser repobladas. Siguiendo a J. González y Ladero Quesada, las líneas maestras de repoblación y reparto de bienes seguidas por la monarquía en Andalucía a las Órdenes Militares fueron muy distintas a las de las cuencas de los ríos Tajo y Guadiana. Efectivamente ahora no se donan lugares cercanos a las ciudades sino que las donaciones se limitan a zonas fronterizas, menos rentables económicamente, pero más acordes con sus fines militares y religiosos. En una Carta de Donación la aldea fue cedida en los mismos términos que había tenido en tiempos de los almohades y con la condición de que el maestre se obligaba a respetar a los moros “sus fueros de la misma manera que los tenían”. Posteriormente Alfonso X, en otra carta, decide respetar los donadíos que la Orden de Calatrava había recibido de su hermano Enrique, tanto en el término de Morón como en el de Arcos en la citada alquería de Siste o Chist o Christe. Así el monarca la vuelve a conceder a la Orden de Calatrava el 7 de mayo de 12535. En 1258 se refuerza esta donación al concederle Alfonso X la facultad de adquirir por compra o donación, no por la fuerza, a los lorigueros y menestrales de Sevilla, heredades para esta aldea por un total de ciento veinte yugadas. En esta carta se deslindan los términos de la aldea. En ella aparecen algunos nombres que podemos localizar todavía por la toponimia y otros de los que es más difícil su localización. Algunos de esos nombres son Ruchina (Cortijo de Ruchena, cerca de la Barriada de Fátima), Machar Experem (la antigua aldea de Espera en el castillo Fatetar), Machar Alcarit (posiblemente la aldea de Carixa, la antigua Carissa Aurelia íbero-romana).En otra de las Cartas de Donación, fechada el 15 de abril de 1269 en Jaén, se nos explica cómo esta aldea de Chist devuelta por la Orden al rey. Estos documentos anteriores nos muestran de manera aproximada como se realiza la repoblación cristiana en nuestra zona a lo largo del s. XIII. Todos ellos están citados por Julio González en su “Repartimiento de Sevilla” y por Manuel González Jiménez en su libro “En torno a los orígenes de Andalucía”.Tenemos más noticias de Criste en la crónica de Rades y Andrada ya que, al parecer, hacia 1328 el clavero D. Juan Núñez de Prado denuncia a su maestre Garci López de Padilla ante el rey Alfonso XI “por no haber enviado mantenimientos a los castillos de Alcauete, Alconín, Susana, Christa, Matiet y otros que esta Orden había conquistado en Andalucía, los habían tomado los moros”6

Del reinado de Alfonso XI también es la mención que aparece en el Tratado de Montería de dicho rey en el que se dice: “Nava Fermosa es buen monte de puerco en verano y La Porquera de Espera es buen monte de puerco en invierno.” En ese mismo Tratado se habla de la “ombría que es cabe Santiago de Christe”.Desde los primeros momentos de la llegada cristiana a nuestra zona, la vida de los mudéjares debió ser respetada por los castellanos. Así hemos visto anteriormente en algunas de las cartas en las que se pedía el respeto a sus derechos y credo anteriores 7. Hay documentadas distintas aljamas en el reino de Sevilla: González Jiménez8 recoge entre otras: Sevilla, La Algaba, Marchena, Carmona, Ecija, Morón-Silibar, Alcalá de Guadaira, Constantina, Matrera, Bornos, Osuna, Niebla, Gibraleón, Huelva y Saltés, Lebrija, Cazalla, Chist (Santiago de Criste), Sanlúcar la Mayor, Guillena y Alcalá

5 GONZALEZ JIMÉNEZ, M. “Diplomatario”. Sevilla. 1991. p. 21.6 SÁNCHEZ SAUS, R. “Las Órdenes Militares en la provincia de Cádiz”. En Cádiz en el siglo XIII. En “ Chronica de las tres ordenes y cavallerias de Sanctiago Calatrava y Alcantara.. Toledo. 1572.7 Carta de D. Enrique a la Orden de Calatrava de 12 de abril de 1.2498 GONZÁLEZ JIMÉNEZ, M. “En torno a los orígenes de Andalucía”. Sevilla. 1988. p. 70.

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del Río. Toda esta situación cambiaría tras la revuelta mudéjar de 1264. Después de ella toda la comarca del Guadalete fue abandonada por los mudéjares que se encaminaron al reino de Granada, quedando en esta zona una población insignificante.A fines de siglo, exactamente en 1299, está fechada la concesión de Espera a Juan Arias de Quadro, caballero de Sevilla, por parte de Fernando IV, todavía menor de edad, con consentimiento de su madre Doña María de Molina y su tío don Enrique9. Efectivamente el rey concedió al citado caballero el castillo de Espera “con los pobladores que ahora y son e serán de aquí en adelante” y con todas las pertenencias que la corona poseía allí.10 Juan Arias de Quadro casó con Inés Alfonso con la que tuvo cuatro hijos11. Cuando murió poseía en nuestro término, además del Castillo, tierras en Jarana y cerca de los “tejares de Espera”. El heredero de Espera fue su hijo Rodrigo, pasando el castillo a pertenecer a sus tres hermanos (Alfonso, Beatriz y Mayor). Al morir Beatriz, su parte pasa a manos de sus hermanos Alfonso y Mayor.Según Ladero, los hermanos Cuevas y otros autores, Espera fue concedida por Fernando IV el 3 de septiembre de 1304 a Fernán Pérez Ponce de León junto con Carissa, Bornos, Santiago de Criste y Fatetar. Pero en esta noticia hay algunas cosas que no concuerdan muy bien con la realidad. Creemos que Fatetar y Espera eran exactamente lo mismo, un castillo con una pequeña aldea que dependía de él. Si pasó a poder de Juan Arias de Quadro cinco años antes y desde ese momento estuvo en poder de su familia hasta la compra por parte de Per Afán, en 1394, pensamos que es difícil que pudiera haberse producido esa donación por parte del rey Fernando IV.Por distintos avatares el castillo pasa a manos de Alfonso Fernández de Portocarrero, heredero de Teresa Jufre, esposa de Alfons Arias de Quadro. Por esta razón llega Espera a pertenecer a los Portocarrero, señores de Moguer, aprovechando la minoría de edad de Marina González.12 El 13 de julio de 1385 Marina González y su esposo Alfonso Méndez, por un lado y Martín Fernández de Portocarrero, por otra, venden las partes que poseían del castillo de Espera a Antón Martínez por 50.000 maravedíes.13 Antón Martínez tomó posesión de Espera el 13 de julio de 1386.Poco después, el 18 de abril de 1394, Luis Méndez y Diá Sánchez Portocarrero, hijos de Alfonso Fernández Portocarrero y de su mujer Teresa de Biedma, venden sus

9 FRANCO SILVA, A. “La villa de Espera en la Edad Media”. en Estudios de la Universidad de Cádiz ofrecidos a la memoria del profesor Braulio Justel Calabozo. Cádiz. 1998. Separata.10 A. D. M. Leg. 247, nº 3211 A.D.M. Leg 247. nº 3212 El devenir de esta familia se puede estudiar perfectamente en FRANCO,A op. cit. y SANCHEZ SAUS, R. “Linajes sevillanos medievales.” Sevilla. 1991.13 A.D.M. Leg. 47, nº 34.

Concesión de Chist a la orden de Calatrava por el infante Enrique, hijo de Fernando III por 1249

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partes del castillo de Espera a Per Afán de Ribera, Notario Mayor de Andalucía por 24.000 maravedíes, que según Ladero corresponderían a 750 doblas de oro14. Años antes, Nuño Fernández de Villavicencio, regidor y alcalde mayor de Jerez de la Frontera, seguidor de Pedro I en la lucha contra su hermano Enrique, se refugió con su mujer e hijos en el castillo de Fatetar por un tiempo, tras la muerte del rey en Montiel, pero, al no sentirse seguro, se adentró en el reino de Granada. El rey granadino, junto con algunos grandes castellanos, solicitó el perdón a Enrique II, pero nunca fue concedido, muriendo en Granada en 137815.

FINALES SIGLO XIV Y XV: ESPERA EN LA ÓRBITA DE LOS RIBERAA partir de 1394 Espera y su castillo pasan a pertenecer al linaje de los Ribera que intentará crear un dominio territorial en la frontera ya que cuatro años más tarde también compra Bornos. El hecho de que ambas localidades hubieran pertenecido al término de Arcos desde la conquista cristiana le lleva a tener distintos pleitos con dicha ciudad que intenta recuperar su jurisdicción. Así el concejo de Arcos puso un pleito contra Per Afán en 1396 para recobrar sus términos y más tarde en 1400 por la percepción del almojarifazgo16. Efectivamente Per Afán compró la villa y el castillo de Espera, con sus vasallos, términos y jurisdicción. La compra estaba tasada en 3000 doblas, de las que las dos terceras partes se desembolsaron durante el primer matrimonio y la tercera restante durante el segundo. Casado ya con Aldonza de Ayala, Per Afán cercó de muros y pobló Espera a su costa, tasándolo en otras 4000 doblas. Este hecho hace reaccionar a Arcos, que reclama tanto Espera como Bornos, pleiteando sobre las dos jurisdicciones que consideraba suyas17. Arcos había perdido algunas aldeas de su alfoz como Chist (Santiago de Criste), Carissa, Fatetar a comienzos del s.XIV18. En 1395 Arcos pleitea con Bornos contra los Marmolejos, según aparece en un mandato de Enrique III designando un juez de apelación para el litigio19. En 1396 son comisionados por el monarca los alcaldes mayores de Sevilla Diego Fernández de Mendoza y Martín Ruiz Cerón para el pleito de la jurisdicción de Espera entre Per Afán y Arcos.20 La sentencia fue favorable a Per Afán: “como sus predecesores (...) que fueron señores del dicho lugar de Espera, habían el señorío de él con el mero e mixto imperio, y con la justicia, y que así les fue dado por privilegio (...) y que Alfón Fernández de Puertocarrero, señor que fue después del dicho lugar, puede haber veinte años poco más o menos tiempo, usó de los dichos imperios y justicia en el dicho lugar (...)”. Por parte de Arcos no es probada que la dicha villa “tuviese derecho e título alguno para poder usar los dichos imperios y jurisdicción en el dicho lugar de Espera.(...) posesión que debe usar y poseer y ejercer el dicho Per Afán en el dicho logar de los dichos imperios, justicias e jurisdicción según se prueba que lo usaron y habían los dichos sus antecesores, y que no se la debe conturbar la villa de Arcos.”21

14 A.D.M. Leg. 247, nº 35).15 Diccionario Ilustrado de la Provincia de Cádiz. C. de Ahorros de Jerez.1.98516 LADERO QUESADA, M.A.,. “De Per Afán a Catalina de Ribera. Siglo y medio en la historia de un linaje sevillano. 1.371-1514. “La España medieval, 4. 1.984. pag. 491.17 ROJAS GABRIEL, M. “La Frontera entre los reinos de Sevilla y Granada en el siglo XV (1.390-1.481). Cádiz. 1995. p. 90.18 ROJAS GABRIEL, M. op. cit. p.90. ANTÓN SOLÉ, P . y OROZCO ACUAVIVA, A. Historia Medieval de Cádiz y su provincia a través de sus castillos. Cádiz. 1976. p. 291.19 A.D.M., 244-9. 1.395, enero, 19. Medina del Campo20 R.A.H., Salazar. M-43, fols 256-257v. M.A. LADERO. De Per Afán ...21 MANUEL ROJAS GABRIEL, op. cit.p.90.; A.D.M. Leg. 248.

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El mismo autor explica que hay una nueva demanda interpuesta por Arcos de la Frontera en 1400 ante el cabildo sevillano, en esta ocasión relacionado con el cobro de los almojarifazgos en las dos localidades, también tuvo resultado contrario a sus pretensiones22. Según Ladero Quesada23, Arcos siempre había considerado que tanto Bornos como Espera eran aldeas suyas, separadas de forma indebida de su jurisdicción. Por eso hubo pleitos con Bornos contra los Marmolejos en 1395 y con Espera contra el mismo Per Afán en 1396 y en 1400, aunque los perdió todos. La entrada de Arcos en señorío quizás terminó con esos problemas, aunque todavía hubo algún caso más con Bornos y Espera, incluso con la misma Sevilla en el campo de Matrera.Dice Ladero24 que Per Afán dejó mención en su testamento de los servicios militares prestados por “sus vasallos” vecinos de Espera, Bornos y Las Aguzaderas durante la guerra contra Granada, entre 1407 y 1410.En 1412 hay otro pleito entre Arcos y Espera por la delimitación del término de la segunda en ella es denunciado por Per Afán, Adelantado Mayor de Andalucía, y por Gonzalo Pérez, Alcaide de Espera, y por “los alcaldes y alguaciles y hombres buenos de la villa de Espera, como de tres meses acá vos el dicho Concejo y hombres de caballo del que habíais entrado y entrasteis algunas veces” en los términos de la villa de Espera y que corrieron esos términos con sus ganados, desuniendo los bueyes que estaban arando y que estando las vacas del Adelantado en el sitio del Algarbejo y las del Alcalde en La Angostura (allí precisamente estaba hasta hace unos años el llamado Pozo de los Bueyes). Al parecer el 26 de enero de ese año ocurrieron estos hechos porque 60 de a caballo y 200 de a pie entraron en el término con esas intenciones. Además se les acusa de que persiguieron a los espereños hasta las mismas murallas del pueblo y se llevaron presos a seis pastores y diez vacas ya que al intentar llevarse unas 200, estas se volvieron y tuvieron que amarrar a diez. A partir de este documento se señalan claramente los términos entre Espera y Arcos prohibiendo a los de Arcos entrar en nuestro término, especialmente desde el mojón de los Allosos, cerca de Cabrahigo, hasta el arroyo del Amarguillo, y desde allí hasta el arroyo de Ruy Sánchez y desde allí hasta el Salado que sale del término de Espera y entra en el de Arcos y desde allí va al arroyo arriba que dicen de las Mujas hasta la cabeza que dicen del Rosalejo, cerca de la Saucedilla y desde allí al camino que va a los Molinos de Bornos, donde Espera parte con Bornos, “lo cual parece que de gran tiempo acá fue habido por término de Espera, y fue guardado y amojonado por término de Espera”25.En pleno s. XV, Diego Gómez de Ribera, Adelantado Mayor de Andalucía era dueño de amplia zona de terreno fronterizo en el arzobispado de Sevilla, entre las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga, haciendo una especie de triángulo entre los castillos de Espera y Bornos por el Oeste, Torre-Alháquime y Cañete por el Este y El Coronil y Las Aguzaderas por el Centro.Durante el s. XV, los espereños participan en las tomas de Zahara encabezados por su alcaide, Diego Romero, en Setenil, Antequera y Álora, donde murió Diego Gómez de Ribera, el Adelantado26. A su muerte le sucede Per Afán II en 1434, señor de Espera y Bornos y posteriormente de Alcalá de los Gazules en 1444.Este señor establece un nuevo mayorazgo en su hija primogénita Beatriz, puesto que de su matrimonio con María de Mendoza no tenía hijos varones, que estaba

22 A. D. M., Medinaceli, 244-11. 1.400, mayo 28. Sevilla23 LADERO QUESADA, M.A. op.cit. p. 275 y ss.24 Ibidem.25 A.D.M. Leg.247. 1.412.Traslado de 1.51626 CUEVAS, J y J. “Espera. Cáidz. 1965. p. 7.

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constituido por las casas mayores de Santa Marina y las villas de Espera, Cañete, Torre Alháquime y Alcalá de los Gazules27. Beatriz, heredera del mayorazgo y del adelantamiento de Andalucía, casó en 1460 con Pedro Enríquez, hijo del Almirante de Castilla y tío del futuro rey Fernando el Católico. Pedro Enríquez añade a los Ribera el señorío de Tarifa.En 1454 se da una importante batalla muy cerca de Espera28. Al parecer los alcaides moros de Archidona, Alhama y Ronda asolan nuestra comarca con unos 2000 jinetes y 6000 peones aprovechando la debilidad de Enrique IV. Cuatrocientos caballeros de Arcos, Marchena y Morón le salen al encuentro. En ella muere Ayllón Mancheño y otros 150 caballeros. Avisado Pedro Núñez de Villavicencio, caballero de Jerez, acude con su gente y los musulmanes terminan por huir. Esta batalla se dio precisamente en el cerro del Campamento, junto a la Cruz de la Legua en los límites de Espera y Arcos.En 1469 falleció Beatriz de Ribera, cuyo hijo Francisco Enríquez de Ribera, nacido de su matrimonio con Pedro Enríquez, sería el heredero del adelantamiento y del mayorazgo. Posteriormente Pedro Enríquez se casó en 1474, con Catalina de Ribera, hermana de su anterior esposa, de cuya unión nacería Fadrique Enríquez e Ribera, señor de Espera, que es quien otorga las Ordenanzas en 1527. En 1478 el Adelantado Pedro Enríquez se obliga por sí mismo y por sus villas de Cañete, Torre Alháquime, Bornos, Espera y Alcalá, a integrarse en la Santa Hermandad por tres años. Las villas no contribuirían al sostenimiento de la Hermandad “por cuanto son frontera de los moros...”29.En 1480 se inicia el pleito de Pedro Enríquez y sus villas de Espera y Bornos con Sevilla sobre unos terrenos del Campo de Matrera (Villamartín se fundó en 1503) que Sevilla decía le habían sido usurpados. Espera nombra como representantes a Fernando de Arana, siendo Alcaide Mayor Juan Fernández de Mendoza. En un documento del Archivo de Medinacelli30 se describe por donde deben ser los límites: “El primer mojón entre las lagunas de Toconnal, en el cerrillo bajo de las Peñuela, quedando la una laguna toda a la dicha ciudad...” Pasa por el camino que va de Los Molares a Bornos, Puertollanillo”...En este tiempo se dan casos de persecuciones de moros hasta la misma zona musulmana. Así conocemos el caso de Diego Aguayo, alcaide de Espera que pernoctó con otros cuatro jinetes durante ocho días en Zahara para capturar a cuatro que se habían escapado y a los que venían siguiendo el rastro desde Espera en una de las incursiones enemigas. 31

En 1482 se da batalla del Lomo del Judío cerca de Zahara. Andrés Bernáldez, Cura de los Palacios en su “Historia de los Reyes Católicos” describe los hechos junto con otros datos en los que aparece también Espera. En el capítulo XXX dice textualmente: “Y sus Altezas se aposentaron en la fortaleza, e se apoderaron en lo alto e bajo de todo, e estuvieron ende algunos días. Y dieron vuelta y vinieron a Utrera, e tomaron posada en casa de Pedro Mateos, que fue de Espera alcaide, que era un gran y muy honrado hombre”.En el Capítulo LVII sobre la batalla del Lomo del Judío que vencieron los cristianos de Utrera (1482) dice: “Viernes primero día del mes de marzo, año susodicho de 1482 que fue un día después de la toma de Alhama, acaeció que los caballeros de Utrera que quedaron en guarda de la tierra, los cuales fueron cuarenta y ocho, todos los más

27 FERNÁNDEZ GÓMEZ,, M. Las Ordenanzas de Alcalá de los Gazules. A.D.M. Alcalá 5-15. 19 de septiembre de 1.44728 MANCHEÑO, M. “Apuntes para la historia de Arcos de la Fra. Ed. Mª José RICHARTE. Cádiz. 2002. p. 316.29 FERNÁNDEZ GÓMEZ, M. op. cit. p. 68.30 A.D.M, leg. 244, nº 1531 CARRIAZO Y ARROQUIA, J de M. “Relaciones fronterizas entre Jaén y Granada: el año 1.479”. En R.A.B.M., LXI. 1955, pag. 33-34. Probanza 2, pregunta IX, testigo LIX).

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ancianos, más viejos que mozos, sabida la nueva que entraban los moros, que como tenían a Zahara no eran sentidos muchas veces hasta que corrían, se fueron a Bornos, llevando por capitán al alcaide de Utrera, Gómez Méndez de Sotomayor; y se juntaron con algunos caballeros, bien pocos, que allí estaban con algunos peones. Y estando en Bornos, el dicho viernes de mañana, amanecieron los dichos moros de Ronda (…) los cuales eran doscientos y sesenta de a caballo los que allí vinieron, y algunos peones; y el peonaje dejaron en la sierra. Y corrieron el campo de Bornos y de Espera y de Sevilla, y recogieron cuanto ganado hallaron y los pastores que pudieron haber, en que llevaban once mil cabezas de ganado ovejuno poco más o menos, y se iban poco a poco con ellas; que como no había gente, que habían ido a Alhama, no había quien se les enfrentase”.“Y desde que esto vieron los cristianos que estaban en Bornos, los cuarenta y ocho de Utrera y diez de a caballo del mismo lugar, y de Arcos seis de a caballo, y de Espera ocho de a caballo, que fueron todos setenta y dos de caballo, con los alcaides de Utrera, Sotomayor, Mateo Sánchez, alcaide Bornos, todos los demás hombres viejos, canos, salieron de trecho de los moros con obra de treinta peones: y se fueron en pos de ellos hasta el cerro que dicen el Lomo del Judío, a dos leguas de Bornos...”En el Capítulo LXXV habla de la hermosa entrada que el rey fizo en tierra de moros: “Salieron de allí hombres de grandes rescates, especialmente Don Manuel, sobrino del Duque de Cádiz, hijo de D. Pedro Bayo, y dos hijos de Diego Fuentes, un hijo de Pedro Mateos, alcaide de Espera, vecino de Utrera, y otros muchos que algunos de ellos estaban en rehenes, por sus padres y por otras personas que se habían perdido en la Axarquía”.

En el Capítulo CCIX hablando de las fortunas y muertes de ciertos años dice: “En este año de MDVI se cogió comunal pan en la Andalucía, conviene a saber en Espera, Bornos y Arcos y todo el obispado de Cádiz, en Villamartín, en Zahara y en todo el reino de Granada y sus cercanías, en Olvera, Morón, Cañete,... Según el mismo Cura de Los Palacios y, posteriormente Fray Pedro Mariscal, Espera estaba “exenta de pagar alcabala” por gracia concedida por los Reyes Católicos ya que al llegar a Utrera “tomaron posada en casa de Pedro Mateos, que fue de Espera, que era alcaide, un gran rico y muy honrado hombre”.En 1499 Juan de Armario, Alcaide de Espera, participa al frente de otros espereños en la toma de Lanjarón, durante la sublevación de los moriscos32. A principios del siglo XVI, entre 1517 y 1519, Hernando Colón, hijo del descubridor de América escribe un “Itinerario” de España y en él nos detalla las distancias desde Espera hasta todos los pueblos vecinos. Nos cuenta además que: “Espera es villa de cien vecinos y tiene dos arrabalejos y está en un cerro y es del Marqués de Tarifa e tiene buena fortaleza...” No sabemos con exactitud, pero creemos que se refiere a las dos partes que en aquel tiempo componían el pueblo: una parte arriba dentro de las murallas del castillo y la otra en la parte alta del actual pueblo.

32 CUEVAS, J y J. op. cit, p. 9

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SIGLO XVI: FADRIQUE ENRÍQUEZ DE RIBERAMuerto Francisco Enríquez en 1509, hermano y primo de Fadrique, queda éste como único heredero de los bienes de los Ribera a principios del S. XVI. Felipe I el Hermoso, marido de Juana la Loca, le nombra Marqués de Tarifa “por los méritos adquiridos en la reconquista de aquella plaza” en 151433.Era el sexto heredero de apellido Ribera, Adelantado de Andalucía, alcalde Mayor de Sevilla por merced de Fernando el Católico.Una vez que toma posesión de la villa, el Marqués tiene una serie de pleitos con sus habitantes como también ocurrió con Bornos y Alcalá de los Gazules, como también había ocurrido con Francisco Enríquez con el que hubo el largo pleito de la dehesa de La Manchuela. El padre Cristóbal Garrido en los años 20-30 había encontrado algo el fol. 22, vuelto de la carpeta de Asuntos Generales del A. M. de Espera, hoy desaparecido34.En 1518 existe una sentencia a favor de Sevilla y Lebrija contra el Marqués de Tarifa, Bornos y Espera sobre terrenos usurpados y en el mismo se describen los límites del término de Espera con Lebrija 35

En 1528 hay un pleito entre Espera y el Marqués36, como también ocurrió con otros pueblos como Bornos o Alcalá de los Gazules, en el que se le solicitaba la fijación de los bienes y derechos señoriales y otras peticiones. Esos bienes señoriales eran en Espera los siguientes: “la dehesa de hierba llamada La Manchuela con el montecillo que linda con el término de Arcos y con el de Sevilla, la dehesa de Pícar que linda con la Manchuela y con Arcos, los hornos, las rentas de la montaracía, la del almojarifazgo y la carnicería, más las rentas de pan de los donadíos (la tasa era de maquila de 1 almud por cada 12) de la villa que son las siguientes: el asiento de la dehesilla que es (junto) al pozo Morisco (cerca de El Amarguillo) que linda con los montes de Utrera y de Espera, el asiento del pozo morisco que dicen de Juan de Alcalá, una caballería de tierra que el Marqués compró a Juan Sánchez Fidalgo, otro asiento que es un arado que también compró al anterior y que linda con la dehesa del Concejo, otro asiento junto al pozo morisco que solía ser de Martín Sánchez, calero, que linda con el arroyo de las Pilas y con un arado que se dice de Pero García de Lebrija, otro asiento que es un arado y algo más al pozo morisco y otros asientos más, ninguno de ellos es cerrado y los vecinos siembran y pagan sus terrazgos, las hierbas y pastos comunes para todos los vecinos de Espera, porque alzados los panes es pasto común excepto los rastrojos que son de los labradores”. Por el contrario el marqués y sus sucesores no meterían en los campos de Espera y Bornos más ganado, suyo o ajeno, que 5000 ovejas merinas (1000 carneros y 4000 ovejas) y 30 yeguas de vientre con sus crías. Esta transacción es aprobada y confirmada por la reina Juana y el Emperador Carlos por Real Decreto en Toledo, el 5 de mayo de 1529. Sabemos que el Concejo de Espera estaba formado en 1526 por las siguientes personas: Bartolomé Ruiz de Villalobos y Cristóbal Hernández, alcaides ordinarios, Gonzalo Halcón y Juan García Caballero, regidores, Juan de Armario, alguacil y Juan Hidalgo y Pero Ruiz, jurados. En 1534 Espera vuelve a demandar al Marqués ante la Chancillería de Granada. Los espereños se quejan de que “sin habla ni razón alguna” ha impuesto una fanega de trigo por cada arado en la era. Y que además acoge ganados de forasteros (“extranjeros”), prohíbe hacer horno y molinos de pan, para de esa forma ir a os suyos, y a pesar de estar la villa libre de pagar alcabalas desde el tiempo de los Reyes Católicos, “se hace pagar” de cuanto se compra y se vende un 5 por ciento. El Marqués contesta que la villa de

33 FERNÁNDEZ GÓMEZ, M. op. cit. p. 69.34 CUEVAS, J y J. op. cit. p. 935 A. M. de Sevilla, Carpeta 82, nº 227. CUEVAS, J Y J. op. cit. p. 9.36 A.D.M.Leg. 248, nº 14 y 15. A. FRANCO SILVA, A. op. cit. p. 457.

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Espera y sus vecinos son solariegos y también el castillo de Fatetar y el término de su mayorazgo, puesto que sus antecesores lo compraron como castillo despoblado y lo sostenían para “guardar” contra los moros, aclarando que Espera mientras no se ganó el reino de Granada, fue tan sólo un castillo despoblado “donde no había vecinos ni república ni gente ninguna”37.El 3 de enero de 1535, firmado por el escribano público “e vecino” de Espera Juan Sánchez Hidalgo, hay una nueva transacción en Sevilla, por la que Espera consigue todo lo que se propone: que ningún vecino de fuera pueda arrendar tierras en su término “si no fuesen los de Bornos” y éstos no habrán de traer más de seis bueyes por arado de tierra arrendada, y las yeguas sólo en agosto. El Marqués se comprometía a “para siempre jamás” a no meter ganado alguno “a hervajar” y a pagar los gastos del pleito. De esta manera quedaba como “señor de Espera” con jurisdicción “mero mixto e imperio” sobre las dehesas dichas anteriormente y todas las de pan sembrar, además de las rentas especificadas, añadiéndosele la de la Huerta del Azadén38. Esto nos aclara que el señorío era jurisdiccional y territorial ya que en esta época mucha parte del término municipal de Espera no era ya de la Casa de los Ribera. Este documento se conservaba en el Archivo Municipal de Espera39. Se especifica además como se toma consentimiento al pueblo el domingo día 21 de febrero de ese año de 1535; se hace pregonándolo durante dos días por las calles, como era costumbre, y se juntaron en la iglesia de Santiago, es decir la ermita del castillo actual, ya que todavía no estaba construida la iglesia parroquial de Santa María de Gracia y servía como parroquia dicha ermita, y a repique de campanas “se hizo ayuntamiento y congregación de gentes”. Sánchez Hidalgo, el escribano hacía ver como los “fines de los pleitos eran dudosos y proporcionaban muchos desasosiegos” para seguirlos. Finalmente fue aprobado por unanimidad y firmado por el emperador el 7 de mayo de 1539.De la importancia de D. Fadrique Enríquez de Ribera nos da muestra el hecho de que acudiera a la boda de Dª Juana, hija de los Reyes Católicos y madre del Emperador Carlos V, con Felipe el Hermoso de Flandes en 1.496.Esta es la situación que se da en Espera hasta el momento en que se escribieron las Ordenanzas que el marqués otorgó a la villa. La población espereña en aquellos momentos es conocida gracias a diversos documentos; uno de ellos de 1534, publicado en 1977 por Antonio Domínguez Ortiz dice que la villa de Espera tenía 89 vecinos pecheros (es decir, contribuyentes; la nobleza y la Iglesia no pagaban tributos a la corona), 7 viudas y 5 menores. Este documento coincide básicamente con otro del Archivo Ducal de Medinaceli Leg.252, nº 2., en la conocida como Casa de Pilatos de Sevilla, en el que se detallan los nombres de los 79 vecinos, 22 moradores y 10 viudas. En total 111 personas, mencionándose en algunos casos sus profesiones: 1 escribano, 1 tejedor y 1 zapatero. Esto lo firma Juan Sánchez Hidalgo, escribano público y del Concejo40. Finalmente hacia 1539 fue donado todo el monte y el Castillo definitivamente por Fadrique Enríquez de Ribera, Marqués de Tarifa, a la Iglesia, pues allí se encontraba la Ermita del Santo Cristo de la Antigua. Al estar allí el antiguo pueblo se convirtió la Ermita en Iglesia parroquial. Estuvo abierta como antigua parroquia, de ahí que el Cristo se llame de la Antigua, hasta la apertura de la Iglesia de Santa Mª de Gracia en 1564.En dicha Ermita se fundaron las primeras hermandades y cofradías: las Ánimas Benditas y la Pura Concepción se fundan en 1533. Dos años después lo hace la del

37 CUEVAS. J Y J. op.cit. P. 10.38 CUEVAS J Y J. op. cit. p. 10.39 Archivo .Municipal de .Espera. Notas Generales, VII al XXVIII, fol. 2640 FRANCO SILVA, A. op. cit.p. 458

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Santísimo Sacramento y en 1589 la del Santo Entierro. Allí fue fundada también la del Cristo de la Antigua.A partir de 1614, al ser abierta al culto la iglesia de Santa María de Gracia, la ermita pierde funcionalidad y sólo es usada esporádicamente. Sabemos que el Cristo de la Antigua comienza a bajar al pueblo en procesión a partir de la mitad del siglo XVIII. En 1755 parte de las murallas y algunos elementos del castillo son derribados por el célebre terremoto de Lisboa.

SIGLO XIX: LOS FRANCESES EN ESPERAYa en la Edad Contemporánea, el Castillo de Fatetar vuelve a ser protagonista del devenir histórico de Espera durante la Guerra de la Independencia contra los franceses. En 1808 comienza la guerra entre España y el Primer Imperio Francés pues Napoleón quería colocar en el trono español a su hermano José Bonaparte. El ejército francés entró en la península y tras la resistencia que se hizo en Zaragoza y Valencia, la primera gran victoria de los españoles fue en la Batalla de Bailén. España había quedado descabezada por la llamada de Carlos IV y su hijo Fernando VII a Bayona. En todo el territorio nacional se forman Juntas que sustituyen el poder del monarca. Los municipios que no alcanzan los 2000 habitantes como era el caso de Espera, tienen que sustituir esas Juntas por los propios Ayuntamientos.

La guerra de guerrillas se impuso como estrategia contra los franceses, pues era la única manera de obtener éxitos contra un ejército claramente superior. Espera tuvo su “partida de patriotas”, que fueron grupos organizados de partidarios de Fernando VII que luchaban contra el dominio francés. El Archivo Histórico Nacional41 conserva un documento que había presentado Antonio Flaugier, un catalán que se hallaba en el pueblo en 1810 como consecuencia de la situación de revolución que se daba en España en aquellos años. Flaugier presentó una solicitud al Ministerio del Ejército con el fin que se le reconociera su participación en la guerra contra los franceses y se le pudiera otorgar una pensión por ello. Flaugier exponía que en la serranía de Ronda él había levantado una partida llamada de Espera por ser en este pueblo donde se formó, y con ella fue el azote de los enemigos hasta que fue hecho prisionero.

En la zona ocupada era muy común el doble papel de muchos patriotas. Una muestra de la situación de espionaje que se dio en muchos lugares es la que nos muestra el Expediente justificativo formado a instancias de Joaquín María de Tóxar, vecino de Sevilla42. En este documento es estudiado, igualmente, el expediente de Manuel González Pinto, abogado sevillano, que era en 1810 corregidor de Espera, nombrado por el gobierno josefino y que conspiró contra los franceses. Toxar, Antonio Muñoz Rivera, Antonio Rodríguez de la Vega y Luís María Ortega hicieron un informe completo de los hechos. Según ese informe el corregidor de Espera, además de haber participado en la conspiración, junto con los exponentes, sufrió diversos altercados en la misma villa donde se había formado una partida, la de Boza, el catalán. Es posible que se trate de la partida del anteriormente citado Antonio Flaugier. El informe de Toxar explicaba las vejaciones que había sufrido Pinto por parte de la partida de Boza.

41 AHN. DIVERSOS-COLECCIONES,105,N.1542 GUISADO DE, M. Conde de Tóxar. Boletín Real Academia de la Historia. LXIII. “Don Joaquín María de Tóxar, documentos justificativos de su lealtad patriótica y méritos que contrajo durante la Guerra de la Independencia” p.265 y ss.

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Entre él y otros “atrajeron la ruina y la destrucción a Espera por llamar de continuo sus robos y muertes a los franceses en este pueblo”. González Pinto estuvo a punto de morir en el Prado de Márquez, a las afueras del pueblo, por no revelar a los franceses quienes eran los patriotas que huían tras un tiroteo con las tropas imperiales. En el citado documento, González Pinto fue defendido por distintos testigos como un gran patriota, que siguiendo en su cargo de corregidor de Espera, colaboraba para expulsión de los franceses de nuestro suelo, y que salía a entregar los pliegos o documentos a los olivares del Castillo de dicho pueblo a la entrada del camino de Sevilla.En el Archivo Parroquial43 está documentado que el 12 de septiembre de 1813 se celebran las fiestas del patrón, el Santo Cristo de la Antigua que tiene allí su ermita, con toda solemnidad, y la tarde anterior se había “reconciliado” en un acto de consagración de la iglesia que también había sido utilizada por los franceses, desde la invasión, como fortaleza militar.

DESCRIPCIÓN DEL CASTILLO DE FATETAR

6.1. FORTALEZALa arquitectura militar surge ante la necesidad del hombre de defender su territorio y sus habitantes en épocas inestables. La construcción de castillos en el medievo permitió el control de la zona aledaña a la ubicación de cada fortaleza; la elección del lugar de construcción dependía en buena medida de la orografía del terreno. En el caso del Castillo de Fatetar se construyó en la cima del cerro de su mismo nombre, a 235 metros sobre el nivel del mar, dominando desde esa altura su entorno y las vías de comunicación circundantes. Toda la zona de la campiña formaba parte de la frontera entre cristianos y musulmanes por lo tanto eran frecuentes las luchas entre ambos bandos y era necesario el control y la vigilancia de toda esa zona. La defensa de tan amplio territorio no podía encomendarse a un solo castillo; había toda una red de fortificaciones, unas más importantes que otras cuya finalidad común era controlar esa amplia zona de la que hablamos.43 CANDIL, J. Espera, 1973. Libro mecanografiado. Inédito. p. 41.

Fachada desde el oeste. Fototeca USEFachada del castillo. E. Romero de Torres. 1909

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Era importante la conexión visual entre las más cercanas para poder transmitir cualquier señal o aviso.

Desde el Castillo de Fatetar se divisan las siguientes fortificaciones: Castillo de Arcos Fortaleza de JerezTorre de Lopera, MontellanoCastillo de Matrera, VillamartínTorres Alocaz, Las Cabezas de San JuanCastillo de LebrijaÉstas a su vez se podían comunicar con las otras cercanas a ellas formándose así un sistema defensivo que abarcaba una amplia zona. Otras fortalezas importantes de la comarca de la Sierra de Cádiz y de Sevilla son los castillos de Olvera, Setenil, Zahara de la Sierra, la muralla de Torre Alháquime, castillo de Cote, de las Aguzaderas, del Coronil, etc. Todo el territorio de frontera está lleno de fortificaciones.

Según Pascual Madoz el Castillo de Fatetar tenía tres plazas y una triple muralla:1) Una línea de muralla de la que no se conserva casi nada, pero cuyos restos fueron visibles hasta los años 60-70. Esta muralla rodeaba al castillo y era el espacio en el que se protegía la población en caso de ataque del enemigo; tenía una torre albarrana cerca de la entrada principal del castillo. Una “torre albarrana” es la que está construida fuera del castillo para mayor defensa del recinto fortificado. En el caso del Castillo de Fatetar está cerca de la puerta de acceso al mismo. Este recinto amurallado se adaptaba a las irregularidades del terreno2) El segundo recinto defensivo es el castillo en sí mismo.3) La torre del homenaje que en toda fortaleza es el último reducto defensivo.

Entrada actual del castillo

Primera torre defensiva Matacanes

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Estas tres líneas de muralla se unirían en una sola en la zona que va desde la torre albarrana a la trasera de la torre del homenaje, dónde lo que hay es un cortado en la roca. Es ésta una compartimentación parecida a la de otros castillos cercanos como por ejemplo Olvera: ubicación en altura del castillo, cerca urbana, recinto fortificado y torre del homenaje.

La planta del castillo de Fatetar es romboidal, estando el eje mayor orientado en dirección N-S y el menor en dirección E-W. La entrada principal del castillo está ubicada al sur del mismo, se accede por una puerta con arco apuntado y actualmente tiene una reja de hierro y conserva restos de un canecillo o modillón que pertenecería a una ladronera, que es una obra voladiza con parapeto y suelo agujereado para controlar la vertical de una puerta, esquina o cualquier punto vulnerable de un castillo.

A la izquierda, tras la cancela, se abren dos pequeños huecos, uno de pequeñas dimensiones del que desconocemos su funcionalidad y el otro, de mayor tamaño, probablemente un puesto de guardia. Más adelante nos encontramos la entrada a la primera torre. La puerta está defendida por una ladronera y la torre conserva alrededor de su parte superior restos de modillones pertenecientes a otro elemento defensivo típico de las fortalezas: el matacán, que prácticamente es lo mismo y tiene la misma funcionalidad que la ladronera, el control de la vertical de una zona importante del castillo. En el lienzo de muralla donde se encuentra esta entrada se pueden observar elementos arquitectónicos de diferentes épocas: una ventana ciega en cuyo dintel existen tres estrellas de seis puntas de época visigoda, una ventana también ciega enmarcada en un alfiz de origen musulmán y la torre rodeada de canecillos. A su izquierda la hay escalera de acceso a una terraza donde se encuentra el aljibe principal de la fortaleza al que se bajaba por otra estrecha escalinata que baja hasta el agua.

La puerta de esta torre es adintelada y tiene un arco de descarga donde descansa el muro, es uno de los elementos de más antigüedad que queda en el castillo.Una vez sorteada esta segunda entrada, podemos seguir el pasillo hasta la parte trasera del castillo que da al foso, una gran zanja excavada en la roca que precedía a la muralla y que servía de defensa, pues dificultaba el acceso del enemigo al pie de la muralla. Al fondo de esta zona se encuentra una posible cuadra para la caballería excavada en la roca con huecos en sus paredes a una altura suficiente como para que su funcionalidad fuese la de sostener vigas para una techumbre. En la muralla que da al foso existen una serie de merlones que originariamente no existían en el castillo

Merlones sobre el foso y camino de Ronda Muralla sobre el foso. Vista desde el este

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y que se construyeron sin ningún tipo de criterio en unas obras de los años 60; los merlones un sistema defensivo consistente en unos bloques macizos que forman parte del sistema almenado, pero insistimos que en este caso son de época contemporánea. Se observa en esta zona un camino de ronda o adarve para la vigilancia de esa zona de la fortaleza, un saliente situado en lo alto de la muralla para que desde allí se vigilase el entorno del castillo. Asimismo la muralla tiene una torre en forma de cubo adosada a modo de contrafuerte para reforzar el muro.

El recinto principal del castillo es el patio de armas, en los que actualmente se pueden observar unos restos de muros posiblemente de la época en que los franceses estuvieron aquí atrincherados y la torre del homenaje, el último y más importante reducto defensivo del castillo; ésta tiene dos plantas, estando la de abajo ocupada por un pequeño aljibe que recogía el agua de lluvia de la azotea a través de un atanor o canaleta de cerámica que aun puede verse en la actualidad. La existencia de los aljibes en las torres del homenaje era imprescindible a la hora de resistir en caso de que el enemigo tomara la fortaleza. La Torre del Homenaje es de planta cuadrada con las esquinas traseras o exteriores achaflanadas. Las esquinas son uno de los elementos más vulnerables de los castillos y para reforzarlas se recortaban con un plano recto. La torre presenta sillares tallados en las esquinas y las paredes están revestidas de tapial. La entrada a la torre se hace a través de una puerta elevada a la que se debía acceder mediante algún tipo de escalera de madera que una vez dentro los que se tenían que refugiar, la retiraban. Su interior actualmente es un espacio abierto con dos espacios abovedados separados por un arco de medio punto. Hay una escalera que da acceso a la cubierta de la torre, el lugar de mejor visibilidad del castillo. El acceso al patio de armas no es directo una vez que se entra en el castillo, sino que hay que torcer a la izquierda para poder acceder a él; podríamos considerar que se trata de una entrada en codo que dificultaría el acceso directo a una de las plazas principales del castillo.

Plaza de Armas en el último recinto defensivo Torre del Homenaje Torre del Homenaje desde el oeste

Vista desde el pueblo

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En general el firme sobre el que se asienta el castillo es bastante irregular y probablemente tuvo que ser tallado en algunas zonas, sobre todo la zona de la torre del homenaje. Numerosas actuaciones sin control desde los años 60 han sido la causa de gran pérdida de información del firme o relleno del patio de armas. Actualmente y tras la última actuación de consolidación del castillo, se encuentra relleno de grava; con anterioridad a este relleno se limpió de escombro y el resultado fue que el firme rocoso es totalmente irregular con diferencias de nivel no compatible con la superficie llana que debe tener un patio de armas, así pues en su momento sería rellenado. No sabemos que pasó con ese relleno original pues fue levantado hace unas décadas sin ningún tipo de control arqueológico.

En general los materiales constructivos que se pueden ver en el castillo no son de buena calidad. Los sillares solo se dejan ver en la base de algunos muros y esquinas; abundan los muros de mampostería y en la torre del homenaje se observan cajones de tapial. La fábrica no es de muy buena calidad, aunque poco sabemos del aspecto original del castillo. Son muchos factores los que han modificado a lo largo de los años la planta original y la fábrica del castillo: la construcción de la Ermita del Santo Cristo de la Antigua, el terremoto de Lisboa de 1755 produjo daños en la fortaleza y todo eso unido a que el castillo ha estado muchos años en estado de ruina, ha provocado derrumbes progresivos, así en los años 60 y 70 hay fotos donde no aparecen algunos muros del patio de armas, así que son modernos; los franceses también causaron cambios y destrozos en el castillo. Por todas estas causas es casi imposible dar datos exactos de los materiales primitivos de construcción.

6.2. LAS CANTERASEn el mismo monte Fatetar y en el adyacente Cerro de la Horca se encuentran las canteras que sirvieron de base para la construcción del castillo, de la iglesia Santa María de Gracia y de los edificios más importantes de la villa. Durante un tiempo las canteras espereñas gozaron de fama en toda la zona y eran muchos los arquitectos que la solicitaban para la construcción de iglesias y edificios.Se trata de una piedra de fácil moldeo que además se utilizó en distintos edificios de la actual provincia de Cádiz, como Arcos y de Sevilla. Así se usó en la construcción

Torre del Homenaje. 1968 Torre del homenaje y muralla oeste. 1968

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de la Catedral de Sevilla, en las Portadas del Bautismo y del Nacimiento, Capilla Real y buena parte del templo.44 Igualmente encontramos piedra de la cantera espereña en la Puerta de los Leones del Alcázar sevillano.45 y en la construcción de la Lonja de Sevilla46, actual Archivo General de Indias.

6.3. LA ERMITA DEL SANTO CRISTO DE LA ANTIGUALa actual ermita del Santo Cristo podemos decir que es la primitiva iglesia parroquial que tuvo Espera desde la conquista cristiana. De una sola nave pero con tres bóvedas. La primera que corresponde a los pies de la misa, donde se halla la puerta de entrada, es de nervatura gótica, terminados en falsos capiteles sin columnas que los sustentes. La central es una bóveda de medio cañón y la tercera, una vez traspasada la verja que protege la capilla del Cristo, es igualmente de nervios góticos. Posiblemente una de las dependencias del antiguo castillo árabe fue dedicada a iglesia los primeros años dominio cristiano, cuando debió establecerse una pequeña comunidad que defendía la fortaleza de las incursiones musulmanas. Sabemos47 que en un primer momento estaba servida por un cura.Dentro de la ermita se conservan tres altares. El de mejor calidad artística es el que guarda al Santo Cristo de la Antigua, Patrón del pueblo. Es un retablo del siglo XVIII.La imagen del Cristo sí es de verdadera valía ya que, según los últimos estudios realizados es una talla que se puede atribuir a Jorge Fernández48. Tanto el Santísimo Cristo de la Antigua o del Castillo49, patrón de Espera como el Santo Cristo del Perdón, titular de una cofradía del Viernes Santo en Fregenal de la Sierra, (Badajoz), el Cristo de la Viga de Lebrija y el Crucificado de la Hermandad de la Amargura, de Carmona son atribuidos por este autor a Jorge Fernández, hermano de Alejo, autor, a su vez, de una tabla de principios del XVI, conservada en la propia Iglesia Parroquial de Santa

44 M. ESBERT,R. M. y otros. “ Caracterización petrofísica y alterabilidad de las piedras de la Catedral de Sevilla”. Materiales de Construcción. Revista CSIC. Madrid. 1988. P. 5 y ss. RODRÍGUEZ ESTEVE, C, “Los canteros de la Catedral de Sevilla” Sevilla. 1998.45 MARÍN FIDALGO, A. “El Alcázar de Sevilla bajo los Austria”. I. Sevilla. 1990. P. 246. en CÓMEZ,R. “La Puerta del León o de la Montería” Laboratorio de Arte 8 (1995) p. 13. 46 GARCIA FUENTES, L. “Un ejemplo de la industria de la construcción en Sevilla en los siglos XVI y XVII: la Casa Lonja. En Actas III Jornadas Andalucía y América. En este artículo Lutgardo García hace un exhaustivo estudio, indicando incluso los carreteros que intervienen, el arreglo del camino de Espera, el precio de las carretadas, etc.47 CUEVAS, J y J. op.cit. p. 24.48 VILLA NOGALES, F DE LA Y CASTRO, J.C. “Ensayo para una catalogación: Cuatro crucificados del escultor Jorge Fernández Alemán.” En prensa.49 ABC. 4-2-2012. P. 30

Fachada actual de la ermita Fachada de la ermita. 1978.González-Nandín.2-3-1927. Fototeca USE

Interior de la ermita. A. Palau.3-8- 1957 fototeca USE.

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CASTILLO DE FATETAR

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Santo Cristo de la Antigua. Obra de Jorge Fernández. Imagen actual

Santo cristo de la antigua. G. Nandín.2-3-1927. Fototeca USE

Restauración Santo Cristo. Años 60.Foto C. Garrido Jiménez

María de Gracia, procedente de la ermita del castillo de Fatetar: “El abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada de Jerusalén”.En el altar de la izquierda de la nave se conservan los restos de San Prudencio, traídos al pueblo por el Marques de Bondad Real, natural del mismo, en 1752.50 En frente se halla el altar y la imagen, talla reciente, de la Virgen de la Paz, patrona de la villa.

DOCUMENTOS ANEXOSEntre distintas informaciones referentes al castillo de Fatetar hemos querido incluir en este Anexo los siguientes documentos:

PASCUAL MADOZ: 1845-50.“El castillo, aunque antiquísimo de que queda hecha mención es obra de moros, con dos plazas, y a pesar de su antigüedad demuestra, por lo bien conservado, la solidez de sus triples murallas; cuando la invasión francesa fue rehabilitado por los enemigos que lo estimaban como una buena posición militar. En el día de hoy tiene derribada la cortina de la parte oeste, si bien conserva todo lo restante en buen estado, como igualmente sus grandes aljibes51, dentro de su recinto se venera la famosa efigie del Santo Cristo de la Antigua, visitada en romería el 11 de septiembre por todos los pueblos comarcanos. Estramuros se halla la ermita de Santiago.”

FRAY PEDRO MARISCAL52. 1731.“....Estuvo esta Villa antiguamente sobre el monte; ya tiene su assiento a la falda del. Arriba permanece un fortissimo Castillo, que representa mucha antigüedad, con todo lo perteneciente aun Castillo bien fortalecido, y en el de dos algibes picados en la peña, de admirable fabrica y capacidad......El mas decente cuarto del Castillo esta dedicado a Iglesia, en que se venera alguna mila grosa imagen de Christo nuestro Redemptor Crucificado. Es de vara, y quarta de alto, y se hallo en un algibe del Castillo, por un indicio de una luz que atales tiempos parecia sobre aquel sitio...

50 CUEVAS, J y J. op.cit. p. 25.51 MADOZ, P. “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. T. VII. 1850.52 FRAY PEDRO MARISCAL. “Antigüedades de Bornos y su comarca.”. 1731. Documento manuscrito.

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32 Historia de dos monumentos

... Esta Iglesia se dedico, quando se gano la Villa, al Apostol Santiago, Patron de España......Deste monte se sacan cantos para las obras de mas lucimiento destos paises; y del se llevaron para la fabrica de la Santa Iglesia de Sevilla, como lo dice Diego Ortiz y Zuñiga en sus Anales Sevillanos. La Iglesia Parroquial, que esta abaxo en la Villa es mui sumptuosa, y de perfectissima arquitectura...En lo alto del cerro que domina á Espera y á cuyo pie se extiende, álzase orgulloso un antiguo castillo de fortísima fábrica y dentro de el se encuentran una iglesia que por más que se puso bajo la advocación de Santiago, Patrón de España, el pueblo solo la llama por la del Cristo, por ser la de la imagen á que la devoción de los del pueblo y los de lugares circundantes rinden tributo de su amor y veneración.La escultura, que es bien antigua, dícenla del tiempo de los Godos y que la ocultaron cuando la invación mahometana, en la cisterna del castillo donde se la encontró al ser restaurado para la Cruz en tiempos de Don Alfonso X el Sabio.”

ENRIQUE ROMERO DE TORRES.53

EL CASTILLOSobre elevada montaña y escueta roca, se alza un castillo árabe, ruinoso, que defiende a la villa, recostada en la falda oriental de este cerro, al amparo de su antigua y potente fortaleza.Este castillo, reformado en la época de la reconquista, conserva todavía parte de sus barbacanas y una puerta con un arco de descarga que da acceso al interior. En uno de sus frentes se ve un ajimez de ojiva lanceolada y más abajo otro arco abocinado de una ventana tapiada, en cuyo dintel hay grabadas tres estrellas de seis puntas. El aljibe es de gran profundidad y está muy bien conservado.

LA ERMITA DEL SANTO CRISTO DE LA ANTIGUALinda con las ruinas del castillo. Bajo la advocación de Santiago sirvió de templo parroquial hasta últimos del siglo XVI. Presenta algunos pormenores arquitectónicos de tradición románica.Pintura.Tiene tres retablos de escasísimo merito; pero en uno de ellos se destaca una interesante tabla del siglo XV, de escuela andaluza que representa a San Joaquín y Santa Ana, de buena ejecución y brillante colorido.

ANTONIO GÓMEZ ACEVES. 1845.Capilla del Santo Cristo.“Esta capilla fue edificada por los godos poco tiempo después de la conversión al cristianismo del gran Recaredo. Hasta la invasión de los árabes tuvo los honores de parroquia Colegial con el nombre de Santiago. Durante el tiempo que estos dominaron en España, estuvo dedicada a mezquita. Después de la gloriosa conquista volvió a ser Parroquia Colegial hasta la creación en el siglo XVI de Santa María de Gracia. Se dice que unos pastores encontraron en una de las grutas del Castillo a esta sagrada imagen que había estado allí oculta durante los siglos del yugo sarraceno por lo que se le dio el nombre de la Antigua. Este Santuario se halla erigido en la cumbre de una elevada montaña, y forma parte del arruinado castillo árabe. Tiene una sola nave y una puerta y encima de esta un pequeño campanario.”54

53 ROMERO DE TORRES, E. “Catálogo monumental de la provincia de Cádiz. 1934.54 Archivo Histórico Diocesano de Jerez. Espera. Libro de nacimientos nº 18. Nota inserta por Antonio Gómez Aceves a petición de los

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PLANIMETRÍA 7.1 Plano de emplazamiento8

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7.2 Planta

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7.3 Plano de las líneas de muralla

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7.4 Alzado oeste

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7.5 Alzado Sur

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7.6 Alzado este

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7.7 Alzado norte

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7.8 Planta Torre del Homenaje

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7.9 Planta de los aljibes

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ARCHIVOSABC. 4-2-2012.Archivo Ducal de Medinaceli. A. D. M. Leg. 244-11; Leg. 244, nº 15. Leg.247. 1.412.Traslado de 1.516; Leg. 247, nº 32 ; Leg. 47, nº 34. Leg. 247, nº 35; Leg, 244-9; Leg. 248;.Leg. 248, nº 14 y 15.Archivo Histórico Diocesano de Jerez de la Frontera. AHDJ. ESPERA . Libro de nacimientos, nº 18.Archivo Histórico Nacional. AHN. DIVERSOS-COLECCIONES,105,N.15Archivo .Municipal de .Espera. AME. Notas Generales, VII al XXVIIIArchivo Municipal de Sevilla. AMS, Carpeta 82, nº 227Real Academia de la Historia. RAH, Salazar. M-43

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párrocos don Cristóbal Acosta y don Gabriel Domínguez. La mayoría de las anotaciones están llenas de graves errores como hemos apreciado, tanto en lo referente al Castillo como a la Iglesia. Él fue quien atribuyó la autoría de la Virgen de Gracia a Juan Laffagón, un pintor inexistente.

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Historia de dos monumentos 43

MANCHEÑO Y OLIVARES, M.: Apuntes para una historia de Arcos de la Fra. Arcos de la Fra, 1892.MARÍN FIDALGO, A. “El Alcázar de Sevilla bajo los Austria”. I. Sevilla. 1990. MARISCAL, FRAY P. “Antigüedades de Bornos y su comarca.”. 1731. Documento manuscrito.MONGLAVE, EUGEN DE, “Asedio de Cádiz por la Armada francesa: en 1810,1811 y 1812”. Paris. 1823.MORA-FIGUEROA, L.:”Influjos recíprocos entre la fortificación islámica y la cristiana el el medievo hispánico”. I Congreso Internacionnal de Fortificaciones en Al_Ándalus. Algeciras,1998.MORA-FIGUEROA, L.: Glosario de arquitectura defensiva medieval. Cádiz, 1994.OROZCO ACUAVIVA, La historia de los pueblos de Cádiz a través de sus castillosPASCUAL BAREA, J.: “De mons acutus al Castillo de Cote (hisn aqut)”. Revista Histórica Literaria y Artistica “Archivo Hispalense”. Sevilla 1995.RODRÍGUEZ ESTEVE, C, “Los canteros de la Catedral de Sevilla” Sevilla. 1998.ROJAS GABRIEL,M.: La Frontera entre los reinos de Sevilla y Granada en el siglo XV (1.390-1.481)ROMERO DE TORRES, E. “Catálogo monumental de la provincia de Cádiz. 193SÁNCHEZ SAUS, R. “Las Órdenes Militares en la provincia de Cádiz”. En Cádiz en el siglo XIII.SUÁREZ JAPÓN, J.M.: Frontera, territorio y poblamiento en la Sierra de Cádiz. Cádiz, 1991.TAHIRI, AHMED. “Rif Al-Magreb y Al- Ándalus. p. 141.VALOR PIECHOTTA, M.: “Las fortificaciones medievales en la provincia de Sevilla”. Castillos de España. 2002. Núm. 125. Pag. 27-34VARA, C. Las Navas de Tolosa. Barcelona. 2012VIGUERA MOLINS, M. J.:”Fortificaciones en Al-Ándalus”. I congreso Internacional de Fortificaciones en Al-Ándalus. Algeciras, 1998.VILLA NOGALES, F DE LA Y CASTRO, J.C. “Ensayo para una catalogación: Cuatro crucificados del escultor Jorge Fernández Alemán.” En prensa.

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Manuel Garrucho Jurado

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IGLESIA SANTA MARÍA DE GRACIA

OBRA ARQUITECTÓNICAEn relación a la obra arquitectónica podemos decir que se inicia la construcción del hacia 1.560. Dos años después inspecciona las obras Hernán Ruiz II.Recién nombrado maestro mayor del arzobispado, el 25 de mayo de 1.562 el Provisor Juan Obando, tras reconocer que en “algunos de los edificios de las yglesias deste arzobispado a avido algunos hierros por no aver maestro albañil que las gobernare”, mandó que Hernán Ruiz, “hombre abil y acreditado en el arte de la cantería”, se hiciese cargo de las referidas obras y especialmente de las que por entonces se llevaban a cabo en algunas iglesias de la diócesis. Además de Santa María de Arcos, se incluye la iglesia de Espera, entre otras, imponiéndole como obligación del cargo el “hacer las trazas, seguir e gobernar e administrar las dichas obras”,55 H. Ruiz estaba obligado a visitar las obras anualmente, pero solo tenemos noticias de su visita en 1562.56 . Por ello debía recibir 3.000 maravedíes.57

Para T. Falcón58 resulta difícil reconocer la intervención de Hernán Ruiz como consecuencia del número de intervenciones posteriores, sobre todo tras los terremotos sufridos.

Según Alfredo Morales59, a Hernán Ruiz hay que atribuir el proyecto inicial de la parroquia “cuyo proceso constructivo se prolongaría hasta el primer tercio del siglo XVII, por diversos maestros locales. Estas circunstancias, más las sucesivas reparaciones y reconstrucciones que sufrió el templo, tanto en el XVII como en el XVIII, debido a los terremotos, han alterado su fisonomía primitiva, aunque, según este autor todavía se reconocen detalles del arquitecto”. Así podrían ser debidas a H. Ruiz la planta de cruz griega, sus tres bóvedas artesonadas, la semiesfera del crucero, alguna de las

55 LÓPEZ MARTÍNEZ. C. “Desde Jerónimo Hernández a Martínez Montañés.” p. 15156 CANDIL RÍOS, J. “Nuestra Sª Sª Maria de Gracia. Espera. 1973. p.857 LÓPEZ MARTÍNEZ, C. op.cit. p.150.58 FALCÓN MARQUEZ, T. “Iglesias de la sierra de Cádiz”.Caja de Ahorros de Cádiz. p. 32.59 MORALES, ALFREDO J. “Hernán Ruiz, el joven”. Madrid. 1996. p. 83.

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Plano Iglesia.gonzález-Nandin. 15-9-1926 Fototeca Use

Planta. Cristobal Ortiz. 1636

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ventanas, y “fundamentalmente los apeos de los arcos torales”. Según el mismo autor, es original y heterodoxa la fórmula utilizada en los soportes para recoger el vuelo de los arcos que “ofrecen pilares rematados en parejas de ménsulas, sobre las que se dispone un atrofiado capitel jónico”60. Para Morales este “orden mensular no tiene parangón con ninguna otra obra coetánea, siendo muestra de la libertad expresiva de Hernán Ruiz”. Ruiz cobró por hacerse cargo de las obras 3.000 marevedíes, es decir, algo más de 93 reales.

En 1.586 continúan los trabajos, siendo maestro mayor Pedro de Palafox. En 1.608 se cubrían las bóvedas y seis años más tarde la obra está prácticamente terminada, aunque la Sacristía se labró entre 1.625 y 1.627.En el Libro de Visitas de 1.614 del Archivo Parroquial de Espera se dice: “que en cuanto la iglesia está acabada en su edificio principal, y sólo falta hacer en la forma que el maestro mayor la dejó señalada y está por solar el suelo de la iglesia y bóvedas, la escalinata de arriba y las paredes están por encalar”.61 Ese mismo año aún quedaban 550 reales para la obra y se requería al mayordomo, Bartolomé Ruiz de la Cueva, que se hicieran dichas labores. Para ello el propio mayordomo debía sacar a pregón las obras en los vecinos pueblos de Bornos y Villamartín y en las ciudades de Arcos, Jerez y Sevilla. El maestro mayor de la Santa Iglesia de Sevilla debía visitar el pueblo. Y el remate a la baja de la subasta de las obras habría de realizarse ante el primer cura de la iglesia parroquial, y en un día de fiesta.62

En 1.616 nombran mayordomo de fábrica a Juan Márquez Romero, sustituyendo al anterior Bartolomé Ruiz. En esa fecha aún no se habían realizado las obras de la iglesia y la sacristía y

el Provisor, en su visita, dice que ha sido informada de que de no hacerse existiría notable riesgo en todo el edificio “que es de cantería, porque con las aguas se va recalando la mezcla con que va hecha dicha obra y se llueve toda la iglesia”63. Se insta al mayordomo a que en un mes den comienzo las mismas, comenzando por el solado de la cubierta para evitar la entrada de las aguas. Al parecer se debería haber 60 Ibidem. P. 83.61 CANDIL RÍOS, J. op. cit. P.8.62 Ibidem. p. 9.63 Ibidem. p. 9

Ménsulas de la cúpula central

Documento Visita provisor 1614

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IGLESIA SANTA MARÍA DE GRACIA

solado todo el techo de la Iglesia y en aquella fecha aún no se había realizado, de ahí el peligro de que el edificio se calase con las lluvias.Se mandaba también, en la misma visita, “hacer puertas de buena madera y de clavazón para la dicha iglesia”. En 1.619 se vuelva a recomendar la compra de” puertas nuevas porque las que tiene son muy viejas y se puede robar”.64

Sería Miguel Cano, padre de Alonso Cano, y compadre de Pablo Legot, el encargado de realizar no sólo las puertas sino también el coro y el facistol del mismo, según un documento firmado en Triana por el propio Miguel Cano y el visitador del Arzobispado Alonso Larios Monge.65 Las puertas debían tener unos 3,34 m de ancho, aunque no se puede determinar la altura por un defecto en el documento original. El coro por su parte debía tener una anchura de 5 varas y media, es decir, unos 5 metros y otras cinco varas y media en dirección al altar mayor. Debía estar protegido por un cancel a cada lado de cinco varas y media, es decir, unos cinco metros, y nueve cuartas y media de alto, lo que se traduce en unos dos metros y medio de altura. En cada lado debían caber cinco asientos que estarían sobre un escabel de casi media vara de alto, o sea unos 45 cm. Este fue el primer coro realizado para la iglesia porque posteriormente, como veremos, existió otro que fue desmontado con la obra realizada en la misma en los años 60.En 1623 “con la visita de Rodrigo Caro, dan comienzo las obras de la Sacristía”.66

A partir de 1.628 desaparece el primitivo nombre de Santa María de la Victoria, como se llamaba al principio y desde 1.633 se conoce como Santa María de Gracia67.El 15 de enero de 1.629 se encarga a Pablo Legot, maestro pintor y decorador, las pinturas del retablo. Se comienzan las obras en 1.630, la parte arquitectónica a cargo de Diego López Bueno, formado en el ambiente bajorrenacentista próximo a Hernán Ruiz II, y muy destacado como retablista. Éste recibió del mayordomo de la iglesia de Espera 2.600 reales por la madera, ensamblaje y talla de este Sagrario que hizo para el altar mayor de dicha iglesia, y de “hechura, madera y escultura” de San Pedro y San Pablo”.

El Visitador de 1633 había señalado que a la mayor brevedad se remediasen una serie de deficiencias que se apreciaban en el edificio: La capilla mayor se mojaba con las lluvias, temiéndose incluso su hundimiento en caso de no solucionarse el problema. Otro problema con las aguas se tenía en el testero del altar de Jesús Nazareno, ya que al estar la calle más alta que el suelo de la iglesia “el agua que llueve se recala por la dicha pared y sale a la iglesia, y que puede maltratarse la dicha pared y cimientos y resultar gran daño. Por eso se debía abrir una zanja por la puerta de fuera que tuviera la profundidad necesaria para que las aguas corriesen sin tocar la pared. Efectivamente, hace unos años, se descubrió durante unas obras en el patio de la iglesia un caño de considerables dimensiones que partiendo de la pared de la actual calle Corredera, desviaba el agua de la iglesia y atravesaba el patio de la casa del cura. Durante esa visita el mismo Provisor ordenaba también que a Pablo Legot no se le entregara ni un maravedí por cuenta del retablo, ni a Marcos Maestre, maestro bordador por “los ornamentos que está haciendo, así por tener el citado Pablo Legot por sí y como cesionario de Diego López Bueno recibidos cuarenta mil reales, 64 Ibidem. p. 965 Corpus Alonso Cano: Documentos y textos. Ed. y coord.. Ángel Aterido Fernández. Madrid 2002. p. 66.66 SUÁREZ CANTÓN, M. “Proyecto Básico y de ejecución de restauración de la Iglesia Sª Mª de Gracia Espera (Cádiz). 1990.67 CANDIL RÍOS,J. op. cit. p. 10.

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pocos marevedíes más o menos, y no saberse que está hecho más que el primer cuerpo de él y el citado Marcos Maestre haber recibido cuatrocientos ducados y solo haber entregado una manga de cruz negra”68

Un terremoto en 1.636 destruyó la fachada principal. Se construyeron entonces unas dependencias tras la Capilla Mayor y la Sacristía: los aposentos del cura y los graneros en torno a un patio central, a los que se accedía desde la Sacristía. Todas estas obras se realizaron bajo la dirección del maestro mayor Cristóbal Ortiz69 que realizó el plano de la iglesia. Francisco de Vera, que cobró 1.654 reales, fue el maestro que ejecutó las obras de la iglesia y la explanada inmediata. En notificación del mayordomo de 1.647 se dice: “Se remato la obra de la muralla y terraplén, fortificación de la dicha iglesia en Francisco de Vera, maestro albañil, (...) diese más capacidad para la mayor fortaleza de dicha iglesia, y para que en ella y sus puertas principales hubiese extensión de plaza llana, quitando los barrancos y laderas que había...” Francisco de Vera había paralizado las obras de la muralla debido a una modificación que se había realizado en el proyecto inicial de la misma. Si en un principio

la dimensión de la plaza debía ser de seis varas separadas de la pared, posteriormente se le reclamó que estuviera a más de seis varas, lo que suponía un aumento en el trabajo y el material a emplear. Se intentó hacer la explanada de la iglesia más amplia porque se debía comenzar una capilla nueva en la parte derecha del edificio, contigua a la pared del crucero, por lo que era indispensable dar más extensión a la plaza. Vera lo reclamó y el Provisor le garantizó ese aumento por parte de la iglesia70.

Después de la obra se colocaron unas bolas de piedra en la cornisa por un valor de 260 reales71.

La reconstrucción duró más de diez años y en 1.647 Diego Gómez y Pedro García Bernardo la visitaron para ver la obra realizada. Ambos realizaron el informe sobre la obra que se acababa de hacer en Espera. Después de haber medido la mampostería y sillería de la iglesia determinaron que se habían utilizado unas trescientas y cincuenta y siete carretadas, incluyendo también la piedra que se había gastado en unos remates de una portada de la iglesia y de menuda para mampostería unas tres mil trescientas cuarenta y cinco carretadas que debieron pagar a Domingo Martín. Otro carretero fue

68 CANDIL RÍOS, , J. op.cit. p. 1069 FALCÓN MARQUEZ, T. “Iglesias de la Sierra de Cádiz. p. 199.70 Ibidem. p. 201.71 CANDIL RIOS, J- op.cit. p. 11. Archivo Histórico Diocesano de Jerez de la Frontera (AHDJ). Iglesia Parroquial de Espera. Libro de Visitas. 1640.

Puerta del Perdón

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IGLESIA SANTA MARÍA DE GRACIA

Juan García Hermoso que realizó unas dos mil ciento sesenta carretadas. El tercer carretero del que hay noticias era Manuel Fernández que acarreó mil quinientas treinta y siete.El 18 de septiembre del mismo año: “Diego Gómez, Maestro Mayor de Fábricas de esta y su arzobispado y Pedro García Bernardo, Maestro mayor de la fabrica desta Iglesia de Sevilla, fuimos a la villa de Espera a ver y medir la fábrica que se ha hecho en la iglesia,... medimos la sillería y mampostería (...) en gualdera y testeros y el osario gradas del altar mayor (...) y un pedazo de fábrica de vivienda que arrima a la iglesia (…) en seis días del mes de enero midió y tasó todas las obras de albañilería y cantería que están hechas en el patio tras de la Sacristía, (...) en que hay un granero alto y taller debajo del aposento del cura, (...) y una escalera de piedra con que se sube al granero, (...) y una portada de piedra que está expresa de asentar y labrada lo más de ella, (...) vale y monta 7.600 reales”,72 En 1.651 se ordena que “por cuanto la Iglesia Parroquial de esta villa es grande y el concurso de la gente mucho y no tiene más que una puerta con que hay embarazo de entrar y salir y más cuando vienen las procesiones, (…) mando que se abra la puerta que está fabricada de cantería en la pared hacia la plaza y se le echen sus puertas de madera y se limpie aquel baldío (…) y por del Concejo de esta villa se levante y fabrique la pared y muralla afirmada en la calle de arriba para que no se derrumbe la tierra y barranca por ser obra común”.73

En 1.653 el Visitador ordena de nuevo la apertura de la puerta que da la plaza y que se haga un pozo que recoja las aguas que entraban dentro del edificio causándole gran daño. Igualmente se manda la realización de 14 gradas para subir a la plaza de la iglesia,74 las mismas que existen actualmente desde el rellano de la escalinata actual. La calle de Los Toros fue rebajada posteriormente con lo que hubo que realizar otros escalones hasta abajo.En 1.664 se le pone el suelo a la capilla del Rosario y se reparan las bóvedas de la Sacristía.En 1.669 se da un repaso general a todo el edificio y se ordena abrir la denominada puerta del lado del Evangelio que llaman del Perdón” y que adecente la cuesta de forma que se quite tanta inmundicia”75.

El 26 de noviembre de 1.678, en Sevilla, se dan las condiciones para dorar el retablo mayor a “Juan Salvador, vecino de esta ciudad, y maestro dorador en ella, (...) dejándolo en 25.600 reales de vellón.” Un año después se reparan las bóvedas dañadas por el terremoto de ese mismo año. También se colocan seis pilares para poner las campanas y el reloj, por no tener torre.En 1.679 hubo otro pequeño terremoto que origina unos viajes a Sevilla por parte del mayordomo de la iglesia solicitando nuevos arreglos. Tras otro terremoto en 1.693, viene un maestro albañil de Arcos a reconocer la iglesia. Y el 11 de abril lo haría Diego Moreno Meléndez, maestro de obras de Jerez, quien informó de las quiebras producidas en las paredes. Hubo que macizar una de las ventanas con piedra labrada, lo mismo que recomponer la pared debajo de esa misma ventana. También hubo que reparar la fachada principal, pues sobre la portada había “un pedazo de pared como

72 Archivo General Arzobispado de Sevilla.(AGAS) Leg. 334.73 CANDIL RÍOS, op. cit. P. 1174 Ibidem. p. 12.75 Ibidem. p. 12.

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de seis varas de largo (unos 5,5 metros) tenía piedras desunidas”.76 Moreno Meléndez tasó toda la obra en 2.444 reales.En 1.699 se mandaba renovar las puertas de la entrada principal con tablas de pino de Flandes” dejando en cada puerta su postigo y sobre ellos, dos ventanas con su reja de hierro, en que se puedan echar por la parte de dentro sus vidrieras, para que estando cerradas dichas puertas, tenga claridad y luz el coro.”77 Ese año seguía sin terminar de solarse la iglesia y el Provisor volvía a ordenar su terminación. Por otro lado, Diego Díaz, maestro de obras del arzobispado, realizaba una visita en 1.710 para reconocer el edificio y en su informe manifestaba que no corría grave peligro porque era buena fortificación de cantería y se mantenía sobre buenos muros. Sólo había que reformar el techo por el que se calaba el agua, por lo que se cubrió con teja de Lebrija.

Desde 1700 hasta 1704 se labró la capilla del Sagrario, obra de F. Alonso de las Rivas.En 1.710 el Sr. Provisor mandó a Diego Antonio Díaz, maestro mayor de obras del Arzobispado, a visitar la iglesia por problemas en las bóvedas. Vino dos veces y cobró 198 reales por las dos visitas. En 1.716 se construye un coro nuevo de pino de Flandes, remates torneados de nogal y tarjetas de cedro. En 1.731 urgen al mayordomo que termine de echar la solería de la iglesia. El Visitador del Arzobispado en 1752 volvía a mandar terminar el solado y, visto el mal estado del tejado debido al gran peso que soportaba, que incluso podría llevarla al derrumbe, para evitarlo y “poner el debido remedio mandó su merced se reconozcan dichas naves y sus techumbres por dos maestros inteligentes que se dice en la ciudad de Arcos”78 Efectivamente, en septiembre de 1.753, Juan de Campos y Jerónimo Guerrero, maestros de obras públicas de esa ciudad, dieron su parecer: “Convenía que se quitase el tejado que tenían dichas bóvedas por estar muy llano y tener poca corriente (…) que se retirara la tierra y se echase hormigón, solando de nuevo con ladrillo raspado, dándole más corriente”. Supusieron las obras 1.718 reales.En 1.755 el templo fue completamente arruinado por el terremoto de Lisboa. Juan de Campos y Jerónimo Guerrero vienen de Arcos, de nuevo, a reconocer el estado ruinoso tras este terremoto. El 10 de noviembre de 1.755, nueve días después del célebre terremoto, visita la iglesia, de nuevo, Juan de Campos, reconociendo el estado ruinoso en que quedó la misma, ordenando, en primer lugar, buscar madera para apuntalarla y hubo que pedir permiso al Corregidor de Arcos para cortar los pinos necesarios. El 1 de febrero de 1756 Tomas José Zambrano, maestro mayor de fábrica del Arzobispado de Sevilla, emite un informe acerca del estado en quedó San María de Gracia tras el terremoto del año anterior. Zambrano decía que “había que apuntalar y cimbrar los cuatro arcos torales que forman la capilla mayor y crucero, para asegurar y remediar las piedras que tiene desencajadas y así mismo la media naranja que cubre la dicha capilla mayor y las bóvedas del crucero y de el cuerpo de la iglesia que son todas de cantería, las cuales están todas muy maltratadas, con muchas de sus piedras casi cayéndose, sin otras que llegaron a caerse, por lo que amenazan próxima ruina”79 Para ello tuvieron que deshacer la sillería del coro para que no corriera peligro ni estorbara en las obras que se hiciesen. Hubo que quitar también el retablo mayor para reparar la pared sobre la que se sustentaba dicho retablo y volver a construirla con sillares como está actualmente. Se quitaron los demás retablos del crucero y el 76 Ibídem. p. 13.77 Ibidem. p. 1378 Ibidem. p. 15.79 FALCÓN MÁRQUEZ, T. op.cit. p. 205.

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púlpito ya que fue preciso derribar las dos paredes gualderas que dan luz a dicho crucero, así como el testero del lado del evangelio, que está sobre la puerta que da entrada al caracol que sube a la torre. Hubo que reparar también algunos de los escalones del caracol. También se apuntaló el arco de entrada que está debajo del órgano, se desbarató el propio órgano y su caja. Se destejó la cúpula de media naranja y las bóvedas para asegurarlo todo. Hubo que derribar la torre y casi toda la fachada principal. Posteriormente se volvieron a fijar todos los retablos y la sillería del coro y el púlpito, haciéndose un nuevo facistol, ya que lo había hecho pedazos una de las piedras que cayeron. Zambrano estimaba ante el notario mayor de Sevilla, Nicolás de Arce, la cantidad de 120.000 reales.80 El 2 de diciembre Pedro San Martín hacía un informe para que se derribara totalmente la iglesia, incluso que se vieran los cimientos por si hubiera que volver a construirlos.81

En junio de 1.756 sería Juan Martín de la Oliva quien realizara la inspección del templo tras el terremoto, encontrándolo en estado ruinoso, haciendo las veces de Parroquia la ermita de la Veracruz.82 Para realizar la obra el mayordomo de la iglesia tiene que recurrir, ante la falta de fondos, a vender distintos materiales, pedir limosnas, hacer rifas, organizar festivales de toros que les dejaron 2.500 reales. Incluso el duque de Medinaceli hizo un donativo de 3.300 reales. Hubo que utilizar un tercio de los diezmos para hacer frente a la obra.

Pero, en marzo de 1757 sería Vicente Bengoechea, Maestro mayor de obras de la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, quien realiza el informe para su reconstrucción. Bengoechea declara que “mirando el edificio de primera facie (sic), causa temerosa ruina, por estar en muchas partes quebrantando con notable daño, pero que examinando las ruinas con esencial inteligencia, en cortes canteriles, se hallara remedio para evitar el total derribo”83. Informa también que están apuntalados los cuatro arcos torales, pues sólo uno de ellos está dañado en su clave y dos dovelas inmediatas”, para ello había que apuntalar y cimbrar el arco. La bóveda que cierra el crucero es una bóveda vaída que rodea una cornisa formando pechinas al modo de media naranja. Hubo que descubrir las pechinas por la parte exterior para volverá a colocar las piedras que se habían movido. Hubo que reconstruir también los muros colaterales y el cabecero. El del lado de la Epístola tenía dos quiebras de poca importancia por los muros se mantenían a plomo. El cabecero habrá que desbaratarlo hasta por debajo de las impostas del arco y volver a amarrarlo

80 Ibidem. P. 206.81 Ibidem. p. 206.82 Ibidem. p. 15. A.H.N./3.2.2.1684.83 Ibidem. p. 208.

Fachada. Iglesia.G. Nandín.2-3-1927.Fototeca USE

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con los laterales. Igualmente hubo que restaurar la puerta hacia la sacristía desde el retablo mayor. El muro del Evangelio también sufrió desperfectos, debiendo hacerse un arco escarzano en la puerta del sagrario.Pero lo más dañado de todo fue la fachada principal que hubo que reconstruirla entera. La parte de la capilla Bautismal, la tribuna del órgano y la bóveda que cubre la primera nave de la iglesia desde la calle y que da paso al crucero hubo que cimbrarla para recomponerla. La sala y el muro contiguo (que da actualmente a la muralla, hacia calle de Los Toros) hubo que destruirlos y volver a reconstruirlos desde el cimiento.

Al recomponer la fachada se construyó una Capilla Bautismal de siete pies y dos pulgadas de ancho, es decir, unos dos metros, en lado del Evangelio, tal como se conserva actualmente. En el lado de la Epístola se dejó otro hueco para el acceso a la torre, cerrado con una puerta de una vara de ancho (unos 84 cm). En la escalera de caracol había que dejar medio pie de hueco (unos 14 cm) para las cuerdas de las campanas.

La portada principal, de orden dórico, se realiza aprovechando la piedra que ya estaba labrada para ello. Incluso el arcos escarzano del interior aprovechaba las dovelas del arco que se había caído cuando el terremoto de Lisboa. En la fachada se realizan huecos para las ventanas en la escalera de caracol y otras simétricas, pero ciegas, en la parte de la Capilla Bautismal. Se diseñaban, por arriba, a tres varas y media bajo el pavimento de la azotea. Bengoechea especificaba, incluso, la mezcla que debía utilizarse: “cal y arena terciada, dos partes de cal y una de arena bien fraguada para mayor consistencia”84 La torre del campanario se construyó sobre la escalera de caracol y tendría una altura de cinco varas y un pie (unos 4,5 metros) hasta el arranque del chapitel. La torre estaría apilastrada por cada costado con dos de ellas en cada uno. El 7 de agosto de 1760 Pedro de Silva, maestro mayor de obras del Arzobispado de Sevilla realizaba un proyecto de ampliación de la iglesia tras el terremoto. Ese día vino a la villa para ver que se estaban ejecutando las obras de Bengoechea y para comprobar si había antepechos sobre las cornisas y si la iglesia necesitaba una ampliación como consecuencia de “la cortedad de la misma y el aumento de población de la localidad. Y en efecto es el momento en que se colocan los antepechos que se culminan en 22 bolas de piedra que adornan los remates de los tejados, se amplía la capacidad de la iglesia realizando dos nuevas capillas laterales, aunque ya la lápida de mármol de la puerta del Perdón reconoce la realización de la misma en 1.699. Se amplían también las tribunas superiores, una sobre la capilla del Bautismo y otras que da cobijo al nuevo coro, que al ser más grande el que se está haciendo necesita una ampliación de la misma. Silva ofrece dos razones para realizar la ampliación: “que siendo esta iglesia sólo un crucero como el plano que se presenta manifiesta, el cual lo hizo el maestro en pedimento de la villa hay poco cavimiento (capacidad) y mucho vecindario”85 y la segunda porque tras el terremoto se habían levantado de nuevo los pies de la iglesia desde sus cimientos porque, sobre todo, la parte del coro había sido la malparada, se podía ampliar por sus laterales.

El 30 de agosto de 1.760 volvía Pedro de Silva a Espera para comprobar cómo las obras se realizaban con “arreglo a las condiciones”.

84 FALCÓN MÁRQUEZ, T. op.cit. p. 213.85 FALCÓN MÁRQUEZ, T. op. cit. p. 218

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Campanario

El 12 de diciembre de ese año Manuel Zubiaga, aparejador de la obra presentaba un recibo 850 reales de vellón por la realización de dos ventanas de la fachada principal para dar luz al caracol y ser necesarias para la simetría de la misma. Vicente Bengoechea presentó las condiciones para su reconstrucción, presupuestándolas en 42.000 reales. Las obras las realizó Manuel Zubiaga que diseñó las ventanas de la fachada principal y las capillas laterales de dicha fachada. En 1.773 Pedro de Silva volvió a hacer una reparación.En 1.762 Jacinto Ramírez de Zúñiga hacía cuatro vidrieras para la linterna de la media naranja central, que junto con otras vidrieras del resto del edificio y la sacristía suponían 445 reales.86

El 18 de agosto de 1.761 de nuevo Pedro de Silva, por orden del Provisor del Arzobispado, volvió a visitar la iglesia para comprobar si podían hacerse unos cambios que afectarían a la casa del cura y situar la Sacristía tras el Altar Mayor. Estimaba Silva que la obra sería costosa y de “poco fruto”87.Por fin el 27 de noviembre de 1.761 Pedro de Silva daba su último informe sobre la iglesia certificando que estaba prácticamente terminada.

El 26 de agosto de 1.764 el nuevo coro estaba colocado y su autor, Juan de Morales, presentaba la factura de los materiales y la mano de obra resultando un total de 4.857 reales.En 1.773 volvió a producirse otro terremoto que produjo pequeños desperfectos. En 1778 se blanqueaba por dentro, se repasaban las rejas y se colocaban vidrieras nuevas que costaron 3.300 reales.

El órgano actual, inservible, es el segundo que se colocó en la iglesia. Del primero desconocemos el autor, solo conocemos que

86 CANDIL RÍOS, J. op.cit., p.16.87 FALCÓN MÁRQUEZ, T. op. cit. p. 224.

Iglesia desde el castillo. G. Nandín.2-3-1927Fototeca USE

Interior iglesia. A. Palau. 21-8-1957.Fototeca USE

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en 1629 Francisco Vallejo de Solís presenta facturas por haberlo limpiado y en 1664 se arreglaron los fuelles del mismo.

El actual construido utilizando partes del viejo fue realizado por Juan Echevarría que cobró 9.700 reales.

En 1764 estaba pagado, incluso los 960 reales que costaron cuatro carretas que lo trajeron desde Sevilla. Pero en 1773 el mismo organista debe desmontarlo y volverlo a afinar.

En 1.783 Dionisio Gutiérrez había realizado el tornavoz o guardavoz del púlpito del lado del Evangelio por el que cobró 700 reales.88

En 1.798 se utilizaban 49 cantos, yeso, arena, cal y 441 reales en jornales para arreglar el cuarto del reloj89.

En 1.886 volvían a encalarla hasta las cornisas.

En 1.962 la iglesia tuvo que ser restaurada de nuevo porque estaba prácticamente en ruinas. Su última obra se realizó durante el año 1992, protegiéndose su cimentación con pivotes de hormigón de hasta 21 m. de profundidad, debido a los corrimientos de tierra que se producen en el subsuelo.El proyecto fue realizado por Miguel Suárez Cantón.

CAMPANARIOLa imagen que actualmente tenemos del templo no es la primitiva y mucho menos tras el terremoto de Lisboa. Juan Candil habla que las primeras campanas de la iglesia estaban colocadas en 1.635, es decir, 21 años después de su terminación. En ese año ya había dos campanas.90 En 1.678 se volvieron a comprar otras dos campanas que se cambiaron el año siguiente.En 1.685 se hicieron seis pilares para poner las campanas ya que la iglesia no

88 GARRUCHO JURADO, M. “Dos obras de artistas sevillanos en la iglesia de Espera: el tornavoz y la cajonería de la Sacristia. en Revista de las fiestas patronales. Espera. 2006. p. 11.89 CANDIL RÍOS, J. op.cit p.1690 CANDIL RIOS, J. op. cit. 37.

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tenía torre.91 En 1.686 Francisco Solano Chicón, maestro de Triana, fundió una de ellas y añadió otra campana nueva. En 1.693 el visitador del arzobispado ordenaba la continuación de los pilares de la torre hasta igualarlos los cuatro que están en las campanas, y se unan con arcos “porque están arriesgados a rendirse los que tienen las campanas y estando todos unidos se aseguran”. Finalmente se cubrieron con una bóveda92 y se colocó encima una cruz para que tuviera forma de torre.En 1745 se hizo un chapitel para cubrir los pilares de las campanas que hubo que restaurar cinco años más tarde. Esto quiere decir que el primer campanario completo quedo terminado en 1.745.

Diez años más tarde quedaría totalmente destruido como toda la fachada de la iglesia. La torre tal como hoy la es la edificada tras el terremoto de 1.755, según el diseño que había realizado Vicente Bengoechea. Aunque la torre tiene forma cuadrada, por encimo se le construyó un banco ochavado del que parte todo el chapitel piramidal con la misma forma y con azulejos blancos y azules, actualmente.El presupuesto que daba Bengoechea alcanzaba un total de 134.988 reales.

RETABLO MAYORUna vez terminada la obra de la iglesia se colocó un retablo en el testero mayor del crucero, pero, al parecer, sin dorar que se deterioraría pronto. Colocaron también una virgen de candelero que rápidamente se deterioró igualmente.93

Pero, sin duda, la obra de más valor artístico existente en la iglesia Santa María de Gracia de Espera es el retablo mayor obra de Pablo Legot94. Su ejecución se hizo en varias fases. La primera se inicia el 23 de diciembre de 1628. El 17 de septiembre de ese año Francisco de Vallejo

91 Ibidem. p. 3792 Ibidem. p. 37.93 CANDIL RÍOS, J. op.cit p. 20. 94 Quizás el primero que reconoce a Pablo Legot como autor del Retablo sea Enrique Romero de Torres. En 1908 estuvo en Espera realizando un trabajo para la compilación del Catálogo Monumental de la provincia de Cadiz que finalmente se publicaría en 1934. El informó a L. Mayer sobre el Retablo y su autoría. La Lectura. Revista de Ciencias y Artes. Mdrid. 1910. P. 337.

Retablo original. A.H.D. Jerez de la Frontera

Tabernáculo retablo mayor. D. López Bueno

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Solís, Visitador del Arzobispado, determina ante Francisco de la Cueva Maldonado, notario de la villa, que debía hacerse lo siguiente: “un retablo dorado y de cuadros de pintura muy bueno para el altar mayor conforme a la disposición y altura del testero de la pared para lo cual el mayordomo de esta iglesia de aviso al s(eñor) prov(isor) para que su merced lo mande cumplir y hacer y ordene de la manera que fuere servido que en el tal retablo se puede gastar dos mil ducados poco más o menos (…) para adorno y servicio de la dicha iglesia”95 Así lo certificaba también Fernando de Ayllon, monje y escribano publico de Espera.96 El 22 de diciembre Luis Benegas de Figueroa, Provisor del Arzobispado, aprobaba el encargo. El 12 de enero del año siguiente Pablo Legot, pintor de imaginería, y Marcos Maestre, bordador, como fiador del mismo, acuerdan con Francisco de la Cueva Maldonado, mayordomo de la iglesia de Espera y se obligan a dar por “acabado en toda perfección un retablo de pintura dorado y estofado para el Altar mayor de la dicha villa que ha de llevar las historias siguientes: en el cuerpo principal encima del sagrario haya de llevar una imagen de nuestra señora de la vitoria con la historia de la batalla naval97 y en los dos lados del dicho lienzo principal, a el lado derecho la adoración de los reyes y al lado izquierdo el nacimiento de nuestro señor Jesucristo y encima de la cornisa en el otro lienzo principal en medio un Cristo crucificado con san Juan y Nuestra Señora en los lados y a los lados del dicho Cristo en dos cuarteles tengo de pintar a san Pedro y san Pablo y en

los bancos de abajo tengo de pintar los cuatro evangelistas y la tarja de en medio ha de llevar una maría de letras doradas y un campo azul y entre pedestal y pedestal tengo de pintar lo que el mayordomo me dijere y ordenare”.98 En las paredes laterales, Legot debía pintar al apóstol Santiago, patrón de España, venciendo y matando moros y en la otra la historia de la persecución de los Inocentes por el rey Herodes, rodeados ambos por dos molduras doradas. Sabemos que esos laterales fueron finalmente pintados por Juan Salvador que doró el retablo. Legot se comprometía a acabarlo en dos años y se le tasaría según el informe de dos maestros: uno puesto por él y otro por el arzobispado. Estos fueron Martínez Montañés y Luís de Figueroa. En caso de que no fuera del agrado del arzobispado se atenía al derecho del momento para que se le descontara lo pertinente. Incluso que se le diese la obra a otro maestro pintor. Legot 95 HERNÁNDEZ DÍAZ, J. “Documentos para la Hª del Arte en Andalucía. VOL. I” pp 57 y ss.96 Ibidem. p. 5797 HERNÁNDEZ DÍAZ, J. op. cit. p. 58. El autor cree que se refiere a la batalla de Lepanto. p.5998 Ibidem. p. 59.

Retablo mayor.P. Legot

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lo firma en 12 de enero de 1629. El 16 de enero recibiría el primer pago a cuenta del mismo: 200 fanegas de trigo.99

El 15 de ese mes Diego López Bueno se comprometía con F. de la Cueva, mayordomo de la iglesia espereña, en la realización de una “obra de arquitetura talla y escultura de un retablo para el altar maior de la dicha iglesia de la dicha villa de espera”, según el mandamiento de Luis de Venegas Figueroa, gobernador y Provisor del Arzobispado.100 Diego López Bueno copiaba la estructura del retablo de la casa Profesa, obra del jesuita Alonso Matías.101 López Bueno era el maestro mayor de los Reales Alcázares. Debía ser “labrado con mucho primor y arte y según y como esta trazado y dibujado en una traza que está firmada por el señor Provisor y del notario de fábrica”102 Debía ocupar todo el testero del altar mayor, debía tener un sotobanco que recogiera todo lo sobresaliente de la obra y de madera seca, sana, limpia y bien sazonada. El sagrario debía tener de seis a ocho columnas corintias estriadas con su banquillo o urna y “sus frontispicios jónicos y su puerta en medio con su cerradura y dos llaves doradas que tenga su media naranja por remate y sobre las columnas otros rematillos menores que estén proporcionados con las dichas columnas”103

López Bueno cedería la obra a Legot la conclusión del retablo, a mediados de 1632, al sentirse enfermo. Declaraba que había concluido el primer cuerpo, apreciado por Martínez Montañés y Luis Figueroa en 935 ducados de los que aún le debían 720, además del Sagrario que había costado 7.400 reales que ya había cobrado totalmente.

Tras realizar el traspaso Legot pagó a los herederos de López Bueno las cantidades que aún no había cobrado y trasladó en 1633 a la iglesia de Espera las piezas arquitectónicas donde estuvieron apiladas y no volviendo al mismo hasta 17 años después, cuando ya tenía 60 años.

Ese año mandó una petición al mayordomo mostrándole interés por concluirlo antes de morirse: “Pablo Legot maestro pintor por cuya cuenta la escultura y pintura del retablo que estoy haciendo para la capilla mayor de la iglesia de la villa de Espera digo que a más de veinte años que con licencia y mandado de este tribunal empecé y tengo labrado la mayor parte de las maderas que a más de doce años están en la dicha iglesia con alguna quiebra y menoscabo y por habérsele recrecido a dicha iglesia algunas obras forzosas no se ha proseguido y por ser cosa tan retardada y desear cumplir con mi obligación y acabarlo antes que Dios me lleve, he ido a la dicha iglesia a ponerlo en ejecución en que estoy obrando de presente (…)”104 Pablo Legot había recibido como adelanto varias cantidades del mayordomo de la iglesia de Espera. El 16 de enero de 1629 habían sido 200 fanegas de trigo al precio de 12 reales la fanega, es decir, 2.400 reales. Posteriormente se le pagaron 1508, 3.300 y, dos ocasiones, 2.000 reales. Legot se desplazó a Espera el 24 de agosto de 1650. Se comprometía a terminar el retablo por una cantidad de 2.000 ducados, aún pensando que perdía dinero ya que estimaba que la tasación del mismo ya terminado ascendería a unos 11.000 ducados.105 99 VALDIVIESO, E. Y SERRERA, J. M. “Pintura sevillana del primer tercio del siglo XVII”. Madrid. 1985. P. 280. 100 HERNANDEZ DÍAZ, J. op. cit. p. 60.101 PALOMERO PÁRAMO, J. “El retablo sevillano del Renacimiento” .Sevilla. 1983.102 HERNANDEZ DÍAZ, J. op. ct. p. 61.103 Ibidem. p. 61.104 Ibidem. p. 64.105 PALOMERO PARAMO, J. op.cit. p. 494.

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Se basaba Legot en el retablo de Lebrija para valorar el que estaba terminando en Espera. El 24 de octubre de 1650, Juan de Morales y Salazar, beneficiado y cura de la iglesia espereña, nos informa de la situación en que está tanto el retablo como la propia iglesia. A través de un documento dirigido al Provisor explicaba cómo en el templo se estaba siguiendo el retablo que hacía más 20 años que se había comenzado y “por ser obra muy grande y de mucho valor necesita dicha fábrica tomar 2.000 ducados a tributo con los cuales dice el maestro le dará acabado de maderas pintura y dorado dentro de un año”106 Proseguía que tanto el clero como el pueblo lo estaba deseando porque llevaba mucho tiempo en otras obras ya quería ver el templo desocupado de maderas y quitados los andamios de la capilla mayor.

El cinco de noviembre de 1650, de nuevo, el mayordomo de la parroquia informa al Provisor de la situación del retablo. Tras el traspaso que le hizo López Bueno, Legot, que había llegado a Espera el 24 de agosto “con su casa y oficiales” para proseguir el retablo, le había entregado ya 8.421 reales de los que yo tenía carta de pago ante el escribano. Incluso les había entregado maderas y otros materiales a los oficiales para la continuación de la obra. La cantidad total entregada desde el principio ascendía a 54.319 reales. Faltaba poco para la terminación de la parte escultórica. Tenía también acabado el lienzo del Nacimiento y acabaría la Adoración de los Reyes en ocho días. Los dos lienzos tenían cinco varas de alto y dos de ancho cada uno y “la pintura es de lo bueno que se ha pintado”.107 El mayordomo, por lo tanto, se mostraba contento con la obra realizada hasta el momento. Se había realizado también el tabernáculo y la imagen de Nª Sª.

En 1693 el corregidor de la villa concertó con Simón López Navarro realizó una corona de plata cuyo tamaño viniera bien con el cuerpo de la Virgen y que se estimó en 84 pesos de plata. Por cuenta se entregaron al platero dos candelabros, pileta y otras piezas de plata que hicieron una cantidad de 24 pesos como anticipo.108

Falta el lienzo principal, que sería el más grande, el de la Ascensión. Faltaba igualmente otro más pequeño, el de la Anunciación, (“la anunsiata”) y otros pequeños para los remates. El mayordomo había enviado a Sevilla también un plano del retablo para que lo viese el Provisor. Creemos que la obra estaba terminada en su tiempo porque en el informe de la visita de 1653 se da cuenta de la tasación del retablo por Sebastián de Llanos Valdés y Alfonso Mínguez que cobraron 6 reales diarios durante la semana que estuvieron en Espera haciendo la peritación del retablo. Registrando también el finiquito de Legot que perdonaba 500 reales.109

Finalmente el retablo se estrenaría en 1681 ya que dos años antes Juan Salvador comenzaba el dorado del mismo que, según los acuerdos con Legot debía haber realizado Nicolás Andrades. J. Salvador, además del dorado del retablo se comprometía a hacer “mejoras” en el retablo como las dos Virtudes, Fe y Esperanza, de dos varas y media cada una, y pintadas con labores de oro y encarnadas, en la parte superior del retablo. Un lienzo de la Caridad, cinco lienzos historiados de cuatro varas y media de largo y dos de ancho cada uno. En las paredes laterales se pintaron cuatro evangelistas y cuatro doctores. Salvador había ajustado con el mayordomo un pago de 200 ducados, pero “reconocía que valía más de 300 por tener mucha manufactura y muchos costos y 106 HERNÁNDEZ DÍAZ, J. “op. cit. p. 68.107 Ibidem. p. 69.108 CANDIL RÍOS, J. op.cit. pp. 27-28109 PALOMERO PÁRAMO, J. op.cit. p. 494.

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los mantenimientos muy caros para el mantenimiento de siete oficiales”110 Finalmente Salvador solicitaba que se le pagaran los 700 ducados en que se había valorado toda la obra.111

El 23 de mayo de 1679 los curas de la iglesia de Espera aceptaban la petición de J. Salvador. En este último documento se añadía a lo explicitado en el anterior, la realización de un lienzo grande la Concepción y otro del Santo Rey “todo lo cual se ha hecho con todo primor y aseo”. No están muy de acuerdo en cuanto a las dimensiones de los lienzos ya que estimaban que eran más pequeños que lo que se había acordado. Por eso los curas de la parroquia espereña concertaban entregarle mil reales o cien ducados, a expensas de lo que dijese el Provisor del Arzobispado. Los curas eran Francisco Tinoco, Juan López Álvarez y José Romero Aragón.112

Todavía recibiría el retablo otra actuación por parte de Francisco López, dorador de la ciudad de Sevilla en 1769. López manifestaba haber pasado por la villa a reconocer el retablo que había sufrido mucho deterioro tras el terremoto de Lisboa por las distintas obras de albañilería que se habían realizado en el templo. López comete un error en el nombre de la virgen a la que llama de la Piedad. López comprueba que a pesar de algunos rajones que presenta el retablo, el aparejo de madera del mismo se mantiene entero y puede ser restaurado. Habría que dorar las sacras y tablas del Evangelio y pintar los tres lienzos de las virtudes que habían de colocar en el último cuerpo del retablo, así como limpiar los demás lienzos y retocarlos, estimando el costo total de la obra en seis mil reales.113

En 1.653 se termina el retablo ascendiendo su costo a 92.1999 reales. Es de traza barroca, de gran semejanza con el de la iglesia de la Antigua Universidad de Sevilla que compuso Juan de Roelas. Está dorado en su totalidad y policromado en la zona de capiteles y decoración de hojarasca. Los seis grandes lienzos que alberga se agrupan en dos cuerpos que forman tres calles. Mide 11,57 m. de altura por 12, 62 de anchura.El cuerpo inferior está formado por los siguientes cuadros: Cuadro central: La Ascensión (5,30x3 m). Cuadros laterales: La Adoración de los Pastores (4,25x2,22 m) y La Adoración de los Reyes (4,25x2,22 m).El cuerpo superior alberga los siguientes cuadros: En el centro La Anunciación (2,75x1,70 m). En los laterales: La Visitación (2,50x1,70 m) y la Presentación (2,50x 1,70 m).En la parte inferior del lienzo central (La Ascensión) va empotrada una hornacina donde se encuentra la imagen de Nª Sª de Gracia, única escultura de Pablo Legot.El retablo descansa en un zócalo de unos dos metros de altura. En su parte central se halla el sagrario, sobresaliente en altura, flanqueado por dos pequeñas tablas que representan a David y La Tierra Prometida. Diego López Bueno realizó el ensamblaje y la talla de este sagrario así como las dos imágenes de San Pedro y San Pablo que se encuentran en las hornacinas laterales entre columnas entorchadas.Los cuadros de Legot tienen paralelismo con los de otros grandes maestros de su tiempo como Zurbarán o Roelas. La Adoración de los Pastores tiene las características

110 HERNÁNDEZ DÍAZ, J. op. cit. p. 72111 Ibidem. p. 72. FALCÓN MÁRQUEZ, T. op.cit. p. 204112 Ibídem. p. 72113 Ibidem. p. 73-74. Juan Candil hizo un estudio del retablo en su libro “Nuestra Señora Santa María de Gracia. Espera (Cádiz) publicado por la Parroquia en 1973.

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de otros cuadros que representan el mismo tema: un gran rompiente de gloria superior, con un bello ángel anunciador en escorzo, rodeado de guirnaldas de flores al estilo de Roelas, y, en la parte inferior, la escena alrededor del pesebre, cuyo centro es el Niño, iluminado por una brillante luz. En el ángulo inferior izquierdo, el cordero con las patas atadas, prefigura el sacrificio de Cristo en la cruz.En el lienzo de La Adoración de los Reyes también hay relación con otro cuadro de Zurbarán: la composición diagonal del viejo rey Mago arrodillado y la Sagrada Familia dispuesta en gradas. En segundo plano se sitúan una serie de personajes, ataviados a la usanza del s. XVII, en claro anacronismo con la escena que representa el lienzo.

Preside el retablo Nª Sª de Gracia, única escultura, como dijimos anteriormente, del autor. Mide 2,10 m de altura, es policromada y está influida por la imagen de Nª Sª de la Oliva de Lebrija, obra de Alonso Cano. Esta obra tiene bajo su peana el siguiente grabado: “Pablo Legot fa-siendo mayordomo Juan de Morales Salazar y cura. A- 1651.” Sin embargo nos crea la duda un documento notarial que atribuye la realización de la imagen a Alonso Martínez y el dorado y la policromía a Pablo Legot.114 No es de descartar que Legot, que se desplazó a Espera con todo su taller, encargara a uno de sus

114 Debo la noticia a Fernando de la Villa Nogales que investigó el Protocolo Notarial en el A.H.P.C.

Virgen de gracia. Alonso Martínez-P. LegotAdoración de los Reyes

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empleados la ejecución de la obra. Martínez, era ya un escultor de cierto prestigio ya que había sido discípulo de Martínez Montañés.

El cuadro central “La Ascensión”, es el de mayores dimensiones. Está dividido claramente en dos partes por una nube. La superior refleja a Cristo ascendiendo a los cielos, rodeado de ángeles y santos. En la inferior, los Apóstoles contemplándolo desde la tierra.El 26 de abril de 1.664 hay un poder de Pablo Legot a Nicolás de Andrada, maestro dorador vecino de la ciudad de Sevilla para dorar el retablo que está comenzado y es propio de la villa de Espera115.

SACRISTÍAEn los Libros de Visita de 1616, sería ese año cuando se ordenaba desde el Arzobispado la construcción de una Sacristía. Pensamos que la obra debió ser una continuación de la de la iglesia como aparece en los planos de la misma. En 1619 había noticias de que aun no habían comenzado las obras. En 1623 era Rodrigo Caro quien visitaba la iglesia. En 1625 se da cuenta del total de la obra de la misma, lo que quiere decir que estaba prácticamente terminada.

En 1674 se ordenaba en una de las visitas que se colocara un Cristo Crucificado. Y que se construyera un archivo seguro para guardar los libros y documentos de la Parroquia. En 1699 se alarga la Sacristía, aprovechando parte de las dependencias de la casa de los curas. Tras el terremoto de 1755 hubo que cambiar el arca que contenía el dinero de la fábrica de la iglesia hasta la casa de Francisco Rivera Valverde por contener 1000 reales de vellón en monedas de oro y plata y por la poca seguridad que ofrecía la iglesia tras el terremoto.La sacristía se reconstruyó también durante las obras que guió Bengoechez y luego Pedro de Silva. Es curioso el dato que nos deja uno de los libros que se refiere a los olores que llegan hasta dentro de la iglesia procedentes de los lugares comunes (retretes) de la casa de los curas y “causan, además de la indecencia, fastidio intolerable y ser dicha Sacristía cortísima, se haga un cuarto de post-sacristía”.116

La cajonería actual es obra de Francisco de Acosta “el Mozo”. Su padre había visitado la iglesia y reconocida la obra en el guardavoz del Evangelio. Juan Salones, carpintero local reconoció la cajonera y el lugar de su colocación. La cajonera costó un total de 7968 reales.117

115 HERNANDEZ DÍAZ, J. Documentos para la Historia del arte en Andalucía. X. Sevilla. 1.946.116 A.D.J-F. ESPERA. Libro de Visitas. 1770. En CANDIL RÍOS, J. op. cit. p.40.117 GARRUCHO JURADO, M. “Dos obras de artistas sevillanos en la iglesia de Espera: el tornavoz y la cajonería de la Sacristia. en Revista de las fiestas patronales. Espera. 2006. p. 11.

Sacristía

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LA CAPILLA DEL SAGRARIOLas obra de la capilla del Sagrario dieron comienzos en 1700. De 1704 es la lápida que se colocó sobre la ventana de la capilla siendo mayordomo de la iglesia Cristóbal Navarro Valverde. Ese año estaba prácticamente terminada. En 1705 el mayordomo informaba al Provisor del arzobispado, que giraba visita a la parroquia, de algunos de los gastos realizados en la construcción: 180 reales a Félix Ortega por 24 tablas que habían traído de Jerez para ”la capilla nueva del Sagrario, 95 reales por 25 palos y madera cortada de los pinares de Arcos, 250 reales a Bernabé Ortega, de Arcos, por preparar madera para la obra de la capilla”.118 Al mismo Ortega se pagaron 921 reales por jornales y trabajos realizados en la obra. Trabajaron 1 maestro, 2 oficiales y 8 peones. Tardaron 15 días en abrir los cimientos. Hubo que derribar parte de la casa del cura. Tres días tardó Simón Álvarez en derribar esos trozos de casa. Tres hombres estuvieron 43 días cargando cantos desde las canteras del pueblo. Antes de la construcción de la construcción de la capilla hacía sus veces la actual capilla de Jesús Nazareno donde la Hermandad del Rosario tenía sus pertenencias. Una vez concluida la capilla se realizaría el retablo y se colocaría la Virgen del Rosario.119

A Lorenzo de la Iglesia, maestro cantero de Sevilla se le entregaron 200 reales por venir al pueblo a reconocer la obra recién terminada. Otros 200 a Rodrigo del Pozo que valoró la obra en 24.000 reales. Finalmente Francisco Alonso de la Riva, arquitecto de la capilla, confesaba haber recibido 17.000 reales y que se le debían otros 7.000. Al

118 Ibidem, p. 29.119 GARRUCHO JURADO, M. “Las Cofradías y Hermandades de Espera. Siglos XV-XIX”. 2012. Inédito

Cupula del Sagrario. F. Alonso de Rivas

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parecer hubo diferencias entre él y el mayordomo de la iglesia y se acordó que se le pagaran 25.500 reales ya que también había realizado la cornisa de fuera.120

El 24 de septiembre la obra estaba concluida y se empedró para proteger el cimiento toda la parte del patio exterior. En 1740 pusieron un tejado a la capilla porque se mojaba. Tras el terremoto de Lisboa hubo que reparar los daños y la capilla como toda la iglesia tuvo que estar cerrada durante un tiempo, haciendo las veces del Sagrario en primer lugar la ermita del Castillo y posteriormente la de la Veracruz.En 1775 se enlució toda la capilla, se puso solería nueva y se cerró la puerta falsa que daba al patio, donde se puso una reja nueva por la que se pagaron 49 reales al herrero Manuel Rojano. En 1798 es colocado el viejo retablo y solaron la capilla. La capilla sirvió para acoger a las hermandades del Santísimo Sacramento y la del Rosario.

RETABLOSegún datos de la Cofradía del Rosario, una de las que compartían la capilla, en 1749 Diego Roldán había terminado un retablo para la misma, valorado en cinco mil reales y una talla de Nª Sª del Rosario valorada en 900. Se debían vender algunas alhajas de la virgen antigua para hacer frente a los gastos. El retablo debía ser sufragado por la Orden Tercera, la Cofradía de San José y la del Rosario, pero el retablo ya terminado no le agradaba a las dos primeras Cofradías, por lo que tiene que intervenir Fray Baltasar de San José, jerónimo de Bornos, que ya había hecho algunas obras en la iglesia. En 1768 doraron el retablo por un importe de 2009 reales a cada una de las Cofradías que compartían la capilla. El dorado lo realizó Eusebio del Real y la imagen de San José, de la que no sabemos su autor, pero es posible que tenga que ver con la imagen del Rosario, debía ser colocada en el retablo.

En 1773 colocaron la reja de hierro a la entrada de la capilla, teniendo que vender algunas vacas para terminar de pagar el dorado del retablo. 1.265 reales costó el dorado de la talla de la Virgen.

120 CANDIL RÍOS, J. op. cit. p. 29.

Retablo del Sagrario. D. Roldán

Retablo de las Ánimas Fr. B. De San José

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Pedro Doblado, de regreso de América, costeó un camerín a espaldas del nicho de la Virgen. Actialmente es la única cúpula de cantería que conserva el templo.

El retablo, típicamente barroco y recargado en exceso, posee tres hornacinas y en la central figura la Virgen del Rosario, imagen de la antigua Cofradía que a fines del XVIII o principios del XIX desaparece como tal. La imagen se colocó el 26 de diciembre de 1.774 y para ello se hizo una fiesta por todo lo alto, según datos del Archivo Parroquial.121

En la parte baja tiene dos pequeñas puertas para entrar en los camerinos, terminando en la parte superior en semicírculo para adaptarse a las dimensiones de la bóveda. El tabernáculo tiene la puerta de plata, aunque también desconocemos su autor.

RETABLO DE LAS ÁNIMASPerteneció a la desaparecida Cofradía de Ánimas Benditas e Inmaculada Concepción. Hacia 1748-49 Francisco Meléndez y Fray Baltasar de San José, jerónimo del convento de Bornos, que también intervino en el retablo del Sagrario, entregan un altar nuevo que costó 5.532 reales más 1.050 de otros gastos. Tras el terremoto de Lisboa (1755) el cura les obliga a desmontar el altar al año siguiente y no vuelven a montarlo hasta 1767. Su hermano mayor Benito J. Pérez falleció dejando una deuda a favor de la Cofradía de más de 11.649 reales y a su hermano Domingo J. Pérez le obligan a pagarla. Lo hace pagando el dorado del altar. En 1777 pagaron 761 reales a Fray Luis de Santa Clara, un religioso agustino de Sevilla, por la realización de un San Miguel para el mismo altar. Ese año en el inventario de la Cofradía se le reconocen diversas pertenencias, casas, tierras, ornamentos y un altar que estaban dorando, con las imágenes de San Benito, Santo Domingo y San Miguel. Dos años después el altar está dorando pagando por ello 8000 reales a Eusebio del Real que lo terminó en 1780.

Otra carta de Fray Baltasar, entre otras cosas, dice lo siguiente: “El día 11 de los corrientes, llegué a este Monasterio de vuelta de Xerez, y habiendo ido a ver a don Diego Roldán, escultor amigo de mi estimación, me dice su esposa está en Sanlúcar rematando unas figuras, pero que no se dilatará mucho, por cuyo motivo no puede componer nada en orden a nuestro Santo Domingo. Luego, que sepa, está en nuestra ciudad y pasaré a verle e al mismo tiempo pasé a ver algunos almagacenes de madera y la hallé en el de Bartolomé Pérez, con todas las calidades que se necesitan, salvo una que no me ha parecido bien, que es, ser cara, a causa de lo dilatado de las guerras, por haber venido poca, y aunque pudiéramos, por gozar de la conveniencia, que con las paces que se esperan, vendrá mucha de ésta, no podremos usar hasta pasado más de un año, que si fuera para puertas u otras cosas de carpintería, desde luego pudiéramos usar de ellas, pero para ensamblaje y talla es preciso que sea muy seca, por lo que nos es preciso asegurar lo menos un tercio de obra de dicha madera, y mientras se trabaja y se recogen limosnas lograremos el beneficio de la que viniere más barata; este es mi dictamen, y si V.M. le cuadra puede ver al sujeto o sujetos que han de coadyuvar en esta dependencia y señalar el día y pasar a esta villa y hablaremos en el asunto. Firmado Fray Baltasar de San José.”

121 CANDIL RÍOS, J. op.cit. pp52 y 53.

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Por lo que Fray Baltasar da a entender, claramente, se está refiriendo al altar de la cofradía de las Ánimas; el otro altar puede ser el que también encargó, por la misma fecha, la cofradía de la Soledad. Gastos de madera, cola, clavos, portes y manutención de oficiales y sus salarios que se han gastado, como también en alquiler de casas, en tiempo que han durado los retablos: En cola, 143 reales; 242 reales, en clavos; 2.647 reales, en maderas de distintos calibres; 854, en portee de las calas carretas; 90, en calzar herramientas; 1.160, la talla de los dos retablos; 190, el tiempo que trabajó Juan Palones; 1.020, de 340 días de trabajo de Juan José; 480, a Antonio Bernal, por 12 meses, a 40; 18, a Alonso de Vega por seis días a 3; 119, a Patricio Sebastián; portes y cartas a don Diego Roldan, 50; costo de ropa y calzado de los muchachos, 299; 100 por montar los dos retablos; 30, de cerraduras, alcayatas y goznes para el Sagrario; 31, de clavos olvidados; 303, de trigo a diferentes precios; 46, de cola olvidada; 1.303, de trigo para la manutención de los oficiales; 303, de aceite; 270, de 135 libras de camero; 410, de 112 libras de vaca; 565, de 297 libras de puerco; 612, de 67 arrobas de vino; 24, de una arroba de aguardiente; 100, de carbón; 200, de aves y caza; 200, de leche y huevos 300, de sal; 250 de berzas; 300, de frutas y especies; 100, de garbanzos, lentejas, “abichuelas” (sic) y arroz; 45, de chocolate y dulces; 50, de servicio de loza; 60, de oleosas y arrope; 230, de asistencia de guisar y lavar la ropa; 374, de alquiler de h casa, En total, 15.688 reales con 20 maravedís. Estas cuentas y detalles no van puestos, ni en lo de la Cofradía de las Animas, ni en lo de la Soledad.122

ABRAZO DE SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA ANTE LA PUERTA DORADA DE JERUSALEM.Además de las pinturas del retablo mayor de Pablo Legot, es digno de destacar la tabla procedente de la ermita del Castillo representan a San Joaquín y Santa Ana ante la puerta dorada de Jerusalem. Desde hace un tiempo se ha pensado que era muy posiblemente resto de un retablo que para dicha ermita, entonces única iglesia del pueblo, se comprometieron a hacer Gonzalo Díaz y Nicolás Carlo en 1.504, según consta en un contrato notarial entre dichos pintores y Alonso Maldonado, regidor y vecino de Espera. En la puja intervino también otro pintor llamado Gonzalo Fernández.

122 CANDIL RÍOS, J. op. cit. 46.

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Abrazo de S. Joaquín y Santa Ana. Alejo Fernández

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Al parecer era una composición de batea con guardapolvo y pulseras, integrado por un tema central, la Virgen de la Antigua, y puertas en las que se incluían escenas de la vida de la Virgen, tanto en su parte interna como en la externa. En aquella se ejecutarían cuatro historias marianas y en la otra una Anunciación y los Santos Pedro y Pablo123. Los pintores se comprometen a iniciar el trabajo el día 16 de agosto y permanecer en Espera hasta que la obra estuviera terminada

Pero las investigaciones de Rosario Marchena Hidalgo inducen a pensar otra cosa. Según el concierto, tras una puja a la baja, en la que quedó eliminado Gonzalo Fernández con una propuesta de 30.000 maravedíes, se quedaron con la obra los dos pintores protagonistas del contrato por 22.000 que serían abonados en tres veces, como era frecuente en el momento: en el día de la fecha de la carta 7.500 maravedíes, cuando la obra estuviera aparejada otros 7.500 y el resto cuando estuvieran acabados los dos tercios de ella.124 La autora del trabajo sostiene que Alejo Fernández es el único autor de la tabla, basándose en una serie de datos tanto técnicos como físicos de la obra. Piensa que las dimensiones de “El Abrazo” no tienen nada que ver con la firmada en la escritura entre Nicolás Carlo y Gonzalo Díaz y Alonso Maldonado el regidor espereño de 1504.

Además el estilo de la tabla es mucho más avanzado que los trabajos de ambos pintores que aparecían en las escrituras reseñadas. En ella, pese a los oros y los brocados, se ha impuesto el estilo antiguo respondiendo a un primer renacimiento.

123 HERNANDEZ DÍAZ, J. op.cit. pp 113 y ss.124 MARCHENA HIDALGO, R. “Una nueva obra de Alejo Fernández” en Laboratorio de Arte. Universidad de Sevilla. pp. 97-111. Sevilla. 2012.

Retablo de la Soledad y Santo Entierro Jesús Nazareno. Pedro Nieto

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Solo hay un pintor en la Archidiócesis de Sevilla en esos momentos de principios delsiglo XVI, al que pueda atribuírsele la pintura del Abrazo ante la Puerta Dorada: Alejo Fernández, el renovador de la pintura sevillana, el puente de unión entre lo gótico y lo renacentista. Él llenó el panorama pictórico sevillano sin que nadie le hiciera sombra125.

La obra es una importante tabla pictórica de técnica e iconografía claramente flamencas, inmersa en la estilística de las obras de la segunda mitad del siglo XV. Post relaciona con ella una tabla representando a Santiago el Mayor y al Evangelista San Juan, de una colección parisina y una Encarnación mal conservada.

IMAGINERÍAAunque el resto de altares actuales de la iglesia no guardan mucho valor histórico y artístico, es digno de reseñar la importancia, a nuestro parecer, de varias de las imágenes, algunas de las cuales aún desfilan en Semana Santa. Incluso alguna de las desaparecidas. Así ocurre con un Cristo Resucitado para la Hermandad de la Soledad que documentó José Hernández Díaz en 1928. La Hermandad que había sido fundada en la ermita del Castillo ya que remonta su origen fines del XVI, cuando aún no estaba construida la actual iglesia. En 1628 Pedro Criado encargó a Amaro Vázquez un Cristo Resucitado, como decimos, que anteriormente se había encargado a Antonio Maldonado, otro imaginero de Sevilla y vecino del mismo Amaro Vázquez.126 El documento dices así: “[29 de abril] Sepan cuantos esta carta viere como yo Amaro Vázquez maestro pintor de imaginería, vecino de esta ciudad de Sevilla en la collación de la Magdalena digo que por cuanto Antonio Maldonado maestro escultor vecino de esta ciudad de Sevilla en la dicha collación se obligó de hacer una hechura de un Cristo Resucitado en la forma e según como se declara en la escritura que el susodicho otorgo en favor de Pedro Criado, 125 Ibidem. p. 100126 HERNÁNDEZ DÍAZ, J. Documentos para la Hª del Arte en Andalucía”. Vol. II. P. 275.

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Retablo de la Expiración

Retablo de San Antonio

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mayordomo de la cofradía de nuestra señora de La Soledad de la villa de Espera, como parece en la escritura que pasó ante el presente escribano público en once de abril de este año de mil y seiscientos y veinte e cuatro, por tanto por esta presente carta habiendo oído y entendido la dicha escritura y oídola de verbo por mi persona y bienes me obligo a hacer y que haré la obra contenida en la dicha escritura en la misma conformidad y al plazo y por la cantidad que se declara en la dicha escritura sin faltar en cosa alguna porque a lo mismo que en ella se declara me obligo por mi persona y bienes (formulas).” Sabemos que hasta los años sesenta el actual Cristo era el protagonista del Pregón de las siete Palabras y que tenía los brazos articulados para ofrecer la bendición. No sabemos si podía tratarse del mismo.

Otra de las imágenes también documentada es la de un Nazareno de unos años después. De nuevo sería Pedro Criado, hermano de la Soledad y uno de los fundadores de la Hermandad de Jesús Nazareno127, y la fecha era el ocho de agosto de 1633. En el Archivo Diocesano de Jerez se encuentran las Reglas de dicha Hermandad de mediados del siglo XVII, insertas en un Expediente gubernativo para la aprobación de las Ordenanzas de la misma que se hizo en 1804. Entre sus fundadores estaba Pedro Criado, junto a Juan de Morales Salazar, el cura más antiguo de la parroquia cuando Legot terminó la Virgen de Gracia en 1651. Pues bien, Criado concertó con Pedro Nieto128 la realización de una imagen de “un Cristo Nazareno de bulto, con dos cruces, una para el altar y otra para las procesiones, hueca. Debía estar pintado y encarnado, es decir labrado, el rostro, pecho, brazos, manos, pies y piernas hasta las rodillas”. A lo demás había que ponerle una túnica que cubriera toda la parte no labrada por el escultor. La escultura tendría una corona de espinas y tres potencias doradas. Su altura sería de dos varas de alto (aproximadamente 1,67 m sin la peana). El autor debía entregar la imagen a fines de octubre de 1633 y su valor total ascendió a 400 reales de los que confesaba que ya se le habían entregado 100 por adelantado. Todas las características de la imagen coinciden con el Nazareno actual. Pero además no hemos encontrado ningún documento ni en los libros de Cabildo ni en los de Cuentas de la Hermandad en que se haga referencia a otra imagen nueva. Juan Candil afirmaba que la imagen del Nazareno había sido colocada en su altar en 1782. Pero lo cierto es que tras el terremoto de Lisboa hubo que desmontar todos los altares de la iglesia y una vez terminada la obra volver a colocarlos. Así ocurrió, como vimos antes, con el retablo de Legot. Creemos claramente que la imagen actual es la de 1633 realizada por Pedro Nieto, por lo que sería anterior a la propia imagen de la Virgen de Gracia que data de 1651.

Otra noticia que tenemos de otra imagen del mismo autor. Esta vez se trata de un Crucificado de pasta que Pedro Nieto129 realizó para Francisco Hernández, vecino de Espera. Por un documento firmado el 4 de febrero de 1638 Nieto se comprometía a la realización de un Crucificado de pasta de dos varas de alto (1,66 m). El precio acordado era de 50 ducados (unos 550 reales) de los cuales ya había recibido 100 reales. No tenemos más noticias de la imagen ya que no existe en la parroquia ningún Crucificado de pasta actualmente.De las otras imágenes que desfilan durante la Semana Santa podemos decir que el Cristo de la Expiración fue colocado en su altar el 15 de agosto de 1791 y que 127 ARCHIVO DIOCESANO DE JEREZ. ESPERA. FONDO HISPALENSE, HERMANDADES. LIBRO DE JESÚS NAZARENO. CAJA 1. DOC. 28128 LÓPEZ MARTÍNEZ, C. “Notas para la Historia del Arte. Desde Martínez Montañés hasta Pedro Roldán”. Sevilla. 1932. p. 85.129 SANCHO CORBACHO, H. “Documentos para la Historia del Arte en Andalucía. Vol. III. Arte sevillano de los siglos XVI y XVII. P. 76.

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anteriormente existió otra imagen parecida llamada Cristo de la Sangre. Pertenece a la Hermandad llamada hasta el siglo XIX “Del Pecado Mortal”. No tenemos noticias de la autoría de la imagen pero pensamos que debe ser de la segunda mitad del XVIII.La otra imagen de los Cristos que desfilan en Semana Santa es el “Atado a la Columna”. Siempre perteneció a la Hermandad de San Antonio que tenía su sede en la ermita de la Veracruz y fue llevada a la iglesia en 1799 junto con la imagen de San Antonio. Sabemos que desde 1700 desfilaba en Semana Santa junto con el Santo y la Virgen que antes se llamaba del Mayor Dolor, pero las reuniones de los cabildos no ofrecen noticias de los autores de las imágenes.130

PILA BAUTISMALCreemos que la primera pila bautismal que tuvo la iglesia fue una cuyos restos aparecieron en el suelo del templo en una de las obras para colocar una nueva solería. Se trata de restos de una pila bautismal de cerámica vidriada de los siglos XV—XVI. Al no tener noticias escritas de la misma podemos deducir que la pila o bien procedía de la antigua iglesia, en la ermita del castillo, primitiva iglesia del pueblo o fue traída una vez iniciada la obra de la nueva iglesia. Es parecida a la conservada en el Museo Arqueológico de Sevilla y que está datada por esos siglos.

130 ARCHIVO HISTORICO NACIONAL. CLERO-REGULAR-SECULAR. L. 2335

Pila Bautismal.Domingo Álvarez

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Sin embargo la actual sí está documentada. Juan Candil, en su libro sobre el templo, manifestaba que hasta 1685 no se hizo una pila bautismal. Es muy posible que sirviera la pila anteriormente mencionada. En 1685 Domingo Álvarez, artista de Jerez, realizaba una pila de piedra de jaspe que costó 100 reales y trajeron desde la cantera de Gibalbín. Tardaron tres días en asentarla.131En 1691, Jaime de Palafox, Cardenal-Arzobispo de Sevilla ordena la realización de un cuadro con el bautismo de Jesús para la capilla bautismal y que se desbarate el vaso o taza del bautismo y con el mismo material se haga una concha.

No sabemos si puede referirse a la antigua pila de cerámica vidriada, de menor tamaño que la actual y que finalmente supimos de su existencia tras descubrirse en el propio suelo de la iglesia.

Por uno de los primitivos planos de la iglesia, antes de la construcción de las capillas laterales, se construyó una pequeña capilla bautismal en la nave contigua al retablo de las Ánimas, en la que actualmente se hallan los retablos de Las Hermandades de la Soledad y La Expiración. Pero como vimos anteriormente en el momento del terremoto de 1755 ya existía la capilla Bautismal en el lugar actual. Su reja no se colocó hasta 1798.

ARCHIVOSArchivo General Arzobispado de Sevilla. Leg. 334Archivo Histórico NacionalArchivo Parroquial de Espera

BIBLIOGRAFÍACANDIL RÍOS, J. “Nuestra Sª Sª Maria de Gracia. Espera. 1973.FALCÓN MARQUEZ, T. “Iglesias de la sierra de Cádiz”.Caja de Ahorros de Cádiz. Corpus Alonso Cano: Documentos y textos. Ed. y coord.. Ángel Aterido Fernández. Madrid 2002. GARRUCHO JURADO, M. “Dos obras de artistas sevillanos en la iglesia de Espera: el tornavoz y la cajonería de la Sacristia, en Revista de las fiestas patronales. Espera. 2006GARRUCHO JURADO, M. “Las Cofradías y Hermandades de Espera. Siglos XV-XIX”. 2012. InéditoHERNÁNDEZ DÍAZ, J. “Notas para la Historia del Arte en Andalucía.” Miscelánea de noticias documentales para la historia del arte sevillano / José Hernández Díaz. 1927-El Retablo mayor de la iglesia parroquial de Espera. Documentos para la Hª del Arte en Andalucía. 1927.LÓPEZ MARTÍNEZ, C. “Desde Jerónimo Hernández a Martínez Montañés”. Sevilla. 1929.MARCHENA HIDALGO, R. “Una nueva obra de Alejo Fernández” en Laboratorio de Arte. Universidad de Sevilla. pp. 97-111. Sevilla. 2012.MAYER, A. “Pablo Legot”. En La Lectura. Revista de Ciencias y Artes. Madrid. 1910. MORALES, ALFREDO J. “Hernán Ruiz, el joven”. Madrid. 1996. PALOMERO PÁRAMO, J. “El retablo sevillano del Renacimiento” .Sevilla. 1983ROMERO DE TORRES, E. “Catálogo Monumental de la provincia de Cádiz. 1934.ROMERO DE TORRES, E. “El pintor Pablo Legot” La Lectura. Revista de Ciencias y Artes. Madrid. 1910.SUÁREZ CANTÓN, M. “Proyecto Básico y de ejecución de restauración de la Iglesia Sª Mª de Gracia. Espera (Cádiz). 1990.VALDIVIESO, E. Y SERRERA, J. M. “Pintura sevillana del primer tercio del siglo XVII”. Madrid. 1985.

131 CANDIL RÍOS, J. op. cit. p. 35.

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AgradecimientosQueremos mostrar nuestra gratitud a todas aquellas personas que de un modo u otro han contribuido a que este libro vea la luz. Agradecemos al Alcalde del Ayuntamiento de Espera, D. Pedro Romero Valverde y al Concejal de Cultura D. José María Sánchez, que tanto empeño ha depositado en la confección de este libro. Al señor cura párroco de la iglesia Santa María de Gracia, por sus gestiones a la hora de solicitar esta publicación. Igualmente al personal del Archivo Histórico Provincial de Cádiz, a D. Javier Jiménez López de Eguileta y el resto del personal del Archivo Histórico Diocesano de Jerez, por su amabilidad a la hora de la consulta de diversos documentos. A Don José Cuevas Campos, topógrafo y a D. César Temblador Pereira, arquitecto del Ayuntamiento de Espera, por su ayuda en todo lo referente a los planos y topografía. A Manuel Sánchez Ortiz de Landaluce, profesor de la UCA, por la corrección de los errores que pudimos cometer. Y a todas aquellas personas que nos han proporcionado todo el trabajo fotográfico que ofrecemos en ambos trabajos.

Los autores

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Excmo. Ayuntamientode Espera (Cádiz)