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Volkswagen Beetle Parte 1 Antecedentes En 1994, la región Norteamericana de Volkswagen (NAR), enfrentaba una situación compleja. La participación de mercado de VW en los Estados Unidos había descendido de manera dramática, desde casi un 6 % en su momento cumbre a finales de los setenta, hasta un índice apenas superior al 0.5%. Era claro que Volkswagen difícilmente podría ser un competidor de talla global si no se convertía en un protagonista importante en el mercado norteamericano. En aquel momento. En aquel momento, la única posición relevante dentro del área era México, donde la producción ascendía a 250 000 autos al año; de los cuáles el 60% se colocaba en el mercado doméstico y el resto se destinaba a la exportación. Aunque el mercado mexicano reportaba buenas utilidades, en Estados Unidos y Canadá se estaba lejos de satisfacer las exigencias de los clientes. Había que adecuarse aceleradamente. En 1995 la situación se hizo aún más apremiante. La crisis mexicana redujo en un 70 % al mercado interno, con el consecuente efecto para Volkswagen de México; la empresa quedo a merced del mercado de exportación, pues la precaria situación de la economía mexicana en ese momento, no proporcionaba ninguna seguridad.

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Volkswagen Beetle

Parte 1

Antecedentes

En 1994, la región Norteamericana de Volkswagen (NAR), enfrentaba una

situación compleja. La participación de mercado de VW en los Estados Unidos

había descendido de manera dramática, desde casi un 6 % en su momento

cumbre a finales de los setenta, hasta un índice apenas superior al 0.5%.

Era claro que Volkswagen difícilmente podría ser un competidor de talla global si

no se convertía en un protagonista importante en el mercado norteamericano. En

aquel momento. En aquel momento, la única posición relevante dentro del área

era México, donde la producción ascendía a 250 000 autos al año; de los cuáles

el 60% se colocaba en el mercado doméstico y el resto se destinaba a la

exportación. Aunque el mercado mexicano reportaba buenas utilidades, en

Estados Unidos y Canadá se estaba lejos de satisfacer las exigencias de los

clientes. Había que adecuarse aceleradamente.

En 1995 la situación se hizo aún más apremiante. La crisis mexicana redujo en un

70 % al mercado interno, con el consecuente efecto para Volkswagen de México;

la empresa quedo a merced del mercado de exportación, pues la precaria

situación de la economía mexicana en ese momento, no proporcionaba ninguna

seguridad.

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Volkswagen AG y Volkswagen de México

El 17 de enero de 1934, el gobierno alemán recibió de Ferdinand Porsche una

propuesta de diseño, del "coche del pueblo", en alemán el "Volkswagen".

Poco antes había sido firmado un contrato entre la "Asociación Alemana de la

Industria Automotriz" y Porsche, que establecía un presupuesto de desarrollo de

20,000 marcos mensuales, pactándose que Porsche tenía 10 meses para

producir el primer prototipo.

Porsche pronto descubrió que trabajar con la asociación, tenía diversas aristas.

La realidad era que los fabricantes alemanes en aquel momento producían

automóviles para clientes ricos y que la asociación auspiciaba el proyecto

únicamente por las presiones políticas del gobierno alemán.

Porsche recibió muy poco apoyo, ya que toda la industria deseaba que el

proyecto fracasara.

A pesar de la actitud de la industria y de las dificultades técnicas que se

presentaban, Porsche consiguió un plazo adicional de 12 meses, durante los

cuales exigió a su equipo desarrollar un auto que debía ser confiable, económico

y, aun más importante, quería un coche "hecho y derecho" que no desmereciera

ante cualquier competidor.

Para tal efecto se desarrollaron innovaciones tecnológicas a pesar del costo, lo

anterior llevó a que en el vehículo se incorporarán características como la

elaboración de todo el piso del coche en lámina de acero, en lugar de la

construcción más barata en acero y madera; para justificarlo se argumentaron

razones de estabilidad. Asimismo se le dotó de una suspensión de barra de

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torsión que proveía al vehículo de un gran agarre y de un manejo confortable.

Además la "amabilidad" para el usuario del coche no tenía paralelo en esa época.

Para rematar, el auto contaba con calefacción como equipo estándar; un lujo que

incluso muchos vehículos más caros no ofrecían en ese tiempo.

En octubre de 1935 fue terminado el primer prototipo, el público aún no conocía el

auto que más tarde se convertiría en uno de los emblemas más conocidos de la

calidad alemana.

A mediados de 1936 ya existían planes para construir una fábrica para producir el

"Volkswagen". Ferdinand Porsche viajó a los Estados Unidos a observar y

aprender las técnicas de manufactura americanas, ya que éstas podrían

beneficiar la producción masiva del "Volkswagen".

El objetivo era producir 1 000 000 de coches al año, lo cual resultaba en aquella

época inimaginable, tan así que al consorcio VW le tomó hasta 1961 para

alcanzar ese volumen.

La Segunda Guerra Mundial interrumpió los planes. La nueva fábrica, localizada

en un área rural a 150 km al oeste de Berlín, ya no pudo comenzar la producción

del escarabajo.

Después de la guerra, en 1945, los ingleses colocaron un pedido de 20,000

unidades, del cual se fabricaron de manera manual 1,785 automóviles ese año.

Sin embargo, la empresa no se consolida sino hasta 1948 cuando es nombrado

director general el Dr. Heinrich Nordhoff, quién aceptó ese nombramiento con

entusiasmo y como un gran compromiso.

Una de sus filosofías básicas era mantener un estrecho contacto con la fuerza

laboral, a quienes consideraba socios en busca de un objetivo común; filosofía

que prevalece hasta nuestros días.

Volkswagen logró en 1949 una participación de mercado del 49.3% en Alemania,

fabricando el 50% de todos los automóviles hechos allí y exportando a 7 países.

En marzo de 1954, llegan los primeros vehículos Volkswagen a México, en

septiembre de ese mismo año se firma un convenio para ensamblar los primeros

sedanes en el país, pero sería hasta 1962 cuando inician las operaciones de

Promotora Mexicana de Automóviles (PROMEXA) en Xalostoc, Estado de México.

Dos años más tarde, cambiaría su nombre por el de Volkswagen de México,

subsidiaria de Volkswagen AG.

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En Xalostoc se ensamblaron más de 50 000 sedanes hasta 1966, pero ya se

preparaba la construcción de una nueva fábrica. El lugar elegido fue Puebla,

donde el 23 de octubre de 1967 sale de las líneas de producción el primer sedán

ensamblado en las nuevas instalaciones, inaugurando una etapa definitiva de la

historia de Volkswagen de México.

La primera incursión exportadora de Volkswagen de México se da en 1971

cuando empieza a enviar a Centroamérica el modelo conocido como "Safari”. El

resto de la década de los setenta marca hechos importantes: en 1971 inicia la

producción del primer vehículo de transporte de carga y pasajero de VW, la

Combi/Panel; en 1974 se introduce al mercado la Brasilia, un nuevo y versátil

modelo que se sumaba a la gama que VW ofrecía en el país. En 1975 se fabrica

el sedán 500,000 hecho en México. Un año más tarde se presenta la Hormiga, y

en 1977 se introduce al mercado nacional el Caribe (Golf generación 1).

En 1980 se inaugura en México la planta más moderna de motores en

Latinoamérica, con capacidad de 1,600 motores al día y en 1981 se produce en

México el sedán 20'000,000 fabricado en el mundo. Ese mismo año, VW lanza al

mercado la primera generación de uno de sus automóviles más exitosos, el

Atlantic, que más tarde evolucionaría para convertirse en Jetta.

En 1984 se introduce en México el modelo Corsar, que marca la entrada de VW

de México en un nuevo segmento del mercado, ampliando la variedad de

productos. Al año siguiente la planta de motores celebra la exportación del motor

número un millón.

En 1987 se introduce a México el Golf y el Jetta (generación 2), iniciando en 1989

la exportación de estos modelos a Estados Unidos y Canadá.

En 1992 inicia la producción de la nueva generación del Golf (generación 3),

seguido unos meses después por el Jetta.

La planta de VW en Puebla obtiene la certificación lSO 9000 en 1994, y ese

mismo año inicia la producción de un nuevo modelo, el Derby. En 1995 se

exportan a Brasil el Golf y Jetta (generación 3).

En 1996 se inicia la producción del Golf Cabrio para el mercado de Norteamérica

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(NAR), además la planta se prepara para la producción de dos nuevos modelos:

el Beetle y el Jetta, ambos sobre la nueva plataforma A4.

Para 1997 se inicia la producción en serie del Beetle, lográndose hacia finales del

año volúmenes satisfactorios de producción.

En enero de 1998, se presenta finalmente el New Beetle durante el International

Motor Show en Detroit, un mes más tarde se introduce en el mercado mexicano.

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Cronología de Diseño

Safari 1971 Combi Panel 1974

Hormiga 1976 Caribe 1977

Atlantic Jetta 1980 Corsar 1984

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Golf 1987 Jetta 1987

Golf 1992 Jetta 1992

Derby 1994 Golf Cabrio 1996

New Beetle 1998

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Nacimiento y crisis de VW en Norteamérica

Desde su origen VW se caracterizó por ser una empresa de un solo producto. El

"Escarabajo", que logró un prestigio venerable entre los consumidores

norteamericanos en los años sesenta, fue seguido por el "Rabbit", un automóvil

de bajo consumo de combustible y que alcanzó popularidad en los años setenta.

En ese entonces, todos los vehículos vendidos en EUA y Canadá, eran

importados de Alemania.

La apreciación del marco alemán contra el dólar americano en los años setenta,

obligó a un incremento de precios, que ponía a los productos VW fuera de

mercado. En 1975, VW estaba perdiendo dinero en todos los automóviles

vendidos en el mercado norteamericano.

Esta situación obligó a un cambio de estrategia que los llevó a establecer la

primera planta extranjera de fabricación de automóviles en los EUA, en

Westmoreland, Pennsylvania.

En 1978, se estaban produciendo los primeros Rabbits norteamericanos.

El éxito inicial los llevó a duplicar la capacidad en el primer año de producción. Sin

embargo, la buena' marcha del Rabbit tuvo una vida corta.

En 1982 la recesión, la caída de los precios del petróleo, y la baja de la

popularidad de los autos de dos volúmenes, condujeron a la trayectoria del Rabbit

hacia un precipicio.

Para 1987, la planta de Westmoreland estaba siendo utilizada a un tercio de su

capacidad. Simultáneamente las ventas en el mercado mexicano que habían

alcanzado un récord histórico en 1981, se habían caído un 40% durante 1982 y

1983, situación que prevaleció durante los años subsecuentes. En 1987 la planta

de Puebla trabajaba a un 50% de su capacidad.

Operando ambas plantas ubicadas en Norteamérica, una con baja utilización de

su capacidad y participación de mercado decreciente, y la otra con bajos costos y

líder en ventas en el mercado mexicano, VW decide el cierre de una de ellas.

Finalmente en 1988 se habían cerrado las plantas de ensamble y estampado de

los Estados Unidos mandando las líneas de producción a la planta de Puebla,

México.

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Estrategia de VW para Norteamérica

Del sedán al New Beetle; Dos generaciones con el mismo espíritu.

La historia se volvió futuro. De la leyenda a una idea innovadora

Hacia fines de los ochenta y durante casi todo el primer lustro de los noventa, se

mantenía una situación difícil para VW en el mercado de los Estados Unidos: las

ventas no repuntaban y su participación de mercado era realmente baja.

Uno de los problemas era que la marca ya no contaba con un "entry level car", un

coche económico como el sedán, que durante décadas había perfilado la

identidad de la marca.

Se había trabajado en múltiples alternativas, siendo algunas de ellas el rediseño

del sedán, o un subcompacto de 3 volúmenes fabricado en México.

En enero de 1991, en Simi Valley, California, VW abre un centro de diseño, la

finalidad era mejorar el posicionamiento de la marca en el mercado

estadounidense.

Lo sustancial era que desde el punto de vista de los estadounidenses la marca

carecía de diferenciación. Una extensa investigación de mercado encontró que

cuando se mencionaba la palabra VW, la reacción instantánea era "Beetle". El

legendario escarabajo permanecía entrañablemente en la memoria de los

norteamericanos, para ellos significaba "primer automóvil" y "compañero de

aventuras". El Beetle era el sinónimo de VW en todo Norteamérica.

La gente albergaba un buen sentimiento por el Beetle y la idea original en Simi

Valley de desarrollar un vehículo "cero emisiones", se transformó para dar paso al

desarrollo de un concepto más emocional: sintetizar en un automóvil la tradición

de la marca y su visión del futuro.

El resultado se presentó un frió día de enero de 1994. Una silueta

extremadamente familiar estaba causando conmoción entre la prensa

especializada que se había dado cita en el International Motor Show de Detroit.

Una línea curva perfilaba la silueta, subiendo por el frente, para descender desde

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el techo hasta la parte posterior del auto, las luces traseras redondas indicaban la

fuerte herencia del Beetle original y el frente parecía sonreír ante el asombro de

los primeros espectadores de esta versión totalmente nueva y refrescante.

Innovación y tradición eran palabras que nunca antes habían sido mejor

conjugadas en un nuevo concepto. La gente se arremolinaba alrededor, para

conocer a la leyenda revivida: El "Concept 1"

Aunque un "concept car" no se considera generalmente como el primer paso

hacia un auto para producción en serie, mucha gente se preguntaba si el auto

estaría pronto en las salas de exhibición de los distribuidores.

”Una señora norteamericana al ver el prototipo colocó el primer pedido para un

New Beetle, entregando como anticipo un cheque por 500 dólares, sin que

siquiera estuviera decidida su producción.”

La respuesta del público a la presentación del Concept 1 llevó a la organización a

hacer algo totalmente inusual: decidir la producción de un nuevo auto dejándose

contagiar por el entusiasmo que su diseño había generado en los medios y los

concesionarios, aun antes de conocer realmente a los posibles compradores.

Un año más tarde, en el Auto Show de Tokio, se presentó un modelo con calidad

de serie, que fue recibido con el mismo gran entusiasmo que en Detroit. Veinte mil

personas mostraron su intención de compra apuntando su nombre en una lista.

En ese momento el Dr. Piech anuncia al mundo que el auto estaría listo antes de

comenzar el nuevo milenio.

Definir un auto desde la idea original, hasta lograr un producto de alta tecnología

para la producción en serie toma tiempo, y se necesita un gran esfuerzo de

ingeniería.

El New Beetle tenía que ser un coche adecuado a las exigencias tecnológicas de

su época y del mercado, conservando la silueta de su hermano mayor. El

concepto presentaba una ventaja indiscutible: "el New BeetIe" era algo que solo

Volkswagen podía hacer.

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Y tenía que hacerse en México, los directivos de VW estaban decididos a luchar

para que el NB se fabricara en la planta de Puebla.

Con el fin de demostrar la voluntad de la gente y los trabajadores para la

fabricación y venta del nuevo auto en México, el área de Relaciones Laborales

inició una campaña para recabar 1 millón de firmas en México, la respuesta y el

entusiasmo de colaboradores, proveedores, concesionarios y público en general

no se hizo esperar logrando en sólo tres meses, reunir las firmas.

El millón de firmas fue certificado por la compañía auditora Price Waterhouse ante

notario público y más tarde, las firmas fueron presentadas al Comité de Dirección

en Wolfsburg a finales de 1995 para apoyar la decisión de fabricar el New BeetIe

en México.

El exitoso arranque de la producción del Golf convertible, así como la

estabilización de los volúmenes de producción y los estándares de calidad del

Golf y el Jetta, fueron argumentos contundentes para otorgar a México el voto de

confianza para la realización de este proyecto.

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Estrategia global de operaciones

A inicios de los noventa el Grupo VW estaba en el 5° lugar en ventas y

presentaba un bajo nivel de utilidades en comparación con sus rivales a nivel

mundial. Era un ente muy poderoso, pero a su vez sumamente frágil. La nueva

estrategia delineada para VW por su nuevo presidente, el Dr. Ferdinand Piech,

enfatiza la calidad en el desafió y en la producción del producto y su desarrollo

tecnológico, a diferencia de la filosofía japonesa centrada en el concepto de los

costos de la no-calidad y la norteamericana, la cual estaba basada en no darle al

cliente más de lo que pide.

Un importante elemento para asegurar una calidad uniforme en todas las marcas

que conforman al grupo, y al mismo tiempo facilitar el desarrollo de nuevos

modelos a un costo de producción adecuado, ha sido el concepto de "plataforma

común" para los vehículos que produce el consorcio para cada segmento.

Así por ejemplo, la plataforma del Golf, del Jetta, de los Seat Lean y Toledo, del

modelo Octavia de Skoda, del Audi A3, además del New Beetle (NB), es la misma

con carrocerías totalmente diferentes. Este concepto, permite ofrecer una gran

variedad de modelos a costos razonables.

Originalmente el NB se había diseñado sin pensar en la plataforma, por lo que al

decidir montarlo sobre la plataforma A4 se tuvo que alargar la carrocería original

cuidando siempre que no se perdiera lo sustancial del diseño.

En adición a la ingeniería de detalle se inicia el desarrollo de proveedores a nivel

global, enfatizando el trabajo conjunto desde las fases iniciales de diseño del

producto. Tres años antes del arranque de la producción en serie, proveedores

especializados son elegidos y empiezan a construir herramientas y partes

prototipo. En interiores y exteriores, VW exige a los proveedores piezas de

altísima precisión dentro de una tolerancia de décimos de milímetro. Para verificar

esto, se aplica la tecnología de "Cubing" y "Meisterbock", métodos que usan

patrones maestros basados en el modelo original para comprobar que cada pieza

cumple con sus dimensiones y función.

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El objetivo de estas mediciones es identificar los problemas de ensamble antes de

llegar a la línea. "Prueba y error bajo control".

No solamente hay que resolver los aspectos técnicos que faciliten el ensamble y

garanticen la calidad, sino que además es importante alcanzar el costo objetivo

que permita asegurar una rentabilidad adecuada a precio de mercado. A este

mecanismo se le conoce internamente como "target costing", donde la meta de

costo de cada parte es derivada del costo total del coche, que a su vez se deriva

del precio de venta del coche en el mercado.

Todo lo anterior se alcanza a través de una red global de aprovisionamiento

compartida, común a todas las plantas del consorcio que permiten a los

departamentos de compras comparar las condiciones de calidad y precio

ofrecidas por un proveedor específico contra el resto de las alternativas a nivel

mundial -"Global Sourcing"-, lo cual permite seleccionar a los proveedores más

competitivos

"Diseñar calidad, producir calidad, vender calidad", es un proceso para jugadores

de talla mundial.

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Desde Puebla para el mundo

Puebla, cuna de autos con tecnología de punta

A medida que avanzaba el desarrollo del New Beetle se hacía necesario decidir el

lugar de fabricación. Debido al hecho de que los Estados Unidos era el mercado

objetivo principal del auto, Puebla parecía la opción natural. Sin embargo debía de

demostrar que podía producir con calidad y costo de clase mundial, además de

acreditar su capacidad para lanzar, para todo el mundo, un vehículo nuevo, desde

un país diferente a Alemania por primera vez en la historia del consorcio. Esto

resultaba aún más complicado debido a que, simultáneamente, la planta de

Puebla iniciaba la producción del Jetta generación 4.

Hacia 1995, con la fabricación de la tercera generación del Golf y Jetta en Puebla

y su exportación a los Estados Unidos, se alcanzaron niveles de calidad de escala

mundial. Asimismo, se empezaron a producir en México los Golf convertibles que

habían sido fabricados durante décadas solamente por Karman en Alemania,

logrando desde el primer momento estándares similares a los de la empresa

alemana. Del mismo modo, la modernización de los sistemas informáticos y un

nuevo planteamiento logístico fueron otros de los rubros abordados. En esa época

VW inició procesos de outsourcing y adoptó el concepto de global sourcing; en

conjunto, estas medidas permitieron mejorar considerablemente la productividad

de la empresa.

La planta laboral también se reorganizó en grupos de trabajo, un concepto basado

en células autorregulables con metas asignadas de calidad, costo y volumen, en

un ambiente flexible que contribuye a la satisfacción personal del trabajador. Esta

nueva organización del trabajo fue reforzada con la introducción de los círculos

reguladores de calidad QRK (por sus siglas en alemán).

La diversidad de las medidas indica claramente que no se trató de una

transformación superficial, los nuevos tiempos demandaban un esfuerzo grande,

Volkswagen de México se estaba preparando para entrar en el círculo virtuoso

que le permitió estandarizar la calidad con volúmenes de producción crecientes.

Con una planta productiva habilitada para "las grandes ligas" la decisión sobre el

lugar de fabricación favoreció a México; el objetivo estaba claro, el New Beetle era

el ariete de entrada para devolver a Volkswagen el "magnetismo de la marca" en

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los Estados Unidos y recuperar con ello el protagonismo como "jugador global" en

la industria.

La plataforma técnica y el diseño estético estaban definidos, ahora el reto era

pasar de la idea y los prototipos a la producción en serie del auto. La novedosa

forma del New Beetle construida a base de perfiles curvos complicó seriamente el

armado del vehículo, muy particularmente el ajuste entre las partes; se requería

de una gran precisión para lograr un ensamble con enrases perfectos.

El exterior de la carrocería, presentó por primera vez el reto de ensamblar

grandes piezas plásticas como las defensas y facia frontal con sus contrapartes

metálicas, la igualación de colores entre ambos materiales requirió de un esfuerzo

inusitado.

El peculiar diseño imponía limitaciones de espacio para ensamblar algunos

componentes. Particularmente retador fue el montaje de las partes en el

compartimiento del motor.

De esta manera dio inicio la fase conceptual del proyecto, en la que se estableció

un catálogo de metas que fijaba los estándares de producto, de fabricación,

comerciales y financieros, relacionados con volúmenes de rendimiento y costo. De

la sinergia de competencias emergía una estructura matricial para llevar adelante

el proyecto formándose entonces 5 grupos de ingeniería simultánea (SETS) cada

uno de los cuales era responsable de un grupo de construcción del vehículo: 1)

Motor, 2) Chasis 3) Carrocería 4) Sistemas Eléctricos y 5) Interiores. Cada grupo

está conformado por especialistas de las áreas de forward sourcing (compras),

finanzas, planeación de la producción, manufactura, logística, desarrollo técnico y

calidad. Estos SETS aseguraban que la organización se moviera en una sola

dirección es decir, por procesos.

Integrando así las exigencias técnicas y del mercado para lograr los objetivos de

costos y plazos. Esta estructura adquiere en la actualidad un carácter formal para

el desarrollo de nuevos proyectos en todo el consorcio Volkswagen.

Posteriormente y con el fin de conseguir el objetivo, el Team de Arranque para la

producción del NB se integró con personas de todas las áreas de la empresa.

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Desde un principio el "Team de Arranque" viajó a Alemania. Cien mexicanos

trabajando para ajustar el diseño a los procesos de manufactura locales. Hasta

que Volkswagen de México lograra piezas perfectamente ajustadas para crear un

nuevo modelo, había que recorrer un largo camino. El Team de Arranque ayudó

considerablemente a que se hiciera mucho más corto el camino. Unidos en este

equipo trabajaban gente de diversas especialidades: compras, desarrollo técnico,

logística, aseguramiento de calidad, planeación y producción, finanzas, para

formar una "unidad especial" que tomó parte creativa en el desarrollo del nuevo

producto. Por medio del trabajo en equipo, justo al lado del auto y con caminos

cortos de comunicación entre las diferentes áreas, es que se logró tomar

decisiones de manera rápida y poco burocrática; respetar plazos, reducir costos

de manera dramática y, por encima de todo, garantizar una calidad excelente.

En ese momento el reto era dar el visto bueno a los componentes originales,

paralelamente a la liberación de las nuevas instalaciones, herramentales y

equipos de precisión instalados en las líneas de producción para el inicio de la

fabricación en serie de este modelo.

Esto no fue una tarea sencilla, pues además de asegurar el funcionamiento de

una nueva línea de producción, con equipos y personal nuevos, también era

necesario poner a punto los sistemas logísticos, la capacidad de la línea, los

sistemas de distribución y servicio. En resumen, había que preparar el escenario

para el debut del nuevo modelo y todo esto en un tiempo récord para la

organización.

Para tener una idea de todo lo ocurrido basta mencionar algunas de las nuevas

instalaciones y procesos que fueron introducidos en las líneas de producción de

Volkswagen de México.

En el área de estampado se instalaron nuevos sistemas de mecanización para un

transporte más eficiente y productivo de las piezas de lámina, las cuales estaban

hechas en su totalidad en material cincado.

En el área de hojalatería se realizó un incremento muy significativo en la

automatización de las instalaciones, principalmente el área se preparó para una

producción robotizada, pero también fue necesario redistribuir los centros de

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trabajo para hacer más eficiente el flujo de los procesos.

El proceso de pintura también se modernizó con el objetivo de cumplir con las

altas expectativas de los clientes a nivel mundial, en relación a la apariencia

superficial de los vehículos. Además fue necesario construir una nave de pintura

destinada exclusivamente para partes plásticas.

Nuevos conceptos de manufactura fueron implantados en el área de montaje,

éstos permitieron optimizar los tiempos de fabricación y el flujo de los procesos.

Sin embargo, el factor más importante para poder responder a estos retos fueron

los colaboradores, quienes con su esfuerzo, responsabilidad y compromiso

sacaron adelante el proyecto. Mantener una mentalidad positiva a pesar de las

dificultades que se presentaron a lo largo de la vida del proyecto, fue posible

gracias al ambiente de confianza establecido desde el inicio y al proceso de

entrenamiento en el que participaron todos los involucrados en esta empresa.

"En síntesis, producto nuevo, instalaciones nuevas, gente nueva, mercado nuevo,

cliente nuevo". En el mundo actual de Volkswagen, "todo se puede hacer".

El hecho de que el producto estuviera diseñado en California para el mercado

norteamericano, la ingeniería se desarrollara en Alemania y la manufactura en

México, es un ejemplo único de sinergia de competencias a nivel mundial. ¿No es

esto acaso la globalización de las competencias?

El proyecto New Beetle era sin lugar a duda una oportunidad de las que se

presentan una sola vez en la vida, sin embargo la contraparte de la oportunidad

es siempre el riesgo y en este caso se ponía en juego el futuro de VW como

competidor global.

Riesgo y Oportunidad, binomio que para VW representaba su consolidación

mundial al conquistar un mercado hostil y altamente competido como el

norteamericano o quedarse relegado como un líder local europeo.

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