casaca de trelon weldon & weil sala xxi (dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · el joven...

26
Sandra Antúnez López Universidad Autónoma de Madrid Pieza del Trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE DE 2019 Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)

Upload: others

Post on 29-Aug-2020

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

1

Sandra Antúnez López

Universidad Autónoma de Madrid

Pieza del Trimestre

OCTUBRE-DICIEMBRE DE 2019

Casaca de Trelon Weldon & Weil

Sala XXI (Dormitorio masculino)

Page 2: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

2

Catálogo de publicaciones del Ministerio: www.culturaydeporte.gob.es

Catálogo general de publicaciones oficiales: https://publicacionesoficiales.boe.es/

Edición 2019

MINISTERIO DE CULTURA

Y DEPORTE

Edita:

© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA

Subdirección General de Atención al Ciudadano, Documentación y Publicaciones

© De los textos e imágenes: sus autores

NIPO: 822-19-010-6

Page 3: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

3

ÍNDICE ….

1. Ficha técnica y descripción

2. Breve biografía de Tomás Rodríguez y Díaz Rubí

3. El hombre en el Romanticismo español

4. El uniforme académico de la Real Academia Española

5. La fábrica francesa Trelon Weldon & Weil

6. La casaca, prenda de distinción

7. Bibliografía y fuentes documentales

Page 4: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

4

1. FICHA TÉCNICA Y DESCRIPCIÓN ….

Casaca

CE0608/4

Fabricante: Trelon Weldon & Weil

Materia: Lana y seda

Técnica: Cosido y bordado

Datación: ca. 1860

Medidas:

Largo delantero: 103 cm

Ancho: 44 cm

Largo espalda: 106 cm

Largo manga: 62,50 cm

Page 5: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

5

e trata de una casaca de lana en color marrón bordada, con hilos de seda verde,

marrón y plateada formando motivos vegetales en los bordes, cuello y bocamangas. La parte

delantera se cierra mediante seis botones dorados con seis ojales. Las bocamangas están

bordadas en hilos de seda verde y marrón, formando una rica decoración natural. En la

espalda encontramos una abertura central, en la cual tenemos dos botones dorados, además de

los dibujos con ornamentación vegetal que se extienden hasta el cuello de la prenda. En el

hombro derecho aparece un botón dorado con el escudo de armas de Isabel II, tanto en la

parte delantera como en la trasera. El forro de la casaca es de raso blanco guateado.

La casaca fue confeccionada por la fábrica francesa Trelon Weldon & Weil,

aproximadamente en el año 1860. La manufactura textil estaba compuesta por tres socios:

Nicolas Trelon, Henry-Marsch Weldon y Louis Weil.

Esta casaca formó parte del uniforme académico de la Real Academia Española del literato

y político Tomás Rodríguez Rubí. Esta figura pública ostentó cargos muy relevantes en el

gobierno de Isabel II, como fueron: intendente general de Hacienda en Filipinas y ministro de

Ultramar. El uniforme académico perteneciente a esta época estaba compuesto por casaca con

cuello redondo de color castaño, bordada de seda y oro, chaleco y pantalón de casimir blanco,

este con galón del mismo metal, además de sombrero apuntado con pluma rizada en color

blanco.

La prenda, junto con el chaleco y un uniforme ministerial (concretamente el de Ultramar)

de Rubí, fueron donados por Mercedes Zimmer de Rodríguez Rubí, nieta del escritor. La

donación se realizó el 5 de mayo de 1958, tal y como aparece en el documento justificativo

firmado por el director del Museo del Romanticismo, Mariano Rodríguez de Rivas.

S

Page 6: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

6

2. BREVE BIOGRAFÍA DE TOMÁS RODRÍGUEZ Y DÍAZ RUBÍ

….

omás Rodríguez y Díaz Rubí (1817-1890) nació en Málaga el 21 de diciembre de

1817 en el seno de una familia acomodada. Fue hijo de José Rodríguez, un comandante de

artillería naval que, por su profunda ideología liberal, fue perseguido por el régimen

absolutista, y de Antonia Díaz Bernal. La situación de su padre acarreó a Rubí una infancia

llena de vicisitudes y continuos traslados familiares, como consecuencia del acoso político al

que su padre estaba sometido. En esta defensa a ultranza que su progenitor hizo de sus ideales

políticos, hemos de ubicar la semilla de lo que más adelante se convertiría en la decidida

dedicación del dramaturgo a la actividad pública y política. Durante su juventud, contrajo

matrimonio con Dolores Pacheco y Vasallo, y de esta unión nacieron: Ángel y Juan Rodríguez

Pacheco. Sin embargo, enviudó y se volvió a casar con Emilia de Uranga y Albistur; de este

segundo casamiento nació Emilia Rodríguez de Uranga1.

1 Archivo Histórico de Protocolos (en adelante AHP). T. 35915, f. 578r-581v. Testamento otorgado por Tomás Rodríguez

Díaz (Rubí), el 22 de febrero de 1887, ante el notario Fulgencio Fernández y López.

T

Calixto Ortega

Retrato de Tomás Rodríguez y Díaz Rubí

Estampa

c. 1817-1890

Sig. IH/8000/3

Biblioteca Nacional de España, Madrid

Page 7: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

7

A causa de la situación familiar, se cambió de domicilio en diversas ocasiones. El autor

malagueño adquirió una educación básica tal y como las circunstancias anómalas se lo

permitieron. En Granada estudió humanidades en el prestigioso Colegio de Santiago hasta

1827, gracias a D. Miguel Urbina. El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a

Málaga con su madre y allí fue testigo de una de las más crueles escenas de la historia del siglo

XIX, el fusilamiento de Torrijos, Flores, Calderón y otros. El literato tuvo la suerte de que un

gran amigo de su padre lo tomara bajo su tutela y dirección. Este gran amigo fue D. Cipriano

de Guzmán, conde de Teva y más tarde conde de Montijo. El conde le ofreció un puesto en el

archivo de su casa, lo trató siempre con singular cariño y tal vez pensó en confiarle el manejo

de sus bienes y estados (Picón, 1882).

A los veinte años, Rodríguez Rubí comenzaba a abrirse paso en los ambientes literarios

madrileños gracias a la recuperación del Liceo Literario2. El nuevo Liceo se estableció en el

magnífico palacio de Villahermosa, a cuyos salones asistía la reina Isabel, el Gobierno y el

cuerpo diplomático extranjero. Allí, sus primeros e íntimos amigos fueron Ramón de

Campoamor y Antonio Ferrer del Río. El ilustre poeta de las Doloras y el autor de la Historia

del reinado de Carlos III en España, respectivamente, dos hombres con tendencias políticas

moderadas, aunque resultaron ser dos figuras revolucionarias. Nuestro autor formó parte de

la nueva juventud del Liceo, que se caracterizaba por el progreso y era decididamente

favorable a los ideales modernos, aunque para ingresar en esta institución cultural tuvo que

presentar una obra titulada Un recuerdo de la Alhambra, la cual se caracterizaba por su ameno

giro y fluidez en el lenguaje. De este modo, le aceptaron como socio en 1838 y se aplicó aún

más en el estudio de la historia y la literatura.

En el Liceo de aquellos días se dio a conocer la nueva generación literaria, formada entre

otros por: Bretón de los Herreros, Ventura de la Vega, Espronceda, Zorrilla, el duque de

Rivas, Gil y Zárate y García Gutiérrez. Dentro de este contexto literario y poético, Rubí fue

conocido por su primera comedia Del mal el menos en 1839. La obra fue estrenada en el teatro

del Príncipe y resultó todo un éxito; el público aplaudió con tanto estruendo que el autor tuvo

que salir a escena. En 1841 publicó sus Poesías andaluzas, en las que retrataba las costumbres y

la vida popular del sur de España.

Después de tanto éxito cosechado, amigos suyos le animaron a entrar en la lucha política y,

convencido por ellos, Rubí se inscribió en el partido moderado. A los treinta años era

diputado por varios distritos y comenzó a hacer carrera política de la mano del conde de San

Luis, ministro de la Gobernación en el gabinete de Isabel II. Sus relaciones con el gobierno de

turno y con Palacio fueron siempre muy estrechas, sobre todo a partir de 1850, con la

representación de su drama Isabel la Católica en el Teatro Español. La reina le honró con su

presencia en el estreno y, por lo acertado de su contenido, le concedió el diploma de

Comendador de Carlos III. La circunstancia de que fuese protegido del conde de San Luis

propició que los favores de la soberana fueran continuos. Así, en 1852, le concedió una

2 Posteriormente, El Liceo Literario se convirtió en un teatro casero.

Page 8: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

8

pensión vitalicia de 30 000 reales anuales, al mismo tiempo que le encargó que reuniera los

materiales necesarios para escribir una Historia General Filosófica de la Monarquía Española, que

nunca se llegó a materializar.

Desde 1853 Rubí desempeñó cargos públicos, tanto durante el reinado de Isabel II como

en la Restauración. En ese mismo año es nombrado vocal de la Junta de Teatros y diputado a

Cortes por Cuenca. Al año siguiente es elegido jefe de sección y director general de Bienestar

y Salud en el Ministerio de Gobernación. Sin embargo, el cargo que ejerció con más orgullo

fue el de director del Teatro Español. Fue el propio conde de San Luis quien lo situó al frente

de las reformas teatrales promovidas en 1849 por el Gobierno, que supusieron un fracaso. La

participación política de Rubí no acaba aquí, pues el 17 de julio de 1866 es designado

intendente general de Hacienda en Filipinas. Dos años después, el 16 de junio de 1868, es

nombrado ministro de Ultramar, cargo en el cual estuvo cuatro meses y posteriormente

dimitió debido a su delicado estado de salud3.

Rodríguez Rubí fue elegido por la Academia Española como académico de número el 8 de

mayo de 1860, donde ocupó el sillón R, y del que tomó posesión el 17 de junio con un

discurso de entrada titulado: «Excelencia, importancia y estado presente del teatro». Tanta

responsabilidad política, que siempre supo compaginar con su dedicación literaria, tocó a su

fin a las diez menos cuarto de la noche del 14 de agosto de 18904. La noticia de su

fallecimiento impresionó a todas las instituciones públicas, a la ciudadanía española y a la

prensa del momento (Cantero, 2001-2002).

3 Archivo Histórico Nacional (en adelante AHN). Ultramar 2433, exp. 79. Expediente personal de Tomás Rodríguez Rubí. 4 Archivo de la Real Academia Española (en adelante ARAE). 28079. F1-3-2-84. Expediente académico de número de don Tomás Rodríguez Rubí (1-10-1860 a 5-10-1890).

Page 9: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

9

3. EL HOMBRE EN EL ROMANTICISMO ESPAÑOL ….

os años románticos en España discurren entre 1830 y 1860, y fueron sin duda una

edad de plata de la cultura española. Tanto histórica como artísticamente fue una época

apasionante, en la que una joven generación de escritores, pintores, arquitectos, críticos y

músicos ejercieron su excelente talento. La difusión del Romanticismo español fue posible

gracias a la existencia de un buen número de publicaciones periódicas, la mayoría de escasa

duración, lo que no disminuye su importancia, como El Artista (1835-1836) o el Semanario

Pintoresco Español (1836-1857), entre las más relevantes. Algunas instituciones dieron un

nuevo sentido a la vida artística, como los liceos artísticos y literarios (el de Madrid se fundó

en 1837) o incluso tertulias en cafés y ateneos, que promovieron el intercambio de

experiencias plásticas, literarias o musicales en el marco de la vida y de las aspiraciones

cotidianas, lo que constituye un germen esencial para entender la creatividad contemporánea.

La orientación y propagación que alcanzó el Romanticismo en nuestro país aparecen muy

ligadas a las instituciones académicas. En Madrid, las Reales Academias promovieron la

educación y la extensión de diversos aspectos culturales a la sociedad del siglo XIX. Las

instituciones académicas más importantes fueron: la Academia de San Fernando, la Academia

de Ciencias Exactas, la Academia de la Historia y la Real Academia Española. Esta última

institución, entre los años 1850 y 1860 confeccionó el proyecto de una nueva Gramática, la

cual estaba destinada a todas las escuelas españolas. En esa misma década se incorporan nuevos

académicos, como es el caso de nuestro protagonista, Rodríguez Rubí. En noviembre de

1870, la Real Academia prestó a nuestra lengua uno de los más destacados servicios de toda su

historia: autorizó la creación de otras Academias de la lengua en los países hispanoamericanos,

con cierta relación de dependencia de la Española (García de la Concha, 2014).

Los principales protagonistas de la vida artística y literaria española a partir de la nueva

Constitución del año 1837 fueron los pintores, literatos y el selecto grupo de los académicos.

Esta nueva élite de intelectuales se abrió a una corriente generalizada en Europa, en especial

en Francia, en aras de demostrar una superioridad cosmopolita plagada de eclecticismo. A

través de estos factores nace el llamado «hombre romántico», que se nos presenta como un

individuo disconforme en medio de un mundo con graves problemas políticos, sociales y

metafísicos. Perdido y angustiado en una sociedad que no le satisface, le opone una orgullosa

negativa, que se extiende tanto a sus fundamentos ideológicos como a su arte.

Nunca se debe dejar de tener presente, como referente sociológico, que los escritores

románticos españoles se debatieron constantemente entre su profesionalización y los deseos de

ejercer libre y vocacionalmente su tarea, como si estuvieran predestinados (en ocasiones, los

L

Page 10: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

10

llevó a esconderse tras una imagen legendaria). Sin embargo, el caso de Tomás Rodríguez era

distinto, puesto que fue un caso olvidado de nuestra literatura, política e historia.

A través de la documentación consultada en el Museo del Romanticismo acerca de este

escritor, hemos estudiado las cartas donadas al museo por su nieta, Mercedes Zimmer

Rodríguez Rubí. En uno de estos documentos encontramos que el director del Museo del

Romanticismo en 1958, Mariano Rodríguez de Rivas, quería realizar una exposición

monográfica sobre el literato. Aunque eso no es todo, Mercedes Zimmer tenía en proyecto

escribir la vida de su abuelo a través de sus obras, epístolas conservadas y otros objetos

personales. Ni la exposición ni la biografía de Tomás Rodríguez Rubí se llevaron a cabo.

Otro de los aspectos trascendentales del hombre en época romántica fue su indumentaria.

El gran cambio que se produjo en el vestuario masculino durante el segundo cuarto del siglo

XIX, que ha sido considerado una auténtica revolución, fue la circunstancia de que la mayoría

de los hombres empezasen a vestir trajes negros u oscuros, sin ningún adorno y sin apenas

diferencias entre ellos (Reyero, 1996). Este aspecto era absolutamente diferente de lo

ocurrido hasta entonces, cuando la gente vestía según su rango, profesión u orgullo; es decir,

quedaron unidos a partir de entonces en función de su sexo. El escritor Donald Lowe ha

asignado este cambio a una menor espectacularidad en el modo de vestir masculino y a la

adquisición de una nueva forma de entender el cuerpo humano. Así pues, la imagen masculina

adquirió un nuevo espacio para exhibir sus cambios indumentarios y mostrarlos en sociedad

(Lowe, 1986).

El individuo se siente preocupado por su aspecto físico y comportamiento. Junto a la

indumentaria, el gesto ocupó un lugar muy expresivo dentro del retrato masculino. Parece un

elemento paradójico, ya que la sociedad decimonónica no consideró nunca la gesticulación

como algo varonil, sino todo lo contrario. El comportamiento y el traje se cohesionan en el

modelo de caballero. El traje masculino se convierte en una manifestación de las opiniones

políticas y literarias. Asimismo, aparece el fenómeno sociológico denominado «dandismo»,

que revindica la diferencia y la individualidad a través del vestido. Los dandis siguen sus

propios dictados en materia de indumentaria, adelantándose a los gustos mayoritarios para

destacar y distinguirse socialmente. El pantalón y el frac, incorporados al vestido masculino a

finales del siglo XVIII, se convierten, con algunas variaciones, en la indumentaria de todos los

hombres del XIX. Los chalecos cobran una gran importancia en la indumentaria masculina del

Romanticismo, pues son la única prenda que concentra el color y la fantasía, por lo cual,

primero el frac y luego la chaqueta, se lucían abiertas (Martínez de la Pera, 2016).

Un ejemplo pictórico de los diferentes trajes románticos masculinos es el lienzo de

Antonio María Esquivel, Los poetas contemporáneos. Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor.

En esta obra se diferencian perfectamente los chalecos debajo de las distintas prendas de

vestir.

Page 11: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

11

Antonio María Esquivel

Los poetas contemporáneos. Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor

Óleo/lienzo

1846

Inv. P004299

Museo Nacional del Prado, Madrid

Page 12: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

12

4. EL UNIFORME ACADÉMICO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

….

l hábito de ir uniformado a los actos de las Reales Academias surgió a imitación de

la moda que imperaba en las academias francesas desde la etapa del consulado de Napoleón

Bonaparte (1799-1804). A España esta costumbre llegó en el reinado de Isabel II, quien en

1847 dictó un real decreto que obligaba a los académicos a vestir uniforme en los actos

oficiales. En los años siguientes, esta ordenanza se fue modificando y se añadieron algunos

cambios.

El miércoles 25 de febrero de 1847, por real decreto de la reina Isabel II, se establece el uso

de uniformes por los académicos: «Artículo 7. Los individuos de la academia Española y los de

la academia de la Historia usarán en los actos públicos de las mismas, y en los demás á que

asistieren, el uniforme y distinción que se determine para cada uno, y cuyo modelo se

presentará inmediatamente á mi aprobación»5. A partir de esta fecha, los académicos debían

utilizar este uniforme, el cual estaba compuesto por casaca de color castaño con bordados de

seda verde, chaleco y pantalón de casimir blanco, bicornio con pluma rizada blanca y espada

con una empuñadura de cruz dorada con el escudo de armas de la reina. Al mismo tiempo, los

miembros estaban comprometidos a llevar una medalla con el mismo distintivo general de

todas las Academias, que se diferenciaba únicamente por el emblema esmaltado de cada

corporación y el color de la cinta de la que colgaba.

Sin embargo, la noticia publicada en la Gaceta de

Madrid no fue leída hasta el 11 de marzo en sesión

oficial. En esta reunión establecieron el color verde y

oro en los bordados de la casaca y pantalón del traje

académico.

5 GACETA DE MADRID (1847): Real Decreto del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, n.º 4550, 28 de febrero de 1847, pp. 1-4. Disponible en: < https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1847/4550/A00001-00001.pdf > [Consulta: 25 de junio de 2019].

E

Fábrica de Trelon Weldon & Weil

Chaleco del uniforme académico de Tomás Rodríguez Rubí

Cosido y bordado/lana, seda e hilo metálico plateado

c. 1860

Inv. CE0608/3

Museo del Romanticismo, Madrid

Page 13: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

13

Continuando con los cambios, se aprobaron los estatutos de 1848, refrendados por el

ministro de Fomento, Juan Bravo Murillo. En ellos nada se habla del traje académico, como

tampoco en los de 1859. Por el contrario, el reglamento de 1861, redactado en desarrollo del

real decreto, argumenta en su artículo 102: «En las Juntas públicas y demás actos solemnes,

vestirán los académicos el uniforme determinado por R. D. de 25 de febrero de 1847,

llevando a demás al cuello la medalla que a su recepción se les entrega, la cual queda siempre

de propiedad de la Academia, y se ha de devolver a la Corporación al fallecimiento del

individuo que la recibió […]. A falta de dicho uniforme los académicos habrán de asistir a

estas solemnidades con el uniforme o traje de su empleo o carrera, entre los cuales se

comprenden los hábitos eclesiásticos y la toga» (Cotarelo, 1941:12-13).

Durante el reinado de Isabel II, la Academia fue reorganizada por real decreto. Para

Antonio Rumeu de Armas merece mención particular el decreto anteriormente citado, que

creó para todas las Reales Academias (Española, Historia, Bellas Artes y Ciencias) una medalla

distintiva con la que condecorar a los miembros numerarios. Dicho modelo, idéntico para

todas ellas, se diferenciaba en el emblema central y el lema del exergo (Ferraz, 2013).

La Academia mandó labrar la insignia académica y los académicos la llevaron desde el

principio en los actos públicos, pero no ocurrió lo mismo con el uniforme: «Dejado a la costa

particular, como era lógico, nunca tuvo gran uso. Por de pronto, sólo algunos miembros de la

Española, hasta ahora, lo vistieron, y como éstos acostumbraban a escogerse de entre la

espuma social, solían poner los de las jerarquías de procedencia: ministros, generales,

almirantes, embajadores, maestrantes, gentilhombres, ingenieros, sanitarios, jefes de

Administración, etc. Siempre sujeto a la interpretación personal, de suerte que el académico

vino a ser el uniforme menos uniforme desde su nacimiento. Notorias resaltaban las

diferencias cuando se veían dos o tres juntos, lo que ocurrió raramente» (Cotarelo, 1941:14-

15).

Atribuida a Juan Martín

Espada (del uniforme de Rubí como ministro de Ultramar)

Moldeado, dorado, cincelado, calado, forjado y grabado/bronce y acero

1868

Inv. CE8375

Museo del Romanticismo, Madrid

Page 14: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

14

Uno de los primeros académicos en vestir este uniforme fue Manuel Bretón de los

Herreros, el cual se creyó especialmente obligado a vestir los emblemas de la casa en las

ceremonias solemnes, reuniones políticas y fiestas de doble rito. Una de estas celebraciones

fue plasmada por el pintor Luis López Piquer en 1859 en la obra La coronación de Quintana

(Museo Nacional del Prado), donde el poeta viste el uniforme de la Academia; en detalle se

aprecian los bordados verdes de la casaca. Asimismo, se conserva en el Museo del

Romanticismo una estampa de Bretón con la clámide académica y los símbolos decretados,

salvo la pluma del bicornio, que aparece en color negro en vez de blanco.

La uniformidad académica no pudo desentenderse de la tiranía de la moda de mitad del

siglo XIX. La mayoría de los uniformes españoles estaban confeccionados por grandes fábricas

francesas, una de las cuales es Trelon Weldon & Weil. Además, la producción de estos trajes

era seriada y los elementos distintivos eran colocados por sus clientes. En las décadas

sucesivas, el color castaño de la casaca fue renovado por un tinte verdoso. A principios del

siglo XX desapareció el pantalón blanco; los bordados y las franjas se dejaron influir por el

gusto y la fantasía de sastres y de clientes, al igual que la casaca y el bicornio. Esta vestimenta

estaba sujeta a la interpretación personal de cada miembro de la Real Academia. De este

modo, cada académico destacaba por sus diferencias cuando se veían dos o tres juntos, lo que

ocurrió raramente. Como resultado, el corte de la casaca y la hechura del sombrero fueron

evolucionando hacia las correspondientes prendas ministeriales.

Los diferentes representantes del Gobierno de Isabel II iban uniformados con frac azul

marino y las insignias correspondientes otorgadas por la reina. Un ejemplo de ello es el

Eusebio Zarza

Manuel Bretón de los Herreros con el uniforme académico

Cromolitografía/papel continuo

c. 1847-1850

Inv. CE3691

Museo del Romanticismo, Madrid

Page 15: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

15

uniforme de ministro de Ultramar de Rodríguez Rubí, el cual se conserva en el Museo del

Romanticismo en Madrid. Este traje se caracteriza por ser un frac en azul marino con

bordados en hilo de plata en el cuello y en las bocamangas. A partir de 1850, los hombres

empiezan a llevar conjuntos de un solo color, que corresponden a la idea del traje clásico

masculino. Para las veladas era de rigor el frac, reservado a los bailes, el teatro y los almuerzos

elegantes, de talle menos ajustado, siguiendo la tendencia a la comodidad, combinado con

pantalones más estrechos desde las pantorrillas (Sposito, 2016). Por tanto, conviene subrayar

que, a través de la documentación, conocemos dos de los uniformes del literato. Por una

parte, el uniforme de la Real Academia Española caracterizado por ser una de las escasas

casacas que se preservan del siglo XIX; y por otra, el frac ministerial, que fue una prenda

mucho más utilizada por Rubí que el uniforme académico, reservado para los eventos de la

Academia. También debemos señalar que ambos trajes llevan en los botones el escudo de

armas de la reina de España, que reseña el poder gubernamental que poseían los miembros de

su Administración.

El artículo 44 de los Estatutos del protocolo de la Real Academia Española señala que las

juntas extraordinarias son públicas, ejemplo de ello es la posesión de los académicos de

número electos. En páginas anteriores hemos mencionado que Rodríguez Rubí pronunció su

discurso el 17 de junio de 1860. En esta ceremonia vistió por primera vez y ante todos sus

miembros el uniforme académico. Tras el discurso y su contestación, el director entregaba al

Lucas Sáenz

Frac del uniforme de ministro de Ultramar perteneciente a

Tomás Rodríguez Rubí

Cosido y bordado/lana y seda

c. 1860

Inv. CE0608/1

Museo del Romanticismo, Madrid

Museo del Romanticismo, Madrid

Page 16: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

16

nuevo académico el diploma y le colocaba al cuello la medalla con que se distinguía a los

miembros de número y daría por terminada la sesión (Ferraz, 2013). A partir de ese

momento, los académicos usaban en los actos públicos la medalla de oro esmaltada con el

símbolo y el lema de la Academia. En definitiva, la etiqueta académica era muy rigurosa, ya

que en la invitación para los actos de ingreso de académicos de número se pedía la asistencia al

estrado con uniforme o frac.

Page 17: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

17

5. LA FÁBRICA FRANCESA

TRELON WELDON & WEIL

….

a documentación que hemos manejado para poder aproximarnos a la fábrica Trelon

Weldon & Weil ha sido en su mayoría prensa, anuarios y listados de diversas empresas textiles

y de accesorios en la ciudad de París. Actualmente, desconocemos donde está el archivo y

toda la documentación relativa a esta exitosa manufactura fundada por tres socios franceses.

Las primeras referencias que hemos localizado de esta fábrica pertenecen al año 1820 y

discurren hasta principios del siglo XX. Sin embargo, los testimonios más antiguos nos llevan a

1814, ya que en ese año nacen las primeras transformaciones en los uniformes militares

franceses y el cambio heráldico en los escudos de sus botones, a consecuencia de los cambios

producidos gracias a la Restauración borbónica francesa. La empresa se creó por la asociación

de diferentes empresarios: Nicolas Trelon, administrador y propietario principal de la fábrica;

Louis Weil, incorporado en 1827; y, por último, Henry-Marsch Weldon (Danieri, 1958), en

1844. Según el diario francés Gazzete des Tribunaux, el capital era de 400 000 francos, de los

cuales 200 000 fueron proporcionados por Trelon. El patrimonio restante fue incluido por

Weldon y Weil, que añadieron 90 000 francos cada uno. Los tres asociados fijaron la duración

de la compañía en trece años consecutivos, cuyo inicio fue el 1 de enero de 1845. Así, durante

los primeros cinco años solo Trelon tuvo derecho a firmar las letras de cambio que el negocio

tuvo que crear para sus necesidades. En cambio los tres podían firmar, aprobar y pagar

facturas indistintamente. Por último, la industria estuvo vigente hasta 1966, en ese año se

traslada al municipio de Ivry-sur-Seine y allí finaliza su producción para siempre.

En 1854 la factoría se estableció en el número 33 de la calle Chabrol de París y su punto de

venta se encontraba en el 29 de la calle Greneta. Conocemos que en los años siguientes se

trasladó al número 246 de la calle Bercy-Saint-Antoine6 y abrió una tienda en el 14 bis del

bulevar Poissonnière (Firmin-Didot, 1854). La fábrica de botones recibió numerosas visitas de

embajadores, diplomáticos y políticos franceses. Dentro de sus invitados más ilustres destaca

la llegada del arzobispo francés, Marie-Dominique Auguste Sibour, que ostentó el cargo desde

1848 hasta 1857. La crónica de su invitación, que se produjo el día 5 de febrero de 1850, está

documentada en el diario Le Constitutionnel. En ese año había alrededor de trescientos obreros,

los cuales vivían en el mismo barrio y se ocupaban de la manufactura. El arzobispo quedó

sorprendido por el orden y la inteligente distribución del trabajo, ya que los trabajadores

estaban organizados en diversos grupos, que con gran pericia manejaban la elaboración de

estos diminutos objetos. Probablemente, la fábrica fue una de las primeras en contar con

medios mecánicos rápidos e ingeniosos con el objetivo de aumentar la productividad.

6 Este emplazamiento fue provisional hasta conseguir definitivamente su ubicación más famosa, en el número 28 de la misma calle.

L

Page 18: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

18

Monseñor Sibour fue el encargado de pulsar una palanca para realizar una medalla gracias a la

tecnología de la nueva manufactura. Esta insignia llevaba inscrita la siguiente leyenda: «Le 5

février 1850, Monseigneur Sibour, Archevêque de Paris, visite la manufacture de boutons de

MM. Trelon, Weldon et Weil»7. Así pues, el prelado examinó la producción de la industria y

bendijo a todos los obreros y patrones (Désiré, 1852). Gracias a sus múltiples novedades

técnicas, la empresa obtuvo varios premios: medalla de oro en la Exposición de 1844, primer

premio en la Exposición Universal de Londres en 1851 y medalla de primera clase en la

Exposición Universal de París en 1855.

Durante esta última exposición suscitaron gran interés las máquinas de coser que, aunque

previamente habían despertado bastantes suspicacias, empezaron a difundirse gracias a un

modelo patentado (1850) por Singer en Estados Unidos. La llegada de nuevas maquinarias en

el ámbito de la creación textil será muy relevante para implantar una organización laboral

racionalizada y obtener mejores resultados para las empresas de la época. En definitiva, en las

distintas exposiciones universales del siglo XIX, los botones se exhiben junto a otros

complementos de indumentaria.

A principios del siglo XIX se realizan diferentes estampas de la empresa de Trelon Weldon

& Weil, una de las cuales se conserva en el Museo Carnavalet de París8. En ella se aprecia la

fábrica del número 28 de la calle Bercy-Saint-Antoine, localizada en un barrio obrero, y se

distingue asimismo a los obreros trabajando con innovadoras máquinas de botones y medallas.

La fábrica está organizada en cuatro plantas junto a otro edificio anexo donde se encontraban

los utensilios de costura, troquelado y prensa de las medallas y botones. La visión panorámica

de la productividad es muy similar a la crónica de la visita del arzobispo francés a la empresa,

ya que se aprecian la racionalización del trabajo y los avances técnicos.

Un aspecto a destacar es la escasa información que tenemos de los empresarios, los cuales

consolidaron una de las fábricas francesas de botones y medallas más importantes del país.

Durante la realización de este estudio no hemos encontrado ninguna nota biográfica de

Nicolas Trelon ni de Henry-Marsch Weldon. Sin embargo, hemos hallado algunas referencias

de Louis Weil, el cual nació en 1816 y fue miembro del Consejo de Hacienda (Techener,

1861), del Banco de Crédito y caballero de la Legión de Honor en Francia. Louis tenía cierta

experiencia como empresario gracias a su trabajo previo en la fábrica de porcelana de Baruch

Weil. Además, provenía de una familia de clase media-alta y fue tío materno del novelista

Marcel Proust (Bloch-Dano, 2005).

En la segunda mitad del siglo XVIII se desarrollan verdaderas fábricas de accesorios para la

indumentaria civil y militar. A finales de la centuria se extiende la costumbre de incluir en el

reverso de la prenda el nombre del fabricante, lo que permitirá asociar la pieza con su

manufactura. Ambos hechos ayudarán al registro histórico de la identidad de los fabricantes.

De esta manera, los botones de la fábrica tenían diferentes materiales, dimensiones y escudos.

7 «El 5 de febrero de 1850, Monseñor Sibour, arzobispo de París, visitó la fábrica de botones de MM. Trelon, Weldon y Weil» (traducción). 8 La estampa se puede apreciar con detalle en: <http://parismuseescollections.paris.fr/es/node/86845> [Consulta: 8 de junio de 2019].

Page 19: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

19

El reverso de las piezas estaba firmado con las iniciales de la manufactura y su ciudad (TW&W

PARIS).

Los botones son fuentes primarias que nos permiten conocer los nombres de sus

fabricantes y podemos tratar de establecer los periodos en los que cada empresa estuvo

funcionando. Las referencias escritas pueden corroborar o aclarar ciertas marcas y dan a

conocer tanto los nombres de fabricantes anteriores a la costumbre de dejar este testimonio en

los propios botones, como los que no hicieron uso de ella.

En el estudio de esta pieza se puede apreciar en detalle el reverso de los botones y la cara

principal, en la cual está el escudo de armas de Isabel II. El distintivo era una marca troquelada

de doble matriz (una en el yunque y la otra en el martinete) que representaba a la monarquía.

Quienes ocupaban un cargo en el gobierno isabelino llevaban esta insignia. Durante el reinado

de Isabel II de Borbón, los botones con la efigie de la reina imitan las emisiones monetarias

coetáneas. Aquellos que copian el rostro de Isabel niña (utilizado hasta 1850) presentan

iniciales en algo más de un 70 % de los casos, mientras que los que utilizan un rostro de más

edad nunca están marcados o solo excepcionalmente (Macías y Companys, 2013). Los botones

de escudos se producen con el objetivo de mantener la reafirmación patriótica. En otras

palabras, sustituyen el retrato de los reyes por el escudo de armas. Los uniformes académico y

ministerial de Rubí poseen este distintivo gubernativo.

En conclusión, la industria botonera Trelon Weldon & Weil tuvo un gran éxito, gracias al

empleo de nuevas formas de creación y nuevos materiales. Francia se posicionó como

principal fabricante de botones de alta calidad. Así, el botón se convierte en un elemento

imprescindible en los uniformes y trajes que se lucían a finales del XIX. Los estudios de Francis

A. Lord señalan que la manufactura parisina no solo elaboró botones y medallas, sino también

uniformes militares (Lord, 2007) confeccionados en serie para distintos países, entre ellos

España. Destaca la elaboración de uniformes para la guerra de secesión americana (1861-

Fábrica Trelon Weldon & Weil

Detalle del escudo de armas de Isabel II en el

botón de la casaca de Tomás Rodríguez Rubí

(c. 1860)

Inventario: CE0608/4

Museo del Romanticismo, Madrid

Fotografía de la autora

Page 20: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

20

1865), uno de los periodos más productivos de la empresa, aunque el autor no nos informa de

qué trajes militares confeccionaron, los del bando confederado o de la unión. Sin embargo, el

especialista Rodríguez Gavilá argumenta que numerosas fábricas francesas e inglesas

manufacturaron botones para su exportación a los nuevos países americanos durante la guerra

civil americana y para su posterior comercio (Rodríguez, 2013).

Page 21: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

21

6. LA CASACA, PRENDA DE DISTINCIÓN

….

a casaca es una de las prendas más importantes de la historia de la indumentaria.

Apareció en la vida civil francesa en la década de los sesenta del siglo XVII. La casaca se ceñía al

cuerpo con pliegues laterales, mientras que los bolsillos se disponían horizontalmente y

llevaban solapas. En un principio tenía mangas cortas que dejaban asomar la camisa por

debajo, pero a partir de 1675 se volvieron largas y estrechas, ensanchándose al llegar al codo

en amplias vueltas. La prenda masculina comenzó a ajustarse al cuerpo progresivamente en

brazos y faldones. Las mangas seguían la línea del brazo, mientras que las vueltas habían

abandonado toda artificiosidad entallándose a la muñeca (Rosillo, 2018). La pieza, que llegaba

hasta las rodillas, tenía aberturas en la parte posterior y en los laterales; y bolsillos bajos en la

delantera.

La confección de la casaca era compleja, constaba normalmente de dos piezas delanteras,

dos para la espalda, cuello y mangas; la costura se encontraba en el centro de la espalda. Para

dotar a la prenda de volumen se colocaban entretelas de lienzo fuerte, en ocasiones con borra

y crin de caballo, aunque a partir del siglo XIX se utilizaron otros tejidos, como la seda, para el

forro exterior de la prenda. En su gran mayoría, los ojales, al ser decorativos, podían

presentarse cerrados. Nos encontramos ante una pieza emblemática de la historia de la

indumentaria, cuyo uso perduró hasta gran parte del siglo XIX y cuya evolución derivó en el

frac.

La casaca académica de Rubí es sobria y huye de excentricidades, con una forma sencilla y

funcional. Esta prenda tiene un cuello alto por detrás y mangas abultadas; respecto al talle, es

largo y se cierra mediante botones. Las grandes industrias textiles de Francia e Inglaterra se

hicieron depositarias de una merecida fama por el ajuste impecable de las casacas y los fracs, ya

que resaltaba la perfección del corte y el cuidadoso tratamiento de los bordados.

El uniforme académico se usaba con chaleco y pantalones claros, tal y como hemos

explicado en estas páginas. El Gobierno isabelino contó con un gran grupo de ministros

académicos, como Bretón de los Herreros y Rodríguez Rubí, entre los más destacados. No

obstante, hay diferencias entre académicos y su manera de vestir la casaca académica. Por una

parte, destaca la casaca de «viejo estilo» que es amplia, ostentosa y vistosa, como la del

académico y político Francisco Commelerán. Por otra parte, Eugenio Sellés llevó una casaca

de «nuevo estilo» para acompañar a la infanta Isabel en su viaje a América, y era una prenda

recogida, entallada y novedosa (Cotarelo, 1941). Este último estilo de prenda era muy similar

al frac inglés, el cual fue acogido por la burguesía urbana. Su uso se hizo extensivo a todas las

clases sociales europeas y en España se convirtió en el traje más común desde el comienzo del

reinado de Fernando VII.

L

Page 22: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

22

La histórica casaca convivirá junto al frac durante los caóticos gobiernos del siglo XIX. Si

echamos la vista atrás, en la corte de Luis XIV la llamada «casaca de patente» estaba destinada

a unos pocos elegidos. Unos sesenta caballeros gozaban de este privilegio, que les daba la

posibilidad de vestir una casaca azul bordada en oro y plata. De esta manera, la prenda se

asoció a determinados aristócratas que tenían cierta distinción en comparación al resto. Algo

semejante es lo que sucedió a través del Real Decreto de 1847, que obligó a que los

académicos vistiesen uniformados.

Para concluir, la casaca de los miembros de la Real Academia Española refleja su uso

propagandístico durante el reinado de Isabel II., La vuelta de esta prenda propia del siglo XVII

al ámbito de las distintas Academias españolas simbolizó las nuevas políticas de la monarquía

isabelina, además de querer recuperar el espíritu reformador del primer borbón, Felipe V.

Page 23: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

23

7. BIBLIOGRAFÍA

….

BLOCH-DANO, E. (2005): Madame Proust, la mamá del pequeño Marcel. Madrid: Algaba.

BURGOS, A. de (1963): «Vida y obra de Tomás Rodríguez Rubí», Revista de Literatura, vol. XXIII, nº 45-46, pp. 66-102.

CANTERO GARCÍA, V. (2001-2002): «Tomás Rodríguez Rubí y el drama histórico de intención política», Cuadernos de Investigación Filológica, vol. XXVII-XXVIII, pp. 157-184.

COTARELO VALLEDOR, A. (1941): El uniforme académico: figurín de encargo, hilvanado al aire. Madrid: Artes Gráficas Fénix.

DAINIERI, L. (1958): «Botones gauchescos», Revista de la Sociedad de Amigos de la Arqueología, tomo XV, pp. 337-369.

DÉSIRÉ VÉRON, L. (dir.): Le Constitutionnel: journal du commerce, politique et littéraire. (martes, 7 de diciembre de 1852), n.º 342.

FERRAZ GRACIA, A., (2013): «Protocolo y ceremonial en las Reales Academias Españolas», Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, n.º XVI, pp. 425-481.

FIRMIN-DIDOT, H. (1854): Annuaire général du commerce, de l'industrie, de la magistrature et de l'administration: ou almanach des 500.000 adresses de Paris, des départements et des pays étranger. París: Société des annuaires.

GACETA DE MADRID (1847): Real Decreto del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, n.º 4550, 28 de febrero de 1847, pp. 1-4. Disponible en: < https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1847/4550/A00001-00001.pdf > [Consulta: 25 de junio de 2019].

GAZZETE DES TRIBUNAUX. JOURNAL DE JURISPRUDENCE ET DES DÉBATS JUDICIAIRES (1847): nº 19, jueves 19 de septiembre de 1844, p. 1136.

GARCÍA DE LA CONCHA, V. (2014): La Real Academia Española, vida e historia. Barcelona: Espasa.

LORD, F. (2007): Uniforms of the civil war. Nueva York: Dover publications.

LOWE, D. (1986): Historia de la percepción burguesa. México: Fondo de Cultura Económica.

MACÍAS SERRANO, F., y COMPANYS PLANA, J. (2013): Botones civiles españoles. Siglos XVII-XIX. Madrid: Omni.

MARTÍNEZ DE LA PERA, E. (com.): La Moda Romántica. (Exposición celebrada en Madrid, Museo del Romanticismo, del 25 de octubre de 2016-5 de marzo de 2017). Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2016.

Page 24: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

24

OCTAVIO PICÓN, J. (1882): «Don Tomás Rodríguez Rubí», en Autores Dramáticos Contemporáneos y Joyas del Teatro Español del XIX. Madrid: Imprenta Fortanet, pp. 65-81.

RODRÍGUEZ GAVILÁ, G. (2013): Botones civiles hispánicos. Salamanca: Nueva Graficesa.

REYERO, C. (1996): Apariencia e identidad masculina. De la ilustración al decadentismo. Madrid: Cátedra.

ROSILLO, B. (2018): La moda en la sociedad sevillana del siglo XVIII. Sevilla: Diputación de Sevilla, Servicio de Archivo y Publicaciones.

ROQUE, J.F. (1971): «Don Tomás Rodríguez y Díaz Rubí». Disponible en: <https://digital.library.unt.edu/ark:/67531/metadc131383/m2/1/high_res_d/n_04290. pdf > [Consulta: 25 de junio de 2019].

SPOSITO, S. (2016): Historia de la Moda. Desde la prehistoria hasta nuestros días. Barcelona: Promopress.

TECHENER, J. (1861): Annuaire des notables commerçants de la ville de Paris. París: Librairie J. Techener.

FUENTES DOCUMENTALES

ARCHIVO HISTÓRICO DE PROTOCOLOS (AHP). T. 35915, f. 578r-581v. Testamento otorgado por Tomás Rodríguez Díaz (Rubí), el 22 de febrero de 1887, ante el notario Fulgencio Fernández y López.

ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL (AHN). Ultramar 2433, exp. 79. Expediente personal de Tomás Rodríguez Rubí.

ARCHIVO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (ARAE). 28079. F1-3-2-84. Expediente académico de número de don Tomás Rodríguez Rubí (1-10-1860 a 5-10-1890).

Page 25: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

25

LA PIEZA DEL TRIMESTRE

Ciclo 2019

....

Primer trimestre: enero-marzo Silvia Villaescusa LA FAMILIA DE JORGE FLAQUER (SALA XI, COMEDOR)

Segundo trimestre: abril-junio Mercedes Rodríguez Collado CHAQUETILLA DE ENCAJE EUGENIA DE MONTIJO

Tercer trimestre: julio-septiembre Pedro José Trujillo y Carlos Rubio Terés MUÑECA DE PORCELANA DE JUMEAU (SALA XIV, JUEGOS DE NIÑOS)

Cuarto trimestre: octubre-diciembre Sandra Antúnez López

CASACA DE TRELON WELDON & WEIL

Coordinación y maquetación: Lucía Gómez Burgaz

Síguenos en:

Page 26: Casaca de Trelon Weldon & Weil Sala XXI (Dormitorio masculino)6ab681bf-99f4... · El joven Rubí perdió a su padre en Melilla; así, regresó a Málaga con su madre y allí fue testigo

26