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600 años600 añosLa Colegiata cumpleLa Colegiata cumple

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— Segundo año del Triduo de preparación —

«Demos gracias a Dios por el Evangelio»

Querido hermanos y hermanas:El curso pasado les escribí una Carta presentándoles el Triduo

de Años que, con motivo de la celebración del 600 aniversario de la erección de la Colegiata, íbamos a celebrar. Ya ha pasado el primer año y ahora nos disponemos a comenzar el segundo. El primero, como recordarán lo dedicamos a las raíces cristianas de Xàtiva, es decir, a refl exionar sobre el Bautismo. Realmente fue un curso precioso. He-

— Segundo año del Triduo de preparación —

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mos profundizado en la teología y pastoral del Bautismo y del res-to de los sacramentos de la iniciación cristia-na, la conversión y una breve introducción a la Sagrada Escritura. Cada jueves nos reuníamos para escuchar la cate-quesis correspondiente y luego trabajar en grupos para ofrecer la refl exión a todo el gran grupo. Este trabajo se ha sumado a lo que llevamos encima de otros años trabajados en la Nueva Evangelización. Nuestra pastoral es seria, profunda, práctica y enfocada a la vida. somos una peque-

ña gran Parroquia, abierta, alegre, acogedora, viva, misionera.

Recuerden la conferencia central del curso, “La fe cristiana en Xàtiva”, impartida por el M.I. Señor don Vicente Pons, en donde se nos habló del inicio o bautismo de Xàtiva en la fe católica desde la catedral visigótica de sant Feliu en los albores de los siglos vi y vii.

Y aquel otro acto precioso en la Vigilia Pascual con la entrega del agua del Jordán a todos los que asistieron a esta solemne Vigilia, madre de todas las vigilias, donde renovamos las Promesas de nuestro Bautismo.

Con ese motivo fi lmamos el primer DVD de la colección “La Colegiata cumple 600 años”, titulado Las raíces cristianas de Xàtiva; este DVD ha tenido un enorme éxito.

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ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, ña gran Parroquia, abierta, alegre, acogedora, abierta, alegre, acogedora, abierta, alegre, acogedora, abierta, alegre, acogedora, abierta, alegre, acogedora, abierta, alegre, acogedora, abierta, alegre, acogedora, abierta, alegre, acogedora, abierta, alegre, acogedora,

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El primer año pusimos como referencia exterior el ara del obispo Atanasio y el santo que nos acompañó fue sant Feliu, patrono canó-nico de la ciudad. En Cuaresma incorporamos a nuestro programa el Itinerario Diocesano de Renovación y trabajamos los cinco temas propuestos.

1. Tema de este año: La Misa dominicalEste segundo año esta dedicado a la Misa dominical: profundizar

en el sacramento de la Eucaristía y en su celebración. No podemos olvidar que la Eucaristía es el centro y la cumbre de toda la vida de la Iglesia, como decía el Beato Juan Pablo II, el Grande: “La Iglesia hace la Eucaristía y la Eucaristía hace la Iglesia”. El signo exterior, como ya apunté entonces, es el icono de Cristo crucifi cado del año 1400 que veneramos en la Seu. Y nos acom-pañará la fi gura y el testimonio de san Jacinto Castañeda.

Es muy importante para nuestra vida cristiana tener ideas muy claras sobre la Euca-ristía sacramento y celebración. Tenemos documentos muy signifi cativos del magisterio de los Papas a los que recurriremos en nuestro estudio como son la Carta Apostólica Dies Domini y Ecclesia de Eucharistia, am-bos documentos del Beato Juan Pablo II, el Grande. También tendremos en cuenta mi libro He dejado de ir a Misa. Con ese ma-terial a mano nuestros encuentros serán de gran valor y nos ayudarán muchísimo en nuestra formación permanente.

que veneramos en la Seu. Y nos acom-que veneramos en la Seu. Y nos acom-que veneramos en la Seu. Y nos acom-que veneramos en la Seu. Y nos acom-que veneramos en la Seu. Y nos acom-que veneramos en la Seu. Y nos acom-que veneramos en la Seu. Y nos acom-que veneramos en la Seu. Y nos acom-

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La fi gura entrañable de san Jacinto, siempre viva y actual, a parte de que bendecirá nuestro trabajo pastoral, nos enriquecerá con su ejemplo y su doctrina. San Jacinto Castañeda es un puntal muy importante de nuestra vida parroquial y queremos contar con él.

Además incorporaremos también como ya hicimos el Itinera-rio diocesano de renovación que vendrá a completar nuestro curso pastoral.

2. Nuestra vida espiritualMe van a permitir que en esta Carta les ofrezca un elenco de lo

que yo entiendo por llevar una vida espiritual según nos ofrece la Iglesia Católica a la que pertenecemos por el Bautismo. Creo que es de g r a n utilidad práctica ya que nos

debe preocupar muchísimo la vida interior, camino de la santidad, que el Señor tantas veces nos pide en el Evange-lio. Y no olvidemos que todos los planteamientos pastorales que organizamos tienen esa fi nalidad: ser santos, es decir, vivir unidos a Cristo por la gracia, los sacramentos y la oración.

En el Evangelio Cristo nos abre su corazón. El mis-mo Jesús debe ser nuestra pasión, nuestra alegría; él mismo nos llama a confi -gurarnos con Él. Nos llama a la santidad. El cristiano católico ha de velar para que su vida de identidad con Cristo crezca cada día.

debe preocupar muchísimo la vida interior, camino de la santidad, que el Señor tantas veces nos pide en el Evange-lio. Y no olvidemos que todos los planteamientos pastorales que organizamos tienen esa fi nalidad: ser santos, es decir, vivir unidos a Cristo por la gracia, los sacramentos y la oración.

nos abre su corazón. El mis-mo Jesús debe ser nuestra pasión, nuestra alegría; él mismo nos llama a confi -

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¡Tenemos que ser buenas personas!. ¡Tene-mos que ser santos, así como suena, santos de verdad! Y nos debemos dejar cuidar por Cristo. Así estamos en buenas manos.

RezarEntremos, pues, en materia. No

podemos disociar la vida espiritual de la vida activa y profesional porque no pueden caminar separadamente. A veces alguien me dice: “Tengo tanto trabajo que no puedo ni rezar y por la noche cuando llego a casa me duermo de cansancio”. No debemos ol-vidar que la oración es el agua que riega la fe. Hay que sacar tiempo del tiempo para rezar todos los días. Al rezar, el alma se llena de paz, nos unimos a Dios, nuestro Padre, entramos en contacto con las realidades sobrenaturales.

La vida espiritual debemos cuidarla al máxi-mo. Miren, es necesario que cada uno de nosotros organice su vida de oración, o sea, dedicar un rato cada día a orar, a estar “con Aquel que sé que me ama”, como escribe santa Teresa de Jesús. Es verdad que toda la vida debe ser oración, pero necesitamos esos ratos de silencio, sin reloj, sin móvil, en silencio, y abrir nuestro corazón a Dios y hablarle como Padre nuestro que es. La idea es preciosa. Hace falta llevarla a la vida, y a eso les invito.

La MisaSoy 37 años sacerdote y nunca me aburre celebrar

la Misa y nunca he puesto “el piloto automático”. Para mí, cada Misa es decirle al Señor lo mucho que le quiero.

¡Tenemos que ser buenas personas!. ¡Tene-

podemos disociar la vida espiritual de la vida activa y profesional porque no pueden caminar separadamente. A veces alguien me dice: “Tengo tanto trabajo que no puedo ni rezar y por la noche cuando llego a casa me duermo de cansancio”. No debemos ol-vidar que la oración es el agua que riega la fe. Hay que sacar tiempo del tiempo para rezar todos los días. Al rezar, el alma se llena de paz, nos unimos a Dios, nuestro Padre, entramos en contacto con las realidades sobrenaturales.

La vida espiritual debemos cuidarla al máxi-mo. Miren, es necesario que cada uno de nosotros organice su vida de oración, o sea, dedicar un rato cada día a orar, a estar “con Aquel que sé que me ama”, como escribe santa Teresa de Jesús. Es verdad que toda la vida debe ser oración, pero necesitamos esos ratos de silencio, sin reloj, sin móvil, en silencio, y abrir nuestro corazón a Dios y hablarle como Padre nuestro que es. La idea es preciosa. Hace falta llevarla

Soy 37 años sacerdote y nunca me aburre celebrar la Misa y nunca he puesto “el piloto automático”. Para mí, cada Misa es decirle al Señor lo mucho que le quiero.

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Cada Misa es única, llena mi corazón, llena mi vida. Y eso precisamente es lo que quiero y deseo contagiarles a ustedes en esta Carta y en este segundo Año de Triduo. El Papa Benedicto en la Jornada Mundial de la Juventud dijo muy claro y alto a los jóvenes: “No dejéis de ir a Misa los domingos y fi estas. No dejéis de ir nunca: vivid cada Eucaristía, llenaos de Cristo”. Abran su corazón a Jesucristo, a su Palabra, a su vida. Entren en la iglesia, recen, cierren los ojos, estiren el alma: Dios está allí. Dios les espera. Cuántas veces digo a per-sonas, sobre todo jóvenes, que han dejado de venir a la Misa dominical: “El Señor me ha preguntado por ti. ¿Qué le digo?” La Misa nos da vida, nos llena de gracia, de fuerza para luchar; nos proporciona ga-nas de hacer el bien. Sin la Misa nuestras fuerzas se debili-tan, desfallecen y pueden morir.

La Misa la debemos prepa-rar. ¿Cómo preparar la Misa a nivel particular?

Dedicando un momento a la oración, pensar en lo que vamos

Cada Misa es única, llena mi corazón, llena mi vida. Y eso precisamente es lo que quiero y deseo contagiarles a ustedes en esta Carta y en este segundo Año de Triduo. El Papa Benedicto en la Jornada Mundial de la Juventud dijo muy claro y alto a los jóvenes: “No dejéis de ir a Misa los domingos y fi estas. No dejéis de ir nunca: vivid cada Eucaristía, llenaos de Cristo”. Abran su corazón a Jesucristo, a su Palabra, a su vida. Entren en la iglesia, recen, cierren los ojos, estiren el alma: Dios está allí. Dios les espera. Cuántas veces digo a per-sonas, sobre todo jóvenes, que han dejado de venir a la Misa dominical: “El Señor me ha preguntado por ti. ¿Qué le digo?” La Misa nos da vida, nos llena de gracia, de fuerza para luchar; nos proporciona ga-nas de hacer el bien. Sin la Misa nuestras

La Misa la debemos prepa-rar. ¿Cómo preparar la Misa a nivel particular?

Dedicando un momento a la oración, pensar en lo que vamos

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a celebrar y que es lo que voy a aportar. ¡Es que la Misa es lo más importante del día! No podemos ir a ella como quien va al cine o al bar. La Misa la de-bemos preparar. Y luego dar gracias. No tener tanta prisa en salir a la calle. Guardar un momento de silencio y agradecer al Señor ese maravilloso regalo. San Francisco de Borja afi rma que si asistimos a Misa una vez a la semana, dedicar tres días a prepararnos interiormente y otros tres días para dar gracias a Dios por la Misa. Existen oraciones hechas que nos pueden ayudar en esto.

La confesión frecuente¿Cada cuánto me confi eso? Debemos acostum-

brarnos a no vivir en pecado. Acostumbrarnos a vivir en gracia de Dios. Y para eso la confesión frecuente. Tengo un libro dedicado a la confesión sacramental que titulo La Confesión, ¡un gran regalo! Es un libro con varias ediciones, se vende muy bien y es señal de que el tema preocupa a muchos católicos.

La confesión debemos también prepararla muy bien, detenidamente, con un buen examen de con-ciencia, dolor de los pecados, propósito de enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia. ¡Qué importante es pensar en estas cosas! Hay que sentir dolor de los pecados. Al pecar, ofendemos al mismo Dios. ¡Debe dolernos! Y fruto de ese dolor interior, el arrepentimiento.

Después de la confesión bien hecha salimos lle-nos, alegres, felices, reconciliados con Dios. Él odia el pecado pero ama con ternura al pecador, como vemos en el Evangelio.

La confesión de los pecados es necesaria para crecer en la vida espiritual.

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Acompañamiento espiritualAntes se hablaba de la dirección espiritual, ahora se prefiere

decir acompañamiento espiritual. No importa. Es lo mismo. Conviene abrir el corazón a algún sacerdote que le conozca, le comprenda, y le quiera. Esto es muy importante. ¿Qué sacerdo-te? Mire, busque aquel que no le va a decir lo que usted quiere oír. Ése es el ideal. Yo lo digo muchas veces: hay que tener un cura a mano.

Lectura de la Palabra de DiosLa Sagrada Escritura es la Palabra de Dios que nos ilumina, nos

instruye y nos anima. La Biblia es el mejor libro para la vida espi-ritual; su lectura nos ayuda, nos fortalece, nos estimula. Debemos leer las Escrituras con espíritu religioso. Todos los días un momento, que puede ser siguiendo el librito Evangelio 2011 ó 2012, donde se propone el Evangelio del día. Puede ser el camino. Pero lo importante es dedicar un momento de paz diario a leer y meditar la Palabra de Dios. Notaremos su ayuda.

Lectura espiritualTambién necesitamos familiarizarnos con el libro religioso. Su

lectura es un buen alimento. La lectura de la vida de los santos siem-pre ha ayudado y estimulado mucho, eso no ha perdido vigencia. La lectura espiritual ilumina la vida cristiana, nos anima. Hay que escoger buenos libros, de fácil lectura y contenido sabroso. Dejémo-nos aconsejar y ojalá cada mes pudiéramos leer un libro religioso.

Oración contemplativaNosotros no debemos copiar otros tipos de oración mental o

contemplativa no cristianos, aunque se nos presenten como apro-piados. Tenemos los modelos cristianos inagotables, pues nuestra meditación ha de ser cristiana. Los santos Padres, los monjes del desierto, los monjes de hoy y religiosas contemplativas, si lo son de verdad, son un ejemplo a seguir.

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Se trata de encontrarse con Dios directamente. Me impresiona ver a las monjas de la Beata Madre Teresa rezar cuatro horas al día para luego poder dedicarse a cuidar a los pobres más pobres. La meditación es imprescindible. Necesitamos entrar en nosotros mismos y desde ahí, por medio del viaje alucinante, conectar con Dios. La oración mental o contemplativa nos ha de llevar siempre a Jesucristo, el Señor.

Devoción a la Virgen MaríaDe labios de nuestra madre aprendimos a rezar a la Virgen,

a conocerla, a visitarla, a quererla. No debe perderse nada de eso, debemos fomentar nuestra devoción mariana. Recuerden al Beato Juan Pablo II, el Grande; “Totus tuus” era su lema: soy todo tuyo. De ahí la practica de rezar el Rosario cada día. Es el obsequio que fácilmente podemos dar a nuestra Madre Santísima. Rezar el An-gelus u otras oraciones que podemos aprender o buscar en algún libro devocional. Vivimos en una comunidad donde la Virgen ocupa un puesto importante; bajo la advocación de Mare de Déu de la Seu nos acompaña desde hace 411 años. El Beato Gonzalo Viñes fue un gran devoto de la Mare de Déu de la Seu. Su libro La Patrona de Xàtiva puede ser de gran utilidad para que la devoción a la Virgen María crezca en nosotros y en nuestro entorno. Hay que ser propagadores de la devoción mariana. Acudamos a la Mare de Déu y transmitamos ese mismo amor a las nuevas generaciones. ¿Cómo? Muy fácil, llevemos a los niños a visitar a la Virgen, en la Seu o en sant Francesc; que la vean, que la miren y que le recen. Ése podría ser un hermoso camino para transmitir la devoción. Y luego en casa, en familia enseñarles a rezar y rezar con ellos, como le gustaba decir a la beata Madre Teresa de Calcuta. La oración de los padres estimula a los hijos, tengan la edad que sea. De ahí la importancia de la oración en familia que tanto bien ha hecho a través de la historia. Y algo también interesante en este camino, colocar algún signo religioso en casa: la Biblia abierta, la figura del Señor, una imagen de la Virgen o de los patronos de la familia. Es importante esa presencia.

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Formación cristiana permanenteY finalmente un aspecto fundamental en nuestra vida espiritual:

la formación. Para dar razón de nuestra fe, debemos saber la fe, es de-cir, tenemos que conocer lo que creemos y para eso es imprescindible la formación. De ahí las catequesis, las reuniones de formación, los grupos de estudio, los temas. Hoy el católico necesita contar con un buen entramado doctrinal, unos cimientos sólidos para que su cons-trucción no se vaya a pique a la mínima contrariedad. La Colegiata ofrece todos los jueves esa formación permanente con temas actuales, claros, sencillos y prácticos. No nos reunimos para entretenernos sino para formarnos. De esa manera rehacemos nuestra vida cristiana y gozamos de buenos materiales para hacer frente a los problemas, a las dudas y también al ambiente laicista, agresivo y contrario en el que nos ha tocado vivir ahora.

3. Difundir y defender la feTodo lo expuesto anteriormente tiene mucho que ver con di-

fundir y defender la fe. Hay que ser fuertes y valientes para realizar este compromiso y para ello nuestra vida espiritual ha de ser limpia, coherente, bien formada y firme. Por eso es importante el apartado anterior. La Colegiata cumple 600 años gracias a la fe de los hombres y mujeres católicos que han trabajado durante seis siglos y han vivido unidos a Cristo único Salvador ayer, hoy y siempre. No está fuera de lugar lo dicho dentro del programa de esta preparación centenaria. Sin buenos católicos, sin cristianos firmes en la fe, la Colegiata sirve para bien poco. Somos Iglesia y queremos hacer Iglesia. Caminamos en este sentido, repito, firmes en la fe desde hace muchos siglos y seguiremos caminando con la ayuda del Señor.

La sociedad actual requiere católicos que den la talla, no debemos actuar para quedar bien. Hace falta dar un testimonio coherente, eficaz.

El católico debe tener ideas muy claras sobre la moral que mana de los Mandamientos de Dios. Lo hemos comentado muchas veces. El aborto es un crimen contra el ser más inocente. Nosotros no podemos

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nunca aprobar la muerte de un ser inocente e indefenso. Ya ven cómo presentan la eutanasia como un bien. Nosotros defendemos una vida digna. Nadie puede disponer a su antojo o comodidad de la vida del prójimo, como dijo el Papa en Madrid hace unas semanas: “Nadie puede disponer quién va a vivir y quién debe morir”. No podemos apoyar a quienes proponen la eutanasia como un bien para la sociedad.

El desmadre está servido. Vemos cómo algunos desprecian y manifiestan su odio a todo lo católico, a lo más sagrado para noso-tros. Emplean cabalgatas para manifestar de forma soez y blasfema el insulto a nuestro Papa, a los obispos, sacerdotes, creencias, signos sagrados. Y no pasa nada. Insultar a la Iglesia en España sale gratis. Eso nos duele. Y es una manera de desahogo para toda esta gente. Lo hemos visto durante la JMJ en Madrid.

Éstos que hablan tanto de la libertad religiosa parece ser que no saben que la verdadera libertad religiosa está basada en el respeto a toda religión. Y vemos cómo en España no se respeta la religión pro-fesada por la inmensa mayoría de los españoles. Hay quienes tienen un enorme interés en que esto siga creciendo.

¿Qué hacer? También lo he predicado y escrito muchas veces. Manifestar nuestra fe, aquello de san Pedro: “dar razón de nuestra fe”. Ser católicos en serio y no en serie, no del montón: no tener reparos de sentirse orgullosos de ser lo que somos y vivirlo, manifestarlo. Ser cada día más cristianos y mejores cristianos.

Por eso al prepararnos a celebrar el 600 aniversario de la erección como Colegiata de nuestra Iglesia de santa María, debemos apro-vechar todo aquello de bueno que la Seu de Xàtiva pone a nuestro alcance para nuestra formación y crecimiento en la vida espiritual. Ése es el camino mejor. De ahí la importancia de participar en las catequesis, en las conferencias, en los grupos de oración, en los Retiros, en las celebraciones litúrgicas. Y ya que el tema central de este segundo año del Triduo es la celebración de la Misa, hacer un gran esfuerzo para vivirla cada domingo y ayudar a otros y recordar a otros muchos lo que es la Misa, lo que significa e invitarles a venir y participar de esta gran fiesta del Señor Jesús.

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Xàtiva, a 15 de septiembre de 2011 FIESTA DE NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DE LOS DOLORES

4. Rezar por el fruto espiritual del Triduo de Años

A todos aquellos feli-greses que, por enfermedad o por achaques de la edad, no puedan participar de estas catequesis les pido una gran colaboración: rezar. Sí, yo creo mucho en el valor de la oración y rezando en sus casas nos pueden ayudar para que este segundo año de Triduo produzca frutos de vida cristiana.

A san Jacinto Casta-ñeda le encomiendo estos trabajos pastorales, él que fue sacerdote entregado a su misión en distintos países de extremo oriente bendiga este Año pastoral.

Bajo el manto de la Mare de Déu de la Seu, Ma-dre y Patrona, colocamos nuestros propósitos, ilusiones y proyectos, como ya lo hice el curso pasado. Y le pido que de verdad este nuevo curso sea una bendición del cielo para todos.

Arturo Climent BonaféABAD DE XÀTIVA