carta a los romanos -...

Carta a

"Los Romanos"

Introducción

al comentario

por

Alejandro Del Zotto

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Introducción al Comentario de la carta a los romanos.

©2014 Alejandro Del Zotto

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Prefacio

Al lector, este trabajo es una exposición práctica y doctrinal del

Libro a los Romanos. Consta de una serie de estudios bíblicos

presentados en forma de texto y como audio a fines de acercar también

a quienes por diversos motivos se encuentran incapacitados de leer.

El libro fue diagramado para ser dividido en secciones de 15 minutos

cada programa. El lenguaje y la gramática son informales debido a que

es importante que mantenga la uniformidad y sea fácil de entender no

solo para el que lo lee, sino para el que lo va a escuchar.

Espero que tanto el lector como el oyente, puedan utilizar este

comentario como un libro de referencia. Ayude al creyente a afianzar su

fe y de al oyente de una valiosa herramienta.

Para que pueda entender y valorar cuan grandes e inescrutables son las

riquezas que hay en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)

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Comentario de la Epístola a los Romanos

Introducción al libro de Romanos

Les doy la bienvenida a nuestro estudio de hoy. Espero que Dios

le esté bendiciendo de manera abundante en su vida, y en una manera

muy especial estimado oyente, y sobre todo nuestro anhelo es que este

programa le sea de gran bendición en su vida.

En este estudio, que es el primero de una serie de programas,

nos adentraremos en el análisis de la epístola del apóstol Pablo a los

Romanos que se encuentra en el Nuevo Testamento.

El deseo de este trabajo es el de poder de manera sencilla

entender lo que por muchos es considerada como una de las obras más

importantes del Nuevo testamento, puesto que declara "qué es" o cual

es la esencia del evangelio.

Este tratado o libro es de un considerable tamaño, consta de

dieciséis capítulos. Por esta razón, exigirá e insumirá de mucha

paciencia y una considerable cantidad tiempo para poder ver o apreciar

los detalles de importancia, y el de poder interpretar el libro

correctamente como Dios desea que lo interpretemos.

Dentro de sus páginas, hay algunas cosas difíciles de entender

(como el mismo Pedro lo expresa, concerniente a algunos de los escritos

de Pablo, en 2 Pedro 3:16).

Romanos es y ha sido en el pasado, un libro de suma

importancia, lo fue en la historia de la reforma protestante. Muchos

estudiosos han indagado en sus páginas y han dejado para el mundo

profundos pensamientos con respecto a su contenido. Y es por este

mismo motivo que con entusiasmo nos adentraremos en la mente y el

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Corazón de Pablo y por supuesto este estudio nos revelara el deseo que

ha tenido el Espíritu al darnos esta revelación.

Con humildad y sencillez trataremos de entender las palabras que el

apóstol Pablo con tanta efervescencia nos ha dejado en esta carta, dada

la importancia de Romanos para nuestro entendimiento de lo que

significa el evangelio, y dado que es un hecho que muchos tuercen sus

contenidos para justificar sus razones, como dijo Pedro, en 2 Pedro 3:16

Hablando de Pablo, Pedro dice:

"en casi todas sus cartas, donde habla de estas cosas, aun cuando entre

ellas hay algunas que son difíciles de entender y que los ignorantes e

inconstantes tuercen, como hacen también con las otras Escrituras, para

su propia perdición."

Creo que vale la pena hacer un esfuerzo y exponer Romanos en

una manera sencilla, la presente serie será de gran beneficio pues tiene

mucha aplicación práctica en la vida del creyente.

Estimado oyente, Ud. también puede comunicarse con nosotros

pidiendo alguna ayuda extra si fuera necesario.

Nuestro correo electrónico es: [email protected]

Se consideraba al libro de Romanos como uno de los libros más

importantes del Nuevo Testamento, aunque con esto no se quiere decir

que es al único que hay que prestar atención o estudiar. No pongamos

demasiado énfasis en esto porque tal vez haga menguar o

menospreciemos la importancia de todos los otros libros inspirados que

también son parte de la Biblia.

Pablo escribió:

«toda la escritura es inspirada por Dios» (2 Timoteo 3:15).

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Por lo tanto, todos los libros poseen del mismo peso espiritual,

aunque tenemos que confesar que el Espíritu Santo le guió al apóstol

Pablo a escribir una obra maestra en esta epístola.

Tradicionalmente, los estudios se dividen generalmente en una

introducción , y otros puntos menores, por ejemplo: el autor, la

procedencia del libro, los recipientes es decir, a quien fue dirigida

originalmente, la fecha en que fue escrita, la ocasión o el motive de la

misma, el propósito, y el tema, entre otros. Basta decir en esta

introducción breve que el autor se declara claramente en el primer

versículo de la carta a Romanos, a saber:

«Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el

evangelio de Dios.»

La paternidad literaria es decir quién fue el escritor de este libro

ha sido poco dudada, y es un hecho que, hasta los críticos más hostiles

generalmente han reconocido el libro de Romanos de ser la obra de

Pablo.

De acuerdo con la información que tenemos dentro de

Romanos, cuando comparamos las intenciones declaradas de Pablo de

visitar a Jerusalén para llevar la ofrenda para los pobres de Judea la cual

había sido proveída por los gentiles de diversas congregaciones, y más

tarde su propósito de visitar a Roma con rumbo a España, nos da

suficiente motive para pensar que lo más probable es que el libro fuese

escrito en el año 57 d.C. desde Corinto.

El versículo siete del capítulo uno nos muestra a quienes fue

dirigida la carta. Dice,

«a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos:

Gracia y paz a vosotros, de Dios vuestro Padre y del Señor Jesucristo.»

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La cuestión de quien estableció la iglesia de Roma es muy

interesante. Algunas tradiciones eclesiásticas antiguas habían opinado

que Pedro y Pablo fueron los fundadores de la iglesia en Roma, o que

Pedro fue el fundador y el primer obispo de Roma.

Pero, esto simplemente nos muestra contundentemente que las

tradiciones antiguas no son fidedignas es decir de creer en muchas

veces.

La carta misma destaca que el mismo Pablo no fue parte de o del grupo

que sentó las bases para la iglesia de Roma, como lo podemos entender

leyendo Romanos 1:10, 13; y 15:22. Pues así lo dice el mismo pablo

Romanos 1:9 hasta el verso 15 dice:

Dios, a quien sirvo con todo mi corazón predicando el evangelio de su

Hijo, es testigo de que los recuerdo siempre en mis oraciones,

10 y de que en ellas le ruego que, si es su voluntad, me conceda que por

fin pueda ir a visitarlos.

11 Porque deseo verlos para impartirles algún don espiritual, a fin de

que sean fortalecidos;

12 es decir, para que nos fortalezcamos unos a otros con esta fe que

ustedes y yo compartimos.

13 Pero quiero que sepan, hermanos, que muchas veces me propuse ir

a visitarlos para tener también entre ustedes algún fruto, como entre

los otros hermanos no judíos, pero hasta ahora he encontrado

obstáculos.

14 Estoy en deuda con todos, sean griegos o no griegos, sabios o no

sabios.

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15 Así que, por mi parte, estoy dispuesto a anunciarles el evangelio

también a ustedes, los que están en Roma.

Cuando comienza la oración Pablo dice que los recuerda en sus

oraciones, esto no significa que los conociese, yo su servidos me

acuerdo de muchos de ustedes en mis oraciones, y antes de que este

libro se halla escrito ya oraba por la fe de ustedes, para que puedan

comprender y cimentar su fa mediante este esfuerzo, así que Pablo

pudo asimismo tener esta misma experiencia. Conocía que había un

grupo pero nunca había estado con ellos, esto se entiende por los

versos siguientes.

Así lo expresa en el verso 13

Muchas veces me propuse ir a visitarlos para tener también

entre ustedes algún fruto, como entre los otros hermanos no judíos,

pero hasta ahora he encontrado obstáculos. No es probable que Pedro

hubiera ido a Roma con suficiente antelación para establecer esta

congregación. Es muy probable que la iglesia que se reunía en Roma no

fuera el resultado de la obra misionera de ningún apóstol.

A lo mejor, los así mencionados como los «romanos aquí

residentes» en Hechos 2:10 en el día de Pentecostés fueran los que

formaron el núcleo por el cual más tarde la iglesia de Roma fue

establecida. Esos judíos romanos que estaban presentes ese día, y que

oyeron el evangelio predicado por primera vez en forma completa y que

fueron bautizados junto con los 3.000 probablemente volvieron a la

ciudad capital con la nueva doctrina de Cristo que compartieron con sus

compañeros.

Fin de la introducción parte 1

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Introducción al Comentario de Romanos parte 2

Según se puede entender del contenido de la carta, la iglesia de

Roma aparentemente estaba compuesta por creyentes judíos y gentiles,

dos grupos que la misma carta refleja en los capítulos 1 al 3,

históricamente se sabe que el emperador Claudio firmo un decreto por

el cual el imperio expulsaba a todos los judíos y esto incluyó a los judíos

cristianos de Roma, en el año 49 d.C.,

Posiblemente cuando regresaron después de la eliminación del

decreto, los mismos judíos cristianos cuando volvieron a Roma, se

encontraron que los gentiles cristianos estaban en control de la

congregación, y esto pudo ser uno de los motivos por el cual, Pablo los

amonesta a vivir una vida en unidad y por todos los medios necesarios

evitar el orgullo, la fricción sin sentido que se pudo haber provocado por

la diferencia de sus costumbres.

¿Cuál fue el propósito y el tema que motivo a Pablo a escribir la

carta a los Romanos?

Esto es para algunos una cuestión todavía controversial,

después de tantos siglos, muchos no quieren admitir la simplicidad del

mensaje y buscan complejas teorías para tal vez así de esa manera tener

su propio argumento para defender ciertas posturas.

Mientras que algunos han sugerido que el tema principal de Romanos

es la justificación por la fe. Otros sostienen que es la cuestión de la

unión con Cristo y la obra del Espíritu Santo, la cual es tratada en los

capítulos 6-8.

Las opiniones están divididas, sobre cual sea el tema principal, la

historia de la salvación y de los dos pueblos, los judíos y los gentiles que

10


se encuentra entre los capítulos 9-11. Mientras que otros alegan que el

tema principal es la exhortación para la unidad entre los creyentes, que

lo leeremos en Romanos 14:1 -- 15:13.

Lo que muchos tienden a dividir en la posibilidad de una sola idea

posiblemente sea el error de los errores, a lo mejor, y tal vez, cada una

de esas sugerencias tiene su propio mérito, y hasta cierto punto todos

son puntos marcados por el escritor y necesarios de tener siempre

presentes aunque puede que no todos sean el motivo de la carta en sí, y

sean solo puntos menores de ella.

Lo que nos puede hacer ver o entender para poder reconocer cual sea el

tema principal es lo que Pablo expresa públicamente.

El no se avergüenza del Evangelio Romanos 1:16-17

Así leemos:

16, «Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios

para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también

al griego»).

Este tema del evangelio se encuentra manifestado a través de todos los

capítulos de Romanos, y posiblemente este sería el tema principal. Lo

estudiaremos y meditaremos en el en el transcurso del comentario y

veremos que el tema está siempre presente en la carta.

Un bosquejo breve de todo el libro de Romanos se podría

desplegar de la siguiente manera:

En los capítulos del 1-11 Pablo expresa o manifiesta la doctrina,

es decir lo que llamamos «la parte doctrinal, de la carta o epístola» y los

capítulos 12-16, nos revelan su aplicación es decir "la parte práctica."

Por supuesto, se puede dividir el libro en más por menores, pero este

bosquejo simple, este es el bosquejo más sencillo y basta para nuestros

propósitos por ahora.

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Así nos escribe Pablo:

Romanos 1:1-12

1 Yo, Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol y apartado para

el evangelio de Dios,

2 que él ya había prometido por medio de sus profetas en las santas

Escrituras,

3 les escribo acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que conforme

a los hombres descendía de David,

4 pero que conforme al Espíritu de santidad fue declarado Hijo de Dios

con poder, por su resurrección de entre los muertos.

5 Por medio de Jesucristo recibimos la gracia del apostolado, para que

por su nombre llevemos a todas las naciones a obedecer a la fe.

6 Entre esas naciones están también ustedes, llamados a ser de

Jesucristo.

7 A todos ustedes que están en Roma, los amados de Dios que fueron

llamados a ser santos: Que la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del

Señor Jesucristo sean con ustedes.

8 En primer lugar, por medio de Jesucristo doy gracias a mi Dios por

todos ustedes y porque su fe se difunde por todo el mundo.

9 Dios, a quien sirvo con todo mi corazón predicando el evangelio de su

Hijo, es testigo de que los recuerdo siempre en mis oraciones,

10 y de que en ellas le ruego que, si es su voluntad, me conceda que por

fin pueda ir a visitarlos.

12


11 Porque deseo verlos para impartirles algún don espiritual, a fin de

que sean fortalecidos;

12 es decir, para que nos fortalezcamos unos a otros con esta fe que

ustedes y yo compartimos.

Ahora, pues, comencemos leyendo otra vez para afirmar el concepto.

Romanos 1:1-6:

«Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado

para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas

en las santas Escrituras, acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que

era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios

con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los

muertos, y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la

obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre; entre

las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo.»

El escritor comienza la carta describiendo su posición como

hermano y mensajero de la verdad que le fue revelada. El mismo hace el

hincapié del hecho que él es apóstol de Cristo. Por lo tanto, tuvo un

rango alto en la iglesia, no para mandar a los demás, sino que a él se le

mando un trabajo especial.

Pablo recibió el mensaje y fue inspirado por Dios, sus

enseñanzas deben de ser recibidas por ser estas, las verdaderas

palabras de Dios. El mismo menciona o hace referencia a que fue

apartado para el evangelio de Dios.

Este evangelio fue el sujeto de las profecías del Antiguo

Testamento. Se puede entender o comprender por la lectura misma de

la carta como ese evangelio que fue profetizado y que ya había sido

ejecutado tuvo como tema central a Jesucristo, el Hijo de Dios.

13


Pablo explica como ese Jesús fue declarado Hijo de Dios con

poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos

(versículo 4).

Pablo siempre mostro lo escrito proféticamente y los hechos a

los que muchos fueron testigos, este verso nos anima a nosotros a

estudiar también las evidencias para que podamos apreciar plenamente

"la resurrección de Jesús como un evento histórico que comprueba su

deidad. este único evento ¡Nos da confianza! ¡Nos da alegría! ¡Nos

afirma en nuestro pensar!

Podemos confiar en la veracidad del mensaje cristiano

completamente y sin ninguna duda. Porque Dios lo ha confirmado con

muchas pruebas indubitables (libro de los Hechos 1:3).

Como veremos, Dios primeramente por medio de Pablo nos demostrará

cómo todo hombre ha pecado y está condenado. Esto incluye a todos, si

a Usted y a mí.

Además, nos revelará cómo Dios nos puede perdonar de la

condenación del pecado y declararnos justos delante de Dios. Veremos

las condiciones para recibir esta justicia, y cuáles deben de ser las

consecuencias naturales en nuestras vidas de esta justicia.

Así Pablo establece en esta primera parte los siguientes puntos:

El es el enviado por Dios por medio de Jesucristo a pregonar, o predicar

el mensaje, el evangelio.

El mensaje que el mismo Dios había prometido mediante los profetas.

Con respecto a su Hijo, que seria de la descendencia de David según la

carne, y que el mismo Padre celestial lo declararía Hijo de Dios con el

poder del Espíritu mismo de Dios.

14


De este mismo hijo recibimos la gracia y el apostolado que debemos de

obedecer por fe en todo el mundo.

Todo el que por fe obedece es llamado a ser o a pertenecer a Jesucristo.

Pablo no había estado nunca en Roma y deseaba

fervientemente visitarlos, para poder compartir con ellos de la

edificación mutua.

Pablo le agradecía a Dios por medio de Jesucristo de que la fe

de estos hermanos era de conocimiento en todo el mundo.

Fin de la introducción parte 2

15



Romanos 1:13-17

13 Pero quiero que sepan, hermanos, que muchas veces me propuse ir

a visitarlos para tener también entre ustedes algún fruto, como entre

los otros hermanos no judíos, pero hasta ahora he encontrado

obstáculos.

14 Estoy en deuda con todos, sean griegos o no griegos, sabios o no

sabios.

15 Así que, por mi parte, estoy dispuesto a anunciarles el evangelio

también a ustedes, los que están en Roma.

16 No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para la

salvación de todo aquel que cree: en primer lugar, para los judíos, y

también para los que no lo son.

17 Porque en el evangelio se revela la justicia de Dios, que de principio a

fin es por medio de la fe, tal como está escrito: «El justo por la fe

vivirá.»

El apóstol Pablo, no había establecido la congregación de la

iglesia de Cristo que se reunían en Roma. Nunca la había visitado

anteriormente. Sin embargo, tuvo un interés especial en ella, dándose

Pablo cuenta que fue ubicada en la capital del imperio romano, la

ciudad más importante del imperio romano, y tal vez la que más

ventajas podría ofrecer para la difusión del evangelio.

Por eso, escribe en Romanos 1:13-17:

Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he

propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para

tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás

16


gentiles. A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así

que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio, también a

vosotros que estáis en Roma. Porque no me avergüenzo del evangelio,

porque es poder de Dios para salvación a todo a aquel que cree; al judío

primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de

Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe

vivirá.»

El apóstol Pablo, declaró su intención de hacer una visita a los

hermanos en Roma. En el versículo 14, nos muestra cuál era el

sentimiento y el profundo valor que le daba a la palabra que él, recibió y

lo que significaba para él, el de ser el mensajero de esta predicación.

Así exclamo, «a griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy

deudor.»

En aquel entonces, los judíos dividían a las clases de hombres

simplemente así, entre los Judíos y gentiles o personas fuera de Dios, lo

que hoy muchos dirían como creyentes y paganos, pero Pablo dice "a

los griegos y los no griegos.

Él, no se estaba refiriendo a los que vivían en Grecia, esto es a

los griegos. No se refirió a los griegos en lo que a su nacionalidad podría

referirse, sino como cuando hoy hablamos de hispanos, no solo es el

idioma, sino también la cultura, el griego era en ese tiempo el idioma

más común en todo el imperio romano, el medio que se usaba para

comunicarse entre diferentes regiones, puesto que todos estaban

sometidos al imperio romano pero aun mantenían su independencia

cultural. Los educados, quienes solían ser los sabios y gobernantes,

solían de hablar griego, los que no hablaban griego, eran considerados

como el resto, por ser menos educados, menos sabios, la frase a los

griegos y a los no griegos es como decir a los intelectuales y a los no

intelectuales. Por esta frase, Pablo da a entender al lector de su carta

17


que su deseo es el de predicar el evangelio a toda clase de hombre, no

importa la cultura, el grupo al que el este asociado, o a que raza diga

que pertenezca. Pablo destaca el hecho que existe solamente un

evangelio y es para todos, Pablo está diciendo que el mensaje es para

todos los hombres, y que él esta moralmente obligado a proclamar el

mensaje de Dios a todos los hombres. El se sentía en este sentido

deudor a predicar a todos, y como veremos, Pablo predico un mismo

mensaje, el único evangelio.

Tal vez uno se preguntara ¿Por qué fue deudor?

No fue por nada que estos romanos hayan hecho por Pablo, no

era una deuda personal, sino que fue movido por el gran aprecio y valor

que Pablo sentía por la misericordia de Dios, que fue mostrada a él

cuando estuvo en sus pecados. Cuando se dedicaba a perseguir

cristianos.

El versículo 15 de Romanos 1 dice:

«Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio

también a vosotros que estáis en Roma.»

Lo que anticipa en el verso 15 lo deja bien establecido en los dos

siguientes versos.

Porque, Pablo dice, «no me avergüenzo del evangelio» (versículo 16).

Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe

(versículo 17).

Pablo hace una descripción de verdades que son de la misma

manera, dependientes e independientes entre sí.

Pablo dice que no le da vergüenza el de manifestar las verdades de Dios

a los hombres.

18


Así, dice Pablo, que el evangelio es poder de salvación al que cree.

Porque Dios está muy enojado pues el hombre lo ignora, fíjense el verso

18.

Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e

injusticia de los hombres (versículo 18). Porque lo que de Dios se conoce

les es manifiesto (versículo 19).

Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen

claramente visibles desde la creación del mundo... (versículo 20).

Como podemos ver Pablo comienza con un Porque el verso 16

«Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para

salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al

griego.»

I termina el verso 20 de la misma manera, Porque las cosas invisibles de

él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la

creación del mundo.

El hecho es que a la verdad el hombre no tiene excusa por la cual no

adora a Dios. Verso 20

Para el apóstol, no importaba si Roma era la capital política y

cultural del mundo antiguo. No hizo caso del hecho que fuese el centro

de las artes, de la educación, y de las religiones paganas. No le

preocupaba o molestaba el hecho de que toda clase de vicio se

cometiese en Roma,

A la verdad posiblemente la mayoría de las personas, no

deseaban recibir una religión como el cristianismo, una religión que

exige la muerte a la voluntad propia para dedicarse a agradar la

19


voluntad del único Dios vivo, Dios que exige todo de la persona que cree

en el.

Dios es un Dios celoso, no porque no desea que seamos

nosotros mismos, sino porque él sabe que fuera de él no hay vida, que

fuera de él no hay esperanza.

A pesar de todos los obstáculos que comenta el mismo escritor,

Pablo estaba deseoso para ir personalmente y predicar el evangelio en

Roma.

No se avergonzó del evangelio como muchos suelen hacerlo hoy en día,

los que se avergüenzan del mensaje puro y del antiguo mensaje de

Jesucristo, lo modifican y tuercen para agradar o atraer a los hombres,

pero esto no es lo que Dios desea que hagamos.

A pesar del hecho que Pablo predicada el evangelio, un solo y único

mensaje, Pablo se encontraba luchando o abriéndose paso ante una

sociedad que aceptaba dioses de diversos orígenes y regiones.

Los romanos adoraban a una diversidad de dioses y Pablo como

podemos ver, tenía en sus manos el plan de Dios, plan que pedía en el

hombre un cambio muy drástico, Difícil de ser oído dirían algunos.

Pablo no sentía ninguna perturbación de ánimo cuando predicaba el

mensaje.

¿Cómo es que Pablo pudo tener tanta valentía, ante un mundo

tan hostil y agresivo?

Pablo sabia por su propia experiencia personal con Cristo que el

poder estaba en el mensaje!, el poder de Dios se encontraba en el

evangelio.

Como él mismo lo explica en el texto, se dio cuenta del poder del

evangelio, y de lo que hace. Por eso el escribió: «porque es poder de

20


Dios para salvación, poder que significa fuerza, o capacidad, o medio

necesario para llevar a cabo algo. En este caso especifico, el evangelio

es el poder para salvar al hombre. El evangelio sin ninguna duda es el

poder para cambiar vidas.

No hay que esperar por una obra eficiente del Espíritu Santo, directo y

milagroso, en el corazón del escogido, como muchos tan

apasionadamente esperan. El evangelio, el mensaje de la cruz, puede

llevar a cabo ese fin, y es ese realmente su propósito. El mensaje es tan

potente que modifica al que lo cree su propio corazón. Pablo no se

avergonzó del evangelio porque se dio cuenta de la fuente, y del origen

del evangelio. Lo dijo muy claramente, porque es poder de Dios, no es

poder de ningún hombre, por más famoso y conocido que sea, ningún

hombre puede tener esta capacidad, solo Dios puede ser el autor del

evangelio. El es el Creador omnipotente. El es el Soberano del universo.

Y él inventor el evangelio.

Pablo no se avergonzó del evangelio porque se dio cuenta de su

propósito, de su fin. Dijo, «porque es poder de Dios para salvación.» En

este libro de Romanos, veremos y comprenderemos de la mano de

Pablo, como toda la humanidad ha sido condenada por su rebelión

contra Dios. Esto incluye a judíos y a los gentiles. Esto incluye todos, a

Ud. y a mí. Es evidente que por nuestras malas obras, merecemos la

muerte eterna en el infierno, porque a la verdad, no somos buenos,

nuestros pecados nos separan de la fuente de la vida. Pero, gracias a

Dios, Dios mismo ha hecho un plan para salvarnos de la condenación,

del juicio justo que él ha dispuesto, cuando ese día llegue, ¿quien se

podrá mantener en pie por su propia justicia? Dios nos saca de esa

situación precisamente a través del evangelio.

Fin de la introducción y parte 3

21



¡La parte anterior a este comentario, terminó hablando del

regalo que es "el evangelio" para los hombres! y aunque no quiero

entrar en detalles para no repetir lo anteriormente dicho, es necesario

el de comenzar la parte 4 con algunas reflexiones sobre el último punto

de la parte 3, leamos nuevamente:

Romanos 1:15-17

Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio

también a vosotros que estáis en Roma. Porque no me avergüenzo del

evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que

cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio

la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el

justo por la fe vivirá.

Una de las razones que Pablo tuvo para mencionar o reflexionar

en este tema del evangelio, es porque posiblemente como hoy, muchas

personas que lo han obedecido, entienden el proceso de imitar la

muerte de Cristo en la cruz, y de su sepultura y de su resurrección de la

muerte, a través de la inmersión por fe, y de nuestra decisión de dar

muerte al hombre viejo, salimos de ella, es decir de las aguas, siendo un

hombre nuevo. El bautismo, que es el comienzo por el cual comienza la

obediencia a la verdad de la que hablan las escrituras es el comienzo a

un nuevo estado físico y espiritual. Lo que sucede es que muchos no

profundizan este concepto, aunque hoy día nos es realmente fácil

comprar una Biblia y leer sobre un determinado tema, en la época en

que Pablo escribe esta epístola, no todo el mundo tenía pleno acceso a

la información, Pablo de esta manera, les explica lo que por ahí en algún

momento alguien careció del total conocimiento para explicarlo. El

poder de Dios para salvar al hombre se encuentra precisamente en "el

evangelio" El poder que nos libera de una vida sin esperanza, El, esto es

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Dios, mediante el evangelio, nos libró del dominio de las tinieblas y nos

trasladó al reino de su Hijo amado, Colosenses 1:13.

Muchos hacen mucho énfasis en la inmersión, pero Pablo hace el

énfasis en lo que es lo más importante, o al menos lo que posiblemente

estos hermanos hayan necesitado de saber. El poder de Dios para poder

salvar al hombre de la ira de Dios para salvar a todos los hacedores de

injusticias, se encuentra manifestado en el evangelio!

¿Pero que es el evangelio? y esto es posiblemente el motivo por el cual

Pablo escribe a los cristianos en Roma.

El evangelio, es el poder para salvar. Pero este, es un poder condicional.

No salva a aquel que no está dispuesto a aceptarlo mediante la fe y la

obediencia. Como lo veremos más adelante, esta obediencia que

demanda el arrepentimiento, la confesión de Cristo, y la inmersión en

Cristo para perdón de pecados.

El poder del evangelio para salvar a la humanidad y rescatarnos

de la culpa y la condenación del pecado es el tema principal, y es más

que evidente que este es el tema del libro.

Porque sin este poder, por más cosas que queramos hacer, por mas

meritos que intentemos conquistar, por más esfuerzos que uno ponga

por luchar contra su propia voluntad, el hombre carnal es incapaz de

sostenerse como justo ante la presencia del Dios soberano de las

alturas, por más ánimo que el apóstol nos quiera dar, por mas

enseñanzas que estemos deseosos de aprender, sin este poder, el

hombre vivirá sin ninguna duda sin esperanza.

El Señor, mediante la pluma de Pablo, sigue revelándonos todo lo

concerniente al evangelio y así leemos en:

Romanos 1:17, leemos:

23


“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe,

como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”

La justicia de Dios, punto por donde todo posiblemente haya

comenzado, tema que menciona Pablo y es en sí una de las

características especiales de Dios.

Si Dios no es justo, no podría ser un Dios santo e incapaz de

cometer un error de juicio, por lo tanto así como debe de haber premios

también debe de haber castigos, esto es esencialmente parte de ser

justo, por eso es que la palabra dice que Dios es amor y también fuego

consumidor. Esto es precisamente lo que se nos revela en Romanos.

Esta justicia se revela por fe. Es decir, uno recibe la justicia de

Dios a través de la fe bíblica. Esa fe, como nos lo va a revelar la palabra,

es una fe que abarca todo lo que es necesario para agradar a Dios, esto

incluye la obediencia. Pero, no solo es el hecho que esta justicia, se

recibe por la fe, el hecho es que este sistema de salvación fue

establecido por Dios, por su poder y por su sabiduría.

«por fe y para fe.» de Romanos 1:17 señala el pensamiento del

hombre a examinar donde se origina esa fe, esto es Dios, y que es lo que

debemos de hacer acorde a esta misma fe. En Hebreos 11 se hace una

referencia práctica a lo que significa "por fe y para fe" en Hebreos 11:4

leemos que: Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que

Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios

testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.

Este es el mismo razonamiento del profeta Habacuc quien en

2:4, el profeta da consuelo a los judíos perseguidos por sus enemigos,

los caldeos, diciendo, «mas el justo por su fe vivirá.»

Los israelitas tuvieron que confiar en Dios quien iba a ser el que

los rescataría. El principio general que «el justo por la fe vivirá.» como

24


podemos comprender, no es algo que se origino, o comenzó con el

Profeta Habacuc, sino que por medio de hebreos entendemos que este

concepto es tan antiguo como el hombre mismo. Pues los ejemplos de

Hebreos, comienzan por Abel.

Por fe y para fe es muy bien ilustrado por Hebreos 11.

Por la o por tener fe, Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y

no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto,

tuvo testimonio de haber agradado a Dios.

Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas

que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se

salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la

justicia que viene por la fe.

Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar

que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.

Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para

concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que

era fiel quien lo había prometido.

El pasaje de Hebreos 11:30 parece darnos la clave de lo que por

fe y para fe significan. Por la fe cayeron los muros de Jericó después de

rodearlos siete días. Los muros cayeron porque los israelitas tuvieron fe

en la promesa de Jehová y tal como lo habían hecho rodearon la muralla

siete veces. Obedecieron y actuaron conforme a la fe que tenían en la

palabra de Dios.

El justo, no es o se trata de cualquier hombre bueno, "el justo"

se refiere a aquel que está sujeto por Dios, en esta época, la sujeción es

de acuerdo a la obediencia del evangelio, en ella nuestro corazón es

circuncidado y de esta manera portamos la justicia de Dios.

25


Así en Romanos 1:18-19, Pablo sigue escribiendo:

«Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda

impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la

verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se

lo manifestó».

¡El hecho de que el Creador y el Soberano del Universo esta encendido

en ira por nuestras rebeliones deben de inspirar el temor en el corazón

de cada uno!

La biblia con frecuencia habla de la ira de Dios. Se encuentra esta idea a

través de todo el Antiguo Testamento, y por supuesto que se encuentra

además en el Nuevo Testamento. Dios no ha cambiado. Dios es Dios de

bondad, de amor, de piedad y de la misericordia más grande que el

hombre pueda llegar a conocer, sí de esto no hay ninguna duda. Pero,

también nuestro creador es Dios de ira. Tenemos que entender que la

ira de Dios no refleja una emoción negativa como el enojo, como por

ejemplo, lo que nosotros mismos sentimos cuando algo va en contra de

nuestros deseos mezquinos. No, en la biblia, la ira de Dios es algo

mantenido por la Santidad de Dios. Dios es santo y puro. Por lo tanto,

no puede tolerar el pecado, la rebelión, contra su voluntad. Es un

concepto legal más que emocional. Entonces volviendo a Romanos 1:19,

Pablo afirma que hay algo que Dios ya ha manifestado. ¿Qué es eso?

Sigue aclarando el punto en el versículo 20:

«Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen

claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por

medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.»

Fin de la parte 4

26



Hemos dejado el estudio anterior en donde Dios manifiesta al

hombre que no tiene excusa por no adorarle.

Retomemos el estudio desde el pasaje de Romanos 1:18-20,

"Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e

injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque

lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó,

Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen

claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por

medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa."

Lo referente a Dios, en cuanto se refiere a lo que no podemos ver de él,

esto es lo que de Dios en cuanto a sus características propias podemos

conocer, se contrasta con las cosas visibles de los dioses falsos, los

ídolos de todo tipo, adorados por el mundo pagano.

Estos, se contrastan con el eterno poder y deidad del Dios creador del

Universo.

¿Cómo se conocen estas características de Dios siendo este invisible a

nuestros ojos?

La biblia dice en este texto que "se hacen claramente visibles desde la

creación del mundo."

Nadie ha visto nunca a Dios, algunos pocos hombres en la

historia de la humanidad han podido ver su Gloria, pero hay cosas, de

los que nuestros ojos pueden dar testimonio, ciertas características de

Dios pueden apreciarse por las obras de la misma creación. Los

atributos de Dios desde la creación, ya se han podido inferir, es decir se

27


han podido descubrir al hombre, y en ese sentido, son visibles para la

mente. Es por eso que Pablo lo expresa de esta manera.

"siendo entendidas por medio de las cosas hechas."

Lo que se puede ver mentalmente es lo mismo que decir, puede ser

entendido por la mente. Este es también un medio de entender las

cosas, porque viene mediante las cosas hechas.

El eterno poder de Dios se ve, por ejemplo, a través de la existencia del

cosmos o lo que algunos conocen como universo.

Preguntas como… cuando nació el universo o como se origino todo lo

que nos rodea, han sido preguntas que han captado la imaginación y la

mente del hombre desde tiempos antiguos.

Esto es lo que hace que Dios sea Dios, Dios es un ser que nunca nació,

no tiene origen, siempre existió, y según el mismo, El es el creador de

todo lo que nos rodea, esto es lo que le hace «Dios», y sean las cosas

que podemos ver, la esencia que define su cualidad de ser Dios, es

visible en cierta manera o forma y es entendido por las cosas hechas.

Todo el mundo tiene acceso a esa información, no solamente los judíos

o el pueblo de Dios de hoy en día.

No habrá ninguna tribu, ni raza, ni cultura en el mundo, que podrá decir

en el día del juicio, "pero, Señor, no me has dado la evidencia adecuada

para reconocerte y adorarte,"

Es por esta razón o motivo que Pablo guiado por el Espíritu Santo,

escribió en Romanos 1:20,

«de modo que no tienen excusa.»

28


El mundo está dividido en los que reconocen a Dios como el

único creador, y los que creen que todo se ha hecho por casualidad,

pero nosotros sabemos que hay un Dios.

Podemos ver la complejidad y la majestad del mundo físico que

nos rodea y concluir que existe Dios, que no puede haber una creación

de la magnitud o grandeza del universo, sin un diseñador.

De hecho, de acuerdo con el record bíblico, una vez en el

pasado toda la humanidad se dio cuenta de la existencia de Dios. Todos

hemos descendido de una pareja, Adán y Eva. Ellos no podían negar la

existencia de Dios, lo mismo en el tiempo de Noé, ¿qué duda pudieron

haber tenido los descendientes de Noé de que todos los hombres hayan

procedido luego de su familia?

Todos los hombres en la actualidad descienden de Sem, Cam, y

Jafet (Génesis 9). Así que posiblemente lo que haya dejado a fuera de

esta realidad que Dios existe, es que los hombres hayan decidido

olvidarlo, porque no querían estar sujetos a él. El hombre dejo a Dios en

el olvido por perseguir sus propios deseos.

Porque esto es lo que podemos apreciar continuando con la lectura.

Así Pablo se refiere a este hecho en Romanos 1:21-23,

"Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios,

ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y

su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron

necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de

imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles."

Esa es una descripción muy adecuada de la evolución

del politeísmo o de la creencia de muchos dioses de un monoteísmo

original, el cual no tuvo dudas en el principio, pues ¿quien le negaría a la

29


primera pareja la existencia de un creador? Cuando uno rechaza la

primera premisa de todo pensamiento, que es, Dios existe, el hombre

caerá en conflicto consigo mismo y se le oscurecerán los pensamientos,

se envanecerá en sus razonamientos. Todo lo demás no tiene sentido si

prescindimos de la premisa más importante, o el fundamento de todo.

Solo hay un Dios. Una vez rechazada esa proposición, ninguna postura

es consecuente, incluso el ateísmo y el politeísmo.

Romanos 1:24 explica cómo, cuando el hombre se olvida de Dios, no

solamente cae en la idolatría y las falsas religiones, sino también cae en

la inmoralidad sexual. Por la inmundicia y las concupiscencias

deshonraron entre sí sus propios cuerpos.

Cualquiera que practica el sexo antes o fuera del matrimonio, deshonra

su propio cuerpo.

El versículo 25 añade como dieron culto a las criaturas antes que al

Creador. ¿Por qué? Porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira.

El versículo 26 al fin del capítulo uno de Romanos demuestran o

exponen como ese cambio de la verdad de Dios por la mentira, les

conduce a practicar todo tipo de inmoralidad, incluso el

homosexualismo.

Así dice, "por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun

sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza."

Esta, no es una práctica innocua, inofensiva o inocente. Para nuestro

creador es algo desagradable. Es una abominación. Dice,

"y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la

mujer, se encendieron en su lascivia uno con otros, cometiendo hechos

vergonzosos, hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la

retribución debida a su extravío" (Romanos 1:27).

30


La carta a los Romanos capítulo 1 sigue explicando cómo el mundo

antiguo de los gentiles no aprobó tener en cuenta a Dios y por tanto se

rebelaron contra la voluntad de Dios.

Este capítulo de Romanos es muy importante, pues comienza

demostrando como los gentiles, es decir el no-judío, pecaron contra

Dios. En el próximo capítulo de romanos, Pablo, demostrará como los

judíos en sí mismos pecaron contra Dios. Como veremos más adelante,

el pecado es la transgresión de la ley de Dios (1 Juan 3:4).

Entonces, hasta los gentiles en sí mismos infringieron la ley de Dios. Es

cierto que hubo una ley a la cual todos estaban sujetos, porque Pablo

dirá en Romanos 4:15, "pero donde no hay ley, tampoco hay

transgresión." Por lo tanto, Dios tenía una ley además para los gentiles.

Esa ley no fue la ley de Moisés la cual fue dada solamente para los

judíos (Romanos 2:14).

A lo mejor esta ley, fue una ley que se remontaba a la edad

patriarcal, como la ley bajo la cual vivía Adán, Noé, y hasta Abraham.

Pero, el punto es que hubo una ley.

Esta ley fue establecida por el mismo Jehová a todos los hombres

comenzando por Adán, si comieses de este árbol ciertamente morirás le

dijo en Génesis 2:17

La desobediencia a la ley divina de Dios produce la muerte espiritual,

esta es la muerte segunda o muerte eterna.

La diferencia es que hoy día no estamos bajo la ley de Moisés, aun Dios

todavía tiene una ley, pero esa ley es singular. No hay una ley para el

judío y otra ley para el gentil.

Romanos 3:22 dice "porque no hay diferencia." Esta ley es la ley de

Cristo (1 Corintios 9:21), el evangelio. En ella también Dios refleja su

31


voluntad. Es por eso que debemos de escuchar las palabras de Cristo

(Juan 12:48), la palabra que nos juzgará en el día postrero. Es la ley

escrita en los libros que van a ser abiertos (Apocalipsis 20:12).

Ud. que está oyendo y yo, hemos violado esa ley. Para tener el perdón

de Dios, tenemos que creer en Cristo, arrepentirnos de esos pecados,

confesar a Cristo, y ser bautizados para perdón de los pecados. Gracias,

y hasta la próxima.

Fin de la parte 5

32



Como hemos podido apreciar en el capítulo 1 hasta ahora,

Pablo habla específicamente del problema del pecado. En la sección de

Romanos 1:18-31 el Apóstol habla de los gentiles, y de como ellos,

dejándose llevar por su propia imaginación, se apartaron de Dios.

apartándose de la verdad, la cual realmente nos rodea, se convirtieron

en pecadores de gran manera, cometiendo todo tipo de vicios y

pecados.

Pablo, ilustra con la misma naturaleza, el espíritu del creador y

menciona entre algunos de los delitos cometidos por el hombre la

tendencia a la violencia y la inmoralidad sexual, incluso el

homosexualismo. Termina manifestando públicamente la culpa de toda

la humanidad escribiendo, en Romanos 1:32:

"quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican

tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también

se complacen con los que las practican."

Puede verse la similitud entre los tiempos actuales y el tiempo

en el cual Pablo escribió esta carta. El hombre ha seguido el mismo

camino desde el comienzo de los tiempos.

El tema más destacado aquí en esta sección de la carta es

precisamente el juicio de Dios. Este tema es repetido a través del libro

de Romanos. Y a la verdad, el tema del juicio de Dios es uno de los

temas más repetidos en toda la biblia. Si bien es cierto que, "cada uno

de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo," como expresara luego más

adelante Pablo en Romanos 14:12. y esto será, de acuerdo con sus

prácticas, es decir, según sus acciones. Los paganos fueron (y son)

"dignos de muerte," como escribe Pablo en Romanos 1:32. No podrían

quejarse, en el día de juicio. No podrían decirle a Dios que ellos "no

33


tenían la evidencia suficiente para creer en él, no podrían defender se

de la ira o enojo de Dios" porque el versículo 20 declara que "no tienen

excusa." Las cosas invisibles de Dios se manifiestan por el orden de la

Creación.

Así leemos en Romanos 1:32 hasta 2:9

Saben muy bien que Dios ha decretado que quienes hacen estas

cosas merecen la muerte; y, sin embargo, las siguen haciendo, y hasta

ven con gusto que otros las hagan. Por eso no tienes disculpa, tú que

juzgas a otros, no importa quién seas. Al juzgar a otros te condenas a ti

mismo, pues haces precisamente lo mismo que hacen ellos. Pero

sabemos que Dios juzga conforme a la verdad cuando condena a los que

así se portan. En cuanto a ti, que juzgas a otros y haces lo mismo que

ellos, no creas que vas a escapar de la condenación de Dios. Tú

desprecias la inagotable bondad, tolerancia y paciencia de Dios, sin

darte cuenta de que es precisamente su bondad la que te está llevando

a convertirte a él. Pero tú, como eres terco y no has querido volverte a

Dios, estás amontonando castigo sobre ti mismo para el día del castigo,

cuando Dios se manifestará para dictar su justa sentencia y pagar a cada

uno conforme a lo que haya hecho. Dará vida eterna a quienes,

buscando gloria, honor e inmortalidad, perseveraron en hacer lo bueno;

pero castigará con enojo a los rebeldes, es decir, a los que están en

contra de la verdad y a favor de la maldad. Habrá sufrimiento y angustia

para todos los que hacen lo malo, para los judíos en primer lugar, pero

también para los que no lo son. En cambio, Dios dará gloria, honor y paz

a todos los que hacen lo bueno, a los judíos en primer lugar, pero

también a los que no lo son. Porque Dios juzga imparcialmente.

Al ir leyendo la descripción que Pablo hace del mundo, Pablo

manifiesta la corrupción del mundo de los gentiles, que acaba de

escribir en el capítulo uno. Sería muy probable que un lector judío-

cristiano se hubiera enorgullecido tal vez un poco de no ser como los

34


gentiles. Porque los judíos sabían lo que pensaba Dios respecto a los

pecados de la carne. En cierta manera, los judíos se encontraban en

mejor posición que el mundo pagano y se sentían en cierto manera

mejores o mas santos que los gentiles, Pablo hace un cambio en su

discurso, y se dirige a este mismo grupo de personas y así en Romanos

2:1 Pablo se dirige a los israelitas de esta manera: "Por lo cual eres

inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo

que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo

mismo." Aquí, se trata de la hipocresía de aquellos que juzgan a otros,

mientras ellos mismos practican los mismos pecados que condenan en

otros. El hecho es que tal vez el judío pudiera haberse sentido con

derecho a juzgar al pagano por sus vicios, siendo que el Judío ya conocía

la voluntad de Dios porque juzgaba lo que hacían los demás, sin

embargo ellos hacían lo mismo. Por lo tanto, tampoco tienen excusa.

Es cierto que Jesús había advertido a sus discípulos en Mateo

7:1, con respecto a juzgar a los demás pues él mismo Jesús dijo: "No

juzguéis, para que no seáis juzgados." aun así, muchos ignoran que en el

mismo contexto, en el versículo 5, Cristo Jesús les dijo: "¡Hipócrita! saca

primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja

del ojo de tu hermano." Jesús no dice que nunca sea posible o lícito

para su discípulo sacar la paja del ojo de tu hermano, esta ilustración es

con el propósito especifico de ver nuestros errores antes de ver los de

los demás y trabajar en ellos, para poder así ayudar a otro con el mismo

problema, es decir, el discípulo de Cristo, debe de convencer a su

prójimo que está en el error, a que vuelva al camino correcto. Lo que si

es necesario es que para poder hacerlo correctamente, el cristiano debe

de corregir primero la vida propia de uno. El juicio condenado aquí es el

juicio de la hipocresía. No es verdad que no debemos de juzgar, de

hecho, hay que juzgar en el sentido apropiado, para poder discernir

entre el bien y el mal, y para advertirles a otros acerca de lo mismo. Por

eso, Jesús dijo en Juan 7:24, «No juzguéis según las apariencias, sino

35


juzgad con justo juicio.» No debo de juzgar de acuerdo con mis propios

criterios, o según "a mí me parece," sino de acuerdo con la norma

objetiva de la Palabra de Dios.

Por lo tanto, Pablo no le está criticando al judío en nuestro texto

de Romanos 2 por juzgar al pagano en sus vicios, sino por juzgar

hipócritamente, puesto que él mismo estaba haciendo esos pecados

también. Como escribirá luego en los versículos 21-23, "Tú, pues, que

enseñas a otro, ¿no enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha

de hurtar, ¿hurtas? Tú qué dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras?

Tú que abominas a los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de

la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?"

Romanos 2:2 dice que "el juicio de Dios" es "según verdad." La verdad

es la Palabra de Dios (Juan 17:17). En Romanos 2:3-4 Pablo recrimina o

reprocha al judío por su hipocresía, "tú que juzgas a los que tal hacen, y

haces lo mismo, ¿crees que tú escaparás del juicio de Dios?" Tal

hipocresía es una forma de menospreciar la benignidad o bondad de

Dios que nos guía al arrepentimiento (v. 4). En el versículo 5, se

menciona el juicio venidero nuevamente, y añade en el versículo 6, "el

cual pagará a cada uno conforme a sus obras."

Lamentablemente, este versículo, y varios otros así en Romanos

y en las otras epístolas, se han convertido en un obstáculo para muchos

personas, a la verdad no es que lo sean, pero muchos no pueden

entender o comprender cómo el apóstol Pablo, proclama la

justificación por la fe y al mismo tiempo afirma que seremos justificados

por nuestras obras, me pregunto, en el libro de Romanos, ¿Qué clase de

obras son estas? Estas obras, no son puras tareas que a uno se le da

para que cumplan, sino que son las obras producidas por la fe, estas

obras son las que nacen del corazón, del hombre renacido por el

Espíritu.

36


Estas obras, no son cualquier tarea, las cuales son si obras humanas,

pero Dios en su sabiduría dice "Dios pagará a cada uno conforme a sus

obras" El evangelio ha sido revelado para que se obedeciese, las obras

de un corazón circuncidado no son obras humanas, sino obras de Dios.

Algunos están en contra de la misma palabra. Tan fuertemente

se han agarrado a conceptos humanos, que no les permite ver los otros

principios y los otros textos que claramente demuestran que la base de

la salvación no será la fe solamente, sin ningún otro acto de obediencia

(Santiago 2:24.)

Claro que no seremos salvados por nuestras obras. ¿Por qué?

Porque, como Pablo está demostrando en los primeros tres capítulos de

Romanos, todos hemos pecados (Romanos 3:23)

¡No hay justo, ni aun uno! romanos 3:10

Fin de la parte 6

37



En las lecciones anteriores, hemos analizado los primeros dos

capítulos y hemos visto que el apóstol Pablo comenzaba anunciando su

tema en Romanos 1:16 y 17, la justificación por fe viene a través del

evangelio, que es el poder de Dios para salvar a los hombres, y a partir

de esta declaración, iniciamos una discusión de la corrupción espiritual

del mundo gentil. Pablo, habla en Romanos 1:18-20 de las evidencias

abundantes de la existencia de Dios que quitan toda excusa del hombre

por su desobediencia.

A pesar de tal evidencia, el mundo gentil ha seguido en su

camino apartándose del Creador, y abundando en todo tipo de vicio y

de pecado se entregan a sus propios placeres. Los gentiles, se han

convertido en pecadores motivados simplemente por sus deseos

carnales. Los judíos que se enorgullecían de su llamado, y de la relación

que tenían con Dios, se sentían superiores y miraban con desprecio a los

gentiles por considerarlos grandes pecadores, pero Pablo, demuestra

como ellos mismos también habían pecado, y así lo manifiesta en el

capítulo 2 de Romanos. Así está escrito:

"Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que

juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú

que juzgas haces lo mismo" (Romanos 2:1).

Claro que no seremos salvados por nuestras obras. ¿Por qué?

Porque, como Pablo está demostrando en los primeros tres capítulos de

Romanos, todos hemos pecados (Romanos 3:23) y la paga del pecado es

la muerte (Romanos 6:23). Un pecado es suficiente para condenarme o

llevarme a juicio. Pero, a la verdad, ni un millón de buenas obras

pueden salvarme, aun si solo contáramos con un único pecado, pecar

una vez es suficiente para estar condenado. No pesan las obras buenas

más que las malas obras. Entonces, si lo bueno no quita lo malo…

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estamos sin esperanza! Nadie puede ganar su salvación como asunto de

mérito o de deuda. Aun así, muchos equivocadamente piensan de esta

manera, a la verdad, la biblia habla claramente de la necesidad de la

obediencia y es cierto que seremos juzgados por nuestras acciones, y no

solamente a base de la fe sola. Romanos 2:7-8 explica, "vida eterna a los

que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,

pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad"

Hay que elegir, hay evidentemente entre dos caminos: ¿a cuál

obedeceremos? ¿La injusticia? o ¿la verdad? ¿Cómo puede uno

obedecer a la verdad? Puesto que la palabra de Dios es la verdad (Juan

17:17), entonces es por obedecer la palabra de Dios, y precisamente,

esa palabra ahora se encuentra en la biblia (2 Timoteo 3:16,17). Es por

cumplir las cosas mandadas en la biblia.

"Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y

reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud,"

En romanos 2:9-11 leemos: "Habrá sufrimiento y angustia para

todos los que hacen lo malo, para los judíos en primer lugar, pero

también para los que no lo son. En cambio, Dios dará gloria, honor y paz

a todos los que hacen lo bueno, a los judíos en primer lugar, pero

también a los que no lo son. Porque Dios juzga imparcialmente." Dios

no nos va a castigar o a premiar por cosas que no sabemos, Dios ha

revelado su voluntad, es por eso que no es imparcial.

En Romanos 2:12-16, Pablo explica como el judío tampoco tiene

excusa porque es desobediente, porque todos los que pecan serán

condenados, incluso aquellos que pecan fuera de la ley de Moisés, y

aquellos que pecan bajo la ley de Moisés. Pablo no afirma que existe

hoy en día una segunda ley para los gentiles, sino que lo que Pablo está

diciendo es que "el judío no tiene ninguna ventaja, al tener la ley de

Moisés, y no cumplirla, comparado al gentil que al no tener la ley de

39


Moisés, cumple las cosas escritas en la ley. Por supuesto, veremos que

los dos están perdidos. Los gentiles no viven perfectamente bien, aun

de acuerdo con la ley escrita en el corazón.

La revelación es que El plan de Dios era el de unir a todos los

hombres en Cristo, esto se ve claramente cuando se lee la carta a los

efesios, es decir, Pablo esta refiriéndose a estos dos pueblos, tanto el

uno como el otro, y el mensaje es que ambos, no pudieron sostener una

vida santa por sus propios medios, unos porque la rechazaron, los otros

porque sabiendo lo que significa santidad, no la pudieron sostener, se

perdieron también en sus propias debilidades. Por eso más adelante

Pablo revela la verdad que todos debemos de reconocer.

Leamos Romanos 2:17-29

"Tú te llamas judío, confías en la ley de Moisés, y estás orgulloso

de tu Dios. Conoces su voluntad, y la ley te enseña a escoger lo mejor.

Estás convencido de que puedes guiar a los ciegos y alumbrar a los que

andan en la oscuridad; de que puedes instruir a los ignorantes y orientar

a los sencillos, ya que en la ley tienes la regla del conocimiento y de la

verdad. Pues bien, si enseñas a otros, ¿por qué no te enseñas a ti

mismo? Si predicas que no se debe robar, ¿por qué robas? Si dices que

no se debe cometer adulterio, ¿por qué lo cometes? Si odias a los

ídolos, ¿por qué robas las riquezas de sus templos? Te glorías de la ley,

pero deshonras a Dios porque la desobedeces. Con razón dice la

Escritura: "Los paganos ofenden a Dios por culpa de ustedes." Es cierto

que, a quien obedece a la ley de Moisés, la circuncisión le sirve de algo;

pero si no la obedece, es como si no estuviera circuncidado. En cambio,

si el que no está circuncidado se porta según lo que la ley ordena, se le

considerará circuncidado aun cuando no lo esté. El que obedece a la ley,

aunque no esté circuncidado en su cuerpo, juzgará a aquel que, a pesar

de tener la ley y de estar circuncidado, no la obedece. Porque ser judío

no es serlo solamente por fuera, y estar circuncidado no es estarlo

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solamente por fuera, en el cuerpo. El verdadero judío lo es

interiormente, y el estar circuncidado es cosa del corazón: no depende

de reglas escritas, sino del Espíritu. El que es así, resulta aprobado, no

por los hombres, sino por Dios."

Pablo muestra como el judío no tiene excusa, porque él se

deleita con la ley, mas sabe que no puede cumplirla totalmente, muchos

de ellos se creían que por cumplir lo externo, es decir los sacrificios y

reglas como el lavado de las manos, eran sumamente obedientes.

Pablo, revela lo que si importa para Dios, la circuncisión que realmente

vale es la del corazón. Ahora, el judío no tiene superioridad sobre el

gentil simplemente por tener la circuncisión. El punto es que ambos

tienen que obedecer la verdad. Y hoy día, eso es el evangelio.

El judío no fue criticado porque intentó discernir entre el bien y

el mal, sino porque juzgaba a otro siendo culpable él mismo de los

mismos pecados. Entonces, Pablo concluye en Romanos 2 diciendo que

no es el judío el que lo es en lo exterior, sino en lo interior (versículo

29). Esto abre la puerta para anunciar más tarde que la justificación del

hombre no viene por la ley de Moisés, el Antiguo Testamento, el cual

fue dado a los Israelitas, sino por la fe en Cristo Jesús.

Entonces en este punto, surge una pregunta: si el judío que

peca no es mejor en la vista de Dios que el gentil que peca, ¿por qué

tuvo Israel un lugar especial una vez en el plan de Dios?

Pablo comienza el capítulo 3 de Romanos con esta pregunta:

"¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿O de qué aprovecha la

circuncisión?" (Versículo 1). Y contesta en el verso 2: "Mucho, en todas

maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de

Dios." esto se refiere al hecho que Dios les había entregado a los

Israelitas la ley de Moisés, una ley escrita en las páginas del Antiguo

Testamento, es decir, los libros del Génesis hasta Malaquías. Esta ley ha

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sido una bendición al mundo, a pesar del hecho que ahora, bajo el

Nuevo Pacto de Jesucristo, esa ley ha sido abrogada (Colosenses 2:14).

Pablo hablará del hecho que la ley de Moisés ya no sirve como una ley

vigente de Dios para la humanidad (en Romanos 7:1-6). No obstante,

esta ley de Moisés, el Antiguo Testamento, es todavía provechosa para

el hombre, a pesar del hecho que no está sujeto a esa ley como tal.

Pablo escribirá, por ejemplo, en Romanos 15:4, "Porque las cosas que se

escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que

por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza."

Los hombres y sus historias en el antiguo testamento, son la

evidencia contundente del poder de Dios, el cual obro en ellos en

momentos difíciles, el mismo poder obrara también en nosotros. Si

tenemos realmente fe, y caminamos por esa misma fe en obediencia.

Fin de la parte 7

42



Romanos capítulo 3

¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿O de qué aprovecha la

circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les

ha sido confiada la palabra de Dios. ¿Pues qué, si algunos de ellos han

sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios?

De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre

mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras,

Y venzas cuando fueres juzgado. Y si nuestra injusticia hace resaltar la

justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo?

(Hablo como hombre.) En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo

juzgaría Dios al mundo? Pero si por mi mentira la verdad de Dios

abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador? ¿Y por

qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación

es justa, afirman que nosotros decimos): Hagamos males para que

vengan bienes?

¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera;

pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo

pecado.

Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No

hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es

su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de

sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se

apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus

caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante

de sus ojos. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que

están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede

bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano

43


será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el

conocimiento del pecado.

Pablo comienza el capítulo 3 de Romanos preguntado: "¿Qué

ventaja tiene, pues, el judío? ¿O de qué aprovecha la circuncisión?"

(Verso 1), y se contesta a sí mismo en el verso 2: "Mucho, en todas

maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de

Dios." esto, por supuesto, se refiere al hecho de que Dios les había

entregado a los Israelitas la ley de Moisés. Sin embargo, las cosas que se

escribieron antes no nos guían en la actualidad como una ley vigente.

Hoy no practicamos sacrificios de animales, el sacrificio fue hecho, una

vez y para siempre, así está escrito en Hebreos 10:12 hablando de Jesús

la palabra dice: "pero El, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los

pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios", con el nuevo

pacto, o por medio del nuevo pacto, hecho en la sangre de Cristo Jesús,

ya no estamos bajo esa ley antigua, sino bajo la ley del Espíritu de vida

en Cristo Jesús (Romanos 8:1).

Siguiendo en Romanos 3 verso 3 y 4 la biblia dice: "¿Pues qué, si

algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula

la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y

todo hombre mentiroso: como está escrito: Para que seas justificado en

tus palabras, y venzas cuando fueres juzgado" (en esto se encuentra a

Pablo dando cita al Salmo 51:4).

"que nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios", esto no

quiere decir que Dios es injusto, y esto no implica que debamos de

seguir en el pecado para hacer abundar la gracia de Dios, como algunos

quizás alegaran. Hay un principio encerrado en este pensamiento, el

relativismo no es bíblico, eso de "hagamos males para que vengan

bienes" (Romanos 3:8) no es lo que el espíritu del evangelio desea

transmitir. Siempre es malo hacer males; nunca llegara a nosotros el

bien cuando hacemos el mal. EL mal no existe para que se vea el bien,

44


el mal no es necesario para que se puedan ver las buenas obras. Dios no

proporciona ocasión para que el mal salga a la luz, y de esa manera el

bien gane todo los meritos.

El apóstol revela por las pruebas que viene dando desde el

comienzo de la carta que el hombre es culpable de rebelión ante Dios.

El punto al que quiere llegar es el de la culpa universal de la humanidad,

ambos gentiles y judíos. De esta manera escribe en Romanos 3:9:

“¿Qué, pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera;

pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo

pecado.” Pablo cita del antiguo testamento en los versículos 10 al 18

una serie de pasajes que muestran que toda la humanidad está culpable

delante de Dios.

Así lo revela la escritura: No hay justo, ni aun uno, no hay quien

entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se

hicieron inútiles. No hay quien haga lo bueno, ni siquiera uno. Sepulcro

abierto es la garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay

debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus

pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay

en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios

delante de sus ojos.

Pablo resume este pensamiento de los salmos 14:3; 53:1-3;

140:3; salmos 10:7 Isaías 59:7-8 y Salmo 36:1

El pasaje de Romanos 3:20 es un versículo clave en lo que se

refiere al total o completo mensaje de la carta. Así dice: ya que por las

obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque

por medio de la ley es el conocimiento del pecado.” La “ley” aquí es la

ley de Moisés, el Antiguo Testamento. Nadie pudo haber sido salvado

por esa ley porque nadie pudo guardar esa ley perfectamente bien o

mejor dicho en su totalidad todo el tiempo. Solo una falta o delito es

45


necesario para ser declarado injusto, y es lo suficiente para condenar a

uno que está bajo la ley.

Los judíos por supuesto que lucharon para guardar la ley, y es

evidente que algunos más que otros trataron de hacerlo. Pero, a pesar

de su piedad, a pesar de su sinceridad, y a pasar de su devoción a la ley,

todos faltaron o fallaron en algo. Una falta en ese sentido, cualquiera

que sea es un pecado, Así dice el apóstol Juan: porque el pecado es

infracción de la ley (1 Juan 3:4).

Por lo tanto, solo por una falta, estaban ya condenados. Es

como explica Santiago 2:10, “Porque cualquiera que guardare toda la

ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.”

Entonces, no es posible ser salvo por medio de guardar la ley

como tal. Sin la misericordia de Dios, sería imposible ser salvo.

Ahora, volviendo al texto, Pablo escribe en Romanos 3:21-23: “Pero

ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada

por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en

Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por

cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.”

Es muy triste darse cuenta de esa realidad. Todos pecaron.

Todos hemos pecado, y todos pecamos. Es posible que Ud. Haya

revisado su vida y que Ud. no vea nada en ella que merece la muerte

eterna. Lamentablemente no hay grados de pecados, esto es lo que a

todos nos gustaría, algunos pecados se ven menos terribles que otros, Si

entendiésemos qué es el pecado, acorde a la palabra de Dios y no a lo

que nosotros pensamos o creemos entenderíamos la tragedia que en él

se encierra. El pecado es la infracción de la ley de Dios como lo dijimos

anteriormente. (1 Juan 3:4).

46


Cualquier infracción de hasta el punto más pequeño, como

nosotros solemos de medir los delitos, es suficiente para condenarnos

porque es una violación de la ley, o sea, la voluntad del Creador del

Universo. Nosotros no queremos pensar en cuán malo es nuestro

pecado. Pero Dios tiene un punto de vista del pecado desde la

perspectiva de la eternidad. Dios sabe que cada infracción de su ley es

tan terrible que merece la muerte eterna, como Pablo nos revelara más

adelante en Romanos 6:23

Por la gracia de Dios, Cristo se presento a sí mismo como la

propiciación de nuestros pecados (Romanos 3:25). El pagó la deuda. El

ganó la salvación, pero esta gracia, es una salvación condicional, y

depende directamente de la fe y la obediencia. Somos salvos por la fe.

Pero la fe que no cumple con las condiciones de Cristo para entrar en él

no es la fe. La biblia no enseña que la salvación es por la sola fe en

Cristo.

Parece que para muchos la obediencia es solo algo mas, como

una opción. La fe que salva es la fe en Cristo que está dispuesta a

obedecer los mandamientos de Cristo.

Jesús nos dijo, “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan

14:15). Esta manera de interpretar la palabra en forma global se ajusta

perfectamente con la doctrina de la justificación por fe. Somos salvos

por la fe, es cierto, ¿quién podría negarlo?, pero es una fe viva y activa

como nos lo enseña Santiago, en Santiago 2:24.

Puesto que todos hemos pecados, Romanos 3:23, y puesto que

la paga del pecado es la muerte, Romanos 6:23, hay que ejercer una fe

obediente en el Cristo.

Fin de la parte 8

47



Romanos 3:28; 4:3

Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la

ley. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los

gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él

justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de

la incircuncisión. ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna

manera, sino que confirmamos la ley. ¿Qué, pues, diremos que halló

Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue

justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios.

Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado

por justicia.

En Romanos capítulo cuatro, el apóstol Pablo es guiado por el Espíritu

de Dios a escribir lo que podemos considerar una de las tesis más

importantes en el cristianismo, y es concerniente específicamente a la

justificación por la fe.

En nuestros estudios previos, hemos notado como en Romanos 1 se

anuncia el tema del libro, la justificación por la fe que viene mediante el

evangelio, y la depravación moral del mundo gentil. En el capítulo dos,

Pablo, se dirige a los judíos para demostrar que ellos mismos estaban

también, bajo la condenación del pecado.

En el capítulo tres, se hace un resumen de cómo todo el mundo,

gentiles y judíos, han pecado y están destituidos de la gloria de Dios (v.

23).

En el versículo 28, Pablo escribe entonces:

"Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de

le ley."

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El contraste aquí es entre el sistema de justificación por fe, y el sistema

de justificación por las obras de la ley, atención que está hablando

específicamente sobre la ley de Moisés, porque esa fue específicamente

la ley a la cual acudieron los judíos y por la cual se jactaron. Este

versículo 28 del capítulo tres sirve de base para nuestro estudio del

capítulo cuatro, porque aquí, podremos observar, en primer lugar,

como Abraham fue el ejemplo de cómo el hombre es justificado por fe

sin las obras de la ley (3:28). Este punto, se introduce especialmente en

Romanos 4:1-3.

Pablo comienza el capítulo cuatro de Romanos preguntándose

retóricamente, "¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre

según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene

de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura?

Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia» (1-3).

En aquel entonces, muchos maestros de origen judaico intentaron hacer

una mezcla de estos dos pensamientos diferentes y opuestos. Por

supuesto, no era la intención de ellos, posiblemente, pero surgieron en

la iglesia y perturbaron por un tiempo el ánimo de los santos.

El problema de culturas se torno en un problema religioso, más que

nada, el problema que en algunos lugares llego a ser grave. Los

judaizantes, o sea, algunos de los maestros de la Ley que entendieron y

aparentemente comprendieron el mensaje de Cristo, alegaron que el

hombre gentil (convertido del paganismo) tenía que conformarse a la

ley de Moisés, es decir "el Antiguo Testamento, para ser salvo." Pablo se

opuso a esta doctrina por todo medio posible.

La idea de los judaizantes es el trasfondo para la discusión que tenemos

por delante en Romanos 4. Pablo está demostrando que los judaizantes

estaban equivocados cuando alegaron que era necesario ser

circuncidado para la justificación.

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Les recuerda que su propio padre, Abraham, fue justificado por la fe

antes de recibir el pacto de la circuncisión y Cita del Génesis 15:6 que

explica que cuando Abraham oyó la promesa otra vez de recibir un hijo

por Sara, su esposa ya estéril, "Creyó Abraham a Dios, y le fue contado

por justicia."

Lo más interesante de todo esto es que este hecho, sucedió ya cuando

Abraham estaba pasado de años.

Hoy en día muchos se confunden en estos textos por no prestarle

atención al contexto completo de la discusión. Existen ciertas doctrinas

religiosas que promueven que el pecador aun ajeno de Cristo puede

recibir la justificación por la fe solamente, aparte de ninguna acción de

obediencia, o aparte de cualquier esfuerzo o ejercicio del libro albedrío

de parte del ser humano. Pero, eso no tiene sentido. Si fuese así, ¿por

qué no están salvados todos ya, por la gracia de Dios?

Si la salvación no depende de la voluntad humana en ninguna forma,

¿por qué no ha dado Dios la salvación a todos? ¿No es esto realmente

el punto? Si Dios desea que todos lleguemos a ser salvos… ¿porque no

es suficiente con la muerte del hijo de Dios? A la verdad, es que el

hombre, debe de responder al llamado de su creador. Al igual que Dios

tiene su parte en el Hecho de que sin mensaje no habría salvación. De

hecho, la fe en sí misma, es un acto del libre albedrío del hombre y es

una obra. Pablo escribirá luego, "Porque con el corazón se cree para

justicia..." (en Romanos 10:10), y Juan 6:28,29 dice: "Entonces le

dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?

Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que

él ha enviado."

En el contexto del Génesis 15:6 (que Pablo cita en nuestro texto de

Romanos 4:3), Abraham ya fue justificado inicialmente desde hacía

muchos años antes. Esto sólo reafirma como fue justificado

nuevamente por su fe en esta época. Hay que recordar que cuando

Abraham tenía 75 años de edad, "Por la fe Abraham, siendo llamado,

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obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió

sin saber a dónde iba" (así dice Hebreos 11:8).

Esta fe inicial de Abraham no fue "la fe solamente" es decir: sin ningún

otro acto de la obediencia) Por la fe Abraham...obedeció. Esto es

cuando tenía 75 años de edad, Génesis 12:4

Tenía Abraham 86 años al nacimiento de Ismael (Génesis 16:16), y 100

años al nacimiento de Isaac (Génesis 21:5) Varias veces Abraham ejerció

su fe en Dios. Pero, siempre se da por sentado que fue una fe activa y

obediente. Por ejemplo, en Santiago 2:21 nos pregunta, "¿No fue

justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su

hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus

obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura

que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justifica, y fue

llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es

justificado por las obras, y no solamente por la fe" (versículo 24). Por

este acontecimiento mencionado en Santiago, combinado con lo que ya

vimos en el Génesis y Romanos 4, se puede resumir que Abraham fue

declarado "ser justo" por su fe en por lo menos cuatro distintas

ocasiones cubriendo un período de, tal vez, 50 años. No hay ninguna

discrepancia entre Pablo y Santiago sobre esta cuestión de la

justificación. En Romanos 4, Pablo está hablando de las obras de le ley,

pero Santiago 2 está hablando de las obras de la fe. Pablo pone que las

obras sin fe no justifican, pero Santiago pone que la fe sin obras no

justifica. Los dos presuponen la necesidad de la obediencia. Entonces,

cuando Pablo afirma en nuestro texto de Romanos 4:1-3 que Abraham

fue justificado por la fe, no quiso decir que fue justificado sin la

obediencia. El punto es, Abraham no vivía bajo la ley de Moisés. No

trató de ser justificado por guardar perfectamente bien una ley, sino por

obedecer los mandamientos simples dado como condiciones de recibir

la gracia de Dios.

51


El segundo punto mayor que se toma de Romanos 4 comienza en el

versículo 4 Hasta el 5 dice:

"Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como

deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su

fe le es contada por justicia."

Cuando habla aquí de "el que obra", no está hablando de "el que

obedece", sino de "el que obra las obras de la ley de Moisés" para ganar

su salvación, como cuestión de una deuda que Dios le deberá a aquel

que merece la salvación por sus obras nada más. No enseña que es

posible obrar tales obras para ganar la salvación, sino hipotéticamente

hablando—si uno lo hiciera, merecería la salvación por una deuda. Los

fariseos tenían una idea parecida, como también lo tenían algunos

cristianos judaizantes este concepto es erróneo, o no lo es si

pudiésemos cumplir al pie de la letra cada coma y cada tilde de la ley.

Fin de la parte 9

carta a los romanos -...

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