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CARARABO A VEINTE AÑOS… PROBLEMAS ÉTICO-MORALES PRESENTES EN EL CONTEXTO DEL ATAQUE AL PUESTO NAVAL VENEZOLANO DE CARARABO EN EL AÑO 1995 ANTECEDENTES. El 25 de febrero de 1995 un puesto naval de la armada venezolana ubicado en la ribera del río Meta en la localidad venezolana fronteriza de Cararabo fue atacado por un grupo insurgente colombiano provocando la muerte de (08) ocho Infantes de Marina, heridas a otros (04) cuatro y perdidas materiales considerables. Este puesto naval tenía como propósito, entre otras cosas, impedir la acción de la subversión en Colombia en nuestro país y sus efectos colaterales. El río Meta constituye el límite con Colombia en la región sur-occidental del país, y este se caracteriza por ser la principal vía de comunicación durante casi todo el año. Esta dualidad del río favorece la relación entre los habitantes de las dos riberas en un contexto de separación estatal a pesar de los

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Se hace un análisis ético-moral de todos los aspectos que estuvieron subyacentes en el ataque realizado por una unidad del Ejército de Liberación Nacional (ELN) colombiano a una unidad de la Infantería de Marina venezolana en Cararabo al sur del estado Apure desde una perspectiva kantiana

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CARARABO A VEINTE AOSPROBLEMAS TICO-MORALES PRESENTES EN EL CONTEXTO DEL ATAQUE AL PUESTO NAVAL VENEZOLANO DE CARARABO EN EL AO 1995

ANTECEDENTES.

El 25 de febrero de 1995 un puesto naval de la armada venezolana ubicado en la ribera del ro Meta en la localidad venezolana fronteriza de Cararabo fue atacado por un grupo insurgente colombiano provocando la muerte de (08) ocho Infantes de Marina, heridas a otros (04) cuatro y perdidas materiales considerables. Este puesto naval tena como propsito, entre otras cosas, impedir la accin de la subversin en Colombia en nuestro pas y sus efectos colaterales.

El ro Meta constituye el lmite con Colombia en la regin sur-occidental del pas, y este se caracteriza por ser la principal va de comunicacin durante casi todo el ao. Esta dualidad del ro favorece la relacin entre los habitantes de las dos riberas en un contexto de separacin estatal a pesar de los procesos de integracin en curso. Sin embargo, hay que destacar lo siguiente:

Hay una baja densidad poblacional tanto en el lado colombiano como en el venezolano. La presencia de las instituciones estatales es dbil en ambos lados de la frontera. Padecen un bajo grado de desarrollo poltico y econmico.

A esta situacin se agrega que el Estado colombiano padece un conflicto violento de larga data motivado a que grupos insurgentes de ese pas buscan obtener el poder poltico para lograr, segn ellos, una sociedad ms igualitaria. La intensidad de este conflicto es baja, pero el propsito es absoluto[footnoteRef:1]. La explicacin es que, en general, los grupos subversivos son dbiles (con respecto al Estado) y por tal motivo se mantienen a la defensiva en el orden tctico y a la ofensiva en el orden estratgico de acuerdo con pautas establecidas como doctrinaria en lo concerniente a las teoras que se han escrito sobre guerra revolucionaria. Ello significa que en lo tctico no dominan espacio, eventualmente mantienen un cierto grado de control y ejecutan acciones violentas de naturaleza furtiva dada la incapacidad de sostener un enfrentamiento abierto y convencional; el propsito es mantener viva la lucha. En lo estratgico buscan la toma del poder y el cambio poltico[footnoteRef:2], pero para ello racionalizan el tiempo aplicando el principio de adaptacin. [1: Hobbes expres que la guerra no consiste en el acto de luchar sino que tambin es un periodo en que la voluntad de confrontacin violenta es suficientemente declarada. Esta es una conceptualizacin de la guerra como estado. Desde la perspectiva del acto, Clausewitz conceptualiz a la guerra como la continuacin de la poltica con otros medios. En este sentido la fuerza militar es el medio que permite la obtencin del fin poltico doblegando la voluntad del adversario mediante la amenaza o destruccin de su fuerza armada o la ocupacin de una parte de su territorio. Esto presupone que la guerra como un acto, en funcin del objetivo poltico planteado, se mantiene en un rango de racionalidad que apunta a considerar esos fines como limitados. Desde la perspectiva clausewitziana es vital la consideracin del objetivo, los medios disponibles y la voluntad. Estos constituyen los componentes polticos de la estrategia, en conjunto con una trinidad conformada por: la direccin poltica, la conduccin militar y la pasin del pueblo. En este sentido, la pasin del pueblo determinar el alcance del conflicto, puesto que ellos son los que debern soportar los sacrificios, ms an si se tiene presente que, en este caso la guerra es para liberar al pueblo o para generar las condiciones de posibilidad para que puedan alcanzar su felicidad. ] [2: Engels y Lenn fueron los primeros lideres polticos que apreciaron la dimensin poltica de la obra de Clausewitz, al entender que este autor trat de hacer una teora sobre la guerra considerando dos momentos distintos: el primero el de las guerras limitadas del siglo XVIII y de lo que represent la revolucin francesa y las guerras subsiguientes en el panorama poltico europeo y global. Las primeras interpretaciones de Clausewitz consideraron que l favoreci las guerras absolutas promoviendo las guerras totales de inicio del siglo XX, pero los enfoques fueron netamente militares, en cambio los lideres izquierdistas entendieron la visin poltica de la obra de Clausewitz y desarrollaron teoras de la guerra revolucionaria que tendan a la aniquilacin de los sistemas polticos vigentes. Engels y Lenn visualizaron la obra del oficial prusiano desde el punto de vista poltico y, posteriormente Mao Zedong, influido por los primeros, la perfeccion usando como patrn las enseanzas de Lenin y Abd-el-Krim. La idea del aniquilamiento de los sistemas polticos para la creacin de un orden justo sin clases la desarrolla Lenn, la idea de que los combatientes deben ser al pueblo como pez en el agua en un contexto de guerra prolongada (de carcter erosivo) es perfeccionada por Mao en lo que se ha denominado estrategia adaptativa. ]

Este conjunto de hechos ha determinado que el conflicto interno colombiano sea comparado por sus similitudes a la guerra civil que produjo un cambio poltico en China a finales de los aos cuarenta del siglo pasado.

En una guerra civil de carcter revolucionario la poltica y la guerra estn unidas en el sentido que la victoria tctica no se distingue del fin poltico, esto es el aniquilamiento de la organizacin poltico-militar del adversario, por lo que la ofensiva tctica es propia de la naturaleza misma de las acciones de carcter revolucionario. As pues la ofensiva pretende cambiar y este cambio est relacionado, al parecer, con el derrocamiento del capitalismo, la eliminacin de las clases explotadoras y la conversin del pueblo a la verdad del socialismo, unico modo de alcanzar la paz y la felicidad. La revolucin, entonces, es ofensiva y lleva la bandera de la guerra justa. Pero para que la guerra sea justa el movimiento subversivo debe poseer un alto grado de legitimidad y debe mantener una sintona entre el discurso y la accin poltica[footnoteRef:3]. Esta circunstancia hace que la poblacin sea tratada estratgicamente para hacer de ella un aliado o por lo menos permanezca lo ms apticamente alejada del conflicto. [3: La causa de esta afirmacin obedece a que en Venezuela en los ltimos quince aos se ha producido un discurso de esa naturaleza, pero en la prctica han formado una nueva burguesa de similar caracterstica a la que queran destruir. ]

Sin embargo, la guerra no tiene justificacin moral. Podramos decir que es un estado de necesidad provocado por una consciencia intencional. Para llegar a este estado de conciencia se ha recorrido un largo trecho que tal vez comienza con las Inscripciones kadesh (que exaltan el herosmo), el Deuteronomio (que en nombre de Dios exhorta a los combatientes a no tener miedo, por la libertad, por la vida, por los suyos y por el ambiente) y los Manuscritos del Mar Muerto (que establecen el papel de los sacerdotes en un ejercito para asegurar que en la batalla Dios permanezca de su lado), y termina con la proscripcin de la guerra en la carta constitutiva de la Organizacin de las Naciones Unidas. Toda la estructura normativa que se ha erigido desde esos inicios para justificar o para regular un fenmeno que no tiene justificacin ha estado soportada por otro valor: la confianza que sostiene el pacta sunct servanda y de ah la precariedad de todo este sistema con lo cual mxima ci vis pacem parabellum an permanece vigente. Pero en el caso de un conflicto interno es diferente. Si bien estas normas se han aplicado a las relaciones entre Estados y se han tratado de extender a las situaciones polticas dentro de un mismo Estado, lo cierto es el conflicto interno, como en el caso colombiano est planteado en trminos absolutos y las nicas normas que al efecto se han tratado de consolidar son aquellas relativas al terrorismo con lo cual al planteamiento absoluto de la guerra revolucionaria se le ha opuesto el planteamiento absoluto de revertir cualquier situacin que afecte el statu quo poltico.

Se habla de conflicto violento o conmocin interna debido a las implicaciones jurdicas que tiene la guerra como estado. Ello ha trado como consecuencia que se ha minimizado el problema interno, que los combatientes subversivos no hayan tenido el trato de soldados y la crisis colombiana no haya alcanzado el estatus jurdico de guerra civil que la obligara a ceirse a un ordenamiento legal establecido[footnoteRef:4]; por este motivo, los grupos insurgentes colombianos intentaron internacionalizar el conflicto como un medio para lograr su reconocimiento como beligerantes. Pero, si se tiene presente una visin realista de las relaciones internacionales centrada en el Estado-nacional, el gobierno colombiano se ha valido de todos medios disponibles para aumentar el poder del Estado, manteniendo a raya a los grupos insurgentes[footnoteRef:5]. Una de las maneras como lo ha logrado, adems del apoyo estadounidense, ha sido ganndose a parte de la poblacin, del mismo modo como lo hace la insurgencia, conscientes claro est de la desventaja de la geografa y de los efectos que ella tiene en la integracin de la poblacin al espacio funcional del Estado. Otra ha sido la de involucrar a los pases vecinos en un conflicto que no les concierne. [4: El Derecho Internacional legitima el uso de la fuerza en caso de defensa individual o colectiva de los Estados. Para acometer una contingencia de esa naturaleza se perfeccionaron una serie de normas que estuvieron vigentes durante la Segunda Guerra Mundial en lo que se conoci como los Convenios de Ginebra del ao 1949. Pero en caso de una guerra interna se plantean dos tipos de problemas: el 1 de delimitacin de su concepto, (esto es si es dentro de un mismo Estado, si es entre dos partes, una de las cuales no es reconocida y si se ajusta al derecho internacional), 2 que a pesar de ser un conflicto interno, en general, tiene implicaciones internacionales. El Protocolo II de las Convenciones de Ginebra del ao 1977 que fue ratificado por Colombia hace una distincin entre guerra civil y situaciones de tensin interna. A tal efecto el articulo 1 reza que una guerra civil es un conflicto armado que se desarrolla en el territorio de una alta parte contratante entre sus FF.AA. y FF.AA., disidentes o grupos armados organizados que, bajo la direccin de un mando responsable, ejerzan sobre una parte de dicho territorio un control tal que les permita el desarrollo de operaciones militares sostenidas y concertadas y aplicar el presente protocolo. El articulo 2 califica de tumulto situaciones de tensiones internas y de los disturbios interiores tales como motines, los actos espordicos y aislados de violencia y otros actos anlogos, que no son conflictos armados. Por lo que se deduce de estas definiciones Colombia se encuentra en una situacin intermedia y por ello el Estado colombiano ha sido cuidadoso en la categorizacin de su conflicto. Por otro lado, la subversin se encuentra en una fase operacional revolucionaria que no es la guerra abierta y esto no lo ha logrado por incapacidad.] [5: El realismo clsico est fundado en la creencia que los Estados, al igual que los seres humanos tienen un innato deseo de dominar a otros, lo cual podra constituirse en una causa de guerra. Esta teora evolucion en una forma denominada neorrealismo que ignora la naturaleza humana y est focalizada en los efectos del sistema internacional, debido a que este es anrquico, es decir, cada Estado sobrevive por si mismo. Con el fin de la Guerra Fra apareci una forma de realismo redux que expresa que si un Estado logra muchas ganancias con respecto a sus aliados o amigos se har ms fuerte mientras estos se harn ms vulnerables. ]

La visin realista de las relaciones internaciones hace que se considere la capacidad de desestabilizacin internacional de una guerra civil, ms an si la resultante es un gobierno revolucionario. La razn de esta percepcin es la idea de sistema y de un orden que es necesario preservar, por ello se ha discutido mucho acerca de si se puede hablar de una moral internacional y se ha afirmado que entre Estados slo hay intereses ms an si se tiene presente que dentro de ste inters est presente la necesidad de preservar la actual divisin internacional del trabajo. El problema moral sera entonces saber cuando se debe intervenir en un conflicto: En funcin de los daos que le podra ocasionar al sistema de Estados o de acuerdo a los daos que est produciendo a la poblacin del pas dentro del marco de la proteccin de los Derechos Humanos?. En la Carta de las Naciones Unidas y otras normas derivadas de dicho instrumento, los Estados reconocen como principios la igualdad soberana, el cumplimiento de sus obligaciones de buena fe, la solucin pacfica de controversias, la abstencin de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial y la independencia poltica, la proteccin de los derechos humanos y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados. Estos principios son esencialmente principios morales que podran ser descritos como imperativos[footnoteRef:6], con lo cual, en primera instancia, al parecer, una guerra civil es un asunto interno del afectado siempre y cuando el poder establecido pueda mantener el control de la situacin dentro de sus fronteras o el nuevo se ajuste a una serie de normas internacionales existentes. En Colombia parece que no ha ocurrido as incluso ahora y esta situacin dio inicio a los incidentes en la frontera venezolana a finales de los aos ochenta del siglo pasado, es decir, al hostigamiento a unidades militares venezolanas y el aumento del numero de delitos en una lnea limtrofe que ms que separar une[footnoteRef:7]. [6: Hay autores que han expresado que en la medida en que se pueda hablar de una comunidad internacional en esa medida se podr hablar de una moral internacional.] [7: Esta situacin finaliz en el ao 1998-99, pero desde ese entonces, el gobierno venezolano ha buscado intervenir en el proceso de paz colombiano y ello en la prctica se materializ en el reconocimiento de su estatus poltico. Este hecho condujo a una ruptura de relaciones diplomticas entre Venezuela y Colombia en el ao 2009 y al proceso de paz que se est produciendo actualmente en La Habana. La causa de este reacomodamiento ha estado relacionada con el hecho que ideolgicamente el gobierno venezolano y la guerrilla colombiana son afines.]

Otro factor que favoreci la ocurrencia de incidentes fronterizos en ese entonces fueron las necesidades logsticas de la subversin para sostener el conflicto de manera prolongada. Durante la guerra fra este problema no revisti un notorio inters, pero el colapso sovitico oblig a los grupos subversivos a buscar formas de autoabastecimiento y en este sentido, el Estado venezolano (y en general los otros fronterizos con Colombia) se constituy en una base de apoyo con lo cual se pudiera argumentar que esta subversin colombiana ha contado con un apoyo limitado de la poblacin de ese pas por lo que la justificacin moral de ese conflicto violento pareciera estar cuestionada. Este cuestionamiento fue an mayor si se considera que el modelo socialista sovietico se desplom tanto desde el punto de vista terico como prctico.

Estas circunstancias obligaron al Estado venezolano a desarrollar una estrategia de contencin, con la finalidad de evitar que el conflicto interno colombiano se extendiera al territorio venezolano afectando a la poblacin. Pero como los insurgentes no son reconocidos como soldados, el problema entonces ha sido de orden pblico, es decir, de naturaleza policial y humanitaria. En lo tctico esta estrategia se materializ en la instalacin de una serie de puestos fronterizos con propsitos defensivos fomentando a su vez la integracin de la poblacin al Estado dada la debilidad institucional en el rea. El Puesto Naval de Cararabo desde su nacimiento cumpli con ambos propsitos, pero su efectividad estuvo condicionada por la capacidad de sostener logsticamente a un puesto ubicado en un rea inhspita[footnoteRef:8]; adems de ello, en lo concerniente a orden publico, sus competencias estaban circunscriptas a todo lo atinente a la actividad de guardacostas. Consecuentemente, las limitaciones presupuestarias que tuvo el estado venezolano a inicios de los aos noventa se reflejaron en carencias en la frontera. Este problema se intent resolver mejorando la inteligencia y el adiestramiento en el mbito operacional. [8: Desde el punto de vista fluvial se puede apoyar a Cararabo en el periodo abril-diciembre (el tiempo de navegacin aguas arriba es de tres das aproximadamente), por tierra de enero a marzo ( el tiempo del recorrido en de alrededor de las 08 horas) y por aire de acuerdo a las posibilidades que ofrece la estacin lluviosa. Durante el ataque a Cararabo, la comunicacin fluvial estaba interrumpida desde sus principales puntos de apoyo y no se contaba con apoyo terrestre o areo). En otras palabras, ese puesto naval estaba obligado a sostenerse con sus propios medios. ]

Bajo estas consideraciones se podra afirmar la presencia de una moral que opera en varios niveles o varias morales entendidas a nivel horizontal y vertical. En el primer caso se hablara de una moral que abarca a la comunidad internacional e incluye a los Estados, grupos e individuos, como ello ha sido evidente en todo lo concerniente a Derechos Humanos. En la otra perspectiva se hablara de diferentes sistemas morales que intentan imponerse los unos a los otros. En relacin con el primer caso el discurso moral internacional sera viable en la medida en que se consolide la Comunidad Internacional. Para el segundo caso habra que evaluar los hechos, de forma particular, para constatar la consistencia de la afirmacin. CONSIDERACIONES PARTICULARES

Teniendo presente lo mencionado precedentemente, una unidad de la subversin colombiana especficamente del Ejrcito de Liberacin Nacional atac al Puesto Naval de Cararabo. En este ataque presuntamente participaron algunos miembros de la poblacin civil del lugar y como se hizo mencin, los atacantes no tenan el estatus jurdico de combatientes[footnoteRef:9] aunque persiguan, en ese entonces, un cambio poltico en Colombia. Los atacados fueron individuos pertenecientes a las FF.AA. de Venezuela, especficamente a la Infantera de Marina. [9: Hay que destacar que la avanzada guerrillera era de aproximadamente veinte (20) individuos, sin embargo, durante los preparativos del ataque pudieron reclutar, de forma forzada, lugareos por razones polticas, econmicas y tcticas. Estos individuos durante el ataque se cubren el rostro y en caso de caer en la accin sus cuerpos en la medida de las posibilidades son retirados del lugar por los mismos insurgentes.]

Bajo instrucciones de combate que apuntan a la defensa en trminos proporcionales a la amenaza, la efectividad de la defensa depende de la informacin que se tenga del probable ataque. Durante un enfrentamiento se presume una igualdad moral entre combatientes, pero antes y despus el problema es policial, es decir, de autoridad. La presuncin radica en el hecho que en el combate se combate, pero si alguien se rinde o queda neutralizado indiferentemente del bando debera tener otro trato que es legal, moral y sincero, pero ello no sucede generalmente as, en Cararabo, como caso particular no hubo Infantes de Marina prisioneros, las personas que fueron halladas desarmadas fueron ejecutadas, con lo cual se podra inferir que los Infantes de Marina fueron instrumentos para lograr una forma de reconocimiento internacional, pero este uso fue realizado sin aplicar las normas establecidas en el Protocolo II de las Convenciones de Ginebra. En otras palabras, intentaron obligar al Estado venezolanos a seguir sus designios usando a sus soldados como medios de otra naturaleza.

A pesar de que el puesto naval tuvo una alerta de ataque, cuando este se concret fueron sorprendidos, no obstante, hubo una respuesta proporcional a la agresin que no fue efectiva debido a fallas en el alistamiento[footnoteRef:10]. Una vez desbordada la defensa y sin municiones se dio la orden de retirada. Como consecuencia de lo anterior, los oficiales que conducan el puesto naval sufrieron penas de prisin por las deficiencias encontradas en el puesto naval durante la jornada[footnoteRef:11]. [10: En el mbito poltico fueron restringidos los recursos presupuestarios en las FF.AA., afectando su alistamiento, en el nivel estratgico militar hubo deficiencias en la asignacin de recursos humanos y materiales, a nivel estratgico operacional hubo fallas de conduccin que incidieron en la doctrina, a nivel tctico hubo fallas de conduccin que incidieron en la moral del personal y fallas en la aplicacin de la doctrina. Desde el punto de vista de inteligencia, hubo la informacin precisa y la evaluacin correcta, pero sobre el terreno hubo un exceso de confianza olvidndose el personal que eran extranjeros en el rea.] [11: La normativa actual de la Armada no establece actos de herosmo o de cobarda. La nica referencia que se tiene al respecto es el Cdigo de la Marina de Guerra del ao 1903. Este Cdigo de Marina decretado por Cipriano Castro estableci en el articulo 1219 como acciones heroicas: Sostener un combate hasta perder la mitad de la gente, el centinela que en caso de sorpresa se oponga por si solo la entrada del enemigo... hasta quedar herido o muerto o conseguir con su resistencia que extendida la alarma durante su defensa..., etc. Como actos de cobarda: todo comandante que no conserve sus fuerzas en el puesto de combate, no acuda a su lugar o puesto de combate, o durante este muestre cobarda, etc. ]

Miembros del Ejrcito de Liberacin Nacional realizaron el ataque, al parecer, para: continuar la poltica de internacionalizacin del conflicto, abastecerse de armas y pertrechos y proteger a nacionales colombianos que supuestamente haban recibido abusos por parte de los Infantes de Marina venezolanos. Ahora por qu individuos que habitan en las adyacencias del puesto naval y que tenan una relacin directa con la nica institucin del Estado presente colaboraron o participaron directamente en el ataque? La relacin directa con el personal militar permite inferir que no existan condiciones que hicieran presumir una actitud en contra, por lo cual se puede plantear la siguiente hiptesis:

Esas personas fueron consideradas medios por los subversivos y consideraron como medios a los Infantes de Marina.

En primer lugar la preservacin de la vida pudo haber dejado a los pobladores sin eleccin, pero esta preservacin estuvo supeditada a la posibilidad de salir ileso en el ataque. En este caso, esas personas constituyeron medios para el logro de un fin, pero, en general, como en esos parajes existen diferentes comunidades donde la idea del ellos est presente, la preservacin de la vida estaba condicionada por la existencia no de una moral, sino de varios sistemas morales. La causa de esta afirmacin est relacionada con la ambivalencia que ocasiona el ro, es decir, convivieron en esa regin tres tipos de moral: la representada por la subversin, la moral de los venezolanos y colombianos que viven a ambas riberas del ro Meta y la moral de la institucin venezolana representada por los Infantes de Marina. Los pobladores, al parecer, tuvieron que elegir en funcin de lo establecido por el grupo subversivo, con lo cual es muy difcil hablar de legitimacin con respecto a las instituciones polticas de los dos Estados. Esta eleccin o esta no-eleccin representaron un cuestionamiento al Estado y a los individuos y, en general a toda idea de moral basada en el poder.

Desde el punto de vista legal, los pobladores de la ribera venezolana (y en especial la Colombiana) del ro Meta estn obligados por el sistema normativo del Estado, pero para ello se requiere un pleno ejercicio de la autoridad representada en las instituciones y ello estuvo (y contina) descansando slo en la Armada que mantena, y an mantiene, unas competencias limitadas.

El tipo de relaciones que se presentaron entre los pobladores y los Infantes de Marina facilitaron la convivencia, de hecho varios de los individuos que presuntamente participaron en el ataque jugaron ftbol con los marinos el da del hecho. Desde esta perspectiva, la relacin entendida por los Infantes de Marina y los pobladores estaba fundada en la confianza y la utilidad respectivamente[footnoteRef:12], debido a que el personal militar tena problemas de motivacin y tenan considerables limitaciones operativas y personales. Desde una ptica moral es difcil hablar de la actitud asumida por la poblacin puesto que si se asume una amenaza o un riesgo intolerable no tenan capacidad de eleccin, sin embargo, no se evidencia la presencia de una moral sino mas bien varios puntos de vista morales coexistiendo en un mismo sitio de acontecimiento como se afirm anteriormente. [12: Las condiciones que deben seguir un grupo insurgente para declarar una situacin como favorable para lanzar un ataque, de acuerdo con Mao Zedong (1936), son:La poblacin apoya activamente a los insurgentes. El terreno es favorable para las operaciones.Las fuerzas insurgentes estn concentradas.Los puntos dbiles del enemigo han sido descubiertos.El enemigo est reducido por el cansancio y est desmoralizado.El enemigo ha sido inducido a cometer errores.]

No cabe duda que en el acto realizado por la guerrilla hubo premeditacin, pero en ella los pobladores fueron medios y no fines de la subversin. Ms an, el trato estratgico hacia la poblacin estubo dirigido a un fin, que es el fin del alzamiento y no la poblacin que se entendera que es un fin posterior. Pero al ser este fin posterior, la poblacin pasa a ser medio, para luego ser fin y en este contexto pareciera que no tenan opcin. El problema entonces, dentro del contexto de la guerra justa que la subversin pregon y aun pregona, es si esa poblacin querra ser liberada, liberada en un rea donde la debilidad institucional es manifiesta y donde la mayora de las acciones que estos grupos realizan estn fuera de la ley en el sentido estatal y dentro del marco de la misma doctrina de la guerra revolucionaria.

Desde esta perspectiva, se confirma nuevamente que es dudosa la justificacin moral de esa guerra y el fundamento de sus acciones, porque la poblacin es un instrumento de una u otra manera: o son combatientes, puesto que tienen que luchar por su liberacin de una clase explotadora causante de todos sus males o no son combatientes y tienen que contribuir de una u otra forma con el esfuerzo blico rebelde con la garanta de un respeto que en todo caso obedece a una situacin de conveniencia. En ambos casos, la poblacin es un medio para los fines de la revolucin. Doce horas despus del ataque fue reforzado el puesto naval inicindose un proceso de bsqueda de los atacantes. Estos refuerzos fueron aumentados progresivamente permitiendo la conformacin de un grupo de tarea naval que intent reparar el dao recibido, pero en el perodo que medi entre la constitucin de la unidad superior transcurrieron treinta y seis (36) horas en donde fue capturado un grupo de personas que se presuman haber participado en el ataque. Entre ellas haba una persona herida de bala. En los das que siguieron no se tuvo ms noticias de esa persona y se hicieron, en consecuencia, graves acusaciones a los militares venezolanos en la zona por la desaparicin forzada del herido y supuestas torturas a los otros detenidos[footnoteRef:13]. [13: La matriz de falla en esta fase de los hechos estuvo constituida: en el mbito poltico no se impartieron instrucciones de combate, con lo cual el despliegue desde esa perspectiva adquira un carcter demostrativo; a nivel estratgico militar no fueron asignados los medios idneos para acometer las tareas derivadas del ataque teniendo presente que las operaciones a ser realizadas tena un carcter policial debido a que no estaba declarada situacin de conflicto alguno. En el mbito estratgico operacional las treinta y seis (36) horas que tardaron para la instauracin del Grupo de Tarea, trascurrieron sin que las tropas desplegadas tuvieran instrucciones claras de que hacer en caso de ocurrir una situacin particular por lo que el tratamiento de las situaciones que tuvieron que afrontar fue de acuerdo a su libre albedro. ]

Los Infantes de Marina de refuerzo arremetieron contra la poblacin una vez que se percataron de su presunta participacin en el ataque. Esta actitud estuvo fundada ms en la traicin a la confianza que le haban depositado a los lugareos, puesto que si hubiesen sido otros agentes habran actuado de otra manera. Dentro de la perspectiva de Strawson, los Infantes de Marina trataron a los pobladores como unos fines en si mismo manifestado en el hecho de la retaliacin, aunque su accin no haya sido racional en virtud de ser ellos la nica autoridad. Al haberse producido la denuncia de violaciones de derechos humanos fuera del mbito militar se presume que, en principio, las acciones realizadas por los Infantes de Marina estuvieron acordes con las circunstancias hasta tanto se aclarara la situacin, de ah el silencio inicial mantenido por las autoridades.

Las operaciones militares se prolongaron hasta que comenzaron las detenciones de militares por violacin de derechos humanos, en este contexto, un Infante de Marina que estaba prestando el servicio militar obligatorio hizo dos cuestionamientos: por qu si fueron asesinados varios Infantes de Marina, hay Infantes de Marina detenidos y los responsables libres? Y por qu la Armada los enva a la frontera si no puede mantenerlos en ella?.

Las respuestas a la primera pregunta se podran sintetizar en lo siguiente: Los Infantes de Marina no estaban cumpliendo con sus funciones y fueron sorprendido con las graves consecuencias del caso y las acciones posteriores que se llevaron a cabo fueron realizadas de forma errnea. Con ello se simplificara y se obviaran una serie de fallas que se presentaron y se researon previamente, pero esta respuesta no satisface a un soldado. La segunda pregunta puede ser respondida argumentando que si se es militar hay que cumplir rdenes indiferentemente de las circunstancias puesto que el deber del militar es servir a la patria sin importar los sacrificios y aunque ello signifique la perdida de la propia vida. Esta respuesta a simple vista parece correcta, pero para cualquier oficial que tuviese que decirla sabra que no podra satisfacer la pregunta formulada generando riesgos serios en la organizacin.

Ahora estas preguntas formuladas de manera simultnea requieren una respuesta que asegure la cohesin, sobre todo en una zona de conflicto. En este sentido estas respuestas se completaron como sigue: miren, a nadie le importa que estemos aqu a excepcin de nosotros mismos, estas situaciones a veces tienen que ocurrir para desgracia de muchos, para que todos se den cuenta que se estn haciendo las cosas mal, si se hicieran las cosas ms o menos como deberan hacerse todos estaramos en otros lugares, pero estamos aqu y eso hace que tengamos que velar por nosotros mismos y por nuestros compaeros como una manera de cuidarnos tambin nosotros mismos, con la finalidad de que podamos salir bien librados de todo esto. Si, ustedes deberan estar bien equipados y tenga la seguridad que ya se estn corrigiendo esas deficiencias pero mientras eso ocurre tenemos que cumplir con el trabajo que nos encomendaron.

En estas preguntas y respuestas se evidencian varias ideas del bien: el estoico fundado en la dignidad como fin de la voluntad (expresado en el sacrificio), el epicreo donde se busca el mximo bien, significando con ello el posible abandono del lugar, la idea del deber en sentido kantiano y un instantneo constructivismo moral que mantuvo las bases para asegurar el cumplimiento de la misin.

El sentido del sacrificio como virtud es caracterstica del republicanismo clsico, el problema es saber a partir de qu momento es valido este sacrificio o si es pertinente este sacrificio, es decir, lograr que se sacrifique el adversario. Con respecto al primer aspecto se entiende que al soldado se le deben dar los medios idneos para cumplir con la misin, si las circunstancias lo permiten. En relacin con el segundo aspecto, el General Patton expres en una oportunidad que el deber de un soldado es hacer que su enemigo se sacrifique por su patria, ello implica una serie de aspectos relativos al alistamiento cuya responsabilidad recae en todos los niveles de comando y para ello se requiere en todo momento la evaluacin de las potenciales amenazas.

Ahora bien, en una democracia, hay un deber de servirla debido a su legitimidad. En este sentido, a pesar que la coercin armada no se corresponde con ese sentido de legitimidad, su justificacin estriba en la necesidad de asegurar la defensa con respecto el exterior a pesar que el sistema de Estados tiende a garantizar su defensa de acuerdo al conjunto de principios ya mencionados. El problema se presenta cuando no se es democracia y cuando no hay legitimidad, entonces el papel de la coercin armada pasa a tener otra caracterstica. Si se considera que la FF.AA. es un instrumento del Estado el uso del mismo debe estar acorde con las necesidades del Estado puesto que lo contrario conduce a tres vas: una conduce a la renuncia al servicio y por consiguiente, un proceso erosivo, otra a Cararabo y la otra al 04FEB1992. Los otros problemas que se presentaron fueron: entender qu es la democracia, qu es el Estado y sobre qu estructura estos se fundamentan. La prctica nos ha dicho que existen diversas concepciones de democracia basadas en una estructura de produccin internacional capitalista consolidada y capaz de adaptarse a circunstancias contingentes. Los esfuerzos por mantener esa estructura es lo que podra entenderse como Estado con lo cual se puede afirmar que en Cararabo se intent desde la perspectiva de los combatientes polticos preservar el Estado bajo la asuncin de diferentes criterios de democracia.

El bien epicreo, que parte del sentido del bien individual, pudiera significar dentro de la estructura de un Estado una perdida de identificacin con el mismo y ello implica el debilitamiento de la cohesin social y el advenimiento de nuevos tipos de moral. Los problemas que present Estados Unidos durante la guerra de Vietnam son un ejemplo de esta afirmacin. Desde el punto de vista militar esto se evidencia en las deserciones, licencias y solicitudes de baja, fuera del rea de operaciones, pero en el rea de operaciones una actitud de esta naturaleza puede tener consecuencias impredecibles, como por ejemplo el desmoronamiento del ejercito ruso en la Gran Guerra, del ejrcito italiano en la Segunda Guerra Mundial o el ejrcito iraqu en la segunda y tercera guerra del golfo.

Desde la perspectiva de la virtud estas dos (02) ideas bsicas del bien en sentido republicano presentan algunos problemas en el sentido kantiano del trmino debido a que hace necesario entender que son juicios desde la perspectiva de la tercera crtica puesto que la idea del bien podra partir de la sensibilidad y de la razn. La sensibilidad considera la experiencia y la costumbre. La razn en sentido kantiano es trascendente.

Kant expres que los juicios morales se pueden justificar racionalmente. En la Fundamentacin de la Metafsica de las Costumbres, expresa que todos los conceptos morales tienen su asiento y origen completamente a priori, en la razn y para explicar ello parte de la Buena Voluntad como principio de moralidad. Esta Buena Voluntad proviene de dos vas: aquella cuyas acciones tienen un Contenido Moral (ser benfico, procurarse su propia felicidad, hacer el bien), es decir, no son hechas por inclinacin sino por deber, y lo que Kant denomina Imperativo Categrico por ser mandato de la razn[footnoteRef:14] y voluntariamente aceptado por todos los integrantes, de forma autnoma, permitiendo la constitucin de un reino de los fines. La moralidad, en consecuencia, es aquella condicin bajo la cual un ser racional puede ser un fin en s mismo, puesto que slo por aquella condicin es posible ser miembro legislador en un reino de los fines. En un reino de los fines la voluntad buena es el mecanismo que les permite a los otros individuos que son fines en s mismo tratar dignamente de alcanzar el propsito que se hayan establecido. [14: Los imperativos pueden ser hipotticos y categricos; hipotticos si representan la necesidad practica de una accin posible como medio para conseguir otra cosa que se quiere (o que es posible que se quiera), y categrico si representa una accin por s misma como objetivamente necesaria, sin referencia a ningn otro fin. Todos los imperativos son formulas de la determinacin de la accin que es necesaria segn el principio de la buena voluntad. Por otra parte, el imperativo categrico es algn mandato que es posible, para las capacidades que algn ser racional puede pensarse como propsito posible para alguna voluntad. Hay otro imperativo que se refiere a la forma y al principio que gobierna la accin y lo esencialmente bueno de tal accin reside en el animo del que la lleva a cabo, sea cual sea el xito obtenido. Este es el Imperativo de la Moralidad. El imperativo categrico de la moralidad es el nico que se expresa en una ley practica por ser necesario y los dems imperativos pueden llamarse principios de la voluntad pero no leyes de la voluntad porque son contingentes. En este sentido un principio practico supremo e imperativo categrico con respecto a la voluntad es: Obra de tal modo que te relaciones con la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca slo como un medio.]

En Cararabo, a pesar que todas las acciones tuvieron un contenido moral, no existi un nico reino de los fines sino ms bien varios reinos y el principio de autonoma necesario para la construccin de una moral tampoco estuvo presente puesto que todos los actores fueron medios de alguna u otra manera incluyendo a la subversin, puesto que obrar de la manera con que lo hicieron refleja una pobre autoestima puesto que recurrir a las armas para lograr un reconocimiento en un contexto signado por la falta de legitimidad en lo que concierne al apoyo a su causa los convierte en individuos que actan con mala voluntad, no por necesidad sino por poder. La palabra que mejor expresa esta situacin es cinismo, el cual Sloterdijk lo defini, en principio, como falsa conciencia ilustrada dado que entraron en juego valores que slo son incompatibles si se consideran desde una ptica basada en el poder. La idea de la construccin puede ser entendida a partir de la nocin de temporalidad, es decir, bajo el supuesto de que la costumbre es un proceso evolutivo o por el contrario puede surgir instantneamente de una convencin sobre algo que es considerado como bueno.

La idea del constructivismo instantneo, puede ser entendida como una forma de manipulacin tendente a preservar el orden. La autoridad en ese momento preserv el orden descalificando pblicamente a la autoridad formal, con lo cual logr fundamentar el juicio moral, logr continuar la misin y invocar la necesidad de preservar la vida y de actuar de la mejor manera posible logrando invocar una norma de carcter universal, pero estos juicios morales pudieron supervivir a los hechos? Pareciera no ser as, reflejndose en consecuencia la duda a partir de un escepticismo tico.

El comportamiento del Estado venezolano tendi desde los aos sesenta hacia una concepcin liberal centrada en un individuo cuyo fin era su propia felicidad. Esta concepcin del mundo y de la vida facilitaba la preservacin del statu quo desde la perspectiva de la estructura de produccin capitalista mundial y del rol que el pas jugaba dentro de esa estructura. En las FF.AA. esta concepcin pareci hacerse presente cuando las doctrinas del desarrollo comenzaron a hacerse manifiestas a partir de la aprobacin de la Ley Orgnica de Seguridad y Defensa en el ao 1976. Con la consolidacin de esta doctrina las FF.AA. empezaron a sufrir tensiones entre los que defendan la visin estoica de aquellos que pensaban en que el rol de las FF.AA. era netamente militar y los que pensaron que el rol principal estaba centrado en el desarrollo del pas presentndose el inconveniente de que, como se sabe, no existe un solo modelo de desarrollo. El agravamiento de las tensiones se produjo cuando se comenzaron a reducir los recursos producto del estancamiento econmico acaecido en los aos ochenta debido a que todo gasto militar debi ser plenamente justificado aun a pesar de la experiencia que tuvo el pas en la crisis de la corbeta Caldas. En esas circunstancias la prioridad era supuestamente el desarrollo del pas y en consecuencia el problema militar fue tomado en consideracin slo cuando el instrumento intent producir por la fuerza un cambio poltico.

La razn por la que se intent producir un cambio poltico fue debida en parte al hecho que a finales de los aos ochenta los altos mandos tendieron a estar constituidos por individuos de formacin liberal con una FF.AA con una moral republicana y esta caracterstica produjo un fractura entre los cuadros altos y medios de la oficialidad, con el agravante que la posibilidad de ascenso social de dichos oficiales quedaba limitada[footnoteRef:15]. A partir de ese momento el problema se centr en los cuarteles y no en la defensa, con las consecuencias que ello trajo consigo, es decir, para un sector de las fuerzas armadas de ese entonces era el sostenimiento del Estado, para otro sector el cambio poltico y finalmente para un pequeo grupo el problema era cumplir la funcin militar sin tener claro el referente [15: Venezuela haba sido el nico caso en Iberoamerica donde los oficiales no formaban parte de la clase dominante del pas. Hoy da, con los cambios polticos que han acontecido en los ltimos diez (10) aos se ha buscado politizar a la Fuerza Armada Nacional con la finalidad de hacer de esta un cuerpo revolucionario afin a la nueva circunstancia poltica.]

CONSIDERACIONES FINALES

Los muertos civiles y militares de nacionalidad venezolana o colombiana y el abandono del territorio por parte de la poblacin a raz de los acontecimientos de Cararabo presentan un grave problema al (o los) Estado en sus elementos constitutivos, es decir: poblacin, territorio e instituciones. Con respecto a la poblacin, mantener comunidades no integradas a la comunidad mayor dadas las peculiaridades geogrficas de la regin no se corresponde con los fundamentos especficos del Estado. La actitud de los dirigentes de protegerlos luego de los acontecimientos pudiera evidenciar una tacita aceptacin de la responsabilidad. En este aspecto, la posicin asumida con respecto a la Infantera de Marina, visto desde la perspectiva que fueron detenidos cinco de sus miembros, da a entender que el instrumento militar fue usado, pero con la conciencia de los efectos que podra causar un uso no adecuado. Se podra hablar de sentimiento de culpa en los Infantes de Marina?, o ms bien los Infantes de Marina tuvieron conciencia del problema que se haba planteado?. Esta segunda pregunta es necesaria para poder responder a la primera y en primera instancia, creo que no la tuvieron, su pensamiento giraba en torno a como salir del problema.

Desde el punto de vista de las instituciones polticas, su dbil presencia en las reas fronterizas los coloca en la situacin de haber tenido que fortalecer a las nicas instituciones presentes, es decir a las FF.AA.. Ahora la FF.AA., en general, y la Armada, en particular, como asesores frente al poder poltico y administradores del uso de la fuerza y las fallas hechas presentes en Cararabo, reflejaron problemas estructurales y procedimentales en esas dos funciones especficas. El problema que se plante si es que debiese haber sido planteado a raz de los hechos fue: sacrificar a los civiles o a los militares moral republicana o moral utilitaria?

Las acusaciones sobre la participacin de los pobladores en el ataque y la desaparicin de personas como consecuencia del mismo obligaron al resto a abandonar la regin. Esto refleja miedo pero tambin pudiera reflejar vergenza o culpa por los hechos ocurridos. Bajo esa perspectiva, hubo un juicio moral que entendido desde la perspectiva de la poltica, fue suficiente para los pobladores, es decir, el abandono del lugar como consecuencia de sus acciones, por lo cual el asunto se centr en lo militar.

La moral republicana establece que el sacrificio por los otros es una forma de virtud que se manifiesta en la dignidad, pero los Infantes de Marina que se encontraban en Cararabo se estaban sacrificando por otros?. El Estado no estaba en guerra y las familias de los soldados no estaban amenazadas por el problema fronterizo. No se sacrificaron por los habitantes fronterizos puesto que como se vieron ellos participaron o colaboraron en el ataque. No obstante, dichos militares estaban cumpliendo rdenes, estaban cumpliendo una misin especfica, resguardar al Estado en un territorio que presenta una gran variedad de problemas. Entonces, la presencia militar pareca ser necesaria por el tipo de problemas a afrontar, y por su profesin deban estar preparados para conducir los asuntos concernientes a la vida o la muerte, por lo cual su presencia estaba plenamente justificada y haber sido el blanco de todas las situaciones que en Cararabo se presentaron reflejan la necesidad de mantener un aceptable grado de efectividad en el cumplimiento de su misin militar.

Desde otra perspectiva, el hecho que no se presentaran en Cararabo nuevas acciones de la subversin a pesar de que una de las motivaciones fue la de castigar a los Infantes de Marina por los abusos cometidos a la poblacin colombiana, evidencia que la poblacin no fue el fin de la accin guerrillera, por lo cual el concepto de guerra justa no cabe en este escenario.

En estos hechos se evidencia que el Estado eligi de forma pragmtica a los Infantes de Marina por su utilidad instrumental, pero si la Armada evidenci fallas, en un rea donde la presencia del Estado es dbil y habita todava una poblacin no integrada al pas, entonces el Estado est presentando fallas y estas no slo estn referidas a la instituciones, sino a la comunidad en s en lo concerniente a las reglas que le permiten su convivencia, puesto que la sinceridad, la legalidad estuvieron presentes, pero no para la construccin de un discurso moral basado en el entendimiento. Pero esto significa, como lo expres Wittgenstein, que se debi ir ms all del mundo por las limitaciones de nuestro lenguaje. Para la propia supervivencia de la comunidad poltica faltara saber qu se hizo luego de las enseanzas adquiridas puesto que el estado-nacional sigue siendo el eje de las relaciones internacionales puesto que ello podra ayudar a entender la actitud poltico del Estado venezolano frente a la subversin colombiana en los actuales momentos en la frontera.

A partir de esta experiencia se puede afirmar, siguiendo a Sloterdijk que

Slo la moral puede ocupar puestos a la izquierda o a la derecha de las realidades. La realidad, en la medida en que nos atae, nos es bienvenida u odiada, soportable o insoportable. Y la conciencia frente a lo dado slo tiene la posibilidad de reconocerlo o no No es, sin embargo, primitiva la perspectiva de comprender a partir de aqu el sentido de la actual desmoralizacin. Slo la moral es sensible a la desmoralizacin -por lo tanto- en la desmoralizacin no nos acercamos a la verdad?(2007:170).

Ello significa que al final de cuentas lo que ocurri en Cararabo fue la existencia de una doble moral por parte de los subversivos colombianos y del Estado venezolano de ese entonces que se manifest en la cosificacin de una poblacin que supuestamente se iba a proteger dentro de un contexto de preservacin de su estatus de poder poltico donde slo se busc, al final de cuentas, guardar las apariencias en las medidas que instrumentaron para reparar los daos ocasionados a la estructura de legalidad y legitimidad de las formas de Estado presentes en esos parajes, para ocultar una realidad caracterizada por el abandono, por un solo motivo primigenio: el poder. En lo que respecta al Estado colombiano es muy difcil hacer algn tipo afirmacin, lo que aconteci en Cararabo, dentro de la misma lgica del poder, fue una oportunidad para involucrar a otras entidades polticas para la solucin de un problema del que han sido incapaces de resolver evidenciando que la violencia parece ser el modo en que en ese pas se expresa la poltica, no slo para preservar una estructura de produccin que se corresponde con la ubicacin de ese pas en la divisin internacional del trabajo, sino por el dudoso carcter moral de la lucha por el control de un negocio como lo es el narcotrfico.

Desde la perspectiva de los pobladores que abandonaron Cararabo, la poltica, siguiendo igualmente a Sloterdijk, seria aquella esfera en la que los hombres se golpean mutuamente la cabeza en una competencia por cosas de las que en realidad se podra- prescindir (2007:256). Para la Infantera de Marina venezolana esa fue otra manifestacin de una crisis que se hizo patente el 04FEB y 27NOV1992, y para la subversin colombiana, la poca aceptacin que ha tenido su lucha sera puesta a prueba unos aos despus con la instrumentacin del Plan Colombia.

Veinte aos despus de ese acontecimiento an estamos frente a ese cinismo al que hizo mencin Sloterdijk, pero con un grado mayor de distorsin. Mientras los valores que ha usado la guerrilla para sostener su lucha han sido deslegitimados por sus principales aliados en el gobierno venezolano, el gobierno venezolano ha amenazado con profundizar la revolucin para asegurar su permanencia en el poder usando a todos los venezolanos como instrumentos para sus propios fines polticos

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