La ropa ñterlor

La pregunta clave Si nuestro recorrido por la vestimenta masculina em-pieza con la ropa interior, no es por seguir la cronología de la historia del vestido, sino el orden en el que nos ves-timos por la mañana. Y es que las formas básicas de ro-pa interior que aún hoy se llevan no se implantaron hasta los años treinta. Claro está que en el Egipto de los faraones ya encontramos precursores de la actual ropa interior. Pero es difícil identificar con toda seguridad los hallazgos históricos como ropa interior. Un pañuelo de lino que se ata alrededor de las caderas bien puede con-siderarse precursor de nuestros calzoncillos, aunque podría tratarse de una pieza de ropa exterior o ser sim-plemente un pañuelo de lino. En cambio, los calzonci-llos de la Edad Media se acercan más a los artículos actuales. Se trata de unas piezas más o menos ajustadas de diferente longitud con una abertura posterior que se-guramente no deja de ser práctica. Este tipo de ropa in-terior sólo estaba al alcance de los más pudientes. De hecho, los calzoncillos para caballeros no se impusieron hasta los años veinte del siglo XIX, y la confección in-dustrial los puso al alcance de todos. Así fue como la ro-pa interior perdió definitivamente su exclusividad. Hoy en día, el estilo ya no depende de si se lleva ropa inte-rior o nó, ni de con qué frecuencia se cambia, sino de la elección del producto. Ésta no resulta difícil, ya que, a pesar de la variedad en el sector, hay pocas formas que se puedan calificar de clásicos. Cuando hablamos de ro-pa interiór, nos referimos especialmente a los calzonci-llos. La camiseta cada vez tiene menos protagonismo, ya que el hombre moderno se cambia la camisa una vez o incluso, en caso de necesidad, varias veces al día. No obstante, en regiones muy frías o muy cálidas, la cami-seta sigue desempeñando una función, ya que, por una parte calienta, y, por otra, puede absorber muy bien la, transpiración antes de que llegue a la camisa. La cami- seta ha pasado a ser innecesaria, a no ser que se lleve como pieza de ropa exterior. En cambio, con los cal- zoncillos, que hoy en día están a disposición del hombre en forma de boxer o de slip con o sin abertura, no ha ocurrido lo mismo. La principal ventaja del slip es que ofrece mayor sujeción y que ni siquiera cuando se lleva bajo unos pantalones ligeros se marca. Esto último sí puede suceder con el boxer cuando se lleva bajo pan- talones de tela ligera. Aun así, la preferencia por el slip

o el boxer es simplemente cuestión de gustos. Aunque en los años ochenta el boxer estuvo muy de moda, los fans del slip no se dejaron engatusar. En cambio, a los que aprecian la libertad del boxer la sujeción del slip siempre les parecerá incómoda. Hay que decir que el boxer tiene una clara ventaja: se puede hacer a medida. Esto supone todo un deleite para el hombre, que podrá escoger entre la amplia gama de telas que ofrece una buena camisería. El boxer se podrá confeccionar con cualquier tela que desee, ya sea a rayas, a cuadros o de los colores y tejidos más variados. Los tendrá hechos a mano y a su medida. No está claro, sin embargo, que es-to constituya motivo suficiente para que el fan del slip le sea infiel a su calzoncillo favorito.

En su libro La filosofía de Andy Warhol de la A a la Z y al revés, este artista norteamericano y

comprador empedernido describe con todo detalle cómo compra sus calzoncillos en el centro comercial neoyorquino Macy's: "En seguida encontré el tipo de calzoncillo que utilizo normalmente. El clásico calzón

corto de Jockey. En un paquete de tres, a cinco dólares el paquete, o sea, a un precio no demasiado inflacionista. Leí la etiqueta de la bolsa de plástico

transparente para asegurarme de que no habían perdido ninguna de sus ventajas. Decía: "Su corte

exclusivo garantiza la excelente adaptación que todo hombre necesita. Gracias a la pretina y a la pernera elástica se consigue una gran comodidad. Sin roce y

con una goma duradera y resistente al calor. De 100% algodón muy bien peinado. Gran absorción". Hasta

aquí muy bien, pensé. Leí las instrucciones de lavado: "Lavadora, secadora". Todo está en orden, como

siempre. No soporto que un producto con el que uno siempre ha estado contento y que correspondía

exactamente a los deseos de uno cambie. Vaya, que los clásicos calzones cortos de Jockey seguían siendo

un clásico". Unas páginas más tarde, Andy Warhol cuenta que no siempre se podía permitir los

calzoncillos Jockey: "Antes compraba mi ropa interior en Woolworth, por eso mantengo aún una relación

sentimental con Woolworth".

Variaciones de interior

El corte original de Jockey con abertura en forma de "Y". Se realiza en tejidos dife-rentes. Los blancos finamente acanalados 100% algodón son todo un clásico.

Aunque el corte "Y" permite adaptar el calzoncillo a la perfeción, muchos hom_- bres consideran que la abertura es inne-cesaria. Para ellos, Jockey propone varios modelos cerrados, como el Poco-slip.

Los calzoncillos de largura mediana son un término medio entre el boxer y el slip. Tienen la ventaja de ofrecer mejor sujeción que el boxer.

El boxer es la alternativa clásica al slip. A pocos hombres les gustan ambos diseños por igual. En principio, quienes gustan mucho de una de las formas, suelen ser acérrimos adversarios de la otra.

Quien incluso en invierno pasa mucho tiempo fuera, sabrá apreciar las ventajas de los calzoncillos largos, que abrigan aunque no son muy elegantes.

La ropa interior de malla tiene la ventaja de que en invierno calien-ta y en verano es fresca debido a las cámaras de aireación que se forman en la malla. De todas formas, son todo un clásico. Parece ser que nacieron en 1933 y que su creador fue el comandante del ejército noruego Henrik Brun. Según cuenta la leyenda, su primer conjunto lo hizo con unas redes de pescar viejas.

La camiseta de manga larga tiene la misma función,que los calzoncillos largos: proteger del frío. En este caso, hay que asegurarse de que las mangas de la camiseta no sobresalen de los puños de la camisa.

La camiseta de tirantes fue durante años el epítome de ropa inte-rior poco elegante. Sin embargo, en los últimos años se ha vuelto a poner de moda como ropa de calle. Está por ver si en los próximos cincuenta años podrá mantener su función de ropa interior.

La camiseta con un cuello redondo un poco más abierto es una buena solución entre la camiseta de tirantes y la camiseta normal. El generoso escote evita que se vea incluso cuando se lleve abierto el cuello de la camisa.

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11"

La aparición de la abertura En 1886, un norteamericano de origen alemán creó en Kenosha (Wisconsin) la empresa Coo-per. Cuarenta y ocho años más tarde, es decir en 1934, sacó al mercado bajo el nombre Joc-key unos calzoncillos revolucionarios. La for-ma se inspiraba en los bañadores cortos de la Costa Azul. Lo más innovador era el corte, que en la parte delantera aparecía en forma de i griega invertida. Este corte era especial-mente cómodo, ofrecía una sujeción descono-cida hasta el momento y se adaptaba a la perfección. Con esta forma patentada comenzó el gran éxito de la marca Jockey. Ya a partir de 1936 empezó a conceder licencias, primero a Inglaterra, Australia y Suiza. Actualmente hay ciento veinte licencias concedidas y un nú-mero incontable de fabricantes que realizan grandes esfuerzos para copiar el famoso cor-te. Pero esto por sí solo no explica el éxito de Jockey. Lo más destacable del calzoncillo ori-ginal es la excelente calidad de confección. El acabado de la pierna, por ejemplo, lleva una goma que,tan sólo cubre la parte exterior del muslo para evitar dañar la circulación. La ca-rrera exitosa del ajustado calzoncillo Jockey también túvo una gran repercusión sobre el resto de la vestimenta. El hecho de que fuese tan ajustado permitió hacer unos pantalones más estrechos. Como con los Jockey el cuerpo quedaba más ajustado, los pantalones de mo-da cada vez eran más ceñidos. En los años ochenta, cuando se pusieron otra vez de mo-da los boxer, se redescubrió un tipo de panta-lón más ancho: el pantalón de pinzas. Sin embargo, los sastres tradicionales de Savile Row nunca llegaron a hacer buenas migas con los slips. Aún hoy prefieren cortar los panta-lones de forma que quede espacio suficiente para un boxer holgado y todo lo que contenga.

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Mschritticht )(lenes verlangen von Mrer llottodsche:

Offnung bequem doch darf sie nie klaffen. Durch

Diagonalnaht • bequeme

laxe, anliegend.

Masculine

der anatomisch richtige Herrenschutz

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Erháltlich im guten Fachgescháfil

La publicidad de ropa interior a lo largo de los años. Mientras en EE.UU. Jockey intentaba atraer a las compradoras con obras maestras de las artes gráficas, los anuncios alemanes se basaban en una argu-mentación puramente lógica. Quizá este tipo de publicidad de calzon-cillos tan fría explique por qué aún hoy los hombres alemanes gastan tan poco en ropa interior.

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