canto desollado

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Cifrar Con lo que he sido, he abierto mis venas. En toda extensión entendida. Por una vía inapropiada, casi yerta. Un vuelo rasante, infecundo. Volátil. De nervadura apócrifa, lisa, lineal. De vértigo, sin pausa, Necesaria, Tratándose de enhebrar sentimientos escritos, Míos, siempre. En arrebato, Cifrados, consignados, labrados. Palabras Deshechas Se fueron, ayer, no más, Llevaron las palabras juntas. Atadas al equipaje viajero. Se fueron, ellas, diciéndolas de a poco, Como si nada. Como leyéndolas en pasivo, Como atribuladas mensajeras. De ahora y siempre Deshojando la vida Ese abandono grueso, Sentido. Inmemorial, mío. Yéndome en camino, puntudo, Azaroso, casi pérfido, inapropiado. Fui, sin embargo, hasta el mar loco, Bullicioso, ajeno, arisco. Y quedé allí. Ahogando las voces todas.

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Page 1: Canto desollado

Cifrar

Con lo que he sido, he abierto mis venas. En toda extensión entendida. Por una vía inapropiada, casi yerta.Un vuelo rasante, infecundo. Volátil.De nervadura apócrifa, lisa, lineal.De vértigo, sin pausa,Necesaria,Tratándose de enhebrar sentimientos escritos,Míos, siempre. En arrebato,Cifrados, consignados, labrados.

Palabras Deshechas

Se fueron, ayer, no más,Llevaron las palabras juntas.Atadas al equipaje viajero.Se fueron, ellas, diciéndolas de a poco,Como si nada. Como leyéndolas en pasivo,Como atribuladas mensajeras. De ahora y siempre

Deshojando la vida

Ese abandono grueso,Sentido. Inmemorial, mío.Yéndome en camino, puntudo,Azaroso, casi pérfido, inapropiado.Fui, sin embargo, hasta el mar loco,Bullicioso, ajeno, arisco.Y quedé allí. Ahogando las voces todas.Echando las luces, al vacío,Hundiéndolas con las palabras.Y quedé mudo. Anonadado,

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Casi muerto

Canto en celo

De ser así, entonces, volveré,Cualquier día, Remoto o breve,Qué más da. Tratándose de diluir las ilusiones.Todas. O pocas. Qué más da.Tratándose del olvido, voraz. Latente o melifluo,Íngrimo.

Ese, un día cualquiera

En ese abrir los ojos,Te vi. En caída errática,Cuan lisonjera ave viajera.Surcando el azul. O el gris. O el negroEnvoltura de la esfera toda.En tono pasional, violento.Habiendo perdido, cualquier día, tus ojos,Habiendo postulado, cualquier día, la iridiscenciaDe tu cuerpo. Ahora remoto, casi ingrávido,Siendo yo impávido sujeto, lánguido. Perdido.

Pasado cierto

Se fue la vida, mañana.Estando, yo, en este hoy acerado, frío.Como si pasado solo fuese.Como insumo precoz, rápido, ligero.Yo, en este hoy, como si solo el pasado,Existiese. Volara. En ida y vuelta convertido.Solo eso. Pasado espurio. Violento, presente.

Eso

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El hecho es ese.Todo se fue, incluida la esperanza

Yendo por ahí

De irte yendo, por ahí declaraste ese día,De dudas bordadas, con los hilos ásperos,Manejados en la destreza propia de la huidiza,Mujer que hizo,De lo que amábamos,Noción simple,Pasajera, insabora.De irte viniendo por ahí, te percibo,Regresando, ahora.Después de habilitar al silencio.Como norma. Como sucedáneo que duele,Que incursiona en este otrora entorno nuestro,Perdido ahora, casi muerto

Palabra perpleja

Perplejo,De tanto ver lo que pasa, pasando.Ráfagas mortales de silencio, de connivencia,Con el fuego hiriente,Con la desarmonía, latente,Cantinela con palabras hechas,Surcando, en dolor mayor,El viento, el mar, el hielo.Perplejo sujeto yo,Acucioso, en buscar palabras,Armónicas, heréticas, sin embargo, sublimes,Vertidas, al viento, al universo todo,

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Aún en el hielo. Aún en la dolienteEscena. Aún en lo que fui, siendo hoy,Lo mismo, diferente, cálido, de palabra ávida,No silenciosa, no doliente, no efímera.

Como bruma áspera

Ahí está lo que hiciste,Lo que dejaste, lo habido ayer, en tiempoYa yerto,En día ya ido,Casi silente, casi perdido.

Tiempo ya tuyo, tiempo de los dos ya pasado

Lo hecho es ya pasado,Lo ido es también tuyo,Lo de hoy es lo mío, queTambién fue tuyo,En esos días idos,Cuando éramos dos,Siendo, hoy, solo uno.

Silencio supinoSordo, adrede.Como no queriendo oír,Como queriendo el ruido,Bochornoso, cómplice,Supino sujeto, en eso de olvidar,En eso de no querer oír,Lo que oído debiera haber sido.

Recuerdo tuyo, recuerdo de tu absurdo.

Page 5: Canto desollado

No sé cuándo volóNi el tiempo,En que puso fronteraEntre ella y yo.Entre lo que fuimosY lo que somos, hoy.Siendo negra ella y negro yo,Pulsión cerrera,No incauto sentimiento.No evidencia sesgada,No sé cuándo volaste,Ni el tiempo en que huiste de nuestro color.Negro sigo siendo yo,Punzante no efímera postura,Guerrero siempre yo,Entrega tuya, a lo fácil,A lo pútrido,A lo infame, en lentejuelas venido,En traición exhibido.

Canto y Fuga

Como algo efímero, pensé yo. Esa hechura de infinitos caminos que, tuve que recorrer, Como parte del embrujo soterrado. Una vez, como por dejar en el entorno mío,Esa elocuencia perversa. Había nacido yo, en términos patéticos. Y sentí, ese día Algo así como sopladura de dragones y me hice vértebra de la desproporción; enUn leguaje desconocido, entonces, sitio de privilegio asumí, como la vida como extensión De la vida de todos y de todas. Un lenguaje temporal, mezquina.Desde ese entonces, fui creciendo al lado de la soledad. Y, muy permisivo, le dije a quienes conocí ahora.Sucinto, entonces, de palabra, fue mi aprendizaje. El que, ahora, parece ser doliente huella deTranseúnte como sujeto partido entre ser pasado o ser mañana

Diciéndolo

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Cada quien debería tener una ilusión.Cifrada en la solidaridad.Cada quien debería anclar su futuroEn la equidad de género, día a día. Como expresiónSuprema de lo que seremos.

Canto a quienes derrotaron la desesperanza

Yo diría que ascendí pronto. Hacia esa proclama de vida. Por ahí me fui yendo. Conociendo el otrora permiso para estar ahí. En ese entorno. De ellos y de ellas. Solo así entendí lo mucho que he dejado de amar a quienes son y han sido todos y todas. Niños y niñas en existencia que no conocía. Como si hubiese estado perdido antes. Ciego en lo que corresponde a vivir la vida hecha. A pulso de ellos y ellas, Por ahí estando siempre. Mostrando lo que alegría es. Y sigue siendo por lo mismo que son y han sido puro vivir. En veces pleno. En otras en violencia sumidos y sumidas. En esas veces de puro golpe. Sobre sus cuerpos. Lesionados. Ajados. Muertos.Y di por creer que, el ascenso era la vida vuelta a vivir. Y me olvidé de lo que estoy hecho. De puro mármol frío. Insípido. Sin conocer ternura. Y siendo así que lo olvidé; el ascenso se tornó pesado. Cuando pasé por donde solo pueden volar quienes han sido y son de su cohorte. Infantes de erudición hecha. De la mano con la ternura manifiesta. O en ciernes. O habida desde el inicio de su universo afín. Como que me hice a la idea de ser sujeto prístino. Como el Adrián cantado. En unísono coloquial. Violentado. Y vuelto a nacer vistoso. Como luciérnaga primera. Incandescente. Sublime. Nacido en volantines. Hecho con la finura de aeroplanos de libre vuelo. De instar lúcido como la maría palitos visitando árboles floridos.Y en qué condiciones volví a tierra, no lo sé. Solo sé que cavé la fosa buscando refugio propio para los que, como yo, hibernamos a la intemperie glotona. Lluviosa. En granizo envolvente. Con golpes secos. Acerados. Doliente.Lo que me pasó, en el después inmediato; no lo recuerdo. Y, tal parece que no lo recordaré. Por lo mismo que recordándolo volvería a la prisión del olvido que se posesionó en mí. Desde temprana vida. Desde ese tiempo pasado aciago. Envolvente. Hiriente. Punzante. Como propósito de enmienda en religiosidad hecha nudo. Asfixiante ceremonia que, en mi se volvió perenne.Y me sorprendió la urgencia manifiesta. Esa que no da lugar al respiro. De aquí y de allá fui tomando insumos. Penetrantes. Extravagantes. En lo que esto tiene de enervante, lobotomía. Y me hice pútrido sujeto. Insano. Inamovible. Como cerebro tullido, casi muerto. Casi perdido en absoluto laberinto abyecto.Al volver. Al asir, de nuevo, la palabra limpia. Llegaron los y las vivicantes; me hicieron levantar la mirada. Hacia el rojo intenso del padre Sol. Porque fueron ellos y ellas, quienes me rescataron de ese infierno que estaba en mí. De sujeto perverso, pasé a ser lúcido andante. Caminante, de nuevo cuño. Libertario absoluto. Y sí que el ascenso se tornó vibrante convocatoria a vivir la vida. Como solo, ellos y ellas, saben hacerlo. Renovando entornos aéreos y terrenos. Sin condicionantes al acecho. Volviendo a vivir la vida. Tanto como el Callejero de Alberto Cortes. Tanto como esas voces suyas. Entonando el Pájaro Libre que cantó Mercedes. Recordada por ellos y ellas, como ejemplo vivo presente.

Page 7: Canto desollado

Alocución

Como cuando te conocí,Cálida risa que llevé en mí,Todo mi tiempo. Ahora siento que está perdida para mí.Como reconocer que no obras más comoOpción mía, absoluta.Más bien como letanía inventada,Desde que conocemos del alfabeto,La palabra labrada;Como cuando te vi. Ahí,Siendo fugaz ahora,Lo que ayer supuse perpetua ilusión,Y por eso estuve como cantinela pasión.Retando verdades amargas,Esas que, hoy, me embargan en dolor primero Que se alarga; en infinito camino,En destino prístino como si yo supiese,El lenguaje de lo cierto y lo puro;Como si hubiese aprendido, de lo bello,El infinito.

Diciembre 2013

Como duele, ahora, tanto olvido.Como duele, al día, el ímpetu de tu cuerpo,Ya lejano.…en fin, como dolor es sentirse cosido al recuerdo.De ti, bien amada por mí,Recuerdo desparramado,

Page 8: Canto desollado

En todos los entornos,En todos los idiomas posibles,En todos los universos,En todos aquellos mensajes,Salidos de mi yo. Y del yo de todos.Como duele sentirte perdida en el horizonte.Antes mío,Ahora de no sé quién,En no sé dónde.Tal vez, en los caminos que no conozco.Y que, por lo mismo, son territorios vedados.A quienes antes y ahora, también perdieron a quien amaron.

Soledad, solita

Como cuando te conocí,Cálida risa que llevé en mí,Todo mi tiempo. Ahora siento que está perdida para mí.Como reconocer que no obras más comoOpción mía, absoluta.Más bien como letanía inventada,Desde que conocemos del alfabeto,La palabra labrada;Como cuando te vi. Ahí,Siendo fugaz ahora,Lo que ayer supuse perpetua ilusión,Y por eso estuve como cantinela pasión.Retando verdades amargas,Esas que, hoy, me embargan en dolor primero Que se alarga; en infinito camino,En destino prístino como si yo supiese,El lenguaje de lo cierto y lo puro;

Page 9: Canto desollado

Como si hubiese aprendido, de lo bello,El infinito.

De la mano tuya, muero en envolvente trama

Todo parece envolvente trama, agria, enjuta,En ese tipo de imaginarios en donde la vida se violenta,En un ir y venir que dejó de ser esplendoroso. Por lo mismo que,Yo navego en móvil inmóvil. Desde que dejé de verte. Siendo así, entonces,Se juntan la sinrazón que vivimos. Con tu desaparición de tus ojos, no mansos. Más bien De heterodoxa convocatoria.Y que decir tiene, entonces, la visión de futuro. Como que creo que no será imagen de lo que conocimos en pasado. En nuestra infancia absoluta; en alegría desbordada. En nuestro barrio amado. En sus calles libertarias. Cuando observabas el picadito afanoso. Con los goles míos. Que más bien parecían agitados murmullos tuyos y los de mi madre.Sí que, entonces, vertimos aspavientos grávidos. Ahí, en la vertical que impone la atracción perenne. Sin más, bella novia mía, te dejo, en herencia, las ilusiones construidas a puro pulso.En esa recordadera me voy. A buscar al viento que gire al revés. Y que me lleve, a la Lunita Luna.

De una historia vista, tocada en el sueño

Como si lo hubiese narrado en el pasado, este cuento obra como certificación casi notarial del mismo. Ocurrió que fui hasta donde vivían ellos y ellas. Nativos y nativas de mi entorno nacional. Muchos siglos pasaron. En ese ejercicio de vida limpio. Los ríos anchurosos bañaban todo el territorio. Ellos y ellas en un embeleso de vida. Una cognición autónoma con la cual sabía identificar lo brumoso del dios dado. Repeticiones que convocaban a saber lo cotidiano, Po ejemplo eso de producir, al lado de la Madre Tierra. Sus insumos eran lo rudimentariamente explotados. Palos, piedras talladas. Y, la recolección de los frutos, exhibía el comportamiento apropiado. Un unísono trajinar cargado de sabores percibidos solo por ellos y ellas. El nacer, siendo una conexión entre la intención de cuerpo inmediato. Con las parturientas ahí. Como sujeta expósita. Bien amada con sus pares. Y, en crecimiento necesario, se iban dando los hijos e hijas. De todos y de todas. La soledad era amigo benévolo. Una interacción por la vía de las jefaturas existentes. Evolucionando desde el pasado darwiniano no conocido. Pero presente. En esa holgura de actuación. En el distanciamiento y en la pluralidad manifiesta. Con gritos guerreros. Violentos. Punzantes. En ese entendido del concepto guerra atrayente. En la divergencia explícita, relevante.El universo como esplendor absoluto. La iridiscencia gris de la Luna. El furor del Dios Sol. De vida lleno. En esa energía expandida. Proponiéndole a la vida un nexo en el cual se juzgaba los hechos por lo que este mismo era. Una noción de Estado, que

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consumía sus fuerzas. Que tenían la misma connotación de la partición de los sujetos y sujetas. En ese ajuste cuentas con el colectivo vivo. En veces oprobioso como lo es ahora. Un imaginario para las aventuras. Surtiendo de nombres epopéyicos para los animales, sus vecinos de siempre. Domando a la naturaleza con sus ínfulas de ascensos en la escala del crecimiento biológico. Su espiritualidad quizá de mayor contenido lúdico de los que somos ahora.Y vivían, en veces, la percepción de lo que vendría. De esos sujetos en ciernes que, en una perspectiva milenaria, empezaban a asomarse al mar abrupto, pero libre. Como hendiendo sus palos en el mismo. O con las telas extendidas. Desafiando la violencia del viento que corría por todos esos espacios benéficos, en lo que estos tienen de potencia y de capacidad para insinuar opciones de vida. Suyas. De nadie más. Pero, volvía el presagio. Como si los invasores estuvieran ya ahí. Mimetizados en la huella ululante. Como escuchando las arengas al Dios mítico hecho hombre. Al conjuro de todos y todas. En ese ensamble cultural, construido desde ese atrás casi infinito. La diferenciación expandida. Conceptos y acciones que verificaban lo suyo como potente mensaje. Como si, con sus pares de otras tierras cercanas, estuvieran comunicando saberes. Ya estaba la Vía Láctea. Que, para ellos y ellas, eran la conjunción entre lo brilloso de allá arriba. Vistos desde la Tierra primera. Sin saber por qué daban vueltas. Y en insondable oscuridad ampliada. Ya estaban los Agujeros negros. Ya había pasado mucho tiempo de brutal configuración cósmica. Separando las aguas de lo terreno propiamente dichos. Ya los elementos de la química en latencia. Esos que, vistos a futuro, sería como gobernanzas insubstanciales en el ahora inmediato. Pero que vagaban al son de los violentos cambios, Del hacerse ahí. Con rutilantes espacios. Como si el Hacedor o lo que fuere, hubiera extendido una sabiduría para que la evolución fuese violenta, en el entendido brusco. Pero veloz e incesante. Y, también, estaban los cuerpos hechos de pura juntura de resorte que, disparados, hacia futuro obrarían como mágicos encuentrosHoy que vuelvo de ese sueño ampliado. Corrí hacia el escampado permitiera mirar el cielo abierto. Y no me detuve hasta no cerciorarme de cuanto había pasado en mí, antes cuando dormía. Y vii cuajadas las estrellas. En la inmensa noche-día nutriendo la vida mía y la de todos y todas.

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