CAMINO DE SANTIAGO 2013 SOMPORT-JACA

María Gareta, Cristina Bolsa Y Andrea Liroz

El sábado 26 de octubre de 2013, montamos en el autobús a las 7:15 de la mañana. Pasados los primeros 90 km. hicimos una parada para desayunar en el Hotel Monrepós, después continuamos nuestro camino hacia las granjas de Peyrenère (Francia). Una vez llegados allí emprendimos nuestro camino hacia la frontera española; durante este largo trayecto tuvimos una entretenida explicación del profesor Antonio Campillo sobre cualquier piedra, paisaje, fruto o animal que encontrábamos a nuestro paso.

Una vez llegados a la frontera española subimos a visitar a nuestra Virgen del Pilar. Continuamos nuestro camino hacia las ruinas del hospital de Santa Cristina (Candanchú) donde hicimos una parada para almorzar, allí Campillo nos hizo contar las 1500 ovejas.

Tras la parada en las ruinas seguimos hacia Canfranc -estación cruzando el río Aragón por el puente de Escarné, el barranco de Ríoseta etc… hasta llegar anuestro destino, allí comimos y descansamos, para continuar con una visita guiada por la estación.

En la visita guiada nos explicaron que la estación anteriormente era lo que marcaba la frontera entre Francia y España, los franceses tenían el lado izquierdo de la estación, mientras que los españoles tenían la parte derecha. Estaba previsto establecer un hotel de lujo al igual que viviendas en la parte francesa. El tren nunca llegaba directo de Francia a Zaragoza y de Zaragoza a Francia sino que los dos paraban en Canfranc, para cruzar la estación y cambiar de vía. La estación era utilizada por sus pasajeros como un lugar de intercambio de mercancías. Ahora están haciendo reformas en la estación por lo que es obligatorio el uso de un casco protector. Aquí te dejamos este vídeo para que veas como está la estación actualmente:.

Al terminar la visita guiada por la estación, continuamos apurados el camino hacia Canfranc pueblo, donde se encontraba el albergue en el que íbamos a alojarnos.

El principio del camino fue por la carretera (cruzando otra vez el río Aragón), después se desviaba por la montaña pasando por el puente del barranco, el cual lleva a una cascada muy apetecible en verano, cruzamos el último puente, el puente de Arriba que nos lleva al pueblo de Canfranc.

Llegamos al albergue algo cansados y una vez allí nos dimos una ducha, nos preparamos para cenar y salimos a dar una vuelta antes de dormir.

Sobre las 10:20 ya habíamos vuelto por lo que tocaba descansar para el día siguiente emprender un nuevo camino hasta Jaca con ganas.

Al día siguiente nuestro profesor de historia Luis Barreiro vino a despertarnos sobre las 7:30 y bajamos a desayunar, recogimos todo y nos preparamos para seguir con nuestro camino. Como de costumbre salimos media hora tarde. Antes de abandonar Canfranc , Luis nos contó una leyenda que trataba de una bruja que murió en un incendio y antes de morir maldijo a Canfranc, diciendo que sufriría tres incendios, desde entonces ya han ocurrido dos,y el último pudo haber sucedido durante nuestra estancia allí.

De camino a Villanúa pasamos por las ruinas de la iglesia de la Trinidad y por el “Puente Nuevo”, el cual es uno de los sitios más fotografiados del camino; durante esta parte fuimos por la umbría y paramos debajo de un túnel de la carretera. Tras un camino de piedras, llegamos a una zona de prado donde está escondido el dolmen de las Guixas, después de las cuevas, llegamos a Villanúa pero nos desviamos hacia Castiello de Jaca.

Pasamos por un buen lugar, para ver el pico de Collarada, el valle Glaciar y las vías del canfranero. Después llegamos a Castiello de Jaca, atravesamos todo el pueblo hasta llegar a la iglesia de San Miguel, hicimos un pequeño descanso para almorzar antes de llegar a nuestro último destino, Jaca.

Durante el camino hacia Jaca observamos el río Aragón a nuestra derecha, también el molino de Bergosa, el puente de Tornijos, el puente de las Grallas, la ermita de San Cristóbal, el barranco de Rapitán.

Ya hemos llegado a la última cuesta que lleva hasta Jaca. Aquí buscamos un lugar donde comer y al acabar nos acercamos a la Ciudadela donde habíamos quedado con los profesores; allí unos descansamos y otros acompañaron a algunos profesores a dar una vuelta turística por Jaca, hasta la llegada del autobús de nuestro amigo Narciso.

Nos despedimos de Jaca y de todo el Camino de Santiago en general y del fin de semana tan estupendo que habíamos pasado en compañía de amigos y profesores.

Una experiencia para repetir, sin ninguna duda.