cadena de ciegos

1
CADENA DE CIEGOS Gracias, ¡doctor! ¡Muchas gracias! -dijo el señor Chen* mientras miraba, asombrado, a su alrededor. La operación había sido exitosa, y luego de un tiempo de espera el médico había quitado, con cuidado, las vendas de sus ojos. ¡Podía ver nuevamente! Una vez, había pensado que nunca más podría ver, pero el médico misionero lo había curado de su ceguera. -Volveré -prometió el señor Chen. Y así fue, unas pocas semanas más tarde estaba de vuelta. Pero, no había regresado solo. -Doctor, traje a algunas personas conmigo -comento-. Les dije lo que usted podía hacer por ellas. El médico miro hacia afuera. Para su sorpresa, conto 48 personas ciegas allí, de pie, esperándolo. Se veían cansadas, como si hubiesen viajado desde lejos. -¿Cómo logro traerlos? -pregunto el médico. Puesto que esto ocurría en tiempos en que no había medios de transporte accesibles, la profesional sabia cuán difícil era viajar de un lugar a otro, aun sin ser ciego. -No fue fácil -respondió el señor Chen-, Hemos caminado durante días. Ellos se tomaron de una cuerda, y yo los guie hasta aquí. La cadena de personas ciegas había caminado cuatrocientos kilómetros, para consultar al doctor. Por cuanto el señor Chen había vivido algo maravilloso en su vida, no pudo guardarse las buenas noticias solo para él. Cuando algo bueno nos ocurre a nosotros, ¿Se lo contamos a otros? Por ejemplo, ¿ha hecho Jesús algo en tu vida? ¿Qué ha hecho por ti? No te guardes las buenas noticias solamente para ti. Actúa como el señor Chen, y compártelas con los que te rodean. Diles: “Vengan ustedes, temerosos de Dios, escuchen, que voy a contarles todo lo que él ha hecho por mí”. Narrado por: Keii Johnson

Upload: eunice3026

Post on 16-Aug-2015

215 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

Historia

TRANSCRIPT

CADENA DE CIEGOS Gracias, doctor! Muchas gracias! -dijo el seor Chen* mientras miraba, asombrado, a su alrededor. La operacin haba sido exitosa, y luego de un tiempo de espera el mdico haba quitado, con cuidado, las vendas de sus ojos. Poda ver nuevamente! Una vez, haba pensado que nunca ms podra ver, pero el mdico misionero lo haba curado de su ceguera. -Volver -prometi el seor Chen. Y as fue, unas pocas semanas ms tarde estaba de vuelta. Pero, no haba regresado solo. -Doctor, traje a algunas personas conmigo -comento-. Les dije lo que usted poda hacer por ellas. El mdico miro hacia afuera. Para su sorpresa, conto 48 personas ciegas all, de pie, esperndolo. Se vean cansadas, como si hubiesen viajado desde lejos. -Cmo logro traerlos? -pregunto el mdico. Puesto que esto ocurra en tiempos en que no haba medios de transporte accesibles, la profesional sabia cun difcil era viajar de un lugar a otro, aun sin ser ciego. -No fue fcil -respondi el seor Chen-, Hemos caminado durante das. Ellos se tomaron de una cuerda, y yo los guie hasta aqu. La cadena de personas ciegas haba caminado cuatrocientos kilmetros, para consultar al doctor. Por cuanto el seor Chen haba vivido algo maravilloso en su vida, no pudo guardarse las buenas noticias solo para l. Cuando algo bueno nos ocurre a nosotros, Se lo contamos a otros? Por ejemplo, ha hecho Jess algo en tu vida? Qu ha hecho por ti? No te guardes las buenas noticias solamente para ti. Acta como el seor Chen, y comprtelas con los que te rodean. Diles: Vengan ustedes, temerosos de Dios, escuchen, que voy a contarles todo lo que l ha hecho por m. Narrado por: Keii Johnson