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Quiero ser escritor: Ideas y consejos para comenzar tu carrera como escritor profesional (Spanish Edition)C. Clara Rosewood
La reproducción total o parcial de este libro no autorizada, vulnera derechos reservados. Cualquier utilización debe ser perfectamente concertada.
Para los futuros escritores
Para escribir
El título
Escribir era lo único llenaba mi vida… Tres o cuatro partes de realidad… Escribo muy deprisa por impaciencia… Consejos para escribir ficción… El tema La idea El estilo Debemos cuidar los verbos El método Puede ser resultado de Escribir es reescribir, volver a mirar… Ejercicio práctico En casa no puedo escribir, necesito aislamiento… Ejercicio creativo El que tiene imaginación, con qué… El bloqueo del escritor Mi consejo es: nunca hagas mañana… Ejercicio práctico Necesito el olor de la calle para escribir… El narrador protagonista El narrador testigo El lenguaje Los libros que el mundo llama inmorales… Para sobre vivir, debes contar historias… Los niveles del lenguaje coloquial El lenguaje literario La percepción
Un mal escritor es alguien cuya vida… Las técnicas narrativas 1ª y 2ª persona La acción Los personajes El diálogo Hay que tener cuidado con los libros… Errores muy comunes Los dequeísmos Los libros contienen en su interior… El trabajo y el ocio son dos momentos… Ejercicios
Un libro no se termina, se abandona
Gabriel García Márquez Luis Sepúlveda escritor chileno contaba una anécdota:
« Un oficial de aduanas cada vez que tenía que pedirme la tarjeta me preguntaba la profesión y yo contestaba: escritor mientras él repetía: Le he preguntado la profesión » .
El libro que tienes entre las manos es una guía muy efectiva que además te va a servir de mucha ayuda porque entre otras cosas te dará las pautas para evitar el tan nombrado bloqueo del escritor. Esta « Guía práctica para escritores » te ayudará también a evitar el miedo a la página en blanco. El verdadero escritor no es aquel que escribe un libro y simplemente se detiene para a recrearse en la obra que ha creado, el verdadero escritor es el que constantemente está aprendiendo y, observando, siempre está en continuo crecimiento. Esta guía nos asegura y nos garantiza el éxito a la hora de escribir si le préstamos atención. Tenemos que olvidarnos de la excusa del tan conocido « espacio para escribir » el verdadero escritor no necesita ningún espacio para escribir, puede hacerlo hasta en una trinchera, los grandes escritores del siglo pasado lo hacían. Citaremos entre otros a: Antón Chéjov, Joseph Roth, Stefan Zweig, ellos escribían en cualquier sitio de hecho Joseph Roth lo hacía en los cafés de Viena sentado en la
mesa de una terraza, él observaba la vida pasar, pensaba que algún día llegaría a ser tan conocido y tan famoso como lo era su contemporáneo y amigo Stefan Zweig. En el caso de Antón Chéjov, escribía relatos cortos porque era una manera rápida de conseguir dinero para poder sobrevivir. Hoy sabemos que los relatos son tan difíciles de escribir o más que una novela, hay mucho que contar en pocas páginas. Un escritor no necesita una casa en la montaña, ni que todo sea idílico y bucólico. Lo que de verdad necesita son ideas y muchas ganas de trabajar, partiendo de esa base está guía nos va a dar unos pequeños consejos. Ponerse delante de un folio en blanco no es tan sencillo como parece. Muchas personas no se deciden a escribir porque piensan: « Quién lo va a leer » hay muchos libros que se quedan guardados en un cajón por diferentes motivos. Gracias a Dios el sistema editorial está cambiando, hoy en día la persona que quiere escribir solo tiene que plantearse si de verdad es capaz de hacerlo.
En estas páginas vas a encontrar consejos para que pierdas el miedo a escribir. A veces pensamos que en esos momentos de bloqueo la página en blanco se va a apoderar de nosotros. Un consejo es llevar siempre a mano un cuaderno de notas, ya sé que lo habéis escuchado muchas veces pero es fundamental. A mí me funciona de maravilla, da igual que sea una libreta que tenga una encuadernación de piel o no, se trata de escribir algo que nos haga sentir bien. Parece una tontería pero no lo es. Llevar una pequeña libreta nos puede hacer estar confiados de que lo que vamos a escribir, después lo vamos a desarrollar. Vamos a intentar plantear el reto de un mes de escritura continuada, durante un mes sería bueno hacer un ejercicio de escribir al menos una anotación diaria, una notación de lo que se quiera puede
ser un amanecer, un anochecer, un atardecer. Que te evoca un olor, puede ser una observación que haces mientras estás sentado en una cafetería tomando un café, pero escribir siempre escribir y seguro que mientras escribes las ideas fluyen y aunque al principio nos parezca una tontería y nos parezca casi una misión imposible, funciona. La literatura es un oficio y tenemos que saber que se aprende escribiendo, es verdad que uno cuanto más escribe más fluyen las ideas, la práctica hace al maestro, podríamos decir que la novela es una carrera de fondo, en cambio el relato es una carrera a contrarreloj, es más inmediato pero ¡ojo! hay que tener mucho cuidado no por ser algo de más fácil término quiere decir que también sea más sencillo. Hay quién escribe por puro placer en cambio hay quién escribe por pura necesidad, dependiendo un poco de cada autor y su texto lo que puede resultar finalmente de él tiene mayor intensidad o menos, ya no hablamos de la fluidez que puede ser mayor o menor.
Para escribir
A menudo escuchamos; ¡si pudiera tomarme un año escribiría una novela...! Tal vez no lo haríamos, no somos conscientes de los bloqueos literarios que tenemos a la hora de escribir. Hacer una montaña de la actividad literaria nos hará que la escritura se nos haga cada vez más difícil. Tenemos la tendencia a pensar que necesitamos grandes espacios, soledad y no es así. Lo que en realidad necesitamos es soltar todo lo que llevamos dentro de nosotros. En mi caso como diría Julia Camerón, « mi vida - y todo el trabajo que he realizado con ella- tiene más que ver con confeccionar una colcha a base de retales que con desenrollar madejas ilimitadas por la edad » . Pensar que si tuviéramos tiempo escribiríamos una novela puede ser una gran mentira.
No hace falta estar en soledad se puede escribir en una cafetería. Suena muy idílico tener una casa en la montaña, es lo típico. El auténtico escritor escribe donde puede. Nemirovski escribió « La suite francesa » con un lápiz y una letra apenas ilegible porque no tenía papel para ello. Muchos escritores lo hacían en tabernas de mala muerte y cafeterías llenas de gente. Simplemente observaban la vida, el ir y venir de una sociedad muchas veces en decadencia. La falta de recursos nunca fue una excusa para no escribir, las hermanas Brönte nunca salieron de sus tierras y crearon historias maravillosas que a día de hoy todavía perduran.
Lo que sí es aconsejable es aislarse de las redes sociales. A la
hora de escribir debemos procurar no distraernos con nada, las nuevas tecnologías pueden ser una tentación, así que lo más efectivo es silenciar todo y volcarnos en nuestro trabajo y nuestra pasión, escribir. Debemos ser capaces de cortar todo lo que no nos sirva en un texto. Es mejor evitar contar cosas que son necesarias. No queremos aburrir al lector. La fórmula menos es más aquí debemos aplicarla.
Es aconsejable anotar todas las ideas que se nos ocurran, no sabemos nunca donde van a encajar y tal vez no sea en el texto que estamos trabajando donde lo hagan sino en futuros textos.
A la hora de escribir yo recomiendo hacerlo sobre lugares que ya conocemos, a veces podemos perdernos entre toda la documentación qué hay en las redes sociales y no hay nada mejor como ambientar una novela en un escenario real que nosotros conozcamos y que dominemos. Sin duda la narración parecerá más realista a no ser que tengamos el talento que tenían las hermanas Brontë.
Para atrapar al lector desde el principio hay que tener un buen encabezamiento. La primera línea que escribamos tiene que enganchar en una sola línea para que conecte rápidamente, y el lector sienta la necesidad de seguir leyendo.
Gabriel García Márquez decía que su maestro fue Hemingway, aprendió que; « el trabajo diario solo se debe interrumpir cuando sabes reanudarlo » . En mi opinión es un buen consejo para escribir, es un buen remedio para el tan temido fantasma de todos los escritores: la página en blanco.
En cambio Ana María Matute tenía su propio método de escritura, le gustaba poner música muy bajita de forma que solo la escuchaba ella,
procuraba no mirar la página en blanco porque admitió
que le aterraba. Virginia Wolf y Mercé Rodoreda no podían soltar sus plumas cuando
estaban en sus domicilios de Londres y Barcelona, los ruidos de la gran ciudad decían que las bloqueaban. Ambas eran muy caseras.
A Hemingway le encantaba su época de escritor parisino en París era una fiesta, escribía en una cafetería y llegó a alquilar una habitación caldeada de hotel comiendo mandarinas y castañas asadas para sobrevivir. Escribía hasta que conseguía sacar la idea de la cabeza en ese momento justo paraba, dejaba la escritura. Daba una vuelta por París, leyendo y caminado hasta el siguiente día.
Raymond Carver hizo su primera redacción a mano, después la pasaba a máquina y era cuando cambiaba algunas cosas, llegando a hacer hasta treinta redacciones de un mismo relato.
Jaime Gil de Biedma ni siquiera necesitaba tener una pluma a mano para poder escribir, era capaz de pensar en un poema mientras hablaba en una reunión durante más de dos horas.
Torrente Ballester llevaba consigo una grabadora japonesa y en su caminar diario registran todo cuanto le sucedía.
Dostoievski escribía día y noche mientras que T.S. Eliot lo hacía de una a diez. Alberto Moravia sin embargo escribió toda su vida por la mañana.
Como ves cada escritor tiene un método propio que le funciona, tú debes buscar el tuyo. Podríamos seguir citando escritores y veríamos que cada uno desarrolla su propio método de escritura.
El título debe de ser corto dos o tres palabras es una forma sencilla de enganchar a la gente.
Cuando estamos empezando a contar una historia y todavía no se domina el tema de la escritura una cosa que nos puede ayudar mucho son las fichas las fichas. En ellas pondremos el nombre de un personaje y las características de este personaje por ejemplo; Elena es alta, rubia, esbelta y posee una sonrisa angelical grandes ojos rasgados grandes y rasgados ojos azules cabello rizado.
Quizá en la novela que estemos escribiendo al revisarla, encontremos una frase mágica que nos de la calve para elegir un título. O una frase ya escrita que pensemos que representa con fuerza a la novela.
Otra idea es emplear un subtítulo que refuerce el título. El título no es un resumen de la novela, el titulo tiene que representar
la historia de la novela. La frase que elijamos para el título debe tener sentido con la novela. Un buen título puede contener nombres propios y fechas, en gran medida puede hacernos desear leer una novela.
Escribir era lo único llenaba mi vida y la alegraba, la escritura no me ha abandonado nunca
Marguerit Duras El escritor no solamente recibe halagos sino también críticas el mundo
de la literatura es duro a veces puede resultar incluso amargo pero es maravilloso te recompensa de muchas cosas y no es necesario abandonar un trabajo para vivir solamente de una afición se pueden hacer las dos cosas y no por eso uno es menos escritor. Hay escritores muy honestos que confiesan que siendo escritores viven de su trabajo que es el periodismo, es verdad que este tipo de escritores tienen un trabajo que está más relacionado con su pasión que es la escritura pero hay que estar muy seguros para para lanzarse a la piscina. El escritor debe ser capaz de cortar sus propios textos, no debes enamorarte de lo que escribes y cuando es necesario corregir parte del texto o incluso acortarlo, debes ser capaz de darte cuenta de que no todo lo que escribes es válido para la historia que quieres contar.
Tres o cuatro partes de realidad y el resto a cargo de la imaginación Robert Ludlum Lee el texto cuando termines de escribirlo ayuda pero no tanto como
imaginamos. Lo mejor es dejarlo reposar un tiempo, no es exagerado decir que durante un mes a tres meses es el tiempo que el propio escritor necesita para desconectar. Este proceso es indeterminado y distinto para cada escritor. Al retomar el texto se lee de nuevo pero con otros ojos y somos capaces de ver errores que no se nos habían pasado inadvertidos en el proceso de su redacción. No es verdad que los escritores famosos no necesitan ninguna corrección en sus textos ni siquiera ellos se salvan. La fase de corrección es aburrida y soporífera pero finalmente terminas encariñándote con esa fase también y puede resultar hasta divertida. Si hablamos de revisión tenemos que decir que hay tres frases: lectura, análisis y modificaciones la revisión de la fase de la estructura es donde revisaremos la coherencia, en la segunda fase haremos una revisión funcional y en la tercera haremos una revisión formal donde revisaremos el lenguaje utilizado y el efecto que se consigue con él.
Haremos la primera revisión que es la lectura del texto con ojos de lector, es decir leeremos sin prisa ni pausa, intentaremos disfrutar de la historia sin prestar atención a otros aspectos. En la revisión funcional haremos una nueva lectura pero esta vez no la veremos con los ojos de un lector sino con los ojos de un crítico. Trataremos de ver los detalles y el lenguaje que tienen los personajes, la trama entre otras
particularidades del texto con las consiguientes modificaciones que resulten oportunas y por último leeremos nuestro texto sabiendo que tenemos que quitar todo lo que no sirva para nada. No hay que tener miedo de quitar ningún párrafo debemos pulir nuestro texto hasta que haya mejorado y tenga una calidad literaria que poder ofrecer al lector.
Hay que tener auto disciplina, es decir tratar de imponerse una cierta regularidad necesaria si no se quiere correr el risego de procrastinar. El ejercicio de la escritura no puede ir en desunión con el acto de la reescritura.
Según palabras de del escritor Montaigne, muchos escritores se ven obligados a vivir de su arte.
Escribo muy deprisa por impaciencia las cosas se forman en la imaginación y quieren salir, se atropellan.
Ramón J. Sender
El tema
El amor, la locura, el deseo, la venganza, el odio...Son temas intangibles que debemos convertirlos en tangibles a través de nuestra historia. Sin embargo diremos que hay tres grandes temas universales: el amor, la vida y la muerte. Algunos autores reducen a dos los grandes temas universales. El amor y la vida. Que todo está escrito es algo que hemos escuchado en muchas ocasiones, la clave, el secreto está en cómo contarlo. Con estos cuatro ingredientes seguro que podemos contar nuestra historia. Podemos buscar el tema o ponernos a escribir y ver de qué trata la historia para saber en qué categoría lo vamos a colocar, romántica, thriller, ciencia ficción...
La idea
En caso de no tener clara nuestra idea a la hora de escribir, lo mejor es hacer ejercicios de escritura. En este libro podemos ver algunos ejemplos en los que trabajar y pulir un poco nuestro estilo a la vez que vamos viendo cual es nuestra técnica. Descubriremos al escribir donde nos encontramos más cómodos. Las ideas fluyen según vamos escribiendo, lo normal es que las ideas nos surjan a medida que vamos trabajando es más fácil que se nos ocurra escribir algo mientras trabajamos que no mientras esperamos trabajar. Como he mencionado con anterioridad hay que tener mucho cuidado con la procastinación. Podemos partir de una premisa o contar algo que nos haya impactado, una noticia de un periódico. Una historia que perdura generación tras generación.
La imaginación se nutre de nuestras experiencias, de nuestros recuerdos o vivencias, desamores, fracasos, virtudes… A veces la idea viene de forma sigilosa, sin llamarla. Por eso es muy importante tener una libreta de ideas, en ella anotaremos todo lo que se nos ocurra, un tema, una frase, un olor todo puede serla clave para ponernos a escribir. Las ideas pueden ser muy buenas pero deben desarrollarse, por si solas no tienen valor. Por eso es muy importante tener un registro de ideas. Nunca sabemos en qué momento podemos necesitar esas ideas.
El estilo
No hay que buscar ningún estilo en concreto, ya que no se puede plagiar, tampoco se puede encontrar el estilo de manera inmediata lo mejor es escribir, escribir, escribir y no dejar nunca de escribir. El estilo irá saliendo solo a través de nuestra narración. Cuando más escribimos más soltura encontramos en nosotros mismos y tanto la escritura, como el estilo salen a la superficie apenas sin darnos cuenta, sin forzar nada. No debemos enrollarnos hay que evitar en la medida de lo posible contar en nuestra narración cosas que no aportan nada a la historia ya que entonces lo único que conseguimos es que el lector se pierda. A menudo vemos párrafos recargados leemos cosas que no aportan nada a la historia que leemos. Esto es muy frecuente sobre todo cuando no dominamos muy bien la técnica de escribir y lo que queremos es alargar algo que no sabemos muy bien que es. ¿Quién no ha tenido en sus manos un libro enorme con demasiadas páginas? Todos sabemos de libros escritos tan gordos que resultan soporíferos, con la mitad de páginas saldría un buen libro igualmente. Así que ojo con no saber bien lo que queremos contar y empezar a divagar en nuestra narración, puede ser nuestro principio y nuestro inevitable fin. El lector se perderá, esto es un hecho inevitable.
Debemos cuidar los verbos
No utilizar palabras rebuscadas es un buen consejo, a la hora de escribir queremos llegar a muchos lectores, para ello lo mejor es escribir de forma sencilla, utilizando un vocabulario rico y elegante a la vez. No debemos escribir solo para la « elite » . Un texto recargado nos haría recordar otra época pasada. Hoy en día el lector tiene muchos medios a su alcance y la vista casi hace un barrido, deberá ver las letras por eso nuestra escritura tiene que ser fluida. Debemos huir de los verbos pobres, los terminados en ente como: perfectamente, necesariamente. En vez de colocar estos verbos podemos describir la situación, esto dará lugar a un enriquecimiento del texto que será muy de agradecer por el lector.
Ejemplo
El verbo correcto sería analizar, en ningún caso colocaríamos el verbo mirar. En el siguiente párrafo se analizan las consecuencias de la pandemia. En el siguiente ejemplo el verbo correcto es diagnosticar, ya que hablamos en términos médicos al referirnos a una enfermedad. Es irresponsable diagnosticar a un paciente de Covid-19 sin tener los síntomas suficientes. Debemos fijarnos bien y ser capaces de darnos cuenta de que no
cumple la misma función en una frase un verbo u otro. No es lo mismo oír que escuchar. La diferencia está en el matiz muy sutil que marca la diferencia. Y debemos plantearnos a la hora de escribir un texto que es lo que queremos decir exactamente.
El método Puede ser resultado de:
Paciencia o lo que es lo mismo, reescritura. Seguridad es decir ritualidad. Constancia lo que podríamos decir, la disciplina y regularidad a la hora de escribir. Al principio estará muy bien buscar nuestro espacio. Hay escritores que se inspiran con una imagen, otros con una pieza de música. Debemos en nuestro interior que método nos hace sentir más cómodos, más seguros con nosotros mismos. Somos de mapa o de brújula, un escritor con mapa sin duda nunca se perderá. Pero cada escritor tiene su método y todos son buenos por que tienen un resultado en común; la escritura. ¿Eres de ese tipo de escritores que planea una historia o en cambio de los que la organizan? Si eres de los últimos, conocerás el método de: inicio-nudo-desenlace. Tenemos que tener claro el género que queremos escribir, la edad del público al que va a ir dirigía nuestra novela. Saber de qué estamos hablando en nuestra historia, para eso es muy importante investigar. Hacer un borrador de la novela que queremos escribir. Después siempre estamos a tiempo de poner o de quitar. No vendría mal hacer un pequeño esquema y además de todo lo mencionado anteriormente no hay que olvidarse de que tipo de diálogos queremos escribir, tampoco pueden faltar las escenas. Cuando hemos mezclado todo este coctel…Ya podemos empezar a escribir el primer borrador de nuestra novela.
Escribir es reescribir, volver a mirar continuamente lo que se ha escrito tratando de descubrir algo nuevo
Martín Amis
Ejercicio práctico
Te propongo hablar de alguien que significó mucho para ti, de esa persona o personas que hicieron que en algún momento de tu vida que te sintieras especial. Puedes empezar describiendo cómo era físicamente para después pasar a describir su forma de ser, aquello que lo distinguía entre el resto de personas o simplemente algo que te gustaba de esa persona especialmente. Verás que a medida que vaya avanzando la descripción se te irán ocurriendo cada vez más cosas que narrar, más cosas sobre las que escribir. Te prepongo hablar sobre lo que conoces, al menos al principio. Cuando vayas dominando la técnica podrás pasar a escribir sobre algo en lo que te hayas documentado. No empieces por lo más difícil, es decir intenta escribir algo que puedas dominar. Hablar sobre un lugar donde nunca has estado es una tarea de mucha investigación, yo te propondría hablar de lo que ya conoces y cuando domines un poco más el proceso de escritura puedes dejar volar tu imaginación. Los peores enemigos somos nosotros mismos muchas veces creemos que no somos capaces de escribir. Tienes que intentar ser capaz de escribir durante un mes entero, esto te supondrá al principio un gran esfuerzo pero a medida que vayan pasando los días tu escritura se volverá más fluida y te será más fácil. A medida que vas escribiendo y finalizando este proceso sabrás si eres capaz de
escribir una novela o si por el contrario te ves más capaz de escribir un relato corto o poesía. A medida que escribimos nos aflora la necesidad de tomar un camino u otro, en cuanto a escoger que género queremos escribir. ¿Qué es lo que queremos contar? Porque, sentiremos la necesidad de decir lo que de verdad queremos manifestar sobre el papel. Escribir es un arte no debemos dejarnos influenciar por elementos externos debes ser tú mismo y contar aquello que tú quieres mostrar al mundo. La escritura es una pasión, se convierte en una pura necesidad a veces sientes que no puedes vivir sin escribir, cuando sientes eso es cuando ya empiezas a sentirte un poquito escritor.
¿Qué es ser escritor? Es estar en constante observación sobre todo lo que ocurre a nuestro alrededor. El escritor no debe tener miedo al ridículo, no hay que tener miedo a desnudar el alma, hay que tener una autoestima bastante fuerte para poder aceptar las críticas porque no se puede gustar a todo el mundo, sería un error pretenderlo. Según decía Flaubert: "Escribir significa reescribir".
Cuando escribimos, reescribimos una y otra vez es un proceso inevitable. Llega un momento que el escritor debe saber cuándo parar, porque estaríamos siempre corriendo y reescribiendo.
En casa no puedo escribir, necesito aislamiento, y la cafetería es un aislamiento especial; es el sitio donde la soledad se verifica en medio de los demás
Claudia Magris El escritor alemán Tomas Mann escribió una larga novela, en principio
la escribió en dos partes. La novela cuenta la transformación en lo alto de una montaña. Lo primero que descubrimos en la escritura creativa es que se parece mucho a dibujar, es decir. Cuando leemos un texto bien escrito dejamos de ver palabras y nos transportamos a un mundo lleno de trazos, de matices y de colores o de sombras ¿por qué no? Con este manual el lector tiene en sus manos un disparador de ideas, como ordenarlas y como traspasar la frontera entre la imaginación del escritor para que lleguen al papel. Cuando leemos un texto de calidad dejamos de ver una historia para vivirla. Sin darnos cuenta nuestros ojos leen mientras nuestra imaginación nos hace vivir toda clase de situaciones. Ya no vemos las letras sino las acciones de los personajes, sentimos el frío, la lluvia, el cansancio y el hastió que sufren hasta la alegría o la pena que viven en cada página. El escritor va escondiendo las piezas para que el lector vaya descubriéndolas, se produce un desafió como el de subir una montaña. Para contar una historia no hay que prescindir de las emociones, no debemos ponernos ningún tipo de limitación. Yo recuerdo un libro que leí hace algunos años, Pabellón de reposo de Camilo J. Cela y (colocar frase). Mientras leía vi al hombre llevándose el cuerpo sin vida en la carretilla.
Ejercicio creativo
Amor, tiene muchos sinónimos que utilizaremos en la descripción que queramos hacer algunos de esos sinónimos pueden ser pareja, deseos, pelos, ruptura, unión, pasión y felicidad. Vida, utilizaremos igual que en el ejemplo anterior los sinónimos de esta palabra para una nueva descripción algunos de estos sinónimos pueden ser supervivencia, camino, éxitos, fracaso, cambio. Muerte, igualmente que los ejemplos anteriores utilizaremos algunas de sus sinónimos para narrar una historia; final, inevitable, suicidio, cementerio, vejez, tormenta, miedo y frio.
Ahora para utilizar estas tres palabras de este ejercicio que son amor vida y muerte tienes que imaginar que estás hablando con un antiguo conocido, puede ser un compañero de trabajo o un compañero de colegio y esta persona te cuenta que lo ha perdido todo. Tienes que intentar narrar una historia con estas palabras sobre la persona que te acabas de encontrar.
El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo. Gustavo Adolfo Bécquer El bloqueo del escritor
He conocido el fenómeno del bloqueo del escritor, es la incapacidad temporal o crónica. Para poder plasmar sobre el papel las ideas que el escritor tiene en la cabeza para un escritor este hecho es terrible la mayoría de escritores han pasado por el penoso bloqueo del escritor. Cuando los escritores no pueden escribir, tienen la tendencia a pensar de sí mismos de varias maneras todas negativas, por ejemplo que son unos holgazanes.
Si se interpreta adecuadamente, el bloqueo es lo mejor que le puede pasar a un escritor. Debemos saber que la resistencia es algo esencial dentro del proceso creativo, el bloqueo del escritor es un grito profundo del inconsciente que llama la atención diciéndonos que algo no encaja. Desbloquear es nuestra manera de abordar el trabajo. Los escritores que se consideran incapaces de producir toman la decisión de no escribir, los escritores bloqueados suelen tener más voluntad de la que les correspondería. De nada sirve abrirnos paso por la fuerza a través de la resistencia, a menudo la creatividad se pierde cuando la persona se va desarrollando es decir cuando se hace adulta, un escrito se encuentra con que el arranque, el empezar es muy duro es en ese momento cuando el escritor se encuentra sentado frente a la página en blanco con miles de pensamientos que recorren su cabeza. Cómo elegir una historia o una palabra, nuestra cabeza es una caja de
sorpresas. Muchas veces hemos pensado llevo dentro de una novela. Ya me pondré a escribirla sin embargo a la hora de sentarnos se nos hace todo una montaña, la esencia de la escritura es estar dispuesto a repetir cuántas veces sea necesario. La escritura es una tarea agotadora la experiencia del bloqueo del escritor es definitiva para muchas personas que se levantan de su mesa de trabajo y no vuelven a retomar la escritura. Uno de los primeros pasos importantes para llegar a ser escritor es aprender a destinar un tiempo de nuestra vida a escribir. El mal uso del tiempo tiene más probabilidades de inhibir la escritura que cualquier otro factor individual la pereza o la procastinación en la escritura es casi siempre la respuesta directa a un interior demasiado severo. Saber administrar el tiempo es más importante de lo que pensamos para algunos escritores, la medianoche es el tiempo más creativo del tiempo elegido para escribir. Es una decisión muy personal en cambio para otros será por la mañana. Muchos escritores comienzan trabajando de forma esporádica y es una manera natural de acomodarse al medio creativo poco a poco van adquiriendo hábitos. La escritora Virginia Wolf tenía en cuenta como requisito primordial del escritor un espacio solamente para él en el que estar solo con sus propios pensamientos y palabras. Muy pocos escritores han sido capaces de dedicarse a sus asuntos y escribir teniendo en la misma habitación a otras personas que realizaban sus tareas cotidianas como por ejemplo es el caso de Jane Austen. La disciplina hace que la creatividad llegué a ser en un momento dado espontánea e incluso placentera. A menudo se habla de la escritura como algo que nos puede hacer sacar lo que llevamos en nuestro interior sin saber que está oculto. Es como el espejo de Blanca nieves,
¿Y si preguntásemos?... ¿Quién es el mejor escritor? Todos nuestros miedos se esfuman cuando comenzamos a crear una buena historia, cuando comenzamos a escribir. La esencia del escritor quedará entre los personajes.
El lector solo debe disfrutar de lo que suceda en la narración, un ejemplo sería: la aburrida casa de Ana Azores cuya vida es casi tan insulsa como toda su existencia. El lector debe disfrutar por ejemplo con todos los personajes que deambularon por aquellas calles de la memoria del escritor. El lector debe pasar miedo cuando sea necesario, como en las calles del Londres victoria no del destripador...
Mi consejo es: nunca hagas mañana lo que puedes hacer hoy. La procastinación es la ladrona del tiempo.
Charles Dickens Hay una diferencia entre contar tenemos y narrar y ¿cómo narramos
algo que queremos decir sobre el papel, como lo expresamos? pues relatando, describiendo pero sin caer en la exageración porque si exageramos las descripciones inmediatamente el lector se da cuenta de que no sabemos muy bien que queremos contar, entonces se da cuenta como vulgarmente decimos que estamos metiendo paja para que el libro tenga más páginas, para hacer un libro más gordo y esto no nos interesa porque perderíamos futuros lectores. Las escenas hay que narrar las de tal forma que se conviertan en imágenes en una vida en algo en algo único.
Si nos dedicamos tan solo a decir lo que al describir en el papel causaremos una gran decepción en muchos lectores. Por ejemplo la mesa de madera, simplemente vamos a hablar de una mesa de madera, Si nosotros decimos; « y en el fondo del salón estaba la mesa de madera » bueno si queremos que la mesa, pase desapercibida se supone que vamos a hablar más del contexto de los otros elementos que rodean a la mesa, pero si nosotros queremos que lo que estamos diciendo sea algo que llamé la atención del lector de una manera especial lo que tenemos que hacer es describir la mesa y entonces debemos decir; « al fondo del salón estratégicamente aparecía la antigua mesa de madera con las patas torneadas y aquellos nudos en la tabla qué de niña me hacían confundir con lo que a mí me aparecían animalillos fantásticos, aquella mesa en la que tantas veces había
dejado caer mi pequeño cuerpo mientras coloreaba los dibujos del colegio aquella mesa donde había compartido tantas tardes dónde poco a poco los pequeños folios dibujados por la mano de una niña daban paso a unos pesados libros de instituto de una chica joven » .
Si os fijáis bien nosotros lo que queremos evocar es el recuerdo de una niña que pasa el tiempo se hace mayor y recuerda un elemento como es la mesa esa mesa, en la que al principio solo dibujaba, la misma esa donde más tarde la acompañan todo su tiempo de instituto. Ya estamos dando una importancia a un objeto, si lo que queremos es resaltar una cualidad personal de esa niña dejaríamos atrás la mesa y nos adentraríamos más en la actitud de la niña en el recuerdo de una luz o de un olor.
Para ser un buen escritor sin ninguna duda hay que ser un buen lector y hay que escribir reescribir y finalmente leer y releer.
Cuando empezamos a escribir siempre tendemos a escribir en primera persona y un ejercicio que podemos que podemos hacer es contar algo en primera persona por ejemplo y una pelea entre una pareja y los padres de ella por ejemplo vamos a introducir solamente cuatro personas si contamos la historia en primera persona siendo nosotros la chica y hacemos el ejercicio sale una historia. Después podemos ponernos en el lugar del chico y contar la historia ahora podemos ponernos en el lugar del chico y contar la historia viendo la desde la perspectiva del chico y después podemos contar la historia viendo la desde la perspectiva de la madre de ella y luego para concluir desde la perspectiva del padre de ella, veréis que salen cuatro historias diferentes eso ya nos está ayudando a manejar un poco lo que es el tema de los personajes el texto siempre hay que dejarlo reposar.
Pasado un tiempo lo revisaremos pero después de esto ya se ve con otros ojos. La elección de la voz del narrador dependerá de la necesidad que tengamos a la hora de contar nuestra historia.
Ejercicio práctico
Utilizando las mismas palabras intenta narrar la historia de la rivalidad
entre hermanos. Verás que salen historias muy diferentes, muy distintas. Una vez que tengas la historia terminada léela y reléela el mejor ejercicio que puedes hacer es leer y releer en voz alta al escucharte también podrás escuchar donde tienes que hacer las pausas.
Es muy importante al principio de comenzar a escribir tener claro que si lo hacemos en primera persona durante todo el proceso narrativo tendrá que ser en primera persona todo el tiempo. Hay que tener cuidado con los tiempos verbales no podemos empezar con primera persona del singular y mezclar la narración con tercera persona del plural. Mucho cuidado también con la concordancia y las repeticiones esto es fundamental en una narración.
Durante el proceso creativo nos ocuparemos solamente de escribir y escribir no retocaremos nada hasta que no creamos que lo hayamos terminado. Apagaremos todo lo que tenemos a nuestro alrededor, internet, televisión, móvil estaremos en continuo y completo silencio mientras escribimos. Tenemos que buscar un lugar donde nos sintamos en armonía, en paz con nosotros mismos para que todo lo que llevamos dentro de nuestro ser pueda fluir con sencillez, pero no hay que idealizar la carrera de escritor hay que buscar un espacio para nosotros mismos pero tenemos que ser capaces de escribir en cualquier sitio.
Necesito el olor de la calle para escribir, el olor d leo s bulevares de París
Emile Zola La elección de la voz del narrador dependerá de los elementos que la
componen y del peso que tenga la narración para elegir la voz de un relato debemos analizar el hecho que vamos a narrar desde todos los ángulos que sea que no sea posible.
El narrador protagonista No hay un narrador que sea mejor que otro, todo depende de la historia
que se quiera contar. Solo en el momento en que conoces la historia, es el momento en que puedes empezar a decidir qué tipo de narrador quieres. Este tipo de narrador es el que cuenta la historia y el que vive los hechos. Cuando hablamos del narrador interno, su participación podría ser como un personaje protagonista, también hablamos de personaje secundario o el que es testigo de lo que ocurre, delos hechos. Al ser externo puede considerarse un narrador omnisciente. El narrador protagonista su voz es la primera persona son los que ofrecen más cercanía e intimidad al lector. La historia se sabe de primera mano. El lector tiene información privilegiada.
Ejemplo
En Rayuela, de Julio Cortázar, Horacio Oliveira es el protagonista y narrador de la historia:
« …Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo del dentífrico » .
El narrador testigo
El narrador testigo es la voz de la tercera persona es quien ve lo que ocurre y lo cuenta. No es un protagonista, es un personaje que vivió o presencio los hechos del protagonista de la historia. El narrador testigo solo observa y cuenta, narra la evolución de los demás personajes. Solo participa como segunda persona, es un narrador secundario. Los hechos que cuenta o relata son hechos que han sido experimentados por él. Se puede referir a lo que le ha pasado en algún momento a él, incluso a otros personajes, pero siempre teniendo en cuenta la información que él tiene.
Ejemplo
En Las aventuras de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, el doctor John Watson —compañero de Sherlock Holmes— narra la historia del detective, quien es el protagonista.
« Una noche —la del 20 de marzo de 1888— volvía yo de visitar a un paciente (pues de nuevo estaba ejerciendo la medicina), cuando el camino me llevó por Baker Street. Al pasar frente a la puerta que tan bien recordaba, y que siempre estará asociada en mi mente con mi noviazgo y con los siniestros incidentes del Estudio en escarlata, se apoderó de mí un fuerte deseo de volver a ver a Holmes y saber en qué empleaba sus extraordinarios poderes (…) » .
También puede ser el narrador omnisciente puede ser tercera persona.
Debe abstenerse de emitir juicios de valor sobre los personajes nunca se menciona o se hace referencia a sí mismo. Es el tipo de narrador que nos cuenta la historia desde fuera. No es parte de la historia tampoco interactúa con los personajes. Si nos vamos al latín y traducimos esta palabra, «omni sciente» significa: el que todo lo sabe.
Lo conoce todo acerca de sus personajes. Conoce las tramas y subtramas, el pasado y el presente de los personajes de la historia. Es capaz de aportar datos y también de ocultarlos. Da información de forma desmenuzada y explica los comportamientos así como también juzga a los personajes. En la narración múltiple hay diferentes visiones de que ofrecen al lector una visión de los diferentes personajes
Ventajas
Lo sabe todo sabe incluso más que los propios personajes que viven la escena. Puede proporcionarnos bastante más información que otros tipos de narradores. Como conoce todos los detalles, no puede haber posibilidad de que se equivoque. Da verosimilitud a la historia. Es por esto que se utiliza muy a menudo este tipo de narrador en la literatura fantástica. Permite saltos en el espacio y el tiempo con mucha facilidad, de esta forma puede anticiparse a los acontecimientos. Favorece el desarrollo de la tensión en la historia.
Inconvenientes Requiere de una planificación más meticulosa, a la hora de seleccionar la información que quieres proporcionar. No debemos equivocarnos y mostrar toda la información al principio. La información hay que dosificarla. Y decidir cuando queremos mostrarla, en que momento de la narración. Si nos centramos en muchos personajes la atención del lector se diluye.
El lenguaje debe ser literario cuando queremos narrar, si queremos dar personalidad a los personajes y dotarlos de un gesto especial, hacerlos reales, podemos hacer un lenguaje más coloquial.
En la narración los defectos que podemos encontrar son cadencias de ritmo, problemas en cuanto al estilo por no utilizar las expresiones adecuadas en los personajes, esto es algo que también decía el escritor Italo Calvino.
Podemos escribir con un tema de fondo por ejemplo: Una alegoría que puede ser la muerte y simbolizando la alegoría la guadaña. Sería bueno utilizar una relación alegórica entre al menos dos temas, uno concreto que define la trama y otro abstracto, refiriéndose al concepto que queremos expresar. Se pueden contar tantas cosas a través de nuestra escritura, tantas historias a través de la literatura que enumerarlas todas sería una tarea bastante complicada. Pongo un ejemplo para que se vea mejor.
La regenta (Leopoldo. A. Clarín), El amor y las diferentes formas de manifestarse. El deseo, la fidelidad, el odio, la venganza...
Tema concreto La vida de la regenta y su constante debatir entre ser infiel a su marido y la educación recibida. En la misma línea podríamos hablar de Madame Bovary del escritor francés Gustave Flaubert.
« Los libros que el mundo llama inmorales son los libros que muestran al mundo su propia vergüenza » Oscar Wilde
Cuando hayas terminado el mes y hayas anotado todos los días fíjate muy bien en qué tipo de historias cuentas para saber sobre qué tema te gusta escribir, en qué te fijas más, porque durante treinta días aunque parezca que no dan para mucho te darás cuenta de si las historias se repiten o no.
Cuándo sientas el bloqueo y te encuentres perdido, intenta contar una historia desde un punto de vista y luego desde otro. Al contarla en distinto personaje le darás un enfoque diferente y seguramente podrás ser capaz de escribir esa historia que llevas dentro, quizás no salga como tú querías, pero podrás expresarla. Puedes cambiar también el tiempo verbal, puedes empezar a contarla desde el final, hay infinidad de posibilidades y cuando prácticas, te das cuenta de que finalmente lo más sencillo es lo mejor. Escribir en primera persona tiene cosas positivas y cosas negativas. Cuando escribimos en primera persona nos acercamos más a la historia que queremos contar. Es más fácil narrar desde la perspectiva de uno mismo los pensamientos del protagonista de la historia que queremos contar sin que parezcan el eco de unos pensamientos, por el contrario cuando narramos en tercera persona es como que la historia nos parece que está más distante, al narrar en primera persona se
produce un aproximamiento casi sin querer entre el lector y el escritor. Una historia contada en primera persona hace que la voz del narrador sea la voz del protagonista. Antes de contar una historia podemos hacer una ficha de nuestro protagonista o nuestros protagonistas y en ella escribir el vocabulario que van a tener estos personajes, así como también su personalidad, la forma que tendrán de expresarse y debemos pensar en qué el tipo de historia queremos contar desde dentro. Al escribir en primera persona nos encontramos con pros y contras con cosas positivas y cosas negativas hay quien se siente más cómodo narrando una historia en primera persona y hay quien prefiere contarla desde el punto de vista de la tercera persona.
El buen escritor es aquel que está en continuo aprendizaje, siempre quiere aprender a superarse y además, reconoce que necesita ayuda con la corrección, con la puntuación de una palabra. Las personas que no quieren mejorar su escritura y que no son capaces de darse cuenta de sus errores, de recortar sus textos, son personas que difícilmente escribirán una buena novela.
El buen escritor tiene que haber sido antes un buen lector. Escribir bien es un don que se tiene o no se tiene, otra cosa es que luego ese don se desarrolle y se perfeccione. El don de la escritura hay que cultivarlo a menudo que escribimos nos vamos encontrando con una realidad. Cada vez tenemos un mayor manejo de todo el proceso, una mayor fluidez. Para mejorar tu escritura necesitas las críticas, pero críticas que sean constructivas que te aporten algo. Solamente si eres capaz de aceptar esas críticas estarás siendo en parte un buen escritor. Escribir una novela es bastante más que ponerse a hacer una narración, es mucho más complejo que contar una historia. No se trata
solamente de unir frases y palabras se trata de contar algo y hacerlo de una manera especial de una forma que te caracteriza, se trata de imprimir tu sello personal y de lectura y relectura cuando terminamos el manuscrito hay dejarlo reposar un tiempo sin tocar nada, para después hay que leer, releer, volver a releer y aun así siempre se encuentran errores en el texto.
Cuando escribimos debemos intentar escribir sobre lo que conocemos. Como no se puede conocer todo es evidente que un buen escritor debe documentarse antes de sentarse a escribir. En la imaginación del escritor cabe un universo entero repleto de historias que esperan a ser contadas, el escritor lo único que tiene que hacer es saber mostrarlas para que estas historias cobren vida.
Un tema que podemos abordar es el de la huida. ¿Quién no ha querido acabar con alguien que no le aportaba nada a su vida? ¿Quién no ha pensado en terminar con una situación angustiosa que le producía más negatividad que bienestar y sin embrago era incapaz de tomar una decisión sobre ello? Aquí tenemos una idea para narrar varias historias. Contada desde el día a día o desde el recuerdo, en forma de ese pasado que siempre vuelve. A la hora de escribir debemos hacerlo para todos los públicos, utilizando un vocabulario sencillo, un lenguaje ameno. Nuestra lectura tiene que ser como si llegáramos a casa después de un día duro de trabajo y nos pusiéramos las cómodas zapatillas de andar por casa. No debemos escribir solamente para una clase de público entonces estaríamos alimentando el falso ego, queremos llegar a cuantos más lectores mejor, nuestros libros deben estar dirigidos a cualquier tipo de público, no por escribir palabras rimbombantes que suenen con una grandilocuencia somos más
escritores, al contrario lo único que conseguimos es que el lector se pierda y eso no nos interesa, queremos que el lector lea con fluidez. Tenemos el caso de un escritor que siendo premio Nobel escribe con una fluidez y una sencillez extraordinaria, el premio nobel de literatura Coetzee. A la hora de escribir una historia tenemos que tener claro en qué época queremos ambientarla, en que tiempo queremos que ocurran los hechos, a cuántos personajes vamos a dar vida en esta historia, ¿qué es exactamente lo que queremos que ocurra? tenemos que tener claro que es lo que queremos contar porque si no, nos perdemos y hacemos que el lector también se pierda.
Si contamos la historia de una persona que está enferma, podemos escoger una madre que está enferma y espera que su hija acuda a su encuentro para hacerse cargo de ella, la madre vive en una ciudad y la hija en otra ciudad distinta, si contamos la misma historia desde el punto de vista de la madre y después contamos la historia desde el de la hija veremos que el resultado son dos historias diferentes pero ahí tenemos ya una historia que contar, algo que ocurre. Desde el punto de vista de la madre la historia será: débil, una anciana madre espera esa hija que nunca llega. El punto de vista de la hija era que hace años que no ve a la egoísta de su madre. Solo con esas dos premisas madre enferma e hija que no llega ya podemos contar una historia. Partimos de esa base y tenemos que enmarcar la historia en un tiempo.
Otra premisa para contar otra historia; antes se morían los viejos ahora se muere cualquier persona. Ya no se mueren solamente los viejos, aquí ya tenemos una historia. El tiempo como telón de fondo. Destacamos en la historia este hecho. En algunos casos el tiempo es
muy breve, los diferentes caminos pensando en el tiempo que nos queda, en algunos casos es muy breve.
Para sobre vivir, debes contar historias. Umberto Eco
Una vez que tenemos las historias ya enmarcadas en el tiempo que
queremos contar y tenemos claros los protagonistas con las descripciones de dichos protagonistas con las actitudes y las aptitudes que van a tener, debemos pensar en crear una atmósfera que envuelva esta historia unas veces será una atmósfera necesaria de dolor, de sufrimiento donde la palabra muerte o la palabra tiempo estará muy presente. Otras veces lo hará la palabra verdad la ambigüedad y otras veces simplemente será un desorden natural y caótico de la propia vida de los protagonistas. A veces la historia será tan obvia que sonrojara al mismo lector ya que hay escritores tan realistas que cuentan historias dónde difícilmente la realidad supera la ficción.
A veces la soledad puede ser la mayor amiga del escritor, otras veces necesitaremos el golpeteo del teclado del ordenador.
Hablaremos de la vida del Buscón de Francisco de Quevedo dónde al leerlo, podemos hacernos las siguientes preguntas cómo es la apariencia del Buscón dónde está situada la vida del Buscón qué personas tienen relación con él. Si nos atascamos en un texto podemos coger un libro leerlo y hacernos todo esto de hacernos todo de
preguntas seguramente en nuestra cabeza saldrá una historia que contar. Cuándo tengamos que escribir un párrafo al que queramos dar más
énfasis en la novela debemos intentar que las oraciones estén relacionadas entre sí y un párrafo bien redactado se caracteriza por estas tres cualidades, conseguir que todas las oraciones que lo forman traten sobre el mismo asunto, coherencia, siendo está el resultado de que las oraciones relacionadas entre sí siguen un orden interno sin saltos bruscos, es decir el párrafo tiene que tener siempre una continuidad siempre y cuando que queramos enfatizar. En la novela no podemos escribir un párrafo donde de repente saltamos a una cosa, volvemos a la misma ahí el lector se pierde y la claridad tenemos que lograr que el mensaje resulte claro para el lector. El párrafo está formado por una idea central y varias secundarias que tienen la misión de apoyar a la primera, cuándo a la hora de escribir un párrafo lo hacemos de esta forma atrapa mucho más al lector tiene un ritmo en la lectura.
Los niveles del lenguaje coloquial El lenguaje coloquial es el que utilizamos en nuestras conversaciones
diarias. Lo utilizamos como la lengua propiamente hablada en un tono de familiaridad, las características del tono coloquial son entre otras los vulgarismos y regionalismos un ejemplo sería: hablar de forma vulgar como por ejemplo en un barrio marginal de cualquier ciudad y en cuanto a los regionalismos sería introducir en la escritura la forma de hablar con esos tonos de una región, de cualquier región. En el lenguaje coloquial la presencia de repeticiones y omisiones, también de palabras y de formas que serían inadmisibles en un lenguaje correctamente escrito. También es importante decir que predominan los sustantivos y los verbos. Se utilizan las comparaciones en exceso y también interjecciones. Al lenguaje coloquial se le conoce como un lenguaje vulgar. Este tipo de lenguaje lo encontramos en ambientes de poca formación.
Ejemplo
Voy para allá, espérame. ¿Dónde andabas? Son uña y mugre. Vente pa’ ca. Ponte las pilas. Estuvo de lujo.
Los niveles del lenguaje profesional
El lenguaje profesional para que todos lo entendamos, sería un lenguaje purista un lenguaje muy muy depurado. Estaríamos hablando del lenguaje que utilizan los juristas con expresiones donde nos sentiríamos bastante perdidos como: «suplicatorio Contencioso Administrativo » « plusvalía » , una de sus características sería que corresponde a una actividad laboral o profesional del individuo. Dependiendo de la profesión que tengamos utilizaremos un vocabulario concreto. Anteriormente hemos visto ejemplos del lenguaje
El lenguaje literario
El lenguaje literario en este tipo de lenguajes donde el contenido y la forma tienen la misma importancia y se utiliza para la creación de: novelas, obras teatrales, epístolas, etcétera sus principales características son las siguientes la riqueza del vocabulario teniendo en cuenta la presencia de sinónimos y de antónimos. La variedad en el plano semántico puesto que el autor se manifiesta con total libertad no tiene por qué atenerse a ningún canon establecido. Abundante presencia también de las figuras del pensamiento y el lenguaje como puede ser la paradoja la antítesis en símil la metáfora el hipérbaton. Es el lenguaje que utilizan los escritores. Se pueden introducir giros coloquiales
La percepción La percepción cuando hablamos de recepción estamos hablando de los
cinco sentidos los cuales nos sirven para describir la percepción que es un acto reflexivo que nos da mucho juego a la hora de la escritura gracias a él podemos analizar y valorar dentro del contexto que elegimos la realidad que estamos observando, la descripción suele ser una opinión rotunda en forma directa o indirecta del escritor. Es decir no aporta ninguna garantía, ninguna prueba de que el objeto es tal como el escritor lo describe simplemente el escritor describe algo que ve, que siente.
Un mal escritor es alguien cuya vida resulta más interesante que su obra
Jhon Irving A la hora de describir tenemos que ser muy selectivos con la
ordenación de los detalles observados, describir no quiere decir rellenar páginas sino dar información al lector, si esa información la convertimos en avalancha de palabras lo que hacemos es conseguir que el lector de nuevo se aburra y se pierda ante tanta información innecesaria. Todo debe estar organizado, no debemos escribir de manera atropellada. Que el lector tenga esa información ya que más adelante nos servirá para llegar a contar en una historia o simplemente porque queremos que el lector tenga información de lo que estamos contando; en ese momento nunca se debe abusar de la descripción incluso si una descripción no aporta nada al texto debemos de ser lo suficientemente valientes como para ser conscientes de que ese texto tiene que ser recortado.
Podemos hablar de algo que hemos estado utilizando, en el orden visual podemos hablar de un olor, cuando describimos un olor utilizamos el tema olfativo en la narración, podemos describir un sonido, y aquí vamos a poner un claro ejemplo; « el olor de las chimeneas impregnaba el ambiente de las calles. Sentí una gran paz interior contemplando el suelo nevado a mí paso » . Está claro en estas dos frases que el autor no ha dicho que es invierno pero el lector puede saberlo porque el escritor ha transmitido una sensación olfativa y una emoción que permiten reconocer así al lector. En el texto la persona
que escribe tiene que tener unos recursos muy eficaces con unos adjetivos y figuras de pensamiento de construcción y de palabra. La finalidad de la descripción literaria consiste en provocar un sentimiento o una impresión.
Las técnicas narrativas Hay más voces narrativas pero para empezar nos centraremos en estas
dos: 1ª persona En la primera persona con el uso del yo utiliza el narrador y el
protagonista dónde se identifican plenamente con la historia y los hechos que están contando este vínculo, tan directo con la acción suelo aumentar el interés del lector ya que le da vida a algo muy vívido y experimentado personalmente.
3ª persona En la tercera persona se establece una distancia con la con lo que se
está contando y el autor tiene tres posibilidades donde puede convertirse en narrador omnisciente es decir puede contar los elementos de la historia con pleno conocimiento de ellos, siendo capaz de relatar las acciones de todos los personajes pero también de llegar hasta el interior de ellos para revelar sus sentimientos más íntimos. Cuando el autor recurre a la tercera persona que es más limitada lo hace solo como observador de los hechos el solo es testigo de lo que ve, pero no conoce las interioridades ni muchos de los detalles. Cuando el autor cuenta una historia en tercera persona se habla de narrador testigo y asume él. Dentro de esta de esta narración tenemos el enfoque narrativo múltiple qué consiste en narrar una acción desde diferentes puntos de vista, en este caso el escritor lo que hace, es dar una visión supuestamente objetiva como si se tratara de una cámara fotográfica.
La acción
En la narración lo cómo se desarrolla como la acción se mueve y cómo se va transformando a lo largo de la historia que estamos contando. Para despertar el interés del lector el narrador tiene el recurso de comenzar contando un resultado para después relatar los hechos que condujeron a él y aquí tenemos un claro ejemplo de éxito garantizado ese ejemplo es la novela crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Nobel Gabriel García Márquez empieza como con tan empieza contando como fusilan a coronel Buendía y de ahí ya narra toda su historia cuando lector abre el libro ya sabe que lo van a fusilar lo que no sabes nada de esa persona el lector empieza y termina el libro exactamente igual mesa técnica de escritura prácticamente es magia.
Los personajes
Para crear los personajes tenemos que tener claras tres cosas que son a mi modo de ver fundamentales; conocer a cada personaje, para eso podemos utilizar el método de las fichas que he descrito con anterioridad. Anotaremos el nombre de cada personaje, su apariencia física, sus manías su forma de ser. Es importante conocer muy bien a todos y cada uno de los personajes y utilizar una forma acertada de diálogo. No habla igual una persona joven que está estudiando y no le daremos los mismos diálogos que una persona mayor que ya tiene una cierta madurez. Hay que estudiar muy bien a los personajes.
Hay otros principios de narración que suelen ser el resultado de un esfuerzo creativo. Es preferible un comienzo directo ya que los rodeos inútiles o las explicaciones largas no contribuyen a interesar al lector, solo conseguiremos que deje la lectura del libro que tiene entre manos. Los retratos de los personajes, así como las descripciones de ambientes, los diálogos o los recursos estilísticos dan color y vivacidad a lo que escribimos. No nos conviene una narración pura, tenemos que dar al lector rasgos de estos personajes y de estas descripciones de ambientes qué es lo que le dan al texto una viveza. Hay que tener sinceridad por parte del escritor, no temer nunca compartir una emoción a la hora de escribir un sentimiento o una impresión.
Un consejo muy útil a la hora de escribir es procurar escribir solo de lo que realmente se conoce. Está claro que si queremos ambientar nuestra novela, debemos documentarnos mucho para que la historia que contemos sea todo lo más veraz posible. Debemos ser coherentes en todo lo que escribimos.
El diálogo El diálogo reproduce una conversación sostenida por dos o más
interlocutores. Los personajes se hacen más reales por decirlo de alguna manera, cobran vida. En una novela donde haya diálogo la lectura se hace más más dinámica. A la hora de escribir un diálogo tenemos que tener cuidado con no escribir un diálogo lineal, es decir; Él le dijo ven conmigo.
Ella se lo pensó y al final le dijo; Si iré contigo el resto de mi vida. Es un diálogo ausente de toda emoción con lo cual, lo único que vamos a conseguir es que el lector, no se crea bien la historia. Los diálogos también hay que trabajarlos. Para que un diálogo esté bien escrito y sea creíble lo más lógico lo más normal es escribir: Él le dijo: Ven conmigo-. Después de mucho tiempo sopesando aquella idea, ya que sabía que de alguna forma, la decisión que ella tomara cambiaría para siempre sus vidas. Ella se lo pensó y al final le contestó que sí mientras sus labios temblaban y en sus ojos unas lágrimas asomaron. Iré siempre contigo. El resto de mi vida. Le contestó dando un hondo respiro a modo de alivio, al escuchar unas palabras que jamás pensaba que escucharía de sus labios. En el segundo caso lo único que hacemos es darle vida a los personajes acercar más al lector y darle credibilidad a la historia. Hacer que los personajes se conviertan casi casi en carne hueso.
Hay que tener cuidado con los libros y lo que hay dentro de ellas, ya que las palabras tiene el poder de cambiarnos.
Cassandra Clare
Errores muy comunes
Nuestro idioma es dinámico y a veces escurridizo tenemos que tener mucho cuidado de no caer en errores que ni siquiera están bien vistos coloquialmente.
Vamos a ver algunos de ellos: Ese alma por esa alma. Es muy fácil caer en la trampa de escribir ese alma cuando lo correcto
sería decir: esa alma. Los dequeísmos son errores tan frecuentes en nuestro día a día…
vamos a citar un ejemplo de lo que no se debe decir: te acuerdas de que... Para nada es correcto. Lo correcto es decir: Te acuerdas que... Otro error en nuestra forma de hablar es: « delante mío » , cuando lo
correcto sería decir: « delante de mí » . Dentro de los errores que encontramos al hablar y que sin darnos cuenta, los llevamos a nuestra forma de escribir tenemos que saber que aunque dos palabras se pueden utilizar debemos elegir siempre la más elegante. Un claro ejemplo sería:
¿Club o Clubes? Elegiremos las dos ya que ambas se pueden decir, la que quede más elegante en nuestro texto, la que nos resuene mejor es la que escogeremos. Como hemos mencionado ya en alguna parte del libro, debemos evitar los verbos pobres que son los terminados en: ente.
Un claro ejemplo sería: claramente, rápidamente o velozmente. En vez de colocar estos verbos lo adecuado es explicar la situación y la acción del verbo. De esta forma damos una información al lector y la sensación de saber muy bien lo que estamos contando.
Los libros contienen en su interior la sabiduría recopilada de la humanidad, el conocimiento colectivo de los pensadores del mundo, la diversión y la excitación construida por la imaginación de la gente brillante. Los libros contienen humor, belleza, ingenio, emoción, pensamiento y de hecho, toda la vida. La vida sin libros está vacía.
Isaac Asimov
Leer el texto cuando se ha terminado de escribirlo ayuda, pero no tanto
como imaginamos. Hay que dejarlo reposar y no es exagerado decir que durante un mes a tres meses, es el tiempo que el propio escritor necesita para desconectar. Ese tiempo en algunos escritores es indeterminado y distinto para cada escritor. Al retomar el texto se lee de nuevo pero esta vez con otros ojos y, somos capaces de ver errores que se nos habían pasado inadvertidos en el proceso de su redacción. No es verdad que los escritores famosos no necesitan ninguna corrección, en sus textos ni siquiera ellos se salvan.
La fase de corrección es aburrida y soporífera. Si hablamos de revisión tenemos que decir que hay tres frases: lectura, análisis y modificaciones. La revisión de la fase de la estructura es la parten donde revisaremos la coherencia. En la segunda fase haremos una revisión funcional y en la tercera haremos una revisión formal. Es en esta última parte donde revisaremos el lenguaje utilizado y el efecto que se consigue con él. Para la primera revisión que es la lectura del texto, lo haremos con ojos de lector es decir, una lectura sin prisa ni
pausa donde intentaremos disfrutar de la historia, sin prestar atención a otros aspectos en la revisión funcional. Haremos una nueva lectura pero esta vez, no la veremos con los ojos de un lector, sino con los ojos de un crítico. Trataremos de ver los detalles y el lenguaje que tienen los personajes, la trama, entre otras las particularidades del texto con las consiguientes modificaciones que resulten oportunas. Por último leeremos nuestro texto sabiendo que, tenemos que quitar todo lo que no sirva para nada, lo que no diga nada, no debemos tener miedo de quitar ningún párrafo, debemos pulir nuestro texto hasta que haya mejorado y tenga una calidad literaria que poder ofrecer al lector.
El trabajo y el ocio son dos momentos de la creación Proust Un libro tiene que ser un bueno, esa debe ser nuestra intención cuando
lo escribimos. Hacerlo lo mejor que podamos y para ello lo mejor es pensar en qué tipo de libro nos gustaría leer. A la hora de sentarnos a escribir podemos escribir lo que nosotros llevemos en nuestro interior o mirar antes que escribe la competencia, cualquiera de las dos opciones es muy respetable. Tenemos que seducir a nuestros futuros lectores.
También debemos tener muy claro nuestras acciones de promoción en este sentido, es decir tenemos que tener muy claro: el precio del libro, la fecha de salida y la promoción.
Ejercicios
Escribe sobre algo trágico que te haya ocurrido alguna vez, como por ejemplo un robo, que te hayan echado a ti la culpa de algo que no has hecho. Escribe sobre algún compañero de colegio que hace mucho tiempo no ves. Habla de cómo era el barrio donde naciste, de cómo recuerdas a las personas que vivían en él y con las que tú te rodea vas. Escribe un relato breve dónde te encuentres en una cabaña de madera o en una casa en el campo y donde tengan especial relevancia una chimenea, una taza de humeante café, y el olor a
leña de la chimenea. Escribe algo que podía haber pasado en tu época de juventud y que podría haber hecho que tu vida hoy en día fuese diferente. Escribe sobre algo que perdiste y hacía tiempo que estabas buscando, algo que ya dabas por perdido y que sin embargo nunca olvidaste. Hoy te has enterado que el hombre de tu vida se va a casar con otra, a partir de esta premisa desarrolla una historia que podría tener diferentes finales. ¿Irías a hablar con él para que no se casara? O por el contrario ¿le dejarías que siguiera su camino libremente puesto que ya no tienes ningún vínculo emocional y afectivo con él? Escribe sobre una escena familiar como si del Ulises de Joyce se tratara y describe el momento en que dices algo de lo que inmediatamente después de haberlo dicho te has arrepentido y describe que provoca esa esa situación en las personas que te rodean las personas que están contigo en ese momento. Escribe sobre la primera muerte que recuerdes y sobre la más reciente y cuenta en ambos casos la diferencia que hay entre ellas. Cómo será tu ciudad dentro de muchos años describe una ciudad futurista. Qué es la peor cosa que te podría pasar en la vida, describe cómo te sentirías. Que sería y de qué forma afectaría a las personas que te rodean después, haz la descripción al contrario. Qué es lo mejor que te podría pasar en la vida. Vas caminando por un callejón es madrugada te has quedado sola porque tus amigas o amigos siguen en una fiesta donde tú no has
querido estar, pero tú tienes que marcharte porque tienes que llegar antes a casa. Caminas por esa calle en mitad del silencio de la noche y se escucha el eco de unos pasos, mientras tú caminas. Pasos que pisan el asfalto y, de repente escuchas otro ruido distinto a tus pisadas, describe lo que está sintiendo en ese momento.
¡Gracias! Gracias por el tiempo que le has dedicado a leer mi libro