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CIEN AÑOS DE UNA CIUDAD SIN FUTURO

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Page 1: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

CIEN AÑOS DE UNA CIUDAD SIN FUTURO

Page 2: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Carlos A. Bozzi

Cien años de una

ciudad sin futuro

Ediciones Suárez

Page 3: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

© 2005, Ediciones Suárez

Roca 4091. Mar del Plata. Argentina

Queda hecho el depósito que indica la ley 11.723

ISBN 987-9494-90-3

Impreso en la Argentina

Reservados todos los derechos. El contenido de esta publicación no

puede ser reproducido, ni en todo ni en parte, ni transmitido ni

recuperado por ningún sistema de información, en ninguna forma

ni por ningún medio, sin el permiso previo del editor.

Page 4: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

INDICE GENERAL

Advertencia Preliminar ............................................ 9

Prólogo ....................................................................... 11

Capítulo I

Los orígenes ................................................................. 19

Capítulo II

El Puerto de la Laguna de los Padres ............................ 23

Capítulo III

La consolidación .......................................................... 49

Capítulo IV

De la restauración ......................................................... 71

Capítulo V

El reinado de la clase media ......................................... 93

Page 5: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

9

ADVERTENCIA PRELIMINAR

Esta investigación sobre la Historia de Mar del Plata fue

realizada en el mes de julio del año 1975 y obtuvo el primer

premio en el Concurso Literario organizado por la Municipalidad

del Partido de General Pueyrredon con motivo de los Cien Años

que la Ciudad había cumplido recientemente.

Razones ajenas al municipio hicieron que el trabajo no fuera

publicado en aquella época, pero a iniciativa de su actual Intenden-

te, arquitecto Daniel Katz ,con el auspicio de la Subsecretaría de

Cultura de la Municipalidad a cargo de Marcelo Marán, la historia

escrita en ese entonces, pudo por fin editarse, hecho este que

agradezco profundamente y que demuestra la atención prestada

por las actuales autoridades municipales al desarrollo de la cultura

local.

Se ha respetado fielmente lo escrito en ese entonces, sin

comentario alguno ni agregado que lo acerque al presente,

evitando así acomodar los hechos a la actualidad de la ciudad.

Hacer lo contrario desvirtuaría la investigación y obviamente le

restaría honestidad intelectual.

La investigación refleja la verdad histórica, la realidad de lo

percibido en aquellos años, cuando ilustres escritores porteños

afirmaban que aquí, en esta ciudad, terminaba la calle Florida. Es

que Mar del Plata es obra de porteños para porteños y al menos así

se vivenciaba en la década del presente tra- bajo.

No es esta una historia exhaustiva de Mar del Plata pero sí

en cambio una investigación de los orígenes de la ciudad, su

desarrollo y las distintas etapas atravesadas en su desparejo

crecimiento, insertando todos estos pasos dentro de la historia

nacional. Es un modesto aporte para poder confeccionar algún día

una completa historia de Mar del Plata y su importancia en el país.

10

El título refleja la pugna que siempre existió entres los

diversos sectores de la ciudad que bregaban por darle a su creci-

miento un sesgo de servicios o un tinte industrial.

Un año atrás en las publicaciones efectuadas con motivo del

Centenario, el mismo Presidente de la Unión del Comercio, la

Industria y la Producción escribía: “Mar del Plata a cien años:

la próxima etapa pasará por la industria”. (Diario “El trabajo”

10 de febrero de 1974. Norberto V. Pace), expresiones demostrati-

vas de otras voces y otras ideas para el impulso y progreso de la

ciudad.

A treinta años de esta investigación entiendo que no vale la

pena discernir si el autor tuvo o no razón en el análisis de aquella

realidad. Si en cambio es útil mirar la historia, ahondar en las

raíces de todo este proceso,de manera que las enseñanzas del

pasado nos permitan un presente más sólido.

No es posible concluir esta ADVERTENCIA PREELIMINAR

sin dejar de mencionar que este trabajo se inspira en lo editado

entre los años 1972 a 1974 en le Revista “Planteo”,cuando

publicamos junto al arquitecto Roberto O. Cova , seis fascículos

relativos a la Historia de Mar del Plata bajo el título de: “Historia

de la Ciudad que nos Construyeron”, que es el fondo el dilema

apasionante que cubre como un manto silencioso e invisible todo

nuestro devenir.

Mar del Plata,Octubre de 2005.

Carlos A.Bozzi

Page 6: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

SUMMA: Revista de Arquitectura, Tecnología y Diseño. Enero-Febrero 19711

BN 33 B Arq. J. Manuel Boggio Videla.

11

PRÓLOGO

¿Que es Mar del Plata hoy? ¿Qué representa para el país?

¿Qué significó ayer, cuando nació para el ocio en una nación cuyo

esfuerzo se había volcado totalmente a la producción agropecuaria?

La realidad muestra una ciudad habitada por cerca de 350

mil personas, construida modernamente, séptima en población

entre las demás del país, utilizada para descanso y diversión de

numerosos argentinos.

En otras palabras, Mar del Plata configura la ciudad

destinada al descanso y el reposo de la República Argentina.

Ello es toda la verdad y a la vez, todo el drama si se piensa en el

nuestro como un país semi-industrializado, con crónicos períodos

de estancamiento económico, social e institucional, sin resolver los

graves problemas que lo aquejan, necesitado de volcar todo el

esfuerzo a la producción, en tanto una de sus más grandes ciudades

dedica su estructura económica y potencial humano a servir como

un balneario .1

Entre las calificaciones de Mar del Plata, acierta aquella que

la describe como una “ciudad crecida alrededor de la especulación

turística, sobre la base de patrones do una sociedad de consumo

puro, enclavada sin embargo en una economía de subdesarrollo,

con toda la secuela social o incongruencia espacial que ello

significa.

Este cuadro configura efectos de variadas causas, ocultos en

su historia, porque no hay duda que toda Mar del Plata es la

respuesta a un determinado ordenamiento económico-social, a una

estructura ideada a fines de siglo por la “generación del 80" y

desarrollada en su máxima expresión en las primeras décadas del

Carlos A. Bozzi

Cova, Roberto O: Fascículos de la Revista Planteo, Número 6, Página 8:2

“Historia de la Ciudad que nos construyeron”

SUMMA. Obra citada3

12

presente como consecuencia de la expansión alcanzada en la

nación. El progreso logrado hoy impide ver el pasado por no

relacionarlo con el del país, al que esta indubitablemente ligado.

Bien dice el arquitecto Roberto Cova que “Mar del Plata es

un mito nacional y no es fácil acabar con los mitos... Desde aquel

viejo ceremonial en el tren nocturno del que tanto se ha hablado

aquí y en todas partes, Mar del Plata ha entrado en la categoría de

los sueños...,” .2

¿Quiénes y cómo dieron el impulso inicial? Para muchos

este impulso ha sido producto de la visión y virtud de pioneros, en

cuyo caso la historia de la ciudad se transforma en una crónica llena

de audacia y la urbe en el símbolo de la multitud y la felicidad. Para

otros este impulso no significa más que “el progreso dependiente”

avasallado de todo intento de autonomía, destruyendo las posibili-

dades de desarrollo de una industria local. Aquel viejo progreso de

principios de siglo, es hoy el trampolín de la dependencia de la

ciudad.

Y la crisis existe y se manifiesta en sus calles, en sus

habitantes, comercios e instituciones, a pesar que sólo sugerirlo

puede acarrear el anatema de quienes no toleran defectos en este

centro de la total felicidad.

Lejos quedó la creencia que buenos veranos serán la

salvación de una economía temporaria. Ahora la cuestión es vivir

todo el año. El cambio es profundo. Tiene connotaciones dramáti-

cas, producidas por ese progreso que llegó sin golpear a la puerta,

trayendo como consecuencia problemas y distorsiones, crecimiento

indiscriminado, déficit habitacional, ausencia de desarrollo indus-

trial, existencia de dos ciudades fracturadas (estable una, tempora-

ria otra), destrucción del paisaje natural a costa del crecimiento

urbano y deficiencias de servicios públicos .3

Page 7: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Hernández Arregui, J. J.: “La formación de la conciencia nacional”. Ed. Plus4

Ultra. 1973. Página 66.

13

Durante mucho tiempo el slogan de gobiernos y ciudadanos

influyentes fue “vivir del turismo”. La propaganda oficial enseñaba

al marplatense (y aún hoy lo hace) a comportarse amablemente con

el turista, conocer sus gustos, interpretar sus deseos. servirlo

mejor… Quienes cumplían con todo ello trabajaban por el progreso

de la ciudad, el que se resistía socavaba ese espíritu de servicio

impuesto por la actividad local.

Pero hoy las circunstancias han variado. La ciudad crecida,

multitudinaria, no alcanza a cubrir sus necesidades con el producto

del turismo e inclusive esta es una industria en decadencia, dada la

crisis de la clase media, casi exclusiva clientela y la ausencia de una

política turística inteligente.

Planificar otro tipo de industria en un medio sólo preparado

para el turismo, obstinado en permanecer así a pesar del sacrificio

colectivo, es una tarea con escasos éxitos. La sola existencia de una

ciudad como Mar del Plata en nuestro país nos está hablando de

una distorsión grave. Y más grave aún resulta cuando se pretende

mantenerla en el estado actual, atada a un destino que parece

inexorable. El signo parasitario que le acuñó la aristocracia se

mantiene inalterado en el hoy reducto de la clase media.

Desentrañar la vida de la ciudad es una misión complicada

pues muchos, nostálgicos de la “belle epoque”, orgullosos del

liberalismo que construyó la urbe, convirtieron su historia en una

colección de anécdotas y en un catálogo de curiosidades, alejado

de la realidad ciudadana.

“La obra maestra de la oligarquía - dice un escritor - a fin de

justificar su política ha sido la historia oficial. Ha inventado figuras,

ha iluminado otras, las ha exaltado o las ha deshonrado. Cuando no

ha podido enterrar a determina dos argentinos la oligarquía a través

de sus historiadores ha creado maniquíes en vez de hombres” . Y4

si esto ha ocurrido a nivel nacional otro tanto se puede afirmar de

Carlos A. Bozzi

Borthiry Enrique David: Fascículos de la Revista Planteo, Número 4,Página5

25: “Historia de la Ciudad que nos construyeron”

Borthiry, Enrique David: Fascículos de la Revista Planteo, Número 4, Página6

25: “Historia de la Ciudad que nos construyeron”

14

la historia local, cuya desfiguración ha sido el arma defensiva de

muchos interese.

Asumir una posición critica ante los hechos que dieron

origen y posterior desarrollo a nuestra ciudad es una invitación a

revisar una historia dada. Desde esta perspectiva los valores

personales de cada hombre, las virtudes de cada “pionero” pasan

a un segundo plano. No se trata de manchar la honradez de las

personas al rever los sucesos históricos. Es verdad a pesar de ello.

Los hombres a veces transforman en ideologías sus pequeñas

vergüenzas. Así los personajes visibles fueron siempre magnánimos.

“Ejemplar esposo, padre admirable, característico vecino, dinámico

hombre de empresa, sacrificado luchador. Nunca se emborracha-

ron, jamás insultaron y ni sospechar en broma que persiguieran

intereses económicos. Conducta intachable. Seres irreales.” dice

Enrique D. Borthiry .5

Ocurre, prosigue el citado autor, que “en un mundo donde

sobre todos los demás valores priva el afán de acumular bienes,

Mar del Plata se ha convertido en un símbolo concreto y aterrador.

Y el rasgo auténtico de una dependencia cultural metida hasta las

entrañas, con el injerto de la ciudad placentera y la acumulación de

bienes (honradamente ganados dentro de un contexto y un sistema

de vida) obliga a renegar de este origen” .6

Por ello, quizás, se ha fabricado la historia actual. No es

casual que Mar del Plata aparezca siempre incidentalmente en la

historiografía nacional, que no se hayan encarado estudios serios

sobre su significado o que los realizados nunca alcanzaron el

impulso necesario para ser conocidos a nivel masivo...

La instalación y decadencia del saladero, la llegada del

ferrocarril británico, al fin un camino de hierro para la colonización

Page 8: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Borthiry, Enrique David: Fascículos de la Revista Planteo, Número 4, Página7

23: “Historia de la Ciudad que nos construyeron”.

15

nacional y la dependencia local, el descubrimiento de la ciudad

balnearia al estilo europeo, la ley de propiedad horizontal potencia-

lizadora de una fachada edilicia causante de un progreso distorsio-

nado en medio de periódicas crisis de estancamiento nacional y la

actual situación son mojones que jalonan los cien años de esta

ciudad y se vuelve imperativo penetrar.

“Ni afán progresista de Meyrelles -vuelve a señalar Borthiry-

ni visiones milagrosas de Peralta Ramos, ni laboriosidad desintere-

sada de Pedro Luro. Simplemente trazos de la vida de los hombres

que buscan mejores condiciones para el usufructo personal y que

inevitablemente provocan una actividad que a veces genera fuentes

de trabajo. Mar del Plata no surge como un oasis edénico donde

hombres virtuosos, sueñan con la dicha de otros hombres. Suponer

esto es es una utopía” .7

El presente trabajo no pretende realizar una tarea estricta-

mente metódica, ni resumir cien años de historia en unas pocas

paginas. Sin duda habrá hechos y opiniones más importantes. Una

historia exhaustiva, debiera contener una apreciable cantidad de

volúmenes porque al fin de cuentas la historia de Mar del Plata es

la historia de un siglo de la Argentina.

Solo se intenta analizar aquí algunas de las causas que

convirtieran la vida marplatense en dependiente del período de

vacaciones bucólico de la aristocracia primero, después de la

ascendida clase y por último del turismo de masas en la actualidad.

Un examen completo del “tema Mar del Plata” deba

abarcar en primer lugar un estudio de las condiciones generales del

país desde la segunda mitad del siglo pasada, la dependencia

británica, la ampliación de los dominios de la tierra por la liquida-

ción del problema del indio y un estudio de la inmigración.

En segundo lugar, analizar la traza del ferrocarril y la

distribución final de la tierra, la liquidación de los intentos de

Carlos A. Bozzi

16

industrialización de la ciudad por parte de una capa nativa e

inmigrante acriollada y no dependiente del exterior, el turismo

aristocrático, la influencia de los gobiernos radicales, su diferencia-

ción con la anterior época y el significado desde el punto de vista

social y político del peso del “socialismo liberal” en los usos y

costumbres de la ciudad.

Debe examinar en su tercera parte el significado del

gobierno peronista, el turismo social, los hoteles sindicales, el

complejo Chapadmalal y el cambio producido a raíz de ello en Mar

del Plata.

Por último completará el estudio analizar el reinado de la

clase media en al ámbito nacional acentuando al carácter parasita-

rio de la ciudad. A continuación examinar la crisis de la argentina

dependiente y el efecto en esa clase media de la desocupación y los

bajos ingresos. Punta del Este como reducto de un determinado

sector social. Los trabajadores en Mar del Plata. Villas, departamen-

tos, barrios periféricos como agravante de un mal nacional y el

problema industrial signado por la indecisión local de apoyarse en

sus propias fuerzas productivas.

Cualquier intento de historiar Mar del Plata no puede pasar

por alto estas pautas, sin las cuales estaríamos refiriéndonos a una

realidad alejada de todo contexto nacional. Sin embargo nuestro

propósito actual no es tan ambicioso. Solo señalaremos característi-

cas generales de cada época, citando incluso numerosa bibliografía

colateral de la realidad nacional que nos ayudará a comprender los

procesos de la historia local. No dudamos que ella puede ser un

aporte para cuando se confeccione la historia integral de sus cien

años.

Nuestro trabajo está dividido en cinco períodos abarcando

la primera etapa hasta 1856, año en que Coelho de Meyrelles

adquiere los terrenos de la más tarde denominada la “Estancia de

Laguna de los Padres”.El segundo período parte de la citada fecha

y llega hasta 1886 con el arribo del ferrocarril británico convirtiendo

el antigua saladero en incipiente villa de baños estivales. Los años

Page 9: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

17

transcurridos entre 1886 y 1916 -tercera etapa- comprenden un

dilatado ciclo, que comienzan con los afanes de la generación del

80 por construir una villa exclusiva en al lugar, deseo ampliado al

iniciarse el siglo actual por los sectores industrialistas que bautizan

a la ciudad con el nombre de “Biarritz argentino”.

La cuarta etapa se inicia en 1916, período de transición

caracterizado por el ascenso del radicalismo, el abandono momen-

táneo del veraneo por parte de la aristocracia, el desinterés del

gobierno radical en continuar fomentando la ciudad, la vuelta

transitoria de la influencia porteña, el predominio del socialismo

democrático en la comuna al cuidado de los intereses de la

aristocracia hasta que esta debe abandonar definitivamente el

balneario con el advenimiento del segundo mandato de Yrigoyen.

El segundo subperíodo de la etapa, comenzando en 1928,

señala una leve restauración conservadora en el poder nacional y

local junto al inicio de la afluencia masiva de la clase media. El

ultimo subperíodo (1938-1950) atraviesa la inauguración de la

pavimentada ruta 2, la ley de propiedad horizontal, la construcción

de la ciudad moderna, y concluye con el auge del turismo social,

impulsado por el peronismo.

Por fin la quinta etapa se ocupa, desde el año 1950 hasta

nuestros días, de analizar las vicisitudes del flamante reino de la

clase media, los índices elevados de la construcción que transforma

con la migración el aspecto edilicio y social de la ciudad, el

nacimiento de los barrios periféricos y las villas miserias, la

promoción de Mar del Plata como “Ciudad Feliz”, la agudización

del carácter fracturado que invade el ámbito urbano y las conse-

cuencias sociales y económicas de las actual estructuración.

Confiamos con todo ello cumplir los imperativos que dieron

origen al título de este trabajo. “Mar del Plata: ¿cien años de

una ciudad sin futuro?”

Mar del Plata, julio de 1975.

Page 10: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Capítulo I

Los orígenes

Page 11: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Chávez, Fermín: “La vuelta de José Hernández”. Ed. Theoría. Página 36.1

21

Los orígenes

Muchos siglos debieron transcurrir para que en base al

ganado mostrenco de la zona, comenzara a configurarse la historia

de Mar del Plata al instalarse en sus costas la industria del tasajo.

Antecedentes registrados por la mayoría de los historiadores

sobre el tema son: la expedición de Juan de Garay en 1581, la

vaquería organizada por Juan de San Martín en 1739, el naufragio

de un barco pirata en 1742, las reducciones construidas por los

jesuitas en 1746 y 1750, el reconocimiento geográfico efectuado en

1823 por Martín Rodríguez, entonces gobernador de la provincia de

Buenos Aires y la llegada de Juan Manuel de Rosas a las ya

destruidas misiones de “Laguna de Los Padres” dos años más

tarde.

Otro célebre personaje también se asentó por el lugar.

Clásica es la cita que se hace sobre la estadía de José Hernández en

la Laguna. “Al sur de Chascomús y más allá del Salado -dice

Fermín Chávez- el nieto del godo Hernández se iniciaba en la

ciencia del gaucho, en días en que este gozaba aún el buen nivel de

su edad de oro, a pesar de los encarnizados entreveros con la

indiada y entre unitarios y federales” .1

Veinte años después el poeta recogerá estas vivencias; “Yo

he conocido esta tierra / en que el paisano vivía / y su ranchito tenía

/ y sus hijos y mujer… /era una delicia el ver como pasaba los días”.

Es que hacia 1845, época en que se sitúa el poema, el

gaucho gozaba de independencia económica y óptima alimenta-

ción, en contraste con lo que ocurría en la población de Europa.

Mientras los trabajadores del “viejo mundo” se hacinaban en

Carlos A. Bozzi

Chávez, Fermín: ”La vuelta de José Hernández”. Ed. Theoría. Página 36.2

22

Londres, Liverpool o Berlín, en la pampa bonaerense recordará

Martín Fierro “el gaucho más infeliz / tenía tropilla de un pelo” . 2

Pero los datos más concretos acerca de la posesión de estas

tierras se remontan a 1819, cuando después de una expedición

para recorrer la zona, el saladerista Pedro de Alcántara Capdevila,

solicita y obtiene del Director Supremo, Juan Martín de Pueyrre-

don, la concesión de tierras ubicadas al sur del río Salado e

“inmediato al Mar Chiquito”. Cuatro años más tarde esa concesión

es anulada, aunque en 1828 después de diversas gestiones se le

otorga la tierra a en enfiteusis.

Fallecido este en 1847, sus herederos transfieren los

terrenos a Ladislao Martínez, quien construirá algunos ranchos y

posteriormente venderá la estancia a José Gregorio Lezama.

Mientras tanto, en 1836 el gobierno de la provincia dictó

una ley por la cual se otorgaba en propiedad buena parte de las

tierras concedidas en enfiteusis entre 1822 y 1830, disponiendo la

venta además, de 1.500 leguas (3.750.000 hectáreas) ubicadas en

un radio que abarcó desde Pergamino hasta el sur de Necochea.

La zona había dejado de ser molestada sistemáticamente

por los indios, garantizándose así cierta tranquilidad para las tareas

de colonización. El entendimiento entre el cacique Cafulcurá y Juan

Manuel de Rosas en 1836 (llamada “Paz del Pino”) puso fin a los

malones, al menos hasta la caída del jefe federal.

La estancia de “Laguna de los Padres”, nombre que recibió

el establecimiento, fue vendida por Don Gregorio Lezama en 1856

a un consorcio brasilero, constituido en Buenos Aires después del

derrocamiento de Rosas.

Page 12: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Capítulo II

El Puerto de la Laguna de los Padres

Page 13: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Barili, Roberto: “Del historial marplatense”, página 4.1

Reseña histórico-económico de los partidos de la provincia de Buenos Aires.2

25

El Puerto de la Laguna de los Padres

1.- El saladero de los brasileros (Coelho da Meyrelles y

Mauá) 1856-1860

A partir de la instalación del consorcio después de una

expedición llegada con el objeto de buscar un lugar adecuado para

tareas de faneamiento, comienzan a desarrollarse los hechos de esta

segunda etapa de la historia.

La “Sociedad Rural”, nombre de la asociación brasilera,

envía un grupo de hombres capitaneados por don José Coelho de

Meyrelles, cónsul portugués en Buenos Aires entre 1852 y 1856,

que termina por establecerse a orillas de la desembocadura del

arroyo Las Chacras.

De acuerdo con datos publicados en ese entonces, se

adquieren “52 leguas de campo, siete de costa de mar y una

existencia que se calcula no baja da 115 mil cabezas de ganado

manso y alzado, yeguarizo y lanar” . Al año siguiente, Meyrelles1

compra todas las acciones de la sociedad resuelto a explotar la

empresa por su cuenta .2

Sobre al papel jugado en la instancia por el citado Meyre-

lles, recién ahora, gracias a las investigaciones del arquitecto

Roberto Cova se vislumbra algo más que la simple intención de

llegar a estas tierras para instalar un saladero. El autor afirma que

el portugués era la cara visible del personaje que desde 1850

acompañaba todas las evoluciones de la política del Brasil en el Río

da la Plata: Ireneo Evangelista de Souza, barón de Mauá. (nombra-

do “vizconde” después de Caseros).

Carlos A. Bozzi

Roberto O. Cova: Fascículos de la Revista Planteo, Número 1, página 13:3

“Historia de la ciudad que nos Construyeron”.

Roberto Barili.: “Del historial marplatense” página 4.4

Roberto O. Cova: “Aspectos cotidianos de la vida en el partido de Balcarce”5

(1866-1879). Trabajo lamentablemente inédito del autor marplatense. La cita serefiere a un fragmento publicado en Revista Planteo, Número 17, abril 1974,página 22.

26

“Personero de Mauá, Coelho –dice Cova– poseía el 10 por

ciento de las acciones del establecimiento y Mauá el 50 y aunque

luego compró las acciones de sus socios, se libró una hipoteca a

favor del empresario brasilero que el deudor nunca alcanzaría a

satisfacer” .3

En cambio, Roberto Barili, otro célebre historiador local,

señala al referirse al traspaso de la propiedad al posterior adquiren-

te (Patricio Peralta Ramos), “que son categóricos todos los docu-

mentos publicados relacionados con esa transferencia en la que no

tuvo participación alguna el barón de Mauá” .4

La tesis contraria de Cova se apoya también en valiosa

documentación. “Infatigable viajero –afirma acerca del barón–

intuyó en Europa el futuro de esta parte de América como región

productora de carne que la creciente población europea demanda-

ría en gran escala en pocos años… el mismo dice en sus escritos

que era conveniente para la ganadería brasilera establecer puntos

de cría en la provincia de Buenos Airea para mejorar la raza y una

vez conseguido ese objetivo trasladar los productores a las llanuras

riograndesas y uruguayas, en las que por otra parte poseía inmensas

propiedades” . La compra da la estancia “Laguna de los Padres” es5

sin duda parte de en esos planes.

“Meyrelles –sigue diciendo Cova– aparece así como un

visionario. Un pionero. La verdad es otra: no fue sino un testaferro,

hábilmente protegido por su nacionalidad portuguesa de un negocio

de brasileros que no tuvo éxito y eso es todo. Testimonios diversos

lo prueban y aunque estén suficiente expuestos no se ven por falta

Page 14: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Cova, Roberto O.: obra citada anteriormente, página 23.6

Cova, Roberto O.: obra citada anteriormente, página 23.7

27

de interés en que sean vistos, aunque algunos son irrebatibles,

como por ejemplo que Peralta Ramos compró estancia y saladero

a Mauà y no a Coelho de Meyrelles” . Las operaciones son hechas6

con Guillermo Leslie, agente comercial del barón en Buenos Aires

y “no con Coelho y Leslie –o Mauá– es el acreedor de la hipoteca

que subsiste a su cargo” .7

Así, de esta manera, resulta lógico que la transferencia de

las tierras realizadas en el Juzgado de Mar Chiquita no registre

intervención alguna el barón de Mauá.

El hecho es que el saladero fracasa aunque el establecimien-

to selló con su nombre el lugar que durante muchos años será

conocido como ”Puerto de la Laguna de los Padres”. Las causas

del fracaso, según unos y otros, son “la poca suerte” del jefe

portugués, la sequía de 1858, la “salud precaria de Meyrelles”

(Barili, obra citada página 8), las dificultades de transporte, etc.

Pero sin duda, otros motivos determinaron la marcha de los

sucesos, causas que están más allá de circunstancias particulares

atribuibles a cada personaje. La llegada de la primera expedición,

la intervención del financista brasilero y la quiebra del saladero, más

que a razones ambientales o de salud, obedecen a otro tipo de

causas, mayormente nacionales e internaciones, razones manteni-

dos por años sin la claridad suficiente.

Y es desde este inicio como se entrelaza la historia de Mar

del Plata a la misma historia del país todo, comenzando con la

instalación de un simple saladero.

El país que llega a Caseros

Detrás de los acontecimiento» que culminaron con la batalla

de Caseros y 1a posterior separación de Buenos Aires del resto del

país, el enfrentamiento desnuda a un país fracturado en numerosas

Carlos A. Bozzi

Vilas, Carlos M.: “Derecho y Estado en una economía dependiente “Colección8

Dependencia, Editorial Guadalupe, noviembre 1974, página 124.

Ortiz:”Historia económica de la Argentina” Tomo I, página 83. El autor analiza9

las discrepancias entre los sectores porteños y los intereses en juego en febrero de1852 para dar la victoria a los ovejeros junto al sector más progresista de losganaderos. En septiembre la situación se revierte.

28

economías regionales, entre las que predominaba la de Buenos

Aires con el puerto y la aduana compitiendo con la del litoral que

aventajaba por entonces a los bonaerenses dado la creciente

importancia de sus saladeros

“Los saladeristas porteños –dice Carlos M. Vilas– cuya

producción aparte del país no tenia otros puntos de contacto que los

establecimientos esclavistas –Cuba y Brasil– y cuyos procesos de

elaboración eran muy rudimentarios y aplicados a razas sin

refinamiento ni cruzas, no podían ver sino con recelo el desarrollo

de una economía capitalista tanto industrial como agropecuaria” .8

Los sectores que alentaban estos últimos propósitos, contra

el parecer menos progresista de los saladeristas, eran los comercian-

tes porteños, algunos ganaderos y el sector de la economía

litoraleña. Las discrepancias entre ellos culminarán en septiembre

de 1852, cuando Buenos Aires después de haberse abierto el país

al mercado internacional y tras la excusa del “localismo”, se queda

con la parte del león .9

Los “viejos fantasmones rivadavianos” estaban satisfechos:

se quedaban con la renta del puerto y podían ensayar la construc-

ción de un microclima europeo. Empezarían bregando por la libre

navegación de los ríos, luego extenderían “los beneficios” de la

medida a todo el país…

En otro orden de la economía, es esta también la etapa del

lanar. Antes de 1880 el término de “oligarquía terrateniente” es

impropio, ya que el propietario de vacunos está relegado a tierras

asoladas por los malones. Serán los “parientes pobres” del sector

ganadero. Se calcula que entre 1852 y 1860 existían en las

Page 15: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Rosa, José María: Carta a los autores de “Felipe Varela contra el Imperio10

Británico”. (Editorial Sudestada- 1966) Ortega Peña y Eduardo Duhalde, página261.

Rosa, José María: “Historia Argentina”, tomo 6, página 175 y siguientes.11

Rosa, José María: Obra citada anteriormente, página 190 y siguientes.12

29

cercanías de Buenos Aires unos quince millones de lanares. En

1865 se exportaban a Gran Bretaña, país al que proveía por su

industria textil, cerca de 60 mil toneladas de lana.

Brasil y la caída de Rosas

Para el Brasil el derrocamiento de Rosas constituía un

problema vital, porque o Brasil destruía a Rosas o Rosas acababa

con la unidad brasileña, con la aristocracia, las instituciones

monárquicas y la esclavitud. Lo que no pudo Inglaterra, lo

consiguió Brasil iniciando un corto período de influencia en el Río

de la Plata . Con la victoria de Caseros comienza la “hora del10

destino” para el Imperio.

“Los hombres de la era saquarema –sin duda los patriotas

más eficaces del Brasil toda su historia– se lanzaron a la conquista

del Río de la Plata, aunque Inglaterra haría todo lo posible para

contener en sus justos limites el engrandecimiento brasilero y

recoger en su provecho la herencia de Rosas” .11

El período que va desde 1854 a 1857 señala el “apogeo”

de la política de hegemonía brasilera: la República Oriental

intervenida, un ejercito de ocupación en Montevideo, su puerto

convertido en base naval brasilera, la escuadra remontando el Plata

para imponerse al Paraguay, el vizconde de Uruguay en misión por

Europa, Buenos Aires organizado por un lado, las demás provincias

por el otro y ambos sectores con la esperanza de apoyarse en

Brasil .12

Y tras los buques de guerra del Imperio, la nave del barón

de Mauá con el oro necesario para abrir las puertas de toda

Carlos A. Bozzi

Rosa, José María: “La guerra del Paraguay y las montonera argentinas” (A.13

Peña Lillo editor) 1968. Página 31 y siguientes.

30

“negociación” estancada. Es la época en que el consorcio brasilero

instala su saladero en nuestras costas.

Mauá y su papel en la política argentina

Gestor de la grandeza imperial, era Ireneo Evangelista de

Souza, barón de Mauá. Desde 1850 “acompañé todas las evolucio-

nes del Brasil en el Río de la Plata, siendo mi pensamiento concurrir

para el triunfo de la política del Brasil” dirá años más tarde al

recordar como fue llamado por el emperador para financiar la

guerra contra Rosas .13

Después de 1852 su preponderancia es total en el continen-

te: construye ferrocarriles, diques flotantes, líneas de navegación,

compañías mineras, estancias en Río Grande inicia el Banco de

Brasil en Uruguay (durante años sus billetes fueron la moneda de

dicho país) y más tarde crea el poderoso banco Mauá, con la ayuda

de la banca Rothschild, de quien será representante en América,

con agencias en todo el Imperio y filiales en Rosario y Buenos Aires.

La institución es la punta de lanza de la penetración anglo-brasilera

en el sur.

Entre 1857 y 1858 el Brasil, por su intermedio, inicia lo que

se denomina la “política del patacón”, comprando voluntades de

argentinos, financiando el ejercito de Urquiza triunfante en Cepeda

(1859) y también el de su adversario, Mitre, vencedor en Pavón

(1861). La primavera terminará con la segregación, pero no con el

liberalismo impuesto al país tras esa última batalla.

La banca inglesa con su participación, intenta obtener el

control financiero del Brasil y del litoral argentino, codiciado por sus

campos algodoneros, útiles para exportar materia prima a la

industria textil británica.

Page 16: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Documentos transcritos en “Felipe Varela,...” Carta de Mauá a Mitre, página14

283, Convenio, página. 286.

31

En 1854 se firman los acuerdos por los cuales el Brasil

queda ligado a Rothschild. Dos años después, su rival en la zona,

la banca Barings Brothers, obtiene un acuerdo en Buenos Aires

para el pago del famoso empréstito. Esta sociedad inglesa, que en

pocos años más será la dueña del país constituirá la “Great

Southern Railway”, más conocido como el “Gran Sud” y posterior-

mente, utilizando testaferros adquirirá el “Oeste” argentino para lo

cual crea la “Western Railway”.

Aparentemente se ha producido una división de influencias

entre ambos rivales.

En noviembre de 1857 Mauá concierta con Urquiza un

acuerdo para abrir la filial de su banco en Rosario, lo cual se

concreta el 2 de enero de 1858. Pero, como todo el dinero del

banco termina en Buenos Aires, se le rescinde el contrato el 16 de

octubre de 1860, dos meses y medio después de haberse despren-

dido del arruinado saladero del arroyo las “Chacras”.

Al año siguiente en carta a Mitre el barón reconoce los

“grandes intereses” que tiene en el país y por 1863 concede al

Estado argentino, a través de su representante en Buenos Aires,

William Leslie, un empréstito para aliviar las arcas de la república .14

La guerra del Paraguay, conflicto que se había empeñado

en impedir con sentido alerta a causa del drenaje económico que

significaría, lo lleva a la quiebra al igual que al Imperio.

“Cerro Corá” (1870) no solo fue el fin del Paraguay, sino

también el de aquel que habla cimentado con su oro la grandeza de

un imperio hoy agonizante y que dieciocho años antes había

ayudado a construir en Monte Caseros.

Carlos A. Bozzi

Grosso, Juan Carlos: “Los terrateniente federales” Historia Integral Argentina15

- Tomo 2, página 68 (Centro Editor de América Latina).

Puiggros, Rodolfo: “Libre empresa o nacionalización de la industria de la16

carne” (Editorial Argumentos, 1957), página 14 y siguientes. Ver también

Moavro, Amalia: “El saladero” Documentos para la Historia Integral Argentina(Cedal) (tomo II).

32

El saladero entre 1850 y 1860

El aprovechamiento de la carne vacuna surgió por estímulos

distintos a los del cuero, alimentando tripulaciones de barcos y a

esclavos negros del Brasil, Cuba y Estados Unidos.

La característica principal del saladero era su bajo nivel

técnico. Se desarrolló continuamente hasta 1850-1852 en la

provincia de Buenos Aires, época en que se frena la expansión a

causa de diversos factores, entre ellos el reducido mercado de sus

productos, la interrupción de las ventas como consecuencias del

conflicto con Francia e Inglaterra y la creciente competencia de sus

similares entrerrianos y uruguayos. Ya en 1852 la cantidad de

establecimientos se va reduciendo en la provincia. La sequía de

1858, proporcionará otro golpe a la industria, golpe del que muy

pocos saladeristas se repondrán .15

“La caída del gobierno de Rosas –dice Puiggrós– coincidió

con la decadencia del saladero. Bajó la exportación de tasajo de

530.960 quintales en 1852 a 333.615 el año siguiente y a 277.444

en 1855. La manufactura saladeril se refugió en la Banda Oriental,

Entre Ríos y Brasil. En 1868-1870 hubo un repunte en la provincia

de Buenos Aires, pero por poco tiempo. Ya se agitaba el problema

de orientar la exportación de carne a los mercados europeos puesto

que los americanos esclavistas dejaban de interesarse por el tasajo

argentino” .16

Al declararse la fiebre amarilla en 1871, los saladeros son

prohibidos en determinado radio de la Capital, sumándose a ello la

emancipación de esclavos en Estados Unidos (1865), Cuba (1885)

y Brasil (1888).

Page 17: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

33

Pero es el año anterior cuando comienza el descenso

definitivo de las exportaciones de tasajo. Coincide esta época con

la clausura de varios establecimientos y el aumento de la exporta-

ción de ganado en pie por 1880, actividad que insinuada un tiempo

atrás ahora comienza a rendir sus frutos. Con la aparición tres años

más tarde del primer frigorífico el certificado de defunción del

saladero estaba firmado.

¿Por qué se esconde la historia real?

Los datos aportados son elocuentes como para una com-

prensión acabada de los hechos acaecidos en el puerto de Laguna

de los Padres sin embargo conviene resaltar algunos en particular.

Vemos primeramente como Coelho-Mauá, inician el

desarrollo de la industria saladeril en el preciso momento en que la

actividad comienza a decaer por las nuevas formas de comerciali-

zación del ganado que se imponen. Asimismo el factor de la

distancia parece ser una incógnita, pues ubican el emprendimiento

en el “confín” de la civilización, si se tiene en cuenta que en 1852

la línea que separa a los indios de las poblaciones es Cabo Corrien-

tes.

¿Con qué objeto instalar un saladero en el extremo más

austral de la provincia de Buenos Aires cuando resultaba más

beneficioso hacerlo en Entre Ríos o la Banda Oriental zonas de

influencia del barón? ¿Es creíble que este financista, dueño de la

Cuenca del Plata, haya carecido de informaci6n precisa acerca de

las cifras de exportación, a pesar de sus conocimientos e influencias

como para no tener en cuenta lo deficitario de la empresa que

comenzaba?

La misma pregunta cabe para Peralta Ramos, quien

posteriormente reinicia la industria cuando comienza en el país la

exportación de ganado en pie. No podía escapar a su visión de

hombre de negocios los pocos –escasísimos– años de vida que le

quedaban al saladero y el cambio hacia otra actividad más rentable.

Carlos A. Bozzi

34

En segundo lugar no deja de ser factible la ingerencia de

Mauá en la empresa. No hay que olvidar que la economía del

Imperio se basaba en los esclavos, alimentados a tasajo y que la

instalación del saladero haya sido, además de lograr el mestizaje de

ganado deseado, un intento de auto-abastecerse en vista de la

próxima guerra que se avecinaba. Todos ellos no son argumentos

descabellados.

Roberto Barili en su libro “Del Historial Marplatense”

(página 6) publica un documento referido al “Puerto de abrigo y

Muelle en la costa sur. Estancia de Laguna de los Padres” que

resulta ser un estudio ordenado por Meyrelles para el establecimien-

to de un puerto “suficientemente cómodo para recibir algunos

buques y permitirles descargar y cargar con seguridad”. El estudio

es elevado el 17 de septiembre de 1857 al ministro de Hacienda de

la Provincia (y no de la Nación como dice el autor), Norberto de la

Riestra con el objeto de obtener su aprobación. Ello constituye, sin

duda, un intento de establecerse seriamente en estas costas.

Recordemos que ya en ese entonces el barón realizaba

negocios con Urquiza para lograr la instalación de su banco, cuya

autorización obtiene en noviembre de 1857, configurándose así un

movimiento de pinzas, con el objetivo de conseguir el dominio

completo del Río de la Plata.

Estos hechos, demuestran que desde el ángulo de la política

brasilera la intención era obtener el mayor provecho posible en

favor de su país, lo cual impide etiquetar su esfuerzo de “visionario”

o “pionero” en tanto solo luchaban por los intereses de su exclusiva

tierra. Sucede que como Mar del Plata es la niña bonita de todos,

sostener que los hombres que alguna participación tuvieron en su

creación hayan respondido a otros intereses que no sean los de

beneficiar a las generaciones venideras, puede parecer un argumen-

to a contrapelo de la historia dada.

Si el saladero fracasa es a causa del rumbo tomado por la

economía hacia otra actividad que pronto lo superará y porque

además la política rioplatense obligaba al barón a dedicarse de

Page 18: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

35

lleno a evitar una guerra que presentía nefasta para sus finanzas,

hecho éste que le obliga desviar la atención de los intereses

pequeños y preocuparse por los más importantes, como le decía en

su carta a Mitre.

2.- De Peralta Ramos a la fundación oficial 1860-1874

Patricio Peralta Ramos, comerciante arruinado en la época

de Rosas, adquiere en julio de 1860 el saladero y bajo su adminis-

tración resurge la industria por unos años como lo prueban diversos

testimonios de la época.

Dos años después se inicia el llamado periodo de la

“Organización Nacional” al asumir Mitre la presidencia como

resultado del triunfo de Pavón. La posterior tranquilidad al

acontecimiento, el asesinato del Chacho, quizás la ultima montone-

ra, favorecieron las condiciones para la inmigración como lo

demuestra el hecho de que permanecen en el país durante la

década, cerca de 170 mil de los 400 mil llegados. Con ellos también

arribaron los directores de empresas, los gerentes de los ferrocarri-

les, ingleses todos, que si bien no trajeron capital alguno, pronto se

quedarán con el existente. Es la época de la inauguración del

liberalismo económico en el país, con Mitre como presidente.

El mitrismo se caracterizó por su amistad con el Brasil, por

ser europeísta, antiamericano y antipopular. Durante esta etapa de

la “Organización” hubo 117 revoluciones, 91 combates y 4.728

muertos. Además, se produce la destrucción de la incipiente

industria nacional, pues el capital británico no es invertido en la

promoción del proceso industrial. La invasión de mercaderías

manufacturadas arruina al interior...

Mientras la provincia en 1864 es gobernada por Mariano

Saavedra el saladero sigue su tambaleante marcha, en tanto va

surgiendo la necesidad de la fundación de un pueblo en la zona. El

británico “Gran Sud” se detiene al año siguiente en Chascomús,

Carlos A. Bozzi

Rosa, José María: Historia Argentina, tomo 6, página. 176.17

Galletti, L. y otros: “El proteccionismo en la década del setenta” Historia18

Integral Argentina (CEDAL) tomo IV, página 176.

Cova, Roberto O.: “Síntesis histórica de Mar del Plata”, 1968.19

36

pretextando que la construcción de un puente sobre el Salado y el

terraplén para atravesar los campos anegadizos que llevan a

Dolores insumirán mas de las 10 mil libras presupuestadas por milla

y solicita un aumento de la garantía . El gobernador Alsina en ese17

momento, prefiere en cambio desarrollar el “Oeste” y el progreso

del Sur se detiene por unos años.

Cuatro años más tarde el primer Censo Nacional declara la

existencia de 1.360.700 personas en el país, repartidas en su mayor

parte por la campaña, con un porcentaje de extranjeros que poco

a poco ocupa las ciudades. Somos un país todavía “bárbaro” dice

Sarmiento, pero que se va “civilizando”.

La década del 70 prepara al país para la modernización:

ferrocarriles, telégrafos, alambrados, centralización del poder

político, bancos extranjeros, eliminación del gaucho de la escena

nacional, inmigración... es decir se incorporan al país todos aquellos

elementos que lo adecuaran a los nuevos tiempos .18

La inmigración cumplirá el papel que le encomendará la

clase terrateniente necesitada de desprenderse de los nativos. El

inmigrante no tenía caudillos, ni reivindicaba patriotismos, no

alzaba montoneras, ni le preocupaba otra cosa que laborar duro y

fuerte para juntar algún capital, dice José María Rosa.

En julio de 1865 se deslinda el Partido de Balcarce del de

Mar Chiquita, Juan G. Peña, primer juez de paz, trata de encontrar

eco para la fundación de un pueblo donde residan las autoridades

del nuevo partido.

“Nace así, lo que llamaremos litigio entre costeros y

serranos por la obtención de permiso. Aquéllos, encabezados por

Peralta Ramos, querían hacerlo a orillas del mar. Los otros querían

fundar en la sierra” . Pero a lo que todos se oponen, menos el19

Page 19: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Cova, Roberto O.: Fascículos de la Revista Planteo, “Historia de la ciudad20

que nos Construyeron”, Número 1, página 20.

37

propietario de la tierra donde finalmente se fundaría Mar del Plata,

es a hacerlo en terrenos de propiedad privada, señala R. O. Cova .20

Dos veces Peralta Ramos, una en 1869 y otra en 1873,

solicita al gobernador el permiso para la fundación, hasta que

finalmente consigue obtener el beneplácito de la autoridad provin-

cial.

Recordemos que entre 1869 y 1872 gobernaba la provincia

Emilio Castro y su ministro de gobierno, el prestigioso abogado A.

Malaver, mantenía de buenas relaciones con los “serranos”. Emilio

Castro da impulso al ferrocarril Oeste en desmedro del Sur. En

cambio, cuando Peralta Ramos presenta la segunda nota, ya no

está Malaver, gobierna Mariano Acosta (1872-1874) quién accede

a pesar de las oposiciones a la petición y es hombre que da impulso

al ferrocarril británico en desmedro argentino “Oeste”.

En la nota dirigida al ejecutivo provincial, Peralta Ramos

insistía en que no se trataba de formar un pueblo, sino de organizar

uno ya formado, frecuentado por buques, con saladero, muelle de

hierro, una escuela, veinte casas e iglesia. Ofrecía tierras para el

trazado de la ciudad, donaba terrenos para edificios públicos y

destacaba además las condiciones que hacían de la zona un puerto

sobre el Atlántico “que lo pone en continua comunicación directa

con el extranjero. Es ventajosísimo para la instalación de saladeros”,

concluía.

Extraña resulta esta afirmación da Peralta Ramos, pues era

evidente la declinación del negocio saladeril por causas que no

podía ignorar, además de existir ya muy pocos por ese entonces en

la provincia. La idea del “balneario” todavía no era posible.

De acuerdo a testimonios recogidos por Cova la importan-

cia del poblado en la fecha que tratamos era escasa, habitándolo

Carlos A. Bozzi

Cova, Roberto O.: Obra citada anteriormente, página 21.21

Cova, Roberto O.: “Aspectos cotidianos…” Fragmento en Revista Planteo Nº22

16, febrero de 1974, página 25.

Flichman, G.: “Renta del suelo y estructura agraria argentina” Revista23

Realidad Económica Nº 15, página 70, (EUDEBA).

38

solo cincuenta personas, identificadas cada una por su nombre y

apellido .21

Aparentemente Peralta Ramos no decía la verdad acerca de

las condiciones en que se encontraban estas tierras y ello será

corroborado posteriormente. El pueblito en 1874 agonizaba y

seguirá en ese estado aún después de su fundación burocrática,

asunto retrasado, a juzgar por la insistencia con que Peralta Ramos

solicita se atienda su petición.

Otro hecho se suma al ya complicado panorama: cartas

halladas en el Juzgado de Paz de Balcarce demuestran que el

“fundador” atravesaba una crónica crisis económica y Alió dice que

“ nuevas complicaciones le obligaron a enajenar todo su fortuna”.

El hecho parece estar claro: “la intención de Peralta Ramos

era fundar un pueblo en tierras de su propiedad para vender las

urbanas y valorizar las rurales circundantes” . Su propósito22

originario, pues fue desformado por la desviación histórica poste-

rior. Y el negocio no habría sido malo, a juzgar por las estadísticas

de la época que señalan que entre 1860 y 1900 los precios de la

tierra aumentaron más rápidamente que la producción, siendo este

aumento de 49, 50 y 100 y en algunos casos 500 veces respecto a

transacciones realizadas 15 ó 20 años atrás . Así es que a solo dos23

años de la “fundación”, Peralta Ramos se deshace de las tierras

urbanas, ya sea para escapar de los acreedores o por otras razones

que la historia no aclara. Lo cierto es que entre diciembre de 1875

y en julio de 1876 termina con las transacciones por lo que las

tierras son adquiridas por Juan Barreiro Bavio.

En 1874 todos, serranos, costeros, autoridades provinciales,

conocían el estado del pueblito. Pudieron más las influencias que

Page 20: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Cova, Roberto O.: “Aspectos cotidianos…”. Revista Planteo, Número 16,24

página 25.

39

se movieron tras Peralta Ranos y en febrero de ese año culminando

la presidencia de Sarmiento el gobernador aprueba la petición

“fundándose” el pueblo que durante mucho tiempo se conocerá

indistintamente, con el nombre de Puerto Balcarce, Puerto de la

Laguna de los Padres y por fin Mar del Plata. La montonera marcha

hacia la noche de la historia. Julio Roca se acerca a grandes pasos

a la presidencia. El dolor criollo se hace literatura, mientras la libra

reina en la sociedad argentina. Se va preparando la hora del

ganado y las mieses, la hora de convertirnos en granero del

mundo... o de Gran Bretaña.

3.- La presencia de Luro en el poblado (1877-1883)

En plena revolución mitrista –octubre de 1874– asume la

presidencia el binomio Avellaneda-Acosta, mientras como conse-

cuencia de otras provocadas en centros de los que la república

depende, una fuerte crisis económica asola al país. Avellaneda no

era hombre de asustarse así nomás y recurrirá la formula salvadora

“Ahorraremos sobre el hambre y la sed de dos millones de argenti-

nos para responder a nuestros compromisos” manifiesta en 1876.

Pero en el poblado las cosan no se habían solucionado. Los

“serranos” proponen al gobernador la anulación de la concesión

hecha y la formación de un pueblo en tierra fiscal. “No prospero la

tesis de ninguna manera, dice Cova, pues cuando pudo llevarse a

cabo, ya estaba Pedro Luro en posesión de la mitad de las tierras y

ya se encargaría su hijo Santiago de frenar cualquier intento....” .24

Sin embargo la gobernación otorga permiso para fundar en la

sierra: el pueblo se llamará San José de Balcarce. Corría junio de

1876, el pueblo emigra, el puerto declina, la miseria cunde y

Carlos A. Bozzi

Cova, Roberto O.: Fascículos de la Revista Planteo, “Historia de la ciudad que25

nos Construyeron”, Número 1, página 14.

40

aquello que en los papeles había nacido con intenciones de ser

creciente factoría, agoniza a poco de ver la luz.

Es en ese mismo año cuando aparece en escena el vasco,

quien entre noviembre 76 y mayo del 77, adquiere de Barreiro la

mitad de las tierras del antiguo establecimiento.

¿Quien era don Pedro Luro que se aventuraba a reiniciar un

negocio en condiciones tan desastrosas cono se encontraba este?

Roberto Cova, quién se ha encargado de estudiar minucio-

samente la vida del inmigrante vasco-francés, nos dice acerca de él:

“poderoso estanciero, primer saladerista de la provincia, el hombre

que movía todos los hilos desde Dolores hasta el Río Colorado

compra no solo el saladero, sino también la mitad del ejido del

pueblo” .25

La actividad desplegada por Luro posibilita la entrada de

Mar del Plata en las cifras estadísticas de exportación de los años

1881-82. Quizás por ello Avellaneda decida llevar el antiguo puerto

a la categoría de Receptoría de Rentas Nacionales.

Sin embargo, la suerte del saladero no podría cambiarse. La

naciente importancia de la barraca lanera y el desvío de la hacienda

hacia los establecimientos de Luro en el Tuyú terminarán con el.

Paradójicamente el saladero, una industria casi agónica que se

instala en nuestras costas, es desplazada por otra cuyo ciclo, al

momento de su establecimiento, estaba también por llegan a su fin.

En efecto los historiadores coinciden en afirmar que para

1880 el ciclo de lana estaba concluido. La agricultura pasa a primer

plano produciéndose por otra parte, con la aparición del frigorifico

un cambio más profundo que el del cuero al tasajo y de este a la

lana. Para la época, también desaparece el termino “saladero” en

la correspondencia del Juzgado y es sustituido por la palabra

“grasería”, demostrandose así el inicio de otro tipo de actividad.

Page 21: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

41

Julio Roca asume por entonces la Presidencia de la nación

iniciando el proyecto de la “Generación del 80". La campaña del

desierto traerá consecuencias importantes al país, aunque tantos

años de liberalismo le han enajenado su independencia: Buenos

Aires es la gerencia londinense de América del Sur.

Dardo Rocha, que había sido elegido gobernador de la

provincia recorre toda la campaña bonaerense en misión proselitista

para afianzar su candidatura a las próximas elecciones presidencia-

les. Después de un largo viaje, famoso por las anécdotas, llega a

Mar del Plata en 1883. La historia oficial dice que dará el último

impulso para que los beneficios del riel británico lleguen al humilde

poblado.

4.- Luro, el ferrocarril inglés y el nacimiento del balneario

(1883-1886)

Corre la penúltima década del siglo pasado. Buenos Aires

es ya un centro del latifundio, después de haber incorporado la

campaña del desierto más de un millón de kilómetros cuadrados a

la explotaci6nt coincidiendo el hecho con la apertura de la

inmigración masiva. A pesar de ello, cuando el inmigrante llega, la

tierra bien ubicada y fértil tiene propietarios sólidos.

En el 80 culmina la etapa de la “Organización Nacional”, se

desarrolla el ferrocarril y comienza la expansión agropecuaria. Los

negocios se multiplican, el país vive una verdadera fiebre bursátil.

La suntuosidad se desparrama por los salones porteños, los

argentinos se vanaglorian de ser los “yankees del sur”. Fueron años

de esplendor y progreso, pero preñados de coloniaje. El proyecto

de esta generación del 80 moviliza la idea de convertir a Mar del

Plata en villa balnearia por un lado, y por otro, necesitado de

encuadrar al país dentro del mercado Mundial, se ve necesitado de

nueva mano de obra. Nace así el deseo de la inmigración.

Carlos A. Bozzi

Ortega Peña y Duhalde, Eduardo L.: “Baring Brothers y la historia política26

argentina” (Peña Lillo) página 109 y siguientes.

Ortega Peña y Duhalde, Eduardo L.: Obra citada anteriormente.27

42

Mientras tanto, desde el poblado se alzaban voces en

procura de la extensión de las líneas del ferrocarril “Sur” ¿Cuáles

eran las razones por las que todavía la empresa británica no

arribaba a Mar del Plata? Entenderlas, nos dará la explicación del

porque y para que el ferrocarril llego a nuestras costas.

La historia de este ferrocarril arranca en 1861, cuando E.

Lumb obtiene la concesión de una línea que partiendo de Buenos

Aires llegue a Chascomús. Posteriormente, traspasa ficticiamente la

concesión, a BARING BROTHERS y DAVID ROBERTSON,

formándose la “GREAT SOUTHERN RAILWAY COMPANY

LIMITED”, que entre sus accionistas cuenta a W. Dablle, Bember,

el infaltable Norberto de la Riestra, gestor del dominio financiero

británico después de Caseros y al cónsul de Inglaterra en Buenos

Aires, Frank Parish, autorizado especialmente por el Foreing Office

al comprender que el “Sud” abriría nuevos mercados para la

producción inglesa .26

La misma empresa publicará después en su historia, que

“los ramales ferroviarios” como tentáculos de un inmenso pulpo se

extendieron por todos los confines del territorio nacional” .27

En 1865, el “Sud” se detiene, como vimos, en Chascomús.

El gobernador de la provincia propició la construcción de un ramal

para el ferrocarril argentino del “Oeste”, que saliendo de Merlo

llegase a “el Azul” introduciéndolo en la zona de influencia del

“Great Southern”. La medida no es conveniente para la empresa

británica, cuenta el dinamarqués William Rógind en su “Historia del

Ferrocarril Sud” porque no estaba decidida, a pesar de los pedidos

de numerosos estancieros a extender sus líneas. Pero para evitar la

construcción del ramal del “Oeste”,el directorio de Londres solicitó

el permiso necesario para llevar el rama hacia Dolores y construir

otro de Altamirano a Azul, mediante la subvención de 500 libras

Page 22: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Scalabrini Ortiz, Raúl: “Historia de los ferrocarriles argentinos” (Editorial28

Plus Ultra) 1971 - Citado en página 44.

Bosques, Ricardo E.: “La edad del riel”. Historia Integral Argentina tomo 5,29

página 179.

Scalabrini Ortiz, Raúl, obra citada anteriormente, página 50.30

43

por milla. Acosta, recién electo gobernador de la provincia, otorga

el permiso en 1872 .28

La ofensiva del “Sud” tenía sus motivo: Londres miraba

hacia las estancias de lanares establecidas en la costa, que habían

venido operando con puertos propios (Ajó, Boca del Salado). Así

se introduce en el mercado de carretas entre Constitución y

Chascomús. Fueron años duros, de lucha contra troperos criollos y

estancieros desconfiados en la nueva empresa. Cinco años después,

la empresa que había sido un fracaso rotundo en sus comienzos,

celebra su triunfo .29

Con la línea hasta Dolores, más allá del Salado y con el

ramal de Altamirano al Azul, el “Sud”, cubría la zona de lanas y

tocaba la frontera con los indios. Era un ferrocarril planeado sobre

la marcha, trecho a trecho, contemplando los intereses concretos de

los estancieros, muchos de los cuales eran ingleses. Se calcula que

en 1875 existían 100 estancias en la provincia, pertenecientes a

súbditos británicos, con un capital de dos millones quinientas mil

libras esterlinas. Y de los 10.500 ingleses que habitaban el país,

6.000 se encontraban asentados en la campaña bonaerense.

Zeballos, partidario de la expropiación del ferrocarril

adivinaba en 1879 los propósitos de la empresa, al decir que “con

la línea a Dolores, atraviesa los territorios de la costa Sur y se dirige

a Bahía Blanca, mientras que con el ramal de Azul, se apodera del

tráfico de la dilatada comarca del sudoeste, donde pacen millones

cabezas de ganado” .30

W. Rógind cuenta que al alentarse la expropiación en

medios provinciales, el directorio londinense envía una delegación

para tratar directamente con las autoridades. La gestión tiene éxito,

Carlos A. Bozzi

Scalabrini Ortiz, Raúl: obra citada anteriormente, página 51.31

44

comprometiéndose el gobierno a no expropiar hasta 1902,

firmando, a su vez, el 19 de octubre de 1881 un convenio por el

que la empresa se obliga a llegar al Tandil y a Bahía Blanca . El31

destino y otras posteriores gestiones, harán que diez años más tarde

el expropiado sea el ferrocarril del Oeste, cayendo en manos de su

adversario británico.

En tanto, dos años después del convenio llega Dardo Rocha

a Mar del Plata. Ofrece traer el ferrocarril, que ya se había compro-

metido por su parte a llegar a Bahía Blanca, pero no precisamente

pasando por el modesto pueblito sureño que ninguna importancia

económica tenia. Muchos trataron de influir en la decisión de

Rocha, para que negocie con los directivos de la empresa la

extensión de sus líneas férreas. - ¿Para qué? -El ramal llegará, pero

años más tarde sumergiendo a la comarca en la inutilidad total.

No es descabellado deducir que la llegada del ferrocarril

haya sido una especie de compensación a esa nueva clase que

acababa de surgir en el país.

Las ganancias fáciles de la especulación formaron un núcleo

social que basó su poder en el dinero, en el comercio y en la tierra.

Recibió el nombre de “oligarquía” y no desdeñó el termino, que

solo posteriormente adquiere carácter peyorativo, aceptándolo pura

y simplemente como aceptaba constituir la única clase con capaci-

dad económica, intelectual y política para dirigir el país.

Son años en los que nace el deseo de buscar lugares

alejados de la gran urbe que era Buenos Aires, para reencontrar la

intimidad perdida, dice Juan José Sebrelli. El “olor” a inmigrante

de la metrópoli se volvía insoportable para ellos. Era necesario,

entonces organizar una villa cuya inutilidad económica y dificulta-

des de acceso la convirtieran en algo exclusivo. Y la oportunidad la

brinda ese humilde pueblito, llamado Mar del Plata, de amplias

Page 23: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Sebrelli, Juan José: “Mar del Plata, ocio represivo”.32

Cova, Roberto O.: “Síntesis histórica de Mar del Plata”, 1968, página 17.33

45

playas, hermoso paisaje natural, clima privilegiado y distancia

suficiente de la Capital .32

Dardo Rocha termina entregando al “Gran Sud” los dineros

que la empresa dice no tener para construir el último tramo de vías:

Maipú -Mar del Plata.

En tanto, Pedro Luro, a quien cabe reconocer esa intuición

de los que suelen vislumbrar la aparición de nuevas empresas,

captando el deseo que flota en el aire, brega por lograr una toma de

conciencia entre los pobladores. Por ello, en la reunión del 11 de

agosto de 1884 de la Corporación Municipal dirá que en razón de

que el próximo verano acudiría a este pueblo mucha gente ...era

necesario que las calles y solares baldíos se pusieran en otras

condiciones de lo que actualmente están, que hoy se encuentran

llenas de vizcacheras…”, lo que nos demuestra que a esa fecha,

Mar del Plata ya era una incipiente estación de baños .33

Tanto esfuerzo fue en vano para el vasco Luro. Cinco meses

antes de la llegada del ferrocarril debió partir a Europa a causa de

su enfermedad.

En el país, triunfaba la fórmula Juárez Celman-Pellegrini

mientras el saladero entraba en una etapa recesiva, junto con la

barraca, la lana, el muelle, el molino, etapa de la que no habrían de

resurgir “La vieja estación de ferrocarril se convirtió en una puerta,

un poco alejada de Buenos Aires si se quiere, pero una puerta al fin,

que acabó por triunfar sobre el puerto” afirma acertadamente

Cova.

El 26 de septiembre de 1886, el Gran Sud entraba en la

incipiente aldea. Para algunos eran días de alegría. Para el país en

cambio esa locomotora significa la derrota de un progreso auténti-

camente nacional. El ferrocarril “Oeste” agonizaba. Entre risas de

un lado, llanto del otro, había nacido “el balneario”.

Carlos A. Bozzi

Bosques, Ricardo H.: obra citada anteriormente, página 193.34

46

5.- El objetivo del ferrocarril

Después de la fundación oficial de todos modos Mar del

Plata parecía condenada a una lenta muerte. Pedro Luro será el

nuevo impulsor: el saladero, la lana, la grasería, son actividades que

desarrollará. Pero todo es inútil: el destino del pueblito, como

factoría, no se jugaba en estas costas sino en los centros que

ordenaban el rumbo de la economía. Puede ser que Luro haya

vislumbrado ese panorama y dado las características de la gente

que venía a “tomar baños” pudo deducir el nacimiento de una

nueva actividad.

La llegada del ferrocarril parecía ser la salvación económica.

Pero si por una fue un medio de transporte de pasajeros desde la

Capital, por otro en cambio destruyó todo intento de montar

industrias locales. El ferrocarril Sur en nuestra costas es el epílogo

de una seria derrota nacional y tan grave que hasta se daba el lujo

de tener ramales totalmente improductivos, como el que llegaba a

Mar del Plata.

Ya a los dos años tocaba Bahía Blanca por el ramal de Azul,

alzaba en Ingeniero White un muelle de acero y por el ramal Tandil

y Tres Arroyos comenzó a drenar la rica zona de las sierras. Tenía

en sus manos toda la ganadería y se iba expandiendo hacia la

región cerealera del oeste .34

Mar del Plata: ¿para qué?

Solo como ramal de pasajeros y mantener la zona impro-

ductiva. Es que el arma del ferrocarril es la tarifa. Ella juega un

papel preponderante en la vida de un pueblo: se pueden impedir

industrias, crear zonas privilegiadas, fomentar regiones, estimular

cultivos y hasta destruir industrias florecientes. La tarifa es un arma

Page 24: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Scalabrini Ortiz, Raúl: “Los ferrocarriles deben ser argentinos”. A. Peña Lillo35

Editor. 1965, página 39.

Scalabrini Ortiz, Raúl: obra citada anteriormente, página 27.36

Scalabrini Ortiz, Raúl: obra citada anteriormente, página 44.37

Scalabrini Ortiz, Raúl: obra citada anteriormente, página 129.38

47

artera y silenciosa y con frecuencia indiscernible hasta por el mismo

que es victima de ella .35

La potencia del ferrocarril fue superior a la del Estado pues

se ejerció sin contralor de aquél: durante muchos años las entradas

brutas de estos igualaron las rentas generales de la Nación.

Por ello se afirma que la construcción de ferrocarriles en las

colonias y países subdesarrollados no es parte de un proceso de

industrialización, sino que apunta a abrir esas regiones cono fuente

de producción de materias primas. Cuando, en 1889, don Ángel

Gardella establece una línea de navegación al sur de la provincia,

el ferrocarril rebaja las tarifas en competencia ilegal hasta que la

sofoca .36

Muchos años más tarde, el director de Puertos y Canales

declaraba que el ferrocarril Sur que atiende la provincia de Buenos

Aires, ha desviado toda la producción hacia los puertos de Bahía

Blanca y Buenos Aires, no recibiendo carga de dicha empresa, ni

el puerto de Mar del Plata que había costado 27 millones de pesos,

ni el de Necochea que costó 14 millones. Lo poco que esos puertos

han recibido fue conducido por carros. Y la fecha de la declaración

es de... 1929 .37

El ferrocarril ingles fue enemigo declarado de la actividad

del interior, de sus industrias, de sus puertos. En busca de la

ganancia –dice Scalabrini Ortiz– el ferrocarril aniquiló al interior. Así

tenía carga de ida, con los artículos manufacturados que el interior

necesita y carga de vuelta con los productos agropecuarios que el

interior produce. Los puertos del litoral fluvial y marítimo han sido

aislados para que la carga recorra la mayor distancia posible .38

Carlos A. Bozzi

48

Así murió, por una paralela de hierro, lo que alguna vez

comenzó como pequeña factoría y nació, por los deseos de su

graciosa Majestad, entre otros pretendientes, una villa para tomar

baños, que más tarde se convertirá en aristocrático balneario. Nació

de la mano del Brasil, comenzando a caminar por el empuje del

ferrocarril británico y del sector industrialista de la oligarquía. Y

fueron los grandes financistas de la primera década del siglo

quienes la transformaron bella para las futuras generaciones

motivando en la memoria de nuestros antepasados el recuerdo de

una ciudad como no hubo otra en el país.

Page 25: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Capítulo III

La consolidación

Page 26: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

51

La consolidación

1.- La Preparación (1886-1907)

El ferrocarril, el frigorífico, la inmigración cambiaron la cara

del país. Cerca de 650 mil inmigrantes entran en la década del 80

al 90. Las exportaciones de trigo trepan al millón de toneladas. Y

aunque el gobierno de Juárez Celman llega hasta las ultimas

consecuencias del liberalismo reinante, transfiriendo a manos

privadas las actividades del Estado, el progreso no se detenía: había

más de dos millones de hectáreas cultivadas, 22 millones de

vacunos, 70 millones de lanares y 4 de caballares.

Corría 1889 y el progreso era monstruoso, casi violento.

Dos años después, la provincia vende el ferrocarril “Oeste” a una

compañía inglesa, en cuyo directorio se encontraban representantes

del “Sud”. La garra inglesa comienza a cerrarse sobre la nación.

A tres años de la llegada del ferrocarril al balneario, da

comienzo lo que se denomino la “belle epoque”. Es el nacimiento

de la economía de consumo, de la moral del derroche. Coincide

con el año de la tragedia romántica de Mayerling y la Exposición

Internacional de Paris. Se Construye la torre Eiffel, símbolo del

progreso mecánico alcanzado.

El culto a lo inútil lo invade todo: artificiosa arquitectura “art

noveau”, complicados atuendos femeninos, modales rebuscados,

frivolidad, auge de los lugares de diversión, cabarets de lujo,

casinos, lupanares, proliferación de las “garçonnieres”, de las

damas adulteras, de las “demimondaines”, las “midinettes” y las

“coccotes”…

Mar del Plata también tiene su transformación al ritmo de

la que sufre la sociedad. Se crea la “Sociedad Anónima Bristol

Hotel”en 1887, integrada entre otros por el tercer hijo de Luro

–José, promotor de la idea– y su cuñado, Sansinena. La compañía

Carlos A. Bozzi

Cova, Roberto O.: Fascículos de la Revista Planteo: “Historia de la ciudad que1

nos construyeron”, Número 2, página 14.

52

hace construir el “Bristol Hotel”, inaugurándolo en la temporada de

1888 con la presencia de quien será uno de los mas famosos

protectores del balneario: el vicepresidente Pellegrini.

“¡Que hermoso comedor!, dirá mas tarde Alio. Haría honor

a cualquier establecimiento europeo de su género… el objeto

esencial se ha logrado: hallar el efecto”. El microclima europeo, tan

ansiado, se estaba logrando rápidamente y se ve reforzado años

más tarde con la presencia de otras personalidades, tales como

Adolfo Dávila, Miles Pasman, Ernesto Tornquist, que la sociedad

recibió en su seno .1

Por yuxtaposición de varias casillas surge la primera rambla,

se construyen chalets y la “villa” toma forma.

Pero la política internacional es variable y los centros

económicos de los cuales depende el país sufren crisis que repercu-

ten en la república. Para la época, el régimen de tenencia de la

tierra provoca distorsiones, sustrayendo la tierra de la adquisición

del inmigrante que se ve obligado a trabajar como peón a convertir-

se en arrendatario o deambular por la campaña, o afincarse en los

suburbios de las ciudades. El dinero, sin embargo, no deja de correr

a raudales: en 1888 las transacciones bursátiles llegan a los 1500

millones de pesos por mes. Las ventas de bienes raíces superan los

85 millones en 1887 y alcanzan al año siguiente la cifra de los 125

millones. Comienza, como dijera Lugones, la odisea argentina, de

estar “crucificados en una pizarra de la Bolsa”.

La crisis de la banca Baring en 1890 hace temblar la

república. Se despierta el sueño del progreso ilimitado, para

hundirse en la sensación de la gran catástrofe. El oro sube, no “hay

dinero, porque todos los capitales son atraídos por la vorágine de

la Bolsa”, se queja amargamente Juárez Celman.

Y entre tantas tempestades, una le toca a Mar del Plata: es

destruida la rambla por la furia del mar. Pellegrini, rápidamente,

Page 27: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Cova, Roberto O.: Obra citada anteriormente, página 19.2

53

recién llegado de Europa, recauda suscripciones durante la

temporada del 90 para construir otra, que en agradecimiento

llevara su nombre.

La revolución del 90 colocara a Pellegrini en la presidencia,

con el aval de los inversionistas ingleses y el consejo político de

Roca. Aparece en escena más nítidamente, en contraposición con

el liberalismo fisiocrático y portuario, el sector industrialista de la

oligarquía, que quiere una gran nación, aun a costa de su indepen-

dencia económica. (Más tarde los hombres surgidos de su filas,

serán los grandes financistas que convertirán a Mar del Plata en el

“Biarritz” argentino). De su mano, el país seguirá con la introduc-

ción de capitales extranjeros. La revolución poco había logrado: la

oligarquía pierde el pelo, pero no las mañas.

Mientras en el país se suceden revoluciones radicales,

acuerdos y antiacuerdos, nace la Unión Cívica Radical. En las

ciudades y en los campos, en tanto a los hombres que poco

entendían de política, los tenia sin cuidado si Roca era mejor que

Mitre o Pellegrini mejor que ambos. Su preocupación era mas

prosaica: subsistir.

La población estable de Mar del Plata seguía con su destino:

construir las casas de los visitantes estivales durante el invierno. La

ciudad veraniega será de los “otros” y el contraste entre ambos

sectores se vuelve inmenso: “se trataba de dos ciudades que

aunque parezca mentira no tenían contacto” .2

Los habitantes del pueblo se establecerán en unas cuantas

casuchas blanqueadas por el lado de la estación, dice una testigo de

los hechos, son inmigrantes afincados, vascos, españoles, hombres

de oficio, peones. De sus familias arranca el origen de la población

de Mar del Plata en los primeros años del siglo actual... son

albañiles, carpinteros, techistas, pintores, yeseros, horneros que

Carlos A. Bozzi

Cova, Roberto O.: Obra citada anteriormente, página 16.3

Rodríguez, Agustín: “Los segundos fundadores y José Camuso”, 1973.4

54

preparan ladrillos, quinteros...tamberos, lecheros. Comerciantes que

abastecen las necesidades comunes.. Algunos pescadores… 3

El grueso del personal para atender a la aristocracia era

traído de Buenos Aires. Mar del Plata comienza a cumplir el rol

añorado: villa exclusiva de un sector social, que esta en auge,

cultiva el lujo, el gasto superfluo, la vanidad, entronizado al

“dandy”, al “sportman” y al “bon vivant”. El efecto estaba logrado:

sin caudillos molestos, ni la arrogancia de la chusma bárbara que

ha desaparecido de la escena nacional y en la villa nunca se

asentara.

Agustín Rodríguez, en un sencillo ensayo, nostálgico de

aquellos tiempos en que los pelucones de la política se ocupaban de

conseguir a sus amigos, siempre con el “consejo” del infaltable

cónsul inglés, un puesto de presidente, afirma que los propósitos

iniciales de los fundadores de Mar del Plata “...había sido un gran

puerto y una ciudad activa prosperando en él. La realidad fue, sin

embargo, un balneario de excepción, el primero de la Argentina, y

acaso del mundo, si se toma unas vacaciones el arrebato indus-

trial” .4

Aunque esa idea del emporio mercantil en los primeros

fundadores ya vimos a que se resumió, Rodríguez sigue diciendo:

“La idea del balneario ...debe ubicársela después del 80. Pertenece

en origen a los hombres de treinta a cuarenta años de ese tiempo...

Los que soñaron con Mar del Plata balneario fueron los que con

más empeño solicitaron a Rocha la prolongación del ferrocarril.

Tendrían ferrocarril los que tanto lo querían, no para el comercio

por el comercio mismo, sino, más allá de esto, para el rápido y

seguro transporte de pasajeros en el periodo estival, a la manera

que lo cumplían los expertos de Europa...”

Con una curiosa manera de apreciar la diferencia entre las

dos sociedades, afirma, que: “la autoridad municipal hacia lo suyo

Page 28: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

55

con sus magros recursos y las comisiones o grupos que formaban

los veraneantes, lo de ellos con abultada moneda y naturalmente

ambos en beneficio de la ciudad. Nunca hubo rozamientos,

pudiendo considerarse notable lo que en obras dejaron los de

afuera con admiración de los de adentro...” En realidad, poco

rozamientos pudo haber, pues las autoridades municipales, o eran

“porteños” o gente relacionada con ellos. Más bien se podría decir

que con los magros recursos de la población estable, más la

abultada moneda de los de afuera, se construía para admiración y

también para beneficio de los de “afuera”. Poco interés debía existir

en este grupo en favorecer radicación de gente en el pueblo, y

menos aun de transformar las condiciones de vida de los “estables”,

pues como el mismo Rodríguez lo reconoce, “...al balneario lo

entendía este núcleo como algo exclusivamente de su ocio estival:

una creación incompatible en su solaz, tan de su pertenencia...”

Imposible era, que el “inmigrante”, de quien escapaban en

Buenos Aires, hiciera de la villa su hábitat. Mantener un cierto

número necesario, para cubrir los servicios indispensables, sí, pero

de ahí a fomentar el crecimiento de una ciudad, no.

Los primeros gobernantes de la zona, acota Rodríguez,

entre 1887 y 1903, son los terratenientes circundantes, “los del

antiguo afincamiento en el medio, que acaso mas que hacer, han

visto como hacían los que cambiaban la aldea en floreciente

balneario que ya es Mar del Plata en 1903". La afirmación corrobo-

ra nuestra apreciación anterior y tiene crédito, mas aun viniendo de

don Agustín Rodríguez, hombre de antiguo afincamiento en la

ciudad.

Corre 1902 cuando se aborda la construcción del Hospital

Mar del Plata, mientras los pescadores abandonan su refugio junto

al muelle Luro, para trasladarse al barrio “Tierra del Fuego”, lejos

de la vista de los veraneantes. Tres años más tarde, la rambla

Pellegrini es destruida por el fuego, y Juan Lasalle hace construir

otra, aunque existe consenso en encarar la ejecución de una de

material.

Carlos A. Bozzi

56

Se entuba el primer tramo del arroyo las Chacras y por

1906 es excesiva la afluencia de gente en el verano, superando las

comodidades que puede brindar el balneario. Empieza el arribo de

los primeros grupos de inmigrantes que han levantado cabeza y

ahora son los “nuevos ricos”, la llegada del grupo de los relaciona-

dos con el sector industrialista de la oligarquía y de los grandes

comerciantes...

La Argentina se había transformado en el paraíso austral,

donde no podía haber confites, pues bastaba estirar el brazo para

alcanzar algún sustento. Ese era el país irreal. La Argentina

encubierta, la de los desocupados, la de los braceros hambrientos,

la de las miserias y las indignas condiciones de trabajo descriptas en

el célebre informe Biallet Masse no contaba. Como no contaba que

todas las sociedades industriales, comerciales, agrícolas y mineras

llevan la marca “limited”: “Limited” en todas las fabricas, “limited”

en los capitales, “limited” en las empresas, “limited” en los seguros,

“limited” en la circulación y distribución de la riqueza argentina,

afirmaba un viajero de la época.

Y Mar del Plata ya estaba en camino de convertirse en

importante balneario, dejando atrás la etapa de humilde villa

estival.. Aparecen los primeros chalets de La Loma. Quienes los

habitaran estarán espiritualmente lejos del país, un país que se

debatía por encontrar su destino, mientras la “élite” veraneaba,

asistida por un grupito de laboriosos inmigrantes, preparando

arduamente un escenario del que ellos no serán actores principales.

Mar del Plata crecía, sus calles eran transitadas, existían edificios, el

progreso se palpaba. Quizás por ello, el gobernador de la provincia,

la declara ciudad el 10 de febrero de 1907, treinta y tres años

después de que Peralta Ramos pidiera autorización para fundar un

pueblo ya construido.

Page 29: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Jauretche, Arturo: “El medio pelo en la sociedad argentina”. Arturo Peña5

Lillo. 1971, página 42.

Irazusta, Julio: “Financistas ingleses en el Río de la Plata”. Historia Integral6

Argentina (Cedal) Tomo 3, página 273.

Roulet, Jorge E. y Sábato, Jorge: “Estado y Administración Pública”.7

Historia Integral Argentina (Cedal) Tomo 8, página 205 y siguientes.

57

2.- Los ideólogos de la villa: la generación del 80

La idea de Mar del Plata como villa exclusiva del grupo

porteño corresponde a esta generación y por ello es necesario

comprender su origen e influencia sobre la ciudad.

Cuando Roca llega al poder, se abren al país amplias

posibilidades de expansión. La generación del 80 aparece como

proteccionista, industrialista, sin arrodillarse ante los apóstoles del

librecambio. Pero como las cifras de la exportación aumentaron y

el país se enriqueció vertiginosamente; entonces abandonaron sus

inicíales propósitos. La nación se integra a la economía inglesa, con

mano de obra aportada por la inmigración y el sueño de la

Argentina industrial se pierde en la pampa, vencido por los títulos

de las propiedad es adquiridas por los hombres de esta generación .5

“Estos jóvenes incultos –dice Julio Irazusta– creyéndose más

cultos que sus maestros, lejos de revisar sus principios los agrava-

ron. Esa generación dejó que se perdiera para el país los frutos de

un desarrollo que la Argentina había hecho por sí misma... las

fuentes de riquezas pasaron a manos extranjeras” .6

No hay duda que se pasó de un país pobre, despoblado,

desconocido a otro, donde se realizaban un sin fin de actividades,

crecía el producto bruto, se poblaba lentamente y ya vislumbraba

como una potencia hemisférica. Ello dio lugar al nacimiento de una

nueva clase social, basada no en la producción, sino en la especu-

lación, porque allí estaba la verdadera ganga, en una economía de

expansión tan brutal como la argentina .7

Carlos A. Bozzi

Bejarano, Manuel: “Formación de la burguesía moderna”. Historia Integral8

Argentina (Cedal) Tomo 4, página 10 y siguientes. (Demuestra el autor, lascircunstancias que hicieron posible este nuevo sector social, con importanciafutura sobre Mar del Plata).

Vilas, Carlos M.: Obra citada anteriormente, página 144.9

López, Manuel: “Los nuevos dueños del desierto” Historia Integral Argentina10

(Cedal) Tomo 4, página 95.

58

La propiedad de la tierra era su elemento clave, el activo

que respaldaba el acceso a un mercado financiero restringido. Con

razón se pudo decirse que Canning y la banca Baring eran los

héroes nacionales...

Pero para esta clase, la posibilidad de seguir manteniendo

el poder requería un experimento social formidable: la sustitución

de una clase por otra, el gaucho por el inmigrante .8

El origen de este poder se encuentra en la década del 80 al

90 y es el resultado de la prosperidad de la burguesía comercial,

gracias al manipuleo de la tierra pública hecho posible por la

campaña del desierto, el crédito oficial y la especulación monetaria,

dice Carlos M. Vilas .9

En el proceso de la formación de la propiedad rural, salta

a la vista, el “...acaparamiento de grandes extensiones de suelo por

algunos mercaderes y traficantes más antiguos del Río de la Plata

(Alzaga, Anchorena, Martínez de Hoz). La formación del latifundio

aparece así como una etapa que sucede lógicamente al desarrollo

de las grandes fortunas mercantiles, como una transformación de la

burguesía comercial en burguesía terrateniente” .10

La consecuencia fue la generación educada por el liberalis-

mo triunfante: Pellegrini, Roca, Figueroa Alcorta, Quirno Costa,

Juárez Celman, Bonifacio Lastra, Lucio Vicente López, Miguel

Cañe, Roque Sáenz Peña, etc.

La Argentina con que tropezaron al salir del claustro los

impactó. El paraíso no existía: vieron una república sin pueblo. Casi

todos callaron con prudencia para trepar a una posición política o

Page 30: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Rosa, José María: Historia Argentina. Tomo 8, página 177 y siguientes.11

59

un rango social indispensable en ese país que encontraron.

Medraron concientemente en su tierra, que se hacia cada vez mas

mercantil y enajenada. Mientras llegaba el porvenir espiritual

augurado por sus padres (“enterraron la moral para reproducirla”

dirá Alberdi) se consagraron a gozar de la riqueza material.

La política quedo en manos de pocos y entre el 80 y el 90

la Argentina se convirtió en un emporio mercantil, una factoría

donde los valores materiales eran poco menos que exclusivos. Ni

siquiera la Cartago de la historia clásica, porque la ciudad púnica

fue dueña de medio mundo y tuvo un Aníbal que casi le da otro

medio y el Buenos Aires que manejaba el general Roca no era un

imperio propio, sino un emporio ajeno .11

Estos hombres vinieron a Mar del Plata. De ellos es la idea

del descanso bucólico, de la creación de una villa exclusiva alejada

de un mundo tan complicado como era el de entonces. Los hijos de

ellos, ya pertenecientes al sector industrialista de la oligarquía a

causa del progreso en marcha y del engrandecimiento de su base

económica, serán los financistas de la primera década del siglo XX.

Se encargaran de transformar ese proyecto de sus padres en otro

más grande, para que pueda albergar a todos aquellos que por su

fortuna, influencia o posición social hallan llegado a ser parte de la

“clase”.

Fue la necesidad económica de estos “sectores industrialis-

tas” lo que generó el impulso de una ciudad más grande, más

moderna, más acorde con el mundo de las finanzas y las nuevas

modas que imponía Europa. No por casualidad estos financistas

bautizan a Mar del Plata con el nombre de “Biarritz argentino”

Agustín Rodríguez los llamo “segundos fundadores”,

hombres que no eran de aquí, pero realmente no fueron mas que

los “financistas” de una prosperidad que concluyo cuando el

progreso del país se detuvo, progreso del que solo ellos aprovecha-

ron se beneficiaron.

Carlos A. Bozzi

Rosa, José María: Obra citada anteriormente, Tomo 5, página 105.12

Hernández Arregui, J. J.: “La formación de la conciencia nacional” Editorial13

Plus Ultra, página 85.

Rosa, Jose María: Obra citada anteriormente, Tomo 8, página 162.14

60

3.- La inmigración, base del milenio liberal

El mérito que se le atribuya a esta política es haber inaugu-

rado la inmigración, tema estrechamente relacionado al crecimiento

habitacional de Mar del Plata. Es verdad que durante el siglo XIX

la inmigración fue beneficiosa como hecho demográfico y econó-

mico, pero su asimilación al país y su aporte cultural fue negativo,

en tanto resistía a la cultura nativa y contrarrestaba la fuerza de una

conciencia nacional. Varias etapas pueden señalarse con respecto

a la inmigración.

En la Argentina que surge después de Pavón se. persiguió

el aniquilamiento del gaucho. No se pudo acabar con un pueblo

entero en esa masacre continua de criollos entre 1861 y 1870, pero

!o que quedaba ya no contaba. El gaucho y el orillero pasaron a ser

una realidad policial. En esta lucha participaron inmigrantes:

recuérdese que la infantería de Mitre en Pavón eran inmigrantes

italianos, y también que la Legión Militar de Ascasubi en la batalla

de Cañada de Gómez – noviembre de 1861– fue la más entusiasta

en degollar criollos dormidos .12

El país necesitaba brazos, pero con los criollos no se podía

contar. Por ello comienza la inmigración. Así lo confiesa Sarmiento:

“esa política ha permitido ahogar en sangre la chusma criolla,

inepta, incivil y ruda que nos sale al paso a cada instante” . Así lo13

dirá, también José María Rosa. Se buscaba “Una Argentina donde

una clase racional fuera todo el país. Cumplíase el ideal de Caseros.

No quedaban masas populares con conciencia de ser la patria, ni

caudillos incómodos que las condujeran” .14

Page 31: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Pasarreli, Bruno: “La inmigración Italiana”, Documentos para la Historia15

Integral Argentina 40 Cedal) Tomo II.

Bejarano, Manuel: Obra citada anteriormente, página 17.16

Cova, Roberto O.: Fascículos de la Revista Planteo:”Historia de le ciudad que17

nos construyeron”, Número 3, página 15.

61

Hay quienes señalan dos fases importantes en la inmigra-

ción. La primera comienza en 1876, y atrae a los italianos proce-

dentes del Norte, venidos con intención de mejorar su situación

económica. Un 65% de la inmigración de la época responde a esta

característica. Incluso se afirma que con esfuerzos y a base de

ahorros personales, algunos alcanzaron a montar industrias

variadas .15

Muy distinta es la que comienza a llegar en 1890, prove-

niente del Mezzogiorno, agrícola y semifeudal, la mas importante

por su número. Constituyó mano de obra no especializada. Casi

analfabeta, huía de la miseria y la explotación de su tierra natal.

“Fácil resulta imaginar el asombro de los nativos al contemplar el

arribo de esas masas incultas y de aspecto tan rudimentario o

primitivo. Los recién llegados no mostraban a sus ojos la imagen

misma de la civilización, del hombre moderno” . “¡Ay del país,16

cuando nos gobiernen los hijos de estos...!” afirmó Roca al verlos.

El censo de 1895 demuestra que un 25% de la población

del país es extranjera. El de 1914 contabiliza un 29%, a los que hay

que agregar los hijos de los venidos en la décadas anteriores aun no

integrados culturalmente a la sociedad. En la provincia de Buenos

Aires, cerca del 50% eran extranjeros. A la luz de estas cifras, bien

pudo citar Cova a Fernández Moreno cuando dice: “¿ma de que

argentino me estas hablando? ¿Qué clase de argentino sos que no

sos italiano?” .17

Fuera del lado anecdótico, las cosas no eran tan bellas

como las pintaban: “Los inmigrantes contratados por la oligarquía

como arrendatarios, fueron conservadores y ahorrativos, hostiles al

cambio social e indiferentes frente a la situación de la población

Carlos A. Bozzi

Hernández Arregui, J. J.: obra citada anteriormente, página 79.18

Hernández Arregui, J. J.: obra citada anteriormente, página 83.19

Cova, Roberto O.: Fascículos de la Revista Planteo:”Historia de la ciudad que20

nos construyeron”, Número 6, página 10.

62

local vencida, a la que también explotaron y consideraron al igual

que la oligarquía, étnicamente inferior” .18

Alguna vez se incorporaron a las luchas nacionales, pero no

por propia iniciativa, sino a la deriva de partidos, como el radical,

cuya base era de antigua extracción federal, incluso estrechando su

programa. Por ello, también se pudo decir en 1912: “!¿Che gringo,

qué te hacés ahora? - lo que tutto il mondo! ¡Agora sonno radicale!”

(Fray Mocho)

Y si mientras la población nativa luchaba por profundas

reformas, con causas históricas de por medio, la inmigración nunca

comprendió, ni deseó la acción de esas masas anónimas. El

inconformismo del inmigrante, solo parcialmente y de un modo

indirecto y circunstancial, coincidió con la causa nacional y por lo

general el país vernáculo no integró, al menos como sentimiento

dominante su concepción adventicia y tradicional de la Argentina .19

En nuestro balneario, la inmigración tiene una vital

importancia. En 1895 sobre un total de 8.175 habitantes había

3.220 extranjeros o sea el 40 por ciento. Pronto se agruparan en

sociedades de socorros mutuos, al igual que en la capital, pues él

también desde su ángulo, debía integrarse a un ámbito que le era

hostil, aunque estuviese preparado para recibirlo económicamente.

Con la llegada de Luro en 1877, comienzan a establecerse

vascos y españoles y luego italianos que con sus familias dan origen

a los troncos mas antiguos de la ciudad. Ya partir del arribo del

ferrocarril -anota Cova , que se ha dedicado en extenso al tema-20

los apellidos criollos son reemplazados por los de los inmigrantes

hasta desaparecer totalmente.

Es decir que entre la población estable los inmigrantes

dominaron la escena. Trajeron sus aspiraciones de progreso,

Page 32: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

63

aportaron sus rasgos culturales, y las distintas actitudes ante el

trabajo. Hijos también del liberalismo, fueron anticlericales,

anticonformistas, anarquistas en gran parte. Después serán

socialistas, dando origen al peculiar socialismo a la europea de Mar

del Plata.

Y en la ciudad, durante muchos años, prevalecerá el espíritu

del inmigrante, su forma de ser, de mirar la vida y de aceptar el

destino turístico que le imponían las condiciones económicas del

momento.

4.- La era de los financistas, construyendo una ciudad

europea (1907 -1916)

Entre 1907 y 1913 culminan todas las obras que le darán

el esplendor necesario a la ciudad. Primero el Club Mar del Plata,

después el Teatro Odeón, las Explanadas, la Estación Mar del Plata

Sur, la Rambla de mampostería –donde sentó sus reales el aristo-

crático Ocean Club– el comienzo de las obras en la escollera Sur,

para la construcción de un puerto destinado a suplantar al de

Buenos Aires y por último los innumerables chalets levantados son

el resultado de cinco años de trabajo. Las calles asfaltadas, la

electricidad, las comunicaciones con la capital, brindaban al

porteño “bien” la seguridad de encontrarse en una verdadera y

gran ciudad.

Era el apogeo de la belle epoque, cuando la República

festejaba su Centenario y una imperiosa necesidad de invertir la

ganancia del agro recorría al país. Fue, sin duda, la etapa de mayor

promoción mundial del balneario. Es la etapa, según Agustín

Rodríguez, de los gobiernos comunales con gente que no es de

aquí. Venían de la oligarquía y eran felices en la ciudad de

inspiración de la aristocracia, imaginada, creada y fomentada por

ellos. Pensaron solo en su núcleo, “...si hasta cuando se habla del

Puerto que dejó la oligarquía, se piensa más que en la balanza

Carlos A. Bozzi

Rodríguez, Agustín: obra citada anteriormente.21

Bejarano, Manuel: obra citada anteriormente, página 21.22

64

comercial, en la Estación de Velocidad para los viajeros internacio-

nales que nos traigan los barcos y aquí desciendan para quedarse

o seguir a Buenos Aires” .21

Al núcleo inicial se agrega ahora otro sector social. A fines

de siglo pasado, acota Manuel Bejarano, “...nuestro país asistió a un

fenómeno atípico: la formación de una clase media moderna, de

una burguesía empresaria, clase esencialmente económica, que no

vino a cuestionar a la tradicional agropecuaria, coexistiendo ambas

sin fricciones” .22

El pilar del progreso fue la Sociedad Anónima del Club Mar

del Plata, constituido en 1907 a instancias de Adolfo Dávila, liberal

brillante, hombre de la oligarquía industrial, fundador del Club

Industrial, que unido al Centro Industrial Argentino dieron naci-

miento en 1887 a la Unión Industrial Argentina. La asociación

reunió en su seno a un grupo de refinados caballeros porteños,

financistas de casi todas las obras de la época..

En 1910 por ley Nº 3.299 se autoriza al gobierno para

contraer el empréstito destinado a la construcción de la rambla,

tomando a su cargo la Sociedad el déficit que pudiera producirse

por el servicio del préstamo. Pero se acumulan servicios no pagados

y amortizaciones no cubiertas y por ello el Ministerio de Hacienda

“...tomo a su cargo la administración del edificio y el gobierno de la

provincia la garantía del empréstito, subrogando al Club Mar del

Plata, con beneplácito de los prestamistas” informa Alio.

Más tarde, en 1917, la oligarquía reunida en la “Comisión

Pro Mar del Plata” se quejara que el gobierno ha dejado caer la

obra, cuidandose, por supuesto, de recordar que la obra que

iniciaron para su “placer y solaz” concluyó amortizada por las arcas

de la sociedad, a través del gobierno radical.

Las obras son muchas: en octubre de 1909 se inaugura la

Explanada Sur, La Norte, llamada Centenario, se inaugura dos

Page 33: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Cova, Roberto O. Fascículos de la Revista Planteo:”Historia de le ciudad que23

nos construyeron”, Número 3, página 29.

Jauretche, Arturo: obra citada anteriormente, página 45.24

65

años después. En septiembre del mismo año se dicta la ley para la

construcción del puerto de ultramar, iniciandose las obras en 1911.

Promotor del puerto fue Pedro O. Luro, quien sostenía la quimérica

opinión de que llegaría a suplantar al de Buenos Aires. El Ferroca-

rril Sur y la política económica del país se encargaron de tronchar

esa ilusión.

En enero de 1910 se inaugura el edificio del Club Mar del

Plata, al mes siguiente el Teatro Odeón, en diciembre de 1911 la

Estación Terminal Sur, el Asilo Unzue en marzo de 1912 y la

rambla Bristol en 1913.Entre 1908 y 1910 se construyen numerosos

chalets, muchos de los cuales no son hoy mas que recuerdos. En

tanto “...más afuera –dice Cova– en las orillas, las simples casas de

patio –¡minga de puerta cancel!– o las más modestas casillas servían

de morada a los residentes estables de la ciudad que iba

creciendo” .23

La estabilidad económica alcanzada por el liberalismo,

incrementa las inversiones británicas que en 1909 llegan a 912

millones de dolares y en 1913 a 1.860, de los cuales 1.037

corresponden a los ferrocarriles. La burguesía enriquecida por la

expansión dilapida la renta que deja el extranjero. “Escala en Paris

o en Londres las escaleras del refinamiento, después de haber

saltado los escalones del “rastacuero” y se identifica con las grandes

metrópolis del dinero, la cultura y el placer, trasladando a Buenos

Aires ese hibrido anglo-francés que hará las delicias de las damas

cultas”, dirá Arturo Jauretche .24

Pero ya la conmoción social tocaba las puertas del sistema:

el Centenario fue festejado entre bombas y huelgas anarquistas.

“Los inmigrantes –dice A. Ramos– son gringos y gallegos,

acreedores a motes viles y a la mofa sempiterna, mientras un

capricho no los saque de pobre, estos desgraciados que proporcio-

Carlos A. Bozzi

Jauretche, Arturo: obra citada anteriormente, página 164.25

66

naban bloques de oro a cambio de un pedazo de pan, serán los

hijos de la gran puta”. Antes, habían llegado para satisfacer las

exigencias del complejo de inferioridad racial que padeció aquella

generación de hispano-americanos avergonzados de su origen, que

calificaban al resto de sus connacionales como víctimas de taras

congénitas que los hacia inadecuados para la civilización.

Pero no todos los inmigrantes estaban en la ruina: muchos

hicieron fortunas mas grandes que las de la vieja aristocracia. Esta

nueva clase de ricos comparte la gloria con la tradicional oligarquía.

“Prestamente le arrebataron las veladas del Colon, las tardes de

Palermo, los salones del Club del Progreso y comenzaron a trepar

por el Jockey Club”, afirmará Jauretche.

En Mar del Plata le robaran el dominio del Club Mar del

Plata, por lo que se trasladaran al “Ocean”, aunque la “juventud

dorada, todavía hacia roncha dragoneando de leones en la Bristol”.

“Fueron los Barolos y Roveranos con monumentales

edificios, los Llorente, Ibarra en el comercio, los Lagomarsino,

Merlini, Campomar, Colombo, Llauro, Pini, etc. Y si aquella vieja

oligarquía extravío su destino nacional en Europa, esta nueva

burguesía, a la que no le interesaba la política, se perdió ahí nomas

entre San Isidro y la Recoleta” .25

La ciudad contaba por entonces con 30 mil habitantes. Hay

desocupación y también ollas populares. La agitación social

comienza a llegar a la ciudad. Dos años después para evitarla, doña

Leonor Uriburu de Anchorena organiza el “Día del Pobre”.

En 1913 las vías férreas recorren 32.494 kilómetros de

territorio nacional. El transporte ferroviario se convierte en la

columna troncal de la vida comercial del país. El censo de 1914

anotó a casi 8 millones de ciudadanos. En la provincia de Buenos

Aires habitaban cerca de 1.400.000 de los que 700 mil son

extranjeros. Más de 3 millones de hectáreas están en manos de 18

familias en la provincia de Buenos Aires.

Page 34: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

67

La ley Sáenz Peña posibilitará el voto libre. Con razón dirá

Victorino de la Plaza: “...soy el primer presidente argentino que no

conoce el nombre de su sucesor”. Pero el país, lentamente, va

deteniendo su progreso. Se colmó el espacio geográfico apto para

la economía y el límite de población que cabía en ese espacio y en

esa economía alcanzo su tope. La potencialidad del crecimiento

llegaba a su fin. Todo avance posterior se deberá a la diversificación

del mercado interno.

Nuevas formas sociales golpean al sistema: el anarquismo

con bombas, el socialismo con votos. Ya en 1915, en la quinta

sección electoral para renovar la legislatura provincial triunfaba el

socialismo democrático.

Pero el más afectado era quien no había entrado en el

anterior reparto: el gaucho, el criollo. Perteneciendo a una sociedad

que cambio de rumbo, sus oficios no sirvieron al nuevo mundo que

se levantaba con las manos del inmigrante. Se amontonó en los

suburbios, en “dormideros”, no habitaba… acampaba…

El “gringo” se encontró con una sociedad preparada para

él, para desarrollar las aptitudes que había adquirido en su patria de

origen. La deformación cultural los comparó: vio en la pobreza del

gaucho un rasgo de inferioridad racial, pero se cuidó de decir que

este pertenecía a una sociedad que agonizaba y aquel entraba de

lleno a un mecanismo de producción que ya conocía. El inmigrante

estaba en su ambiente. Y si bien muchos progresaron, no lo

hicieron en proporción a la riqueza que contribuyeron a crear.

En nuestra ciudad eran el sustrato de la población local.

Como sus connacionales reaccionaran violentamente y luego darán

forma a la socialdemocracia lugareña. Ya en 1911 ya se acusa a los

“maximalistas” de atentados y huelgas.

Pero si las cosas socialmente habían cambiado, no será

precisamente solo por ellos. El radicalismo, de antigua extracción

federal, cuya base esta constituida en gran medida por ese criollo

abandonado de todos, fue la nueva esperanza. Tanto es así, que la

Carlos A. Bozzi

Sindicato de Luz y Fuerza-Capital: “La Prensa: Cien años contra el país”.26

1970, página 80.

Cova, Roberto O.: Fascículos de la Revista Planteo: “Historia de la ciudad27

que nos construyeron”, Número 4, página 10.

68

oligarquía lo consideraba como una resurrección de las montoneras.

Los “financistas” se alejaron por 1916 de la ciudad. Para

algunos fue la guerra la causa, para otros, más acertados, la

ascensión del radicalismo al poder, a lo que cabría agregar la

paralización del progreso en el país y el cuestionamiento de sus

privilegios por el nuevo partido político en ascenso. La situación los

obligó a una retirada para cuidar intereses afectados en la City. No

se trataba de intereses financieros sino de la propia existencia como

clase, provocando la retirada del balneario y abandonando su

engrandecimiento, para trabarse en enconada lucha con las nuevas

fuerzas populares, a las que por fin vencerán.

Esa muchedumbre, que el 12 de octubre de 1916 arrastraba

a Hipólito Yrigoyen hasta la Casa Rosada para recibir su juramento

como presidente, era la real preocupación. Tanto odio había contra

lo que representaba, que años más tarde en su epitafio, “La

Prensa” dirá: “Se entrego de cuerpo y alma a cultivar el favor de las

masas menos educadas en la vida democrática, en desmedro y con

exclusión deliberada de las zonas superiores de la sociedad” .26

Dos años después de la ascensión de Hipólito Yrigoyen, la

humanidad desaprensiva y alegre que transitaba la Rambla, tenia

motivos de sobra para sentirse satisfecha: el milenio liberal había

llegado. O al menos lo creía así .27

Sin embargo en 1930 comprenderá que, en realidad, ese

milenio liberal había finalizado dieciséis años atrás, entre sillones de

mimbre, orillando la marea, y paseando el chic de sus siluetas,

como dijo en su tiempo una poetisa…

No muy lejos, apenas unos pocos años antes, quedaba la

época dorada del balneario. Los pastos que crecerán en las

Page 35: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

69

Explanadas, el deterioro de la Rambla, los focos eléctricos sin

reponer serán los testimonios de aquel tiempo pasado.

Los procesos sociales son irreversibles y aunque muchos

volverán, después ya no será lo mismo. La edad de oro de la

ciudad Atlántica terminaba, sin posibilidades de volver a repetirse,

porque la clase social que la había ideado y gozado iniciaba su

larga retirada en la historia del país de los argentinos.

Page 36: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Capítulo IV

De la restauración

Page 37: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Datos de la revista Crisis Número 21, enero de 1975, donde se puede ver en1

detalle una crónica de los días previos a la huelga.

73

De la restauración

1.- La transición: los años locos y la Comisión Pro Mar del

Plata (1916-1928)

Los años pertenecientes a este período son de transición,

tanto para el balneario como para el país. A pesar del aumento

permanente de turistas, lo que da un cariz más popular a Mar del

Plata pues los nuevos visitantes pertenecen a la recién ascendida

clase media, el progreso se detiene.

La semana trágica de 1919 también tocará el tranquilo

pueblito. La huelga declarada en solidaridad con los obreros

metropolitanos, causa dificultades a los veraneantes que descansan

en el balneario, dirá el diario “La Razón”, resaltando una situación

reiterativa a lo largo de la historia marplatense: la inconveniencia de

protestas de cualquier tipo que afecten los intereses del turismo. La

represión desatada por el general Valiot detiene a 400 personas .1

Al año siguiente en la comuna es elegido intendente un

socialista: Teodoro Bronzini, quién ante el temor que inspira a la

aristocracia su filiación, afirma: “Tenemos conciencia que la vida de

la ciudad descansa sobre el verano” con lo que la situación se

tranquiliza. A él, le seguirán hasta 1928 otros hombres de su

partido.

Agustín Rodríguez, en su citado trabajo afirma sobre la

época: “Mar del Plata en 1920 toma el timón de lo de ella… Los

segundos fundadores concibieron y realizaron lo maravilloso que se

vio, pero pensando en ellos, olvidándose de los demás. Este es el

pecado de su virtud, el error de su milagro que a partir de 1920,

progresivamente el pueblo va a corregir…”.

Carlos A. Bozzi

74

Pero no existirá el milagro: los nuevos intendentes (socialis-

tas o conservadores) seguirán bregando por los intereses del

turismo, olvidándose de la población estable con la única diferencia

de que ahora los “guardianes” son lugareños.

El deterioro de las obras realizadas unos años antes, mueve

las quejas de la aristocracia. El gobierno radical preocupado por

otros problemas no toma en cuenta las peticiones. Así es que el 9

de febrero de 1920 se crea la “Comisión Pro Mar del Plata”

formada por los señores de la sociedad porteña.

Electrificación de tranvías, proyecto del camino costero (Mar

Chiquita-Miramar-Necochea) y otras realizaciones fueron el

resultado de sus afanes, además de la promoción turística. El núcleo

porteño a pesar de todos los temores seguía dominando la escena

local.

Terminada la guerra europea, la humanidad se dispone a

gozar del periodo de los “años locos”, hasta que un jueves de 1929

estalla la Bolsa de Nueva York hundiendo en la miseria y el hambre

a millones de seres humanos.

Los “años locos” traen consigo varios cambios. El principal

estará íntimamente ligado a la mujer. La transformación es

vertiginosa: pelo corto, polleras también cortas, hombros desnudos,

dan a la silueta femenina cierto aire de “muchachito travieso”. Vida

deportiva. Mayor liberalidad en las costumbres (la mujer fumando

en público será una de las características) lo que apareja una

especie de revolución sexual, encabezada por ella misma, en

contraste con el puritanismo aparente de otras épocas. En sí, tras

estas frivolidades se esconde el viejo problema de la integración de

la mujer a un mundo manejado por hombres.

La influencia del torbellino norteamericano, otro rasgo de

la época, invade todo el ambiente: música, cantantes, bailes,

desnudos, publicidad, automóviles, etc.

¿Dónde comienza este neofeminismo liberal en nuestro

país? Para muchos en las residencias de la loma marplatense. Y la

ciudad cumplirá un rol protagónico en todo el proceso, dictando la

Page 38: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Iñigo Carrera, Héctor: “Los años 20". Historia Popular Argentina, Número 402

(Cedal). Página 35 y siguientes.

75

moda de verano en mallas y polleras, en costumbres y en formas de

ser. “Lo más notable es la exposición de rodillas que hemos tenido

este año” anotaba “La Razón” en 1927, fenómeno nacido varios

años atrás.

Modas, carreras entre Buenos y Mar del Plata, el frenesí del

baile, borracheras, juergas en las residencias, signaran el estado

moral de los años locos. Son días de chacota para la aristocracia.

De cabaret de lujo, de boites, de lenocinios. La mentalidad garufera

reina por doquier y “con el boom de la diversión –afirma Iñigo

Carrera a quién seguimos– y la alternancia de ambos sexos, halla

buen terreno la afición a las drogas. La heroína, cocaína y otras,

son distribuidas libremente. “Blancanieves”, como se la llama,

alterna con toda clases de príncipes y enanitos, surgiendo una cierta

cultura del “chic” de la juerga y el “doping.”

Juan José de Soiza Rally cuenta sobre ellos: “Las chicas de

la cultura chic han impuesto la moda de emborracharse... en los

bailes nocturnos... hombres y mujeres bailan sin cesar horas enteras

… Las mujeres y los hombres bajan borrachos. Se tiran a la frescura

de la playa. Allí pierden sus collares, sus perlas… Algunos no se

acuestan en parejas, sino en montón. La noche es obscura debajo

de la Rambla …” El autor ubica esta descripción en Mar del Plata

por 1924.

Pero sigue: “La morfina, cocaína, opio son los tres paraísos

del cielo artificial… existen nidos de aristocracia donde los devotos

de ambos sexos se reúnen en torno de drogas fatales... Esas casas

de ensoñamiento existen no solo en Buenos Aires. Las hay en Mar

del Plata... no son embriagueces vulgares que están a la mano del

pobre” .2

Sebreli afirma que en 1922 las coristas francesas de

Madame Rasimi y el “Bataclán” al año siguiente la introducen en

la boite “Chez son Altez” que funciona en un galpón de la Bristol.

Carlos A. Bozzi

Cova, Roberto O.: Fascículos de la Revista Planteo: “Historia de la ciudad que3

nos construyeron”, Número 4, página 11.

76

En octubre de 1922 asume la presidencia Marcelo T. de

Alvear. Aristócrata venido a menos, estimado por los nuevos

conservadores, su periodo será época de tranquilidad. Se acrecien-

tan las inversiones norteamericanas como consecuencia del

repliegue inglés en la política internacional. Inaugura Playa Grande

como centro de atracción, produciendo el éxodo de la “gente bien”

que se traslada desde la Bristol para huir de la “foule” que lo ha

invadido todo .3

Alvear jugando el golf, Alvear firmando el despacho en la

playa, Alvear en rolliza malla de baño será la reiteración de su

periodo Junto a él, su esposa, Regina Pacelli, provoca comentarios

por sus modernos vestidos. Lentamente se acerca el segundo

período de Yrigoyen y también el comienzo del fin de la democra-

cia representativa.

2.- Un fenómeno particular: el socialismo marplatense.

¿A que se debe la primacía del socialismo en la ciudad? Es

la pregunta que durante años muchos se han formulado. ¿Cómo es

posible que mientras en la capital, socialismo y aristocracia sean

enconados enemigos, aquí en la ciudad compartan pacíficos

espacios y más aún la gobiernen con su entero beneplácito?

Enrique Ferri describe en 1902 al socialismo argentino

como “la planta exótica del Río de la Plata. Un transplante de la

socialdemocracia europea”.

Bajo la dirección de Juan B. Justo el socialismo argentino,

inspirado en el marxismo científico, se fue apartando de sus

originales principios, recibiendo influencias del positivismo y del

liberalismo. La creciente importancia, en la dirección partidaria de

elementos pequeño burgueses, lo transformaron en un reformismo

Page 39: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

del Campo, Hugo: “La semana trágica”. Historia Integral Argentina, tomo 6,4

página 65 y siguientes. Ver también: “Los orígenes del anarquismo en laArgentina” Documento para la Historia Integral Argentina, tomo II.

Hernández Arregui: Obra citada anteriormente, página 101.5

77

evolucionista, que no solo será bien mirado por la clase dominante

sino también tolerado. La limitada extensión de su influencia y el

aislamiento político, fruto de la indiscriminada condena contra toda

política criolla, disminuyó aún mas su peligrosidad. Su objetivo era

la elevación de la cultura del pueblo, la capacitación, apoyada por

la ciencia y un reparto igualitario de las riquezas. Pero las mayoría

de los trabajadores miraban con indiferencia su intensa propaganda

y siempre fueron minoritarios dentro del sindicalismo. Había mas

confianza en los métodos de acción directa que propiciaban los

anarquistas .4

El nombre de Juan B. Justo, fundador del partido, aparece-

rá con motivo del mitin de 1889 en el frontón de Florida, junto al

de Nicolás Anchorena. Esta cercanía, no solo será simbólica sino

que no se romperá a lo largo de toda su historia. Ya jefe de la

agrupación socialista, junto a sus ideas antimilitaristas propiciaba

huelgas de contribuyentes vecinales. Ahí está contenido el carácter

urbano del partido, afirma mordazmente un historiador .5

Partidario de la libre empresa, enemigo de toda estatización

o industrialización nacional, su teoría es un progresismo que mira

al porvenir y sirve al pasado como el hombre del cuento, que

aunque miraba para adelante, caminaba para atrás. Llamaba

“indiada” a la población del interior y fue el partido que puso en

boga el termino “ política criolla”.

Con el tiempo, el socialismo democrático (“Socialistas

teóricos, señor presidente, hormiguitas prácticas”, les dirá en el

Congreso Nacional, Lisandro de la Torre) se convertirá en respeta-

ble y pro-imperialista, belicista contra su propio pueblo, asistirá a

banquetes o inauguraciones de escuelas, a los homenajes de las

fuerzas vivas y aprobará fusilamientos en nombre de la cultura. En

Carlos A. Bozzi

Revista Planteo, número 18, página 14.6

Hernández Arregui: Obra citada anteriormente, página 108 y siguientes.7

78

los hechos y por encima de sus frases terminará convertido en

comité de propaganda de las asociaciones de fomentos o se lo

tildará de “unión vecinal socialista” .6

Escudo democrático del conservadorismo en el país, han

sido como librecambistas el lado progresista del comercio del

“chilled” y durante el gobierno de Justo armonizaron el fraude con

la ética mas sublime. Mientras Perón levantó las banderas del

interés nacional marcharon todos juntos con la oligarquía contra la

demagogia .7

Prevalecieron siempre en Mar del Plata. Mientras el país

sufría transformaciones en la ideología de sus movimientos, el

socialismo democrático triunfaba en la ciudad ¿Por qué? Quizás por

el sustrato de su población inmigrante, quizás por otras causas. Lo

cierto es que sus triunfos solo son quebrados en dos momentos:

después de 1946, cuando la migración interna altera la conforma-

ción de la población local a causa del auge de la construcción y su

demanda de mano de obra, posibilitando el triunfo del peronismo

en la comuna y en 1965 cuando vuelve a repetirse la misma

situación y se alcanza un pico máximo de población migrante y

nuevamente triunfa el peronismo.

De ahí en más las victorias electorales le corresponden al

socialismo. Y creemos que seguirá venciendo en las confrontaciones

electorales, sin que ello signifique efectuar cargo alguno a la

sociedad local. Es solo la constatación de un hecho. Un análisis de

la realidad dada.

Es que al estabilizarse el crecimiento vegetativo con el

migratorio, la población local alcanza una media que supera a los

nuevos habitantes. La ciudad, entonces, vuelve a soñar con los

réditos que deja el turismo, una actividad no regulada por el

municipio en forma estricta.. El socialismo democrático en Mar del

Page 40: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

79

Plata, generalmente se ha distinguido por esa razón: dejar al arbitrio

privado las alternativas de la industria turística.

Y quizás por ello cosecha victorias electorales. Cuando Mar

del Plata comience el despegue industrial, apoyándose en sus

propias fuerzas, las situación cambiará.

Si bien no corresponde cronológicamente analizar la

situación actual, atendiendo a las modalidades seguidas en el

trabajo, es posible a esta altura comentar algunos aspectos de las

consecuencias de las administraciones socialistas en la ciudad.

Con imagen de “buen administrador, ordenado y eficiente”

la ciudad progresó conforme a su visión de organización municipal.

Al llegar el boom del turismo a su punto máximo es cuando

comienzan a vislumbrarse el déficit de este tipo de administraciones.

La comuna en sus manos se ha convertido en defensora de

intereses privados por encima de los colectivos, fenómeno que se

percibe nítidamente, por ejemplo, en el tema transporte público.

Este rubro de esencial importancia para la población estable esta

diseñado para satisfacer plenamente las necesidades del turismo

dejando de lado los recorridos que puedan beneficiar a barriadas

enteras. En síntesis, a pesar de la opinión de muchos, el socialismo

democrático no le ha dado al progreso de la ciudad el ordenamien-

to que las circunstancias, muchas veces favorables por razones

históricas, hubieran requerido, repartiendo los beneficios en forma

igualitaria.

3.- Hacia la ruta pavimentada. Las dos ciudades (1928-

1938)

La ciudad cuenta en la época con 63 mil habitantes,

mientras tímidamente se radican quienes harán de las “prestación

de servicios” turísticos su modo de vivir. En el país asume la

segunda presidencia Hipólito Irigoyen con objetivos más preciso,

apareciendo esta vez como un enemigo real de los privilegiados.

Carlos A. Bozzi

Scalabrini Ortiz, Raúl: “Los ferrocarriles deben ser argentinos”, página 16.8

80

Nace en julio de 1928 la “Asociación de Propaganda y

Fomento”, ente dirigido por marplatenses, con el propósito de

publicitar el turismo en el balneario y brega por la pavimentación

de la ruta nacional numero dos. Hasta 1928 serán los socialistas las

autoridades comunales, después vendrán los conservadores,

siempre luchando para mejorar la ciudad para los de afuera.

Dos años después el proyecto de la Argentina agro-exporta-

dora toca fondo. El conservadorismo con Uriburu a la cabeza de

sus cadetes provoca la caída. Cuando Agustín P. Justo asume el

gobierno en 1932, se inicia lo que Pinedo llamará “Los tiempos de

la República”… aunque sin embargo la época pasará a la historia

con el nombre de “ década infame” (infame por los hombres, no

por la época). Al año siguiente el pacto Roca-Ruciman consolida

nuestra dependencia de Gran Bretaña. Se funda el Banco Central

siguiendo los consejos de Sir Otto Niemeyer. Con Justo vuelven al

poder los intereses agropecuarios, el país es manejado por los

abogados de las corporaciones extranjeras y el fraude político tiene

como objetivo mantener los resortes del poder. Lo primordial es

salvar lo esencial del sistema...

“De un lado estarán los capataces de la colonia –dirá

Scalabrini Ortiz– y del otro, los colonos: todo el país”.Como

consecuencia de esta política asume en 1934 la Intendencia local

José Camuso, el “gran realizador del municipio” al decir de Agustín

Rodríguez.

La sorda lucha entre los intereses norteamericanos de la

“Standard Oil” y los británicos representados por los ferrocarriles

impide la concreción de la red vial. A mediados de 1931, estos

últimos presentan un largo memorial solicitando la ayuda estadual

para sofocar la competencia del automotor. “Lo esencial, decía la

nota, es la coordinación”. El petitorio no fue atendido. El ministro

de Obras Públicas de ese entonces era abogado de la General

Motors .8

Page 41: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Scalabrini Ortiz, Raúl: Obra citada anteriormente, página 22.9

81

En el interior del país, los ómnibus y camiones restaban

cargas al ferrocarril, la competencia lo va asfixiando. “La situación

do los ferrocarriles es de verdadera gravedad, pues han perdido el

monopolio de los transportes” declarará en 1935 un alto directivo

británico .9

Quienes habían impedido hasta el momento el desarrollo

de las caminos y del transito automotor eran los ferrocarriles. Fue

el arma principal del extranjero, para sujetar la voluntad del país

puesto que su fuerza era casi inconmensurable. Hicieron a su

albedrío, legisladores, jueces y gobernadores. Tres de los presiden-

tes que gobernaron en el siglo hablan respondido a sus intereses.

Cuando en 1936 se promulga la ley de Coordinación de

Transportes, buscando poner fin al caótico desarrollo de los

transportes automotores y evitar los perjuicios mutuos de una

competencia incontrolada, la ruta tardara solo dos años en

pavimentarse.

Un año atrás en unas pocas horas se dictaría el paquete de

leyes llamado por Jauretche “El estatuto legal del coloniaje”,

mediante el cual se enajena el país al dominio financiero inglés.

Discepolo, poeta del asfalto, escribe sus tangos penetrados de

siniestra amargura. Son un canto a la desesperanza, un himno al

fracaso. En todos los labios se repiten los versos estremecedores de

“Yira, yira”.Es la Biblia del raté en la monstruosa ciudad de

cemento, comenta Abelardo Ramos.

Momento dramático para la sociedad argentina. Entre sones

de jazz, irónica algaraza de la época, los desocupados llenan las

villas miserias. El humorismo siniestro de Cadícamo retratará el

estado social: “No hay guita ni de asalto / y el puchero está tan alto/

que hay que usar trampolín/ Si habrá crisis, bronca y hambre/ que

el que compra diez de fiambre/hoy se manda hasta el piolín”.

“En los bares, los parroquianos se sentaban alrededor de

una tasa de café solitaria. La ciudad entristeció, se torno callada...

Carlos A. Bozzi

Hernández Arregui: “Imperialismo y Cultura” (Editorial Plus Ultra 1973).10

82

En los suburbios, la miseria proletaria veía crecer en los baldíos a

los réprobos de la calle... El sentimiento de derrota fue característico

de la época, se sabía con resignación o rabia, que el país no

pertenecía a los argentinos. En las ciudades chicas, el personaje más

importante era el gerente inglés de los ferrocarriles, que no hablaba

castellano y estrangulaba en “whisky”todos los días las penas de su

“merry England”... En esa atmósfera creció nuestro sentimiento de

inferioridad y la fama de nuestra tristeza. Lo extranjero envolvía a

los argentinos por todas partes.... El porteño descubre gradualmente

que ha sido victima de una falacia. Los supuestos en que habían

crecido sus ilusiones eran idolatrías. La riqueza del país no era

suya…” . Solo FORJA luchaba por la perdida dignidad nacional:10

“Somos un argentina colonial, queremos ser una Argentina libre”

proclamaba en sus volantes.

Pero no por ello la ciudad balnearia dejó de progresar.

Manuel Fresco, campeón del voto cantado, diligente medico de los

ferrocarriles, legislador y gobernador fraudulento lanza un plan para

remodelarla y su Ministro de Obras Públicas, María Bustillo,

encarga en enero de 1938 la nueva rambla a su hermano Alejan-

dro. En enero de 1938, cuando se celebra el cincuentenario de la

“Bristol”, llegan cien mil turistas a la ciudad, que ya toma rumbos

multitudinarios en verano, mientras en invierno permanece solitaria,

con sus ventanas y puertas tapiadas,.. La calle San Martín llegara

hasta Santa Fe y a vivir el largo invierno tocan, comenta Cova....

El progreso ahonda el abismo entre las dos ciudades. “Del

arroyo Las Chacras al mar, la ciudad y las características de quienes

la habitan o disfrutan. Del arroyo hacia el campo, el caserío que ni

siquiera es aldea, donde se refugian los que trabajan, los que

sobreviven o intentan superar la frontera del arroyo al mar total y

definitivamente y no cuatro veces por día, para ir a contribuir al

crecimiento y progreso del sector costero”, afirma Borthiry.

Page 42: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Borthiry, Enrique D.: Fascículos de la Revista Planteo: “Historia de la ciudad11

que nos construyeron”, Número 4, página 22.

“La Prensa, Cien años contra el país”. Obra citada anteriormente, página12

92.

83

De un lado, las mansiones suntuosas, la preocupación por

imitar las ciudades europeas, del otro, del arroyo hacia la pampa,

los inmigrantes y nativos conformando una nacionalidad cuajada

de contradicciones.

“La frontera –sigue diciendo acertadamente el escritor–

alguna vez quizás por 1920 se extenderá a regañadientes hasta la

Avenida Independencia. Hasta aquí llegan las preocupaciones

municipales. También de los gobiernos centrales… Obras públicas

paseo, urbanizaciones...”. La ciudad se nutre de marginados.

Albañiles, peones de cocina, sirvientas, toda mezcla de servicios...

es el destino turístico de Mar del Plata que sigue y seguirá produ-

ciendo fronteras.

Esa legión de obreros y sirvientas que a bocanadas surgía

todos los días de viviendas incomodas y húmedas, son sin embar-

go, pese al olvido de la historia, quienes hicieron la ciudad bajo la

dirección por supuesto de los otros. Ladrillo y cal. Arado y bandeja.

Sudor y conformismo .11

4.- Los conservadores en la ciudad y el país.

“No corresponde hacer el comentario de la elecciones de

ayer en la provincia de Buenos Aires, porque no hubo tal cosa.

Debe hablarse directamente de fraude comicial, pues a eso se

redujo la jornada” dice “La Prensa” acerca de las elecciones

bonaerenses del 3 de noviembre de 1935" .12

A pesar de ello, el gobierno de Manuel Fresco quiere dejar

huellas de su paso y especialmente en la ciudad. Las obras

realizadas entre 1938 y 1943 la transforman, aunque para la fecha

Carlos A. Bozzi

A. Cayrò: “El fraude patriótico”. Historia Integral Argentina, tomo 7, página13

173.

A. Cayrò: Obra citada anteriormente, página 175.14

84

ya no está Camuso en la intendencia. En 1940 son anulados por

“fraudulentos” los comicios provinciales que consagrarían goberna-

dor a Alberto Barceló.

El golpe del 6 de septiembre de 1930 quiebra la continui-

dad legal, mantenida en apariencia desde las históricas presidencias

liberales. “Somos hombres a la defensiva”,explicará el presidente

del Jockey Club a Ortega y Gasset. Pero aunque el filosofo español

discurra de esta afirmación la general tristeza del carácter del

argentino, no es el hombre argentino el que está a la defensiva, si

no los hombres de la oligarquía tradicional. La tristeza que se

verifica en ellos no es más que el estado de ánimo de un grupo

social que sabe su tiempo histórico contado .13

Y una de las mayores infamias de la época fue precisamente

el “fraude patriótico”. “El fraude es considerado como patriótico en

tanto impide el regreso de las masas entregadas a la demagogia y al

poderío indiscriminado del número” (Manuel Fresco, Conversando

con el pueblo). Y la región del país donde el sistema impera

descaradamente es en la provincia de Buenos Aires: “es ese ¡manos

arriba! del gobernador de Buenos Aires que estremece al país” dice

Deodoro Roca fiscal implacable de la época.

Los responsables máximos de este carnaval trágico de la

llamada democracia representativa son Leopoldo Melo, Federico

Pinedo, Agustín Justo, Duhau, Rodolfo Moreno, Manuel Fresco...14

Pero la escena se cierra con figuras pintorescas del escamoteo

oficialista de libretas, urnas y votos; Alberto Barceló, chulo máximo

del atrio escamoteado y empresario egregio del canto comicial y

Juan Ruggiero. Es que el fraude –dirá Scalabrini Ortiz– es el

patriotismo que el imperialismo impone.

Buenos Aires entre 1930 y 1943 aparece tranquila en la

superficie. Una paz varsoviana reina en la ciudad. Las clases altas

Page 43: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Romero, Josè Luis: “Buenos Aires, una historia” Historia Integral Argentina,15

tomo7, página 107.

Luna, Félix: Diario “La Opinión”, 24 de junio de 1975.16

85

se sienten cómodas.. Era una época con cierto brillo cultural, una

buena difusión de literatura europea a través de la revista

“Sur”,conciertos de excelente» música moderna, …Y al margen de

la cultura, cierto sentimiento aristocrático campea por la ciudad .15

En contraste, conseguir trabajo o el “mango que te haga

morfar” era una preocupación cotidiana. Discepólo expresa ese

sentimiento general de frustración y cinismo que embargo a la clase

media y popular. Fue entonces cuando Scalabrini Ortiz intentó

retratar el “hombre que está solo y espera” en la esquina de

Corrientes y Esmeralda donde nada debía esperar. Cuando corría

la mitad de 1935, una trágica noticia envuelve la ciudad: Gardel ha

muerto. Su entierro fue un acto multitudinario “Un pueblo humilla-

do y desconfiado proclamaba que a falta de un caudillo como el

que había acompañado dos anos antes (Hipólito Yrigoyen) prefería

evidenciarse ante un gran artista”.La gente marcaba así su descon-

fianza frente a un proceso donde todo se iba confundiendo, donde

nadie era capaz de renovar su esperanza diciendo la palabra

debida” .16

¿Como se había llegado hasta aquí? ¿Donde se había

originado la situación? La idea sobre la cual la dominación política

de la oligarquía se mantuvo fue la de una superioridad cultural. Se

consideraron con un derecho indiscutido al gobierno, lo disputaron

por todos los medios, incluso por las armas y ahora lo tenían.

“Después del 90, los abuelos renegaron del criollo por

europeísmo intelectual, pero los nietos posteriormente renegarán

del inmigrante… En el Club del Progreso se injuriaba al pueblo

argentino llamándolo “gaucho” y un cuarto de siglo después, en el

Circulo de Armas, también se lo injuriaba llamándolo “gringo” por

boca de ilustres herederos, cada uno de los cuales estaba a sueldo

de un gerente ingles… Graves caballeros que hablan vivido

Carlos A. Bozzi

Juaretche, Arturo: “Forja y la década infame” (A. Peña Lillo) página 171.17

Juaretche, Arturo: obra citada anteriormente, página 173.18

Cayró, A.: obra citada anteriormente, página 177.19

86

vendiendo el patrimonio nacional, declaraban solemnemente que

el pueblo había sido corrompido por la demagogia y ante cada

nueva desventura electoral concretaban su opinión en una frase

lapidaria: ¡Que país de mierda!” .17

Y la verdad que los nombres cumbres del conservadorismo

distan mucho de ser patrióticos. Ahí está don Alberto Barceló, don

Uberto Viento, don Groppo y los Fresco, Miguez y Solanos, etc, con

olor a mostrador y cuando no a algo menos santo y si hay olor a

rodeos será de vacas ajenas, señala Jauretche .18

¿Pero, como se ubicaron en la cumbre del poder estos

grupos? Fue cuando la élite tradicional delegó en estos intermedia-

rios la concreción del fraude, reservándose para si los puestos de la

administración nacional. Pero a causa de los momentos de crisis,

son estos intermediarios lo que han pasado al frente para convertir-

se por obra y gracia del matonaje, el soborno y la violencia en

senadores o gobernantes, rodeados de adulones…” .19

Este fue el papel de les conservadores en el país y también

en la ciudad.

5.- De la ruta de la década infame a la ley de propiedad

horizontal. (1938-1950)

El 5 de octubre de 1938 Manuel Fresco inaugura la

pavimentada Ruta 2. Destinada a contrarrestar los efectos positivos

de la ley de vialidad nacional y a reducirlos a categorías de

pequeñas especulaciones, los intereses extranjeros alientan este tipo

de construcciones, las más de las veces inútiles para la economía

regional.

Page 44: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

87

La ruta transforma al balneario. Un año más tarde será

inaugurado el edificio del ACA, terminándose dos años después la

primera parte de la rambla Bustillo. Se habilita el parque San

Martín, se inaugura el Yacht Club y abren sus puertas el “Hurling-

han” y el “Turbillon”. Dan inicio las obras del camino a Miramar,

se urbaniza Playa Grande. La “Torre Tanque” terminada en 1942

será el símbolo de este época, que marcó una profunda transfor-

mación en Mar del Plata y la encuadra en la categoría de urbe

moderna.

El 4 de junio de 1943 el ejército pone fin a una experiencia

política indefendible. La etapa que comienza es la de transición. La

figura del coronel Perón adquiere relieve en el nuevo gobierno

formado. Aglutina tras de si esa fuerza social que la industrialización

del país había volcado sobre las fábricas y que no había sido

advertida por los conservadores entretenidos en contar vacas y

votos.

Pero un buen día aparecieron los trabajadores en la Plaza

de Mayo y la historia del país cambió. Rompiendo los moldes del

país inmigrante, esa masa anónima de argentinos, abre una

experiencia inédita en la vida argentina. “El subsuelo de la patria se

había sublevado” afirma acertadamente Scalabrini Ortiz.

La especulación inmobiliaria inicia su lento reinado en Mar

del Plata, comienza el fenómeno “del marplatense por adopción”

que busca como modo de vida la prestación de servicios turísticos

y configura una ciudad para que los demás pasen el rato.

En 1944 como un signo de los nueves tiempos que se

avecinan cierra sus puertas el alicaído Hotel Bristol.

El peronismo transforma también la ciudad en su aspecto

social. En la Argentina solo veraneaban los pudientes, pero la vida

se modificó y los lugares de descanso se encuentran abarrotados de

gente. “Ahora –afirma un escritor– se ven hombres con rostros

provinciano que no vienen solo a servir”. Muchos hoteles pasan a

manos de los gremios, la playa Bristol se convierte en reducto

Carlos A. Bozzi

88

preferido de los visitantes, mientras la “crema” sigue su éxodo a

Playa Grande y a otras zonas mas alejadas del centro.

El gobierno provincial que preside Mercante proyecta un

plan de fomento turístico con el lema: “Usted paga el pasaje y el

gobierno el hospedaje”.

Con la sanción de la ley de propiedad horizontal en 1948

se abre otra etapa en la ciudad balnearia coincidente con el

sostenido incremento del turismo social.

El país por entonces ofrecía el nivel de vida más alto de

América Latina Los sindicatos levantan sus colonias de vacaciones,

comenzándose la construcción de las colonias de Chapadmalal. En

1949 se invierten en viviendas populares 1.840.000 pesos. Se

construyen 500 mil casas con la incorporación de niveles de vida

dignos para 2.500.000 argentinos.

Mientras en Mar del Plata se desarrolla la industria de la

construcción, se demuelen viejos chalets, quizás los únicos antiguos

testigos de un esplendor lejano. La transformación es vertiginosa e

imprevista, con un nuevo caudal humano y con las construcciones

que signarán la época.

Pero lo fundamental del período es la iniciación del turismo

social. Organizarse no fue sencillo, pues el trabajador no poseía el

hábito de veranear.

No considerar el descanso como algo pasivo, procurar que

sea una actividad, aunque de un orden distinto al trabajo, defender

y valorizar el descanso en bien de la familia y la sociedad fueron

tareas que dieron por resultado el llamado “Turismo Social”, todo

a cargo del gobierno provincial.

Muchas dificultades tuvieron que sobrellevarse. El trabaja-

dor “pensaba que tendría que llevar grandes valijas –que no tenía–

para disponer durante los días de ausencia; pensaba en la ropa que

tendría que usar para no desentonar con la población veraneante;

no sabía como debía ser esa ropa, pero la suponía cara; se

imaginaba una vida mundana de gran boato, pensaba con recelo

en los hoteles y concluía que todo ello no era para él”, narra

Page 45: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Capelli, Francisco: “Turismo Social en la Provincia de Buenos Aires”.20

Cova, Roberto O.: Fascículos de la Revista Planteo: “Historia de la ciudad que21

nos construyeron”, Número 5, página 25.

Cova, Roberto O.: obra citada anteriormente, página 17.22

89

Francisco Capelli, subsecretario de previsión social en ese

entonces .20

Por la publicidad directa y por la acción personal de los

dirigentes gremiales se trató de persuadirlos que no era así. Pero la

campaña tuvo poco éxito. Solo al regreso de los primeros contin-

gentes y cuando fueron transmitidas sus experiencias entre los

compañeros se logro el éxito deseado.

Se argumenta que fueron los aumentos de salarios y las

leyes sociales los factores que posibilitaron el acceso de los trabaja-

dores al descanso veraniego, poro ello es simplificar las cosas: fue

en realidad la organización del estado peronista lo que posibilito

este estado de cosas y muchas otras. Por primera vez el pueblo se

sentía dueño del país y del gobierno elegido.

En el aspecto edilicio, ya a fines de la década del 40, se

inician grandes obras. También da comienzo la construcción del

complejo “Sierra de los Padres” que no tiene mayor éxito al

concluirse, como tampoco lo tiene el barrio el Alfar en un intento de

expandir el turismo fuera del micro centro de la ciudad.

¿Por qué? Según Cova, por el aglutinamiento del grueso del

turismo social en el área Casino que motiva la tremenda concentra-

ción masiva en el lugar. ¿No es el Casino, se pregunta el autor, con

sus pompas y sus glorias con más el infierno circundante la causa

de esta alienación de Mar del Plata?21

Desde el punto de vista urbanístico y a la luz del tiempo

transcurrido desde 1938,con el crecimiento del llamado parque

automotor y la feroz cogestión de la zona, deberemos concluir que

el Casino fue un error de medio a medio, señala el mismo autor,

criticando la ubicación del edificio .22

Carlos A. Bozzi

Cova, Roberto O.: obra citada anteriormente, página 28.23

Cova, Roberto O.: obra citada anteriormente, página 29.24

90

Pero surgió otro problema mucho más grave pues afecto a

la población estable. La ciudad creció indiscriminadamente. De los

chalets de la época anterior a la ciudad elevada medio muy poco

tiempo. Los barrios alejados del centro, que al principio distaban

unas pocas cuadras, alimentados por la creciente y vertiginosa

migración, irán creciendo sin prisa y sin pausa, alejándose cada vez

más de la propia ciudad Se insinúan las barriadas, que en la

próxima década aumentarán en número. Son los barrios periféricos

y allí también debería llegar el progreso .23

Llega sí, pero “...con los pies en el aire y caminando con la

cabeza... Se hacen las casas antes que el pavimento. El pavimento

antes que los desagües. Los desagües antes que los servicios de

Obras Sanitarias, estos antes que el gas, el gas antes que la red

telefónica, etc… El resultado, son inundaciones torrenciales apenas

unas gotas de lluvia de verano tocan el suelo, déficit de líneas de

transportes, de sanidad, de lugares de abastecimiento, etc. “Inten-

dentes –o comisionados– hubo que acudían poco menos que con

bombos y platillos a inaugurar abundantísima “Vías Blancas” –que

pagaban los vecinos– o pavimentos sin desagües– que no pagaba la

Municipalidad”, concluye el citado escritor en su certero

diagnostico .24

Y así se hizo Mar del Plata, defendiendo el interés de los

que se beneficiaban con el turismo en mayor medida, atacando el

interés colectivo de quienes construían la ciudad. Una historia del

beneficio privado han sido los años que jalona su vida hasta llegar

al centenario.

Las obras de infraestructura que debía proporcionar el

municipio no llegaron y no llegarán. Los barrios periféricos son una

muestra palpable del crecimiento distorsionado y dependiente que

efecto a la ciudad. Un progreso que llego sin golpear a las puertas

y perjudicó a muchos. Estos barrios albergarán a quienes tengan

Page 46: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

91

dinero para adquirir terrenos sin precios especulativos… después

crecerán las villas miserias asentadas en terrenos fiscales o privados

desocupados, habitadas por quienes no pueden acceder a la

vivienda propia.

En los años 70 la situación será aún más critica: en la

ciudad, el déficit habitacional se tornará dramático. Es una ironía

del destino: el cordón de rascacielos que bordea las calles céntricas

está alejándose cada vez más de quienes los construyeron con sus

manos. Pero esa es otra historia, todavía sin final, que pasaremos

a detallar.

Page 47: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Capítulo V

El reinado de la clase media

Page 48: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

95

El reinado de la clase media

La etapa inaugurada en 1950 es de fundamental importan-

cia para la historia de la ciudad, no solo por no estar todavía

concluida sino porque en ella se definirá el rumbo a seguir en el

futuro.

A partir de esa fecha, “La Perla del Atlántico” pasa a convertirse en

la meta ansiada de muchos argentinos, en la “Ciudad Feliz”, en el

símbolo de la diversión.

Para ello, será preciso. estructurarla hacia ese objetivo con

la diferencia que ahora la población bordea los 350.000 habitantes.

Una vasta organización comercial, financiera y también municipal

alimentará a la ciudad con el turismo como la mercancía más

preciada.

El análisis de esta etapa incluye una breve cronología, un

examen del auge de la construcción y sus secuelas inmediatas, la

migración interna, la proliferación de villas y barrios periféricos, la

conversión de la ciudad a través de una orquestada campaña

publicitaria dirigida a la clase media y a la juventud bulliciosa, el

mantenimiento de la fractura existente entre las dos ciudades y por

ultimo, corresponde analizar las consecuencias de este panorama.

1.- Breve cronología.

Bajo el peronismo el país se fue industrializando no solo por

el numero de fábricas sino también por la conciencia que incorporo

en la sociedad sobre el valor del trabajo.. La industrialización elevó

los salarios por la mayor producción, provocándose un reparto más

igualitario de los bienes producidos. En diez años el costo de la vida

solo aumento siete veces. En 1954 la inflación estaba controlada.

El número de establecimiento industriales se incrementó en un

11%. El valor de la producción industrial supero a la agrícola.

Carlos A. Bozzi

96

Por primera vez en la historia del país al sector trabajo le

correspondió un 60% del ingreso nacional. Y cuando están puestas

las bases para la industria pesada es que casualmente asoma la

“revolución libertadora”.

Tres años antes Mar del Plata había alcanzado el millón de

turistas. Después de 1955 hay un progresivo aumento de la

construcción, mientras la ciudad cuenta con 150 mil almas y el

destino local se afianza en aquello bautizado como “dar servicios”.

Tras la revolución asume la intendencia nuevamente el

socialismo democrático con Bronzini a la cabeza. Dos años más

tarde el fenómeno turístico sobrepasa el millón trescientos mil

visitantes. Nos acercamos a la década del 60, se inauguran playas

abarrotadas y aumenta el éxodo de la gente bien, mezcla de

ejecutivos, intermediarios, profesionales, militares y aristócratas

modernos a Playa Grande o Punta Mogotes. Algunos otros, eligen

Punta del Este.

Ello causa alarma en la ciudad alzándose voces que solicitan

la instalación de industrias al temerse la pérdida del mercado

turístico de la Cuenca del Plata y con ello un déficit serio en los

ingresos de la ciudad.

La década trae también el aluvión financiero producto del

boom automovilístico que recorre al país. En 1963 nuevamente el

socialismo obtiene la comuna con Lombardo y cuatro años más

tarde continua el aumento de la afluencia turística alcanzando al

millón setecientos mil personas.

En 1972 se calcula el ingreso de más de 3.750.000 turistas

anuales. Al año siguiente el 68% de los visitantes lo hace en

automóvil y el promedio de gastos entre 11 y 40 días de estadía se

aproxima a los 250 mil pesos nacionales, índice de la influencia de

la clase media en el fenómeno y para la cual se preparan todas las

atracciones en la ciudad.

Page 49: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Cova, Roberto O.: Fascículos de la Revista Planteo, Número 6, página 22,1

“Historia de la ciudad que nos construyeron”.

97

2.- Construcción, migración interna y villas miserias.

La ley de propiedad horizontal transforma a Mar del Plata,

no solo por las edificaciones de la época, sino fundamentalmente

por la mano de obra que atrae.

La diagramación de la obra quedó a merced de los intereses

privados y la consecuencia resultó ser un crecimiento distorsionado,

con abundantes viviendas desocupadas (alentando ex profeso la

desocupación) mientras la población estable padece un angustiante

déficit habitacional. La industria de la construcción se vuelve

dependiente de la industria del turismo: los departamentos construi-

dos tiene en su mayor parte un destino afín a dicho servicio.

Las cifras demuestran que en 1947 se construyeron 244.977

metros cuadrados, alcanzándose cinco años después la mayor cifra

del proceso: 473.038 metros cuadrados. Declina la edificación en

1953 para bajar dos años después a menos de la mitad. Vuelve a

remontar en 1964 con 302.197 metros cuadrados y a partir de ese

año, según datos periodísticos, se llega en 1967 a los 147.128

metros, cifra similar a la alcanzada en 1940 .1

Frente a ello se calcula que en 1970 existen 40.000

departamentos desocupados ofrecidos solo en alquiler por tempora-

da.

Imaginemos, aunque el mecanismo no sea muy ortodoxo,

el caso de un solo edificio de los llamados “grandes” que pueden

llegar a albergar cerca de 4.000 personas y tendremos la siguiente

distribución: en dos edificios ubicaríamos a todos los habitantes del

partido de General Alvear de 617 kilómetros cuadrados de

superficie y habitado por 9.500 personas; en tres al partido de

Brandsen que tiene 1.183 kilómetros cuadrados y 12.500 ciudada-

nos; en cinco edificios ubicaríamos a los de Bartolomé Mitre que

cuenta con 1.883 kilómetros cuadrados y 19.400 almas y por

Carlos A. Bozzi

Chiozza, Elena M.: “La población argentina estancada”, Historia Integral2

Argentina (Cedal) Tomo 6, página 29.

Roulet, Elva: “Conventillos y villas miserias” Historia Integral Argentina (Cedal)3

Tomo 7, página 44.

98

ultimo en 8 edificios reuniríamos los 34 mil habitantes del partido

de Balcarce de una superficie de 4.200 kilómetros cuadrados…

Como señalábamos anteriormente, la construcción atrae

mano de obra, pero la crisis que hace que regiones empobrecidas

–desde los últimos 20 años– prosigan expulsando gente a medida

que las condiciones de vida se hacen más difíciles en su hábitat, no

solo tienen connotaciones locales.

Entre 1947 y 1960 disminuyen en la pampa los obreros

rurales en un 52%. Los censos de 1960 y 1970 permiten apreciar

la magnitud de las migraciones internas y el explosivo crecimiento

de las poblaciones urbanas a expensas de la población rural . La2

paralización de la inmigración en 1914, el surgimiento de un

proceso de industrialización por la década del treinta, concentrado

especialmente en el litoral y en Buenos Aires, genera los desplaza-

mientos internos hacia la región metropolitana, atraídos por la

mano de obra en oferta.

A la falta de una política urbana se le agrega la ausencia de

una destinada a paliar el déficit de viviendas, capaz de recibir al

aluvión migratrorio. El aumento de la ocupación de las casas de

inquilinato existentes es un recurso agotado prontamente. La

solución –improvisada y provocada por el propio migrante– es la

construcción de alojamientos ubicados en terrenos de los que se ha

apropiado para tal fin .3

El proceso es harto conocido como para requerir explicacio-

nes más exhaustivas que las trazadas en estas líneas. Lo que se

pretende significar es que Mar del Plata en este aspecto sufre las

consecuencias inesperadas de otros fenómenos nacionales.

Y el problema es el del migrante que al tratar de integrarse

a una zona con mayores recursos ve prontamente frustadas sus

Page 50: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

99

esperanzas. El recién llegado es violentado a integrarse sin ninguna

otra alternativa. La subvivienda y la subocupación, la educación

más elemental y el menor grado de humanización son consecuencia

inmediatas y no deseadas, pero si impuestas a su anhelada

inserción. Llegados de otras provincias o poblaciones vecinas, una

vez en la ciudad con el transitorio trabajo obtenido prefieren pasar

un invierno lleno de incertidumbre que volver a la certeza del

hambre en su terruño.

Por el momento, lo único necesario para el migrante es una

cama. La vivienda no importa. Con la pensión alcanza. Pronto se

ilusiona con las perspectivas urbanas, sobre todo en los períodos de

auge de la construcción y comprendiendo que ya no retornará a su

lugar de origen, comienza la búsqueda de un asentamiento para

traer sus familiares.

Pero la propiedad del suelo le está vedada a su capacidad

adquisitiva. El lugar elegido entonces serán los lotes fiscales o los

terrenos desocupados, geografía en la cual carece de lo más

necesario para la subsistencia. Así, cuando en Mar del Plata, la

construcción inició su receso, el problema se agudizó y para 1970

ya se habían detectado cerca de 50 villas miserias. Los más

afortunados tendrán acceso a algún barrio periférico, donde

formaran fuertes asociaciones vecinales, reclamando constantemen-

te mejoras a las autoridades municipales con la esperanzas ser

escuchados alguna vez.

El mercado de viviendas de Mar del Plasta está vedado a

este grupo humano (y en cierta medida también lo estará a gran

parte de la clase media a medida que se agudice la crisis económica

nacional, aunque eso responde a otras motivaciones) pues dicho

mercado está orientado al sector especulativo del turismo.

Reiteramos que este no es exclusivamente un problema

local.

Tanto es así, que el CONADE indicaba para el año 1963

(época de bonanza en la ciudad) que el 35% de la población se

endeuda para vivir, incurre en desahorro y carece de toda posibili-

Carlos A. Bozzi

100

dad de acceder a la vivienda, mientras el 19% solo puede pagarse

una en un plazo de 40 años al 3% de interés anual. Traslademos

estas cifras a 10 años más adelante y tendremos un panorama

completo de este problema.

Pero lo que importa señalar es que el mercado de viviendas

en Mar del Plata, además de las anteriores características alcanza

otras configuraciones.

El matutino local “El Trabajo” con motivo del Centenario

de la ciudad publicó un estudio muy acertado sobre la realidad

local, titulado “Cien años de una ciudad ajena” y a él hacemos

referencia en las líneas que siguen por lo apropiado de sus concep-

tos.

Según el estudio, el turismo genera una mayor demanda

habitacional, incentivando el aumento del valor de la tierra,

favoreciendo, a su vez, la especulación que provoca el parcelamien-

to mínimo y recurriéndose a las construcciones de altura como

resultado de la Ley de Propiedad Horizontal.

Así, mientras lugares ligados al turismo están “sobredimen-

sionados” con respecto a las necesidades de la población estable,

lugares de ocupación permanente resultan con un serio déficit de

abastecimiento. El ritmo de crecimiento urbano sobrepasa toda

previsión... los cuerpos normativos no son respetados... son

trasgredidos por sectores de poder encuadrados dentro de la

actividad privada que poseen la facultad de distorsionar y paralizar

la aplicación de normas, argumentando contenidos que en la

practica no se verifican: progreso, creación de fuentes de trabajo,

belleza, solución al déficit de viviendas...

La industria de la construcción, solo se moviliza por el

aumento constante de promisorias ganancia “...Se genera un centro

urbano donde los edificios son impostados sin criterio convirtiéndo-

se en elementos demoledores de la naturaleza, creando una muralla

entre el mar y la ciudad, destruyendo el paisaje natural, modifican-

do el microclima de la ciudad, produciendo encajonamientos de

vientos y fuertes corrientes de aire en días de calma, no poseyendo

Page 51: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Diario “El Trabajo”: Suplemento Especial publicado el 10 de febrero de 1974.4

Diament, Mario: Diario “La Opinión”, artículo publicado el 23 de junio de5

1975 bajo el titulo: “Réquiem para la clase medida”.

101

las viviendas las mínimas condiciones de habitabilidad, con tamaño

reducido, baja calidad de construcción...” señala el trabajo citado.

Pero se genera también otro problema: surgen fracciona-

mientos indiscriminados que extienden irracionalmente los límites

del ejido, produciendo centros dispersos de crecimientos cuya

previsión de servicios básicos e infraestructura no pueden ser

debidamente atendida por el sector público. En síntesis concluyen

los autores del ensayo “La ciudad no la hacen sus habitantes, se

hace a pesar de ellos y las más de las veces contra ellos” .4

3.- La ciudad de la clase media. La ciudad de la juventud

Mar del Plata en la década del 60 inaugura la influencia de

la clase media, coincidiendo con el fenómeno mundial de la

promoción de la juventud como forma de vida. Para ella en la

ciudad se monta la industria de la diversión. Se van originado las

fortunas de los “grandes empresarios” del ruido.

Para esta nueva forma de ser se adapta la ciudad. El grupo

social aludido abarca un perímetro que va desde obreros especiali-

zados y estudiantes hasta profesionales y medianos empresarios.

Hombres que conquistaron privilegios ya incorporados a sus vidas,

como el veraneo, el automóvil, la vivienda, aparatos electrónicos,

muebles funcionales, ocio de fin de semana lejos de los centros

urbanos, literatura variada, música, espectáculos de todo tipo, etc.5

Es en este grupo social donde el ocio adquiere connotacio-

nes dramáticas (por tenerlo y no saber como usarlo), por la

capacidad monetaria de sus integrantes y por el afán desmedido de

vivirlo todo y de golpe. Mar del Plata, “ciudad feliz” es cara de esas

Carlos A. Bozzi

Revista Crisis Numero 24: “El control de la ideología”6

102

contradicciones, es producto de esos conflictos trasladados al

ámbito ciudadano.

Hay que contabilizar, además la gran publicidad que se

mueve, manejada por todos los medios de comunicación del país

arrastrando tras de si incluso a organismos provinciales y municipa-

les (estos con más entusiasmo, por ser dueños de casa) con el fin de

motivar al grupo social citado. La publicidad nacional no solo

vende automóviles, lavarropas, gaseosas, cigarrillos, sino también,

como algo incorporado a su cartera, un montón de “vivir mejor Mar

del Plata”. Por ello el surgimiento de “la calle del ruido , donde se”

puede encontrar la marca del scotch que hace triunfar en la vida, el

cigarrillo que da más nivel, o la ropa que usar para ser un codiciado

o una deseada... Y como éstos, los ejemplos se multiplican. Las

imágenes y slogans de la publicidad venden los sueños para

intentar convertirlos en una realidad .6

“Mar del Plata, la ciudad feliz” es el símbolo de una clase

media, hoy dueña de sus afanes que se cree y siente joven,

corriendo tras motivos crematísticos, olvidando la gente que en ella

vive, que es muy posible que padezca el verano sin disfrutarlo.

¿Que sucedería con toda esta estructura montada y dirigida hacia

tal objetivo, si por circunstancias fuera de su alcance –como una

gran crisis económica nacional– produjera una bancarrota en la

clase media?

4.- La ciudad fracturada y sus consecuencias sobre el

habitante

La Perla del Atlántico presenta tal característica no solo por

la distinción entre quienes la habitan y quienes la disfrutan, sino

también por la facturación manifiesta en la concepción de vida del

marplatense. Hay una pérdida de límites en la acción del hombre,

Page 52: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Landi, Mario: Fascículos de la Revista Planteo, Número 6, página 32/33,7

“Historia de la ciudad que nos construyeron”.

Cova, Roberto O.: Fascículos de la Revista Planteo, Número 6, página 9,8

“Historia de la ciudad que nos construyeron”.

103

porque sus formas de vida padecen la invasión de lo foráneo, que

las altera y modifica.

Así aparecen síntomas como la falta de referencia histórica

individual y social, cuyo resultado es el “hombre sin historia que

acentúa aun más su carácter disociado”. Esa pérdida de referencia

histórica solo apunta a crear medios de producción que permitan

cada temporada mejores ingresos... el habitante de la ciudad se

vuelve silencioso, indiferente, esperando el paso del aluvión

transformador de su medio ambiente. Se encierra en su mismo.

“La despersonalización de esta ciudad centenaria –agrega

Mario Landi– que a juzgar por su desarrollo parece no haber

alcanzado aun su adolescencia, nos da una muestra del grado de

alienación social que padecemos. La ciudad esquizoide, la ciudad

fracturada, la ciudad dividida es la que tiene dobles vínculos, que

logra transformar su esquema corporal del invierno al verano, a

partir de un complejo que presiona en un único sentido: mantener

al poder económico en base a la explotación o al empobrecimiento

físico y social del hombre” .7

Se sustrae al habitante de la ciudad posibilidades de

creación en diversos campos por ejemplo el de la cultura, donde

debe soportar mediocres comerciantes del escenario, mientras él

logra apenas impulsar algún que otro proyecto, después de mucha

fatiga.

En Mar del Plata se pierde todo. Es una ciudad aluvional.

Una ciudad sin historia, donde los nativos no tienen interés de

recordar y mucho menos los extraños. “Mar del Plata no es tan feliz

como parece tan meta veraniega da todos los argentinos, tan capital

del mundo”, señala Cova, rasgando la mascara que cubre la

ciudad .8

Carlos A. Bozzi

104

5.- Consecuencias: El reinado de la clase media en crisis.

La década del 60 mostró las industrias claves. La

construcción, el turismo, la pesca, alcanzaron sus índices mas

elevados, con pautas de ocupación importantes, absorbiendo mano

de obra en cantidad, afianzando un potencial económico suficiente

para solidificar la estructura urbana. La empresa prometía y todos

estaban seguros de su éxito.

Sin embargo en los últimos tres años de la década el

crecimiento sufrió una sutil paralización acentuada cada vez más.

La empresa entró en picada, apareció el fantasma de la quiebra y

los riesgos sepultados surgieron nuevamente.

Veamos como se desencadenan los hechos, generalmente

no publicitados, por los que tendrían la responsabilidad de torcer el

rumbo del proceso.

El activo progreso de la década se basó en el turismo, la

construcción, la sistema de financiamiento en cuotas de los valores

inmobiliarios, incluso la misma inflación coadyuvó en algo al

crecimiento. La oferta del empleo se aumentó, originándose una ola

migratoria. La población de 124.000 personas en 1947 creció a

255.000 en 1960, alcanzo el tope de 317.00 habitantes en 1970.

La importancia de la explosión migratoria convirtió a la

ciudad en un centro de actividad permanente. Pero poco a poco se

advirtieron las insuficiencias de ese desarrollo, basado prácticamen-

te en el turismo.

Las cifras muestran a la clara el proceso: la población crece

entre 1914 y 1947 a un ritmo del 3,5% anual; entre 1947 y 1960

ese índice trepó al 4,4%. La década del 60 señala en cambio un

retroceso al 3,4% anual.

En tanto el crecimiento vegetativo es permanente, oscilando

en el 1,1% y el migratorio desciende del 3,6% entre 1947 y 1960

al 2,4% en 1973.

Page 53: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

105

Por otra parte el auge turístico en Mar del Plata se advirtió

entre 1962 y 1967 cuando las cifras treparon a un 65% de ingresos

turísticos anuales. Pero entre 1967 y 1971, el crecimiento llega

apenas a un 9%, lo que indica un descenso. Y si tenemos en cuenta

que el turismo representa el 60% de la actividad economía local, se

comprobara que las perspectivas de esta rama están limitadas en

cuanto al futuro se refiere.

El panorama se aclarará, si vemos, que siendo el crecimien-

to vegetativo de la ciudad el 1,1% y el resto crecimiento migratorio,

este descenso, sobre todo en la ultima década demuestra una falta

da oferta de empleo. Ello es dramático, porque además, según

datos del Ministerios de Economía de la Provincia, la ciudad tiene

una desocupación permanente –incluso en verano– del orden del

10% y una subocupación del 35% de su mano de obra útil, que

constituye el 42% de la población total.

Proyectando estos índices al futuro, creando empleos para

los nuevos habitantes, producto del crecimiento vegetativo, habrá

que prever unos 36.000 nuevos puestos sin haber absorbido un

solo habitante sin empleo actual. Si se incorpora, en cambio, los

porcentuales de desocupación y subocupación habrá que prever la

friolera de 46.000 nuevos puestos de trabajo.

Todas estas deficiencias pueden conducir a un grave

estancamiento. La demanda turística tiene su límite en el espacio

físico de playas disponibles. La falta de este espacio (y de una

política coherente del sector) provoca la emigración hacia otros

lugares. La construcción se convirtió en baluarte de la avidez

especulativa. Las alternativas de la inflación la transformaron en

“inversión refugio” para quienes viviendo en otros puntos del país

–sobre todo Buenos Aires– colocaron sus excedentes o sus ahorros

en la ciudad. Este sector social, cuya renta proviene del turismo,

incluso conspira constantemente contra él, al no actuar ordenada-

mente y abusar sistemáticamente en la formación de los precios.

El cuadro acusa índices que mueven a la reflexión, por

ejemplo, el sector de la industria manufacturera participa en 1969

Carlos A. Bozzi

106

en solamente el 15,89% del P.B.I. frente a una participación del

49,60% de la provincia y un 69,77% en el área metropolitana.

Por otra parte el crecimiento industrial de la ciudad es

totalmente, es decir, su crecimiento va necesariamente atado al

crecimiento demográfico y por lo tanto, ese ciento por ciento de

industrias absorbe el cien por ciento de mano de obra y da el cien

por ciento de la producción.

La mortalidad infantil, producto de una injusta distribución

de ingresos, era del 51,2 por mil en 1958. Siete años después

descendió a un índice del 34 por mil, elevándose al 56 por mil en

1968 y superando el 60 por mil en 1970. Comparando con los

índices de la nación vemos que en 1965 existía un 65 por mil y en

la actualidad la cifra ha descendido al 61 por mil, mientras que en

Mar del Plata el índice ha aumentado.

Incluso hay barrios que superan los índices de mortandad

infantil de varias provincias, trepando el flagelo al 140 por mil, la

misma cifra registrada en Biafra durante la guerra civil. A ello se

debe sumar la disposición de cinco camas hospitalarias por cada

mil habitantes y un médico cada trescientas personas, estadísticas

que tornan el panorama no solo dramático sino aterrador.

Apenas un tercio de la ciudad en 1972 cuenta con servicios

de cloacas, la mitad no dispone de agua corriente, ni luz, ni

teléfono, asistencia medica o líneas de trasportes regulares.

Según la Oficina de Catastro, Mar del Plata cuenta con

7.850 manzanas de las cuales solo unas 1.938 disponen de

servicios. Las cuadras con cloacas ascienden a 2.333 y las pavimen-

tadas a 6.300, estimándose inmediata la pavimentación de 3.000

calles más. Por lo tanto, la necesidad real de servicios sanitarios a

cubrir alcanza a un 68% del tejido urbano. Pero para ello… hay

que romper 3.200 cuadras de pavimentos y si el proceso no se

revierte en corto plazo, habrá que destruir ¡6.000!

¿Es posible cubrir todo este inmenso déficit con el producto

del turismo?

Page 54: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

Revista Planteo: Número 2 y número 7, artículos sobre la creación de un9

Banco Municipal para Mar del Plata.

107

Mar del Plata, dice la realidad, cuenta con el 65% de sus

habitantes distribuidos en barrios periféricos y solo el 35% restante

ocupa el centro y los barrios residenciales.

¿Cómo lograr una distribución de servicios equitativa si

hasta el momento hay divergencias sociales con los datos aporta-

dos?

En verdad la ciudad esta constituida por numerosas

barriadas a las que el turismo, generalmente, más que traer nuevas

fuentes de trabajo significa una molestia para desarrollar las escasas

existentes. El mercado de viviendas –se calculan en 40 mil los

departamentos desocupados a la espera del turismo– es por otra

parte de imposible acceso a los sectores medios, pues aquel es

alimentado por un sector especulador que incrementa su negocio

al costo asumido por la sociedad para afrontar la urbanización.

Pero pongamos bajo la lupa otras cifras, demostrativas del

cuadro económico ciudadano. Es sabido que el 17% del P.B.I. está

representando por el agro, el 50% (casi llegando al 60%) por el

turismo y el 25% restante por la industria y la construcción. De

acuerdo a ello, en 1970 se produjeron quebrantos en la provincia

del orden de los 2.600 millones de pesos viejos... la ciudad

representó de ese total el 38%, o sea 986 millones, según lo

consigna el Ministerio de Economía de la provincia.

Otro problema se plantea al ser llevados los recursos locales

a otros puntos de la provincia (o del extranjero, caso sucedido con

la pesca de altura) más poderosos económicamente. Entre 1964 y

1967, según datos del Banco Central, escasamente el 50% de los

depósitos bancarios se invirtieron en forma de préstamos dentro de

la zona. La diferencia entre depósitos y préstamos en el partido al

30 de junio de 1972 fue de 18 mil millones de pesos viejos, enorme

masa de capital emigrante sustraído por el sistema a la economía de

la ciudad .9

Carlos A. Bozzi

Informe del “Grupo de Investigación sobre Tecnología de Pescado”.10

Universidad Provincial de Mar del Plata. 1973. “Dependencia en la IndustriaPesquera”.

Conferencia: “Posibilidades e incógnitas del turismo en Mar del Plata”. Diario11

La Capital, 26 de julio de 1975.

108

La pesca, otra actividad de abundantes recursos para Mar

del Plata, después de un repunte espectacular, comenzó su

descenso. Estudios realizados por diversos técnicos señalaban ya en

1972 la dependencia alarmante de esta industria de centros

internacionales que a la postre redundaría en perjuicio de la zona,

como ha ocurrido recientemente .10

Cuando estaba por concluir el presente trabajo, el Director

Municipal de Turismo en conferencia de prensa, vertió importantes

conceptos sobre el tema y es importante hacer mención de ellos ya

que constituyen el arquetipo de juicios lanzados acerca del turismo

y su importancia en la ciudad. La única diferencia con las ideas de

antaño es la terminología. La esencia es la misma.

El disertante resaltó la importancia del turismo en la

economía zonal, hecho discutible a la luz de las cifras antes citadas.

Pero lo interesante de destacar es lo siguiente: “El 70 por ciento

–afirmó el funcionario– de nuestro turismo proviene de la clase

media. Si se habla de crisis en la clase media, sin duda es la crisis

de nuestro mercado”.

Si bien ello es cierto, solo es una verdad a medias pues la

otra cara de la moneda es mucho más dramática, porque la crisis

no solo será la del turismo, sino la de toda una ciudad como Mar

del Plata, cuya estructura está montada hacia ese objetivo, sin la

existencias sustitutos para paliar situaciones como la presente.

En otra apreciación típica en el medio se insistió en que las

60 mil unidades do viviendas –chalets y departamentos– que llegan

a completar 240 mil camas turísticas, son nuestro seguro de

garantía, mientras se mantenga el bajo costo de vida con respecto

a otros centros turísticos del país .11

Page 55: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

109

El concepto no es equivocado, ¿pero a qué costo social hay

que mantener permanentemente desocupadas estas viviendas?

¿Hasta donde no constituyen un capital inmovilizado, dependiente

de las condiciones climáticas, condiciones determinantes parece ser

de toda inquietud turística local?

La única verdad está en el tope del turismo al que se ha

arribado. Poco más dará de ahora en adelante y está comprobado

que, aún en épocas de auge con sus resultados “toda” la ciudad no

vive. Los beneficios del turismo nunca fueron repartidos igualitaria-

mente entre los sectores de la población y nada garantiza que las

nuevas distribuciones, surgidas también de nuevas situaciones sean

equitativas, en tanto los mismos sectores de poder se encarguen del

reparto.

¿Cuáles son las opciones para la ciudad? ¿Industrializarse en

perjuicio del turismo? ¿Subsidiar el turismo con la radicación de

industrias para así tener actividad permanente? ¿Desarrollo paralelo

de ambas industrias?

No hay duda que nada so logrará en tanto no se determine

claramente cuales son las actuales fuentes de trabajo que proporcio-

na el turismo y en que relación se distribuyen y distribuirán entre la

población. Si el turismo debo considerarse como una gran empresa,

lógico es consecuentemente que todos sin excepción soporten sus

ganancias y pérdidas y no como hasta el momento ha venido

sucediendo.

Pero además surgen otros interrogantes a plantear: ¿hasta

cuándo y hasta dónde puede nuestro país prescindir de un caudal

tan grande de población, dedicado a fomentar una ciudad para

diversión de los demás? ¿Qué produce Mar del Plata para el resto

de la sociedad? ¿No es una ciudad totalmente alejada de la realidad

de un verdadero crecimiento conjunto? ¿Y no entraña, un grave

peligro tratar de mantenerla como tal, aún proyectándola con más

fuerza en ese derrotero hacia el futuro?

Si hasta hoy los poderes municipales –con algo de ingenui-

dad– se han convencido de la propia publicidad y llegan ha creer

Carlos A. Bozzi

Los datos extraídos acerca de la situación económica de Mar del Plata figuran12

en su fuente en la Revista Planteo de agosto de 1973 (Numero 12) yfundamentación del “Proyecto de Promoción Industrial” del Concejal EduardoBenedetti (Mid-Frejuli) del 2 de agosto de 1973. Extracto de Boletín de Acta deSesiones del Concejo Deliberante del Partido de General Pueyrredon, (Período65º, 13ª Reunión. 7ª. Sesión Pública.)

110

que en Mar del Plata se vive mejor porque la gente es feliz y disfruta

como nunca. De esta maneras se engañan con su propia propagan-

da, propaganda que fomentan al igual que el cuento de aquel

estafador que no solo se quedó con el dinero de su víctima, sino

que además le obligó a pedir disculpas.

Rescatar a Mar del Plata del cuadro ofrecido no exige12

solamente una tarea material, sino también espiritual y física. Debe

estructurarse otra forma de economía basada no solo en el ansía de

“tener más”, sino en el deseo de “ser más”. A veces, la ciudad, lejos

de sus barrios, envuelta en un halo nebuloso no alcanza a percibir

las condiciones de vida de la mayoría de sus habitantes, la falta de

transportes, de asistencia médica, de electricidad, de calles

pavimentadas…

Generalmente, desde el cordón de edificios que bordea la

costa no se aprecian sus dificultades o porque suelen estar vacíos,

configurando en su centro una ciudad fantasma, una ciudad vacía,

o porque sus moradores padecen los problemas propios de quienes

están impedidos de disfrutar amplios espacios. A veces, ello

provoca violencia. Pero ¿desproteger la salud de la población,

condenarlas a la pérdida de toda posibilidad cultural, cerrarles los

caminos que impiden sortear la especulación turística, no es

también someterlos a otra forma de violencia?

Lejos, pero muy cerca del alma ciudadana, sin declamacio-

nes, a espaldas de festejos, crece una ciudad oculta –para quienes

no desean ver– y crece frustada, con bronca y mal asalariada.

Presiente la injusticia del gasto superfluo y el esfuerzo despilfarrado

en actividades crematísticas.

Page 56: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Cien años de una ciudad sin futuro

111

Mar del Plata es la séptima población del país. Cuenta con

vida propia. Tiene casi 350.000 habitantes, dos universidades, un

caudal lleno de esperanzas de seguir ubicada entre las mejores de

la república. Una esperanza al borde de quedar frustrada por la

sombra acechante de un ejército de intermediaros al servicio de

actividades improductivas para el conjunto social.

Una esperanza con altísimas posibilidades de frustrarse sino

cambia su rumbo de algarabía hacia un rumbo más solidario y útil

para sí y para el conjunto del país todo.

Page 57: Bozzi, Carlos_Cien años de una ciudad sin futuro

Esta edición de 300 ejemplares se terminó de imprimir en

los talleres gráficos de Ediciones Suárez, calle Roca 4091,

en el mes de noviembre del año 2005.

Mar del Plata - Argentina