borobudur: la conquista del tiempo; 1983 - unesdoc...

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La imponente mole depiedra de Borobudurantes de que comenzara la acción internacionalde salvaguarda.

Publicado en 1983 por la Organización de las Naciones Unidaspara la Educación, la Qencia y la Cultura7 Place de Fontenoy, 75700 París

Impreso por Courvoisier S.A., La Qiaux-de-Fonds (Suiza)

© Unesco 1983

BOROBUDURAl turista moderno, que ve a Borobudur elevarse repentinamentehacia el cielo como una ola de piedra tallada en medio de la planiciecircundante, le resulta difícil creer que esta grandiosa obra del artey la imaginación haya podido caer alguna vez en el olvido y, lo quees más, haber estado condenada irrevocablemente a la destrucción.

Sin embargo, así fue. Durante siglos se eclipsó la más

resplandeciente estrella de Indonesia y se expuso a la ruinasu monumento más exquisitamente elaborado. La supervivencia de

Borobudur ha podido asegurarse gracias a una combinación únicade técnica y fe, de financiación a gran escala y estudios meticulosos,de cooperación internacional y amor y orgullo local, todo elloencauzado por la campaña internacional de la Unesco para la

salvaguardia del sitio.En comparación con su edad, la vida de Borobudur como centro

de peregrinación budista fue en realidad muy breve:aproximadamente ciento cincuenta años a partir del momentoen que los trabajadores comenzaron a levantar los primeros murosde piedra en la colina natural de Borobudur, bajo el reinado de

Saramatunga, alrededor del año 800 D.C. Con el fin del reinoMataram, hacia el año 930, el centro de la vida política y culturaljavanesa se desplazó hacia el este, y, con excepción de dos fugaces

referencias en manuscritos del siglo xvm, el monumentodesapareció de la historia. Terremotos y hundimientos lodevastaron y la jungla reclamó lo suyo.

BOROBUDURAl turista moderno, que ve a Borobudur elevarse repentinamentehacia el cielo como una ola de piedra tallada en medio de la planiciecircundante, le resulta difícil creer que esta grandiosa obra del artey la imaginación haya podido caer alguna vez en el olvido y, lo quees más, haber estado condenada irrevocablemente a la destrucción.

Sin embargo, así fue. Durante siglos se eclipsó la más

resplandeciente estrella de Indonesia y se expuso a la ruinasu monumento más exquisitamente elaborado. La supervivencia de

Borobudur ha podido asegurarse gracias a una combinación únicade técnica y fe, de financiación a gran escala y estudios meticulosos,de cooperación internacional y amor y orgullo local, todo elloencauzado por la campaña internacional de la Unesco para la

salvaguardia del sitio.En comparación con su edad, la vida de Borobudur como centro

de peregrinación budista fue en realidad muy breve:aproximadamente ciento cincuenta años a partir del momentoen que los trabajadores comenzaron a levantar los primeros murosde piedra en la colina natural de Borobudur, bajo el reinado de

Saramatunga, alrededor del año 800 D.C. Con el fin del reinoMataram, hacia el año 930, el centro de la vida política y culturaljavanesa se desplazó hacia el este, y, con excepción de dos fugaces

referencias en manuscritos del siglo xvm, el monumentodesapareció de la historia. Terremotos y hundimientos lodevastaron y la jungla reclamó lo suyo.

Los sedimentos han corroído durantemuchos siglos las superficies esculpidas.

En 1814 Borobudur surgió a la luz del conocimiento moderno.Sir Thomas Stamford Raffles, funcionario de la administraciónbritánica durante el breve periodo en que ésta ejerció su autoridad,confió a un ingeniero la dirección de las excavaciones. Doscientoshombres trabajaron talando árboles, quemando malezas y retirandola tierra bajo la que el monumento había quedado enteramentesepultado. En 1835 el monumento quedó al descubierto hasta sus

cimientos, a los que se dio el nombre de "pie escondido" por haberestado durante siglos cubiertos por la grava. Entre 18SK) y 1891 se

excavó por completo el "pie escondido" y se fotografiaron losrelieves esculpidos que por tanto tiempo habían permanecidoocultos. Más tarde, las piedras, que representaban un volumen de

13.000 metros cúbicos, fueron colocadas en su sitio.Pero la primera restauración importante fue la que realizó a

comienzos de este siglo el ingeniero holandés Theodor Van Erp.Bajo su dirección se reconstruyeron las stupas en ruinas, se

pavimentaron las terrazas y se limpiaron las esculturas de musgosy liqúenes.

Estos trabajos, y los realizados después, devolvieron a

Borobudur parte de su antiguo esplendor. Pero pronto se pudocomprobar que la tierra y la exuberante vegetación habían

Éntrelos tesorosporsalvarfiguraban, en

laprimera galería, estos músicos depiedraque interpretan sus silenciosas melodías.

protegido al monumento de los estragos del tiempo, mientras quealgunas medidas de limpieza y conservación habían acelerado su

deterioro.Así, después de la segunda guerra mundial, la recién creada

República de Indonesia contaba con una de las principales obrasdel patrimonio cultural universal, pero también una de las más

amenazadas por la ruina. Las investigaciones científicasconfirmaron el acelerado deterioro que ya era visible.

Las amenazas que pesaban sobre Borobudur eran múltiples.Sus cimientos no eran más que un amontonamiento de tierray piedras, esparcidas en tomo a la colina natural por los antiguosconstructores. Los bloques de piedra no estaban consolidados conargamasa; se mantenían unidos sólo por acción de la fuerza de

gravedad. . . la misma que tendía a arrastrar el edificio cuesta abajo.Además, el monumento se encuentra en una zona sísmica que

ha sufrido ya varios terremotos de gran intensidad desde la época

en la que aquél fue construido, y cuyo clima tropical somete laconstrucción y los materiales a las más duras pruebas.

En la ondulante planicie de Kedu, en la zona central de Java,las temperaturas suelen presentar variaciones de 20 °C en un mismodía. En época del monzón, las precipitaciones pueden alcanzar los

Una mirada retrospectiva a 1907, antes de lasprimeras restauraciones, El ingeniero holandésVan Erp reconstruyó las terrazas superiores.

200 mm en veinticuatro horas, y no es nada excepcional quelleguen a 100 mm diarios.

Este es el clima que Borobudur soportó durante más de milaños. Las lluvias que lo fustigaron colmaron sus inadecuadossistemas de drenaje; los desagües y canalizaciones se desbordarone inundaron las terrazas; las aguas se filtraron a través de las grietasarrastrando a su paso la tierra de las fundaciones. Sectores enterosde la mitad norte de las terrazas bajas quedaron inclinados en

ángulos increíbles y si se hubieran derrumbado, habrían arrastradoconsigo todo el monumento como una avalancha.

Durante siglos, la humedad se fue filtrando a través de los porosde la andesita volcánica (la piedra con la que Borobudur fueconstruido) y atacó sus superficies más exquisitamente talladas.Las juntas y fisuras quedaron desfigurados por blancos y brillantesresiduos de sílice, que habían penetrado por acción capilar.Las algas, asociadas por lo general con organismos que dañan

profundamente la piedra, invadieron los bloques más húmedos.Los liqúenes formaron como placas de lepra sobre algunas estatuas

y erosionaron sus superficies.

Algunas de las medidas de restauración adoptadas en el pasado

resultaron ser perjudiciales: una limpieza demasiado vigorosadebilitó las superficies que intentaba salvar; la reconstrucciónde algunos sectores causó problemas de resistencia en áreas queaún permanecían en su estado original; los revestimientos"protectores" favorecieron la producción de agentes químicos quedañan la piedra.

Para preservar a Borobudur de la ruina era necesario emprenderuna operación total y masiva que requería conocimientoscientíficos, habilidades técnicas, asesoramiento estético y recursosfinancieros considerables.

200 mm en veinticuatro horas, y no es nada excepcional quelleguen a 100 mm diarios.

Este es el clima que Borobudur soportó durante más de milaños. Las lluvias que lo fustigaron colmaron sus inadecuadossistemas de drenaje; los desagües y canalizaciones se desbordarone inundaron las terrazas; las aguas se filtraron a través de las grietasarrastrando a su paso la tierra de las fundaciones. Sectores enterosde la mitad norte de las terrazas bajas quedaron inclinados en

ángulos increíbles y si se hubieran derrumbado, habrían arrastradoconsigo todo el monumento como una avalancha.

Durante siglos, la humedad se fue filtrando a través de los porosde la andesita volcánica (la piedra con la que Borobudur fueconstruido) y atacó sus superficies más exquisitamente talladas.Las juntas y fisuras quedaron desfigurados por blancos y brillantesresiduos de sílice, que habían penetrado por acción capilar.Las algas, asociadas por lo general con organismos que dañan

profundamente la piedra, invadieron los bloques más húmedos.Los liqúenes formaron como placas de lepra sobre algunas estatuas

y erosionaron sus superficies.

Algunas de las medidas de restauración adoptadas en el pasado

resultaron ser perjudiciales: una limpieza demasiado vigorosadebilitó las superficies que intentaba salvar; la reconstrucciónde algunos sectores causó problemas de resistencia en áreas queaún permanecían en su estado original; los revestimientos"protectores" favorecieron la producción de agentes químicos quedañan la piedra.

Para preservar a Borobudur de la ruina era necesario emprenderuna operación total y masiva que requería conocimientoscientíficos, habilidades técnicas, asesoramiento estético y recursosfinancieros considerables.

Ascensión hacia la luz: una de las cuatroescaleras de Borobudur.

La restauración comienza: los andamioscubren los niveles superiores.

Fue necesario construir nuevos cimientos de

concretopara corregir lapeligrosa inclinaciónde los niveles inferiores.

Lo que estaba en juego era algo único: una unidad lograda a

partir de la complejidad, una interacción armoniosa de ornamentoy masa, de piedra y cielo.

Coronado por una stupa central que se alza a más de 30 metrosdel suelo, Borobudur se levanta en forma de pirámide escalonada:

el "pie escondido" soporta cuatro terrazas rectangulares, las que a

su vez sostienen otras tres circulares. Los lados de la base cuadrada

miden 123 metros de largo y la superficie total es de algo más

de una hectárea. Las terrazas rectangulares presentan más de treskilómetros de muros esculpidos, con 1.300 paneles de bajorrelievesy 432 estatuas de Buda, y las 72 stupas caladas de las terrazas

circulares contienen otras tantas estatuas de Buda.Sin embargo, a pesar de la proeza técnica que representó

su construcción hace más de once siglos, no es sólo por este motivoque Borobudur merece figurar en el patrimonio cultural universal.Su característica más destacada es la perfecta armonía entre formay significado simbólico.

La forma de budismo que se difundió en Indonesia fue la de

Mahayama, o Gran Vehículo, de vastos objetivos, y cuya influenciase extendió a Nepal, Tibet, Mongolia, China, Corea y Japón. EnJava se fusionó con el antiguo tantrismo indo-javanés, una de cuyas

L¿ts terrazas inferiores, con suspanelestallados, corrían el riesgo de derrumbarse.

prácticas consistía en recitar fórmulas mágicas. Tal es la tradiciónde Borobudur, reflejada tanto en la ornamentación como en ladisposición de sus piedras de delicadas tonalidades.

Cada uno de los niveles de la montaña artificial corresponde a

una de las tres esferas, o dhatu, en las que la doctrina budista divideel universo: Kamadhatu, la esfera de los deseos, Rupadhatu, la de laforma, y Arupadhatu, la de la ausencia de forma.

La base, o "pie escondido", representa a Kamadhatu, y sus

160 bajorrelieves describen los deseos y placeres mundanos, así

como sus castigos. Estos relieves son tan evocadores que algunoseruditos pensaron que habían sido cubiertos con el propósito de

sustraerlos a las miradas de los peregrinos que llegaban en busca

de iluminación. Otra teoría, más prosaica pero confirmada por losmodernos estudios de suelo, sostiene que las piedras fueronamontonadas alrededor de la base del monumento para reforzar las

fundaciones, al detectarse el hundimiento del terreno.Pero es la segunda etapa, Rupadhatu o la esfera de la forma,

constituida por las cuatro terrazas rectangulares, la que más haintrigado a los investigadores. Los cientos de paneles esculpidos enlos muros de las terrazas y en los parapetos que las bordean son

verdaderos sermones tallados en la piedra, inspirados en el saber

popular y sin duda altamente significativos para los peregrinos.Los especialistas contemporáneos han recurrido a los textos budistasde la antigüedad para comprender su significado. Estos estudioshan mostrado que el monumento fue concebido con el objeto de

proporcionar a los peregrinos budistas un ejercicio espiritual: elequivalente del Vía Crucis para los católicos, los circuitos de laKaaba para los musulmanes, o los siete pasos alrededor del fuegosagrado para el hindú. Concepción austera y mística, pero al mismotiempo práctica.

prácticas consistía en recitar fórmulas mágicas. Tal es la tradiciónde Borobudur, reflejada tanto en la ornamentación como en ladisposición de sus piedras de delicadas tonalidades.

Cada uno de los niveles de la montaña artificial corresponde a

una de las tres esferas, o dhatu, en las que la doctrina budista divideel universo: Kamadhatu, la esfera de los deseos, Rupadhatu, la de laforma, y Arupadhatu, la de la ausencia de forma.

La base, o "pie escondido", representa a Kamadhatu, y sus

160 bajorrelieves describen los deseos y placeres mundanos, así

como sus castigos. Estos relieves son tan evocadores que algunoseruditos pensaron que habían sido cubiertos con el propósito de

sustraerlos a las miradas de los peregrinos que llegaban en busca

de iluminación. Otra teoría, más prosaica pero confirmada por losmodernos estudios de suelo, sostiene que las piedras fueronamontonadas alrededor de la base del monumento para reforzar las

fundaciones, al detectarse el hundimiento del terreno.Pero es la segunda etapa, Rupadhatu o la esfera de la forma,

constituida por las cuatro terrazas rectangulares, la que más haintrigado a los investigadores. Los cientos de paneles esculpidos enlos muros de las terrazas y en los parapetos que las bordean son

verdaderos sermones tallados en la piedra, inspirados en el saber

popular y sin duda altamente significativos para los peregrinos.Los especialistas contemporáneos han recurrido a los textos budistasde la antigüedad para comprender su significado. Estos estudioshan mostrado que el monumento fue concebido con el objeto de

proporcionar a los peregrinos budistas un ejercicio espiritual: elequivalente del Vía Crucis para los católicos, los circuitos de laKaaba para los musulmanes, o los siete pasos alrededor del fuegosagrado para el hindú. Concepción austera y mística, pero al mismotiempo práctica.

Antes de ser trasladadopara restaurarlo,cada elementofue cuidadosamente catalogadoy numerado, como este Buda sin cabeza.

Vista aérea, tomada durante la reconstrucción,que muestra laforma de Borobudur: un círculodentro de un cuadrado.

En el taller instalado alpie de la colina se

limpia minuciosamente una de las504 estatuas de Buda.

Los liqúenes, que crecen como lepra sobre lasantiguaspiedras, corroían su superficie.

Instalacionesprovisionalesparaproteger a los

trabajadores que se ocupan tie las stupas en los

niveles superiores.

Después de atravesar la puerta oriental, con cuatro arcadas

rematadas en cabezas de monstruos que dan a las terrazas, el

peregrino dobla a la izquierda y empieza el ascenso, dejandosiempre el monumento a su derecha. La arquitectura de Borobudurlo conduce en una espiral ascendente que aclara el significado delantiguo nombre de la colina sagrada: Bhumisan Barabudhara,la montaña de la acumulación de la virtud en las diez etapas de

Bodhisattva.Bodhisattva es aquel que como Gautama (el Buda histórico)

renunció a las pasiones mundanas para alcanzar la iluminación.Borobudur fue diseñado de modo de ayudar al peregrino a seguirel sendero trazado por su ejemplo. A medida que asciende en su

búsqueda de perfeccionamiento y liberación del ciclo de lareencarnación, el peregrino pasa junto a esculturas que lo ayudana meditar. Primeramente, en la esfera de la forma, hay relieves queilustran episodios de la vida de Gautama desde su nacimiento hastael sermón de Benarés, en el que definió los principiosfundamentales de sus enseñanzas; luego sigue una serie de

ilustraciones esculpidas, losJatakas, que refieren los actos de Budaen sus encarnaciones anteriores; otra serie, los Avandas, representaa los Bodhisattvas en sus vidas anteriores; y, por último, están los

Uno de los objetivos de la restauración:devolversu característica serenidad a lasterrazas superiores.

460 relieves que muestran escenas del Gandwyuha y del Bhadratjarisobre la vida de Sudhana, quien en su búsqueda de iluminaciónse encuentra con varios Bodhisattvas y con Maitreya, el futuro Buda.

De ese modo, el peregrino llega a la tercera etapa del recorrido:las tres terrazas circulares con las 72 stupas caladas y sus respectivasestatuas de Buda. Aquí, en Arupadhatu ^la esfera de la ausenciade forma los muros están desprovistos de ornamentos, y sólo se

puede contemplar el cielo, la piedra y la stupa central que,hermética y vacía, corona el monumento. Esta cima simboliza el

Nirvana, meta final de todo budista.La inquietud que suscitaba el deplorable estado del monumento

se manifestó mucho tiempo antes de que la Unesco lanzarala campaña internacional para su preservación y ya se habíanpropuesto soluciones diversas: desde la demolición del templo yulterior transporte de sus esculturas a museos, hasta el cubrimientocompleto del santuario en el mismo lugar en que se encuentra.

Lejos de lo quefue su hogar durante más de

mil años, las estatuas de Borobudur esperan eltratamiento científico que les devolverá suesplendor.

A pesar de los múltiples problemas que debe afrontar un país

que acaba de independizarse, el gobierno de Indonesia otorgó granimportancia a la salvaguardia de Borobudur: en 1948 invitó a unamisión arqueológica de la India para que estudiase el problema y

en 1953 solicitó la ayuda de la Unesco. Varias misiones de expertosenviados por la Organización conformaron la opinión de que sólouna operación global y a gran escala podría lograr un resultadosatisfactorio.

Cuanto más se analizaba el problema que planteaba lapreservación del santuario, más evidente era su complejidad:no sólo se requería el auxilio de la ingeniería, sino tambiénde especialistas en la conservación de la piedra, y, sobre todo, era

preciso investigar la naturaleza y características del material quedebía salvarse a fin de que las medidas de preservación fuesen

realmente eficaces. En las actividades preliminares de la operaciónintervinieron expertos en análisis de la fotografía aérea,

arqueología, arquitectura, química, técnicas de conservación,ingeniería sismológica, ingeniería de estructuras, geología,geofísica, hidrología, tecnología de impermeabilización,arquitectura paisajística, meteorología, microbiología, petrografía,física, mecánica de los suelos, supervisión y fotogrametría terrestre.

La senda delperegrino: lospaneles superiores

cuentan la vida del Buda histórico; los .

inferiores narran susprimeras vidasy las de

otros héroes.

Cuando el gobierno de Indonesia solicitó a la Unesco quelanzase una campaña internacional para financiar la restauración de

Borobudur, se sabía que esa campaña tenía posibilidades de éxito,ya que el primer llamamiento de la Organización para salvaguardarlos monumentos de Nubia había superado todas las expectativas.También se sabía que era necesario desmontar y volver a montar las

terrazas para dotarlas de un sistema de drenaje adecuado y limpiarlas esculturas más desfiguradas.

Ya en aquel entonces era evidente que una empresa de esa

envergadura excedía las posibilidades financieras de Indonesia,como las de cualquier país en desarrollo que debe resolverproblemas más urgentes. De modo que la ayuda internacional en

dinero, equipos y técnicas era indispensable, aunque Indonesia se

comprometió a consignar la mayor parte de estos gastos dentro de

su presupuesto nacional, y en realidad lo hizo al aportar el trabajode sus expertos nacionales durante toda la operación de

salvamento.La certeza de que el proyecto de restauración podía ser llevado

a cabo hasta el final permitió encarar una vasta operación querequirió ocho años de preparación y casi diez de ejecución.Los trabajos consistieron en desmontar las terrazas rectangularesy volverlas a montar sobre plataformas de concreto, aisladas

de la estructura de piedra para evitar interacciones químicasperjudiciales sobre cuyos riesgos habían hecho hincapiélos estudios preliminares. Estas plataformas se integraron en

un sistema de filtros y capas impermeables, para aislar laestructura del cuerpo central de la colina de Borobudur, que posee

un drenaje natural, mientras se instalaba un nuevo sistema de

drenaje en las terrazas para evacuar las aguas de las frecuenteslluvias torrenciales.

La senda delperegrino: lospaneles superiores

cuentan la vida del Buda histórico; los .

inferiores narran susprimeras vidasy las de

otros héroes.

Cuando el gobierno de Indonesia solicitó a la Unesco quelanzase una campaña internacional para financiar la restauración de

Borobudur, se sabía que esa campaña tenía posibilidades de éxito,ya que el primer llamamiento de la Organización para salvaguardarlos monumentos de Nubia había superado todas las expectativas.También se sabía que era necesario desmontar y volver a montar las

terrazas para dotarlas de un sistema de drenaje adecuado y limpiarlas esculturas más desfiguradas.

Ya en aquel entonces era evidente que una empresa de esa

envergadura excedía las posibilidades financieras de Indonesia,como las de cualquier país en desarrollo que debe resolverproblemas más urgentes. De modo que la ayuda internacional en

dinero, equipos y técnicas era indispensable, aunque Indonesia se

comprometió a consignar la mayor parte de estos gastos dentro de

su presupuesto nacional, y en realidad lo hizo al aportar el trabajode sus expertos nacionales durante toda la operación de

salvamento.La certeza de que el proyecto de restauración podía ser llevado

a cabo hasta el final permitió encarar una vasta operación querequirió ocho años de preparación y casi diez de ejecución.Los trabajos consistieron en desmontar las terrazas rectangularesy volverlas a montar sobre plataformas de concreto, aisladas

de la estructura de piedra para evitar interacciones químicasperjudiciales sobre cuyos riesgos habían hecho hincapiélos estudios preliminares. Estas plataformas se integraron en

un sistema de filtros y capas impermeables, para aislar laestructura del cuerpo central de la colina de Borobudur, que posee

un drenaje natural, mientras se instalaba un nuevo sistema de

drenaje en las terrazas para evacuar las aguas de las frecuenteslluvias torrenciales.

Las obras requirieron un ejército degrúas.

Para llevar a cabo esta operación fue necesario levantar con

grúas más de un millón de bloques de piedra, previamentenumerados y catalogados (tarea que requirió el concurso de

una computadora, que también se utilizó para controlar todoel proyecto e identificar unas diez mil piedras que se habíandesprendido del monumento, entre las que se contaban algunas

cabezas de estatuas de Buda).Todos los bloques y esculturas se llevaron a un taller instalado

al pie de la colina. Allí se limpiaron las superficies esculpidas,

a veces simplemente lavándolas con agua o cepillándolas en seco,

otras cuando estaban cubiertas de liqúenes mediante una"máscara de belleza" a base de arcilla y productos químicos, con la

que se las recubría todo un día. Con estas técnicas se limpiaroncasi 200 esculturas por día, durante cinco años, secándolas

artificialmente si era necesario y rodándolas con herbicidas. Este

trabajo requería gran esmero pues se quería preservar la pátinanatural y la coloración homogénea de las piedras; por esa razón nose aplicó ningún otro tratamiento químico.

A pesar de la importancia de los trabajos, la reconstrucción de

las terrazas inferiores sobre los nuevos cimientos concluyó en lafecha prevista, lo que permitirá reinaugurar Borobudur a

principios de 1983.

La campaña lanzada por la Unesco el 6 de diciembre de 1972

obtuvo una favorable acogida. Indonesia aportó cerca de

los dos tercios del costo total de los trabajos, que se eleva

a 17.200.000 dólares, mientras que el equivalentede 6.600.000 dólares, en efectivo y en especies, proviene de lacontribución de veintisiete países: República Federal de Alemania,Australia, Bélgica, Birmania, Chipre, España, Filipinas, Francia,Ghana, India, Irán, Iraq, Italia, Japón, Kuwait, Luxemburgo,

Para llevar a cabo esta operación fue necesario levantar con

grúas más de un millón de bloques de piedra, previamentenumerados y catalogados (tarea que requirió el concurso de

una computadora, que también se utilizó para controlar todoel proyecto e identificar unas diez mil piedras que se habíandesprendido del monumento, entre las que se contaban algunas

cabezas de estatuas de Buda).Todos los bloques y esculturas se llevaron a un taller instalado

al pie de la colina. Allí se limpiaron las superficies esculpidas,

a veces simplemente lavándolas con agua o cepillándolas en seco,

otras cuando estaban cubiertas de liqúenes mediante una"máscara de belleza" a base de arcilla y productos químicos, con la

que se las recubría todo un día. Con estas técnicas se limpiaroncasi 200 esculturas por día, durante cinco años, secándolas

artificialmente si era necesario y rodándolas con herbicidas. Este

trabajo requería gran esmero pues se quería preservar la pátinanatural y la coloración homogénea de las piedras; por esa razón nose aplicó ningún otro tratamiento químico.

A pesar de la importancia de los trabajos, la reconstrucción de

las terrazas inferiores sobre los nuevos cimientos concluyó en lafecha prevista, lo que permitirá reinaugurar Borobudur a

principios de 1983.

La campaña lanzada por la Unesco el 6 de diciembre de 1972

obtuvo una favorable acogida. Indonesia aportó cerca de

los dos tercios del costo total de los trabajos, que se eleva

a 17.200.000 dólares, mientras que el equivalentede 6.600.000 dólares, en efectivo y en especies, proviene de lacontribución de veintisiete países: República Federal de Alemania,Australia, Bélgica, Birmania, Chipre, España, Filipinas, Francia,Ghana, India, Irán, Iraq, Italia, Japón, Kuwait, Luxemburgo,

Malasia, Mauricio, Nigeria, Países Bajos, Paquistán, Qatar, ReinoUnido, República Unida de Tanzania, Singapur, Suiza y Tailandia.

Además de las donaciones hechas directamente al gobiernode Indonesia, de los ingresos obtenidos con la venta de medallasconmemorativas de la Unesco y de las contribuciones privadasefectuadas por medio del sistema de cupones de la Unesco o en

moneda extranjera, otras contribuciones provienen del ComitéAmericano para Borobudur, el Tercer Fondo del J.D.R. de NuevaYork, la Asociación Conmemorativa de la Exposición Mundial delJapón, el Comité Nacional Neerlandés para Borobudur, la LoteríaGeneral de los Países Bajos y el Grupo de Apoyo de Nagoya parala Restauración de Borobudur.

Estos trabajos para la salvaguardia de Borobudur a los que elDirector General de la Unesco, Sr. Amadou-Mahtar M'Bow,calificó de ' esfuerzo conjunto para preservar para las generacionesfuturas uno de los tesoros del patrimonio cultural de lahumanidad", empleó a unas 600 personas, entre las que se contabanexpertos de diez países. A pesar de la complejidad de los problemastécnicos y del constante efecto restrictivo provocado por elaumento de los costos y la inflación, los esfuerzos fueron coronadospor el éxito. La extraordinaria visión de un país en desarrollo y

la lucidez de la comunidad internacional al reconocer que la

importancia de Borobudur está más allá de las consideracionespolíticas y económicas normales y de los límites del tiempo y de lageografía han permitido lograr este extraordinario resultado.

Quienes apreciarán mejor el valor de ese esfuerzo serán sin dudaaquellos que puedan contemplar Borobudur por sí mismos: unajoya engarzada en un parque arqueológico y natural, un triunfo de

la ingeniería, la ciencia, la erudición y el esfuerzo humano, unsímbolo de lo que puede lograr el trabajo mancomunado.

Lasfachadas se caracterizanpor el contrasteentre la masa depiedray las intrincadasesculturas.

Malasia, Mauricio, Nigeria, Países Bajos, Paquistán, Qatar, ReinoUnido, República Unida de Tanzania, Singapur, Suiza y Tailandia.

Además de las donaciones hechas directamente al gobiernode Indonesia, de los ingresos obtenidos con la venta de medallasconmemorativas de la Unesco y de las contribuciones privadasefectuadas por medio del sistema de cupones de la Unesco o en

moneda extranjera, otras contribuciones provienen del ComitéAmericano para Borobudur, el Tercer Fondo del J.D.R. de NuevaYork, la Asociación Conmemorativa de la Exposición Mundial delJapón, el Comité Nacional Neerlandés para Borobudur, la LoteríaGeneral de los Países Bajos y el Grupo de Apoyo de Nagoya parala Restauración de Borobudur.

Estos trabajos para la salvaguardia de Borobudur a los que elDirector General de la Unesco, Sr. Amadou-Mahtar M'Bow,calificó de ' esfuerzo conjunto para preservar para las generacionesfuturas uno de los tesoros del patrimonio cultural de lahumanidad", empleó a unas 600 personas, entre las que se contabanexpertos de diez países. A pesar de la complejidad de los problemastécnicos y del constante efecto restrictivo provocado por elaumento de los costos y la inflación, los esfuerzos fueron coronadospor el éxito. La extraordinaria visión de un país en desarrollo y

la lucidez de la comunidad internacional al reconocer que la

importancia de Borobudur está más allá de las consideracionespolíticas y económicas normales y de los límites del tiempo y de lageografía han permitido lograr este extraordinario resultado.

Quienes apreciarán mejor el valor de ese esfuerzo serán sin dudaaquellos que puedan contemplar Borobudur por sí mismos: unajoya engarzada en un parque arqueológico y natural, un triunfo de

la ingeniería, la ciencia, la erudición y el esfuerzo humano, unsímbolo de lo que puede lograr el trabajo mancomunado.

Lasfachadas se caracterizanpor el contrasteentre la masa depiedray las intrincadasesculturas.

FUENTES

Chandi Borobudur. Proceedings ofthe International Symposium.

Executive Committee for the International Symposium, Tokio,Kyodo News Enterprise, 1981.

Groslier, Bernard P. Borobudur. El Correo de la Unesco,

junio de 1968.

Hwert, Giselle. The conservation ofthe Borobudur temple.

Documento Unesco, RMO/RD/2646/CLP, julio de 1972.

Marzuki, Yazir; Awuy, Fred D. Namo Buddhaya. Amsterdam,Indonesia Overseas Bank.

Voûte, Caesar. The restoration and conservation project ofBorobudur temple, Indonesia. Studies in conservation, vol. 18,

n.°3.

Agradecemos la valiosa cooperación de la Delegación de Indonesiaante la Unesco, del Centro Cultural Asiático de la Unesco en Tokioy de la Federación Nacional de las Asociaciones de la Unesco en elJapón.

Las gárgolas de Borobudur eran terroríficaspero inadecuadaspara las torrentosas lluvias.Hubo que instalar un sistema moderno dedrenaje.

FUENTES

Chandi Borobudur. Proceedings ofthe International Symposium.

Executive Committee for the International Symposium, Tokio,Kyodo News Enterprise, 1981.

Groslier, Bernard P. Borobudur. El Correo de la Unesco,

junio de 1968.

Hwert, Giselle. The conservation ofthe Borobudur temple.

Documento Unesco, RMO/RD/2646/CLP, julio de 1972.

Marzuki, Yazir; Awuy, Fred D. Namo Buddhaya. Amsterdam,Indonesia Overseas Bank.

Voûte, Caesar. The restoration and conservation project ofBorobudur temple, Indonesia. Studies in conservation, vol. 18,

n.°3.

Agradecemos la valiosa cooperación de la Delegación de Indonesiaante la Unesco, del Centro Cultural Asiático de la Unesco en Tokioy de la Federación Nacional de las Asociaciones de la Unesco en elJapón.

Las gárgolas de Borobudur eran terroríficaspero inadecuadaspara las torrentosas lluvias.Hubo que instalar un sistema moderno dedrenaje.