boletin diseño grafico

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0 EL GRADO 0 DEL DISEÑO Los objetos sencillos, poco vistosos y muy económicos se imponen como tendencia inspirada en el sentido común Corolla de plástico para bote de Nutella, creado por la empresa española Nadadora, y que ganó el concurso internacional convocado por la multinacional Ferrero Rocher. Puede que hubiéramos dejado de ver el camino más fácil. Puede que, abrumados por la información visual que nos rodea, hubiéramos llegado a perder de vista lo obvio, lo que del peso cae, lo que no debería ser de otra manera. Los nuevos diseños, el diseño de quien quiere llegar a algún sitio -no el de los que buscan mantenerse en ese sitio- envía ese mensaje. Desde varios países del mundo, algunos diseñadores vuelven a creer en la resta, en la línea recta y en el grado cero del diseño. Lo novedoso de esa sensata elección no es sólo que haya empresarios dispuestos a seguirles el juego. La auténtica revolución es que sean las propias empresas multinacionales las que soliciten diseños lógicos y sencillos: puro sentido común. Este año, la marca Nutella, de la multinacional Ferrero Rocher, convocó un concurso internacional entre diseñadores. Se solicitaba un artilugio, una pieza de merchandising para regalar en las promociones de supermercado junto a sus productos. El colectivo asentado en Valencia Nadadora participó en dicho concurso. Y lo ganó con una inversión bajo mínimos: un plato de plástico. Agujereado, y transformado, el recipiente de plástico inyectado se llama ahora Corolla (corona en italiano) y, ciertamente, confiere un nuevo halo a la merienda infantil. Se enrosca alrededor de la boca de los tarros de Nutella, la crema de avellanas estrella de la empresa italiana, y convierte el chocolate en un manjar. Lo que Isaac Piñeiro y sus socios de estudio propusieron con su diseño fue darle ideas a los compradores: transformar la Nutella en un dip, en un nuevo snack gracias a una corona de plástico en la que colocar frutas o galletas para hundir en el chocolate. La idea parte del dedo que cualquier niño metería en un bote abierto de crema de chocolate. Es de cajón, cuesta poco más de cinco céntimos de euro y ha resultado premiada. Algo parecido acaba de suceder en otra empresa internacional, la japonesa Muji, que vende productos anónimos pero fácilmente reconocibles por una estética entre funcionalista y zen, y que cuenta con más de 100 comercios repartidos por el mundo. Para surtirlos, hace tres años que convoca un concurso internacional de diseño y luego produce los proyectos ganadores. De las 1.986 propuestas que se presentaron este año, las cañitas firmadas en Japón (las pajitas originales, las que provienen del propio tallo del trigo, como las de antaño) fueron el producto ganador. El diseñador de la pieza no tuvo que hacer absolutamente nada. Sólo pensar. Volver a pensar, que puede resultar más difícil que ponerse a pensar.

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Bolñetin de actualidad, diseño bajo cero

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0 EL GRADO 0 D

EL D

ISEÑO

Los objetos sencillos, poco vistosos y muy económicos se imponen como tendencia inspirada en el sentido común

Corolla de plástico para bote de Nutella, creado por la empresa española Nadadora, y que ganó el concurso internacional convocado por la multinacional Ferrero Rocher.

Puede que hubiéramos dejado de ver el camino más

fácil. Puede que, abrumados por la información visual que nos rodea, hubiéramos llegado a perder de vista lo obvio, lo que del peso cae, lo que no debería ser de otra manera.

Los nuevos diseños, el diseño de quien quiere llegar a algún sitio -no el de los que buscan mantenerse en ese sitio- envía ese mensaje. Desde varios países del mundo, algunos diseñadores vuelven a creer en la resta, en la línea recta y en el grado cero del diseño. Lo novedoso de esa sensata elección no es sólo que haya empresarios dispuestos a seguirles el juego. La auténtica revolución es que sean las propias empresas multinacionales las que soliciten diseños lógicos y sencillos: puro sentido común.

Este año, la marca Nutella, de la multinacional Ferrero Rocher, convocó un concurso internacional entre diseñadores. Se solicitaba un artilugio, una pieza de merchandising para regalar en las promociones de supermercado junto a sus productos. El colectivo asentado en Valencia Nadadora participó en dicho concurso. Y lo ganó con una inversión bajo mínimos: un plato de plástico. Agujereado, y transformado, el recipiente de plástico inyectado se llama ahora Corolla (corona en italiano) y, ciertamente, confiere un nuevo halo a la merienda infantil. Se enrosca alrededor de la boca de los tarros de Nutella, la crema de avellanas estrella de la empresa italiana, y convierte el chocolate en un manjar. Lo que Isaac Piñeiro y sus socios de estudio propusieron con su diseño fue darle ideas a los compradores: transformar la Nutella en un dip, en un nuevo snack gracias a una corona de plástico en la que colocar frutas o galletas para hundir en el chocolate. La idea parte del dedo que cualquier niño metería en un bote abierto de crema de chocolate. Es de cajón, cuesta poco más de cinco céntimos de euro y ha resultado premiada.

Algo parecido acaba de suceder en otra empresa internacional, la japonesa Muji, que vende productos anónimos pero fácilmente reconocibles por una estética entre funcionalista y zen, y que cuenta con más de 100 comercios repartidos por el mundo. Para surtirlos, hace tres años que convoca un concurso internacional de diseño y luego produce los proyectos ganadores. De las 1.986 propuestas que se presentaron este año, las cañitas firmadas en Japón (las pajitas originales, las que provienen del propio tallo del trigo, como las de antaño) fueron el producto ganador. El diseñador de la pieza no tuvo que hacer absolutamente nada. Sólo pensar. Volver a pensar, que puede resultar más difícil que ponerse a pensar.

Repensar, precisamente, es lo que ha hecho otro diseñador español, Pedro Ochando, al idear su lámpara con una pantalla de hueveras recicladas. El diseño, que dirige la luz como un foco sobre la mesa o el rincón donde cuelga la lámpara, forma parte del proyecto Revival, en el que, junto a Ochando, diseñadores como Marina Rodríguez, Vicente Luján o José Alburquerque tratan de dar nuevos usos a materiales y objetos desechados. Tal vez no sea casualidad que Ochando perteneciese, hasta hace poco, al colectivo Nadadora, un grupo de diseñadores que lleva años diseñando objetos sencillos, poca cosa para la que no parece pasar el tiempo: es decir diseño en estado puro

EL GRADO 0 DEL DISEÑO

DE LOGOS, CONTEXTOS Y MODELOS MENTALES Suele suceder en nuestra profesión, que incorporamos la moda de las palabras antes que los conceptos. Se habla demasiado de branding mientras se piensa y se enseña la identificación visual de las organizaciones igual que hace tres décadas.

Construir un logo1 que sea estéticamente adecuado y a la vez cumpla con todas sus restricciones ha sido siempre muy difícil. No se trata de justificar honorarios o exaltar la profesión: basta con ver las buenas marcas y sus derivaciones. A quienes aún suponen que diseñar un buen logotipo es sencillo, (algo así como el grado cero del diseño gráfico, según se lo enseña en algunos lugares), les recomiendo comparar los algo más de cien logos revistados en Identityworks.com (un sitio de nivel profesional con precisos comentarios de Tony Spaieth) contra los quince mil que se exhiben en LogoPond.com (un sitio para estudiantes y principiantes). A pesar de la enorme diferencia de casos, este último sitio no reúne la misma cantidad de buenas marcas gráficas que el primero.

Pensemos ahora en las implicancias de construir identidad visual en un paradigma empresarial gobernado por el branding. Una cultura comercial basada en la creación de atribuciones simbólicas que deja al diseño más expuesto en su función de diferenciador. Un contexto social donde el «compre por marca» es la primera opción de búsqueda y en la que los niños de edad preescolar conocen las marcas antes que el valor del dinero.2

0 EL GRADO 0

DEL DISEÑO

Desempeño laboral y habilidadesDesempeño laboral y habilidadesLa capacidad de diseñar no es innata, sino que se

adquiere mediante la práctica y la reflexión. Aun así, sigue siendo una facultad, una cosa en potencia. Para explotar esa potencia es necesaria la educación permanente y la práctica, ya que es muy difícil adquirirla por la intuición. La creatividad, la innovación y el pensamiento lateral son habilidades clave para el desempeño laboral del diseñador gráfico. El acto creativo es el núcleo gestor del proceso de diseño pero la creatividad en sí no consiste en un acto de diseño. Sin embargo, la creatividad no es exclusiva en el desempeño del diseño gráfico y de ninguna profesión, aunque sí es absolutamente necesaria para el buen desempeño del trabajo de diseño.

El rol que cumple el diseñador gráfico en el proceso de comunicación es el de codificador o intérprete del mensaje. Trabaja en la interpretación, ordenamiento y presentación de los mensajes visuales. Este trabajo tiene que ver con la planificación y estructuración de las comunicaciones, con su producción y evaluación. El trabajo de diseño parte siempre de una demanda del cliente, demanda que acaba por establecerse lingüísticamente, ya sea de manera oral o escrita. Es decir que el diseño gráfico transforma un mensaje lingüístico en una manifestación gráfica.

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