boletin 3-6-12
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60:4
el boletín nº105
en el centro de su voluntad
www.acercatealavida.com.ar
Domingo 3 de Junio de 2012
por ROB BELL
respiración
INTERCESORES DE LA CIUDAD / Viernes 8/6 / 20:30 Hs.Vigilia de Oración / Tte. Ibañez 559 (Ig. Pr. Buck)
desde el Martes 5/620:30 Hs. / España 460
MateriaREINO DE DIOS
El Ministerio de Intercesión invita a toda la iglesiaa sumarse para AYUNAR, ORAR y ESTUDIAR LA PALABRA
Todos los Lunes en horario habitual (19 a 22 Hs.)
Con la visita del Pastor
DanielGonzalez
Jueves 21/6Viernes 22/6
por ROB BELLrespiraciónCada día, respiramos unas 26.000 veces,
aproximadamente unos 14.000 litros de aire.
Deberíamos respirar desde el estómago, no del
pecho. Pero cuando estamos distraídos o con
estrés, cuando nos movemos muy rápido,
tendemos a respirar con el pecho. Tomamos
entre cuatro y seis respiraciones por minuto.
Pero la mayoría de nosotros tomamos entre 16 y
20 respiraciones por minuto. Los expertos dicen
que deberíamos obtener un 99% de nuestra
energía de nuestra propia respiración. Y dicen
que la mayoría de nosotros solo accede de 10%
a 20% de esa energía. Es decir, con todo lo que
nos ocupa en la vida diaria, ¿quién piensa en su
respiración?
Ahora, hay cierta historia sobre un pastor
llamado Moisés quien vive en una tierra llamada
Madián. Y Dios se le aparece, y le habla a través
de un arbusto ardiente. Y Dios dice: “Moisés,
quítate las sandalias, porque la tierra que estás
pisando es sagrada”. Moisés ha caminado en
esta tierra por 40 años. No es como si la tierra se
hubiera vuelto sagrada de repente. No es que
esa tierra haya cambiado. Es que Moisés se
percata de ella. Lo cual nos hace preguntarnos:
“¿Estamos parados en tierra sagrada todo el
tiempo? ¿Pasamos de largo a arbustos ardientes
por la izquierda y la derecha, y como vamos tan
rápido y estamos tan distraídos, no los vemos?”
Dios ha oído el clamor de Su pueblo, esclavizado
en Egipto. Y quiere que Moisés vaya a
rescatarlo. Y Moisés dice: “Bueno, pero si voy a
ellos y les digo que Dios los quiere liberar, me
van a preguntar: ´¿Cómo se llama este Dios?´”.
Así que Moisés le pregunta a Dios: “Cuál es Su
nombre?” Y Dios responde: “Moisés, diles que te
envió el SEÑOR”. Este nombre, “SEÑOR”, si
leemos una traducción al español de la Biblia, se
escribe con letras mayúsculas “S-E-Ñ-O-R”. El
nombre aparece más de 6.000 veces en la
Biblia. Pero originalmente, no estaba escrito en
español. Estaba escrito en hebreo. Y en hebreo,
el nombre estaba formado por cuatro letras.
Diríamos: “Y, H, V, H”. Pero en hebreo, las letras
se pronuncian, “Yod, Hey, Vav, Hey”. Algunos
pronuncian este nombre “Jehová” o “Yahveh”,
aunque en muchas tradiciones el nombre ni
siquiera se pronuncia, por ser considerado tan
sacro, tan misterioso, tan sagrado. De hecho, los
antiguos rabinos creían que estas letras, que
funcionan como vocales en hebreo, eran en
realidad esencialmente sonidos de respiración, y
que, en definitiva, el nombre es sencillamente
impronunciable. Porque las letras, estando
juntas, esencialmente suenan a respiración.
“Yod”, “Hey”, “Vav”, “Hey”. ¿Es el nombre de
Dios el sonido de la respiración?
Génesis dice que cuando Dios creó a la primera
persona, Dios tomó polvo, tierra del suelo, y le
dio forma y sopló en él aliento de vida, y se
volvió un ser viviente. El término hebreo para
“tierra” es “adamah”, y el nombre de la primera
persona es “Adán”. Básicamente, de “adamah”
nos llega “Adán”. Pronunciamos el nombre
“Adán”. De la tierra, llega el hombre de tierra. Del
polvo, llega el hombre de polvo. Hay una
paradoja en la esencia de lo que significa ser un
ser humano. Somos frágiles y vulnerables.
Venimos del polvo. Como dice Eclesiastés:
“Todos venimos del polvo”. Está escrito en los
Salmos: “Todos vienen del polvo y luego mueren
y al polvo vuelven”.
El otro día, estaba tratando de llamar a alguien.
Entonces, marqué el número en mi teléfono. La
llamada no conectaba, y volví a marcar, y seguía
sin conectar. Luego mi teléfono me indicó que
necesitaba volver a marcar. Y cada vez, me
sentía más y más frustrado. Y me sorprendí a
punto de arrojar el teléfono por la ventana. ¿Por
qué las cosas más extrañas pueden afectarnos
tan rápidamente? ¿Alguna vez tienen momentos
en los que se sienten a punto de perder el
control de sí mismos? Venimos del polvo. Somos
frágiles. Como está escrito en los Salmos: “La
vida de cada persona es un suspiro, incluso la de
los que parecen seguros”. Si alguna vez han
caminado por los pasillos de un hospital, si
alguna vez se han parado junto a un ataúd, si
alguna vez han pasado junto a un accidente
serio, entonces saben exactamente de lo que
hablo.
La vida es frágil. Y sin embargo, al mismo
tiempo, el Creador del universo nos ha dado vida
con Su aliento. Y este aliento divino existe en
cada ser humano que ha existido. El Salmo 8
dice que Dios nos ha coronado con gloria y
honor. Ahora, la gloria y el honor en este pasaje
no se refieren a Dios. Se refieren a las personas
que Dios ha creado. Somos estos terrones
sagrados, divinos, y aun así, poseemos poder y
fuerza increíbles. Su vida no es sino un suspiro,
y usted fue creado por el Creador de todo. Por
miles de años, las personas han comprendido
que esta respiración física que tenemos
representa de hecho una realidad más profunda.
En la Biblia, la palabra “respiración” es la misma
palabra que la palabra para “espíritu”. En hebreo,
es la palabra “ruah”. En griego, es la palabra
“pneuma”. Una de las Sagradas Escrituras dice
que cuando Dios nos quita la ruah, el aliento de
toda criatura viviente, la criatura muere y vuelve
al polvo. Pero cuando Dios envía ruah, el
“espíritu”, ese ser es creado. “Aliento”, “espíritu”,
la misma palabra. Y los primeros cristianos
tomaron esta idea, y la llevaron más lejos. Ellos
creían que el Espíritu de Dios reside, literalmente
habita, en las personas. Un texto, en Romanos
8, dice que si el pneuma, el Espíritu de Dios que
levantó a Jesús de los muertos, vive en usted,
entonces le dará vida.
Otra de las Escrituras dice que lo que el Espíritu
de Dios hace al vivir en nosotros es
santificarnos. La palabra “santificar” significa
“purgar” o “limpiar”. Lo que significa
esencialmente es que si dejan entrar a Dios,
cuando respiran, lo que sucede es que se
vuelven conscientes de todas las cosas que
necesitan dejar atrás, de todo lo que necesitan
desprenderse.
Si fueran totalmente honestos ahora mismo
sobre lo que está sucediendo dentro de ustedes,
¿qué descubriríamos? ¿ Qué dirían si se
abrieran? ¿Qué hay adentro? ¿Por qué están
enojados? ¿Por qué se preocupan? ¿Qué les
causa ansiedad? ¿Qué les está molestando?
¿Qué está ocupando sus cabezas? ¿Qué les
está causando estrés? Es decir, si fuéramos
completamente honestos sobre lo que sucede
dentro de ustedes, ¿hay algo que necesitan
exhalar en este momento? Jesús dijo que lo que
hace el Espíritu de Dios es guiarnos hacia la
verdad. ¿Hay algo en lo que necesitan ser
guiados? Quizá lo que necesitamos está tan
cerca como nuestra próxima inhalación.
Otra Escritura dice que Dios da espíritu sin
límites. ¿Hay algo que necesiten respirar en este
momento? Como dice en Efesios, capítulo 4:
“Hay un Dios y Padre de todos que está sobre
todo y a través de todo y en todo”. Como dice en
Hebreos, Capítulo 2: “Hay un Dios, para quien y
a través de quien todo existe”. O, en palabras de
Jesús: “Dios es Espíritu”. Y usted es una
creación sagrada de Dios. El Aliento divino fluye
a través de usted, y fluye a través de la persona
junto a usted, y fluye a través de la persona junto
a esa persona. Están en tierra sagrada. Y hay
santidad en las personas que nos rodean. Y
cómo las traten, Jesús dijo que lo que hagan por
los demás, lo hacen también por Él. Dios está allí
porque Dios está aquí.
No es necesario que alguien esté de acuerdo
con esto para que sea verdad. Dios ya nos ha
dado vida y el aliento que acabamos de tomar y
al aliento que tomamos antes de ese y el que
vamos a tomar y el que tomaremos después de
ese. Cuando nace un bebé, ¿qué es lo primero
que debe hacer para sobrevivir? ¿Debe respirar
o decir el nombre de Dios? Y, ¿qué es lo último
que uno hace antes de morir? ¿Lo último que
hacemos es tomar nuestro último aliento, o es
que cuando ya no podemos decir el nombre de
Dios, entonces morimos? ¿Es posible que uno
comparta una comida con un amigo que no cree
en Dios? Y puede que uno esté sentado frente a
ese amigo que dice: “No existe un Dios”. Y lo
que uno esté oyendo sea: “Yod, Hey, Vav, Hey”.
Que puedan llegar a ver que Dios está aquí,
ahora, con nosotros todo el tiempo. Que puedan
llegar a ver que el suelo que pisan es sagrado. Y
al desacelerar, que cobren conciencia de que es
en Yod, Hey, Vav, Hey que vivimos, y nos
movemos, y respiramos.
(Transcripción del Subtitulado del Video
“Breathe” (Respiración) de la serie Nooma de
Rob Bell)
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Lunes 19 a 22 (M.Muñoz 529)
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