beatrice bizot x verònica ortega i enric virgili
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Una visió dels estudiants Verònica ortega i enric Virgili de l'artista Beatrice Bizot a propòsit de l'exposició 10 artistes x Tàpies, en la que participa.TRANSCRIPT
“Mi familia tiene algo especial, y es que siempre nos hemos expresado de forma artística”
Beatrice, nació en Milán en el año 1966. Tiene 4
hermanos. Uno de ellos es escritor y una hermana
fotógrafa. Su padre trabajó con la escultura aunque
no se ganaba la vida de esto, desde muy pequeña la
inició. Siempre tuvo talleres de escultura allá donde
viajaban.
Esta frase, resume la expresión artística de mi
familia y como me introduje en este mundo gracias a
ellos.
“Mi primera escultura…”
Su primera escultura fue el retrato de su padre a los
12 años, y le salió mejor de lo que esperaba. Este
retrato ahora mismo se encuentra en París. A partir
de ahí se dio cuenta de que se le daba bien esculpir.
Nos contó que al verla a día de hoy, se da cuenta de
que fue la chispa inicial de su carrera como artista.
“Pero no todo fue esculpir…”
Al principio de su carrera prefería escribir. De
hecho ella quería ser periodista. Estudió historia y
periodismo. No quería competir con sus hermanos
en los estudios del arte. Tubo una etapa muy
distinta a la de ahora, antes de elegir la vía de la
escultura.
“A mis 20 años…”
Con 20 años, coincidió con un artista llamado Jiri Kolar,
con quien tubo una relación epistolar.
Jiri Kolar es un artista checo que le enseñó muchísimo.
Era muy famoso en su país, emblemático del arte
moderno, un poeta, filósofo, exiliado a París fue cuando
nos conocimos.
Esta relación consistía en escribirle cada día cartas
durante un año y él le contestaba con obras de arte y
collages.
Todos los collages que hicieron se expusieron junto con
sus cartas y esculturas en la Galería Nacional de Praga.
“Mis palabras se transformaron en imágenes y formas”
Éste mismo año mientras intercambiaba cartas con el artista checo,
Beatrice ya hacia esculturas por su propia cuenta. Nos dice que fue un
año importante para su vida ya que las palabras se trasladaron en
imágenes. Él mediante las cartas que ella le escribía, las contestaba con
collages. Era un diálogo artístico. Sus palabras se transformaban en
imágenes y formas.
A partir de este momento, siguió haciendo periodismo pero poco a poco
la producción artística de la escultura cobró más fuerza que el
periodismo.
Luego viajó a América donde tubo más tiempo de perfeccionar la
escultura.
Antes de casarse estuvo en Italia donde hacían un concurso para entrar
en la academia de Bellas artes de Milán. Empezó sus estudios allí pero
no los pudo terminar.
“En América conocí a un escultor llamado James Hopfensperger…”
En su estancia en América, conoció a un
escultor llamado James, el cual le enseñó la
técnica de la escultura. Durante dos años él la
ayudo a dar el gran salto a la escultura y de
alguna manera a consolidarse como artista. Le
enseñó toda la técnica del bronce y las bases
de la escultura.
Beatrice nos cuenta que el bronce tiene un
encanto milenario.
“He pasado virtualmente mucho tiempo con él en mi taller”
“Mi homenaje a Antoni Tàpies”
A Beatrice le sorprendió los resultados de las obras
de los demás artistas en “La obra de 10 artistas x
Tàpies”.
A ella especialmente le llamó muchísimo la
atención, las incisiones en pintura matérica que
Tàpies hacía. Veía obvio que todos iban ha hacer
lo mismo pero no fue así. Nos cuenta que es
divertido ver como cada uno filtra la obra de Tàpies.
“Cogí mis esculturas, trozos de caras rotas , como si fueran hojas de papel y las tatué a la Tàpies”
Es importante en la obra de Tàpies la presencia del cuerpo humano,
generalmente en partes separadas, de formas esquemáticas, muchas veces
con apariencia de deterioro, el cuerpo aparece rasgado, agredido,
agujereado.
Como se puede observar en la imagen, Beatrice cogió trozos de caras rotas
de esculturas y las utilizó para esta obra en homenaje a Tàpies, siguiendo
así uno de los rasgos distintivos de Tàpies, el cuerpo en partes agredido.
Otros aspectos de Tàpies que se pueden observar a simple vista en la obra
de Beatrice son los colores marrón, gris, negro, blanco y rojo, igual que el
código de color que tenia Tàpies.
En esta obra no solo quiso marcar la caligrafía de Tàpies sino también
impregnar la materia de sus tonos. Con óxidos férricos, cemento blanco,
gris, pintura negra… Dice creer haber respetado el código del color de
Tàpies.
“Como una alumna de caligrafía, busqué y repetí los gestos, incisiones, tatuajes y colores que podían desvelar la interioridad de mis fragmentos en los pasos de Antoni Tàpies”
Los rostros que vemos en la imagen, son algunas de las
pruebas que hizo Beatrice para la obra de Antoni Tàpies.
Nos cuenta que los rostros representados, los hace de forma
repetitiva, es una imagen mental, un rostro sin modelo. No le
importa la representación del cuerpo de una persona
concreta, sino más bien la representación de la persona
humana.
Suele representar los rostros con los ojos cerrados,
interiorizándose, buscando su propia condición. Es la
búsqueda de su interior.
Nos cuenta que representa los ojos cerrados porque no son
ellos quienes nos miran sino, nosotros a ellos.
“Intenté adentrarme en su manera de impregnar sus colores”
Beatrice utiliza en su obra los colores marrón, gris, negro, blanco y rojo, igual que el
código de color que tenia Tàpies.
Los colores terrosos la vehiculan con Tàpies. El color marrón nos cuenta que es el
color de la interioridad.
Un rasgo distintivo en Tàpies era la austeridad cromática, generalmente se movía en
gamas de colores austeros, fríos, terrosos, como el ocre, marrón, gris, beige o negro.
El hecho de estar rodeado continuamente por el impacto de la publicidad y las
señalizaciones características de nuestra sociedad también le llevó a buscar un color
más interiorizado, lo que podría definirse como la penumbra, la luz de los sueños y
de nuestro mundo interior. El color marrón se relaciona con una filosofía muy ligada
al franciscanismo, con el hábito de los frailes franciscanos.
Los colores grises y marrones son más interiores, según Tàpies.
Se puede decir entonces, que Beatrice es fiel a Tàpies en lo que respeta a la gama
cromática y su significado.
“Intenté entender que
hacía, de lo que hablaba”
Beatrice nos contó que intentó entender a Tàpies, que hacía, que representaba, de lo que hablaba. Se puso dentro de
su mundo.
Decidió entonces, llevar la obra de Tàpies a su nivel, a su estilo, sin perder su esencia.
Decidió por tanto, utilizar sus rostros para tatuarlos como lo hacia Tàpies. Mezcló entonces el significado de su obra,
los rostros de yeso, unos rostros que miran hacia el interior, con la gama cromática y el simbolismo de Tàpies.
Para Tàpies los símbolos como las cruces, las formas geométricas, los números tenían una significación alegórica
relativa al mundo interior del artista, evocando temas tan trascendentales como la vida y la muerte, o como la soledad,
la incomunicación o la sexualidad. Esto se vió reflejado sobretodo entre y en su período más matérico, con un estilo
austero, con colores neutros, de la tierra, y profusión de signos.
Un ejemplo es el símbolo de la (T) de Tàpies, la cruz de aspa (X) que la utilizaba como un misterio, una incógnita o
con la intención de tachar algo.
Para ella, la obra de Tàpies es misteriosa con un aspecto mágico. Utiliza los símbolos que ella vió en sus obras para
inscribirlos en la suya.
Las cruces son cruces de camino, para tachar, o para indicar un punto del cuadro. Quise tatuar mis obras a la Tàpies.
Las cruces son presentes en la obra de Tàpies mas que en su obra en si. Son símbolos muy emblemáticos de este
artista. En sus obras son como incisiones un poco dolorosas quizás, abertura verso el interior de estos personajes.
Tubo que hacer, como podemos observar en la imagen, muchas pruebas de caligrafía y de incisiones para llegar al
resultado final de ésta obra dedicada a Tàpies.
“Una forma de escritura”
A Beatrice lo que más le impacto de la obra de Tàpies fue
la manera de expresarse con símbolos.
Nos dice que su arte es una forma de escritura. Esta
escritura nos cuenta que también la ha podido expresar y
sentir en la obra dedicada a Tàpies.
También nos cuenta que la obra de Tàpies en ultima
instancia es como un grafiti.
Beatrice se baso en la impregnación de la caligrafía de los
colores de Tàpies, símbolos de interioridad como el
marrón, blanco, gris con puntos rojos.
“Mis obras …”
Al final, nos cuenta que ha cogido sus esculturas, trozos de
caras rotas, como si fueran hojas de papel y las ha tatuado a
la Tàpies .
“Ellas no nos miran pero nosotros estamos atraídos en sus
interioridades.”
La forma en si de la escultura no le interesa pero la
interacción entre varios de sus personajes si.
El cabello y la cabeza no le interesan, solo el rostro que es lo
que más fuerza tiene.
“Mi obra es como un camino inacabado, lo que estoy
haciendo me enseña lo que estoy buscando. Lo que estoy
buscando aun no lo he encontrado.
“Mi obra es como un camino inacabado. Lo que estoy haciendo me enseña lo que estoy buscando y lo que
estoy buscando aun no lo he encontrado.”
Verónica OrtegaEnric Virgili
“10 artistes x Tàpies”