barie cletus 2003 pueblos indíg y der constitucionales al

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“Pocas son las Constituciones de América Latina que hacen referencia a sus poblaciones indígenas”, concluye Rodolfo Stavenhagen en 1988 en un extenso análisis sobre los derechos de estos grupos. Actualmente, esta situación se ha invertido. En apenas cinco Constituciones de 21, los pueblos indígenas no son titulares de algún derecho. Pueblos Indígenas y derechos constitucionales en América Latina: un panorama es una de las primeras aproximaciones sistemáticas a los desarrollos legislativos más recientes en la materia en los 21 países latinoamericanos. Cada caso nacional recibe un tratamiento analítico semejante, que incluye secciones de mapas, información demográfica, transcripción de artículos constitucionales relevantes, clasificación de los derechos indígenas, desarrollo de la legislación secundaria, comentario interpertativo, extractos de citas, entrevistas, referencias bibliográficas y cibernéticas. El estudio es punto de partida substancial para comprender la compleja realidad multicultural de América Latina, la visión de los legisladores sobre las minorías o mayorías étnicas y la evolución con- temporánea del derecho constitucional. Cletus Gregor Barié es licenciado en Estudios Latinoamericanos (Universidad Nacional Autónoma de México) y master en Derechos Humanos (Universidad Internacional de Andalucía). Fue corresponsal y representante para América Latina de varios periódicos y revistas especializadas de Alemania. Desde 2000 trabaja en diferentes instancias de la cooperación internacional en programas sobre el manejo de conflictos sociales. 2 a edición actualizada y aumentada “Pocas son las Constituciones de América Latina que hacen referencia a sus poblaciones indígenas”, concluye Rodolfo Stavenhagen en 1988 en un extenso análisis sobre los derechos de estos grupos. Actualmente, esta situación se ha invertido. En apenas cinco Constituciones de 21, los pueblos indígenas no son titulares de algún derecho. Pueblos Indígenas y derechos constitucionales en América Latina: un panorama es una de las primeras aproximaciones sistemáticas a los desarrollos legislativos más recientes en la materia en los 21 países latinoamericanos. Cada caso nacional recibe un tratamiento analítico semejante, que incluye secciones de mapas, información demográfica, transcripción de artículos constitucionales relevantes, clasificación de los derechos indígenas, desarrollo de la legislación secundaria, comentario interpertativo, extractos de citas, entrevistas, referencias bibliográficas y cibernéticas. El estudio es punto de partida substancial para comprender la compleja realidad multicultural de América Latina, la visión de los legisladores sobre las minorías o mayorías étnicas y la evolución con- temporánea del derecho constitucional. Cletus Gregor Barié es licenciado en Estudios Latinoamericanos (Universidad Nacional Autónoma de México) y master en Derechos Humanos (Universidad Internacional de Andalucía). Fue corresponsal y representante para América Latina de varios periódicos y revistas especializadas de Alemania. Desde 2000 trabaja en diferentes instancias de la cooperación internacional en programas sobre el manejo de conflictos sociales.

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Pocas son las Constituciones de Amrica Latina que hacen referencia a sus poblaciones indgenas, concluye Rodolfo Stavenhagen en 1988 en un extenso anlisis sobre los derechos de estos grupos. Actualmente, esta situacin se ha invertido. En apenas cinco Constituciones de 21, los pueblos indgenas no son titulares de algn derecho. Pueblos Indgenas y derechos constitucionales en Amrica Latina: un panorama es una de las primeras aproximaciones sistemticas a los desarrollos legislativos ms recientes en la materia en los 21 pases latinoamericanos. Cada caso nacional recibe un tratamiento analtico semejante, que incluye secciones de mapas, informacin demogrfica, transcripcin de artculos constitucionales relevantes, clasificacin de los derechos indgenas, desarrollo de la legislacin secundaria, comentario interpertativo, extractos de citas, entrevistas, referencias bibliogrficas y cibernticas. El estudio es punto de partida substancial para comprender la compleja realidad multicultural de Amrica Latina, la visin de los legisladores sobre las minoras o mayoras tnicas y la evolucin contempornea del derecho constitucional.Cletus Gregor Bari es licenciado en Estudios Latinoamericanos (Universidad Nacional Autnoma de Mxico) y master en Derechos Humanos (Universidad Internacional de Andaluca). Fue corresponsal y representante para Amrica Latina de varios peridicos y revistas especializadas de Alemania. Desde 2000 trabaja en diferentes instancias de la cooperacin internacional en programas sobre el manejo de conflictos sociales.

2a edicin actualizada y aumentada

Cletus Gregor Bari

Pueblos Indgenas y derechos constitucionales en Amrica Latina: un panorama

2a edicin actualizada y aumentada

Pueblos Indgenas y derechos constitucionales: un panorama Cletus Gregor Bari [email protected] 1a edicin, Mxico, 2000: Instituto Indigenista Interamericano e Instituto Nacional Indigenista de Mxico 2a edicin actualizada y aumentada, Bolivia, 2003: Instituto Indigenista Interamericano (Mxico), Comisin Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indgenas (Mxico) y Editorial Abya-Yala (Ecuador)

Revisin de estilo: Mara Teresa Gimnez Jimnez Diseo y Diagramacin: Chanel Colque Carrillo y Juan Carlos Mamani Quispe Impresin: Gnesis, La Paz, Bolivia Av. de las Fuentes 106 Col. Jardines del Pedregal, Delegacin lvaro Obregn, C.P: 01900, Mxico, D.F. Telefonos: ++52 55 55958410, -4324, -3428 [email protected]

Av. Revolucin 1279, Col. Tlacopac, 01010, Mxico, D. F., MXICO

Av. 12 de Octubre 14-30 y Wilson Casilla 17-12-719 - Quito - Ecuador Telfonos: (593-2) 2506247, (593-2) 2506251 Fax: (593-2) 2506267 e-mail: [email protected] Web: www.abyayala.org

La presente publicacin recibi el apoyo del Programa Pueblos Indgenas y Desarrollo Sostenible del Fideicomiso Noruego, administrado por el Banco Mundial. La responsabilidad de interpretacin es del autor y el contenido no necesariamente refleja la opinin del auspiciador.

ISBN: 99905-0-367-2 Depsito Legal: 4-1-866-03 Impreso en Bolivia/ Printed in Bolivia

A Caty, mi boni

ndicePrlogo a la segunda edicin ................................................................................................... Invenciones ......................................................................................................................... La omisin: el otro no es ................................................................................................. El menosprecio: el otro no es completo .............................................................................. La expropiacin: el otro es como yo digo ............................................................................ La percepcin del otro es un aprendizaje ............................................................................ Introduccin: Qu sentido y alcance tiene este estudio? ............................................................... Qu trascendencia tiene la cuestin nacional hoy? ............................................................... Por qu estudiar a las minoras tnicas en Amrica Latina? ..................................................... Qu sentido tiene examinar leyes que nadie respeta? ............................................................ Por qu remitirse a la historia para un anlisis sobre la actualidad? .......................................... Por qu abarcar a toda Amrica Latina en este estudio? ......................................................... Cul es la organizacin interna de este estudio? ................................................................... A partir de qu lecturas se abord esta investigacin? ........................................................... 11 15 15 15 16 16 19 19 22 24 28 29 30 30

Captulo I: Hacer y deshacer personas con cifras la polmica por las estadsticas .............................. 37 Capitulo II: Derecho indgena, un concepto tridimensional ............................................................. La costumbre legal: derecho positivo o negativo? ................................................................. Polticas del Estado: la ubicuidad del indigenismo ................................................................. Los sistemas internacionales de derechos humanos: paseo por un laberinto documental .................................................................................................. En el umbral del derecho colectivo: La organizacin de las Naciones Unidas .............................. La OIT: el viaje de un convenio por el mundo ...................................................................... El sistema americano de Derechos Humanos: una declaracin prometedora ............................... 49 49 51 52 53 58 64

Captulo III: Breve recuento histrico sobre las legislaciones y los indios ........................................... 81 Captulo IV: Las tendencias constitucionales actuales en Amrica Latina ........................................... 87 Argentina .................................................................................................................... 105 Belice ......................................................................................................................... 123 Bolivia ........................................................................................................................ 133 Brasil ......................................................................................................................... 159 Chile .......................................................................................................................... 209 Colombia .................................................................................................................... 223 Costa Rica ................................................................................................................... 271 Ecuador ...................................................................................................................... 283 El Salvador .................................................................................................................. 321 Guatemala .................................................................................................................. 331 Guayana Francesa ......................................................................................................... 351 Guyana....................................................................................................................... 359 Honduras .................................................................................................................... 369

Mxico ....................................................................................................................... 379 Nicaragua ................................................................................................................... 409 Panam....................................................................................................................... 435 Paraguay ..................................................................................................................... 453 Per ........................................................................................................................... 469 Surinam ...................................................................................................................... 513 Uruguay...................................................................................................................... 519 Venezuela ................................................................................................................... 525 Conclusiones ....................................................................................................................... 547 Qu son los derechos indgenas? .................................................................................. 547 Qu cambi en los ltimos 20 aos? ................................................................................ 548 Cules son las herramientas para evaluar un documento constitucional? .................................. 551 Cules son las Constituciones ms avanzadas bajo la ptica de estos criterios? .......................... 553 Qu cambios se van anunciando en la topografa indigenista? ............................................. 554 Cmo conciben las Constituciones ms avanzadas el espacio donde viven los indgenas? ............ 556 Qu conceptos filosficos subyacen en la poltica del reconocimiento tnico? ........................... 556 Desde qu enfoque abordar un anlisis constitucional? ........................................................ 559

ndice de cuadros1: Culturas indgenas y Estados nacionales en Amrica Latina...................................................... 21 2: Pueblos indgenas en el mundo ......................................................................................... 22 3: Antiguas culturas indgenas .............................................................................................. 25 4: El censo en Mxico desde los censados .............................................................................. 38 5: La disputa acerca de los otros ........................................................................................ 42 6: El cuento de los nmeros: variaciones en el clculo sobre la poblacin indgena ......................... 43 7: Poblacin indgena estimada, segn Jordn Pando ................................................................. 44 8: Estimaciones recientes sobre la poblacin indgena ............................................................... 45 9: Poblacin indgena censada, dcada de 1990 ...................................................................... 45 10: Estimaciones de poblacin negra y mulata en Amrica Latina y el Caribe ................................. 46 11: La influencia de la Declaracin Universal en Amrica -el caso de Bolivia ................................. 55 12: Organigrama de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos y derechos indgenas ....... 56 13: El Convenio 107 y 169 en Amrica Latina ......................................................................... 60 14: Coincidencia temtica de tres proclamaciones internacionales sobre Derechos Humanos ............. 66 15: Documentos relevantes para discutir los derechos indgenas .................................................. 70 16: Las mltiples fuentes del derecho indgena de hoy ............................................................... 72 17: Cules fueron los criterios para elaborar los cuadros sinpticos de las Constituciones? .............. 100 18: La difusin del multiculturalismo en Amrica Latina desde 1986 .......................................... 344 19: La nocin histrica de los pueblos indgenas en el constitucionalismo latinoamericano ............. 346 20: Excavaciones conceptuales -los orgenes del artculo 89 de la Constitucin peruana de 1993 ...... 495 21: El fortalecimiento de los derechos indgenas en las ltimas dcadas ...................................... 549 22: Evaluacin de las Constituciones latinoamericanas en materia indgena .................................. 560 23: Puntos de entrada en Internet sobre pueblos indgenas ....................................................... 561 24: Tierra y territorio -cuadro comparativo de los textos internacionales en elaboracin ................. 562 25: Tierra y territorio -visin comparativa de 4 Constituciones latinoamericanas ............................ 566

Prlogo a la segunda edicinLa idea de este libro surgi en 1994 durante una prolongada estada de estudios en Mxico, influenciada por un ambiente de efervescencia y discusiones nacionales sobre el alcance y los lmites de los derechos indgenas. Un primer acercamiento a la visin de los legisladores latinoamericanos sobre los indios -y la materia prima de la presente publicacin- fue una tesis de licenciatura presentada en 1998 en el Colegio de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM): Los derechos de los pueblos indgenas en las Constituciones latinoamericanas. El enfoque de esta investigacin era histrico, con nfasis especial en los casos nacionales de Per y Brasil. La transformacin de la tesis en un estudio comparativo subregional se realiz en 1999, por sugerencia de Rodolfo Stavenhagen del Colegio de Mxico y a travs de un esfuerzo editorial del Instituto Indigenista Interamericano (III) y el Instituto Nacional Indigenista de Mxico (INI, desde 2003 se denomina Comisin Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indgenas): Pueblos indgenas y derechos constitucionales en Amrica Latina: un panorama, se edit en 2000. El libro tuvo un tiraje limitado y se agot rpidamente. El desarrollo de la legislacin en materia indgena y los cambios polticos en el hemisferio, hicieron necesario repensar el tema y profundizar algunos aspectos. El aumento de la participacin indgena en los espacios de gestin poltica, los procesos reconstituyentes, las reformas polticas, la proliferacin de la legislacin secundaria, la creciente influencia del derecho internacional y de las agencias internacionales, todos estos elementos han contribuido a una visibilidad mayor de la presencia indgena en Amrica Latina. Las fuentes bibliogrficas se han multiplicado, y tambin es ms fcil tener acceso a ellas a travs del Internet. Esta segunda edicin, trata entonces de mostrar los desarrollos ms recientes en cada uno de los pases que son objeto de anlisis. En cada captulo nacional se repiten las mismas secciones, con la pretensin de darle un tratamiento analtico igual a todos los 21 pases que se encuentran al sur del ro Bravo: mapas, estadsticas demogrficas, el anlisis y clasificacin de las respectivas Constituciones, un listado de las leyes y reglamentos relacionados directa o indirectamente con el tema, un comentario interpretativo, extractos de citas y entrevistas, referencias bibliogrficas y la remisin al Internet. Algunos pases, como Bolivia, Colombia, Ecuador, Per y Brasil se merecieron una dedicacin ms profunda por la importancia que le otorgan al tema indgena; a otros, como Honduras, El Salvador y las tres Guyanas (Guayana Francesa, Guyana y Surinam) se les dedic un espacio ms limitado, porque sencillamente era difcil obtener informacin confiable, incluso no siempre se obtuvo la legislacin especfica relevante. En esta segunda edicin ya no se indican las fuentes de los textos legales, porque actualmente es fcil obtener el texto oficial de cualquier Constitucin latinoamericana, sea va la base de datos de las Amricas de la Universidad de Georgetown (www.georgetown.edu/pdba), sea directamente va los congresos respectivos y sus gacetas. Las Constituciones de Belice, Guyana y Surinam se reproducen en ingls, ya que no existe una traduccin oficial al espaol. Evidentemente, este estudio contiene todava lagunas que no se han podido subsanar por la falta de fuentes bibliogrficas. Con todo, cualquier interesado en el tema -indgenas, legisladores, activistas, estudiosos, abogados- podr obtener una impresin global sobre la evolucin

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de la situacin legal de los pueblos indgenas en Latinoamrica hasta el momento presente. Habr tambin espacio para sugerencias y opiniones del lector. El Instituto Indigenista Interamericano colocar este estudio en su pgina de Internet (www.indigenista.org) y ceder un espacio para comentarios. Tambin est previsto editar esta publicacin en versin CD, con el apoyo de la GTZ, Alemania. A medida que la actualizacin de este trabajo ha ido avanzando, queda en evidencia que el gran caudal de literatura especializada, las particularidades nacionales y las diferentes tradiciones legales en el futuro hacen recomendable encomendar una investigacin de esta envergadura a un equipo de trabajo. A esta altura de los avances y la proliferacin de los derechos indgenas en Latinoamrica, para un investigador particular es dificultoso mantener una visin global. En el campo de los estudios comparativos constitucionales es costumbre limitarse a la examinacin de unos pocos casos nacionales concretos. Los derechos de los indgenas se han convertido en una materia con caractersticas muy particulares, para cuyo manejo se requiere de especialistas (indgenas y no indgenas) con una alta competencia legal y conocimientos slidos de la antropologa jurdica, del derecho nacional e internacional. Como elemento nuevo de esta segunda edicin, el autor ha recopilado alrededor de 30 entrevistas con diferentes personas, indgenas, especialistas o representantes de Gobiernos. As el lector encontrar diferentes opiniones sobre la situacin de los pueblos indgenas en pases especficos. Cabe aclarar que cualquier persona vinculada con el tema poda exponer su punto de vista y las invitaciones a participar han sido bastante amplias. No todas las opiniones expresadas por los entrevistados coinciden con el enfoque del autor (que se encuentra ms bien en el comentario especfico), lo que forma parte de un concepto plural de la investigacin. A lo largo del estudio del tema, durante casi una dcada, el autor, ciertamente, ha evolucionado en su posicin. Mientras que en un inicio el enfoque fue principalmente acadmico, centrado en el tema de la multiculturalidad, e influenciado por las lecturas de autores del mbito acadmico mexicano, como Guillermo Bonfil Batalla, Hctor Daz Polanco, Rodolfo Stavenhagen y Luis Villoro, posteriormente, debido al trabajo directo con pueblos Aymaras en el altiplano boliviano, la preocupacin se centr en cuestiones ms pragmticas, como son el poder local, la descentralizacin, el engranaje del sistema de cargos con el Gobierno municipal y cuestiones de desarrollo tnico. Y ltimamente, desde la experiencia de participacin en un programa de Manejo de Conflictos en la Cooperacin Alemana (PADEP-GTZ) en Bolivia, se abordaron cuestiones sobre el adecuado manejo de resolucin de conflictos entre comunidades e instancias de Gobierno o empresas privadas. Este es un campo nuevo, que frente a la alta conflictividad latente en las zonas indgenas, podr aportar elementos pragmticos para la concertacin y la solucin satisfactoria de conflictos de intereses. Quiero agradecer a Jorge E. Uquillas (Socilogo Principal, Coordinador del Programa de Pueblos Indgenas y Desarrollo Sostenible para Amrica Latina, Banco Mundial), quien consigui el apoyo del Fideicomiso Noruego para realizar esta edicin. Sus sugerencias han enriquecido el texto, adems de que sin su acompaamiento en los avances y la insistencia de no perderse en el perfeccionismo, la investigacin no hubiera concluido a tiempo. Tambin fue decisivo el intercambio continuo con Guillermo Espinosa, director del Instituto Indigenista Interamericano, quien brind adems un apoyo institucional indispensable. Mi gratitud a Arnulfo Embriz Osorio, Armando Lpez Carrillo y Norberto Zamora del exInstituto Nacional Indigenista de Mxico y a Jos Juncosa y Anabel Castillo de la Editorial Abya-Yala. Tambin apreci los aportes de: Lic. Margarita Sosa, Dra. Elia Avendao y Zsimo Hernndez Ramrez de la Comisin Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indgenas, institucin que sucede formalmente al INI.

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Este libro, antes de ser publicado, se ha enriquecido con la retroalimentacin y los comentarios de varias personas aunque obviamente la responsabilidad del texto corresponde al autor. Desde hace ms de seis aos el intercambio con Bartolom Clavero (Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla) ha sido constante se ha vuelto una amistad ciberntica, sus aportes para este libro son relevantes. Le agradezco adems la amabilidad de enviarme desde Espaa materiales y documentos actuales. Tambin fue muy fluido y fructfero el intercambio con Osvaldo Kreimer, asesor especial de la Secretara General de Derechos Indgenas de la OEA. Los comentarios del antroplogo Xavier Alb (Bolivia) y Ren Kuppe (Universidad de Viena) han sido de inestimable valor, tambin aprecio los aportes de Edgar Koepsell (GTZ, Alemania), Javier Torres (UNAM, Mxico), Rachel Sieder (Universidad de Londres), Jos Aylwin (Instituto de Estudios Indgenas, Chile), del socilogo Mirko Cceres (Bolivia), Edgardo Garbulsky (Argentina), Raquel Yrigoyen (Alertanet, Per), Marta Elena Molares (Banco Mundial, Washington), Morita Carrasco (Argentina) y Ana Bolaos (Asesora legal del Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos, Ecuador). Una ayuda indispensable ha sido la de Giovanni Jmio Mndez (abogado, Bolivia), quien supervis algunos aspectos legales del texto, y las revisiones minuciosas de la abogada espaola Teresa Gimnez Jimnez. Carla Avelln (Banco Mundial, Washington) ha coordinado con mucha eficacia los aspectos formales de la edicin. Cristina Methfessel aport ideas muy sugerentes para el diseo. Gracias a los entrevistados quienes se tomaron el tiempo de responder a una verdadera lluvia de preguntas e inquietudes: Xavier Alb (antroplogo, Bolivia); Marina Ari (AymaraNet); Waskar T. Ari-Chachaki (AymaraNet); Francisco Balln (Centro de Investigacin y Promocin Amaznica, CIPA, Per); Joenia Batista de Carvalho (pueblo wapichana, Brasil); Bartolom Clavero (Universidad de Sevilla); Guillermo Espinosa (III, Mxico); Isabela Figueroa (Rainforest Foundation, USA); Ellis Godsman (garfuna, Belice); Jorge Alberto Gonzlez Galvn (UNAM, Mxico); Raquel Irigoyen Fajardo (Editora Alertanet, Per), Osvaldo Kreimer (asesor OEA, Washington); Ren Kuppe (Universidad de Viena), Luis Eduardo Maldonado Ruiz (dirigente indgena, Ecuador); Javier Medina (GTZ, Bolivia); Jos Mendvil (socilogo, Per); Carlos Molina, (Consejo de Ancianos de la Nacin Comunitaria Moskitia); Mara Elena Muoz Ceballos (Banco Interamericano de Desarrollo); Lee Swepston (Organizacin Internacional de Trabajo, Ginebra); Jorge E. Uquillas (Banco Mundial, Washington); Donna Lee Van Cott (Universidad de Tennessee, Knoxville); Joris J. van de Sandt (Universidad de msterdam); Juan Jos Vieco Albarracn (Universidad Nacional de Colombia); Federico Villegas Beltrn (representante alterno, Misin Argentina ante la OEA); Marco Aparicio Wilhelmi (Universidad de Girona). Gracias a Inge y Paul por su apoyo y compaa; a la seora Nidya Montero que siempre ha sabido motivarme con su radiante optimismo. Thilo y Elke que me acompaaron afectuosamente in situ, lo mismo mis sobrinitas Katerine y Aydin, y Dominik & Anna desde tierras lejanas. Tambin les debo mis agradecimientos a mis amigos Jorge Luis Vacaflor, Rosendo Copa, Francisco Auca, Miriam Campos, Claudia & Diego, Fabin & Ilsen, Elas, Adolfo & Rosqui, del, Roberto & Brenda, David A. Comanche y Vctor Hugo. Dedico este libro a Caty, mi linda esposa, por su apoyo en la elaboracin del manuscrito y, sobre todo, por ser la mejor compaera de este mundo y de todos los mundos posibles. cgb [email protected] La Paz, 7 de agosto de 2003

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InvencionesA veces me imagino que en una de las tres carabelas que en agosto de 1492 zarparon del Puerto de Palos hacia la India se esconda un polizonte, un pasajero maligno. Supongamos que fuese una figura de la mitologa griega: por ejemplo, Cronos, hijo de la Tierra (Gea) y el Cielo (rano), devorador de su propia progenie y personificacin del poder absoluto. En tanto que Coln (siguiendo su equivocado esquema geogrfico) emprende la imposible tarea de encontrar a un Gran Khan, Cronos -siempre siguiendo esta ficcin personal- desembarca con un plan claramente preconcebido: la refundacin de su terrible imperio. Aunque la manera de someter, excluir, dividir y difamar se enriquece en el transcurso de ms de 500 aos (para dar lugar a un estilo propio), la negacin del otro -que es el fundamento de su dominacin- no ha variado mucho desde los tiempos helnicos. l es el Yo el Supremo, el Patriarca otoal que conoce todos los Recursos de su Mtodo. En su fantasa existe la invencin del otro, pero no como una posibilidad, una otredad relativa o un desafo, sino como una amenaza mortal que necesita ser devorada. De dnde surge ese miedo? Tal vez de la conciencia de ser incompleto? El engullimiento de sus hijos (Hestia, Demter, Hera, Plutn y Poseidn) fue el primer intento de perpetuar su omnipotencia. Como resultado efmero, Cronos se senta satisfecho y engordado. Se borraban sus lmites y aparentemente gozaba la eternidad y singularidad de su imperio. Pero, otra vez, padeca este temor profundo: siempre ser el todo?, No existir tambin el otro? Y si existe: Siempre podr incorporarlo? La palabra escrita, el texto legal, en manos de Cronos, se volvi un mecanismo de opresin. A lo largo del presente trabajo se visualizarn tres discursos bsicos de negacin del otro, que operan invisiblemente en muchas fuentes jurdicas: la omisin, el menosprecio y la expropiacin discursiva. facultad de pensar (logos) o de la religin catlica, tranquilamente podan ser considerados siervos naturales. Las Bulas Alejandrinas, en este sentido, expresaron una doctrina geopoltica de exclusin (defendida tambin por pensadores como Juan Gins de Seplveda), que se reprodujeron en el mbito legal a travs del Requerimiento. Esta absurda proclama invocaba la autoridad del jefe supremo de la humanidad: el Papa. La omisin del otro siempre tiende a culminar en su desaparicin. Los ejemplos de esta estrategia abundan en Amrica Latina, y no solamente para el caso de las poblaciones indoamericanas. Los representantes de la autoridad justifican, generalmente, el sacrificio de un determinado grupo de personas en nombre de alguna finalidad superior: la cristianizacin, el progreso, la modernizacin. La suspensin de los derechos comunes para estas personas diferentes, a las que ya no se considera ciudadanos plenos, resulta ser una forma de ejercicio del poder. Veremos ms adelante el ejemplo de los indgenas peruanos, quienes a lo largo del siglo XIX quedaron legalmente excluidos del derecho al sufragio, adems de perder sus espacios histricos.

El menosprecio: el otro no es completoSi el primer recurso de Cronos es la omisin del otro como posible lmite de un ser nico, eterno y todopoderoso, la segunda estrategia significa el sometimiento de lo distinto dentro de una totalidad. Las mltiples manifestaciones de este discurso despreciativo se resumen en un presupuesto bsico: el sealamiento de los vacos y las carencias del otro. Bartolom de las Casas prefiere, por ejemplo, considerar inferiores a los indgenas antes que negarles su capacidad de pensar. La idea de un catolicismo universal requiere de personas miserables pero cristianizables: Todas estas universas e infinitas gente a todo genero crio Dios los mas simples sin maldades ni doblezes; obedientissimas: fidelissimas a sus seores naturales: e a los cristianos a quien sirven: mas humildes, mas pacientes, mas pacificas e quietascierto estas gentes eran las mas bienaventuradas del mundo, si solamente conoscieran a Dios (Casas, 1997: 33-34).

La omisin: el otro no esCronos instaura en Amrica el uso de la negacin del deseo ajeno. Los habitantes originarios de estas tierras, por ejemplo, al ser declarados carentes de la

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lizacin de su proyecto poltico: Los salvajes que Este retrato lascasiano de la ingenuidad y la falta de habitan [en la zona de Nueva Granada y Venezuela] fe cristiana de los indios tiene mucho en comn con seran civilizados, su gobierno podra imitar al estereotipos posteriores de los criollos perezosos y los campesinos sin civilizacin. Es la barbarie de los ingls (Bolvar, 1986: 33). gauchos pampeanos, violentos y supersticiosos, o la insuficiencia del El monoculturalismo, algo todava tan Ms cercano an al tema destaca mexicano en comparacin con los caracterstico del constitucionalismo no la poltica indigenista a partir del slo por Amrica, puede ser de por si siglo XX, la accin gubernamental norteamericanos: genocida. En esta situacin, hoy por proteccionista y la restriccin de Nuestra soledad tiene las mismas hoy qu justicia cabe que se ofrezca los derechos civiles de las races que el sentimiento religio- de parte constitucional al genocidio comunidades tnicas bajo el en Amrica?...La pretexto de asistencia y apoyo: el so. Es una orfandad una ardien- habido multiculturalidad o es constituyente o Cdigo Civil brasileo de 1916 te bsqueda: una fuga y un regreso, tentativa por restablecer los la- no es ms que coartada de una situacin equiparaba a los indgenas con los zos que nos unan a la creacin. adems potencialmente todava menores de edad (entre 16 y 21 Nada ms alejado de este senti- genocida. No nos escandalicemos aos), al determinar que estos miento que la soledad del norte- cndidamente luego cuando nos silvcolas eran incapaces americano. En este pas el hombre hallemos ante genocidios consumados. relativamente a cierto actos o en no se siente arrancado del centro la manera de ejercerlos (art. 6) y Bartolom Clavero (2002: 167). de la creacin (Paz, 1992: 19). que estaban sujetos a un rgimen tutelar. De modo similar, el A lo largo de este trabajo encontraremos legislacioderecho espaol haba aplicado a los indios la catenes de distintos pases latinoamericanos que parten gora paternalista de rsticos y miserables: de una evaluacin negativa de sus minoras nacionales. Muchas Constituciones de la primera poca Al igual que los miserables castellanos, los indios republicana declararon abiertamente la disolucin van a estar liberados de la presuncin del de las comunidades indgenas como finalidad lticonocimiento de la leyGozaban, pues, de la misma ma de la accin poltica: Compete privativamente proteccin que los europeos, como la mujer casaa la Unin legislar sobre la incorporacin de los da, que generalmente no poda actuar en el mundo habitantes silvcolas a la comunidad nacional, esdel derecho por s misma o el menor que requera tableca, por ejemplo, la Carta Magna brasilea de de un representante para los mismos efectos. As tam1934 (art. 5). bin el indio del comn otro es el trato a los nobles requera de un representante para su actuaLa accin de menospreciar a una persona o a una cin jurdica, que es el protector de naturales colectividad expresada en Mxico con el verbo (Dougnac Rodrguez, 1994: 316). ningunear tambin se refleja en algunos trabajos histricos, en los que el continente americano no se La percepcin del otro es un aprendizaje presenta como sujeto activo en la construccin de su historia: La Amrica espaola que no es sino De los discursos del Cronos latinoamericano una provincia de Europa, aunque ambigua y frgil, podemos inferir que las otredades no existen de forma no inventa la Independencia, la recibe (Chaunu et natural en el imaginario social e individual, sino que al., 1973: 30). estn sujetas a un proceso de aprendizaje una leccin que al menos algunos legisladores La expropiacin: el otro es como yo digo latinoamericanos han empezado a tomar en consideracin. Las tres estrategias para ignorar a lo La expropiacin del diferente, por va de una prodistinto indican una distorsin social, una dificultad yeccin, constituye el discurso ms peligroso de cultural de compartir con comunidades distintas el Cronos, ya que en un primer momento aparece como mismo espacio geohistrico. un reconocimiento. Esta estrategia que otros han llamado de solidaridad a travs de la fusin con la El error no parece ser casual: por la similitud fontica vctima (Schutte, 1993: 160) no implica ni la neentre Cronos (el hijo de Gea y rano) y Jronos (griegacin del otro ni su desvalorizacin, sino la usurgo: el tiempo) se lleg a considerar al Titn una perpacin de su voluntad. Simn Bolvar cae sonificacin del dios del tiempo. Una confusin sainvoluntariamente en esta trampa al describir los bia: con la muerte del dios que negaba los lmites y aspiraba a la eternidad surge la temporalidad, el lsufrimientos de los indios en la colonia para luemite y el otro. go sugerir el alivio de los mismos a travs de la rea-

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El Cronos americano (sea como usurpador totalizante o como encarnacin de los lmites temporales) no es ms que una metfora, una figura imaginada, para describir un estilo despreciativo de acercarse a lo desconocido -un modo de actuar que quizs ni siquiera pertenece exclusivamente al mundo occiden-

tal, sino que parece ser una inclinacin inherente a todos los seres humanos, junto con otras caractersticas ms constructivas, como la vocacin hacia la cultura, el dilogo, la conciliacin, la creacin artstica y tcnica y la solidaridad.

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Sentido y alcance del estudio

BibliografaBolvar, Simn 1986 Carta de Jamaica, en Ideas en torno de Latinoamrica, Volumen I, Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Coordinacin de Humanidades, pp. 19-36.

Casas, Bartolom de las 1997 Brevsima relacin de la destruccin de las Indias, Mxico, Fontamara. Chaunu, Pierre, et al. 1973 Interpretacin de la independencia de Amrica Latina, Buenos Aires, Nueva Visin. Clavero, Bartolom 2002

Genocidio y justicia. La Destruccin de Las Indias, ayer y hoy, Madrid, Marcial Pons.

Dougnac Rodrguez, Antonio 1994 Manual de Historia del Derecho Indiano, Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Instituto de Investigaciones Jurdicas. Paz, Octavio 1992 Schutte, Ofelia 1993

El laberinto de la soledad, Mxico, Fondo de Cultura Econmica.

Cultural identity and social liberation in Latin American thought, Albany (estado de Nueva York), State University of New York.

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Sentido y alcance del estudio

Introduccin Qu sentido y alcance tiene este estudio?El proyecto de la modernidad -en el sentido de apuesta en el progreso econmico, la educacin y la democracia- pocas veces se ha manifestado tan contradictorio como en los comienzos del siglo XXI. La circulacin libre de informacin va satlite va acompaada de su utilizacin masiva por parte de las grandes empresas de comunicacin, la cada del Muro en Berln y la creciente globalizacin de la economa coincide con la consolidacin de naciones minsculas en Europa; mientras en algunos centros de investigacin del mundo se est avanzando sobre la manipulacin y reproduccin de la estructura gentica del hombre, en otras regiones se expande el clera. El resurgimiento de ciertos fenmenos como las guerras tnicas, las grandes migraciones, el racismo y el fanatismo religioso dan cuenta de las dicotomas y del potencial de violencia que implica la modernidad. Frente a la incapacidad de (lo que se suele identificar como) la cultura occidental de ofrecer un sentido, una utopa realizable al mundo, aparece la bsqueda por un nuevo paradigma. Sin embargo, ser reversible la experiencia de la modernidad?, significar la posmodernidad su superacin?, pueden las leyes escritas -como representacin del pensamiento moderno- ayudar a resolver los conflictos? El presente trabajo surgi en el contexto de la reflexin sobre los efectos paradjicos de la modernidad en el continente americano. Un levantamiento indgena en el sur de Mxico en 1994 sintetiz la persistencia -si no es la agudizacin- de estas polarizaciones internas: Tratado de Libre Comercio-versus autonomas regionales, economa abierta versus artesana local. Nos encontramos frente a proyectos incompatibles?, Habr que excluir o aniquilar uno de los dos para imponer el otro? A partir de estas inquietudes un tanto difusas nos hemos propuesto conocer la percepcin que los legisladores latinoamericanos tienen y han tenido de las minoras nacionales. Sin embargo, responder a este planteo aparentemente sencillo ha resultado ms difcil de lo que pareciera: las fuentes analizables no son fcilmente accesibles (a veces slo va Internet), hay pocas obras introductorias, y -esto es mucho ms grave- el mercado editorial en Amrica Latina se encuentra en un estado deplorable de disgregacin y desvinculacin. Qu derechos tienen actualmente los pueblos indgenas en las Constituciones latinoamericanas? Trataremos a continuacin dar cuenta del alcance y sentido de esta formulacin, a travs de varios interrogantes que resulta necesario plantearse y cuyas respuestas se perfilarn a lo largo de este libro. Qu trascendencia tiene la cuestin nacional hoy? Al seleccionar y resumir los acontecimientos ms trascendentes del siglo pasado -los highlights periodsticos-, los editores de las crnicas y los almanaques que se publicaron en aquellos aos no pudieron eludir el tema de los nacionalismos. La enciclopedia Compton expresa una evaluacin bastante extendida sobre este fenmeno: Puesto que la nacin es la estructura poltica ms difundida en el mundo moderno, el nacionalismo es la fuerza poltica ms pujante. Este ltimo result durante toda esta centuria mucho ms poderoso que las ligaduras religiosas o ideologas, como por ejemplo el comunismo o el socialismo (varios autores, 1994, traduccin del ingls) Ya en los aos veinte el Partido Nacionalsocialista Alemn haba declarado la desigualdad humana como programa poltico: Solamente los miembros del pueblo pueden ser ciudadanos. Miembro del pueblo quiere decir de sangre alemana sin excepciones para ninguna confesin. Ningn judo, por lo anterior, puede ser miembro del pueblo (en varios autores, 1991: 298, traduccin del alemn). Aproximadamente seis millones de personas murieron en los campos de concentracin, 30 millones -ms de la mitad de las cuales eran rusos- perecieron en los campos de batalla, 21 millones fueron desarraigados de sus hogares. La terrible realizacin del principio del-superhombre desacredit a los movimientos nacionalistas y totalitarios en Europa. Francis Fukuyama, el profeta del fin de la historia, anunci incluso la decadencia definitiva de todos

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Sentido y alcance del estudio los adversarios del liberalismo triunfante -el fascismo, el marxismo y el fundamentalismo religioso, principalmente: La II. Guerra Mundial destruy el fascismo como ideologa viviente El ultranacionalismo expansionista, que prometa un conflicto sin fin que conducira a una derrota militar desastrosa, haba perdido por completo su atractivo (Fukuyama, 1990: 4). Sin embargo, los conflictos nacionales han persistido en Europa, y no nicamente a causa de la descomposicin del bloque socialista. El mapa poltico de Europa, una vez ms, se ha modificado aceleradamente. Mientras han surgido nuevos pases soberanos, la Unin Europea realiz la unificacin monetaria por los acuerdos de Maastrich. Cul ha sido la importancia de la cuestin nacional en Amrica Latina? Esta problemtica se vincula dentro de circunstancias particulares, algunas de las que sera interesante recordar: 1. 11 conflictos internacionales y 38 conflictos armados internos. Catorce de ellos ocurrieron en Centroamrica, 13 en el Caribe y 22 en Sudamrica. Segn estimaciones prudentes, la cuota de muertes causadas directamente por estos conflictos se acerca al medio milln, y la cifra de refugiados en dicho lapso excedi los cuatro millones de personas (Cunill Grau, 1995: 49). Aunque estas confrontaciones muchas veces tienen un trasfondo econmico, es destacable el potencial de movilizacin del discurso nacionalista, como lo ha demostrado, por ejemplo, la guerra de las Malvinas de 1982. La dictadura de Leopoldo F. Galtieri recibi entonces el apoyo ferviente de casi todos los movimientos inzquierdistas argentinos -una actitud amnsica, a la vista de los casi treinta mil desaparecidos de sus militantes durante este rgimen. 3.

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El indio no quiere morir. Ahora ya no se habla del indio sino del explotado y Las revoluciones dirigidas. Los populismos de explotadores, afirm el filsofo mexicano los aos treinta y cuarenta del siglo pasado, Leopoldo Zea durante una conferencia principalmente en Brasil (el Estado Novo de internacional en los aos setenta (1979: 13). Getulio Vargas), Mxico (Lzaro Crdenas), Los autores de un manual de historia de Ecuador (Velasco Ibarra) y Argentina (Juan Amrica Latina muy divulgado en los Estados Domingo Pern), fueron uno de los pocos inUnidos tambin describen el mestizaje y la tentos logrados de modifidesaparicin de las identidades cacin substancial del orLa globalizacin no ha logrado eliminar tnicas como un proceso inevitable: den econmico y social la diversidad cultural, pero podra establecido. Estas revoluconseguirlo. Desde el punto de vista El gobierno mexicano, ms que ciones desde arriba (cfr. cultural, la globalizacin puede cualquier otro de Amrica Latina, ha Rouqui, 1994: 278 sigs.), interpretarse fundamentalmente de dos intentado preservar sus tradiciones si bien muchas veces se maneras opuestas: o bien como un indgenas...El resultado ms limitaron al desmanproceso hacia una sociedad global que probable es que esas naciones telamiento simblico de est constituida por una nica cultura; surjan como culturas predolas oligarquas y a pesar de o bien como la construccin de una minantemente europeas con remasu discurso inspirado por sociedad planetaria en la que nentes dispersos de influencia indel fascismo italiano (espeparticipen las diversas culturas del gena o africana (Skidmore et al., cialmente en el caso de mundo, en un proceso en el que cada 1996: 443). Pern), lograron una mouna enriquezca a la sociedad global y desta modernizacin inal mismo tiempo se beneficie del Sin embargo, el concepto de dustrial y una poltica de intercambio y de la cooperacin con mestizaje -cuyas races remiten al integracin nacional. proyecto civilizatorio de Simn las otras. Bolvar y D. Faustino Sarmiento- se El nacionalismo que ciega. encuentra en crisis: las reformas Len Oliv (1999: 16). El clis de la fraternidad constitucionales del continente que latinoamericana, por otra parte, no resiste la incluyen la definicin del Estado multitnico realidad de una regin en constante conflicto y la mencin peyorativa del indigenismo blico: estatal en los documentos de los grupos indgenas son indicios del ocaso de la Se estima que en Latinoamrica, desde finales supuesta hibridez, del melting pot sureo. de la segunda Guerra Mundial hasta Los mismos indgenas de Chiapas recordaron comienzos de la dcada de 1980, ha habido en 1994:

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Sentido y alcance del estudio

Cuadro 1 Culturas indgenas y Estados nacionales en Amrica Latina

Qu significa un discurso constitucional europeo sobre las relaciones entre mayora y minora tnicas, encajado en la realidad americana del siglo XIX? En el Per de los aos treinta del siglo anterior, cul habra debido ser el idioma oficial?, El castellano?, Y por qu? Los criollos eran una minora tnica. (Discurso no muy diferente para Bolivia, Paraguay, Ecuador, Mxico, Guatemala) An ms: cules fronteras?, las naturales? Aunque se quiera creer, dnde estn? Quien me pueda explicar la naturalidad de la frontera entre Per y Brasil tendr derecho a mi eterna gratitud. Igualmente quienes sepan indicar la naturaleza de la frontera entre Mxico y Guatemala (Romano, 1994: 28-29).Fuentes: tnias y Fuentes Garca-Pelayo y Gross, 1990: 1666; Mapas: Encyclopaedia Britannica Multimedia 98. El mapa quiz ms detallado de las e lenguas indgenas en Amrica Latina se encuentra en Jordn Pando, 1990. Por su tamao sobredimensional, lamentablemente, no hem os podido incluirlo.

La repblica mexicana se ha construido en los ltimos 200 aos a partir de la ficcin de ser una nacin mestiza, negando la existencia de nuestros pueblos y construyendo un Estado mestizocrtico ficticio (varios autores, 1995). El despertar de los movimientos tnicos en Latinoamrica, expresado en la Declaracin de la Selva Lacandona (1994), tambin contradice el tpico tan comn de una voz irrecuperable del indgena, del indio bueno pero muerto: Somos los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra nacionalidad, los desposedos, somos millones y llamamos a

todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado como el nico camino para no morir de hambre (en Garca Len, 1994: 33). Los pueblos indios contemporneos, segn veremos, estn lejos de desaparecer y el nmero total de sus integrantes, se ha estabilizado desde hace aos. 4. Estados inventados. Finalmente, los historiadores han intensificado en los ltimos aos su preocupacin por la formacin de los Estados latinoamericanos, como continuidad de reflexiones anteriores de intelectuales importantes, como el peruano J.C. Maritegui, el socilogo brasileo Gilberto Freyre, el

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Sentido y alcance del estudio etnomusiclogo Fernando Ortiz, el chileno Benjamn Subercaseaux, los mexicanos Samuel Ramos y Octavio Paz entre los aos treinta y cincuenta del siglo pasado. Ruggiero Romano (1994) analiza el traslado poco elaborado del concepto europeo del Estado del siglo XIX (con sus supuestos bsicos como unidad, proyecto nacional, fronteras naturales, idioma y religin homogneos, tolerancia y democracia) a la realidad americana del siglo XIX. Este modelo -que pretenda ser una construccin universal- no pudo cuajarse fuera de su contexto. Las fronteras naturales, la propiedad privada y la igualdad ciudadana no existan en Amrica Centromeridional; el idioma oficial, por ejemplo, result ser una imposicin. La disyuncin entre nacin real y oficial, entre Estado y sociedad explicara la larga supervivencia de las oligarquas y las dictaduras. El autor concluye que el discurso europeo constitucional nunca se realiz plenamente en Amrica Latina, ya que la clase dirigente no logr transformarse en un instrumento de mediacin entre el poder y la sociedad civil. Por otra parte, existe una gran cantidad de estudios -por ejemplo, de Sergio Bag, Agustn Cueva, Darcy Ribeiro, Ricaurte Soler y Marcos Kaplan- que han profundizado en esta temtica, sealando el carcter irreal del republicanismo latinoamericano y su tendencia excluyente. La nacin es el tema de nuestro tiempo (Daz Mller, 1992: 15). Amrica Latina no se substrae de esta situacin. Los cinco elementos mencionados el primer gran movimiento de modernizacin en Amrica Latina (bajo signo populista), la capacidad de convocatoria de los nacionalismos (incluso para apoyar enfrentamientos blicos), la crisis de la nocin del mestizaje y el surgimiento de demandas diferenciadas de grupos tnicos, as como algunos nuevos enfoques histricos acerca de la formacin suspendida y estancada del Estado-nacin demuestran la necesidad de reconsiderar el alcance de este fenmeno. Por qu estudiar a las minoras tnicas en Amrica Latina? Pueblos sin historia designaba Friedrich Engels a las minoras tnicas en el mundo y profetiz su inevitable desaparicin. Hoy, muchos expertos en la regin latinoamericana niegan la existencia de la cuestin tnica: No hay en este continente problemas de minoras, en el sentido europeo del trmino. El problema indgena tiene caractersticas peculiares que es de suponer se irn superando con el tiempo, seala Lerner al respecto (1991: 817). Otros autores, como el jurista Quiroga Lavi interpretan el sentimiento patritico como signo de la firmeza de los lazos unificadores: En relacin con la formacin del espritu nacional en los pases latinoamericanos -que viene a determinar el rgimen de la ciudadana y nacionalidad-

Cuadro 2 Pueblos indgenas en el mundo

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Sentido y alcance del estudio

Pueblos indgenas en el mundo1. Regiones rticas Aleut Chipewyan Inuit Saami 2. Regiones Sub-rticas Cree Dene Naskapi Ojibwa AMRICA DEL NORTE 3. Bosques del Este Algonquin Haudenosaunce (Six Nations) Huron Micmac Potawatomi Shawnee 4. Sudeste Cherokee Chickasaw Creek Seminole 5. Grandes Llanuras Arapaho Cheyenne Pawnee Sioux 6. Meseta del Noroeste Nez Perce Wasco Yakima 7. California Cahuillia Pomo 8. Gran Cuenca Shoshone Ute 9. Sud-oeste Apache Dine (Hopi) Navajo Zuni 10.Costa pacfica noroeste Bella Coola Chinook Haida Kwakiutl Salish Tlinqit 11. Amrica Central Bribri Cakchiquel Chol Chuj Cora Guaymi Huichol Ixil Kekchi Kuna Lacandon Lenca Maya (descendants) Miskito Nahua Pipile Quiche Rama Seri Sumu Tarahumara Yaqui Yucatec 12.Gran Caribe Akawaio Bari (Motilones) Choquie Guajiro Karina Kogi Otomac Paez Yarawato Yukpa AMRICA DEL SUR 13.Amazona Aguaruna Amarakaeri Amuesha Arara Arawak Ashaninca Asurini Gaviao Kayapo Kreen-Akarore del Matsigenka Mundurucu Nambikwara Parakana Quichua (Oriental) Sanema Secoya Shipibo Shurar (Jivaro) Tukano Ufaina Waimiri-Auroari Waorani (Auca) Wayana Xavante Yagua Yanomami 14. Mato Grosso Borbora Botocudo Ge (Central) Guato Kaduveo Kaingang Karaja Kayapo (Southern) Tupi 15.Gran Chaco Ache Ayoreo Chamacoco Chiriguano Guana Mataco Mbaya Toba-Maskoy 16.Tierras Bajas Andinas Occidentales Cayapas Colorados 17.Altiplano Andino Aymara Huancas Kolla Mojo Otavalo Quechua Salasaca Uros 18.Patagonia-Pampas Aracuanian Mapuche Ranquel Tehuelche ASIA 19.Asia del Norte y Central Ainu Hui Manchu Miao Mongolian Taiwan Aborigines Tibetan Uighur Yi Zhuang 20.Asia del Sur Bhils Chenchus Dalflas Dandami Gadabas Garos Gond Hos Irula Kurumbas Juangs Kadras Kameng Khassis Khonds Kolis Lohit Mundas Naga Oraons Pathan Santal Savaras Sholegas Toda Kotas Vedda 21.Chittagong Hill Tract Peoples Chakma Marma Tripura 22.Asia del Sud-Este Chin Hmong Kachin Karen Kedang Lisu Semai Shan FRICA 23.Sahara, Sahel Fulani Tuareg 24.Sudn Dinka Hamar Kawahla Lotuko Mondari Nuba Nuer Rashaida Shilluk Zande 25.El Cuerno y frica del Este Barabaig Eritrean Maasai Oromo Somali Tigrayan 26.Desierto Kalahari San 27.Bosque Ituri Efe Lese Mbuti 28.Australia y el Pacfico Aboriginals Arapesh Asmat Bangsa Bontoc Chamorro Dani Dayak Hanunoo Hawaiian Iban Ifugao Kalinga Kanak Kayan Kedang Mae-Enga Maori Mundugumur Penan Rapa Nui Tahitian Torres Strait Islanders Tsembaga

Fuente: Ethel (Wara) Alderete (comp.): The Health of Indigenous Peoples, World Health Organization (WHO), 1999.

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Sentido y alcance del estudio podemos decir que existe una acendrada valoracin de dicho espritu en cada uno de sus pueblos (Quiroga Lavi, 1994: 10). Sin embargo, a pesar del genocidio causado por la explotacin colonial, de una tradicin jurdica individualista del siglo XIX, un indigenismo integracionista de la postguerra y la globalizacin econmica (sumado a los malos augurios de marxistas y liberales), estos pueblos sin futuro sobrevivieron hasta nuestros das: 300 millones de nativos (miembros de 5.500 etnias) estn esparcidos por ms de 70 pases. Alrededor del diez por ciento de la poblacin latinoamericana pertenece a sus comunidades; y el nmero total de sus integrantes (cerca de 50 millones) se ha estabilizado desde hace aos (cfr. Burger, 1992: 8-9; Heintze, 1995: 7; Matos Mar, 1993: 158; Stavenhagen, 1992: 66-68): A pesar del peligro de extincin inminente que amenaza a numerosas etnias minoritarias del continente, la tendencia al crecimiento del conjunto de los pueblos indios es cada vez mayor (sin autor, 1990: 11). El peso de los pueblos indgenas en Amrica Latina no slo se expresa en porcentajes poblacionales, sino tambin a escala cualitativa. Estos grupos ocupan muchas de las zonas de biodiversidad ms importantes de nuestro globo y, en trminos generales, han sido los nicos capaces de proteger este hbitat. Su distribucin geogrfica, por otro lado, representa uno de los desafos ms grandes para las fronteras nacionales de los Estados latinoamericanos, mismas que son resultado del principio jurdico de uti possidetis de la Independencia: Esta doctrina establece el principio de sucesin jurdica al que se adhirieron los flamantes Estados independientes con relacin a la colonia. Los lmites geogrficos de las Indias occidentales, de esta manera, fueron la base de la definicin territorial de los pases latinoamericanos. Para el caso de Argentina, el historiador Nicolas Shumway escribi un estudio titulado La invencin de la Argentina. En una entrevista este investigador norteamericano sostiene: No creo que en modo alguno se pueda hablar de naciones naturales Ni las fronteras ni la comunidad lingstica ni el pasado comn explican a una nacin por s solos: porque la nacin es una invencin retrica que es preciso renovar constantemente (en Eloy Martnez, 1993). El desplazamiento fsico de estos pueblos hacia zonas marginales y su presencia en las grandes ciudades, ciertamente, han modificado su forma de vivir, su auto-imagen y su percepcin del mundo exterior. Inician estos nuevos fenmenos sociales la disolucin del problema tnico en el marco referencial mayor de los problemas nacionales o globales? El gran peso poltico que cobraron algunos movimientos indgenas durante las ltimas dos dcadas en pases como Ecuador, Colombia, Brasil y Mxico, as como su amplia elaboracin de una reflexin propia, contradicen esta tesis de la supuesta disolucin del conflicto tnico y de un proceso de mestizaje inevitable. El despertar de la conciencia indgena es una temtica muy frecuente en las investigaciones sobre movimientos tnicos. La mayora de los autores ubica este renacimiento en los primeros aos de la dcada de los ochenta. Empero, parece que por el momento no existe estudio que abarque a toda la regin y a las mltiples organizaciones y diferentes casos nacionales (cfr. Bengoa, 2000; Iturralde Guerrero, 1997: 83-89; Montoya, 1996; Morin, 1988; Snchez, 1996). Qu sentido tiene examinar leyes que nadie respeta? El cinismo con el que las clases dirigentes violan el orden legal establecido es, probablemente, uno de los problemas ms graves que afronta actualmente Amrica Latina. Durante el interminable rgimen autoritario de Alfredo Stroessner en Paraguay (19541989), la Constitucin poltica proclamaba, por ejemplo, que la dictadura est fuera de la ley (art. 40: 9). Al tiempo que el Estatuto de las Comunidades Indgenas de esta poca (1981) prohiba explcitamente el uso de la fuerza y la coercin como medios de promover la integracin de las comunidades (art. 4), el Gobierno paraguayo estuvo continuamente acusado, ante la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, de graves abusos contra los indgenas. Los sucesivos Gobiernos de dspotas de la familia Duvalier en Hait (19711986), en otro plano, nunca intentaron derogar el artculo 7 de la Carta Magna que estableca que el culto de la personalidad est formalmente interdicto. En Guatemala surge en 1986 una de las primeras Constituciones latinoamericanas con reconocimientos culturales especficos, que incluyen el derecho a la identidad cultural (art. 58) y la educacin bilinge (art. 76). Los primeros seis aos de vigencia de esta moderna Carta Magna, sin embargo, se caracterizaron por matanzas en poblaciones indgenas perpetradas por grupos paramilitares. La cultura del atropello a la ley, es un problema tpicamente (aunque no exclusivamente) latinoamericano, con fuerte arraigo histrico. El conocido proverbio La ley se acata, pero no se cumple -poste-

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Sentido y alcance del estudio

Cuadro 3 Antiguas culturas indgenas

Fuente: Encyclopaedia Britannica Multimedia 98.

riormente mexicanizado: Para los amigos la ley y para los enemigos el peso de la ley- expresaba ya en la poca colonial el rechazo de los burcratas a reglamentos que, en muchos casos, eran ajenos a la realidad americana. Por otra parte, algunos historiadores del derechos sostienen incluso que la impunidad y la violacin de los derechos humanos en esta regin no van en contra de la ley, sino que stos ltimos son instrumentos precisamente diseados para el ejercicio del poder de determinados grupos de inters:

Las Leyes de Indias contenan ya toda la filosofa de esa juridicidad colonial que fue heredada por las repblicas, y que ha venido adaptndose continuamente, para regular las formas de propiedad y de trabajo, y reglamentar las maneras de organizacin y asociacin de personas. La historia del derecho americano, desde fray Bartolom de las Casas hasta Andrs Bello, es testimonio de esta vertiente jurdica, de dominacin (Jordn Pando, 1990: 21; subrayado del autor). Por qu entonces volverse abogado del diablo, defensor de una legalidad que nadie respeta o que

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Sentido y alcance del estudio resulta ser un instrumento de opresin? Aunque esta duda pertenece al mbito de la Filosofa del Derecho y de la Teora Poltica -adems de sobrepasar ampliamente el espacio de una introduccin-, esbozar algunas ideas al respecto: 1. Ley absoluta o transaccin consensuada? La reprobacin de prcticas legales injustas puede desembocar en dos conclusiones: el rechazo a cualquier tipo de acuerdo (sea tcito o expreso) dentro de una sociedad. Los adeptos de esta posicin aspiran generalmente a una justicia originaria, un estado de naturaleza donde est el hombre libre, con el corazn en paz y el cuero en buena salud, tal como lo describi J.-J. Rousseau (1712-1778) (citado en Matteucci, 1997: 345). Dentro de este esquema tambin caben los regmenes teocrticos, fundamentados en una ley divina y esttica. Los tericos del contractualismo, en cambio, parten de un proceso irreversible de las sociedades modernas hacia un pacto social. Esta posicin -que se form como una corriente del pensamiento europeo entre el inicio del siglo XVII y el fin del siglo XVIIIgeneralmente no tiende a cuestionar la idea de un orden legal como tal, sino que se preocupa por las formas de legitimar o modificar este orden. La presente investigacin defiende, precisamente, la necesidad de establecer reglas consensuadas en los pases latinoamericanos (que no necesariamente tienen que estar escritas, como en el caso del derecho consuetudinario, pero s respetadas). Para decirlo en el lenguaje metafrico del prefacio: La ausencia de la regla es el dominio Cronos -aunque la existencia de leyes establecidas tampoco es garanta automtica de su eficacia. Por qu fallan las leyes? Una vez determinado (aunque sea provisionalmente) que el problema no consiste en la existencia abstracta de ordenamientos, sino en los casos concretos de Constituciones y leyes que no se acatan, cabe la pregunta si esta falta de eficacia legal remite a una defectuosa o malintencionada redaccin de las leyes o a una inoperante administracin de la justicia. Pongamos un ejemplo: una comunidad de indgenas es atacada y expulsada violentamente de sus tierras por grupos armados -tal como les sucedi en 1996 a los guaran-kaiowa en Mato Grosso do Sul (Brasil)-, y los agresores (que incluyen a un alcalde y los ganaderos de lugar) quedan impunes (cfr. varios autores, 1997: 63). Este incidente pudo producirse a pesar de una legislacin indigenista moderna o con su condescendencia?, Es la ley la que promueve (o al menos permite) el atropello?, O ser el Poder Judicial el deformador de un marco normativo retricamente perfecto? Por lo pronto, muchas investigaciones se han enfocado en la administracin de la justicia, indicando, generalmente, un grave rezago en este rubro en cuanto a la falta de independencia de la judicactura, la inadecuada formacin acadmica, la sobrecarga burocrtica de los jueces, un derecho penal anticuado (y de herencia inquisitiva) y una situacin catastrfica en los reclusorios (Madlener, 1996: 13-19). En los ltimos aos tambin han aparecido estudios que relacionan los textos legales directamente con su grado de efectividad. Las leyes principales, segn este punto de vista, contribuyen, -a travs de mecanismos muy sutiles- activamente a un ordenamiento legal injusto y discriminatorio (cfr. Garca Villegas, 1993; Silva-Herzog Mrquez, 1997). Sea como fuese, las dos hiptesis sobre el origen de la inoperancia de la ley no son, de ninguna manera, excluyentes, pero con relacin a las organizaciones indgenas, como veremos enseguida, desde hace algunas dcadas predomina la impugnacin de las bases fundamentales del Estado. 3. El reclamo por la reforma del Estado. Al revisar un amplio cuerpo de documentos redactados por organizaciones indgenas de la dcada de los ochenta, Stavenhagen llamaba la atencin sobre la falta de demandas legales: un dato significativo es que en casi la mitad de las 137 declaraciones revisadas, no se hace alusin alguna a cuestiones legislativas ni a la administracin de justicia (Stavenhagen et al., 1988: 167). A pesar de que no existe estudio abarcador que contine el esfuerzo investigador de este autor, no es aventurado afirmar que los movimientos indgenas de Amrica Latina, a fines del siglo XX, han abandonado sus crticas localistas (con las caractersticas apelaciones limitadas a las autoridades superiores para lograr algn objetivo especfico) y se han vuelto impugnadores del actual contrato social: Un fantasma recorre Indoamrica: el fantasma de la autonoma, resume Daz Polanco esta nueva conciencia jurdica: La meta autonmica surge ya como la principal bandera de lucha de los pueblos indios en todo el continentela demanda de

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Sentido y alcance del estudio democracia poltica se eleva hasta la propuesta de modificaciones de fondo en la organizacin de los estados que hagan posible la formacin de autogobiernos indios en los marcos nacionales (Daz Polanco, 1991: 200). Una breve ojeada a los documentos ms importantes que se han publicado en los ltimos aos reconfirma esta tendencia: en la Declaracin de Quito (1990), fruto del Primer Encuentro Continental de los Pueblos Indios, por ejemplo, abundan las crticas a la legalidad establecida: compromete en un histrico Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indgenas frente al grupo guerrillero Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca y a la sociedad en general (mayoritariamente indgena) a promover cambios legislativos que apuntan a la proscripcin constitucional del racismo, la oficializacin de las lenguas y las creencias religiosas autctonas y el establecimiento de un rgimen autonmico. Por otra parte, en uno de los documentos ms polmicos de la actualidad mexicana, los Acuerdos de San Andrs de 1996, los representantes gubernamentales coinciden con el Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional en que: ...las modificaciones constitucionales representan un punto medular para la nueva relacin de los pueblos indgenas y el Estado en el marco de la reforma del Estado, para que sus reivindicaciones encuentren respaldo en el estado de derecho (EZLN, 1996: 38).

en los actuales Estados Nacionales de nuestro continente, las Constituciones y leyes fundamenLa caracterstica principal de la tales son expresiones jurdiemergencia indgena es la existencia co-polticas que niegan nuesde un nuevo discurso identitario, esto tros derechos es, una cultura indgena socioeconmicos, culturales reinventada. Se trata de una lectura y polticos. De ah que en urbana de la tradicin indgena, nuestra estrategia general de realizada por los propios indgenas, lucha, consideremos prioritaen funcin de los intereses y objetivos rio exigir las modificaciones indgenas. Es por ello que se trata de de fondo, que permitan el un discurso arraigado profundamente ejercicio pleno de la autodeen la tradicin, pero con capacidad terminacin a travs de gode salir de ella y dialogar con la biernos propios de los puemodernidad. blos indios y del control de nuestros territorios (en Daz Jos Bengoa (2000: 128-129). Polanco, comp., 1995, 390). Tres aos despus, un conjunto de antroplogos exhorta en la Declaracin de Barbados III: ...a los poderes legislativo, judicial y a los partidos polticos, a fin de que sus leyes, resoluciones y actividades se enmarquen dentro del respeto al pluralismo tnico y los derechos imprescriptibles a la vida, la tierra, a la libertad y a la democracia (en sin autor, 1994: 40). Por otra parte, los indgenas chiapanecos, que en enero de 1994 irrumpen violentamente en el escenario poltico mexicano se muestran muy familiarizados con el mbito jurdico, al justificar en la Declaracin de la Selva Lacandona el levantamiento armado con el artculo 39 constitucional que garantiza al pueblo en todo tiempo, el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su Gobierno. En 1995 el Gobierno guatemalteco se

Finalmente, en el ltimo proyecto de Declaracin Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indgenas (aprobado por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos en febrero de 1997), -en cuya elaboracin, participaron los 35 Estados miembros- se les reconoce a los pueblos indgenas sus -derechos colectivos que son indispensables para el pleno goce de los derechos humanos individuales de sus miembros y se anuncia la adopcin de las medidas legislativas y de otro carcter, que fueran necesarias para hacer efectivos los derechos reconocidos en esta Declaracin (art. II). Los pueblos originarios de Amrica, como sugieren estos pocos ejemplos, en los ltimos 10 aos han ido definiendo sus reclamos exigiendo la inclusin de algunos derechos especficos en las leyes fundamentales del Estado. En el transcurso de este trabajo ser necesario indicar las posibilidades reales de esta estrategia de lucha, pero por ahora alcanza con destacar esta revalorizacin de un espacio y un instrumento tradicionalmente ajenos a las comunidades.

Habr muchos argumentos ms que afirman la revalorizacin de la esfera jurdica en el tratamiento de los problemas actuales de Amrica Latina en general y de la etnicidad en especial: el significado

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Sentido y alcance del estudio simblico que implica el reconocimiento de la pluriculturalidad en las Cartas fundamentales ms actuales y el auge del tema de las autonomas culturales entre juristas, historiadores, publicistas e intelectuales -entre ellos mucho indgenas. Por qu remitirse a la historia para un anlisis sobre la actualidad? Si las Constituciones latinoamericanas tuviesen vida propia, seguramente se encarnaran en forma de elefantes: su excelente memoria, su cuerpo voluminoso, su estado evolutivo un tanto pasado de moda y una larga expectativa de vida son caractersticas que comparten estas Cartas con los paquidermos. Cambiar de Constitucin es uno de los procedimientos ms complicados que se conoce en el rgimen democrtico. La bsqueda de consensos interpartidarios y del apoyo ciudadano, las discusiones en la Asamblea Constituyente y el laborioso proceso de redaccin impiden la promulgacin apresurada o coyuntural de este documento. Las modificaciones especficas en el mbito constitucional, en todo caso, se suelen realizar a travs de enmiendas o reformas especficas. Un caso extremo de larga vigencia fue la Carta Magna de Argentina que rigi -aunque con mltiples enmiendas- de 1853 a 1994, desde la creacin real de un Estado independiente bajo la dictadura de Juan Manuel de Rosas hasta el menemismo de los aos noventa del siglo pasado. Es cierto que la vida institucional en Amrica Latina del siglo XIX, desde un punto de vista general, fue mucho ms discontinua, y con relacin a Per existen curiosidades histricas, como la Carta de inspiracin bolivariana que -a pesar de instaurar la presidencia vitalicia- no alcanz siquiera dos meses de vida. Estos vaivenes (al menos en Hispanoamrica) son reflejos de largos conflictos polticos e ideolgicos que perduran hasta nuestros das. Empero, en lo que se refiere a los temas que nos interesan aqu -la proteccin de la propiedad comunitaria, el derecho de voto de los alfabetos, la independencia del municipio y el reconocimiento del Estado pluritnico, entre otros- detectamos, a grosso modo, tres vertientes histricas: el liberalismo latinoamericano sui generis del siglo XIX (con elementos espaoles, franceses, angloamericanos), el constitucionalismo social (a partir de la Constitucin de Quertaro de 1917) y, finalmente, el reformismo econmico que se combina ocasionalmente con una poltica de reconocimiento tnico. La historia ha depositado sedimentos perdurables en las Cartas Magnas de Latinoamrica: la Constitucin vigente de Brasil, por ejemplo, al reconocer a los indios los derechos originarios sobre las tierras (art. 231) se remite a una tradicin iniciada (y nunca revocada) por una orden real de 1680 que guardaba la preferencia y el derecho de los indios que son seores originarios y naturales. Por otra parte, la funcin social de la propiedad, tan valioso concepto de los legisladores en Quertaro (1917), expresada en el artculo 27 -que establece que la Nacin tendr en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el inters pblico -tambin es una referencia a disposiciones anteriores, como el Reglamento Provisional Poltico del Imperio Mexicano que sealaba que el estado puede exigir el sacrificio de una propiedad particular para el inters comn legalmente justificado (art. 13). Un caso muy ilustrativo de esta sedimentacin conceptual es la Constitucin peruana de 1993. La evaluacin de los artculos indigenistas contenidos en este documento se vuelve una aspiracin ficticia sin conocer los antecedentes jurdicos, como demuestra el ejemplo del artculo 89 (cfr. cuadro 20 Excavaciones conceptuales en el captulo IV sobre el Per). En el mbito de lo jurdico no hay palabras arbitrarias o neutrales, cada trmino suele ser discutido en la Asamblea Constituyente o el Parlamento, y las ambigedades o imperfecciones que quedan finalmente plasmadas en un texto legal pueden tener, incluso, un trasfondo intencional. Es necesaria una interpretacin histrica contextualizada. Los conceptos jurdicos arrastran un pesado bagaje histrico, tradiciones y referencias contextuales que reflejan la idiosincrasia de cada uno de los pases latinoamericanos: el trmino poblacin silvcola (en Brasil), por ejemplo, tiene otras connotaciones que el de las comunidades nativas (en Per) o de los ncleos de poblacin ejidales en Mxico. Hemos tratado de hacer una valoracin justa de los avances o retrocesos de los documentos legales, a partir de una excavacin de estos conceptos. Estas excavaciones, el rescate del significado histrico particular, como veremos, resulta sumamente difcil. Primero porque no hay momento de emanacin original de los conceptos, cada influencia terica implica la condensacin de otras: la autonoma, por ejemplo, es un trmino relacionado con el municipio hispanoamericano, el descentralismo centroeuropeo, el self-government ingls del siglo XVIII, la nocin de independencia personal de Immanuel Kant (1724-1804), la poltica del Imperio Romano con los pueblos conquistados etc.; y aunque el concepto deriva etimolgicamente

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Sentido y alcance del estudio de la Grecia clsica, tambin fue concebida anteriormente por otros pueblos, como los persas, bajo denominaciones diferentes. En segundo lugar surge la necesidad de encuadrar los conceptos en las discusiones ideolgicas y la produccin cultural general de la poca, por lo que el material bibliogrfico se ensancha. El indigenismo peruano de las primeras dcadas del siglo XX, por ejemplo, est influenciado por los escritos de destacados intelectuales, como Jos Carlos Maritegui. Por ltimo, no se debe perder de vista el anlisis del trasfondo real de todo este andamiaje jurdico-terico, es decir, el acontecer poltico, el impacto concreto de las disposiciones, los grupos de intereses, el rgimen econmico. Las grandes exigencias de procedimiento que implica este tipo de estudios histrico-jurdicos explican, en parte, la falta de atencin a la temtica en la literatura especializada: Las deficiencias del sistema jurdico que se detectan en muchos pases de Amrica Latina, no resultan ser solamente un legado de las dictaduras de dcadas pasadas. Tienen sus races en procesos histricos anteriores. Desgraciadamente, el estudio de stos, a menudo no se considera relevante (Madlener, 1996: 11, traduccin del alemn). Por qu abarcar a toda Amrica Latina en este estudio? La necesidad de elaborar un esquema abarcador sobre la temtica apareci en el transcurso de esta investigacin como respuesta al estado de confusin en el que nos dejaron muchos textos de anlisis constitucional. Prrafos enteros -como el que transcribimos a continuacin-, redactados por los ms destacados especialistas en derecho indgena, a los ojos de un lector inexperto, se vuelven indescifrables y enigmticos: Guatemala reconoce un derecho a la propia cultura, el derecho de las comunidades a su identidad cultural. Nicaragua tambin se refiere a un derecho a la identidad cultura de las comunidades indgenas. Colombia lo que reconoce es la diversidad tnica y cultural; Mxico, una composicin pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indgenas, Per, la pluralidad tnica y cultural, con un derecho de toda persona a su correspondiente identidad. Bolivia se declara ella misma multitnica y pluricultural. Lo propio hace Ecuador asignndole los atributos de pluriculturalidad y multietnicidad al Estado mismo. Panam ha reconocido la pluralidad de lengua en trmino que, porque la impliquen, no parecen extenderse a la de culturas, pues asume al tiempo como objetivo constitucional un cambio cultural de direccin previsible. Posicin similar presenta Argentina con una referencia a la educacin intercultural o de transicin entre culturas en sentido igualmente imaginable. Ecuador se ha referido igualmente a la castellana como lengua intercultural y a una cultura nacional en singular, pero tambin a la cultura respectiva de cada lengua, aadiendo ahora dicha profesin de multiculturalidad, esta confesin del propio Estado. La de una sola cultura, la que se tiene por nacional, no hace falta que conste igualmente en unos mismos pasajes, como en Panam y en Nicaragua, para que se entienda y opere. Las Constituciones comienzan por hacerse en castellano, un indicio de que profesan, aunque no confiesen, una determinada cultura (Clavero, 1997: 77, subrayado del autor). Sin duda, el autor demuestra en esta cita un impresionante dominio de la materia. Empero, a qu artculos constitucionales se refiere?, Por qu restringir este anlisis a 11 de 21 pases latinoamericanos?1, No podramos categorizar estos derechos culturales en subdivisiones como lengua, reconocimiento de la nacionalidad multicultural y educacin bilinge? El cuadro sinptico que elaboramos a partir de este tipo de interrogantes, en consecuencia, tiene la finalidad principal de acceder a fuentes legales y textos de interpretacin que resultan hermticos para alguien que no proviene del campo de lo jurdico. Al acercarnos posteriormente al prrafo citado despus de haber elaborado un mapa general que registra aspectos del reconocimiento cultural, como la multietnicidad y la oficializacin de un idioma indgena- logramos finalmente ubicar las referencias constitucionales concretas y, adems, divisamos la lgica subyacente del autor: Clavero se enfoca en su anlisis precisamente en los pases hispanoamericanos que establecen, de una u otra manera, una nacionalidad multicultural o reconocen las lenguas indgenas. En otras palabras, su interpretacin engloba a las Constituciones relevantes en este aspecto. Con todo, cabe una aclaracin sobre el marco geogrfico que elegimos para este trabajo y que comprende 21 pases del continente: Argentina, Belice,

1 En la cita transcrita Clavero se refiere a 10 pases. En el mismo captulo sobre los derechos culturales tambin analiza el ca de Paraguay. La so Constitucin ecuatoriana de 1996 (analizada por Clavero) ya no est vigente.

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Sentido y alcance del estudio Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guayana Francesa, Guyana, Honduras, Mxico, Nicaragua, Panam, Paraguay, Per, Surinam, Uruguay, y Venezuela. No incluimos en esta investigacin el Caribe, aun cuando puede ser considerado parte de la regin, porque presenta una configuracin tnica diferente. Su poblacin indgena es minscula y el elemento afroamericano plantea otros retos para la conformacin de los Estados nacionales, que no necesariamente son palpables a escala constitucional. Excepto en Cuba -donde el Prembulo glorifica a los aborgenes que prefirieron muchas veces el exterminio a la sumisin- en las Cartas fundamentales de las islas caribeas no figuran las poblaciones indgenas (cfr. Jordn Pando, 1990: 47-48; Coronado Suzn, 1996: 77). Tambin excluimos la legislacin indigenista de los Estados Unidos, pas que perteneci al Instituto Indigenista Interamericano (III), porque su relacin con los ms de 1.6 millones de nativos se fundamenta en el reconocimiento de algunos grupos especficos, expresado en tratados, estatutos y fallos de casos (cfr. Serafino et al., 1991: apndice F; Clavero, 1994: 28-35 ). La poblacin aborigen de Canad, por lo dems, tambin est sujeta a este tipo de tratamiento aunque pareciera que existen procesos interesantes de negociacin directa entre el Gobierno y los pueblos indgenas. Por otra parte, hemos incluido en la revisin constitucional a la Guayana Francesa (Departamento de Ultramar de Francia) que no es miembro de la Organizacin de Estados Americanos, pues el criterio de base propuesto, en este caso, son las etnias y no los Estados nacionales. La distribucin demogrfica de los indoamericanos, en este sentido, apunta a delimitaciones comunitarias ajenas a las fronteras geopolticas regionales y nacionales. Cul es la organizacin interna de este estudio? En el primer captulo presentaremos una caracterizacin general de las diversas poblaciones indgenas, su peso numrico y sus reas de ocupacin en Amrica Latina y el resto del mundo. A pesar de tratarse de un tema de tcnica demogrfica, en este breve apartado el lector conocer tambin el carcter conflictivo y la relevancia poltica de los censos. El segundo captulo parte del significado difuso y multifactico del trmino derechos indgenas. Partiendo de algunas definiciones fundamentales, propondremos tres mbitos de vigencia de este concepto (derecho consuetudinario, poltica indigenista y derecho internacional). De paso, indicaremos el desarrollo reciente que experiment el concepto indgena en cada una de estas esferas jurdicas. En el tercer captulo cuestionaremos algunas opiniones muy difundidas entre historiadores sobre el status legal de los indios en Amrica Latina desde la Independencia. Partiendo de un esquema comparativo anteriormente elaborado, en el cuarto captulo revisaremos 21 pases latinoamericanos respecto de los derechos indgenas (entendidos en este caso como gestin estatal hacia esta poblacin). Puesto que consideramos la fuente legal un sistema complejo de derechos y obligaciones interrelacionados, este anlisis abarca un gran espectro de cuestiones no directamente vinculadas con nuestro tema. El tratamiento de cada caso nacional se inicia con mapas, estadsticas, la trascripcin de los pasajes legales ms importantes, una lista de la legislacin secundaria y concluye con un texto interpretativo, entrevistas, recortes de peridicos e indicaciones bibliogrficas y cibernticas. En la conclusin resumiremos las tendencias actuales en materia indgena. Tambin propondremos algunos elementos bsicos para comparar y evaluar la eficacia de las leyes indigenistas. Como anexo separado se presentar un afiche que contiene el cuadro sinptico general de las Constituciones analizadas, extrado de los 21 casos nacionales.

A partir de qu lecturas se abord esta investigacin? Un importante punto de referencia ha sido, sin duda, Derecho indgena y derechos humanos en Amrica Latina, publicado por Rodolfo Stavenhagen en 1988. Aunque la informacin sobre las Legislaciones latinoamericanas contenida en este trabajo ocasionalmente ha perdido vigencia, el tratamiento del problema nos ha dejado grandes directrices, por ejemplo con relacin a los tres planos jurdicos y culturales del derecho indgena (consuetudinario, estatal e internacional, cfr. Varese, 1988: 318), el enfoque histrico y el nfasis en el problema de la violacin de los derechos fundamentales de los indgenas. No existe por el momento investigacin que contine y actualice de forma sistemtica este estudio, hecho que nos oblig a buscar la informa-

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Sentido y alcance del estudio cin reciente en ensayos y trabajos dispersos. Entre la lectura de Manuel Garca Pelayo. Con relacin al estos es importante mencionar la excelente compifuncionamiento del derecho en las sociedades latilacin Derecho indgena, coordinoamericanas ha sido de gran utiVivimos un fin de poca? Algunos lidad la investigacin sobre La efinada por Magdalena Gmez signos parecen indicarlo. En cualquier cacia simblica del derecho. Exa(1997), producto de un Seminario caso, entre las ideas de la modernidad men de situaciones colombianas Internacional en el Museo Nacioque estn en crisis, hay una que nos de Garca Villegas (1993), un tranal de Antropologa e Historia en afecta a todos en nuestra vida diaria: bajo que se ocupa del significado Mxico donde participaron destala crisis de los Estados nacionales. Pero del silencio -es decir, las ambicados especialistas. Otros trabajos una de las causas de que la reflexin gedades intencionales- de las imprescindibles en la materia figuse embrolle es la ambigedad con que formulaciones jurdicas. El estudio ran en la entrevista con Donna Lee a menudo se usan los trminos de la situacin legal de los indios Van Cott al final de esta introducEstados, nacin, nacionalismo, y propuesto por este ensayo, en concin y en la entrevista con Marco otros afines como etnia o pueblo. clusin, se inscribe en un campo Aparicio Wilhelmi en el captulo IV. de investigacin difuso, pero ya Luis Villoro (1999: 13) ampliamente desarrollado. El concepto de autonoma -aunque no ocupa un lugar central en este trabajo- opera de Los derechos tnicos, finalmente, representan un forma casi invisible en su concepcin general. Cabe tema altamente polmico y contradictorio. El preindicar, por ejemplo, que los derechos autogestivos sente trabajo pretende presentar una visin global fueron uno de los cuatro criterios fundamentales para de la problemtica, as como facilitar algunas herraevaluar cualquier documento legal. Las reflexiones mientas para su anlisis. Debajo de esta investigade Hctor Daz Polanco (1991) en su libroAutocin subyace una premisa y motivacin personal que noma regional. La autodeterminacin de los pueresumiramos de la siguiente manera: Tanto la noblos indios, el concepto de control cultural proobservancia de leyes vigentes como la inclusin puesto por Guillermo Bonfil Batalla (1991), as como distorsionada de los reclamos indgenas en las Conslas ideas filosficas sobre individualismo y tituciones latinoamericanas tienden a fomentar socomunitarismo de Luis Villoro (1996), nos hicieron luciones violentas. reflexionar sobre la autonoma y sus mltiples dimensiones. Para una visin sobre el derecho internacional nos result adems indispensable el artculo Minorities de Francesco Capotorti (1997), y para el derecho constitucional comparado se parti con

Las Constituciones ms progresistas han cambiado la vida de los pueblos indgenasEntrevista con Donna Lee Van Cott Especialista en cambios constitucionales y derechos indgena en Latinoamrica PH.D., profesora asistente en el Departamento de Ciencias Polticas, Universidad de Tennessee, KnoxvilleDra. Donna L Vancott , su ltimo libro se titula The friendly liquidation of the past: Decmoratization and Constitutional Transformation in Latin America (La liquidacin amistosa del pasado: democratizacin y transformacin constitucional en Amrica Latina) A qu alude el calificativo friendly amistoso? El ttulo de mi libro se inspir en las palabras del ex-presidente Alfonso Lopez Pumarejo, quien hablaba del proceso de reforma constitucional en Colombia. Para mi la palabra amistosa implica que los pueblos indgenas y las lites polticas se reunan en un espritu de amistad para reconstituir la nacin sin violencia. Es una idealizacin del proceso de reforma constitucional colombiana, que, sin embargo, en otros casos puede conllevar a muchos conflictos y frustraciones. En la misma investigacin usted compara las reformas constitucionales de dos pases: Colombia y Bolivia. Por qu eligi estos dos casos tan dismiles en materia indgena? Cuando estaba empezando mi trabajo de campo, stos eran los nicos pases con Constituciones

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Sentido y alcance del estudio que incluyeron un reconocimiento importante de los derechos indgenas. Cuando termin la investigacin en 1998, otros pases han seguido el ejemplo. Creo que es importante estudiar Colombia y Bolivia porque sus reformas constitucionales dieron inspiracin a los movimientos indgenas en muchos otros pases. Algunos participantes indgenas de las reformas en Colombia y Bolivia, posteriormente, fueron invitados a viajar a Ecuador y a Venezuela para compartir sus experiencias. Los estudios comparativos constitucionales han vivido un auge en los ltimos aos. Por qu?, Qu aportes y qu autores le parecen claves para la comprensin del derecho indgena en Latinoamrica? Los acadmicos siempre buscamos temas importantes e interesantes. Adems, creo que agencias de financiamiento internacionales destinan muchos recursos para este tipo de investigacin. Entre los mejores trabajos, tenemos que incluir la compilacin de Enrique Sanchez, Derechos de los Pueblos Indgenas en las Constituciones de America Latina, publicado por COAMA en Colombia en 1996; la compilacin de Magdalena Gomez, Derecho Indgena, publicado por el Instituto Nacional Indigenista de Mexico en 1997; la compilacin de los estudiosos holandesas Willem Assies, Gemma van der Haar y Andre Hoekema, El Reto de la Diversidad: Pueblos Indgenas y Reforma del Estado en Amrica Latina, publicado en espaol por El Colegio de Michoacn en 1999; y la compilacin de Rachel Sieder, Multiculturalism in Latin America: Indigenous Rights, Diversity and Democracy, publicado por Palgrave en 2002. Tambin existen varios trabajos cortos de Jorge Dandler, incluyendo un ensayo en el tomo The (Un)Rule of Law and the Underprivileged in Latin America, University of Notre Dame Press, 1999. Un enfoque ms filosfico e histrico se encuentra en el trabajo de Bartolom Clavero en sus libros Derecho Indgena y Cultural Constitucional en Amrica, y Ama Llunku, Abya Yala: Constituyencia Indgena y Cdigo Ladino por Amrica. Latinoamrica vivi una ola de reconocimiento constitucional del multiculturalismo desde mediados de los ochenta hasta la fecha. Hasta qu punto es un verdadero movimiento latinoamericano?, En qu se expresan las especificidades nacionales? Creo que es impresionante el grado de similitud entre las Constituciones latinoamericanos en materia indgena. Por supuesto, esta afinidad no se restringe al tema indgena. Las clases polticas han sabido adaptar un conjunto de derechos indgenas a su realidad nacional. Vemos diferencias entre pases con poblaciones indgenas proporcionalmente grande y otros con poblaciones de menores proporciones. Tambin existen diferencias entre las Constituciones escritas con mucha participacin de representantes indgenas (Colombia, Ecuador, Venezuela) y las con una participacin restringida (Bolivia, Paraguay, Argentina, Per). Las Constituciones latinoamericanas prometen cada vez ms: seguridad laboral, bienestar, educacin, delimitacin de tierra, crdito rural. Considerando el bajo crecimiento econmico en la zona: Son Constituciones utpicas? Estas Constituciones tienen fines varios. Son, ciertamente, visiones de un pas y de una sociedad ideal o utpica. Incluyen tambin, sin embargo, aspectos que se pueden convertir en ley y hechos. Esto depende de la redaccin del texto constitucional, de los niveles de especificidad, y de la posibilidad de gozar de estos derechos sin la promulgacin de una legislacin ordinaria. Los derechos simblicos son ms fciles de ejecutar y transformar en una realidad sin importar la crisis econmica. No hay que negar la importancia de estos derechos simblicos al reconocimiento, la identidad, y la dignidad. Hay derechos substantivos que no requieren de recursos estatales: por ejemplo, el reconocimiento del derecho y de la justicia indgena como ley pblico y legtimo. Tambin hay derechos que conllevan costos muy altos: por ejemplo, el derecho a la educacin bilinge e intercultural. Si no hay presupuesto para este rubro, la transformacin efectiva de estos derechos sufre demoras. Han aportado estas nuevas Constituciones a mejorar la situacin de los pueblos indgenas?, Cules son los puntos dbiles? Segn mi opinin, las Constituciones con regmenes indgenas ms progresistas han cambiado la vida de los pueblos indgenas de manera tangible e intangibles. Los resultados ms positivos sucedieron en el reconocimiento de los indgenas como pueblos distintos frente del Estado y la sociedad. Actualmente, existe ms respeto y las relaciones entre Estados y organizaciones indgenas son ms estrechas. Cuando existen mecanismos de leyes, capaces de defender estos derechos, como en Colombia, los resultados realmente son impresionantes. Las debilidades de estas Constituciones, lamentablemente, se ubican en las reas de mayor importancia: la proteccin de los derechos indgenas colectivos sobre sus tierras y territorios. Incluso en pases donde el reconocimiento legal es muy claro, a veces, ha sido imposible para las organizaciones indgenas defender estos derechos, porque la resistencia de las lites y de otros intereses econmicos es demasiado fuerte. Hay quienes dicen que la legislacin liberal clsica con los derechos individuales si fuese

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Sentido y alcance del estudio aplicada correctamente y conscientemente -es suficiente para garantizar el bienestar de los indgenas. Por qu son necesarios los derechos colectivos? Los derechos individuales pueden proteger a los pueblos indgenas con respecto a ciertos derechos culturales. Por ejemplo, pueden garantizar el derecho de un individuo a tener un traductor durante un proceso legal. Sin embargo, los derechos colectivos tambin son importantes, porque los individuos indgen