(barajas, robles, gonzales,cruz,2012)significado psicológico de una ruptura

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8/16/2019 (Barajas, Robles, Gonzales,CRuz,2012)Significado Psicológico de Una Ruptura http://slidepdf.com/reader/full/barajas-robles-gonzalescruz2012significado-psicologico-de-una-ruptura 1/79 VOL. 20 NO. 2 JULIO - DICIEMBRE 2012

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    VOL. 20 NO. 2 JULIO - DICIEMBRE 2012

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    Consulte los índices de Psicología Iberoamericana en:

    , y : www.dgbiblio.unam.mx 

    Psyc: http://www.apa.org/psycinfo/about/covlist.html 

    Consulte el texto completo en:

    Redalyc: http://redalyc.uaemex.mx 

    Publicaciones Ibero: www.uia.mx/publicaciones

    Psicología Iberoamericana,  vol. 20, no. 2, julio-diciembre 2012, es una publicación semestral de la

    Universidad Iberoamericana, A. C. Ciudad de México. Prol. Paseo de la Reforma 880, col. Lomasde Santa Fe, C. P. 01219, México, D. F. Tel. 5950-4000 ext. 4919. www.uia.mx, [email protected] .

    Editora responsable: Dra. Cinthia Cruz del Castillo. Número de Certificado de Reserva al Uso

    Exclusivo otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2008-093012453500-102.

    ISSN: 1405-0943 Número de Certificado de Licitud de Título 7419, Número de Certificado de

    Licitud de Contenido 5335, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y

    Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Domicilio de la publicación: Departamento

    de Psicología, Universidad Iberoamericana, A. C. Prol. Paseo de la Reforma 880, col. Lomas de

    Santa Fe, C. P. 01219, México, D. F. Tel. 5950-4000 ext. 7005. Impreso en: Tipográfica S. A. de C. V.

    Cerrada de la Imagen 26, col. Lomas de San Ángel Inn, C. P. 01790, México, D. F. Tel. 5683-0606.

    Distribución: Universidad Iberoamericana, A. C. Prol. Paseo de la Reforma 880, col. Lomas de

    Santa Fe, C. P. 01219, México, D. F. Tel. 5950-4000 ext. 7600.

    Todo artículo firmado es responsabilidad de su autor. Se prohíbe la reproducción de los artículos

    sin consentimiento del editor. [email protected]; [email protected] 

    Psicología Iberoamericana,  vol. 20, no. 2, julio-diciembre 2012, se terminó de imprimir en diciem-

    bre de 2012 en los talleres de Tipográfica S. A. de C. V. Cerrada de la Imagen 26, col. Lomas de San

    Ángel Inn, C. P. 01790, México, D. F. Tel. 5683-0606, con un tiraje de doscientos ejemplares.

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    ContenidoContents

    EDITORIALDe las creencias y las normas a las particularidades del comportamientohumanoCinthia Cruz del Castillo

    Masculinidades: espacios-momentos críticos en las formas de ser hombreen la Ciudad de México Masculinities: Critical Periods in the Way that Mexican Adults Define

    what it Means to be a Man

    Deysy Margarita Tovar-Hernández, Tania Esmeralda Rocha Sánchez

    Actitudes hacia la transformación de la vida en pareja: soltería,matrimonio y unión libreAttitudes towards Transformation of Couple Live: Singlehood, Marriage

    and Cohabitation

    Melissa García Meraz, Alejandra Salvador García, Rebeca Ma. Elena GuzmánSaldaña

    El significado psicológico de una ruptura de pareja significativa en jóvenes universitariosThe Psychological Meaning of a Meaningful Relationship and Breakup

    in College Students

    Miriam Wendolyn Barajas Márquez, Rebeca Robles García, Catalina FranciscaGonzález Forteza, Cinthia Cruz del Castillo

    La virginidad: ¿una decisión individual o un mandato cultural?Virginity: An Individual Decision or a Cultural Mandate?

    Norma Elena Reyes Ruiz, Rolando Díaz-Loving

    Desarrollo y evaluación psicométrica de un índice de espiritualidad paraadultos mayores en MéxicoDevelopment and Psychometric Evaluation of a Spirituality Index for

    Elders in Mexico

    Marcela Sánchez Estrada, Catalina Francisca González Forteza, Rebeca RoblesGarcía, Patricia Andrade Palos

    5

    7

    16

    26

    33

    41

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    Motivación al logro y el locus de control en estudiantes resilientes debachillerato del Estado de MéxicoAchievement Motivation and Locus of Control in High School Students

    Resilient on State of Mexico

    María de Lourdes Torres Cruz, Armando Ruiz Badillo

    Validez divergente y convergente del instrumento de autoeficacia altratamiento en diabetesDivergent and Convergent Validity of the Diabetes Treatment Self-

    efficacy Instrument 

    Arturo Del Castillo Arreola, Rebeca María Elena Guzmán Saldaña, ScarlettIglesias Hoyos, Isabel Reyes Lagunes

    Análisis exploratorio de un modelo para el manejo de desastres en niñostabasqueños

    The Development of a Disaster Management Model Directed toTabascan Children: An Exploratory Analysis

    Ana Luisa Quezadas Barahona, Judith Pérez-Castro

    49

    58

    66

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    Psicología Iberoamericana | EDITORIAL. De las creencias y las normas a las particularidades del comportamiento humano | 5

    EDITORIAL

    De las creencias y las normasa las particularidades delcomportamiento humano

    Cinthia Cruz del Castillo*

    Psicología Iberoamericana (julio-diciembre, 2012), vol. 20, no. 2, pp. 5-6. ISSN 1405-0943

    Nacemos y morimos entre creencias y vivimos sujetos a las normas, éstas se encuentran presen-

    tes en todas las culturas, aunque son diferentes en cada una de ellas (Morales, Moya, Gaviria &Cuadrado, 2007). Dicha variación no sólo ocurre por las diferencias culturales sino también porla interacción social, las adaptaciones a condiciones del pasado y los desafíos del presente, ya queninguna cultura es estable sino que contiene expectativas sociales, reglas contradictorias (Ross &Nisbett, 1991) y es susceptible a los cambios.  De ahí que se vuelva relevante, entonces, definir a las normas como las reglas y expectativassociales a partir de las cuales un grupo regula la conducta de sus miembros (Morales et al., 2007)lo que se refiere a las ideas y a los patrones del comportamiento correcto del grupo (Gibbs, 1981;Triandis, 1994).

    Pero ¿cómo es que aprendemos las normas?, y ¿cómo conocemos las reglas que rigen losgrupos de los que formamos parte? De acuerdo con Cavalli-Sforza y Feldman (1981), la forma

    en la que los grupos transmiten las normas a los nuevos miembros se conoce como transmisióncultural, la cual incluye el proceso de endo-culturación y socialización, y éste puede ser vertical uhorizontal. La transmisión de las normas, valores, creencias y motivaciones de los padres a su des-cendencia, de una generación a la siguiente, es conocida como transmisión vertical, y la que se daentre pares es identificada como transmisión horizontal (Berry, Poortinga, Segall & Dasen, 1992).

    Las normas están íntimamente ligadas a las conductas que llevamos a cabo o no. Sumado aesto, la conducta de las personas está determinada principalmente por la intención conductual –lacual es una medida de la motivación de las personas para involucrarse en conductas particulares–y las intenciones conductuales a su vez están conformadas por tres constructos: las actitudes, lanorma subjetiva y el control conductual percibido. Las primeras se refieren a las creencias acercade los costos y recompensas de llevar a cabo una conducta particular; la norma subjetiva refleja las

    creencias acerca de la presión social que las personas sienten por parte de los grupos sociales, y elcontrol conductual percibido se refiere a las creencias acerca de la facilidad o dificultad de llevar acabo una conducta (Azjen, 1998).

    De esta modo, las personas intentan involucrarse en conductas que evalúen positivamente–actitud –, perciban presión social para hacerlo –norma subjetiva– y crean que pueden lograr –con-trol conductual percibido– (Armitage & Talibudeen, 2010).

    * Para correspondencia: Prolongación Paseo de la Reforma 880, Edificio J Segundo Piso, Lomas de Santa Fe, C. P. 01219, México,D. F. Tel. (52) (55) 5950 4000 ext. 7013 [email protected]

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    6 | Psicología Iberoamericana | Cinthia Cruz del Castillo

      Este segundo número del volumen 20, agrupa ocho trabajos empíricos que delatan la variabili-dad característica de la psicología en México y el cúmulo de particularidades que dan cuenta de laforma en que las conductas son un complejo entramado de normas, creencias, actitudes y conductas.

    El primer trabajo, elaborado por Tovar-Hernández y Rocha Sánchez, nos transporta al modoen el que un grupo particular de hombres en México hace frente a los cambios en las normas so-

    cioculturales y transiciones en el rol de género y la manera en la que reconfiguran sus creencias encuanto a las masculinidades.  García, Salvador y Guzmán aportan el segundo trabajo referente a la transformación de la vidaen pareja, exploran la forma en que las nuevas normas reconfiguran términos como la soltería, elmatrimonio y la unión libre y de qué modo interactúan éstos con las relaciones a corto plazo o adistancia en un grupo de universitarios hidalguenses.  Barajas, Robles, González y Cruz del Castillo contribuyen en este número con la indagacióndel significado psicológico de una ruptura de pareja y su impacto sobre la salud física y mental delindividuo ante la posibilidad de prevenir e incidir de manera efectiva a nivel clínico.  En cuarto lugar Reyes y Díaz-Loving exponen cómo el ejercicio de la sexualidad sigue estando

    condicionado por la norma de la virginidad; el estudio se llevó a cabo en distintos grupos de ado-lescentes mexicanos.  En quinto sitio Sánchez, González, Robles y Andrade presentan el desarrollo y la evaluaciónpsicométrica de un índice de espiritualidad, e indican el modo en el que estas creencias se relacio-nan con emociones como la depresión y el bienestar en un grupo de adultos mayores mexicanos.En sexto lugar Torres y Ruiz comparten sus hallazgos en cuanto a cómo la motivación al logro yel locus de control se hacen evidentes en los adolescentes que han experimentado sucesos de vidaestresantes.  En séptimo sitio Del Castillo, Guzmán, Iglesias y Reyes desarrollan la validación de un instru-mento que evalúa la autoeficacia de pacientes con diabetes tipo 2 e indican la manera en que estascreencias se vinculan con la predicción de conductas de autocuidado.

      La última aportación que contiene este número es la de Quezadas y Pérez-Castro, relativa a laconformación de modelo psicoafectivo para niños, en cuanto el manejo y afrontamiento adecuadoante los desastres naturales. ◆

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    Psicología Iberoamericana | Masculinidades: espacios-momentos críticos en las formas de ser hombre en la Ciudad de México | 7

    Masculinidades: espacios-momentos críticos en lasformas de ser hombre en la Ciudad de México

     Masculinities: Critical Periods in the Way that Mexican Adults

    Define what it Means to be a Man

    Deysy Margarita Tovar-Hernández*Tania Esmeralda Rocha Sánchez

    FACULTAD DE PSICOLOGÍA

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

    RESUMEN

    El propósito de este artículo es analizar las formas en que los hombres están construyendo sus masculinidades alrede-dor del “modelo hegemónico”, en el contexto actual de cambios socioculturales y transiciones en el rol de género. Por lo

    anterior, se realizó un estudio exploratorio y cualitativo; se aplicaron 50 cuestionarios abiertos a hombres de la Ciudad

    de México (edad promedio = 27.8), y con la información obtenida se llevó a cabo un análisis de contenido para deli-

    mitar el tipo de masculinidades reconocidas por los varones y sus características. Posteriormente se hizo un análisis

    de tales hallazgos para identificar el momento de transición y posicionamiento de estas masculinidades en una suerte de

    continuo que va desde lo tradicional hasta lo contracultural. En los discursos de los participantes se reconocen mas-

    culinidades emergentes que apuestan al ideal de “equidad de género” y la autonomía individual, al mismo tiempo que

    prevalecen formas tradicionales que se conectan con diferentes prácticas no equitativas. Estos patrones tienen un

    impacto importante en el contexto de las relaciones interpersonales.

      Palabras clave: masculinidades, hombres, transformaciones sociales, transición del rol de género.

    ABSTRACT 

    Te main aim of this article is to understand how Mexican men are living their masculinities in the context of different gen-

    der role transitions and sociocultural changes. o explore this issue, our analytical framework examines the different

    ways in which men are living or not their self construction around hegemonic masculinity, also we analyzed different po-

    sitions across a theoretical continuum since traditional to alternative behaviors and traits. We work with 50 Mexican men

    (  X 

    =27.8 years old) in an exploratory and qualitative study. Te result shows a diversity of masculinity patterns, which are

    analyzed inside the theoretical view of gender role transformations; emerging new and equal masculinities in which men’s

     practices closely match the ideals of gender equality and individual autonomy, as the same time that remains traditional

    masculinities that are connected to different forms of “gender unequal” practices. All these patterns have an impact in the

    context of interpersonal relationships.

      Keywords: masculinities, men, social changes, gender role transition.

    Psicología Iberoamericana (julio-diciembre, 2012), vol. 20, no. 2, pp. 7-15. ISSN 1405-0943

    *Nota de las autoras:Agradecemos a los hombres que colaboraron en este estudio por el tiempo que se tomaron para responder. El presente trabajo forma parte de unproyecto de investigación que se llevó a cabo dentro del Programa de Maestría y Doctorado en Psicología de la Universidad Nacional Autónoma deMéxico; dicho estudio se realizó gracias a la beca otorgada a la primera autora por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

    La correspondencia en relación con este artículo debe dirigirse a Deysy Margarita Tovar-Hernández, Edificio C, Facultad de Psicología, .Av. Universidad 3004. Col. Copilco-Universidad. C. P. 04510. Delegación Coyoacán. México D. F. Tel. 52 (55) 56222353. Dirección electrónica:[email protected]

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    8 | Psicología Iberoamericana | Deysy Margarita Tovar-Hernández · Tania Esmeralda Rocha Sánchez

    2003; Olavarría, 2003; Seidler, 2006), dicha crisis sederiva de diferentes procesos sociales. Por una parte,dentro de los factores estructurales puede mencionar-se la aplicación del modelo neoliberal en las políticaspúblicas, y por lo tanto, los acuerdos con los organis-

    mos internacionales, los cuales han traído como con-secuencia la precarización y flexibilización laboral, asícomo el desempleo. Estos factores han fungido comoejes rectores de la configuración de las masculinidadeshegemónicas, en tanto se mide la hombría a partir delpapel de proveedor económico del varón y de su par-ticipación en el entorno laboral (Burin, 2007; Jiménez,2007; Seidler, 2006). De esta manera, el creciente des-empleo y el hecho de que las mujeres tengan ahora unamayor participación dentro del ambiente laboral, y

    puedan incluso fungir como proveedoras, conlleva aun cuestionamiento de este eje identitario.  Aunado a lo anterior, los movimientos socialessurgidos a partir de la segunda mitad del siglo pasadocuestionan las condiciones de desigualdad y de inequi-dad entre las personas por diferencias raciales, étnicas,de sexo o preferencias sexuales y demandan cambiosen las asignaciones de espacios sociales (Carabí, 2000).Uno de los cuestionamientos más importantes ha sidoen torno a la distribución tradicional de roles, tareas yespacios que asocian el trabajo reproductivo a las mu-

     jeres y el productivo a los hombres como una forma“natural” de relacionarse.

    En la medida en la que se ha ido desmantelado esta“naturalización” de los roles de género y sus respectivasimplicaciones, no sólo se ha dado lugar a un aumentoen la inserción de las mujeres a los espacios públicossino que además se puede observar el incremento dela participación en el trabajo extradoméstico remune-rado durante las últimas tres décadas (Rendón, 2003)y se ha replanteado el papel que los hombres deberían jugar en el marco de dichos reacomodos.

      La llamada crisis de la masculinidad   también hasido objeto de interés en los estudios de los hombres;los teóricos debaten el carácter estático y universal delconcepto de la masculinidad. En Australia, Connell(2003) propuso el constructo de masculinidades parapoder estudiar las transiciones de la masculinidad, yaque con esta premisa es posible reconocer su carácterdinámico y diverso, lo que ha permitido comprenderque existen muchas formas de vivirse y pensarse como

    INTRODUCCIÓNEl modelo masculino occidental está representadopredominantemente por un ideal de hombre cuyascaracterísticas suelen traducirse en: joven, caucásico,fuerte desde el punto de vista físico, inteligente, poten-

    te sexualmente, exitoso en el aspecto económico, etc. Apartir de este conjunto de rasgos y expectativas se gestaun modelo hegemónico de la masculinidad que se co-loca en el imaginario social como un ideal al que elgrupo de los hombres “deberá” adherirse (Chesebro &Fuse, 2001; Connell, 2003; Mahalik et al., 2003), inde-pendientemente de que sea posible alcanzarlo.

    En México, Díaz-Guerrero realizó estudios a lolargo de 35 años, identificando que, en el marco de lasnormas socioculturales que forman parte de la idio-

    sincrasia mexicana, durante mucho tiempo prevale-cieron dos premisas fundamentales: la supremacía delhombre en relación con la mujer traducida en esta vi-sión del “padre de familia” como superior, además deuna mirada sobre la “madre” como sumisa y abnegada(Díaz-Guerrero, 2003). En las premisas identificadaspor el autor para conocer la psicología del mexicano,se observa que son enunciados que dan cuenta de lasrelaciones de género desiguales a partir de las cons-trucciones socioculturales en torno a las diferenciasbiológicas.

    En el caso de las normas sociales que rigen la vidade los varones, éstas versan alrededor del modelo he-gemónico de la masculinidad, que en México se tradu-ce en una forma de ser hombre que busca la subordi-nación de las mujeres (Díaz-Guerrero, 2003), así comola subordinación de otros hombres que no se apeguena dicho modelo (Montesinos, 2007). Esta relación dedominación-subordinación se legitima a través de di- versas instituciones, como son el Estado, la Iglesia, laescuela y la familia. Sin embargo, la masculinidad he-gemónica está en un proceso de transformación antelos cambios ideológicos y estructurales que se mani-fiestan en los roles de género (Rocha & Díaz-Loving,2011), de varones y mujeres, por lo que se planteannuevas formas de relacionarse inter e intrasexualmente(Burin, 2007; Gómez, 2007).  Las bases sobre las que se erige la masculinidadestán siendo cuestionadas en la actualidad, por lo quese dice que ésta se encuentra en crisis. De acuerdo condiversos autores (Burin, 2007; Carabí, 2000; Connell,

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    hombre, y que incluso hay diferencias hacia adentrodel mismo grupo (Carabí, 2000; Collin, 2007; Jiménez,2003). Dicho de otra forma, se deconstruye la idea deuna masculinidad “inherente” al individuo.  La configuración de las masculinidades propues-

    ta por Connell (2003) toma su referente del modeloimperante en la mayoría de los países europeos y enEstados Unidos, y se caracteriza predominantementepor la búsqueda del poder económico y político. Noobstante, surgió la necesidad de reconocer que lasformas en la que se viven las masculinidades puedendiversificarse en función de los entornos culturales(Hernández, 2007; Jiménez, 2003), lo que hace fun-damental recurrir siempre a investigaciones de corteetnológico (Díaz-Guerrero, 2003), priorizando la idio-

    sincrasia y subjetividades particulares de dicho con-texto.  De acuerdo con esta idea de que no existe unaforma única de ser hombre, algunos autores handado cuenta de los diferentes acomodos en el pro-ceso de configurar las masculinidades; por ejemplo,Montesinos (2007) reconoce en sus estudios nueveformas de ser hombre que transitan en un ir y venirdel referente de la masculinidad hegemónica y que seconfiguran dentro del contexto mexicano, a partir delas transformaciones de las relaciones interpersonales,

    específicamente con las mujeres; por otra parte, Collin(2007) propone una matriz de rasgos prototípicos paradiferenciar a las masculinidades con base en un área oaspecto de la vida de los hombres y en el cruce con laadherencia o alejamiento de los preceptos de la mascu-linidad tradicional.  El abordaje de los y las teóricas en la comprensióne identificación de las masculinidades reconoce la exis-tencia de un modelo que toma como eje la masculini-dad tradicional; sin embargo, permite reconocer tam-bién la diversidad existente en las formas en que los

    hombres viven, reconstruyen, se alejan o se adhieren adicho modelo.  No obstante, la mayoría de las masculinidadespropuestas por los investigadores anteriormente cita-dos, suelen reducir la descripción a un solo aspecto dela vida de los hombres. Vale la pena insistir que en lanoción actual de las masculinidades, las transforma-ciones del modelo predominante cruzan numerosasáreas y aspectos de la vida de los hombres.

      La investigadora argentina Mabel Burin (2007)realizó un trabajo con parejas en el que analizó la tran-sición que se está dando en el contexto social alrededorde los roles de género. Lo interesante de esta propues-ta es que la autora reconoce el impacto que esto tiene

    en la construcción de las subjetividades de hombres ymujeres, así como en sus relaciones. En dicha investi-gación, Burin reconoce distintos espacios-momentosen las formas en que se relacionan las parejas; hay algu-nas que se siguen situando en los roles tradicionales deacuerdo con la división sexual del trabajo: los hombresen el espacio público y las mujeres en el doméstico.Otras, en cambio, dan cuenta del vaivén entre lo tradi-cional y buscan nuevas maneras de relacionarse, sien-do transicionales. Burin identificó parejas que en su

    diario vivir intentan nuevas prácticas de convivenciamás equitativas y formas innovadoras de relacionarse.Por último, hay quienes viven formas contraculturales de relacionarse y se caracterizan por una inversión enlos roles tradicionales.

    Este trabajo resulta de interés para la presente inves-tigación debido a que reconoce el dinamismo que existeen la transformación de los roles de género y da cuentade los distintos posicionamientos que se pueden teneren el proceso de vivirse como hombres y como mujeres.  La pretensión de las autoras en este artículo es

    comprender el posicionamiento de los hombres en lasdiversas maneras de vivir las masculinidades en tantomomentos críticos en constante resignificación. El pro-pósito de este estudio fue, por lo tanto, examinar las di-ferentes formas de ser hombre que son reconocidas por varones de la Ciudad de México y analizar cómo dichasmasculinidades pueden ser entendidas desde los espa-cios-momentos (tradicionales, transicionales, innova-dores y contraculturales) propuestos por Burin (2007).

    MÉTODO

    ParticipantesLa selección de los participantes se llevó a cabo de for-ma accidental y propositiva; se contó con la colabora-ción de 50 hombres, con un promedio de edad de 27.8años (rango de edad de 20 a 34 años, moda = 22 años);todos residentes de la Ciudad de México. Para teneruna visión más detallada de las características sociode-mográficas de los participantes, ver la tabla 1.

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    En la tabla anterior se puede observar que existe unadiversidad de los participantes en los diferentes nive-

    les de escolaridad y de ocupación, aunque cabe aclararque un 80% reportaron ser solteros al momento de lainvestigación.

    InstrumentoSe utilizó un cuestionario de preguntas abiertas con-formado por tres apartados; en el primero se expusoel objetivo de la investigación, se garantizó la confi-dencialidad y el anonimato de los datos obtenidos.El segundo se conformó por dos preguntas: a) ¿Quétipos de hombre podría identificar en México?, y b)Describa las características de los tipos de hombre queidentificó. En el último se solicitaron los datos sociode-mográficos como la edad, el estado civil, la escolaridady la ocupación.

    ProcedimientoLos colaboradores respondieron el cuestionario, de for-ma individual y a mano, en los lugares públicos dondefueron contactados. Se les solicitó su consentimiento

    Tabla 1. Características sociodemográficas de los participantes

    Edo.civil  Escolaridad Ocupación

    Solteros

    42

    Empleado Profesionista Comerciante Docente Estudiante Desempleado Empresario

    Secundaria3 2 0 1 0 0 0 0

    Preparatoria22 5 0 2 0 15 0 0

    Licenciatura16 3 2 0 3 4 3 1

    Posgrado1 0 1 0 0 0 0 0

    Total 10 3 3 3 19 3 1

    Casados

    8

    Secundaria1 1 0 0 0 0 0 0

    Preparatoria3 3 0 1 0 0 0 0

    Licenciatura4 1 1 0 0 1 0 0

    Total 5 1 1 0 1 0 0

    para incorporarse al estudio. Una vez recolectados loscuestionarios se siguió el proceso de la transformación

    de la información en los métodos cualitativos pro-puestos por Castro (2002). La información obtenida setranscribió en un texto (formato RTF), para despuésconformar categorías que fueran representativas de lainformación aportada por los participantes. El análi-sis de contenido se realizó con el programa de análisiscualitativo  Atlas ti, mediante el cual se identificaron,en los discursos, las formas de ser hombre que ellosmismos reconocen, así como las características quelas conforman. Finalmente se realizó un análisis inter-pretativo del contenido de dichas formas de ser, y seobservaron los puntos que conectaban entre sí, tomán-dose como ejes articuladores los diferentes espacios-momentos de las subjetividades de género propuestospor Burin (2007).

    RESULTADOSEn primer lugar, las autoras identificaron que los par-ticipantes sí reconocen diversas formas de ser hombre,ya que dieron nomenclaturas y describieron las carac-

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    terísticas que las conforman. (Ver tabla 2). Los partici-pantes nombraron masculinidades cuyas característi-cas giran en torno a los mandatos de la masculinidadhegemónica, como son: machistas, conservadores,trabajadores y padres de familia, aunque hacia adentro

    Tabla 2. Formas de ser hombre y características que dan cuenta de las masculinidades percibidas por hombres de la

    Ciudad de México

    Nomenclaturas Ejemplos de descripción f*

     Machistas

    Irresponsables

     Macho

    Tradicionales

    BárbarosConservador 

     Mujeriego

    Dominan a las mujeres, les gusta que se haga su voluntad cuando ellos dicen.

    Machistas, borrachos y altaneros.

    Lo que dice y lo que quiere es lo que se hace y obtiene.

    Machistas.

    Es por esencia machista, agresivo.Machista, agresivo, fuerte, violento y competitivo.

    Cambia de mujer sólo por placer.

    15

    4

    2

    1

    11

    1

    Trabajadores

    Responsables

    Padre de familia

    “Responsables, de buena razón”, “Buscan un asentamiento económico.”

    “Atiende bien a su familia y provee completamente a ésta”, “Se dedican a su trabajoy son hombres muy cerrados.”

    Ejemplar, exitoso en su casa y en el trabajo.

    11

    5

    1

    Contemporáneos

    Posmodernos

    Neutrales

    Abiertos

    Actor

    En transición, busca su propia manera de ser hombre.

    Le dicen que sí al género pero en realidad no les importa mucho.

    Equilibrio entre el ideal y el mandilón.

    Pero tienen el control.

    Muestra el comportamiento del hombre moderno pero su esencia sigue siendo el delhombre bárbaro.

    1

    1

    1

    1

    1

    Ideales

     Sensibles

     Solidarios

     Maduros

     Masculinos

     Modernos

    Fiel, simpático, responsable, buen compañero.

    Expresan sus emociones, son cariñosos.

    Género, cultura trabajada con las mujeres, con el medio ambiente.

    Cumple con responsabilidades, le dedican tiempo a sus hijos y esposas.

    Seguros de sí mismos, capaces de compartir responsabilidades.

    Que busca el equilibrio de género y lo acepta. (Más cultura y entendimiento delentorno, cooperativo socialmente).

    2

    2

    1

    1

    1

    1

     Mandilones

    Humildes

    Conformista

     Mediocre

    “Sumiso”, “Vive bajo las faldas de una mujer, trabaja, vive y hace todo lo posible paraquedar bien con su pareja.”

    Algunos abusan de ellos.

    Es aquel que está a gusto con lo que le da la vida, conforme le llegue, no se prepara,solo espera que Dios y la vida le den para vivir.

    El que no está conforme pero no hace nada, el que deja que la vida pase sin más.

    6

    3

    2

    2

    *Este dato corresponde al número de hombres que mencionaron esta forma de ser hombre.

    tienen diferencias entre aspectos positivos y negativosen términos de la deseabilidad social, contienen aspec-tos de roles de género masculinos altamente estereoti-pados.

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    12 | Psicología Iberoamericana | Deysy Margarita Tovar-Hernández · Tania Esmeralda Rocha Sánchez

      Sin embargo, también aluden a otras formas de vi- virse como hombres, algunas de las cuales reconocenun proceso de transición en donde coexisten elemen-tos de la “vieja guardia” y al mismo tiempo incorporanacciones como el involucramiento en la crianza de los

    hijos o las labores domésticas, o bien, aquellas formasque se contraponen por completo a la visión “tradicio-nal” sobre las masculinidades. (Ver tabla 2).

    De acuerdo con las frecuencias en que los participan-tes mencionaron las formas de ser hombre resulta cuali-tativamente significativo que fueron las masculinidadesque comparten características tradicionales (41) las quefueron más nombradas, en comparación con el resto.  Es necesario puntualizar que los participantesdescribieron maneras de ser hombre atravesadas por

    la clase social y es importante resaltarlas debido a susignificancia cualitativa (por ejemplo: burgueses, obre-ros, ricos y pobres). La clase social es una categoría quese entrecruza con las construcciones de género, por loque se presentan diferentes matices que resultan de lasintersecciones entre las condiciones socioeconómicascon los momentos en los que pueden situarse las mascu-linidades anteriormente descritas. Asimismo, los par-ticipantes reconocen masculinidades derivadas de las

    diferencias en las preferencias sexuales (ejemplos: gaysy  banda homosexual ).

    Otros términos fueron mencionados sin ser de-tallados, tales como:  políticos, intelectuales, gandallas,buena onda, darketo, rokero y  fiestero, aspectos que en

    conjunto más que características de las masculinida-des pueden considerarse como ocupaciones, rasgos depersonalidad o intereses musicales que no en todos loscasos coinciden con el estereotipo.  Siguiendo con el análisis para tratar de identificarde qué manera estas formas de ser hombre podrían co-locarse dentro de una mirada más dinámica que impli-que posicionarse en diferentes momentos-espacios, sepudo identificar lo siguiente:

    Las formas tradicionales de ser hombre que se ob-

    servan en los discursos de los varones de este estudioestán representadas en mayor medida con caracterís-ticas negativas, como ser machistas, agresivos, borra-chos, dominantes con las mujeres y que les gusta que sehaga su voluntad. Sin embargo, es importante puntua-lizar que en las respuestas los varones reconocen ca-racterísticas positivas, como ser trabajadores, respon-sables, padres de familia, etc., que también se puedensituar en lo tradicional. (Ver tabla 3).

    Tabla 3. Momentos-espacios críticos en las formas de ser hombre tomando como base la propuesta de Burin (2007)

    Momentos-espacios críticos Elementos que permitieron identificar estas posiciones

    Masculinidadesrepresentativas

    Tradicionales

    Los discursos de los participantes reflejan una prevalencia de losmandatos rectores de la masculinidad hegemónica (p.e. ser fuerte,agresivo, etc.).

    Machistas, irresponsables,tradicionales, bárbaros,

    etc.

    Transicionales

    Se observan en las definiciones dadas por los hombres un gran númerode características tradicionales, a la vez que incorporan atributos de lasformas innovadoras y contraculturales de relacionarse.

    Contemporáneos,abiertos, actor, etc.

    Innovadores

    En las respuestas dadas por los varones de este estudio se puedenidentificar aspectos derivados de los procesos de cambio en

    la vida de las mujeres en específico, y los cambios globales engeneral, generando formas más equitativas de relacionarse intra eintersexualmente.

    Solidarios, maduros,modernos, etc.

    Contraculturales

    Al analizar los discursos de los participantes se identificaron formasde ser hombre cuyas particularidades se pueden situar comomomentos contraculturales, debido a que en las características delas masculinidades se asocian a comportamientos de sumisión en susdiferentes relaciones, primordialmente en las de pareja, estos atributosdenotan dificultades en la toma de decisiones de aspectos compartidosen el hogar y en lo económico.

    Mandilones, humildes,conformistas, etc.

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    Psicología Iberoamericana | Masculinidades: espacios-momentos críticos en las formas de ser hombre en la Ciudad de México | 13

      En el análisis de la información, las autoras identi-ficaron formas transicionales que aluden precisamentea la coexistencia de aspectos tradicionales, innovadoresy contraculturales. En las descripciones de las masculi-nidades, nombradas como: contemporáneos, neutrales,

    abiertos, etc., dadas por los participantes de este estu-dio, se observa el proceso de transición, es decir el ir y venir entre la incorporación de aspectos tradicionalesligados con la “hombría” (fuerza, dominio, caballerosi-dad y rol proveedor) y de características expresivas, queen algunos casos se identifican con roles asociados conel estereotipo de lo “femenino”. (Ver tabla 3).  En la tabla 3 se puede observar el acomodo de lasformas de ser hombre identificadas por los colabora-dores, como ideales, sensibles, modernos, entre otros,

    en cuyas definiciones se observan maneras innovado-ras y más equitativas de los varones para relacionar-se, como son compartir responsabilidades, expresiónemocional, seguridad en sí mismos, ser cooperativossocialmente y “buscar el equilibrio de género”.  Por otra parte, al analizar los discursos de los par-ticipantes se identificaron formas de ser hombre cu-yas particularidades se pueden situar como momentoscontraculturales que coexisten con las otras masculini-dades; las denominaciones dadas por los participantesfueron: sumisos, mediocres, mandilones  y conformis-

    tas. Las características enlistadas se sitúan en contra-corriente con lo que se espera socialmente del “deberser” de los hombres, como por ejemplo, se reconocencomportamientos como el dejarse mangonear por sus parejas y  permitir que los demás abusen de ellos. (Vertabla 3).

    DISCUSIÓNLos participantes de este estudio reconocieron diferen-tes formas de ser hombre, con lo que se puede inferirque existe un proceso de deconstrucción de la mascu-linidad “hegemónica”, lo que cuestiona precisamenteel carácter estático y universal de sus supuestos y haceevidente que las masculinidades forman parte de pro-cesos inacabados y dinámicos (Connell, 2003).

    Los hombres que colaboraron en esta investiga-ción describen características de las masculinidadesque se pueden situar en diferentes estadios del pro-ceso de transición del ideal masculino (Collin, 2007;Jiménez, 2003), acercándose o alejándose de éste y

    reconocen aspectos que pueden situarse en momen-tos más tradicionales, transicionales, innovadores y/ocontraculturales, tomando como base el análisis reali-zado por Burin (2007).

    Es notable que en las descripciones de los parti-

    cipantes predominan numéricamente formas de serhombre cuyas características se pueden ubicar en mo-mentos tradicionales de relacionarse; es decir, en laideología masculina sigue imperando el modelo hege-mónico de que los hombres en México se caracterizanpor ser machistas, agresivos, mujeriegos, borrachos ydominantes, lo que coincide con la literatura (Díaz-Guerrero, 2003; Montesinos, 2007).

    En los discursos de los participantes se pueden ob-servar aspectos positivos, en términos de deseabilidad

    social, como ser responsables, trabajadores, competiti- vos y proveer económicamente. Esto es fundamental,ya que devela que en el proceso de las construccionesde la masculinidad pueden coexistir formas tradicio-nales de dominación, con dos ejes que van y vienen delo deseable y aceptado socialmente, hasta caracterís-ticas poco deseables; sin embargo, en ambos casos setratan de características muy estereotipadas.

    Siguiendo con la discusión, el predominio de ca-racterísticas apegadas al modelo tradicional remarca ladificultad para generar esquemas cognoscitivos mucho

    más flexibles (Carabí, 2000), entre otras cosas porqueel contenido de estos se coloca como un eje fundamen-tal en el ejercicio de conformar identidades sociales ycolectivas. Sin embargo, es necesario reconocer que enel imaginario colectivo parecen convivir diferentes for-mas de vivirse como hombres, de ahí que surjan otrosacomodos o configuraciones en momentos críticos decambio social.  Por ejemplo, en el reconocimiento que los hombresde este estudio dan a ciertas características de las mas-culinidades que se pueden situar como formas transi-

    cionales, se agruparon nomenclaturas que en aparienciabuscan relaciones equitativas, pero que continúan reali-zando conductas de dominación, principalmente hacialas mujeres (Montesinos, 2007). En particular llama laatención aquí el hecho de que las transformaciones delas masculinidades no se dan en un solo sentido, haciala equidad, sino que pueden adoptar modos sutiles dedominación. Esto podría analizarse desde los mecanis-mos y estrategias de resistencia y oposición que se pue-

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    den generar hacia una transición, la que en el caso delos varones implica precisamente la pérdida de ciertosprivilegios según el modelo patriarcal (Cobo, 2011).  Los aspectos que se pueden situar como manerasinnovadoras reconocidas por los hombres de este estu-

    dio, parecen aludir a una postura flexible y abierta haciala equidad; se muestran atributos como compartir res-ponsabilidades económicas, el cuidado de los hijos, teneruna mayor expresión emocional, etc., estas son mascu-linidades emergentes que surgen dentro de un contex-to de transición social (Rocha & Díaz-Loving, 2011).

    Finalmente, en el discurso de los hombres se ob-servan aquellos elementos de las masculinidades que sepueden acomodar como momentos contraculturales,como ser sumisos y realizar conductas asociadas a la fe-

    minidad. Se observan características referentes al con-formismo y a la mediocridad, con lo cual transgredenuno de los mandatos principales del modelo occidentalde la masculinidad, que es la búsqueda incesante deléxito (Chesebro & Fuse, 2001). Estas masculinidadescontraculturales parecen ser formas invertidas de do-minación (Burin, 2007), donde son ellos quienes se en-cuentran en una postura de sumisión y vulnerabilidaden los diferentes contextos, gestándose una inversiónde los roles, pero no existe un cuestionamiento sobre ladisparidad y la asimetría existente entre los sexos. Sin

    embargo, es importante señalar que aludir a estas ma-nifestaciones como una inversión de la situación de do-minación, y en muchos casos como una descalificaciónhacia los varones, refleja la importancia que tiene con-textualizar estos hallazgos en medio de las relacionesde poder y el androcentrismo que coacciona no sólo

    la configuración, sino las relaciones entre los géneros,de tal suerte que cuando los varones “abandonan” –pordecirlo de alguna manera– los roles “tradicionales” e in-cursionan en otros no tradicionales –equívocamente–pensados como femeninos, se cuestiona su hombría y

    se devalúan sus acciones, por lo que habría que analizarcon mayor profundidad estos hallazgos.  Una conclusión importante del presente trabajo esprecisamente el reconocimiento de que bajo estas for-mas de masculinidad se pueden dar diferentes matices,es decir los momentos por los que transitan las mascu-linidades no son excluyentes entre sí, de tal cuenta quepueden coexistir ciertos aspectos tradicionales a la vezque pueden situarse como contraculturales, depen-diendo de los espacios de interacción social, como son

    la familia, trabajo, relaciones de pareja, entre otros.Es necesario reconocer que los momentos críti-cos en los que se pueden situar las masculinidades sonconsecuencia de un proceso dinámico, resultante de lainteracción de los sucesos globales y locales, por lo queno podemos dejar de lado que existen modelos occi-dentales que ejercen influencia en las formas en que seconstruyen las subjetividades, pero es importante ana-lizar las peculiaridades regionales en las que se erigen(Hernández, 2007), por lo que es recomendable que sesigan realizando investigaciones e intervenciones des-

    de las diferentes ciencias sociales de corte etnológico(Díaz-Guerrero, 2003).  Los hallazgos aquí presentados se derivan del aná-lisis de una parte del proceso de reconfiguración de lasmasculinidades dentro de un escenario social cam-biante en el contexto de la Ciudad de México. ◆

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    Psicología Iberoamericana | Masculinidades: espacios-momentos críticos en las formas de ser hombre en la Ciudad de México | 15

    Fecha de recepción: enero 2012

    Fecha de aceptación: junio 2012

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    16 | Psicología Iberoamericana | Melissa García Meraz · Alejandra Salvador García · Rebeca Ma. Elena Guzmán Saldaña

    Actitudes hacia la transformación de la vida enpareja: soltería, matrimonio y unión libre

    Attitudes towards Transformation of Couple Live: Singlehood,

     Marriage and Cohabitation

    Melissa García Meraz*Alejandra Salvador García**

    Rebeca Ma. Elena Guzmán Saldaña***UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO

    RESUMEN

    En la actualidad, muchas personas comienzan a cambiar la visión que tienen acerca del matrimonio y optan por launión libre, la soltería e, incluso, relaciones a corto plazo o a distancia. Con el objetivo de identificar las actitudes hacia

    estos tópicos en estudiantes de preparatoria de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo se aplicó la escala de

    Actitudes hacia la transformación de la vida en pareja de García (2011). Este instrumento está compuesto por siete

    factores (33 reactivos) que explican el 59.389% de la varianza, con una consistencia interna de .886. Los participantes

    fueron 296 adolescentes: 172 mujeres y 124 hombres. Los resultados muestran una mayor aceptación hacia temas rela-

    cionados con el matrimonio tardío y la paternidad en soltería. En cambio, aspectos como el sexo premarital obtienen

    poco apoyo. Los resultados son discutidos en términos de la transformación de la vida en pareja en México.

      Palabras clave: actitudes, unión libre, matrimonio, sexualidad, jóvenes.

    ABSTRACT 

    Nowadays many people begin to change their point of view about marriage and prefer to choose cohabitation, singlehood,and even long-distance relationships. In order to identify attitudes towards these topics, the scale of attitudes towards

    transformation of married life was administered to high school students from the Autonomous University of Hidalgo State.

    Te scale consists of seven factors (33 items) that explain the 59,389% of the variance, with an internal consistency of .886.

    Participants were 296 adolescents, 172 women and 124 men. Te results show a greater acceptance issues related to the

    late marriage and single parenthood. However issues such as premarital sex get little support. Te results are discussed in

    terms of the transformation of couple life in Mexico.

      Keywords: attitudes, cohabitation, marriage, sexuality, young people.

    Psicología Iberoamericana (julio-diciembre, 2012), vol. 20, no. 2, pp. 16-25. ISSN 1405-0943

    * Melissa García Meraz. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, [email protected], 57001702** Alejandra Salvador García. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, [email protected], 7717172000 ext. 5104*** Rebeca Ma. Elena Guzmán Saldaña. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, [email protected], 717172000 ext. 5104

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    Psicología Iberoamericana | Actitudes hacia la transformación de la vida en pareja: soltería, matrimonio y unión libre | 17

    INTRODUCCIÓNDe acuerdo con Morris y DePaulo (2009), es comúnasumir que la vida en matrimonio aumenta la felicidady más aún, que a diferencia de los solteros, las personascasadas son más felices. Es decir que, como un acto

    natural de crecer, del desarrollo personal y del ideal de“alcanzar la felicidad”, las personas asumen que des-pués del ejercicio de tener varias parejas, salir en citase invertir mucho tiempo, dinero y esfuerzo en ellas, elpunto culminante es llegar al matrimonio. Con ellose alcanza la meta “ideal” de todas las citas: vivir enpareja y ser feliz. Sin embargo, datos recientes revelanque no existen diferencias en el nivel de felicidad entrelas personas que están casadas y aquellas que decidenpermanecer solteras (Morris & DePaulo, 2009).

      Más allá del ideal del matrimonio, muchas perso-nas comienzan a cambiar la idea que tienen acerca deéste y prefieren optar por la unión libre, la soltería e in-cluso, relaciones a distancia o relaciones en las que cadaintegrante de la pareja tiene una residencia particu-lar pero deciden reunirse los fines de semana. A estasparejas se les llama Living Apart ogether , LA  (García& Martínez, 2010; Trost & Levin, 1999), término queindica que son parejas estables, marcadas por la fide-lidad, el amor y el compromiso, pero que deciden notener una residencia en común, sino mantenerse fuera

    del matrimonio pero también fuera de la unión libre.De hecho, datos del Instituto Nacional de Estadís-

    tica, Geografía e Informática (2012) muestran que enMéxico, el número de personas que han optado por launión libre como una opción para vivir en pareja haaumentado, pasando de un 7.0% en 1990, a un 15.7%en 2012. Los datos referentes a la unión y la disoluciónmarital también muestran un aumento en el númerode divorcios y de separaciones, al pasar de un 7.2% en1990 a un 15.1% en 2009, así como una disminuciónen el índice de matrimonios en un 21% (, 2012).

    Con ello, se muestra una panorámica en la cual los in-dividuos comienzan a optar por la unión libre, no sólocomo una experiencia previa o experimental al matri-monio, sino realmente como una forma de unión y de vida en pareja. Es así que el aumento del divorcio, la sol-tería, la postergación del matrimonio y la apertura ha-cia la unión libre muestran que la sociedad mexicanase mueve hacia una nueva configuración de pareja yhacia un nuevo plan de vida.

      En México, las instituciones, centros de bienestarsocial y aún los individuos se encuentran poco prepa-rados para conceptualizar estos cambios. ¿Pueden laspersonas planear una vida en soltería?, ¿tienen los mis-mos beneficios los padres solteros y las madres solte-

    ras que aquellos que viven en pareja?, o incluso, aque-llos que han decidido no casarse ¿pueden planear lamaternidad o paternidad sin anteponer primero la vidaen pareja? Dadas las estadísticas se prevé que el divor-cio, la separación y la soltería aumenten, mientras queel matrimonio disminuirá. Sin embargo, no existen es-tudios en México que muestren el grado de aceptacióno rechazo hacia estos temas por parte de los adoles-centes y jóvenes del país. Por ello, el presente artículomuestra datos empíricos acerca de la postura de ado-

    lescentes a nivel bachillerato de la ciudad de Pachucasobre temas relacionados a la soltería, la unión libre, elsexo premarital y extramarital así como la paternidaden soltería.

    Transformación de la vida en parejaLa literatura indica que, en general, las personas hantransitado hacia una aceptación de la paternidad fue-ra del matrimonio, la unión libre, el matrimonio tar-dío, el divorcio como un medio para no dañar a loshijos, como una solución cuando existen problemas en

    el matrimonio, así como hacia el sexo premarital. Encambio, aún condenan situaciones como el sexo extra-marital (Axinn & ornton, 2000; ornton & YoungDeMarco, 2001).  De igual manera, tanto en México como en el restodel mundo, las mujeres esperan cada vez más para sermadres, lo que posibilita que tengan un desarrollo es-colar y profesional que no se había visto antes. Inclusomuchas aguardan el éxito profesional antes de iniciaruna familia. Datos en México han mostrado que lascapitalinas esperan un mayor tiempo entre el primer y

    el segundo hijo, lo cual muestra una mayor planifica-ción familiar y tiempo dedicado a sus carreras profe-sionales (Reforma, 2003). Estos aspectos han incididoen el cambio legislativo de algunas entidades como elDistrito Federal, al legalizar el aborto a través de la o Interrupción Legal del Embarazo (, 2012).

    Sin embargo, muchos opinan que el matrimonio yla vida en pareja siguen siendo una expectativa de vidapara hombres y mujeres jóvenes. Aún más, aquellos

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    que ya se han divorciado o separado siguen buscandouna y otra vez volverse a enamorar y casar, incremen-tando el número de matrimonios por segunda vez; dehecho la probabilidad de que un hombre permanezcasoltero después de divorciarse es poco común.

    En Estados Unidos se estima que 75% de los hom-bres se casan nuevamente; en el caso de las mujeres lohace un 66% (Brown & Amatea, 2000). Datos del reportan que de los hombres de 60 años y más, sólo el19.1% permanece soltero, mientras que en el caso delas mujeres es de 46% (, 2012). De hecho, despuésdel matrimonio y el divorcio hombres y mujeres si-guen buscando la posibilidad de vivir en pareja; esto loevidencia la cantidad de páginas en internet dedicadasa la concertación de citas. Esto marca la pauta hacia

    una actitud positiva hacia la vida en pareja y hacia elmatrimonio.  De acuerdo con ornton y Young DeMarco(2001), en la actualidad existe una mayor apertura ha-cia la unión libre, sobre todo en el caso de las mujeres.En países como Suecia y Dinamarca se popularizó apartir de 1969, mientras que en otros países de Europase dio a principios de los años setenta (Hall & White,1995). Hoy en día, las cifras son tales que en el caso delos Estados Unidos se estima que al menos la mitadde todos los individuos con edades de entre 35 y 39

    años han cohabitado en algún momento de sus vidas(Waite & Gallagher, 2000). En México, las estadísticasindican que comenzó a incrementarse el número depersonas cohabitando a partir de los años cincuenta,popularizándose en los sesenta, al llegar a un 15.7% en2010 (, 2007; , 2012).

    Vida en soltería y sexo premaritalEn países como Inglaterra se plantea que para el año2026, el número de personas solteras será de alrede-dor del 70%. Es decir, personas que nunca se habráncasado y que probablemente permanezcan así (Te ti-mes, 2008). Aún con el incremento de quienes viven ensoltería ya sea como modo de vida o porque decidenposponer el matrimonio, hay evidencia de que tam-bién se da una idea estereotipada acerca de este esta-do. Comparados con las personas que están casadas sepercibe a los solteros como más inmaduros socialmen-te, egoístas, pobremente ajustados, poco atractivos, o noatractivos, asociales, desagradables y, frecuentemente,

    con baja autoestima. La única visualización positiva esque son vistos como más independientes y orientadosal trabajo (Morris & DePaulo, 2009).  De acuerdo con Morris y DePaulo (2009) diversasinvestigaciones han mostrado que los hombres solte-

    ros ganan menos dinero y tienen menos promocionesque los casados, aun cuando tienen la misma edad, elmismo nivel de estudios, destreza y muestran los mis-mos resultados en sus ejecuciones laborales. De acuer-do con los autores, se les percibe como más orientadosal trabajo y más responsables. Sin embargo, esta per-cepción también tiene un efecto negativo, ya que a me-nudo se les pide que trabajen más tiempo, horas extray durante las vacaciones, aun cuando es menos proba-ble que reciban promociones en comparación con sus

    compañeros casados y con hijos. Incluso se les puedepedir que trabajen suplantando a estos compañeros. Lasociedad discrimina a los solteros independientementede la situación en la que se presente la soltería. Muchas veces son mal vistos como personas que no han llega-do al ideal de pareja; puede percibirse que son menosatractivos, estables, sociables y deseables en compa-ración con las personas casadas (Morris & DePaulo,2009).A pesar de las críticas dirigidas hacia quienes perma-necen solteros, estos son más allegados a sus familias,

    cuidan a sus padres, quieren más a sus amigos y se pre-ocupan por hacer más estrechas sus relaciones con sus vecinos; asimismo, las posibilidades de realizar másactividades aumentan en esta situación, ya que puedendisponer de su tiempo de la manera que más les seaconveniente y que se ajuste a sus actividades, puedengozar de una economía más holgada, realizar activida-des de esparcimiento con amistades o sin ellas, pasartiempo con su familia, incluso tener más espacio en suresidencia, por ello, se afirma que la soltería tiene sus ventajas (Morris & DePaulo, 2009).

    Matrimonio tardío, paternidad en soltería ysexo extramaritalLa soltería ha jugado un papel importante dentro de lasexualidad. Al posponerse el matrimonio y aumen-tar el periodo de soltería, la lógica se inclina a aceptarcada vez más el sexo premarital, llevando consigo unaapertura hacia la sexualidad fuera del matrimonio. Deacuerdo con Houts (2009), entre 1970 y 1990 disminu-

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    yó la edad del debut sexual, tanto en hombres como enmujeres. El autor plantea muchas razones para explicareste cambio, entre las que destaca los cambios histó-ricos, tales como la revolución sexual, el incrementode la edad para contraer matrimonio, la soltería y una

    supervisión parental menos rigurosa, especialmentecuando los padres están divorciados o ambos trabajanfuera del hogar.

    Sin embargo, la infidelidad marital, es decir, elsexo extramarital se juzga cada vez más (Axinn &ornton, 2000; ornton & Young DeMarco, 2001).Así, el ideal de la fidelidad sexual todavía se conside-ra un aspecto más importante de la vida en pareja. Deacuerdo con Goodwin (2009), el matrimonio se valo-ra mucho, tanto por la sociedad como por la pareja.

    Tradicionalmente, el matrimonio tiene el significadode regular la expresión de la sexualidad. La soltería y elsexo premarital están muy vinculados al tema del ma-trimonio tardío. Hombres y mujeres esperan cada vezmás tiempo para casarse. Muchas veces el éxito pro-fesional y la educación universitaria permiten que lapersona posponga el matrimonio.

    MÉTODOCon el objetivo de conocer las actitudes acerca de launión libre, la soltería, la paternidad en soltería, así

    como el sexo premarital y extramarital se aplicó el ins-trumento de Transformación de la vida en Pareja deGarcía (2011). En un segundo análisis se realizaronpruebas estadísticas para conocer las diferencias entrehombres y mujeres, a través de la prueba t de Student.

    ParticipantesSe trabajó con un grupo de participantes selecciona-dos por conveniencia, tomando en cuenta los gruposde primero, tercer y quinto semestre de la Preparatorianúmero 3 de la Universidad Autónoma del Estado de

    Hidalgo. En total, la muestra quedó constituida por296 adolescentes: 172 mujeres y 124 hombres. Losparticipantes reportaron un rango de edad de 15 a 19años, con una media de 16.98 años. Todos dijeron sersolteros.

    InstrumentoEl instrumento de Transformación de la vida en Parejade García (2011) fue validado en una muestra de 500pobladores del estado de Hidalgo, estudiantes de pre-

    paratoria y licenciatura. Está conformado por sietefactores: 1) Apertura hacia la unión libre (siete reacti- vos), 2) Sexo premarital (cinco reactivos), 3) Sexo ex-tramarital (cinco reactivos), 4) Apertura marital (cin-co reactivos), 5) Vida en soltería (cuatro reactivos), 6)Matrimonio tardío (cuatro reactivos), 7) Paternidaden soltería (tres reactivos). Los siete factores explicanel 59.389% de la varianza, una consistencia interna de.886. En total, el instrumento está conformado por 33reactivos.

    El formato de respuesta es una escala Likert que

     va de 1 “completamente en desacuerdo” a 5 “completa-mente de acuerdo”. La tabla 1 muestra el nombre de lossiete factores y algunos ejemplos de la escala.

    FACTORES %V.E. Alfa

    1.Apertura hacía la unión libre

    La unión libre es la mejor opción para vivir en pareja

    26.03% .841Es preferible vivir en unión libre que casarse

    Vivir en unión libre es lo de hoy

    Tabla 1. Reactivos de ejemplo de la escala de Transformación de la vida en pareja, porcentaje de varianza explicada y

    alfa de Cronbach

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    FACTORES %V.E. Alfa

    2. Sexo premarital

    Es mejor tener relaciones sexuales hasta el matrimonio

    8.80% .514Es adecuado que una persona joven experimente su sexualidad antes de casarse

    Está bien que un hombre tenga relaciones sexuales antes del matrimonio

    3. Sexo extramarital

    7.64% .783Una mujer casada puede experimentar sexualmente con otras personas además de sumarido

    Está bien que una persona experimente sexualmente fuera de su matrimonio con otraspersonas

    4. Apertura marital

    5.50% .708Está bien que una persona decida nunca casarse y vivir sola

    Es aceptable que una pareja decida no tener hijos

    5. Vida en soltería

    4.38% .688Hoy en día es preferible vivir solo que con una pareja

    Los jóvenes hoy en día prefieren vivir solos a casarse

    6. Matrimonio tardío

    3.74% .538Está bien que una persona se case hasta que tenga un trabajo estable

    Es mejor casarse cuando ya se ha terminado de estudiar 

    7. Paternidad en soltería

    3.28% .723Está bien que un hombre que no tiene pareja decida tener hijos

    Una mujer que no tiene pareja puede educar bien a sus hijos

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    En la última sección del instrumento se les preguntópor su edad, sexo, nivel de estudios y estatus de pare- ja. Además, se incluyó un apartado con las siguientespreguntas:

    ProcedimientoLa aplicación se llevó a cabo en grupos dentro de las ins-talaciones preparatorias de la Universidad Autónomadel Estado de Hidalgo. Se le aseguró a cada estudiantela confidencialidad de sus respuestas. Los datos fueron

    procesados con el paquete estadístico SPSS versión 15para Windows.

    RESULTADOSLa imagen 1 muestra los puntajes obtenidos para lossiete factores de la escala. El puntaje más alto y demayor acuerdo para la población es el relacionado aMatrimonio Tardío (4.2), mientras que el más bajo esel factor de sexo extramarital (1.71).

    Diferencias por sexoUn segundo análisis permitió identificar las diferen-cias entre hombres y mujeres. Los resultados muestranque aquellos factores relacionados al sexo premarital,extramarital y la paternidad en soltería son los únicosque obtienen puntajes diferenciales entre hombres ymujeres.

    Tabla 2. Preguntas del Instrumento de Actitudes hacia lavida en pareja

    1. ¿Te gustaría casarte algún día?

    2. En los próximos cinco años ¿Qué piensas hacer?

    a) Casarte

    b) Tener un hijo

    c) Vivir en unión libre

    d) Permanecer soltero

    e) No sé

    3. ¿Cuál es la edad ideal para casarse?

    15-18 19-22 23-26 27-30

    31-34 35 o más No sé

    Imagen 1. Medias para cada factor de la escala de Transformación de la vida en pareja

    2.893.05

    1.71

    3.4

    2.69

    4.23.56

    1

    1.5

    2

    2.5

    3

    3.5

    4

    4.5

    5

    F1Unión Libre F2Sexo

    Premarital

    F3Sexo

    extramarital

    F4Apertura

    Marital

    F5Vida en

    Soltería

    F6Matrimonio

    Tardío

    F7Paternidad en

    Soltería

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    Las diferencias muestran que en el caso de las mujeresobtienen puntajes más bajos en comparación con los

    hombres en aquellos factores relacionados a la sexuali-dad. Mientras que los hombres obtienen puntajes másbajos en el factor relacionado a la paternidad en soltería.  Con referencia a las últimas preguntas, los datosmuestran que el 88% (183 participantes) contestaronque desearían casarse algún día contra un 12% que re-portó que no le gustaría casarse (26 participantes).

    Tabla 3. Medias de los factores sexo premarital, extramarital y paternidad en soltería con la significancia de la prueba

    Levens así como la prueba t.

    Factor Hombres Mujeres Levens t Student g. l. Sig.

    Sexo premarital 3.31 2.85 .439 -4.412 294 .000

    Sexo extramarital 1.94 1.52 .007 -4.558 222.090 .000

    Paternidad en soltería 3.42 3.66 .044 2.196 236.41 .031

    1

    1.5

    22.5

    3

    3.5

    4

    4.5

    5

    Sexo Premarital Sexo Extramarital Paternidad en

    Soltería

    Hombres

    Mujeres

    Imagen 2. Medias de hombres y mujeres para los factores que mostraron diferencias

      En los próximos cinco años la mayoría de los par-ticipantes planea permanecer soltero. Sólo un 12%

    planteó casarse y 9% vivir en unión libre.  Finalmente, 130 participantes opinan que la edadpreferible para casarse es de los 23 a 26 años, seguidosde 125 participantes que plantean que la mejor edadpara casarse es entre los 27 y 30 año de edad.

     

    Tabla 4 Frecuencia de respuesta de la pregunta ¿Cuál es la edad ideal para casarse?

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    DISCUSIÓNLos resultados muestran que, en términos generales,existe una mayor apertura hacia el matrimonio tardío(4.2), y una aceptación hacia la paternidad en soltería(3.56). Estos datos indican que los jóvenes visualizan

    una actitud positiva hacia una mayor espera para con-traer matrimonio, de igual manera, el educar a un hijofuera del matrimonio es bien visto.

    Es así que se muestran dos posturas fundamenta-les; existe una aceptación clara hacia casarse despuésde que se ha terminado de estudiar o se tiene éxito pro-fesional, así como la paternidad fuera del matrimonio.Ambos evidencian una constante en el caso de los jó- venes estudiantes que visualizan la vida en matrimoniocomo algo que puede postergarse. Sin embargo, con la

    apertura de la sexualidad, también les queda claro quepuede darse la paternidad en soltería y que ésta es acep-table, y puede ser tan certera como la que se compar-te entre padre y madre. Estos resultados concuerdancon lo que se ha reportado en la literatura (Axinn &ornton, 2000; ornton & Young DeMarco, 2001).  Sin embargo, lo cierto es que el ideal del matrimo-nio se mantiene, ya que muchos jóvenes visualizan supostergación pero no su ausencia. Los jóvenes esperancasarse y no ven la vida en soltería como algo tan bue-no (media 2.69). La idea de “es mejor vivir sólo que

    mal acompañado”, es decir, reactivos como “Hoy en díaes preferible vivir solo que con una pareja”, y “Los jóve-nes hoy en día prefieren vivir solos que casarse” no sontan apoyados (pertenecen al factor 3 Vida en soltería).En cambio sí lo es la idea de buscar con quién vivirbien (Matrimonio tardío 4.2). Lo mismo sucede con elsexo extramarital (1.71).  Sobresale el hecho de que la vida en soltería no al-canza siquiera la media teórica (2.69). Quizás se debaen mucho al estereotipo social que se tiene acerca delas personas que deciden vivir solas. En muchos con-textos se les describe como “solteronas” “quedadas”y “amargadas”. Aunado a otras expresiones de la vidacultural mexicana que preguntan, “¿Cómo es posibleque viva solo?” “¿Quién lo va a cuidar?”. De hecho la li-teratura muestra que los hombres que se divorcian sonmás proclives a volverse a casar; muchos resultados in-dican que es porque buscan a alguien que los cuide. EnEstados Unidos, los hombres que permanecen solterosdespués del divorcio viven menos y su calidad de vida

    es menor a la de sus pares, mientras que muchas muje-res pueden optar por el rematrimonio como una formade recuperar la economía, por lo que buscan parejascon una posición económica estable (Brown & Amatea,2000). Esto se debe a que las mujeres solteras tienen

    un círculo de apoyo más amplio, incluidas las ami-gas, comadres, vecinas, familia, e incluso la familia desu ex esposo (García & Martínez, 2010). Aunado a ello,la sociedad discrimina a los solteros independiente-mente de la situación en la que se presente la soltería(Morris & DePaulo, 2009). Sin embargo, y cómo se co-mentó anteriormente, la soltería conlleva también unaparte positiva, que se refleja en tiempo dedicado a unomismo, postergación de la maternidad o paternidad,tener más cercanía con los amigos y alcanzar un de-

    sarrollo profesional pleno (Morris & DePaulo, 2009).  En el caso de las actitudes hacia la unión libre ape-nas reflejan un puntaje sobre la media teórica (3.4),lo cual revela una incipiente aceptación hacia esta si-tuación como una alternativa al matrimonio y no sólocomo un ensayo hacia éste. De acuerdo con las estadís-ticas, es claro que en el futuro las sociedades estarán enmayor medida marcadas por la soltería, el matrimo-nio tardío, la unión libre y las relaciones Living Apartogether  (DeJong, 2002). En la sociedad moderna, lasrelaciones comenzarán cada vez más a definirse en

    base a la afinidad (cariño, amistad, similitud) y menospor la consanguineidad (padres, hijos). Este tipo detransformaciones en las relaciones cercanas marca unanecesidad creciente de información y educación endiversos tópicos. Si las personas postergarán el matri-monio y al mismo tiempo tendrán una mayor aperturahacia la sexualidad, entonces será necesaria una mayorinformación acerca de estos temas e, incluso, a edadesmás tempranas. Además, será necesaria una educaciónsexual más amplia y más libre, sacando a la sexuali-dad del contexto del matrimonio, pero también de la vida privada, y llevándola a la discusión en la esferapública. Aún, cuando al parecer nuestro país todavía seencuentra en este tránsito entre la aceptación de launión libre y hacia la clara tendencia a la cohabitacióncomo alternativa total al matrimonio.  Otro de los cambios que se han dado en la esferasocial es que cada vez más mujeres trabajan fuera delhogar. Deciden en dónde y con quién vivir, aunque a veces eso implique quedarse en la casa paterna. A dife-

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    rencia de otros países, en donde las personas deciden vivir en relacionesLiving Apart ogether  para mantenersu independencia, es decir, cada quién su casa y man-tenemos una relación romántica, en México muchasrelaciones LAT se dan por la falta de recursos econó-

    micos, así cada quien permanece en la casa de sus pa-dres (García & Martínez, 2010). A esto se suman lasfaltas de oportunidades económicas y la pobreza delpaís. Hombres y mujeres se quedan a vivir en la casade sus padres, ya que la economía no les favorece parasu subsidio.  La soltería, así, parece no ser una opción “perma-nente” sino un estado que puede alargarse lo suficientey que, una vez obtenidos el éxito personal y profesio-nal puede concretarse en matrimonio o unión libre. La

    poca aceptación hacia la soltería podría deberse a losestereotipos que están ligados a ella (Morris & DePaulo,2009), a pesar de que son personas mucho más cerca-nas a sus padres y a sus amigos. ¿Qué se necesita enton-ces para visualizar la soltería de manera positiva? ¿Esnecesario ser soltero para visualizarla positivamente?O tendremos que acostumbrarnos a ver a las personascomo “solteronas” “quedadas” y “amargadas”.  Las instituciones que promueven la vida en matri-monio, difunden también una idealización de éste, loque a nivel legal se traduce en discriminación, ya que

    contraer nupcias permite adquirir una casa, ejercer cré-ditos, tener avales, poder adoptar; incluso formar partede la seguridad social, etc. La sociedad y las institucio-nes no están preparadas para las madres y padres solos;mucho menos para los solteros, todo se ha construidoy preparado para las familias, y a pesar de que ahora elnúmero de éstas sea menor, aún sigue siendo una socie-dad para la familia, no para los solteros y aquellos quedeciden vivir solos. Sin embargo, concepto con respectoa la soltería necesita cambiar, ya que los solteros, ya seaporque así han decidido su estilo de vida, ya sea porque

    deciden casarse a edades muy tardías, o simplementeporque ya se han divorciado y deciden permanecer así,necesitan una nueva visualización de su estilo de vida.  Las diferencias entre los grupos de hombres y mu- jeres también tienen un papel interesante, ya que, de

    acuerdo con los patrones de género, las mujeres estánen mayor medida de acuerdo con temas como la pa-ternidad en soltería. Esto se debe, en gran parte, a quemuchas mujeres deciden tener hijos fuera del matri-monio; de hecho, los hogares dirigidos por mujeres en

    nuestro país no son nuevos, han estado presentes a lolargo de toda su historia.  En temas relacionados con la sexualidad existetambién una clara diferencia de género, ya que con re-ferencia al sexo premarital, los hombres mantienen unaactitud más positiva que las mujeres. Incluso los hom-bres tiene respuestas más positivas hacia el sexo prema-rital, permisividad sexual, masturbación y sexo casual(Petersen & Hyde, 2010).  De esta manera, las actitudes hacia la transforma-

    ción de la vida en pareja no son uniformes en todoslos temas. Existe una apertura más clara hacia la pa-ternidad y la postergación del matrimonio, así lo evi-dencian las preguntas libres que se realizaron. El 70%indica que sus planes en los próximos años serán per-manecer solteros. De acuerdo con los participantes, lamejor edad para casarse va de los 23 a los 30 años. Esasí que chicos y chicas siguen visualizando el matrimo-nio como una parte fundamental de su plan de vida; sinembargo, éste puede postergarse a favor de otros planesde vida. Sin duda, las instituciones deberán contemplar

    este tipo de situaciones para garantizar el bienestar dehombres y mujeres en transformación de la intimidad yla vida en pareja.

    CONCLUSIONESExisten diversas limitaciones en el estudio, por ejem-plo, el tamaño de la población y la focalización hacia elgrupo de preparatorianos. Sin embargo, es destacableporque en México casi no existen estudios referentes aestos temas, aun cuando en Estados Unidos llevan in- vestigándose desde hace más de una década. ¿Estaránlas instituciones y la sociedad preparada para los cam-bios en la estructura familiar?, ¿para la innovación dela vida en soltería y el matrimonio tardío? ◆

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    N

    Esta investigación fue realizada en la Facultad de Psico-

    logía de la ....., bajo la asesoría de la Mtra. Dámaris

    Díaz Barajas.

    Fecha de recepción: septiembre 2012

    Fecha de aceptación: noviembre 2012

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    26 | Psicología Iberoamericana | Miriam Wendolyn Barajas Márquez · Rebeca Robles García · Catalina Francisca González Forteza · Cinthia Cruz del Castillo

    El significado psicológico de una ruptura de parejasignificativa en jóvenes universitarios

    The Psychological Meaning of a Meaningful Relationship

    and Breakup in College Students

    Miriam Wendolyn Barajas Márquez*UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

    Rebeca Robles GarcíaCatalina Francisca González Forteza

    INSTITUTO NACIONAL DE PSIQUIATRÍA

    Cinthia Cruz del CastilloUNIVERSIDAD IBEROAMERICANA

    RESUMENEl objetivo del presente estudio fue obtener empíricamente el significado psicológico de una ruptura de pareja sig-

    nificativa en una muestra de jóvenes de la Universidad Iberoamericana, mediante la técnica de Redes Semánticas

    Naturales Modificadas (Reyes-Lagunes, 1993). Se encontró que el tamaño de la red para este estímulo fue igual a 176,

    y su núcleo se ubicó en las primeras 10 definidoras. Asimismo, se obtuvieron palabras con una connotación primor-

    dialmente negativa (p.e. tristeza, dolor, enojo), así como palabras asociadas a respuestas emocionales y conductuales

    desagradables. No obstante, también se encontraron definidoras con una connotación positiva (p.e. aceptación y cre-

    cimiento) que denotan un aprendizaje posterior a esta experiencia. Se concluye la necesidad de explorar más a fondo

    el significado de una ruptura importante dado el impacto que ésta puede tener sobre la salud física y mental del indi-

     viduo, así como en la posibilidad de prevenir sus consecuencias negativas e incidir de manera efectiva a nivel clínicomediante intervenciones basadas en investigación realizada con población mexicana.

      Palabras clave: pareja, jóvenes, ruptura amorosa, universitarios y redes semánticas.

    ABSTRACTTe objective of the present study was to empirically obtain the psychological meaning of a couple rupture in a sample of

    students of the Universidad Iberoamericana, by means of the technique of Modified Natural Semantic Networks (Reyes-

    Lagunes, 1993). Te study found that the size of the network for this stimulus was equal to 176 and the nucleus located

    on the first ten defining. Also, words were obtained with a fundamentally negative connotation (ex. sadness, pain, angry)

    as well as associative words to emotional responses and dislikable behaviors. However, also found defining with a positive

    connotation (ex. acceptance and growth) that denotes learning subsequent to this experience. Concluding with the neces-

    sity to explore deeply the meaning of an important rupture given the impact that could have on the physical and mental

    health of the individual, as well as in the possibility of preventing negative consequences and influence in an effective way

    on clinical level by interventions based on investigation realized with Mexican population.

      Keywords: couple, young people, breakup, college students and semantic networks.

    Psicología Iberoamericana (julio-diciembre, 2012), vol. 20, no. 2, pp. 26-32. ISSN 1405-0943

    * Nota de las autoras:Agradecemos a todos los jóvenes que participaron en este estudio para apoyar a la presente investigación, la cual forma parte del Programa de Maestríay Doctorado en Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Este estudio se realizó gracias a la beca otorgada a la primera autora porel Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).Para correspondencia e información respecto al presente artículo, favor de escribir a: mi