ayunar a los niños cuando estan enfermos

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EL SISTEMA HIGIENISTA DE LA SALUD Copyright @ 1986 LIFE SCIENCE INSTITUTE La Ciencia de la Nutrición ONCEAVA PARTE: BEBÉS Y NIÑOS SANOS QUINCUAGÉSIMA OCTAVA LECCIÓN: Ayunar a los niños cuando están enfermos LIFE SCIENCE INSTITUTE TEMA: El ayuno es un método sano y seguro para que los niños superen la enfermedad. PROFESOR: Mike Benton *GENERALIDADES *OBJETIVOS DE ESTA LECCIÓN *DEFINICIONES *CONCEPTOS CLAVE *HECHOS DESTACADOS *ESQUEMA GLOBAL DE LA LECCIÓN *PRESENTACIÓN DE LA LECCIÓN *RESUMEN DE LA LECCIÓN *PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN *TEXTOS COMPLEMENTARIOS *HOJAS DE TRABAJO *RESPUESTAS GENERALIDADES Los niños, como los adultos, pueden necesitar ayunar para superar mejor las enfermedades. Un ayuno es perfectamente seguro y aconsejable para los niños que están enfermos. OBJETIVOS DE ESTA LECCIÓN Al término de esta lección, el estudiante debería ser capaz de afirmar porqué el ayuno puede ser necesario para los niños cuando están enfermos, porqué un ayuno es una práctica segura, y cómo debe supervisarse un ayuno. El estudiante debería saber lo que un niño necesita durante un ayuno, qué esperar durante el ayuno, y cómo romper el ayuno del niño.

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Page 1: Ayunar a Los Niños Cuando Estan Enfermos

EL SISTEMA HIGIENISTA DE LA SALUDCopyright @ 1986 LIFE SCIENCE INSTITUTE

   

La Ciencia de la Nutrición 

ONCEAVA PARTE: 

BEBÉS Y NIÑOS SANOS 

QUINCUAGÉSIMA OCTAVA LECCIÓN: 

Ayunar a los niños cuando están enfermos  

LIFE SCIENCE INSTITUTE 

TEMA: El ayuno es un método sano y seguro para que los niños superen la enfermedad. 

PROFESOR: Mike Benton 

*GENERALIDADES*OBJETIVOS DE ESTA LECCIÓN

*DEFINICIONES*CONCEPTOS CLAVE

*HECHOS DESTACADOS*ESQUEMA GLOBAL DE LA LECCIÓN

*PRESENTACIÓN DE LA LECCIÓN*RESUMEN DE LA LECCIÓN

*PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN*TEXTOS COMPLEMENTARIOS

*HOJAS DE TRABAJO*RESPUESTAS

 GENERALIDADES

      Los niños, como los adultos, pueden necesitar ayunar para superar mejor las enfermedades. Un ayuno es perfectamente seguro y aconsejable para los niños que están enfermos. 

OBJETIVOS DE ESTA LECCIÓN      Al término de esta lección, el estudiante debería ser capaz de afirmar porqué el ayuno puede ser necesario para los niños cuando están enfermos, porqué un ayuno es una práctica segura, y cómo debe supervisarse un ayuno. El estudiante debería saber lo que un niño necesita durante un ayuno, qué esperar durante el ayuno, y cómo romper el ayuno del niño. 

DEFINICIONES      AGUDA: Estado o enfermedad caracterizado por un acceso rápido de síntomas que alcanza su punto máximo y luego disminuye.      ÁYUNO: Estado de descanso fisiológico durante el cual el equilibrio natural del cuerpo puede ser restablecido.      BEBÉ: Niño menor de dos años de edad.      CRÓNICA: Estado o enfermedad caracterizado por una larga duración o recaídas constantes.

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      INANICIÓN: Estado en el que los nutrientes vitalmente necesarios son retirados del cuerpo, perjudicando al organismo físico y conduciendo a la muerte. La inanición comienza cuando las reservas del cuerpo se agotan. 

CONCEPTOS CLAVE      1. El ayuno es un método utilizado en diferentes épocas para mejorar la salud que es seguro para los niños y para los adultos.      2. La pérdida de peso experimentada por los niños mientras ayunan no es peligrosa puesto que esta pérdida en seguida se recupera una vez que la alimentación se reanuda.      3. Los niños deberían ayunar en cuanto aparezcan los primeros signos de una enfermedad aguda.      4. Los niños responden al ayuno de una manera vital y positiva y su equilibrio natural se restablece rápidamente durante el ayuno. 

HECHOS DESTACADOS      1. Las necesidades de un niño durante el ayuno son descanso, calor, tranquilidad, aire puro y agua pura.      2. Los niños no necesitan ayunar tanto tiempo como los adultos para recuperar la salud.      3. El ayuno en realidad puede ser usado para estimular el crecimiento y no "retarda" la pauta de crecimiento natural del niño.      4. Los temores que rodean el ayuno de los niños se basan en la ignorancia. Literalmente cientos de ayunos para bebés y para niños han sido supervisados por varios profesionales experimentados. Todos recomiendan el ayuno como una manera eficaz de superar las enfermedades de la infancia. 

ESQUEMA GLOBAL DE LA LECCIÓN I. INTRODUCCIÓN II. RAZONES PARA AYUNAR A LOS NIÑOS      A. Porqué pueden necesitar ayunar los niños      B. Cuándo deberían ayunar los niños III. ENFERMEDADES DE LA INFANCIA Y EL AYUNO      A. Ayunar cuando están enfermos      B. Enfermedades específicas           1. Anemia           2. Raquitismo           3. Resfriados           4. Cólicos           5. Fiebre           6. Vómitos

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           7. Sarampión           8. Tosferina           9. Paperas           10. Difteria           11. Fiebre tifoidea           12. Amigdalitis IV. LA MECÁNICA DEL AYUNO      A. Cuánto tiempo debe ayunar un niño      B. Cómo ayunar a un niño           1. El inicio del ayuno           2. Durante el ayuno           3. Qué esperar           4. Romper el ayuno           5. Después del ayuno V. CONCLUSIÓN      A. Superar los miedos sobre el ayuno      B. Los beneficios de ayunar a los niños 

AYUNAR A LOS NIÑOS DURANTE LA ENFERMEDAD 

por Mike Benton 

INTRODUCCIÓN      "No come nada aunque le ponga sus platos favoritos." La madre miraba ansiosa al facultativo mientras le hablaba sobre la negativa de su hijo a comer.      "¿Y qué le gusta a su hijo?" preguntó el médico a la mujer.      "Oh, ya sabe, las cosas típicas como helado, galletas de chocolate, y montones de sándwiches de mantequilla de cacahuete. No toca ni una pieza de fruta o de verdura. Haría cualquier cosa para conseguir que las comiera. Siempre le tengo preparado sus platos favoritos, pero no le apetece comer los alimentos buenos. ¿Qué debería hacer? No quiero que se muera de hambre."      "Deje a su hijo conmigo y con mi esposa durante una semana. Cuando vuelva a por él, no creerá que es el mismo niño."      A regañadientes, la mujer dejó a su joven hijo con el médico durante seis días. Cuando volvió a por él al séptimo día, el médico le mostró al niño comiendo felizmente una gran ensalada de verduras crudas con gran entusiasmo.      "¿Qué ha hecho? ¿Cómo ha conseguido que le gute comer eso?" preguntó la madre.

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      "Bueno, cuando se negó a comer los alimentos que le ofrecíamos, le dejamos sin ellos. Después de tres días sin comer, descubrió que una manzana o un plátano saben muy bien."      "¿Quiere decir que dejó a mi hijo sin comer durante tres días?" La mujer parecía sorprendida. "Eso es cruel. Eso es abuso de niños."      "No, señora," replicó el médico, "Atiborrar a su hijo con alimentos basura y enojarse con él constantemente eso sí es abuso de niños. Simplemente dejamos que la naturaleza siguiera su curso, y podría añadir, que su hijo parece mejor por ello."      Ayunar a un niño o dejar sin comer a un bebé parece una práctica cruel para algunas personas. Después de todo, la responsabilidad principal de los padres es proveer alimentos suficientes para su progenie. No alimentar a un niño parece como un incumplimiento drástico de las obligaciones parentales. Una abstención cuidadosa de alimentos por un periodo limitado de tiempo, sin embargo, no sólo puede ser beneficioso sino ser absolutamente necesario para la salud y bienestar del pequeño.      Hay muchas cuestiones y conceptos erróneos sobre los niños y el ayuno. El propósito de esta lección es responder a estas preguntas y alejar los temores que rodean al ayuno de los niños. 

Porqué pueden necesitar ayunar los niños      Los niños generalmente necesitan ayunar por las mismas razones que lo hacen los adultos. A veces un ayuno es necesario para dar al cuerpo un descanso fisiológico completo para que la salud se recobre rápidamente. Una abstinencia controlada de alimentos por un periodo de tiempo razonable puede permitir al cuerpo revitalizarse y llevar a cabo los procesos curativos.      Es verdad que los niños están en una fase de rápido crecimiento y desarrollo físico. Durante esa época, las demandas por parte del cuerpo de alimentos de gran calidad son grandes y deben ser satisfechas. Pero esto no significa que el alimento deba estar siempre presente o que deba practicarse la sobrealimentación.      El ayuno es un método tradicional para mejorar la salud de cualquier persona, independientemente de su edad. Simplemente porque un niño tiene unas necesidades muy definidas para su mantenimiento y nutrición óptimas no significa que un ayuno de una duración razonable no pueda ser empleado. De hecho, muchas veces el cuerpo del niño es capaz de asimilar y utilizar mejor el alimento que se le da después de un ayuno que antes del ayuno.      De modo que, ¿por qué debería ayunar un niño? Básicamente por las mismas razones por las que un adulto puede desear ayunar: para alcanzar y mantener una salud y desarrollo superiores al permitir al cuerpo un periodo de descanso fisiológico completo (que incluye un "descanso" de la digestión y asimilación de los alimentos). 

Cuándo deberían ayunar los niños      Según el Dr. Herbert M. Shelton, la autoridad mundial más destacada sobre el ayuno, los niños no deberían recibir alimento cuando:      1) Están alterados o se sienten mal.      2) Están excitados o cansados.      3) Están acalorados o destemplados.      4) Tienen dolores o molestias.      5) Están enfermos o tienen fiebre. 

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     En otras palabras, si un niño está incómodo o molesto física o mentalmente, entonces una comida debe postponerse u omitirse. Generalmente saltarse una única comida a menudo será suficiente para corregir cualquier problema temporal o enfermedad pasajera de un niño. Esto apenas podría llamarse ayuno, pero saltarse una comida puede dar al cuerpo sensible y vital del niño una oportunidad para restablecer su equilibrio y bienestar normales.      Desgraciadamente, muchos padres se preocupan, se ponen nerviosos y enloquecen si su hijo se niega a comer. La idea de obligar a su hijo a privarse de una comida parece casi impensable. Pero si todavía hay signos de molestias físicas o enfermedad, entonces abstenerse de comer al menos una comida es lo único sensato.      Saltarse más de una comida o pasarse sin comida durante más de un día es el comienzo de un ayuno. Un periodo de ayuno de un día o más es aconsejable para la mayoría de los niños durante la época del malestar y la enfermedad. De hecho, la mayoría de los periodos del ayuno infantil coinciden con los periodos de la enfermedad y malestar infantiles.      Un malestar o enfermedad es razón suficiente para ayunar a un niño, y los resultados de un ayuno así son espectaculares a la hora de rectificar los problemas fisiológicos. En su libro The Hygienic Care of Children, el Dr. Shelton dedica muchas páginas a hablar sobre las diversas enfermedades y malestares sufridos por los niños. Esta es la manera adecuada de hablar del ayuno de los niños, ya que es durante la enfermedad cuando debe emplearse el ayuno. 

ENFERMEDADES DE LA INFANCIA Y EL AYUNO      "Los padres inteligentes," escribió el Dr. John H. Tilden (uno de los primeros higienistas), "nunca alimentarán a sus hijos enfermos. No deben temer que ayune. Porque, cada día que ayunan disminuye su malestar y su peligro. Alimentarle se suma a su sufrimiento y pone en peligro y prolonga su malestar."      El Dr. Shelton también se hizo eco de estas opiniones cuando dijo: "Siempre que los animales, jóvenes o viejos, se ponen enfermos instintivamente se abstienen de comer. Calor, tranquilidad, y ayunar, con un poco de agua, es todo lo que quieren. Los bebés, también, cuando enferman requieren sólo calor, tranquilidad, y ayuno, más algo de agua." 

Enfermedades específicas y el ayuno de los niños      La literatura higienista, y especialmente los libros del Dr. Shelton, contienen muchos consejos prácticos sobre el cuidado de los niños durante la enfermedad. Durante casi cualquier enfermedad o malestar de un niño o de un bebé, los requisitos básicos son los mismos: descanso, aire puro, agua pura cuando lo necesita, calor y tranquilidad. El ayuno desempeña un papel importante en la recuperación de un niño de la enfermedad.      A continuación vamos a exponer una lista de algunas de las enfermedades de la infancia más comunes y la línea de acción recomendada que el padre tiene que seguir para cuidar del niño enfermo. 

Anemia      La anemia es la falta de glóbulos rojos. "El valor de un ayuno en todas las formas de anemia está fuera de duda. A los niños a los que se les ha permitido desarrollar anemia deberían hacer un ayuno corto -de tres a cinco días; los niños mayores más tiempo -o estar unos días a zumo de naranja y alimentarles de forma adecuada después." 

Raquitismo      El raquitismo son cambios en los huesos debido a una mala nutrición. "El ayuno tiene un efecto beneficioso en los casos de raquitismo. El ayuno hecho de forma adecuada favorece el crecimiento. Después de un ayuno, se consigue un incremento en la masa corporal que podría haber requerido años de crecimiento normal." 

Resfriados

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      Un resfriado es un proceso de eliminación indirecta. "En el caso del 'resfriado común' el niño debería acostarse, no comer nada, excepto quizás zumo de naranja (si no tiene fiebre), y mantenerle caliente. Este es el único tratamiento de las enfermedades agudas -descanso, ayuno, calor. Ningún resfriado puede durar mucho tiempo cuando al niño se le cuida de esta manera." 

Cólicos      El cólico es una deterioro digestivo de un bebé. "El remedio para el cólico es este: dejar de darle de comer hasta que recobre el bienestar." 

Fiebre         La fiebre indica envenenamiento; generalmente por la descomposición en los intestinos. "La fiebre durará hasta que los venenos hayan sido eliminados y el alimento descompuesto evacuado. Cuando esos casos ayunan y no reciben alimento alguno, los problemas desparecen. La alimentación y la medicación son los causantes del peligro. Cuando los animales, jóvenes o viejos, enferman, se abstienen de comer." 

Vómitos      En los bebés, el vómito generalmente es la primera señal de enfermedada aguda. "El vómito es un medio de vaciar el estómago antes de que el cuerpo empiece a limpiarse. A un niño enfermo no debe darsele ningún alimento." 

Sarampión      El sarampión comienza con un "enfriamiento de la cabeza" y está acompañado de fiebre y malestar. "No debe tomar ningún alimento hasta 24 horas después de que todos los síntomas agudos desaparezcan . La alimentación debería reanudarse con zumo de fruta fresco, seguido de fruta fresca al día siguiente." 

Tosferina      La tosferina es un ataque de tos. "A menos que ayune, la tos llegará a ser más severa. El niño debe respirar tanto aire puro como sea posible y beber tanta agua como quiera, pero no debe tomar ningún alimento hasta que se consiga una relajación completa (generalmente al cabo de tres o cuatro días). Después de que se produzca la plena relajación, puede tomar zumos de fruta durante dos o tres días, tras los cuales puede tomar fruta fresca. Si la tos tiende a incrementarse después de las comidas, deje de alimentarle enseguida." 

Paperas      Las paperas son una inflamación de las glándulas salivares, sobre todo de las parótidas. "Deje que descanse en la cama con calor hasta que la temperatura sea normal y la inflamación haya desaparecido. No debe comer nada ni administrarle ningún medicamento. Si el niño se niega a ayunar, puede darle zumo de naranja o de pomelo.  Una vez que la hinchazón ha desaparecido, puede darle fruta tres veces al día durante los tres primeros días. Después de eso, puede volver a consumir gradualmente una dieta normal y sana." 

Difteria      La difteria es un estado caracterizado por una garganta inflamada y febril. "No debe tomar nigún alimento hasta que la garganta esté curada. Entonces puede tomar zumos de fruta durante dos días y volver de forma gradual a la dieta normal. Son los niños gordos, fofos, 'bien alimentados' los que generalmente desarrollan esta enfermedad. Nunca he conocido un caso de difteria en los vegetarianos estrictos que consumen una dieta baja en proteínas." 

Fiebre tifoidea      La fiebre tifoidea es una enfermedad aguda en la que está involucrado principalmente el intestino delgado. "Cuando estos pacientes ayunan, las heces y la orina son puras al comenzar la convalecencia."

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 Amigdalitis

      La amigdalitis es una inflamación de la membrana mucosa. "En los casos agudos, no debe consumirse ningún alimento hasta que todos los síntomas hayan desaparecido. Tras lo cual puede tomar una dieta de frutas durante tres o cinco días. Si el caso es crónico, entonces puede emplearse un ayuno o una dieta de naranjas o de pomelo hasta que la garganta esté limpia y respire fácilmente." 

LA MECÁNICA DEL AYUNO 

Cuánto tiempo debe ayunar un niño      La pregunta más común sobre los niños y el ayuno es: ¿cuánto tiempo debe ayunar el niño?      No se puede dar un número específico de días para todos los casos. Generalmente, un ayuno dura hasta que todos los síntomas de una enfermedad aguda se atenuan. Los problemas crónicos a veces requieren una serie de ayunos de diferente duración.      No obstante, la mayoría de los profesionales higienistas están de acuerdo en que los niños no deben ayunar tanto tiempo como los adultos. Es decir, que la duración y extensión de los ayunos en el caso de los niños debe planearse, supervisarse de forma adecuada y considerarse sensatamente. Sin embargo, los ayunos a corto plazo de los niños pueden ser supervisados sin peligro por unos padres bien informados.      Para ser más precisos, el Dr. Shelton nos dice que ha visto muy pocos casos de niños o de bebés que requiriesen un ayuno prolongado. "Afortunamente," escribe el Dr. Shelton, "pocos bebés requieren más de dos o tres días de ayuno." En general, cuando la naturaleza reduce el apetito de un niño, debería permitírsele ayunar hasta que pida comer.      El Dr. Shelton nos dice que "los bebés pueden ayunar durante días sin peligro, aunque raras veces tienen que ayunar tanto como un adulto." Los bebés y los niños, según varios higienistas, se recuperan más rápidamente mientras ayunan que los adultos y por esta razón no requieren ayunar tanto tiempo.      Como recomendación general, el Dr. Shelton y otros profesionales higienistas, parecen sugerir que los ayunos de los niños duren de uno a cinco días, siendo el tiempo límite de dos o tres días la duración más mencionada.      Una vez más, no puede haber una duración exacta de tiempo para un ayuno en todos los casos. Sin embargo, hay un acuerdo general que puesto que un niño está generalmente menos tóxico y más vital que un adulto, los ayunos a corto plazo de uno a tres días generalmente son suficientes para la mayoría de los problemas agudos. Desde luego puede haber circunstancias y condiciones que requieran que un niño tenga que ayunar por un periodo de tiempo de más de tres o cuatro días. Los padres que estén pensando ayunar a sus hijos durante más de cinco días probablemente deberían consultar a un profesional higienista.      Los ayunos a largo plazo para los niños deben ser abordados con cautela. No porque el ayuno en sí mismo sea peligroso, sino porque la familia, amigos o autoridades mal informados pueden tratar de impedir tales acciones. En estos casos, el apoyo de un higienista profesional puede ayudar al padre en los momentos difíciles.      Si no tiene acceso a un profesional higienista, aún puede ayunar a su hijo sin preocuparse durante periodos de uno a trea días. La duración exacta de un ayuno para un niño o un bebé no puede ser concretada ya que depende de la enfermedad y de la vitalidad que tenga. 

Cómo ayunar a los niños      Las necesidades de un niño cuando ayuna son básicamente las mismas que las de un adulto: calor, tranquilidad, descanso, aire puro y agua pura. Ayunar por breves periodos de tiempo puede ser supervisado por los padres del niño. Si tiene una enfermedad grave o si debe ayunar durante varios días, entonces debe buscarse el consejo de un higienista experimentado.

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 El inicio del ayuno

      Ninguna preparación complicada es necesaria antes de ayunar a un niño. En casos de condiciones agudas donde los síntomas de la enfermedad aparecen rápidamente, puede iniciarse un ayuno inmediatamente. De hecho, tan pronto como hay un signo de enfermedad grave en un niño, el ayuno debería empezar.      No hay necesidada de dar al niño un enema antes de que comience el ayuno. Si el tiempo y las condiciones lo permiten, el niño puede seguir una dieta de fruta durante un día más o menos antes de que el ayuno comience. 

Durante el ayuno      Hay que mantener al niño caliente, cómodo y tranquilo. No se le debe permitir que juegue o haga ejercicio vigorosamente mientras ayuna. Es más importante que el niño descanse totalmente mientras no come. Esto permite que la energía del cuerpo sea dirigida hacia la limpieza y desintoxicación en lugar de ser gastada en el juego y la agitación.      Siempre que el niño esté sediento, debe darsele agua destilada a temperatura ambiente. No fuerce al niño a beber agua en exceso, pero asegúrese que el niño tiene agua en abundancia. Si el niño es un bebé, puede darsele tanta agua de un biberón como desee.      Si no desea que el niño haga un ayuno completo, puede darle zumos de fruta, de naranja o de pomelo, o si el niño se niega a beber a sólo agua. Sin embargo, beber zumos no es una buena idea puesto que el agua pura es realmente todo lo que se necesita para ayunar al niño. Sin embargo, el Dr. Shelton y otros profesionales higienistas han empleado zumos de fruta cuando "ayunan" a los niños.      Sobre todo cuando no hay fiebre o cuando ninguna crisis es evidente, el niño puede tomar zumos de fruta. Sin embargo, beber zumos o comer sólo frutas no constituye un ayuno auténtico. En algunos casos una dieta de zumos de fruta o fruta sólo puede emplearse con grandes beneficios cuando el ayuno es poco práctico o no se desea.      Poner al niño a una dieta estricta de frutas frescas y de zumos recién exprimidos puede hacerse por un periodo de tiempo prolongado y no requiere la supervisión de un higienista experimentado. Los beneficios de esta dieta son enormes. 

Qué esperar durante el ayuno      Durante el ayuno, la orina del niño puede oscurecerse. Puede experimentar breves periodos de diarrea o de estreñimiento. El aliento probablemente olerá mal y la lengua puede estar muy saburrosa. Ninguno de estos signos son motivo de preocupación, sino que indican que el ayuno está progresando normalmente- que la desintoxicación se está llevando a cabo.      Una vez que el ayuno comienza, no hay necesidad de preocuparse por el estreñimiento o los movimientos intestinales. Si nada ocurre durante el ayuno, no se preocupe porque la regularidad del niño volverá cuando el ayuno se rompa.      No muestre preocupación o inquietud con el ayuno del niño. No permita que las observaciones de los adultos sobre la "seguridad" del ayuno, o la demostración de los temores sobre la salud del niño le afecten. Es mejor ayunar a su hijo en privado y sin discusiones, sobre todo delante del niño. Si el ayuno es tratado como una parte normal de la vida y si los padres practican el ayuno como una parte regular de un estilo de vida sano, entonces el niño es más probable que considere su propio ayuno como una experiencia positiva.

 Romper el ayuno

      El ayuno debe romperse después de que todos los signos agudos de la enfermedad han desaparecido, o el niño experimente hambre auténtica o tras un periodo razonable (de dos a cuatro días para un ayuno sin supervisar). El hambre puede estar presente durante el primer día del ayuno. Esto no es una señal de que el

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ayuno deba romperse en seguida. Si el niño expresa un fuerte deseo por comer después del primer día o dos del ayuno, eso es una indicación más fiable de que el hambre verdadera ha vuelto y que el ayuno debe finalizarse.      El ayuno debe romperse con cuidado. Como primer alimento después del ayuno se le puede dar una pieza de fruta fresca o un vaso pequeño de zumo de fruta fresca. Haga que el niño beba el zumo a sorbos muy lentamente. Si toma fruta, que tome un bocado cada vez y que mastique cada bocado muy bien.      Horas más tarde, puede tomar más zumo o más fruta. No tenga prisa por introducir alimentos más concentrados en su dieta. Mientras el niño esté feliz y satisfecho comiendo fruta sola, déjele seguir con esta dieta. Gradualmente pueden ser introducidos ensaladas frescas, frutos secos y semillas.      Si el niño es un bebé o todavía está mamando, entonces el ayuno debe romperse con la leche materna. 

Después del ayuno      Tras un ayuno, el niño debe consumir una dieta sana compuesta principalmente por frutas y verduras crudas, frutos secos y semillas comidos en combinaciones apropiadas. Desde luego si el niño es muy pequeño, entonces lo más apropiado para él son la leche materna, los zumos de fruta, los batidos de fruta, etc.      No tenga prisa por sobrealimentar o atiborrar al niño con alimentos altos en calorías para reemplazar la pérdida de peso. El apetito y hambre naturales del niño deben satisfacerse, pero si el niño no tiene apetito, no debe obligarle a comer.      Después del ayuno es el momento ideal para mejorar la dieta del pequeño. El ayuno proporciona una transición fácil hacia unos mejores hábitos alimentarios y una mejor selección de los alimentos. Los primeros días después de un ayuno observará que el niño aprecia mucho más los alimentos sencillos y naturales sin cocinar. Este es un momento excelente para incluir cada vez más frutas y verduras frescas en la dieta del niño, y eliminar cualquier alimento inferior que pueda haber comido antes del ayuno. 

Superar los miedos sobre el ayuno      El mayor obstáculo para ayunar a los niños no provendrá del niño sino de los padres y parientes excesivamente preocupados. En las mentes de algunas personas, ayunar es lo mismo que inanición y se preocupan innecesariamente sobre la seguridad del niño durante un ayuno.      Una buena educación sobre lo seguro que es ayunar a los niños es necesaria para que estos temores desaparezcan.      Cuando le preguntaban sobre las posibles complicaciones que podrían surgir por ayunar a los niños, el Dr. Shelton replicaba: "Las complicaciones se producen casi enteramente por la alimentación y la medicación. Casi nunca se desarrollan en los casos que no han sido alimentados ni medicados. He ayunado a numerosos niños y bebés y en mi opinión soportan bien el ayuno."      Aún así existe a menudo la preocupación de que ayunar hará que el niño pierda demasiado peso o que sea perjudicial para el crecimiento. De hecho, el temor más común es que si a un bebé o a un niño se les deja sin comer, perderá peso y nunca recuperará su potencial de crecimiento completo. Dichos temores carecen de fundamento.      El Dr. Shelton nos dice que "se ha desmotrado plenamente que los ayunos cortos repetidos de uno a tres días en los animales en desarrollo producen un crecimiento y fuerza mejores. El ayuno no perjudica a los niños, pero sí lo hace la inanición." Y, podría añadir, que a los niños les perjudica comer cuando no deberían hacerlo.      El ayuno, si se hace de forma adecuada, puede estimular el crecimiento. El profesor Morgulis, un investigador sobre el  ayuno y los animales, declara que tan pronto como cualquier animal, incluyendo el hombre, pierde peso mediante el ayuno, entonces comienza a aumentar de peso a un ritmo espectacular una vez que se le suministra otra vez el nutrimento adecuado. "Hay un rápido aumento de peso," escribe el

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profesor Margulis, "que es una manifestación de un proceso vigoroso de crecimiento en los animales después de un ayuno. Hay un multiplicación celular prolifíca. Frecuentemente, hay un incremento en la masa corporal que normalmente requiere años de crecimiento."      El Dr. Shelton también advierte que ha visto periodos de crecimiento mayor en los niños después de un ayuno. No es la insuficiente alimentación o el ayuno lo que debe temerse, sino más bien la sobrealimentación del niño con alimentos incorrectos.      Cualquier pérdida de peso experimentada por el niño cuando ayuna será rápidamente invertida una vez que empiece a consumir una dieta adecuada después de romper el ayuno. Los padres simplemente deberían asegurarse que el niño tome todos los alimentos sanos que quiera o desee. Su apetito será enorme después de un ayuno, y las pautas de crecimiento normales se restablecerán rápidamente.      Quizás la mejor confianza que un padre puede tener cuando ayuna a un niño es leer sobre los miles de pequeños que han ayunado supervisados por profesionales higienistas. El libro del Dr. Shelton, The Hygienic Care of Children, tiene muchos ejemplos del éxito obtenido ayunando a niños. Los padres también pueden ponerse en contacto con otros higienistas que hayan ayunado a sus hijos para que les aconsejen.      A menos que los padres tengan un oyente comprensivo, sería mejor que no hablase sobre el ayuno de sus hijos. Algunas personas incluyendo los doctores en medicina, tienen una desconfianza hacia el ayuno y pueden dar los pasos necesarios para impedir que los niños ayunen a sus hijos. Estas personas llenarán a los padres de temor y de culpa por ayunar a su progenie. En algunos casos, se ha entablado un pleito contra los padres que sólo estaban tratando de asegurar la salud y el bienestar de sus hijos mediante un ayuno.      Para evitar esas complicaciones, los padres prudentes ayunarán a su hijo en privado y sin consultar a las diversas "autoridades." De nuevo, es aconsejable que los padres traten de ponerse en contacto con otros higienistas para que les apoyen durante el primer ayuno de un niño. A pesar de todo, un ayuno a corto plazo de uno a tres días nunca puede hacer daño y puede ser supervisado sin peligro por unos padres bien informados. 

Los beneficios de ayunar a los niños      Los niños pueden beneficiarse rápidamente de un ayuno, y es alentador ver los muchos resultados positivos que ocurren de forma tan espectacular después de un ayuno. Los pequeños tienen cuerpos vitales y relativamente limpios que responden bien a un ayuno.      Todas las funciones corporales se normalizan durente un ayuno. Indigestión, estreñimiento, dolores de cabeza, resfriados, fiebres, diarrea y una serie de trastornos infantiles a menudo desaparecen rápidamente durante un ayuno. El cuerpo puede ocuparse de sus tareas de eliminación mucho más rápido durante un ayuno.      El ayuno también permite que el peso del niño se normalice. Los niños con sobrepeso perderán sus libras de más durante un ayuno mientras que los niños de peso insuficiente a menudo aumentan de peso rápidamente después de un ayuno.      El ayuno es una forma excelente de introducir al niño a una nueva dieta. De hecho, muchos niños pueden hacer cambios dietéticos mucho más fácilmente que los adultos, y con frecuencia, es más fácil que ayunen y se quejan menos.      A los niños, si son lo bastante mayores, se les debería enseñar los beneficios de ayunar. Deberían decirles o mostrarles cómo los animales ayunan de forma natural en la naturaleza, y que el ayuno es un proceso vital normal. Enseñar a su hijo cómo ayunar de forma adecuada es tan importante como enseñarle a comer correctamente. Algunas padres encuentran más fácil ayunar junto con sus hijos lo cual es una idea excelente si la enfermedad lo permite. Cualquier temor hacia el ayuno que el niño pudiese temer es mitigado rápidamente si la madre o el padre ayunan también. 

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     El ayuno es un método probado durante mucho tiempo para asegurar una salud superior en personas de todas las edades. Debería ser empleado tanto por los jóvenes como por los mayores, y el ayuno de niños debería ser considerado como una método seguro y natural de obtener una salud y vitalidad superiores. 

RESUMEN DE LA LECCIÓN      El ayuno puede ser empleado por niños de todas las edades simepre que surga un signo de una enfermedad aguda o crónica. Los niños pueden ayunar sin peligro con tal de que los padres estén bien informados de los mecanismos del ayuno.      Generalmente, los niños suelen necesitar ayunos más cortos que los adultos a causa de su vitalidad natural. Ayunos cortos de uno a cinco días pueden ser supervisados por padres bien informados. Los ayunos más largos es mejor que sean supervisados por un profesional higienista experimentado.      Las necesidades de un niño durante el ayuno son las mismas que las de un adulto: calor, tranquilidad, descanso completo, aire puro y agua pura.      El ayuno ha demostrado ser muy eficaz en la mayoría de las enfermedades y trastornos más comunes de la infancia. A la primera señal de un malestar o enfermedad graves, el niño debe ayunar o consumir una dieta principalmente de frutas y zumos frescos y crudos.      Los temores sobre ayunar a los niños son infundados. La pérdida de peso durante el ayuno generalmente se invierte en seguida cuando se reanuda la alimentación. De hecho, después de un ayuno son frecuentes un crecimiento rápido y una mejor asimilación de los alimentos. 

PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN PREGUNTA: Mi hijo no comprende el ayuno. Piensa que está siendo castigado cuando le pongo a ayunar. ¿Qué puedo hacer? RESPUESTA: Si el niño es lo bastante mayor (alrededor de cuatro años), puede comprender en qué consiste el ayuno si se lo explica de forma general. Si tienen animales o mascotas, asegúrese de hacerle ver cómo estas criaturas ayunan de forma natural cuando se encuentran mal. Si puede, usted o su esposo deberían prácticar el ayuno delante del niño antes de ponerle a ayunar. Digale al niño que cuando está enfermo, su cuerpo y estómago deben descansar, de modo que no se puede tomar ningún alimento.      Si el niño es muy pequeño o es un bebé, entonces tiene poca elección salvo dejar que el niño ayune y escuchar sus quejas. En realidad, muchos niños después del primer día de ayuno se adaptan muy rápidamente a no comer -más que los adultos.      Le puede parecer cruel negar a un niño que llora su alimento, pero si pretende que tenga una salud superior, entonces tendrá que hacer este sacrificio.      La manera más fácil de hacer frente a este problema para un niño de dos o tres años es hacerle ver que el ayuno es algo natural, y que no es un castigo o algo a de lo que temer. Nuestra cultura está a favor de comer y de la sobrealimentación. Debe mostrar a su hijo la otra cara de la moneda, y desarrollar buenos hábitos sanos a una edad temprana.      Los padres deberían dar ejemplo al niño absteniéndose de todo alimento también. De este modo el niño se sentirá un participante en vez de un proscrito. PREGUNTA: Quiero poner a ayunar a nuestro hijo, pero mi esposa dice que no. Tampoco les agrada la idea a ninguno de nuestros parientes. ¿Qué debería hacer? RESPUESTA: En estos casos, un compromiso es necesario. Poner al niño a una dieta de zumos de fruta diluidos o a fruta fresca sólo permitirá que el cuerpo haga su trabajo de forma más eficiente que una dieta convencional. Aunque no tan efectivo como un ayuno, una dieta modificada de este modo a menudo es bastante efectiva en el proceso de curación.

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      Entretanto, trate de cooperar con su esposa. Usted mismo debería ayunar para eliminar los temores sobre el proceso. Suministre a sus parientes información sobre el ayuno, como esta lección, y busque a otros padres que hayan tenido la experiencia de ayunar a sus hijos. A menudo una palabra de otra persona que ha ayunado a sus hijos con éxito hará mucho para aliviar los temores de su esposa. PREGUNTA: Tengo problemas en saber cuando romper el ayuno del niña. Siempre dice que está hambriente, de modo que no es una buena indicación. ¿Cómo puedo saberlo? RESPUESTA: Una norma es nunca alimentarlo cuando tiene fiebre. Si el hambre está presente en ese momento, es generalmente señal de que son necesarios líquidos -en concreto, agua destilada. Generalmente puede ignorar sus quejas de que está hambrienta  durante todo el primer día. Si el niño es muy pequeño, es posible que el hambre verdadera vuelva al segundo o tercer día del ayuno. Si no aparecen síntomas mayores y el niño da muestras de tener hambre en ese momento, entonces rompa el ayuno con zumos de frutas o fruta cruda. Siga alimentándole de este modo tanto tiempo como sea posible. Mientras la lengua esté saburrosa y el aliento sea fuerte, el niño no mostrará un hambre fisiológica auténtica. 

BIBLIOGRAFÍA       Fasting Can Save Your Life, Dr. Herbert M. Shelton.     The Hygienic Care of Children, Dr. Herbert M. Shelton.     The Hygienic System, Volume II, Dr. Herbert M. Shelton.     The Hygienic System, Volume III, Dr. Herbert M. Shelton.     Scientific Fasting, Linda Burfield Hazard. 

TEXTOS COMPLEMENTARIOS 

ENFERMA TAN PEQUEÑA, PERO BIEN AL FINAL 

La Historia de Juliet Groll 

por Paulette Groll            Juliet nació el 7 de diciembre de 1979. Vino al mundo sin medicamentos (pero en su primer año de vida esto cambiaría drásticamente), una hermosa niña de 7 libras y 1 onza de peso. ¡Estábamos emocionados! Después de nueve años de matrimonio teníamos nuestra niña.      Tres días después de su nacimiento nos dijeron que tendríamos que dejar a Juliet en la guardería del hospital debido a su alto recuento en bilirrubina. A regañadientes, pero sin rechistar, aceptamos. Madre e hija fueron separadas tiempo suficiente como para tardar días en restablecer la lactancia.      Después de este episodio creíamos que ya había pasado lo peor hasta que los chequeos de Juliet comenzaron. Cada uno era más preocupante que el anterior. "Su peso sigue siendo bajo." "Está tan por debajo del gráfico (del peso) que ni siquiera aparece en él." Durante meses sus piernas no giraban de forma adecuada en las cavidades de la cadera. (Esto se corrigió más adelante.) Su piel estaba pálida y parecía transparente. Estaba perdiendo parte del movimiento motor total. A los seis meses la prueba de la fibrosis cística estaba a la vuelta de la esquina. Afortunadamente, esto nunca ocurrió. Nuestra "solución" temporal al problema de peso de nuestra hija fue la "fórmula" mágica. Sí, su peso aumentó, pero al mismo tiempo, otro problema más serio estaba en el horizonte.      Juliet tenía una infección en los oídos. Le administraron el tratamiento usual -antibióticos. No pensamos en nada en ese momento. Pero lo que siguió nos dio mucho que pensar y cambió nuestras vidas.      A la primera infección de oídos le siguieron sucesivas infecciones de oídos además de pruebas constantes, "hemorragias" de los oídos, tests de laboratorio, tests de audición, junto con gotas para los oídos y más atibióticos. Meses después vino el "especilista" en oídos con mas equipo "especializado" que aterrorizó a

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nuestra pequeña hija. En una visita fueron necesarios su madre, dos enfermeras y el médico para sujetarla y que el médico pudiese examinarla. A medida que Juliet empeoraba, las visitas médicas fuera de la ciudad aumentaron. Una semana sin antibióticos y tenía una infección formidable. El dolor constante, el malestar, y los exámenes agotadores llenaban la vida de Juliet. Durante meses inundaron su precioso cuerpo de antibióticos. Recorrimos toda la gama de antibióticos, entonces repetimos una y otra vez.      En este momento estaba estudiando la Higiene Natural. Tras seguir la dieta y hacer ayunos de 24 horas durante ocho meses, estábamos considerando (muy prudentemente) aplicar la Higiene Natural sobre Juliete. Un consejero cristiano amigo mío me había introducido en la Higiene Natural. Después de años de terapia para la depresión, el asesoramiento, junto con los principios higienistas, me trajeron una libertad y salud tremendas. De modo que cuando sugerí probar un plátano hecho puré en lugar de la fórmula, decidimos intentarlo. Este fue el principio de la introducción de Juliete al mundo de la Higiene Natural.      Ahora nos encontrábamos divididos entre el mundo de la medicina y la Higiene Natural. Una dieta natural de frutas y verduras crudas,  junto con mantequillas de frutos secos era coronada con antibióticos como postre. Nos dijeron que este largo camino de infecciones de oído con suerte llegaría a su fin -después de la operación. Tenían que poner tubos de plástico autodisolventes a través de sus tímpanos. Pedí leer los libros de texto de medicina sobre este procedimiento pero me desanimaron. Por esta época los oídos de Juliet estaban mal y su audición era mínima. No teníamos ánimos para resistir. De modo que, debido a la ignorancia y a la desesperación permitimos que nuestra hija de casi 13 meses fuese hospitalizada en enero de 1981, y la operación se llevó a cabo.      El cirujano me dijo, "Realmente nos gustaría sentirnos justificados a la hora de operar a una niña tan pequeña. En su caso estaba justificado. El líquido detrás de sus tímpanos era como pegamento. Si esto no funciona, no hay nada más que podamos hacer."      Realmente teníamos esperanzas. Queríamos poner fin a toda esta miseria que nuestra hija sufría. Y pensábamos que el fin había llegado hasta que surgió otra infección en los oídos. Luego otra. ¡Estábamos como al principio otra vez! Juliet siguió con "la retahíla de antibióticos" hasta que desarrolló una reacción a un medicamento común. Su cuerpo estaba cubierto de manchas rojas desde los dedos del pie hasta su barbilla. Le administraron adrenalina. Cuando le prescribieron otro antibiótico, me negué. Mi único pensamiento era, "Tiene que haber otra manera." 

Adiós a lo viejo, bienvenido lo nuevo      Mi amigo consejero cristiano me había hablado recientemente de un lugar en Hollister, California, el California Health Sanctuary. Iba allí a ayunar bajo la supervisión de un profesional higienista. Yo misma había estado interesado en hacerlo. Pero ahora mis pensamientos estaban puestos en la inmediata necesidad de Juliet. ¿Podría ayunar una niña de un año? Teníamos muchas preguntas y preocupaciones. Con la sensación de no tener nada más a lo que recurrir. mi marido y yo concertamos una cita con el profesional higienista en el California Health Sanctaury. Todo lo que dijo sobre que el cuerpo era capaz de curarse a sí mismo, y que el ayuno proporcionaba el mejor entorno para hacerlo así, tenía sentido. Explicó que la curación es un proceso normal del cuerpo que sucede todo el tiempo en relación a la cantidad de energía disponible. Durante un ayuno, el cuerpo puede ahorrar toda la energía que generalmente se emplea en comer y en otras actividades y usarla para para limpiar, reparar y restablecerse. El cuerpo de Juliet necesitaba repararse y restablecerse con toda seguridad. De modo que una semana más tarde, el 21 de abril de 1981, llegamos al California Health Sanctuary para embarcarnos en una experiencia totalmente nueva.      Sabía que esta sería una experiencia única y comencé a escribir un diario desde el primer día. Madre e hija permanecerían en el Sanctuary mientras padre e hijo volvían a casa. No sabíamos cuánto tiempo duraría esta separación.      Juliet caminaba y jugaba fuera toda la tarde. El Sanctuary es hermoso y perfecto para que un niño lo explore. Empezamos a conocer al personal y a otros ayunadores. Estábamos rodeados por un espíritu de amor y nos cuidaban con gran cariño. Le dieron a Juliet un biberón de agua destilada. Siempre tenía su biberón cerca por si tenía sed o por comodidad. Rápidamente se metió de lleno en la  experiencia del ayuno vomitando un poco al segundo día. Su aliento olía a anestesia al igual que su cuerpo y sus pañales. A medida

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que el ayuno progresaba, su nariz y sus oídos drenaban y tenía congestionadas las vías respiratorias superiores. Todo esto era la manera que tenía su cuerpo de eliminar sus venenos internos.      Durante el ayuno, a Juliet le gustaba estar fuera en su cuna o dar largos paseos en su cochecito. Me miraba y me dirigía su sonrisa especial que parecía decir, "Comprendo que me estoy poniendo bien." Era un momento especial para ambas. Estábamos muy unidas. La cogía mucho y dormía con ella acunada en mis brazos.      Al undécimo día de su ayuno supe que Juliet estaba en el camino de la recuperación. Sus síntomas estaban disminuyendo lentamente. Sin embargo, yo estaba preocupada. ¿Cuánto tiempo más tendría que ayunar?      La parte más díficil del ayuno de Juliet no era el ayuno en sí mismo, sino la reacción de los demás hacia nosotros, como padres, por ayunar a nuestra hija. Algunos de nuestros amigos más queridos (que nos conocían y confiaban en nosotros) pensaban que nos habíamos vuelto locos. Muchos no podían comprender nuestra manera de entender la salud, y algunos ni siquiera respetaban nuestro derecho a elegir lo pensábamos que era mejor para Juliet. Pero ninguno estaba en nuestro lugar. Ninguna de estas personas se había visto forzada a buscar una alternativa a la salud como nosotros nos habíamos forzado a hacer. ¿Cómo podrían comprender?      Sí, había días en los que estaba cansada y dispuesta a irme a casa, pero la fuerza siempre volvía. Dios usaba a todos los del Sanctuary de una forma hermosa para dar a Juliet y a mí todo lo que necesitaba para seguir y ver que su cuerpo se estaba recuperando. El apoyo de mi esposo fue inestimable. No tenía la ventaja de ver la curación del cuerpo de Juliet directamente. Tenía que confiar en mi información de segunda mano. Además no tenía el compañerimso de la gente del Sanctuary, aquellos que ya sabían que la curación estaba y seguiría teniendo lugar en nuestra hija. Estábamos confiando en los principios de la Higiene Natural  mediante la fe, no mediante la experiencia. 

¡Un buen signo aparece!       Al duodécimo día el drenaje de los oídos de Juliet llegó a ser líquido." ¡Esto era una buena señal! Cuando llegó a ser como el agua y se detuvo el ayuno estaba cerca del fin. Al décimotercer día los oídos de Juliet drenaron líquido pero estaba congestionada. Tendrían que limpiarse antes de que estuviese lista para romper su ayuno -¡dos o tres días más! Estaba excitada hasta que al día siguiente en el que Juliet expulsó un montón de moco, los oídos seguían drenando, y tenía congestión. A medida que el ayuno llegaba a su fin (decimo octavo día) su aliento era dulce, su cuerpo y sus pañales no tendían olores, su pecho estaba despejado sin drenaje alguno de su nariz o de sus oídos. Sus oídos estaban sanos por primera vez en casi un año. Sus ojos estaban brillantes; su rostro alerta. El décimo noveno día llegó y Juliet rompió su ayuno. Realmento DISFRUTÓ de sus primeras onzas de zumo de naranja recién exprimido diluido. Para mí fue una ALEGRÍA dárselo.      Permanecimos en el Sanctuary mientras Juliet comenzó a consumir gradualmente una dieta de frutas, verduras y mantequillas de frutos secos crudos en combinaciones adecuadas y en cantidades modestas. Ahora, con dieciesiete meses, también le daban biberones con zumos recién preparados (de manzana, hortalizas de hoja verde, y de naranja).      Era el momento de traer a nuestra hija a casa. Este fue el principio de la salud para Juliet. Tenía veintiseis meses y la iba bien.      Prueben la Higiene Natural usted y sus hijos. ¡Es una gran manera de vivir!      Reimpreso de Naturally, The Hygienic Way, Abril 1982. Disponible en la Religious School of Natural Hygiene, 6344 Pacheco Pass Highway, Hollister, CA 95023. 

LO MÁS DIFÍCIL ES NO HACER "NADA"por la Dra. V.V. Vetrano

  

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     "¡Pobre niña, está tan enferma. Y mírala, apenas puede levantar la cabeza!"      "Sí, es cierto, está enferma y tiene fiebre alta. Pero no se preocupe, está ayunando y la fiebre no durará mucho tiempo."      El primer día transcurrió sin que los parientes políticos dijeran demasiado, de modo que me sentí aliviada. Mi marido pensaba que yo sabía lo que estaba haciendo y no me molestó en exceso sobre cómo alimentaba a nuestro bebé. Así que no me preocupaba que me impidiese  ayunarla.      El segundo día pasó. Toda la familia vino a visitar al bebé. Estaban un poco preocupados. Pero cuando el tercer y el cuerto día pasaron y el bebé aún tenía fiebre, realmente tuve que calmar sus temores. Jamás habían oído eso de ayunar a un bebé de dos años. Todo el mundo sabe que cuando los bebés tienen fiebre necesitan penicilina para bajarla. Negarse a ver a un médico cuando un bebé está enfermo es un crimen, dicen, y ayunar a un bebé es todavía peor... es una locura total. Estoy sorprendida de cómo la familia se conformó con mi opinión. Quizás actué como si supiera lo que estaba haciendo o mi fe en la Higiene Natural era tan fuerte que calmé sus temores por un tiempo, pero al quinto día del ayuno de la niña incluso mi marido estaba asustado. Salió de casa vociferando: "Si no está mejor mañana, la llevaré al médico."      Estaba tan preocupada por mi bebé tanto como ellos pudieran estarlo pero permitir que mi preocupación o falta de fe se manifestasen hubiera sido el final de sus cuidados higienistas. Esperé pacientemente, sabiendo que la naturaleza cura. La tomaba la temperatura diariamente, la mantenía caliente, la dejaba descansar tranquilamente, e impedía que la gente fumase en la habitación, o que la despertasen para saber si estaba viva. Mantenía el lugar silencioso para que pudiese dormir y nada más.      Es duro tener que enfrentarse a todo el mundo pero es todavía peor sentarse y esperar al día en que la fiebre bajará. Cada día observas, escuchas y esperas. Los bebés que están ayunando y que tienen fiebre están muy quietos. Duermen mucho y esto también es preocupante cuando eres un higienista neófito y no un médico. Toda clase de miedos invaden tu mente: "¿Está bien? ¿Respira? ¿Vive todavía?" Estás muerto de miedo. Quieres sacudir al niño, o despertarle, o hacer lo justo para asegurarte de que todo va bien. Pero no hice nada precipitado. Tenía que tener paciencia y esperar a que la naturaleza completase su maravilloso proceso de curación. Estaba muy preocupada pero tenía fe en el organismo vivo. Finalmente, su fiebre cedió a mitad del quinto día de ayuno, y todos suspiramos aliviados. Su padre ya no estaba tenso y preocupado. Esta fue la única vez en que el bebé estuvo enfermo en su vida. ¡Gracias a Dios! Había capeado el temporal. Pero ahora ya sé lo duro que es sentarse, esperar, obrar de forma inteligente y no hacer absolutamente nada.      Estoy contenta por haber resistido. Esperé pacientemente a que la naturaleza curase a mi bebé. Pero otros no lo hacen. Hace poco, los padres de un bebé de seis meses estaban aterrorizados a causa de los síntomas de su bebé. Me llamaron, pero en vez de hacer lo que les sugerí llevaron el bebé al médico. No querían que el bebé ayunase. Entonces empezaron los problemas. El médico insistió en someter al bebé a toda clase de tests dañinos, dolorosos y perjudiciales para él, incluyendo rayos X. Tardaron tanto tiempo en fijar un diagnóstico que, si el bebé hubiera sido cuidado de forma higienista, se hubiera recobrado antes de que el diagnóstico médico hubiese sido determinado.      Al final, el médico comenzó el tratamiento. Fueron al médico simplemente para conseguir un diagnóstico. Al final pusieron ayunar al bebé. Lo único que querían era tener una etiqueta. Tenían la impresión de que si conseguían un diagnóstico y sabían exactamente lo que le pasaba al bebé no tendrían tanto miedo. No podían esperar y confiar en los poderes curativos naturales del cuerpo para que su bebé se recuperase. Olvidaron el tratamiento que el médico les prescribió. Cuando se negaron a hacerlo, el médico empezó a sospechar. Entonces insistió en que los padres cumpliesen sus órdenes. Incluso implicó a las autoridades en el caso, y el bebé fue retenido en el hospital en contra de los deseos de sus padres. Fueron obligados a someter a tratamiento al bebé. Cuando finalmente llevaron al bebé a casa, tuvieron que soportar que el departamento de niños maltratados les visitase dos veces por semana para ver si estaban siguiendo las instrucciones del médico respecto al cuidado y alimentación del bebé, y fueron obligados a empezar a alimentar al niño con carne y cereales en contra de su voluntad. El bebé tardó seis meses en recuperarse del abuso médico llamado "diagnosis y tratamiento." Todos estos problemas ocurrieron porque los padres no tuvieron fe en la capacidad del cuerpo para curarse solo, y a causa de su incapacidad de sentarse y no hacer absolutamente nada. "No hacer nada" es una de las cosas más duras. 

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     Justo la otra noche mi sueño fue interrumpido por el timbre del teléfono. Era una señora con un bebé de tres años. Su voz denotaba una gran preocupación, rayana en el pánico: "Estoy preocupada, " dijo, "mi bebé están tan decaído. No hay vida en él y tiene 104.5º F de fiebre. Le pusé a ayunar durante siete días y la fiebre bajó. Pero estaba muy débil de modo que no esperé las 24 horas necesarias después de que la fiebre bajase. Ahora la fiebre ha vuelto, y estoy realmente preocupada. Le dí sólo dos onzas de zumo de naranja tres veces, pero la fiebre volvió. Está tan débil y tan enfermo." su voz se quebró y se puso a llorar.      Comencé a hacerla preguntas para tratar de descubrir cómo enfermó el niño y cuál era el problema. El bebé se había escondido en el porche trasero y se había encontrado la comida seca para perros cuando los padres estaban fuera. Cuando le encontraron, estaba feliz atiborrándose con esa comida, y probablemente lo había estado haciendo cerca de 15 a 20 minutos.      Después de eso, desarrolló fiebre y tos, de modo que le pusieron ayunar. Los padres estaban muy preocupados y cuando la fiebre no bajó en tres días se preocuparon aún más. Muchas cosas pasaron por sus mentes. ¿Sobreviviría el niño? Había hecho esto una vez antes, pero le habían descubierto lo bastante rápido como para detenerle antes de que comiera mucho.      Bajo el estrés del miedo, y la impaciencia, porque la fiebre era tan alta, el bebé estaba débil y cada vez estaba más débil, y no había señal alguna de mejora, los padres decidieron que puesto que el niño no había tenido ningún movimiento intestinal sería mejor someter al niño a  un enema. Razonaron que la comida para perros era un irritante y que, al estar todavía en el colon, hacía que la temperatura todavía fuese alta. "Debemos deshacernos del irritante." De modo que le dieron un enema. Sin embargo, el niño estaba cada vez más apático y la fiebre no bajaba.      Los padres no pudieron esperar hasta que el cuerpo corrigiese todos los errores.      Como el niño no vomitó sabemos que la comida para perros al menos fue digerida lo bastante como para pasar del estómago al intestino delgado. Cuando llegó al colon, gran parte había sido digerida. Los aditivos, otras sustancias químicas venenosas, y los productos de descomposición fueron absorbidos desde el intestino delgado. El momento de haber hecho algo era cuando el niño había comido por primera vez el alimento del perro. Se le podría haber provocado el vómito cuando el alimento estaba todavía en el estómago del niño. Pero quizás no se dieron cuenta de cuánto había comido el niño y el niño todavía no estaba enfermo. Pero, dar un enema después de que el alimento ya había pasado por la zona de absorción era inútil y malgastó la energía nerviosa del niño. Si las sustancias presentes en el colon hubieran sido lo bastante irritantes como para causar fiebre, el cuerpo las habría expulsado mediante una diarrea.      El razonamiento de los padres estaba ofuscado a causa de la debilidad y de la apatía del niño. La tendencia es hacer algo para hacer que el niño parezca vivo otra vez. Los padres olvidan que es normal que cuando el cuerpo está luchando contra las toxinas con todas sus energías, tanto nerviosas como físicas, estas son dirigidas hacia la zona del cuerpo que más lo necesita. La debilidad física se produce porque la sangre y el suministro de energía han sido retiradas de los músculos esqueléticos del cuerpo y son dirigidas hacia el interior para ayudar al cuerpo a deshacerse de las sustancias venenosas. Es natural estar tan apático y débil bajo estas condiciones. Sin embargo, ver a un niño sin vida es aterrador y de ahí que surga ese fuerte impulso a hacer algo, lo que sea, para ver una manifestación de la vida. No hacer nada en estos momentos requiere un gran coraje y fe en el organismo humano.      Las fiebres pueden durar más de tres días cuando hay necesidad de ello. Ayunar es la forma más rápida de ayudar al cuerpo a librarse de los irritantes que están ocasionando la fiebre, pero a veces tarda más de tres días. No debemos tener pánico si la fiebre no baja más rápidamente. Actualmente los niños desarrollan fiebres qeu duran más tiempo que en las décadas anteriores. He atendido a varios niños recientemente y he notado que las fiebres parece que nunca desaparecen. Los niños de esta generación no son tan fuertes como los de la generación anterior, por muchas razones. Tendremos que esperar más enfermedades agudas y menos niños robustos a menos que limpiemos el medio ambiente y cambiemos nuestro método de cultivar y procesar los alimentos. La raza humana está cometiendo un suicidio lento pero seguro.      Entretanto, debemos esforzarnos por vivir más en armonía con la naturaleza que antes. No debemos causar un gasto innecesario de energía vital de las personas enfermas, ya sean niños o adultos. Debemos aprender a

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conservar la energía como nunca antes lo habíamos hecho, simplemente porque cada vez hay menos vitalidad y menos capacidad para funcionar bien.      Si un niño o un adulto desarrollan fiebre, el ayuno es el mejor medio de permitir al cuerpo librarse de la causa. La fiebre nunca subirá tanto cuando se ayuna como cuando se come. "Pero, ¿qué pasa con el daño cerebral que puede producirse si la fiebre sube hasta los 106º F?" Recuerde, en primer lugar, que las células sólo pueden funcionar a temperaturas óptimas. En el instante en  que la temperatura sube demasiado, las células automáticamente dejan de funcionar y la temperatura desciende espontáneamente. En realidad, es la supresión de la fiebre con medicamentos y otras medidas lo que causa la retención del veneno, o de la bacteria o de lo que sea que ocasionó la fiebre, lo que daña al cerebro, lo cual nunca hace la fiebre per se. La fiebre es un proceso biológico necesario para ayudar a las células fagocíticas a comerse las bacterias o destruir y convertir la sustancia venenosa que puede haber sido ingerida en algo menos tóxico. Los medicamentos por si solos son tóxicos y se suman a la carga que el cuerpo tenía que eliminar. Los medicamentos, más las bacterias, y las toxinas bacterianas y otros venenos en el sistema son los que dañan al cerebro, no la fiebre que es el único medio del cuerpo, el mejor y el más rápido para librarse de los agentes nocivos.          No importa lo duro que pueda ser sentarse y esperar hasta que el cuerpo se cure solo, sigue siendo lo mejor que se puede hacer. 

HOJAS DE TRABAJO 

Sección Verdadero o Falso 1) El ayuno contribuye al sufrimiento de un niño durante la enfermedad. 2) Siempre que los animales, jóvenes o viejos, se ponen enfermos, dejan de comer instintivamente. 3) Los niños anémicos deben ser puestos a una dieta alta en hierro con muchas proteínas. 4) Para un resfriado común, acueste al niño en la cama y no le dé de comer. 5) Los niños "bien alimentados" con la típica dieta norteamericana es más probable que desarrollen difteria que los niños vegetarianos. 6) Los niños pueden necesitar ayunar durante periodos de tiempo más largos que los adultos. 7) Pocos bebés requieren más de dos o tres días de ayuno. 8) La mayoría de los padres pueden ayunar sin peligro a sus hijos durante tres o cuatro días sin la supervisión de un higienista profesional. 9) Todos los ayunos deberían empezar con un laxante o un enema. 10) Para los niños que requieren un ayuno largo y que no puedan ser supervisados por un profesional, entonces lo mejor es ponerles a una dieta compuesta principalmente de frutas o zumos frescos.  

Sección Elección Múltiple 1) Puesto que los niños se desarrollan rápidamente:      a) el ayuno puede ser peligroso     b) requieren alimentos de gran calidad.     c) necesitan suplementos orgánicos. 2) Si un niño se encuentra mal mental y físicamente, entonces: 

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     a) puede omitirse o postponerse una comida.     b) acostarle en la cama.     c) hacer que el niño haga ejercio vigorosamente. 3) Después de un ayuno, la masa corporal del niño:      a) disminuye rápidamente.     b) es más ligera en fluidos.     c) puede empezar a incrementarse rápidamente una vez que la alimentación se reanuda. 4) El niño debería ayunar:      a) durante siete días.     b) hasta que los síntomas más agudos desaparezcan.     c) hasta que la lengua se limpie. 5) Los ayunos a largo plazo para los niños:      a) nunca se aconsejan.     b) deberían ser supervisados de forma adecuada.     c) son buenos una vez al año. 6) Siempre que un  niño esté sediento durante el ayuno:      a) déle tanta agua destilada como quiera.     b) déle zumos de fruta diluidos.     c) hágale beber el menos ocho onzas de agua pura. 7) El ayuno debería romperse:      a) tan pronto como el niño quiera.     b) con leche diluida con  la mitad de agua.     c) con una pieza de fruta o zumo fresco. 8) Cualquier pérdida de peso experimentada por un niño durante un ayuno:      a) debería ser motivo de preocupación.     b) es reversible con una dieta sana.     c) es debido a que el agua está siendo eliminada.  

Sección Respuestas Breves 1) ¿Por qué necesita ayunar un niño? 2) Enumere las cinco veces en que los niños deberían ayunar. 3) Enumere las cinco necesidades de un niño en ayunas. 4) ¿Cuál es la dieta adecuada para un niño después de un ayuno?  

RESPUESTAS 

Sección Verdadero o Falso 1) Falso. 

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2) Verdadero. 3) Falso. 4) Verdadero. 5) Verdadero. 6) Falso. 7) Verdadero. 8) Verdadero. 9) Falso. 10) Verdadero. Aunque un ayuno estricto es más eficaz. 

Sección Elección Múltiple 1) b. 2) a. 3) c. 4) b. 5) b. 6) a. 7) c. 8) b. 

Sección Respuestas Breves 1) Para dar al cuerpo un descanso fisiológico completo de modo que pueda recuperar la salud tan rápidamente como sea posible. 2) Cuando un niño está: alterado o se siente mal; excitado o cansado; acalorado o destemplado; con dolor o molestias; enfermo o tiene fiebre. 3) Calor, quietud, descanso, aire puro y agua pura. 4) Principalmente frutas frescas y crudas complementadas con verduras, frutos secos, semillas y brotes crudos.