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Agarrate Catalina y las murgas cooperativas Historia: Los pioneros de Rochdale Los Pueblos Originarios y las cooperativas Soberanía alimentaria en Haití Escenarios: Trabajo y pobreza Número 2 - Enero 2013 / Precio: $10 Opinan Alfredo Zaiat, Raúl Dellatorre y Eduardo Lucita Reforma Impositiva: La discusión pendiente

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Debates urgentes para Otra Economía

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Page 1: Autogestion XXI # 2

Agarrate Catalina y las murgas cooperativasHistoria: Los pioneros de RochdaleLos Pueblos Originarios y las cooperativasSoberanía alimentaria en HaitíEscenarios: Trabajo y pobreza

Número 2 - Enero 2013 / Precio: $10

Opinan Alfredo Zaiat, Raúl Dellatorre y Eduardo Lucita

Reforma Impositiva:La discusión pendiente

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Sumario

3. Debate: “Es la economía, estúpido”. Por Jaime Galeano

4. Debate: “La Economía Social sienta las bases de otra economía”. Entrevista a Raúl Dellatorre

8. Debate: “La Economía Social debe dar un salto cualitativo en profesionalización y gestión para ampliar la producción a escala”. Entrevista a Alfredo Zaiat

11. Debate: Liberar la carga impositiva sobre los trabajadores e incrementarla sobre los sectores capitalistas y las clases altas. Por Eduardo Lucita

14. Cultura: Entrevista a la murga cooperativa Agarrate Catalina. Por Nadia Fink y Joaquín Fernández

18. Sin fronteras: Haití: dignidad de un pueblo que enamora. Por Alicia González

20. Nuestra voz: Un pequeño gran logro de las cooperativas indígenas de Salta. Por Martín Azcurra

23. Opinión: Otra economía es posible porque existe un Estado que la promociona. Por Alberto Gandulfo

26. Escenarios: Trabajo y pobreza: virtudes y desafíos en la posconvertibilidad. Por CIFRA - CTA

28. Caminos recorridos: Los pioneros de Rochdale.Por Andrés Ruggeri

31. Red de Cooperativas de Comunicación

Contratapa. Entrega de Diplomas de Cooperativa Tecnograf. Fotos: Jaime Galeano

AUTOGESTIóN XXIConsejo de redacciónJaime Galeano, Nadia Fink, Martín Azcurra y Fabio Resino (Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados).

Colaboraron en este númeroAndrés Ruggeri, Alicia González, Joaquín Fernández, Alberto Gandulfo, Mariano Barrera, Ana Laura Fernández, Pablo Manzanelli, Daniel Jatimliansky

Diseño Gráfico y EdiciónCooperativa Perseguidores [email protected]

ImpresiónCooperativa Gráfica ChilavertM. Chilavert 1136 (1437), Pompeya, CABA. Tel: (11) 4 924-7676

GraciasA Rulo, Zaiat y Lucita por la predisposición, Al Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) de la CTA; a la Federación de Organizaciones de Productores de Alimentos (FOPAL).

Desde el 7 de enero hasta el 24 de febrero, la FOPAL comercializará sus productos en la Feria de Mar del Plata organizada por el Mi-nisterio de Desarrollo Social de la Nación.

Federación de Organizaciones de

Productores de [email protected]

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“Es la economía, estúpido”

POR JAIME GALEANO

a frase que titula esta nota pertenece a James Carville, estratega electoral de Bill Clinton que cambió la lógi-

ca de la elección de 1992 en los Es-tados Unidos. Carville escribió esas palabras en un cartel que colgó del comando demócrata para advertir que una posible recesión estadouni-dense podría impedir que George Bush padre fuera reelecto, a pesar de que contaba con un 90% de apro-bación después del triunfo en la Gue-rra del Golfo que hizo retroceder a Saddam Hussein de Kuwait en 1991. Contra todo pronóstico, Clinton ganó aquella campaña demostran-do que una economía tambaleante prevalece sobre los triunfos milita-res, tal vez uno de los aspectos más relevantes para la sociedad norte-americana. Porque sabemos la importancia que la economía tiene en nuestra sociedad, analizamos, estudiamos y, fundamentalmente, consultamos los puntos más trascendentes de nuestra economía nacional y sobre los posibles coletazos de la crisis internacional en la Argentina. To-dos aquellos temas económicos resonantes de la agenda mediática y aquellos ineludibles fuera de la imposición de los monopolios me-diáticos también; esos sobre los que día a día se conversa en los ámbitos cotidianos. Los abordamos porque reconocemos su importancia, pero también para demostrar que no son imposibles de comprender. Salimos a preguntar sobre temas económi-cos a especialistas que además sa-ben cómo comunicar sobre la mate-ria, los buscamos para que nos den su testimonio en este particular mo-mento político que vive la Argentina.La economía en estos últimos años pasó a ser la variable política más importante para los gobiernos. Hace mucho que perdió el aura de ciencia exacta, fría y lógica para convertirse en el elemento más subjetivo y, por ende, ideológico. Todo el mundo opi-na de la economía desde alguna po-sición. En la calle, en los comercios, en los lugares de trabajo se escuchan puntos de vista sobre medidas eco-nómicas, en numerosas ocasiones, repitiendo lo que nos quieren hacer

creer desde los medios de comunica-ción u otros sectores. Nosotros tene-mos una voz dentro de la Economía Social y nuestras cooperativas deben conocer estos mecanismos. El sector autogestivo, de emprendedores y cooperativas en general, hoy pugna por sobrevivir dentro de un mercado cada vez más voraz, competitivo y por eso nuestro ingreso o permanen-cia dentro de esta jungla es cada vez más difícil y, a veces, hasta contradic-torio. Es momento de repensar si la Economía Social debe pelear por un espacio dentro del mercado o buscar su lugar por fuera, con la ayuda del Estado. Este es el debate que surge después de escuchar a varios espe-cialistas del mundo de la Economía Social porque una economía tan con-centrada como la Argentina –sobre todo en sectores sensibles como la alimentación o la industria siderur-gia– hoy no permite más que la sub-sistencia de la mayoría de nuestras empresas.El rol activo del Estado en políticas dirigidas al sector será fundamental para seguir dando esta batalla des-

igual en la actualidad. Pero, de todas formas, si somos capaces de capita-lizar el acompañamiento estatal de medidas económicas que ya fueron implementadas, podremos ser parte del diseño de una economía más jus-ta e igualitaria.En esa línea, los economistas de Página/12, Raúl Dellatorre y Alfredo Zaiat, nos explican los alcances de las políticas económicas que fue-ron fundamentales para sostener el crecimiento económico; detallan al-gunas medidas necesarias para pro-fundizarlo –como una reforma tribu-taria para mejorar la distribución de la riqueza–; ejemplifican y analizan el rol de la Economía Social. Eduardo Lucita, economista del grupo intelectual Economistas de Izquierda (EDI), también nos aporta su mirada crítica de esta coyuntura y avizora los posibles escenarios a cor-to y mediano plazo.Los tres, sin pronósticos agoreros y apocalípticos, hablan de la economía de nuestro país, de la región y del mundo. Porque, como decía aquél estratega, “sí, es la economía…”.

lFOTO: DANIEL JATIMLIANSKY (REAPERTURA DE FÁBRICA SIAM)

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ENTREVISTA A RAÙL DELLATORRE (ECONOMISTA DE CANAL 7 Y PÁGINA 12)

“La Economía Social sienta las bases de

otra economía”POR JAIME GALEANO Y MARTÍN AZCURRA

eDEBATE

En esta entrevista, Raúl Dellatorre, economista y periodista de Canal 7 y especialista en Economía del diario Página|12, nos despeja dudas sobre la política impositiva que tanto afecta a los trabajadores y a las empresas sociales. ¿Qué se hizo y qué falta para consolidar una economía más justa?

s necesaria una reforma impositiva para continuar el modelo K?

–Sí, claro que es necesaria, es una de las patas principales que se debe hacer, porque venimos de estruc-turas impositivas muy injustas que recargan casi todo el peso sobre el consumo –no importa quién lo consuma– y no sobre el nivel de ri-queza. Cuando se habla de ingreso también existen dificultades, por-que hay ingresos que se manifiestan como buen sueldo, y un sueldo alto paga más impuestos que una renta financiera que no paga impuesto a las ganancias. En ese aspecto hay que empezar a diferenciar consumo de ingreso y riqueza. ¿Qué es lo que se va a gravar? En la Argentina hay muy pocos impuestos a la riqueza; en cambio hay altísimo nivel sobre el consumo y también sobre el ingreso, lo cual nos habla de una estructura bastante desigual.

–¿Cuáles serían los aspectos centra-les y cómo se aplicaría la reforma?–Fundamentalmente, perder el miedo de atacar a los sectores de poder, que deben tributar según su capacidad económica. Esto significa trabajar sobre el ocultamiento de la riqueza que en la Argentina es una práctica bastante habitual. Alguien que es dueño de mansiones, yates y otras propiedades de altísimo costo no lo tiene a nombre propio, lo hace a través de una empresa o terceros con el fin de ocultar esa riqueza que en realidad está concentrada en una sola persona. Esto no lo detec-tás con una declaración jurada. Los bienes personales son el único im-puesto de riqueza en la Argentina. Por eso tenemos una tributación tan baja, porque sería –entre comi-llas– voluntaria, porque quien quiere ocultarla lo puede hacer, lo cual es un elemento más de injusticia.Hay que tener una política de gravá-menes sobre empresa y actividades, con criterios de discriminación de sectores promovidos y de sectores que van a pagar la carga de tener un Estado fuerte de capacidad de intervención y de distribución de in-gresos. Porque de eso se trata: para que el Estado tenga recursos debe

redistribuir ingresos. Y en este senti-do hay sectores que por tamaño de empresas o características de la acti-vidad, como es el caso de la minería, son de un poder muy concentrado, de una actividad que tiene un perjui-cio social muy importante. Si no vas a impedir que se desarrolle la activi-dad tenés que tener el contrapeso de evitar el costo social, o costearlo con la reparación que eso deba te-ner. Entonces, ahí hay un gravamen que debería pagar quien explota esa actividad.El impuesto es casi igual para quien tiene una minera que una fábrica de calzado, y no importa el tamaño. Salvo el tema de la regalía por pro-vincias, o el caso de la extracción del subsuelo o del petróleo, que es un gravamen aparte del resto de las actividades. Y después están las retenciones a la exportación, que son fuerte para estos sectores. Pero son dos rubros que están fuera de la estructura impositiva. Las reten-ciones a las exportaciones porque funcionan por código aduanero y es una ley aparte de toda la legislación impositiva. Y el tema de la regalía es que hoy es un tributo provincial que

también es una especie de participa-ción en las utilidades de las provin-cias, y por eso no es parte un sistema que trate de generar justicia a través de los impuestos ni que busque al-gún tipo de equilibrio sobre estas condiciones que tienen diferentes actividades y tamaños de empresas.

–¿Por qué no se puede bajar el IVA?–No es que no se pueda bajar, el IVA tiene varios problemas. Prime-ro, conceptualmente es un impues-to sobre el consumo de muy fácil recaudación porque todo lo que se venda paga IVA, entonces en fun-ción de eso si es que no se vende en negro está pagando un impuesto sin importar quién lo compra. Es decir, ya está en el precio, ya es parte del precio. Y con el régimen de precios que existe en la Argentina –que es muy liberal– no hay ningún control ni regulación en general. El empre-sario o el comerciante cargan el IVA sobre el producto, lo pagues o no lo pagues. Ese es el otro problema: si comprás algo en negro sin pedir fac-tura, no te rebajan el IVA por hacer la compra porque ya lo tiene incluido. Y si comprás en blanco, no te apare-ce discriminado el IVA, sino que está en el precio. Ahí tenés un primer problema: dónde va parar el IVA. Por estas trampas y por la poca transpa-rencia que hay respecto de qué es impuesto y qué es precio es que se hace difícil bajarlo. Si lo bajás, no te

“Hay que perder el miedo de atacar a los sectores

de poder, que deben tributar según su capacidad

económica”

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da ninguna garantía de que esa re-baja se vuelque a los precios. ¿Cómo hacés entonces para que el comer-ciante no te lo incorpore al precio, si del 21 bajás al 18 o al 15? No hay un impacto directo de baja del impues-to que se refleje inmediatamente en el precio, por el sistema tributario que tiene la Argentina, que es dema-siado liberal porque no hay ningún tipo de control o regulación. Lo que se tiene que trabajar es el resto de la estructura, para garantizar que los recursos se puedan tener por otro lado y no ser tan dependiente del IVA. Esto es lo fundamental. Y después, tener mayor regulación de precios. Ese es el problema com-plementario: el sistema de precios. Ahí podemos discutir el tema infla-ción, precios, mercados concentra-dos y cómo se maneja eso, porque la baja del IVA está derivada de ese sistema.

–¿Alcanza la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central para re-orientar el sistema financiero hacia el sector productivo?

–No es suficiente, es necesaria una Ley de Entidades Financieras. De to-das formas, hay que valorar que fue un paso tremendo. De no tener nada se pasó a tener esto, hemos pegado un salto cualitativo tremendo. Por otra parte, es importante el criterio con el que se está aplicando la Carta Orgánica. Porque a veces hay instru-mentos que si no se aplican o si el or-ganismo encargado de aplicarlo no tiene la voluntad política de hacerlo, generan muy poco impacto. En este caso, se dio una combinación de una modificación de uno de los aspectos del Banco Central –que está en línea con la política económica– con la de-cisión muy fuerte de aplicar la Carta Orgánica más allá de las facultades que tiene. Hoy esto le ha dado al Banco Central una hiperactividad en la definición de políticas que deter-mina por ejemplo que oriente a los bancos privados, que les dice que de los depósitos que reciben hay un porcentaje que deben destinar a in-versión productiva y de ese porcen-taje la mitad va a las Pymes.Sin embargo, la Ley de Entidades

Financieras es absolutamente ne-cesaria porque es parte del debate hoy en el mundo: ¿Para qué sirve un sistema financiero? La discusión de las políticas contra las crisis que se dan en Europa y Estados Unidos, y un poco en América Latina pasa por saber qué hacemos con el sistema financiero. En Europa y Estados Uni-dos lo que se hizo fue subvencionar-los. Y se han volcado millones para salvar a los bancos en detrimento de la población. Esto es una definición. Pero ése sistema financiero, ¿te sir-ve para recuperar la economía, para incentivarla, para sacarla de la crisis? Seguro que no. Entonces ahí hay un problema para discutir. Hay países de América Latina que están embar-cados en procesos de crecimiento, en recuperar industrias, en recupe-rar y apoyar sectores más vulnera-bles. Este sistema demostró que no sirve para reactivarlo; al contrario, fue en gran medida uno de los pro-ductores de esas crisis.

–¿Por qué es tan difícil la idea de que el sector financiero sea considerado

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“servicio público”?–Hay una reforma de fondo para dis-cutir qué es el sector financiero, para qué sirve. Cambiemos el concepto y hablemos de servicios financieros en función de métodos y desarrollo, entonces sí se lo podrá empezar a pensar como un “servicio público”. Esto modifica el mecanismo o todo el sistema de regulación de un ban-co privado, que deberá cumplir de-terminadas reglas y servicios, o lle-garemos a la conclusión de que tal vez un banco no puede ser privado. Los sectores que se oponen a esta ley son los mismos que siempre es-tuvieron succionando a la población ingresos y transferencias para unos pocos grupos económicos que son expresiones de poder que utilizaron esto como mecanismo de concen-tración de ingresos. El sistema finan-ciero fue absolutamente funcional a esa política de concentración de po-der no sólo económico, sino políti-co. Esos sectores se van a oponer, el problema es que todavía hay un dis-curso dominante que dice que cada intervención del Estado es un avasa-llamiento a sus derechos privados. Y parece ser que a lo que pasó en el 2001 lo tomaron como una cuestión ocasional y no como el resultado de este sistema que sigue sucediendo en todo el mundo. Y cada vez que se producen estas crisis, el que la paga lamentablemente es el pequeño ahorrista, no el banquero.

–¿Cómo impactaría en la vida de los trabajadores una ley de reforma fi-nanciera?–Hoy un trabajador con un buen sueldo difícilmente pueda pagar una cuota para obtener su propia casa. No hay forma de que ante un crédi-to hipotecario en zonas como la ciu-dad de Buenos Aires, donde es muy cara la propiedad, con un sueldo de un trabajador se pueda acceder a la cuota. La reforma del sistema finan-ciero significaría que las cuotas para un crédito hipotecario se marcarían o plantearían con otras pautas. Hoy hay algo que se llama sistema fran-cés, el cual te hace pagar una canti-dad de intereses impresionantes por un crédito. Por ejemplo: comprás una casa y querés financiar el 100 %,

seguramente un crédito que sacás a 15 o 20 años, y terminás pagan-do tres veces el valor de esa casa. Esto es absurdo, es un asalto, y no hay forma de pagarlo, porque si no podés pagar una, en 15 años no vas a poder pagar tres casas, ni vas a llegar. Y lo que debería hacerse es generar medidas para que quienes tienen un sueldo x dediquen una parte, en determinados años, para acceder acceder al valor de la casa y algún interés que le permita seguir funcionando y rotando capital para préstamos. Nunca podría triplicar el valor de una casa.Después sucede también con la par-te más productiva: si vos trabajás en un taller para alguien o sos cuenta-propista, deberías poder acceder a créditos más blandos para ampliar tu trabajo, comprar una camioneti-ta, etc. Que un banco o el sistema financiero te pueda prestar para am-pliarte, y no lo hacen. A una empresa con diez trabajadores le pasa lo mis-mo, o también le pasa a una pyme, que a veces para poder acceder a un préstamo o a un crédito debe disfra-zar a un pariente para sacar un crédi-to personal porque a la empresa no se lo dan. O tiene que pedir un prés-tamo personal la hija del dueño o quien sea, y termina pagando tasas altísimas por ese crédito, además de hacer un gran sacrificio para pagar a los bancos. Son ejemplos que per-judican directamente al trabajador y a su actividad. Hay mecanismos de esta ley de entidades financieras que prohíben al banco prestarle a sectores como cooperativas a pesar de que tengan la voluntad y la capa-cidad de hacerlo.

–¿Cómo se dio la discusión sobre el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias?–Para mí es un elemento más den-tro de esta gran confusión, que es este sistema tributario. Creo que lo primero que hay que hacer con el

impuesto a las ganancias es hacerlo comprensible para todo el mundo y entender qué se está pagando. No puede ser que un trabajador no sepa lo que está pagando. No le pueden decir que el impuesto es del 9 % so-bre el excedente de seis mil pesos, entonces tal vez le descuentan el 20 % a las ganancias en un mes y no hay forma de explicárselo porque eso está funcionando mal. A veces nos confundimos pensando que toda la cuestión es por el mínimo no imponi-ble, pero es todo el impuesto el que está funcionando mal. Yo no estoy en contra de que haya un impuesto a las ganancias sobre los salarios, pero mucho más justo y muchísimo más claro. Entonces, al que gana 50 mil se le establece un impuesto diferen-te del que gana 10 mil, que no pagará nada o centavos si querés que figure en la planilla de pagos. Tiene que ser como la jubilación o la cuota que se da para el sindicato: sabés que es el uno o dos porciento y listo. ¿Cuál es el misterio? Se fueron haciendo tan-tas modificaciones, escalas y ajustes que se generó una gran confusión, donde el mínimo no imponible fue toda la discusión. Yo me agarro la cabeza, porque en vez de discutir lo que tenemos que discutir, lo hace-mos sobre una partecita de todo el problema.

–¿Cuál es la importancia que le debe dar el gobierno a la inflación?–Creo que es otra de las tareas pen-dientes. Hay que darle importancia, pero no desde la óptica que lo hacen los sectores opositores, no a través de un ajuste, de disminución del gas-to público o de restricción al aumen-to del salario. Se tiene que dar con restricciones a los controladores de precios. En la Argentina si vos aga-rrás los principales insumos básicos de todo el proceso industrial, los productos masivos, de consumo, las principales cadenas comercia-les, siempre te vas a encontrar con dos o tres actores en cada uno de estos sectores que dominan. Ahí no hay competencia. Y a la hora de fijar precios, la cosa pasa por los secto-res muy concentrados que tienen la capacidad de hacerlo sin importar si hay aumento justificado en costos,

“La discusión de las políticas contra las crisis que se dan

en el mundo pasa por saber qué hacemos con el sistema

financiero”

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sino simplemente con la capacidad de hacer transferir ingresos a favor propio. Sobre eso hay que atacar. ¿Cómo aplicarlo? Lo que necesita el gobierno es mucha más participa-ción de las organizaciones sociales actuando en cada uno de los sec-tores, controlando cada uno de los sectores. Porque hoy hay una expe-riencia en la Argentina muy intere-sante en cuanto al rol de las organi-zaciones sociales actuando sobre la actividad económica. Hay organiza-ciones de productores y de trabaja-dores que conocen cómo funciona el sector; hay trabajadores que se han organizado en cooperativas para recuperar empresas... toda esa experiencia que se ganó habría que volcarla en una experiencia común y decir cómo hacemos para actuar y generar en este sector –que es mo-nopólico– para hacerlo competitivo pero con un sector social, no con otra empresa privada o lucrativa. Hay que intervenir desde esos espa-cios, no digo convertir en todos los sectores públicos operativos global-mente, pero si tener un actor social que sirva de testigo. Te puedo hablar de la industria sidero-metalúrgica, el monopolio más grande que tiene la Argentina, que es el de Techint. Y hasta con el de los hipermercados, cómo manejan la ofertas que en rea-lidad son engañosas. Todo eso re-queriría de distintos actores sociales apoyados por el Estado para poder tener algún tipo de intervención, controlar lo que hacen y a la vez ge-nerar mecanismos o canales de pro-ducción, distribución, de comerciali-zación y hasta el consumidor, que no le dejen la parte grande de la torta en manos de estos sectores.

–¿Cuál es el impacto de la Economía Social en el PBI?–No sabemos porque estamos muy atrasados y no conocemos la dimen-sión que tiene la Economía Social. Es muy probable que tenga una in-cidencia en algunos sectores, y en otras todavía mayor, pero lamenta-blemente está muy dispersa porque son muy pequeñas, pero además porque políticamente está dispersa. No tenemos organizado el sector de la Economía Social, yo creo que es el

sector que hay que empezar a mirar por todo lo anterior que decía. Es un sector que echa las bases y las raí-ces de un modelo y una concepción diferente de otra economía que es absolutamente necesaria encarar. Yo creo que el neoliberalismo nos deja varias experiencias negativas, pero no para salir de eso y buscar otro modelo “más humano” o para no buscar los efectos no deseados; mentira que son no deseados, los efectos perniciosos que tuvo este modelo eran parte de este modelo y nadie desconocía que iba provocar un grado de marginalidad, de pobre-za y desocupación. Eso se combate con un modelo diferente, y un mo-delo diferente me parece que es la Economía Social: es uno de los fac-tores fundamentales, tenemos que estudiarlo más, tenemos que arti-cularlo más y encontrar la forma de que no esté tan disperso para que no sean esfuerzos de grupitos que después cuándo los sumamos pare-cen importantes. Pero más que nú-meros estadísticos, tenemos que su-marlos para la consolidación de este proyecto. El desafío es enorme, pero creo que el problema no es compe-tir pequeños productores contra monopolios, porque esa batalla está perdida: no hay forma de competir porque las reglas las fijaron ellos; la competencia es política, de modelo de desarrollo político, por eso es tan

importante que estos mecanismos para la Economía Social estén inser-tados dentro de una política social de Estado que sustente este modelo y que este modelo sustituya al otro. No tiene que competir con los mo-nopolios, tiene que sustituirlos, sino vamos a estar condenados a ir a la guerra con un ejército poderoso. La pelea es por otro lado.

–Pero el Estado debe convencerse de esto…–Obviamente, el Estado se debe convencer, se debe convencer a las organizaciones, a la academia; es decir, a los profesionales y a los técnicos de que esta es la materia a estudiar. Tiene que convencerse la propia gente de que no es un simple recurso que le tiraron de subsisten-cia hasta que se vuelva a introducir al mercado, es mucho más lo que está en juego, porque la crisis de este sis-tema económico neoliberal es una crisis sistémica, no podemos esperar que el modelo se caiga, no se va caer solo, va haber que empujarlo: ¿cuán-to hace que se viene cayendo? Ten-gamos preparado el modelo para sustituir el otro. Tenemos que con-vencer a los que lo hacen, convencer a los intelectuales que muchas veces se acercan pero sin conocer cuál es la cuestión de fondo y obviamente, a un Estado que debe ser parte de esa construcción.

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ENTREVISTA A ALFREDO ZAIAT

“La Economía Social debe dar un salto de profesionalización y

gestión para ampliar su producción a escala”

POR JAIME GALEANO Y MARTÍN AZCURRA

Alfredo Zaiat, director del Suplemento Cash de Página|12, escéptico de los futurólogos y enemigo de los ortodoxos, nos brinda su

mirada aguda sobre la posibilidad de una reforma tributaria y los cambios necesarios en la planificación de la Economía Social.

DEBATE

s necesaria una reforma impositiva para continuar el modelo K?

–Sí, pienso que una reforma tribu-taria sería importante pero no hay que pensarla diciendo que deba ser un gran, inmenso, mega paquete de transformaciones impositivas, sino que hay que empezar a tomar medidas en forma paulatina porque si no genera demasiadas tensiones, problemas y resistencia; entonces creo que hay núcleos de la estructu-ra tributaria que merecen imperiosa-mente ser modificados, que hay que avanzar sobre eso. Entonces el capí-tulo de ganancias debe tener cam-bios impositivos que generen una re-forma progresiva. El primer paso es avanzar eliminando nichos de privi-legios que aún se mantienen, como la renta financiera, como la renta físi-ca, o que los miembros del poder ju-dicial no paguen impuestos a las ga-nancias; o que las ganancias de, por ejemplo, la venta de una propiedad o una empresa, siempre a partir de un mínimo no imponible, no se paguen. Entonces una empresa que tiene su valor contable en 100 millones y vende en 1000 millones, de 900 mi-llones paga cero de impuestos a las ganancias; es un absurdo. Y dentro de ese marco, hay que abordar cam-bios profundos en el impuesto a las ganancias que afecta a los ingresos, tanto a los trabajadores en relación de dependencia como a los autóno-mos. Siempre se habla de los traba-jadores en relación de dependencia y quedan excluidos los trabajadores autónomos que son millones. Creo que no hay que hablar solamente del mínimo no imponible, que es ha-blar de las escalas de ingresos, de las alícuotas de ingresos, deducciones, nuevas deducciones, porcentaje de deducciones; y después, también hablemos del mínimo no imponible. Bueno, eso es un primer e imprescin-dible primer paso que se tiene que dar en materia impositiva.

–¿Cuáles serían los aspectos centra-les de la reforma?–Los puntos que mencioné: eliminar las extensiones. El IVA también, pero sería un segundo paso porque pri-mero debe consolidarse una refor-

E

ma del capítulo ganancias. Yo creo que más por cómo es la sociedad argentina y cómo intervienen los agentes económicos, por cómo está la disputa política; me parece que hay que hacerlo en forma escalona-da, porque consolidando una base tributaria con ganancias, privilegian-do y aumentando la participación de ganancias se puede bajar el IVA. Por-que si bajás el IVA tenés una pérdida de recursos y solamente te queda como un saludo a la tribuna, enton-ces no tenés recursos y te debilita todo el sistema de recaudación. Por eso hay que apuntar primero a incre-mentar el peso de la recaudación de ganancias en el total de la recauda-ción. Entonces, el peso de ganancias aumenta y podés empezar a debatir la baja del impuesto al valor agrega-do. Y fundamentalmente no en una baja horizontal que del 21 descienda al 17; me parece que un primer paso ahí es bajar o eliminar totalmente el impuesto a las ganancias en bienes muy sensibles a la canasta de ali-mentos. Los básicos. Después podés avanzar en una baja de la alícuota general pero entendiendo que es un proceso y lleva su tiempo. El gobier-no debe dar un primer paso en ese sentido; es una materia pendiente.

–¿Alcanza la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central para re-orientar el sistema financiero hacia el sector productivo?–La reforma de la Carta Orgánica toma muchos elementos del proyec-to de la reforma de ley de entidades financieras que se estuvo debatien-do y se presentó en el Congreso de la Nación. Y del mismo modo que mencioné de la reforma tributa-ria, es un primer gran e importante paso. Yo creo que se debe consoli-dar el Banco Central en esos nuevos objetivos que fija la reforma de la Carta Orgánica y la utilización plena de esas herramientas nuevas y no nuevas que recuperó el Banco Cen-tral en la orientación del crédito. En el reordenamiento del sistema finan-ciero, uno pude decir que cuando todo eso se consolide puede haber un desenlace natural hacia una ley de entidades financieras.

–¿El sistema financiero tiene que ser considerado un “servicio público”, como lo establece el proyecto de Carlos Heller?–En teoría sí, pero no me parece que sea eso el punto central. Es muy difí-cil. Hay veces que un tipo de premi-sas puede abortar la posibilidad de

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avanzar en las reformas. Si uno pien-sa que el servicio de telefonía móvil no es servicio público, imaginate el sistema financiero, es muy difícil. Pienso que el servicio de telefonía móvil es un servicio público porque todo el mundo lo tiene. Con el siste-ma financiero es un poco más con-trovertido, pero me parece que hoy no es el centro de la problemática.

–Pero modificaría la situación de los trabajadores: más créditos blandos para las Pymes, etc.–El Banco Central tiene las herra-mientas para orientar el crédito, para que los bancos estén en todas las provincias, para que abran su-cursales, para que no se concentren en los puntos urbanos, que puedan prestar a tasas más bajas, que en los hechos se está haciendo.

–¿Cómo se puede profundizar la in-tervención del Estado en la econo-mía?–Yo creo que se requieren dos as-pectos: uno es empezar a ocupar espacios de regulación y control de sectores sensibles, que había perdi-do, y después hacer un salto cualita-tivo en gestión y recursos humanos y por conseguir también recursos materiales para mejorar y profesio-

nalizar la intervención del Estado en diferentes áreas, en la económica, en la social, en la tecnológica, en la científica. Eso sería un camino para profundizar el rol del estado en la economía: por un lado, empezar a tomar una intervención, control y fiscalización en áreas que había que-dado muy débil y en otros me parece que es fundamental hacer un Estado inteligente, más profesional, efecti-vo y eficiente. Se avanza en forma atolondrada y con tropiezos, da la impresión de que se necesitaría una articulación mayor de los que se ocu-pan en áreas específicas del Estado. Uno puede observar por ejemplo que el PAMI y la ANSES ha mejorado, lo que significa un el Estado como asignador de recursos, como en re-cursos humanos, materiales, en lle-gar rápida y de manera eficiente a la población. En otras áreas, creo que todavía le falta transitar un camino de mejoras.

–¿Cómo ves el futuro del país en un contexto de crisis internacional?–No sé si pasó lo peor. Además, no me interesa hablar sobre el futuro: para eso están los chantas de siem-pre que se equivocan siempre. Lo que me parece importante remarcar es que se vive una profunda crisis

económica internacional que pone en cuestionamiento los paradigmas de la ortodoxia económica, o sea del neoliberalismo, que ha demos-trado que es un fiasco. Entonces, si la mitad del producto bruto mundial en Estados Unidos y la Unión Euro-pea, que representan la mitad de la riqueza que se genera por año en el mundo, está estancada o en rece-sión hace cinco años, eso indica que hay una crisis internacional profun-da. Y la Argentina la está piloteando bastante bien dentro de ese con-texto externo bastante complejo. Y porque además, tu principal socio comercial, además de ser estratégi-co a nivel político y regional que es Brasil, también está con un creci-miento mediocre. Entonces en otras circunstancias históricas, ese con-texto internacional hubiese llevado a una profunda crisis económica en la Argentina. La virtud del kirchne-rismo, tanto en 2009 como en 2012, es haber podido eludir el desenlace histórico de procesos políticos eco-nómicos y sociales. Que era de una crisis a partir de una devaluación, una devaluación que genera un shock inflacionario, pérdida de legiti-midad política, conflictividad social, y por consiguiente mayor deterioro de las condiciones materiales de los sectores más vulnerables. Entonces una virtud fue eludir el desenlace traumático para la mayoría de la po-blación. Con medidas como las del PROCREAR, la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, los cré-ditos que a partir de ahí el Banco Central obligó a prestar a las entida-des financieras, la Tarjeta Argenta, la estatización de YPF, las medidas de protección al empleo a través de los planes como el REPRO, el Argentina Trabaja que continúa, que frente a una crisis se retraen recursos; me parece importante el control y ad-ministración de las divisas, la admi-nistración del comercio exterior. Ves todo un andamiaje de protección de la economía que es una protección a la sociedad, a la población; este es uno de los puntos esenciales a en-tender: que las quejas o las propues-tas no toman en cuenta o ignoran, o minimizan que todas las medidas tomadas fueron precisamente para

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proteger que el desenlace no sean las crisis traumáticas que tuvo la Ar-gentina.

–¿Hay que elevar o eliminar el míni-mo no imponible del impuesto a las ganancias?–Específicamente con el tema de los ingresos, creo que tiene que mante-nerse el impuesto a las ganancias o el impuesto a los ingresos porque es parte de un sistema tributario pro-gresivo; eso lo tienen en todas par-tes del mundo y no hay que debatir solo el mínimo no imponible. Vuelvo un poco a la primera pregunta. Hay que discutir las escalas salariales, las alícuotas que se aplican a las escalas salariales, hacerlo progresivo; hay que discutir las deducciones, nuevas metas de deducciones y después también el mínimo no imponible. Yo creo que todos a partir de cierto in-greso algo tienen que pagar porque eso genera una cultura tributaria. Ahora bien, tiene que pagar 10 pe-sos, 15 pesos o 20 por mes, la verdad que no es una cifra muy alta, digo cuando se hablan de sueldos de 5 o 6 mil pesos. Tiene que haber una escala creciente y con alícuotas tam-bién crecientes, así se arma un siste-ma progresivo en el impuesto a las ganancias del impuesto a los ingre-sos. Es lo que hay en todo sistema tributario moderno, desarrollado y progresista en el mundo.

–Con esta puja del gobierno y la CGT de Moyano y otras centrales se ten-só mucho esta discusión…–Sí, pero tengamos en cuenta que la CGT de Hugo Moyano es minori-taria. La CGT de Moyano, más Pablo Michelli, más Luis Barrionuevo re-presentan entre el 25 al 27 % del total de todos los trabajadores. Creo que eso hay que precisarlo, porque si no es como que tiene una entidad y una relevancia que no tiene o que es me-nor. Obvio que tiene toda una apoya-tura política mediática, pero porque esa es la discusión política, y está bien que la haya y es legítima. Pero me parece que estamos hablando ahora sobre representatividad y del impuesto a las ganancias. El resto de la CGT de Caló que tiene el grueso de los sindicatos y la CTA de Hugo Yas-

ky también hablan de un impuesto a las ganancias, de un impuesto a los ingresos. Pero creo que todas las re-presentaciones sindicales se quedan en el mínimo no imponible y me pa-rece que se pierde la oportunidad de un debate más amplio de debatir el capitulo ganancias de la estructura tributaria Argentina.

–¿El Gobierno le da la importancia suficiente a la inflación?–Obvio que le da importancia, hablar que a este gobierno no le importa la inflación es una muletilla que hasta violenta el sentido común. Lo que sucede es que hay que precisar por-qué hay aumento de precios en la Argentina y el debate en el país de la inflación está dominado por la orto-doxia, el neoliberalismo y los secto-res conservadores que ahora están con maquillaje o con otras ropas pero que en última instancia tienen una misma matriz de pensamiento y de análisis de qué pasa con los pre-cios en la Argentina. En general con-sideran que es por emisión moneta-ria o por aumento de gasto público o por aumento desmedido del salario. Entonces vos fijate que en los prime-ros puntos la culpa es del Estado y el tercero es el sindicato. En general en las sociedades hay un tercer su-jeto social que son los empresarios y en ese análisis los empresarios no entran, entonces lo primero que hay que hacer es desenmascarar esa ló-gica de pensamiento y de discurso muy instalado en la sociedad y des-pués empezar a hacer un mejor diag-nostico sobre porqué aumentan los precios. Rápidamente: los precios en la Argentina no aumentaron por des-bordes monetarios ni por desbordes fiscales ni por desbordes salariales, sino por lo que es el mercado cam-biario, porque siguió habiendo deva-luación. La devaluación es un motor histórico de aumento de precios por lo que se llama inflación importada, que es la suba de los precios inter-

nacionales de materia prima y de alimentos, por la puja distributiva de capital salario, y por una estructura oligopólica y monopólica en secto-res sensibles. Esto es un punto que es importante remarcar, pero en el sentido de la debilidad del Estado para intervenir. Porque en todos los países existen monopolios, oligopo-lios; el tema es cómo interviene el Estado para disciplinar a los sectores que tienen posición dominante, y en muchos casos abuso de esa posición en mercados sensibles de la canasta básica de la población, sobre todo de alimentos.

–¿Cómo puede intervenir la Econo-mía Social en el tema precios? ¿Pue-de tener un rol?–Puede tener un rol si la Economía Social sigue desarrollándose, hoy dentro del mercado total tiene una participación minoritaria. Tiene un rol muy importante como generador de empleo, pero en la producción global de la economía es minorita-rio. Es un tema de desarrollo y creci-miento, pero fundamentalmente de asociación. Creo que el paso próxi-mo de la Economía Social, siguiendo el salto cualitativo, es la asociación porque de esa forma podrán tener economía de escala, y por lo tanto bajar costos con comercialización y logística. Y eso me parece uno de los puntos más complejos que hoy enfrenta la Economía Social. La Economía Social inicialmente actúa como un refugio frente a una crisis local, frente a problemas laborales; consolidado ese espacio de si que-rés supervivencia y de subsistencia, debe hacer el salto cualitativo tanto de profesionalización en la gestión para la ampliación de su producción a partir de escala, pero creo que lo fundamental es la asociación. Y el rol del Estado lo que debe hacer es acompañarlo permanentemente buscando financiamiento, subsidios, pero también en la capacitación, eso es clave. Y los protagonistas de la Economía Social deben concientizar-se de la importancia de la capacita-ción y de la asociación, sino se van a convertir en espacios marginales de la economía y solamente de subsis-tencia.

“Un primer paso es bajar o eliminar el impuesto a las ganancias en bienes muy sensibles de la canasta de

alimentos”

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Eduardo Lucita, integrante del colectivo Economistas de Izquierda (EDI), se mete de lleno en la necesidad y posibilidad de encarar una reforma impositiva en Argentina.

Liberar la carga impositiva sobre los trabajadores e incrementarla sobre los sectores capitalistas y

las clases altas

análisis político-económico

POR EDUARDO LUCITA

DEBATE

eforma ImpositivaGuiándome por algo que en mi época de estudiante

un ayudante de cátedra nos decía: “Dime a quién cargas la tributación y te diré qué política económica quieres desenvolver” intentaré dar algunas respuestas. Comparto total-mente la necesidad de una reforma tributaria progresiva y profunda, pero no por el argumento de “pro-fundizar” el modelo, lo que es en sí mismo cuestionable. Entiendo que la reforma tributaria se impone por dos aspectos. Uno de principios: hay que terminar con esta política impositiva que hace re-caer la tributación en los que menos tienen. Si se quiere avanzar en la dis-tribución de la riqueza, que no mera-mente de los ingresos, no hay otra herramienta más efectiva que la po-lítica tributaria progresiva. Otro, el neo desarrollismo que lleva adelan-te el gobierno está encontrando sus propios límites, las principales varia-bles macroeconómicas dan cuenta de ello y el proceso de inversiones productivas está estancado. Por otra parte, el fracaso en los intentos de recrear una fracción burguesa na-cional en que apoyarse, deja solo al Estado como principal actor de una política de desarrollo nacional inte-grado regionalmente. Destrabar la situación requiere un Estado con la capacidad financiera suficiente para ser el motor de la inversión en sec-tores estratégicos y para asignar los estímulos necesarios para promover la sustitución de importaciones y el avance de la industrialización. Si se descarta volver a los mercados “voluntarios” de crédito”, cosa que comparto y promuevo, la reforma tributaria progresiva es ineludible e imperiosa. Debe liberar la actual carga sobre los trabajadores y los sectores popula-res e incrementarla sobre los secto-res capitalistas y las clases altasComo mínimo una reforma tributa-ria tiene que incluir una reducción gradual del IVA a los artículos de pri-mera necesidad; la elevación de los mínimos no imponibles en Ganan-cias y Bienes Personales y la actua-lización y una mayor progresividad de las escalas. Que las indemnizacio-

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El gobierno debe darle primera importancia a la inflación. Lo primero es reconocerla y reconocer

también que los controles de precios y los pactos sociales, que ponen el

acento en el salario, siempre han fracasado

nes por despidos o que los haberes jubilatorios paguen ganancias y las rentas financieras estén exentas es unas muestra de lo inequitativo de esta política impositiva. Hay que re-vertir totalmente estas inequidades.

Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central (BCRA) Fue un paso positivo y brinda una serie de instrumentos para políticas activas del Estado, pero esto no qui-ta la necesidad de poner fin a una ré-mora de la dictadura como es la Ley de Entidades Financieras de 1977, que desreguló la actividad financie-ra, por lo tanto dejó librada la tasa de interés al libre juego del mercado; dio plena libertad al movimiento de capitales, por lo que abrió un claro canal para la fuga de divisas; estimu-ló el ingreso de nuevas instituciones al sistema, con lo que ayudó a la con-centración y a la extranjerización; en lugar de fijar taxativamente lo que un banco debía realizar dejó un aba-nico muy amplio fijando solo lo que no se podía, por lo tanto favoreció la especulación financiera en detri-mento del financiamiento a la acti-vidad productiva. En rigor Martínez de Hoz fue un verdadero adelantado de lo que se impondría a nivel mun-dial, su Ley articuló un combo con la convertibilidad, con la Ley de Inver-siones Extranjeras aún vigente (otra rémora) y con la reformulación de la Carta Orgánica, este ya no fijaría la tasa de interés ni orientaría la in-versión hacia las ramas productivas. Tres décadas después, y varios go-biernos democráticos de por medio, aquellas reglas se mantienen con pocas modificaciones.

Reforma de la Ley de Entidades FinancierasSé que hay presentado en el parla-mento un proyecto de “Ley de Ser-vicios Financieros para el Desarrollo Económico y Social” suscripto por un conjunto de diputados de varios bloques. Sus aspectos principales radican en que define la actividad como un servicio público; establece que la política crediticia no puede quedar librada al mercado, por lo tanto regula las tasas de interés. Es-tablece tasas máximas para micro y

pequeñas empresas y para créditos personales de bajo monto. Direccio-na el crédito obligando a los bancos a prestar no menos del 38% de sus carteras al sector privado a micro, pequeñas y medianas empresas y un 2% a microemprendimientos. Apunta a la desconcentración del sistema estableciendo que ninguna institución privada puede tener una participación mayor al 8% del total. Se completa con un conjunto de me-didas tendientes a la regulación, la protección de los usuarios y deposi-tantes, defensa de la competencia y la democratización de los servicios. De aprobarse será un progreso res-pecto de la situación actual, pero no resuelve el problema de fondo: la financiación de la acumulación de capitales en el sector productivo y áreas estratégicas, fundamental-mente un proceso de industrializa-ción.En el país los privados no proyectan grandes inversiones reproductivas y el sector público radica inversiones con cuenta gotas en sectores estra-tégicos. El resultado es una ecua-ción donde los bancos hacen poco o nada para financiar inversiones y por otro lado no hay gran demanda de crédito, ni privada ni pública, para grandes proyectos. Así el desarrollo del país está estrangulado, solo hay crecimiento por la estimulación del consumo y las exportaciones. Rom-per este estrangulamiento requiere que el Estado se involucre en los dos términos de la ecuación. Por un lado invirtiendo en grandes proyectos que a su vez tengan un efecto repro-ductor en la industria (transporte ferroviario, energía, petróleo) privi-legiando la provisión local, claro que será necesario revertir la política de privatizaciones. Por el otro, garan-

tizar financiamiento, esto requiere la nacionalización de la banca, o cuando menos la estatización de los depósitos como hizo el primer pero-nismo. Obviamente, este gobierno o el que fuere debiera contar con un progra-ma de desarrollo nacional e integra-ción regional y una planificación en función del mismo. Dejo para otro momento la discusión de si es posi-ble en las actuales condiciones de la mundialización del capital sin afec-tar seriamente intereses capitalistas locales e internacionales.Está claro que el capital financiero –local e internacional– rechaza todo tipo de regulación por más débil que esta sea. Los bancos usufructúan fuertes tasas de ganancias, creo las mejores en décadas, y están hoy montados en una enorme masa de dinero que solo prestan para el con-sumo a tasas verdaderamente con-fiscatorias. Prácticamente no hay crédito a la inversión, no les intere-sa. Les resulta mucho más cómodo y rentable financiar tarjetas de crédito y prestarle al Estado.La reforma garantizará el acceso al crédito a las Pymes, las microempre-sas, las cooperativas y los empren-dimientos productivos, por lo tanto combinada con otras medidas ayu-darán a proteger y crear empleo en estos sectores.

Rol del Estado y crisis mundialEs evidente que hay una mayor in-tervención del Estado en algunas áreas, esta intervención es la base de la politización creciente que hay en la sociedad y especialmente en-tre los jóvenes y esto es muy positi-vo, pero también es cierto que hay otras áreas donde el Estado está au-sente. Se trata de una intervención acotada, precisamente una reforma tributaria-financiera no puede hacer-se por parcialidades, la experiencia del presidente Obama y su reforma financiera finalmente cooptada y neutralizada por los bancos, me exi-me de todo comentario adicional.La economía argentina ha entrado en una suerte de estancamiento tanto por razones externas como in-ternas. Entre las primeras la caída de la actividad en Brasil perjudicó nues-

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tras exportaciones industriales. En-tre las segundas la sequía afectó la cosecha y por lo tanto el ingreso de dólares y los montos de las retencio-nes, y el párate del mercado inmobi-liario está afectando la construcción. Reapareció la restricción externa, el superávit fiscal ha desaparecido, las importaciones de energía son cre-cientes, el sistema ferroviario está en terapia intensiva, y no solo en los servicios de pasajeros. Hay pérdida de empleos en el sector formal. Este será el año de menor crecimiento de la economía del ciclo iniciado a me-diados del 2002, tal vez 2-2.5%, para el 2013 se supone un crecimiento del 2 al 4-5% según diversas estimacio-nes, la cosecha será muy buena y los precios están altos (se afirma la soja-dependencia) mientras que se espe-ra una recuperación de la economía de Brasil que traccione nuestro sec-tor industrial.De todas maneras y no obstante el fuerte crecimiento del ciclo 2003-2012 los problemas estructurales que traban el desarrollo de nuestras fuerzas productivas siguen presen-tes.

Reforma integral y progresiva del sistema impositivo En términos generales, y sin que re-sulte una enumeración taxativa, se puede proponer:Impuesto a las ganancias: a) Gravar a las personas físicas de muy altos ingresos con una alícuota margi-nal máxima mayor a la vigente (por ejemplo 40%) y eliminar la carga so-bre los trabajadores que no pueden considerarse personal gerencial o ejecutivo. b) Aplicar retenciones a las remesas de utilidades al exterior. c) Reestablecer el impuesto a las ga-nancias sobre la renta financiera de las personas físicas. d) Implementar una tasa diferencial sobre las utilida-des no reinvertidas.Retenciones: Aumentar las retencio-nes a la exportación al sector mine-ro, como forma de equiparar la elu-sión del sector en ganancias y otros impuestos. (Esto es independiente de la discusión pendiente sobre mi-nería a cielo abierto).Bienes Personales y Herencia: Re-establecer en forma nacional el im-

puesto a la herencia y a las sucesio-nes y/o donaciones entre vivos. Se debe tratar de impedir que los bie-nes personales de la clase alta pue-dan ponerse, sin ningún control, a nombre de sociedades para eludir el pago del impuesto a los Bienes Per-sonales.IVA: Gravar selectivamente el consu-mo de bienes suntuarios o de con-sumo de los sectores de mayores ingresos, como compensación de la reducción de la alícuota sobre los productos de primera necesidad se-ñalado más arriba.Impuesto al juego: Aumentar las alí-cuotas impositivas que recaen sobre todo tipo de juego o en su defecto nacionalizar la actividad y capturar toda la ganancia que genera el mis-mo.

El gobierno ante la inflaciónEl alza de precios se viene acumulan-do desde el 2007, no es una inflación desbordada pero sí preocupante, hoy tiene un piso del 20/22%. Impac-ta sobre los ingresos de los sectores más desposeídos, obliga a consumir más de lo necesario para preservar valor en detrimento del ahorro. Por otro lado descoloca el tipo de cam-

bio y hace que ciertos sectores de la economía pierdan competitividad. El gobierno debe darle primera impor-tancia a la inflación. Lo primero es reconocerla y reco-nocer también que los controles de precios y los pactos sociales, que po-nen el acento en el salario, siempre han fracasado.Es necesario reconocer sus causas, y entre otras pueden señalarse:1) Una economía concentrada don-de 200-300 empresas formadoras de precios gozan de altas tasas de ganancias y tienen la capacidad de transferir a precios todo aumento de costos. 2) Se trata de una inflación por insu-ficiencia de oferta, esto es no es su-ficiente la inversión en los sectores productivos. No de demanda como argumentan los neoliberales para así aplicar el ajuste tradicional (gasto público y salarios).3) La suba de los “commodities” en el mercado mundial arrastra el pre-cio de nuestros productos, especial-mente alimentos.El gobierno debe intervenir fuerte-mente sobre estas causales si quiere tener éxito en la lucha contra la in-flación.

FOTO: DANIEL JATIMLIANSKY (REAPERTURA DE FÁBRICA SIAM)

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agarrate catalina, murga cooperativa

“La cooperativa es la mejor manera de enfrentar a los

grandes monstruos”

CULTURA

L a murga uruguaya difiere

bastante de la que conoce-mos por nuestros pagos:

Se representa en un teatro, como una obra teatral musicalizada y can-tada. “Una ópera del pueblo”, la de-finen. Y la crítica social surge certera con una gran dosis de humor y fan-tasía, con voces estridentes y caras pintadas a modo de máscaras. El origen de la murga se remonta a fines del siglo xix a partir de apor-tes hispánicos, sobre todo de Cádiz. Cuenta Aníbal Sicardi en el libro La murga uruguaya que “en 1908 una compañía de zarzuelas vino a Mon-tevideo. El negocio no funcionó y de-cidieron presentarse por las calles, como murgas, para recaudar fondos con los cuales pagar el regreso a su país. Se llamó ‘Murga la Gaditana’”. Así, recorriendo las calles para juntar unos pesos surgió, y nunca perdió la impronta de representar el sentir real del pueblo uruguayo. Por eso los carnavales duran casi dos meses en ese país, y los preparativos invo-lucran tareas durante todo el año. No dejó de ser nunca, como buena fiesta popular, un ritual de exorcis-mo para las broncas y las penas.Abanderadas de la cultura uruguaya, las murgas atravesaron el período de dictadura entre los años 73 a 85 esquivando la censura, y constitu-yéndose en verdadera resistencia. Cuenta Sicardi que utilizaron: “la iro-nía y los cuplés para expresar aque-llo que es silenciado por el discurso oficial. Una excusa humorística en la estrategia de recuperar la voz

popular”. La Soberana o Los Dia-blos Verdes, por ejemplo, fueron de las murgas que resistieron en esos años. Cuenta Antonio Iglesias, de los Diablos… que en esos años “sus li-bretos se centraban en el ataque al eslogan ‘póngale el hombro al país’, que el gobierno de facto utilizó en este período, nos obligaban a sacar ‘hombro’, entonces nosotros decía-mos ‘póngale el lomo’”.En ese recorrido de resistencias y trabajo en equipo, varias murgas uruguayas se conformaron como cooperativas, como una manera de continuar con la línea de trabajo autogestivo que les dio su origen. Entre ellas, Agarrate Catalina es la primera murga que lo hizo en forma

legal, a partir de la posibilidad que les brindó el artículo 180 de la Ley General de Cooperativas Nº 18.407, sancionada en 2008. Ese artículo da origen a las Cooperativas de Artistas y Oficios Conexos y establece que son entidades constituidas como cooperativas de trabajo integradas por artistas o también por aquellos que realicen oficios relacionados a las mismas. Así conformaron la Coo-perativa de Artistas “El Manzana”, en homenaje al Walter Montemurro chofer del conjunto en sus comien-zos –ya fallecido–, un “padre” para varios componentes de la murga.De esta manera, la figura legal con-solidó la ideoloíga y la modalidad de trabajo que la murga adoptó desde el comienzo, allá por el 2000, ese día en que los hermanos Tabaré y Yamandú Cardozo, junto a Martín Duarte, Carlos Tanco y otra barra de amigos decidieron darle forma.Pero además del cambio en lo sim-bólico por la formalización, los bene-ficios prácticos son notorios. Yaman-dú Cardozo contó a Brecha lo que significa “tener jubilación, cobertura médica, seguridad social. Durante diez años, yo no conté con sociedad médica, y lo mismo los compañeros que tienen gurises; ahora también ellos pasaron a estar cubiertos. Lue-go hay beneficios que pasan por el descuento del iva para la compra de productos en los rubros inherentes

POR NADIA FINK Y JOAQUÍN FERNÁNDEZ

La murga uruguaya más famosa, Agarrate Catalina, recayó en Buenos Aires para presentarse en el Gran Rex a mediados de diciembre. La

charla en el hotel BAUEN con Darío Pietro, el director musical, es un disparador para conocer cómo se constituyeron como cooperativa y

profundizar en la historia de las murgas uruguayas como resistencia a la dictadura, y en la posiblidad que abre la Ley General de Cooperativas

Nº 18.407 sancionada en Urguay, que da origen a las Cooperativas de Artistas y Oficios Conexos.

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a cada cooperativa, o la posibilidad de hablar por teléfono gratis entre nosotros. ¿En qué medida todo eso afectó a la murga desde el punto de vista creativo? En mucho. Porque si estás ocupado en buscar el dinero para pagar la sociedad de tu hijo no creo que tengas la cabeza dema-siado limpia para pensar en letras”. Ser cooperativa también implicaba para la murga “cierta coherencia conceptual” en relación con lo que plantean sus propios espectáculos, “porque cualquiera hace la revolu-ción con la plata de otros; es cuando hay que poner un poco de cada uno cuando tanta gente se entra a bajar del tren. Nosotros elegimos y nos manifestamos explícitamente sobre un modelo de país y de un gobierno: perfecto, si este gobierno propone un impuesto a los sueldos –mi vie-jo, que trabaja desde los 12 años, va y paga como todos–, ¿por qué yo como murguista, que de manera más o menos regular percibo también di-nero, no tendría que aportar como lo hace cualquier otro laburante?”. Debutaron en el “Encuentro de Murga Joven” que los lanzó a la po-pularidad y en 2003 lograron entrar al Carnaval mayor, como la primera

murga joven en entrar a la liguilla. Para 2005, 2006 y 2008 lograron el primer premio en el concurso oficial y editaron discos entre los que se en-cuentran Los sueños, El corso del ser humano, Civilización y Gente común.Esta murga con trayectoria cuenta que, cuando realizó el pasaje a coo-perativa, eso les permitió también el replanteo en términos de su orga-nización interna: la distribución de roles, las rutinas de trabajo y la ge-neración de nuevas formas del com-promiso: “Cooperativa no significa simplemente que todos cobremos lo mismo por cada función; esa es sólo una de sus expresiones; implica también responsabilidad en el tra-bajo, compromiso recíproco, y otra cantidad de cosas. Yo creo que no es casual que muchas de las murgas

que hoy funcionan en los hechos de manera cooperativa, estén forma-lizadas o no, puedan considerarse hijas del modelo cooperativista de aquellas murgas ‘tan ideológicas’, las de los setenta y los ochenta. Ca-paz le estoy errando, pero aquel fue un momento en que ideológicamen-te el cooperativismo estaba muy encendido, creo que por entonces el Uruguay incluso podía jactarse de haber exportado bastante ese mo-delo de organización”

Vinieron a presentarse en el Gran Rex a mediados de diciembre, y Da-río Prieto, director musical de Aga-rrate Catalina, nos responde todas las preguntas.

–¿Cómo tomaron la decisión de ser una cooperativa?–En Uruguay hay un proceso enorme de desarrollo de las cooperativas. Yo vivo en una cooperativa de vivien-da, que es una de las más grandes de Latinoamérica. Y ese proceso se trasladó después a esta murga, que en realidad surgió sin pensarlo, fue una decisión que se tomó andando. Porque la mejor manera de multipli-carnos y de caminar hacia adelante

En Uruguay, la resistencia más grande que tuvo la dictadura militar fue la

murga... Se las lleveban de arriba del escenario, pero

nunca se pudo silenciar a la murga

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frente a grandes monstruos, de so-ciedades propietarias, era unirnos. Nosotros salimos al carnaval muy jóvenes y no teníamos muchos me-dios ni formas de comprarnos nues-tros trajes y todos los implementos que utilizamos. Entonces decidimos unirnos y hacer un esfuerzo coope-rativo, y lo que deje ese esfuerzo va a ser ganancia cooperativa también. Así caminamos. Empezamos así y seguimos así. Y las tareas se han dividido entre todos. A mí me toca hacer el arreglo coral de la murga, otro compañero se encarga de las finanzas, otro de los textos, y otros destellan más cantando arriba del escenario. Y lo que tenemos para cobrar lo dividimos en partes iguales porque el esfuerzo es el mismo. Nos sentimos orgullosos por haber cons-truido un cachito de nuestro mundo de esa manera, igual que otras coo-

perativas acá en Argentina, igual que el Bauen que se autogestiona y se transformó en una cooperativa.

–¿Qué implica ser hoy una coopera-tiva?–Siento un gran cariño y un respeto por la forma cooperativa, porque en los tiempos que corren, tan frag-mentados, donde cada uno puede optar por quedarse sentado en la casa viendo Tinelli o conectado de manera virtual por internet, que uno elija juntarse y pelear por cosas, de-cir: “yo estoy de acuerdo o no estoy de acuerdo” y tratar de llegar a un humo blanco, es algo muy importan-te. Algo que parecía que no existía y hoy en América Latina está vivo. En nuestro caso, existe a nivel cultural.

–En Uruguay existen numerosas murgas que se hicieron cooperati-

va, ¿por qué se dio ese proceso?–Es cierto, en nuestro país son un montón las murgas que formaron cooperativas. La historia de las mur-gas empieza como un impulso indivi-dual, con un dueño. Eso fue mutan-do, y durante la dictadura militar se comenzó a dar un proceso coope-rativo de murgas. La dictadura no pudo taparles la boca, a algunas se las llevaban de arriba del escenario, sobre todo a las cooperativas, pero nunca se pudo silenciar a la murga. Es la diferencia que tuvo con respec-to a la Argentina, donde la dictadura fue mucho más dura. En Uruguay la resistencia más grande que tuvo la dictadura militar fue la murga. Uru-guay es un país muy chiquito, con poca riqueza, y si no nos juntamos es imposible que funcione. Enton-ces, las formas cooperativas nos han dado espacios. Y cuando no somos los artistas, son los proveedores de cultura y los organismos estatales los que también tienden a nuclearse con nosotros. Uruguay es un país ne-tamente cooperativo, y gracias a eso es que camina hacia adelante. Han surgido un montón de empresas que autogestionan su trabajo, porque cerraron y los trabajadores se pu-sieron al mando para no resignar su fuente de trabajo. Por ejemplo, una fábrica de vidrios que pudieron re-fundar con capitales de Venezuela.

–¿Cómo es la relación de su murga con el público latinoamericano?–Con la Argentina tenemos una re-lación constante, como si fuera pú-blico uruguayo. Venimos a cantar acá permanentemente y la gente nos trata muy bien. Y así como esta nota, donde nos entendemos por-que hablamos de lo mismo, cuando nosotros hacemos la crítica social desde la murga también se entiende que cambiándole los nombres es la misma realidad. Lo que cantamos acá o en Ecuador se entiende clarito de la misma manera. En Cuba y en México nos pasó lo mismo. Son los mismos opresores y somos los mis-mos oprimidos. Los procesos políti-cos son similares, y la gente se junta de igual manera, aunque le peguen garrotazos, para decir lo que tiene que decir.

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Un pequeño gran logro de las cooperativas indígenas en Salta

PUEBLOS ORIGINARIOS

NUESTRA VOZ

Las cooperativas guaraníes lo construyeron en tiempo record y les sobraron recursos para ampliar la obra. Un hospital para su propia comunidad. Fue el primero de todos. El gobernador

Urtubey en persona fue a felicitarlos. Junto con otras etnias de la zona se organizan para mejorar la imagen de las cooperativas

y recuperar espacios perdidos.

POR MARTÍN AZCURRA

l norte de Salta es tal vez el emergente más visible del saqueo neoliberal, por

una serie de causas. Las más impor-tantes son el vaciamiento de YPF, el desmonte y los desalojos causados por terratenientes sojeros y la enor-me explotación de los ingenios azu-careros. A esto se suma el abandono estatal que durante tantos años no sólo olvidó a las sectores del pueblo desocupados y comunidades indíge-nas cada vez más aisladas, sino que también fue cómplice del despojo. Pero el pueblo del norte de Salta no es un pueblo cualquiera, siempre se ha mantenido de pie, exigiendo lo que le han quitado. A fines de los 90, las poblaciones de Mosconi, Ledesma y Tartagal (Departamen-to de San Martín) mantuvieron en vilo a todo el país, y fueron la me-cha que encendió el principio del cambio. El poder tuvo que escuchar a este pueblo en las calles y rutas del país y darles una respuesta. Mientras tanto, los distintos sec-tores del pueblo buscaban sus propios caminos y soluciones. La recuperación del trabajo, me-diante la lucha, les dio un espa-cio dentro de la Economía Social. Un ejemplo de esto son las coo-perativas de trabajo formadas en Tartagal, integradas por integran-tes de las comunidades guaraníes, pero con estrecha relación con las demás etnias de la zona, muchas de las cuales también cuentan con cooperativas. Hoy se encuentran en una etapa de fortalecimiento, sobre la base de consolidarse como empresas sociales eficientes, y dife-renciarse de las organizaciones con prácticas punteriles que si bien pue-den ser legítimas, no demostraron capacidad de trabajo, denostando la imagen del cooperativista como un subsidiario del Estado. Por otra par-te, estas nuevas cooperativas inten-tan ensayar formas de construcción combinando la movilización con la negociación tanto municipal como provincial. Esta visión rompe con el "piqueterismo", como ellos mismos lo llaman, que caracteriza a otras oganizaciones de la zona que utili-zan el método como un fin último, y no como un medio para la recupe-

ración de la dignidad (no es el caso de la UTD Mosconi). Según ellos, los grupos "piqueteristas" y "punteri-les" generaron en la población una imagen negativa de las cooperati-vas, ya que reciben subsidios pero no terminan las obras que en defi-nitiva son para toda la comunidad. Para demostrar este cambio, la Fe-deración de Cooperativas de Trabajo Guaraníes (que tiene apenas un año de existencia), adherida a la Confe-deración Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), demostró a la sociedad que era capaz de encarar un trabajo de envergadura como un hospital para una comunidad

indígena, en menor tiempo y por menos capital (lo que posibilitó que se pudiera extender la obra). Esto, además, expresa en los hechos la posibilidad de que la propia comuni-dad gestione y se beneficie con las obras que son para la misma comu-nidad. Y obligó a los poderes provin-ciales a reconocer la capacidad de gestión, planificación, coordinación y trabajo de los pueblos originarios. Quedan muchas cuentas pendien-tes, como pensar seriamente la pro-ducción rural de sus tierras, y diver-sificar las labores cooperativas más allá de la ayuda estatal, pero el cami-no está abierto en ese sentido.

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La obra y la comunidadLa inauguración del hospital se rea-lizó en noviembre, bajo un sol cal-cinante, en la hermosa comunidad guaraní de San José de Yacuy, un paraje de 1800 pobladores que viven en casas y ranchos humildes. El pue-blito contaba con una salita, cuyos servicios esporádicos no alcanzaban a cubrir las necesidades de una po-blación con gran cantidad de niños y mujeres embarazadas. El nuevo hos-pital (un edificio de 270 m2) contará con servicios regulares de pediatría, ginecología, odontología, sala de ob-servación, farmacia, enfermería, etc. Es una buena noticia también para las comunidades aledañas, que lle-ga de la mano de los propios guara-níes. Esta vez, la fiesta fue por ellos. Como es la primera obra financiada por el Fondo de Reparación Histó-rica de Salta, no pudieron faltar las máximas autoridades provinciales.El gobernador de Salta, Juan Ma-nuel Urtubey, no pudo dejar de mencionar la conflictividad de la zona: "actos cooperativos como éste son los que cambian la histo-ria, porque cambiamos el régimen de contrataciones para darle las obras a los hermanos de los pue-blos originarios y no a los mismos de siempre... Acá no se pudieron llevar el corazón de los salteños, que se levantó, caminó y construyó su dig-nidad. Eso, si hay un lugar en donde lo hemos visto, es en este querido departamento de San Martín..." Antonio Vázquez, presidente de la Federación Guaraní, contó el esfuer-

zo que les llevó concluir la obra: "el hospital ha culminado su etapa de trabajo en un tiempo menor, gracias al empeño y capacidad de los com-pañeros de 5 cooperativas de tra-bajo, que fueron unas 20 personas, albañiles, carpinteros, plomeros, pintores. Han demostrado la capaci-dad ante el gobierno de la provincia y el municipio, que no confiaban en nosotros. Y fue un desafío de de-mostrar que tenemos capacidad de trabajo. Ahora tenemos la esperan-za de poder continuar con la obra municipal y del gobierno”.Vazquez contó que “el emprendi-miento surgió a través de una lucha, después de un corte de ruta, de ma-nifestaciones a la Casa de Gobierno, que nace cerca del paraje que se

llama Zanja Honda con un corte de ruta, para poder ser escuchados por el gobierno de la provincia, quien al final nos accede a la licitación del hospital, compramos el pliego y la hemos ganado”.Marcelo Gonzáñez, presidente de la Federación del Norte (con sede en Güemes y que cuenta con una mayo-ría de cooperativas de transporte), viene acompañando desde un prin-cipio a los trabajadores guaraníes, y entiende que esta obra es un hecho político importante: "es una alegría enorme que los compañeros hayan podido realizar esta obra de tan im-portante envergadura. Sobre todo porque hemos vivido lo que han sido las luchas para conseguir este trabajo. Me llena de alegría también saber que el gobierno de la provincia y el municipio han confiado en esta empresa social que son las coope-rativas de trabajo, que han sabido demostrar que pueden trabajar me-jor que las grandes empresas cons-tructoras. Y además demostraron que se puede vivir sin las relaciones de dependencia y asumir el rol de cooperativista como lo hacen estos compañeros que día a día luchan y llevan el pan digno a sus hogares".Daniel Velázquez, administrador de la Federación Guaraní, remarcó el sentido político referido por Gon-zález: "el mensaje es que se puede confiar en las cooperativas, porque nosotros dimos el puntapié inicial.

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Y la zona la tenían olvidada, porque no confiaban en las cooperativas, las obras eran realizadas por gran-des empresas constructoras. Esta es la primera obra del Fondo de Re-paración Histórica que dio el Depar-tamento de San Martín. El mensaje está dado con los hechos, porque las cooperativas son eficientes en todo sentido, como personas, como tra-bajadores, como ciudadanos. Esto es importante para toda la comuni-dad, que ha hecho sus cooperativas y no tiene trabajo".Jorge Gareca, integrante de una cooperativa guaraní, indicó que “esto demuestra que los pueblos originarios hoy están insertos en nuestra sociedad y están saliendo adelanto mostrando que se puede. En el departamento de San Martín hay 7 etnias diferentes: wichi, toba, chulupi, tapiete, diaguita, guaraní y chané. Sabemos que hay coope-rativas de otras etnias, por ejemplo los wichis, que se quieren unir a no-sotros, y nosotros estamos con las puertas abiertas. Yo hace poco viaje a Buenos Aires a conocer la Confede-ración y me quedé sorprendido con la interculturalidad del trabajo entre los criollos y el pueblo guaraní. Al fin y al cabo, toda lucha tiene su pre-cio y su beneficio, y ahora estamos contentos, gracias a Dios, gracias a nuestro yanderu Tumpa (Ñande ru Tupã), que es nuestro dios omnipre-sente y omnipotente, y agredecidos a todos los hermanos de cada coo-perativa que hemos conformado la federación".Una vecina, con su nieta sobre la fal-ta, expresa ese sentimiento de agra-decimiento del pueblo: "yo me ale-gro porque este hermoso hospital es una bendición del señor, eso es lo que nosotros necesitamos, un hos-pital... Yo estaba enferma, con dolor de cabeza y fiebre. Yo le digo gracias al señor, bendición del señor. Y que les ayude a ustedes también".Otro dato positivo lo brindan las pro-pias profesionales del hospital. Gra-ciela Guevara, Odontóloga, entiende que "para la gente es muy bueno te-ner un centro como este para tener una atención más completa. Aparte es una comunidad enorme, grande, hay muchos chicos y muchas emba-

razadas. Antes, en el centro de aten-ción que había, que era muy preca-rio, nosotros veníamos a hacer aten-ción los viernes". Liliana Villarreal, Lic. en Nutrición, agrega: "es una satisfacción que se le dé importancia a la salud de los pueblos originarios, creo que es algo nunca antes visto en la provincia, creo que es el primer hospital que se hace dentro de una comunidad originaria y esperamos que esta comunidad y las que están alrededor la sepan aprovechar".Finalmente, el propio intendente de Tartagal, Sergio Leavi, con quien vie-nen llevando una mejor relación, a diferencia de las prácticas anteriores anti-negociación de las organizacio-nes sociales, enfatiza el significado del hecho: "esta es una obra em-blemática para nosotros. Todos los aborígenes construyeron un centro de salud para ellos. Lo hicieron en solo 100 días, una obra que estaba pensada en 180 días. Todos pensa-ban que no iba a alcanzar la plata, o que se iba a abandonar la obra. Y bueno, ahí tienen la obra terminada, y hace muy poquito les dieron un adicional de obra para completar el alambrado perimetral. Esta obra es un ejemplo para todos los que vivi-mos en el norte, porque algunos tie-nen el mote de que son vagos, y hoy demostraron que se puede hacer. Y también hay que decir que los pre-sidentes de las cooperativas fueron los que más trabajaron".

Las comunidades originarias se organizan

La Federación Guaraní es parte de un entramado de organización de las etnias indígenas del norte con la intención de recuperar su voz y sus derechos. Así lo intentan hacer por ejemplo en el Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta (IP-PIS), que depende del Ministerio de Derechos Humanos. Durante estos días piensan intervenir en la elec-ción de delegados que tendrá lugar en Tartagal. Las etnias guaraníes, wichis, diaguitas, koyas, chané, chu-lupí, tobas, se vienen organizando para desplazar al actual presidente, Indalecio Calermo, de quien dicen que no interviene en las verdaderas necesidades de las comunidades, que son muchas, y que cersena la participación de las comunidades indígenas en los ámbitos democráti-cos. Uno de los referentes es el ca-cique de la comunidad Ava Guaraní de Zanja Honda, que formó un equi-po con indígenas de la comunidad Cherenta y Tranquitas, entre otros. El profesor guaraní Velázquez expli-ca que han sabido combinar la lucha con el trabajo y la movilidad política. Han aprendido a dialogar con el in-tendente, el gobernador y las distin-tas secretarías que intervienen en el tema cooperativismo y pueblos ori-ginarios. Además, cuenta que ahora tienen política con respecto al IPPIS y al INAI, y que piensan intervenir en esos espacios. Es decir que deja entender que la organización y una lucha combinada les va permitien-do tener una construcción de poder que tal vez antes no tenían.

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SOBERANÍA ALIMENTARIA EN EL PAÍS DE LAS ANTILLAS

Haití: dignidad de un pueblo que enamoraALICIA GONZÁLEZ (Federación de Organizaciones de Productores de Alimentos - FOPAL)

Algunas impresiones sobre el pueblo haitiano, luego de una misión del Pro Huerta en el país de las antillas, una política pública del gobierno

argentino ejecutado bajo la estructura técnica del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y el Plan Nacional de Seguridad

Alimentaria del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

SIN FRONTERAS

pocas veces salen a la luz en los medios argentinos, in-formaciones y noticias del

pueblo haitiano o de Programas de Solidaridad con Haití, como el que compartimos en esta oportunidad. Haití solamente es noticia cuan-do suceden catástrofes climáticas como el último terremoto de 2010 que dejó mas de 200 mil muertos y un millón de personas damnifica-das, o para citar cifras de pobreza o mortandad infantil. En este caso no contaremos las penurias de los hai-tianos sino el trabajo que llevan día a día para mejorar la producción fami-liar y propiciar los mecanismos para dejar de importar semillas y apuntar a la producción propia de semillas. Haití fue el primer país independien-te de América Latina, y la primera revolución esclava triunfante en el mundo, contra un enemigo muy poderoso: los soldados de Napo-león. Su primera misión fue ayudar a la independencia de otros países, aportando protección, dinero y ar-mas a Francisco de Miranda y Simón Bolívar. Por eso ha sido castigada durante 200 años, siempre invadida y su gente masacrada. Como país integrante de nuestra Pa-tria Grande la lucha por la indepen-

dencia y la soberanía empezó hace 200 años pero aún no terminó. Es el país más pobre del continen-te: 47% de las y los haitianos está en situación de desnutrición crónica y sólo un 51% de la población tiene ac-ceso al agua potable. Tiene una tasa de mortalidad infantil del 84 por 1000 según el Programa de las Na-ciones Unidas para el Desarrollo de 2004. Tras el terremoto de enero de 2010, que provocó más de 250.000

muertes, el desempleo se ubicó en un 70% a causa de la destrucción de buena parte del aparato productivo. Pero antes del terremoto, Haití ya era uno de los países más pobres del mundo. Producto de la violencia, dictaduras, ocupaciones e inestabili-dad, este pueblo hermano ha sufrido las peores condiciones de vida y los niveles de vida actuales continúan siendo deplorables.

Programa de Cooperación con el pueblo haitianoEl proyecto de “Autoproducción de Alimentos Frescos – Pro-Huerta Hai-tí” está dirigido a aumentar la dis-ponibilidad y variedad de alimentos mediante la autoproducción de hor-talizas, legumbres y crianza de aves, de modo de enriquecer la dieta coti-diana de las familias haitianas. Incluye la capacitación progresiva, la participación solidaria y el acompa-ñamiento de las acciones en terreno, resultando estratégicas la participa-ción de los promotores voluntarios y las redes de organizaciones de la sociedad. Es un proyecto que el gobierno ar-gentino, Coordinado por la Cancille-ría Argentina, viene implementando en Haití desde el 2006, para enfren-tar el hambre y la desnutrición en ese país.Actualmente, unas 17.000 familias haitianas, que comprenden más de 110.000 personas, trabajan con los

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agrónomos y técnicos locales jun-to a 2000 promotores haitianos en el desarrollo de "ti jaden òganik", que son pequeñas huertas orgáni-cas en lengua creole, para producir sus propios alimentos. Además del valor alimenticio de los productos de la huerta, las familias ahorran en sus compras de hortalizas y verduras frescas, colaborando a aliviar el peso de la carestía de la vida.El aporte argentino consiste en transferencia metodológica y asis-tencia técnica; capacitación; edu-cación alimentaria; desarrollo y producción de material audiovisual y gráfico para promotores y huerte-ros; provisión de semillas con 24 es-pecies para una familia tipo de siete miembros. Estas huertas son fundamentales desde la perspectiva de la seguridad alimentaria. En la actualidad, Haití importa casi todo lo que consume, con un costo enorme en alimentos y casi sin producción propia. En la medida que el proyecto se fue consolidando en las comunidades, se fueron definiendo nuevas metas. Se incorporaron nuevos componen-tes como el mejor aprovechamiento del agua, la construcción de herra-mientas para la producción y la auto-producción de semillas. Mi participación, en representación del Plan Nacional de Seguridad Ali-

mentaria del Ministerio de Desa-rrollo Social de la Nación, en esta misión tuvo que ver justamente con el componente semillas. Apoyar a los técnicos locales del proyecto y a las cooperativas campesinas en la producción de semillas haitianas. Re-cuperar sus saberes y experiencias, brindar nueva información técnica sobre producción, cosecha y conser-vación de semillas de calidad. Está previsto que en la nueva temporada, el 25 % de las semillas que distribuirá el Pro Huerta Haití, serán compradas a las organizaciones campesinas. Haití desde hace muchos años no produce semillas, las importa de EEUU. Que las organizaciones campesinas recuperen la capacidad de produ-cir semillas es una opción sustenta-ble y posible para la producción de alimentos seguros y diversos para todo el pueblo. Un camino de segu-ridad y soberanía alimentaria cons-truida con campesinas y campesinos que luchan con fuerza y esperanzas por un futuro más justo para Haití. El proyecto siempre tiene en cuen-ta el fortalecimiento institucional y la creación de capacidades locales, para un traspaso gradual de respon-sabilidades al gobierno de Haití, lo que permitirá, cuando concluya el proyecto dotar al país de una estruc-tura y una herramienta de trabajo en

materia de producción y seguridad alimentaria.

La situación del pueblo haitianoPor un lado, la situación de pobreza del pueblo, duele hondo. Interpela. No se puede dejar de relacionar esa situación de pobreza, de abandono, con la debilidad del Estado. Parece que las instituciones y el aparato es-tatal que en algún momento existió fueron destruidos. Lentamente se está reconstruyendo. Por otro lado, impresiona la dignidad del pueblo haitiano. Una dignidad de pueblo que enamora. Quien busca un pueblo arrodillado pidiendo li-mosna no lo va encontrar a pesar del sufrimiento que soporta. Sus mira-das transmiten fortaleza y nobleza, que busca por todos los medios su-perarse, aún en las situaciones más difíciles.Su capacidad de resistencia, de se-guir generando vida y belleza en me-dio de la dominación y la miseria, se plasma en el colorido y la magia de sus pinturas. Sus enormes escultu-ras ensambladas, sus telas con hom-bres y mujeres, alegres, trabajando, y alertas, son una rica expresión y sensación de un pueblo que conser-va conciencia de su historia, de su origen africano y sus creencias an-cestrales.

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OPINION

n Argentina, otra economía es posible porque desde 2003 existen Políticas Públi-

cas de promoción de la Economía So-cial y Solidaria (ESS) que posibilitan la consolidación de más de un millón de puestos de trabajo, con gran impulso al cooperativismo y apoyo a las dife-rentes formas asociativas en las que se manifiesta el trabajador solidario. Por eso, creemos que los nuevos de-safíos para la ESS están comprome-tidos con la profundización del Pro-yecto Nacional y Popular. Desde sus comienzos, el kirchnerismo impulsó el desarrollo de la ESS reconociendo políticamente a las organizaciones so-ciales como artífices de la resistencia popular al neoliberalismo de los años 90, y las ponderó en términos econó-micos como sustento a su dinámica en la generación de nuevas fuentes de trabajo: cooperativas y mutuales, fábricas recuperadas, organizaciones campesinas y de agricultura familiar, asociaciones de emprendedores soli-darios, entre otros.En 9 años de gestión, se dictaron leyes nacionales como las de Monotributo Social, Microcrédito y Marcas Colec-tivas; la Ley de Concursos y Quiebras y de Extranjerización de la tierra. Se crearon áreas específicas del Estado como la Secretaria de Economía So-cial del Ministerio de Desarrollo So-cial de la, Nación, la Subsecretaría de Agricultura Familiar, IPAF-INTA. En-tonces, la decisión política se materia-liza con fuerte apoyo estatal, que dio visibilidad a las distintas experiencias organizativas de trabajo y produc-ción, ampliando la clásica y restringi-da noción de empleo, de organizar en forma solidaria los procesos producti-vos y de comercialización, difundien-do los valores del asociativismo y la cooperación, apostando al trabajador autogestivo como sujeto de cambio, garante del sustento familiar y del de-sarrollo comunitario.

Ante la peor de las crisis mundialesA partir del “No al ALCA” en 2005, con la conformación de la UNASUR (el Banco del Sur) y ahora con la am-pliación del MERCOSUR (con el recha-zo al golpe en Paraguay) se constitu-yó la respuesta continental soberana ante el plan de sumisión del Imperio.

Otra Economía es posible porque hoy existe un

Estado que la promociona

UN APORTE DESDE EL ESTADO

POR ALBERTO GANDULFOComisión Nacional de Microcrédito - MDSN

La Economía Social y Solidaria (ESS) es una construcción política, económica y social que establece formas colectivas de producción y comercialización, y desarrolla una práctica social

integradora basada en el protagonismo de los trabajadores organizados.

Así, vamos construyendo la integra-ción latinoamericana como estrategia conjunta para enfrentar la mayor cri-sis mundial del capitalismo.Mientras Europa se desgarra en la aplicación de las políticas de ajuste sanguinario del neoliberalismo, en la Argentina tenemos una economía que funciona sosteniendo la dinámi-ca del consumo popular, apostando a sostener la demanda, al desarrollo del mercado interno, con una fuerte inversión pública estatizando empre-sas claves para el desarrollo econó-mico y la soberanía nacional: como Aerolíneas Argentinas e YPF.El tipo de cambio competitivo para la industria nacional, el mayor presu-puesto asignado a la Educación pú-blica de nuestra historia, las políticas distributivas masivas como la Asig-nación Universal por Hijo (AUH), las pensiones asistenciales y el aumento de las jubilaciones, así como la políti-ca de incremento salarial acordado en más de mil convenios colectivos de trabajo; conforman políticas activas que han permitido una dinámica en la economía nacional de crecimiento con integración social, que definitiva-mente son las prácticas integradoras que permiten el desarrollo de la ESS.Hoy atravesamos un escenario polí-tico de mayor nivel de disputa en di-recta confrontación con los grandes intereses corporativos y creciente discusión sobre la distribución de la renta; porque los sectores concentra-

dos y grupos más conservadores no están dispuestos a perder sus venta-jas y privilegios. Por eso se requiere del apoyo expreso y comprometido de las organizaciones populares para seguir avanzando en mayores niveles de distribución del ingreso, de desa-rrollo e integración social.

Avanzar en democratizar el mercado Asumimos el legado de Néstor Kirch-ner que entendía a la política como principal herramienta para la trans-formación y conducir el aparato del Estado para avanzar en la distribu-ción de la riqueza y la justicia social.El Estado es un aparato en disputa, donde confrontan distintos intereses corporativos, los lobby económicos globales con las políticas sectoriales y territoriales; donde se materializa la puja distributiva y los modelos de país en pugna. Necesitamos mayor poder popular para avanzar con una Reforma Impo-sitiva socialmente selectiva, que des-grave con un menor nivel del IVA los productos de la canasta básica de los sectores populares.Establecer una Reforma Financiera que permita instrumentar una políti-ca crediticia de fomento a la produc-ción, promueva la generación de va-lor en origen, facilite la incorporación de tecnología apropiada con sosteni-miento de los puestos de trabajo, y una fuerte presencia del Estado que permita regular las carteras bancarias

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y de los centros comerciales que sólo financian el consumismo “suntuario” promovido por las grandes corpora-ciones (usurarios). Deberán crearse nuevos instrumentos financieros no bancarizados, de alcance masivo, que permitan fortalecer la ESS, como se hizo con la Ley Nacional de Micro-créditos (26.117), que con una rápida expansión territorial facilitó acceso al financiamiento de los trabajadores autogestivos para el fomento de la producción y la comercialización (al 6% anual, subsidiado por el Estado Nacional). Crear nuevos instrumentos de Finanzas Solidarias que permitan:a) promover acciones de soberanía alimentaria para el consumo popular que posibiliten el fomento del uso y acceso a la tierra productiva, los ca-nales de riego, mejoras de pasturas y producción ganadera, mayor capa-cidad productiva para la agricultura familiar y las organizaciones del cam-pesinado y comunidades originarias; b) promover acciones de producción social del hábitat para el consumo popular: mejoramiento de viviendas, acceso a lotes con servicios, tendido y conexión de redes públicas: agua po-table, electricidad y gas natural;c) impulsar sistemas locales de servi-cios de comunicación y audivisuales (las cooperativas ya lo están hacien-do) acompañados con financiamien-to para incorporar el creciente desa-rrollo tecnológico del sector.

La AUH es la principal red de integración popularLa AUH alcanza una cobertura de 3.600.000 niños de los sectores más carenciados del país y busca colocar en igualdad de condiciones básicas a los hijos de los trabajadores popula-res en relación con la asignación fami-liar que perciben los trabajadores de la llamada economía formal. A la vez, permite sostener el consumo popular como motor de la economía local ge-nerando una dinámica territorial que posibilita un mejor funcionamiento en el comercio barrial y en los em-prendimientos de la ESS. Lo mismo podemos decir de los aportes de las Pensiones Asistenciales, el aumento de las Jubilaciones y el crecimiento sostenido en nueve años de creci-miento con integración social.Sin embargo, esta política se diluye en los canales comerciales, formales o informales, en hipermercados, mer-caditos “chinos” y almacenes barria-les, a través de intermediaciones que elevan los precios al consumidor final y terminan perjudicando la economía doméstica, principalmente “el bolsi-llo” de los hogares más necesitados.Debemos dejar de ver la red de AUH solamente desde la perspectiva ad-ministrativa o gestión de pagos de la ANSES y empezar a considerar el po-tencial de compra de los sectores po-pulares para generar condiciones que regulen la intermediación comercial (control de precios) y fortalecer los

encadenamientos socioproductivos de la ESS, apoyados desde el Estado, como factor de regulación de precios y plan de abaratamiento del consumo popular. Si tan solo lográramos canali-zar un 10% del consumo popular a tra-vés de las redes de la ESS, estaríamos profundizando el Proyecto Nacional con mayor integración y justicia social.La ESS genera permanentemente (y a menor costo de inversión) nuevos puestos de trabajo que potencian la capacidad productiva de los trabaja-dores autogestivos, y se corresponde con niveles de desarrollo territorial. Esta dinámica se demuestra en ex-periencias como las Ferias Francas en Misiones, de la Cooperativa Cau-queva en Quebrada y Puna jujeña; del Mercado de la Estepa en la línea Sur del Río Negro; en los mercados y ferias populares de las grandes ciuda-des como Madre Tierra de Tres Arro-yos, entre otros. La potencialidad de la ESS requiere de mayor complejidad organizativa, incorporación de tecno-logía apropiada en forma constante, encadenamiento de redes de pro-ductores y acciones concretas en la organización del consumo popular: la conformación de circuitos locales de producción y consumo solidarios, según los procesos organizativos de cada territorio, acompañados por la subsidiariedad del Estado, involucran-do los gobiernos locales, y principal-mente los agentes productivos para el desarrollo local.Llegó el momento de armar una gran red de consumo popular, promovida desde las organizaciones de la ESS (con los valores de la solidaridad, la cooperación, el asociativismo), que disponga de un sistema de dinero electrónico solidario para canalizar en el consumo popular los productos de la ESS, a precios populares.

Unidos, organizados y solidarios La disputa se da en el territorio. En los mercados locales es donde se expre-sa con mayor crudeza el poder de la economía concentrada y sus conse-cuencias de exclusión social. Debe-mos construir mayor poder y movili-zación popular para transformar las relaciones de explotación y sumisión que aún existen y de la que muchos actores locales son partícipes direc-

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tos, a veces por omisión u ignorancia, y otras por negociados que son fun-cionales a los intereses corporativos.En las formas de circular los produc-tos, en los canales de comercializa-ción, en el poder de las empresas de logística, en las cadenas de la inter-mediación, en las finanzas locales (usura sojera) se expresa la economía concentrada que debemos enfrentar Unidos y Organizados, más Solidarios que nunca, porque avanzar sobre el poder concentrado requiere de cons-truir poder popular para sostener la profundización de este proyecto.La disputa del territorio lleva a situa-ciones de mayor complejidad en el desarrollo productivo y también en la confrontación política, generando nuevos y mayores desafíos para las organizaciones de ESS. Gradualmen-te, de abajo hacia arriba, se constitu-ye en Sujeto Económico en la medida que el sector gana en autonomía y los emprendimientos productivos em-piezan a resultar autosustentables. Conjuntamente, el desarrollo produc-tivo posibilita la construcción del SU-JETO POLITICO con ideas solidarias y proyecto local propio; sin dudas, el movimiento de la ESS requiere prin-cipalmente de la unidad del sector que permita consolidar su fuerza, establecer alianzas políticas, sociales y comerciales con otros sectores que integran el campo nacional y popular,

como las organizaciones de los traba-jadores (CGT-CTA), las Pymes, los mo-vimientos sociales.

Proyecto nacional y popularSomos hijos dilectos de Néstor Kirch-ner. Los que crecimos y multiplicamos con al apoyo del Gobierno, los que ve-níamos de la protesta y la resistencia de los 90, los que creemos en nuestra capacidad de trabajo y organización, los que nos pusimos a trabajar para nuestras familias y las de nuestros compañeros, somos los que desarro-llamos la ESS.Somos la construcción silenciosa del territorio, los que vamos consolidan-do procesos institucionales cada vez más horizontales y complejos. Los que nos comprometemos por más y mejor Estado, con mayor capacidad de regulación; los que queremos or-ganizaciones con mayor escala de producción (garantizando volumen, calidad y precio), los que construimos poder popular para sustentar las po-líticas distributivas del Gobierno Na-cional.En la medida que avancemos en po-pularizar la ESS, difundamos nuestros valores y principios, multipliquemos nuestra forma organizativa y llegue-mos a las familias con nuestros sabe-res y productos, vamos a profundizar el Proyecto Nacional y Popular. Con el conjunto de los sectores populares,

debemos ser garantes de la continui-dad del modelo iniciado en el 2003 y queremos ser sujetos en la transfor-mación de la matriz productiva y co-mercial, en la democratización de la economía para avanzar en una mayor distribución de la riqueza, con mayor justicia social, independencia econó-mica y soberanía política.Sólo si multiplicamos el esfuerzo so-lidario, la cooperación permanente, fortalecemos la organización popular y damos respuesta transformadora con los valores de la ESS (no solo des-de la lógica productivista-capitalista), alcanzaremos una representación social con mayores niveles producti-vos, de comercialización y construc-ción política. Tenemos que sumar a nuestros vecinos, a los laburantes del barrio, a los sectores populares de nuestra ciudad en esa construcción colectiva; lo necesita Cristina para go-bernar, lo necesitamos para profun-dizar el Proyecto Nacional y Popular, y también lo necesitamos nosotros para seguir creciendo, para seguir transformando.Sin duda la profundización del Pro-yecto depende de múltiples factores, pero uno de ellos y tal vez el más im-portante, es el grado de organización popular que podamos alcanzar. Y eso compañeros, depende mucho de no-sotros.

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n el marco de la denomi-nada posconvertibilidad, la economía argentina transi-

tó un período de elevadas tasas de crecimiento, signadas por el impulso de los sectores productores de bie-nes. Ello marcó un fuerte contras-te –aunque no el único– respecto a los 90. Otra diferencia de no menor relevancia se puso de manifiesto en la acelerada generación de puestos de trabajo, lo cual permitió volver a tasas de desocupación de un dígito a finales de 2006, luego de haber al-canzado a más del 20% de la Pobla-ción Económicamente Activa (PEA) en el peor momento de la crisis que marcó el fin de la Convertibili-dad (datos correspondientes al año 2002). Incluso, posteriormente, se redujo hasta alcanzar una tasa del 7,6% en el tercer trimestre de 2012. La fuerte creación de empleos estu-vo sesgada, a su vez, hacia empleos plenos (es decir, jornadas de más de 35 horas semanales) y registrados en el sistema de seguridad social, apreciándose una importante re-ducción de la tasa de subocupación. Según los últimos datos disponibles, dicha tasa representa al 8,9% de la PEA. A su vez, esta etapa se carac-terizó por un incremento en la pro-porción de empleos registrados en el sistema de seguridad social: esto es, crecieron en mayor medida los puestos de trabajo cubiertos por la legislación laboral y la negociación colectiva, producto de la incorpora-ción de nuevos trabajadores como, así también, del “blanqueo” de otros puestos. Estos empleos se ca-racterizan por ser más estables y por brindar a los trabajadores ingresos más altos, al asegurar un piso dado por el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) y estar regulados por la ne-gociación salarial. Además, les ase-guran el acceso a una obra social, al sistema previsional al momento del retiro y un seguro de desempleo en caso de ser despedidos. Sin embar-go, es importante destacar que, si bien el porcentaje de asalariados no registrados se redujo drásticamente pasando del 49,2% de los asalariados a mediados de 2003 al 34,5% a mitad de este año, es aún muy significativa la cantidad de trabajadores que no

Trabajo y pobreza: virtudes y desafíos de la

posconvertibilidad

LA REALIDAD CONCRETA DE LOS TRABAJADORES ARGENTINOS

ESCENARIOS

Los investigadores de CIFRA aseguran que si bien la recuperación del empleo permitió mejorar las condiciones de vida, esto no al-

canza para sacar a las familias de la pobreza. Un análisis de las políticas públicas que com-batieron las desigualdades durante la última década, y las cuentas pendientes en materia

de industrialización.

MARIANO BARRERA, ANA LAURA FERNÁNDEZ Y PABLO MANZANELLI (CIFRA - CTA)

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se encuentran amparados por las instituciones laborales y enfrentan situaciones de alta precariedad.Estas mejoras en el ámbito laboral, producto de la propia dinámica eco-nómica, estuvieron apuntaladas por una revitalización de la negociación salarial y por políticas que apunta-ron a mejorar la situación de los tra-bajadores tanto en actividad como retirados. Entre ellas se cuentan las políticas de incrementos de ingresos a los trabajadores del sector privado a la salida de la crisis, la recuperación del poder adquisitivo del salario mí-nimo y su sostenimiento a lo largo del tiempo a partir de la convoca-toria anual a la Comisión del Salario Mínimo, Vital y Móvil, la mencionada recuperación de la negociación sala-rial, la implementación de políticas tendientes a reducir la no registra-ción en ciertos sectores, la Ley de Movilidad Jubilatoria y las morato-rias previsionales, la extensión del sistema de asignaciones familiares a través de la Asignación Universal por Hijo.Todos estos factores, y la reducción del “ejército de reserva”, contribu-yeron a la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, que se habían contraído significativamente por los efectos de la megadevalua-ción de 2002 (caída que alcanzó al 30% de los salarios reales). Sin em-bargo, el poder de compra de los salarios sólo alcanzó, a principios de 2007, los niveles previos a la crisis. Lo propio cabe para los ingresos de las familias, junto con una importan-te mejora en su distribución. Estas tendencias globales deben, sin embargo, matizarse debido a ciertos factores que dificultaron en algunos períodos la creación de empleo –sostenida en parte por la acción es-tatal– y el aumento de los ingresos: la persistencia de ciertos legados críticos del neoliberalismo (las difi-cultades por avanzar en la reconfi-guración de la estructura industrial, el elevado nivel de concentración económica, etc.), los coletazos de la crisis internacional y la aceleración de la inflación a partir de 2007.1

1 Para un análisis más detallado de este tema, véase el artículo “La posconvertibilidad y los

Mejoras en las condiciones de vida de los trabajadoresLa recuperación del empleo y los in-gresos y la reducción de la desigual-dad tuvieron como consecuencia importantes mejoras en las condicio-nes de vida de los trabajadores y sus familias. Una forma de evaluar esto es a partir de los indicadores de po-breza e indigencia. Las tasas de po-breza e indigencia muestran el por-centaje de hogares o personas (en relación con el total) cuyos ingresos son insuficientes para adquirir una canasta (la Canasta Básica Alimen-taria en el caso de la indigencia o la Canasta Básica Total en el caso de la Pobreza). Estas canastas, a su vez, representan el costo de adquirir –a través del mercado– determinados bienes y servicios que son conside-rados básicos para la satisfacción de las necesidades de las familias. Para obtener estos valores es necesario utilizar datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Debido a la fal-ta de credibilidad del IPC elaborado por el INDEC, se utilizó el IPC-9 pro-vincias elaborado por CIFRA a partir de los datos oficiales provenientes de Direcciones Provinciales de Esta-dística de nueve provincias.

coletazos de la crisis mundial” en el primer número de esta revista.

En el gráfico se muestra la evolución de las tasas de pobreza de hogares y personas entre 2003 y 2012. Como puede observarse, ambos indicado-res muestran una fuerte tendencia decreciente hasta el año 2007, a par-tir del cual se aceleró el ritmo de au-mento del nivel general de precios, seguido por el primer impacto de la crisis internacional en 2008. Sin em-bargo, aunque a tasas menores, la pobreza siguió su derrotero decre-ciente, de manera que pasó de aque-jar al 38,4% de los hogares (49,4% de la población) en el tercer trimestre de 2003 a afectar al 13,3% de los ho-gares (19,9% de la población) en el segundo trimestre de 2012. Es decir, las tasas de pobreza se redujeron entre esos años un 65,4%, si se consi-deran hogares, y un 59,8% si se con-sideran personas.En el caso de las tasas de indigencia, la evolución es similar: la proporción de hogares cuyos ingresos no alcan-zaban para adquirir la Canasta Ali-mentaria Básica era del 16,3% (22,5% de las personas) en 2003 y pasó ser del 3,5% (4,3% de las personas) en 2012.Estas importantes mejoras son resul-tado, en primer lugar, de la menciona-da dinámica virtuosa de la situación laboral: menos personas desocupa-das, empleos de mejor calidad (lo

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Tasa de pobreza

Tasa de indigencia

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de la Encuesta Permanente de Hogares (IN-DEC) y Direcciones Provinciales de Estadística.

Evolución de las tasas de pobreza e indigencia En porcentajes sobre el total de hogares. III-2003 – II-2012.

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cual está asociado a una menor ines-tabilidad laboral y de los ingresos), mayores salarios, menor desigualdad. A su vez, los incrementos en las ju-bilaciones y la implementación de la AUH contribuyeron a incrementar los ingresos no laborales de las familias. En el caso particular de la ampliación de la cobertura del sistema de asig-naciones familiares, su efecto resultó importante ya que incluyó justamen-te a las familias que se encontraban en situación de mayor vulnerabilidad (las familias de los desocupados y de los trabajadores informales), aunque dados sus montos, su impacto fue mayor sobre las tasas de indigencia que sobre las de pobreza.Indudablemente, en esta etapa se lograron importantes avances en términos de las condiciones de vida de la población. Las oportunidades de seguir avanzando en este senti-do siguen siendo importantes en la situación actual, de manera que no debe perderse de vista una cues-tión fundamental: son aún muchas las personas que siguen viviendo en condiciones de pobreza (7,7 millo-nes) y de indigencia (1,8 millones).

Un importante desafío pendienteLuego de casi una década que puede caracterizarse en términos globales como de elevado crecimiento eco-nómico y fuerte recuperación en ma-teria laboral, así como de relevantes avances en el ámbito de la seguridad social, resulta ineludible orientar las políticas públicas a atacar el proble-ma de la persistencia de la pobreza y la indigencia. Para hacer estos datos más palpables, vale la pena destacar

que las familias indigentes tienen ingresos menores al costo de una canasta compuesta por los alimen-tos que permiten a sus miembros cubrir las calorías necesarias para vivir. Es decir, si estos hogares des-tinaran todo su ingreso a comprar alimentos, cubrirían sus necesidades nutricionales, pero no les queda-rían ingresos suficientes para pagar un alquiler, gastos de transporte, combustible (para calefaccionar la vivienda y cocinar los alimentos), vestimenta, etc. Además, el nivel de ingresos que debe alcanzar un ho-gar para no ser considerado pobre según esta metodología es relativa-mente bajo: si tomamos como ejem-plo una familia compuesta por un varón y una mujer adultos, un ado-lescente y una niña, ésta será consi-derada pobre si su ingreso mensual es inferior a $2.997 e indigente si su ingreso es menor a $1.381.En este escenario, interesa desta-car que si bien el rol del empleo fue fundamental para mejorar las condi-ciones de vida de los trabajadores, insertarse en el mercado de trabajo muestra no ser suficiente para sacar a las familias de la pobreza. En efec-to, en el 61% de los hogares pobres el jefe está ocupado. Es decir, el desempleo no es la única causa que explica la persistencia de este fenó-meno. En cambio, la calidad del em-

pleo al que acceden los trabajado-res es primordial: entre los jefes de hogares pobres que se encuentran ocupados, el 78,2% lo hace en pues-tos asalariados informales o en ocu-paciones por cuenta propia. Estos empleos se caracterizan, tal como se mencionó, no sólo por la percepción de ingresos menores, sino por una alta inestabilidad, sumiendo a estas familias en una situación de profun-da vulnerabilidad ante los vaivenes económicos (aunque también ante eventualidades como, por ejemplo, la enfermedad).Por otro lado, el 27,9% de los jefes de hogares en situación de pobreza es económicamente inactivo (es decir, no trabaja ni busca empleo) y entre éstos, una amplia mayoría (el 67,8%) son mujeres, lo cual podría indicar que muchas de estas jefas de hogar no lo-gran articular su vida laboral con las tareas asociadas al cuidado del hogar.En definitiva, estos datos dan cuen-ta de la necesidad de profundizar las políticas activas tendientes a me-jorar la calidad de los empleos –por ejemplo, a través de un mayor con-trol de las unidades productivas– y la extensión de la cobertura de las instituciones laborales, así como la importancia de ampliar las políticas sociales que atiendan a las familias más vulnerables. Sin embargo, no debe perderse de vista que sus efec-tos serán sustentables en la medida en que se avance en un más activo proceso de reindustrialización, que torne más compleja la estructura fabril y cuya expansión se encuentre vinculada a la demanda interna de los sectores populares.

No hay que perder de vista una cuestión fundamental: las

personas que viven en condiciones de pobreza son 7,7 millones y de

indigencia son 1,8 millones

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HISTORIA DE LA AUTOGESTIÓN II

Los pioneros de Rochdale

POR ANDRÉS RUGGERI (Programa Facultad Abierta - Filosofía y Letras - UBA)

En el número 1 de Autogestión XXI relatamos la rica historia de las cooperativas anteriores a aquella que ha pasado a la eternidad como la cooperativa “pionera”, la de los obreros ingleses de Roch-dale. Lugar que se ganaron, principalmente, por haber formulado

los célebres principios del cooperativismo, y por haber conseguido ser reconocida como un actor económico legal al igual que las em-

presas capitalistas que ya dominaban la escena económica. Por eso en estas líneas nos dedicamos a desmenuzar cuáles son estos moti-

vos que la hacen históricamente importante y sus implicancias en el desarrollo posterior del movimiento cooperativo.

caminos recorridos

ooperativas pre-rochdalea-nas fuera de InglaterraAdemás de la masividad del

movimiento cooperativo primigenio de las islas británicas, en otros luga-res de Europa Occidental comenza-ron a surgir experiencias similares. El francés Philippe Buchez fundó en 1831 una sociedad cooperativa de ebanistas y creó una publicación, L’Européen, que fue luego el órgano de los cooperativistas franceses. Por estos mismos años, los tejedores de Lyon, que poco después protagoni-zaron una de las primeras revueltas obreras, se organizaron también en sociedades cooperativas de consu-mo. Pierre–Joseph Proudhon, uno de los primeros teóricos del anar-quismo, propiciaba la formación de cooperativas dentro de su esquema de federaciones de comunidades y asociaciones de ayuda mutua, para lo cual planteaba el desarrollo de un sistema de créditos gratuitos que llevarían el capital necesario para el funcionamiento cooperati-vo. Proudhon se opuso totalmente a la idea de otro socialista francés, Louis Blanc, que impulsaba la for-mación de empresas estatales (los “Talleres nacionales”), que luego serían cedidas a las cooperativas de sus trabajadores. Louis Blanc inten-tó llevar a la práctica sus ideas en el breve gobierno republicano surgido de la Revolución de 1848, del cual participó como ministro. Sin embar-

go, los Talleres nacionales surgidos de ese intento fueron simplemente un lugar de contención laboral de los obreros sin empleo y terminaron desarmados luego de pasada la cri-sis revolucionaria. También en otros países como Bél-gica, Alemania, Dinamarca y España se formaron Cooperativas pre-roch-daleanas.

Es en Alemania y en la Francia de Napoleón III donde corrientes gu-bernamentales e ideólogos alejados del movimiento obrero empiezan a ver que las cooperativas tenían una faceta de moderación política que podía ser explotada en su favor, al tiempo que podían ser vistas como “escuelas” de práctica empresaria para cierta porción de los trabajado-res. El alemán Víctor Huber, católico y reaccionario, entendió a las coope-rativas como un modo de solucionar el problema del conflicto social de acuerdo a preceptos religiosos y de paz social.

El movimiento obrero inglés y los pioneros de RochdaleVolviendo a Inglaterra, una vez de-rrotado el movimiento obrero de 1834 y su sucesor –el movimiento de la Carta del Pueblo (los “cartistas”), aun más poderoso y masivo aunque de objetivos más focalizados hacia la reforma política–, la situación de la clase trabajadora se debilita y el movimiento cooperativo empieza a asumir el carácter que le adjudica el éxito de la cooperativa de los llama-dos Pioneros de Rochdale. En 1852

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se sanciona en Inglaterra la primera ley de cooperativas, que da una base legal a las sociedades obreras. Esta legalidad, sin embargo, más que fruto de una lucha del movimiento obrero cooperativista, fue producto de la percepción del gobierno inglés de la época de que el grueso de las cooperativas era semejante a las de los Pioneros de Rochdale, coopera-tivas de consumo distanciadas de lo más combativo de los sindicatos.¿En qué se basó el éxito de la coo-perativa de Rochdale, entonces, y por qué se convirtió en un modelo cooperativo? Muchos de sus 28 miembros origi-nales eran antiguos owenistas, que incluso habían participado del movi-miento obrero que había sido derro-tado años antes. En los fundamen-tos de su proyecto había alusiones a la fundación de comunidades y a la ayuda a otros trabajadores para la formación de sus cooperativas, buscando el establecimiento de una sociedad basada en la cooperación y la ayuda mutuas. En lo que indudablemente tuvie-ron éxito los rochdaleanos es en la formulación de los célebres “prin-cipios”, que le dieron una sencilla pero efectiva lógica al funciona-miento de las cooperativas, aunque lo suficientemente amplios y poco precisos como para permitir una enorme variabilidad en las formas que adopta efectivamente la orga-

nización. Al ser propuestos además para emprendimientos vinculados al consumo y al ahorro, los problemas más complejos que enfrenta una cooperativa de producción quedan enmarcados dentro del paraguas de los “principios”, pero de ningu-na manera resueltos por ellos. Pero es lógico –y lícito reconocer– que, dado que los “Pioneros” formaron una cooperativa de consumo y no de producción, no fuera la organización productiva autogestionaría un pro-blema que debieron afrontar.

Los principios de Rochdale son los siguientes: • Libre adhesión y libre retiro.• Control democrático.• Neutralidad política, racial y re-

ligiosa.• Ventas al contado.• Devolución de excedentes.• Interés limitado sobre el capital.• Educación continua.

Está claro que la mayoría de estos “principios” –sino todos– ya había sido puesta en práctica en forma parcial o total por experiencias an-teriores, aunque nunca formuladas

en conjunto y tan claramente. Al-gunos, como la devolución de los excedentes a los asociados o el inte-rés limitado sobre el capital, fueron desarrollados explícitamente con bastante anticipación. Se nota ade-más, en el punto sobre las ventas al contado, la influencia del carácter de consumo de la cooperativa de Roch-dale –como el de la mayoría de las que la antecedieron–, que lo denota claramente y cuya trascendencia es escasa para el caso de cooperativas de producción.

Los principios cooperativos y la autogestiónLo más destacable de esta formula-ción es la norma de “control demo-crático”, que se traduce en el funda-mento de toda cooperativa en que es la participación personal la que se tiene en cuenta y no el tamaño del capital accionario; la gran diferencia entre la cooperativa y la sociedad anónima. El control de la coopera-tiva y de sus órganos decisorios es ejercido en la asamblea de socios donde cada uno de sus miembros cuenta con un voto, independiente-mente del capital que haya aportado a la cooperativa y de las tareas que realiza. Es decir, todos los asociados tienen el mismo poder de decisión. Resulta importante para el análisis de las cooperativas desde el punto de vista de la autogestión tener en cuenta que ese control democrático

Dado que los Pioneros formaron una cooperativa de consumo,

la organización productiva autogestionaría no era un

problema que debieron afrontar

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Son destacables los logros que ha tenido esta variante

del inicial movimiento cooperativista, actualmente

hegemónico... Por el contrario, la tradición revolucionaria despreció sus conquistas

no significa necesariamente que los socios –y por lo tanto, los poseedo-res del voto– sean los trabajadores. De los principios cooperativos, tanto los originarios de Rochdale como los actuales reconocidos por la Alianza Cooperativa Internacional, no se desprende que trabajadores y socios sean necesariamente el mismo suje-to. Es decir, una cooperativa puede mantener principios democráticos e igualitarios entre los socios, pero nada impide que los socios, o la em-presa cooperativa, contraten a su vez a otros trabajadores como asala-riados. Esto quizá no sea demasiado importante en cooperativas de con-sumo, pues no se trata de empresas dedicadas a la esfera productiva, pero es fundamental en las coope-rativas de producción o en otro tipo de cooperativas donde se necesita mano de obra. Por eso, los principios de Rochdale no aseguran plenamen-te las características autogestiona-rias de las cooperativas. Además, el perfil poco comprometi-do con las luchas políticas de la clase obrera de su tiempo queda especial-mente reflejado en la exigencia de la neutralidad política. Resultó un claro abandono de las tácticas y posicio-nes que hasta ese momento habían impregnado el movimiento de los

trabajadores británicos y, al mismo tiempo, un punto para ser contado a favor en la consideración de los gobiernos de la época (y también de los posteriores). La cooperativa de Rochdale, enton-ces, es un punto de inflexión en la historia del cooperativismo. La pri-macía del modelo de los Pioneros se yuxtapone con un período de reflujo de las luchas obreras inglesas des-pués de la derrota definitiva de los cartistas. Una etapa de escasa activi-dad sindical, reorganización y discu-sión siguió al fracaso del movimien-to de la Carta del Pueblo. Es en ese contexto que se sitúa la aparición de una cooperativa que, si bien tiene raíces en el período de lucha previo, baja ostensiblemente la radicalidad de sus propósitos con respecto a aquellas surgidas en momentos de mayor combatividad. La estrategia primaria de unir la for-mación de empresas colectivas de

trabajadores con la lucha del movi-miento sindical, y luego de los mo-vimientos radicales que empezaban a organizarse a continuación de las revoluciones europeas de 1848, co-menzó a ser reemplazada por el ob-jetivo más básico de hacer coopera-tivas eficientes pero toleradas por el sistema vigente, incluso desde la le-gislación. Son destacables los logros que en ese sentido ha tenido esta variante del inicial movimiento coo-perativista, actualmente hegemóni-co. Muy por el contrario, la tradición revolucionaria ha sido por lo general excesivamente dura con estas co-rrientes por su alineación o identifi-cación con posturas reformistas y en general despreció sus conquistas y sus experiencias de la misma forma que hoy existen quienes analizan las luchas actuales desde abstraccio-nes teóricas que menosprecian los logros enormes de los trabajadores que construyen empresas autoges-tionadas en situaciones de absoluta vulnerabilidad. Lo que sí queremos señalar es el hecho habitualmente soslayado o ignorado de que esta línea de acción implicó una elección política, en su momento cuestio-nada y que, en la actualidad, se ha naturalizado como la ortodoxia del cooperativismo.

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Cooperativa de Trabajo Imprenta Chilavert Artes Gráficas Ltda.

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a tarea urgente de hacer visible al sector de la Econo-mía Autogestionada nos debe

encontrar fortalecidos en la unidad. Las cooperativas de comunicación nucleadas en la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) conformamos una Red para empezar a recuperar espacios donde la sociedad construye su sentido co-mún. También queremos ser el canal de transmisión de las múltiples voces que encuentran su lugar en la Eco-nomía Social, ya sean trabajadores, artesanos, emprededores, pueblos originarios, grupos que construyen su identidad basados en la diversi-dad, etc. Desde la Cooperativa Perse-guidores nos sumamos activamente a esta aventura y esperamos confluir con otras experiencias de unidad similares.

Actualmente, llevamos adelante una Red de Contenidos que ya tuvo una primera cobertura conjunta y tiene muchos proyectos para el año que se inicia. Por ahora, asumimos este com-promiso las Cooperativas Comunic-car (Necochea), Sin Postre (La Plata), Buenos Tiempos (La Plata) Prisma (La Plata), Radio Gran Buenos Aires (FECOTRAUN-FV), Marejada (Mar del Plata), Perseguidores (CABA), Coopar (CABA), La Maqueta (La Plata) y los equipos de Prensa de FECOOTRA, FACTA, FECOOTRAUN-FV, FECOOA-PORT (todos en la CNCT).

Red de Cooperativas de la Comunicación

Canal: reddecontenidoscoop

RED DE CONTENIDOSDE LA CONFEDERACIÓN NACIONAL

DE COOPERATIVAS DE TRABAJO

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La lucha por el oficio y el trabajo

n su sede de Laferrere, la Cooperativa de trabajo Tecnograf entregó Diplomas

de Capacitación Laboral del sector Metal-mécanico, con las especialidades de Tornería Mecánica, Fresa, Soldadura y Mecánico de Maquinas y Herramientas.

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FOTOS: JAIME GALEANO