aspectos ceremoniales del antiguo peru

8/3/2019 Aspectos Ceremoniales Del Antiguo Peru

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Mircea Eliade (1959), discute a su vez, el concepto de { (h omu s r el ig io su s como una situacionex.istencial expresada en una reflexion especial del mundo, Para Bade (1 95 9, 2 1) existen espa-cia; sagrados y no-saqrados que marcan una oposicion entre la realidad absolute versus lairrealidad del vasto universe circundante. Fbr eso, un lugar sagrado pennite comunicarse conbs dioses, Un templo, entonces, constituye una abertura hacia el firmarnento y asegura lacomunicaci6n can el rnundo de los diosos (ibidem, 26). B autor afiade, qU2 existe un tiernposagrado y Wl ticmpo profano, a pesar que ambos constituyen una solueion de continuidad(ibidem,68). El tiempo sagrado, dice Bade: aparece bajo el aspecto paradojico de W1 tiempocircular, reversible y recobrable, una suerte de presente mitico que peri6dicamente se reintegrapor medio de rite s (ibid em , 7 0).Bade (ibidem, 167) es pues enfa tico al reiterar que se vive simultanearnente en dos pianos: 1 2 1 delcosmos 0de lo s dioses y 1 2 1 del mundo que observamos y sentimos.Del mismo modo que Durkheim y Lowie reconocen que puede ser problematico definir religion,numerosos investigadores, entre ella; Luis Millones y Yoshio Onuki (1993,9) admiten que estetema es d if lc il de abordar, pero al mismo tiempo inevitable, toda vez que 1 2 1 ceremonialismo esun hecho palpable en la s sociedades a nd i nas , hoy y en 1 2 1 pasado. De otro lado, ambas preocu-paciones por examinar bsobrenatural, la Hamada superestructi .ra religiosa e ideolegica, sonobjetivos cornunes de disciplines afinas, sea historia, etnohistoria, antropoloqia, 0arquaoloqia,la s cualesse han dedicado por muchas afios a estudiar la cuestion ceremonial y su Significado enlas culturas del pasado. MiHones y Onuki (ibidem) revdan esa intcncion al congregartrabaja;concernienies con 1 2 1 momento actual y]a persistencia de patrones religiosos y festividades que sepractican en cliversos pueblos de nuestro territorio. Cieriamente, toda aproximacion que se pro-pone congregar esfue= de varies disciplinespare mejorar 1a caudad de los anblisisy las inler-pretaciones es relevante para 1 2 1 conocimiento. Fbr eso, Joyce Marcus y el suscrito sefialabarnospor ejemplo que: La ventaja de la etnohistona reside en el bache que permite a menudoelaborar detalladas reconstrucciones sincronicas inc1uyenda la intcrrelacion de mWtiplesfadores;en cambio la capacidad de la arqueologfa reside en el hecho que provee recorstrucciones ytransformaciones de caracter diacronico eny entre sociedades (NlARCUS y SILVA: 1988, 33).Sostenfamos asimismo que: . . . Es siempre m a s revelador cuando los datos arqueologicos yetnohistoricos se contradicen entre si, Dicho conflicto es una invitacion para iniciar serios trabajosde investigacior (ibidem},Lo manifestado es tambien una preocupacion de Millones y Onuki (op.cit., 9) quienes aseveranque: Las disciplines convocadas: arq ueologia, antro]Xllogia y etnohistoria, arrastran como suyasuna especializacion que hemos tratado de combatir con el dialogo abierto,Esta perspectiva difiere de la s ofrecidas por otras publicaciones sabre el ceremonialismo en Ame -rica prehispanica, especialmente para los Andes. Me refierc a las obras sobre Chavin, el culto alfelino, los olmecas, arquitectura temprana, las cuales son relevanies por la informacion propor-cionada, pero tienden a particularizar puss 5e refieren principalmente a una etapa que losarque6logos llamamos puntualmente Formative, 0era de formacion de Senorios 0JefaturasReligiosas en los Andes (SILVA: 1993).

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Tomando en cuenta estes preceptos examinare concisamente el aspecto ceremonial yr i tual en elterritorio peruano, con enfasis en el Periodo Formativo. No se pretende agotar el debate a todaslas investigaciones roalizadas hasta cl momenta, ni mucho menos resolver la s interrogantes entorno a este tema. Unicamente ofrecernos ill)coniunto de rdlexiones can el animo de expbrar elcontenido reli.giosomas alia de sus componentes fsicos.Ceremoniolismo en 1 0 epocn Formntivu.En terrniros de antiquedad este periodo se ubica para elcaso deksAndes Centrales, besicamen-te cl territorio peruano, en los2,000 anos antes de Cristo, y en termmos de evoluci6n cultural.vuelvo a reiterar, prefiero tipiticarlo como una expetiencia pristine cuyes restos materiales nosinducen a situarla en un nivel socio-politko cuyas caracteristicas se insertan enill) tipo de socie-dad comparable a los seriorios a jefaturas religiosas en los Andes.Scott Raymond (en MIUnNES y ONUKI: 1993J, como resultado de su aproxirnacion a lascuestiones ceremoniales de este periodo en Ecuador, admire que existen dificultades para estu-diar este aspecto pues rnucros ritos pueden emplear objetos no especiales que tienen furcionesutilitariasen otros contextcs, a porque un acto ceremonial no deja vestigios elocuentes 0 estanmezclados con objetos que cumplieron funciones no religicsas (ibidem, 25). Fbr ejemplo, la sfigurinas de arr:illay piedra de la culture Valdivia aparecen tanto en bs templ= como en lasviviendas (ibidem, 37) . .Asirnismo,losgrandes ceramics a tazones fueron empleados sirnutanea-mente en contextos religiesesy profanos.Las observaciones de Raymond son pertinentes en la medida que la calidad de la informaci6ndebe evaluarse constantemente, pues no siempre ill)objeto raro 0ex6tico tiene contenido ritual.Sin embargo, no esta dames recorder queen RealAlto, ill)sitioformativo que antecede a Valdivia,Lathrap, Marcos y Zeidler (1977) recuperaron una trompcta de caracolo pututo en ill) indiscuti-ble contexte ceremonial. Como se sabe, el contenido simbolico de este molusco, identificadocomo alimento de los dioses, se extendi6 a 10largo de la zona occidental de America del Sur,hasta tiempos mcdernos. Fbrotro lado, Kent Flannery (1976) y Robert Drennan (1976) tratarones t r~


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rroll6 en la siena. Esa forma circular es semejante a bidentificado en Monte Grande (Jequetepeque) .. ! . Q u e signific.an pera el entendimiento de 1


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denomina Pandanche A, asi como can losrneteriales de Utcubamba estudiedos por R. Shady, YwtinmlIl.mie jAJf Q. Olivera (1999) .

Un sitio que ha sido espedalmente investigado por Eiera, es Puemape, San P e c : I r o de Uoc (vallede Cupisnique), entre losvalles de Chicama y Jequetepeqoa (Pacasmayo, La Ubertad). Caberesaltar en este contexte eIhallazgo de un ceram io lIamado el coniorsioni.


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elsistema religioso de lafase anterior. Posiblemente esos cambios fueron provocados tambien porconflictos internos surgidos para controlar laprcx:lucci6nagro-pastoril. EItrabajo de Seki nos invitaportanto a examinar en profwrlidad la s f a s e s finalesdel Formative, pu2Sel abardoro de loscenirosceremoniales en dichos momentos es un fen6meno generalizado en losAndes Centrales.Los estudios de Ry= Matsumoto proponen tambien cambios en la estructura ideol6gica yreligiosade la sociedad en Cajamarca, desde el Formative hasta el Periodo de Desarrollos Hegio-nales. Matsumoto postula que la fase Huacaloma Temprano corresponde al surgimiento deltempk-comunidad en el valle de Cajamarca, el cual se hallaba relacionado a la tradicionKotosh, pues su templo tfpico fue un recinto con fagon central. En otras palabras, numerosascomunidades de Cejamarca, Ancash y Huanoco (a los que quiza debemos agregar algunos~ de Casma por los hallazgos de 1. y S. Fbzorski) compartieron pan-ones ideol6gicos yreligiosossemejantes.Esos patrones continuaron en la fase 'Iardia de Huacaloma, am cuando pueden observarsenuevos elementos arquitactonicos, En ofccto, al finalde csta fase el patron ternplo-corn unidedse engrandece por la construcci6n de varios edificios que se asocian a concepciones religiosasvinculadas con dioses felfnicosy que se extendieron por unvasto territorio, incIuyendo Chavin deHuantar,Sin emuorgo, eslos patrones se abandonan en lafase Layz6n pues no salamente se destruyen lostemplos, sino tarnbiense introduce laceramica policroma de Cajamarca. Matsumoto hace hinca-pie en loscambios socio-politicosque se generan paralelarncnte, tcda vez que a partir de LeyzonI a tendencia se orientara a la regionalizacion y el relativo ~islamiento del desarrollo de Cajamarca,pues aunque se notan muchas semejanzas con asentamientos del valle de Moche, loscajamarquinos optaron por su propio destino.Yasutake Kato, por su parte, propene otras novedades a base de los resultados obtenidos enKurtur Wasi. Los intcnsos trabajos de campo en este templo revelan no sola mente una cronolo-gla para ~1sitio, sino tambien proporcionan mayor informacion sobre lospatroncs funcrenos delos seriorios religiosos del Periodo Formative. Kato hace notar que en la fase Idolo (910 a.c.)hubo edificaciones que fueron cubiertas 0 destruidas por los constructores del temple de KuriturWasi (fase KunturWasi), posiblemente como consecuencia de cambios en losplanes ideol6gicos.Esta fase se relaciona tambien al usa de una caramica que segun Kato denfa cierta mlacian conlas culturos CDS:enas tuTTlO Cupisnique (en MIllONES y ONUKI: op.cit., 206). Sin embargo,existen tarnbien similitudes con alfareria tardia de Chavin de Huantar, llamada estiloRocas por LLumbreras, 0Janabarriu por R . Burger. Las subsiguientes fases : Sangal, Cora y Sotera, sevinculan a expresiones tardfas que de modo general se denominan blanco sabre rojo, Deboresaltar el hecho que Kato es cauteloso al correlacionar costa norte y Kuntur Wasi puesto que losdatos aun son escasos, por talraz6n kato asevera que es lndispersable profwidizar losestudioscomparatives entre Cupisnique y Kuntur Wasi. No obstante debemos resaltar las semejanzasentre costeros y serranos de la costa norte, reconocidas por la MisionJaponesa en elpropio sitiode Kuntur Wasi no solamente por la ocurrencia de ceramics y piezas de oro en neto estiloCupisnique, sino tarnhsin ror e1haUaz!]ode un racinto circular semi-hunclido en la plataformasuperiordelcitado templo (ONUKIy KATO:1993) . Esteclisefuarquitectonicosucgiria originalrrienteen la costa y su adopci6n en centros ceremoniales del status de KunturWasi yChavin de Huanter

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demanda mas de una respuesta.Las investigaciones de Y Onuki, R. Burger, L SalazaryT. FL\iii(en MIU.oNES yONUKI: 1993),comparten igualmente intereses comunes pero de otro tinte. Yoshio Onuki manifiesta que unode los problemas que requiere debida atancion es la crcnologia y afirma que a pesar que Ia ctapaFormativa ha sido estudiada extensivamente en divcrsos lugares de los Andes, es poco 10que seha avanzado encuanto se refiere a la antigliedad de ks centres ceremoniales. Tomando encuenta sus experiencias en Cajamarca, advierte que no debemos tomar aisladamente lo s fecha-dos pues los prcx:esosde trarsforrnacion y enterramiento de lostemplos de esa e p o c a [acilmentaremueven contextos primaries convirtiendoks en contextos secundarios. Yoshio Onuki tam-bien nos haec notal' que la s fechas son inexistentes en Ia costa norte luego del estilo Cupisnique.Sobre este aparece el Salinar producierdose segUn el citado autor W1vacio de informacion", esdecir, el


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femeninas. Esta escu l tu ra M ic a fu e descuberta por J.C . Teno y la d en om in o' B f1 70 n dehino a sucaprichosa forma natural que como un cuehillo mmcrso se incrusta en el c entro de una ga lena depasad izos angos to s en form a de cruz. Aleanza 4.53 m etros de alto y J .e . Tello planteo que setra ta ba d e a divinldad principal deitemplo v ie jo d e Ch ev in d e Hienter, r esel tando que s e trataba deuns er d er none co , a ntr opor no rfo y amenazado r, con evidente s e tr ibutos fennicos. Alminterpretarsee! limz6n en el tcmpb nuevo de C havfn , su imagen eparcce representada en plano relie ve en u nabza granitica, en acti tud de po rta r lU1m-om bus en su m an a d erecha y una b ivalva spondylus en suizquierda sugiriendo o po sic io n p orse xo , p U 2S el strombus e s mascu li no y el 0 00 ejem phr es fem eni-rnE O belisco T ello es ig uahn en te iluslrativo y lo s a ulo re s re sca ta n y re -actu alza n e l vie jo pla nta e-miento de J.e Tello quien propuso que ks cbs personejes de esta ~u1twi:l son fll8rLCIs que seoponerx el personeje A con b. estecion seca, el personeje B con las lluvies. Fue tembien descu-bierto por J.e. Tello y se trata de una pieza granitica de 2.52 metros de largo y SgUn esteinvestigador el personaja f


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Reconoce Fujii, que la labor de segJ iimiento del fclino se torna diticilpues no existe una imagencorcreta de Virecocha y al parecer lasversiones recoqidas por bs espanoles fuemn distorsionadas. T .FL[jiil asumir que Viracocha es la fuerzasubtemmea, pues precede de l a s profundidades, encuentraun r,;e.ralelocon el ritmo0movimiento de las deidades Chavfn que emergen de la s entrarias de latierra. Unaspecto que hace resaltar es la ambigDedad de l a informacion, pues mientrasque en la~I~ Meche, Nazca y Huar' e1felineaparece representado en diversos contexiDs,durante J a etapaInca nose obsarva a este personeja cou la ftecuencia deseada.Comentarios finalesLa religio:tse halla ligada a lacstructura pohtica y economic-a de lospueblos. No PS exclusiva delos Andes yes posible deteclarla formulando preguntas y tecnicas correctes de recuperacion delosdatos. Avances significativosen esta dnaccion se han bache en Mesoamerica pues, seglin K VFlannery ( lY76, 329), la religion fue un eficaz mecanismo que integra numerosos pueblos dedicha region en una gigantesca esfcra de interaccior. Joyce Marc us (1 978 ) a su vez. no 50121-mente exa.mine; comparetivamcnte l a religion Zapotcca y Maya, sino tambien propene unametodobgia p3ra acercarse a las religiones prehistoricas. E . s 8 cmalisises posiblc puesto que lardigi6n cs mas que una actividad mental" al cxpresorse a h,wes de objetos, rites y lugaresespecificos para su ejecLicion. Fn p] mundo andino las prirncras evidcmcias sobre cuostionesrituales y ceremoniales retrcx:eden a Ia ctapa cazadora-recolectora expresadas fOr p i entiQrmcuidadoso y elaborado de nifios en lascuevas de Lauriccx:ha [Huanuco]. Es posible que a partirdel Arcaico Tardio (aproximadamente hacia los 2500 a.c.) se produjcron 105primercs intentosIXX desarrollar marcos conceptuales reiigiosos, can creencias cornpertidas por varias comunida-des, y espacios especialmcnte designados para dichos fines, edemas de los objetos involucradospcre su rmlizacion. Aunque no existe mar 18rdde comprobarlo, se asume que los actos tituales sercalizaron en fechas espccialmente escogidas Q troves del afio, La ocorreocie de un tieruposagrado :,'olro profano (jphi6 pucs ser relevante para qUQlossistemas de crccncies se recreen ydifundan, En el caso del Penodo Forrnativo la construccion masiva de varias formas de cdificioscon espacios ntualzs nos induce a considerar la posible existencia de mas de un sistema decreencias que simulianeamante se desarrollaban en losAndes Centrales. El tipo de sociedad quecreo ese sistema se pereceria a lasjefaturas a senorios, can dos nivelesjcrarq uicos en su patron depcblamiento.

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