Las ravrslas cürtriDu'y'erüri á íltsLrlaiizar Élqéne rc rle crgnr:ia-frr:i;iúr y las r:-:vast<irles ai;*i,ligelas

La soledad del hombre leha llevado a crear unacolección de razasespac¡ ales impos i bles.Son /os alienígenas querepresentan el bien y elmal en la ciencia ficción.

ESDEsus primeros balbuceos, elcine de cienciaficción ha hechodelvisitante extraterrestre uno de sus protagonistas básicos, pie-dra angularde sus argumentosy representación de los miedosycomplejos que acosan al hombre, Antes de que la Ufologa regis-trara sus primeros éxitos recopilando pruebas sobre las visitas a

nuestro planeta de seres de otro mundo, el cine ya se había ocupado deesti m u lar n uestra fantasía con sus al ien ígenas de cel u loide, u na variopi ntafauna de seres rmposibles que simbolizan el bien yel malde la cienciafic-ción cinematográfica.

La soledad es posiblemente el sentimiento más opresivo que cabedarse en el ser humano. La soledad de la especie humana en un universobaldío donde hasta hace poco se sentila como únicarareza viva, excep-ción de una regla no escrita de inhabitabilidad de los planetas de la ViaLáctea, no tardó en al i mentar la i mag i nación con u n sueño q ue alternativa-mente ha llegado a convertirse en una pesadilla: la existencia de extrate-rrestres, la posi bi lidad de lejanos planetas f uera de n uestro entorno galác-tico que pudieran albergar otras formas de vida.

En los años veinte, treinta y cuarenta esta ilusión del hombre alimentóuna literatura hipócritamente denostada por la narrativa establecida, con-sideradacomo mero entretenimientoy parcamente comentadaen las re-señas de la crítica I iteraria de su época, au nq ue, eso sí, masivamente leídaen todo el mundo.

La ciencia ficción, que había nacido hacila ya mucho tiempo con losprimeros "desvaríos,, de gente como Julio Verne, que le dio auténticosignificado al calificativo «novela de anticipación» a¡1¡6¡Oundo instrumen-tos como el autogi ro, el su bmarino o los cohetes para conq u istar la Luna, oMaryW.Shelley, que con su Frankensfern creó uno de los robots másfa-mosos de la literatura, igualado únicamente por el Golem de la tradiciónjudia, recibió un nuevo y def initivo aliento vitalen las páginas amarillentasde los "Pu I p Magazi nes", I lamados así por estar i m presos en papel de pu l-payfalsamente calificados por los próceres literarios del momento como«novelas baratas".

Eltiempo ha demostrado que no había nada "barato» en estos cuen-tos deficción científica salvo su precio,lo que por otra parte contribuyó asunotable popularidad.

Gentes hoy consideradas como clásicos de la talla de H.G.Wells,H. P. Lovecraft, Robert E. Howard, CIark Ashton Smith, Edmond Ha-milton, Robert Bloch, Arthur C.Clarke, S.G.Weinbaum, Edgar RiceBurroughs, Robert A. Heinlein, lsaac Asimov o el mismo TennesseeWilliams, debutaron en las páginas flsl «pulp» en revistas como "WeirdTales", "Wonder Stories", "Amazing Stories" o "Astouding Science Fic-tion". Sus historias, plenas de imaginación, premoniciones y alguna queotra nota cientff ica, d ieron vida a cientos de i I usiones privadas y colectivas,hablaron del miedo al fi n del m undo, de la conq u ista del espacio, y crearonuna lucida aunque no siempre lúcida fauna extraterrestre en la que la es-pecie humana pudo mirarse como en un espejo distorsionado de susvir-tudes y defectos.

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En una introducción a laantologíade relatosfantásticosde S, G.Wein-baum, lsaac Asimov reseñaba la existencia de tres autores que en mediosiglo de historia de las revistas de ciencia ficción estallaron como una es-trella nova marcando las coordenadas futuras del género. El primero fueEdward ElmerSmith, qqe debutó con el relalo Laalondradelespacioenla revista "Amazing Sto1ies". El segundo fue Stanley G.Weinbaum, queapareció en 1 934 en "Wonder Stories" con el cuento titulado Unaodiseamarc¡anA y el tercero fue Robert A. Heinlein, que debutó en 1 939 en «As-touding Science Fiction" con el relalo Life-LLne. Los tres, pero muy espe-cialmente Weinbaum y Heinlein, contribuyeron al desarrollo de la cienciaficción literaria aportando una nutrida legión de alien(2enas a la mitologíade las fantasilas cientrficas.

Laaportación de StanleyG.Weinbaum llegó cuando elgénero estabaa punto de convertirse en mero entretenimiento rnfantily juvenil, y ayudó adarle carta de identidad propia a la figura del extraterrestre, protagonistahabitual de sus historias sobre odiseas galácticasy héroes a caballo entrela cienciay la aventura. En palabras de Asimov, las criaturas anteriores a lafauna alienígena de Weinbaum eran "un lugar común, caricaturas, som-bras, burlas de lavida (...) humanoides o monstruos que servían sólo paradar relieve al héroe, paraseruir como unaamenazao un medio de rescate,para ser buenos o malos en términos estrtctamente humanos, pero nun-ca para ser algo por sí mismos, independientes del género humano.Weinbaum fue el primero que creó extraterrestresquetenían susproprasrazones para exisitir. Hizo también algo más que eso: creó ecologías consentido".

En los tiempos de gloria lsl «pulp», uno de los editores-estrella,Campbel! Black, peda a sus colaboradores: "Escribidme un cuento so-

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En /os años 20, 3A y 40floreció una forma derelato corto en los "PulFMagazinss", dondedebutaron autores comoAsimov, Heinlein,Weinbaum, Bloch yIennessee Williams.

bre un organismo que piense tan bien como un hombre, pero no comoun hombre», y según autorizados testigos de la época, Weinbaum fue elúnrco autor capazde satisfacer este deseo. Su imitación extraterrestre deu na especie de avestruz a la q ue bautizó Twe el en Una odisea marcianaysu planta i ntel i gente Oscar en Lotóf agos, pueden ser citados como los pri-meros alienÍgenas con personalidad propia en la ciencia ficción literaria.

RobertA, Heinlein también ha contribuido activamente a incrementarlas legiones extraterrestres con sus criaturas de pesadilla en dos novelasbásicas para los af icionados al género: Amos de üteres y Tropas del espa-clo. En la primera elautor describe a unos invasores hostiles que llegan alaTierrayactúan como parásitos injertándose en losseres humanos, quetienen q ue recu rri r al pi ntoresco método de practicar el n ud ismo para des-cubrir a sus congéneres utilizados como huéspedes por los extraterres-tres. La novela no es sino una fábula ambientada en el año2007, que re-cuerda temas como el colaboracronismo durante la segunda guerramundial, la guerraf ra o el mredo a los espías inf iltrados, que se posesionóde la América de los años ci ncuenta d u rante la oscu ra época de la "cazade brujas" propiciada por el «exceso de celo" del senadorJoseph Mac-Carthy. Heinlein mezcló las tÍpicas novelas de aventuras, espionaje y ac-ción con una trama de ciencia f icción que ha servido como base inicial apelículas como/nvasoresde Marteo La tnvasión de los ladronesde cuer-pos.

EnTropas del espacio el enemigo es aún más terrorrfico, una especieperdida en el espacio que se enfrenta a la tecnologÍa bélica humana enuna novela que inevitablemente recuerda la pesadilla de Vietnam. LasChinches son una suerte de insectos de tamaño respetable capaces depensar y organizarse en una sociedad tipo colmena, y sin duda han inspi-rado la seg u nda parte de Al i en, Al i e n s : el reg reso,e n la q ue James Came-ron enfrentó a sus propios marines coloniales contra un ejército de vora-ces extraterrestres muy similar al enemigo descrito por Heinlein.

También HerbertGeorge Wells, innovador de la literatura de fantasiaque comparte con Julio Verne la categoria de "anticipador" en novelascomo La m áq u i n a d e I ti em po, La i sl a del Docto r Mo reau (u na premon iciónde los juegos con la genética) o El alimento de /os dioses (el prólogo per-fecto para la preocupación por la ecologa y la contaminación ambientalque hoyesya un hecho), pusosu grano de arena en la montañade aliení-genas de ficción literaria trasplantados posteriormente al cine. El título desu relato habla por sí mismo, La guerra de /os mLtndos, y su arranque esperfecto para ilustrar este tema: "En los últimos años delsrgl/o diecinuevenadie habría creído que los asunfos humanos eran obseruados agudayatentamente por inteligencias más desarrolladas que ladel hombre,y sinembargo,tan mortales como é1..."

lntroducción obligada para los alienígenas de la fantasa cientifica, Laguerrade losmundostiene como protagonistas a los habitantes de Marte,

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a : r rr: ii;* ir:ts i:l¡:1 I ri,rri.

que después de sembrar el caos y la destrucción en nuestro atribuladoplaneta, en un presagio evidente de lo que iba a ser la segunda guerramundial, perecen aniquilados por un virus inofensivo para la especie hu-mana pero mortal para el metabol ismo de los i nvasores. Es u n f i nal no exen-to de justicia poética.

Los marcianos de Wells no eran, sin embargo, los únicos en asomarsus peculiaridadesfisicas en los relatos de fantasila. También Edgar RiceBurroughs, creador del mitico Tarzán de /os mQnos, decidió dar su parti-cular y poco probable versión de los habitantes de Marte en una novelaque sé convirtió en sagaytituló Unaprincesade Marte, cuyo protagonistaera un aventurero de marcadas caracterrstiCaS tarzanescas bautizadoJohn Carter y escapado de la Guerra de Secesión de los Estados Unidos.Lo más curioso de lafauna alienígena diseñada por Burroughs para susrelatos es que en tanto que las «marcianas» aparecían como mujeres defísico perfecto e incomparable, digno de las damiselas más bellas denuestio planeta, sus congéneres masculinos adoptaban todas lasformasbestiales propias de las criaturas inferiores, llegando a presentar notablessemejanzas bon los gonlas selváticos que tanto éxito proporcionaron alautor a través 6sl «Re! de los monos».

M uy próxi ma a las baracterísticas narrativas del u n iverso I iterario de Si r

Edgar Rice, la autora norteamericana Leigh Brackett, que como tantasotrás narradoras hubo de ocultar tnicialmente el hecho de ser una mujerparatriu nfar en u n género absu rdamente pensado como coto privado pa-i'a talentos literarioé masculinos, recrea su propia fauna imaginaria en lasaga de Skaith, compuesta por las novelas Laestrellaescarlat4l. o¡fe-rrosdeSkaithy Piratasdeskaith cuyo protagonista es el mercenario inter-galáctico Eric ioh n Stark, u na especie de mezcla entre los dos personajesmás populares de Burroughs: f arzán y John Carter.

Como Carter, Starkviaja a otro planeta salvaje, Skaith, para encontrar-se con todo tipo de seres organizados en tribus semisalvajes a las que de-berá conquistar para restablecer lapaz.Como Tarzán, Stark es un salvajecapazde ganarse la confianza de las cnaturas más escalofriantes del lu-gai, los Perros de Skaith, capaces de transmitir por telepatía una ola de

Robert A. Heinlein,Stanley G. Weinbaum YH.G. Wells son /osprincipalss «Padres» dela literatura sobrealienígenas, seres a /osoue dotaron defiersonatidad pro7ia.

Alex Raymond fue elprimer dibujante gue seocup ó en crear unazoología alienígena en elcomic con su serie sobreuFlash Gordon,,trasladada luego al cine yla televisión.

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Miedo que mata asus enemigos.lmitandoal reyde los monos, Stark luchacon el perro llamado Colmillos porel lideratode lacamada,ytrasvencerleordena a los perros que le sigan en múltiples aventuras y batallas.

lgualmente variopinta en su bestiario alienígena es la saga de JackVancetituladaCiclodeTschai, en la que se nos presentan todotipo de ex-traterrestres con personalidad propia, o el relato de otro émulo de Bu-rroughs, Hal Clement, que en su novela Cerca del punto crítico narra elencuentro de los hombres del futuro con una lejana raza de primitivosalienígenas en un planeta selvático y tropical.

En una línea más próximaa RobertHeinlein hayque citaraJoe Halde-man, veterano de Vietnam q ue en La guerra intermtnable vuelve sobre lahipótesis expuesta en Iropas del espacio, enfrentando a los ejércitos delhombre delfuturo con una especie alienígena bautizada como Taurinos.Es u n conf i cto bél ico i nterm i nable desarrol lado a través de viajes espacio-temporales. En símisma, la novela no es sino una ácida crrtica contra laguerra de Vietnam, trasladada anecdóticamente alfuturo, y es imprescin-dible contemplarla desde la perspectiva de una doble lectura que apare-cetambién en otra novela del mismo autor, Puente mental, donde lossol-dados protagonistas se enfrentan a una especie extraterrestre con pode-res telepáticos.

Viajando en las alas de lafantasia épica, Larry Niven se asomó al es-pacio exterior, a otro sistema solar, para visitar el Mundo anillo en la noveladel mismotrtuloyen su secuela, Los rngenieros del mundo anillo,que hanejercido poderosa lnf luencia en Laguerra de lagalaxias de George Lucasy aportan al zoológ ico al ien i ge na criatu ras como los Titerotes de Pierson olos salvajes Kzin de garras afiladas, en los que se inspira el mono Chew-bacca de la triloga cinematográfica de George Lucas.

Dos años después de la publicación de Mundo antllo, en 1970, vio laluz Alas en la noche, de Robert Silverberg, q ue narra la od isea de Rom, laRoma delfuturo, habitada por mutantes, una especie de parias rechaza-dos,y gremios con distintas funciones sociales entre los que destacan losVi g i lantes, e I e g i d os pa ra p reve n i ala r azahum an a d e la amenazaextrate-rrestre contenida en una antigua profecía.

Esta I ista no estaría com pleta si n la aproxi mación más jocosa y d iverti-d a d e la I ite ratu ra a I a f au n a extrate rrestre : Ma rc i an o vete a casa,d e FredricBrown. Publicada en 1955, esta novela es una sátira del género escritapor un habitual de la ciencia ficción y la novela negra. Su piotagonista es

precisamente un autor de novela de fantasía que vive_con.estupor la inva-sión alienígenafechada eljueves 26 de marzo de 1 964, día en quelarazahumana sé enfrenta a unos peligrosos seres de otro mundo llegados anuestro planeta para reírse de la especie humana a costa de sangrientasbromas propias de los d uendeci llos i rlandeses. La od isea del protagon is-ta recuerda Laguerrade los mundosdeWells narradaen clave de humornegro.

El primer testimonio de vida extraterrestre reflejado en la ficciÓn cine-matográfica se remonta a la etapa del cine mudo, uno de cuyos principa-les pioneros, elfrancés George Méliés, reconocido como impulsor inicialdelgénerofantástico, retrató con uno de sustrucos a unaextrañae imposi-ble éspecie de selenitas más próximos a los cuentos infantiles que a iaf i9-ción cientrf lca. Hoy sabemos q ue no hay habitantes en la Lu na, pero Méliésse inventó su propia razaalienígena en 1 902 con motivo de suViaie alaLu-na, unaodisea espacial levemente inspirada en la novela de Julio Verne.

Años mástarde, en 1 908, una comedia vuelve sobre elvisitante aliení-genacon Whenthe man inthe moon seeksawife,que pronto serasecun-dada por otra humorada, A message from mars, de I 91 3, en la que unalien pintoresco visita nuestro planeta procedente de Marte.

Tras estas prrmeras y tímidas aproximaciones al fenómeno alieníge-na, el cine olvidó durante casi una década a los visitantes de otros plane-tas, hasta que los seriales o películas por entregas volvieron a resucitar aestos personajes en sus sagas semanales o quincenales. Coetáneos aléxito del comic, los seriales heredaron la técnica del "continu¿¡a» párámantener la expectación entre un público propicio a evadirse con lasaventuras imposibles de sus héroes favoritos. "Flash Gordon" Y "BuckRogers,, dos aventureros deltebeo, saltaron a la pantalla grande con losserales, que transcribieron al celuloide sus aventuras en Marte, MongqoSaturno, y sus encuentros con los "Hombres-Halcón", los "Hombres-Ti-burón,, lós perros humanotdes y toda la gama de alienígenas que cabíaencontrar en sus odiseas de papel.

El francés George Méliésfue el primero en llevarlos extraterrestres al cinecon sus se/enifas de

"Viaje a la Luna»,en1919.

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En los años 30 y 40 lossera/es constituyen laúnica aproximacióncinematográfica a lafauna alienígena. En 1950modestas produccionesde serie B tomaron elrelevo, inaugurando laépoca dorada delgénero.

A lo largo de dos décadas, en los años 30 y 40, los seriales constituye-ron la únicaaproximación fantástica a lafaunaalienígena. En 1 950las mo-destas producciones de serie B tomaron el relevo del género llevándolo asu época dorada.

El nacimiento de latelevisión fue un duro golpe para los industriales ct-nematográficos, que vieron en el nuevo medio un competidortemible. Laconsigna f ue entonces atraer al público al cine por cualquier medio, y co-mo consecuencia de ello nacieron las superproducciones de elevadopresupuesto, reparto brillante y pantalla gigante, y una saludable produc-ción de títulos que tenilan como principal arma de caraa la televisión susefectos especiales. Hoy algunas de ellas pueden parecernos rudimenta-rias, pero la mayora conservan su en canto cie ce I u loide añejo, q ue no ran-cro.

Además de combatir el impacto comercial de latelevisión como mer-cado alternativo de ocio, las modestas películas de serie B fueron un ref le-jo del ambiente social imperante en ese momento en los Estados Unidos.Tensión pol itica, g ue rra f ría entre los bloq ues, psicosis de q u i ntacol u m n is-mo, espionaje e infi ltración del enem i go «comunista" en la sociedad ame-ricana y un ambicioso programa espacial desarrollado a marchasforza-das en los Estados Un idos para adelantarse a la Un ión Soviética en la con-quista del espacio, alimentaron la imaginación de los guionistas cinema-tográficos.

En 1 950George PaldirigeDesfrn o,laLuna,adaptación de una novelade Robert Heinlein que situaba a los nazis en una base lunar. Heinlein nohizo sino reflejar una idea muy extendida que se prestaba a una doble in-terpretación. En los pasillos de la Casa Blanca y el Pentágono, máximosexponentes del poder en los Estados Unidos, se había extendido la espe-cie de que los OVNIS, que habían empezado a cobrar protagonismo co-mo fenómeno inexplicable, podrían estar utilizando la Luna como basepara vi g i lar n uestro planeta. Por otra parle, los avances soviéticos en el es-pacio obligaban a los norteamericanos a librar una lucha contra eltiempopara ponerse a su altu ra. Desti n o, I a Lu n afue u na pel ícu la real ista sobre eltema, y sirvió para estrenar algunos efectos especiales que se utilizarían

«ffi§ tmrr'*r nm ti*rt* f#rry*ff" iSiii.iie iisi.l:i i¡lÉi,lr'l ¡1. i¿-t '.ia':iill til¡ i;;¡lt.;*vfi v(,.i5itil *C "tm hmfhAaj*,', i;,,[6 ff955" i:':t:l:¿l] i'i:i.i.liifl'::i i"i

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posteriormente en otras aventuras de mayor envergadura. Habila llegadoel momento de las invasiones.

La primera incursión extraterrestre a destacar es La Cosa elenigmadeotro mundo (Christian NibyyHoward Hawks,'l 951), unaescalofrian-te historia de terror en la que unos soldados norteamericanos descubrenun platillo volante en los hielos del Artico y sufren el ataque de su siniestroocu pante, u na criatu ra capazde metam orfosearse. La pe I ícu la f i nal izabacon una advertencia:iVigilad los cielos!, y su mensaje era evidente. El gru-po q ue permanece u n ido y combate en eq u ipo al enemigo vence, pero nodebe descuidarse, porque el enemigo siempre acecha. Todo un testimo-n io de la g uerraf ría al q ue sigu ió u n panf leto pacifista pleno de i ngenuidad,U lti m atú m a I a Ti e r ra (Robert Wise, 1 95 1 ). La pel ícu I a nar r a la visita de u nextraterrestre pacífico que viene a advertirnos que vamos camino del de-sastre absoluto, vía destrucción atómica. El miedo al recién descubiertopoderdelátomo,y losdestrozosen HiroshimayNagasaki, están en un se-gundo plano de esta advertencia lanzada por el policía galáctico de Ulti-mátum alaTierra, que nos presenta a su extraterrestre protagonista comouna especie de profeta.

Lacosay Ultimátum... eran las dos caras de la moneda, el extraterres-tre hostily la entidad benigna. Posteriormente el cine se decantó hacia elalienÍgeria hostilen una ola de invasiones donde destaca la adaptación deLa g ué rra d e I os m u ndos de H. G. Wel ls (Byron Haskin, 1 953), q ue OrsonWelles habila trasladado a la radio el31 de octubre de 1 938, víspera deHalloween, provocando el pánico absoluto en una audiencia que llegó acreerse realmente invadida por unaflota extraterrestre,tras la adveftenciainicialdeWelles:"...Alasochomenosveinte,horalocaLelprofesorFarrell,det Observatorio de Mount Jennings, de Chicago, lllinois, comunicabahaber observado varias explostones de gases incandescentes produci-das a intervalos regulares en el planeta Marte..."

La pesadilla duró 50 minutos, hasta que el locutor anunció elfinal delprograma, que resultó ser sólo una ficción.

La película no consiguióaterrorizar al público en la misma medida, pe-ro consiguió adaptar la novela de H. G. Wells f ielmente, y obtuvo el Oscarde su año a los meiores efectos especiales.

A esta invasión le siguió una réplica en clave onkica,lnvasoresde Mar-fe (William Cameron Menzies, 1953) donde se volvía altema de los es-pias infiltrados con unos alienígenas capaces de transformar a la pobla-ción de un puebloamericano en zombisasu servicio, un argumento simi-

Las invasionesalienígenas se/nb raron elcine en los50. Era unametáfora sobre la guerrafría, los esp/as infiltradosy el enemigo soviéticoinvisible gue setrasparentaba en elargumento de "lnvasoresde Marte» o «La, invasiónde /os ladrones deCUe-tPOS».

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En "Destino la Luna»,de 1950, George Paladapta una obra deR. Heinlein que describela conquista del espaciopor parte de los nazis.

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lar al de La i nvas i ó n d e I o s I ad ro n es d e c u e r p o s (Don Siegel, 1 956). Los rn-vasores invisrbles (1 959),Vino delespacio exterior (1953)y La invasión delos platillosvolantes (1957), completan la colección de visitantes hostilescon un mensaje de guerra fra.

f,/ás'próxima a la aventura fantástica, Retorno a la Tierra (JosephNewmann, 1 955), nos habla de un cientrfico humano reclutado para sal-var al mundo extraterrestre de Metaluna de la aniquilación total en la gue-rra planetaria contra otra especie extraterrestre. Hoyes un tltulo "de culto"entre los aficionados al género, categora que comparte con Planeta pro-hibido (Fred McLeod Wilcox, 1956) y La burbuja (lrwin S. Yeaworth,1es8).

La primera es unaadaptación libre d e LaTempestad deWilliam Sha-kespeare, en la q ue se nos descri be u na mo n u mental civi I ización extrate-rrestre exting u ida, la de los Krel l, en el planeta Altai r, cuyo d ueño y señor esel Doctor Morbius, interpretado porWalter Pidgeon.

La segunda supuso el debut como estrella protagonista de SteveMcQueen, y su éxito propició el rodaje de una secuela, Son of the Blob.Comose puedesuponer, porsu trtulo original, el alienígena invasoreraenesta ocasión una masa gelatinosa levemente inteligente empeñada endevorar todo lo que encuentra a su paso.

A mediados de los años 50 Gran Bretañatuvotambién la oportunidadde producir sus propias invasiones de ficción con un serialtelevisivo degran éxito que no tardó en estimular a una saga popular en la pantallagrande. El argumento tenía como principal protagonista a un científicoatómico, el Doctor Quatermass, y elesquema de la historia se repetía entodas las entregas: un alienígena invasor amenazaalaTierray es derrota-do por Quatermass tras una odisea de serie B en la que el doctor debe en-frentarse a la burocracia de los cientificos, políticos y militares que le ro-dean,

La productora Hammer Films, queviviósus mejorestiempos degloriarevitalizando en colores los viejos mitos de terror de la Universal, desdeFrankenstein hasta Drácula, sin olvidar a los imprescindibles hombres lo-bosy las polvorientas momias,seapresuróa llevara la pantallagrande lasaventu ras de Quatermass, q ue se in iciaron con El experimento del DocforQuatermass (ValGuest,'1 955), en laque se narrael retorno delastronauta

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Víctor Carroon a la Tierra después de un viaje espacial terminado en de-sastre. Carroon es el único superviviente yvuelve aterrorizado por su en-cuentro con una entidad que es energía pura y se nutre de sangre.

La odisea del doctor prosigue con Quatermass// ffal Guest, 1957),donde una lluvia de meteoritostransporta a laTierra una especie de inva-sores alienigenas que se adueñan de cualquierser humano que toque losfragmentos de roca. El gobierno, el ejército y los poderes fácticos estánpronto en manos alienigenasysólo el Doctor Quatermass puede parar lalnvasron.

La te rce ra e ntre ga, Q u ate r m ass an d th e P it (R oy Bake r, 1 957 ), n os h a-bla del descubrimiento de una nave extraterrestre, concretamente deMarte, en unas excavaciones. Según el relato, 5 millones de años antes,cuando la vida estaba a pu nto de exti ng u i rse en el planeta rojo, los marcia-nos llevaron acabo un experimento mezclando genéticamente simios dela Tierra con los habitantes de Marte, a fin de perpetuar su raza. Un acci-dente descubre una nave que aún contiene losfrutos de ese añeio experi-mento.

La última noticia de este curioso personaje es un serialtelevisivo inter-pretado por John Mills, Quafermass (1 979), que nos traslada a un futuropróximo en el que laTierra ha sido devastaday opera una extraña fuerzaque atrae a los jóvenes lavándoles el cerebro. Quatermass se enfrenta aestaentidad y lavence, perdiendosu vidaen la batallafinal,lo que sin dudaes un digno remate para sus aventuras.

Si el ci ne con extrate rrestres nació como reclamo o anzuelo para I levaral pú bl ico a las salas de proyección, com batiendo a la recién nacidatelevi-sión, no pasó muchotiempoantesdeque la pequeña pantallasiguiera lospasos de su hermana mayor incorporando estas curiosas criaturas de fic-ción asu fauna en miniatura. El prólogo introductorio vuelve a estara cargode losemblemáticosF/ash Gordon (1 951 ) y BuckRogers (1 950),que pro-tagon izaron dos series y abrieron cam i n o a Los i nvasores (1 967-68), e n laque los extraterrestres nos lnvadían haciéndose pasar por humanos;SfarTrek(1966-69), la odisea de la nave Enterprise en un futuro lejano; Perdt'dos en elespacio (1 965-68), con unafamilia de pioneros naúfragos de las

-l"La Cosa, el enigma deotro mundo" lanzÓ unmensaje de aviso:

"iVigilad los cielos!". éErauna advertencia sobre elpoderío soviético en elespacio?

"Ultimátum a la Tierra,,de Robert Wise, presentóal primer extraterrestreamigable, Ltn policíagaláctico cuya misión eraadvertir a nuestro planetade que va camino deldesasfre.

estrellas; Planeta de g i g antes (1 968-70), q ue como la anterior fue d i rig idapor lrwin Allen, posteriormente inspirador del género catastrofista en lapantalla grande con tÍtulos como Elcoloso en llamasy LaaventuradelPo-seidón,y notablemente inf luenciado en esta serie por los clásicos Eltncreíble hombre menguantey Doctor Cyclops;Viaje fantástico (1977);lahu'morística Mi marciano favorito (1963-65); la terrorífica UFO (1972),enlaoue la orqanización SHADO era el Cuartel General Supremo de Defensaiontra loé alienígenas; una segunda adaptación ae Buck Rogers (1 978-79)',labritánicaEspacio 1999 (1975-77),en la que aparecieron como ex-traierrestres destácados Ghristopher Lee y Peter Cushing;y la épicaGaláctica (1 978-79), odisea sobre una humanidad perdida en el espacioen permanente lucha contra el imperio Cylon que recordaba.Laguerrad.elas'galaxiasy V(1984-85), la más reciente aproximaciÓn algénero, dedi-cadá a desóribir las consecuencias de una invasión extraterrestre hostil

capitaneada por la escultural y malvada Diana, un lagarto gigantescocuyo manjar favorito son las ratas.

En la década de los 70 todo el cine sufrió una falta de originalidad eimaginación en sus planteamientos argumentales, lo que naturalmenteacabó por incidirtambién en el género fantástico, que para alimentar susproducciones hubo de recuperar a los clásicos. Asínació La invasión delos ultracuerpos (Phillip Kaufman,1978), una revisión de la película deDon Siegel, protagonizadaahorapor Donald Sutherland y Leonard Ni-moy, el MÍster Spock de la serie Star Trek; La Cosa (John Carpenter,1 982), revisión de la película de Howard Hawks y Christian Niby en la quefinalmente acaba por aparecer con mayor intensidad la influencia delAlien de Ridley Scoll; lnvasores de Marte fiobe Hooper, 1 986); Elterrorno tiene forma (Chuck Rusell, 1 9Bg), revisión de la h istoria de The Blobcon efectos especialesactualizados q ue no añaden nada nuevo a la histo-ria de esta burbuja alienígena; la saga de Sfar Trek,lrasladada de la pe-q ue ña pantal la de TV al ci n e con Star T rek : I a pel ícu I a (RobertWise, 1 980),

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con argumento de lsaac Asimov, Star Trekll: la ira de Kahn (NicholasItleyerll gB2), Star Trekllt: en busca de Spock (Leonard N!.rov-, 198.4.)'

StaT l ré X tV : m ¡ s ¡ A n salvar l a T i e r ra (Leonard N imoy, l 9B7 ) y Sfar T re k V : l a

fronterafinat (t'tilliam Shatner, I9Bg), que nisiquiera llegará a ser distri-buida comercialmente en España por su baja calidad.

Atodos estos remakes ysecuelas de los clásicos habría que añadir Laguerrade /as galaxias (Geórge Lucas, 1 9J7), El lmperio contraataca (lr'i¡n Kershner]l 980¡, El retomo del Jedi(Richard Marquand, 1 983) y La

aventura de /os Ewoks (John Korty, 1 985), una saga que constituye un

homenaje generalizado a las aventuras, el westeln, la ciencia ficción, las

odiseas meidievales-especialmente la saga del ReyArturo y sus caballe-ros de la tabla redonda-, y las peliculas de samurais.

Por último, la anécdotá, Enemigo mío fftVolfgang Petersen,.19B5),una película que traslada la acción bélica de lnfterno en el Pacíftcq deJohn Boormán, alespaciofuturista de unas galaxias en guerra. Un hom-breyun alienigehaque naufragan en un planetoide perdidoyunaamistadq Uenace Co mo ConSeCuen ciade la necesi dad y la su pervivencia d e estosdos seres enfrentados, constttuyen el alegato pacifista de la película.

Elavance experimentado en elcampo de los efectos especiales ha tn-

fluido notableménte en la eclosiÓn de lo que puede considerarse una se-gunda época dorada para los alienígenas de la pantalla. Dicha etapaárránca áel relanzamiento de este su6género propiciado por el éxito deÁ/ien (Ridley Scott, 1979), que personlfica a los extraterrestre hosttles y

negatüos, y'Encuentros e'n lateicera lase (Steve Spielberg, 1977),quesiüó comó prólogo de los visitantes amigables y posrtivos más próximosa la realidad, al menos en apariencia.

En Alien', el británico Ridley Scott recreó una odisea espacial mássangrienta que la del2001 de Kubrick,.mezclade los géne_ros de terror y

cientiaficción en laque elasesino psicópata era unaalimaña delespacioaficionada a la carne y la sangre humanas y Con ácido corrosivo Comoprincipalfluidovital. Eléxitodeesta primeraentregaestimulóa lo_s produc-iores a realizar una segunda parte, Aliens: el regreso (James Cameron,1 986), de mayorviolen-cia que Ia primera, en la que la Única superviviente

El 31 de Octubre de1938, Orson WellessembrÓ el terror con unaad aptación rad iofÓn icasobre «La guerra de losmundos" de H.G.Wells.Muchos creyeron queMarte había invadidorealmente la Tierra.

La fiebre de las nuevasversiones o «tefilakes"invadió el cine en losaños 70, pero a pesar delos efecfos espe cialesmás modernos ningunade ellas consiguió emulara /os originales.

de la tri pu lación del buq ue Nostromo, la of i cial R i pley, Sigourney Weaver,nominada al Oscar por su intervención en esta secuela, regresaba al pla-neta donde se encontraba el nldo de los alienígenas y lo destruía con laayuda de un grupo de marines coloniales. Aliens, elregreso era en reali-dad una alegoria sobre la pesad i lla de Vietnam, trasladáda al cam po de lacienciaf icción terrorrfica, un híbrido nacido del protagonismo de los extra-terrestres hostiles. Actualmente los rumores sobre la producción de dosnuevasentregasdeAir,enyla publicación en los Estados Unidosde un co-mic han confirmado a este personaje como uno de los puntales básicosde la fantasa cinematográfica en los añosB0.

Su,popularidad sólo es alcanzada hasta el momento por Depredador(Jqhn MacTiernan, 1 986), otra alimaña del espacio exterior que acude ala Tierra, concretamente a las junglas sudamericanas, para entretenersepracticando su deporte favorito, la cazade seres h u manos. Esta af ición ci-negética le conduce a un enfrentamiento con un grupo de comandos es-tadounidenses a los que va aniquilando uno por uno, hasta lleEar a la lu-cha final con Arnold Schwarzenegger, estrella del cine con músculo.Concebido por eltécnico de efectos especiales Stan Winston, Depreda-dorhasaltado también a las páginas del comic americano que, en un in-tento de rizar elrizo,halanzado una serie detebeos en los que se enfrentacon los extraterrestres en una guerra sin cuartel.

Siguiendo a estos dos seres de pesadilla y buscando la manera deaprovechar parte desu éxito en lataquilla, otrasvirulentas bestezuelas hanacud ido tam bié n a n uestro plan eta si rviéndose del soporte ci ne matog rá-fico. EsteserÍaelcasod eXTRO (HarryBromleyHamilton, 1 989), produc-ción británicade bajo presupuestoen laque un alienígenatratade insemi-nara hembras humanas;lnseminoid (Norman J.Wárren, 1gB2),lo mis-r.ryo_que [a a nte ri or, pe ro e n u n a m i n a espac ial ; F u e rza V ital (f obeHooper,1 9B!), basada en una novela de Golin Wilson cuyo nombre ya lo dice to-do, Space Vqmpires, y en la que se intentó una mezcla de terror gótico ycienciaficción trasladando la acción a Lond res, q ue aparecía i nvadido poruna horda de zombis,A ngelde la muerte (CraigR. Baxley, l g8g), recien-te producción americanaen laquese nosnarra lacazaycapturade untra-ficant_e de d¡oga ailenígena en nuestro planeta, y Extraños invasores (Mi-chael Laughlin, 1 985), un homenaje a los clásicos de la cienciaficción deios años50, emparentado con los /nyasores de Marte.

En clave de humorycabalgando en elexcesoy lasátiraalocada,Crit-fers (Stephen Herek, 1 987), su secuela, Critters ll (Mick Garris, 1 989)y laneozelandesa Malguslo (Peter Jackson, 1987), usan y abusan de las

bromas sobre alienígenas cinematográf icos, que en sus historias acabanpor caer más simpá1icos que los propios humanos dedicados a perse-guirles."

También en clave de humor,Sp aceballS, la loca h istoria de las galaxias(Mel Brooks, I987), homenajea y satiriza a partes iguales la saga deGeorge Lucai y su tiilog ía de La gue-rra de las galaxias, en tanto q u9 Varyt-,

piro íet espació (¿¡m Winorski,-1 989), hace ló propio con los clásicos delgénero, y las chibas de I ati erra so n fáci I es (Jul!91 Jemple, 1 989), o M i

ry o-

í¡aes unaextraterrestre (Richard Beniamin, 1 9BB), jueg anlabazadelvi-sitante alienígena Como pretexto para un enredo de comedia más o me-nos bufa que-en la primera tiene por protagonista a un trio de divertidos ypeludos aiienígenas decididos a ligar en la Tierra, y en la segunda cuentaia historia de üna Mata-Hari extraterrestre interpretada por la esculturalKim Basinger.

A med ió cam i n o e ntre los al ien ígenas asesl nos y devoradores y los vi-

sitantes pacrficos se encuentran dos producciones de similares Carac-

terísticad arg u menta les. H i d d en : ocu lto (Jack Sholder, 1 987), y Al i en N a-

ción (Grahám Baker, 1988), que presentan simultáneamente las dos ca-ras db una misma moneda. En la primera, inscritatotalmente en elámbitode la serie B, un extraterrestre persigue a otro por las calles de una ciudadestadounidense. El primero se hacé pasar por agente del FBly elvillanoadopta laformade las personas que atq_ca.En Alien Nación setrata un te-

ma que nos reCuerda el raclsmO en la Tierra, e¡foCado ahora hacia una

espegie de extraterrestre "adoptada" por los USA en un delirante cuento

decienciaficción. Másde 30.000 extraterrestres llegan a laTierra buscan-áo asilo polÍtico y se integran en la sociedad americana de un f uturo inme-óraio, acjoptand'o las virt-udes y los defectos del mundo que.les acoge, in-

ótüUletiiatlco de droga. No'es difícil identificar esta hipotética situaciónóon ta llegada a los Eslados Unidos de un grupo de cubanos exiliados y

óonOénaóos a la marginaciÓn en su país adoptivo tras eltriunfo de FidelCastro en su país de origen.

Mientras todos los cl-tados anteriormente representan el miedo delhombre hacia lo desconocido y la xenofobia hacia Ios visitantes ajenos alpropio e ntorno, Steven Spielberg su po i n au gu rar con sus En cu e ntros en'laterCerafase una nUeva moda de extraterrestres simpáticos, ingenuos einofensivos que prolongaria en E.T. (1982), una comedia en la línea deWalt Disney, y aboyariá como productor en Nuesfros maravfifusos alia-dos (MatheÚhobb¡ns, 19BB), que alcontrario delalienÍgena cabezón yenano, primo estético delYoda de El imperio Contraataca, presentabaa

La saga de "La guerrade las galaxias)) es hastael momenta el muestrariomás nutrido dealienígenascinematográfico§, unpuzzle.de .razas y

.

especies imPosibles quenos recuerdan a /oscuentos infantiles.

una estirpe alienígena de platillos volantes orgánicos en miniatura, capa-ces de aparearse para traer al m u ndo a su retoños metál icos y traq uetean-tes, en una de las propuestas argumentales más arriesgadas de ese año.

Siguiéndole la pista a estas taquilleras producciones "made in USA",nacieron Starman (John Carpenter, 1984), Cocoon (Ron Howard,19BB), Miamigo Mac (Stewart Raffill, 1988), historia de un niño inválidóQyudado por un enano extraterrestre que imita con descaro al E.T. deS piel berg, y H erm an o d el espaci o (Roy Garrett, I 987), pi ntoresca copro-ducción entre España, ltalia y USA en la que el niño inválido de Mi amigoMaces sustituido p.ol'.una niña crega con poderes extrasensoriales queéeempeña en una misión de rescate para un alienígena bajito e inofensivo"

Mención almargen detodas lasanteriores merecen dos películasqueno obtuvieron el éxito esperado. La primera es Howard (\tVilliard Huyck,1986), adaptación cinematográfica de las aventuras de un pato extáte-rrestle creado porSteveGerber para la MarvelComics Group. Producidapor George Lucas pasa por ser uno de los fracasos más sonados de todala historia de Hollywood, a pesar de sus costosos -y absurdos- efectosespeciales.

I a segunda, y última de esta extensa lista de alienígenas de ficción, esla única incursión de la cinematografía nacional en este género: Et caba-I I e ro d el d rag ón (Fernando Colomo, 1 986), u na arriesgada aventu ra q ued u rante u n tiem po ostentó el cu rioso record de "pel ícu lá más cara del ci neespaño|", y en la que Miguel Bosé era uno de los extraterrestres menosprobables visitando la Tierra en la mítica Edad Media.

Ellos no son los últimos, al menos mientras que la moda cinematográ-ficade losvisitantes extraterrestres rinda beneficios entaquilla. Notardán-do mucho se estrenará en Españ aThey Live (John Carpenter, 1 gB9), enla que los alienígenas dominan alaraza humana empleando publicióadsublimi nal y a base de consig nas cor-ño «consu me>>, "obedece a la autori-fl ¿l», «p[oduce», etcétera. Carpenter, que ya habló del al ien rgena positivocon su ingenuo romanticismo en Sfarm an, havuelto a tomár los extrate-rrestres como protagonistas para estructurar una sátira polrtica en la quese rozan losextremosde la parodia. Su trilogaalienígena, completada porL,a Cosa, parece querer volvei al principio y lanzar la misma advertenciadefowqrd HawksyChristian Nibyen La Cosa: el enigmade otro mundo:¡VIGILAD LOS CIELOSI

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Alien y Depredadar sesitúan a la cabeza de losextraterresfres máspopulares en los80, peroel E.T. de Spielberg s¡guesiendo el más taquillero.

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. :i t.tr.. , ::, ,r.,.r &Y docernas de aguntos em !a eal!e que Iustifiearían un editorial, des-de e§ c§evado mú¡mero de pensonas que podrían ser alirnentadas y es-euelas y hospitales eCInetr¡¡§dos ssn lo que cuesta un solo misil, has-

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= ;:§:?ñ{§§X?,|ffiX-*. uos hombres ssnvertirmos la vida en una parCI-

::.,,..,-., 1,:,:¡... dta eom la rmisma faei!§dad ssn elue eneoRtramos justificación a!des-propésitc. §ca,xpanros um día §as eailes pidiemdo Ia paz, y al otro eon-tr§ba¡§mos a !a gucrra. Está h§em lo delearnaval. Todo está bien en un

m:undo q&!e mss prsvee de opontumidades para madu§'É!r y creeer, pero tal vez podníamosoptar por ¿jme vía nmemos dCIlorosa si muestra aet§tud an'rte !a Vida fuese otna. Ta!vez lrubie-se s§do m¡ás eoherente eom el dolor"de §a Tierra vestirse de luto y silencio, y en lugar depñm*rm&§ otra, quritarmos §a máseara h§póenita de mr¡estra oara.

§í, hay doeer¡as de asumtss de qué hab§ar y seguiremos haeiéndolo. Fero hoy tam-b§ém tememros §.§ma deuda de sratitr¡d a §a que atemder. l-loy sentinnos la llamada de los afi-me§, de los que eam§¡la¡¡ jurnto a erosotros, de §os qx.¡e eonnparten soles y lluvias en estaavemtura del erccirm§ente de §a eomeiemeia, perque §'roy cumple dos años MAS ALLA. Dosaños de preseneia, dos años de eornpaffi§r e¡: §a segurnidad interna de que estamos uni-dos. Y s§ §legar a alguna pade imp§ñca habense estahleeido en ella, ojalá seamos tan sólocarminantes sim nmeta, per& esn rurnbCI.

Gracias por vue*tre preseneia, por vt¡estro &poyo, por vuestra amistad.

Sumario

24 uewroN, EL ALeurMrsrAóFue lsaac Newton el investigador estricto que sacrificaba cualquier hipótesis ante loshechos o, por el contrario, un ocultista seducido por los misterios de la alquimia? Susanotaciones, repletas de observaciones respecto a Astrología, Alquimia y temas apo-calípticos, celosamente guardadas para evitar cenSuras, ofrecen una nueva imagende su mente privilegiada. Nos lo cuenta Juan García Font.

34 cnpruRADos PoR ENTEs srN NoMBRESon numerosos los casos de teleportación y abducción que se han producidodesde que el ser humano vive sobre la Tierra. Redactado a modo de ndossier,,Armando Galant recoge en este reportaje testimonios y casos de seres humanosque afirman haber sido abducidos por «extrañas criaturas a¡¡ ¡s¡[¡s», y deotros que han aparecido inexplicablemente a millares de kilómetros de donde seencontraban.

48 el. orRo PALMAR DE rRoYACuando en 1968 se extendió por España la noticia de que en el Palmar de Troya sehabÍa aparecido la Virgen, pocos podían imaginar la repercusión que tendrían los he-chos allÍ acaecidos. Multitudinarias manifestaciones, apariciones periódicas, mila-gros inexplicables, fenómenos paranormales de todo tipo y el nacimiento de una igle-sia escindida y un anti-Papa. Veintitrés años después hemos vuelto para recomponerla situación. Y hemos encontrado novedades insospechadas. Un reportaje de JavierSierra.

60 el. LENGUAJE DE Los PAJARosDesde que los Hombres observaron el color, canto y vuelo de las aves, no hancesado de investigar acerca de su extraño lenguaje, al que Mario Satz, autor delpresente reportaje, considera «un canto de la Creación" similar al de los diosesmitológicos del Olimpo. óCómo es en realidad el lenguaje de las aves? óEs posi-ble descifrar su mensaje?

68 ¿vrvro EL HoMBRE ALGUNA vEz MrL Años?Las expectativas de vida del hombre moderno son actualmente en Occidente de se-tenta y dos años. Se dice que en la Edad Media ese promedio era de treinta y dos, y queeso demuestra que hemos progresado. óEs eso verdad? ZFlealmente somos más sa-nos que nuestros bisabuelos? óLa Humanidad está en progresión o, por el contrario,en decadencia? ZVivió el hombre alguna vez mil años, como cuenta la Bibliaz RodrigoDíaz Sitjar nos reserva una sorpresa.

76 curnRA PsreurcA*Los científicos rusos y americanos están empleando ciencias de naturalezapsíquica para crear condiciones capaces de alterar y manipular la mente de losseres humanos,. AsÍ lo afirma Manuel Agullá en este reportaje, que plasma unarealidad desconocida para mucha gente, pero que puede condicionar el futurodel mundo.

84 cn¡srALESTodas las civilizaciones, desde la más remonta antigüedad, utilizaron cristales comomedio de conocer el futuro. En nuestra sociedad moderna no es raro encontrar aún v¡-dentes que se valen de la bola de cristal en sus consultas. Pero se considera algo pocodigno de crédito. Sin embargo, hay alguien que no está de acuerdo y reivindica la au-tenticidad de este fenómeno, alguien que desde hace unos años viene investigándolo:el autor del famoso best-seller *Vida después de la vida,. Un reportaje de RaymondMoody.

98 uerusAJES DEL PASADo¿Puede haber vida inteligente en una tumba megalítica? Esta es la pregunta quese hace Erich Von Dániken en este reportaje. En él descubre la existencia de laisla de Gavrinis, en la Bretaña francesa, envuelta en un misterio apasionante ca-paz de desafiar todas las leyes, incluso las matemáticas.

102 EL sANro cRrALLa búsqueda del Santo Grial -su mito, su leyenda y su misterio- constituye una aven-tura espiritual grandiosa y mágica que ha sido cantada por monjes y trovadores.Símbolo místico por excelencia, el Grial es el depositario del secreto de la unión con laDivinidad y el vehículo de un poder cósmico más allá de lo imaginable... Un viaje en eltiempo de Carmelo RÍos.

1 10 Los MUNDos DEL cABALLo DE rRoYAóPuede el viaje al futuro condicionar o prefigurar el pasado? óPor qué existen todavíatantas preguntas sin resolver sobre la Naturaleza y el alcance insospechado del tiem-po? óPuede ser quizá el don de la profecía manipulado por la Ciencia, al servicio de losgobiernos más poderosos?... Manuel Figueroa nos apunta las claves.

1 1 I EL PADRE LUcAS"La primera impresión que tuve al conocer al Padre Lucas fue la de encontrarmefrente a un sacerdote especial, enigmático.', Con estas palabras, Carmen TorresRipa, autora de este reportaje, nos introduce en el universo sanador de un sacer-dote agustino afincado en Brasil que utiliza la nbrujería, para ayudar a los demás.

126 cuANDo APAREcEN Los ESPEcrRosVer, oír, tocar y hasta oler a un fantasma constituye una de las experiencias másestremecedoras que pueda relatar y vivir el ser humano. Sin embargo, la reali-dad de los espectros se fundamenta en bases más sólidas que la simple literatu-ra de terror. José León Cano, autor del reportaje, indica las pautas para liberar-nos de ellos.

134 Rros DE MUERTE DE Los ToRAJAAlmas, búfalos, muertos, magos, brujos y adivinos configuran la estructura funerariadel pueblo Toraja, una cultura que todavía realiza ancestrales rituales sobre la muertebasados en el sacrificio, recoEiéndose frente a la amenazante presencia civilizadoradel mundo moderno. Un dantesco rito donde la sangre a borbotones salpica la arenadel poblado. Antonio Picazo nos descubre sus misterios.

142 LAs HADASLa vida en la ciudad las hace huir; la contaminación las horroriza, disfrutan conel color y la forma de las flores y conocen las virtudes medicinales de las piedrasy las plantas. Son las hadas, entidades diáfanas, bellas y transparentes que, se-gún Michel Coquet, existen realmente en la Naturaleza.

150 HoRoscoPo cHrNo (r)Desde el comienzo de los tiempos, el Hombre ha observado las estrellas y el movi-miento de los planetas para ver escrito su posible destino en los caminos luminosostrazados por los astros. Con este reportaje, el lector podrá traspasar el umbral de lossecretos del Universo a través de una ciencia tan antigua como la Humanidad: la As-trología China. Una aproximación de Yolanda Calvo.

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Bihlioteea ftñ.,4"O. Mis Archivos É4J1O

Pertenece a: Víctor Fco, Carrascs Ferradainvestigador OVNII

En Scribd nGe encuentras en/ccmoVictor Francisco Carrasco Ferrada,en VICUFO, en VICTOR o VICIJFOZ

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