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Lecciones de Responsabilidad Social Lic. Sergio Benites Romero Docente DARES - ULADECH [email protected] Aprendiendo a consumir en tiempos de recesión Uno de los temas más preocupantes de hoy para el mundo entero es el de la recesión – de epicentro norteamericano - cuyo efecto en cadena está afectando a las principales economías de países desarrollados y amenaza extenderse lentamente a países en vías de crecimiento, esta es la perspectiva para el 2009 y más allá de éste, de materializarse sería muy preocupante para la consolidación de los Objetivos del Milenio, más aún si tenemos en cuenta las tres otras crisis: la ambiental, la energética y la alimentaria. En el Perú, la crisis recesiva no ha afectado de lleno aunque ya cunde cierta alarma debido a noticias de aislados casos de despidos en algunas empresas, la creciente preocupación de que disminuya la tasa de empleo es seria y es tan sólo una de las consecuencias; los políticos ya ensayan un plan nacional anticrisis para mantener el empleo y hacerlo sostenido, sin embargo, en vísperas de lo que insoslayablemente esta por venir ¿qué podemos hacer la gente de a pie? La respuesta es una sola palabra: mucho. En una crisis de recesión una de las variables potencialmente vulnerables es el empleo: su generación y crecimiento ¿Por qué? Muy simple, en una economía de mercado los procesos económicos corren el riesgo de crisis cíclicas, en el caso de una recesión la producción ingresa a un periodo de crecimiento lento, los empresarios tienen entonces temor a invertir porque han perdido la confianza, por tanto al contraerse los mercados se prescinde de mano de obra y ello afecta la capacidad adquisitiva de los trabajadores para satisfacer sus necesidades. Si bien es cierto, hay una notoria apertura de cada vez más establecimientos comerciales de diversos productos (comida rápida, electrodomésticos, etc.), debe precisarse que los niveles de consumo (satisfacción de necesidades básicas) y consumismo (satisfacción de necesidades superfluas) se mantienen, esto último es muy perjudicial sobre todo para quienes tienen un empleo temporal y dependiente, lo más conveniente para estas persona es limitarse a lo necesario e incentivar el ahorro, es decir asumir una actitud de

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Lecciones de Responsabilidad SocialLic. Sergio Benites Romero Docente DARES - ULADECH [email protected]

Aprendiendo a consumir en tiempos de recesión

Uno de los temas más preocupantes de hoy para el mundo entero es el de la recesión – de epicentro norteamericano - cuyo efecto en cadena está afectando a las principales economías de países desarrollados y amenaza extenderse lentamente a países en vías de crecimiento, esta es la perspectiva para el 2009 y más allá de éste, de materializarse sería muy preocupante para la consolidación de los Objetivos del Milenio, más aún si tenemos en cuenta las tres otras crisis: la ambiental, la energética y la alimentaria.

En el Perú, la crisis recesiva no ha afectado de lleno aunque ya cunde cierta alarma debido a noticias de aislados casos de despidos en algunas empresas, la creciente preocupación de que disminuya la tasa de empleo es seria y es tan sólo una de las consecuencias; los políticos ya ensayan un plan nacional anticrisis para mantener el empleo y hacerlo sostenido, sin embargo, en vísperas de lo que insoslayablemente esta por venir ¿qué podemos hacer la gente de a pie? La respuesta es una sola palabra: mucho.

En una crisis de recesión una de las variables potencialmente vulnerables es el empleo: su generación y crecimiento ¿Por qué? Muy simple, en una economía de mercado los procesos económicos corren el riesgo de crisis cíclicas, en el caso de una recesión la producción ingresa a un periodo de crecimiento lento, los empresarios tienen entonces temor a invertir porque han perdido la confianza, por tanto al contraerse los mercados se prescinde de mano de obra y ello afecta la capacidad adquisitiva de los trabajadores para satisfacer sus necesidades.

Si bien es cierto, hay una notoria apertura de cada vez más establecimientos comerciales de diversos productos (comida rápida, electrodomésticos, etc.), debe precisarse que los niveles de consumo (satisfacción de necesidades básicas) y consumismo (satisfacción de necesidades superfluas) se mantienen, esto último es muy perjudicial sobre todo para quienes tienen un empleo temporal y dependiente, lo más conveniente para estas persona es limitarse a lo necesario e incentivar el ahorro, es decir asumir una actitud de

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previsión para el tiempo de las “vacas flacas”. En nuestro país, existe una arraigada tendencia al consumismo producto de la publicidad mediática, por doquier nos atraen modas, marcas, lujos, etc., dicho sea de paso el consumismo es enemigo de nuestros bolsillos, así como de nuestra salud y el medio ambiente.

La recesión implica un panorama de caos y pánico pero también podemos sacar hondo provecho de ello, pues nos permite reflexionar para tener mejores prácticas como cultivar una auténtica cultura del consumo. La renuncia al consumismo pasa por dos formas; una es cuando hay un entendimiento y concientización voluntaria para cambiar a la adquisición de lo necesario (endógena) y la otra es cuando determinadas situaciones nos obligan a cambiar (exógenas), por lo general tales circunstancias se presentan de golpe, la crisis de recesión puede ser claramente una de ellas.

Para las familias el cuidado de las microfinanzas es un tema muy sensible, por tanto su cuidado es sólo de ellas, por lo tanto también deben proveerse de su propio plan anti-crisis, generar el ahorro, evitar deudas a largo plazo y no incurrir en gastos innecesarios, esto es lo responsable, finalmente es el tipo de consumidores que necesitamos, después de todo ¿necesitamos todo lo que vemos cuando recorremos tiendas y mercados? Esta última interrogante es muy oportuna a tener en cuenta.

Finalmente podemos afirmar que en tiempos de recesión, puede disminuir el nivel de empleo, si esto ocurre puede caer la capacidad adquisitiva, y puede perjudicar la capacidad de consumo, autoeduquémonos en un consumo responsable evitando el consumismo.