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Page 1: Articulo Imani Mundo 2010
Page 2: Articulo Imani Mundo 2010

IV

A VARIAS

Investigaciones desde la Amazonia

Marco Alejandro TobónSantiago R. Duque

EDITORES

Roberto Pineda / Marco Tobón / Germán Ochoa / Carlos Suárez Leady Téllez / Elisabeth J. Zewuster / Esteban Carrillo / Diego Builes

Tatiana Mendoza / Pablo A. Ramos / Eduardo A. Ríos-Villamizar / Santiago R. Duque Edgar Prieto / Otto Castillo / Ángela Bolivar / Bernardo Corrales

Carlos Granado / Nestor Torres / Eduardo Domínguez

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IV

A VARIAS

Investigaciones desde la Amazonia

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Contenido

Presentación ................................ 9

Introducción ................................ 15

Primera Parte. Mundos Amazónicos

1 AMAZONIA: entre una historia estructural y una historia virtual. Roberto Pineda Camacho ..................................................................................... 25

2 “De vacaciones en la Amazonia”. Turismo y nuevas formas de trabajo en poblaciones indígenas.

Marco Tobón y Germán Ochoa .............................................................................. 39

3 El Ingeniero, el Proyecto y la Comunidad Carlos Suárez ........................................................................................................... 65

4 De los Andes al Amazonas. La cotidianidad de las familias campesinas israelitas en el sur de Colombia

Leady J. Téllez -Méndez .......................................................................................... 89

5 ‘La chagra de Tropenbos’. Negociación y reinvención de un programa de cooperación holandesa con poblaciones indígenas en el Medio Caquetá.

Elisabeth Johanna Zewuster .................................................................................. 109

Segunda Parte. Naturalezas Amazónicas

6 Los Análisis de Viabilidad Poblacional (PVA) como herramienta de manejo y conservación: el caso de la Guacamaya Azul-y-amarillo en la Amazonia occidental

Esteban Carrillo y Diego Builes ............................................................................... 143

7 Conocimiento tradicional e instituciones: prácticas de uso y manejo del recurso pesquero en los lagos de de Yahuarcaca, comunidades indígenas La Playa, Castañal y San Sebastián (Amazonia colombiana)

Tatiana Mendoza y Pablo Andrés Ramos .............................................................. 169

8 Calidad del agua y aspectos hidrológicos de la quebrada Yahuarcaca: especial énfasis en su función como fuente abastecedora para la ciudad de Leticia, sur de la Amazonia colombiana

Eduardo Antonio Ríos-Villamizar y Santiago R. Duque ....................................... 201

9 Composición, abundancia y biomasa de la ictiofauna de los lagos de Yahuarcaca (Amazonia Colombiana) durante un ciclo hidrológico

Edgar Francisco Prieto-Piraquive, Otto Castillo, Angela Bolivar, Bernardo Corrales, Carlos Granado-Lorencio y Santiago R. Duque ..................................................................................... 223

10 Asociación de macroinvertebrados y sus grupos alimentarios en la planta carnívora Utricularia foliosa –Lentibulariaceae (Quebrada Yahuarcaca-Amazonia colombiana)

Nestor Torres-Zambrano, Santiago R. Duque y Eduardo Domínguez ............... 241

Serie Imani-MundoInstituto de Investigaciones Amazónicas – IMANI

Primera edición para Colombia: Leticia, junio de 2010

© Universidad Nacional de Colombia sede Amazonia© Los autores

Todos los derechos reservados. Permitida su reproducción total o parcial para fines educativos, académicos o de investigación.

ISBN 978-958-98806-7-8

Diseño portadaPilar Maldonado

Diseño, impresión y acabadosImpresol Ediciones LTDAwww.impresolediciones.com

Universidad Nacional de Colombia sede AmazoniaKm. 2 vía Tarapacá – Leticia, Amazonas, Colombia Tel. [57-8] 592 7996. Telefax: [57-8] 592 [email protected]

CATALOGACIÓN EN LA PUBLICACIÓN UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Imani Mundo IV : Remando a varias manos : Investigaciones desde la Amazonia / Roberto

Pineda Camacho … [et al.] .-- Eds . Marco A. Tobón , Santiago R. Duque. – Leticia : Universidad

Nacional de Colombia - Sede Amazonia. Instituto Amazónico de Investigaciones, 2010.

272 p. il., map.

Incluye referencias bibliográficas

ISBN: -978-958-98806-7-8

1. Antropología 2. Historia Amazónica 3. Etnografía Amazónica 4. Indígenas de Colombia

- Amazonas (región) 5. Ornitología Amazónica 6. Limnología Amazónica 7. Ecología ecosistemas

acuáticos.

I Tobón Ocampo, Marco Alejandro, II Duque Escobar, Santiago Roberto, ed.

CDD-21 333.7098617 / 2010

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

PRESENTACIÓNFernando Franco

Director Sede Amazonia

Leticia mayo de 2010

¿Qué investigación queremos en la sede Amazonia?IMANI MUNDO IV recoge la práctica investigativa de un puñado de estudiantes de la Maestría en Estudios Amazónicos cuyos trabajos de grado se destacan por su rigurosidad y pertinencia social, de igual modo, se incluyen artículos de connotados investigadores y profesores sobre temas amazónicos con especial énfasis en la ecología de los ecosistemas regionales y en los conflictos sociales derivados de la relación hombre/naturaleza.

De igual manera, la publicación de IMANI MUNDO IV es una oportunidad para compartir con el heterogéneo público interesado en la Amazonia y con los miembros de la comunidad académica algunas reflexiones sobre posibles nuevos rumbos de los esfuerzos en torno a la docencia y a la investigación.

La Sede Amazonia posee dos condiciones excepcionalmente favorables que le permiten convertirse en un organismo líder de la investigación aplicada al estudio, interpretación y resolución de muchos de los grandes interrogantes que enfrentan las sociedades amazónicas y los ecosistemas que las sostienen, para alcanzar las todavía insondables metas de la sostenibilidad.

En primer lugar, un campus ubicado en un área suburbana y en lo profundo de la selva amazónica en donde convergen las fronteras internacionales de los tres más grandes países de la región, equidistante de Iquitos

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y Manaos, las dos megalópolis de la Alta Amazonia, en donde habita un abigarrado muestrario de grupos humanos –indígenas y no

indígenas- dispersos y en congregaciones urbanas de alta sinergia e interdependencia, en donde el reconocimiento y manejo de lo ambiental está cruzado por múltiples interpretaciones y la inercia de la cotidianidad aplaza a término indefinido la toma de las grandes decisiones. Es la Sede entonces, una suerte de Estación Científica o Centro Experimental con los elementos materiales y los sujetos y los objetos de investigación a la mano.

En segundo lugar la Sede Amazonia comienza a ser reconocida y apropiada por las sociedades locales y regionales por sus programas de pregrado que articulan los más caros intereses de estas sociedades expresados en la formación académica profesional y tecnológica de las nuevas generaciones. La formación de profesionales indígenas y mestizos de la Amazonia es la plataforma sobre la cual la Sede y sus profesores legitiman su tarea docente y covalidan sus esfuerzos en el campo de la investigación.

Por su parte, la Maestría en Estudios Amazónicos es una escuela de formación y experimentación en diferentes campos del conocimiento. Los trabajos de grado son ejercicios de estiramiento para los rigurosos eventos futuros y la investigación que los envuelve ofrece resultados que con frecuencia rebasan las mayores expectativas.

Las labores investigativas de los profesores tienen en las tres líneas de investigación un referente ya histórico y al cual se llegó no sin largos y a veces alterados debates. Al comienzo, siempre se habló de un programa de investigación de la Sede, pero la experiencia mostró dos situaciones no previstas: el programa de investigación nunca se concretó y las tres líneas son apenas una forma de agrupar las coincidencias disciplinarias del trabajo de investigación de los profesores, de sus estudiantes y de los proyectos que convocan a otros grupos de investigación y a investigadores individuales. En muchos casos, predomina la investigación disciplinaria e individual.

Desde la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992 han transcurrido 18 años a lo largo de los cuales han ocurrido muchas cosas que transformaron y siguen transformado los balances y profundizando los desequilibrios del poder mundial en lo económico, en lo social, en lo político y en lo ambiental. Un lista corta y sin ningún orden nos da una idea de la magnitud de las cosas:

• El fracaso de la cumbre de la tierra, Río + 10, en Johannesburgo.

• Las dos guerras del Golfo contra Irak y el recrudecimiento de la guerra contra Afganistán y su actual extensión a Pakistán.

• La recesión económica de 1998 que dio al traste con los cantos de sirena del capitalismo redentor luego del fin de las ideologías.

• La recesión económica y la crisis mundial del 2008 solo comparable con aquella de los años 30 y en donde la hegemonía capitalista develó su incapacidad para autoregularse y para sobrevivir sin el manto protector de los estados. Esa crisis de la que aún no salimos tuvo origen en los grandes centros de control del capital financiero y las bolsas de valores de Estados Unidos y Europa, pero sus efectos llegaron a los confines del planeta con sus secuelas de desempleo y miseria.

• Los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York y los metros de Madrid, Londres y Moscú y el señalamiento sin atenuantes de terroristas a toda la nación islámica de 1.200 millones de creyentes.

• El desespero y el desencanto de la sociedad norteamericana con los crímenes de lesa humanidad del régimen Bush, que la llevaron a confiar su destino en un negro.

• El Planeta Tierra ha enviado innumerables mensajes sobre el deplorable manejo de los recursos por parte de unos fragmentos de la sociedad humana, insaciables en el consumo e irresponsables e insolidarios con la humanidad más pobre del planeta. El tsunami del Océano Índico que cobró centenares de miles de vidas que se hubieran podido salvar si el sistema de alarmas de Estados Unidos hubiera sido más diligente; los terremotos a lo largo y ancho del Planeta, las inundaciones y avalanchas y las simples erupciones de los volcanes capaces de paralizar la economía de todo un continente.

• La reivindicación de lo ambiental como la última oportunidad para una vida menos atormentada para los 6.500 millones de terrícolas, no obstante, el fantasma del cambio climático y del calentamiento global se erige como tenebrosa arma de negociación sin acuerdos entre las potencias, como acaba de ser demostrado en Copenhague.

• La disyuntiva de dedicar enormes áreas de suelo agrícola e insumos para la producción de materias primas para agrocombustibles frente al hambre de millones de seres humanos en el Planeta. Expansión de la frontera agroindustrial selva adentro bajo la lógica de “tierra barata y ley fácil”

• En la Amazonia convergen todas estas fuerzas y la amenazan: el IIRSA y los megaproyectos viales, hidroeléctricos, mineros, agroindustriales y ganaderos. La selva es parcelada por todos los países, sin excepción, pues las mejores prospectivas de cuencas petrolíferas y gasíferas están en su territorio. ¿Y quién se puede oponer al desarrollo?

• La geopolítica de la Amazonia está hoy signada por las confrontaciones políticas y los intereses económicos de los países. Todos ellos discurren en una absurda

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carrera armamentista y los conflictos en las fronteras sostienen la inminencia de una confrontación armada.

• El régimen político de Álvaro Uribe llega a su fin; pero el uribismo de un estado comunitario, de un país de propietarios, de un estado de opinión sostenido en fuerzas políticas ilegítimas, en organizaciones armadas tenebrosas y en instituciones públicas corrompidas se mantiene vivo y hará todo lo necesario para persistir en el poder. En el contexto de esa reeditada ideología de épocas luctuosas de la humanidad, la naturaleza no será más que una fuente de recursos y la miseria humana una zaga lamentable pero no amenazante para el sistema.

• Hoy las sociedades indígenas y tribales de todo el mundo comienzan a ser reconocidas y escuchadas. Colombia reconoce los derechos territoriales y culturales de los indígenas aunque no los honre, y ellos son actores, los más poderosos, en la reconstrucción de una selva amazónica capaz de autogobernarse.

• La urbanización de la Amazonia carece de una atención proporcional a su crecimiento por parte de la investigación y de estados empeñados en otras prioridades.

• La megabiodiversidad y los servicios ambientales de las selvas aún en pie siguen siendo un canto a la bandera, mientras que las sociedades amazónicas claman por su valoración y uso en favor de su bienestar.

• En Colombia persiste la lucha por el control territorial de la Amazonia vinculada a la guerra de las drogas y al conflicto político y armado interno.

• Las nuevas fuerzas de la descentralización político administrativa y la autonomía regional en Colombia en el marco del nuevo pacto social contenido en la Constitución de 1991.

En fin, esta la lista que podría extenderse en sus detalles es suficiente para hacerse una idea de lo que se quiere decir en estas líneas.

La Sede Amazonia ha alcanzado importantes logros, es grande y reconocida. Sin embargo, la investigación como rutina misional de los profesores tiene que dar un gran salto adelante apoyada en la experiencia acumulada: un salto que le permita superar las investigaciones individuales y disciplinarias para acoplar la cinética del esfuerzo colectivo con el tormentoso curso de la historia contemporánea. Los esfuerzos en investigación deben evolucionar a estadios superiores de trabajo inter y transdisciplinario y deben articular lo local con lo regional, lo nacional y lo internacional. Se trata de evaluar y ver en el horizonte en qué temas y con qué recursos se abordan los grandes problemas y fenómenos; cómo puede la academia ser protagonista de grandes iniciativas que promuevan el bienestar de los habitantes de la selva y garanticen la pervivencia de los ecosistemas y sus recursos.

Los esfuerzos de la investigación de profesores y estudiantes de la Sede Amazonia, cuyos resultados consignados en la serie IMANI MUNDO son de

incontrovertible constatación, convalidan la viabilidad de ese salto adelante propuesto en estas reflexiones.

La Maestría en Estudios Amazónicos es el primer gran peldaño hacia la creación del Doctorado en Estudios Amazónicos el cual se convertirá en la plataforma de lanzamiento de esa Sede Amazonia continental que soñamos y el IMANI MUNDO IV, una evocadora guía multitemática del camino por recorrer.

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

INTRODUCCIÓNMarco Tobón Santiago R. Duque

Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

El contenido de este libro no agrupa estudios exclusivos en alguna de las áreas del conocimiento, es decir, no trata estrictamente de las ciencias naturales, ni únicamente de las ciencias humanas y sociales. Estas clasificaciones suelen tener usos curriculares que sirven para situar comunidades intelectuales e identificar históricas escuelas académicas. Aquí más bien, los lectores hallarán en términos amplios y a la vez concretos, investigaciones asociadas al ámbito de los estudios amazónicos. Esta idea de los estudios amazónicos antes que una tentativa taxonómica por amontonar las investigaciones sobre la Amazonia, tiene que ver con el modo de pensar las entrelazadas relaciones entre los hechos de la naturaleza y la sociedad. La complejidad que existe en los intrincados vínculos entre naturaleza y sociedad, y los conflictos que sobrevienen de tal relación es tan manifiesta que la práctica investigativa se vio enfrentada a debatir sobre el concepto de una naturaleza no desprendida de la actividad humana, y a controvertir la idea de una acción social divorciada de las condiciones naturales en las que tiene lugar.

De ahí que en la Sede Amazonia de la Universidad Nacional de Colombia, se insista en la noción de estudios amazónicos para referirse a la proximidad en la que se han visto envueltas las diferentes vocaciones académicas, en procura de comprender lo que acontece en la región amazónica. Estas afinidades entre enfoques investigativos no se fueron sazonando al calor de la

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buena voluntad por alcanzar una perspectiva integral de la realidad, mucho menos por combatir el egocentrismo disciplinar y privilegiar la solidaridad investigativa, ni por requerimiento en alguna convocatoria de investigación, sino porque los problemas amazónicos así lo exigen.

Alguien podrá replicar afirmando que los estudios amazónicos son una pretensión de alcanzar lo interdisciplinario, o bien, lo multidisciplinario, asuntos que, igual que la idea de los estudios amazónicos, siguen siendo exploraciones no demasiado estables, signos de que nuestra manera de producir conocimiento ha empezado a sufrir alteraciones en sus procedimientos de percepción y comprensión. No disponemos de una respuesta definitiva sobre esta cuestión, quizá hace parte de los cambios por los que transita toda modalidad de conocimiento a lo largo de su historia, o bien, la expresión de que diferentes modos de pensar experimentan abiertas tensiones entre sí. Lejos de cualquier sesgo eclecticista, los estudios amazónicos se asemejan más a un acto de promiscuidad conceptual orientado por criterios de coherencia y crítica, que a un aventurado collage que pretende englobar todos los enfoques posibles sobre un hecho concreto de la realidad amazónica.

Toda esta discusión no alude solamente a las tensiones entre las llamadas ciencias sociales y las ciencias naturales, sino a las diferentes formas de conocimiento, las relaciones entre el conocimiento científico, el conocimiento originario de las poblaciones indígenas amazónicas y el conocimiento de los pobladores ribereños y caboclos. De ahí que valga la pena pensar a la universidad no como el aposento de la ciencia, sino como el campo de las distintas formas de conocimiento. Esto plantea nuevos desafíos al quehacer de la investigación, implica reconocer la igualdad de los conocimientos y en consecuencia sus encuentros necesarios.

Un ictiólogo que pretenda entender la ecología de los peces amazónicos sólo saldrá de sus oscuras inferencias experimentando un encuentro con un pescador tikuna del río Amazonas. El antropólogo que quiera comprender las diferentes prácticas agrícolas y productivas de las poblaciones indígenas amazónicas, logrará remover sus inseguridades etnográficas al conocer junto a los pobladores locales los ciclos climáticos que gobiernan los ecosistemas, el régimen de lluvias y las temporadas de fructificación de las plantas. Y ni hablar de la historia de la botánica amazónica, que no sería nada si no fuera por los saberes y conocimientos de los pobladores originarios sobre la composición de la vegetación amazónica. En otras palabras, estamos insistiendo que muchos de los aportes al conocimiento de la Colombia amazónica no derivan sólo de los esquemas científicos modernos, sino de igual manera, de las formas de pensamiento con las que las poblaciones amazónicas comprenden y experimentan su relación con la naturaleza, con su historia y su cultura.

En esta perspectiva, cobra sentido el título de este IV número de la serie Imani-Mundo, remando a varias manos, aludiendo al desafío de embarcarse en la tarea investigativa sobre los problemas amazónicos desde diferentes marcos conceptuales y distintos actores sociales, remando a golpe de creatividad, originalidad e inteligencia propias de la gente de la Amazonia. Aún no sabemos con certeza si la navegación a varias manos goza de estabilidad, si tiene rumbo fijo, o bien, si es un naufragio sin retorno.

Remar a varias manos puede resultar arriesgado e incierto, pero tenemos la certeza de que éste enfoque de dialogar entre perspectivas y formas de conocimiento distintas se libra de reproducir la arrogancia intelectual y mengua, en algunos, el egocentrismo academicista. Consecuencias suficientes para emprender un ejercicio investigativo amazónico despojado, en gran medida, de cegadores prejuicios. Los estudios amazónicos, en consecuencia, antes que una proposición metodológica inscrita en los nuevos esquemas paradigmáticos de hacer ciencia, constituyen una experiencia investigativa que anda en búsqueda de su propia impronta amazónica, de sus características autónomas y por implicación, de consolidar su postura anticolonial.

Los estudios amazónicos son resultado de investigaciones que persiguen la formulación de ideas independientes, una tarea difícil si tenemos en cuenta que muchos de las investigaciones que han tenido y tienen lugar en la Amazonia aún siguen plegadas a perspectivas forasteras que terminan por paralizar el entendimiento sobre la complejidad de los problemas que acontecen en la región. El ejercicio investigativo involucra siempre la participación de muchos actores sociales, muchos de ellos no necesariamente ligados a las jerarquías académicas. De ahí que valga la pena concebir a todos los implicados en la práctica investigativa (líderes sociales, mujeres indígenas, sabedores locales, jóvenes estudiantes ribereños, entre otros) como actores intelectuales en el proceso de transformación histórica de la región amazónica.

Ya será tarea del lector juzgar si los artículos aquí contenidos colman las expectativas de la discusión que venimos exponiendo. Los autores, pese a compartir planteamientos críticos y enfoques teóricos, cada uno constituye un aislado e irrepetible modo de forjar su práctica investigativa y de argumentar en defensa de sus ideas. Sin embargo, todos los autores comparten el hecho de ubicarse en el terreno de los estudios amazónicos, que como hemos discurrido, hace parte de aquella postura en la que el ejercicio de la investigación se gesta en los diálogos respetuosos con otros actores y sus formas de conocimiento, en la experiencia autónoma de la cual deriva un pensamiento propio sobre los problemas propias de nuestra región amazónica.

De esta manera el libro se encuentra distribuido en dos partes, la primera llamada mundos amazónicos hace referencia a los estudios realizados por autores cuyo pensamiento y acción investigativa han sido influidos por las

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orientaciones de la historia, la antropología, la sociología y la economía. La segunda parte llamada naturalezas amazónicas se refiere a los estudios guiados por las ideas usualmente discutidas en la ecología, la limnología y la ornitología. En este sentido, la primera parte inicia con el artículo de Roberto Pineda Camacho, Amazonia: entre una historia estructural y una historia virtual, en el que se expone con lucida elocuencia cómo la historia de la Amazonia pudo haber seguido otros cursos según circunstancias y eventos particulares. En el artículo se exploran las otras Amazonias posibles, las otras Amazonas que no fueron, en el marco de una historia colmada de posibilidades. Plantea que el futuro de la Amazonia no está completamente determinado por una historia estructural, sino por las eventuales decisiones y hechos del ahora: el encuentro definitivo con el Brasil, cuya presencia hemos tratado de evitar durante casi cuatro siglos.

Seguidamente, Germán Ochoa junto a Marco Tobón, enfatizan en el análisis de la irreversible vinculación de las poblaciones amazónicas a las cadenas globales del mercado turístico. En su artículo analizan las características de las nuevas formas de trabajo que el turismo ha generado en el sur del Trapecio Amazónico colombiano. Tomando como referencia el asentamiento de Macedonia, describen las distintas prácticas productivas de sus habitantes, tanto en relación a los ecosistemas amazónicos, como en relación al mercado capitalista expresado en la actividad turística. Su argumento general va dirigido a advertir algunos de los problemas que hoy cobran plena vigencia, como las relaciones de dominación entre empresas que controlan el mercado del turismo sobre poblaciones locales, la transformación de la cultura como objeto de consumo y la producción de la diferencia en tal escenario globalizado.

Después Carlos Suárez, valiéndose de su ágil oficio de periodista y de la crítica antropológica, ilustra en su artículo, El ingeniero, el Proyecto y la Comunidad, las contradicciones que sobrevienen cuando la testarudez tecnocrática quiere imponer sus modelos productivos y su proceder instrumental en la población shipibo del río Ucayali de la Amazonia peruana. A través de una escritura etnográfica despojada de cualquier arribismo intelectual, revela los detalles vivenciales que traen consigo la visita de un ingeniero y su pretensión de implementar un proyecto económico que, para la población shipibo, despierta total incredulidad.

Posteriormente Leady Téllez, ofrece una detallada descripción de la vida de las familias campesinas pertenecientes al movimiento religioso israelita que se desplazaron al Amazonas en respuesta a problemas asociados al desempleo, al conflicto armado y motivadas, a su vez, por la fuerza ideológica de las mismas creencias israelitas. Sus postulados ilustran los aspectos del proceso de establecimiento en la selva; la presencia de referentes de “afuera” andinos y de “aquí” amazónicos en la alimentación, la economía, y la constitución

física principalmente, así como la evidencia de un extrañamiento familiar. Si bien el proceso de acomodación en la selva ha sido una ardua experiencia para todos e incluso imposible para algunos, los ejes analizados permiten concluir que se han visto beneficiados por factores motivadores como la situación social y las expectativas de mejora de la calidad de vida.

Finalmente, en esta primera parte, Elisabeth Zewuster explora a profundidad las acciones de la Fundación Tropenbos Colombia en el Medio Río Caquetá desde su comienzo en 1985 hasta la actualidad. Esta fundación financiada por la cooperación holandesa, ha enfocado sus esfuerzos en la investigación básica ecológica y en fortalecer las culturas tradicionales a través de la investigación propia realizada por indígenas. El proceder institucional de Tropenbos sobre la conservación ambiental ha estado en permanente tensión con los modos de vida y marcos culturales locales, esto es analizado, en contravía de los análisis estructurales típicos entre fervientes partidarios o adversarios del desarrollo, enfatizando en los procesos cambiantes entre la fundación y la población local, marcados por estrategias de negociación e interpretación diferenciadas.

La segunda parte del libro, naturalezas amazónicas, es abierta por Esteban Carrillo y Diego Builes quienes realizan un Análisis de Viabilidad Poblacional (PVA) para estimar los efectos que pueden tener diferentes formas y tasas de extracción sobre una población hipotética de Guacamaya Azul y Amarilla Ara ararauna. Ellos ofrecen nuevos planteamientos que indican que la única forma de extracción sostenible es la cacería de subsistencia y que las tasas de extracción de pichones que han sido reportadas en algunas localidades amazónicas están llevando a la sobreexplotación de la especie y deben ser disminuidas por debajo del 10%. Para asegurar la conservación de las poblaciones de A. ararauna, los autores recomiendan el establecimiento de áreas protegidas que incluyan zonas de anidación y alimentación como los salados y los cananguchales y su inclusión en el Apéndice I de CITES1.

Después Tatiana Mendoza y Pablo A. Ramos, invocando el enfoque del co-manejo adaptativo, exploran la toma de decisiones de los usuarios de los recursos pesqueros en los lagos de Yahuarcaca (Leticia-Amazonas). Su argumento analiza cómo el conocimiento tradicional ecológico y las instituciones existentes en las comunidades indígenas de La Playa, El Castañal y San Sebastián pueden contribuir en la puesta en marcha de un proceso de co-manejo sobre dichos socio-ecosistemas.

Seguidamente, Eduardo Antonio Ríos y Santiago R. Duque revisan detalladamente los datos e información que se tiene sobre la calidad de las aguas de la Quebrada Yahuarcaca, fuente de agua del acueducto de la

1 CITES: Convenio Internacional sobre tráfico de especies silvestres

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ciudad de Leticia (Colombia). Evalúan las condiciones de estacionalidad según los cambios temporales producidos por las lluvias locales y el incremento del río Amazonas. Además indican que algunas variables están por encima de las normas, sin embargo algunos de estos resultados son más producto de condiciones naturales que por efecto antrópico, por lo que sugieren revisar los estándares y ajustarlos a la realidad de estos ambientes amazónicos.

Edgar Prieto-Piraquive y colaboradores realizan un estudio de la riqueza, las densidades, su biomasa y patrones estacionales de los peces en los lagos de Yahuarcaca, un ecosistema de gran interés al mostrar una biodiversidad superior a 93 especies. Solo siete especies de ellas ya cubren más de la mitad de la biomasa presente, especies que en general tienen gran interés y uso por parte de los pobladores locales de estos lagos.

El último aporte de Remando a Varias Manos lo ofrece Néstor Torres-Zambrano junto a Santiago R. Duque y Eduardo Domínguez con un estudio de un microambiente que se presenta en lagos amazónicos; nos referimos al biotopo que genera la planta acuática carnívora Utricularia foliosa que vive en la parte baja de la quebrada Yahuarcaca. Se observó que esta planta alberga la mayor riqueza de organismos de macroinvertebrados y que ellos aprovechan las diversas fuentes presentes en este microambiente con 10 diferentes estrategias de alimento, lo que hace fundamental para la ecología de estos animales en los ecosistemas amazónicos.

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PRIMERA PARTE Mundos Amazónicos

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

AMAZONIA: entre una historia estructural y una historia virtual1

Roberto Pineda Camacho2

La historia es como un río lleno de posibilidades y meandros; en este contexto la historia de la Amazonia pudo haber seguido otros cursos según circunstancias y eventos particulares. Este escrito explora las otras Amazonas posibles, las otras Amazonas que no fueron, en el marco de una historia virtual. Plantea que el futuro de la Amazonia no está completamente determinado por una historia estructural, sino por las posibles decisiones y eventos del ahora: el encuentro definitivo con el Brasil, cuya presencia hemos tratado de evitar durante casi cuatro siglos.

Palabras clave: Historia de la Amazonia, cambio cultural, fronteras indígenas, Estado de Brasil, Estado de Colombia.

1 Ponencia presentada en la inauguración del programa de Especialización en Estudios Amazónicos en la ciudad de Mocoa. 27 de agosto de 2009. Convenio suscrito entre la Universidad Nacional de Colombia, Sede Amazonia y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia – Corpoamazonia.

2 Profesor asociado departamento de Antropología de la Universidad Nacional de Colombia. En el segundo semestres de académico de 2009, a través del programa de movilidad docente, realizó su práctica docente e investigativa en la sede Amazonia – Leticia.

Resumen

1.

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Amazonia: entre una historia estructural y una historia virtual Roberto Pineda Camacho

26 27

Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

History is like a river full of possibilities and meanders in this context the history of the Amazon may could have followed other courses according to circumstances and events. This article explores other possible Amazons, those Amazons which were not, in the context of a virtual history. He argues that the future of the Amazon is not completely determined by a structural history, but by the choices and events of nowadays: the final encounter with Brazil, whose presence we tried to avoid for nearly four centuries.

Keywords: History of Amazon, cultural change, indigenous boundaries, Brazilian State, Colombian State.

Presentación

Profesor Santiago Duque, director de Postgrado de la Universidad de la Amazonia, sede Amazonia, doctor José Ignacio Muñoz, director de Corpoamazonia, colegas y profesores de la Universidad, estudiantes de la

Especialización, señoras y señores.

En primer lugar, quiero expresar mi gratitud con el profesor Santiago Duque que me ha invitado a participar en este evento de apertura de la especialización en Estudios Amazónicos de la Universidad Nacional, en la ciudad de Mocoa, ciudad emblemática, por múltiples razones, de la historia amazónica pasada y contemporánea.

Para mí es un honor poder compartir con ustedes este espacio de proyección de los estudios amazónicos y quisiera, con su benevolencia , efectuar algunas reflexiones sobre la Historia de la Amazonia que quizás puedan ser de alguna utilidad para pensar el País de las Amazonas, hoy en día fragmentado en diversos Estados (Colombia, Brasil, Perú, Bolivia Ecuador, Venezuela); división que también ha llevado a la conformación de historiografías regionales, de formación relativamente reciente (con excepción de la brasilera) que nos ha formado ciertos hábitos de pensamiento que nos dificultan pensar de manera global la historia de la cuenca, la historia y los problemas contemporáneos del gran río de las Amazonas y sus afluentes, en una perspectiva integral y multidimensional- su historia ambiental, social, cultural, política y de sus mentalidades. Las divisiones políticas nos han impedido comprender la historia de sus ríos, los verdaderos actores de los procesos históricos pasados y presentes de esta inmensa región tropical.

Antes de concentrarme en el tema quisiera hacer dos precisiones:

En primer lugar no me referiré aquí a la historia de la Amazonia precolombina, una historia milenaria llena de interés en la que los arqueólogos reconocen el legado de prácticas agrícolas, institucionales e ideas patrimonio de todas las culturas americanas- incluidas las de las regiones andinas. Se estima en 6. 000.000 su número de habitantes a la llegada de los europeos; por lo menos desde el año 12.000 a. P. en la Amazonia existió una tradición de cazadores recolectores – que vivía de la pesca y la recolección- tan antigua como otras tradiciones de cazadores recolectores de América, especializada en la caza de la mega fauna. Durante el siglo XVI, en sus diferentes regiones florecían sociedades complejas, con grandes asentamientos humanos, de miles de personas, que fundaban parte de su sistema agrícola en suelos artificiales – antro soles - y cuyo impacto en general contribuyó a la conservación y desarrollo de la biodiversidad. Pero esta población, como veremos, fue destruida en menos de ciento cincuenta años, en una verdadera hecatombe humana – provocada por las enfermedades y pestes traídas por los europeos y por el tráfico de esclavos, que en la Amazonia tuvo una escala tan considerable que desencadenó el despoblamiento de inmensas regiones ribereñas. Sobrevivirían las sociedades inter ribereñas, o las de los ríos más alejados, aunque hoy en día algunos de los descendientes de aquellos habitantes de las riberas del Amazonas reivindican su antiguas identidades.

En segundo lugar, quisiera precisar el sentido de mi presentación: “La Amazonia: entre una historia estructural y virtual”.

La historia estructural vs. Historia virtualA partir de la década de los años 50 del siglo pasado, la historia tuvo un giro radical. De manera un poco esquemática, podríamos decir que de una historia centrada en los eventos – los personajes, los acontecimientos políticos, las guerras - se pasó a lo que se llamó una “historia estructural”, una historia que comprendió su interés de articularse plenamente con las otras ciencias sociales.

Los historiadores- sobre todo los de la llamada Escuela de los Anales en Francia-- reconocieron la existencia de por lo menos tres diferentes tipos de temporalidades, de ritmos de la vida social; hablaron, según la propuesta de Ferdinand Braudel, de un tiempo estructural, de un tiempo de ciclos, de un tiempo de “acontecimientos”, a la vez que enfocaban su atención en la historia de las sociedades y de las civilizaciones. Las civilizaciones y sociedades estaban fundadas en profundas y complejas relaciones sociales, articuladas a su entorno a través de la cultura material; los procesos de cambio de ciertos campos de la vida social y material eran tan lentos que pasaban desapercibidos para los hombres. Comprender la historia era develar esas estructuras profundas que perduraban por siglos e incluso por milenios. Al

Abstract

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Amazonia: entre una historia estructural y una historia virtual Roberto Pineda Camacho

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contrario, los “acontecimientos” no eran más que “fuegos artificiales”, según la expresión del citado gran historiador francés; aunque “deslumbrantes “(como muchas de las noticias de la TV) no dejaba en realidad ninguna huella; se disipan tan pronto aparecen y estallan en el cielo.

Durante varias décadas, los mejores historiadores se dedicaron a la historia estructural. Constituían, por ejemplo, largas series de precios e intentaban articularlas a otros procesos sociales. Pero quizás el principal modelo de esta perspectiva fue el mismo libro de Braudel titulado “El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II” (1949) que mostró como la historia de Europa occidental estuvo signada, hasta la edad moderna, por una estructura de larga duración que caracterizó la civilización europea mediterránea. Todo ello desvalorizó el acontecimiento; en el plano de una filosofía de la historia dio paso a cierta idea de la inexorabilidad de los procesos históricos, sometidos al peso de su historia estructural.

En las últimas décadas, la balanza se ha orientado en otra dirección. Sin demeritar las ideas del gran historiador de la Escuela de los Anales, los acontecimientos, los eventos, han vuelto al taller de los historiadores.

Y han regresado, de varias maneras, entre ellas con la valoración de lo que se denomina “microhistoria”; y con lo que ha sido llamado “historia virtual”. 3

3 Permítanme explicar, con un ejemplo de otra región y época de Colombia el significado de la historia virtual. Para efectos pedagógicos, simplificaré al extremo el escenario del caso, el escenario de la batalla. Trasladémonos a mediados del siglo XVIII al Caribe colombiano. El almirante Vernon comanda una excepcional flota inglesa que se apresta a sitiar, en 1741, a Cartagena. Está tan seguro de su victoria que incluso ha fraguado en el mar las medallas que conmemorarán eternamente su victoria. La caída de la Cartagena de Indias será parte de la gloria de Inglaterra y de este militar.

Cartagena está aislada; la flota española no puede intervenir. Está a merced de los ingleses; depende únicamente de la capacidad de aguante de los pobladores de la ciudad, de la habilidad y valentía de sus defensores.

Pero Vernon no sabe y por lo tanto no tiene en cuenta en su estrategia de asalto a la amurallada Cartagena que un poco de tiempo antes, Blas de Leso tercamente ha insistido ante el Virrey de Santa Fe para que las murallas de Cartagena se eleven y así se ha hecho.

Entonces, al momento del asalto, las tropas del almirante inglés no cuentan con las escaleras de asalto que les permitan llegar rápida y efectivamente a la cima de las murallas. Los situados pueden defenderse mejor de los sitiadores, expuestos al fuego y armas de los de arriba. Ello retrasa el asalto; mientras tanto, las enfermedades tropicales y quizás gastrointestinales- que tampoco había previsto Vernon- amenazan y cunden, como nuevos pero invisibles enemigos, entre los sitiadores, aún en sus propios navíos. El desastre es tal que el almirante inglés se vio obligado a retirarse, antes que sus hombres murieran vencidos del todo por las enfermedades.

Cartagena se ha salvado. El historiador virtual se pregunta:

¿Qué hubiese pasado sido si no se suben las murallas, por la terquedad del funcionario español?, ¿que hubiese pasado si se los ingleses toman Cartagena, ante la impotencia de la flota española? Seguramente hoy se hablase lengua inglesa en Cartagena y otras regiones del Caribe colombiano.

La historia del Caribe, ese verdadero mar interior, hubiese quizás cambiado. Historia virtual, historia de si…, pero que ayuda a reflexionar que por lo menos a cierta escala de la historia, los procesos no están predeterminados, y que los acontecimientos pudieron seguir otros cursos, otros senderos y fructificar en otra historia. La historia comprende también los posibles cursos que este gran río pudo tomar en diferentes momentos. Historia estructural, microhistoria, historia virtual, son formas complementarias de aplicar diferentes lupas al pasado.

Con este preámbulo, permítaseme entrar – consciente de la brevedad de nuestro tiempo de exposición- a la Amazonia, este gran espacio interior de Suramérica, de unos 7 000. 000 de Km. cuadrados, articulado alrededor de la cuenca del río Amazonas, ese inmenso río de casi 6000 kilómetros de largo.

En este gran espacio de bosques tropicales y de miríadas de ríos se impone una historia estructural; el medio gravita sobre los hombres y mujeres de carne y hueso que para sobrevivir tuvieron que adaptarse- aunque también en este proceso lo transformaron. Las historias de sus ríos nos recuerdan no una sucesión de eventos de progreso, sino de procesos de poblamiento y despoblamiento; aldeas o lugares que son retomados por la selva, ciclos económicos de unas pocas décadas, efímeros, ciudades de esplendor o decadencia, tierras de promisión o verdaderas vorágine. Allí han vivido miles, millones, de seres humanos, articulados con peces, animales del bosque y plantas, que han sufrido, representado e imaginado su vida en la selva.

La Amazonia es una región que se caracterizó por ciclos de economía extractiva y forma parte de lo que ha sido llamada una región con presencia débil del Estado. Pero si miramos, con una lupa más detallada, la historia de la configuración regional pudo haber sido de otra forma; el juego de naipes pudo tener otro triunfador diferente al Brasil - o se pudo haber conformado un Estado Amazónico, quizás de lengua portuguesa o de lengua geral, en su propio interior que hoy habría que sumarlo a los actualmente existentes.

¿La Amazonia pudo ser española?En 1541, Gonzalo Pizarro partió de Quito en búsqueda del país de la Canela. Lo acompañarían dos coterráneos de su propio pueblo de Trujillo en Extremadura– Francisco de Orellana y el fraile Gaspar de Carvajal. Pizarro llevaba un gran número de españoles e indios cargueros; también llevaba cerdos, perros de guerra, caballos. Pero después de pasar los penosos páramos, al oriente de Quito, se encuentra con una maraña de ríos que realmente lo desconciertan.

El capitán y joven Orellana fue enviado a explorar esos ignotos ríos, cuya dimensiones nadie conoce y ni siquiera sospechan; es un espacio todavía más desconcertante que la Mar, donde los marineros estaban acostumbrados a orientarse a través de algunos instrumentos náuticos, las estrellas, las aves o la inspección de los buches de los peces. Orellana se ve obligado a construir una nao, a utilizar las herraduras de los inútiles caballos para hacer puntillas y otras herramientas. Y no le queda otra opción que lanzarse con sus escasas huestes aguas abajo, con la esperanza de llegar, algún día, a la Mar.

Después de una penosa travesía, narrada por el padre Gaspar de Carvajal, en su extraordinaria y patética “Relación del Descubrimiento del río de las Amazonas”- llegan a las bocas del Amazonas; Orellana se traslada a la Isla Española, donde el gran

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cronista de Indias, Fernández de Oviedo, rápidamente se percata de la magnitud del viaje – comparable al de Magallanes, veinte años atrás - y le envía ahí mismo una carta al Cardenal Bembo, historiador de Venecia, quien informa hasta al mismísimo papa. Oviedo también destaca el encuentro con Las Amazonas, las famosas guerreras descritas por Herodoto desde la Antigüedad, que combatirían a los intrusos españoles.

Al arribar a Sevilla, Orellana se entrevistó con Sebastián Caboto, piloto mayor del rey, cartógrafo, cosmógrafo, quien hace, entre 1543 y 44, el primer mapa del río Amazonas.

Orellana no pierde el tiempo, y se trasladó a la Corte Española. Pide ser Adelantado y Gobernador de la Nueva Andalucía y propone fundarse a nombre de la Corona Española en la desembocadura de Santa María de la Mar Dulce, como Vicente Yáñez había llamado al río-mar a su paso por la desembocadura de este gigante río hacia el año 1500. Carlos V y su consejo dudan; quizás no tienen claro si el territorio reclamado queda por fuera de su jurisdicción según el Tratado de Tordesillas firmado por el Papa en 1494 que establecía los límites y derechos entre Portugal y España, en una época en la que ni se sabía a ciencia cierta si las nuevas tierras eran un puñado de islas o un nuevo continente.

Finalmente, Orellana sale de España con tres naos, hacia el Amazonas. En los últimos días, sus marinos prueban el agua del mar, hasta que el sabor dulce les indica su proximidad. El adelantado penetra por una de las infinitas bocas por las que el Amazonas entrega sus aguas al mar Atlántico. La otra nave esperará su regreso. Pero Orellana no encuentra donde fundar la Nueva Andalucía – era, quizás, una época de creciente- y tampoco logró contactar a ninguna gente nativa. Las circunstancias lo obligan a regresar, pero no encuentra la otra nao, que entretanto ha partido en su búsqueda y se ha perdido para siempre en el delta del Amazonas, en el laberinto de su desembocadura e islas; Orellana muere a bordo de su nave. Con él muere quizás la posibilidad de que la Monarquía Católica Española se asiente en la entrada del Amazonas y controle el gran río. ¿Qué hubiera pasado si Orellana funda la Nueva Andalucía? Quizás la lengua del Amazonas no fuese el portugués sino el castellano.

Casi cien años después, en 1639, el Rey ordenó al jesuita Cristóbal de Acuña bajar de nuevo el río Amazonas. Tiene como instrucciones dar cuenta, como un verdadero naturalista, del río, de sus animales, de sus especies útiles, de sus gentes, de elaborar un mapa del río , labores que Acuña hace con creces. Desciende el río con Pedro Teixeira –portugués que ya el año anterior había llegado hasta la mismísima Quito, con 47 soldados y 1200 indios- sorprendiendo a las autoridades quiteñas. A su vez, en Belem se había organizado su viaje como respuesta a la llegada de dos frailes españoles a esta última ciudad, que también había sido conmocionada por su llegada desde Quito.

Cristóbal de Acuña redacta un documento extraordinario; habla de poblados indígenas de más de una legua de largos, de manatíes, de tortugas, de la presencia

de hachas de acero que venían a través de un comercio de larga distancia. Al contrario del viaje de Carvajal, lleno de tensiones por el hambre y la guerra con los indios, por los asaltos a los caseríos indígenas y la continua fuga por el río de los españoles, esta vez la navegación se hace de una manera fluida, en una aparente buena relación con los nativos. Lo impresionan las manchas de cacao silvestre, las abundantes islas, los indios, y también las referencias sobre las Amazonas.

Sin duda, este primer encuentro en el Amazonas entre portugueses y españoles pudo hacerse sin conflicto manifiesto alguno, porque desde 1580 la Corona portuguesa estaba en manos del Rey de España. Ello permitió que Pedro Teixeira también subiera sin problemas hasta Quito, y que a su vez Acuña recorriera sin dificultades mayores el río. De hecho es probable que la fundación en 1616, del fuerte de Presipio, por parte de los portugueses, transformado después en la ciudad de Belem, haya sido estimulado por los españoles, para intentar controlar y erradicar la presencia de los asentamientos ingleses, holandeses, franceses y alemanes en el Bajo Amazonas, ante la ausencia de toda ocupación portuguesa o española.

Pero un año después del viaje de Acuña, los portugueses recuperaron su libertad. Entonces el libro de Acuña, “Nuevo Descubrimiento del río de las Amazonas”, se convirtió en un texto geopolítico de excepcional importancia. Pero ya era tarde, los portugueses habían fijado un mojón en el alto Amazonas. Las antiguas tensiones- que quizás nunca desaparecieron- volvieron a salir a flote. Los recelos de lado y lado se incrementaron por el control del gran río.

Treinta años más tarde, los portugueses ya estaban en el Río Negro; en 1687, los misioneros jesuitas lusitanos se irradiarían, junto con las “tropas de rescate” y los buscadores de las drogas del sertão por gran parte de la Amazonia, imponiendo una modelo esclavista de los indios ¡que perduraría hasta 1833! En pocas décadas

Sebastián Caboto (1484 – 1557)Tomado de: Espinosa, María Juana. 2009. Amazonas de Indias. Retratos imaginados de mujeres en la selva. Siglo XVI-XIX, tesis de grado Departamento de Antropología,

Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.

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arrasaron con las grandes sociedades indígenas de las várzeas del río Amazonas, con los Tapajós, con parte de los Omaguas, hasta hacerlos desaparecer.

En síntesis, el “cautiverio babilónico”, como llaman algunos historiadores brasileros a este período de dependencia de la casa real portuguesa de España, favoreció al Reino de Portugal. Les permitió, como dijimos, viajar río arriba hasta el mismo Quito, amojonarse en el Alto Amazonas y, sobre todo, conocer por su propia experiencia todo el río. Y luego de librarse, en menos de un año, de su rival en la Amazonia y proponer a sus anchas su propio modelo de ocupación y sometimiento de los indios – los capitanes de aldea (1616- 1686) y una legislación que autorizaba la esclavitud sin ambages de los nativos - y la progresiva lusitanización de la región.

Pero quizás la historia pudo haberse desencadenado de otra manera. Si la Corona portuguesa sigue sometida a España, aunque sea por un poco de más tiempo, los españoles hubieran podido controlar con más efectividad a los portugueses y quizás el destino de los pueblos de las várzeas del Amazonas en vez de ser presa de los traficantes de esclavos hubiese caído en manos de los jesuitas españoles que hubiesen intentado, como lo hicieran en Paraguay, construir el reino de dios en este mundo, compatible con su idea de la Amazonia como un Verdadero Paraíso, o quizás como lo propondría Pinelo como el espacio de paraíso bíblico. O tal vez la historia de los indios del río Amazonas hubiese sido igualmente trágica pero con el concurso de nuevos adelantados españoles.

Si la Amazonia hubiese sido española, como en gran parte lo era según el Tratado de Tordesillas de 1494, los modelos de ocupación hubiesen sido diferentes. Seguramente, la ocupación española no hubiese limitado al piedemonte, a través del modelo de Misiones, que sucedió al fracasado proyecto de colonización civil de la Alta Amazonia sobre la base del modelo de la encomienda.

Un estado AmazónicoEn 1750 se firma el Tratado de Madrid que plantea una primera delimitación entre las fronteras americanas de las dos católicas coronas. Quizás ya para entonces España hubiese decidido entregar el Amazonas a cambio de ciertas posesiones en el Paraná y la Plata.

De manera concomitante, en 1751, se conformó el Estado de Gran Para y Marañón, cosechando la ocupación portuguesa. Su capital está en Belem del Para y depende directamente de Lisboa. Lo que hoy es Brasil estaba divido en dos grandes Estados. Aquella medida se acompañó por reformas económicas y sociales de grandes envergaduras. Por ejemplo, la constitución de la Compañía

General del Comercio del Gran Pará y Marañón, la introducción de esclavos negros, el fomento de astilleros y de una pequeña industrial local en el río Negro. El Marqués de Pombal, primer ministro de Portugal, conformó la Capitanía General del Río Negro; estaba dispuesto incluso a transformar a dicha Capitanía en un Estado de Amazonas, independiente del mismo Pará. Pero…. pero Lisboa sufre un incendio que casi la consume, lo que obliga no sólo a que el discutido Pombal tenga que prestar atención a casa, sino que, se dice, destinar muchos fondos a su reconstrucción. Sus intentos de diversificar su economía extractiva y de introducir ciertas industrias locales, al menos, se aplaza, y se postergarán indefinidamente.

¿Qué hubiese significado la constitución de un Estado en el corazón mismo de la Amazonia, una estado “ilustrado”, con un gran proyecto modernizador –basado paradójicamente en la

utilización compulsiva de la fuerza de trabajo indígena en la vida civil, en la economía, en el comercio, fundado de todas maneras en el control de los indios? No es improbable que una vez independizado Brasil de la Corona Portuguesa hubiese tenido cierta vida propia y quizás hubiese sido una Bolivia pero portuguesa en el interior del Amazonas.

La privatización de la Amazonia y la Toma de Leticia

A partir de 1800 se inició la exportación del caucho, pero solamente es hasta 1850 que la actividad extractiva del látex se articuló de forma creciente con el mercado internacional: la navegación a vapor permitió el acceso a remotos

Tomado de: http://www.loc.gov/rr/

hispanic/frontiers/gutierrz2.html

Diego Gutierrez 1562 América y el sendero ondulante

del río Amazonas

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y distantes siringales; las sequias del nordeste lanzaron a miles de personas en manos de los enganchadores de siringueros. Con el paso de los años, el sistema de endeude cubrió la casi totalidad de la región, sobrepasó raudales y cachiveras, involucró a miles de indios y campesinos nordestinos. Manaos se convirtió en una ciudad modelo, con unos barones del caucho convencidos de la eternidad de la extracción cauchera, y una intelectualidad centrada en la rima y el verso, de espaldas a lo que acontecía en los siringa les. Serían los fotógrafos, los cineastas y los novelistas los que narrarían lo que acontecía en los barracones, en la “Selva” de Ferreira Castro o en la Vorágine de José Eustacio Rivera.

La sobrevivencia milagrosa de unas pocas semillas de hevea – de las miles que había sacado furtivamente Whickmann de Brasil - fructificó en las poderosas plantaciones del sudeste asiático que si no arruinaron totalmente la economía extractiva amazónica, sí iniciaron un ciclo de decadencia, de ruina progresiva, hasta que nuevamente la segunda guerra mundial le dio, al caucho amazónico, un nuevo aire.

Estos ciclos de esplendor y decadencia, tan ajustado a una visión estructural de su historia, también nos tocó a nosotros. En las últimas décadas del siglo XIX la explotación de la quina y del caucho negro promovió cierto auge en la ciudad de Mocoa y auspició que por primera vez se navegase en un buque de vapor, por parte de Rafael Reyes desde Puerto Sofía en el río Putumayo y por el río Amazonas.

Si se mira con cierta perspectiva histórica, el ciclo del caucho significó la parcelación de la Amazonia en casas caucheras , la constitución de territorios privados de la selva, que incluían no sólo árboles sino indios y otros trabajadores, como en el caso de la tristemente famosa Cara Arana que, como se sabe, esclavizó a miles de nativos del bajo Caquetá-Putumayo; y los deportó de forma masiva hacia el Perú, una vez se ratificó el tratado Salomón Lozano por parte del Congreso peruano (1928).

Septiembre de 1932. Un grupo de peruanos se toman la ciudad de Leticia

Se inicia el conflicto colombo-peruano, en razón de la transgresión del Tratado Salomón Lozano que delimitó el río Putumayo como la zona de frontera entre los dos países y constituyó el acceso de Colombia al río Amazonas. Colombia reaccionó armando una flotilla naval que debe subir por el Amazonas. También moviliza sus tropas por el río Caquetá y Putumayo. El rápido avance por el Putumayo logra sorprender ciertas localidades del lado peruano, y los indígenas deportados por la Casa Arana tienen cierta opción de huir o de regresar a sus antiguos territorios.

La flotilla que avanza por el Amazonas se vio obligada a desviarse por el río Putumayo, ante la imposibilidad de continuar Amazonas arriba hacia Leticia, por razones políticas con el Brasil. Llegan a Tarapacá: la guarnición peruana abandona el sitio, y se crea una especie de tenaza en el río Putumayo, que al postre permite una negociación exitosa con la intervención de la Liga de las Naciones.

Aunque parezca paradójico, la toma peruana de Leticia fue providencial. Providencial para los indígenas uitotos y otros grupos sometidos a la Casa Arana porque les dio una oportunidad para huir de sus captores. Y porque a partir del conflicto, el gobierno central de Colombia, anclado en las montañas de los Andes, como los antiguos presidentes y virreyes coloniales, y el país nacional lograron tomar cierta conciencia de la Amazonia, de la importancia de sus territorios surorientales. Como es de ustedes conocidos, gran parte de la infraestructura aún existente, de las pistas áreas, de las carreteras, la creación de la extinguida Navenal, casi de la misma Leticia, etc. provienen de esta época. Sin la toma de Leticia -- que se le ocurrió a alguien, quizás en la noche o en una embarcación- la región, para bien o para mal, sería hoy diferente.

En los últimos años ha persistido esta tendencia estructural de “privatización” del espacio del Amazonas colombiano relacionado a grandes procesos de deforestación y a la transformación de grandes regiones del Amazona en monocultivos de soya, de grandes centros de producción pecuaria, o explotaciones mineras, o de explotaciones de coca etc.

¿Fuegos artificiales o cambios estructurales?Pero en el año 2005 ocurrió otro acontecimiento, esta vez relacionado con la historia ambiental. Una gran sequía afectó la cuenca del río Amazonas, aislando numerosos poblados de las grandes várzeas del bajo Amazonas que posiblemente indica una fractura en la dinámica climática de la Amazonia, relacionada con los procesos de deforestación y el calentamiento global. Pero lo que pone de presente este evento- que probablemente no es un “fuego artificial” - es la compenetración de la historia de toda la Amazonia – de la Alta Amazonia con la baja Amazonia – y la necesidad de pensar globalmente el país de las Amazonas, como en alguna medida lo intentaron los grandes cartógrafos y cronistas del siglo XVI y XVII, antes de que la historia que someramente hemos narrado fuera arrastrando – como las olas de mar – a los diferentes actores a sus propios terruños “nacionales.”, aislando los unos de los otros.

Pero también en los últimos años se ha anunciado otro evento, de acuerdo con el cual se articulará la navegación del río Amazonas con la construcción de diversas carreteras que lo unirán a través de algunos de sus afluentes con diversos puertos del Pacífico peruano, ecuatoriano o colombiano. En uno de ellos, el río Putumayo

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se comunicaría, a través de Puerto Asís con la ciudad de Tumaco, en el Pacífico colombiano. Sin duda, ello representa un encuentro con el hasta ahora todavía remoto Brasil. Un encuentro, quizás inexorable, que tiene grandes desafíos y oportunidades. Durante el siglo XVIII, los virreyes españoles lograron impedir el contacto con los portugueses por el río Putumayo. Ordenaron trasladar las misiones franciscanas al río Caquetá. Ahora no podemos tener la misma posición de nuestros virreyes andinos y aislarnos. Además no es posible ni viable. Pero es necesario prepararnos para ese nuevo acontecimiento, para darle quizás nuevos sentidos y proyecciones. Por lo menos debemos aprender masivamente portugués y conocer más al Brasil, algo más que a su querida selección de fútbol.

Pensar la Pan-Amazonia, o “El País de las Amazonas”, como la llamaría Silvino Santos en la primera película sobre el Amazonas brasilera, es uno de los pasos para revisar nuestros lentes e instrumentos en pro de la región y el bienestar de su gente. Creo que la Universidad Nacional comprendió desde hace 20 años este reto, cuando fundó su sede en Leticia; y lo ha seguido comprendiendo estableciendo sus programas en otras regiones del Amazonas, para integrar a sus diferentes actores sociales a esta reflexión mancomunada. Quizás sea la hora de fundar por parte de la Universidad Nacional de Colombia un gran instituto de estudios brasileros en Leticia, o, por qué no, aquí en Mocoa.

Ahora que ustedes inician con entusiasmo esta especialización, vale la pena soñar cuál es la Amazonas que queremos, porque esa Amazonas también podría ser tal real como la que hoy experimenta una crisis de cambio climático, o de desforestación acelerada, o de cultivos ilícitos, o creciente urbanización. A pesar del peso de la historia estructural, la configuración de la Historia del Amazonas no está totalmente cerrada.

Como diría el gran antropólogo francés Claude Lévi Strauss, la historia se asemeja a los movimientos del caballo en el juego de ajedrez. Aunque en gran parte predeterminada, tiene la posibilidad de saltar en varias direcciones; y quizás, si acertamos, salte en una dirección que permita conciliar su protección y bienestar de sus habitantes, humanos y no humanos.

Leticia, agosto 2009

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DE vACACIONES EN lA AMAZONIATurismo y nuevas formas de trabajo en poblaciones indígenasMarco Tobón1

Germán Ignacio Ochoa2

Las poblaciones indígenas de la Amazonia se encuentran cada vez más vinculadas a cadenas globales de turismo. En este artículo analizamos las características de las nuevas formas de trabajo que el turismo ha generado en el sur del Trapecio Amazónico colombiano. Centrando la atención en el asentamiento de Macedonia, se describe la condición pluriactiva de sus habitantes expresada no sólo en las formas en que producen su vida en relación con los ecosistemas amazónicos, sino también en las relaciones sociales y económicas que tienen lugar en el mercado. El argumento general advierte problemas que hoy cobran plena vigencia, como las relaciones de dominación entre empresas que controlan el mercado del turismo sobre poblaciones locales, la transformación de la cultura como objeto de consumo y la producción de la diferencia en tal escenario globalizado.

Palabras claves: turismo, Amazonia, poblaciones indígenas, dependencia, pluriactividad, formas de trabajo.

1 Antropólogo. Magíster en Estudios Amazónicos. Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia

2 Profesor Auxiliar. Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia. Estudiante de doctorado Instituto de Estudios para el Desarrollo – IVO. Universidad de Tilburg, Países Bajos.

Resumen

2.

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The indigenous populations from the Amazon are more and more linked to global chains of tourism. In this paper we analyze the characteristics of new income generating activities that tourism has generated in local populations of the Colombian Amazon Trapeze. Focusing attention on the indigenous settlement of Macedonia, the article starts by taking into account the current situation of the indigenous populations characterized by their diverse means of income and social reproduction, which are expressed in their relationships with the ecosystem and with the market. The analysis reveals several concerns about the tourism industry, such as the power exercised by large enterprises, the commoditization of culture and the production of the social diversity in this global scenario.

Keywords: Tourism, Amazon, indigenous populations, economic dependence, pluri-activity, new income generating activities.

Introducción

Las poblaciones indígenas asentadas en el área amazónica en la que confluyen las fronteras de Brasil, Perú y Colombia experimentan, desde hace aproximadamente cuarenta años, una vinculación directa a uno de los

fenómenos sociales y económicos más característicos de la actual sociedad capitalista global: la industria turística. Si tenemos en cuenta que “los turistas se desplazan o permanecen según sus deseos” (Bauman 1999), cobra validez pensar que la región amazónica, su paisaje, su biodiversidad, sus culturas se han convertido en expectativas soñadas por aquellos que pueden desplazarse al lugar que gusten3. La Amazonia, por lo tanto, se ha convertido en destino deseado entre los viajeros y, a su vez, en mercancía creada en los circuitos comerciales globales.

Aquí haremos referencia a los habitantes tikuna del asentamiento de Macedonia ubicado sobre la margen izquierda del río Amazonas a 50 Km.

3 En encuestas realizadas a turistas en Leticia, la gran mayoría afirmó que escogió la Amazonia como destino turístico por la selva, el río, su diversidad y culturas indígenas.

Abstractde Leticia capital del departamento del Amazonas colombiano (Ver Mapa). Macedonia tiene una población aproximada de 800 habitantes en su mayoría de la etnia tikuna. Está articulada al turismo en el Trapecio Amazónico y se ha consolidado en los circuitos locales principalmente por su producción de artesanías. En cuanto a generación de ingresos, esta articulación también incluye, además de la venta de artesanías y representaciones para los turistas, empleos indirectos y temporales (guianzas con los tours), venta de cosechas y otras formas de vinculación como restaurantes y hospedajes.

Tiene también una experiencia de vinculación directa con el ecoturismo en el Parque Nacional Natural Amacayacu (PNNA), experiencia que comparten otros cinco asentamientos, con algunos de los cuales el Parque superpone su territorio. Estos son Mocagua, San Martín de Amacayacu, Palmeras, El Vergel y Zaragoza, entre los cuales se pueden encontrar diferentes intensidades de articulación, siendo Mocagua la que tiene un vínculo más estrecho dada su ubicación geográfica al frente de Centro de Visitantes. Es necesario mencionar que en 2005 fueron entregados a la Concesión Amacayacu, por 10 años, los servicios ecoturísticos del PNNA. Este hecho ha conducido a las comunidades a competir entre sí por atraer a

Mapa. Ubicación de Macedonia (circulo negro) en el Sur del Trapecio Amazónico colombiano. Tomado de:

Riaño Elizabeth. 2003 “Localización del área de estudio. Mapa N° 2.

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sus territorios a los turistas que se alojan en el PNNA, es decir, competir por obtener recursos económicos.

La Concesión es una alianza entre la cadena de hoteles Decameron y Aviatur, la agencia de viajes más grande del país. Las concesiones en Colombia se iniciaron como una política para promover la participación privada en la prestación de servicios ecoturísticos en el Sistema de Parques Nacionales Naturales (CONPES 2004:2). El Decameron con su hotel en Leticia, como en la Concesión Amacayacu y la administración de la Isla de los Micos –otro de los principales atractivos de la región– ha incidido fuertemente en la dinámica turística no solamente por ser el principal motor del incremento constante de visitantes en los últimos cinco años, sino porque al convertirse en la empresa líder, ha llevado a que otros agentes busquen nuevas formas de participación en el mercado turístico local.

El análisis del turismo requiere de enfoques teóricos como el de Cadenas Globales de Mercancías (CGM) que permiten entender las implicaciones para el desarrollo local de las relaciones entre agentes locales y globales (Clancy 1998:122), evidenciando la heterogeneidad de las relaciones entre poblaciones con economías originarias y consumidores capitalistas. Una CGM es entendida como un conjunto de redes de trabajo ligadas alrededor de una mercancía o producto, vinculando hogares, empresas, estados entre sí dentro de la economía de mercado mundial (Gereffi, et al. 1994). El producto final en la región amazónica sobre el cual se organiza la cadena es la experiencia amazónica y se compone de diferentes actividades en los ecosistemas y junto a las poblaciones amazónicas (Ochoa y Pelupessy 2009). Una CGM se compone de cuatro elementos: Estructura insumo– producto que las diferentes etapas desde el inicio de la elaboración del producto hasta su consumo y disposición final incluyendo los impactos generados a lo largo de la cadena. Una ubicación geográfica de las actividades que permite analizar la relación local-global. Un contexto político institucional que enfatiza en los procesos de cada agente y los vínculos entre estos. Y una fuerza motriz o coordinación estratégica que ejerce una empresa o grupo de empresas en varias partes de la cadena imponiendo estándares y buscando las mayores utilidades.

Para el caso de las nuevas formas de trabajo creadas por el turismo, enfatizaremos en el punto tres: el contexto político institucional que permite ilustrar la compleja experiencia económica vivida entre las poblaciones amazónicas. Esta complejidad se pone al descubierto en la combinación entre sus formas de producción autóctonas, y las formas de trabajo ligadas al mercado con los agentes turísticos. Esta situación histórica que correlaciona la dependencia económica y las prácticas productivas autónomas es común a muchos de los poblados indígenas amazónicos (Gasché y Echeverri 2003). La expresión contemporánea de esta circunstancia se manifiesta en distintas

tensiones culturales entre ellas, que los pobladores participan en nuevas formas de dominación como los circuitos turísticos globales.

La dependencia al mercado de Macedonia significa que sus pobladores necesitan de una serie de mercancías que se han vuelto indispensables para su vida. Como no las producen, asumen las cargas en fuerza de trabajo a fin de obtener ingresos que puedan ser intercambiados por objetos primordiales en el mercado. De esta manera, es importante preguntarse ¿qué trabajos desempeñan los habitantes tikuna de Macedonia para obtener ingresos monetarios? Las familias tikuna combinan diferentes formas de trabajo para afrontar la necesidad de proveerse de mercancías, pasando por las prácticas de la agricultura de la chagra, la cacería y la pesca de las cuales venden algunos de sus excedentes, hasta diferentes formas de trabajo ligadas, actualmente, a las actividades turísticas, por ejemplo, como motoristas, intérpretes o guías ambientales, artesanos, talladores de maderas, dueños de restaurantes y alojamientos para atender visitantes.

Durante el último siglo, el mercado y sus más variados exponentes como comerciantes, buscadores de pieles, extractores de maderas, traficantes de pasta de coca, coleccionistas etnográficos y exploradores ambiciosos, han ofrecido a los pobladores tikuna del río Amazonas varias formas de trabajo, eventualmente unas menos degradantes y esclavizantes que otras. No obstante, aproximadamente desde las últimas cuatro décadas, el mercado y sus expansivas fuerzas históricas les han ofrecido a los habitantes locales, bajo la fórmula lo toma o lo deja, la oportunidad de intervenir en nuevas formas de trabajo ligadas a la industria turística (Baca 1982; Chaumeil 1984). Son justamente estos trabajos vinculados al mercado regional de turistas, que son motivados a su vez por la necesidad de adquirir ingresos económicos, los que aquí expondremos como nuevas formas de trabajo.

Vale la pena aclarar que cuando se habla de formas de trabajo, no debe pensarse estrictamente en actividades productivas. Las condiciones de trabajo se encuentran estrechamente entrelazadas con las relaciones sociales, con los intercambios entre parientes, con la organización política comunitaria (Sahlins 1983, 1974: 233; D’Argemir, 1998). Esta proposición que goza de plena validez probatoria en las ciencias de lo social ya ha sido suficientemente ilustrada por la antropología económica (Godelier 1980, Sahlins 1983). Aquí tan sólo analizaremos estas formas de trabajo de los habitantes ticuna de Macedonia en el mercado turístico y las implicaciones que tienen para su vida social. De este modo, ofrecemos algunos apuntes para avivar las discusiones venideras sobre las implicaciones del turismo en poblaciones locales en la Amazonia y la incidencia que estas nuevas formas de trabajo ligadas al turismo puedan tener en la construcción cultural del ser tikuna.

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La exploración etnográfica que nos permitió aproximarnos a las actividades económicas insertas en el mercado turístico, contó con una temporada de tres meses de trabajo de campo en Macedonia; de igual modo, analizamos durante dos meses previos el material monográfico realizado sobre Macedonia (p.e. Buitrago 2007, Barbosa 2006, Gómez 2009) e informes del PNNA sobre los planes de coordinación turística de la Concesión Amacayacu con a los habitantes tikuna cercanos al parque. Como orientador metodológico se aplicó una encuesta en siete familias representativas de las distintas formas de trabajo que predominan en el asentamiento. Esta encuesta constituyó una guía para recopilar la información más pertinente, formular nuevos interrogantes y fortalecer las ideas del enfoque de nuestro trabajo. Vale la pena señalar que nuestra pretensión por caracterizar las nuevas formas de trabajo ligadas al turismo, no constituyen un modelo invariable que goce de aplicación para toda la región amazónica. Sin embargo nuestro argumento está dirigido a ilustrar los atributos que revisten estas formas de trabajo que se mantienen con cierta regularidad no sólo en el asentamiento de Macedonia, sino también en otros poblados indígenas ribereños de la Panamazonia.

Pluriactividad y dependencia al mercadoLos habitantes tikuna de Macedonia, hombres y mujeres, son expertos conocedores de los ciclos de inundación del río Amazonas, de las temporadas de maduración de las frutas, del comportamiento de los animales del río y de la selva, también son habilidosos cultivadores de huertas o chagras, versados en aquellas plantas que ofrecen fibras para tejer, madera para construir canoas y casas, o bien, en aquellas especies vegetales que proveen de efectos curativos y médicos. A su vez, estos hombres y mujeres tikuna, están provistos de conocimientos de carpintería y arquitectura, muchos son diestros en el manejo de la motosierra y los motores fuera de borda, incluso algunos logran fácilmente reparar los daños técnicos que eventualmente sufren estos aparatos. Muchos de estos hombres y mujeres son especialistas en las tallas de madera, en los tejidos de fibras y semillas, en las pinturas sobre cortezas, y tras la combinación de todas estas prácticas productivas se encuentra su capacidad autónoma de producir alimentos, y su capacidad –no tan autónoma– de adquirir mercancías intercambiables en el mercado.

Cuando se describen las prácticas productivas de los poblados indígenas amazónicos, se alude a sus modos de actuar bajo relaciones económicas capitalistas y, a su vez, a sus modos de producción bajo formas locales originarias. Por lo tanto cuando se habla de economía indígena se tiene en mente la “pluriactividad”, y cuando se trata de las relaciones sociales ligadas

a estas prácticas productivas se tiene en mente la “dependencia económica”. Veamos de qué se trata esto.

Los tikuna de la ribera del río Amazonas despliegan sus actividades productivas tanto en el dominio de la economía no capitalista, su agricultura de tumba y quema de chagras itinerantes, la caza, la pesca y la recolección, como también, en el dominio de la economía del capital, como las nuevas formas de trabajo ligadas a la industria turística expresadas en las guianzas a visitantes, las artesanías, la venta de comidas y frutos de cosecha, la conducción de botes, entre otros. Esta capacidad local de participar activamente en modos de producción de distinta naturaleza, se conoce con el nombre de pluriactividad (Godelier 1980). Cobra validez afirmar, en consecuencia, que la gran mayoría de los habitantes de Macedonia son pluriactivos, esto es, que la forma de producir su vida material y social combina actividades productivas que tienen lugar tanto en relaciones estrictamente ligadas al mercado, como en relaciones que no dependen estrictamente de las presiones del mercado capitalista.

Sin embargo la inserción en la economía de mercado competitiva ha implicado una serie de ajustes económicos, como de igual manera, impactos sociales y culturales expresados tanto la adopción de nuevas formas de trabajo (que a veces exigen mayor tiempo y esfuerzo físico), como en la manifestación de la cultura como producto de consumo (Chaumeil 2009: 66). Esta situación ha dado lugar a una relación de dominación fundada en la dependencia de mercancías primordiales de difícil acceso.

Al fijar la atención en la condición pluriactiva de los pobladores ribereños de Macedonia, se ponen en entredicho dos percepciones ilusorias que, aun cuando se oponen una a la otra, son defendidas por aquellos agentes externos que aun creen ciegamente en el “progreso modernizador”, o bien, “el desarrollo económico”: la primera ilusión, es la de ver el despunte de la industria turística como la ruta exclusiva para garantizar la satisfacción de la vida material, cual fuente inmejorable de rentabilidad y sostenibilidad económica, cual fuerza que beneficia por igual a todos los involucrados. La segunda ilusión, que es el paradójico efecto de la primera, es promover dentro del mercado del turismo, la imagen –mercantilizada– de las poblaciones amazónicas como “auténticas y tradicionales” formaciones culturales (Chaumeil 2009; 1984) que no han abandonado sus prístinas prácticas de trabajo, llevadas a cabo con una tecnología rudimentaria y alejadas del capitalismo intruso del cual provienen los mismos turistas.

Ni la economía turística representa el bienestar económico común, ni las poblaciones amazónicas son ornamentos primitivos de la imaginada Amazonia salvaje. Más allá de estas dos falsas percepciones, es notorio que las poblaciones amazónicas hacen su vida social en medio de la economía

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del turismo con sus discursos esenciales sobre la identidad indígena, y sus actividades económicas autóctonas. Las familias tikuna no sólo trabajan en la producción autónoma de sus alimentos, sino que ante la necesidad de adquirir mercancías indispensables que no producen, se ven obligados a vender sus habilidades y saberes, su fuerza de trabajo en el mercado a fin de obtener ingresos monetarios. De esta manera, se torna evidente cómo el concepto de pluriactividad no se encuentra divorciado de la histórica dependencia al mercado que experimentan, sino que hace parte integral -indicador– de la vida económica inevitablemente sujeta a las relaciones capitalistas dominantes. La pluriactividad es, por lo tanto, producto de las presiones económicas del mercado, pero también es expresión de las transformaciones que han experimentado a lo largo de los años sus formas productivas relacionadas estrechamente con el manejo del medio.

Una de las habitantes tikuna de Macedonia, Eudocia Morán, líder local y dueña de la Casa artesanal barü explica, en sus propias palabras, la condición de pluriactividad en el actual escenario económico:

Trabajar con turismo no es nada seguro, con turismo no es que uno solucione todo como algunos creen. Hay que “rebuscarse la vida” haciendo varios trabajos, por ejemplo aquí, nosotros no solo vendemos la artesanía y comidas para turistas, también cultivamos la chagra y hacemos grandes cultivos de sandía y plátano para vender en Leticia (Eudocia Morán. 2008. Macedonia-Amazonas)

La frase de Eudocia, “rebuscarse la vida” cristaliza la idea de la pluriactividad que encuentra desempeño en las circunstancias de dependencia a la economía de mercado. Una cuestión central en la condición pluriactiva de la producción económica en los habitantes de Macedonia que vale la pena abordar es: ¿por qué han terminado realizando tales o cuales labores específicas dentro de la economía de mercado y no otras? Esto tiene que ver, tomando el caso específico del mercado del turismo, con las posibilidades que ofrece este mismo mercado al necesitar de pobladores rurales conocedores de los ecosistemas que son utilizados como atractivos y servicios turísticos (río, selva, fauna, etc.), o bien, del interés que adquieren, en tal escenario, los objetos culturales, los saberes indígenas sobre el ecosistema amazónico o los productos locales como las artesanías.

Todo esto con una contradicción adicional, y es que pese a que el territorio de los resguardos indígenas incorpora valores de autonomía y jurisdicción territorial colectiva, los grandes operadores turísticos incluyen a estos territorios como destinos dentro de los planes a visitantes. Es decir, los resguardos son incluidos dentro de la cadena de valor turístico como decoraciones del paisaje amazónico que, sin ninguna reglamentación de tipo

económico o político, termina siendo percibido por los pobladores locales como la “beneficiosa” actividad de los tour-operadores al mantener la afluencia de turistas que dejarán algunos cuantos pesos (o dólares) comprando artesanías, pagando una guía ambiental, o bien, algunos alimentos. Resulta notorio, por consiguiente, que tanto los territorios indígenas dentro de los cuales se encuentran sus cualidades naturales, sus lugares míticos, sus fuentes de abastecimiento, como las prácticas culturales y los atributos físicos y “tradicionales” de los tikuna, se han convertido en parte integral de la CGM asociada al turismo.

Queremos insistir en que los habitantes locales realizan determinados trabajos ligados a la actividad turística como resultado de las constricciones mismas de este mercado. Más exactamente, son los agentes dominantes de la CGM asociada al turismo, quiénes deciden qué mercancías deben producirse para saciar los deseos de los turistas. Aquí se comprende que mientras las relaciones entre los agentes turísticos a nivel internacional están reguladas y normalizadas por acuerdos fijos y estables, a nivel local prima la informalidad, la inconstancia y en muchos casos la subordinación de los indígenas a las demandas de las agencias de viajes y los tour operadores. Estas condiciones económicas condicionadas por la CGM, promueven a su vez, un régimen de representación que valora la diferencia cultural sobre la base de la cantidad de rasgos prístinos, esenciales, “tradicionales” que los habitantes locales puedan ostentar (Tobón: 2009b; Chaumeil 2009) y que sirvan, ante todo, como emblemáticos objetos de consumo para los turistas.

El origen reciente de la inserción en estos circuitos económicos que le asignan a la indumentaria y los atributos culturales valores intercambiables en el mercado, puede ilustrarse a través de las palabras de doña Inés León, quién reconstruye brevemente el recorrido histórico en el que los objetos locales empezaron a adquirir interés monetario con algunos comerciantes fortuitos, hasta la actualidad donde gozan de una demanda permanente en el mercado turístico:

Hacia 1952 mi mamá, aquí en Macedonia, empezó a intercambiar y a venderles a los comerciantes algunos collares y adornos del ritual de la pelazón, los vendía a un peso, vendía bolsos en chambira, collares y pulseras. El esposo de ella también vendía cosecha en Leticia, así se mantuvieron como por once años. Después los comerciantes dejaron de interesarse por los collares y los adornos. Ya después, como en 1984, los turistas que llegaban al parque [PNNA] empezaron a interesarse por los tejidos en chambira. Nosotros viajábamos desde aquí de Macedonia al parque a remo para vender algunas artesanías. Y ya después nos organizamos aquí, para que los turistas venga

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aquí y a uno no le toque ir por allá, así aparecieron las dos casas artesanales, ya como usted ve aquí. (Inés León. 2008 Macedonia – Amazonas).

Desde 1952 tiempo en el que esporádicos comerciantes se interesaban por el ajuar ritual de la pelazón, hasta nuestros días, primera década del siglo XXI donde se ha puesto en acción una creciente actividad turística, las relaciones dependientes con el mercado han alcanzado una activa importancia para la vida económica local, de tal suerte que muchos habitantes se han convertido en expertos elaboradores de tejidos en fibras vegetales, talladores de maderas, diestros creadores de collares y pulseras de semillas y dibujantes especializados sobre cortezas, productos revestidos de valor comercial en el ámbito regional.

Pero quizá una de las características de todos estos trabajos ligados al turismo que merece ser comprendida, es la manera como los beneficios derivados de estos trabajos se distribuyen entre los habitantes, o bien, dicho de otra forma, ¿qué relaciones sociales intervienen para asegurar el acceso común a los ingresos derivados de estos trabajos? Como mostraremos a continuación, cobra relevancia pensar las formas en las que se estructuran las relaciones de intercambio entre vecinos y parientes, las formas de solidaridad que se ponen en marcha para atender la dificultad de proveerse de mercancías y alimentos que no se producen localmente.

Los grupos de solidaridad y los intercambios locales

En las sociedades indígenas amazónicas los grupos domésticos constituyen unidades centrales de la producción económica, lo que quiere decir que la actividad económica “es una función de la parentela”, una función que no puede escindirse de las relaciones familiares, de las relaciones e intercambios entre parientes (Sahlins 1983; 1974: 234). Los habitantes tikuna de Macedonia, organizados a partir de clanes exogámicos, establecen sus relaciones de producción, intercambio y solidaridad sobre la base de los vínculos entre parientes. Es justamente en este ámbito económico donde la producción y el intercambio, resultado de las nuevas formas de trabajo ligadas a la industria turística, logran organizarse socialmente.

Tomaremos el caso de Germán Peña, hombre tikuna, vicecuraca y experto tallador de la madera palosangre (Brosimum rubescens Taub.). La extracción de madera palosangre escasea cada vez más, pues la presión ejercida sobre este recurso ha hecho que se encuentre solo a grandes distancias del centro

poblado. Para trasladar desde el monte un gran y pesado trozo de madera palosangre a su taller doméstico, para ser transformado en siete o nueve tallas, Germán cuenta con la cooperación de sus hijos y sobrinos, que también se verán beneficiados de esta madera, pues destinarán algunas piezas para su propio oficio artístico. Germán dispone de herramientas necesarias para tallar, que sirven a su vez para el trabajo en madera de sus hijos, sobrinos e incluso de su propia esposa que también aprovecha algunos trozos de madera y algunos instrumentos para elaborar artesanía.

Ante el limitado acceso a la tecnología que facilite su producción, Germán recurre a su hermano para contar con una máquina pulidora que le ahorra arduas jornadas en lijar sus figuras en madera. Una vez listas las tallas, éstas pueden venderse con éxito en las temporadas de afluencia de turistas, derivando ingresos que pueden ascender a $800.000 mensuales4. Este dinero le permitirá a Germán y a su familia proveerse de alimentos locales (pescado, carne de monte, cosechas) y otras mercancías, que serán compartidas abiertamente con sus parientes, con sus sobrinos, su hermano, sus padres y uno que otro vecino con el que sostiene confiadas relaciones de solidaridad. En varias ocasiones Germán ha participado en ferias nacionales en Bogotá, a donde lleva sus artesanías producidas durante varios meses. El dinero obtenido es apenas suficiente para compensar los beneficios que ha dejado de recibir en otras actividades productivas tradicionales y que debe dejar de lado, por temporadas, para dedicarse exclusivamente a este trabajo.

De igual modo, los padres de Germán cuentan con tierras que son de dominio común entre sus linajes, lo que quiere decir que Germán igual que sus hermanos y hermanas gozan del “privilegio usufructuario” (Sahlins 1974: 235) para hacer chagras en las tierras acogidas por sus padres. Ninguno de los parientes de Germán se encuentra excluido del acceso directo a los medios para la producción de su propio aprovisionamiento de alimentos.

Es en tal entramado de relaciones de intercambio entre parientes, donde las nuevas formas de trabajo ligadas al turismo y sus ingresos derivados encuentran circulación social. Aunque no debe deducirse que estas relaciones sociales de intercambio entre miembros de un linaje, sean estrictas solidaridades recíprocas, pues es frecuente que algunos artesanos o guías turísticos locales destinen los ingresos percibidos con estos trabajos a su propia satisfacción individual, o bien, a equiparse de objetos personales como televisión por cable, equipos de sonido, DVD que, a fin de cuentas, serán objetos de utilidad común entre sus allegados más cercanos.

Aquí reviste importancia nuevamente fijar la atención en la idea de la pluriactividad, pues se hace evidente cómo la forma de producir la vida

4 Esto equivalía en Septiembre de 2008 a unos US$374.

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social combina diferentes formas de trabajo que, por muy distintas que resulten –por ejemplo el trabajo de la chagra o el turismo– participan activamente en las relaciones sociales y, específicamente, en sus redes de intercambio entre parientes y algunos vecinos con los cuales se fomentan los vínculos de solidaridad. De ahí se entiende porque Germán Peña, en su condición de vicecuraca, en una reunión reciente con funcionarios del PNNA y la Concesión Amacayacu para coordinar las actividades turísticas entre los asentamientos tikuna cercanos al parque, insistiera en que toda iniciativa de apoyo externo sobre las colectividades para adelantar sus propias actividades turísticas, como construcción de alojamientos y restaurantes, debe ser pensada sobre la organización de linajes, o bien como lo expone Germán: grupos de solidaridad coordinados, comprometidos, no con la comunidad. Con la comunidad es muy difícil trabajar, la gente no se siente comprometida. Esta afirmación es una explícita ilustración sobre cómo las relaciones productivas oscilan sobre los vínculos entre parientes, lo que él llama “grupos de solidaridad coordinados” que, mediados por principios de confianza y consanguinidad, son los encargados de asumir con éxito trabajos comunes y mantener en movimiento las relaciones de intercambio. Esto es un gran llamado de atención a todas las instituciones oficiales, a las entidades privadas, o bien, a las fundaciones de cooperación nacionales e internacionales, de que cualquier intento por emprender iniciativas productivas, de acompañamiento u organización económica comunitaria, deben tomar en cuenta las redes de parentesco sobre las que se organizan la solidaridad, los vínculos de confianza y la estructura de las relaciones sociales.

Es necesario, por consiguiente, entender con mayor profundidad en qué consisten estas nuevas formas de trabajo ligados al turismo para los habitantes de Macedonia, qué implicaciones tienen para su vida social y que riesgos introducen en los modos económicos mediante los cuales se produce y reproduce la vida local.

Características de las nuevas formas de trabajo ligadas al turismo

Las nuevas formas de trabajo ligadas al turismo tienen una serie de atributos específicos que las definen y las diferencian de otras formas de producción. La adopción de estos trabajos, como las tallas en madera, la elaboración de artesanías, las guías turísticas, el manejo de botes para recorridos por el río, la venta de excedentes de cosechas, entre otros, responden a una serie de circunstancias concretas que tienen que ver, entre otras razones,

con las oportunidades económicas que ofrece el mercado regional a través de la industria turística, con la disponibilidad de los recursos naturales que sirven de materia prima y con los conocimientos y habilidades culturales de los sujetos locales que orientan sus capacidades a la hora de asumir éstas labores. Estas formas de trabajo ofrecen algunas pistas para aproximarnos a los rasgos determinantes que caracterizan, en el escenario contemporáneo, la producción económica en la vida local de Macedonia. A continuación se analizan algunas de las propiedades de estas formas de trabajo que, a nuestro modo de ver, describen los modos con los que los habitantes ribereños obtienen ingresos monetarios indispensables.

La motivación económicaEl esfuerzo físico, el tiempo de trabajo, las habilidades y saberes que los habitantes de Macedonia invierten en la elaboración de una talla de madera, de un collar de semillas, o bien, en una guianza turística, poseen un explícito móvil económico. Como hemos insistido más arriba, ante la necesidad de acceder a mercancías indispensables que no producen, los pobladores locales deciden elaborar objetos y ofrecer servicios que, dentro del mercado turístico, revisten valor monetario.

Algunas personas coinciden con la apreciación que hace Germán Peña sobre las condiciones productivas que han asumido dentro del mercado del turismo. El vicecuraca afirma: Tallando palos uno siempre se consigue algo para comer, pa lo que necesita, pero si me ofrecieran otro trabajo, un trabajo seguro, con ingresos seguros, pues yo dejaría esto. De esta manera, se hace evidente que dentro de las circunstancias de la actual economía regional, los trabajos vinculados a las actividades turísticas poseen una manifiesta motivación por adquirir ingresos económicos. Contrario a otras formas de trabajo, como el de las chagras, las mingas, la caza y la pesca que antes que poseer un móvil monetario, hacen parte de los modos autónomos con los que no sólo se producen alimentos para el aprovisionamiento doméstico y el intercambio, sino también, con los que se sostienen relaciones sociales marcadas por la solidaridad y confianza, o como lo nombra Gasché (2007), dónde los beneficios adquiridos se manifiestan en el logro de la gratificación sico-social.

Trabajos rurales no agrícolasLos trabajos para el mercado turístico, aun cuando son trabajos rurales, es decir, que encuentran desempeño en una geografía y un territorio construidos por modos de vida no industriales ni comerciales, nada tienen que ver con la actividad agrícola. Por lo tanto, subrayamos que los trabajos ligados al

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turismo son trabajos rurales no agrícolas. Esto es, trabajos que se valen de los recursos naturales y los servicios ambientales que, pese a sostener una relación productiva con el territorio se diferencian con los trabajos de la agricultura de tumba y quema.

Presión ambiental sobre recursos escasosLos trabajos que tienen que ver con la artesanía, especialmente las tallas, requieren como materia prima la madera del árbol adulto de palosangre (Brosimum rubescens Taub.), un árbol de lento crecimiento que se encuentra aleatoriamente ubicado en lo profundo de la selva. El aumento de los trabajos en madera ha generado tal presión ambiental sobre el palosangre que ahora este constituye un recurso escaso. Como decía Sara León, mujer tikuna que trabaja la artesanía y esposa de Germán Peña: el palosangre está cada vez más lejos, es necesario recorrer mucha más distancia para obtenerlo. La escasez del palosangre interviene en las condiciones del trabajo de la tallas en madera, pues al volverse un recurso escaso, se requiere mucho mayor tiempo de trabajo en su obtención, o bien, asumir los precios en dinero que ofrecen quienes ahora se especializan en extraer exclusivamente palosangre, bien sea en la margen opuesta del río Amazonas en las selvas de Perú, o bien, en otros asentamientos indígenas cercanos. Aquí se evidencia un cambio importante en la división y posterior especialización del trabajo, no al interior de la comunidad, sino con las poblaciones vecinas, pues el agotamiento local de materias primas, que ya no provienen exclusivamente de su territorio circundante, ha promovido que personas de otras comunidades se especialicen en extraerlas y venderlas a los artesanos en Macedonia.

La demanda creciente sobre la madera de palosangre nos plantea, inevitablemente, un interrogante sobre la relación entre la protección del medio ambiente, el turismo en Amazonia y las nuevas formas de trabajo vinculadas a éste. En la Amazonia se promociona un turismo ambientalmente amigable con los recursos y servicios naturales, lo que ahora las agencias se empeñan en llamar “ecoturismo”. Sin embargo, esta orientación ideológica no despoja al turismo de su vocación comercial, la cual no sólo promueve el entable logístico para recibir a los visitantes, sino que incentiva un mercado regional al que se le adhieren nuevas formas de trabajo locales. En una exploración preliminar, se ha podido constatar la directa relación entre el incremento del turismo a nivel regional y las tiendas de artesanías en Leticia y de éstos con el aumento de la comercialización de palosangre (Ochoa y Orjuela 2008). Por lo tanto, ante tales circunstancias, cobra sentido preguntarse: ¿Es una propuesta ambientalmente coherente, promover un mercado “ecoturístico” que tiene como una de sus principales manifestaciones locales la elaboración de tallas en palosangre, cuya creciente demanda lo

ha convertido en un recurso escaso? Para dar repuesta a este interrogante, debe tenerse en cuenta que las actividades ecoturísticas han convocado a nuevas formas de trabajo articuladas a un incipiente mercado regional que de paso, han incidido en que algunos habitantes abandonen formas de trabajo explícitamente depredadoras de los servicios ambientales, como la extracción intensiva de alguna especies maderables, los cultivos extensivos de coca, entre otros.

El traslado de los saberes culturales a los trabajos turísticos

Otra característica de estas formas de trabajo es que los saberes culturales locales sobre el monte y sus recursos, el río, los animales y la historia social local se convierten en componentes útiles que participan en los servicios turísticos ofrecidos. La artesanía y los bailes de las abuelas tikuna constituyen ejemplos fehacientes, pues para obtener la materia prima en el caso de la artesanía, para saber manipularla y transformarla en un bien con valor estético y económico, o bien, en los fabricación de los trajes apropiados para los bailes, se requiere aplicar una serie de conocimientos y habilidades específicas. Sin embargo, el caso modélico de cómo los saberes culturales tikuna se han trasladado a las nuevas formas de trabajo es el de los guías turísticos o interpretes ambiéntales a visitantes. Un habitante local para ser guía turístico no sólo debe cumplir con la responsabilidad de asistir a los talleres de capacitación de guías que ofrece el PNNA, sino también, estar provisto de una serie de saberes y conocimientos elementales sobre su territorio, la vegetación, la fauna y las representaciones culturales a estos ligados.

Es el caso de don Javier Peña, un hombre tikuna de aproximadamente cincuenta años que es reconocido en Macedonia por sus amplios conocimientos sobre las plantas medicinales, las curaciones, el territorio y la historia cultural de la vida tikuna en su relación con la selva, el río, los peces, las aves y otros animales. Don Javier Peña fundamenta el discurso que ofrece a los visitantes empleando los fundamentos conceptuales de la cultura tikuna sobre la naturaleza externa. A nuestro modo de ver, esto constituye un cambio cultural derivado de la participación en esta nueva forma de trabajo, donde las nociones culturales tienen como lugar privilegiado de enunciación los senderos ecoturísticos y como principal audiencia a turistas ansiosos por escuchar relatos rebosantes de modos narrativos para ellos “exóticos”.

Las actividades turísticas que se ofrecen a los visitantes encuentran un atractivo en los saberes culturales, es decir, la cultura se transforma en objeto de consumo (Chaumeil 2009), y a su vez, se convierte en material

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funcional a toda la propuesta comercial que el mercado del turismo ofrece en la región del Trapecio Amazónico. Vale la pena señalar que aún estamos lejos de evaluar antropológicamente el traslado de los saberes culturales locales a las nuevas formas de trabajo en el mercado del turismo, pues precisamos de mayores instrumentos etnográficos para poner al descubierto si esta experiencia actúa como una forma contemporánea de protección y reproducción de algunos saberes y fundamentos de la cultura tikuna, o bien, si se trata de una especie de servilismo cultural5 o mejor aún, de una suerte de hospitalidad mercantilizada6 .

Los trabajos con turismo como reguladores del tiempo general del trabajo

Los trabajos ligados a las actividades turísticas como labores primordiales para percibir ingresos monetarios, inciden en el control del tiempo de trabajo sobre otras actividades. Muchas mujeres tikuna insisten que los trabajos de artesanía, o bien, de restaurantes, que son a fin de cuentas los que garantizarán asequible el dinero, retrazan o interrumpen el tiempo disponible para otras tareas. Los trabajos vinculados al mercado del turismo, por lo tanto, han adquirido el poder de supeditar el tiempo de trabajo destinado a otros oficios. Una mujer tikuna contratada de tiempo completo en el hotel Decameron, miembro de la Concesión Amacayacu y que administra los servicios ecoturísticos del PNNA, se quejaba de que este tipo de contratación le había impedido volver a su chagra y a sus labores agrícolas familiares.

Cobra validez pensar que como efecto de la dependencia del mercado, las nuevas formas de trabajo puestas en el escenario turístico actúan como potentes reguladoras del tiempo de trabajo general de los habitantes locales. Esto es especialmente demostrable en las temporadas de alta afluencia de turistas (temporadas de vacaciones y semana santa), ya que en estas épocas la demanda sobre las artesanías, las tallas en madera, las guianzas en los senderos y los trabajos de motoristas, restaurantes y alojamientos, tiene tal magnitud que termina por ocupar la mayor parte de tiempo, incidiendo de este modo, en la distribución de las demás actividades locales y, por implicación, en la reorganización de las relaciones sociales.

5 Krippendorf, Jost. 1987. The holidaymakers: Understanding the impact of leisure and travel. Vera Andrassy, trad. Londres: Heinemann (Citado en: Salazar 2006: 101).

6 Cohen, Erik. 1974. “Who is a tourist? A conceptual clarification”. Sociological Review. 22:527-555. En: Salazar 2006: 101

Desarrollo de nuevas capacidades en las formas de trabajo

Las nuevas formas de trabajo fomentan nuevas capacidades en los habitantes locales. Esto es particularmente notorio en los pobladores dedicados a tallar la madera. Muchos artesanos que aprendieron a tallar la madera aseguran haber desarrollado nuevas capacidades en el manejo de las herramientas, en la creación de nuevos diseños, en el mejoramiento de la calidad de su trabajo, en la perfección de las figuras e incluso en la destreza para administrar los ingresos monetarios que obtienen por su trabajo. No obstante, aun cuando estos trabajos ofrezcan la oportunidad de desarrollar nuevas capacidades, obligan a los pobladores a relegar el cuidado y el mantenimiento de sus relaciones familiares y sociales y limitan sus capacidades culturales.

Trabajos permanentes pero ingresos inestablesLos trabajos asociados al turismo exigen cumplir con tareas permanentes, que se realizan todo el año, bien sea en el aprovisionamiento de materias primas, en la elaboración, o bien en la necesidad de venderlos para disponer de ingresos económicos indispensables. Sin embargo tales trabajos varían en intensidad y esfuerzo de acuerdo a las temporadas de alta o baja concurrencia de turistas. Es decir, son trabajos sujetos a una estacionalidad cíclica y, justamente por esta condición, económicamente inseguros. Los trabajos de guías, venta de comidas, servicios de alojamiento y artesanía, entre otros, no hacen parte del sistema formal de empleo regulado por los marcos legales del mercado regional, por el contrario, son trabajos asumidos por los habitantes locales como respuesta fortuita a las fuerzas del mercado que históricamente los han cooptado. Los trabajos realizados en el escenario turístico no son fuentes seguras de salarios fijos ni remuneraciones reguladas por el marco legal, son trabajos que pese a ser permanentes, continuos, no dejan de ser económicamente inseguros, inestables.

Trabajos que proveen mercancíasEstas nuevas formas de trabajo permiten derivar ingresos económicos para acceder a algunas mercancías, generando un efecto económico que se torna visible en el aprovisionamiento personal de aparatos de televisión por cable, radio, DVD, motosierras, máquinas pulidoras, ropa y alimentos. Sin embargo estos bienes no constituyen indicadores de que las necesidades sociales y económicas de la población se encuentran resueltas. Las mercancías en sí mismas, o bien, la posibilidad de hacerse a estas mercancías a través de los trabajos puestos en el mercado turístico, no liberan a las personas de su

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dependencia desigual en el mercado, o mejor, no son garantía de superación de las dificultades que se viven, por ejemplo, en los ámbitos de la educación y la salud, asuntos vitales que permanecen en un continuo estado de abandono y desatención.

Trabajos generadores de disputas internasDado que la afluencia de turistas es estacional, es decir, la demanda sobre los servicios turísticos locales ofrecidos responde a temporadas específicas, el acceso al dinero de los habitantes de Macedonia depende de la cantidad de turistas que se vean atraídos por sus productos o servicios. Esta circunstancia genera una competencia local entre los mismos habitantes por atraer a los visitantes. Es notoria la disputa entre las casas artesanales Barü, Munane y el Delfín Rosado por atraer turistas, pues cada una de éstas, al concentrar los productos de los distintos artesanos y artesanas del asentamiento se ven en la necesidad de garantizar para sí un permanente movimiento comercial. Para ello, las personas que se asocian en una u otra de las casas artesanales, que depende de su cercanía social o parentesco, utilizan estrategias de competencia que van desde el chismorreo para desprestigiarse entre sí, pasando por los acuerdos con los guías turísticos de Leticia para que sugieran el nombre de su asociación, hasta el ofrecimiento de frutas y comidas para ser la preferida de los turistas.

Es característico que estas nuevas formas de trabajo sujetas al mercado, las cuales compiten por recursos de limitado acceso como el dinero, pongan al descubierto disputas y tensiones colectivas que antes del auge de la industria turística amazónica no alcanzaban efectos sociales tan duraderos, ni fragmentaban hondamente las relaciones entre los grupos sociales. No obstante, nos preguntamos si los actuales pleitos no son más que la expresión de tensiones preexistentes entre linajes o agrupaciones familiares que acabaron manifestándose en el actual escenario turístico de competición por recursos monetarios escasos.

Formas de trabajo y atraso tecnológicoLos trabajos de talla en madera, tejidos en chambira, dibujos en cortezas, elaboración de collares, las guianzas ambientales, tienen como rasgo común que enfrentan la dificultad de no renovar sus insumos ni incorporar nuevas técnicas o tecnologías dado el alto costo de los mismos a nivel regional. Esto les impide mejorar la productividad de sus trabajos o los servicios ofrecidos y desarrollar mejores condiciones de producción para incursionar con mayores éxitos en el mercado regional. Aun cuando reciben orientación institucional a través de talleres que ofrece el PNNA y el Servicio Nacional de Aprendizaje

(SENA) para capacitar y mejorar la prestación de los servicios turísticos (restaurantes, alojamientos, guías), estos esfuerzos no son suficientes para superar las dificultades económicas y sociales locales. La pregunta inevitable frente a estos planes de capacitación institucional es: ¿capacitar para qué y para quién? Quizá las habilidades, funciones y oficios que se derivan de estas capacitaciones estén dirigidas a ¿cualificar fuerza de trabajo necesaria en el mercado?, ¿incrementar los beneficios de los habitantes locales que derivan parte de su sustento de las actividades turísticas?, o quizá, ¿el incremento de las capacitaciones ofrecerá mejores condiciones para mejorar el trabajo y asegurar con mayor éxito la percepción de ingresos? Estas son cuestiones que merecen ser profundizadas posteriormente en otros trabajos y estudiadas en un futuro cercano, para ello, valdría la pena conocer las evaluaciones por parte de los pobladores locales sobre los beneficios o dificultades generadas con los planes de capacitación y coordinación institucional frente a la actividad turística.

ConclusionesEl turismo ha promovido nuevas formas de trabajo en comunidades indígenas de la Amazonia. En el caso de Macedonia, ha permitido la consolidación de esta comunidad como proveedora de artesanías dentro de los circuitos locales. Algunas de las más representativas como la elaboración de artesanías, la organización de bailes, la venta de excedentes de cosecha para alimentar a los turistas y la guianza por senderos en la selva, marcan una diferencia con formas de trabajo anteriores, y por implicación, amplían la condición de pluriactividad de los pobladores tikuna.

Los beneficios económicos del turismo no son “comunitarios” como podría pensarse, o como lo pregonan algunos agentes institucionales que con buenas intenciones pero sin conocer los contenidos de la vida social de estos pueblos, diseñan y consiguen recursos para proyectos comunitarios que nacen para fracasar. Los ingresos tampoco se reflejan en un beneficio permanente para la población en general del asentamiento, justamente porque no sólo están vinculados a un circuito comercial global en el que ocupan una posición inferior, sino porque además actúan bajo formas de trabajo circunstanciales, personales (o familiares) e inconstantes. El comportamiento social y económico de estos asentamientos experimenta tanto relaciones económicas con la estructura de dominación capitalista, como relaciones económicas autónomas basadas en formas de intercambio solidario, circulación y distribución arraigadas en grupos familiares, de parentesco o linajes.

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El heterogéneo contexto político institucional de las cadenas globales de turismo entre el nivel internacional y el local, incide en las posibilidades de los habitantes locales de mejorar o empeorar su posición en la estructura comercial del turismo. Mientras los acuerdos entre agentes del nivel internacional, como cadenas hoteleras, aerolíneas y grandes tour operadores, están normalizados y reglamentados, a nivel local la relación entre actores turísticos, como agencias, operadores de viajes, turistas y comunidades, se basa principalmente en la informalidad e inconstancia de los acuerdos. Esto obliga a los pobladores amazónicos a buscar mejores márgenes de ganancia mediante sus esfuerzos individuales (o grupales), los cuales precisamente por competir por recursos escasos, corren el riesgo de desembocar en conflictos internos.

La fuerza política que deberían tener las organizaciones sociales indígenas y las instituciones locales es aún muy incipiente para afrontar las relaciones de dominación que trae consigo el mercado turístico en la vida regional. Todo esto hace parte de la forma como se expresa nuestro capitalismo dependiente en Amazonia.

Escenas para un epílogoA inicios de noviembre de 2008, en uno de aquellos días amazónicos de sol intenso y aguas vidriosas, arribó a Macedonia el equipo periodístico de un canal de televisión que compuesto por camarógrafo, presentadora y guía turístico leticiano, pretendían realizar un capítulo para su programa “Destino Ideal”. Después de pasearse por las casas artesanales de Macedonia que a modo de “etno-vitrinas” amazónicas exhiben tanto mercancías de fibras vegetales, maderas, semillas y cortezas, como abuelas ataviadas para la ocasión con trajes ceremoniales que escenifican danzas y cantos antiguos – los mismos que la fuerza evangelizadora negó y prohibió desde tiempo atrás en Macedonia, pero que ahora adquirieron estimable valor turístico – el equipo enciende cámaras y empieza a grabar su primera escena: la presentadora, en un plano delicadamente construido con el trasfondo de las abuelas haciendo gala de sus trajes “tradicionales” y las mesas atestadas de manillas, hamacas, collares y palos de capinurí (Maquira coriacea) con sus formas fálicas, le pregunta al guía leticiano: ¿De qué viven los pobladores del río? Éste responde con firme convicción mientras mira la cámara: Los pobladores ribereños viven de los recursos del bosque, de la chagra, la pesca, la caza, viven del trabajo con la naturaleza.

Ya se imaginará el lector la imagen que construirán los televidentes del programa “Destino Ideal” de las poblaciones indígenas tikuna de la

Amazonia, de sus modos de vida y sus formas de trabajo. Como si se tratara de una antigua ilustración de algún explorador decimonónico, los habitantes de Macedonia serán ideológicamente concebidos como aquellos primitivos y lejanos nativos que hacen su vida gracias a lo que la naturaleza les brinda. No hay imagen más distorsionada e ilusoria de las poblaciones amazónicas que aquella que oculta y prescinde de llamar la atención sobre su condición dependiente en la economía de mercado. Pues es notorio – excepto, parece, para el equipo de televisión– que los pobladores amazónicos también derivan su sustento de los servicios que le están prestando al camarógrafo, a la presentadora y al guía leticiano.

Las poblaciones tikuna de la Amazonia, participan en el engranaje de la Cadena Global de Mercancías asociada a las actividades turísticas ejerciendo dos modos de actuar: el primero, un modo de actuar estrictamente económico, expresado en las formas de trabajo que el mercado turístico ha promovido en su vida social, sirviendo como fuerza de trabajo dependiente que asume labores guiadas por la necesidad de proveerse de dinero.

El segundo, un modo de actuar que llamaremos la oferta cultural esencializada, expresado en la transformación de la acción cultural en objeto de consumo turístico. En respuesta al régimen de representación que arrastra consigo la industria del turismo sobre la concepción de un “auténtico” indígena amazónico, la población local ha entendido que la diferencia étnica es valorada sobre la base de unos atributos esenciales, perdurables y “tradicionales”, de esta manera, no sólo actúa como población conocedora de objetos de consumo como la selva, el río, los animales, sino también, presentándose a sí mismos y sus prácticas culturales como objetos de interés apreciados por la mirada turística (Chaparro 2008: 130; Chaumeil, 2009: 67).

Quisiéramos continuar con nuestro equipo de televisión y reconstruir una segunda escena. Esta vez la presentadora, después de unas cuantas líneas con tintura de achiote (Bixa orellana) en el rostro, agarra de las manos a las abuelas danzantes y con toscos movimientos y risitas incontenibles trata de imitar su baile. El camarógrafo, desde diferentes ángulos, celebra la escena lograda, la cual ha sido pensada, al parecer, para cerrar el programa, pues no podía ser de otra manera, un espontáneo jolgorio entre “auténticos” indígenas amazónicos y visitantes urbanos; imagen ésta que por un lado ambienta un artificioso multiculturalismo mediático, y por otro encubre una prolongada relación económica de dominación y dependencia.

Cobra validez pensar, de acuerdo con Chaumeil (2009: 67) que los estereotipos esenciales del indígena amazónico parecen prosperar por largo tiempo a través de las actividades que impulsa el mercado turístico. De igual modo, adquiere importancia entender a la “cultura”, en tal escenario

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globalizado, como un constructo de las interacciones con el mundo exterior (ibídem), como una respuesta que se construye transformándose a lo largo de la historia.

Finalmente, no podríamos dejar escapar la última escena que, aun cuando no saldrá en el programa “Destino Ideal”, pues se trata de la construcción de nuestra propia escena etnográfica, si podrá ser pensada e imaginada por las lectoras y lectores de este artículo: Después de apagar la grabación, el cameraman enciende la cámara fotográfica e inicia una larga sesión de luces y retratos, la presentadora sonriendo junto a las abuelas tikuna, la presentadora sonriendo junto a las artesanías, la presentadora sonriendo junto a niños pintados de wito- genipapo- (Genipa americana) y achiote (Bixa orellana), la presentadora –poco risueña- cargando un mico churuco (Lagortrix lagotrichia), como para que no quede duda alguna de su estadía en estas tierras “primitivas”, “salvajes” e “inhóspitas” de la Amazonia, donde el capitalismo y sus relaciones de explotación, según el contenido de su programa, ni se asoman.

Pero quizá lo que más nos llamó la atención, fue la desvergonzada y potente sentencia que lanza de despedida la presentadora: “Bueno, felicitaciones y qué rico que estén tan autóctonos”. Juicio que nos sirve para decir que a lo largo de este artículo no hemos hecho más que argumentar en aras de amonestar lo que esconde semejante “teorema”.

AgradecimientosNuestra gratitud con los pobladores tikuna de Macedonia por su solidaridad, apoyo y por aprobar la realización del trabajo de campo para la investigación de la cual deriva este artículo. De igual modo, agradecemos a Graison Martínez quién como investigador y amigo acompañó y participó en el trabajo de campo, en los análisis y discusiones centrales de la investigación. También agradecemos el apoyo económico de la Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia, quién a través de su convocatoria interna “Apoyo a la investigación de docentes y grupos de investigación año 2008” y al proyecto Saber y Gestión Ambiental financiaron el proyecto Análisis de las formas de trabajo ligadas al turismo en el asentamiento tikuna de Macedonia. Por último pero no menos importante, agradecemos los valiosos comentarios de Anne-Marie van Broeck y Jean-Pierre Chaumeil.

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El INGENIERO, El PROYECTO Y lA COMUNIDADPor Carlos Suárez1

El siguiente artículo forma parte de una etnografía que pretende dar cuenta de la realidad de los jóvenes Shipibo, un grupo étnico radicado en la Amazonia peruana. El presente manuscrito refiere la visita de un ingeniero a una de las comunidades en las que el autor hizo su trabajo de campo. El objetivo del ingeniero era coordinar distintas actuaciones con los comuneros acerca de dos iniciativas productivas: el aserradero comunal de bolaina, y los sembríos de camu camu que cada comunero pondrá en marcha individualmente. En esta visita se ponen de manifiesto toda una serie de prejuicios con los que los tecnócratas responsables de implementar estos proyectos desempeñan su trabajo, y cómo estos prejuicios pueden constituir un obstáculo insalvable para el desarrollo exitoso de los proyectos. En un aspecto puramente estilístico, lejos de usar un lenguaje académico, fundamentalmente abstracto, se ha optado por recurrir a un estilo más cercano a la crónica o a la novela documental, que parta de lo concreto, puesto que la intención del autor es escribir un texto etnográfico que sea accesible a un público no especializado. En esta apuesta literaria se tienen en cuenta las reflexiones teóricas acerca de escritura etnográfica realizadas a mediados de los años ochenta por autores como Geertz, Marcus y Fischer: el principio de autoridad, la presencia del etnógrafo en el propio texto, sus gustos y aversiones…

1 Carlos Suárez es periodista español, y se encuentra actualmente cursando la Maestría de Estudios Amazónicos.

Resumen

3.

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The following article is part of an ethnography that seeks to account for the reality of young Shipibo, an ethnic group based in the Peruvian Amazon. This chapter concerns the visit of an engineer to a community--in which the author did his field work--in order to coordinate several activities with the villagers on two productive programmes: the communal sawmill bolaina, and the camu camu plantations each community will develop individually. In this visit a wide range of prejudices are revealed in the technocrats responsible for implementing these projects, and it is also shown how these prejudices might be an obstacle to the success of development projects. Instead of using academic language, essentially abstract, the author decided to use a style closer to the chronicle or the documentary novel, centered on the concrete, since the author’s intention is to write an ethnographic text accessible to a general audience. In this literary intend are regarded the theoretical reflections on ethnographic writing made in the mid-eighties by authors like Geertz, Marcus and Fischer: the principle of authority, the presence of the ethnographer in the

text, their likes and dislikes ...

Voy a escribir acerca de un pueblo de gran belleza. Este pueblo –que es legalmente una comunidad nativa– se levanta a orillas

de un pequeño río que tributa a un gran río, que a su vez es afluente del río más grandioso que existe en este planeta. Nuestro pequeño y sinuoso río tiene sólo unos cien metros de ancho y, dependiendo de la temporada, su profundidad oscila notablemente. Esto es importante porque en la estación seca sólo es navegable en canoas y pequeños botes. Cuando el río crece, entonces ya entran y salen lanchitas como la que poseen en común los vecinos del pueblo, de veinte metros de eslora y una capacidad de carga que en este río se mide en tablillas de bolaina: diez mil.

En todas las épocas del año los vecinos –o comuneros– de este pueblo miran desde la altura el río, el mismo que miraron sus abuelos, y los abuelos de éstos –aunque alguien puede objetar que uno nunca ve el mismo río dos veces y eso es aquí más cierto que en la India o en Grecia. El terreno en el que levantaron sus casas, además de ser completamente plano, queda siempre por encima del curso del agua. Unas ciento ochenta personas viven en unas treinta casas construidas en dos hileras, que flanquean una gran calle central perpendicular al río, ocupada por dos campos de fútbol, uno grande y uno

Abstract chico. En la lengua materna de estas personas, que no es el castellano, pueblo es sinónimo de lugar que se ha despejado de árboles. En la parte trasera de las casas suele haber una huerta con frutales diversos y otro tipo de plantas de varia utilidad, como tomate, pimentón, ayahuasca, naranjo, sapote, mamey, noni, pión… Alrededor de este oasis de humanos se levanta una pared verde de vegetación no domesticada. Atravesándola y siguiendo diversos caminos encontraremos chacras –sobre todo plátano pero también yuca, maíz, arroz, por citar sólo algunos–, purmas, y después de unas horas de camino nos habremos adentrado en territorio salvaje. La selva en casi todo su esplendor.

Normalmente las mujeres trabajan en la casa durante el día, cocinando, arrancando las malas hierbas del patio, cuidando de los niños o lavando la ropa; aunque a veces dejan el espacio doméstico para traer plátano de la chagra o incluso, cuando es preciso, para trabajar en el aserradero. Los hombres, normalmente, pasan el día fuera pescando, cazando, en la chagra, y desde hace dos años, trabajando en el aserradero comunal.

Al contrario de lo que sucede en muchos pueblos en los que se habla el mismo idioma, en éste el bosque y el río –aunque ya sufren las consecuencias de la colonización masiva y el crecimiento demográfico– todavía proveen de alimentación, medicina y refugio: hay animales de caza, hay pescado en abundancia, hay maderas y palmas para la construcción de casas y canoas, hay bosque primario relativamente cerca. Así es que nuestros amigos, que saben hacer todas estas cosas ellos solos, con sus propias manos, no precisan para su existencia de la ciudad, ni del dinero. Sin embargo sí precisan del dinero para abastecerse de una serie de mercancías que se han vuelto de uso cotidiano: fósforos, jabón, sal, azúcar, linternas, machetes, pilas, cartuchos, anzuelos y un no muy largo etcétera, o para enviar a sus hijos a estudiar a otra comunidad más grande o incluso a la ciudad.

Y he aquí que a los comuneros se les ocurrió hace dos años poner en marcha un aserradero de bolaina, un árbol que crece espontáneamente en las chacras abandonadas, y que convierten en tablillas destinadas a la elaboración de cajas que sirven para transportar frutas y otras cosas. Así es que, aunque no es una madera de mucha calidad, las tablillas conocen mundo, porque desde Lima, su primer destino en el que adquieren su forma de caja, ¿quién sabe qué vueltas darán? Localmente, esas mismas tablillas, también se emplean para construir casas, aunque se pudren al cabo de un par de años.

Por un lado, la idea de montar un aserradero no fue muy original, porque en este río en la última década han proliferado los aserraderos de bolaina; lógico pues no queda cedro, ni caoba, ni muchas otras de las maderas preciosas que se arrasaron en las décadas pasadas. Casi en cada vuelta se observa la misma escena, un poco triste a mis ojos, de tablillas ordenadamente apiladas en uve invertida y de cortezas botadas al curso del río, formando montañas

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en la orilla. Pero si lo miramos por otro lado, hay que celebrar el arrojo de los vecinos de este pueblo, el único del río que tiene un aserradero en común, donde no hay patrón y todos hablan en ese otro idioma que no es castellano.

A las seis de la mañana, muchos días, se inicia una procesión cotidiana de hombres sonrientes, bromistas y fornidos hacia el aserradero. Escribo “muchos días” intencionadamente, porque aunque lo normal es que se trabaje de lunes a viernes, esta regularidad no es siempre respetada. En ocasiones los hombres deciden en común no ir a trabajar: tal vez se celebra una fiesta –y una fiesta dura mínimo dos días–, a veces tienen que llenar sus despensas con pescado o carne, quizás haya que realizar algún trabajo en pro de la comunidad, tal vez haya una visita especial, e incluso les puede dar por tomar cerveza un mañana cualquiera y allí ya nadie trabaja. Pero esto último es excepcional, porque estas personas de las que escribo son muy trabajadoras y responsables, aunque saben muy bien que en esta vida no todo es trabajar y ser responsable. Por supuesto hay que contar con la naturaleza: cuando le da por llover, y eso sucede muy a menudo, especialmente en invierno, no se puede trabajar. Escribí “hombres”, porque el aserradero es casi siempre cosa de un género masculino musculoso, salvo cuando por algún motivo hay que apresurarse para cargar la lancha, entonces las mujeres se unen al trabajo y cargan tablillas desde el aserradero hasta la orilla, unos cientos de metros. Cargan sobre la cabeza, menos cantidad que los hombres, pero algunas lo hacen con el bebé en el brazo al mismo tiempo, lo que a mí me impresiona mucho.

La jornada laboral termina a eso de las tres y media de la tarde, después de haber hecho un par de miles de tablillas –si es que no ha habido algún contratiempo que lo haya impedido, y muchas veces lo hay, sobre todo porque frecuentemente los motores se estropean. Los hombres regresan cansados, aunque no tanto como para dejar de jugar el partido de fútbol de la tarde, su verdadera pasión, junto con la tecnocumbia, la cerveza y las películas de acción y artes marciales –no importa que sean chinas o estadounidenses; la misma admiración despiertan Bruce Lee y Chuck Norris. Es cierto que estamos en un lugar que mucha gente calificaría de remoto, pero donde haya gasolina, puede funcionar un generador, y con unos cientos de soles ya se puede adquirir un televisor y un reproductor de DVD en la ciudad; aquí ya tienen tres de cada uno y decenas, si no cientos, de películas.

Pese a que me disgusta muchísimo esta colonización audiovisual –que ellos bendicen casi todas las noches antes de acostarse–, cuando pienso en la vida de este pueblo, no puedo evitar que una palabra ocupe mi pensamiento: placidez. Pero esta placidez se va a ver alterada una tarde con la llegada de uno de esos visitantes que vienen de la ciudad con un “Proyecto” en la mochila. Se trata del Ingeniero, y ya les adelanto que un Ingeniero con un Proyecto en una Comunidad Nativa es una mina de oro para un antropólogo.

******************************El Ingeniero mide casi metro ochenta y se le puede calificar como varonil. Unos 45 o 50 años, repeinado hacia atrás, sin afeitar los pocos pelitos que le nacen en el bigote y la barba, erguido, espaldas anchas, antebrazos musculosos y peludos. Viste unas botas de montaña de piel, unos vaqueros azules con mucho uso y un polo rojo. Es moreno, tiene voz grave y cierta apostura. Camina y se mueve con seguridad y habla mucho, sobre la comunidad y sobre el proyecto Manejo de Bosques Inundables, que él coordina en la zona. Está reunido con un grupo de comuneros, junto a una casa. Mi llegada interrumpe la conversación; tiendo la mano al Ingeniero y me presento. Él me dice su apellido y se vuelve inmediatamente a los comuneros, que escuchan con cierta distancia, o precaución. “Así como institución que somos, el Proyecto les quiere brindar un apoyo. Se quiere dar todo lo que le va a engordar el costo de pago de personales y combustible. ¿Para qué se les quiere dar? Para que dejen de estar con el patrón. El patrón va llenando su coso, va llenando el bolsillo y nosotros como comunidad, ¿cómo? Como comunidad no tenemos una buena escuela, un buen profesor”. Atilio, uno de los vecinos, conductor del tractorcillo del aserradero, de poderosa musculatura, hace unos sonidos guturales con los que da a entender su conformidad. El Ingeniero continúa con convicción: “Todas esas cosas hay que ver. Y con esos recursos que tiene la comunidad hay de sobra para tener cosa buena en la comunidad. Nosotros, como comunidad, somos los únicos que tenemos una empresa bien formalizada. Formalizada y legalizada pero sin embargo seguimos trabajando con el patrón. No podemos. Incluso tenemos una lanchita. Y seguimos con lo mismo. Como les digo, vamos a ir a la reunión a las 8. Hay que estar ahí”. El Ingeniero se incluye en ese plural de primera persona, como si fuera uno más de los vecinos. “Ya, listo”, dice tímidamente Atilio, que es generalmente risueño y ahora está como apagado. “Como les repito, yo sobre problemas internos de la comunidad…”. “No tiene interés”, completa Atilio. “No me meto, no me interesa”, afirma el Ingeniero. “La problema del Proyecto, ahí sí…”, dice Atilio. “Claro, el Proyecto, nosotros, como asesores de la comunidad, ahí sí”. “Está bien”. “Nosotros en política de la comunidad no nos metemos”. “Así sí”, conceden los comuneros creo que por cortesía. “Pero si hay alguna modificación, inmediatamente abordamos a las nuevas autoridades y les planteamos cuál es nuestra situación. Para desarrollar mejor el plan”. “El plan”, Atilio, como una pared devuelve el eco. La conversación despierta especialmente mi interés desde el momento en el que el Ingeniero habla de “problemas internos de la comunidad”. Generalmente en sus conversaciones conmigo, los comuneros han evitado cruzar acusaciones, descalificar a alguna otra persona; es el precio de la equidistancia etnográfica.

“Hemos hecho todo lo posible, hemos gastado para formalizar, para legalizar todo lo de la comunidad. Hay problema”. El Ingeniero insiste en lo del problema;

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mi curiosidad se acentúa. “De repente no nos gusta, pero podemos buscar otra forma. Pero nosotros tratamos de querer cortar con el hacha. Siempre van a existir los problemas pero también hay que conversar”. “Ahh…”, Atilio le sigue la corriente pero no se manifiesta. Los demás permanecen callados. “¿Y cómo sacar una cantidad lo suficiente para poder dar solución a un pequeño problema? Como yo le digo al jefe: ¿Cómo nos vamos a ahogar en un vaso de agua? Y saben qué me responde: Ya estamos ahogados. Yo, ni el mar me ahogaba”. Luego les emplaza la reunión y cambiando de tema les dice que les va a tomar fotografía a todos para completar un padrón de la comunidad que está realizando. Deduzco que la visita del Ingeniero va a ser muy productiva para mi trabajo.

Cuando el Ingeniero termina de hablar con ellos, le pido un par de minutos. Se muestra afable. “¿De qué parte es?”, inquiere. “De Colombia. Soy estudiante de maestría, estoy haciendo aquí mi investigación”. “¿Antropología?” “Sí”, afirmo. “La comunidad es bastante accesible –adquiere el tono de quien va a dar una lección–. Tienen sus problemitas, pero…”. “Como en todos sitios”, repongo. “Sí, como en todos sitios”, concede complaciente. Hay niños jugando a nuestro alrededor. Continúa: “Éste es el Proyecto Bosques Inundables…”. “Ah, sí. Eso es lo que quería. A ver si me lo podía explicar”. “Ya, claro”. Le pido que me acompañe a mi casa para conversar un rato, pero me cita al término de la reunión que se va a celebrar a continuación, porque tiene que prepararla. “Hay unas cositas que hay que informarles. Creo que estamos acá lo suficiente capaces como para ver cómo están los problemas”, dice enigmático. “Yo soy ingeniero agrónomo. Estamos trabajando con la comunidad. Yo en el Proyecto vengo trabajando por espacio de dos años y medio, pero anteriormente estaba trabajando en otro zona”. Señala otros pueblos que, casualmente, yo también visité buscando un lugar apropiado para realizar mi investigación, aunque finalmente me decanté por éste. “Esta comunidad es un poquito más desarrollado, tienen un poco más de cultura: ya tienen trabajo asociado. En cambio allá, cada uno por su lado. Allá es más pescador, netamente pescador. Viven netamente de la pesca. En cambio los de acá, tienen su empresa, están asociados en una empresa y comercializan madera”. “Está claro que hay más plata aquí, hay más movimiento”, apunto. “Allá paran…”, y completa la frase haciendo el gesto de tomar. Luego me explica que le pusieron en este nuevo sector “para darle un poco más de empuje”. Pero se queja de que encuentra algunas dificultades. “Hay grupos en la misma comunidad que, por intereses, se oponen a que cierta situación se realice para beneficio total de la comunidad”. Me deja perplejo nuevamente con lo de “grupos” e “intereses”, pero prefiero no demostrar demasiado interés.

El sol está cayendo. He dicho ya que éste es un pueblo plácido; pero los atardeceres lo son especialmente. El verde, el naranja, los niños corriendo, los hombres jugando al fútbol, las mamás con los bebés. Y el Ingeniero

hablando: “Nosotros lo que estamos buscando es hacer un plan de manejo de su bosque por un espacio de diez años, para evitar ese problema de que todos los años tengan que estar yendo al INRENA a gestionar sus permisos. Les queremos hacer un plan general de manejo y les queremos apoyar dándoles infraestructuras, maquinaria y documentación y capacitarlos en la actividad que van a hacer: aserrío, comercio y venta. Incluso nosotros como Proyecto también les ayudamos para que hagan su comercialización con otras entidades, con mayor ganancia lógicamente. Mi presencia acá se debe a eso”. Qué extraño. El Ingeniero parece tener una doble personalidad; a veces se incluye dentro del Proyecto y fuera de la Comunidad, y a veces viceversa. “O sea, sobre todo es coordinación y asesoramiento”, propongo. “Efectivamente. Y capacitación”. “¿Y ellos van allí a hacer algún curso o usted se lo da acá?” “Sí, nosotros tenemos un curso en lo que es la parte administrativa, la parte contable. Porque el sistema de ellos es que venden diez mil tablillas, cobran diez mil soles, los costes de producción es casi seis mil, y cuatro mil: ¿qué hacen?”. Se queda en silencio, enigmático otra vez. “¿Qué hacen?”, pregunto curioso. “No se ven”. “¿No se ven?” Silencio. Dudo: “¿No se reparten acá?” Levantamiento de cejas del Ingeniero. “¿Desaparecen?”, aventuro. “Desaparecen”, sentencia. “¡No me diga!” El Ingeniero toma aire: “Hay algunos que por interés no quieren… ¿Cuánto tiempo vienen produciendo tablillas de bolaina? Este año, pero sin embargo, no hay, no se ve”. “O sea, lo que hacen es dar el salario a la gente y se quedan la ganancia”, enuncio la hipótesis. “Y los demás, los que no están en el trabajo… Ése es el problema. El Proyecto quiere incrementar maquinaria para que toda su gente se ocupe, esté ocupada. No hay problema interno en el que tú no trabajas y yo trabajo”. Le pregunto sorprendido si en el momento actual no está trabajando todo el que quiere. “No”, asegura tajante. “Son solamente diecisiete. Ellos son treinta y cinco familias, el cincuenta por ciento está en el aire, ¿de qué viven? Agricultura y pesca. No puede ser”.

Si hay algo que no puede ser es el desconocimiento que de la organización de la empresa y, por ende, del pueblo, demuestra el Ingeniero con estas últimas frases. Aunque en un principio me hace dudar, reflexiono y me reafirmo en lo que he visto y averiguado, día tras día, durante tres meses de convivencia, de preguntas y de continuas visitas al aserradero. A saber: todas las personas del pueblo que quieran trabajar pueden hacerlo. Claro que nunca se presentan todos los hombres: algunos prefieren trabajar en aserraderos con patrón porque se paga semanalmente, otros se van a pescar o cazar, otros se toman el día libre. A otros simplemente les disgusta trabajar en el aserradero y lo hacen sólo cuando se prevé alguna necesidad monetaria. No todo es dinero. Sin embargo, yo hago como que tiene toda la razón, y me muestro como si me estuviera abriendo los ojos, pues quiero que siga expresándose con libertad.

El Ingeniero, que en un principio quería posponer esta conversación, va entrando en detalles. “Porque hay un conflicto prácticamente que se da

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entre los que trabajan y los que no trabajan”. Insisto: está equivocado, todo el que quiere trabajar lo hace. “Y los que trabajan… La directiva es la que mayormente mete mano y deciden lo que hacen. No puede ser. Por eso decimos que ellos se basan en un estatuto que dice que la asamblea es la máxima autoridad; son ellos los que deciden. Pero, unilateralmente, hay una familia que domina y manda”. Esto ya es el colmo para mí, que creía haber visto un cierto equilibrio de poder, no una familia que mandara. Estoy ansioso por descubrir la concentración del poder. “¿Quién es esa familia que domina?” “Los Serrano”, dice sin dudar. “Ah, ya, ya, ya…”, digo como asombrado del descubrimiento, tratando de encontrar argumentos con los que apoyar su idea; no los encuentro. “Ellos prácticamente dominan a la comunidad, porque son mayoría. Si hay una elección, presentan un candidato y ellos votan por él, y es seguro”. Estos datos de que los Serrano son la mayoría los ha sacado de su padrón, un cuaderno de tapas duras azules que me enseña. En cada página hay una foto de un comunero y algunos datos generales: edad, lugar de nacimiento, etc… El padrón se lo va a entregar al agente municipal. Me lo brinda por si puede servirme a mis fines. Como yo también he hecho un padrón –lo he llamado censo–, sé que la familia Serrano es una de las más numerosas, junto con la familia Vega y la Limas. Pero de ahí a que dominen la comunidad a través de las votaciones hay un abismo. Para empezar, ninguna de las tres autoridades –jefe de la comunidad, teniente gobernador, agente municipal– es Serrano. Tampoco lo son el presidente de la asociación de padres de familia de la escuela, ni el juez de paz, ni el presidente del club de fútbol, ni la presidenta de la asociación de madres, ni el predicador ocasional. Quienes sí lo son –y tal vez ahí la raíz de la aseveración del Ingeniero– son el tesorero y el presidente de la empresa comunal, quienes están agotando su período de responsabilidad al frente del aserradero, ya que se trata de un cargo rotativo anual. Además es muy importante recalcar que todas las decisiones relativas a la comunidad –y la empresa es un asunto de la comunidad– se toman por unanimidad o, al menos, por una mayoría muy amplia. Entonces, ¿por qué es tan tajante el Ingeniero al hablar de los Serrano?

El Ingeniero me enseña lo que van a debatir esta noche. Es el acta de una reunión que se llevó a cabo en la ciudad hace unas semanas, en la que el jefe de la comunidad se comprometió, en nombre de la comunidad, a ciertas cosas. “Pero la gente no ha comprendido porque parece que el jefe ha informado mal”, se lamenta. “¿Cuál era el objetivo de esa reunión? ¿Qué acuerdo se tomó ahí?”, pregunto. “En esta acta están los acuerdos. ¿Para qué? Para que no quede que hemos hecho un acuerdo de boca, si no que dejemos un documento real para ver qué hemos tratado”. Pero la gente del pueblo está muy descontenta con los acuerdos adquiridos y quieren que el acta se debata en asamblea. Voy leyendo el acuerdo. Se acordó nombrar un despachador –un cargo administrativo que se ocupa de que la madera se movilice con todos los

permisos oficiales y requisitos correspondientes. La comunidad, a través del jefe, se comprometió a producir treinta mil tablillas al mes, que el Proyecto –es decir los tecnócratas de la ciudad– se encargará de comercializar. Además habrá que entregar al Proyecto ocho mil quinientas tablillas tan pronto como sea posible. “Esto hay que debatirlo y ese acuerdo debemos comunicarlo a través de un documento también”, dice asumiendo ya que el acta firmada por el jefe es papel mojado.

El último de los acuerdos consiste en la “creación de otro grupo de interés”. Me gusta la expresión “grupo de interés”, pero no le veo mucho sentido. “¿Qué es el grupo de interés?”, pregunto. “Aquellos comuneros que están inmersos en un grupo… en un comité. Nosotros lo llamamos grupo de interés. Entonces, en ese grupo están diecisiete trabajadores que están trabajando la bolaina; entonces, son ellos los que se benefician con el salario, y los que no trabajan están en nada. Entonces, lo que el Proyecto quiere es que todos trabajen, y para eso quiere incluir un segundo grupo de interés”. Sé que soy un poco repetitivo pero lo dejo claro nuevamente, por si acaso: actualmente todo el que quiere trabajar en el aserradero puede hacerlo. La segunda parte de este acuerdo del “grupo de interés” es que hay que comprar maquinaria, por supuesto. “En el caso de que la comunidad no quiera pagar inmediatamente para comprar esa maquinaria, el Proyecto les presta el 70% para que sea devuelto con la madera de la comunidad. Nada más. E inmediatamente se pone a trabajar el otro grupo; eso quiere decir que el 50% que está ocioso ya tiene su actividad, y ya no hay esa situación de que tú trabajas y yo no. Entonces si todos trabajan, ya no va a haber ese conflicto”. Lo de “ocioso” es una equivocación; resulta francamente difícil ver a un hombre de este pueblo “ocioso” cualquier mañana: pesca, caza, chacra… “Claro, claro. O sea, ustedes asesoran, ustedes les comercializan, ustedes les coordinan, pero al mismo tiempo piden entrar en la gestión con el fin de que favorezca a todo el mundo”. “Así es, ése es el detalle. Pero los amigos no comprenden”. “¿Por qué?” “Bueno, sus estudios… Y la ignorancia, usted sabe que…”. “¿Pero el qué no comprenden?” “No comprenden lo que uno les dice que necesitan, hasta qué cosa queremos hacer. Hasta cierto punto creen que uno está haciendo para uno. Hay esa desconfianza, porque todo el tiempo, el tipo maderero que ha entrado y ha arrasado con todo: ha robado, ha mentido”.

Me cuenta que él pertenece al Instituto de Investigaciones Amazónicas del Perú (IIAP). “Entonces ustedes buscan financiación a través de Proyectos. ¿Éste quién lo financia, este Proyecto?” “La Comunidad Europea”. Me explica que él es un profesional independiente que el IIAP ha contratado para ejecutar el Proyecto, pero él no pertenece al IIAP en sí. “Somos diez facilitadores los que estamos trabajando en todo la región, para desarrollar este trabajo”. Reconoce que tiene mucha experiencia en este trabajo. “Yo me he hecho viejo en esto”. Le dejo, pues pienso que está ocupado, pero quedamos en otra ocasión para

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que me siga contando sus cosas. “Ya claro, yo tengo muchas cosas que hacer, no solamente estamos metidos con cosas de madera. También estamos con cultivo de camu camu, he traído unos plantones de coco y vamos a contribuir a sembrar un poquito más de área”.

******************************La reunión tiene lugar al día siguiente, viernes, en el local comunal. El local comunal es la construcción más grande del pueblo. Tiene unos doce metros de ancho por veinte de largo; el suelo es de cemento, paredes de madera –por fuera pintadas de azul–, techo de hojas de palma. Como único mobiliario: una veintena de bancos de madera, y una mesa presidencial sobre la que se apoya el Ingeniero. La gente va llegando poco a poco: hombres y mujeres con sus bebés, que se sientan desperdigados por todo el local, muy relajadamente. La parsimonia despierta la ansiedad del Ingeniero que pide una y otra vez la bocina con la que el agente municipal convoca a los vecinos. Trata de hacerla sonar pero no le sale muy bien. Es viernes pero no es que se haya dejado de trabajar porque el Ingeniero esté aquí; el tractorcillo se malogró hace una semana y eso imposibilita el trabajo, aunque posibilita esta reunión. El que el tractorcillo se haya malogrado y el que en diez días se celebre el aniversario del club deportivo –lo que significa que hay que preparar una gran fiesta que durará dos días–, se han llevado a la ciudad a muchos de los hombres de más peso de la comunidad, entre ellos al presidente de la empresa. Pese a todo va a haber reunión, que comienza finalmente a las 9:30 de la mañana.

Juan, el jefe de la comunidad –no se confunda, lo de jefe es un decir–, pasa de los sesenta años, pero le considero un espíritu joven, con una gran curiosidad, y una visión muy abierta de la situación de su pueblo en esta selva, y en este mundo. A mí me parece un hombre admirable; pero aunque sea un hombre admirable y jefe, no manda en nadie más que en sí mismo. Juan es el primero en tomar la palabra, con una alocución en la que responde a algunas críticas por las que le han dado duro en los últimos días, críticas que yo desconocía hasta el momento. El motivo fue el viaje a la ciudad que hizo para gestionar algunos asuntos relativos al Proyecto de Bosques Inundables, y que dio lugar al acta de la discordia. Luego el jefe habla de la matrícula de la lanchita, otro de los asuntos en los que ha trabajado últimamente. “Ya está inscrito nuestro módulo, también nuestra lancha está reconocida”, explica subrayando sus méritos. “Éste es el último que voy a gobernar. Yo tengo decisión de renunciar”, dice con voz fuerte. Se sienta.

El Ingeniero toma la palabra y lo primero que hace es darme a mí las gracias: “Da la impresión que desde lo lejos también están interesados en nosotros”. Asegura que doy “realce” a esta reunión. Habla del padrón que está haciendo y dice que hoy va a tomar las fotografías de aquellas personas que aún no tienen.

Después de tratar algún asunto burocrático sin importancia, se entra en la cuestión principal cuando el Ingeniero pide a uno de los comuneros que lea el acta de la discordia. Luego toma la palabra y asegura que esos puntos se van a volver a tratar otra vez para que decida, ahora sí, la asamblea. Pero por las razones susodichas, hoy hay poca gente en la asamblea. El Ingeniero pregunta si hay quórum o si hay que esperar a que venga el resto de la gente. “Hay que esperar”, dice uno. “Somos 38 comuneros los que trabajamos aquí y estamos menos de la mitad”, dice otro, que recuerda que no hay ni el cincuenta por ciento. “Correcto”, concede el Ingeniero. “Esperemos, pues es una decisión que debemos respaldar todos. Pero ahora quiero que me escuchen para que sepan lo que quiere el Proyecto. Voy a poner en el acta que se anula por falta de quórum, pero el tiempo es determinante, esta acta debería haberse debatido ya. Yo le iba a llamar –hay un teléfono satelital en un pueblo cercano, a dos horas de camino– al responsable del Proyecto esta tarde para que le diera el resultado de este debate. Porque hay una empresa que les quiere comprar tablillas, está esperando”. Durante un rato insiste en que esos retrasos están perjudicando. “No sé si me han entendido”. Esto último es en realidad una pregunta, pero nadie habla durante unos segundos, impasibles. El Ingeniero pone cara de seguir esperando respuesta. Uno de los hombres con mejor manejo del castellano, pregunta: “¿Puede recalcar?” O lo que es lo mismo, que seguramente no se han enterado de nada. El Ingeniero vuelve a explicar pero la gente no le presta mucha atención. “Hay acuerdos que se pierden con el tiempo, y acá no debemos perder la oportunidad de comercializar la madera a buen precio”, repite.

El primer punto se refiere al nombramiento de un despachador, cuya función es tramitar los permisos para movilizar madera por el río. El Ingeniero: “Para despachador dice el Doctor –refiriéndose al máximo responsable del Proyecto– que debe tener secundaria. Pero no tiene que ser así, basta con que sepa cubicar. En mi libro del acta tengo que en la asamblea se escogió como despachador a Eloy Rojas. El requisito era que su documento estuviera en regla”. Al parecer fueron a la ciudad a actualizar la documentación personal de Eloy, pero en ese mismo viaje estaban también tramitando la movilización de una carga de tablillas. Sin embargo el documento de Eloy no se entregaba hasta final de mes, y la tramitación de la carga era inminente, así es que en aquel momento el jefe y el Ingeniero tomaron una decisión que ahora explica. “Como el documento de Eloy se tenía que recoger a fin de mes, a nosotros nos salía más conveniente contratar los servicios del señor Mera, hasta que Eloy reciba sus documentos”. Así es que encargaron a un profesional de la ciudad, ajeno a la comunidad, la tramitación de la carga. De repente, el Ingeniero se encuentra argumentando las bondades de contratar al señor Mera, en vez de que una persona de la comunidad haga este trabajo. “Nos sale más económico. Esos viajes para el listado de trozas se hacen cada vez que la

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comunidad va a sacar madera. El señor nos cobraba 200 soles por hacer eso. ¿Por qué nos va a cobrar eso por rellenar un papel?, le dije yo. Bueno se lo dejo en 100 soles. Cuando sabemos que se va a mover tablilla, hay que llamarle: Señor Mera, la comunidad va a mover tablilla. El jefe le llama y le dice quién es el capitán de la lancha, cuál es la matrícula, etcétera. El señor Mera rellena los papeles y los envía a la boca del río para que cuando la lancha llegue a la boca, recoja su documentación. Si nos está atendiendo el señor Mera son 100 soles, más fotocopias son 120 soles”. Según las cuentas del Ingeniero, se van a ahorrar 600 soles por carga. “Con 600 soles se pueden comprar 60 galones de petróleo”. Pero después de tirar la piedra, esconde la mano. “Yo asumo que el señor Eloy es el despachador y que el 4 y 5 de noviembre va a ir a un curso de capacitación. También hay curso para un contable, hay que ver si quieren que sea del grupo de interés o la administradora de la lancha”.

Eloy Rojas, el despachador nombrado, está presente y en cuanto puede se levanta y muy solemnemente dice: “Ingeniero, quiero hablar, primero en idioma”. Se expresa muy acaloradamente. En su discurso lo único que entiendo son las palabras en castellano “pendejo” y “pendejada”. Pero luego repite completamente su discurso, ahora sí en castellano. “Yo no quiero ser ya despachador. El pueblo decidirá. Todos somos pícaros, todos somos pendejos. Las autoridades verán qué pendejada he hecho. La experiencia a mí no me la quitan. Yo no he hecho picardías en ninguna empresa”. Eloy está sumamente enfadado, con el ceño fruncido, de pie. Tiene alrededor de treinta años y ha trabajado en la ciudad con turistas varios años, lo que garantiza una cierta desenvoltura en el trato con las personas que no hablan su mismo idioma. Acusa: “Yo les voy a decir: porque era una molestia. Yo estaba sacando agua del bote y luego el jefe me llamó y ya estaba hecho”. El Ingeniero se defiende. “Por muchos años yo no he pisado esa ciudad, no tengo amigos a excepción de algunos profesionales. Yo al señor Mera no le conozco si es pendejo, pero hay referencias de que es pícaro. No le hemos buscado por ser pendejo sino porque sabe despachar”. El Ingeniero explica que para movilizar las tablillas hay que presentar una documentación al INRENA, que certifique el número de tablillas que se van a mover. “Desde el punto de vista económico nos conviene tener a ese señor ahí. Pero si queremos asumir el coste económico… Hasta el momento no hemos pedido ningún servicio al señor, pero el Proyecto dice: ¿Están movilizando madera? Sí. ¿Con qué documentación?” Luego habla de posibles problemas y de otros problemas que han tenido madereros con el INRENA.

Eloy continúa mostrando su desacuerdo: “Yo al llegar acá a la gente le he explicado que yo conocía al señor Mera, y tenemos experiencia de cómo lo han pasado en Nueve de Octubre”. Nueve de Octubre es otro pueblo cercano. “Yo le hice entender a la gente para que no pasara lo de Nueve de Octubre”. Eloy no estuvo de acuerdo con que se encomendara a Mera este trabajo. El

Ingeniero replica: “Yo no le conozco a Mera, pero ¿por qué te hacen una pendejada? Porque te dejas, porque te dejas. Le hemos dejado dos talonarios, de despacho y de orden de cubicación”, y explica que estos tienen número de serie idéntico a otros dos talonarios que tiene la comunidad y que tienen que ser adjuntados también. Cada carga de madera debe llevar cuatro documentos oficiales distintos, pero con el mismo número de serie. Como dos los conserva la comunidad, no hay forma de que el tal Mera pueda usar los otros dos en su provecho, argumenta el Ingeniero. “Pero la acción era para sacarle lo que el hombre sabe, la artimaña. Lo que les has comentado está bien, pero hay que ver lo que nosotros buscábamos”. Asegura que no hay confabulación. “Yo sigo considerando que Eloy es despachador, pero si él no quiere no le vamos a obligar”. Otro comunero: “Si el jefe hubiera contado como usted, la gente hubiera quedado contenta, pero la explicación del jefe no fue buena, pero ahora sí entendemos”.

La pequeña tormenta del despachador pasa de largo sin muchas consecuencias. No hay quórum, no hay decisiones. El Ingeniero aborda el segundo punto. “La comunidad se compromete a comercializar treinta mil tablillas al mes”. El Ingeniero asegura que ha contactado con una empresa de Lima que les compra esa cantidad. “¿Por qué treinta mil?”, se pregunta en voz alta. “Porque en un tráiler entran catorce mil quinientas, y por dos son casi treinta mil. Tiene que ir lleno en su capacidad”. El Ingeniero les pregunta por la cantidad que la comunidad puede producir al mes, y les indica que deben asumir su responsabilidad con dicha cantidad, es decir, deben asegurar que podrán producir lo pactado. “La tablilla de bolaina de dieciséis milímetros se está pagando en 2.20 en Lima. ¿Cuánto nos está pagando el Brando?” Es una pregunta que lanza a los comuneros pero que los comuneros no saben o manifiestan no saber. Lo pregunta varias veces sin respuesta. El Ingeniero cree que se las están pagando a un sol, pero los comuneros opinan después que se les está pagando a menos. El Ingeniero da un golpe en la mesa y exclama: “¿Entonces a qué estamos esperando? ¿Estaría la comunidad en condiciones de entregar treinta mil tablillas en un mes?” Después de deliberar, los comuneros consideran que podrían entregar al Proyecto veinte mil. Explican que “ahora hay atraso, por el tractorcillo”, y el Ingeniero pide “tener en consideración el clima”, que se hace más lluvioso en invierno.

“Ahorita nuestro patrón es Brando –se lamenta el Ingeniero haciéndose parte de la comunidad– y el patrón nos está pagando lo que quiere. El Doctor está en disposición de prestarnos el dinero. Porque Brando les da una plata y les habilita y ustedes le tienen que vender al precio que Brando quiere. Pero el Proyecto quiere quebrar esa situación: les adelanta el dinero pero paga a precio de mercado la tablilla, no al precio que Brando quiere. Queremos romper ese intermediario que hay, que es como una habilitación”.

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Sobre el tercer punto se pasa sin discutir: “El Proyecto se compromete a pagar la tablilla en puerto, se debe sumar el flete en los costes”. El cuarto punto –la comunidad debe entregar al Proyecto ocho mil quinientas tablillas– se enuncia pero se deja en suspenso porque el jefe asegura que sobre eso discutió con el Ingeniero, pues no estaba de acuerdo.

El quinto punto sí genera agitación. “Organizar un segundo grupo de trabajo, para que todo el mundo trabaje”. El jefe opina que para esto se hacen necesarios otros dos motores petroleros, una motosierra y un tractorcillo. “El plan de manejo dice que estamos trabajando quince hectáreas cada año por diez años. El Doctor ha ofrecido el cincuenta por ciento del gasto de la maquinaria para empezar a trabajar. ¿Qué esperamos? ¿Qué estamos esperando?” El Ingeniero justifica la creación de este segundo grupo porque “no estamos trabajando para una o dos personas, sino para el bien de la comunidad”. Vuelve una y otra vez sobre el mismo error. “Hemos iniciado con un grupo y ahora queremos iniciar con toda la comunidad. El Doctor les puede prestar para que después la comunidad les devuelva”. Lo de los motores, el tractorcillo y la sierra despierta el entusiasmo de los presentes, lo que es normal porque en el almacén de la comunidad se apilan los restos de cuatro motores que ya no funcionan. Son todos motores de fabricación china y, aunque no lo puedo asegurar, tengo la impresión de que un mecánico no tan experto y alguna pieza serían suficientes para ponerlos a funcionar nuevamente. Por otro lado considero que el hecho de que haya más maquinaria no va a hacer que trabaje más gente porque, como he dicho, ya trabaja todo el que quiere; o quizás sí, quizás eso les anime a montar dos aserraderos que ocupen al doble de personas. Lo que es seguro es que tendrán que seguir cazando, pescando, haciendo chacra, construyendo sus casas, y celebrando sus fiestas.

Concluidos los asuntos del acta, el Ingeniero –que se incluye una y otra vez como parte de la comunidad y presenta al IIAP como una parte ajena, pese a que él es su representante– se refiere a un compromiso efectivamente adquirido por la comunidad tiempo atrás. “Nosotros estamos debiendo un compromiso con el IIAP, que le estamos debiendo una madera. El jefe se ha comprometido a entregar el día 20 de octubre y no hay nada. El IIAP está recontra asado porque ustedes se comprometieron a entregar en junio y no hay nada”. Estamos a 17 de octubre. “Todo compromiso que hagamos hay que tomarlo con mucha responsabilidad”. Pero el compromiso del día 20 no se va a cumplir, desde luego, y no sólo porque no se puede trabajar en el momento. “El 28 va a haber deporte”, recuerda el jefe. El Ingeniero replica: “La fiesta está bien pero hay que ser responsables. Cuando hay fiesta en la ciudad no todo el mundo se va a chupar. La diversión es buena, pero se debe divertir en buen momento. A veces se debe celebrar y a veces no”. El Ingeniero sigue: “Si fuéramos inteligentes y con buen billete, ¿dónde estaríamos?”, pregunta

retóricamente. Don Juan, el jefe, contesta irónico: “En la cantina”. Y con risas acaba la asamblea.

******************************Estamos en la tercera jornada de la visita del Ingeniero. Es sábado, un día de relativo descanso. Las mañanas se ocupan en algún trabajo comunal; hoy se han sembrado los cocos que ha traído el Ingeniero. Las tardes suelen ser relajadas, de deporte y conversación. El único que se mantiene hiperactivo es el Ingeniero, que pasa por delante de mi casa con su ayudante, y me saluda con su tono jovial. Me resulta simpático. Viste unos pantalones caqui, un polo con el cocodrilo de Lacoste y un reloj de metal plateado. “Vamos a chambear con el camu camu, ¿quieres venir?” Me uno a ellos, aunque estoy con cierto sopor. El Ingeniero y su ayudante trabajan en un parcelita cercada que se ha habilitado para el Proyecto junto al pozo, de unos ocho metros por ocho. Sólo una superficie de un metro de ancho por ocho de largo está sembrada con los plantones de camu camu, con escasísima separación entre ellos y apenas cinco centímetros de altura, protegidos por un techado de palma. Además hay medio metro cuadrado sembrado con plantones de mandarino. “Esta variedad de mandarino es muy resistente a las plagas. La hemos traído para que los comuneros tengan un patrón”. Explica que los patrones son plantas a partir de las cuales se obtienen nuevas plantas para sembrar. “¿Cuándo empieza a producir?” “A los dos años ya está produciendo, si es brote. Si es semilla tarda tres años”. Pero lo de los mandarinos es más bien un regalo, no tiene una finalidad comercial.

El Proyecto de camu camu, que sí tiene una finalidad comercial, cuenta en este pueblo con cinco hectáreas. El Ingeniero explica que el camu camu es una planta originaria del Amazonas que empieza a producir a los tres años, se siembra en terrenos inundables, y es el propio agua el que da los fertilizantes adecuados. El fruto se está exportando sobre todo a Japón y al agricultor le están pagando entre 2.50 y 4 soles el kilo; puesto que cada hectárea produce entre seis y ocho toneladas, la ganancia, idealmente, por hectárea es de veinte mil soles, de los que hay que descontar el transporte y los gastos de producción. Cuenta que él coordina en distintos pueblos el sembrío de más de veinticinco hectáreas en total, de plantas aún improductivas.

Claro es que cuando el negocio se presenta así, ¿quién va a decir que no? Con estos números, despertando estas expectativas, se ha conseguido que en los últimos años decenas de pueblos de la región siembren camu camu. Ahora el precio es mucho más bajo que hace tres o cuatro años, cuando se pagaban hasta 8 soles por kilo. El Ingeniero asegura que actualmente se está pagando a 2.50 o 4 soles el kilo. Sin embargo, poco tiempo atrás, un periódico de la ciudad recogía las protestas de una asociación de productores de camu camu porque estaban empezando a cobrar menos de dos soles por kilo. Ahora bien,

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¿qué pasará dentro de unos años cuando comience a entrar en el mercado la producción de todas esas hectáreas ya sembradas pero aún sin producir? En este pueblo, por ejemplo, las plantas ni siquiera se han sembrado. El Ingeniero está trasplantando los pequeños brotes de camu camu desde el almácigo a la zona de recría. Me explica que en la zona de recría, con más separación entre cada ejemplar, permanecerán sembradas seis meses y después serán finalmente llevados a la chacra de cada uno de los participantes en el Proyecto de camu camu. El Ingeniero confía en que hay mercados internacionales por conquistar que impedirán que el precio baje.

Mientras se dedica con entusiasmo a esta labor, me habla de la bolaina, que es un árbol que nace en las chacras abandonadas. “¿Agota la tierra?” “No, ésa es su tierra. La bolaina sigue saliendo todo el tiempo, sólo hace falta que dejen un par de palos como semillero”. Al parecer la bolaina siempre encuentra nutrientes en la tierra, por muchos años que lleve creciendo. Cuenta el Ingeniero que también están implementando Proyectos de siembra de bolaina y capirona –una madera de más calidad– en otros puntos de la región. Asegura que “está pegando fuerte entre los agricultores, está teniendo buena acogida”.

Dice que se va a quedar hasta el domingo porque los hombres de la comunidad llegan esta noche y así tendrá la ocasión de presenciar y participar en la asamblea en la que se dilucidarán los asuntos planteados ayer. “Falta coordinación”, gesticula algo apesadumbrado. “El jefe de la comunidad y el presidente de la empresa, parece que no se coordinan”. Habla de que aquí hay grupos “que se tienen bronca”. Yo le pregunto: “Si la empresa es comunal, ¿cómo es posible que se pueda dejar a gente sin trabajar?” “Eso es lo que no sabemos”. Habla apasionadamente de su solución, la solución a un problema que no existe: “Para eso queremos crear otro grupo de interés, para que trabaje también el otro cincuenta por ciento. Queremos comprar maquinaria para que todos trabajen y no haya bronca”. Yo trato de retirarme de la conversación porque quiero ir a jugar voleibol, pues ya se ha montado la red, pero él continua. “El objetivo es sacar cincuenta mil tablillas al mes”. Lanzo un suspiro de admiración. “El Proyecto les va a prestar para la maquinaria”.

Luego se refiere al Brando, uno de los empresarios de la zona, con la lancha más grande y potente del pequeño río, fundo ganadero y negocios diversos en la ciudad. “Hay un pata, el Brando, que les adelanta plata para gastos operativos: la comida, el combustible y el salario de los trabajadores, y ellos le venden la madera a él”. Al parecer, el Brando mantiene una relación de habilitación o endeude con la empresa comunal, como en otros tiempos. Yo pensaba que ellos simplemente sacaban la madera y la vendían en la ciudad, pero no. O sea, el sistema de toda la vida en la Amazonia, semilla de todo tipo de abusos. “Luego a la hora de pagar, el Brando les da el hachazo”, y hace un

gesto con el brazo, que tala un árbol imaginario. “Eso es lo que el Proyecto quiere evitar”.

El Ingeniero, que se muestra apasionado por su trabajo, habla del Proyecto como si fuera un ente vivo, con autonomía propia. “El Proyecto le dijo a Juan que les iban a prestar la plata y que se la devolvieran a plazos, que así podrían vender la madera a buen precio”. Lanza un suspiro. “Pero esta gente… hay que cambiar su mentalidad. Para eso se necesita gente como usted”. “¿Antropólogos?”, pregunto. Asiente. ¿Puedo llamarme antropólogo por hacer un trabajo etnográfico en una Maestría, pese a ser periodista? “Teníamos un antropólogo pero se fue a los dos meses. No le gustaba hacer campo. Quería estar en la ciudad”. Me viene a la cabeza la idea de que la mentalidad que hay que cambiar es la de los responsables de los Proyectos, pero me callo.

******************************

Es domingo. A las ocho de la mañana suena la bocina. Se está convocando la esperada sesión. Los hombres van llegando poco a poco al local comunal. Los primeros son Juan, el jefe, y Ródano, el teniente gobernador, que barren el suelo. Luego llegan Miguel, Reinón, Julián, Esteban, Samuel, Manuel, Atilio… Usted lector no sabe quiénes son, y en aras de la ligereza no me voy a detener en presentarlos a todos, pero son algunos de los hombres que sostienen el trabajo en este pueblo. Son fuertes, hacendosos, divertidos, padres y esposos, familia entre sí por sangre, alianza o, si me lo permiten, por verse todos los días durante décadas. Muchos de ellos estaban ausentes en la primera reunión mantenida con el Ingeniero, pero esta madrugada ha llegado la lanchita.

Miguel y Reinón bromean: recuperan una conversación que tuve con Miguel unos días atrás acerca de la covada, una costumbre documentada por diversos antropólogos en un pasado no muy lejano, por la que el padre de un hijo recién nacido, se quedaba en casa y se sometía a una severa dieta. Así es que yo como etnógrafo quise encontrarlo también en mi trabajo de campo, no iba a ser menos. ¿Y qué encuentro? Bromas. Dice Miguel: “Mi sobrino dietó cuando nació su hijo. Él dietó dos días”, dice Miguel de Ródano, que ríe negando. “¿Sí Ródano?” “No”. Más risas. Es Reinón entonces el que dice que Atilio sí que dieta. Me vuelvo a Atilio y le pregunto. También él deniega, con un gesto de cabeza. Al parecer ninguno de los consultados tiene en alta consideración la práctica de la covada.

En lo que no se detiene ninguna de las etnografías consultadas es en el Ingeniero y en el Proyecto –no importa cuáles. Pero a mí me parece muy interesante etnográficamente que cuando el Ingeniero considera motu proprio que ha llegado el momento de dar comienzo a la sesión, Samuel –que pertenece a la temible familia de los Serrano y es el presidente de la

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empresa comunal– le corte brusca y fríamente: “Señor Ingeniero. Esta sesión es muy importante, tiene que estar todo el pueblo, no sólo unos varones”. Samuel tiene toda la razón; pido perdón porque no me he referido mucho a las mujeres, aunque lo cierto es que ellos son menos activas públicamente, especialmente en cuestiones del aserradero, aunque siempre participan en las asambleas de cualquier clase. El Ingeniero también le da la razón pero asegura que sólo iba a anunciar el orden del día. Me ha sorprendido mucho el tono de Samuel, afilado, preparado para la lucha. La gente sigue sin aparecer. El Ingeniero se impacienta. “¿Quién es el policía aquí? Hay que llamarlos”.

El Ingeniero se prepara activamente. Cuelga un gran papel en la pared. “Son las 8:45, voy convocar otra vez”. Sopla la bocina con desenvoltura. “A las 9 comenzamos”. El Ingeniero sigue escribiendo el orden del día, los puntos que se van a tratar. “Don Juanito, ayúdeme”, pide al jefe. Seguimos esperando pero los comuneros no aparecen. El Ingeniero me hace un gesto de incomprensión, de no entender. Luego sale y le dice a Julián, que es el agente municipal: “¡Vamos!” Juntos se van hacia el alto parlante desde donde realizan un llamado a todos los vecinos. Al regresar continúa con su labor de anotar los puntos del orden del día. Luego se da la vuelta y se dirige paternal a los congregados: “Si alguien no entiende nada, que levante la mano. A nadie se le va a reñir. Todos estamos aprendiendo. Yo también estoy aprendiendo”. Vuelve a coger la bocina y trata de hacerla sonar pero no le sale. “¡Pucha!” Vuelve a intentarlo pero sin suerte. Los comuneros ríen sin disimulo. El agente municipal agarra el pedazo de plástico y le saca un sonido potente. “Esperamos diez minutos más”, dice con autoridad. El jefe está sentado frente a todos, solo. “Doña Norma, por favor, pase. A los señores comuneros que están al fondo, pasen adelante. No tengan miedo”. No tienen miedo, lo que pasa es que no les gusta estar muy apiñados.

Se inicia la sesión con el Ingeniero hablando de falta de coordinación. “Unos trabajan por un lado y otros trabajan por otro. Se trata de que haya claridad, de que todo sea claro, y de que se haga un informe de todo lo que hacemos en el Proyecto”. Cede la palabra al jefe y le conmina a que se coloque en la mesa presidencial, pues está en un costado. “Tenga la bondad de sentarse en la mesa”. Todos están tranquilos y expectantes excepto él que, por comparación, parece alterado y está mandando a la gente todo el tiempo lo que debe hacer. Nadie le opone resistencia.

El Ingeniero vuelve a tomar la palabra y me pide disculpas, aunque no entiendo muy bien por qué me pide disculpas a mí. Asegura que él, “como cabeza del Proyecto”, quiere trabajar “para el desarrollo”. Habla del “bien de toda la comunidad y no de un grupo”.

El primer asunto que se aborda es acerca de la persona que va a acompañar al despachador a la ciudad para la capacitación. “Desgraciadamente son ustedes

los que deciden”. Es posible que lo de “desgraciadamente” haya sido un lapsus, aunque lo ha dicho. “Pero el director vería bien que fuera un mujer”. El Proyecto pagará a ambos el viaje, estadía y alimentación. Samuel, que está inquieto interviene. “Voy a conversar en mi dialecto”. Mi conocimiento de su idioma es escaso así es que no puedo saber de lo que habla, y él no lo traduce luego.

Luego el Ingeniero continúa: “Vamos a hacer rendición del dinero que entregó el comité al jefe para viajar a la ciudad para hacer pagos y la inscripción. Recibimos 650 soles. ¿En qué gastamos? Voy a hacer los rubros y luego sumamos. Tres galones de gasolina en Tumbes: 39 soles. Para hacerle las fotos a Eloy, el despachador, 10 soles. En el Banco de la Nación, pagamos derechos de renovación del DNI de Eloy: 23 soles. En el Banco de la Nación también pagamos 100 soles como derecho para aprovechamiento forestal para INRENA. Al día siguiente pagamos también en el Banco de la Nación 159 soles por derecho de inspección, inscripción de catálogo de cubicación, orden de despacho y por solicitud de listas de trozas. Otro pago fue la elaboración de solicitudes, poderes y fotocopias, 40 soles. Otro pago: legalización de los documentos: 20 soles. Honorarios y asesoría al señor Mera: 50 soles. Hospedaje tres días; hemos tenido que compartir el cuarto con Eloy: 20. Alimentación tres días: 60. Compra de gasolina para el retorno: 100 soles. Juan Alumías: 60 soles. Un sello de despachador: 10 soles. Aparte otro gasto don Juan me dice que hizo otro pago por guardanía de bote y motor: 14 soles”. El Ingeniero detalla muy lentamente todos los gastos. Se muestra satisfecho del empleo del dinero. “Con estos pagos la comunidad está completamente registrada en el INRENA. Ahora nos toca que hay que ir cada vez que vamos a mover madera de la comunidad”.

Pero a Samuel Serrano, el presidente de la empresa comunal, se le ha visto inquieto desde el principio de la reunión, e inmediatamente interviene con expresión poco amigable. “Ingeniero una pregunta”. El Ingeniero sabe lo que le van a preguntar y de repente abandona su expresión segura y confiada, y la cambia por la del niño inocente, ignorante. “Usted siempre dice que los gastos deben justificarse con boleta. Y usted está rindiendo cuentas sin boleta. Esta información la gente no te cree. Usted siempre dice que debe haber información de cuentas con boleta. Nosotros no vemos boleta, entonces prácticamente que nos estás engañando”. La acusación es directa, y Samuel, aunque tranquilo, está un punto indignado. El resto de los comuneros está igualmente tranquilo. Aunque nadie manifiesta emoción o acusación, está claro que de repente la reunión ha adquirido un cariz de juicio. La gente está silenciosamente expectante. Samuel ha hablado alto y claro.

El Ingeniero se ofende, o se muestra ofendido. “No estoy engañando”. Samuel trata de continuar pero el acusado impone su voz grave y toma la palabra.

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Luego explica las razones diversas por las que no tiene el justificante de pago de cada una de las operaciones. Asegura que el de la gasolina, no se lo dieron a don Juan. Un montón de boletas los tiene en los archivos de su oficina o de su casa. “Los honorarios de Mera, yo le puedo dar. El hospedaje, la dueña no me dio nada. La alimentación… Tenemos que comer donde más barato es. La gasolina de retorno, don Juan tiene boleta. El sello, tengo la boleta en mi casa”. Asegura que con los 650 soles no fueron suficientes, y él tuvo que pagar 50 soles y Juan 15, pero no los van a reclamar. “Yo le voy a entregar la documentación pendiente. ¿Está bien?” El Ingeniero, con su aplomo de Ingeniero, y su don de palabra, trata de ser convincente. Por supuesto, los comuneros están visiblemente disgustados, pero se sigue adelante.

El siguiente asunto es el del despachador, de si es conveniente que haya un despachador del pueblo o si más bien debería ser el tan nombrado señor Mera el que haga las gestiones. El Ingeniero hace cuentas en sus papelones de lo que cuesta movilizar a una o dos personas del pueblo para que vaya a la ciudad y resuelva el papeleo, y lo compara con lo que costaría encargarlo al señor Mera. “Nosotros optamos por decirle al señor Mera que sacara la lista de trozas”. Samuel replica duramente, sin concesiones. “No le conocemos al señor Mera. Alguien de la comunidad también puede hacerlo”. Y esto pese a que los gastos son de 300 si se le encarga el trabajo a alguien de la comunidad y 100 si lo hace el señor Mera. Samuel es taxativo: “Esto es lo que quiere el pueblo, esto es lo que quiere la gente”. Aunque sólo habla él, aunque sólo él hace expresa una postura crítica, nadie sugiere una postura alternativa. Miguel se une a Samuel: “Estamos trabajando aquí en este pueblo, no en la ciudad. El trabajo no es del señor Mera”.

Los comuneros no se fían del señor Mera porque piensan que puede hacer alguna “pendejada”, ya que en estos momentos el señor Mera tiene unos documentos y un sello de la comunidad, y les preocupa el uso que de ellos pueda hacer. Se acuerda sin una voz en contra que el señor Mera no será el despachador. El problema es que la persona que iba a ser despachador ya no va a serlo; se trata de Eloy, que habla casi con lágrimas en los ojos: “Para mí fue un dolor, una punzada en el corazón que le nombraran al señor Mera. No me lo dijiste ese día”. Está airado, con el entrecejo fruncido, como un niño. El Ingeniero se defiende: “En ningún momento ha sido intención darte un pinchazo en el corazón. Cuando decidimos lo que íbamos a hacer tratamos de encontrarte para decirte lo que íbamos a hacer, pero no pudimos ubicarte”. Samuel se levanta indignado: “A mi tío Eloy le has buscado después de nombrar despachador a otra persona, entonces antes que nombres a otro tenías que haberle explicado bonito. Nosotros hemos nombrado y parece que usted se ha burlado de esta persona”. Reinón, que es más tranquilo, abunda: “Usted tenía que haber conversado con el pueblo para nombrar a Mera”. Reinón y Samuel usan la expresión “pinchazo en la espalda”. El Ingeniero se defiende:

“Yo sé que ustedes tienen desconfianza. Quiero que me tengan confianza y yo se lo voy a demostrar”. Pero Reinón le corta y recuerda las épocas del patrón: “Mi papá trabajaba con Damián Tello: mataba cincuenta huanganas y recibía tres pantalones. Yo tengo que saber un poco más”. Samuel y Esteban siguen: “Hay que firmar ya que el señor Mera no será el despachador”. Ambos están exaltados, y exigen que se firme inmediatamente en el libro de actas.

El Ingeniero, que no se ha achicado en absoluto, pide a los comuneros que se elija al nuevo despachador: “Busquemos a la persona ideal, que maneje las calculadoras, que entre en las oficinas, que patee por sus derechos. Hay que buscar a la gente más adecuada. Se creen que porque uno es nativo pueden decirle que se siente”. Y agrega: “Un requisito principal es que tenga el DNI al día”. Samuel precisa: “Hay que hacer elección para despachador o despachadora”. El Ingeniero le pide al jefe que presente un candidato. “Mi candidato es Eloy”. Pero Eloy salta presa de la indignación. “¡No puede ser!”. Reinón propone a Esteban. “Con mucho gusto querría ser pero mi documentación ha caducado”. Ingeniero: “Ya, otra persona”. Silencio. El Ingeniero le pide a Justina Serrano –ayahuasquera, viajera, cincuenta años, despierta– que nombre un candidato. Justina se hace la tonta, como si no entendiera nada. “¿Qué?”, balbucea. Justina es una mujer muy inteligente, y seguramente el Ingeniero esté pensando lo contrario. Así es que después de pedirle en vano, el Ingeniero le pide a Eloy que se haga despachador hasta que llegue otra persona. Eloy rehúsa: “Todavía hay jóvenes que se pueden nombrar. Yo propongo al señor Eber”. Eber se levanta rápidamente: “Ingeniero, discúlpeme pero mi documentación ha caducado”. También se propone a Minor, que rechaza. Reinón propone nuevamente a Eloy y el Ingeniero hace fuerza: “Si no hay más candidato, entonces automáticamente es él”. Y es así como se nombra por mayoría obligatoria a Eloy. Los comuneros le piden al Ingeniero que no vaya a hacerlo otra vez. “No, no, no. Las lecciones se aprenden”, asevera. Al Ingeniero le llaman “Inge”, con cariño. Una niña vomita sobre su mamá. Los perros entran y salen.

Se pasa a elegir a la persona que va a acompañar al despachador en la capacitación, para la contabilidad. Samuel explica que ni su hermano ni él son apropiados porque van a terminar su cargo al frente de la empresa. Los tres candidatos son Zaida, Roberto y René, pero el Ingeniero viene diciendo desde hace días que debe ser una dama y se lo pide a ella directamente. “Zaida, ¿qué dices? ¿Te ponemos en la lista?” “Eso depende de la comunidad”. El Ingeniero aboga por ella: “Nosotros somos de las comunidades más desarrolladas, hay que dar ejemplo, hay que dejar que las mujeres participen en el desarrollo de la comunidad”. Zaida es nombrada. Lo de que “las mujeres también participen en el desarrollo de la comunidad” merece comentario, pero tan extenso que lo dejo para otro momento. ¡Como si no lo hicieran ya!

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Luego se debate si son capaces de entregar treinta mil tablillas. Pero Samuel le pone rápidamente los pies en el suelo. Explica que desde agosto no han sido capaces de terminar veinticuatro mil tablillas. “Ahora no tenemos el tractorcillo y no podremos trabajar en toda la semana. Y además va a comenzar a llover y con la creciente muchas zonas se alagan. No podremos producir ni diez mil”. El Ingeniero: “Por eso conversamos, hay que ver cuántas podemos producir. Pero el interés del Proyecto es que no vendan a intermediarios sino al mercado directamente”.

“La comunidad se compromete a entregar ocho mil quinientas tablillas al Proyecto”, sigue leyendo en voz alta el Ingeniero. “Ese punto no”, salta el jefe al tiempo que los comuneros se escandalizan. “La comunidad se compromete”, reza el texto, pero es un documento que sólo firmó el jefe. El Ingeniero se explica confusamente y no aclara si las ocho mil quinientas son una obligación o no. Insinúa que ahora no, pero quizás más adelante estén obligados a ponerlas.

El último punto es el de la creación de un segundo grupo de interés. El Ingeniero argumenta: “Hay madera que se está sobremadurando y vamos a tener problemas de podridos, de huecos”. Informa de que el Proyecto les quiere ayudar para pagar la mitad de la maquinaria y que luego irá descontando poco a poco. “Eso sí, esos dos grupos van a estar dirigidos por la misma directiva y la misma administración”. El Ingeniero dice que quiere conversar con las autoridades y el presidente del comité para organizar un viaje a la ciudad y coordinar las actuaciones, entre otras la cantidad que pueden producir mensualmente. Samuel le pregunta al Ingeniero por el pasaje. “Ustedes tienen la lancha”, replica, y le anima a que la reunión sea cuando la lancha lleve carga.

Luego recuerda que “estamos debiendo una maderita al IIAP”, otra vez como si él fuera de la comunidad y no del IIAP. Es una madera de un compromiso anterior. Se decide que por la madera que debían entregar el 20 de este mes, se va a devolver la plata que se le adelantó a la comunidad. A su vez, el IIAP tiene también una madera que la comunidad le prestó: unos bloques de bolaina, así es que los comuneros preguntan si se les va a devolver la madera. “Sí”. “¿Pero nos la van a poner aquí?” Los comuneros creen que si tienen que devolver el dinero, a ellos les tienen que devolver la madera que pusieron. “Se les va a devolver”. “¿Y si está gorjeando?” Miguel se pregunta si estará almacenada en buenas condiciones. “Hay que pensar positivamente”, anima el Ingeniero. Los comuneros insisten en que la madera puede estar gorjeada y que además tendrán que pagar el transporte hasta el puerto.

En ese momento, una voz me llama desde la ventana. Es el pequeño Grimaldos. “Carlos. Mi abuelo te llama”. Su abuelo es Pedro, uno de los médicos de Vencedor, quien está cocinando ayahuasca en su casa y me

va a enseñar cómo se hace. Así es que un poco aburrido ya de la reunión, concluidos los puntos importantes, cojo mis cosas y me voy a casa de Pedro, que en ese momento está metiendo en una vieja olla metálica…

Pero esa es otra historia, y será contada en otra ocasión.

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DE lOS ANDES Al AMAZONAS La cotidianidad de las familias campesinas israelitas en el sur de ColombiaLeady J. Téllez-Méndez

Este artículo explora los componentes más relevantes de la cotidianidad de familias andinas conversas de la AEMINPU que migran al amazonas, discutiéndolos a la luz del proceso de acomodación en el nuevo lugar. La migración de las familias desde hace doce años ha obedecido a una combinación de factores, entre ellos el desempleo, el conflicto armado y las ordenanzas religiosas del movimiento israelita. En Colombia, los planes estratégicos de erradicación de cultivos ilícitos han desencadenado conflictos y transformaciones familiares en zonas rurales de departamentos como el Cauca. La acentuación de la pobreza, el desempleo y la ausencia del Estado ha llevado a los sectores de los estratos más bajos a buscar opciones de vida diferentes, encontrando en la religión una alternativa. Las familias llegan a la región amazónica con grandes expectativas y sin tener conocimiento de las condiciones del medio. Los resultados muestran aspectos del proceso de establecimiento en la selva; la presencia de referentes de “afuera” andinos y de “aquí” amazónicos, en la alimentación, la economía, y la constitución física, principalmente, así como la evidencia de un extrañamiento familiar y no social. Si bien el proceso de acomodación en la selva ha sido muy difícil para todos e incluso imposible para algunos, los ejes analizados permiten concluir que se han visto beneficiados por factores motivadores como la situación social y las expectativas de mejora de la calidad de vida.

Palabras claves: familia, religión, migración, conflicto, Amazonas.

1 Este articulo hace parte de la investigación “El cuidado de la salud en una comunidad israelita en la selva amazónica colombiana” realizada para optar por el titulo de magister en Salud colectiva por la Universidad Federal de Bahía Brasil.

Resumen1

4.

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From the Andes to the Amazon. A daily life of rural Israelite families in the south of Colombia

2This article explores the most relevant components of the daily life of Andean families of the AEMINPU`s church that migrate to the Amazonas, discussing them in the light of the process of accommodation in the new place. The migration of the families for twelve years has obeyed a combination of factors, between them the unemployment, the armed conflict and the religious ordinances. In Colombia, the strategic plans of eradication of illicit crops have unleashed conflicts and family transformations in rural zones of departments as the Cauca. The accentuation of the poverty, the unemployment and the absence of the State has led to the sectors of the lowest strata to looking for different options from life, finding in the religion an alternative. The families come to the Amazonian region with big expectations and without having knowledge of the conditions of the place. The results show aspects of the process of establishment in the jungle; the presence of modals of “out” Andean and of “here” Amazonian, in the nourishment, the economy, and the physical constitution, principally, as well as the evidence of a family but not social nostalgia. Though the process of accommodation in the jungle has been very difficult for all and even impossibly for some, the analyzed components allow concluding that they have met benefited by motivators’ factors as the social situation and the expectations of other quality of life.

Key words: family, religion, migration, conflict, The Amazon.

2 This article does part of the research “The care of the health in an Israelite community in the Amazonian Colombian jungle” realized to get the degree of magister in collective Health for the Universidade Federal de Bahía, Brazil.

Y mi mamá me pregunta de nuevo: Por que últimamente hay tantas personas convirtiéndose a la religión evangélica?...

Introducción

En los últimos años asistimos a una explosión de nuevos movimientos religiosos, los cuales surgen entre otras, como alternativas a las situaciones de crisis por las que atraviesan las poblaciones más pobres

del campo y la ciudad. La instauración de un modelo de desarrollo excluyente que acentúo el atraso económico y sometió las políticas sociales a las leyes del mercado, incidió para que en mucho países de América Latina la religión apareciera como una salvadora opción de vida.

De acuerdo con Díaz-Barriga et al, (2006):

“la religión pentecostal ofrece una forma de solucionar los problemas y mejorar la situación general de sus miembros, tanto económica como social, de salud, emocional y familiar. En específico, ha representado una solución al alcoholismo, la drogadicción, la violencia intrafamiliar y la delincuencia”.

Las familias campesinas junto a las que trabajé, son conversas de la AEMINPU- Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal-, iglesia de origen peruano que cuenta en Colombia con aproximadamente dos mil conversos, la mayoría campesinos. Son personas originarias del departamento del Cauca en los Andes colombianos, que han migrado al departamento del Amazonas desde hace doce años. La migración ha obedecido a una combinación de factores entre ellos el desempleo, el conflicto armado y las ordenanzas religiosas. La información producida permite discutir en este documento los componentes más relevantes del proceso de acomodación en el nuevo lugar, dadas las características del modo de vida de las familias campesinas israelitas. La iglesia matriz de la AEMINPU se ubica en el departamento del Cauca y desde allí ha enviado alrededor de 30 familias a conformar una comunidad en la selva colombiana. Los israelitas, migran al Amazonas bajo el fundamento religioso de prepararse para el fin del mundo, pero también como opción alternativa a la violencia y a la falta de oportunidades económicas en su lugar de origen. Es a partir de este contexto que se observa y analiza la cotidianidad de las familias israelitas en la selva colombiana, destacando los elementos más relevantes de su transformación familiar. De acuerdo con Trad (2003), el proceso de adaptación del inmigrante pasa por una compleja

Abstract2

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diversas características, entre ellas el no identificarse con una doctrina especifica. Los nuevos movimientos religiosos, no se consideran a si mismos únicamente católicos, evangélicos, o pentecostales, sino como De Almeida y Monteiro (2001) llaman, una metamorfosis de prácticas y creencias reelaboradas en un proceso de yuxtaposiciones, en el tiempo y en el espacio.

La AEMINPU realiza una lectura e interpretación literal de la biblia desconociendo el contexto en el cual ésta se inscribe, considerándola la fuente de toda legitimación, por medio de la cual todo puede ser explicado. Sin embargo Ossio (1990) al estudiar el luto entre los israelitas peruanos coloca que “más que la biblia es la cultura andina la que orienta sus percepciones”, por lo que interesa indagar los referentes que utilizan en las creencias y prácticas cotidianas.

Los miembros de la AEMINPU en Perú, como describe Ossio (1990), son en su mayoría migrantes de origen andino rural, siendo la pobreza y marginación los denominadores comunes. La falta de oportunidades en su lugar de origen se cita como la mayor causa de migración entre los israelitas peruanos, y los vínculos de parentesco como los canales más importantes para la conversión, (ídem). No obstante cabe mencionar que también se encuentran dentro de sus miembros unas pocas personas de los estratos medios y medio-alto, que han tenido formación universitaria y que por lo general ocupan cargos dentro de la organización social del movimiento.

En Colombia, la iglesia matriz de la AEMINPU se encuentra ubicada en el municipio de Santander de Quilichao, departamento del Cauca. La llegada de la AEMINPU a la selva colombiana comenzó hacia finales de los años noventa, momento en que esta institución inició una cadena migratoria de familias israelitas del Cauca hacia el Amazonas, allí se concentra actualmente un asentamiento israelita, con aproximadamente ochenta personas. Como señalan García y Basail (2006) “Las migraciones históricas, además de un componente determinante del cambio demográfico en la región, han transformado las formas de identificación basadas en cuestiones étnicas o lingüísticas, hacia ejes como el religioso”.

Dentro de la tipología de migrantes propuesta de Meertens (2006), las familias israelitas que salen del Cauca para el Amazonas pueden ser categorizados como migrantes internos en lugar de desplazados por la violencia, ya que realizan un desplazamiento geográfico poblacional dentro del mismo país, además de que tienen tiempo para tomar la decisión y preparar el viaje. En consideración, los desplazados por la violencia tienen una salida precipitada, muchos de los cuales sin un lugar donde llegar y se considera que la seguridad y la libertad les han sido amenazadas de manera directa. Los migrantes internos por su parte si bien coexisten con el conflicto armado este es solo uno de los varios factores que los han motivado a salir.

integración entre estructuras sociales, culturales, económicas y políticas del viejo y nuevo contexto, y una profunda reorganización subjetiva, derivada de las expectativas subyacentes al movimiento migratorio y de las dinámicas de identificaciones e internalizaciones.

En el texto analizo los aspectos más relevantes del proceso de establecimiento en el nuevo lugar; la presencia de referentes de afuera andinos y de aquí amazónicos, en la alimentación, la economía, y la constitución física principalmente, así como la evidencia de un extrañamiento familiar y no social. Analizando la configuración de sus prácticas y hábitos cotidianos en el nuevo lugar, procuro dilucidar el sentido de sus narraciones sobre su propia experiencia migrante, lo que no se dice y el por qué no se dice, teniendo en cuenta la construcción histórica de sus argumentos.

Antecedentes del proceso migratorioLas familias israelitas que habitan la selva colombiana pertenecen a la institución religiosa AEMINPU, fundada en el Perú en 1955. Esta institución llegó a Colombia en 1989 y actualmente cuenta con dos mil conversos aproximadamente; siendo la mayoría campesinos del departamento del Cauca.

La conversión de las familias campesinas a la AEMINPU obedece a varios factores, entre ellos la búsqueda de formas alternativas para sobrevivir, dada la situación de pobreza y violencia en sus lugares de origen. De acuerdo con Cerqueira-santos et al (2004): “Em quanto à ciência avança com novas descobertas tecnológicas e teorias revolucionarias, parte da população se volta para o divino, o mágico, à procura das soluções ou de respostas para o significado de estar no mundo”.

La AEMINPU es una institución que puede ser considerada sincrética pues toma elementos de varias doctrinas como el nuevo pentecostalismo, tradiciones judías e incluso creencias indígenas incas del Perú, (Gerometta 2003). Ossio (1990) por su parte la considera una “creación auténticamente peruana de migrantes andinos”. Vale mencionar que la mayoría de trabajos académicos de los que se tiene referencia pertenecen a investigadores de universidades de Lima, siendo el contexto peruano el que ha sido principalmente estudiado, (Espinosa 2005, Ossio 1990 y 2000, Torre 2004). En el estudio de Ossio (1990) la mayoría de los israelitas peruanos fueron considerados migrantes siendo la región andina su lugar de origen.

El surgimiento de la AEMINPU puede asociarse con la explosión de múltiples movimientos religiosos en las últimas décadas, fenómeno que cuenta con

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En Colombia la política de seguridad democrática del actual presidente justificó el aumento del gasto público en defensa y seguridad, el cual pasó de 8.795 millones en el año 2000 a 22.687 millones de pesos en el 2008, deteriorando al extremo las políticas sociales, principalmente en el tema de salud y educación (Contraloria 2008:5). Con el aumento de la fuerza militar aumenta también la migración interna, la cual es actualmente la mayor en la historia colombiana, causada principalmente por la violencia y el control territorial asociado al narcotráfico. CODHES ha registrado en Colombia alrededor de tres millones de desplazados en los últimos siete años. Como coloca Valla (2002) “As condições de vida precárias da população de baixa renda contribuem em determinadas ocasiões, na procura de movimentos sociais e religiosos, que além do bem-estar espiritual permitem oportunidades alternativas de trabalho, de saúde, e promovem outros modos de vida”.

Una vez que se reconoce la familia como una realidad social en permanente y constante movimiento, el punto central de esta reflexión es develar los cambios y transformaciones que esta enfrenta por la protección de sus relaciones internas y la del entorno social. En esta perspectiva invocaré el concepto de modo de vida propuesto por Almeida (2000:169), como el conjunto articulado de las prácticas de la vida cotidiana; incluyendo en ellas las dimensiones socio-históricas y englobando la dinámica de las clases sociales y las relaciones sociales de producción.

Resultados y discusión

Análisis socio-históricoLa comunidad israelita se encuentra ubicada en el departamento del Amazonas colombiano, en el lugar conocido como la Inspección del Calderón, el cual esta separado de la capital Leticia por ocho horas de camino a través de la selva. En el momento de la investigación, (abril-junio de 2008) había 27 familias, las cuales no poseen servicios básicos de luz, agua, recolección de basuras o alcantarillado. El agua de consumo es tomada del rio o de caños directamente sin ningún tratamiento. La disposición de excretas es hecha a cielo abierto o por enterramiento. Las basuras y los desechos son quemados. Para su comunicación cuentan con un único teléfono satelital, que funciona con panel solar. Las casas son hechas de los materiales que el medio ofrece, madera para las paredes y el piso y hojas de palma para el techo. Aunque todas las familias provienen del Cauca, vale aclarar que algunos han nacido en otros departamentos, hecho que indica una anterior trayectoria de migración para algunas familias.

La formación de la comunidad en el Amazonas comenzó en el año 1998, momento desde el cual han llegado alrededor de dos a cuatro familias por año. Sin embargo, en el momento de la investigación la cadena migratoria llevaba dos años interrumpida, debido a que una institución oficial que ejerce el control ambiental de la zona les prohibió ampliar la comunidad, esto a razón de que los terrenos que están ocupando son considerados Reserva Forestal de la Nación, figura territorial que impide la deforestación y el acceso a títulos de propiedad de la tierra.

La migración de las familias israelitas al Amazonas obedece a una combinación de factores sociales y económicos, entre los que se encuentra la falta de oportunidades laborales, la violencia en el lugar del origen y la creencia religiosa. La violencia generada por el conflicto y el narcotráfico mantiene una constante presión sobre familias de zonas rurales del Cauca, la precariedad del Estado colombiano en estos lugares le otorga el control social y económico a los grupos armados dejando sin garantías a miles de campesinos. La religión en estos momentos aparece como una opción alternativa a la crisis, ofreciéndoles la posibilidad de tener otro modo de vida. Como dice Wanick (2003): “a prática religiosa aparece de forma reforçada como uma motivação positiva, no enfrentamento dos problemas cotidianos vividos em situação de pobreza”.

Para los israelitas, tomar la decisión de salir del Cauca implica transformaciones familiares y socio ambientales. Necesitan vender o abandonar los bienes, dejar la familia, romper lazos sociales, hábitos y costumbres, para aventurarse en un lugar desconocido, en dónde buscan llevar una vida digna y acorde con sus creencias religiosas.

Los factores de exclusión de los migrantes internos en sus lugares de origen tales como el desempleo, la pobreza y la inseguridad alimentaria son agravados por la presencia del conflicto armado. Las familias israelitas provenientes del Cauca encuentran elementos de atracción-ilusión por las nuevas posibilidades de vida en otro lugar, en dónde buscan libertad para manifestarse de acuerdo a sus creencias religiosas. La religión se constituye como el elemento que orienta el proceso migratorio y como la red social que da soporte en los momentos de crisis en el nuevo lugar.

Los migrantes tienen expectativas sobre el futuro, buscan la reconstrucción de sus proyectos de vida con una mayor dignidad en lo económico y lo social, (Meertens 2006). Las familias israelitas lo abandonan todo en el Cauca, hecho que también puede observarse como una muestra de la fe que profesan, abandonar lo material para entregarse a la vida espiritual es una de las características de algunos movimientos religiosos. Los hombres y las mujeres israelitas dejan la economía formal, ya no son empleados, abandonan sus pertenencias, sus familiares, para organizarse en un modo de vida diferente, donde cada núcleo familiar vive de lo que siembra y caza.

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Desde que comenzó la comunidad en 1998, alrededor de quince personas han abandonado la religión por diferentes motivos, muchos relacionados con la dificultad en la acomodación en el nuevo lugar. Aspectos como el tener que cocinar con leña, la presencia de zancudos y aradores y la dificultad de formar nuevas familias fueron algunas de las causas de los abandonos.

Si bien las familias manifestaron diferentes aspectos a la hora de afrontar el proceso de acomodación, intenté retomar los más representativos y los que de alguna manera muestran las diferencias de lo que ellos tenían antes y de lo que ahora encuentran en la selva amazónica colombiana.

Ejes básicos:

1. Alimentación2. Extrañamiento Familiar3. Tranquilidad social4. Condición física

Alimentación “gracias a Dios aquí ya es todo natural…la misma naturaleza la da”.

Las trece personas entrevistadas percibieron un cambio importante en la alimentación, para algunos de manera total y para otros de “60%”. Algunas personas realizaron una comparación nutricional refiriendo que encuentran los mismos nutrientes del Cauca en el Amazonas, solo que en productos distintos, en este sentido la alimentación para ellos cambió pero la nutrición no se debilitó. Este argumento puede ser visto como una adaptación del discurso de funcionarios de entidades oficiales que los han visitado, la referencia a frutas como el açai, el milpeso y el chontaduro como substitutos de algunas vitaminas y minerales es un conocimiento difundido de estudios institucionales en seguridad alimentaria en el Amazonas.

Cuatro de los entrevistados, hicieron comparación en términos de calidad de los alimentos, manifestando que afuera la mayoría esta cultivado con químicos, en cambio aquí ya todo es natural, inclusive sembrado por ellos mismos. Esta diferencia tiene un trasfondo económico pues al tener que comprar los alimentos que van a consumir y si tienen pocos recursos económicos muchas veces la calidad no es la mejor, aquí las personas no recurren al dinero para comprar porque no tienen empleo y porque la comida la obtienen de la selva, de lo que ellos cultivan, cazan y/o pescan.

“el mejor nivel de vida alimenticio lo tenemos digo yo en este lugar porque, tenemos la alimentación sana, una alimentación que prácticamente nosotros la sembramos, con la ayuda y voluntad de nuestro Dios la vemos crecer,” Darwin, 27a

Los productos que más se extrañan en la dieta son los lácteos y las verduras presentes en las ensaladas, por ejemplo. En los Andes como es clima frio, hay amplía oferta de productos de ganadería y se cultivan diversas verduras; en la Amazonia por ser selva, las condiciones climáticas y del suelo limitan este tipo de cosechas.

“la alimentación, de pronto por lo que, pongamos siempre las verduras, pongamos las ensaladas, la leche, el queso, así, varias, que allá…, y acá pues no, no es muy común,” Liliana, 52a

Alimentos como la carne adquieren un consumo diferente, en dos de las familias se evidenció que afuera comían sobretodo carne enlatada, mientras en otras dos la frecuencia del consumo no era alta por cuestiones económicas. Todo esto cambió, pues la situación aquí depende de la cacería, cuando se logra cazar un animal según el tamaño se puede llegar a comer carne hasta la saciedad, pueden llegar a consumirla en las tres comidas diarias hasta por dos semanas, dependiendo del tamaño del animal.

“Se come hasta quedar aburrido, Ya después de un rato ya la carne no sabe a nada. Come uno sin gusto” Lorena, 23a

Las condiciones en la selva no les permiten congelar o refrigerar la carne, así que la forma de conservarla es salándola y ahumándola. Aunque manifiestan que aquí hay más posibilidad de comer carne y en mayor cantidad que afuera esto resulta muy incierto, pues pueden pasar varias semanas en que nadie caza y entonces la proteína animal escasea. En una de las familias después de dos semanas sin comer carne, los asaltaba la preocupación de que a los niños les estaba haciendo falta y resolvieron entonces matar una gallina. Milciades, el papa, había salido de cacería los últimos días en la última semana y no había conseguido nada. En estas situaciones hay que tener en cuenta que no todas las familias tienen gallinas y las que las tienen no poseen suficientes como para resolver todos los casos de escasez.

El cambio en la alimentación fue uno de los aspectos que motivó inicialmente el presente estudio, debido a los hallazgos de entidades oficiales como la Secretaria de Salud Municipal de Leticia, quienes en el año de 2005 expresaron preocupación por el estado nutricional sobretodo de los niños. Durante una brigada de salud encontraron que la segunda causa de consulta médica fue el síndrome anémico, el cual fue asociado a la dieta hipoproteica que se evidenció en ese momento en la comunidad. Estudios como el de Salcedo y Prado (1992) refieren la necesidad de establecer una vigilancia epidemiológica del estado nutricional en estos grupos migrantes, ya que los resultados han permitido asociar la desnutrición crónica de preescolares con características sociales como la migración de las familias.

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Extrañamiento familiarTodos los entrevistados manifestaron el hecho de dejar a la familia como uno de los aspectos más difíciles en el momento de migrar al Amazonas. Algunos se quedaron con la ilusión de que los familiares, fueran congregados o no, llegaran en algún momento a la montaña, nombre con el que reconocen a la selva amazónica. La llegada de más miembros a la comunidad ahora es imposible debido al pronunciamiento legal sobre los terrenos que ocupan, el cual les impide el recibimiento de más familias en el asentamiento. “Es importante resaltar que para los Israelitas emigrantes el acto de salir y dejar lo que se tiene es parte del cumplimiento de las normas de la congregación, de modo que su “pobreza” es parte de las pruebas en su vida espiritual” (Meneses 2008).

Sumado al hecho de abandonar la familia se encuentra el hecho de permanecer casi que totalmente incomunicados con ellos, pues aunque la comunidad cuenta con un único teléfono satelital que funciona con panel solar este permanece muchas veces averiado. En abril de 2008 una familia de la comunidad viajó a visitar a sus familiares en el Cauca llevando consigo una fotografía de todos los miembros en la pantalla de un teléfono móvil, refiriendo que eran “pruebas de supervivencia”. Aunque las familias mantengan contacto con sus parientes de afuera, la mayoría lleva de seis a diez años sin salir del Amazonas, algunos inclusive no han salido ni siquiera del asentamiento hasta la ciudad cercana. Enviar fotografías a los familiares de su modo de vida actual, de los hijos que han nacido, de las casas que han construido, se convierte en una única oportunidad para todos.

La comunidad actualmente cuenta con 27 familias de las cuales 6 han pasado por importantes transformaciones familiares, algunos miembros al llegar a la montaña no se han podido acostumbrar al modo de vida en este lugar y se han salido de la congregación, pues al renunciar a vivir en el asentamiento se renuncia también a ser parte de la AEMINPU. Varios de los casos han pasado por separaciones de esposos y esposas, hijos y padres, infiriendo un aumento del extrañamiento familiar. Como indican García y Basail (2006): “Las congregaciones evangélicas y católicas contribuyen decisivamente a compensar las pérdidas: rezos, oraciones o cultos, consuelan o apoyan el trance migratorio; mientras, las redes de hermanos, responden ante la necesidad de familiaridad o solidaridad”.

Varios estudios han evidenciado el papel de la religión en la construcción de redes sociales que ayudan a las personas en el proceso de acomodación en el nuevo lugar posterior a la migración, (Bidegain 2006, García y Basail 2006, Valla 2000, 2002). De acuerdo con Bidegain (2006) es en los momentos de acomodación en el nuevo lugar, que se pueden presentar desestabilizaciones

emocionales, allí se puede observar el papel de la religión como una red social que ayuda a sobrellevar el extrañamiento. Hoy se empieza a estudiar el síndrome de Ulises que es el síndrome del migrante, es decir, del que sufre por varias y consecutivas pérdidas, que se van dando junto con problemas existenciales como el sentido de pertenencia, el propósito, la dirección, los valores y la identidad misma. Todo esto causa un desbalance en la persona y comienza todo tipo de trastornos ligados a la nostalgia, que pueden desembocar en una aguda depresión y hasta en la muerte. La experiencia religiosa, para los que la tienen, puede ayudarles a resolver o sobrellevar estos problemas existenciales y de búsqueda de sentido de pertenencia (ídem).

Sin embargo y en contraste con lo anterior parece que en la comunidad León de Judá la situación general ha cambiado y a pesar de tener un referente de familiaridad y cohesión entre algunos miembros, en los últimos años algunos entrevistados manifiestan no encontrar lazos y apoyo de red social como se podría esperar. Se encontró en esta comunidad una sensación de poca solidaridad y de debilitamiento de estos lazos sociales.

“Somos, pertenecemos a una, a una religión, Que los hermanos y todo, Pero no es igual que la familia, no es igual,” Aurora, 29a.

Aurora manifestó sentirse conviviendo nada más que con vecinos, sin que eso le signifique algún tejido emocional, siendo que una de las razones para este distanciamiento puede ser el hecho de que es la única en la comunidad que trabaja en la ciudad cercana, situación que le genera conflictos pues ha infringido leyes como el reposo sabático. Algunas hermanas como Lorena consideran que “Aurora tiene el carácter muy fuerte, que no se aguanta que le digan algo”, refiere también que Aurora siempre ha sido así y que incluso con ella (Lorena) ha tenido problemas. Lorena por su parte manifiesta que “ahora el tiempo esta más feo, antes (hace ocho años) todo se compartía, se hacia un solo sancocho, una sola comida para todos, luego llegaron más hermanos, vinieron unos que no quieren compartir”. Esta mención concuerda con lo referido por Olinda quien llegó en el 2006 al asentamiento, momento en que habían muchos problemas y diferencias entre los hermanos, esta situación le generó malestar pues al dejar a su familia en el Cauca y llegar al Amazonas no logró llenar el vacio que sentía. Posteriormente “algo se arreglaron las cosas” según Olinda pues recibieron la visita de un líder del Cauca y realizaron charlas dónde se trataron algunos asuntos de la convivencia en la comunidad.

Lo anterior puede sugerir que si bien en el inicio la comunidad religiosa funcionaba como red de apoyo social ayudando en el proceso de acomodación en el nuevo lugar y sobretodo amortiguando el extrañamiento familiar, en los

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últimos años se han presentado quiebres en el tejido social posiblemente ocasionados por la tensión de la ilegalidad del terreno en que se encuentran.

Tranquilidad social “la tranquilidad no tiene precio”.En este aspecto se hace referencia al cambio socio ambiental ya que provienen de un lugar considerado zona roja, debido a la presencia de ejército, paramilitares, guerrilla y narcotraficantes.

“pues es difícil porque allá es zona coquera, y todo eso y ya la guerrilla, los paramilitares,...yo se que aquí voy a vivir un tiempo largo, si dios permite, aquí uno con esta tranquilidad, y tú sabes la tranquilidad, no tiene precio” Juan Manuel, 28a

La diferencia en cuanto a tranquilidad entre el aquí y el allá es bastante significativa, Juan Manuel refiere inclusive que aunque se salga de la congregación religiosa en el futuro, no regresaría al Cauca, pues sabe que el clima social de conflicto armado y violencia no se puede comparar con la serenidad del Amazonas.

“pues aquí uno vive, como ya ustedes lo han mirado, tranquilamente, pobres, pero, pues sin ningún, digamos por lo principal, que no hay guerrilla, porque donde vivíamos, en ese departamento era muy, como le digo, era una zona roja que eso hay mucha guerrilla, mucho robo, mucho atraco, y entonces eso es problema, que en esas zonas, son zonas coqueras,” Nehemías 44a

Algunos de los entrevistados vivían estresados en el Cauca, buscando trabajo o trabajando en cultivos de uso ilícito con todos los riesgos que esto implica, situación que cambio completamente al llegar a la montaña, un lugar calmado, sin presencia de grupos armados, con la oportunidad de sembrar para comer, sin violencia.

“pues en el sentido, de vivir allá y vivir aquí, me siento cien por ciento mejor acá, porque allá vivía estresado, el trabajo, los compromisos, en cambio acá siento una libertad, el tiempo es mío,” Jairo. 32a

En esta perspectiva se debe tener en cuenta el cambio de economía; los hombres entrevistados manifiestan el paso de asalariados o desempleados, a agricultores de los productos de su propia subsistencia. Ahora trabajan la tierra para comer y eso en cierta forma les garantiza la comida del día a día; saben que la vivienda y el agua la consiguen de la misma selva, entonces no se preocupan por pensar en que tienen que pagar arriendo o servicios.

“allá pues, siempre uno vivía de arriendo, vivíamos en cualquier parte, porque no teníamos donde vivir, acá ya tenemos una casa propia,......muchas veces hay que carecer de dinero, pero uno se sobrelleva eso, se sobrelleva, en cambio afuera es más difícil, la vida es mucho mas difícil,” Jairo, 32a

Por otro lado, esta situación de no asalariados acarrea dificultades para conseguir artículos como la ropa, los zapatos, y productos de consumo diario como la sal, el aceite, y el azúcar. Tan solo unas seis familias de las 27, trabajan la tierra con monocultivos, lo que les permite tener una cantidad de producción de tal forma que pueden comercializar la cosecha en la ciudad cercana y así acceder a algo de dinero.

Hace algo más de tres años se presentó un hecho que cambió en cierta medida la sensación de tranquilidad en la montaña. Una institución oficial estableció parámetros sobre los terrenos que ocupan los israelitas lo cuales son Reserva Forestal de la Nación, razón por lo cual se prohibió que abrieran más lugares de cultivo y que trajeran más familias de afuera al asentamiento. Esto impidió que las dos últimas familias que llegaron en el 2006 obtuvieran tierra para cultivar y en toda la comunidad la situación de la ilegalidad del terreno genera intranquilidad pues la única posibilidad es que sean reubicados en otro lugar apelando a una sustracción de la Reserva.

“ahora ya ni pueden trabajar tranquilos, la tranquilidad no es la misma, antes la ley no venia por aquí a molestar”. Lorena 23a

Condición físicaRespecto a la condición física se hace referencia al trabajo pesado y al clima excesivamente caliente como factores que generan una mayor exigencia física del cuerpo. Aurora comentó que “afuera no sabía lo que era quitarse una camisa mojada de sudor”, esto además del mayor esfuerzo físico y el cambio de alimentación generaron cambios en el aspecto corporal como ellos lo manifiestan. Hombres y mujeres refieren la pérdida exagerada de cabello, el cual “lo tenían negro y lindo y ahora esta achilado”.

“porque aquí, por lo menos nosotros aquí, por lo menos en la forma de trabajar es muy duro, porque suda, suda, por lo menos uno suda mucho, y camina también bastante, entonces da riesgo de que de pronto nos debilitamos entonces necesitamos tomar vitamina,” Lorena 23a

Manifiestan además que el peso corporal ha bajado y no han podido recobrar la medida que tenían afuera. Aurora dice que su esposo bajó de 74 a 64

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kilos, y ella no ha logrado subir de 50 kilos. A este respecto se observó que los hombres que cultivan algunos productos para la venta, salen a la ciudad al menos una vez a la semana lo que significa caminar 23 km de ida y 23 km de vuelta cada vez que salen, llevando además de 15 a 20 kilos de carga en la espalda. Ante una exigencia tan frecuente del cuerpo y pensando que mientras están en la ciudad no se alimentan muy bien se puede entender el cambio del aspecto físico, así como la referencia de dolores y molestias en las rodillas. Durante el tiempo de trabajo de campo hubo un padecimiento general generado por un virus en los adultos, sobretodo hombres, y haciendo referencia a esta situación el pastor dijo desde el pulpito esto “ya no es un asentamiento sino un hospital”.

En contraste los entrevistados refieren que en general la salud de los niños ha mejorado, que no han necesitado acudir al medico de la forma como hacían afuera. Los entrevistados afirman que el mejoramiento de la salud en los niños se puede deber entre otros a que la alimentación aquí es más natural que química, el consumo de frutas aumentó y los niños ya no consumen tantas golosinas.

“y mis niños, es que no puedo creer hasta ahora que los niños desde que llegue aquí y alentados, alentados y les decía a las hermanas, es que los niños no se me han enfermado y dicen es que así son todos los niños aquí no se enferman” Melva 25a.

Cabe mencionar que al llegar a la montaña han hecho un mayor uso de la medicina homeopática, naturalista, administrada por las hermanas de sanidad, Liliana y Nidia. El don de sanidad que otorga el Espíritu Santo permite diagnosticar y sanar por medio de la imposición de manos, solo que las hermanas de la comunidad se encuentran en periodo de preparación pues el don de sanidad para sanar les llegó hace apenas tres años. Por ahora las hermanas de sanidad estudian las plantas del Amazonas que son diferentes a las del Cauca, o al menos los nombres con los que se les conoce, de esta forma ellas atienden los casos de poca complejidad.

Por otro lado se encontró en tres de los adultos entrevistados la percepción de desmejora en su salud al llegar aquí. Como se comentó anteriormente las condiciones climáticas de temperatura y humedad de la selva, exigen un mayor esfuerzo físico para trabajar, por el sudor se pierden rápidamente las sales minerales del cuerpo, la alimentación es diferente y como es una región muy lluviosa refieren el cambio de sol a lluvia intempestivamente como un factor que les afecta.

“O sea en los adultos si tal vez, si aparece como más, más enfermedad…en los hombres porque pues tal vez les duele mucho

la cabeza, les da eh, gripas así, porque se asolean mucho y cuando están asoleados de repente cae el invierno y les da, les da dolor de cabeza con escalofrío, fiebre…pues también así por el descuido por el trabajo pues, porque están acalorados y de repente cae el invernal, y en las mujeres también igual, porque, tal vez porque nos mojamos mucho en el rio, duramos mucho tiempo lavando y también porque pues nos asoleamos mucho, igual dolores de cabeza, fiebres, si en los adultos siempre ocurre, pero en los niños si, casi no” Lorena 23a.

Es interesante confrontar estos resultados con lo hallado por Guimarães y Avezum (2007):

“Estudos mecanísticos tentando avaliar qual a relação entre redução de mortalidade e práticas religiosas têm enfatizado o possível incentivo que essas práticas oferecem a hábitos de vida saudável, suporte social, menores taxas de estresse e depressão. Atitudes assistenciais voluntárias ou participação em congregações têm demonstrado associação com redução de mortalidade, provendo suporte e significado de vida, emotividade de aspecto positivo ou ausência de emoções consideradas de aspecto negativo”.

Si bien la práctica religiosa puede promover una estabilidad síquica del individuo y del conjunto cuando hablamos de la red social que se conforma, puede que la salud física como tal se ponga en riesgo al adquirir prácticas o modos de vida ajenos a su naturaleza. En particular hablamos de este grupo israelita AEMINPU, cuando en épocas de escasez de alimentos y aún con niños menores de cinco años realizan ayunos, cuando incineran carne de animal y panes sin levadura como ofrenda en lugar de tenerla para su subsistencia, cuando a pesar de las condiciones climáticas de la selva llevan vestiduras largas y se dejan el cabello y la barba sin cortar, entre otros.

ConclusionesEn el proceso de reconfiguración del modo de vida se observa la reconstrucción identitária de los grupos migrantes. En los casos en que la movilización es interna, es decir dentro del mismo país la necesidad de reconfigurar el modo de vida es menos visible pues en el nuevo lugar encuentran elementos de referencia del lugar de origen, como el idioma, algunos alimentos, la misma representación política, etc. En la comunidad israelita del presente artículo es posible observar como los referentes religiosos y las condiciones del lugar son los que demarcan la configuración identitária posterior a la migración, siendo la cohesión social presente en ese momento uno de los pilares de la

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permanencia en la amazonia. Mientras mas contundentes sean los elementos religiosos que demarcan el modo de vida inicial menos modificaciones se observarán posterior a la migración, de acuerdo con lo que dice Odgers (2003):

“Una normatividad clara y rigurosa, justificada a través de una particular ética religiosa, puede constituir un marco de referencia reconfortante para quien se encuentra en una etapa de desestabilización debida al cambio de normas y códigos hegemónicos. Para quien se encuentra en una etapa de crisis de referentes de identidad, la claridad con la que las comunidades religiosas definen sus fronteras puede resultar atractiva. De hecho, mientras más riguroso sea el código de conducta impuesto, más nítidas serán las fronteras que definen al grupo. Si la normatividad exige un comportamiento poco frecuente en la sociedad en cuestión - como puede ser el no celebrar navidades y cumpleaños, restricciones alimenticias o vestimentarias, etc. - las fronteras identitarias serán más visibles.”

El trabajo de Sarriera et al (2005) desde el área de la sicología estudia el proceso de la inmigración en familias de Porto Alegre en Brasil oriundas de diferentes países de Latinoamérica. Dentro de los resultados los investigadores refieren aspectos obstaculizantes del proceso de acomodación en el nuevo lugar tales como la documentación, el preconcepto y la crisis en el mercado laboral, los cuales no aplican para las familias israelitas dado el contexto de los estudios. Sin embargo Sarriera et al (idem) referencian también factores motivadores del proceso como aspectos de la historia familiar y las expectativas de desarrollo los cuales caminan de la mano con los resultados analizados para las familias del Cauca que vienen al Amazonas. Las familias del estudio de Sarriera et al (ídem) migran porque quieren mejorar su calidad de vida huyendo de la violencia y el desempleo. Aspectos de la vida familiar como la cohesión y una historia previa de migración son factores motivadores en la inserción de la cultura local.

Las familias campesinas del Cauca se deben enfrentar no solo a la violencia y a la migración interna sino a los cambios que esto produce en la cotidianidad, ya que muchas veces las lleva a enfrentarse a un mundo urbano que representa un choque entre la lógica de la vida campesina y las problemáticas de la ciudad, como el tráfico sexual, la drogadicción, y la delincuencia. Una opción alternativa a este choque la encuentran en la iglesia AEMINPU.

“Israelita no es cualquiera” pastor de la comunidad en el reposo del sábado. Con esta frase se cristaliza el coraje o el temor del pueblo de Israel, como ellos mismos se autodenominan. Muchos han llegado del Cauca a conformar la comunidad León de Judá en la selva amazónica colombiana pero también

muchos, por así decirlo, se han retirado por diversas razones, la mayoría de los ex conversos no han soportado literalmente las condiciones del medio selvático. Cuentos como el de llorar porque el fogón no le prende son muy comunes en este lugar, personas que no han estado acostumbradas a cocinar con leña, a vivir entre arboles, mosquitos, el calor y la humedad de la selva han tenido que pasar por la decisión de retirarse o de quedarse. Varias familias se han desintegrado, esposos sin esposas, hijos sin madre, padres sin hijos, son las características de la comunidad. Se necesita valentía para tomar la decisión de retirarse de la comunidad, dejando esposos, padres, hijos, hermanos y se necesita valentía también para continuar sobreviviendo en este lugar. Además de la justificativa religiosa se encuentra la necesidad de vivir tranquilo, sin violencia, sin guerra, sin pensar en el dinero para poder comer, estas razones pesan tanto o igual que el hecho de ser religioso, y esto es lo que motiva a las personas a quedarse viviendo en este lugar. Las condiciones aquí no son fáciles, pero podrían ser críticas en términos sociales, económicos y de orden público, en sus ciudades de origen.

Agradecimientos

La investigación de la cual resulta este trabajo fue beneficiada por una beca de estudios de la agencia financiadora CNPq –Conselho Nacional de desenvolvimento científico e tecnologíco de Brasil.

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‘lA CHAGRA DE TROPENBOS’ Negociación y reinvención de un programa de cooperación holandesa en el Medio CaquetáElisabeth Johanna Zewuster Universidad Nacional de Colombia sede Amazonia.1

Este articulo trata las acciones de la Fundación Tropenbos Colombia en el Medio Río Caquetá de la Amazonia colombiana desde su comienzo en 1985 hasta la actualidad. Financiada por la cooperación holandesa, la Fundación ha enfocado sus esfuerzos en la investigación básica ecológica, para luego esforzarse por fortalecer las culturas tradicionales a través de la investigación propia de recursos naturales realizada por indígenas. Desde la sociología del desarrollo se toma una perspectiva hacia el actor y se realiza un análisis de interfaces, para evidenciar un largo proceso de cambio institucional dentro de la Fundación. Este cambio es resultado de la búsqueda de mayor legitimidad y relevancia frente a las poblaciones indígenas. Como actor conciente con poder de negociación, la población indígena ha incentivado estos cambios y juega un papel clave en el programa actual. A pesar de la gradual adaptación del programa a la realidad local, se encuentran contradicciones importantes en el actual planteamiento con respecto a la población indígena. Los indígenas a su vez apuntan a razones que impiden el mayor éxito del programa y sugieren la necesidad de concebir los logros de este tipo de proyectos de cooperación como una responsabilidad compartida entre ejecutor y población beneficiaria.

Palabras clave: sociología del desarrollo, análisis de interfaces, cooperación holandesa, Amazonia colombiana, investigación propia

1 Este artículo hace parte de la tesis de maestría titulado “Entre malocas y ministerios. Un estudio sobre la cooperación holandesa en la Amazonia colombiana”, realizada en el marco de la Maestría en Estudios Amazónicos de la Universidad Nacional de Colombia sede Amazonia en el 2010. Quisiera agradecer a todo el personal de Tropenbos Colombia y Tropenbos Internacional por su entusiasta colaboración a esta investigación, igual como a los becarios y ex becarios del Programa Tropenbos entrevistados en Bogotá, Medellín, Araracuara y Peña Roja. Debo mucho a las abiertas conversaciones con todos ellos. Agradezco además a Germán Palacio Castañeda y Diego Fernando Builes Puertas por su apoyo en la aclaración de las ideas expuestas en este artículo.

Resumen

5.

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This article is about the actions of the Tropenbos Foundation Colombia in the region of the Middle Caquetá River in the Colombian Amazon, from its start in 1985 until present. Financed by the Dutch development cooperation, the Foundation started with a focus on fundamental ecological investigation, later on including efforts to promote traditional cultures by means of the investigation of natural resources by local indigenous investigators. Drawing from development sociology, an actor perspective is applied to realize an interface analysis, pointing out a long process of institutional change within the Foundation. This change is the result of a search to improve legitimacy and relevance towards indigenous populations. The indigenous population has stimulated these changes as a conscious actor with negotiation power, and nowadays is a key player in the programme. Despite the gradual adaptation of the programme to local reality, several important contradictions regarding indigenous people can be found. At the same time, indigenous people have pointed out several reasons that impede major success of the programme. This suggests the necessity to perceive of the successes of these types of projects as a shared responsibility between implementer and beneficiary populations.

Key words: development sociology, interface analysis, Dutch development cooperation, Colombian Amazonia.

Introducción

En este artículo exploro las acciones de la Fundación Tropenbos Colombia (TC) y sus relaciones con poblaciones indígenas en el Medio Caquetá. TC ejecuta un programa con fuentes de cooperación holandesa,

canalizados a través de Tropenbos Internacional (TBI), una organización internacional dirigida a la investigación de selvas tropicales. TBI trabaja en varios países tropicales como Indonesia, Camerún y Colombia, entre otros. En cada país existe una organización local, manejada y administrada por gente local, siempre en extensa colaboración con la sede directiva en Holanda. La principal fuente de financiación de TBI es el Ministerio de Cooperación Internacional de Holanda (DGIS).

TC ha venido trabajando en la Amazonia colombiana desde el año 1986, enfocando sus esfuerzos en el Medio Caquetá. En esta región habitan poblaciones indígenas pertenecientes a las etnias uitoto, muinane, andoke, nonuya, además de un menor numero de yucunas y mirañas y pequeñas aglomeraciones de colonos mestizos. La historia de contacto de las poblaciones indígenas con grupos con no-indígenas (‘blancos’) es marcado por eventos tales como las épocas de bonanzas de explotación de recursos naturales tales como el caucho, pieles, la coca; misiones capuchinas; el conflicto colombo-peruano; la Colonia Penal y Agrícola en Araracuara; y el conflicto armado colombiano (véase Echeverri 1997; Pineda 2000; Tobón 2008; Useche 1994; Van der Hammen 1992). TC ha trabajado en varias comunidades, pero principalmente en la pequeña comunidad de Peña Roja, a varias horas río abajo desde Araracuara. En Peña Roja habitan los nonuya, etnia que fue casi exterminada a inicios del siglo 20, por el régimen de terror de los caucheros de la Casa Arana.

De principal interés en este artículo son las cambiantes relaciones entre TC y estas comunidades indígenas a lo largo de su trayectoria. Para describir la historia de estas relaciones, tomo desde la sociología del desarrollo una perspectiva centrada en el actor, la cual percibe de todos los actores sociales, individuos y grupos como participantes activos en sus relaciones con actores locales e instituciones externas, que emplean estrategias específicas para negociar sus objetivos (Hebinck y Verschoor 2001).

Dentro de esta perspectiva se considera clave la identificación y el análisis de interfaces. Una interfaz es un punto de encuentro de dos mundos de vida o campos sociales diferentes, un punto dentro del cual se presentan situaciones de conflicto; incompatibilidad; negociación; choque de paradigmas culturales; conocimientos, creencias y valores evolutivos diferentes; y discursos múltiples. El análisis de estas interfaces es importante para explorar y entender cuestiones de diversidad y conflicto inherentes en procesos de intervenciones externos (Long 2007:136), además de las respuestas diferenciadas de grupos locales a las intervenciones. Los ejemplos de ‘encuentros en la interfaz’ entre diferentes actores se entienden como punto de entrada metodológico para el análisis de las dinámicas y transformaciones de relaciones y valores interculturales e interinstitucionales (Long 2004:34).

TC es un excelente caso para un análisis de interfaces, debido a los cambios sustanciales que se han dado entre la Fundación y las poblaciones indígenas con las cuales ha venido trabajando. Para analizar desde tal perspectiva la larga trayectoria de TC, vuelvo primero a los origines de TBI para identificar su encuadramiento original, lo cual refiere a una forma específica de construir ‘verdad’. Siguiendo Benford and Snow (2000), un encuadramiento consiste de tres elementos: (1) el encuadramiento motivacional refiere a la

Abstract

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identificación de un problema como motivo de las acciones de la organización; (2) el encuadramiento diagnóstico, dentro del cual se identifican las relaciones de causalidad y definen los factores causantes del problema; y (3) el encuadramiento pronóstico, que refiere a la solución o estrategia que la organización tiene pensado para afrontar el problema. Luego, basado en la amplia revisión de archivos de TC, TBI, y numerosas entrevistas con ex becarios, becarios actuales, personal de TC y de TBI, se presenta una historia de negociación, contradicción y cambio institucional en la búsqueda continua entre TC y poblaciones indígenas para llegar a acciones de mayor relevancia en el contexto local.

1 El comienzo: el encuadramiento de una iniciativa holandesa

Desde 1982, varios burocráticos y académicos holandeses venían pensando en un nuevo programa de investigación con miras a la conservación de bosques tropicales en el mundo. Expondré aquí el planteamiento holandés de Tropenbos concebido desde sus inicios, dentro del cual se formulaba como motivo de acción el siguiente problema:

“El bosque húmedo tropical y su tierra es un recurso natural de incalculable e insustituible valor para la conservación de un medio ambiente favorable. Es también una fuente de numerosos beneficios económicos y sociales para los países y sus habitantes. Su potencial de utilización y desarrollo es alto. Sin embargo, en los países tropicales este sistema vital indispensable está siendo degradado y destruido por medio de diversas actividades.” 2

Con respecto a las relaciones de causa y consecuencia, se explica:

“La deforestación tropical está acelerándose. Miseria humana es tanto causa como efecto. Hambre y pobreza fuerzan la gente a buscar los bosques, la ‘selva salvaje’ que prometa los recursos para resolver sus problemas. Materiales crudas industriales de los bosques tales como madera, productos minerales y petróleo proveen empleo, ingresos y comida para los habitantes urbanos. Los pobres rurales talan y queman la selva para obtener tierras agrícolas y leña. Pero muchas veces se sobreestiman los beneficios de estos usos de la selva. Ocurre la degradación de bosques y suelos. El bosque no se recupera como se pensaba.

2 Archivos Tropenbos. Consulta Tropenbos Sobre un Enfoque Conjunto Para la Investigación y el Desarrollo en las Tierras de Bosque Húmedo Tropical. Tiel, Holanda. 31 de octubre, 1986.

Después de unos años de producción la tierra está exhausta y no se puede cosechar más alimentos de ella. La consecuencia es nueva miseria humana.”3

Y como estrategia para contribuir a la solución del problema, se formuló:

“La deforestación ha sido reconocida como un serio problema por lo menos durante 15 años, pero poca acción efectiva se ha llevado a cabo para ponerla bajo control. Una de las razones principales de esta inacción ha sido la falta de entendimiento de los procesos que ocasionan la deforestación. Por medio de su investigación, Tropenbos se propone ayudar a corregir esta deficiencia, con la confianza de que lo aprendido, permitirá legar planteamientos prácticos y efectivos para uno de los problemas ambientales más importantes del mundo.”4

En resumen, se consideraba la deforestación un problema ambiental de importancia mundial. La pobreza de las poblaciones habitantes de las selvas tropicales se consideraba al tiempo como causa y resultado de la deforestación, mientras el faltante conocimiento sobre procesos de deforestación impedía la adecuada toma de decisiones al respecto. En consecuencia, se propone la generación de “información vital” sobre las selvas tropicales. ‘Información vital’ es la información necesaria para asegurar que la gente pueda vivir una vida satisfactoria en nuestro siglo y en el próximo, información de utilidad práctica y aplicable directamente por los usuarios de las selvas tropicales.5

La estrategia escogida de generar “información vital” por medio de la investigación científica no es casual. Fue escogido para dar forma a la idea de la Dirección General para la Política Científica del Ministerio de Educación y Ciencias en Holanda para estimular la investigación de los bosques tropicales6, inspirada por la gestión de profesores e investigadores de varias universidades holandesas. Se consideró que en Holanda ya existía gran pericia en el campo de la investigación en bosques húmedos tropicales, y que “en vista de los problemas urgentes no sólo se debe impedir que esta pericia se pierda sino que hay que procurar además que se siga desarrollando.”7. Se argumentaba:

3 Archivos Tropenbos. Prospectus of an International Stimulation Programme on Tropical Forest Research. The Hague, September 1984. Ministry of Education and Science. Directorate General of Science Policy, pp.1.

4 Archivos Tropenbos. Consulta Tropenbos Sobre un Enfoque Conjunto Para la Investigación y el Desarrollo en las Tierras de Bosque Húmedo Tropical. Tiel, Holanda. 31 de octubre, 1986.

5 Archivos Tropenbos. Prospectus of an International Stimulation Programme on Tropical Forest Research. The Hague, September 1984. Ministry of Education and Science. Directorate General of Science Policy, pp.1

6 Tropenbos. Informe Final de la Comisión Preparatoria. J.M. Heering, H. P. Nooteboom, R. A. A. Oldeman, W. G. Sombroek. Marzo 12 de 1986, pp. 1

7 Idem, pp. 8

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“El programa de Tropenbos es, por lo tanto, de interés mutuo tanto para Holanda como para sus contrapartidas en los trópicos. Mediante la investigación, la educación y el diseño de soluciones este programa podría contribuir a una mejor situación forestal, tanto en los trópicos húmedos como en Europa. En el marco de la interdependencia internacional entre los diversos problemas y soluciones nacionales, Holanda ya está desempeñando un papel reconocido, neutral y primordial, al cual Tropenbos podría dar forma concreta en este terreno tan específico y crítico.”8

Se fundó a Tropenbos principalmente como una plataforma para investigadores holandeses, aunque se preveían beneficios tanto para los holandeses como para los investigadores de países tropicales: el programa ofrecería a todos los científicos e instituciones involucrados la posibilidad de ganar experiencia investigativa en los trópicos, aprovechando las facilidades y herramientas ofrecidas por Tropenbos; permitiera que expertos tropicales ejecutaran investigaciones adaptadas a las realidades locales, al tiempo que se capacitarían jóvenes investigadores de los países tropicales.9 Toda esta estrategia fue puesta en práctica en Colombia desde 1986, como lo mostraré a continuación.

2. Llegada, organización y reformulación en Colombia

2.1. La llegada a la Amazonia colombiana Los fundadores de TBI querían trabajar en seis sitios de selvas tropicales en África, Asia y América Latina, buscando en cada continente tropical un sitio con problemas de presión poblacional y un sitio de ‘selva virgen’. El Ministerio de Cooperación Internacional holandés, el cual desde 1980 patrocinaba un proyecto de desarrollo rural en San José del Guaviare y Araracuara (DAINCO-CASAM), propuso a Araracuara como sitio de selva virgen, donde se podía aprovechar la infraestructura ya establecida.10 Dentro de poco tiempo, el Departamento Nacional de Planeación de Colombia aprobó el nuevo programa Tropenbos, permitiendo el comienzo de Tropenbos en Araracuara desde 1986.

8 Idem, pp.9

9 Archivos Tropenbos. Consultation on a United Approach for Research in the Humid Tropical Forests. Tiel, The Netherlands, 27-31 October 1986. Proceedings, pp.56-58

10 Report on a consultancy travel of W.G. Sombroek to Brazil and Colombia, 10 November – 2 December 1984, for the preparation of an international research programma called TROPENBOS, pp.18.

A cargo del programa estaba el paleontólogo y botánico holandés Thomas van der Hammen, un profesor de la Universidad de Ámsterdam con larga experiencia de investigación ecológica en el país.11 Se ocupó de establecer contactos con instituciones y universidades colombianas e iniciar el diseño de un plan de investigación para la región. Sin embargo, desde Holanda se había planteado que cada sede sería manejada por un experto local. Por lo tanto, Van der Hammen invitó al ecólogo forestal Juan Saldarriaga para encargarse del programa en abril 1987. En conjunto con otros investigadores del proyecto DAINCO-CASAM, se desarrolló el documento Aproximación a un Marco de Trabajo en Amazonia colombiana, dándole de esta forma un ‘toque colombiano’ al programa.

2.2. El programa de investigación colombianoEn el documento realizado por el equipo colombiano, se formuló como problema principal:

“El fenómeno más alarmante es el de la destrucción de las culturas raizales y del medio natural como consecuencia de un poblamiento foráneo espontáneo y sin principios tecnológicos apropiados al uso eficiente y sostenido de los recursos naturales. El aniquilamiento de los indígenas, el desangre en luchas fratricidas y la marginalidad social contemporánea son claras manifestaciones de la intencionalidad histórica de la ocupación de Amazonia por la cultura occidental.” 12

Se enfatizaba la importancia de estas culturas raizales en relación con el entorno, explicando:

“El conocimiento indígena de los recursos naturales es complejo y resulta de procesos milenarios de interrelación con los ecosistemas. Dicho conocimiento debe ser asimilado y procesado por las culturas “mayores” en la perspectiva de un doble fin: la preservación y promoción de las culturas indígenas y el desarrollo de sistemas productivos compatibles con las particularidades de los ecosistemas regionales.” 13

Para abarcar el problema identificado y para prestar la suficiente atención al conocimiento y uso indígena como ejemplo para el manejo sostenible de

11 Especialmente por medio del programa ECOANDES, un programa de investigación de ecosistemas andinos.

12 Archivos Tropenbos. Aproximación a un Marco de Trabajo en Amazonia colombiana. Juan Guillermo Saldarriaga, Hilario Pedraza, Fernando Franco, Mario Mejía. Bogotá, septiembre de 1987.

13 Idem.

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la selva, se identificaron tres ‘prioridades de investigación’: (1) la “relación sociedad – naturaleza” a través de estudios socio-económicos y geográficos sobre el uso de los recursos naturales y la ocupación territorial con miras a “la formulación de planes sociales” que requieran “la comprensión de la cosmovisión de los diferentes grupos poblacionales con respecto al entorno”; (2) el estudio del “funcionamiento de sistemas naturales y de sistemas culturales” a través de diferentes tipos de investigaciones de carácter ecológica. para “la formulación de métodos y tecnologías para el manejo de los recursos”. Se consideraba, en este marco, que TC debería buscar el “diseño de paquetes tecnológicos para el uso del ecosistema amazónico que son aceptable ecológicamente, socialmente, y financieramente”14; y (3) la prioridad de investigaciones para el “desarrollo”, sobre, por ejemplo, el huerto casero y la chagra; botánica económica, actividad maderera y pesquera; y especies promisorias, bajo la consideración que “modalidades amazónicas de aprehensión de los recursos y sus bases materiales pueden ser proyectadas hacia niveles comerciales o pueden ser afianzadas localmente en cuanto permiten la reproducción social”. Para trazar la puesta en práctica de lo formulado, se presentan a continuación las fases de ejecución del programa de TC.

2.3. Las diferentes fases de ejecución de Tropenbos en Colombia

Institucionalmente Tropenbos Colombia reconoce cinco fases de ejecución en su trayectoria:

1. “Periodo Inicial (1986-1992). Se generó información científica desde estudios doctorales y de maestría, por estudiantes colombianos y holandeses.

2. Cambio Político (1992-1996). El “tema indígena” fue activamente incorporado en el desarrollo del programa, basado en el nuevo escenario político.

3. Consolidación de la Investigación Participativa (1996-2000). Se consolidaron propuestas indígenas dentro del programa y el desarrollo de acciones en conjunto entre investigadores locales y académicos.

4. Cooperación con Parques Nacionales (2000-2005). La investigación académica en el área protegida se duplicó en este periodo y se fortaleció la relación con comunidades locales.

14 Archivos Tropenbos. Report of the Evaluation Mission for the Tropenbos/Colombia Programme. May/June 1990. “Tropenbos/Colombia should channel its activities towards research resulting in the design of ecologically, socially and financially acceptable technological packages for the use of the Amazonian ecosystem.”

5. Diseminación de la experiencia de Tropenbos Colombia (2005-2010).”15

Se rescata que, hasta comienzos del nuevo milenio, se ejecutó el programa con presencia física en el Medio Caquetá. Por la llegada del conflicto armado a esta región en 1999, la Fundación salió de la región para empezar a trabajar en el Parque Natural Nacional Amacayacu, ubicado en el trapecio amazónico (fase 4). Actualmente se sigue trabajando en el Medio Caquetá a través de algunos indígenas de Peña Roja y Araracuara que viajan entre la región y la oficina de TC en Bogotá. Además, se evidencia que solamente en 1992 el “tema indígena” fue incorporado en el programa (fase 2), sugiriendo que este tema no recibió mayor atención en la fase anterior.

De hecho, para la mayoría de los entrevistados la inclusión de “lo indígena” en el programa ha sido el punto de división del trabajo de Tropenbos, resumiendo su trayectoria en solamente dos fases: la primera fase de investigación científica y la segunda fase de investigación local realizada por indígenas. En esta clasificación local, el cambio hacia la inclusión de este tema corresponde al periodo del segundo director (Carlos Rodríguez, 1997 hasta la actualidad), a pesar de que se empezó a incluir el tema indígena durante el primer director (Juan Saldarriaga, director de 1987 a 1997). A continuación se presentará una reconstrucción de la historia de TC en el Medio Caquetá, basado en la clasificación local.

3. Una historia de negociación, conflicto y cambio institucional

3.1. La investigación científica en la primera faseLa primera fase de TC se clasifica como la fase de investigación científica para caracterizar e inventariar los ecosistemas del Medio Caquetá. Una temprana misión de Tropenbos consideró que el área directamente alrededor de Araracuara no era representativa para la mayoría de la Amazonia colombiana, por la presencia de formaciones rocosas paleozoicas. Recomendó que Tropenbos realizara sus investigaciones río abajo entre Araracuara y Santa Isabel. Al comienzo del programa TC trabajaba el centro de investigación presente en Araracuara, sin embargo, esta recomendación implicaba la necesidad de trabajar en comunidades más lejanas.

15 Fuente: www.tropenbos.org. Fecha: Agosto 30, 2009.

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Según el primer director de TC, al comienzo era “muy, muy, muy difícil” entrar a trabajar con las comunidades, por una falta de confianza por parte de los indígenas, causada por el impacto de la colonia penal y por problemas surgidos entre comunidades y los ejecutores del proyecto DAINCO-CASAM. Saldarriaga explica que los indígenas sentían que todos, menos ellos, se estaban beneficiando de los proyectos e investigaciones realizados en la región. TC tenía que hacer un esfuerzo grande para negociar con las comunidades el acceso a terrenos de investigación. Un ex becario de esta época explica sobre estas negociaciones:

“El director colombiano decía: Bueno! Nosotros necesitamos hacer este proyecto en esta comunidad. Entonces la comunidad decía: bueno pero si usted va a hacer este proyecto aquí, usted qué nos va a dar? Porque tu sabes que los indígenas quieren algo a cambio. Bueno, entonces empezaban a negociar. Que nosotros queremos hacer una maloca, o que necesitamos las tejas para una casa, o que necesitamos machetes porque iban a hacer una chagra. O cualquier cosa. Entonces él los ayudaba con eso. Creo que era un buen negocio. Todo el mundo iba ganando.”16

Luego, después de “pasar muchas horas hablando y escuchando”, Tropenbos encontró una comunidad que estaba dispuesta a trabajar más extensamente con la Fundación: Villa Azul. En 1989 convinieron 4 años de permiso para los investigadores de la Fundación a cambio de la construcción de una escuela. Villa Azul en esta época era compuesta por tres etnias, encabezado por la mayoría de muinanes, un grupo pequeño de nonuyas y algunos yukunas, que vivían en sitios separados. La anuncia de la construcción de una escuela generó un conflicto entre los nonuya y muinane, hasta tal punto que los nonuya decidieron salir de Villa Azul para establecer una comunidad nueva: Peña Roja. Resume Echeverri (2009:11):

“Según el capitán muinane, la escuela debería quedar en el sito de ellos, donde ya estaban ubicados todos los otros servicios: una instalación deportiva y un puesto de salud, además de la maloca del clan muinane-Coco. Los nonuya, quienes para ese entonces tenían muchas parejas jóvenes, querían que la escuela se construyera en el sitio de ellos; pero además, el punto político que detonó la ruptura fue la cuestión de la autonomía. Para los muinane, estos clanes nonuya no tenían autonomía, porque además de no hablar su propia lengua, los conocimientos de baile que tenían los habían adquirido de los muinane y los andoque.”

16 Entrevista con ex becario de Tropenbos a inicios del programa en Colombia, 8 julio 2009.

Poco tiempo después de la separación de Villa Azul a fines de los años 80, los nonuya deciden empezar un proceso de recuperación de su lengua (Echeverri y Landaburu 1995). Ganaron el acceso a la escuela, que fue instalada en el territorio de la nueva comunidad Peña Roja, donde Tropenbos había establecido algunas parcelas permanentes para la investigación forestal. Dentro de poco cogió la marcha un flujo grande de investigadores y estudiantes que tomaban sede en la comunidad. Peña Roja se volvió el centro principal de Tropenbos, aunque seguía trabajando en Villa Azul y otras comunidades como Aduche, Monochoa y Araracuara. Se realizaron una multitud de proyectos de investigación, la mayoría de carácter básico en las ciencias naturales, publicadas en la serie de libros Estudios en la Amazonia Colombiana.

En Peña Roja, Tropenbos se volvió la principal fuente de empleo, ofreciendo a los indígenas trabajos no solamente como informante o ‘nombrador’ de los recursos naturales bajo investigación, sino también como guía o cocinera. Se desarrolló un sistema de rotación entre las parejas como equipos de trabajo, lo cual permitía dividir los ingresos generados entre todas las familias de la comunidad. Además, los pocos artesanos de la comunidad encontraron en los estudiantes e investigadores un punto de venta de sus obras.

3.2. La insatisfacción de los indígenas y un aumento de la participación local

Después de unos cuatro años de investigaciones continuas, la gente de Peña Roja empezaba a expresar su desacuerdo con las relaciones establecidas: sentían que Tropenbos iba ganando del convenio más que la gente. El maloquero de entonces, Hernán Moreno, explica:

“La falta de experiencia y el sistema de pago al que fueron sometidos los indígenas por los comerciantes y caucheros nos hizo pensar y creer que lo mas importante eran los materiales de una escuela. Terminamos perdiendo como siempre; una vez más los indígenas habíamos servido como trabajadores de otros, se había hecho no lo que nosotros queríamos, sino lo que a otros les interesaba, aunque todo el trabajo que hizo la comunidad fue debidamente retribuido, fuimos utilizados por no saber manejar nuestras necesidades a lo largo de cuatro años. Lo que se hizo fue crear dependencia entre la Comunidad y la Fundación Tropenbos…” (Hernán Moreno citado en Rodríguez 2003:35)

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La gente explica que en aquel entonces no entendió lo que realmente eran los objetivos de TC o qué implicaba la presencia de un centro de investigación en su comunidad:

“La verdad es que nosotros no sabíamos. ¿Que es proyecto?, ¿Que es investigación? La verdad no sabíamos aquí en Peña Roja. Cuando vienen con estos cuentos grandes que uno ni siquiera entiende. Los antepasados, los abuelos de nosotros, de eso nunca se habló, nunca, nosotros no sabíamos nada, cuando llegó esa vaina. Entonces, uno queda con las manos cruzadas, oyendo, mirando. Es una experiencia para nosotros, son nuevas cosas para nosotros.”17

Los reclamos de los nonuya, que coincidieron con el cambio de la Constitución en 1991 que reconoció los territorios y derechos de los pueblos indígenas, impulsaba la discusión sobre cómo lograr una mayor participación indígena en el programa de TC. Una misión de evaluación en 1993 resumió:

“En un territorio poco poblado, habitado en su mayoría por indígenas, solo aquellos proyectos que los involucren y que tengan en cuenta su concepción de la naturaleza y las relaciones con ella, así como su forma de usarla, y en la medida en que la comunidad participe en la investigación y en que de los resultados se deduzcan formas viables de nuevas relaciones de uso, solo en dicha medida se puede considerar un impacto favorable para la región como tal.”18

TC empezó, entonces, algunas investigaciones con mayor participación local (véase por ejemplo Van der Hammen 1992; Rodríguez 1999); apoyaba al diseño de un currículo de educación propia de Peña Roja; y estableció un llamado ‘ascenso’ de informantes indígenas a ‘co-investigadores’. Sin embargo, para los investigadores de esta época no resultaba fácil dar forma a esta nueva figura de participación indígena. Un ex becario cuenta:

“En esa época se tomó como al indígena como co-investigador. Sin embargo, esta figura es muy de adorno, eso efectivamente no se llevó a la práctica. Yo traté de hacerlo. Yo trabajé mucho con [un indígena] y pues intentaba abrir un espacio para que el se soltara y dijera cosas, aportara como a lo que yo estaba tratando de hacer. Pero esto es algo muy difícil, o sea, si tú no direccionas algo, eso no tiene camino. Entonces yo siempre tenía que estar preguntándole a ese ancianito lo que yo tenía que saber, el nunca generaba cosas

17 Entrevista con el cacique de Peña Roja, 5 de octubre 2009

18 Archivos Tropenbos. Misión de Evaluación Programa Tropenbos –Colombia, 1987 – 1993. p.34

distintas a las preguntas que yo hacía. Entonces hacerlo participar como en un proceso de investigación, yo pienso que esto es muy difícil. Una vez se comienza con la primera etapa de un proceso [de investigación] direccionado, se suelta una información. ¿Entonces cómo el proceso [esta información] y cómo la hago entendible para el resto de gente? Mucho menos va a poder participar un indígena en esa etapa.

A pesar de las iniciales dificultades de la mayor inclusión del ‘tema indígena’, es importante reconocer que estos intentos por parte de TC fueron activamente gestionados por los indígenas y constituyeron los primeros pasos hacia una nueva relación entre los dos, la cual se reforzaría todavía más desde 1998, bajo la nueva dirección de TC.

3.3. El cambio de director y el comienzo de la investigación propia

El nuevo director, instalado desde 1998, empezaba a reformular el contenido de los programas de investigación, para complementar los esfuerzos cientificos con un programa para fomentar los saberes tradicionales y locales, a través de un sistema de ‘becas locales’ para investigadores indígenas que realizan ‘investigaciones propias’. Explica el nuevo director:

“E[l] apoyo [de Tropenbos] incluye tanto el fomento al conocimiento científico, con becas para estudiantes universitarios, como el fomento a los saberes tradicionales y locales, para lo cual se definió un mecanismo de becas adaptadas a los contextos indígenas. Esta estrategia de gestión de la investigación en la Amazonia pretende reconocer los saberes locales para crear espacios de interacción, ya sea diálogo o confrontación, entre el conocimiento científico y el conocimiento tradicional.”19

La marcha normal de las cosas es que un indígena presenta una propuesta a TC para investigar un recurso natural específico desde su conocimiento indígena, después de lo cual el director de Tropenbos revisa la propuesta y a veces sugiere cambios. En el caso de aprobación, el ‘investigador local’ recibirá un apoyo económico para la realización de su investigación. Se trata de entre 300.000 y 600.000 pesos mensuales, dependiendo del carácter de la investigación y el lugar de ejecución, dinero pensado para cubrir gastos básicos tales como gasolina, cuadernos, lápices, etcétera. A

19 Carlos Alberto Rodríguez F. El nombrador de las plantas: la botánica amazónica desde el saber indígena.Fuente: http://www.lablaa.org/blaavirtual/exhibiciones/historia-natural-politica/np-intro.html.

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cambio, los becarios entregan informes parciales y un producto final, que puede consistir en dibujos e inventarios de nombres y usos locales de flora o fauna, calendarios ecológicos, artesanías o transcripciones de mitos e historias. Durante la ejecución de sus investigaciones, reciben asesoría del director. De tal modo, todos los funcionarios de Tropenbos reconocen que el conocimiento sobre todos los proyectos realizados desde 1998 lo tiene el mismo director.

Al comienzo se trabajó por medio de “proyectos comunitarios”, pero pronto se sintió que esta forma de hacer investigación propia facilitaba una falta de compromiso de los investigadores locales. Actualmente se trabaja con investigadores locales individuales, casi todos provenientes de Araracuara y alrededores, y algunas personas de la región del Mirití. Se otorgan entre 15 y 20 becas locales por año que duran entre 3, 6 o 12 meses. También hay varios indígenas que llevan años trabajando con Tropenbos, con becas y propuestas renovadas. La idea es que los investigadores individuales (por ejemplo hijos o nietos) se comuniquen con sus familiares conocedores (como padres o abuelos) sobre el tema, resultando en procesos que así afectan a más gente que solamente el investigador becario:

“Los procesos de adquirir conocimiento no son comunitarias, sino individuales. Entonces, para qué buscar un programa con comunidades si el proceso ni siquiera lo es. Es familiar, personal y por clan, de ahí no pasa. Se necesita también un responsable. La idea es que sí tiene impacto en la comunidad, pero con una persona encargada. Nunca se dejó de tener en cuenta la comunidad. Una cosa es que sea comunitaria y otra cosa es que la comunidad se aprovecha de la mejor manera posible. Esto es distinto.”20

De esta forma, TC propone apoyar al rescate y fortalecimiento cultural y social y busca establecer un “verdadero diálogo de saberes”, estimulando el intercambio entre el conocimiento indígena sobre su entorno y el conocimiento académico. Esto se realiza a través de presentaciones de los resultados de las investigaciones propias en eventos, congresos y seminarios, presentados por los investigadores indígenas. Aunque escasas, también existen algunas publicaciones de resultados de investigaciones locales

Además, TC busca estimular el desarrollo de los Planes de Vida y Planes de Ordenamiento Territorial (POT) en el Medio Caquetá. Generalmente, estos planes consisten en una detallada descripción de un resguardo, incluyendo mapas territoriales e inventarios de los recursos naturales, además de establecer las metas y prioridades en salud, educación y cultura. Se definen

20 Entrevista con el director actual de Tropenbos, 4 de septiembre 2009.

en ellos las formas de gobernar y manejar el territorio y forman en muchos casos una herramienta para negociaciones con el Estado. TC reconoce los indígenas como grandes conocedores de su entorno natural, explicando:

“Ellos [los indígenas] tienen un gran y detallado conocimiento de la selva, lo cual ha permitido un manejo adecuado de los recursos naturales durante centenas de años. De tal forma, Tropenbos Colombia ha reconocido sus derechos al territorio, así como la validez del conocimiento tradicional indígena, el cual ha promovido activamente y estimulado su recuperación. Adicionalmente, las comunidades indígenas son los primeros referentes para la aplicación de resultados de investigación.”21

Lo anterior evidencia que TC volvió a darle gran importancia al conocimiento indígena con respecto al uso y manejo de las selvas tropicales. El reconocimiento del conocimiento local ya se había formulado en el inicial documento marco de investigación del programa, sin embargo, ahora se lo ha llevado a la práctica. Antes de considerar cómo los indígenas involucrados reflexionan sobre este cambio y las nuevas formas de trabajo, se trata a continuación la interacción entre TC, TBI y DGIS con respecto al programa.

3.4. Rindiendo cuentas a lo largo del tiempo Para TC, el Ministerio de Cooperación Internacional en Holanda (DGIS) es la principal fuente de financiación con un aporte de cerca de 90% de su presupuesto, aunque recibe sus fondos desde TBI. TBI negocia nuevos fondos para todos los países involucrados en el programa con DGIS. El proceso de negociación no involucra TC, aunque evidentemente TC tiene que mostrar los resultados de sus acciones para ‘convencer’ a TC y indirectamente a DGIS.

En la primera fase de TC, la fase de la investigación científica, los resultados eran bastante concretos en la forma de publicaciones científicas. Estas publicaciones se consideraban siempre de alto nivel científico, aunque misiones de evaluación frecuentemente llamaron la atención sobre su baja aplicabilidad práctica, expresando que “por la predisposición ‘práctica’ que inspira el Programa Tropenbos en general, se merece un mayor esfuerzo para realizar investigación aplicada.”22

En la actual fase de investigación propia, los resultados muchas veces son menos tangibles. En el 2004, una misión de evaluación consideró

21 Archivos Tropenbos. Activities and Progress Report January – July 1999. Carlos Alberto Rodriguez Fernandez.

22 Archivos Tropenbos. Misión de Evaluación Programa Tropenbos –Colombia 1994-1999. p.3.

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la investigación propia como “uno de los aportes más innovadores y promisorios en el desarrollo del programa e importante contribución a nuevas formas metodológicas de acercamiento al conocimiento y al pensamiento ambiental”23. Sin embargo, los funcionarios de TC explican con frecuencia que sienten dificultades de convencer TBI de los resultados y la importancia de las investigaciones locales dentro del contexto colombiano.

A su vez, personal holandés de TBI explica que DGIS quiere ver resultados unificados del Programa Tropenbos en su totalidad, no diferenciados por país y según el director actual “preferiblemente en términos de cuantas hectáreas de selva tropical se han salvado”24. Además de esto, un asesor de TBI explica que bajo la luz de gran escasez de experiencia y conocimiento institucional25 dentro de los ministerios en Holanda, DGIS opina que Tropenbos debería funcionar como consejero político en el tema de selvas tropicales.

Sin embargo, explica el asesor, cuando el ministerio busca el consejo de Tropenbos, la Fundación no es capaz de responder de la forma requerida por el ministerio. Por el carácter académico de sus funcionarios y la tendencia de “investigar todos los asuntos a profundidad”, Tropenbos tiene poca capacidad de responder a preguntas en un contexto político:

“Lo que necesitan los políticos es una respuesta inmediata. ¡Las preguntas son ahora! No se puede investigar eso, trata de un best professional judgement. No les sirve para nada a los políticos que tú necesitarías pensarlo un buen rato y después trabajas un tiempo en un documento meticuloso, con todos los pros y los contras. Ya se habrá acabado, ya estarán trabajando en otro asunto.”26

Aunque en varias entrevistas el personal holandés de TBI afirma reconocer los logros de TC respecto a la investigación propia, aclaran que ha resultado difícil traducir estos logros a los estándares de DGIS. Al tiempo, TBI no ha logrado estimular dentro de TC una actitud como ‘consejero político’, esto en primer lugar por la falta de ‘capacidad política’ dentro de TBI y en segundo lugar por la falta de influencia de TBI sobre el programa de TC en general. Mientras personal de TC afirma que “[En TC] tomamos una cierta libertad por la larga experiencia que tenemos”, desde TBI se rescata que “TC es casi una ONG independiente. TBI no tiene ningún tipo de control

23 Archivos Tropenbos. Evaluación Intermedia Tropenbos Internacional Colombia. Mayo 2004, p.25.

24 Entrevista con personal de Tropenbos, 5 septiembre 2009.

25 Según el entrevistado no hay más de 4 funcionarios ministeriales en Holanda que trabajan el tema de selvas tropicales: 2 dentro del Ministerio de Cooperación Internacional y 2 dentro del Ministerio de Agricultura.

26 Entrevista con consultor holandés de Tropenbos Internacional, 10 febrero 2010.

sobre lo que se realiza en Colombia, aunque lo realiza con dinero holandés.” Miremos, ahora, cómo reflexionan los indígenas involucrados sobre las nuevas formas de trabajo con Tropenbos.

4. Sobre el entendimiento local de la investigación propia

En esta sección se presentan tres elementos principales para ilustrar la dinámica entre los indígenas involucrados y el programa actual de TC: el relacionarse con Tropenbos como fuente de ingresos o proveedor de empleo; los esfuerzos de TC para promover el rescate cultural; y la esperanza de Peña Roja de renovar el convenio con TC, después de su salida de la comunidad y la región debido al conflicto armado.

4.1. Proyectos-plata o proyectos-pensamientoAl instalar el método de trabajo de la investigación propia, cambió la relación entre la Fundación y los indígenas. Los becarios locales entrevistados hoy en día caracterizan a TC como una organización única en su respeto por la cultura y el conocimiento indígena y expresan su aprecio por el apoyo a procesos de recuperación cultural. Ellos consideran que TC ha aprendido de la relación problemática en su primera fase, dentro de la cual según los indígenas se veía al habitante local como un apoyo menor a la investigación del ‘blanco’, sin aportar a procesos locales. En cambio, la nueva fase es considerada por la mayoría de los actuales becarios entrevistados como un éxito y un apoyo verdadero a sus pueblos.

Sin embargo, al preguntar los becarios locales porqué es un éxito el programa actual o para qué sirven los ‘trabajos propios’, hay solo unos pocos becarios que tienen una respuesta. Uno de los becarios indígenas explica que “apenas estamos mirando para qué sirva la investigación” 27 mientras otro afirma:

“Muchos lo hacen únicamente por trabajo, y muchos no piensan lo que nosotros pensamos. Yo creo que aquí somos unos cuatro, cuatro personas más o menos que manejamos el mismo tema, pues, que de pronto son los que mas o menos saben para que sirven estos trabajos, cual es el objetivo del trabajo y donde se quiere llegar con esas becas. En cambio los otros casi no tienen la misma idea que nosotros tenemos. (…).”28

27 Entrevista con becario actual de investigación propia, de Araracuara, viviendo en Bogotá, 20 agosto 2009.

28 Entrevista con becario actual de investigación propia, de Peña Roja, viviendo en Bogotá, 1 septiembre 2009.

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Se presenta aquí un tema de gran importancia para los becarios: el apoyo económico para la investigación propia. Teniendo en cuenta que TC salió del Medio Caquetá, hoy en día busca apoyar indígenas de esta región desde Bogotá. Las historias sobre cómo llegaron los becarios a trabajar con TC son muy ilustrativas en mostrar que para los indígenas el aporte financiero es clave para su sostenimiento en la ciudad. Se escucha frecuentemente que un becario ya había llegado a Bogotá en búsqueda de un trabajo o estudio. Al no poder encontrar un empleo o financiación para un estudio, llegó a Tropenbos y empezó una investigación propia, así asegurando un apoyo económico. Percibiendo una aparente ‘contradiccion’ entre ‘plata’ e ‘investigacion propia’, desde TC se ha resumido lo siguiente sobre la investigación propia:

“Un aspecto muy llamativo que vale la pena resaltar es que a nivel lingüístico local la traducción del término proyecto es simplemente plata. “Proyecto es plata” y proyecto es una forma de acceder a ingresos monetarios; a través de los proyectos, se pensaba, se podría generar dinero y por lo tanto se veía como la nueva forma de negociar e interactuar con el blanco. Para la coordinación de los proyectos ésta fue una enorme barrera a vencer, puesto que dentro del imaginario local se sueña el proyecto como la solución mágica para acceder al dinero y solucionar todos los requerimientos económicos, para acceder a la economía de mercado manejada por el mundo blanco.

Al romper la barrera de la concepción de proyecto-plata, comenzaron a surgir propuestas novedosas en términos locales, puesto que el componente de fortalecimiento cultural se había propuesto como una pauta a seguir. En este sentido nacieron iniciativas con un alto contenido cultural y no sólo alternativas productivas generadoras de ingreso, es decir, se volvió a pensar con el propio pensamiento.”

(Rodriguez 2003:38).

Sin embargo, un becario afirma claramente que “cuando dicen que hay un proyecto, nosotros tenemos muy claro que llega la gente para tener acceso para recursos para la compra de sus necesidades.”29 De forma similar, los indígenas son muy concientes de que las ONG llegan con dinero, muchas veces de cooperación internacional, dinero que frecuentemente llega a nombre de las necesidades de las comunidades indígenas, pero muchas veces se emplea principal para facilitar el sostenimiento de los funcionarios de estas ONG. En este marco se dio la expresión de un entrevistado que decía “nosotros, los indígenas, somos las chagras de las ONG.” Y como las

29 Entrevista con becario actual de investigación propia, de Peña Roja, viviendo en Bogotá, 1 septiembre 2009.

ONGs se ganan dinero a nombre de los indígenas, se vuelve completamente lógica la concepción de los mismos, que sus ‘proyectos’ significan ‘plata’.

4.2. El fortalecimiento cultural…a distanciaEn parte, TC emplea la investigación propia para ayudar jóvenes indígenas a reencontrar y revalorar sus raíces y realmente volver a sus comunidades para tomar un papel como líder. Un caso ejemplar es de una mujer, llamémosla María, que a los 11 años salió de Araracuara para vivir en Bogotá: sus padres la habían mandado para que se pudiera formar en la ciudad., pero en 1999 llegó a la oficina de Tropenbos. El director la preguntó qué conocía de su cultura uitota, pero María, al haber estado fuera de su región de origen desde hace mucho tiempo, contestó que no sabía nada de su cultura. Al no tener conocimiento sobre los recursos naturales o sus usos locales, con el director se decidió que investigara la chagra. En consecuencia, Maria volvió a Araracuara y abrió una chagra, trabajándola desde la tumba y quema hasta la cosecha durante dos años. Con la práctica y al compartir con su madre, aprendió las enseñanzas con respecto a la chagra y el papel de la mujer en ella.

María explica que el trabajo con TC le abrió muchas puertas, ya que desde el comienzo con Tropenbos fue invitada a todo tipo de reuniones, presentaciones y congresos. Más adelante, otras organizaciones empezaron a buscarla y hoy en día, se mueve dentro de la OPIAC y la ONIC como representante de mujeres indígenas amazónicas. Además, trabaja como líder de un grupo de mujeres productoras y en su pueblo, y la gente la busca para ayudar a escribir propuestas, digitalizar cartas, solucionar problemas de contabilidad - cosas que ha podido aprender en parte por las experiencias con TC. María dice que Tropenbos la ha apoyado a encontrarse y a reencontrar sus raíces y opina:

“Yo creo que deberían haber más programas como Tropenbos, así sea difícil de medir el éxito. Porque me pongo a pensar, pues, ¿cómo van a medir el impacto en el caso mío, como van a cuantificar esto? Pero mira como estoy, estoy muy bien. Ya no tengo ganas de volver a Bogotá.”30

En la actualidad, Maria viaja frecuentemente a la capital y a otras partes del país. Gracias (en gran parte) a su trabajo con Tropenbos, ha logrado acceder a los circuitos más importantes de representación indígena y amazónica y ha obtenido acceso a recursos económicos, lo cual le permite vivir en condiciones de mayor lujo que sus paisanos (por ejemplo con planta eléctrica

30 Entrevista con ex becario de investigación propia de Araracuara, 29 septiembre 2009.

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en la casa, televisión y estufa de gas). Aunque Tropenbos lo combatiera, no es sorprendente, entonces, que el esfuerzo para “valorar lo propio” a través de Tropenbos, se interpreta localmente como una posible entrada a circuitos de estatus e ingresos económicos.

A pesar de que Maria y algunos otros ex becarios han vuelto al Medio Caquetá, muchos becarios indígenas actuales viven en Bogotá, varios de ellos desde hace mucho tiemp sin volver a la región. Otros trabajan ‘la tradición’ con familiares que también viven en Bogotá desde hace algún tiempo. Rescato que en Araracuara, Peña Roja y hasta entre los mismos becarios bogotanos han surgido dudas sobre por qué Tropenbos aporta a los indígenas que viven en Bogotá, en lugar de apoyar más a personas en la región.

4.3. Las esperanzas de Pena Roja de renovar conveniosEn 2004, una misión de evaluación concluyó que a pesar de la salida del Medio Caquetá,

“paradójicamente, gracias a la estrategia de investigación propia, se continúa con igual o mayor intensidad el proceso de investigación a través de las comunidades indígenas [en el Medio Caquetá]” y que “[la investigación propia] se ha traducido en el incremento del nivel de conocimiento y a una mayor capacidad tanto para los estudiantes e investigadores como para las comunidades indígenas.” 31

De forma contrastante, la gente en Peña Roja explica que hasta el momento, la investigación propia no ha dejado huellas a largo plazo en su comunidad. Un entrevistado argumenta que sí existe un potencial para generar un impacto mayor a largo plazo. Explica, mientras los otros presentes asientan con la cabeza para afirmar su acuerdo:

“El sentido de la investigación propia, para nosotros es importante ahora, pensando en la gente, la tragedia que nos ha pasado, no tenemos el conocimiento bien formado, no lo tenemos. Nos toca rescatar eso, y después organizarlo para poder usarlo. Nosotros realmente vemos necesario esta investigación propia. Pero en la forma como se está haciendo, no. (…) Nos pueden apoyar, pero no en sectores pequeños. Se hizo trabajo de animales, pero muy, muy mínimo. En animales, en peces, en árboles, chagra. Pero muy, muy general. O sea, obviamente eso no nos sirve a nosotros. Es muy puntual. Yo hice mi investigación en peces de cabecera. Pero fue ahí

31 Archivos Tropenbos. Evaluación Intermedia Tropenbos Internacional Colombia. Mayo 2004, p.25-26.

no más. Es eso lo que a nosotros no nos parece bien. Hay que abrir algo más general, algo más grande.”32

Existe de tal forma una gran esperanza de volver a trabajar intensivamente con TC: afirman que ya “entienden el negocio” y piensan poder aprovechar mejor de un nuevo convenio. En palabras del cacique: “Ya tenemos experiencia y ya se puede decir que vamos a trabajar esto pero así, de esta forma. Bien para ellos y bien para mí.” Un aspecto interesante es, que la misma comunidad ha formulado una propuesta para volver a trabajar con la Fundación. Esta propuesta refiere no solamente a la ampliación de la investigación propia, sino también al deseo de formar profesionales de la comunidad, a través de la educación universitaria. Aclararon en una reunión plenaria que sienten un gran arrepentimiento, por el hecho de que TC apoyó a muchísimas personas en su formación profesional, pero en la comunidad todavía no tienen ningún profesional. Aunque en la época que TC tenía su estación de campo en Peña Roja todavía no había bachilleres, opinan que a cambio de tantos graduados blancos, la comunidad ahora se merece sus propios profesionales:

“Una cantidad de estudiantes que vinieron de diferentes universidades, nacionales e internacionales, vinieron a prepararse y se salieron como profesionales. Pero de nosotros, ningún anciano, ningún muchacho, nada, nunca, nunca… Ahora estos profesionales dan clases, en una cátedra, de una o dos horas, sabiendo que este conocimiento lo llevaron de aquí, no nos lo robaron, pero si lo sacaron. Así pues nosotros lo tenemos que plantear, para cada uno de ellos, uno de nosotros.”33

5. Discursos y contradicciones de un proyecto ‘adaptado’ a lo local

En las secciones anteriores se ha indagado sobre el cambio dentro de TC y algunas de las percepciones y reflexiones de los indígenas involucrados al respecto. A lo largo de la trayectoria de TC, se han dado cambios importantes en su planteamiento y práctica; desde el planteamiento de TBI hacia la formulación del programa colombiano; desde la investigación científica hacia la inclusión de la investigación propia. ¿Como podemos entender

32 Entrevista con ex becario de investigación propia de Peña Roja, 5 de octubre.

33 Entrevista con indígena nonuya de Peña Roja, 5 octubre 2009

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estos cambios, y cuales son, quizás, contradicciones presentes en estos planteamientos?

5.1. Sobre discursos y contradicciones en los planteamientos de Tropenbos

En mi modo de ver, el planteamiento original de TBI (véase la sección 1) apunta a las aspiraciones de una modernidad ecosostenible (Ulloa 2004:102). Esto refiere a una perspectiva que considera la relación naturaleza-cultura como problemática (“deforestación”), problema que se puede resolver a través del manejo científico de los ecosistemas; la circulación y el acceso a la información (‘informacion vital’); la responsabilidad individual (por lo cual se invoca la educación ambiental); y la búsqueda de un ‘mercado sostenible’ para productos forestales, todo con el fin de optimizar el uso de los bosques tropicales.

En el primer planteamiento colombiano, plasmado en la ‘Aproximación a un Marco de Trabajo en Amazonia colombiana’ (véase sección 2.2.), se sigue evidenciando la referencia a una modernidad ecosostenible, sin embargo, existe una diferencia importante con el planteamiento holandés: mientras en el planteamiento de TBI se mencionaba la culpabilidad de “los pobres rurales que talan y queman la selva”, en el planteamiento colombiano se marca una diferencia entre la culpabilidad de la colonización campesina y la identificación del indígena como ejemplo para la conservación y el manejo sostenible de la selva. Esto indica una percepción del indígena con una relación cercana y armónica con su entorno, cuyo “conocimiento debía ser asimilado y procesado por las culturas ‘mayores’”, con el fin de confrontar la crisis ambiental y preservar la cultura indígena.

Con el cambio dentro de TC hacia la inclusión de la investigación propia, se ha presentado un cambio hacia el holismo alternativo (Ulloa 2004:104), dentro del cual se considera clave el conocimiento indígena para incidir en el problema ambiental y se propone un régimen ambiental basado en el desarrollo de propuestas indígenas con respecto a lo social, lo cultural, lo ecológico y lo tecnológico. El sistema la investigación propia de los recursos para el fortalecimiento cultural y social es exactamente eso. Con respecto a lo expuesto sobre las dificultades de TC de convencer TBI y a su vez DGIS sobre la relevancia e importancia del programa actual, parece manifestarse una diferencia fundamental entre las aspiraciones del holismo alternativo del primero y la modernidad ecosostenible de los últimos dos.

Desde el planteamiento de TC es importante rescatar, por una parte, el énfasis en el respeto por el conocimiento indígena y la ‘idealización’ de su manejo de los recursos naturales, y, por otra parte, la tarea que TC se ha asignado para

“mejorar” la planeación de este manejo. A pesar de considerar los indígenas como ‘capaces’ de un manejo adecuado, estos al tiempo son los ‘primeros referentes para la aplicación de resultados’ y para aplicar ‘alternativas para el manejo de recursos naturales’. Es así que “bajo los auspicios de Tropenbos Colombia, la organización regional indígena CRIMA y las comunidades indígenas del Medio Caquetá están trabajando en la formulación de un plan de uso de la tierra y un plan de manejo de los recursos naturales” y que “gracias a becas especiales, investigadores locales documenten el conocimiento tradicional y evalúen cuales elementos del entorno natural deberían recibir prioridad en el manejo forestal o en la conservación.”34. Preguntándome ¿por qué si los indígenas han manejado ‘ecológicamente’ los recursos en sus territorios, carecerían de ‘alternativas para el manejo’ o necesitarían ‘auspicios de Tropenbos’?, creo que se encuentra aquí una contradicción importante, resumida por Ulloa:

“En cierto sentido se les dice: “Ustedes son los que saben, pero nosotros les enseñamos la manera de hacerlo”. Este es un doble discurso que implica la permanencia de lógicas paternalistas y coloniales: el buen salvaje y el que debe ser civilizado (el sujeto y el objeto), pero en el nuevo contexto ambientalista” (Ulloa 2004:305)

5.2. Reflexiones locales sobre las pocas huellas a largo plazo

Las dudas entre los indígenas becarios sobre el ‘aporte a distancia’ ya fueron descritas anteriormente. Pero es importante añadir, que a largo de mis conversaciones con becarios de TC en Bogotá y en el Medio Caquetá, se evidenciaban con frecuencia dudas sobre esfuerzos para el fortalecimiento cultural en sí mismo.

Un abuelo uitoto de Araracuara que trabajó con varios nietos, uno de los cuales organizó hasta bailes en una maloca en Araracuara en su proceso de investigación propia, mencionaba que aunque le ha gustado el trabajo como tal, nunca podría transferir todo su conocimiento, porque sus nietos no siguen todas las instrucciones tales como las dietas que se prescriben antes de poder recibir el conocimiento de un anciano. A pesar de las investigaciones propias, el abuelo dijo sentir que de todas formas se va perdiendo el conocimiento. De forma similar un becario matapí explicaba que para poder realizar la

34 Archivos Tropenbos. Tropenbos International. Annual Report 2005, pp..31 y 33

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recuperación cultural se necesita el permanente interés y dedicación de los indígenas jóvenes. En una presentación de su trabajo con Tropenbos, explica además, que la transferencia de conocimiento a través de documentos escritos, no es igual a la transferencia tradicional oral:

“Muchas de las instituciones dicen: recuperen sus costumbres tradicionales, pero para mí no es eso, porque el aprecio de los conocimientos tiene que nacer de uno mismo, y luego sí aportar esa idea a los blancos para escribirlo. En la mayor parte de las instituciones hay propuestas del blanco hacia el indígena para la recuperación de nuestras costumbres pero en el concepto chamánico esto no es válido porque si comenzamos a escribir eso los niños nunca lo van a heredar, ellos lo pueden leer, pero niños jamás nunca van a mantener esa cantidad de información en la mente.” (Uldarico Matapí en: Pérez y Echeverri 2001:42)

Las cartillas y libros que se han publicado como resultados de algunas de las investigaciones propias encuentran poco aprecio en las comunidades. Aunque en conversaciones personales el hombre matapí afirmaba sentirse orgulloso de haber escrito un libro, explicaba en su presentación que “tengo mucha experiencia en eso y he sacado varios escritos que se han distribuido a las personas de la comunidad, y dos o tres meses después están tirados o como juego de los niños.” Varios becarios en Bogota buscan publicar sus investigaciones de alguna forma, prefiriendo “una cartilla bonita”, aunque relacionado a lo expresado por el hombre matapí, un líder del resguardo Aduche efectivamente resumió: “Para ustedes, los blancos, un libro es un resultado. ¿Pero para nosotros, para qué sirve un libro, una cartilla?” Así, aunque TC necesita publicar libros o cartillas para poder mostrarlos como resultados tangibles de su trabajo, y aunque generalmente instituciones y académicos defienden la necesidad de ‘documentar’ para no ‘perder’ el conocimiento local, el registro de la tradición en papel como herramienta de enseñanza de la tradición se vuelve una acción efectivamente contradictoria.

El tema de la recuperación cultural se junta con la controversia entre ‘proyectos pensamiento’ y ‘proyectos plata’ presentado anteriormente. Al preguntar al director actual sobre la importancia que dan los indígenas al pago para los trabajos realizados, me respondió:

“No podemos idealizar las relaciones y las percepciones de la gente que participa. (…) El comentario inicial es lo de la plata. Pero el comentario final siempre es bonito! Que ya valoran lo propio.”35

35 Entrevista con director actual de Tropenbos, 4 septiembre 2009.

En la anterior cita se rescata la actitud a favor de un ‘bonito final’, el cual se manifiesta cuando el indígena después de haberse dejado llevar por el deseo de dinero, ha vuelto a preferir ‘lo propio’ a través del trabajo realizado con TC. Se evidencia así una dicotomía con respecto a la valoración de los participantes indígenas: a favor del indígena como ‘eco-héroe’ que para poder ser el ‘nativo ecológico ideal’ debe abstenerse de deseos de modernidad, tecnología y en este caso, dinero (Ulloa 2004:302).

Localmente, de todas formas, se afirma la permanencia de ‘proyectos plata’. Un ejemplo es el caso de un proyecto para diversificar los cultivos de la chagra, principalmente la yuca. Un hombre nonuya de Peña Roja resume el proyecto diciendo que muchas de las mujeres participantes abrieron chagra porque había “una platica para hacerlo” y no porque sintieron una necesidad o urgencia de empezar a hacer chagra o rescatar variedades ‘perdidas’ de yuca. También el cacique resume la experiencia con TC en términos económicos:

“Pues resulta que eso fue plata, trabajo. Y nosotros ahora, pues, mira, yo no tengo ni camisa. ¿Donde está la plata? Se acostumbró al billete. Al no haber billete, ¿pues quien va a trabajar así no más? (…).”36

Otra dificultad frecuentemente observada por los entrevistados de Peña Roja y Araracuara, es que no conocen los resultados de las investigaciones propias que otros becarios de la región han realizado. Afirman que muchas veces sus paisanos pasan épocas alargadas en Bogotá sin volver a las comunidades y sin traer noticia de lo que se está haciendo con TC. Algunos becarios explican que los paisanos que no han trabajado con TC y por lo tanto ‘no conocen’ su forma de trabajar, creen que TC se ‘está robando el conocimiento’. Desde TC se argumenta que la falta de conocimiento en la región sobre las investigaciones realizadas no es responsabilidad de la Fundación, sino que es un “problema de la organización interna”. Este problema ha sido afirmado por varios becarios indígenas. Un entrevistado indígena que reflexionanba sobre el bajo éxito de la mayoría de los proyectos realizados en la región (no solamente por TC sino con todo tipo de ONGs y tambien con entidades estatales), apunta a la ausencia de planes organizativos internos y una variedad de problemas sociales dentro de las comunidades que dificultan el éxito de los proyectos, y concluye que

“…el problema [de los proyectos fracasados] no es solamente por culpa de las instituciones. Cincuenta por ciento del problema es

36 Entrevista con el cacique de Peña Roja, 5 octubre 2009.

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causado por las instituciones. El otro cincuenta por ciento es culpa de nosotros [los indígenas].”

Ilustrativo es el ejemplo de la escuela de Peña Roja. El esfuerzo para empezar a recuperar la lengua y cultura nonuya nació desde dentro de la comunidad y se consideraba estratégico para tal fin, la ‘educación propia’. Sin embargo, durante mi trabajo de campo en Peña Roja en el 2009, el principal profesor afirmaba que la escuela estaba abandonada y que los materiales de enseñanza elaborados con TC y otras ONGs, no se están usando. Como mencionaba el profesional que TC asignó para apoyar a la formulación de un currículo educativo propio:

“Según [los] diálogos [con un anciano de Peña Roja] y otros con los demás miembros de la comunidad, se refleja una gran desconfianza en el manejo de los recursos y los programas que tiene la comunidad. La gente en general no apoya a los procesos, pero hace criticas que no saca a la luz publica y que en realidad están desarmando la estructura social de la comunidad. Existe mayor preocupación por los resultados negativos que por los positivos.”37

5.3. Para ‘resolver’ la contradicción: conocimiento, conservación y dinero

Volvemos otra vez a la contradicción relacionada con el ‘indígena conocedor’ que necesita un ‘rescate cultural’ y ‘capacitación’ para realizar un ‘mejor manejo’ y la ‘conservación’ de los recursos naturales. Aunque desde TC se ha manifestado una actitud a favor del ‘eco-héroe no-económico’, para los indígenas no existe duda sobre la necesidad dinero. De tal forma, la ‘barrera de proyectos plata’ no se ha vencido, de hecho, parece que de alguna forma varios de los indígenas participantes en el programa conciben su conocimiento como una ‘herramienta’ para acceder a recursos económicos. De una forma interesante, algunos entrevistados han formulado una salida a la contradicción, que une los intereses de conservación de TC y las necesidades económicas de los indígenas. Argumentando que justo el dinero en manos indígenas podría promover la conservación de la selva amazónica, un becario explica:

“Nosotros sí sabemos que es la conservación: cuidar y mantener los recursos que hay dentro de la naturaleza, de acuerdo al mandato y el principio, eso es para nosotros conservación, mantener los recursos

37 Archivos Tropenbos. Informe de trabajo de campo mes de marzo, comunidad de Peña Roja, escuela indígena nonuya. 1997.

sin acabar. (…) Pero la gente tiene que montar la casa, la gente tiene que pescar, la gente tiene que pagar la renta y si uno consigue para un proyecto y que trabajen y que no tenga su necesidad, ellos ya no van a ir al monte a cazar (…) Ese es otro fenómeno que se evidencia muy claro…que ellos porque no tienen cómo conseguir [plata], sus recursos [naturales] son lo único que ven [y los explotan] (…). Pero entonces [si] usted consigue unos proyectos o está trabajando en algunas cosas, ya no molesta para nada los productos naturales. Ya no es en exceso.

Ahorita hablan de conservación, dicen conservemos el Amazonas! Hay muchos países, mas que todo europeos, que quieren apoyar a la conservación de la Amazonia, para eso hay dinero (…) Nosotros somos conservacionistas desde hace mucho tiempo, entonces si hay ese dinero, si llega ese recurso para la conservación, ¿por qué no lo mandan para allá [para las comunidades]? De eso vive el indígena. Trabaja y nunca va a molestar nada y es un trabajo que está allá. Esa es más o menos la propuesta que yo he estado [propagando], para que [el dinero] que llegue a las instituciones, que llegue para ayudar a la gente. Ahora no llega prácticamente nada a nosotros [queda en las instituciones]. Esa es más o menos la visión desde lo local.”38

La propuesta de este becario refiere a recientes desarrollos en programas que proponen pagos por servicios ambientales a comunidades indígenas. Sin entrar en la discusión sobre la efectividad de este tipo de programas, se destaca que la cita anterior revela un elaborado antídoto a la representación del indígena como eco-héroe no-económico en el cual se integran los elementos de conocimiento tradicional, conservación y dinero.

38 Entrevista con becario actual de investigación propia, de Peña Roja, viviendo en Bogotá, 1 septiembre 2009.

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Conclusión Tomando una perspectiva orientada al actor, todo lo anterior ha mostrado que lo que constituye el Programa Tropenbos Colombia oculta procesos de construcción de poder y conocimiento a través de una complejidad de relaciones cambiantes. A lo largo de la ejecución del programa, los indígenas han negociado nuevas formas de relaciones y proyectos, buscando mayor beneficio para sus comunidades. TC ha respondido efectivamente a las peticiones de los indígenas, buscando un programa con mayor relevancia local, lo cual al mismo tiempo ha significado un ‘independizarse’ o quizás ‘alejarse’ de TBI en Holanda.

Mientras en la primera fase de TC el conocimiento indígena sirvió solamente como una herramienta para facilitar las investigaciones científicas, hoy en día los involucrados reconocen un real respeto hacia el conocimiento indígena a través del diálogo de saberes y el fortalecimiento cultural promovido por TC. Considerando las numerosas críticas39 frente a proyectos llevados a cabo en comunidades indígenas los cuales no se adaptan a la realidad local, se puede considerar la trayectoria de TC como un escaso ejemplo de conciencia de las realidades locales y un consecuente intento de adaptar sus acciones a las mismas, a pesar de las aparentes dificultades que le ha generado para convencer TBI de sus logros.

Por otro lado y a pesar de todas las buenas intenciones de TC, los indígenas reconocen grandes dificultades para lograr el éxito de los proyectos, entre ellos los incipientes niveles de organización interna y problemas sociales, y en el ámbito de la recuperación tradicional y cultural afirman que el fortalecimiento de la cultura depende del real interés de los indígenas en promover su cultura, asunto que hasta dentro de Peña Roja no parece haberse resuelto.

El actual planteamiento de TC es salpicado de nociones de nativos ecológicos y eco-heroes, sin embargo, los becarios ‘aprovechan’ a su manera la posibilidad de trabajar con Tropenbos: frecuente es el ‘trabajo’ con TC como un medio para generar ingresos económicos, otros como un medio para generar productos más concretos para sus comunidades tales como planes de ordenamiento territorial o libros, que, a pesar de su bajo uso en las comunidades, representan un ‘resultado concreto’ para tanto Tropenbos como los becarios. Al mismo tiempo se ha evidenciado un ‘contra-discurso’ indígena que rompe la noción del nativo ecológico y no-económico, dentro del cual se propaga efectivamente la necesidad de dinero como herramienta para promover la conservación.

39 Véase dos ejemplos recientes: Nieto 2010 y Vieco 2010.

A pesar de la búsqueda de Tropenbos para generar mayor relevancia local a través de la continua negociación con las poblaciones indígenas involucradas, se afirma desde lo local que lo realizado con TC ha dejado pocas huellas a largo plazo, incluso las nuevas formas de trabajo adaptadas a lo local. Todo lo anteriormente expuesto sugiere, quizás, una necesidad de concebir de los logros de este tipo de proyectos como una responsabilidad compartida entre ejecutor y población beneficiaria.

Creo, además, que lo anterior ha mostrado la relevancia de investigar no solamente los planteamientos de proyectos llevados a las comunidades amazónicas y su ‘grado de adaptación’ a realidades locales, sino de igual modo: (1) indagar con mayor profundidad en las razones por las cuales las poblaciones indígenas buscan y participan en tales proyectos; y (2) evidenciar las respuestas diferenciadas e inesperadas que generan intervenciones externas, desde un reconocimiento de las necesidades definidas no por las instituciones o la academia, sino por los mismos indígenas.

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SEGUNDA PARTE Naturalezas Amazónicas

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

lOS ANÁlISIS DE vIABIlIDAD POBLACIONAL (PVA) COMO HERRAMIENTA DE MANEJO Y CONSERvACIÓN: el caso de la Guacamaya Azul - y - amarillo en la Amazonia occidentalAnálisis de Viabilidad Poblacional de la Guacamaya Azul-y-amarillo

Esteban Carrillo-Ch.1

Diego Fernando Builes Puertas2

A la pequeña Ara,por recordarme el milagro de la vida.E.C.Ch

Realizamos un Análisis de Viabilidad Poblacional (PVA) para estimar los efectos que pueden tener diferentes formas y tasas de extracción sobre la probabilidad relativa de extinción de una población hipotética de la Guacamaya Azul y Amarilla Ara ararauna. Los resultados indican que la única forma de extracción sostenible es la cacería de subsistencia, y que las tasas de extracción de pichones del 26% que han sido reportadas en algunas localidades amazónicas están llevando a la sobreexplotación de la especie y deben ser disminuidas por debajo del 10% para no afectar la viabilidad poblacional. Sin embargo si una población ya está siendo sobreexplotada, cualquier tasa y tipo de extracción tendría graves efectos sobre su viabilidad y podría llevarla rápidamente a la extinción. La extracción de adultos, aún en poblaciones sanas, es aún más crítica pues una tasa del 3% ya produce disminuciones poblacionales, y si las poblaciones están siendo sometidas simultáneamente a extracción de pichones y adultos las tasas de cosecha no deben superar el 1% o 2% para que

1 Investigador, Grupo Ornitología Universidad Nacional de Colombia, Asociación Ornitológica del Amazonas, Universidad Nacional de Colombia sede Amazonia. Email: [email protected]

2 Zootecnista. MSc. en Estudios Amazónicos. Universidad Nacional de Colombia sede Amazonia. Email: [email protected]

Resumen

6.

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Los análisis de Viabilidad Poblacional como herramienta de manejo y conservación Esteban Carrillo-ch y Diego Builes

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

no haya riesgo de extinción. Para asegurar la conservación de las poblaciones de A. ararauna recomendamos el establecimiento de áreas protegidas que incluyan las áreas importantes de anidación y alimentación como los salados y los cananguchales, así como incluir la especie en el Apéndice I de CITES y prohibir completamente su comercio hasta que se realicen los estudios y PVA que establezcan las tasas y formas de extracción sostenibles. Estos deben incluir la determinación de la magnitud de la cacería de adultos para obtener plumas para la fabricación de artesanías y de los movimientos (meta)poblacionales, de tal manera que los PVA puedan usar modelos explícitos espacialmente que son más acordes con la realidad, así como la implementación de diseños experimentales para identificar los métodos que puedan aumentar la productividad de las poblaciones como el establecimiento de nidos artificiales. Igualmente es recomendable que éstos usen un criterio de extinción basado en un número mínimo poblacional, lo cual puede ayudar a reducir los riesgos de juzgar incorrectamente y subestimar la

probabilidad de extinción de los diferentes escenarios.

Palabras clave: Análisis de Viabilidad Poblacional (PVA), conservación de psitácidos, Ara ararauna, Amazonia, extracción sostenible.

We used a Population Viability Analysis (PVA) to estímate the effects that different rates and types of harvesting may have on the relative probability of extinction of a hypothetical population of the Blue and yellow Macaw Ara ararauna. Our results indicate that subsistence hunting is the only way of sustainable harvesting, and that reported nestling extracting rate of 26% in some Amazonian localities is leading to an over exploitation of the population and must be reduced bellow 10% in order to not affect population viability. But if a population is already being over exploited, any rate or type of harvesting will have detrimental effects on its viability and may rapidly lead it to extinction. Adult harvesting, even in healthy populations, is more critical because with a 3% extraction rate the population starts diminishing, and if the population is being affected simultaneously to nestling and adult harvest the rates can not be over 1 or 2% to avoid extinction risk. To assure the conservation of healthy A. ararauna populations we recommend the establishment of protected areas which must include strategic nesting and feeding areas as clay licks and cananguchales, and to include the specie in CITES appendix I in order to completely prohibit its trade

until sustainable harvesting rates are established through proper research and PVA’s. These should include the determination of the real magnitude of adult hunting for feathers to make handcrafts and (meta)population movements, which would make possible to make spatially explicit PVA’s that better reflect reality, and the implementation of experimental designs to identify procedures that could enhance macaw productivity as could be the use of artificial nests. We also advice that PVA’s should use a extinction criterion based on a minimal final population, because this may aid to reduce the risk to incorrectly judge and sub estimate the probability of extinction of the different scenarios.

Key words: Population Viability Analysis (PVA), Psitacidae conservation, Ara ararauna, Amazon, sustainable harvesting.

Introducción

La familia Psittacidae: loros, pericos y guacamayas, es la familia de aves más amenazada a nivel global debido principalmente a la destrucción de hábitat y la extracción para el comercio de mascotas (Collar y Juniper 1992, Snyder et al. 2000,

Wright et al. 2001, Renton y Brightsmith 2009). En la región neotropical 42 de 140 especies se encuentran bajo algún riesgo a la extinción; las otras 98 probablemente están disminuyendo sus tamaños poblacionales (Collar y Juniper 1992, Bravo y Brightsmith 2001, Brooks y Begazo 2001, González 2003). Dentro de la familia los géneros Amazona (loras) y Ara (guacamayas) son especialmente vulnerables, debido a factores como sus bajas tasas reproductivas, baja supervivencia de pichones, edad tardía de la primera reproducción, amplia proporción de adultos no reproductivos y requerimientos específicos para la construcción de nidos (Sick 1993, Stolensen y Beissinger 1997). Desafortunadamente estos son los dos géneros más apetecidos como mascotas, y cuya extracción genera mayores “ganancias” económicas a los cazadores locales (Brooks y Begazo 2001, González 2003).

Los psitácidos alcanzan su mayor diversidad en la Amazonia occidental, en donde hay áreas en las que pueden coexistir hasta cinco especies de guacamayas. Ninguna de estas se encuentra amenazada a nivel global o nacional (Renjifo et al. 2002), pero todas se encuentran en el apéndice II de la convención CITES lo que significa que pueden volverse amenazadas si no se regula su comercio (www.siac.net.co/cites/DisListarApendices.jsp). En particular la Guacamaya azuliamarillo Ara ararauna, que se distribuye en los bosques de tierras bajas desde Panamá hasta el centro de Bolivia y el sureste de Brasil, es localmente común pero su abundancia ha disminuido de acuerdo a la actividad humana y ya se han registrado extinciones

Abstract

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Los análisis de Viabilidad Poblacional como herramienta de manejo y conservación Esteban Carrillo-ch y Diego Builes

146 147

Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

locales (Brooks y Begazo 2001, Ridgely y Greenfield 2001, Karubian et al. 2005, Schulenberg et al. 2007). En algunos lugares de la Amazonia noroccidental es la especie de guacamaya más perseguida, y sus tasas de extracción podrían estar muy por encima de unos niveles que aseguren su continuidad.

Los Análisis de Viabilidad Poblacional (PVA por sus siglas en inglés) son uno de los métodos más utilizados actualmente para estimar el efecto de diferentes amenazas sobre las poblaciones y proyectar futuras tendencias poblacionales (Ralls et al. 2002, Reed et al. 2002, Miller y Lacy 2005, Pérez et al. 2006). Los PVA calculan el riesgo relativo de extinción de una población bajo diferentes escenarios, y sirven para identificar posibles estrategias para el manejo de la especie (Ralls et al. 2002). El objetivo de este trabajo fue estimar mediante un PVA el riesgo relativo de extinción de una población hipotética de Ara ararauna cuando es sometida a diferentes escenarios de extracción y proponer posibles estrategias de manejo.

MétodosPara evaluar los efectos de diferentes formas de extracción sobre el tamaño de una población hipotética de A. ararauna, utilizamos el programa Vortex 9.5 que permite simular los efectos de diferentes fuerzas determinísticas y aleatorias sobre el riesgo de extinción (Miller y Lacy 2005). Simulamos el comportamiento de la población en términos de número total de individuos en un escenario control y seis escenarios alternativos: 1) sin cacería (control), 2) cacería de subsistencia, 3) cacería de pichones con destrucción de los nidos, 4) cacería de pichones sin destrucción de los nidos, 5) cacería de pichones sin destrucción de nidos y cacería de subsistencia 6) cacería de pichones con destrucción de los nidos y cacería de subsistencia y 7) cacería de adultos para fabricar artesanías (Tabla 1).

Los datos de entrada requeridos por el modelo los tomamos de fuentes bibliográficas, que relacionamos a medida que presentamos los valores usados para las simulaciones. En ningún escenario tuvimos en cuenta la depresión por endogamia, la suplementación o el manejo genético. En los escenarios alternativos sólo presentamos los valores que modificamos con respecto al control.

2.1 Sin cacería (control)

- Preparación del escenarioPara las simulaciones utilizamos 100 iteraciones a lo largo de 100 años. Adoptamos el criterio de extinción biológica definitiva para las especies con reproducción sexual: sólo permanece un sexo (Miller y Lacy 2005, Pérez et al. 2006). Sólo tuvimos en cuenta una población (Tabla 1). Ta

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- Descripción de la poblaciónNuestras simulaciones partieron de una población con un tamaño muy superior a 500 adultos reproductivos (ver Tamaño poblacional inicial) en el que aún los eventos de entrecruzamiento son raros (Miller y Lacy 2005), por lo que no tuvimos en cuenta la depresión por entrecruzamiento. Como no hay información sobre la correlación entre las tasas de mortalidad y supervivencia con la variabilidad ambiental, adoptamos un valor intermedio de 0,5 (Pérez et al. 2006; Tabla 1).

- Sistema reproductivoLa mayoría de guacamayas forman parejas estables durante toda la vida (Collar y Juniper 1992, Sick 1993), lo cual coincide con la definición de Vortex de un sistema reproductivo monógamo de largo plazo (Miller y Lacy 2005). Los datos sobre la edad de la primera y la última reproducción de la especie provienen de individuos en cautiverio: 4 y 35 años respectivamente (Klubb y Karpinski 1992, Martínez Galicia 2004). Las guacamayas ponen dos nidadas al año sólo en caso de perder la primera (Hilty y Brown 1986, Mahecha et al. 2002, González 2003), de tal manera que hay una nidada efectiva anual. El número de huevos por nido varía entre dos y cuatro de los que generalmente sólo uno o dos llegan a ser pichones exitosos (Bravo y Brightsmith 1991, Stolensen y Beissinger 1997, Renton y Brightsmith 2009), sin embargo es posible ver pequeños grupos familiares de hasta cinco individuos probablemente compuestos por dos parentales y tres juveniles de la temporada reproductiva (Gilardi y Munn 1998) por lo que consideramos que tres es el máximo número de pichones exitosos por nidada. La especie no presenta dimorfismo sexual (Sick 1993, Gilardi y Munn 1998, Werner et al. 1999) por lo que asumimos igual proporción de machos y hembras (Tabla 1).

- Tasas reproductivasEn los loros grandes la proporción de adultos que se reproducen efectivamente al año es baja. El único reporte para las especies de Ara en la Amazonia proviene de la Reserva Natural Manu (Perú) donde es del 20% (Stolensen y Beissinger 1997). Utilizamos una distribución específica del número de pichones por nidada de acuerdo a los datos reportados por González (2003) para A. ararauna (1: 47%, 2: 47%, 3: 6%; Tabla 1).

- Tasas de mortalidadLa tasa de mortalidad de A. ararauna es de aproximadamente el 35% en el paso de huevo a pichón y 25% en el paso de pichón a juvenil, y luego disminuye al 4% (Bravo y Brightsmith 2001, Brightsmith y Figari 2003, Renton y Brightsmith

2009). Utilizamos los mismos porcentajes de mortalidad para hembras y machos (Tabla 1).

- Monopolización parejaComo la especie es monógama de larga duración, utilizamos el mismo porcentaje que de adultos reproductivos: 20% (Tabla 1).

- Tamaño poblacional inicialUtilizamos un tamaño poblacional inicial de 4000 adultos que es equivalente a la capacidad de carga (ver Capacidad de carga), y repetimos las simulaciones con un tamaño inicial de 500 adultos que es uno de los valores que se ha propuesto como mínimo para que una población sea viable en el tiempo (Lande 1988) (Tabla 1). Utilizamos una distribución estable de edades como se recomienda hacer cuando no hay evidencias de que la población sufre variaciones drásticas en función de parámetros como las catástrofes y la depresión por endogamia, en la que el número de individuos de cada edad es calculado por Vortex a partir de las tasas reproductivas y de mortalidad (Miller y Lacy 2005).

- Capacidad de cargaCalculamos la capacidad de carga (máximo número de individuos que un ambiente puede mantener en ausencia de disturbios y sin afectar negativamente la abundancia de recursos) a partir de datos de densidad poblacional en áreas no disturbadas como se recomienda hacer en caso de no conocer el tamaño real de una población (Miller y Lacy 2005). Multiplicamos un valor de densidad normal para A. ararauna en la Amazonia occidental (p.ej. Terborgh et al. 1990, Karubian et al. 2005), por un área que elegimos a priori como representativa del rango de hogar de las poblaciones de guacamayas (cerca del 30% del área de un Parque Nacional Natural en la Amazonia colombiana): 1 pareja/100 ha. por 200.000 ha. igual a 4,000 individuos.

Las poblaciones de loros pueden variar en relación a factores como la disponibilidad de recursos, pero no hay datos para A. ararauna. Definimos un valor conservador de la desviación estándar de la capacidad de carga debida a la variabilidad ambiental: 5%, el cual multiplicamos por el tamaño inicial de la población para obtener una variación en términos de número de individuos que es como debe ser introducida en el modelo (Miller y Lacy 2005; Tabla 1).

- CosechaNo fue simulada.

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Los análisis de Viabilidad Poblacional como herramienta de manejo y conservación Esteban Carrillo-ch y Diego Builes

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

2.2 Cacería de subsistencia y culturalDefinimos la cacería de subsistencia como aquella que realizan las comunidades indígenas Amazónicas para obtener carne para consumo y plumas para la elaboración de artículos ceremoniales como coronas. Establecimos un evento de cosecha anual, desde el primero hasta el último año de simulación. Calculamos el número de individuos cosechados a partir de los datos presentados por Brooks y Begazo (2001) y van der Hammen (1992) para diferentes comunidades indígenas: entre uno y 16 individuos de guacamayas (principalmente A. macao y A. ararauna) con un promedio de ocho. Asumimos que los individuos cosechados pertenecen por igual a cada especie (y dentro de estas a cada sexo): cuatro de cada una (2 machos, 2 hembras), y tuvimos en cuenta que en un área de 200.000 ha. puede haber cerca de cinco comunidades indígenas, para un total de 20 individuos (0,6 % de los adultos; Tabla 1). Estos fueron restados a los adultos reproductivos.

2.3 Cacería de pichones con destrucción de nidosUtilizamos los datos reportados por González (2003) quien encontró que los cazadores extraían el 26% de los pichones de A. ararauna, y que para hacerlo tumbaban las palmas en las que estaban los nidos lo que llevaba a una mortalidad del 49% de los pichones. Como Vortex sólo permite valores de cosecha constantes, y no como una función (Miller y Lacy 2005), modelamos su efecto como un aumento en la tasa de mortalidad de los pichones (Pérez et al. 2006): 26% extracción + 49% mortalidad = 75% (Tabla 1).

2.4 Cacería de pichones sin destrucción de nidosUtilizamos la tasa de extracción de pichones reportada por González (2003), pero no tuvimos en cuenta el aumento en mortalidad. Modelamos los efectos como un aumento la tasa de mortalidad de los pichones igual a la mortalidad natural más la proporción de pichones extraídos: 25% + 26% = 51% (Tabla 1).

2.5 Cacería de pichones con destrucción de nido y cacería de subsistencia

Modelamos los efectos aditivos de cosechas pequeñas de adultos (cacería de subsistencia) sobre una población sometida a tasas muy altas de extracción de pichones (cacería de pichones con destrucción de nidos): 20 adultos anuales, 75% mortalidad de pichones (Tabla 1).

2.6 Cacería de pichones sin destrucción de nidos y subsistencia

Modelamos los efectos aditivos de cosechas pequeñas de adultos (cacería de subsistencia) sobre una población sometida a tasas altas de extracción de pichones (cacería de pichones sin destrucción de nidos): 20 adultos anuales, 51% mortalidad de pichones (Tabla 1).

2.7 Cacería de adultos para obtener plumas para artesanías

Como no hay reportes al respecto, para evaluar los efectos de este tipo de cacería utilizamos un análisis de sensibilidad (Ralls et al. 2002). Modelamos la extracción mediante aumentos sucesivos en la mortalidad: de a 1% desde 4% (mortalidad natural) hasta 14% (10% extracción), y de a 5% hasta el 34% (30% extracción; Tabla 1).

3. Resultados

3.1 Crecimiento poblacional y probabilidad relativa de extinción

Con una población inicial de 4.000 individuos ninguna de las presiones modeladas, cuando actúa independientemente, llevó a la extinción de la población en los primeros 100 años (Tabla 2; figura 1). Sin embargo sólo el escenario control y el de cacería de subsistencia produjeron tasas de crecimiento positivas, de tal manera que la población se mantuvo oscilando alrededor de su capacidad de carga. En los dos escenarios de extracción de pichones la población mostró tasas de crecimiento negativas, pero destruir los nidos para hacerlo tuvo grandes efectos negativos sobre la población: la probabilidad de extinción pasó del 0 al 5% y el tamaño final de la población se redujo de más de 1.000 individuos a 23. Igualmente la combinación de la cacería de subsistencia con las dos formas de extracción de pichones disminuyó aún más las tasas de crecimiento y aumentó enormemente la probabilidad de extinción de la población, la cual fue del 51% sin destrucción de nidos y del 100% con destrucción de nidos.

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Tabla 2 Resultados de la simulación de los diferentes escenarios

Ni=4000 Ni=500

Escenario Det - r Stoc - r SD(r) PE Nf Det - r Stoc - r SD(r) PE Nf

1. Sin cacería 0,017 0,015 0,023 0,00 3788 0,017 0,013 0,025 0,00 1984

2. Subsistencia 0,017 0,009 0,023 0,00 3743 0,017 -0,051 0,049 1,00 0

3. PCD -0,046 -0,055 0,075 0,05 23 -0,046 -0,055 0,115 0,67 5

4. PSD -0,010 -0,013 0,029 0,00 1026 -0,010 -0,016 0,40 0,00 118

5. PSD y S -0,010 -0,051 0,109 0,51 139 -0,010 -0,083 0,125 1,00 0

6. PCD y S -0,046 -0,131 0,206 1 0 -0,046 -0,136 0,147 1,00 0

Ni: número inicial de adultos reproductivos en la población, r: tasa de crecimiento poblacional, (SD)(r): desviación estándar de la tasa de crecimiento, PE: probabilidad de extinción, Nf: número final de adultos reproductivos a los 100 años.

Figura 1 Promedios de la curva de crecimiento poblacional bajo los diferentes escenarios con un tamaño poblacional inicial igual a la capacidad de carga (4000 adultos reproductivos)

SC: sin cacería, S: subsistencia, PSD: pichones sin destrucción, PCD: pichones con destrucción, PSD y S: pichones sin destrucción y subsistencia, PCD y S: pichones con destrucción de nidos y subsistencia.

se está acercando a la mitad de su capacidad de carga, y la población sometida a cacería de pichones sin destrucción de nidos a pesar de que no se extingue sí muestra una tasa negativa de crecimiento poblacional. Por el contrario los dos escenarios aditivos tuvieron una probabilidad de extinción del 100%. La cacería de subsistencia también tuvo una probabilidad de extinción del 100%, debido a que este tipo de extracción fue modelada con tasas de extracción fijas y no como una proporción de la población.

Figura 2 Promedios de la curva de crecimiento poblacional bajo los diferentes escenarios con un tamaño poblacional inicial de 500 adultos reproductivos

SC: sin cacería, S: subsistencia, PSD: pichones sin destrucción, PCD: pichones con destrucción, PSD y S: pichones sin destrucción y subsistencia, PCD y S: pichones con destrucción de nidos y subsistencia.

4000

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Años

2000

1000

0200 40 60 80 100

SCSPSD

PCDPSD y SPCD y S

Cuando el tamaño inicial fue de 500 individuos sólo el escenario control y el escenario de cacería de pichones sin destrucción de nidos no tuvieron ninguna probabilidad de llevar a la extinción a nuestra población de A. ararauna (Tabla 2; figura 2). Al final de los 100 años de simulación la población sin cacería apenas

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PCD y S

3.2 Análisis de sensibilidad para el escenario cacería de adultos para artesanías

El análisis de sensibilidad para el escenario de cacería de adultos para artesanías muestra que este tipo de extracción puede tener profundos efectos sobre la viabilidad de la población (Tabla 3). Con sólo extraer el 3% de los adultos la tasa de crecimiento de la población se vuelve negativa, con extraer el 8% de los adultos comienza a haber probabilidades de extinción, y con tasas de extracción iguales o mayores del 10% la probabilidad de extinción de la población en los siguientes 100 años oscila entre el 52 y 100%.

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Tabla 3 Análisis de sensibilidad para el escenario de cacería de adultos para artesanías

% extracción r SD(r) PE Nf TE

1% 0,007 0,023 0,000 3661

2% 0,000 0,023 0,000 3191

3% -0,008 0,024 0,000 1646

4% -0,016 0,032 0,000 782

5% -0,026 0,034 0,000 302

6% -0,035 0,037 0,000 130

7% -0,045 0,045 0,000 50

8% -0,054 0,055 0,020 20 96

9% -0,065 0,079 0,190 7 95

10% -0,073 0,095 0,520 3 90

15% -0,114 0,119 1,000 0 63

20% -0,155 0,123 1,000 0 46

25% -0,199 0,139 1,000 0 36

30% -0,243 0,145 1,000 0 30

r: crecimiento poblacional, (SD)(r): desviación estándar de la tasa de crecimiento, PE: probabilidad de extinción, Nf: número final de adultos, TE: tiempo promedio para la primera extinción.

4. Discusión

4.1 Estructura del modelo de PVA

- Criterio de extinciónPara determinar qué pasaría con nuestra población si se eliminarán todas las presiones luego de que su tamaño ya se ha reducido, por ejemplo luego de los 100 años de simulación de los escenarios iniciales, realizamos un análisis de sensibilidad variando el tamaño inicial de la población y el número de años simulados de acuerdo a las recomendaciones de Reed et al. (2002). El tamaño inicial lo variamos de a 100 individuos desde 500 hasta 100, y de a 10 individuos desde 100 hasta diez. El número de años simulados lo variamos de a 100 años desde 100 hasta 500 (Tabla 4). Ta

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Durante los primeros 100 años hubo alguna probabilidad de extinción con tamaños poblacionales iniciales menores de 30 individuos, y de los 200 años en adelante cuando éstos fueron inferiores a 60 individuos (Tabla 4). Con un tamaño inicial de entre 10 y 60 individuos la probabilidad de extinción de la población prácticamente se duplicó entre los 100 y los 200 años, y permaneció relativamente estable en adelante. Durante los primeros 100 años sólo las poblaciones con tamaños iniciales de 10 y 20 individuos presentaron tasas de crecimiento negativas, y a partir de los 300 años todas tuvieron tasas de crecimiento positivas. A pesar de esto las tasas de extinción se mantienen relativamente constantes debido a un crecimiento extremadamente lento que hace que la población permanezca durante mucho tiempo (siglos) en tamaños a los que es alta la probabilidad de extinción debida al azar (Ralls et al. 2002).

De esta manera, el criterio de extinción del modelo adquiere enorme importancia. ¿Estamos dispuestos a aceptar que con 10 o 20 individuos nuestra población es viable, a pesar de que está cuasi extinta y aún sin disturbios su tasa de crecimiento es tan lenta que por puros eventos aleatorios su probabilidad de extinción en los siguientes 500 años oscila entre 46 y 75%?

Para probar el efecto de utilizar un criterio de extinción basado en el número de individuos final en lugar del que usamos inicialmente de que sólo permanezca un sexo, realizamos un análisis de sensibilidad para los escenarios iniciales que tuvieron tasas de crecimiento negativas (ver tabla 2). Para esto en la ventana de descripción del escenario variamos el tamaño final de la población que significaría la extinción, de a diez individuos desde diez hasta 60 (Tabla 5). No incluimos el escenario aditivo de extracción de pichones con destrucción de nidos y cacería de subsistencia pues este ya tenía una probabilidad de extinción del 100%. Utilizar tamaños poblacionales finales pequeños no tuvo efecto sobre la probabilidad de extinción en la mayoría de los casos con excepción de los escenarios aditivos. En el caso de la extracción de pichones sin destrucción de nidos y cacería de subsistencia la probabilidad relativa de extinción de la población aumentó en cerca de 10%, y en el caso de la extracción de pichones con destrucción de nidos y cacería de subsistencia esta pasó del 5% al 72% cuando el criterio de extinción fue un tamaño poblacional final menor de 30 individuos y al 98% cuando éste fue de menos de 60 individuos.

Tabla 5 Análisis de sensibilidad de la probabilidad de extinción en los escenarios modelados variando el tamaño poblacional final como criterio de extinción

1 sólo sexo 10 20 30 40 50 60

Pichones sin destrucción de nidos 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

Adultos para artesanías 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

Pichones sin destrucción de nidos y subsistencia 0,51 0,61 0,66 0,68 0,68 0,67 0,63

Pichones con destrucción de nidos 0,05 0,09 0,38 0,72 0,86 0,95 0,98

Consideramos que el criterio de extinción de que sólo permanezca un sexo es excesivamente optimista y no modela de manera real lo que podría pasar a una población en circunstancias extremas. Desconoce los efectos negativos que tienen factores como la depresión por endogamia, la disminución en el flujo genético y la pérdida de variabilidad genética cuando las poblaciones son pequeñas (Reed et al. 2002, Miller y Lacy 2005). Adicionalmente, teniendo en cuenta que según nuestro modelo las tasas de natalidad y mortalidad son iguales para machos y hembras, este requisito se cumpliría cuando quede un sólo individuo.

Creemos que en éstos casos es mejor utilizar como criterio de extinción un mínimo tamaño final bajo el cual la población comienza a dejar de ser viable en el tiempo, lo cual ayudaría a cumplir con el objetivo de los PVA de minimizar los riesgos de juzgar incorrectamente el riesgo de extinción de las poblaciones (Reed et al. 2002). Como este valor depende de la biología de cada especie, proponemos que se calcule a partir de un análisis de sensibilidad de lo que pasaría a la población bajo tamaños iniciales pequeños como el descrito anteriormente; por ejemplo el tamaño por encima del cual en un tiempo igual al número de años a ser modelado, o durante los primeros 500 años, no hay ningún escenario con probabilidad de extinción (40 individuos en los primeros 100 años y 70 durante los primeros 500 años en el caso de nuestro análisis de sensibilidad; tabla 5). Queremos enfatizar que este procedimiento sólo se debe utilizar para establecer el criterio de extinción de la población y no un mínimo tamaño para que esta sea viable en el tiempo lo cual no se puede hacer con precisión a partir de los PVA (Ralls et al. 2002).

- Rango de hogar, capacidad de carga, efectos de densidad y el establecimiento de áreas protegidasPara abordar esta parte de la discusión es necesario tener en cuenta los posibles errores que tiene el cálculo del valor de la capacidad de carga que introdujimos en nuestro modelo.

El valor de la capacidad de carga puede estar sobre o sub estimado. Se sabe que las guacamayas y otros psitácidos tienen grandes territorios y pueden desplazarse diariamente más de 25 km, pero no se conoce con precisión el área de sus rangos de hogar o de sus movimientos poblacionales de tal manera que no sabemos si las 200.000 ha que elegimos para calcular K representan el verdadero rango de hogar de una población de A. ararauna. Igualmente el valor de densidad poblacional que usamos para el cálculo proviene de un estudio realizado en un área menor al rango de hogar que se cree puede tener la especie (Terborgh et al. 1992) y con métodos que subestiman los valores de

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densidad poblacional (Casagrande y Beissinger 1997) lo que significaría que la capacidad de carga podría ser mayor.

Los datos de densidad reportados en la literatura y el modelo usado para nuestras simulaciones asumen que las guacamayas tienen una distribución aleatoria en el espacio y que no hay diferencias en la calidad de diferentes parches de hábitat en el área del rango de hogar (Reed et al. 2002, Miller y Lacy 2005). Sin embargo se sabe que muchas poblaciones de guacamayas presentan patrones de distribución agregados, al menos temporalmente, alrededor de ciertas áreas como los salados y los cananguchales en los que hay gran abundancia de recursos como sales minerales y áreas de anidamiento (Brightsmith 2003, González 2003, Brightsmith 2004, Brightsmith y Bravo 2006). Es importante tener en cuenta esta información para futuros PVA, de tal manera que estos puedan usar modelos explícitos espacialmente que reflejan de una manera más precisa el comportamiento de la población y su riesgo de extinción frente a diferentes escenarios (Ralls et al. 2002, Reed et al. 2002).

Así, es posible que el rango de hogar de una población de A. ararauna no sea de 200,000 ha (podría ser menor), o que la capacidad de carga de un área de estas dimensiones sea mayor o menor que la calculada. Con esto no queremos decir que este no es el rango de hogar de nuestra especie o que no sea necesario proteger áreas con estas dimensiones para conservar poblaciones sanas de guacamayas, pues somos conscientes que para hacerlo sería necesario realizar estudios que incluyan métodos de captura-recaptura o seguimiento por telemetría entre otros. Lo que queremos señalar es que si un área de conservación de 200,000 ha no incluye las áreas estratégicas como los salados y los cananguchales entonces puede no asegurar la persistencia de la población.

4.2 Efectos aditivos de los disturbiosNuestros resultados reflejan que, tal como sugieren Wright el al. (2001) y Collar y Juniper (1992), las pequeñas perturbaciones que en condiciones naturales no afectan la viabilidad de la especie, como los eventos estocásticos o la cacería de subsistencia, pueden tener un efecto devastador y llevar rápidamente a la extinción de las poblaciones cuando estas están siendo sobreexplotadas (ver tabla 2, figuras 1 y 2).

4.3 Mínimo tamaño poblacional y posibilidades de recuperación

Con un tamaño inicial de 500 individuos reproductivos, en ausencia de disturbios, sin cacería y suponiendo que los valores de los parámetros demográficos y genéticos no variaron durante el proceso que llevó a la población a un tamaño

equivalente al 25% de su capacidad de carga, nuestra población lograría eventualmente recuperarse (ver figura 2). Sin embargo su crecimiento sería lento, a los 100 años tendría un tamaño cercano a la mitad de su capacidad de carga (4000 individuos) y serían necesarios al menos 140 para alcanzarla. Igualmente, bajo estas condiciones, cualquier forma de extracción incluida la de subsistencia haría que la población tuviera un crecimiento negativo y tendiera a la extinción (ver figura 1B) aunque en este caso con sólo establecer un periodo de tres años entre cosechas la población volvería a ser viable pero con una tasa de crecimiento cercana a cero (stoc – r: 0.003, PE: 0,00; N final: 806). De esta manera, aunque en nuestra población se cumple el mínimo tamaño poblacional de 500 individuos reproductivos que ha sido propuesto por algunos autores para que una población sea viable (Lande 1988), es posible que si se tienen en cuenta factores como cambios en las tasas reproductivas y de mortalidad, la proporción de sexos, los efectos de densidad y la disminución en el flujo genético y la variabilidad genética entre otros, la población deje de ser viable o permanezca en tamaños en que es más susceptible a cualquier tipo de disturbio.

4.4 Formas y tasas de extracción sostenibleSe sabe que la cacería, especialmente de pichones, afecta negativamente a las poblaciones de loros pero no existen estudios que demuestren sus efectos sobre la variación en la probabilidad de extinción debida a diferentes formas y tasas de extracción (Collar y Juniper 1992, Stolenson y Beissinger 1997, Brooks y Begazo 2001, Wright et al. 2001, González 2003, Pérez et al. 2006). Si tomamos en cuenta que la extracción sostenible es aquella que asegura la persistencia y renovación de un recurso (Stolenson y Beissinger 1997), nuestros resultados indican que bajo las tasas de extracción reportadas para A. ararauna en la Amazonia occidental (Van der Hammen 1992, Brooks y Begazo 2001, González 2003) y en general para los loros neotropicales (Wright et al. 2001), sólo la cacería de subsistencia cumple con este requisito lo que concuerda con lo reportado por Thomsen y Brautigam (1991 en Collar y Juniper 1992) y contradice lo propuesto por Redford y Robinson (1987 en Stolenson y Beissinger 1997) quienes afirman que ésta puede ser una fuente significativa de mortalidad. Nosotros apoyamos la idea que la cacería de subsistencia (como fue definida en el modelo) es sostenible, y pensamos que si ésta se refleja en disminuciones poblacionales posiblemente se deba a que la población ya estaba afectada por otras causas como la sobreexplotación así como sucedió a nuestra población (ver figuras 1 y 2).

No existen estudios ni hay consenso sobre las tasas de extracción que asegurarían un uso sostenible de las poblaciones de loros. Mientras algunos autores piensan que con tasas de saqueo de entre 10% y 50% aún hay “cierta incertidumbre” sobre si las poblaciones pueden ser viables en el tiempo (Wright et al. 2001); otros piensan que en el caso de las guacamayas sus poblaciones podrían permanecer

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viables hasta con un 20% de extracción (Robinson y Redford 1991 y Bodmer et al. 1997 en González 2003). Nuestros resultados apoyan la idea que una tasa de extracción superior al 20% de la producción no es sostenible. Así, tal como reporta González (2003), la población de guacamayas que él estudió está siendo sobreexplotada, no porque la tasa de extracción que él encontró sea superior a este valor teórico (20%), sino porque ésta hace que el crecimiento de la población sea negativo como ocurrió en nuestras simulaciones (ver tabla 2).

Tabla 6 Análisis de sensibilidad de la tasa de extracción de pichones sin destrucción de nido, bajo diferentes tasas de extracción de adultos y siempre teniendo en cuenta la cacería de subsistencia

% extracción

de pichones

PSD PSD + AA 1% PSD + AA 2%

r SD(r) PE r SD(r) PE r SD(r) PE

25 -0,048 0,108 0,47 -0,079 0,160 0,98 -0,097 0,182 1,00

20 -0,019 0,038 0,02 -0,062 0,138 0,75 -0,083 0,162 1,00

15 -0,007 0,027 0,00 -0,030 0,065 0,11 -0,074 0,162 0,93

10 0,000 0,025 0,00 -0,013 0,026 0,00 -0,047 0,106 0,40

5 0,005 0,024 0,00 -0,004 0,025 0,00 -0,019 0,031 0,01

1 0,009 0,023 0,00 0,001 0,023 0,00 -0,011 0,024 0,00

Para intentar determinar una tasa de extracción de pichones que podría ser sostenible, corrimos un análisis de sensibilidad variando la tasa de extracción de pichones (sin destrucción de nidos) de a 5% desde 25% hasta 5% (Tabla 6). Teniendo en cuenta que la cacería de subsistencia no afectó la viabilidad de la población, y que las comunidades indígenas tienen el derecho de reglamentar el uso de sus territorios, incluimos este factor en las simulaciones. No hicimos análisis de sensibilidad para la extracción de pichones con destrucción de nidos, pues al igual que González (2003) consideramos que de por si este proceso no es sostenible lo cual es confirmado por nuestros resultados (ver tabla 2, figura 1). El análisis de sensibilidad indica que la máxima tasa de extracción de pichones de A. ararauna para que la población no disminuya en el tiempo es del 10% (Tabla 6).

Igualmente, se cree que la extracción de adultos para obtener plumas para fabricar artesanías puede estar aumentando para satisfacer el creciente mercado turista (Collar y Juniper 1992), por lo que realizamos un análisis de sensibilidad variando las tasas de extracción de pichones de la misma manera descrita anteriormente, pero combinándolas con las dos tasas de extracción de adultos para artesanías que no produjeron una tasa de crecimiento negativo en la población (ver tabla 3). Los resultados muestran que si se extrae el 1% de los adultos con sólo cosechar el

5% de los pichones la tasa de crecimiento de la población se vuelve negativa, y lo mismo sucede si se extraen el 1% de los pichones y el 2% de los adultos (Tabla 6).

Ante este panorama, y teniendo en cuenta que es probable que actualmente muchas poblaciones de A. ararauna estén siendo sometidas simultáneamente a extracción de pichones y adultos lo que aumenta su probabilidad de extinción y disminuye a cerca de cero las tasas de cosecha para que esta sea sostenible, es posible que bajo condiciones naturales ningún tipo de extracción sea sostenible. Igualmente es importante señalar que debido a que la explotación de guacamayas a gran escala es relativamente reciente en muchas áreas de la Amazonia (especialmente en el caso de las artesanías), puede ser que algunas poblaciones ya estén afectadas por éstos procesos extractivos pero aún no reflejen los devastadores efectos de la extracción de pichones pues en las especies de larga vida como las guacamayas éstos son difíciles de detectar porque toman mucho tiempo en manifestarse (Beissinger 1992, Wright et al. 2001, González 2003; figura 1).

De esta manera es prioritario realizar investigaciones sobre métodos como la cosecha de los pichones jóvenes que van a ser abandonados por sus padres o el establecimiento de nidos artificiales, que a pesar de que tienen menores porcentajes de éxito que los nidos naturales, pueden ser la única manera de aumentar la productividad de las poblaciones de guacamayas y de establecer protocolos para su uso sostenible (Stolenson y Beissinger 1997, Bravo y Brightsmith 2001, Brightsmith y Figari 2003).

5. Conclusiones: posibles medidas de manejo y conservación

- Categoría CITESHay correlación entre el establecimiento de acuerdos y leyes que prohiben el comercio de aves silvestres y la disminución en sus tasas de extracción (Beissinger 1992, Collar y Juniper 1992, Snyder et al. 2000, Wright et al. 2001, Gónzalez 2003). Sin embargo también es una realidad que a pesar de estas restricciones el comercio de psitácidos continúa: entre 1965 y 1973 700.000 loros fueron exportados legalmente de la Amazonia peruana, entre 1982 y 1998 más de 1,8 millones de loros fueron exportados desde el neotrópico (aún después de la firma de la Convención CITES en 1992) y éste sigue siendo común a nivel doméstico (González 2003). La sobreexplotación a la que están siendo sometidas algunas poblaciones de A. ararauna, y probablemente de otras especies de psitácidos, es en parte posible gracias a que ésta se encuentra

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- Área mínima de conservaciónLas áreas protegidas que se establezcan para conservar poblaciones sanas de A. ararauna deben incluir salados y cananguchales, que representan áreas estratégicas para las guacamayas en la Amazonia debido a su gran concentración de recursos alimenticios y sitios de anidación.

AgradecimientosA María Cristina Peñuela por propiciar el curso de Fundamentos de Evolución para Conservacionistas, a María Cristina López-Gallego por introducirnos a los estudios de viabilidad poblacional y a un revisor anónimo por sus comentarios que ayudaron a mejorar este documento.

citada en el apéndice II de CITES lo que deja abiertas las puertas a su extracción pues su comercio es permitido bajo “condiciones que aseguren su sostenibilidad”. Sin embargo, generalmente los permisos de extracción y exportación se conceden sin estudiar los efectos que esto tiene sobre la viabilidad poblacional (Beissinger 1992, Collar y Juniper 1992). Igualmente, es posible que actualmente las poblaciones de A. ararauna estén siendo sometidas simultáneamente a extracción de pichones y adultos, lo que aumenta enormemente su probabilidad de extinción y reduce en igual medida las tasas de cosecha (muy por debajo de lo reportado en la literatura) para que estas se mantengan viables en el tiempo. De esta manera consideramos que hasta que no se realicen los estudios técnicos que determinen unas tasas locales de extracción sostenible y se fortalezcan las herramientas jurídicas que permitan controlar que estas se cumplan, A. ararauna debe ser incluida en el apéndice I de CITES y su comercio completamente prohibido pues amenaza la viabilidad de sus poblaciones.

- Vacíos de informaciónEs necesario realizar estudios para estimar con precisión algunos parámetros demográficos como la capacidad de carga, los tamaños reales de las poblaciones, los movimientos (meta)poblacionales y los efectos de la densidad. También es importante determinar factores como la variabilidad genética poblacional y el flujo genético, los cuales pueden ser importantes si las poblaciones naturales están compuestas por metapoblaciones, y los efectos de la depresión por endogamia los cuales son importantes si las metapoblaciones quedan aisladas y/o tienen tamaños poblacionales pequeños. Con esta información sería posible utilizar modelos de PVA explícitos espacialmente los cuales permitirían simular de forma más real el comportamiento de las poblaciones y proponer diferentes estrategias de manejo de acuerdo a las condiciones locales. Igualmente es prioritario realizar estudios para estimar el verdadero volumen que representa la extracción de adultos para cosechar plumas, pues este tipo de extracción aun en bajas tasas tiene efectos significativos sobre la viabilidad poblacional.

- Criterio de extinciónPara no subestimar el riesgo que pueden representar diferentes formas de disturbio para las poblaciones de A. ararauna, es recomendable que los PVA usen un análisis de sensibilidad para definir el criterio de extinción en términos de un número final de individuos en lugar del criterio más utilizado actualmente en el que se considera que la población está extinta cuando sólo permanecen individuos de un sexo.

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Conocimiento tradicional e instituciones: prácticas de uso y manejo del recurso pesquero en los lagos de Yahuarcaca, comunidades indígenas La Playa, Castañal y San Sebastián (Amazonia colombiana)1

Tatiana Mendoza-Salamanca2

Pablo Andrés Ramos3

Actualmente uno de los enfoques conceptuales más relevantes

para el manejo ambiental y de recursos naturales es el co-

manejo adaptativo. Este enfoque asume la necesidad de incluir

múltiples dimensiones para el análisis de los socio-ecosistemas

así como a los usuarios de los recursos en la toma de decisiones.

En este contexto se realizo un proceso de investigación

descriptivo orientado a determinar como el conocimiento

tradicional ecológico y las instituciones existentes en las

comunidades indígenas de La Playa, El Castañal y San Sebastián

pueden contribuir al inicio de un proceso de co-manejo de

los recursos pesqueros en los lagos de Yahuarcaca (Amazonia

Colombiana).

Palabras clave: Co-manejo adaptativo, Aprendizaje social,

Conocimiento tradicional ecológico, Instituciones, Recursos de

uso común.

1 El presente artículo hace parte de los resultados obtenidos en la tesis de grado de la autora, para la carrera de Ecología en la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales, Pontificia Universidad Javeriana.

2 Programa de Ecología, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá – Colombia. [email protected]

3 Profesor del departamento de Desarrollo Rural y Regional, Facultad de Estudios Ambientales y Rurales, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá – Colombia. [email protected]

Resumen

7.

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Conocimiento tradicional e instituciones Tatiana Mendoza-Salamanca y Pablo Andrés Ramos

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Actually one of the most outstanding approaches for environmental

and natural resources management is adaptive co-management.

This approach takes on the importance of including multiple

dimensions for socio-ecological systems analysis as well as natural

resources users in management decisions. In this context a descriptive

research was carried out to determine how the existing traditional

ecological knowledge and institutions in the indigenous communities

La Playa, El Castañal y San Sebastián can contribute to initiate a co-

management process of fisheryes in Yahuarcaca Floodplains.

Key words: Adaptive Co-managemet, Social Learning, Traditional

Ecological Knowledge. Institutions, Common Use Resources

Introducción

Por buen tiempo el manejo de los recursos naturales ha desconocido la naturaleza compleja y dinámica de los sistemas e ignorado las dinámicas no lineales y de interdependencia entre la dimensión biofísica y cultural

(Berkes et al. 2003). Como consecuencia principal, las herramientas para el manejo no han logrado responder de manera adecuada a las características ecológicas de un ambiente dado, preservando su integridad y funciones pero reconociendo que estas son continuamente transformadas, mientras se aseguran los beneficios del mismo, ni a las características sociales del ambiente, lidiando de una manera efectiva el inevitable conflicto de intereses de los diferentes actores sociales involucrados (Borrini-Feyerabend et al. 2004).

En respuesta a lo anterior, han surgido enfoques como el co-manejo adaptativo que asumen la importancia de incluir en el manejo de recursos naturales las propiedades de los sistemas complejos así como a los usuarios de los recursos en la toma de decisiones.

En esta toma de decisiones juegan un papel fundamental algunas de las características de la cultura humana asociadas al territorio. Autores como Berkes (2008) y Armitage et al. (2007), se han centrado en el papel del conocimiento local, sosteniendo que este conocimiento retroalimentado por la experiencia con el ambiente, puede generar prácticas de manejo esenciales para el co-manejo. Otros autores como Ostrom (2005) se han concentrado en la importancia de la construcción de instituciones o reglas, afirmando que el co-manejo dependerá

parcialmente de las posibilidades de una comunidad de autoorganizarse y crear instituciones para regular el acceso y la extracción de los recursos.

Al situarse esta investigación en la Várzea amazónica, es de especial importancia notar que tanto en la región como en la cuenca, los recursos pesqueros son fundamentales para la subsistencia de las comunidades circundantes y tienen un vínculo directo entre la presión de pesca local y la productividad debido a que constituyen recursos de uso común (RUC), planteando la posibilidad de que las personas que los usan enfrenten fuertes incentivos para sobreexplotarlos.

Por otra parte, en este tipo de ecosistemas, la disponibilidad y abundancia de los recursos pesqueros están determinadas principalmente por períodos de ascenso y descenso de las aguas (Smith et al., 2001). Estas condiciones originan múltiples incertidumbres que dinamizan y moldean los esfuerzos comunitarios de manejo puesto que además de que los recursos presentes se consideran de uso común, las dinámicas ecológicas, moldean los procesos sociales y viceversa, presentándose una realidad ecosistémica de la que normalmente las instituciones no dan cuenta. No obstante las prácticas de manejo locales suelen ser más flexibles y pueden tener la capacidad de de adaptarse a cambios como fuertes alteraciones climáticas, efectos negativos sobre las dinámicas de los lagos y de las especies, cambios en la presiones por el mercado, modificaciones en las formas de extracción etc. Por estas razones, las Várzeas son ecosistemas en donde actualmente se considera pertinente desarrollar procesos de co-manejo.

Los lagos de Yahuarcaca, situados cerca de la ciudad de Leticia en el sur de Colombia, conforman uno de los ecosistemas de Várzea más importantes en el Amazonas colombiano debido a que prestan múltiples servicios ambientales y especialmente porque constituyen parte importante del sustento alimentario y económico de los pobladores aledaños, además movilizan algunas de sus prácticas culturales.

Actualmente, esta zona del trapecio amazónico sufre una fuerte presión pesquera, que está afectando la sostenibilidad de los recursos (Prieto-Piraquive 2006). No obstante, además de las recomendaciones técnicas y las medidas de control establecidas por los entes gubernamentales para la conservación y manejo de los recursos pesqueros, se han empezado a reconocer las necesidades e intereses de las poblaciones aledañas a los lagos, buscando validar la importancia que tienen las comunidades en el manejo de los recursos, iniciando un proceso de entendimiento entre la academia, los pobladores de las comunidades y algunas Organizaciones no Gubernamentales que buscan incluir la participación de las comunidades y el conocimiento local como herramientas que faciliten la conservación y buen uso de los recursos pesqueros presentes en este ecosistema.

Abstract

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De esta manera, como continuación de varios esfuerzos realizados por diversas organizaciones, surge el proyecto “Capacitación para el manejo comunitario de los recursos pesqueros por parte de las comunidades indígenas La Playa, el Castañal y San Sebastián en los lagos de Yahuarcaca (Amazonia colombiana) con el fin de fortalecer a las comunidades, intentando vincularlas a un proceso conjunto, que permita planificar y dimensionar a futuro acciones y propuestas que aseguren los recursos pesqueros presentes en los lagos.

Para poder planificar acciones y propuestas que aseguren la sostenibilidad de los recursos en los lagos, es importante conocer desde las mismas comunidades sus experiencias de manejo y en qué punto de un posible proceso de co-manejo se encuentran ya que como afirman Ruitenbeek & Cartier (2001), el co-manejo puede ser una propiedad emergente de los sistemas, esto es, que puede evolucionar espontáneamente de sistemas simples de manejo a través de retroalimentaciones y aprendizaje en el tiempo y puede pasar con poca o sin intervención externa.

Así pues, surge el presente trabajo, que está articulado al proyecto mencionado anteriormente y que pretende hacer una contribución al posible inicio de un proceso de co-manejo o manejo adaptativo en los Lagos de Yahuarcaca, describiendo y analizando las prácticas de uso y manejo del recurso pesquero en tres comunidades indígenas, partiendo del conocimiento tradicional ecológico y las instituciones existentes en las mismas. Al ser un enfoque reciente el que se utiliza en este trabajo, vale la pena ampliar sus aspectos más importantes en un marco conceptual.

Marco conceptual

socio-ecosistemas, como ejemplo de sistemas complejos adaptativos

Los sistemas complejos adaptativos son sistemas naturales y/o antrópicos que se caracterizan por tener atributos como: ser no lineales, poseer relaciones y dependencias entre escalas espacio-temporales y auto organizarse cuando llegan a puntos críticos de inestabilidad (Gunderson & Holling, 2002).

Berkes & Folke (1998), Folke et al. (2002) y Levin (1999) afirman que las fronteras entre un sistema social y un sistema ecológico son arbitrarias y artificiales, por lo tanto proponen el término de socio-ecosistema para hacer énfasis en el concepto integrado de hombres en la naturaleza. Estos autores sostienen que los elementos de los socio-ecosistemas son un ejemplo de sistemas complejos adaptativos, sus patrones de interacción operan y evolucionan de manera conjunta, las sociedades y el ambiente se modifican uno a otro por medio

de retroalimentaciones entre el ecosistema, las sociedades y la tecnología, el conocimiento local y las instituciones.

Así pues, se pude afirmar que las propiedades de los sistemas complejos tienen implicaciones fundamentales para el manejo ambiental y de recursos naturales. De acuerdo a Berkes et al. (2003), las principales implicaciones son: la imprecisión de los modelos y visiones basadas en el pensamiento lineal, la importancia de análisis cualitativos como complemento de los enfoques cuantitativos y la importancia de usar múltiples perspectivas en el análisis y manejo de socio-ecosistemas.

La Resiliencia, y su efecto en los socio-ecosistemas Según Folke et al. (2002), la resiliencia es un concepto que ayuda a comprender el funcionamiento de los sistemas complejos adaptativos y tiene tres características que la definen: La primera es la cantidad de disturbio que un sistema puede soportar sin pasar a un estado cualitativamente diferente, es decir, manteniéndose dentro del mismo estado de equilibro, la segunda es el grado en el que el sistema es capaz de reorganizarse y la tercera es la habilidad de construir e incrementar la capacidad de aprendizaje y adaptación (Resilience Alliance 2007).

La resiliencia es un elemento importante al tratar de entender cómo las sociedades se adaptan al cambio. La capacidad adaptativa de las sociedades, está limitada por la resiliencia de los sistemas naturales de los que dependen así como de la resiliencia de sus organizaciones, reglas, prácticas y conocimientos que permiten explotar y conservar los recursos naturales. Dado que los socio-ecosistemas están en constante cambio, siempre existirá cierto grado de incertidumbre e imprevisión tanto en el momento en que los humanos experimentan y perciben situaciones nuevas, así como en el momento en que los sistemas cambian por el manejo realizado. Mientras mayor sea la resiliencia, mayor será la habilidad para absorber choques y disturbios y adaptarse al cambio, opuestamente, mientras menor resiliencia posea el sistema, mayor es la vulnerabilidad para manejar y adaptarse al cambio (Adger, 2000 y Berkes et al. 2003).

Co- Manejo adaptativoDe acuerdo con Folke et al. (2002) y Borrini-Feyerabend et al. (2004), el co-manejo adaptativo es un proceso mediante el cual el conocimiento ecológico y las instituciones son revisados constantemente, por medio de cuál se pretende que dos o más actores sociales relevantes colectivamente negocien, lleguen a acuerdos, garanticen e implementen de manera justa y compartida las funciones

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de manejo, sus beneficios y responsabilidades para un territorio particular, área o conjunto de recursos naturales

Co-manejo como aprendizaje socialEn el contexto de co-manejo, el aprendizaje social hace referencia a la acción y reflexión colectiva que ocurre entre diferentes individuos y grupos, mientras trabajan para mejorar el manejo de las interrelaciones humanas y ambientales, de esta manera el conocimiento sobre los cambios socio-ecológicos, adquirido por medio de la experiencia y a través la práctica, evaluación y modificación de las acciones pueden generar la base para la acción colaborativa requerida (Berkes 2009, Hunt 2006 y Folke et al. 2002).

De acuerdo a Keen & Mahanty (2006), el aprendizaje social es un proceso que crea conocimiento a través de la transformación de la experiencia y ocurre en tres ciclos anidados uno dentro de otro. El primer ciclo es de un solo giro, se resuelven problemas rutinarios y se identifican acciones y estrategias alternativas para resolver problemas específicos y mejorar ciertos resultados. El segundo ciclo en cambio requiere dos giros y ocurre cuando existen cosmovisiones y valores que son desafiados, resultando en cambios fundamentales en el comportamiento de los actores implicados en el manejo. El ciclo de tres giros, dirige la atención a las normas y estatutos sobre los cuales los ciclos de uno y dos giros son sostenidos y gobernados. En el diseño o revisión de estas normas y estatutos, el aprendizaje brinda un mecanismo reflexivo para promover cambios en los sistemas de gobierno centrales y generar un verdadero asocio entre los diferentes usuarios de los recursos (Armitage et al. 2007).

Conocimiento tradicional ecológico y su papel en el aprendizaje social

El conocimiento tradicional ecológico o conocimiento local ecológico, ha sido definido por Berkes et al. (2000), como el cuerpo de creencias, prácticas y representaciones que describen la relación de los seres vivos con otros seres vivos y con su ambiente físico que ha sido desarrollado mediante un proceso adaptativo, y sostenido por generaciones a través de la transmisión cultural. Por otra parte, Woodley (2004) afirma que el conocimiento tradicional ecológico debe ser considerado como la propiedad que surge de la interacción entre las creencias, las prácticas y el contexto particular de una comunidad.

De acuerdo a Davidson- Hunt (2006) y Berkes et al. (2008), este conocimiento es fundamental para los procesos de aprendizaje social, en la medida en que se desarrollen prácticas de manejo e instituciones basadas en este conocimiento que ayuden a interpretar y responder a la complejidad y el cambio propios de los socio-ecosistemas contribuyendo a incrementar la resiliencia de los sistemas y a posibilitar formas colaborativas de manejo.

Co-manejo como construcción institucional en el caso de los recursos de uso común (RUC)

Las instituciones son las normas y reglas que los humanos usan para organizar todas las formas de interacciones estructuradas y repetitivas incluidas las relacionadas con el uso y manejo de recursos naturales (Ostrom, 2005). Los recursos de uso común (RUC), son recursos naturales o hechos por el hombre de los cuales es difícil excluir o limitar a los usuarios una vez el recurso es proveído por la naturaleza o por el hombre. Cuando las unidades del recurso producidas por un sistema de recursos de uso común tienen un alto valor y las instituciones existentes, no restringen la manera como las unidades del recurso son apropiadas, los individuos enfrentan fuertes incentivos para apropiarse de más y más unidades del recurso, llevando eventualmente a la sobreexplotación, e incluso la destrucción del recurso (Ostrom, 2005).

Estos supuestos han sido revaluados por casos en campo, en socio-ecosistemas donde la dependencia de las comunidades de los recursos naturales es alta, usualmente hay derechos de propiedad incipientes, reglas que surgen y evolucionan de acuerdo a las necesidades locales para regular el acceso, la apropiación y el uso de los recursos. (Berkes et.al, 1998).

Entender y reconocer estas reglas así como las condiciones y variables que permiten que surjan y evolucionen es fundamental para desarrollar procesos de co-manejo adaptativo puesto que tal como afirman Barret et al. (2001) y Folke (2007), es más fácil adaptarse existiendo instituciones para un propósito que desarrollarlas de nuevo. Ostrom (2005) afirma que en el caso de apropiación de recursos de uso común, existen condiciones que pueden propiciar la creación y cumplimiento de las normas conduciendo a que la extracción del recurso sea regulada, evitando su sobreexplotación y deterioro.

Por otra parte, en el manejo de RUC, se considera relevante examinar los componentes que afectan un campo de acción, entendido como el espacio en el cual las personas al apropiarse de los recursos, interactúan y toman decisiones de acuerdo a las instituciones y al nivel de cooperación que posean, generando costos o beneficios individuales y colectivos. De esta manera, se consideran cuatro componentes fundamentales que afectan los campos de acción, estos son: las condiciones biofísicas y materiales, los atributos del recurso, los atributos de la comunidad y las instituciones o reglas.

En el caso particular de esta investigación el campo de acción hace referencia a un grupo de pescadores de tres comunidades indígenas adyacentes a los lagos de Yahuarcaca que usan principalmente los recursos pesqueros de estos lagos. Se asume que las condiciones biofísicas y materiales que afectan la apropiación de los recursos pesqueros en los lagos, además de la variación de los niveles de las aguas y las consecuencias que esto trae para los peces, son principalmente la dificultad de excluir a otros usuarios de pescar en los lagos (exclusión) y el hecho de que al

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extraer unidades del recurso, estas unidades dejan de estar disponibles para otros (sustractibilidad).

Estas condiciones pueden generar dificultades para lograr acuerdos colectivos entre los pescadores de las diferentes comunidades y evitar la sobreexplotación del recurso. No obstante los demás componentes del campo de acción pueden llevar a que los principales usuarios sean capaces de diseñar y adoptar reglas que permitan la eficiencia en el manejo y la sostenibilidad en el tiempo del recurso. Los principales componentes se asocian con atributos de los recursos tales como la predictibilidad y la existencia de indicadores biológicos que permitan conocer el estado real de los recursos, con atributos de las comunidades asociados a la confianza y reciprocidad, a la autonomía y las experiencias de organización previas de las comunidades entre otros y con las instituciones formales e informales que limitan las elecciones que los apropiadores de los recursos toman.

Área de estudio El sistema de Lagos de Yahuarcaca (Figura 1) se localiza a 4 º 11 Sur y 69º 57´ 19´ .́ Esta a una altitud de 82 msnm y aproximadamente a dos kilómetros al occidente de la ciudad de Leticia. El complejo lagunar se ubica en la llanura de inundación del río Amazonas, constituido por antiguos brazos del sistema (Prieto-Piraquive 2006).

La comunidad de La Playa se encuentra ubicada en una zona inundable del río Amazonas, ubicada a tres kilómetros de la ciudad de Leticia, en la zona adyacente a los lagos de Yahuarcaca (Murillo, 2001). La comunidad está conformada por las etnias indígenas Tikuna y Cocama y por algunos colonos blancos y mestizos, sin embargo la gran mayoría de los pobladores pertenecen a la etnia Tikuna. Actualmente esta comunidad está conformada por 104 familias y 490 pobladores.

La comunidad El Castañal se ubica a tres kilómetros de la ciudad de Leticia en la zona adyacente a la quebrada Yahuarcaca y actualmente cuenta con 96 familias y 451 habitantes. La comunidad San Sebastián a un kilómetro de la anterior y está también próxima a la quebrada Yahuarcaca. Actualmente esta comunidad cuenta con 489 habitantes y 120 familias. En ambas comunidades predominan los habitantes de la etnia Tikuna, no obstante en la comunidad Castañal también se encuentran habitantes colonos o mestizos (Fagua, 2001).

En las tres comunidades predomina una economía familiar de subsistencia basada principalmente en la pesca y la agricultura practicada en zonas de tierra firme y de Várzea; los cultivos se realizan en las chagras que se ubican en las proximidades de las casas. La mayoría de la producción es para el autoconsumo, y los pocos excedentes se venden en el comercio local. Adicionalmente unos pocos pobladores cuentan con la posibilidad de tener un trabajo en la ciudad de Leticia.

Figura 1 Lagos de Yahuarcaca. Modificado de Duque et al. (2008)

Los Lagos se encuentran influenciados por la zona de convergencia intertropical, la temperatura media anual se mantiene alrededor de los 25°C, la precipitación media anual es de 3241mm con un comportamiento monomodal. Existen cambios en el nivel de las aguas del río Amazonas de ocho y 12 metros (Prieto-Piraquive 2006). Por esta razón, la configuración de los lagos y la variedad y abundancia de los peces cambia dependiendo de los niveles del río diferenciándose cuatro etapas: aguas en ascenso, altas, en descenso y bajas (Carrizosa 2004).

Materiales y MétodosPara esta investigación y de acuerdo al marco conceptual establecido se empleó el enfoque de investigación cualitativa, las herramientas usadas fueron: observaciones, diálogos informales, entrevistas semi-estructuradas y un taller que tomo elementos del diagnóstico participativo.

Inicialmente se realizó un acercamiento a las comunidades y se identificaron los actores claves de la investigación que para este caso particular son los pescadores. Luego se realizaron observaciones mediante el acompañamiento a los pescadores durante las faenas de pesca. A continuación se adelantaron diálogos informales con algunos de los

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pobladores más antiguos de las tres comunidades en torno a las creencias relacionadas con la actividad pesquera.

Posteriormente se aplicaron entrevistas semi-estructuradas a 25 pescadores de las tres comunidades de acuerdo a las categorías de análisis planteadas para este estudio, dadas por conocimiento tradicional ecológico y por el análisis institucional.

Por otra parte se desarrollo un taller con herramientas provenientes del diagnóstico participativo donde se elaboraron en conjunto con las comunidades una matriz de reglas y normas que enmarcan la actividad pesquera y mapas del territorio donde se plasmaron las dinámicas espacio-temporales de apropiación de los recursos pesqueros en las diferentes temporadas hidrológicas del año.

Finalmente para la presentación y el análisis de la información se empleó el procedimiento de triangulación, el cual consiste en comparar la información colectada entre las observaciones, los diálogos, entrevistas y el taller así como con fuentes de información secundaria.

Resultados

La actividad pesquera: entre la creencia y la práctica

La creenciaComo afirma Van der Hammen (1992), en muchas comunidades indígenas del amazonas colombianas, las relaciones de las personas con los peces están mediadas por un plano simbólico en el que los peces son considerados como “gente” que tienen “dueño”. En el caso de los lagos de Yahuarcaca existen algunas creencias que influencian las decisiones sobre cómo se usan y se manejan los recursos pesqueros por parte de las comunidades y están relacionadas con entidades asociadas a los lagos denominadas “madres” quienes son las dueñas de los peces y no permiten extraer con tranquilidad el recurso a los pescadores. Con animales como el ave “pájaro Chicua” que es la encargada de avisar al pescador si la situación es o no adecuada para pescar y con amuletos para la buena suerte conjurados por los médicos tradicionales denominados “Pusanga”.

Respecto a la madre de los lagos, la mayoría de los pobladores coinciden con que ella era algo que existía en el pasado. De acuerdo a la mayoría de entrevistados, de los 11 lagos conocidos (figura 2), los que tienen madre actualmente son el Lago Castaño, el Zapatero (aunque algunos afirman que ya no tiene) y el Shucuruyu. Adicionalmente unos pocos consideran la presencia de “la madre” en el lago Carlos. Respecto a los demás lagos los pobladores manifiestan que la madre fue encerrada por los médicos tradicionales o exterminados por los pobladores que habitaron anteriormente estos lagos. Existen otros pobladores que cuestionan el peligro que representa la madre o tienen prácticas para defenderse de ella como ir a pescar en grupo o realizar rituales antes de ir a pescar a los lagos donde se encuentra “la madre”.

“…Ahí hay Boa y se lo puede comer a uno pero yo creo que eso ya nosotros lo tenemos es como de mascota eso porque la persona que viene de afuera a ellos siempre los asustan pero a nosotros no..” (Pescador 53 años, Comunidad La Playa).

“... la mayoría de la gente cuenta que cuando van a pescar por la noche cuentan que eso se mueve todo que es donde está la madre y por eso hay harto pescado como que atrae el pescado y pues depende, entre varios no pasa nada, uno solo si es peligroso por eso siempre vamos dos…” (Pescador 23 años, Comunidad El Castañal).

Figura 2 Mapa realizado por las comunidades de los lagos de Yahuarcaca. Producto final del taller realizado con los pescadores

SISTEMA DE AGUA - LAGOS YAHUARCACA

1 L. Largo

2 L. Redondo

3 L. Taricaya

4 L. Pozo Hondo

5 L. Carlo

6 L. Castaño

7 L. Wadio (Zapatero)

8 L. Shucuruyu

9 L. Pozo Hondo 2

10 L. Boa Anaconda

11 L. Shuyo

En relación con el pájaro chicua, dependiendo del canto del ave, las decisiones de las personas para extraer el recurso pueden cambiar. Cuando el pájaro canta de cierta manera, las personas deciden ir a otros lagos, cambiar el arte de pesca, disminuir el tiempo de la faena de pesca ese día o regresar a sus casas.

“…Llegue hasta el Zapatero y hasta ahí me siguió, yo le dije voy a coger mi flecha voy a picar unos diez bocachicos y con eso basta y cuando pique 10 bocachicos, me aviso, será me estaba diciendo que no más que no pique mas porque canto bravo y ahí yo ya me vine contento contento…” (Pescador 67 años, Comunidad San Sebastián)

Finalmente, elementos como los amuletos denominados “pusanga” pueden hacer que el los peces capturados no se puedan comercializar puesto que al venderlos el amuleto pierde su efectividad.

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“…entonces yo no vendía nada, si alguien me pedía una sarta yo se la regalaba porque en mis sueños yo soñé con el dueño de esa mata y en sueños el me contaba: los pescados que tu coges de mi mata no lo vayas a vender nunca, regálale, y yo le pregunto porque no, pues porque usted daña a mi mata y esa mata es pusanguero para el pescado y si tu le vendes tu dañas mi mata, se va a secar mi mata y ahí ¿a donde tú vas a coger pescado?...”(Pescador, 62 años Comunidad El Castañal).

La prácticaDependiendo de los procesos de ascenso y descenso de las aguas y las consecuencias que esto tiene sobre las poblaciones de peces, los pescadores de las tres comunidades acoplan sus prácticas de extracción del recurso usando diferentes herramientas y enfocando la pesca a lugares donde es posible obtener mejores resultados, de acuerdo a la cercanía de los lagos respecto a sus comunidades y al conocimiento tradicional ecológico que poseen, es decir, tienen estrategias “tradicionales” fuertemente adaptativas a los cambios que sucedan en el ecosistema.

La frecuencia de la actividad pesquera está ligada a las demás actividades que realizan los pobladores de las comunidades. De acuerdo a las entrevistas realizadas, la mayoría de las personas pesca entre tres y cuatro veces a la semana debido a que el resto del tiempo lo dedican a la agricultura o a otras actividades. La mayoría de la pesca es dedicada al autoconsumo y los pocos excedentes se venden en el comercio local. Una faena de pesca puede ser diurna o nocturna y dura en promedio de seis a ocho horas. Generalmente la pesca se realiza de manera individual aunque esporádicamente y sobre todo en las comunidades de El Castañal y San Sebastián las faenas pueden realizarse en grupos para evitar los peligros de “la madre”.

En ocasiones los niños acompañan a sus padres, de este modo se puede transmitir el conocimiento y enseñar a los hijos la tarea de ser pescador. Los pescadores utilizan diferentes artes de pesca como mallas, flecha, vara, espiñel, de manera combinada durante el tiempo que permanecen en los lagos dependiendo de las especies que se deseen capturar.

En zonas del bosque inundable donde los peces encuentran refugio y alimento proveniente de los frutos, hojas y semillas de las plantas allí presentes, además es habitual que algunos de estos frutos se usen como carnada, como: cerezo (Prunus avium), witillo (Genipapa sp.), invira (Pseudobombax sp.,) uvos (Anacardiacaeae), nejillas (Bactris sp.), tamara: (Leonia glycycarpa), umarí (Poraqueiba sericea) y la pepa negra (Solanaceae), entre otros.

La pesca en temporada de aguas en ascenso Durante esta temporada las aguas del río Amazonas ingresan a los lagos haciendo que se dispersen los peces. Este proceso es conocido por los pobladores de las comunidades como el inicio del “mijano”. Los lugares de pesca (figura 3) dependen de la cercanía de los pobladores a determinados lagos, adicionalmente la vegetación empieza a dispersarse facilitando el acceso a lagos que en otras temporadas dificultarían el acceso.

Las artes de pesca que prevalecen durante esta época son las mallas y las varas. Las flechas a pesar de usarse durante todas las épocas son un poco menos efectivas debido a que resulta más difícil capturar los peces por estar estos más dispersos. Pese a ello los pescadores consideran la pesca con flecha una actividad que permite distraerse y divertirse mientras se espera a que la red de resultado.

Algunas de las especies que se capturan con mayor frecuencia en esta época son: branquiña (Potamornina alatamazonica), lisa negra (Leporinus fasciatus), lisa rayada (Schizodon fasciatus), cascuda (Psectogaster amazónica), palometa (Mylossoma aureum), piraña (Serrasalmus spp.) y sardina (Triportheus elongatus).

Figura 3 Lugares de pesca durante la temporada de aguas en ascenso en las comunidades La Playa, El Castañal y San Sebastián los Lagos. Producto final del taller realizado con los pescadores

SISTEMA DE AGUA - LAGOS YAHUARCACA

1 L. Largo

2 L. Redondo

3 L. Taricaya

4 L. Pozo Hondo

5 L. Carlo

6 L. Castaño

7 L. Wadio (Zapatero)

8 L. Shucuruyu

9 L. Pozo Hondo 2

10 L. Boa Anaconda

11 L. Shuyo

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La pesca en temporada de aguas altasEsta época coincide con la floración y fructificación de muchas especies de árboles del bosque inundable, que incrementan la oferta de alimento y hábitat para los peces (Prieto-Piraquive 2006).

Los lugares de pesca (figura 4) están determinados por la facilidad de acceso de todas las comunidades a prácticamente todos los lagos debido a que es el momento en el que existe mayor conexión. Las artes de pesca predominantes son nuevamente las mallas y las varas, la flecha se sigue utilizando y en ocasiones se usa el espiñel.

Algunas de las especies capturadas en esta época son: carawasú (Astronotus ocellatus), dormilón (Hopilas malabaricus), sábalo (Bricon spp.), sabaleta (Brycon melanopterus), wapeta (Hydrolicus scomberoides), bocachico (Prochiludus nigricans) y yaraqui (Semaprochilodus insignis).

Figura 4 Lugares de pesca durante la temporada de aguas altas en las comunidades La Playa, El Castañal y San Sebastián los Lagos. Producto final del taller realizado con los pescadores.

el “friaje” generando una importante disminución de oxigeno provocando condiciones adversas para muchas especies de peces (Prieto-Piraquive 2006).

Los lugares de pesca (figura 5) están sujetos a la facilidad de acceso a los lagos, en este momento el espacio acuático se reduce y por esta razón no es posible acceder a todos. Adicionalmente los pobladores de La Playa afirman que en estos lugares se concentran los peces y con el fenómeno del “friaje” la pesca de tucunaré (Cichla monocolus), bochachico (Prochilodus nigricans) y sábalo (Brycon spp.) es muy buena, los pescadores tienen preferencia por estas especies debido a que el precio en el mercado local es mayor respecto a otras.

Las Artes de pesca utilizadas por los pescadores siguen siendo la malla, vara y en especial la flecha que es más efectiva en el “friaje”.

Las principales especies de peces capturados en esta época son lisa (Anostomus taeniatus), lisa colorada (Leporinus fridericci), lisa negra (Rhytiodus microlepis), palometa (Mylossoma aureum), paco (Piaractus brachypomus), tucunaré (Cichla monoculus), chiripira (Sorubim lima), matacaimán (Pseudoras niger) y branquiña (Potamorhina altamazonica).

Figura 5 Lugares de pesca durante la temporada de aguas en descenso en las comunidades La Playa, El Castañal y San Sebastián los Lagos. Producto final del taller realizado con los pescadores.

SISTEMA DE AGUA - LAGOS YAHUARCACA

1 L. Largo

2 L. Redondo

3 L. Taricaya

4 L. Pozo Hondo

5 L. Carlo

6 L. Castaño

7 L. Wadio (Zapatero)

8 L. Shucuruyu

9 L. Pozo Hondo 2

10 L. Boa Anaconda

11 L. Shuyo

SISTEMA DE AGUA - LAGOS YAHUARCACA

1 L. Largo

2 L. Redondo

3 L. Taricaya

4 L. Pozo Hondo

5 L. Carlo

6 L. Castaño

7 L. Wadio (Zapatero)

8 L. Shucuruyu

9 L. Pozo Hondo 2

10 L. Boa Anaconda

11 L. Shuyo

La pesca en temporada de aguas en descensoDurante el período de descenso de las aguas se genera una disminución de la oferta de alimento y hábitat para los peces. Adicionalmente se presenta

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

La pesca en temporada de aguas bajasLa temporada de aguas bajas es la época en donde el nivel de las aguas es mínimo, en esta época existe una mayor concentración de los peces que habitan los lagos (Duque et al., 2008).

Los lugares de pesca (figura 6) se asocian nuevamente con la dificultad de acceso a determinados lagos y a que los pobladores en esta época tienen preferencia por peces que no tengan escamas y se pueden capturar más fácilmente en estas zonas. Adicionalmente la figura de la “madre” aparece como explicación para no pescar en otros lugares”. Las artes de pesca mayormente usadas son la malla, la vara, la flecha y en las comunidades El Castañal y San Sebastián es común también el uso de la atarraya. Los pobladores afirman que generalmente el abuso o la sobreexplotación del recurso pesquero se da especialmente en esta época.

Algunas de las especies capturadas en aguas bajas son el yaraquí (Semaprochilodus insignis), bocachico (Prochilouis nigicans), cucha (Pterygoplichthys sp.), tucunaré (Cichia monoculus), sábalo (Brycon spp.), palometa (Mylossoma aureum), branquiña (Potamornina altamazonica), dormilón (Hopllas malabaricus), shitari (Rineloricaria spp.), chirui (Hoplosternum littorale), shuyo (Hoplerythrinus unitaeniatus) y la piraña (Serrasalmus spp.).

Figura 6 Lugares de pesca durante la temporada de aguas bajas en las comunidades La Playa, El Castañal y San Sebastián los Lagos. Producto final del taller realizado con los pescadores

Retroalimentaciones socio-ecológicas La dinámica de ascenso y descenso de las aguas presente en los lagos de Yahuarcaca está cambiando debido a que años atrás no existía la isla de La Fantasía. A medida que esta isla continúa creciendo, los lagos cambian su relación con el río. Tiempo atrás cuando subían los lagos, todo se llenaba de plantas acuáticas flotantes, pero cuando bajaban todo se iba, ahora se quedan estas plantas porque ya no hay la misma relación entre el rio y los lagos haciendo que algunos queden cerrados sin acceso. Ese cambio favorecerá a algunas especies de peces y perjudicará a otras (com. pers. S. R. Duque, 2009).

Los pescadores de las comunidades han reconocido dicho cambio y la posible influencia de este fenómeno en la disminución y disponibilidad de algunos recursos pesqueros. De acuerdo a las entrevistas realizadas, el pintadillo (Pseudoplatystoma tigrinum), es una de las principales especies que se han visto afectadas en sus procesos migratorios dado que ya no tienen la misma posibilidad de entrar a los lagos. Sin embargo además de atribuirlo a la aparición de la isla de La Fantasía, algunos consideran que esto ocurre debido a “la madre de los lagos”.

Este cambio en el ascenso y descenso de las aguas está generando que las dinámicas de apropiación del recurso empiecen a variar. Varios pescadores afirmaron que ahora era necesario dedicar un poco más de tiempo que años atrás, otros manifestaban que durante los últimos años han empezado a usar mallas de mayor dimensión o de ojos más pequeños pues ya no es posible capturar peces de tallas grandes como anteriormente lo hacían. Finalmente algunos pescadores coincidían con que es importante permitir que las poblaciones de peces se recuperen y por esta razón han intentado adoptar prácticas como no pescar a los peces juveniles o cuando están desovando o pescar en el río Amazonas en temporadas de aguas bajas sobre todo cuando se quieren peces de talla media.

SISTEMA DE AGUA - LAGOS YAHUARCACA

1 L. Largo

2 L. Redondo

3 L. Taricaya

4 L. Pozo Hondo

5 L. Carlo

6 L. Castaño

7 L. Wadio (Zapatero)

8 L. Shucuruyu

9 L. Pozo Hondo 2

10 L. Boa Anaconda

11 L. Shuyo

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Las realidades y perspectivas institucionales alrededor de la actividad pesquera

Atributos del recurso y de los usuarios Tabla 1 Principales atributos del recurso en los lagos de Yahuarcaca

Atributos del recurso Característica principal

Mejora posibleAunque existe una aparente disminución del recurso manifestada por los pescadores quienes afirman que las capturas respecto al pasado han disminuido, aun existe la posibilidad de que las comunidades se organicen y ejerzan un control sobre la extracción.

IndicadoresNo existen estudios biológicos durante un período de tiempo prolongado que determinen el estado del recurso. Solo se cuenta con las afirmaciones de los pescadores que sostienen que las capturas por unidad de tiempo han disminuido.

PredictibilidadLa predictibilidad es baja, se sabe que en épocas de subienda la pesca es mejor que en otras épocas pero no existe certeza. Esto dificulta la posibilidad de generar acciones de control efectivas por parte de las comunidades.

Extensión EspacialNo existen derechos de propiedad fijos que adjudiquen el uso de los lagos a determinadas comunidades. No obstante existen restricciones dadas por las condiciones de ascenso y descenso de las aguas.

Tabla 2 Principales atributos de los usuarios de los recursos pesqueros en los Lagos de Yahuarcaca

Atributos de los usuarios Descripción

ProminenciaLa dependencia económica del recurso es parcial debido a que actividades como la agricultura y el trabajo asalariado se integran a la pesca para obtener los recursos económicos básicos para el sostenimiento del grupo familiar.

Entendimiento común

Los pescadores reconocen la disminución del recurso y atribuyen dicha disminución al aumento poblacional y a la pesca excesiva, demostrando que son conscientes de las propiedades de exclusión y sustractibilidad de los recursos. Esto genera mayores posibilidades de organizarse para controlar la extracción.

Tasa de descuentoLos pescadores, de acuerdo a sus necesidades extraen los recursos en el presente para suplir sus necesidades, no obstante al capturar peces de talla pequeña algunos prefieren esperar a que crezcan.

Confianza y reciprocidadEl nivel de confianza es bajo, sin embargo los pescadores estarían dispuestos a cumplir las reglas si todos los demás también las cumplieran, lo que demuestra que el grado de reciprocidad puede llegar a ser mayor.

AutonomíaEs aparente la necesidad de las regulaciones externas para lograr el cumplimiento de las reglas dado que la mayoría de las normas existentes no se cumplen y los pobladores manifiestan que por sí mismos se les dificulta organizarse.

Experiencia de

organización previa

Aunque han existido algunos intentos de organización, los pescadores afirman la poca efectividad y debilidad de dichos intentos.

De manera general se observó que la mayoría de los atributos de los usuarios que posibilitarían la generación y cumplimiento de reglas y acuerdos dentro de las comunidades no logran ser cumplidos completamente por la mayoría de los pobladores. Una de las principales dificultades para lograr acuerdos se debe a la inexistencia de indicadores que permitan definir la condición y el estado de los recursos, sumado a ello las experiencias de organización no han sido efectivas y aparentemente existe poca autonomía de las comunidades.

Instituciones formales e informales presentes en la apropiación del recurso pesquero

En la tabla 3 se presentan las principales instituciones implícitas en la apropiación del recurso dadas principalmente por las características que definen quienes son los participantes que pueden acceder a la posición de apropiador del recurso, las elecciones que dichos apropiadores toman de acuerdo a la información que tengan acerca del funcionamiento del sistema y de los costos o pagos que deban asumir al tomar determinadas elecciones.

Figura 7 Instituciones implícitas en la actividad pesquera

Información

Asociados a

Pago

No ser extranjero o no pescar de manera inadecuada.

Apropiador delrecurso

Los pescadores eligenno dedicar demasiadotiempo a la pesca.

Límite

Posición

Elección

Agregación

Los participantes actúan de manera individual excepto cuando las condiciones ambientales no permiten la entrada a algunos lagos.

Obtener o no los recursos pesqueros de una forma eficaz y asegurada.

No se tiene información respecto a las decisiones que toman los demás.

En el caso de las mallas Los participantes asumen el costo de pescar pues consideran que el beneficion es mayor. En el caso de la dinámita o el barbásco los pobladores reconocen que el costo que esta técnica implica supera los beneficios obtenidos.

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De manera general en las comunidades observadas, se puede afirmar que en el grupo de pescadores, las instituciones implícitas en la apropiación del recurso son bastante incipientes, la mayoría se cumplen parcialmente o no se cumplen y no son suficientemente reconocidas por todos ellos. Por otra parte, de acuerdo a la legislación colombiana, existen criterios para clasificar la pesca y establecer diferentes normas, permisos, prohibiciones y sanciones para el ejercicio de la actividad pesquera. Específicamente para las aguas continentales de la Amazonia, se establecen épocas de veda para algunas especies y la prohibición de la pesca con mallas de arrastre, venenos o explosivos.

Según el reglamento interno para las comunidades indígenas del trapecio amazónico la pesca de subsistencia solo se puede realizar con métodos tradicionales de pesca como la atarraya, la flecha, el volantín, el espiñel, la flecha y la vara. Así mismo no está permitida la pesca con venenos químicos o yerbas tóxicas, con dinamita o materiales explosivos o con mallas de cualquier tipo o dimensión. Existen algunas excepciones con respecto al uso de mallas siempre y cuando se realice en época de aguas altas y se use cierta dimensión de malla.

La mayoría de los pescadores de las tres comunidades reconocen las reglas impuestas por el Estado y unos pocos mencionan unas cuantas dentro de las comunidades pero generalmente el pago o las sanciones por incumplir estas reglas no aseguran el cumplimiento de la norma (Tabla 3).

Tabla 3 Matriz de reglas y normas elaborada por las comunidades indígenas

Reglas impuestas por el Estado ¿Se cumple? ¿Qué pasa al que no

cumple?¿Porque se cumple o

porque no?

No usar mallas para la pesca

No se cumpleSe le decomisa la malla y no

se le devuelve

No existe otra opción de ingresos económicos

Es fácil adquirir otra malla

El Estado no informa, no concientiza

No pescar con dinamita o barbasco

Se cumple. En estas comunidades pero en el

Km 11 a veces se pesca con dinamita y afecta las aguas

de la quebrada

Se puede ir a la cárcelPorque es la ley y cada uno lo

sabe dentro de sí mismo

Reglas dentro de la comunidad ¿Se cumple? ¿Qué pasa al que no

cumple?¿Porque se cumple o

porque no?

No pescar cuando los peces desovan

No se cumple NadaNadie exige

Muchas personas no saben cuando los peces desovan

No pescar a los peces pequeños

Algunos lo cumplen Nada

No existe un acuerdoA veces solo se encuentran

peces pequeños entonces toca pescarlos

No pescar con mallas menuderas de 2".

Algunos lo cumplen en aguas altas o cuando hay

abundancia

Se le puede decomisar la malla

Pues toca pescar con esa malla porque no hay de otra

Solo se cogen peces con esa malla

La mayoría los usa solo para el consumo y no para la venta

Discusión y conclusiones Desde el principio de la investigación se planteó abordar tan solo dos de los factores que pueden propiciar el inicio de un proceso de co-manejo incluyendo únicamente un solo grupo de usuarios de los recursos; no obstante hay que comprender que el éxito o fracaso en un proceso de co-manejo en relación con los recursos pesqueros presentes en los lagos no depende de un solo factor, sino de una complejidad de factores que además de las condiciones biofísicas y del conocimiento tradicional e instituciones existentes, pueden incluir conflictos entre actores y usuarios de los recursos, intervención externa, presión de las políticas y mercados locales y globales sobre los recursos naturales entre muchos otros. Sin embargo analizar todos los factores requiere un trabajo más extenso que incluya otros actores involucrados en el manejo de los recursos y que tenga en cuenta escalas mucho más amplias que las incluidas en este trabajo.

Conocimiento Local y aprendizaje socialComo se mostró en los resultados, los habitantes de La Playa, El Castañal y San Sebastián se basan en su conocimiento tradicional para acoplar sus prácticas de uso y manejo del recurso pesquero dependiendo de las diferentes temporadas hidrológicas presentes en el ecosistema. El enfrentamiento o afirmación de algunas de las creencias presentes y las instituciones informales existentes a pesar de ser bastante incipientes y de cumplirse de modo parcial, debido a los condicionantes dados por los atributos del recurso y de los usuarios dificultan afirmar que hay aprendizaje social, no obstante los cambios percibidos en el ecosistema, manifestados por la disminución de las capturas y de las tallas de los peces respecto al pasado hacen que se reconozcan diferentes pasos, o momentos que son conducentes al inicio de un proceso de aprendizaje social y que aportan a la comprensión de la multidimensionalidad que tiene el manejo de este socio-ecosistema (Figura 8).

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Figura 8 Pasos del aprendizaje social en los lagos de Yahuarcaca. Elaborado por la autora (2009)

Así mismo en la medida en que es necesario pescar, los pobladores empiezan a experimentar con nuevas prácticas que permitan resolver el problema que representa la disminución de la disponibilidad y abundancia del recurso, como ir a pescar en grupo, para defenderse de “la madre”, cambiar las artes o los lugares de pesca, no pescar los peces juveniles o cuando están desovando para qué los recursos tengan la capacidad de recuperarse etc. De esta manera existen cosmovisiones y valores que son enfrentados, las creencias y las reglas existentes se ven tanto enfrentadas como realzadas por el contexto.

No obstante este proceso puede generar aprendizajes mejores para el co-manejo adaptativo, mientras algunos preferirán cambiar sus artes de pesca por mallas de ojo más pequeño, otros en cambio se orientarán a modificar las reglas o normas de apropiación del recurso en respuesta a la disminución del recurso. Así mismo, para que las prácticas que se fijen dentro del grupo es necesario que se codifique por medio de las instituciones, las cosmovisiones, etc. De este modo tanto la creatividad como la tradición son importantes para que dicho conocimiento se fije.

Por otra parte, en el caso de las comunidades indígenas, otras de las señales percibidas que pueden reforzar el aprendizaje social significativo para el co-manejo son aquellas que tienen un estatus especial dentro de la comunidad y le informan a la gente prestar atención a posibles eventos. “Pueden ser considerados como presagios recibidos a través de un encuentro en la vida cotidiana o durante los sueños con una persona, animal, planta o ser espiritual, mediante el cual existe un mensaje conocido o que puede ser interpretado” (Hunt 2006). En el caso de los pobladores de Yahuarcaca, casos como los del pájaro Chikua o la “Pusanga” corresponden a este tipo de señales que pueden representar aprendizajes significativos para procesos de co-manejo en la medida en que como se mostro en los resultados, este tipo de señales pueden incidir en el lugar o el número de peces que los pescadores deciden capturar.

Respecto al tercer ciclo del aprendizaje social, en el caso de Yahuarcaca como las instituciones aún no se han fijado y son incipientes, tampoco ha existido la posibilidad de que exista un reflexión que promueva cambios ni en los gobiernos centrales ni locales, no obstante estas instituciones incipientes pueden posibilitar a futuro la creación de acuerdos de pesca formales dentro de las comunidades que en instancias posteriores podrían llevarse a escalas de gobierno un poco más amplias.

Construcción institucionalEn el caso de las comunidades La Playa, El Castañal y San Sebastián, a pesar de existir la percepción de la necesidad de manejar los recursos pesqueros debido a la amenaza que representa la disminución de los recursos para su subsistencia, existe una falla para resolver los conflictos. Esto debido a que actualmente las relaciones efectivas de confianza y reciprocidad son reducidas en la medida en

El primer paso del aprendizaje social está dado por procesos cíclicos del ecosistema, de esa manera las señales percibidas por las personas no representan una verdadera novedad, se trata de cambios que se sabe van a suceder en un momento específico. Ejemplo de esto lo constituye el conocimiento que tienen los pobladores respecto a los procesos migratorios de las diferentes especies de peces asociados a etapas específicas de ascenso y descenso de las aguas, las artes de pesca necesarias para capturar ciertas especies, los hábitos alimenticios de los peces etc. Gracias a ese conocimiento, los pescadores logran obtener los recursos pesqueros necesarios para su sustento de un modo eficaz y asegurado. Estas señales familiares son aprendidas no solo gracias a la experiencia sino también como parte de la tradición de una sociedad. La etnia Tikuna ha sido pescadora desde hace mucho tiempo y en la actualidad los hijos acompañan a sus padres para aprender la tarea de ser pescadores.

Por otra parte dentro de esas tradiciones, además de la pesca existe la agricultura y adicionalmente la cercanía a Leticia ha propiciado la posibilidad de tener un trabajo, de ese modo a pesar de que no existen instituciones que regulen las cantidades, épocas o tiempo para pescar, los intereses se alinean en la medida en que los beneficios obtenidos por la pesca no superen sus costos, coincidiendo con las condiciones biológicas. En este sentido el conocimiento tradicional es adaptativo.

El segundo ciclo del aprendizaje social está dado por señales o cambios en el ecosistema que son percibidos como realmente novedosos por los pobladores. En el caso de los lagos, la aparición de la isla de La Fantasía ha cambiado la dinámica de ascenso y descenso de las aguas y consecuentemente los procesos de recolonización íctica. Los pescadores al percibir esta señal para la cual aparentemente no existía una respuesta codificada en su memoria social, empiezan a buscar nuevas interpretaciones provenientes de sus tradiciones y creencias, en este caso además de los factores biofísicos aparece la “madre de los lagos” como explicación a que los lagos se cierren.

Cambios en las normasy estaturos formales

Cambios en las prácticas de uso y manejo debido a señales

percibidas como novedosas.

Prácticas de uso y manejo en las diferentes temporadas

hidrológicas.

Gobierno Intensión Acción Resultados

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que no han existido experiencias de organización duraderas que promuevan la existencia de un sistema de reglas que resuelvan el problema de la exclusión, es decir que defina quienes, y de acuerdo a cuales acciones se tiene derecho o no a extraer los recursos y que según Ostrom (2005), es uno de los principios para que se formen instituciones que tengan éxito en el mantenimiento de los RUC.

Sin embargo como se mencionó anteriormente, el conocimiento local de los pobladores ha permitido que se pueda iniciar un proceso de aprendizaje social que puede ayudar a que el capital social se incremente. Esto se hace evidente dado que la mayoría de los pobladores manifiestan la necesidad de organizarse para evitar que pobladores ajenos a los lagos o que abusan del recurso ingresen a pescar, por esta razón dentro del proyecto “Capacitación para el manejo comunitario de los recursos pesqueros”, una de las actividades programadas consiste en crear un sistema de vigilancia y monitoreo por parte de las comunidades para no permitir la pesca de personas ajenas a los lagos o que incumplan un sistema de reglas que está en construcción. Esta estrategia ha sido adoptada por varias comunidades de la amazonia peruana y brasilera que están desarrollando procesos de co-manejo, demostrando que mediante esta vigilancia se estimula la cohesión del grupo para respetar y cumplir reglas o acuerdos informales.

Finalmente en la tabla 4. se muestran los principales aspectos a favor y en contra que se presentan en las comunidades La Playa, El Castañal y San Sebastián para que sea posible un proceso de construcción institucional.

Tabla 4 Aspectos a favor y en contra de la construcción institucional en las comunidades indígenas La Playa, El Castañal y San Sebastián

Aspectos a favor Aspectos en contra

La mayoría de los pobladores manifiesta la necesidad de organizarse para evitar

la entrada de personas ajenas o que incumplan acuerdos de pesca que están en

construcción.

La mayoría de los atributo de los usuarios no se cumplen.

Dadas las condiciones biológicas los intereses respecto a lugares y tiempos se alinean de modo que los beneficios obtenidos por la pesca no superen sus

costos.

No han existido experiencias de organización duraderas surgidas dentro de las comunidades que promuevan la

existencia de un sistema de reglas.

Las comunidades tienen capacidad de modificar las reglas en uso.

Reglas en uso a pesar de ser incipientes y de cumplirse de modo parcial son relevantes si se logran conectar a un

contexto institucional y sociopolítico más amplio.

No pescar con dinamita o barbascoSe cumple. En estas comunidades pero en el Km 11 a veces se pesca con dinamita y

afecta las aguas de la quebrada

Consideraciones FinalesFinamente dado que este trabajo está articulado a un proyecto auspiciado por la agencia de cooperación internacional estadounidense para el desarrollo (USAID), cuyo objetivo es construir capacidades para la conservación y el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad y los servicios ambientales en la región, considero fundamental tener en cuenta algunas de las principales visiones e ideas que se han generado alrededor de la Amazonia y las implicaciones que estas ideas tienen en la forma de abordar el manejo y la conservación de los recursos naturales.

De acuerdo con Restrepo (2008), la conservación y el manejo ambiental son aspectos relacionados especialmente con lógicas de relacionamiento del poder que involucran inevitablemente a todos los actores o usuarios de los recursos y ha sido una producción discursiva en el marco de una realidad global, a todas vistas en crisis, condicionando unas lógicas de abordar el manejo y la conservación, en las que la forma de operar se da bajo la idea de proteger algunos atributos específicos de la naturaleza, generando diferentes modelos y tendencias que en ocasiones se aplican sin ser evaluados en su efectividad y pertinencia.

Esto sucede especialmente en contextos locales como la Amazonia donde la riqueza y diversidad que presentan esta áreas, hacen que sean identificados en muchos casos simplemente como áreas de reserva para el mundo, en los que se considera pertinente desarrollar procesos mediante los cuales se garanticen la permanencia de elementos específicos por medio de la creación de políticas y programas de conservación y gestión para la biodiversidad.

Como resultado de esta visión, en zonas como los lagos de Yahuarcaca, se ha creado una iniciativa de manejo que pretende entre otras cosas generar posibilidades de crear un área de manejo especial donde la preservación de las especies y el mantenimiento de los servicios ambientales corresponden a los objetivos principales del manejo.

De esta manera se hace evidente otro problema, que no radica en la necesidad de la conservación, cosa que difícilmente se podría discutir, el problema radica en que los métodos para lograr la conservación parten de las necesidades de enfrentar la crisis global y su consecuente pérdida de diversidad biológica. De ese modo y siguiendo a Restrepo (2008) “las decisiones que determinan el uso y manejo de un territorio se basan en una imagen de la negación de lo otro, entendido como el conjunto de conocimientos, saberes, percepciones, prácticas y demás que están asociadas con imaginarios y dependencias inmediatos de la naturaleza y que suponen un conflicto ético al momento de negar las necesidades locales a partir de los intereses globales, o en supeditar las posibilidades locales a las necesidades globales”.

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No obstante existen otras visiones que además de partir de las lógicas de la crisis ambiental global, pretenden involucrar los procesos, conocimientos saberes y prácticas locales, ejemplo de esto lo constituyen propuestas como el co- manejo adaptativo.

En el caso de los lagos de Yahuarcaca esto se hace evidente en la medida en que como se mencionaba anteriormente durante los últimos años se ha pretendido generar un dialogo de saberes entre la academia y las comunidades indígenas. No obstante y sin demeritar los avances logrados, este acercamiento a las comunidades y la advertencia de lo local nuevamente se ve articulado al discurso global dominante, dado que los saberes y prácticas, además de asociarse con dependencias y percepciones propios de las comunidades, son vistas especialmente como herramientas que pueden posibilitar un “buen uso y manejo de los recursos”.

De este modo se puede afirmar que la idea del indígena ambientalista y protector de la naturaleza, tal como lo afirma Carrizosa (2004) sigue siendo recurrente dentro de distintos discursos en torno a la conservación de la Amazonia. Si bien actualmente diversos autores han documentado prácticas de manejo que ayudan a disminuir la degradación ambiental, es necesario tener presente que estas prácticas son procesos en los que constantemente se reformula la relación hombre-naturaleza a partir del contexto, en ocasiones donde la crisis ambiental pierde importancia debido a la necesidad de sobrevivir.

Por otra parte esta idea ha generado una importante transformación en la forma en la cual los indígenas eran y son vistos, y en la forma en la cual ellos mismos se ven. Comunidades que tal vez nunca se habían interesado por la conservación empezaron a enfatizar este aspecto como fundamental debido a iniciativas de manejo y conservación de los recursos, en ocasiones llevando a que el tema de la conservación sea impuesto en las comunidades implementando proyectos que sin tener claro el impacto que generan, se dan en respuesta a la idea el indígena protector de la naturaleza (Mora 2006).

En casos como los Lagos de Yahuarcaca la implementación de proyectos como el de “Capacitación para el manejo comunitario de los recursos pesqueros” hacen evidente lo mencionado anteriormente en la medida en que a pesar de que la mayoría de pescadores reconocen la importancia de los recursos pesqueros y los lagos como parte fundamental de su reproducción física y cultural, y poseen algunas creencias y prácticas que pueden contribuir a regular la pesca, hasta el momento no han existido procesos sólidos surgidos dentro de las mismas comunidades que propendan por conservar los recursos pesqueros debido en gran parte a que existen otras necesidades percibidas y manifestadas por los pobladores quienes consideran requieren igual o mayor asistencia tales como la salud, la educación etc.

Esto se hizo evidente por algunos de los pobladores de las comunidades de Yahuarcaca cuando al presentarles el proyecto de capacitación las personas se ven interesadas y enfatizan la importancia de la conservación, pero este interés se da especialmente en respuesta a incentivos económicos con los que existiría la posibilidad de suplir unas pocas necesidades básicas, más allá que el interés real por la conservación. Es entonces necesario tener presente que este tipo de iniciativas a pesar de pretender generar la vinculación de las comunidades en los procesos de planificación y gestión de los territorios e incluso fortalecer los procesos locales, puede tener implicaciones que lleguen a ser contraproducentes con los mismos objetivos de la conservación en tanto se vean limitados sus procesos de autogestión debido a que los programas e iniciativas son impuestos y porque se crea una dependencia de las comunidades a los fondos económicos que limita el alcance y continuidad de las estrategias que puedan generarse.

AgradecimientosAgradecimientos especiales a las Comunidades La playa, El castañal y San Sebastián. El financiamiento se debió al apoyo de la Fundación Tropenbos Internacional (Colombia) y USAID (Agencia de cooperación internacional Estadounidense). Reconocimiento tambien a Santiago R. Duque Escobar y Abel Santos.

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201

Calidad del agua y aspectos hidrológicos de la quebrada Yahuarcaca: especial énfasis en su función como fuente abastecedora para la ciudad de Leticia, sur de la Amazonia colombianaEduardo Antonio Ríos-Villamizar1

Santiago R. Duque2

Las diferentes actividades antrópicas que se vienen desarrollando en la microcuenca de la quebrada Yahuarcaca producen cambios en la calidad de sus aguas. Analizando los datos del levantamiento realizado sobre la calidad del agua, hidrología y precipitaciones locales, así como la discusión acerca de los procedimientos relacionados con el uso del agua realizado por las comunidades asentadas en zonas críticas a lo largo de la microcuenca, se constató que la variable Color se correlacionó con el nivel del agua, estando fuera de los parámetros vigentes en cuanto al uso del agua para consumo humano y doméstico. Además se demostró, para un período de once años, que el nivel del agua registrado en la quebrada Yahuarcaca depende en gran medida del nivel presentado por el Río Amazonas y no de las precipitaciones locales. También se observó que durante seis años se ha presentado una tendencia al aumento de los niveles para el período de aguas bajas. Los valores de pH están dentro de los parámetros admisibles sólo en la zona baja de la microcuenca y durante la época de aguas altas, así como los valores de Hierro y Turbiedad en la zona alta de la microcuenca. A partir de los resultados microbiológicos, ninguna de las muestras salió apta para el consumo humano. Debido a la gran importancia que el agua proporcionada por la microcuenca de la quebrada Yahuarcaca tiene para los pobladores de la ciudad de Leticia,

1 Programa de Doutorado em Clima e Ambiente. Projeto INPA/Max-Planck. Instituto Nacional de Pesquisas da Amazonia (INPA), Oficina Central do Programa LBA - Campus II, Av. André Araújo, 2936, Aleixo,Caixa Postal 478, CEP: 69060-000, Manaus, Brazil. E-mail: [email protected]

2 Instituto Amazónico de Investigaciones (Imani), Universidad Nacional de Colombia, Sede Amazonia, Km 2 vía Tarapacá. Leticia, Colombia. E-mail: [email protected]

Resumen

8.

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Calidad del agua y sus aspectos hidrológicos Eduardo Antonio Ríos-Villamizar y Santiago R. Duque

202 203

es necesario aumentar el interés de las acciones que tengan como resultado la reducción de las alteraciones sufridas por la mencionada microcuenca.

Various anthropic activities have been developed in the principal stream of the Yahuarcaca catchment producing changes in water quality. Analyzing the data from the water quality, hydrology and local rainfalls survey, and the discussion about the procedures related to the water use made by the communities seated in critical zones along the catchment, it was found that the Color variable was correlated with the water level and it not fit within the acceptable parameters regarding the use of water for human and domestic consumption. In addition, it was demonstrated, for an eleven-year period that the water level registered for the principal stream of the Yahuarcaca catchment depends strongly on the level presented by the Amazonas River, and not on local rainfalls. Furthermore, we observed a level increasing trend for the low water seasons during six-year period. The pH-values were within the admissible parameters only at the low area of the catchment and especially during the high water season; as well as the Iron and Turbidity values in the high area. In general, by the microbiological results, none of the samples was apt for the human consumption. Owing to the great importance that the water provided by the Yahuarcaca catchment has for the settlers of the Leticia city, it is necessary to raise the interest for actions which result in the reduction of the alterations suffered by the aforementioned catchment currently.

Introducción

La quebrada Yahuarcaca tiene como uno de sus papeles de gran importancia el suministro del agua al acueducto de la ciudad de Leticia. Nace en las planicies selváticas de la Amazonia Colombiana y hace su recorrido

en dirección noreste para desembocar en el Río Amazonas. Las diferentes actividades antrópicas que se vienen desarrollando en la microcuenca producen cambios en la calidad de sus aguas; mucho más cuando las actitudes y procedimientos de las poblaciones humanas tienen como base el uso de la quebrada como simple diluyente de los residuos líquidos que se

generan. Procedimientos de mejor manejo del recurso agua en los tramos superiores a la Bocatoma del acueducto de la ciudad de Leticia, permitirán optimizar y mejorar los sistemas de tratamiento y reducir los costos de estos procedimientos, factor favorable no sólo para la empresa encargada del abastecimiento sino para los mismos pobladores, tanto del área urbana de dicha ciudad como de las áreas próximas a la quebrada.

El presente documento se enmarca dentro de un macroproyecto que fue planteando en el 2003 por varias entidades de la región, entre ellas la Alcaldía de Leticia, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Leticia (EMPOLETICIA), Corpoamazonia, Juntas de Acción Comunal del sector Escobedos y Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia. Dicha propuesta titulada “Diseño e implementación de sistemas de tratamiento y búsqueda de alternativas sociales para la reducción de potenciales niveles de contaminación en la Quebrada Yahuarcaca, Amazonia colombiana” fue presentada al Secretariado de Manejo del Medio Ambiente para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe (SEMA).

El objetivo del presente artículo es caracterizar la calidad del agua de la quebrada Yahuarcaca, su comportamiento hidrológico y analizar las relaciones existentes entre estos dos últimos factores, así como discutir aspectos relacionados con el uso del agua en zonas críticas de la microcuenca.

Materiales y MétodosLa metodología de trabajo fue dividida en tres partes fundamentales. En primer lugar se generó una base de información primaria y secundaria haciendo especial énfasis en variables físicas, químicas, organolépticas, microbiológicas e hidrológicas fundamentales para definir la calidad de las aguas de la Quebrada Yahuarcaca, en especial en la estación Bocatoma; muchas de éstas han sido analizadas anteriormente, pero no siempre en los sitios críticos para establecer las fuentes potenciales de alteración, además otras no tienen registros históricos. Como segundo paso fueron analizadas las relaciones entre los niveles del agua de la quebrada Yahuarcaca en la estación Bocatoma (4º11’ Sur, 69º57’ Oeste), los niveles correspondientes al Río Amazonas en la estación Nazareth (4º7’ Sur, 70º3’ Oeste) y la precipitación pluvial en la estación Aeropuerto Vásquez Cobo (4º12’ Sur, 69º57’ Oeste).

De la misma forma se determinaron las correlaciones entre calidad y niveles de agua de la quebrada Yahuarcaca en la estación Bocatoma, especialmente para variables como Color, pH y Amonio, que se constituyen en indicadores de aguas servidas en este sector y también porque son estas variables las que presentan mayores fluctuaciones a lo largo del ciclo hidrológico. Finalmente,

Abstract

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Calidad del agua y sus aspectos hidrológicos Eduardo Antonio Ríos-Villamizar y Santiago R. Duque

204 205

Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

se plantea una discusión acerca de las actitudes, acciones y procedimientos que desarrollan las comunidades humanas asentadas en áreas próximas, y aguas arriba de la Bocatoma, en lo relacionado con el manejo de las aguas tomadas de la quebrada y de las aguas servidas que son generadas, con el objetivo de diseñar una estrategia educativa y técnica para un uso más racional del recurso agua en la microcuenca de Yahuarcaca.

Los datos físicos, químicos y organolépticos provienen del archivo de análisis diarios realizados por EMPOLETICIA en la estación Bocatoma durante los años 2003-2004, y de análisis realizadas en la parte baja (Lagos de Yahuarcaca), media (Quebrada Yahuarcaca, frente a la comunidad de San Antonio) y alta (Quebrada Yahuarcaca, Km 14.5) de la microcuenca, el 1 marzo 2006 por parte del Consorcio GEAM Ltda.-Funcatagua Amazonas, con el apoyo del laboratorio de Daphnia Ltda en Bogotá. La información bacteriológica es también proveniente de esta última entidad, así como de análisis mensuales realizados por EMPOLETICIA (2002-2003) y la Secretaría de Salud Departamental del Amazonas (SSDA) en los años 2002, 2003 y 2005, para la estación Bocatoma. Para años anteriores y para los meses dentro del periodo establecido, en los cuales no se presentan datos, es porque no existen registros o no estaban digitalizados.

Las series históricas de nivel del agua y de precipitación pluvial fueron suministradas por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM).

Resultados y Discusión

Calidad de agua de la quebrada Yahuarcaca

a) Registros EMPOLETICIA:El promedio mensual de los valores de pH (Figura 1a) fue de 5.8 unidades, alcanzando un valor máximo de 6.4. Los valores de Color (Figura 1b) están fuera de lo establecido por el Decreto 1594 de 1984, que reglamenta el uso del recurso hídrico para consumo humano y doméstico considerando el agua sin tratamiento, y el Decreto 475 de 1998 que expide las normas técnicas de calidad del agua potable. Lo mismo sucede con variables organolépticas como son Olor y Sabor (No Aceptable) durante todos los meses analizados, en los cuales se realizaron valoraciones subjetivas utilizando las categorías Aceptable o No Aceptable. Otras variables como Cloruros, Amonio (Figura 1c),

Alcalinidad total, Dureza total y Aluminio están dentro de las concentraciones permisibles según los referidos Decretos (Tabla 1).

Figura 1 Série histórica de: (a) pH, (b) Color y (c) Amonio para el agua de la Quebrada Yahuarcaca (2003-2004)

pH

a.

b .

2003 2004

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Agos Sept Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Agos Sept Oct Nov Dic

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Agos Sept Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Agos Sept Oct Nov Dic

pH

Co

lor

(UPC

)

c.

Co

lor

(UPC

)A

mo

nio

(m

g/L

NH

4)

7

6,5

6

5,5

5

4,5

4

140

130

120

110

100

90

80

70

60

50

40

0,45

0,4

0,35

0,3

0,25

0,2

0,15

0,1

0,05

0

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Tabla 1 Estadística descriptiva para variables físicas y químicas (2003-2004) y respectivos parámetros vigentes. Quebrada Yahuarcaca - Estación BocatomaM: Media; DV: Desviación estándar; R: Rango; Min: Mínimo; Max: Máximo; T: Total; - : Parámetro no disponible o no existente.

Variable: Unidad M DV R Min MaxDecreto 475/98

Decreto 1594/84

Resolución 1074/97

pH Unidades 5.80 0.35 1.15 5.25 6.40 6.5 - 9.0 5.0 - 9.0 5.0 - 9.0

Temperatura °C 27.14 0.93 3.38 25.08 28.47 - - <30

Color UPC 96.42 19.51 73.43 57.4 130.83 <=15 75 -

Cloruros mg/L Cl 8.68 2.74 9.33 4.67 14.00 250 250 -

Amonio mg/L NH4 0.24 0.08 0.34 0.08 0.42 - - -

Alcalinidad T mg/L CaCO3 51.15 17.30 65.26 24 89.26 100 - -

Dureza T mg/L CaCO3 25.21 8.96 34.81 13.71 48.52 160 - -

Aluminio mg/L Al 0.05 0.04 0.11 0.00 0.11 0.2 - -

La diferencia entre los valores de pH máximo y mínimo (valores medios mensuales) es de 1.1 unidades, lo cual constituye una variación importante. Esto se debe a la incapacidad del sistema para estabilizar sus valores de pH, bajo efecto buffer del mismo. La variación regional del pH se debe en parte al comportamiento de la presión parcial del dióxido de carbono. La principal fuente de CO2 es la descomposición de la materia orgánica en ambientes planctónicos y bénticos de ríos, lagos y planos de inundación (Wissmar et al. 1981).

Es de señalar que los valores de pH obtenidos para este estudio oscilan entre 5.2 a 6.4 unidades, es decir que el pH es ácido a ligeramente ácido; sin embargo esto difiere un poco de la clasificación presentada por Duque et al. (1997), donde la quebrada Yahuarcaca pertenece a la categoría Agua Negra Tipo 1, para la cual el pH es ligeramente ácido a neutro (6.0 – 7.1). En el documento citado se reporta un valor de 7.1 para una muestra tomada en la Bocatoma en agosto de 1994, lo cual demuestra que el agua de la Quebrada Yahuarcaca, especialmente en el sector Bocatoma, puede presentar valores de pH cercanos a la neutralidad, evidenciando con ésto la influencia del ciclo hidrológico del Río Amazonas especialmente durante los períodos de aguas altas (Filizola et al. 2002). Los datos que aquí se muestran para dos años no constituyen una muestra totalmente representativa.

Es necesario resaltar que las aguas de algunos tributarios amazónicos tienen características especiales que pueden estar alejadas de las normas vigentes, pero que son naturales. Sioli (1967) reconoce tres grandes sistemas acuáticos a partir de sus estudios en la Amazonia brasilera: aguas blancas ricas en nutrientes con pH cercano a la neutralidad; aguas negras de colores oscuros, con bajo pH y escasos nutrientes y aguas claras de alta transparencia, baja fertilidad y pH ligeramente ácido. Junk & Furch (1985) afirman que la diferencia entre los tipos de agua que se originan en la llanura amazónica se basa principalmente en la geología, suelos presentes y procesos organogénicos; además dicen que las aguas negras provienen de peniplanicies muy antiguas que aportan pequeñas cantidades de nutrientes y baja mineralización de las aguas.

Klinge (1967) y Leenheer (1980) coinciden en que el color del agua se debe a los solutos de tipo húmico originados por la descomposición parcial de la materia orgánica del agua de drenaje de los suelos podzólicos. Además, Junk & Furch (1985) aseveran que el color en sistemas de aguas negras puede cambiar, encontrándose más fuerte en períodos de lluvia y menor en época seca. Lo anterior es muy importante ya que según Anónimo (2002) en el capítulo denominado “Normas para aguas destinadas para consumo humano según Decreto 1594/84”, se observa que la variable Color en algunos casos se encuentra por encima del valor admisible (75 UPC) para el presente estudio, en el cual se observó un promedio de 97 UPC, un máximo de 131 UPC y un mínimo de 57 UPC para dicha variable.

Atendiendo al Decreto 475/98, las siguientes variables se encuentran por fuera del límite admisible del agua potable según los resultados de las muestras analizadas para los años 2003-2004 para el agua de la quebrada Yahuarcaca en la estación Bocatoma: Color, pH, Olor, Sabor, Coliformes totales, Coliformes fecales y Bacterias mesófilas. Siendo que estas tres últimas variables fueron registradas para los años 2002, 2003 y 2005 (Tablas 1 y 3). Lo cual reafirma la condición de que se debe realizar un tratamiento convencional o en algunos casos, especialmente a partir de los datos del año 2005, más avanzado que el convencional al agua de la quebrada antes de enviar el líquido a la red domiciliaria del acueducto.

b) Registro Consorcio GEAM Ltda.-Funcatagua Amazonas:Las tres muestras analizadas resultaron no aptas para el consumo humano según resultados microbiológicos (Tabla 2), mostrando que estas aguas pueden y deben recibir tratamiento convencional antes de ser usadas para consumo humano, exceptuando la muestra tomada en la Quebrada Yahuarcaca,

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

frente a la comunidad de San Antonio, para la cual no es suficiente este tipo de tratamiento para tornar el agua potable y que otros usos como son el agrícola, el pecuario y el recreativo se pueden ver restringidos fuertemente (Decretos 1594/84 y 475/98).

Tabla 2 Resultados de análisis del agua de la microcuenca Yahuarcaca (2006) y respectivos parámetros vigentesPuntos de colecta: P.1 - Lagos de Yahuarcaca; P.2 - Quebrada Yahuarcaca, frente a la comunidad de San Antonio; P.3 - Quebrada Yahuarcaca (Km 14.5).

DBO5: Demanda bioquímica de oxígeno; DQO: Demanda química de oxígeno; SST: Sólidos Suspendidos Totales; - : Parámetro no disponible o no existente.

Variable Unidad P.1 P.2 P.3 Decreto 475/98

Decreto 1594/84

Resolución 1074/97

Alcalinidad Total mg/L CaCO3 23.0 13.8 3.44 100 - -

Calcio Total mg/L Ca 7.20 2.8 < 0.5 60 - -

Cloruros mg/L Cl 2.31 0.93 < 0.83 250 250 -

Conductividad µS/cm 51.3 22.9 12.8 50 – 1000 - -

DBO5mg/L O2 2 1 < 1 - - 1000

DQO mg/L O2 28 31 23 - - 2000

Dureza Total mg/L CaCO3 26 18 < 2.04 160 - -

Hierro mg/L Fe 0.42 0.72 0.10 0.3 - -

Magnesio mg/L Mg 1.94 2.67 < 0.50 36 - -

Nitratos mg/L NO3- 0.05 0.11 < 0.05 10 10 -

Nitritos mg/L NO2- < 0.006 < 0.006 < 0.006 0.1 1 -

Ortofosfatos mg/L P 0.07 < 0.02 < 0.02 - - 0.1

Oxígeno Disuelto mg/L O2 4.76 7.34 4.89 - >= 4 -

pH Unidades 6.75 5.87 4.86 6.5 - 9.0 5.0 - 9.0 5.0 - 9.0

SST mg/L 8 7 < 2 - - 800

Sólidos Totales mg/L 58 47 20 <= 500 - -

Sulfatos mg/L SO4 < 2 < 2 < 2 250 400 -

Turbiedad NTU 6.8 8.4 2.1 < 5 - -

Aerobios Mesófilos UFC/100mL >10 000 >10 000 >10 000 100 - -

Coliformes Fecales NMP/100mL 120 13 000 20 0 2000 -

Coliformes Totales NMP/100mL 200 24 000 130 0 20 000 -

A pesar de tratarse de otro punto de colecta localizado aguas abajo de la citada comunidad y de otras unidades utilizadas para las variables evaluadas, estos

resultados se pueden relacionar con los valores registrados por la SSDA durante el período julio-diciembre de 2005, que fueron mayores que 50.000 UFC/100ml para Bacterias mesófilas y Coliformes totales en la estación Bocatoma (Tabla 3). Los valores de DQO y DBO5 fueron bajos en comparación con el máximo permitido (Resolución 1074/97). Comúnmente se considera que una concentración de oxígeno disuelto (OD) menor de 3 mg/L puede ser perjudicial para la mayor parte de las especies acuáticas y constituye además un indicador de polución en el agua. No obstante, en este muestreo las concentraciones de OD se encontraron en el rango 4.76 – 8.45 mg/L (Tabla 2).

Tabla 3 Resultados de Análisis microbiológicos del agua de la quebrada Yahuarcaca (2002-2005)SSDA: Secretaría de Salud Departamental del AmazonasEMPO: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Leticia, Amazonas.- : Registro no disponible o no existente.

Año Mes Punto de Muestreo

Coliformes Totales(UFC/100ml)

E. coli (UFC/100ml) Mesófilos (UFC/100ml)

SSDA EMPO SSDA EMPO SSDA EMPO

2002 Mayo Bocatoma 4000 - 0 - 10 000 -

2002 Mayo Caño Castañal 5000 - 0 - 20 000 -

2002 Diciembre Bocatoma - 400 - Presente - 8000

2003 Enero Bocatoma 9000 9000 - Presente >10 000 >10 000

2003 Marzo Bocatoma >10 000 10 000 - Presente >10 000 >10 000

2003 Mayo Bocatoma 3000 3000 - Presente >10 000 >10 000

2003 Junio Bocatoma 6000 6000 - Presente 7000 7000

2003 Agosto Bocatoma 9500 - - - >10 000 -

2003 Agosto Bocatoma 9300 - 0 - 20 000 -

2003 Septiembre Bocatoma 3000 - 2000 - 6000 -

2003 Octubre Bocatoma 8000 - 0 - 10 000 -

2005 Abril Bocatoma >5000 - 0 - >5000 -

2005 Mayo Bocatoma >5000 - 0 - >5000 -

2005 Junio Bocatoma 7000 - 0 - 15 000 -

Continúa en la página siguiente

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Calidad del agua y sus aspectos hidrológicos Eduardo Antonio Ríos-Villamizar y Santiago R. Duque

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Año Mes Punto de Muestreo

Coliformes Totales(UFC/100ml)

E. coli (UFC/100ml) Mesófilos (UFC/100ml)

SSDA EMPO SSDA EMPO SSDA EMPO

2005 Julio Bocatoma >50 000 - 0 - >50 000 -

2005 Agosto Bocatoma >50 000 - 0 - >50 000 -

2005 Septiembre Bocatoma >50 000 - 0 - >50 000 -

2005 Octubre Bocatoma >50 000 - 0 - >50 000 -

2005 Noviembre Bocatoma >50 000 - 0 - >50 000 -

Los valores obtenidos para las variables Alcalinidad total, Calcio total, Cloruros, Dureza total, Magnesio, Nitratos, Nitritos, Ortofosfatos, Sólidos totales, Conductividad y Sulfatos, estuvieron dentro de los parámetros recomendados por el Decreto 475/98 para los tres puntos de colecta. Los valores de Hierro y Turbiedad se encontraron dentro de esta norma solamente para el punto Quebrada Yahuarcaca (Km 14.5) y el pH sólo en los Lagos de Yahuarcaca (Tabla 2).

Análisis de las relaciones entre niveles del agua de la quebrada Yahuarcaca, niveles correspondientes al

Río Amazonas y precipitación pluvial:

Para todos los meses del año 2004 se presenta una disminución de nivel de la quebrada Yahuarcaca con respecto al 2003. Para el 2004 no se incluyeron datos en los meses octubre, noviembre y diciembre, pero se observa igualmente una tendencia a la disminución de niveles en el año 2003 con respecto al 2002, a excepción del mes de octubre. En general se nota una tendencia a la reducción de los máximos niveles presentados en abril-mayo y una tendencia al aumento de los mínimos niveles presentados en septiembre-octubre, para los últimos cuatro años. Los mayores niveles para los meses enero, septiembre y octubre se presentaron en el año 2003 para los últimos siete años analizados. Los mayores niveles para los meses febrero, marzo, abril, mayo y junio se observaron en el año 1999. Los mayores niveles para los meses agosto, noviembre y diciembre se presentaron en el año 2002. El período de aguas en ascenso se presenta entre noviembre-marzo y el de aguas en descenso entre junio-agosto, de forma similar al comportamiento hidrológico del Río Amazonas (Figura 2).

Figura 2 Comparativo interanual de valores medios mensuales de nivel del agua de la Quebrada Yahuarcaca (1998-2004)

Niv

el (

m)

2

4

6

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1998

1999

2000

2001

2002 2004

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Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic

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10

12

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0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sept Oct Nov Dic

0,00

1,00

2,00

3,00

4,00

5,00

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1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

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el (

m)

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Se observa, para esta serie histórica de trece años, que los meses con mayor precipitación han sido noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, abril y mayo. Los meses con menor precipitación corresponden a julio y agosto. Durante los meses con mayor precipitación se observa un aumento de nivel en la quebrada; durante los meses de aguas en descenso (junio-julio) también se observa una disminución en los valores de precipitación. Sin embargo, para los meses agosto y septiembre la precipitación aumenta pero los niveles siguen disminuyendo hasta alcanzar sus mínimos valores (Figura 3a). En la Figura 3b se observan los valores medios anuales de niveles desde 1990 hasta 2002 y se nota una tendencia al aumento de niveles entre los años 1995-2002.

Figura 3 Nivel del agua de la Quebrada Yahuarcaca (curva punteada) y Precipitación pluvial (gráfico de barras): (a) Valores medios interanuales por mes; (b) Valores medios anuales. 1990-2002

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No se encontró relación entre los niveles de la quebrada Yahuarcaca y la precipitación local, a juzgar por el bajo porcentaje de la variabilidad del nivel que está siendo explicado por la precipitación, tanto para los valores medios interanuales por mes (R2=0.285; p>0.05), como para los valores medios anuales (R2=0.384; p>0.05). Sin embargo, fue demostrado que los niveles de la quebrada Yahuarcaca dependen de los del Río Amazonas (R2=0.98; p<0.05), ya que debido a la cercanía de la estación Bocatoma con este curso de agua, todos los cambios interanuales de nivel para la quebrada pueden ser explicados por el patrón y la magnitud de cambio respecto a este río (Figuras 4a y 4b). Las lluvias locales en la microcuenca constituyen un factor que no afecta directamente la variación de niveles para la quebrada Yahuarcaca en la estación Bocatoma.

Figura 4 Nivel del agua de la Quebrada Yahuarcaca (curva punteada con cuadrados) y nivel del agua del Río Amazonas (curva punteada con triángulos): (a) Valores medios interanuales por mes; (b) Valores medios anuales. 1990-2000

Análisis de las relaciones entre niveles y calidad del agua de la quebrada Yahuarcaca

a) Variables Físicas y químicas:Se verificó que la reducción en valores de pH para el año 2004 con respecto al 2003, especialmente entre los meses marzo-octubre, no se correlaciona con la reducción en valores de nivel (Figura 5a). Para aguas altas, los mayores niveles son explicados por la mayor cantidad de agua entrante proveniente del Río Amazonas y se sabe que el agua de este río, por tener pH neutro o ligeramente básico (Duque et al. 1997, Furch & Junk 1997), influye en las características del agua de la quebrada Yahuarcaca en la Bocatoma, en este caso, aumentando sus valores de pH. Tanto la reducción de niveles como de pH para 2004, con respecto a 2003, no es tan marcada entre los meses de enero a marzo y de octubre a diciembre, época que coincide con el período de aguas en ascenso.

Por otro lado, se observó que los valores de Color aumentan en la medida en que los niveles se reducen, indicando que existe una correlación modesta negativa entre las dos variables (Figura 5b); este aumento es visible en casi todos los meses del 2004 con respecto al 2003, fenómeno que acontece porque en la medida en que los niveles se reducen de un año a otro, para los mismos meses estudiados, la quebrada presenta menor potencial de dilución de sus aguas y la concentración de material orgánico autóctono causante del Color se ve aumentada, observándose, consecuentemente, un crecimiento en los valores de esta última variable .

Con excepción de los meses de abril, septiembre y octubre, así como los niveles se han reducido del año 2003 al 2004, de la misma forma se han

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reducido los valores de Amonio para los meses estudiados, sin embargo el análisis estadístico básico evidenció que no existe correlación entre estas dos variables (Figura 5c).

Figura 5 Nivel del agua de la Quebrada Yahuarcaca vs: (a) pH; (b) Color; (c) Amonio. 2003-2004

b) Variables Microbiológicas:A pesar de la mínima cantidad de datos con que se cuenta, a nivel de Coliformes totales se nota una tendencia al aumento de éstos durante el régimen de aguas en ascenso y aguas en descenso para la Quebrada Yahuarcaca. Se observan menores valores para el caso de aguas bajas y aguas altas. Esta misma tendencia se observa para el caso de las Bacterias mesofílicas (Tabla 3). Esto se debe a que en aguas en ascenso hay mayor entrada de material orgánico a la microcuenca Yahuarcaca proveniente del Río Amazonas. Sin embargo, no se pueden descartar los aportes y lixiviación de la cuenca propia. También se nota un aumento relativamente grande en Coliformes totales y Mesófilos para el 2005 con respecto al 2003.

Para el caso de las bacterias termorresistentes, es mucho más difícil dar alguna apreciación por la carencia de datos representativos que se hayan tomado durante un período de tiempo determinado.

En términos de Bacterias mesofílicas y Coliformes totales, se observa alta coincidencia entre los datos de SSDA y EMPOLETICIA, especialmente para los meses de enero, marzo, mayo y junio de 2003. La única diferencia entre los registros de ambas entidades radica en la variable Coliformes Fecales, ya que para los meses de enero, marzo, mayo y junio de 2003 EMPOLETICIA reporta la presencia de estos organismos y SSDA no (Tabla 3).

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Uso del agua en las proximidades y aguas arriba de la estación Bocatoma

Las alteraciones presentes en esta área son de origen antrópico ya que la dotación en servicios básicos en el sector los Lagos es bastante baja (Anónimo, 1997). Por otro lado, las actitudes de los pobladores están enfocadas, en su mayoría, hacia la utilización de la quebrada como una cloaca a la cual deben ir a parar de forma directa todos los residuos tanto sólidos como líquidos, a excepción de algunas viviendas e instituciones que poseen pozos sépticos. La construcción de este tipo de pozos, en los últimos años, se ha convertido en una alternativa de saneamento viable, sin embargo ésta no constituye garantía absoluta, en caso de ser mal utilizados y no ser efectuados los correspondientes mantenimientos preventivos. En general, no se conoce a ciencia cierta o, no se tienen datos definitivos, sobre la cantidad de pozos sépticos construidos en el sector, tampoco sobre la cantidad de área reforestada o de cercas vivas, ni acerca de los efectos sobre la calidad del agua por el posible impacto del basurero municipal.

Datos históricos de EMPOLETICIA sobre concentración de Amonio (mg/L NH4

+) en la estación Bocatoma muestran que la afectación por lixiviados es mínima, pero se hace necesario analizar otras variables para generar series históricas que permitan corroborar esta hipótesis. Duque et al. (1997) comentan que para el área del presente estudio, las aguas servidas de los asentamientos humanos se dirigen siempre a los ambientes acuáticos y que la vulnerabilidad de éstos se relaciona con la capacidad de dilución. Dicha capacidad en la estación Bocatoma está influenciada por la entrada de líquido del Río Amazonas, como ya se observó anteriormente, lo cual puede explicar por qué las pocas muestras bacteriológicas analizadas resultaron no exceder el límite máximo de coliformes fecales para todo el periodo y de coliformes totales, especialmente hasta el año 2003, dados por la reglamentación respectiva que trata sobre vertimentos.

La disponibilidad de agua sigue siendo alta para la cuenca (Anónimo, 1997), es decir que de seguirse presentando un comportamiento semejante para los niveles, no habría problema con la disponibilidad del líquido a corto plazo, a excepción del periodo de estiaje durante el cual la quebrada se aparta del patrón dado por el Río Amazonas, ocasionando dificultades para su captación. No obstante, se nota que para los últimos seis años se ha presentado una tendencia al aumento de los niveles durante el período de aguas bajas, es decir que en estos años ha crecido la cantidad de agua disponible en la quebrada para este período; pero también se observa una tendencia a la disminución de los niveles medios en los meses enero-septiembre para el año 2004 con respecto al 2003 (Figura 2). El comportamiento de niveles

presentado en los años 2003 y 2004 para la Quebrada obedece a la influencia del Río Amazonas, especialmente durante el periodo de aguas altas, y no es posible afirmar que el flujo de agua para la cuenca esté disminuyendo, entre otras razones, porque se requeriría del análisis de series históricas con mayor intervalo de tiempo para verificar estas tendencias.

Con respecto a la calidad del agua para la Quebrada Yahuarcaca y, con base en los datos analizados en este trabajo, la parte física y química está dentro de los parámetros normales y es responsabilidad de la Empresa de Acueducto realizar el tratamiento adecuado para controlar variables como son el Color, la Turbiedad, el pH, Olor y Sabor; para ello pueden utilizar análisis como los realizados en el presente texto para programar y optimizar el gasto de insumos y para posibles ampliaciones del sistema de abastecimiento. La parte microbiológica indica que todas las muestras tomadas en la Quebrada Yahuarcaca salieron no aptas para el consumo humano, siendo necesario tomar más datos al respecto para establecer el nivel de afectación en este sentido y poder comparar datos microbiológicos durante varios años y relacionarlos con la variación de niveles y datos físicos y químicos, así como caracterizar las pequeñas corrientes que llegan finalmente a la Quebrada y que llevan los vertimientos de las comunidades ribereñas, como es el caso del caño Castañal localizado aguas arriba de la Bocatoma (Tabla 3) .

Con respecto al mejoramiento de la calidad del agua, se propone la implementación de tecnologías alternativas como son, la utilización de las aguas servidas para el riego de cultivos tanto en las instituciones educativas como en las fincas del sector, se deben realizar mantenimientos programados de los pozos sépticos y revisar en detalle que éstos cumplan con las especificaciones técnicas requeridas para que su funcionamiento sea adecuado. Las entidades locales que hacen presencia en la microcuenca deben trabajar de la mano para formular y gestionar proyectos que busquen cumplir con el objetivo del Plan de Manejo actualizado, mejorar la calidad de vida, las condiciones sanitarias de la población y cambiar el hábito de utilización de la Quebrada como simple diluyente de las aguas servidas.

Las acciones del plan para el manejo racional de la microcuenca Yahuarcaca deben basarse en la investigación, la educación y la cooperación, principalmente (Duque et al., 1997). La investigación se refiere al establecimiento de criterios de valoración dentro de un contexto social, económico y cultural; y allí mismo, cuantificar los procesos de utilización actual y el grado de alteración y posible deterioro. Un elemento clave es la recuperación de tecnologías ancestrales utilizadas por los pobladores en el manejo de los ecosistemas acuáticos.

La educación tiene que ver con la capacitación en el manejo de los recursos acuáticos con el objeto de generar un cambio de actitud en todos los niveles

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de la sociedad en torno al recurso agua de la Quebrada Yahuarcaca. Aquí es importante justificar el por qué no se debe utilizar la quebrada como simple diluyente de aguas residuales, mostrando a los pobladores que “el agua que contaminan hoy, mañana llegará por el grifo para el consumo”. Esta última frase puede sonar un poco exagerada pero es una estrategia para destacar la veracidad del problema.

La cooperación se refiere a que los proyectos generados con base en la investigación, puedan ejecutarse para beneficio del área en estudio y con la participación de entidades e instituciones que se relacionan con la problemática del recurso agua y que en verdad muestren algún interés, no sólo en mejorar la calidad de vida de los habitantes del sector los Lagos, sino de toda la población leticiana.

ConclusionesEn vista de la gran importancia que tiene para todos los leticianos el agua que ofrece la microcuenca Yahuarcaca, se hace necesario brindar gran interés a las acciones encaminadas a la disminución de las alteraciones de que es objeto dicha cuenca en la actualidad.

Para los años 2003-2004 en la quebrada Yahuarcaca-Estación Bocatoma, se encontró que variables como el Color se correlacionan con el nivel del agua. No sucede lo mismo para variables como pH y Amonio. Además se demostró que para los datos tomados en esta estación (1990-2000), el nivel de la quebrada Yahuarcaca depende fuertemente del nivel presentado por el Río Amazonas y no de las precipitaciones locales.

Los valores de DQO, DBO5 y Oxígeno disuelto para la parte baja, media y alta de la microcuenca se encuentran dentro de los rangos establecidos por la normatividad vigente y se encontró que ninguna de las muestras salió apta para el consumo humano principalmente por los resultados microbiológicos. Se destaca la muestra tomada en la parte media de la Quebrada Yahuarcaca (Comunidad San Antonio) que presentó valores bastante altos para Coliformes fecales y Coliformes totales, aún por encima de lo establecido por el Decreto 1594 de 1984 para fuentes de agua destinadas a consumo humano y doméstico, lo que indica que para su potabilización no solo son necesarias las operaciones de tratamiento convencional.

Es necesario tener en cuenta que el agua de la quebrada Yahuarcaca presenta valores en variables físicas y químicas o bacteriológicas que se encuentren fuera de las normas vigentes, pero que pueden ser naturales por lo especial de este tipo de aguas amazónicas. Se debe trabajar en el planteamiento de nuevos estándares y parámetros especiales que permitan valorar a ciencia cierta el estado actual de ecosistemas acuáticos como el estudiado en este documento.

Agradecimientos Se agradece a las entidades ya mencionadas en la metodología del presente artículo por el apoyo con la información y datos que permitieron realizar este trabajo, el cual es fruto de la monografía de grado de la Especialización en Estudios Amazónicos realizada por el primer autor en la Universidad Nacional de Colombia, sede Amazonia.

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Literatura CitadaAnónimo (eds.) 1997. Formulación y Concertación del Plan de Manejo de la Microcuenca

de la Quebrada Yahuarcaca. Leticia, Amazonas.

Anónimo. 2002. Guía ambiental para sistemas de acueducto. Editorial de la Dirección general ambiental sectorial del Ministerio del Medio Ambiente, Bogotá.

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Composición, abundancia y biomasa de la ictiofauna de los lagos de Yahuarcaca Varios autores

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Composición, abundancia y biomasa de la ictiofauna de los lagos de Yahuarcaca (amazonia colombiana) durante un ciclo hidrológicoEdgar Francisco Prieto-Piraquive1

Otto Castillo2

Angela Bolivar3

Bernardo Corrales4

Carlos Granado-Lorencio5

Santiago R. Duque6

Se estudio la composición, abundancia, ictiomasa y estacionalidad de los peces presentes en los lagos de Yahuarcaca (Amazonia colombiana), mediante muestreos realizados en las cuatro temporadas del ciclo hidrológico durante el periodo comprendido entre mayo de 2003 y enero de 2004. Se colectaron 93 especies, el 55% de la abundancia correspondió a siete especies: A uchenipterus ambyacus, Hemiodus microlepis, Psectrogaster rutiloides, Potamorhina altamazonica, Hypoptopoma gulare, Triportheus angulatus y Acestrorhynchus microlepis; la mayor abundancia de individuos y la ictiomasa se registraron durante la temporada de aguas en descenso, el mayor porcentaje de ictiomasa fue aportado por las especies detritívoras y la mayoría de especies correspondieron a la categoría estacional.

Palabras clave: Amazonas, Lagos de varzea, Ictiofauna, Detritívoras, Migratorias.

1 Estudiante Doctorado Universidad de Sevilla, España

2 Profesor Universidad Nacional de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, Venezuela

3 Instituto Imani, Sede Amazonia UN

4 Instituto Colombiano Agropecuario ICA, Colombia

5 Profesor Universidad de Sevilla, España

6 Instituto Imani, Sede Amazonia UN

Resumen

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Composición, abundancia y biomasa de la ictiofauna de los lagos de Yahuarcaca Varios autores

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Composition, abundance, biomass and seasonality of the fish community of the lakes of Yahuarcaca in the Colombian Amazonia was studied, the samplings were carried out during the four seasons of the hydrological cycle between may of 2003 and january of 2004. 93 species were collected, 55% of the abundance corresponded to seven species Auchenipterus ambyacus, Hemiodus microlepis, Psectrogaster rutiloides, Potamorhina altamazonica, Hypoptopoma gulare, Triportheus angulatus and Acestrorhynchus microlepis, the biggest abundance of individuals and the ictiomasa registered during the season of waters in descent, the biggest ictiomasa percentage was contributed by the species detritívoras and most of species corresponded to the seasonal category.

Introduccion

La Amazonia presenta la mayor diversidad en fauna íctica de agua dulce del mundo, con estimaciones aproximadas de entre 1000 y 3200 especies (Henderson 1990, Val y Almeida - Val 1995, Henderson y Crampton 1997,

Mendes et al 2006), pero aún se desconocen muchos aspectos acerca de los factores estructuradores de las asociaciones ícticas neotropicales (Henderson y Crampton 1997).

En los lagos de Yahuarcaca se han realizado investigaciones previas de aspectos ícticos que analizaron la riqueza de especies en diferentes hábitats de los lagos y los aspectos tróficos, de algunas de las especies más abundantes a lo largo del ciclo hidrológico (Jiménez 1994, Santos 2000, Vejarano 2000).

Posteriormente se realizo el estudio “Gestión sostenible de los recursos pesqueros en los lagos de Yahuarcaca (Amazonas colombiano): hacia un modelo de equilibrio entre la explotación tradicional indígena y la conservación de la biodiversidad”, el cual conto con la participación de los pobladores indígenas de las riberas de estos lagos. Los resultados de esta investigación se centraron en conocer los aspectos tróficos de 20 especies, los registros de algunas especies con gónadas maduras y la relación entre las asociaciones ícticas de los lagos con la quebrada de aguas negras (Yahuarcaca) que alimenta estos lagos (Prieto-Piraquive et al 2004). Pero no se han abordado en profundidad otros aspectos, como los cambios en las abundancias en las diferentes temporadas y en la biomasa colectada a lo largo de un ciclo hidrológico.

El objetivo del presente estudio fue caracterizar las variaciones de composición, riqueza y la biomasa de las asociaciones ícticas de los lagos de Yahuarcaca; así como los aspectos tróficos generales de estas asociaciones.

Área de estudioel estudio se desarrolló en los lagos de Yahuarcaca, localizados a los 4 º 11’ 48’’ LS y 69º 57’ 19’’ LW, a una altitud de 82 msnm y a dos kilómetros al oeste de la ciudad de Leticia, capital del Departamento del Amazonas, Colombia (Figura 1). Este complejo lagunar se encuentra en la llanura de inundación del río Amazonas, constituido por antiguos brazos del sistema, que conforman actualmente cuatro lagos principales (Prieto-Piraquive et al 2004). El área de estudio se encuentra en el paisaje de llanura aluvial, siguiendo la caracterización propuesta en el estudio del proyecto Apaporis Tabatinga o PAT (Herrera, 1997). La zona permanece inundada entre seis y siete meses al año y tiene un relieve plano-cóncavo con pendientes muy bajas (cercanas al 1%). Los suelos generalmente son superficiales con niveles freáticos altos con texturas franco - arcillosas y franco - limosas. En los aspectos climáticos, en Leticia la temperatura media anual se mantiene alrededor de los 25ºC con mínimos de 24 y máximos de 27.9ºC, su precipitación media anual de 3241 mm (1968-1993) y presenta un comportamiento monomodal (Rangel y Luengas 1997).

El río Amazonas a la altura de Leticia presenta caudales entre 12.400 y 60.000 m3/s (Galvis et al 2006) con cambios en la vertical suelen estar entre los 9 y 11 metros pero se pueden presentar variaciones de hasta 18 metros (IDEAM 1995, en Galvis et al 2006). En la zona de Leticia se presentan generalmente niveles de aguas altas entre marzo - mayo, con desborde en abril – mayo, descenso pronunciado entre junio y julio y aguas bajas desde agosto hasta noviembre para luego ascender lentamente desde noviembre hasta febrero cuando nuevamente alcanza los niveles altos (Domínguez 1985, Prieto-Piraquive 2006).

MetodologiaEl trabajo de campo fue desarrollado entre mayo de 2003 y enero de 2004 adelantando 16 colectas (ocho en cada año) que permitieron cubrir las cuatro temporadas hidrológicas comentadas. Los muestreos se realizaron en los hábitats de aguas abiertas, bosque inundable y macrofitas (conocida como gramalote y en la que la especie predominante, es Paspalum repens).

Abstract

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Composición, abundancia y biomasa de la ictiofauna de los lagos de Yahuarcaca Varios autores

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Tanto los investigadores del proyecto, como pobladores del resguardo indígena Tikuna - Cocama de La Playa, hicieron parte del equipo que adelantó estas colectas.

En cada temporada se colectaron peces en los cuatro lagos principales. Cada colecta tuvo una duración 10 horas. El muestreo se desarrolló de esa forma debido a que se presentan cambios en la composición de las asociaciones ícticas amazónicas entre el día y la noche, además algunas especies tienen, sus picos de actividad en estos horarios, facilitándose su posible captura (Castellanos 2002, Damaso et al s/f). El arte de pesca utilizado fue la red monofilamento, de la cual se colocaron baterías de diferente ojo de malla (2.5, 2.6, 3.5, 3.6, 3.7, 6.7, 10.8, 12.6 pulgadas), cada red con una longitud promedio de 25 metro y 1.5 metros de ancho.

Después de colocar las dos baterías de redes en varios hábitats (aguas abiertas, gramalote y bosque inundable) dependiendo de la temporada hidrológica, se hicieron revisiones cada dos horas para la cuantificación y toma de datos de peso y longitud estándar de los ejemplares. Los peces colectados congelados se depositaron en el laboratorio del Instituto Imani (UN Sede Amazonia). Allí se realizó su identificación utilizando los trabajos de Gery (1977), Nelson (2006), Reis et al (2003) y Galvis et al (2006), junto con claves especializadas para cada grupo.

Para el análisis de los aspectos tróficos, se estimo el peso de cada ítem alimentarío, de acuerdo a su porcentaje del peso total del contenido estomacal, utilizando la metodología propuesta por Marrero (1994). Se propusieron los siguientes grupos tróficos de acuerdo a la presencia de un mínimo del 60% del total del contenido, utilizando las propuestas modificadas de Resende (2000) y Pouilly et al (2004), así: 1) herbívoros (frutos, semillas, hojas, flores), 2) detritívoros (detrito, restos orgánicos), 3) Carnívoros (vertebrados, invertebrados acuáticos, invertebrados terrestres), 4) piscívoros (peces), 5) planctófagos (microalgas y zooplancton) y 6) omnívoros (alimentos de diferentes niveles tróficos).

Para describir la estacionalidad de las especies colectadas durante el período de muestreo, se utilizó la clasificación propuesta por Vejarano (2000), según la cual se consideran como especies Permanentes a las que fueron colectadas en los cuatro períodos, Semipermanentes cuando aparecieron en tres, Semiestacionales al encontrarse sólo en dos y Estacionales cuando sólo fueron colectados en una temporada.

ResultadosDurante abril de 2003 a enero de 2004, se colectaron 3121 individuos pertenecientes a 7 órdenes, 23 familias, 75 géneros y 93 especies, con tamaños de 2.0 hasta 65 cm y peso entre 3.7 y 393 gr de peso (anexo 1).

De las 23 familias encontradas, las que presentaron mayor número de especies fueron Characidae (24), seguida por Curimatidae (9), Doradidae (8), Anostomidae y Auchenipteridae (siete c/u) y Cichlidae y Loricariidae con seis especies. Las demás familias estuvieron representadas en su mayoría por menos de tres especies.

Las especies con mayor número de individuos (Figura 2) fueron: Auchenipterus ambyacus (386), Hemiodus microlepis (385), Psectrogaster rutiloides (252), Potamorhina altamazonica y Hypoptopoma gulare (ambas con 176), además de Triportheus angulatus (172) y Acestrorhynchus microlepis (161). Al nivel de familia las más abundantes fueron: Auchenipteridae, Hemiodontidae, Characidae, Curimatidae y Loricaridae.

El mayor número de individuos (1277) se colectó en aguas en descenso, y el menor (467) en aguas bajas (Figura 3). En aguas en descenso se hallo la mayor riqueza con 68 especies, y la menor en aguas altas (43).

IctiomasaLa ictiomasa total colectada durante el año de muestreo fue de 144.2 kg, no se aprecio una distribución homogénea durante las diferentes temporadas del estudio. El mayor valor correspondió a las aguas en descenso con 66.3 Kg, La menor ictiomasa se obtuvo durante las aguas altas con 20.2 Kg, en las otras épocas los valores obtenidos son de 26.4 kg para aguas bajas y de 30.8 Kg para el ascenso (Figura 4).

La ictiomasa por especies durante las diferentes temporadas del ciclo hidrológico estuvo representada principalmente por 13 especies (Prochilodus, nigricans, Potamorhina altamazonica, Psectrogaster rutiloides, Hemiodus microlepis, Aucehenipterus ambyacus, Psectrogaster rutiloides, Acestrorhynchus microlepis, Acestrorhynchus abbreviatus, Anodus elongatus, Hoplias malabaricus, Pygocentrus nattereri, Psectrogaster amazonica y Triportheus angulatus), las cuales registraron el 55.3% del total del peso obtenido. Estas especies pertenecieron a las familias Curimatidae (4), Characidae (3) y Hemiodidae (2).

Categorías tróficasEn cuanto a las categorías tróficas a las que pertenecen las especies de la asociación, se determinó que el mayor porcentaje de ictiomasa (75%) correspondió a especies detritívoras.

La distribución trófica por temporadas fue así (Figura 5): en aguas en descenso la especies más importantes fueron: Prochilodus nigricans (9.03 kg), detritivora, Hoplias malabaricus (6.58 kg) y Acestrorhynchus abbreviatus (1.6 kg), ambas carnivoras, y Potamorhina altamazonica (7.2 kg), detritívora.

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Composición, abundancia y biomasa de la ictiofauna de los lagos de Yahuarcaca Varios autores

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

En las temporadas de aguas en ascenso y bajas, fue importante el aporte en ictiomasa de especies detritívoras como Potamorhina altamazonica, Prochilodus nigricans y Psectrogaster rutiloides. Durante las aguas altas (Figura 5), el mayor aporte fue de las especies Hemiodus microlepis (6.32 kg), y Auchenipterus ambyacus (1.42 kg).

EstacionalidadSe encontró que la mayor parte de las especies fueron estacionales (45.1 %), seguidos de las permanentes (30.1%), semiestacionales (16.1 %) y finalmente las semipermanentes (8.6 %). Entre el grupo de las especies permanentes, hubo miembros de las familias Auchenipteridae, Characidae y Curimatidae. Entre los Curimatidos, se registraron especies de pequeño tamaño (adultos menores a los 30 cm) como Potamorhina altamazonica, P. latior y Psectrogaster amazonica .

DiscuciónLa alta riqueza colectada en estos lagos de varzea, es similar a la que se ha registrado en otras partes de la cuenca amazónica (Junk 1983, Saint- Paul 1994, Henderson y Crampton 1997 y Saint-Paul et al 2000).

Con las siete especies más abundantes, se obtuvo el 55.3 % del total de las capturas, por lo que una gran parte de las poblaciones de peces de estos lagos presentan bajas densidades, aspecto ya comentado por Santos (2000) y Vejarano (2000).

En otras investigaciones se ha determinado que la abundancia de peces, se incrementa cuando el nivel del agua comienza a descender (Lin y Caramashi 2005, Merona 1990, Prieto-Piraquive 2006). Esto puede estar relacionado con el hecho de que en aguas en descenso, la mayoría de los peces de hábitos migratoríos comienzan a salir hacia el río, en busca de mejores condiciones, para desarrollar su ciclo vital y pueden ser colectados con artes de pesca pasivas como las redes. En aguas en descenso fueron colectadas las especies de pequeño porte como Moenkhausia lepidura e Iguanodectes spilurus, que también se han colectado en las quebradas próximas a este sistema lacustre (Arbelaez 2000, Castellanos 2002), que aprovechan el optimo alimenticio en la época de floración y fructificación en los lagos.

Estos resultados sin embargo, deben ser considerados teniendo en cuenta que por las condiciones ambientales provechosas para la ictiofauna, la temporada en la cual suele haber la mayor diversidad de especies y riqueza de ejemplares, es la de aguas altas, cuando los individuos provenientes del río, acceden a las áreas

inundables para beneficiarse de los recursos alimenticios y los hábitat disponibles. Sin embargo es también cuando hay una mayor dificultad para realizar las capturas, debido a la dispersión de los ejemplares en zonas de difícil acceso, y en las cuales la efectividad de la pesca con redes es menor (Merona 1990, Merona y Gascuel 1993).

Respecto a las especies detritívoras, fueron los que mayor cantidad de biomasa aportaron en el presente estudio, similar a lo que se registra en otras investigaciones ícticas en planos de inundación Amazónicos (Araujo-Lima et al. 1995, Peretti y Andrian 2004). Se ha reportado que la principal ruta de flujo de energía y ciclaje de materia en las cuencas sudamericanas es a través de la cadena del detritus (Bowen 1984 en Peretti y Andrian 2004). También se ha discutido acerca de la importancia de este ítem como una estrategia de las cadenas tróficas para optimizar la eficiencia y consecuentemente la biomasa íctica (Catella y Petrere 1996, Val y de Almeida-Val 1995).

Los peces del grupo de los piscívoros y carnívoros, parecen ejercer un papel importante en la estructuración de las asociaciones (Gerkin, 1994 en Alvin y Peret, 2004). Se ha apreciado en otras investigaciones que la elevada diversidad y biomasa de especies piscívoras y carnívoras, suele estar asociada con una baja producción autóctona de los ecosistemas (Araujo-Lima et al., 1995)

La presencia de especies estacionales es parte de la dinámica de la comunidad que habita en estos lagos, pues los peces tienen gran movilidad para permanecer en diferentes hábitats (canal principal, lagos aledaños y quebradas), debido a la conectividad entre ellos y según las condiciones presentes en cada uno que les permitan desarrollar sus ciclos de vida (Lowe-McConnell, 1987).

Dentro del grupo estacional se registraron (Anexo 1) numerosas especies de los ordenes Characiformes y Siluriformes que tienen hábitos migratoríos (Carolsfielt et al 2004; Mendes et al 2006). Estas especies tienen una gran importancia dentro de las pesquerías tradicionales indígenas que se realizan en los lagos de Yahuarcaca (Dámaso et al., 2009).

Estos procesos migratorios al parecer se inician cuando las condiciones de los ecosistemas leníticos cambian al disminuir el nivel de las aguas provocando un aumento de la temperatura, disminución del oxígeno disuelto y alteración del pH, entre otros (Petrere, 1985).

Entre el grupo de las especies permanentes se encontraron miembros de las familias Cichlidae, Characidae, Acestrorhynchidae y Curimatidae. De esta última, algunas (Potamorhina altamazonica, P. latior y Psectrogaster amazonica entre otros), son consideradas migratorias probablemente de tramos cortos, o de migraciones laterales al canal del río como ha sido registrado en otros lagos de várzea en la Amazonia brasilera (Fernández, 1997). Pero en estos lagos fueron capturados en todas las temporadas.

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Composición, abundancia y biomasa de la ictiofauna de los lagos de Yahuarcaca Varios autores

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Se puede considerar que en los lagos de Yahuarcaca, pudieran permanecer individuos juveniles de estas especies de la familia Curimatidae, que pueden aprovechar estos ambientes para desarrollarse y, también, como una posible estrategia de supervivencia, ya que disminuye la densidad poblacional en los lagos, y hay opciones alimenticias por la acumulación de detritus, que es su principal fuente alimenticia.

De las especies semiestacionales vale destacar que algunos carácidos pequeños como Ctenobrycon hauxwellianus, Tetragonopterus argenteus y Moenkhausia naponis, que han sido colectados en los caños próximos a Leticia (Arbeláez, 2000; Prieto-Piraquive, 2000; Castellanos, 2002), entran a los lagos para aprovechar la variada oferta alimenticia que se presenta en las zonas de bosque inundable durante la temporada de aguas altas.

A partir de estos resultados preliminares se puede resaltar que la dinámica de la asociación de peces de estos ambientes depende en gran medida del pulso hídrico, el cual va a incidir en la mayor o menor disponibilidad de recursos y de adecuadas condiciones ambientales para el desarrollo de los peces.

Para estudios posteriores entre otros aspectos, sería importante determinar la importancia de estos lagos de várzea para el desarrollo del ictioplancton, conocer en detalle las historias de vida de las especies migratorias y de las residentes con miras a estrategias de conservación con un conocimiento científico más detallado de la biología de la ictiofauna.

Conclusiones• La composición de las asociación íctica estudiada varió espacio-temporalmente,

tanto en número de individuos como en biomasa, en función del ciclo hidrológico.

• Las especies más abundantes durante el periodo de estudio pertenecen de la familia Characidae.

• Las especies analizadas para los aspectos tróficos que presentaron mayor biomasa fueron las detritívoras.

• Hubo predominio de especies estacionales en la asociación íctica de los lagos de Yahuarcaca.

AgradecimientosEl proyecto “Gestión Sostenible de los recursos pesqueros en los lagos de Yahuarcaca (Amazonas colombiano): Hacia un modelo de equilibrio entre la explotación tradicional indígena y la conservación de la biodiversidad” fue financiado por el Programa de Cooperación Internacional de la Junta de Andalucía, El Instituto Imani de la Universidad Nacional de Colombia – Sede Amazonia, la Universidad de Sevilla (España) y la Fundación Tropenbos-Colombia. Especial agradecimiento a Jesús Dámaso, co-investigador de la comunidad indígena Tikuna - Cocama de La Playa, así como Gabriel Aricari como pescador base del trabajo. Con el apoyo del programa Alban, Programa de Becas de Alto Nivel de la Union Europea para America Latina, beca nº E07D402369CO

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

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AnexosFigura 1 Ubicación de la zona del estudio (Fuente: Aldana y Daza, 2005)

Figura 2 Registro de las 10 especies con la mayor abundancia

mer

o d

e in

div

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Especies

450

400

350

300

250

200

150

100

50

0A

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Composición, abundancia y biomasa de la ictiofauna de los lagos de Yahuarcaca Varios autores

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Anexo 1 Listado taxonomico de las especies colectadas durante el periodo abril 2003-febrero de 2004(Las especies senaladas con asterisco (*) son consideradas como migratorias y estacionales).

Orden Familia Especies

Myliobatiformes Pomamotrygonidae Potamotrygon motoro (Müller & Henle, 1841)

ClupeiformesPristigasteridae Pellona flavipinnis (Valenciennes, 1836)

Engraulidae Jurengraulis jurensis (Boulenger, 1898)

Characiformes Erythrinidae Hoplias malabaricus (Bloch, 1794)

  Anostomidae Laemolyta taeniata (Kner, 1859)

    Leporinus fasciatus (Bloch, 1794) *

    Leporinus friderici (Bloch, 1794) *

    Leporinus wolfei Fowler, 1940

    Rhytiodus argenteofuscus Kner, 1858

    Rhytiodus microlepis Kner, 1858

    Schizodon fasciatus Spix & Agassiz, 1829 *

  Hemiodidae Anodus elongatus Agassiz, 1829

    Hemiodus gracilis Günther, 1864

    Hemiodus microlepis Kner, 1858

Figura 3 Abundancias de ejemplares y especies durante las temporadas de estudio

1400

1200

1000

800

600

400

200

0Ab

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TemporadasEspecies

Ejemplares

573

62

467

1277

5368

769

43

Aguas altas

Aguas bajas

Aguas endescenso

Aguas enascenso

Figura 4 Ictiomasa total de individuos en cada temporada

Temporadas

70

60

50

40

30

20

10

0

Bio

mas

a

Aguas altas

Aguas bajas

Aguas endescenso

Aguas enascenso

20,1

66,32

26,4430,79

Figura 5 Especies con mayor ictiomasa por temporada

Temporadas

10000

9000

8000

7000

6000

5000

4000

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2000

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Aguas enascenso

Aguas endescenso

Aguasaltas

Aguas bajas

Bio

mas

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Composición, abundancia y biomasa de la ictiofauna de los lagos de Yahuarcaca Varios autores

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Orden Familia Especies

  Curimatidae Curimata cisandina (Allen, 1942) *

    Curimata incompta Vari, 1984 *

    Curimata vittata (Kner, 1858) *

    Curimatella alburna (Müller & Troschel, 1844) *

    Potamorhina altamazonica (Cope, 1878) *

    Potamorhina latior (Spix & Agassiz, 1829) *

    Psectrogaster amazonica Eigenmann & Eigenmann, 1889 *

    Psectrogaster rutiloides (Kner, 1858) *

    Steindachnerina guentheri (Eigenmann & Eigenmann, 1889)

  Prochilodontidae Prochilodus nigricans Agassiz, 1829 *

    Semaprochilodus insignis (Jardine y Schomburgk, 1841) *

 Characiformes Acestrorhynchidae Acestrorhynchus abbreviatus(Cope 18781)

    Acestrorhynchus microlepis (Schomburgk, 1841)

  Cynodontidae Hydrolycus scomberoides (Cuvier, 1816) *

    Rhaphiodon vulpinus Spix & Agassiz, 1829

   Characidae Bryconops melanurus (Bloch, 1794)

    Chalceus erythrurus (Cope, 1870)

    Charax niger (Lucena, 1989)

    Colossoma macropomum (Cuvier, 1818) *

    Ctenobrycon hauxwellianus (Cope, 1870)

    Iguanodectes spilurus (Günther, 1864)

    Moenkhausia lepidura (Kner, 1858)

    Moenkhausia naponis Böhlke, 1958

    Mylossoma aureum (Agassiz, 1829) *

    Mylossoma duriventre (Cuvier, 1818) *

    Piaractus brachypomus (Cuvier, 1818) *

    Pygocentrus nattereri Kner, 1858

    Roeboides affinis (Günther, 1868)

    Roeboides myersii Gill, 1870

    Serrasalmus elongatus Kner, 1858

    Serrasalmus rhombeus (Linnaeus, 1766) *

    Stethaprion erythrops (Cope 1870)

    Stichonodon insignis (Steindachner, 1876)

    Tetragonopterus argenteus Cuvier, 1816

    Triportheus albus Cope, 1872 *

    Triportheus angulatus (Spix & Agassiz, 1829) *

    Triportheus elongatus (Günther, 1864) *

Siluriformes Doradidae Doras punctatus Kner, 1853

Orden Familia Especies

    Megalodoras uranoscopus (Eigenmann y Eigenmann, 1888)

    Nemadoras hemipeltis (Eigenmann, 1925)

    Nemadoras sp

    Opsodoras cf. Stuebelii

    Oxydoras niger (Valenciennes, 1821)

    Platydoras costatus (Linnaeus, 1758)

    Pterodoras granulosus (Valenciennes, 1821) *

  Ageneiosidae Ageneiosus brevifilis Valenciennes, 1840

  Auchenipteridae Auchenipterichthys thoracatus (Kner, 1858)

    Auchenipterus ambyiacus Fowler, 1915

    Auchenipterus nuchalis (Spix & Agassiz, 1829)

    Auchenipterus sp

    Epapterus dispilurus Cope,1878

    Trachelyopterus galeatus (Linnaeus, 1766)

  Pimelodidae Hypophthalmus edentatus Spix & Agassiz, 1829 *

    Pimelodus blochii Valenciennes, 1840 *

    Pseudoplatystoma tigrinum (Valenciennes, 1840) *

    Sorubim lima (Bloch & Schneider, 1801) *

  Callichthyidae Dianema longibarbis Cope, 1872

    Hoplosternum littorale (Hancock, 1828)

    Megalechis thoracata (Valenciennes, 1840)

  Siluriformes Loricariidae Ancystrus cf brevifilis

    Dekeyseria amazonica Rapp Py-Daniel, 1985

    Glyptoperichtys cf lituratus

  Hypoptopoma cf gulare

    Loricariichthys sp1.

    Hypostomus sp.

Gymnotiformes Sternopygidae Eigenmania limbata (Schreines y Miranda Ribeiro, 1903)

  Rhamphichthyidae Rhamphichthys marmoratus Catelnau, 1855

  Apteronotidae Apteronotus sp.

  Gymnotidae Electrophorus electricus (Linnaeus, 1776)

Perciformes Sciaenidae Plagioscion squamosissimus (Heckel, 1840) *

  Cichlidae Chaetobranchus flavescens Heckel, 1840

    Cichla monoculus Spix & Agassiz, 1831

    Cichlasoma sp.

    Mesonauta festivus (Heckel, 1840)

    Pterophyllum scalare (Shultze, 1823)

    Satanoperca jurupari (Heckel, 1840)

Page 121: Articulo Imani Mundo 2010

Composición, abundancia y biomasa de la ictiofauna de los lagos de Yahuarcaca Varios autores

241

Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Asociación de macroinvertebrados y sus grupos alimentarios en la planta carnívora Utricularia foliosa –Lentibulariaceae (Quebrada Yahuarcaca-Amazonia colombiana)Nestor Ned Torres-Zambrano1

Santiago R. Duque1

Eduardo Domínguez2

Se realizó un estudio de la fauna de macroinvertebrados que se

encuentra en la planta carnívora Utricularia foliosa en varios

sitios de la quebrada Yahuarcaca (Amazonia Colombia), para

establecer la equitatividad y riqueza según la distribución en

las frondas de diferentes edades. Se realizaron seis muestreos

quincenales en siete estaciones durante el período de aguas

altas del año 2006, registrándose un total de 11 órdenes y

13 géneros distribuidos en 10 grupos alimentarios desde

minadores hasta parásitos. Las diferencias en la diversidad,

equitatividad, número de individuos y riqueza de especies se

relacionaron con la edad de las frondas; se encontró que la hoja

distal presenta el mayor número de individuos, especialmente

de dípteros de la familia Ceratopogonidae. En esta investigación

se observó que existen grupos de invertebrados que presentan

más de un comportamiento alimentario como en el caso del

orden Trichoptera.

Palabras clave: Utricularia foliosa, macroinvertebrados, grupos

alimentarios, Amazonia

1 Instituto Amazónico de Investigaciones Imani – Universidad Nacional de Colombia, Sede Amazonia

2 CONICET-Facultad de Ciencias Naturales – Universidad Nacional de Tucumán, Argentina

Resumen

10.

Page 122: Articulo Imani Mundo 2010

Asociación de macroinvertebrados y sus grupos alimentarios en la planta carnívora Varios autores

242 243

Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

A research was carried out on the macroinvertebrate fauna living on

the carnivorous plant Utricularia foliosa from the Yahuarcaca stream

(Amazonia, Colombia), to establish the equitativity and richness

according to the macroinvertebrate distribution on the leaves of

different ages. Six bi-weekly samplings were done on seven

stations during the year 2006 high waters period, recording

11 orders and 13 genera. These taxa were distributed in 10

different functional feeding groups, from miners to parasites.

The differences in diversity, equitativity, number of individuals

and species richness were related to the leaves age. It was found

that the distal leaf presents the higher number of individuals,

especially from the Diptera family Ceratopogonidae. It was

observed in this study that certain groups of invertebrates

present more than one feeding behavior, as in the case of

members of the order Trichoptera.

Key words: Utricularia foliosa, macroinvertebrates, alimentary

groups, amazon basin.

Introducción

La ecología de macroinvertebrados asociados a macrófitos ha sido poco estudiada en regiones neotropicales y su información se encuentra fragmentada y dispersa en algunas publicaciones europeas,

norteamericanas y otras suramericanas (Junk 1973, Nessimian & Carvalho 1998, Roldán 1992, Bolívar 2001, Fernández & Domínguez 2001 y Poi de Neiff & Neiff 2006). En la Amazonia central, se han realizado algunos estudios con respecto a los macroinvertebrados acuáticos asociados a macrófitos, encontrando diferencias en cuanto a la estructura de los grupos entre zonas externas y centrales de las mismas, dependiendo de las variables ambientales físicas y químicas propias de cada zona, con distribuciones de organismos que van de acuerdo a estas características (Junk 1973 y Junk & Robertson 1997).

Los ambientes generados por las plantas acuáticas son de gran importancia, siendo el hábitat ideal para la colonización de invertebrados en donde pueden existir relaciones tróficas (Junk 1973, Thorp & Covich 2001 y Takeda et al. 2003); estas agrupaciones de invertebrados utilizan los macrófitos para su reproducción, protección contra predadores y como recurso de alimento en toda o parte de su

ciclo de vida (Meerhoff & Mazzeo, 2004, Morales 2005, Momo et al. 2006, Peiró & Alves 2006 y Poi de Neiff & Neiff 2006).

Los grupos de invertebrados que se encuentran comúnmente asociados a las plantas acuáticas están representados en su mayoría por insectos pertenecientes a los órdenes Diptera, Ephemeroptera, Trichoptera, Odonata, Coleoptera y Hemiptera; en menor proporción están otros organismos de taxa diferentes a insectos como Podocopida, Conchostraca, Basommatophora, Prostigmata e Hirudiniformes (Junk, 1973, Junk & Robertson 1997, Nessimian & Carvalho 1998, Roldán 1992, Fernández & Domínguez 2001, Bolívar 2001, Currea-Dereser 2006, Duarte & Capador 2006 y Torres-Zambrano 2008).

Estos invertebrados se encuentran clasificados en grupos funcionales según la forma como obtienen su alimento pudiendo ser herbívoros (raspadores), carnívoros (depredadores) y detritivoros y filtradores (Merrit & cummins,1996); incluso para cada grupo se encuentran otras formas específicas de alimentación como trituradores (utilizan materia orgánica particulada gruesa y macrófitos vivos), colectores (consumidores de depósito y material en suspensión), minadores de macrófitos (succionadores de fluidos) y parásitos (internos y externos), consideradas como grupos alimentarios (McCafferty 1981, Thorp & Covich 2001, Torres-Zambrano 2008 y Currea-Dereser & Torres-Zambrano 2008).

Estos grupos de invertebrados funcionan en diferentes vías que son importantes para la integridad ecológica de los ecosistemas acuáticos manteniéndolos en funcionamiento; así mismo, mantienen el flujo de energía en las cadenas tróficas, el ciclado de nutrientes, la aireación de sedimentos y en el proceso de degradación de la materia orgánica (Covich et al. 1999, Currea-Dereser 2006 y Rueda-Delgado et al. 2006).

La planta acuática Utricularia foliosa (Lentibulariaceae) tiene la capacidad de desarrollar carnivoría (Guisande et al. 2007) y está presente en el sistema Yahuarcaca en el cual se han realizado algunos estudios desde el año 2000. Los trabajos muestran resultados acerca de cómo es la distribución y relación de esta planta con las condiciones ambientales, cómo crece en diferentes condiciones nutricionales del agua y cómo se desarrolla un mecanismo de subsistencia, como es la carnivoría. También se estudiaron las agrupaciones de fitoplancton, perifiton y zooplancton que se asocian con U. foliosa, posiblemente atraídas por mecanismos desarrollados por la planta como la producción de carbohidratos (Guisande et al. 2000, 2004, Manjarrés-Hernández et al. 2006, Sanabria-Aranda et al. 2006, Díaz-Olarte et al. 2007 y Díaz-Olarte & Duque 2009). En éstos trabajos se registraron varios grupos de macroinvertebrados como presas potenciales para esta planta encontrando que más del 50% de los macroinvertebrados son consumidos. Este estudio analiza a la comunidad de macroinvertebrados asociados a U. foliosa, así como el comportamiento alimenticio de cada grupo.

Abstract

Page 123: Articulo Imani Mundo 2010

Asociación de macroinvertebrados y sus grupos alimentarios en la planta carnívora Varios autores

244 245

Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Materiales y Metodos

Área de estudioSe ubicaron siete puntos al azar a lo largo de la quebrada Yahuarcaca en cercanías de Leticia dentro de los 04º 09’ 23.8’’ S; 69º 58’ 07.6’’ W y los 04º 10’ 43.7’’S; 69º 57’ 18.4’’ W (figura 1); sitios de condiciones similares en cuanto a cobertura vegetal, sustrato y aportes de tributarios. Se obtuvieron datos de precipitación y niveles del río Amazonas en los meses de muestreo, registros realizados por el puerto fluvial de Leticia y tabulados por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales - IDEAM.

Figura 1 Ubicación de los siete puntos de muestreo sobre la quebrada Yahuarcaca. Modificado de Aldana & Daza 2005.

antigua o extremo proximal (figura 2) siguiendo a Richards (2001). En total se recolectaron 252 muestras.

Para la colección de cada hoja se utilizó una malla de 250 µm de ojo, con un área de recolección de 20 cm de diámetro. El arrastre se realizó de abajo hacia arriba para reducir el escape de los macroinvertebrados. Cada hoja se fijó con transeau y se llevó en bolsas plásticas al laboratorio en donde se refrigeraron.

Para determinar las características físicas y químicas del ambiente, se tomaron datos de profundidad (ecosonda LCD - Digital), transparencia (disco Secchi), temperatura, porcentaje de saturación de oxígeno y oxígeno disuelto en el agua (YSI 55), conductividad (YSI 30), y pH (pHmetro Hanna).

Figura 2 Regiones de la planta según la edad (modificado de Richards 2001)

LEYENDA

Cuerpos de agua

Islas Fluviales

Caño

Quebrada

Vías

Casco Urbano

Perímetro Urbano

Fase de campoSe realizaron dos muestreos mensuales entre marzo y mayo del año 2006, que a su vez corresponden al período vegetativo anual de la planta, meses en los que se registran niveles de ascenso y máximos del río Amazonas y de sus sistemas conexos. En cada muestreo se colectaron al azar dos hojas de tres secciones de la planta que crece en cada punto, teniendo en cuenta la edad de cada sección: región más joven (extremo apical), región media y región más

Fase de laboratorioUna vez en el laboratorio, se procesó cada hoja separando y contando manualmente al estereoscopio los macroinvertebrados, los cuales se identificaron en forma taxonómica y ecológica utilizando claves para cada grupo (McCafferty 1981, Merrit & Cummins 1996, Thorp & Covich 2001, Fernández & Domínguez 2001), complementado con ayuda de especialistas de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Tucumán

Page 124: Articulo Imani Mundo 2010

Asociación de macroinvertebrados y sus grupos alimentarios en la planta carnívora Varios autores

246 247

Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

– Argentina, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires – Argentina, del Departamento de Biología de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, del Departamento de Biología de la Universidad de Nariño – Pasto y de la Universidad del Valle - Cali; además se consultó bibliografía especializada para cada grupo.

La determinación del mecanismo de alimentación en cada grupo, se basó en información de varios autores que describen la forma como los organismos obtienen su alimento durante el desarrollo, teniendo en cuenta la manera de utilizar mecanismos morfo-comportamentales para la obtención y procesamiento del alimento disponible en el medio (McCafferty 1981, Merrit & Wallace 1995, Merrit & Cummins 1996, Thorp & Covich 2001 y Currea-Dereser & Torres-Zambrano 2008).

Con el fin de registrar el tamaño (longitud) de cada individuo, se hicieron mediciones utilizando una reglilla graduada en milímetros y un estereoscopio binocular, se almacenaron los ejemplares en alcohol al 70%, los cuales se depositaron en la colección entomológica del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.

Tratamiento de datosCon la finalidad de discriminar las variables abióticas se realizó un análisis mediante la técnica de ordenación tipo componentes principales PCA según Legendre & Legendre (1998); se analizó el efecto de estas variables sobre el número de individuos de los taxa, la variación espacial y temporal de estas variables y las agrupaciones de macroinvertebrados aplicando el método de ordenación DCCA (Análisis de Correspondencia Canónica Distendido) usando el programa CANOCO (ter Braak & Smilaurer 1998); para éste análisis se excluyeron a las variables físicas y químicas no significativas; también se excluyeron los taxa cuya abundancia relativa fue menor al 0.2% del total de muestras; bajo este criterio, 15 de 23 familias fueron incluidas. Se desarrolló el test de Monte-carlo (999 permutaciones, =0.05) con el objeto de establecer la significancia de los ejes de los taxa y los ejes de la relación taxa-ambiente.

Para establecer la estructura de macroinvertebrados se cuantificó la abundancia de los diferentes taxa y con estos datos se estimó la diversidad de los organismos presentes sobre la planta respecto a cada hoja, de cada punto de muestreo y para cada muestreo realizado. Se estimó la riqueza de las especies (S), el índice de Shannon - Weaver (H’, 1963) el Índice de Simpson ( , 1969) y el de equitatividad de Pielou (J’, 1975); todos calculados según Ludwig & Reynolds (1988) y Moreno (2001).

Resultados

Hidrología y variables físicas y químicasDurante el período de estudio, marzo - mayo del año 2006, la quebrada Yahuarcaca presentó profundidades máximas de hasta 7.5 metros en el punto más profundo, que en este caso es el lugar donde se ubicó la planta cinco. La precipitación y los niveles medios del río Amazonas (figuras 3a y 3b), indican que durante el período de estudio, la quebrada presentó un comportamiento hidrológico típico según las características de la cuenca, es decir que para ésta época se presentaron los niveles máximos de agua. Como se observa en la figura 3b y 3c, la tendencia general durante los tres meses de muestreo es al ascenso con una disminución al final.

Los valores medios de las características físicas y químicas del agua (tabla 1), concuerdan con la descripción de varios autores como Sioli (1964, 1967), Fittkau (1971a) y Duque et al. (1997), en donde se indica que las aguas están definidas por pH ligeramente ácido, la alta transparencia y las bajas conductividades perteneciendo por ello a las aguas negras tipo I que indican Núñez-Avellaneda & Duque (2001) para este sector de la Amazonia colombiana (ver anexo 2).

Tabla 1 Variables físicas y químicas de los puntos ubicados sobre la quebrada Yahuarcaca (promedio, desviación estándar, máximos y mínimos)

Punto 1 Punto 2 Punto 3 Punto 4 Punto 5 Punto 6 Punto 7

Profundidad (m)

6,03 ± 0,59 5,3 - 6,6

4,5 ± 0,8 3,3 - 5,5

4,93 ± 0,78 3,9 - 5,7

4,8 ± 0,69 4 -6

6,53 ± 1,1 5,1 - 7,5

5,05 ± 0,68 4 - 6

2,73 ± 0,63 1,6 - 3,3

Conductividad µs cm¯¹

42,07 ± 9,03 30,3 - 56

47 ± 12,15 27,7 - 62,3

44,95 ± 12,75 28 - 59,3

45,92 ± 13,78 26,5 - 59,8

47,87 ± 14,19 28,6 - 62,3

48,58 ± 13,88

30,3 - 65,6

61,75 ± 22,09 41,3 - 101,6

% Sat. De Oxígeno

37,68 ± 12,08 23,5 - 51,3

44,28 ± 13,3 27,9 - 63

43,72 ± 19,74 24,5 - 77

40,28 ± 10,98 14,2 - 58

41,85 ± 23,41 18,1 - 68

37,55 ± 15,19 14,2 - 58

38,95 ± 15,49 16,5 - 62

Oxígeno disuelto mg L¯¹

2,31 ± 1,27 0,35 - 3,8

2,83 ± 1,48 0,37 - 4,3

2,69 ± 1,73 0,35 - 5,5

2,42 ± 1,25 0,35 - 4,21

2,22 ± 1,54 0,35 - 4,21

2,3 ± 1,44 0,35 - 4,48

2,191 ± 1,19 0,36 - 3,58

pH6,08 ± 1,84 3,9 - 8,2

6,11 ± 1,9 4,1 - 8,5

6,05 ± 1,86 4,1 - 8,3

5,99 ± 1,79 4,1 - 8,2

6,11 ± 1,72 4,43 - 8,1

5,84 ± 1,7 4,4 - 8

5,75 ± 1,71 4,4 - 8

Transparencia (Secchi)

1,68 ± 0,47 1,2 - 2,5

1,42 ± 0,21 1,15 - 1,75

1,52 ± 0,25 1,2 - 1,86

1,47 ± 0,23 1,2 - 1,86

1,23 ± 0,28 0,8 - 1,65

1,37 ± 0,22 1 - 1,58

1,46 ± 0,43 0,8 - 2

Temperatura ºC

27,23 ± 1,42 26,1 - 30

27,82 ± 2,03 26,3 - 31,8

28,13 ± 1,74 26,8 - 31,5

28,38 ± 2,2 26,8 - 31,1

28,48 ± 2,2 26,6 - 32,7

28,17 ± 1,67 26,8 - 31,2

27,91 ± 1,28 26,2 - 29,6

Page 125: Articulo Imani Mundo 2010

Asociación de macroinvertebrados y sus grupos alimentarios en la planta carnívora Varios autores

248 249

Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Figura 3 a). Precipitación mensual para el año 2006, estación Leticia. b). Niveles medios mensuales del Río Amazonas de enero-junio de 2006. c). Niveles medios mensuales de la quebrada Yahuarcaca marzo - mayo de 2006

Precipitación mm

0

100

200

300

400

500

600

700

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic

a.

Met

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ún

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un

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Nivel Río Amazonas

0

0,3

0,6

0,9

1,2

1,5

1,8

Ene Feb Mar Abr May Jun

b.

Pro

fun

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m.

Nivel Q. Yahuarcaca5,2

5

4,8

4,6

4,4

4,2

4Mar Abr May

c.

En la figura 4 se observan los grupos formados por el PCA. El primer grupo es explicado por el oxígeno disuelto, la temperatura y profundidad; el grupo II por el pH y el % de saturación de oxígeno. El grupo III se explica por los valores de conductividad relativamente bajos para ese primer momento.

El grupo IV lo integran las muestras que tienen correlación en forma negativa con el pH, % de saturación de oxígeno y oxígeno disuelto, en donde se presentan los valores más bajos de todo el muestreo (Figura 4).

Figura 4 Análisis de Componentes Principales (PCA) de las variables abióticas de los seis muestreos (M) y siete puntos (P)

En el análisis de componentes principales (PCA) los dos primeros ejes explican el 62,38% de la variación total de los datos, el eje 1 con el 35,51% de dicha variación, presentando una correlación negativa con el pH, % de saturación de oxígeno y oxígeno disuelto. El eje 2 suma el 26,87 % de la variación mostrando una correlación positiva con la conductividad y negativa con la temperatura y la profundidad (figura 4).

Taxa y agrupaciones de macroinvertebradosEn el período de muestreo se colectaron 6426 individuos sobre U. foliosa, pertenecientes a 11 órdenes y 23 familias, de las cuales se identificaron 13 géneros para un total de 32 taxa (tres subfamilias y dos tribus para la familia Chironomidae; tabla 2). La mayor abundancia relativa fue registrada para el orden Diptera con 86,2%, Hemiptera presentó 4,8% y Ephemeroptera 2,9% (figura 5a). Los valores de abundancia más bajos se presentaron para los órdenes Prostigmata con 0,1%, Odonata con 0,3% y Rhynchobdellae con 0,3% (figura 5a).

Con respecto a tamaños de organismos, se registraron desde pequeños como el orden Ostrácoda y la familia Pleidae (Hemiptera) con 0.5 a 2.0 mm, hasta los más grandes, de la familia Gerridae (Hemiptera; tabla 2) con 5.0 a 16.0 mm.

Los 32 taxa se distribuyen en 10 grupos alimentarios (tabla 2), destacándose los grupos C2 y R con 51,7% (C2=detritívoros - colectores o consumidores de depósito, R=herbívoros – pastoreadores, raspadores de minerales y superficies orgánicas) siendo la mayor abundancia relativa, seguidos de los grupos P1 con 44,8% y C1 con 27,6% (P1=devoradores-carnívoros, C1=detritívoros-filtradores o consumidores de material en suspensión, figura 5b).

Page 126: Articulo Imani Mundo 2010

Asociación de macroinvertebrados y sus grupos alimentarios en la planta carnívora Varios autores

250 251

Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

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5

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252 253

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Figura 5 (a) Abundancia relativa de los 11 órdenes de macroinvertebrados encontrados sobre U. foliosa. El eje “y” se presenta en escala logarítmica base 10. (b) Abundancia relativa de los grupos alimentarios encontrados sobre U. foliosa., ver detalles en anexo 1

t1 t2 t3 c1 c2 r m p1 p2 paAb

un

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Rel

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a

Grupos alimenticios*

b.

0

10

20

30

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60

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0,1

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100

Variación de taxa y agrupaciones alimentariasEl mayor número de individuos se encontró en la planta cinco con 1202 ejemplares, seguido de la planta dos con 1074 (figura 6a); asimismo el menor número se presentó en las plantas seis y siete con 606 y 674 individuos respectivamente (figura 6a). Para el caso de las hojas, se encontró mayor abundancia en las hojas

distales con 2727 individuos (figura 6b), seguida por las hojas proximales con 1947 individuos; y las hojas medias con 1752 individuos. El mayor número de individuos fue de 2786 en el quinto muestreo, seguido por el muestreo seis con 1911 individuos (figura 6c).

El mayor número de taxa se registró para la planta cinco con 23, seguido de las plantas uno y siete con 18 taxa (6d). La mayor cantidad de taxa se presentó en la hoja proximal con 23, seguido de la hoja media con 22 y la menor cantidad de taxa estuvo presente en la hoja distal con 10 (figura 6e). Para el caso de los muestreos, se encontró que el mayor número de taxa se presenta en el sexto con 21, seguido del quinto con 19 (figura 6f).

La mayor abundancia relativa dentro del orden Insecta se presentó en la familia Ceratopogonidae (Diptera) con 72,5%, seguida de la familia Chironomidae (Diptera) con 13,6% y Baetidae (Ephemeroptera) con 2,9 % (figura 7). Los porcentajes mínimos se presentaron para las familias Caenidae (Ephemeroptera) y Leptoceridae (Trichoptera) con 0,03% y 0,02% respectivamente; estas últimas familias presentaron un solo individuo (figura 7).

El estudio encontró que 27 de los 32 taxa presentan más de un mecanismo de alimentación, destacándose algunos organismos del orden Trichoptera que presentan hasta cinco formas de alimentarse, en relación con la oferta de recursos y las adaptaciones para obtenerlos, entre ellos se encontraron masticadores y minadores de macrófitos vivos, detritívoros-masticadores de CPOM, detritívoros-filtradores o consumidores de material en suspensión, detritívoros-colectores o consumidores de depósito, herbívoros-pastoreadores (raspadores de minerales y superficies orgánicas), devoradores-carnívoros y minadores.

Figura 6. (a) Número de individuos por planta, (b) por hoja, (c) por muestreo, (d) número de taxa por planta, (e) por hoja y (f) por muestreo.

Plantas

No

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Ind

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0

0 1 2 3 4 5 6 7 8

200

400

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1200

1400

a.

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Muestreos

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0 2 4 86

d.Figura 7 Abundancia relativa de las 23 familias encontradas sobre U. foliosa. El eje “y” se presenta en escala logarítmica base 10

Muestreos

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0 1 2 3 4 5 6

f.

Hojas

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3000

b.

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CorrelacionesEn el DCCA la varianza total explicada por la frecuencia taxa-ambiente en los tres primeros ejes fue de 78.1%; en el primer eje se encontró una fuerte correlación con el porcentaje de saturación de oxígeno y el pH y una relación inversa con la conductividad, mientras el segundo eje estuvo relacionado positivamente con el oxígeno disuelto y negativamente con la profundidad; sin embargo, el tercer eje presenta una correlación alta con la conductividad. En la figura 8 se expone el plano de ordenación con las direcciones y longitudes de los vectores de las variables ambientales.

La composición de taxa muestra que existen diferencias temporales más que espaciales, por ejemplo, en la figura 8 se observa una agrupación que incluye a todos los puntos del primer muestreo; dicha agrupación está relacionada con la presencia de las familias Cordullidae y Libellulidae (Odonata) y a su vez estos se relacionan con la baja profundidad registrada en todos los sitios en ese momento.

Figura 8 Plano de ordenación del análisis DCCA; las letras M y P indican el muestreo y punto, respectivamente

Otro grupo lo conforman todos los puntos del segundo y tercer muestreo, en donde se relacionan las familias Ceratopogonidae (Diptera) y Corixidae (Hemiptera) para las plantas cuatro, cinco, seis y siete explicados por el porcentaje de saturación de oxígeno, el pH y la temperatura. Se observa un pequeño grupo conformado por el cuarto muestreo en donde los puntos dos, tres, cuatro, seis y siete no son tan homogéneos y se encuentran relacionados con las familias Chironomidae (Diptera) y Baetidae (Ephemeroptera), relación explicada posiblemente por la conductividad y el oxígeno disuelto.

El grupo más grande lo comprenden los muestreos cinco y seis para todas las plantas, lo cual indica la dispersión de los puntos y asimismo se observa la relación con la mayoría de las familias explicada por la conductividad y la profundidad, debido a que estos puntos se encuentran más cercanos a la influencia del río Amazonas con conductividades más altas.

ÍndicesLos resultados indican que la riqueza ( ) aumenta en cada muestreo, así como el número de organismos. Se observa el mayor valor en el punto cinco con 26 especies y en la hoja proximal con 15 (tabla 3).

La diversidad (H’) fue mayor en el último muestreo (1,41), así como en el punto cinco (1,44) y en la hoja proximal (1,55). Se observó que fue menor en el tercer muestreo (0,74), en el punto tres con 0,90 y en la hoja distal con 0,21 (tabla 3).

La dominancia ( ) fue menor en el segundo muestreo (0,42); asimismo, se presenta un menor valor en el punto cinco; se observa que los puntos tres y siete tuvieron los valores mas altos de éste índice (tabla 3). Con respecto a las secciones de las plantas, la hoja distal presenta mayor dominancia (0,99), debido a la alta abundancia que se presenta allí (2726, tabla 3).

Los valores de equitatividad ( ) se presentan uniformes en todos los muestreos. Sin embargo, se observa el menor valor en el tercer muestreo con 0,26; también indican una semejanza entre los puntos, con el menor valor en el tercero (0,32). El menor valor de equitatividad ( ) se presenta en la hoja proximal con 0,15 (tabla 3).

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

Tabla 3 Índices de diversidad, riqueza, equitatividad y número de organismos para cada punto, muestreo y hoja

Indice Puntos Muestreos Hojas

1 2 3 4 5 6 7 1 2 3 4 5 6 Distal Media Proximal

Shannon 1,10 1,17 0,90 1,11 1,44 1,24 0,99 0,86 1,20 0,74 1,30 1,03 1,41 0,21 1,29 1,55

Simpson 0,59 0,53 0,65 0,50 0,46 0,49 0,62 0,64 0,42 0,75 0,49 0,62 0,44 0,92 0,47 0,35

Riqueza 21 16 16 16 26 15 19 8 12 18 21 23 24 4 13 15

# organismos 888 1074 999 983 1201 606 672 252 553 598 786 2570 1664 2726 1751 1946

Equitatividad 0,36 0,42 0,32 0,40 0,44 0,46 0,34 0,41 0,48 0,26 0,43 0,33 0,44 0,72 0,20 0,15

Discusión

hidrología y variables físicas y químicasDurante el período de estudio marzo – mayo del año 2006, la quebrada Yahuarcaca presentó un comportamiento típico de la zona y de las características de la cuenca (Payne 1986, Esteves 1988, Junk et al. 1989, Junk 1997 y Junk & Wantzen 2003), con aguas altas y niveles máximos de profundidad de hasta 7,5 metros.

Este aumento en los niveles del agua se debe al incremento de la precipitación en la cuenca alta del río Amazonas (Ecuador y Perú), así como a lluvias locales, las cuales registraron 600 mm. en enero y 530 mm. en marzo (figura 3a). Además, el aumento en los niveles del agua en Yahuarcaca, también son una consecuencia del estancamiento temporal generado por las aguas del río Amazonas cuando ingresa al sistema de lagos. En la figura 3b se puede observar la variación de los niveles y el repentino descenso en junio, lo cual indica una estacionalidad del caudal con la disminución de la precipitación (figura 3a, Junk 1970, Junk & Howard–Williams 1984, Esteves 1988 y Guisande et al. 2000, 2004).

Por lo anterior, los niveles del agua en la quebrada determinan el establecimiento de la planta carnívora en el sistema, y por consiguiente las agrupaciones de macroinvertebrados que se asocian, concordando con los estudios en lagos amazónicos de Fittkau et al. (1975), Reiss (1977) y Bolivar (2001).

El aumento de las concentraciones de pH y la saturación de oxígeno en el segundo muestreo (finales de marzo) observado en el PCA (figura 4), se debe al efecto que tiene el ingreso de las aguas blancas tipo I (Núñez-Avellaneda & Duque 2001) del río Amazonas en Yahuarcaca durante ese periodo, con una gran cantidad de material suspendido con mayor concentración de nutrientes.

La escasa variabilidad de la temperatura, el oxígeno disuelto y la profundidad a comienzos de abril (muestreo 3) se debe a la poca variación de la precipitación (figura 4); los muestreos cuatro, cinco y seis no presentan diferencias significativas en los valores de los parámetros, los cuales son relativamente bajos debido a la dilución del agua, efecto ocasionado por las aguas del río Amazonas que llegan hasta la quebrada.

Taxa y agrupaciones de macroinvertebradosEn esta investigación se encontró mayor diversidad de macroinvertebrados asociados a plantas flotantes, en relación con estudios anteriores realizados también en la región amazónica colombiana e incluso mayor al reporte de Peiró & Alves (2004) de la región litoral de Brasil que sólo registran 5 órdenes sobre Utricularia sp. (tabla 4).

Según las condiciones del medio, los organismos pueden presentar mas de una forma de alimentación (masticadores y minadores de macrófitos vivos, detritívoros-masticadores de CPOM, detritívoros-filtradores o consumidores de material en suspensión, detritívoros-colectores o consumidores de depósito, herbívoros-pastoreadores, devoradores-carnívoros y minadores); en éste estudio Oxyethira (Leptoceridae: Trichoptera) obedece a cambios ontogénicos, durante las cuales hay variación en la dieta como consecuencia de las adaptaciones morfológicas en sus estructuras bucales (Merrit & Wallace 1995); estas adaptaciones son evidentes en 27 de los 32 taxa citados (tabla 2).

Por el contrario, otros grupos solo presentan un mecanismo de alimentación, tal es el caso de Libellulidae, Cordullidae, Coenagrionidae y Gerridae que son predadores; Neotrichia (Hydroptilidae: Trichoptera) se presenta como raspador. Los grupos funcionales que muestran más de dos taxa son los detritívoros-colectores o consumidores de depósito (C2) y herbívoros-pastoreadores, raspadores de minerales y superficies orgánicas (R), la riqueza de estos grupos fue de 19 y 17, respectivamente (tabla 2).

Los macroinvertebrados y sus grupos funcionales encuentran condiciones para su desarrollo en U. foliosa, sin importar las condiciones de pobreza de nutrientes y baja productividad de las aguas. Específicamente U. foliosa seria un buen hábitat por favorecer en alimento a los herbívoros, detritívoros y comedores de depósito, así como disponibilidad de refugio (Meerhoff & Mazzeo 2004). Sin embargo Momo et al. (2006) desestiman la importancia de esta planta como refugio ya que

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Asociación de macroinvertebrados y sus grupos alimentarios en la planta carnívora Varios autores

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

también permite la presencia de predadores como otros macroinvertebrados y peces; incluso Sanabria-Aranda et al. (2006), indican que cerca del 50% de los macroinvertebrados hallados en este estudio son potenciales presa de U. foliosa, al tener tamaños menores a 5 mm (tabla 2), tamaño máximo de presas encontradas en los utrículos de esta planta (Manjarrés-Hernández et al. 2006).

Tabla 4 Número de órdenes y de grupos alimentarios encontrados sobre plantas flotantes en sistemas acuáticos suramericanos

Investigaciones Macrófito Nº de órdenes

Nº de grupos alimentarios

Bolivar (2001)

Paspalum sp., Polygonum sp., Nymphacea sp.,

Eichornia sp.

8 6

Peiró y Alves (2004)

Ceratophyllum sp., Utricularia sp., Eichornia sp.,

Nymphoides sp., Pontederia sp., Eleocharis sp.,

Rotala sp., Salvinia sp.,

Potamogeton sp., Myriophyllum sp.,

Cabomba sp.

9 4

Morales (2005) Paspalum repens 6 4

Duarte & Capador (2006) Paspalum repens 5 5

Poi de Neiff & Neiff (2006)

Eichornia crassipes, Eichornia azurea, Pistia stratiotes, Salvinia biloba.

Azolla carolinana, Lemma sp,

Paspalum Repens

8 6

Peiró y Alves (2006)

Egeria sp, Potamogeton sp.,

Eleocharis sp, Utricularia sp., Cabomba sp., Ipomoea sp.

7 3

Presente estudio Utricularia foliosa 11 10

Nuestros resultados muestran que aunque existan los factores negativos antes indicados, la planta genera espacios para el desarrollo de los macroinvertebrados por cuanto es evidente el aumento progresivo, tanto en

el número de individuos como en la riqueza de especies durante el tiempo de muestreo; así mismo, la diversidad y equitatividad son estables en todo el estudio (tabla 3).

La mayor abundancia y riqueza observada en la planta cinco puede ser una consecuencia de la alta profundidad (6.53 metros en promedio); esta profundidad facilita la migración de los organismos, el camuflaje y escape de predadores. Además éste punto presentó un pH menos ácido (6.11 en promedio). Igualmente, según el índice de riqueza, se observó el mayor número de taxa en la hoja proximal dando a entender que allí los organismos encuentran más posibilidades de alimentarse, así como mayor espacio y menos competencia ya que en esta sección de la planta se presentan comunidades de algas, grupos de invertebrados y material particulado, en donde las especies pueden presentar diferentes modos de forraje (McCafferty 1981, Torres-Zambrano 2008 y Currea-Dereser & Torres-Zambrano 2008).

Sin embargo, el análisis de los resultados nos muestran que los grupos alimentarios no presentan mayores diferencias entre las hojas, debido a que las familias que se encuentran en cada hoja presentan más de un comportamiento alimenticio, indicando que pueden existir hasta 10 grupos en una sola hoja.

El análisis de correlación canónica distendido (DCCA) muestra que algunos de los grupos de organismos se ven afectados por la profundidad en el primer muestreo, ya que se presentan niveles bajos en todos los puntos. Organismos del orden Diptera y Hemiptera están influenciados principalmente por el porcentaje de saturación de oxígeno, el pH y la temperatura del agua en ciertos puntos de muestreo durante el segundo mes, posiblemente por presentarse una disminución de la precipitación a comienzos de abril. El aumento de los valores de conductividad en el último mes, según el DCCA favorece el establecimiento de la mayoría de los grupos en todas las plantas.

ÍndicesLos índices de diversidad, equitatividad, número de individuos y riqueza de especies muestran diferencias estadísticamente significativas sobre las hojas, es decir que la edad afecta la distribución de los macroinvertebrados, tal como lo reporta Torres-Zambrano (2008). Por el contrario, también en Yahuarcaca, Morales (2005) encontró que la estructura del ensamblaje de insectos no difiere significativamente según el patrón de crecimiento de Paspalum repens (una de las gramíneas más comunes en los lagos de Yahuarcaca, mas no en la quebrada del mismo nombre). Por otro lado Junk (1973) y Junk & Robertson (1997) encontraron también en la Amazonia central de Brasil, diferencias en

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Remando a varias manos Investigaciones desde la Amazonia

la estructura de los macroinvertebrados en plantas acuáticas como Paspalum repens, Eichhornia crassipes, y Paspalum fasciculatum.

La hoja distal presenta el mayor número de organismos (2726), en especial pertenecientes a la familia Ceratopogonidae, que a la vez es la familia de dípteros más abundante de todo el estudio (figura 2); Sanabria-Aranda et al. (2006) indican que en este sector de la planta se encuentran utrículos en crecimiento y alto contenido de carbohidratos, incluso se encuentran organismos de los ordenes Coleoptera, Hemiptera y Diptera (de la familia Chironomidae).

En cambio en las hojas medias la cantidad disminuye (1751), aunque la familia Ceratopogonidae continúa siendo la más abundante seguida de Chironomidae. En ésta parte media se observan algas, otros invertebrados y material suspendido como fuente de alimento (Torres-Zambrano 2008). La sección media de la planta concentra utrículos en crecimiento aptos para la captura de presas, en donde se encuentran más recursos alimenticios y por consiguiente más grupos de organismos (Richards 2001).

El sector proximal es el más antiguo de la planta, presenta la mayor diversidad de organismos, los cuales son favorecidos por la presencia de algas, otros insectos y material suspendido que les brinda alimento y refugio (Torres-Zambrano 2008). Este sector presenta los utrículos más desarrollados con mayor capacidad para atrapar presas de diversos tamaños, quedando disponibles para ser consumidos por predadores de mayor tamaño (Manjarrés-Hernández et al. 2006 y Sanabria-Aranda et al. 2006).

Nuestros resultados muestran que si bien U. foliosa aprovecha como fuente de alimento a los macroinvertebrados, no afecta de forma significativa su distribución ya que consiguen en la planta alimento y refugio. Sanabria-Aranda et al. (2006) indican que la planta se favorece por la abundancia y diversidad de estos organismos que conviven con ella, sin embargo no es selectiva a la hora de atrapar sus presas. Esto da a entender también que las tallas de los individuos y su movilidad son importantes al momento de ser posibles presas de U. foliosa.

El estudio nos muestra la importancia de los procesos dinámicos hidrológicos (como ciclado de nutrientes, degradación de la materia orgánica, etc.) y de ajuste de las comunidades que conviven con las plantas acuáticas (pastoreo, predación, mutualismo, etc.), en especial de U. foliosa que por ser un organismo vegetal con capacidad predadora (Guisande et al. 2007), la convierte en un excelente referente para estudios biológicos y ecológicos en la Amazonia.

Dada la relación entre U. foliosa y los macroinvertebrados, la planta se convierte en un componente clave del ecosistema, ya que es un hábitat ideal

para el establecimiento de organismos, jugando un papel importante en la estructura y funcionamiento del sistema acuático (Peiró & Alves 2004, 2006).

En la quebrada Yahuarcaca se establece entonces una compleja relación entre la planta carnívora y los macroinvertebrados que se asocian a ella, ya que no solamente la planta se favorece al estar éstos allí para brindarle los nutrientes que necesita, sino que también se favorecen aún más las agrupaciones de macroinvertebrados por encontrar la disponibilidad tanto de alimento como refugio para su crecimiento.

La mayoría de las agrupaciones de macroinvertebrados que se encuentran sobre U. foliosa, presentan más de un ítem alimenticio, es decir que son omnívoros, al menos en sus estadíos tempranos, ya que el alimento que el organismo ingiere de preferencia durante su período de crecimiento es el que puede asimilar de manera más eficaz, asegurando que el flujo de materia y energía se mantenga en el microecosistema.

U. foliosa alberga mayor cantidad de macroinvertebrados que otras hierbas flotantes reportadas hasta el momento para la región amazónica colombiana, ya que en una sola hoja se pueden presentar hasta 11 órdenes y 10 grupos alimentarios. Es entonces uno de los reservorios más importantes de macroinvertebrados en ecosistemas acuáticos amazónicos y no sólo de éstas asociaciones, sino también de otras como es el caso de peces y aves acuáticas, como lo reportan Meerhoff & Mazzeo (2004) para plantas flotantes.

AgradecimientosUn especial apoyo se tuvo de los investigadores de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Tucumán – Argentina, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires – Argentina, del Departamento de Biología de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, del Departamento de Biología de la Universidad de Nariño – Pasto y de la Universidad del Valle – Cali. Una parte del estudio se desarrolló dentro del I curso tutorizado de especialización en Ecología acuática organizado por el Instituto Imani (UN Amazonia) y la Universidad de Vigo (España). En el curso reconocemos el apoyo de los colegas Ana Milena Manjarrés, Adriana González, Lanys Valoyes, Jhon Jairo Díaz, Lizandro Sanabria y Castor Guisande. Así mismo a Gabriel Aricari en las fases de campo. Especial reconocimiento al Instituto Imani por el apoyo logístico brindado.

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Asociación de macroinvertebrados y sus grupos alimentarios en la planta carnívora Varios autores

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Asociación de macroinvertebrados y sus grupos alimentarios en la planta carnívora Varios autores

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Anexo 2 Valores mínimos y máximos de conductividad, pH y transparencia propios de aguas negras tipo I y tipo II

Parámetro Presente estudio Duque et al 1997 Núñez-Avellaneda & Duque 2001

Conductividad µs cm¯¹ 26,5 - 101,6 20,0 - 45,0 12,0 - 20,0

pH (L) 3,9 - 8,5 6,0 - 7,1 5,0 - 6,0

Transparencia (Secchi - m) 0,8 - 2,5 0,25 - 0,7 0,30 - 0,50

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Se terminó de imprimir en junio del 2010 En los talleres de Impresol ediciones Ltda.

pbx: (571) 250 82 44www.impresolediciones.com

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