arquitectura y urbanismo militar en iberoamérica.pdf

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  • Contenido

    ArquitecturA y urbAnsticA costerA

    Arquitectura militar y guerra de mercados durante los siglos xvii y xviii en el Golfo de Mxico y El Caribe.

    Las fortificaciones de la Isla de Tris y de las riberas de la Laguna de Bacalar y del Ro Hondo.

    Manuel RodRguez viqueiRaUAM Cuajimalpa

    Fortificaciones espaolas de los siglos xvi, xvii y xviii.

    Utopa y GeometraCaRlos gonzlez lobo

    UNAM

    Arquitectura y urbanismo militar: El caso de Galicia

    xose lois MaRtnez suRezUniversidade da Corua

    Drake y Morgan, dos piratas cuyos ataques definieron la ubicacin de ciudades

    MniCa Cejudo ColleRaUNAM

    Presentacin

    UNIVERSIDAD AUTNOMA METROPOLITANA

    Dr. Enrique Fernndez FassnachtRector General

    Dr. Salvador Vega y LenRector de la Unidad Xochimilco

    Mtra. Paloma Ibez VillalobosRectora de la Unidad Azcapotzalco

    Dr. Arturo Rojo DomnguezRector de la Unidad Cuajimalpa

    Mtro. Jaime F. Irigoyen CastilloDirector de la Divisin de Ciencias y Artes para el Diseo

    Arq. Juan Ricardo Alarcn MartnezJefe del Departamento de Tecnologa y Produccin

    Lic. Jos Luis Martnez DurnJefe del Departamento de Teora y Anlisis

    vii

    1

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    55

    79

  • iv v

    ArquitecturA y urbAnsticA tierrA Adentro

    Las fortificaciones en el conjunto de los bienes culturalessalvadoR daz-beRRio FeRnndezUAM Xochimilco

    La arquitectura militar En la ruta de la seda ChinaleonaRdo MeRaz quintanaUAM Xochimilco

    La fortaleza de San Carlos en Perote, VeracruzalbeRto gonzlez PozoUAM Xochimilco

    Los planos antiguos en el anlisis urbano y arquitectnicojoRge gonzlez aRagn

    UAM Xochimilco

    Proyecto para el amurallamiento de la Ciudad de Mxico y obras para su defensa

    guadaluPe de la toRRe villalPandoENCRyM, INAH

    Cartografa del Golfo de MxiconoRMa e. RodRigo CeRvantesENCRyM, INAHjoRge gonzlez aRagnUAM Xochimilco

    Las prisiones y las fortalezas.Ensayo comparativo entre las tipologas arquitectnicas, militar y carcelariajuan Manuel eveRaRdo CaRballo CRuzUAM XochimilcojaiMe FRanCisCo iRigoyen CastilloUAM Xochimilco

    107

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    141

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    283

  • vii

    Presentacin

    El presente volumen da cuenta de las investigaciones recientes sobre arquitectura y urbanstica militar en Iberoamrica en torno a:

    a. Las experiencias fsico-espaciales que van desde las rutas martimas, las estrategias de ocupacin costera y del interior de las grandes regiones, los archipilagos y corredores en el continente americano, las costas del Golfo de Mxico, que tocan diversos motivos en cuanto a las ideas y realizaciones urbansticas y arqui-tectnicas: proyectos ejecutivos, proyectos no realizados, obras ejecutadas y sus transforma-ciones.

    b. Las experiencias relativas al dominio, explo-tacin y trnsito de mercancas y comunidades de uno y otro lado del Atlntico.

    En cuanto al primer aspecto es importante destacar que hay diversos acercamientos de los au-tores de los textos: la lectura fsico-espacial de un proyecto o locacin especfica, la impronta de los tratados militares de la poca en proyectos y obras especficos, el contexto geogrfico en la disposicin y entramado de los edificios y, en algunos casos, las exigencias polticas, econmicas o estratgicas que dictaba la Corona espaola en el territorio con-quistado.

    La diversidad de enfoques en torno al tema edi-licio militar en su mayora tienen una importancia en lo relativo a lecturas creativas de los eventos en el territorio con la referencia casi continua a la informa-cin que ofrecen los planos antiguos de los siglos XVI al XIX depositados en los acervos espaoles y mexicanos

  • viii

    Los textos del presente volumen fueron agru-pados en los dos siguientes apartados:

    1. Arquitectura y urbanstica costera, con cua-tro participaciones

    2. Arquitectura y urbanstica tierra adentro, con siete participaciones

  • ARQUITECTURA MILITAR Y GUERRA DE MERCADOS DURANTE LOS SIGLOS XVII Y XVIII

    EN EL GOLFO DE MXICO Y EL CARIBE.LAS FORTIFICACIONES DE LA ISLA DE TRIS

    Y DE LAS RIBERAS DE LA LAGUNA DE BACALAR Y DEL RO HONDO

    Manuel RodRguez viqueiRaUAM Cuajimalpa

    Divisin de Ciencias de la ComunicacinDepartamento de Teora y Procesos del Diseo

    Profesor- Investigador

  • 3Introduccin

    La bula papal de 1493,1 donde se otorgaba en exclu-sividad a los Reyes Catlicos los derechos sobre los territorios del nuevo mundo, gener importantes des-acuerdos. Desde su publicacin, franceses, ingleses y, posteriormente, holandeses, expresaron su amplio desacuerdo. Ya en 1501, los ingleses, atrados por los rumores sobre las riquezas americanas, se acer-caban a las costas ms lejanas al sur del Mar Caribe, hoy Venezuela. Los franceses expresaban su males-tar y alentaban el asalto a barcos en la regin de Las Antillas.2 La rivalidad entre Francisco I y Carlos V fa-voreci el aumento del corso y la piratera, trasladan-do el conflicto franco-espaol a territorio americano. Tambin ingleses y holandeses se consideraron con derechos sobre los nuevos territorios, dando patente de corso a sus navegantes.

    El siglo xvii fue testigo de la aparicin y conso-lidacin de un nuevo orden internacional en Europa, el cual signific el triunfo de las monarquas indepen-dientes y la derrota de una Europa en la que los rei-nos estaran subordinados al emperador y al papa. Las guerras fueron una constante, con su conse-cuente repercusin en el continente americano. Los recursos obtenidos de las colonias eran una fuente significativa de financiamiento para la guerra. Esto conllev a un importante auge de corsarios y filibus-teros a lo largo del siglo xvii. Durante este periodo, todas las potencias navales europeas los empleaban sistemticamente como complemento de su flota mi-litar regular, para entorpecer el trfico de sus rivales con las colonias. Las naciones enemigas de Espaa ocupaban poco a poco las islas de Las Antillas Me-nores y algunos territorios costeros en Centroamri-ca y el Golfo de Mxico.3

    El siglo xviii se caracteriz por el crecimiento del comercio ultramarino y la disputa por el control

    1 El papa Alejandro VI emiti en 1493 un edicto llamado bula menor Inter Cae-tera, en donde defini los territorios en-tregados a Castilla y Len.

    2 J.E. Ortiz Lanz, Arquitectura militar de Mxico, SEDENA, Mxico, 1993, p. 43.

    3 T. Blanes, Caracterizacin tipolgica de las fortificaciones coloniales del Caribe espaol, Anales del Caribe, La Habana, 1987-1988. p. 163.

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    de las rutas comerciales martimas y del comercio mismo.4 Inglaterra se convirti en la principal rival de Espaa por su influencia en los espacios coloniales. La guerra comercial involucr todos los territorios transmarinos del imperio espaol. Amrica, fuente de importantes materias primas, vivi un periodo de zozobra entre los ataques corsarios, la lenta cons-truccin de fortalezas y los dilatados procesos buro-crticos para la toma de decisiones.

    Las fortificaciones en las costas de la Nueva Espaa

    Una vez consolidada la conquista espaola, comenz el flujo de mercancas y riquezas rumbo a la Pennsula Ibrica y, con ello, el desarrollo de puertos como lugar de entrada y salida. Las costas se convertan en luga-res estratgicos y, en consecuencia, requeran de in-fraestructura militar para su adecuado funcionamiento.

    La preocupacin central de la Corona Espao-la era asegurar el flujo de las riquezas hacia la Pe-nnsula Ibrica, y esto requera la proteccin de los puertos y las rutas martimas. Las naves espaolas zarpaban de Sevilla y, tras cruzar el Atlntico, se diri-gan a los principales puertos del Caribe y el Golfo de Mxico: por Cartagena de Indias salan las riquezas de Sudamrica y se converta en el mayor punto de comercio de esclavos trados del continente africa-no; Portobelo fue puerto de salida del oro peruano; de Campeche salan las maderas preciosas y el palo de Campeche; y a travs de Veracruz se mandaban los recursos minerales hallados bajo el suelo de la Nueva Espaa.

    Dos fueron las estrategias adoptadas para garan-tizar el flujo de mercancas: una vinculada con la protec-cin de las embarcaciones en alta mar y la otra relaciona-da con la construccin de un sistema de fortificaciones en las costas del Golfo de Mxico y el Mar Caribe.

    La primera era respuesta al incremento de la pi-ratera, y consisti en organizar un sistema de con-voyes: la flota espaola del Caribe o flota de Indias. Se cre en 1566, compuesta por potentes galeones y barcos mercantes. Partan cada ao del puerto de Sevilla y, posteriormente, de Cdiz. Tras cruzar el Atlntico se divida en dos partes: una tena como destino los puertos del Golfo de Mxico, y la otra los puertos del Caribe. El retorno se realizaba a travs del puerto de La Habana, en donde nuevamente se reunan las flotas para la travesa de vuelta. El sis-tema de convoyes adoptado por el imperio espaol funcion entre 1566 y1790, y fueron embarcaciones de propsito general utilizadas para el transporte de una gran variedad de artculos y personas. En gene-ral fue una empresa exitosa, ya que en los ms de 200 aos de su funcionamiento, slo dos convoyes fueron hundidos o apresados. Adicionalmente, en 1638 se cre la Armada de Barlovento, una institu-cin militar diseada como elemento esencial en la poltica espaola en el Golfo de Mxico y el Mar Cari-be, protegiendo el comercio y las costas del territorio espaol en Amrica, que empezaba a ser codiciado por las potencias europeas rivales; funcion como un sistema de guardacostas. Por distintas razones, su eficiencia fue muy baja y finalmente fue disuelta tras la firma del tratado de Utrecht en 1712.5

    Una segunda estrategia fue fortificar los princi-pales puertos y construir un sistema de defensa en las costas del Golfo de Mxico y el Mar Caribe. La complejidad que conllevaba este proyecto exiga una visin global que permitiera abordar la problemtica en tres niveles: continental, regional y local.6 Para ello, Felipe II cre el cuerpo de ingenieros militares, que trabaj en la planeacin y realizacin de las obras militares, tanto en Europa como en Amrica. Como responsable fue nombrado el ingeniero mili-tar italiano Tiburzio Spannocchi, quien fungi como

    4 R. Rosero Jcome, La guerra de mercados del siglo XVIII: Inglaterra vs. Espaa en las colonias de Amrica y Asia, Anuario de la Universidad Internacional SEK, N 3, Santiago de Chile, 1997, pp. 85-102.

    5 M. Rodrguez Viqueira, Arquitectu-ra militar, gnesis y tipologa, LIMUSA, Mxico, 2010, pp. 143-150.

    6 R. Gutirrez, Los ingenieros milita-res en las fortificaciones del Caribe, en El Caribe fortificado, Escala, Colombia, 1994, p. 35.

    galen esPaol de la Flota de indias.

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    superintendente de fortificaciones en Espaa y las Indias. Spannocchi estuvo al servicio de los Estados Pontificios y, posteriormente, en 1575, al servicio del virrey de Sicilia. En 1601 obtuvo el cargo de ingenie-ro mayor de los Reinos de Espaa, lo que le otor-gaba autoridad sobre todas las fortificaciones de la Pennsula y ultramar.

    Las obras realizadas hasta el momento, segu-ramente no daban los resultados esperados y el per-manente acecho de corsarios y piratas demandaba replantear las soluciones existentes. Para ello, por orden real, el ingeniero Bautista Antonelli y el capitn Juan de Tejeda realizaron en 1586 un viaje por las costas del Caribe y el Golfo de Mxico con la idea de elaborar el primer gran plan de defensa de los dominios de ultramar.7

    Durante el primer viaje, Antonelli realiz los pri-meros bosquejos y proyectos para la construccin del sistema y, posteriormente, fueron revisados y corregidos en Espaa y autorizados finalmente por Spannocchi. Las propuestas, basadas en el sistema abaluartado, buscaban incrementar el carcter din-mico de la defensa, por medio del cual creca el sig-nificado militar de la fortificacin. La primera etapa del proyecto supona reforzar los sistemas defensi-vos de los principales puertos en el Caribe: La Ha-bana, San Juan y Santo Domingo; en el continente: Veracruz, Campeche, Cartagena, Chagre, Portobelo y Panam. Antonelli permanece en el Caribe durante diez aos. Por la importancia de las obras que reali-z, y el momento en la historia de las fortificaciones, se convierte en el arquitecto militar ms importante del siglo xvi en el continente americano.8

    En los siglos xvii y xviii destacan los intentos por reforzar las defensas bajo conceptos regionales. Adems de la modernizacin de las obras existentes, se presta atencin a la idea de sistemas de defensa para fragmentos de costa, bahas de grandes dimen-

    siones y lugares estratgicos tales como desembo-caduras de ros o lugares de fcil acceso martimo. Se difunde la construccin de fortificaciones meno-res: los reductos, las bateras, las casas fuertes y las torres de defensa y viga.9

    Durante el siglo xvii destac la labor del hijo de Bautista Antonelli, de nombre Juan Bautista, apodado el Mozo, a quien correspondi construir fortificacio-nes en Cuman, Araya, Cartagena, Portobelo, Puerto Rico, La Habana y Santiago de Cuba.10 Sus propues-tas se caracterizaron por ser soluciones dinmicas compuestas por ms de un sitio fortificado, creando la idea de un sistema que interacta entre s.

    Tras la cada de Portobelo y La Habana, as como el asedio de Cartagena por parte de los ingleses,11 Madrid formul un nuevo plan de defensa para el Caribe y el Golfo de Mxico. Con ese fin se nombr al ingeniero militar Agustn Crame (Cramer) visitador general de las fortificaciones de Amrica. Carlos III le concede amplios poderes y advierte de no proceder con ninguna obra militar sin la previa aprobacin del inspector. El propsito era regular los gastos destina-dos al sistema defensivo y establecer una estrategia para la proteccin de las fortificaciones en la ruta que segua la Flota de Indias. Crame se dio a la tarea realizando un reconocimiento fsico de dichas obras: caractersticas arquitectnicas, cantidad y estado de la artillera, nmero de tropas, etctera.

    La labor de Crame result significativa desde distintos aspectos; uno de ellos es la magnfica car-tografa de ciudades y lugares fortificados que realiz entre 1778 y 1779; otra, sin duda la ms significativa, es el diseo y sustitucin de fortificaciones en toda la zona, entre las que resaltan: San Felipe de Ba-calar, San Juan de Ula, Campeche, Cartagena de Indias, Trinidad, Cuman, Omoa, La Guaira, Puerto Cabello, Portobelo, San Juan (en Nicaragua) y La Habana. Los nuevos diseos estaban fuertemente

    7 M. Rodrguez Viqueira, op.cit., p. 152.

    8 Ibdem, p. 153.

    9 J.M. Zapatero, La fortificacin aba-luartada en Amrica, San Juan de Puerto Rico, 1978. T. Blanes, op. cit., p. 165.

    10 M.C. Turchi (editora), La medida de El Dorado: los Antonelli, arquitectos de Gatteo. Serie Multimedial de Regin Emilia Romaa, Consejera de Cultura, Departamento de Forl-Cesena, Alcalda de Gatteo, http://www.provincia.fc.it/cultura/antonelli.

    11 E. Lemaitre, Breve historia de Car-tagena, Ed. Colina, Medelln, 1998.

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    influidos por los criterios de fortificacin y defensa de la escuela francesa.12 La transformacin de la artille-ra modific los trazados y, para reforzar los puntos dbiles y tener una defensa con mayor dinamismo, se propuso la construccin de obras exteriores, con el objetivo de incrementar el campo de accin en el exterior. Por un lado se construyen bateras a bar-beta, casamatas, revellines y reductos, todos ellos articulados con los ncleos principales; y por el otro se establecen puntos de observacin, torres de viga y faros, como elementos de reaccin temprana.

    Las fortificaciones en la Sonda de Campeche y el Golfo de Honduras

    Una vez consumada la conquista de la Pennsula de Yucatn, a mediados del siglo xvi, inici la explotacin de sus recursos naturales. A diferencia del altiplano, donde la atencin se centr fundamentalmente en la extraccin de minerales, plata y oro, aqu los productos ms importantes, durante la poca colonial y hasta fines del siglo xix, fueron las maderas preciosas y el afamado Palo de Campeche o Palo de Tinte, un rbol silvestre que caracteriz la zona de los ros en las costas de la Sonda de Campeche y el Golfo de Honduras. Es una especie maderera de la cual se extraan tinturas de uso generalizado y que los espaoles introdujeron en la industria textil europea. Los volmenes enviados a Europa eran significativos; a principios del siglo xviii, fuentes inglesas reportan el envi de ms de 14,000 toneladas de Palo de Campeche en un lapso de cuatro aos, extrados solamente de las costas de la Laguna de Trminos.

    El auge de la industria textil en Europa, funda-mentalmente en Inglaterra, Flandes y Espaa, de-mandaba materia prima de distinta ndole, entre la que resaltaba el palo de Campeche, utilizado por los mayas desde pocas prehispnicas.

    Unos aos despus de la fundacin de Cham-potn y Campeche se expide cdula para la explota-cin del palo de tinte y en la notificacin al respecto se dice: tambin se ha dado a vuestra Majestad no-ticia del palo de los tintes que descubri Marcos de Ayala a quien por cdula se ha dado facultad para que use de l diez aos. Hay de esto tanta cantidad que todas las costas de estas provincias, Yucatn y en la de Tabasco y Nueva Espaa, que se pueden cargar cada ao todas las carracas del mundo.13

    La importancia comercial y econmica del Palo de Campeche se haca evidente; si bien du-rante el siglo xvi y principios del xvii fueron los es-paoles quienes explotaron este recurso natural, las incursiones y el establecimiento de filibusteros ingleses y holandeses en las costas de la Laguna de Trminos y el Golfo de Honduras, para su explo-tacin, intensific la guerra informal que se llevaba a cabo en las costas de la Pennsula de Yucatn. Con el tiempo Ciudad del Carmen ocup el primer lugar como exportador del Palo de Campeche.14 Fue el producto ms importante de la regin durante la poca colonial, y por su demanda, los ingleses, so-bre todo, ocuparon tierras novohispanas. La sonda de Campeche, por naturaleza la ms abrigada y tranquila, se transform en una regin peligrosa de-bido a la presencia de filibusteros y piratas, entre los ms afamados estn William Parker y Henry Mor-gan, de origen britnico, o los holandeses Cornelius Jol Pie de Palo o Laurent Graff Lorencillo. A menos de dos dcadas de su fundacin, Campeche viva un proceso de colonizacin difcil y protagonizado por ataques y desembarcos de piratas; el puerto de Campeche sufri sus primeros ataques ya en 1557 y 1559. Isla del Carmen (Isla de Tris) fue ocupada por los ingleses por primera vez en 1558. Durante el siglo xvii el asedio de las costas en el Golfo de Mxico se extenda desde Veracruz hasta Sisal, y la

    12 En Espaa y en sus colonias ya se haban impuesto las teoras de Sebastin Vauban y su sucesor Louis de Cormon-taigne.

    13 Informacin cursada al rey de Es-paa en 1565 por el alcalde mayor de Yucatn, Diego Quijada. Enciclopedia de los Municipios de Mxico, Campeche, Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, Gobierno del Es-tado de Campeche, 2005, Mxico.

    14 Antochiw, Michel, Barcos y corsa-rios campechanos, Gobierno del Estado, Campeche, Mxico, 2009, p. 102.

    PRinCiPales sitios FoRtiFiCados en el golFo de MxiCo y el MaR CaRibe.

    PRinCiPales sitios FoRtiFiCados en el golFo de MxiCo y el MaR CaRibe, en teRRitoRio MexiCano.

  • 10 11

    pelea por el Palo de Campeche desde la desembo-cadura del ro Coatzacoalcos hasta Campeche.

    A partir de mediados del siglo xvii, Jamaica se converta en el puerto ingls de trasbordo hacia los puertos de la Gran Bretaa; a este punto se enviaba la produccin del Palo de Campeche que se cortaba ilegalmente por filibusteros ingleses, fundamental-mente en la Laguna de Trminos y las costas del Golfo de Honduras, o aquel robado de aduanas o embarcaciones espaolas. Campeche, puerto prin-cipal sobre la ruta de los barcos ingleses entre la Laguna de Trminos y Jamaica, se converta por una parte en una amenaza, ya que abrigaba una modesta flota comercial cuyos barcos ligeramente armados, junto con algunos guardacostas representaban una amenaza, y por la otra una presa atractiva para las ambiciones de los piratas, dado que all se encontra-ba la principal aduana de la regin.15

    A mediados del siglo xvii, con la idea de contra-rrestar la piratera y la ocupacin del territorio, en las costas del suroeste y sureste de Yucatn se constru-yen algunas embarcaciones para reforzar el sistema de guardacostas. Finalmente se constitua una flotilla que vigilaba tanto las costas sur del Golfo de Mxico (fundamentalmente la Laguna de Trminos) como, y sobre todo, las costas del sureste de Yucatn, en el Golfo de Honduras, donde se intensificaba la presen-cia de cortadores de Palo de Campeche ingleses.16

    El flujo de mercancas rumbo a la Pennsu-la Ibrica y, con ello, el desarrollo de la ciudad de Campeche como lugar de entrada y salida, as como las riquezas naturales disponibles a lo largo de las costas colindantes, demandaban una infraestructu-ra que garantizara su funcionamiento y proteccin. Se convertan en lugares estratgicos y, en conse-cuencia, sitios que requeran de infraestructura mi-litar para su proteccin y defensa. Ya en 1561, des-pus del ataque de piratas franceses a la ciudad de

    Campeche, se establece un sistema de alarma con vigas costeros para proteccin de la ciudad, y en 1563 se habla de la construccin de una torre de viga y defensa. Sin embargo, ser hasta principios del siglo xvii cuando se realicen los primeros intentos de dotar a la ciudad de obras defensivas de mayor envergadura; tal es el caso del torren de San Be-nito, cuyo papel defensivo fue reforzado, a media-dos del siglo xvii, por el baluarte de Santo Cristo de San Romn y la fuerza en el cerro de la Eminencia. Estos tres elementos estaban unidos por un doble muro de madera, relleno de cascajo y tierra. Este conjunto de obras defensivas trataba de proteger la parte sur de la ciudad y el camino a Lerma. De cara al mar se construyeron el fuerte de San Carlos, al cual se le aadi una trinchera rematada por un pe-queo baluarte, y al norte el fortn de San Bartolom con terraplenes de tierra.17 Era un sistema de cons-trucciones que intentaba resguardar el fragmento de costa colindante con la ciudad y que probablemente estaba intercomunicado con seales sonoras a base de campanas.18

    El conjunto de obras no dio los resultados es-perados; la ciudad y las costas de Campeche con-tinuaban sufriendo las incursiones de corsarios y piratas. A partir del siglo xvii fueron presa de filibus-teros, los llamados corsarios ingleses, que practica-ban una piratera especializada en el saqueo y que fueron punta de lanza para la expansin territorial de la Corona britnica, tal y como sucedi en las costas de Laguna de Trminos y el Golfo de Honduras. Es-tos elementos fueron detonantes para replantear la infraestructura arquitectnica de carcter defensivo.

    Si bien resultaba fundamental la proteccin del puerto y la aduana, tambin se requera proteger a la poblacin y disponer de un sistema de fortificaciones menores para la defensa de largos fragmentos de costa, bahas, lugares estratgicos, sitios aislados,

    15 Ibidem, p. 40.16 Ibidem, p. 71.

    17 J.E. Ortiz Lanz, op.cit., pp. 133-134.

    18 Recordemos que las seales de humo durante el da y el fuego en la no-che, o sonoras, ya sea con trompetas o campanas, fueron ampliamente utili-zadas tanto en el mundo prehispnico como en la regin del Mar Mediterrneo desde la antigedad.

    MuRalla de CaMPeChe, gaRita Con esPadaa en el baluaRte de la soledad (san CaRlos). en CaMPeChe la MuRalla tena un sisteMa de alaRMa sonoRa todo a su alRededoR, PoR lo que las gaRitas estn aCoMPaadas de esPadaas Con sus ResPeCtivas CaMPanas.

    FRagMento de la MuRalla de CaMPeChe Con gaRita y PRetil Resuelto a baRbeta.

  • 12 13

    desembocaduras de ros o lugares de fcil acceso martimo; murallas, baluartes, reductos, casas fuer-tes, bateras, torreones y torres de defensa y viga. Es as que a partir del ltimo cuarto del siglo xvii y gran parte del xviii, adems de la modernizacin de las obras existentes, se presta atencin a la idea de un sistema de defensa y viga regional. Desde Sisal hasta la desembocadura del ro Coatzacoalcos sur-ge un nmero importante de construcciones milita-res, algunas ahora inexistentes; otras slo existieron en el papel, y las menos conforman hoy parte del pa-trimonio arquitectnico de nuestro pas. En este con-junto de obras existen algunas tipologas claramente definidas y con potenciales defensivos distintas. Su caracterstica resulta de lo defendido: ciudad, pobla-do, guarnicin, desembocadura, punto estratgico o de referencia.

    Sin duda una primera tipologa es la ciudad amurallada que, a partir del siglo xvi, con la incorpo-racin del arma de fuego, adquiere gran dinamismo tanto defensivo como ofensivo, con la introduccin del baluarte como elemento complementario de la cortina. Es la ciudad de Campeche, puerto principal de la regin, la que se convierte en una villa amura-llada; si bien ste fue un proceso de ms de 20 aos y con muchas modificaciones, a principios del siglo xviii contaba con un permetro amurallado con forma de un hexgono irregular con ocho baluartes. As, junto con Veracruz, fueron los dos puertos fortifica-dos del Golfo de Mxico.

    Una segunda tipologa son los fuertes, o plazas fuertes, usados por la Corona espaola hasta finales del siglo xviii; responden a las normas constructivas aplicadas a la defensa de lugares relativamente ais-lados y de mediana jerarqua estratgica, pero gran importancia comercial. Son construcciones de planta regular diseadas y construidas en la tradicin de la traza italiana con las innovaciones vaubanianas del

    siglo xvii; si bien en ocasiones no son de mamposte-ra sino hechas a base de estacas y tierra, utilizan los principios del trazado. Su planta est formada por un cuadrado dividido en nueve partes iguales, rematado en las esquinas por cuatro baluartes de traza penta-gonal. Todo est rodeado por un foso perimetral y la entrada se realiza por medio de un puente levadizo. Estas premisas corresponden a los criterios con los que se propusieron los proyectos de los fuertes de: San Felipe, en Isla del Carmen, segn planos de Ma-nuel de Santisteban de 1774;19 de la desembocadura del ro Coatzacoalcos, segn plano figurativo de la barra y boca del ro de Coatzacoalcos que propuso el teniente Francisco lvarez Barreiro a finales del si-glo xviii;20 el propuesto para Antn Lizardo por Miguel del Corral en 1715; y el de San Felipe en Bacalar, construido en 1779, y del cual disponemos del ma-terial elaborado por Rafael Llobet en 1796.21 Todos ellos regulares y de planta rectangular o cuadrada, con baluartes pentagonales en las esquinas y rodea-dos por un foso con camino cubierto, glacis y en oca-siones revelln. Se proponen baluartes llenos, como en Bacalar, o vacos, como en Coatzacoalcos.

    Caso extraordinario es la propuesta de 1761, elaborada por Agustn Lpez para la Isla de Tris, en la Laguna de Trminos, y que tena la intencin de sustituir al fuerte de San Felipe. Se trata, junto con Acapulco, de los nicos ejemplos en Mxico de pla-za fuerte de traza pentagonal regular con cinco ba-luartes.22

    Otra tipologa es el reducto, que en realidad es una solucin similar a la fortaleza o plaza fuerte, pero con una diferencia fundamental: la ausencia de ba-luartes y, en consecuencia, su defensa es menos di-nmica. La propuesta del ingeniero Crame, de 1779, para el reducto de San Jos, en Campeche, resulta un ejemplo significativo de esta tipologa. Una varian-te es el reducto semiabaluartado para la proteccin

    19 Archivo del Centro Geogrfico del Ejrcito CGE - J3129. Manuel de Santisteban 1774.

    20 I.H.C.M. 5000, 1/1, MEX 6/7 Fortif Coatzacoal. Ver: Francisco lvarez Ba-rreiro, finales del XVIII.

    21 Archivo del IHCM 5134 1_2 Mex-17_15 CastilloSFBacalarQRoo#DB09. Au-tor annimo.

    22 Archivo General de Indias MP, Mxi-co, 213. Agustn Lpez 1761.

    los eleMentos bsiCos de la FoRtiFiCaCin de tRaza italiana,

    los baluaRtes y el Revelln.

  • 14 15

    del acceso, como en el caso del reducto de San Mi-guel, tambin en Campeche, y de la misma poca.23

    Una tipologa distinta son las torres o torreones, destinados a la viga, proteccin y defensa de pun-tos estratgicos, entre los que destacan los de: Sisal, Lerma, Champotn y Seybaplaya. El fuerte o torren de Sisal, llamado Fuerte de San Antonio o Fuerte de Nuestra seora del Pilar, daba proteccin a lo que, durante la Colonia, fue el puerto de referencia para la ciudad de Mrida. Caldern Quijano supone la exis-tencia de un recinto amurallado con torre o atalaya a finales del siglo xvi.24 El correo y transporte de mer-cancas entre Mrida y el resto del pas se realizaba va martima, fundamentalmente a travs de los puer-tos de Veracruz y Campeche, por lo que se procu-raron fondeaderos en la costa norte de la pennsula de Yucatn, el ms cercano a la capital yucateca fue Sisal. El puerto estaba expuesto a los posibles ata-ques de los piratas, por lo que aparentemente se es-tablecieron vigas. Segn relato del padre Ponce de 1588: ...En este puerto est hecha una torre y puesto un espaol por vela y atalaya para dar aviso a Mrida luego en descubriendo alguna vela...25

    Sin embargo, la construccin que ahora se en-cuentra, por sus caractersticas, es probable que se haya construido a mediados o finales del siglo xviii; en el archivo del Instituto de Historia y Cultura Militar se encuentran dos planos: uno signado en Mrida por Juan de Dios Gonzlez con fecha del 31 de di-ciembre de 1771,26 y el otro firmado tambin en M-rida por Rafael Llobet el 12 de diciembre de 1788;27 ambos documentos corresponden en apariencia al edificio que an se conserva.

    En tanto, en el poblado de Lerma, al sur de la ciudad de Campeche, se encuentra una torre llama-da tambin Bastin de Lerma. Probablemente sta exista a finales del siglo xvii, ya que es referida en el plano de Luis Bouchard de Becour de 1705. Una

    segunda referencia es el plano de Rafael Llobet de octubre de 1789,28 donde se representa la planta de los tres niveles, las secciones transversal y longitudi-nal, as como la elevacin frontal de la torre. Es una construccin relativamente pequea hecha de mam-postera, de planta cuadrada, de 12 metros por lado y una altura de 8 metros. Su forma es cbica y con muros exteriores ligeramente escarpados, que en la parte superior se convierten en un parapeto recto; el cambio de plano est marcado por una moldura en forma de cordn. El parapeto que rodea la terraza est interrumpido por un merln por lado y en una de las esquinas sobresale una garita de forma cilndrica.

    Otra solucin de caractersticas formales si-milares se encuentra en la desembocadura del ro Champotn, donde se construy, a finales del siglo xvii, una batera abierta sobre un basamento en for-ma de una pequea torre o bonete, llamada Baluarte de San Antonio. El plano, elaborado por Llobet en 1789,29 contiene una amplia explicacin donde hace mencin de la funcin de dicha obra y las caracte-rsticas del calado en la desembocadura del ro, y adems precisa las causas por las que la obra de Champotn no es adecuada para la defensa.

    Por ltimo estn las bateras y las vigas costeras del siglo xviii. Las bateras se consideran obras exte-riores y estaban destinadas a evitar desembarcos en lugares estratgicos y a formar parte de sistemas de defensa en fragmentos de costa, interactuando con fortificaciones de mayor jerarqua. Fue una modalidad con gran desarrollo en el nuevo mundo durante el si-glo xviii, debido al avance tecnolgico de la artillera, mayor alcance y precisin, lo que, al aprovechar la barrera que se establece en la transicin agua-tierra, permita impedir el acercamiento a la costa de todo tipo de navos.

    Las bateras no tienen forma ni tamao definido, aunque tienden a la regularidad. Son frecuentes las

    23 J.E. Ortiz Lanz, op. cit., pp. 144-150.

    24 J.A. Caldern Quijano, Fortificacio-nes en Nueva Espaa, CSIC, 2 Ed., Ma-drid, Espaa, 1984, p. 316.

    25 Enciclopedia Yucatense, Gobierno del Estado de Yucatn, Mxico 1944, t. IV, pp. 601-602.

    26 IHCM 5133 1/2 Mex-17/6 Fuerte-SisalYuc.

    27 IHCM 5133 2/2 Mex-17/7 Fuerte-SisalYuc.

    28 Archivo del Instituto de Historia y Cultura Militar, IHCM-5139 MEX-1/1 Ler-ma.

    29 Archivo del Instituto de Historia y Cultura Militar, IHCM 5137 1_1 MEX-1/5 Champotn.

    toRRe o baluaRte de leRMa.

    toRRe de ChaMPotn (baluaRte de san antonio).

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    formas triangulares y de hornabeque (dos baluartes llenos unidos por una cortina), como la propuesta en la desembocadura del ro Hondo; sin embargo, en las costas del Golfo de Mxico aparece una variedad de soluciones determinadas por las caractersticas del lugar y las necesidades estratgicas de la defensa.

    Las vigas, por su parte, se proponen ya sin ar-mamento; son pequeas torres de observacin, des-provistas de elementos dinmicos de defensa. Se se-paran las funciones de defensa y viga que, tradicio-nalmente, haban estado juntas en la infraestructura militar de las costas durante la Colonia.

    En su conjunto, vemos cmo a lo largo de tres siglos se desarroll un sistema de defensa de las cos-tas del Golfo de Mxico y en algunos fragmentos fun-cion como un sistema de carcter continuo. Basa-dos en esta idea, podemos hablar de siete elementos fundamentales del sistema de defensa de la Sonda de Campeche: ciudad amurallada, fortalezas o pla-zas fuertes (en poblados menores), fortaleza o plaza fuerte aislada, reductos, torres de defensa y viga, ba-teras y vigas.

    Las fortificaciones de la Isla de Tris30 y de las riberas de la laguna de Bacalar y del ro Hondo

    Una de las caractersticas histricas de la Isla y la Laguna de Trminos y sus alrededores, as como de Bacalar y la ribera del ro Hondo, fue su tarda coloni-zacin. Si bien estos territorios fueron descubiertos y registrados a principios del siglo xvi, su colonizacin se llev a cabo dos lustros despus. Las condiciones topogrficas y climatolgicas de ambas regiones, no son, ni eran, nada hospitalarias sino sumamente di-fciles; las extremadamente elevadas temperaturas en la selva o junto a los ros y pantanos, adems de la humedad y el elevado nmero de insectos y

    animales ponzoosos, las convertan en lugares poco atractivos. No eran tierras que favorecieran el cultivo de alimentos o la cra de animales. Por ello, el poblamiento de Yucatn, en general, transcurri lentamente.31 Adems, eran lugares distantes de los principales puertos y centros de gobierno, y las dis-tancias, que se cubran normalmente por mar, reque-ran semanas o meses para ir de un sitio a otro.

    De esta manera, la Isla y la Laguna de Trmi-nos, en el lugar ms apartado y escondido del Golfo de Mxico, y la desembocadura del ro Hondo, aleja-da de todo, en la parte occidental del Mar Caribe, se convertan en territorios de nadie, condicin propicia para transformarse en refugios o lugares idneos para piratas, corsarios, filibusteros32 y bucaneros.33

    Proyectos y construcciones militares en la Isla de Tris

    La Isla y la Laguna de Trminos fueron ocupadas desde 1558 como refugio de piratas, y posteriormen-te por filibusteros y bucaneros, para aprovecharse de los recursos naturales. Convirtindose en refugio se-guro y base para diferentes ataques por mar y tierra, la Isla de Tris pareca estar destinada a cumplir las funciones que desempe Jamaica, en poder de los ingleses, o la Isla Tortuga, que dominaron los fran-ceses, es decir, en puerto de abastecimiento de las naves de piratas y corsarios, e inclusive de la arma-da inglesa, as como asentamiento de filibusteros y bucaneros, sin duda territorios motivo de antojo para otras naciones.

    Los bucaneros sentaron en aquella regin sus rea-les, y cuando no atacaban buques comerciales que pasaban cerca del lugar, se dedicaban al corte del palo de tinte para enviarlo a Europa.34

    30 Se le nombr Isla de Trminos, al igual que a la laguna colindante, se pensaba que era el lugar donde termina-ba la supuesta Isla de Yucatn. En 1518 Antn o Antonio de Alaminos, piloto de la expedicin de Juan de Grijalva, al re-gistrar en sus cartas de rumbo la Isla, abrevi la palabra trminos con cuatro letras: TRIS. A partir de ello el nombre de Tris se hizo usual en los mapas y car-tas de navegacin. El 16 de julio de 1717, da de la Virgen del Carmen, se fund la Villa del Carmen y la Isla renombrada como del Carmen (Carlos Justo Sierra, FCE, Mxico, 1998). Sin embargo, en los mapas y cartas de navegacin del siglo XVIII, se mantuvo el nombre de Isla de Tris.

    31 C. Justo Sierra, Breve Historia de Campeche, FCE, Mxico, 1998. (http://bi-bliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/estados/libros/campeche/html/campeche.html)

    32 Durante el siglo XVII, el trmino fili-bustero fue usado para nombrar a los pira-tas que actuaban en el Golfo de Mxico y el Mar Caribe. Su caracterstica particular, que los diferenciaba, era que no se alejaban de la costa, la bordeaban y saqueaban las lo-calidades costeras. Generalmente aliados de las tropas enemigas de la Corona Espaola.

    33 Durante los siglos XVII y XVIII, en el Caribe, el trmino bucanero pas a ser sinnimo de pirata. Se caracterizaban por las actividades en tierra firme ilcitas, entre ellas el contrabando y la explota-cin de los recursos naturales: el curtido de pieles, la explotacin de maderas pre-ciosas y el corte del Palo de Campeche, sin desdear la piratera en el mar. Al igual que los filibusteros, fueron aliados de las tropas enemigas de la Corona Espaola.

    34 C. Justo Sierra, op. cit., cap. V, http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/estados/libros/campeche/html/campeche.html

    MaPa geogRFiCo de la laguna de tRMinos, 1716, atRibuido a don alonso PheliPe de andRade. agi, MP, MxiCo, 108. j. gonzlez, l.i. sinz, n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de CaMPeChe, gobieRno del estado de CaMPeChe, MxiCo, 2010, P. 115.

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    A lo largo del siglo xvii, los espaoles realizaron varias expediciones con el fin de expulsar a los pira-tas que se haban posesionado de la Isla y la Laguna de Trminos; si bien en ocasiones se les derrot y expuls, la ausencia de una guarnicin y habitantes provocaba que regresaran con facilidad, y la regin cambiaba de posesin con relativa facilidad.

    As, por una u otra razn, todos los intentos fracasaron. A finales del siglo xvii haba 600 perso-nas establecidas en la Isla de Tris, entre filibusteros, bucaneros y comerciantes (ingleses y holandeses), dedicadas fundamentalmente al corte, embalaje y transporte del Palo de Campeche, el cual se explo-taba con grandes utilidades.35

    Finalmente, a principios del siglo xviii, la expedi-cin de Alonso Felipe de Andrade reconquist la isla y expuls a los piratas, pero esta vez los espaoles no se retiraron, sino que establecieron en la isla una guarnicin; hasta entonces no se tiene noticia de que existiera ninguna fortificacin permanente.36

    Una vez consumada la victoria, la expedicin de Andrade inici la construccin de un cuartel para la defensa de la isla y la laguna. ste consisti en un presidio o fuerte realizado con simplicidad; el plano, trazado en diciembre de 1716,37 muestra la planta de una construccin cuadrada con baluartes en las esquinas. Sus proporciones se acercan a los esquemas renacentistas utilizados en la regin del Golfo de Mxico y el Caribe: un cuadrado dividido en nueve partes iguales rematado por cuatro baluartes tambin iguales.

    La importancia otorgada al desarrollo de los sistemas defensivos durante los siglos xvi y xvii, in-dujo al estudio y la atencin de las tcnicas y trazas de las formas estrechamente relacionadas con una funcionalidad principal, que deriv en las mximas desarrolladas, sobre todo, a principios del siglo xviii, y productoras de lo que se llam fortificacin aba-

    luartada, que aplicaba la teora de que todas las partes deben estar dispuestas de modo que puedan flanquearse recprocamente. Dichas mximas se expresaron a travs de los diversos tratados sobre fortificacin o arquitectura militar durante el siglo xviii, ms de uno surgido de la Real Academia Militar de Matemticas en Barcelona.38 He aqu una serie de mximas y reglas establecidas durante el siglo xviii en lo que se refiere al dimensionamiento de las fortificaciones, y que nos sirve como referencia para el anlisis de las construcciones y proyectos realiza-dos en y para la Isla de Tris.

    La primera mxima es que lnea de la defensa no sea mayor que el alcance del mosquete de punto en blanco, que es mil pies geomtricos,39 donde 1 pie [geomtrico] = 1/3 de vara castellana = 27.8 cm (o sea, 270 metros, aproximadamente).

    Sin embargo, distintos autores aseveran que, si bien el alcance terico efectivo era de unos 200 a 250 metros, a ms de 100 metros el tiro individual supona desperdiciar municin. A ms de 200 metros, el fue-go de fusilera normal era ineficaz incluso en descar-gas masivas. De ello se derivan una serie de dimen-siones de los diferentes elementos de la fortificacin.

    Magnitudes regladas en el siglo xviii40

    (Academia Real y Militar del Ejrcito de los Pa-ses Bajos, 1a mitad, equivalencias aproximadas)

    35 Ibidem, cap. V.36 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p.

    291.37 agi, mp, mxico, 108.Corpus Urba-

    nstico de Campeche, en los archivos es-paoles, Gobierno del Estado de Campe-che, Mxico, 2010.

    38 La Real Academia Militar de Ma-temticas de Barcelona funcion como el centro docente militar ms impor-tante de Espaa durante el siglo XVIII. Dedicado a la formacin de los oficiales aspirantes al ingreso en el Real Cuerpo de Ingenieros, uni sus funciones cas-trenses al actuar al servicio de la Corona para organizar los territorios del Imperio Espaol. Uno de los tratados ms afa-mados es el de quien fuera su director entre 1720 y 1738, don Mateo Calabro, Tratado de Fortificacin o Arquitectura Militar, publicado en 1733.

    39 Sebastin de Medrano recoga el dato en 1700; http://ejercitodeflandes.blogspot.com/2009/11/arcabuz.html.

    40 J.M. Zapatero Dez, Dos ejemplos de fortificaciones espaolas, en la ex-posicin de puertos y fortificaciones en Amrica y Filipinas, CEHOPU, Madrid, 1985, p. 38.

    Toesas Varas Pies MetrosLnea de la defensa 120 281 843 234Cortina franca 68 160 480 133Cara del baluarte 50 117 351 97Flanco del baluarte 15 35 106 29

    FRagMento Con la Planta del FueRte e san FeliPe en el MaPa geogRFiCo de la laguna de tRMinos, 1716, atRibuido a don alonso PheliPe de andRade. agi, MP, MxiCo, 108. j. gonzlez, l.i. sinz, n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de CaMPeChe, gobieRno del estado de CaMPeChe, MxiCo, 2010. P. 115.

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    (Real Academia de Matemticas de Barcelona, 2a mitad, equivalencias aproximadas)

    41 Mateo Calabro, Tratado de fortifi-cacin o arquitectura militar, Barcelona 1733. Editado por la Universidad de Sa-lamanca, Espaa, 1991, pp. 108-109.

    42 C. Justo Sierra, op. cit., cap. V.

    Toesas Varas Pies MetrosLnea de la defensa 135 315 945 263Cortina franca 76 178 534 148Cara del baluarte 50 117 351 97Flanco del baluarte 26 63 189 50

    En el tratado de Mateo Calabro se habla de fuertes de campaa, que no son tan fuertes ni tan grandes, y los define como aquellos que tengan una dimensin menor a 100 toesas en la lnea de defen-sa (lado del polgono exterior). Tambin menciona que los hay permanentes y temporales, ambos se construyen a base de terraplenes y taludes de tierra, y cuando son permanentes, la cortina y los baluartes se revisten de mampostera.41

    Regresando a la Isla de Tris y al plano trazado por Andrade en 1716, y tomando como referencia la escala que aparece al pie del mismo, tenemos que la dimen-sin del polgono exterior (lnea de defensa) tena 250 varas castellanas, un poco ms de 100 toesas, la cor-tina 150 varas y la cara de los baluartes 50 varas. Sin embargo, la descripcin de 174742 menciona que por el lado exterior, el polgono (lnea de la defensa) tena unas 300 varas (130 toesas). La altura de la palizada oscilaba de 21/2 a 3 varas castellanas. El fuerte fue nombrado de San Felipe y los baluartes se llamaron San Luis, San Ildefonso, Los Tres Reyes y Santa Isabel.

    Por la cartografa conservada, sabemos que su emplazamiento dentro de la isla estaba en la parte occidental, con la intencin de controlar la entrada principal a la laguna, colindando con el puerto y la nueva villa, ahora llamada Del Carmen.

    La necesidad de construir un fuerte de campa-a de forma expedita y teniendo a su disposicin, y

    MaPa geneRal de las islas de tRis Con el PResidio de nuestRa seoRa del CaRMen, 1757,

    ingenieRo gasPaR CouRseulle. agi, MP, MxiCo, 207. j. gonzlez, l.i. sinz, n. e. RodRigo;

    CoRPus uRbanstiCo de CaMPeChe, gobieRno del estado de CaMPeChe, MxiCo, 2010, P. 116.

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    en abundancia, rboles, el material de construccin fueron estacas de madera. As, a la usanza de los presidios, la cortina y los baluartes consistieron en una simple palizada, de ocho pies de alto, clavada en tierra, unida y sostenida por dos fajas de made-ra, una interior y la otra exterior, existiendo aberturas para el uso de artillera. Probablemente la ausencia de piedra de calidad y tierra para formar terraplenes, limit las intenciones iniciales.

    Ya la descripcin que se haca en 1747, por par-te del ingeniero Enrique Daz Pimienta, hablaba de importantes deficiencias:

    ...por el lado exterior del polgono tena unas tres-cientas varas, siendo todo l de estacas o palizada plantadas sobre el terreno de ocho pies de alto. La artillera asomaba por las aberturas, sin que ningu-na otra cosa cubriera a los hombres de pies a cabe-za, de forma que igual ventaja tenan los de adentro que los atacantes.Segn Pimienta, Andrade no dio muestras ni aun de alguna luz perteneciente a un oficial, ya que no haba elevado el nivel del terreno, formando un camino cubierto con su plaza de armas, glacis, y excavado fuera un pequeo foso para impedir la fa-cilidad de su aproximacin43

    Sin embargo, cuando en julio de 1717 contra-atacaron los bucaneros ingleses, fueron rechazados y el fuerte cumpli su cometido. Una vez establecido el presidio, poco a poco fueron llegando pobladores que se dedicaron a la explotacin maderera y a la pesca. A mediados del siglo xviii, la guarnicin con-taba con 174 hombres, y la Villa del Carmen con una poblacin de 1450 personas.44 En los planos elabo-rados en 1757, 1770 y 1774,45 aparecen vigas en dis-tintos sitios, probablemente puntos de viga y aviso que funcionaron a base de seales sonoras, y cuan-

    43 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p. 291.

    44 C. Justo Sierra, op. cit., cap. V.45 J. Gonzlez Aragn et al., op. cit.,

    pp. 117, 119, 121.

    Plan de la isla del PResidio del CaRMen, 1770, PedRo Pablo de aCosta. Cge. j. gonzlez, l.i. sinz, n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de CaMPeChe, gobieRno del estado de CaMPeChe, MxiCo, 2010, P. 119.

    Plano de la isla de tRis, 1774, anniMo. agi, MP, MxiCo, 310. j. gonzlez, l.i. sinz, n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo

    de CaMPeChe, gobieRno del estado de CaMPeChe, MxiCo, 2010, P. 121.

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    do son distantes a base de seales de humo durante el da y fuego durante la noche.46 En la descripcin, de mediados del siglo xviii, que hace Joaqun Prieto Isla, habla de cuatro vigas, y recomienda la cons-truccin de una fortificacin de mampostera.47

    La importancia comercial y econmica del Palo de Campeche demandaba una adecuada proteccin, y ya en 1756 el ingeniero francs Gaspar de Cour-seulle, a quien se la encomend reforzar las defen-sas de la isla, propone un fuerte de menores dimen-siones, inscrito en el interior de la palizada existente. El proyecto est trazado sobre un cuadrado de 200 varas castellanas por lado en su parte exterior. Las principales caractersticas del proyecto se basan en los principios vaubanianos de la escuela francesa y retomados en el tratado de Mateo Calabro48 (ver fi-gura 5).

    Varas castellanasLnea de la defensa 200 Cortina franca 80 Cara de los baluartes 50 Flanco de los baluartes 15

    El flanco del baluarte debe estar a 100 con respecto a la cortina, y el ngulo flanqueado a 63. El espesor de la cortina debera tener 12/3 de vara castellana en su desplante, incluidos los dos tercios de talud y cuatro de altura. Por ltimo, las caras y los flancos de los baluartes llevan aspilleras con una vara castellana de centro a centro.

    Si bien el proyecto de Gaspar de Courseulle fue aprobado por Madrid en mayo de 1759, ste no se llev a cabo por distintas razones; una de ellas fue la avanzada edad del ingeniero De Courseulle, por lo que el virrey Agustn de Ahumada y Villaln, marqus de las Amarillas, encomend al inspector

    46 M. Rodrguez Viqueira, op.cit., pp. 113-115.

    47 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p. 292.

    48 Mateo Calabro, op. cit.

    Plano del PRoyeCto que se PRoPone exeCutaR en el PResidio de nuestRa seoRa del CaRMen en la ysla de tRis, 1758, gaPaR de CouRseulle. agi,

    MP, MxiCo, 208. j. gonzlez, l.i. sinz, n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de CaMPeChe, gobieRno

    del estado de CaMPeChe, MxiCo, 2010, P. 123.

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    del virreinato Agustn Lpez de la Cmara Alta, de profesin ingeniero militar, realizar un dictamen so-bre el mencionado proyecto.

    Lpez de la Cmara Alta desaprob en su tota-lidad el proyecto del ingeniero francs49 y, conocien-do la importancia estratgica del lugar, as como la abundancia de recursos naturales en la zona, pro-puso, en 1761, una fortaleza de traza pentagonal. El proyecto consista en un fuerte de mampostera cuya planta es un pentgono regular con cinco baluartes. El polgono exterior o lnea de defensa tiene 360 va-ras castellanas de extensin. Tres de los baluartes son vacos y dos llenos. La cortina franca tiene 110 varas castellanas, los baluartes tenan de cara 90 y de flanco 30 varas castellanas. La altura de la cor-tina en su parte exterior era de entre 15 y 20 pies, aproximadamente, y su ancho oscilaba entre cuatro y seis pies. El parapeto de la cortina estaba resuelto a barbeta.

    El conjunto, desplantado sobre un relleno de tres pies, est provisto en su exterior de: plaza de armas, revellines de tierra y estacas, foso, camino cubierto y glacis.

    Los baluartes propuestos estn coronados con merlones y en el vrtice aparecen garitones para la vigilancia hacia el exterior. El acceso se dise a travs de un puente, que en su ltimo tramo se convierte en levadizo. En s era, quiz, el proyecto de fortificacin ms importante que se propuso en el Golfo de Mxico. El presupuesto elaborado ascenda a 370,000 pesos.50

    La propuesta fue sometida ante las autoridades correspondientes, obteniendo una opinin favorable. El conde de Revillagigedo, antiguo virrey de la Nue-va Espaa y jefe del Consejo de Guerra, lo conside-r: el ms propio, ventajoso y til para el resguardo y defensa de la situacin que ocupa. Sin embargo, Julin de Arriaga y Ribera, presidente de la Casa de

    49 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p. 295.

    50 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p. 295.

    Plano que RePResenta un baluaRte Con la Mitad de una CoRtina, 1758, gaPaR de CouRseulle. agi, MP, MxiCo, 209. j. gonzlez, l.i. sinz, n. e.

    RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de CaMPeChe, gobieRno del estado de CaMPeChe, MxiCo, 2010, P. 125.

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    Contratacin, Secretario de Estado de Marina e In-dias y Consejero de Estado, lo consider excesiva-mente costoso, y afirm que no corresponda a la pequea guarnicin que haba de mantenerse. En consecuencia, la real orden de febrero de 1762, di-rigida al virrey de la Nueva Espaa don Joaqun de Montserrat y Crulles, mantena vigente el proyecto de Gaspar de Courseulle, ya aprobado en 1759.51

    En 1763, por instrucciones del gobernador de Yucatn, Antonio Ainz de Ureta, se le encomienda al ingeniero militar Juan de Dios Gonzlez,52 trasla-darse a la Isla de Tris con la finalidad de verificar el posible costo de la obra propuesta por Lpez de la Cmara Alta. Con esta encomienda, elabor el mis-mo ao un reporte detallado sobre la isla: fertilidad, bocas, navegabilidad, estado del presidio, edificacio-nes, etctera.53 Ese reporte contena tambin una re-lacin de todas las rdenes emitidas por los virreyes de la Nueva Espaa en relacin con la construccin de un fuerte de mampostera. En conclusin, reco-mendaba la pronta realizacin del mismo.

    Un ao ms tarde, el gobernador de la Capi-tana General de Yucatn, Jos lvarez, ordenaba al ingeniero Juan de Dios Gonzlez que se dirigie-ra nuevamente a la Isla de Tris para la construccin de un fuerte de mampostera.54 De su estancia deri-v el cuestionamiento a la propuesta de Gaspar de Courseulle. Entre otros, no estaba de acuerdo con la localizacin y la ausencia de cuarteles. Insista en que no haba posibilidad de hacer trincheras, pues el suelo era de arena, y el agua brotaba enseguida, y el mismo problema se presentaba con el foso y el terrapln de los baluartes. Por ltimo, cuestionaba el presupuesto elaborado por el ingeniero De Courseu-lle. En sus reflexiones, Gonzlez consideraba que el fuerte proyectado no era factible, dado que no po-da recibir apoyo, ya fuera desde Yucatn o desde Tabasco. Sin embargo, resaltaba su importancia por

    51 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p. 295.

    52 El ingeniero militar Juan de Dios Gonzlez particip, entre 1756 y 1766, en reconocimientos constantes de la zona comprendida entre la frontera con Hon-duras y el cabo Catoche hasta la isla de Trinidad y el presidio Del Carmen en la isla de Tris. Elabor un nmero significa-tivo de mapas y supervis las distintas obras militares.

    53 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p. 296.

    54 Ibdem 296

    Plano del PRoyeCto que se PRoPone en la ysla de tRis o laguna de tRMinos, 1761, don agustn lPez de la CMaRa alta. agi, MP, MxiCo, 213. j. gonzlez, l.i. sinz, n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de CaMPeChe, gobieRno del estado de CaMPeChe, MxiCo, 2010, P. 131.

    PeRFil y vista de la PueRta PRinCiPal y bovedas a PRueba de boMba del PRoyeCto PRoPuesto PaRa la isla de tRis PoR el ing. agustn lPez de la CMaRa alta en 1761, . agi, MP, MxiCo, 214. j. gonzlez, l.i. sinz, n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de CaMPeChe, gobieRno del estado de CaMPeChe, MxiCo, 2010, PP. 128-129.

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    ser la entrada a esa regin del sureste de la Nueva Espaa, y el nico puerto cerrado entre Veracruz y el extremo ms septentrional de la Pennsula de Yu-catn: Cabo Catoche.55

    Por distintas razones, la construccin no avan-z, fundamentalmente por el mal manejo de recursos asignados. As, en 1773 se ordenaba nuevamente al ingeniero Juan de Dios Gonzlez viajar a la Isla de Tris; en esta ocasin se le solicitaba elaborar una re-lacin de necesidades, proyecto y plan de construc-cin del fuerte que se quera construir. Gonzlez ela-bor una propuesta56 que de alguna manera result un punto intermedio entre la de Gaspar de Courseu-lle y la de Agustn Lpez de la Cmara Alta.

    Una primera modificacin fue el cambio de lo-calizacin; lo ubica ms cercano a Punta de Barra, con el fin de tener un mejor control del acceso a la laguna. El proyecto est desarrollado a partir de un trazo regular de planta cuadrada, con cuatro baluar-tes en sus esquinas (ver figura 8). Las dimensiones del fuerte eran:

    Varas castellanasLnea de la defensa 200 Cortina franca 80 Cara de los baluartes 60 Flanco de los baluartes 20

    La posicin del fuerte provocaba que tuviera un frente inaccesible y tres expuestos a posibles ata-ques, por lo que los baluartes en dos de los casos son llenos, terraplenados y con parapetos de 7 varas castellanas de espesor; los otros dos son vacos; es-tos ltimos resueltos como medios baluartes, ya que la parte inaccesible no requera mayor proteccin. La muralla, en su exterior, tiene 7 varas castellanas de altura incluido el parapeto y est ligeramente es-

    55 M. Arroyo, El Reconocimiento de la Pennsula de Yucatn realizado por el ingeniero militar Juan de Dios Gonzlez (1766), Revista bibliogrfica de geogra-fa y ciencias sociales, (Serie documental de Geo Crtica) , Universidad de Barcelo-na, 2003, p. 22.

    56 J. Gonzlez Aragn et al., op. cit., pp. 132-133.

    CoPia del Plano oRiginal que aCoMPaa a este, del nuevo PRoyeCto que FoRMa el ingenieRo

    dn juan de dios gonzlez, en la laguna de tRMinos, isla de tRis. 1774. Cge.

    j. gonzlez, l.i. sinz, n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de CaMPeChe, gobieRno del estado

    de CaMPeChe, MxiCo, 2010, P. 133.

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    carpada. El espesor es de 31/2 varas en su base por 2 en la parte superior. El proyecto propone un foso hmedo y glacis. El acceso se realiza a travs de un puente protegido por un revelln terraplenado. Llama la atencin la ausencia del camino cubierto. La dura-cin de la obra se calculaba en ocho aos.

    La propuesta del ingeniero Juan de Dios Gon-zlez fue enviada para su aprobacin, primero al bri-gadier de ingenieros Manuel de Santisteban, quien se expres favorablemente, salvo en la parte presu-puestal, que ascenda a 583,411 pesos. Posterior-mente se le envi al Secretario de Estado de Marina e Indias y Consejero de Estado, Julin de Arriaga y Ribera, sin que se conociera respuesta alguna. Pero nada se hizo, ya que en 1776 apareci una solicitud del gobernador de la Isla de Tris para que se rea-lizara el proyecto del ingeniero francs Gaspar de Courseulle, nico que contaba con la autorizacin correspondiente.57

    Seguramente las reformas borbnicas de Car-los III, con la promulgacin de los decretos de Libre Comercio con Amrica (1765 y 1778), disminuan el temor de ataque sobre los puertos de la Nueva Espa-a. La disputa por el dominio de los territorios ame-ricanos se centraba, en ese momento, en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, donde Es-paa y Francia eran aliados de los independentistas. Probablemente el cansancio de los participantes y la evidencia de que la distribucin de fuerzas haca imposible un desenlace militar, provoc la bsqueda de la paz. As, el 3 de septiembre de 1783, en Pars, se firman varios tratados. Por un lado el que reco-noca la independencia de los Estados Unidos, pero adems los ingleses firmaron tambin acuerdos por separado con Espaa, Francia y los Pases Bajos, que ya haban sido negociados con anterioridad. El acuerdo con los espaoles planteaba, entre otras cosas, que: Espaa mantena los territorios recupe-

    rados de Menorca y Florida Oriental y Occidental. Por otro lado, recuperaba las costas de Nicaragua, Honduras (Costa de los Mosquitos) y Campeche. Se reconoca la soberana espaola sobre la colonia de Providencia y la inglesa sobre Bahamas.58

    Sin embargo, Gran Bretaa mantena la facul-tad para cortar Palo de Campeche en el territorio comprendido entre los ros Hondo y Wallice, lo que permita en los hechos el establecimiento de una co-lonia inglesa en el sureste de Yucatn (posteriormen-te Belice). Todo esto significaba una paz basada en el mantenimiento por ambas partes de las conquis-tas hechas hasta ese momento. Estos dos sucesos dieron por resultado el abandono de los proyectos para construir una fortaleza de mampostera en la Isla de Tris, permaneciendo durante algunos aos ms el tan cuestionado fuerte de estacas construido por Alonso Felipe de Andrade en 1717. La ausencia de apoyos para su conservacin y reparacin aca-baron convirtindolo, a mediados del siglo xix, en una construccin ruinosa en medio de la poblacin. Se tiene noticia de un gran incendio, en 1850, que consumiera gran parte de los edificios de la Villa del Carmen, y es probable que el fuerte de estacas fuera presa del fuego. Por su localizacin central, el rea que ocupaba el fuerte fue convertida en espa-cio pblico, donde se construy la plaza central y la parroquia actuales.59

    Una vez consumada la Independencia de Mxi-co y prevaleciendo la importancia estratgica de la regin, se decidi fortificar uno de los extremos de la Isla de Tris para controlar el acceso a la Laguna de Trminos. As, en 1838 se construy la Batera de Guerrero. Es una construccin de traza irregular de 30 varas mexicanas60 de largo por 25 de ancho. Est dividida en dos partes: una elevada, que consiste en una especie de baluarte o terrapln con espacio para dos caones, y la otra a nivel del terreno, donde

    57 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p. 298.

    58 http://es.wikipedia.org/wiki/Trata-do_de_Par%C3%ADs_%281783%29

    59 J.E. Ortiz Lanz, op. cit., p. 170.60 Una vara mexicana = 83.8 cm.

    MaPa de la Pennsula de yuCatn. se indiCa en Rosa el teRReno ConCedido a los ingleses PaRa el CoRte de Palo, entRe los Ros hondo y Walix y en ColoR aMaRillo el que nuevaMente PRetendan j. gonzlez, l.i. sinz, n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de CaMPeChe, gobieRno del estado de CaMPeChe, MxiCo, 2010, PP. 50-51.

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    se encuentra el acceso y la atalaya, que serva en su primer nivel como cuartel y en la parte superior como viga. El acceso entre las dos partes se realizaba a travs de una rampa. La parte terraplenada, donde se ubican los caones, es de mampostera, y en sus partes laterales est reforzada con estacas para im-pedir la escalada. El resto del permetro es de muros combinados de mampostera, con una altura de 2 varas mexicanas, y de estacas; encima de la piedra tena una empalizada de 11/2 varas de altura. De esta manera, la altura total del permetro era de 31/2 varas mexicanas (aproximadamente 2.90 m). Es probable que la Batera de Guerrero haya perdurado hasta el siglo xx, y demolida al ir creciendo la ciudad.

    Hoy la Isla de Tris sigue jugando un papel es-tratgico, por la riqueza de la regin en recursos na-turales. Ahora ya no por el Palo de Campeche o las maderas preciosas, sino por el petrleo, cuya explo-tacin redita enormes beneficios econmicos. Las infraestructuras ahora son puentes y aeropuertos. Los cuarteles no requieren defensas perimetrales y las armas son bastante ms sofisticadas.

    Proyectos y construcciones militares en Salamanca de Bacalar y la ribera del Ro Hondo

    La conquista de Yucatn se complet en 1546. Sin embargo, los procesos de colonizacin no fueron sencillos, particularmente en las costas orientales, en los seoros prehispnicos de Ekab, Uaymil y Chactemal, una zona histricamente despoblada por la gran extensin de reas pantanosas con que cuentan, y distantes de las principales rutas marti-mas y terrestres.

    Gaspar Pacheco, Melchor Pacheco y Alonso Lpez Zarco fueron los encargados de realizar las campaas militares en las jurisdicciones de Uaymil y Chactemal, y en 1544 correspondi a Melchor Pa-

    checo fundar la actual poblacin, dndole el nombre de Salamanca de Bacalar.61

    La subordinacin a la Corona espaola no fue aceptada por igual entre todos los pueblos mayas, especialmente en el oriente de la Pennsula. La re-sistencia maya se expres de distintas maneras, a lo largo de todo el periodo colonial, y Salamanca de Ba-calar fue testigo de ello. La hostilidad de los mayas, la lejana con la capital provincial, Mrida y las escasas comunicaciones, hicieron difcil su poblamiento.

    A principios del siglo xvii, Bacalar era el asenta-miento ms importante de la costa oriental, lugar de paso, terrestre y martimo, hacia Guatemala y Hondu-ras, pero contaba solamente con una treintena de habi-tantes. Ya en ese entonces, la presencia de bucaneros ingleses era frecuente, fundamentalmente debido a la escasa defensa por parte de los espaoles, as como a la ausencia de poblacin. Las desembocaduras de los ros Hondo, Nuevo, Walix y Sarstn, alejadas de todo, en la parte occidental del Mar Caribe, de difcil navegacin, se convertan en territorio de nadie, con-dicin propicia para transformarse en refugio o lugar idneo para piratas y bucaneros. La regin era rica en maderas preciosas y palo de Campeche, que consti-tua un territorio motivo de antojo y negocio para otras naciones. Para 1618 existan asentamientos ingleses en las laderas del ro Nuevo, y en 1640 el pirata esco-cs Peter Wallace se estableci de forma definitiva y se dedic a la explotacin del palo de Campeche, dan-do origen al primer asentamiento ingls, al sur del ro Hondo, y que fue el principio de lo que hoy es Belice.

    A mediados del siglo eran frecuentes los ata-ques a la Villa de Bacalar por parte de los ingleses. Quiz el de mayor impacto fue en 1652,62 cuando Bacalar fue arrasada por el pirata Diego el Mulato,63 quien propici el abandono, casi total, de la villa y la costa oriental. Los ataques de ingleses, franceses y holandeses continuaron durante la segunda mitad

    61 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p. 298.

    62 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p. 305.

    63 Personaje cubano aliado de los in-gleses.

    Plano de la bateRia de gueRReRo Cituada en la voCa de la baRRa de la ysla del CaRMen. sMge. j. e. oRtiz lanz, aRquiteCtuRa MilitaR de MxiCo, sedena, MxiCo, 1993, P. 169.

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    el siglo xvii, y a lo largo del xviii estaba en juego el control del trfico del Palo de Campeche, y por otro lado seguan las hostilidades por parte de los grupos mayas rebeldes.

    La ocupacin inglesa fue extendindose sin mayores dificultades, a diferencia de lo que suceda en la Isla de Tris, la cual el capitn Alonso Felipe de Andrade haba recuperado en 1717. Inclusive muchos de los cortadores ingleses expulsados de la Laguna de Trminos, se asentaron en el sureste de la Penn-sula, en las riberas de los ros Hondo y Nuevo.

    Siendo gobernador de la Capitana General de Yucatn don Antonio de Figueroa y Silva, se tom la decisin de recuperar los territorios ocupados por bu-caneros ingleses. En un primer momento se envi al cartgrafo Alejandro J. de Guelle para que evaluara las posibilidades de establecer una guarnicin permanente en Bacalar. A su regreso, en junio de 1726, present un informe detallado; como militar que era, describe con todo detalle el camino recorrido, especificando detalles estratgicos y recomendaciones de carcter militar. Fi-nalmente propone edificar un fuerte en Bacalar.64

    Ante la lgica de que si en la Isla de Tris la pre-sencia permanente de una guarnicin haba impe-dido el regreso de los ingleses, habra que intentar algo similar en la regin de los ros Hondo, Nuevo y Walix. Finalmente se determin que en Bacalar era necesario establecer un presidio con una guarnicin, suficientemente numerosa, para que pudiera vigilar y defender la regin. La villa de Bacalar, abandonada desde mediados del siglo xvii, poda ser reconstruida y fortificada, repoblada y guarnecida.65

    Es as que en 1727, don Antonio de Figueroa organizaba una expedicin militar a la que se incor-poraron los futuros colonos, procedentes de las islas canarias.66 La campaa militar fue un xito rotundo, liberando la desembocadura de los ros Hondo y Nuevo, as como la Laguna de Bacalar. Tambin se

    expuls a los ingleses del ro Walix y se extendieron los dominios de la Capitana hasta los lmites de las costas de Guatemala. Durante la expedicin se ins-talaron vigas en la costa oriental: en Pol (Xcaret), en Zam (Tulum) y en la Baha de la Ascensin.

    La villa de Salamanca de Bacalar resurga con los nuevos colonos; se repartieron tierras y solares y se inici la labranza, as como la edificacin del fuer-te de San Felipe (en honor a Felipe V). El informe al rey, escrito por Alejandro J. de Guelle, agre-g un plano del fuerte dibujado por l mismo en 1729.67 Se desconoce al autor del proyecto, pero Caldern Quijano se lo atribuye a don Antonio de Figueroa,68 y Michel Antochiw, de alguna manera, in-sina la posible participacin de Guelle.69

    La planta del fuerte est desarrollada a partir de un trazo regular de planta cuadrada, con cuatro baluartes en sus esquinas, un caballero del lado sur de la plaza interior y el acceso, a travs de un puen-te, en la cortina norte. Est rodeado por un estrecho foso seco. En realidad, de acuerdo con los tratadis-tas del siglo xviii, se trata de un modesto fuerte de campaa de pequeas dimensiones.

    Dimensiones de acuerdo con la escala del plano de 1729 Varas castellanasLnea de la defensa (polgono exterior) 43 Cortina franca 22 Cara de los baluartes 10 Flanco de los baluartes 5Plaza interior (polgono interior) 30

    Los baluartes recibieron los nombres de San Antonio (probablemente en honor a su fundador), San Jos, Santa Ana y San Joaqun; por su parte, el caballero fue llamado Jess Mara.

    64 M. Antochiw, Un cartgrafo yu-cateco desconocido, Alejandro Joseph de Guelle, http://observato-riogeogra-ficoamericalatina.org.mx/egal9/Geogra-fiasocioeconomica/Geografiacultural/10.

    65 M. Antochiw, op. cit., p. 4.66 J.E. Ortiz Lanz, op. cit., p. 107.

    67 M. Antochiw, op. cit., p. 6.68 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p.

    305.69 M. Antochiw, op. cit.

    Plano del FueRte noMbRado de san PheliPe de vaCalaR ConstRuido PoR don antonio de FigueRoa MaRisCal de CaMPo, ao de 1729. agi. M. antoChiW, un CaRtgRaFo yuCateCo desConoCido, alejandRo josePh de guelle, httP://obseRvato-RiogeogRaFiCoaMeRiCalatina.oRg.Mx/egal9/geogRaFiasoCioeConoMiCa/geogRaFiaCultuRal/10. onsultado 20.10.2011.

    PeRFil del CaballeRo de s. PheliPe de vaCalaR Plano del FueRte y

    CaballeRo de vaCalaR 1751. agi. j. e. oRtiz lanz, aRquiteCtuRa MilitaR de MxiCo, sedena, MxiCo, 1993, P. 110.

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    Es probable que el permetro estuviera termi-nado en 1729. Y en 1730, el comandante del fuerte, Juan Podio,70 al encontrar los techos del fuerte de palma, orden que se levantara con mampostera el caballero alto, sobre el que coloc seis caones. En 1733 se ampli 43/4

    de vara castellana por cada lado y se levant un muro con espesor de 13/4 de vara, el cual dej cerrados y concluidos sus parapetos, pero con los baluartes vacos y sin levantar las golas, o sea, no se podan utilizar para la defensa activa.

    Lo limitado de los recursos destinados para la manutencin de la guarnicin y el poco apoyo que reciban los habitantes de la villa, aunado a las enfer-medades y las condiciones ambientales, provocaron el desnimo y nuevamente el despoblamiento de Ba-calar. Inclusive el gobernador en turno, Juan Francis-co Fernndez de Sabariego, recomend en 1734 la evacuacin del fuerte mientras la Real Hacienda no otorgara los recursos suficientes para su permanen-cia. De acuerdo con Caldern Quijano, Fernndez de Sabariego informaba al rey que: dicha fortaleza era un simple cuadrado de treinta y una varas de lado, con cuatro muy pequeos baluartes, todo de esta-cada revestida de piedra y mezcla por la parte exte-rior, y el interior con la correspondiente banqueta.71

    La idea del abandono se mantuvo durante la primera mitad del siglo xviii, permitiendo las nuevas incursiones de piratas y asentamientos de cortado-res de palo ingleses en la costa oriental de Yucatn, territorios que con el tiempo se constituiran en la co-lonia inglesa de Belice.

    En 1746, por orden real, Antonio Benavides Gonzlez de Molina, gobernador en turno de la Ca-pitana de Yucatn, realiz un reconocimiento de la villa y el fuerte de Bacalar y, dndose cuenta de la importancia estratgica del lugar, aconsej el man-tenimiento, la proteccin y el crecimiento de la forti-ficacin.72 Tambin realiz una breve descripcin del

    fuerte, donde menciona que se encontraba en mal estado: los baluartes no estaban terminados, el muro perimetral era bajo y desigual, especialmente al po-niente, en la cara que mira a la laguna. Al caballero alto lo consider un estorbo, pues la humedad de sus interiores lo volva inhabitable.73

    Derivada de la recomendacin de Antonio Be-navides, en 1754 se organiz una nueva expedicin para liberar la desembocadura de los ros Hondo, Nuevo y Walix. Y con la intencin de reforzar la pre-sencia espaola, se le encomend al ingeniero mili-tar Juan de Dios Gonzlez la revisin de la zona y la fortificacin. En ese mismo ao se llevaron a cabo algunas obras, fundamentalmente en la cortina y en los baluartes, que posiblemente se agrandaron, y se hizo el terrapln.

    En el siglo xviii, los ingenieros militares tenan que cumplir diversos encargos: por una parte deban ofrecer una detallada descripcin del territorio colo-nizado, del que a menudo se contaba con escasos datos tanto respecto de las fortalezas como de los recursos que reunan en su interior; por otra parte, deban dar noticias exactas sobre los movimientos de otras potencias europeas atradas por las posibi-lidades econmicas de la regin, as como realizar exactos inventarios de los recursos militares con que poda contar la Corona espaola en caso de invasin o conflicto. Es con estas caractersticas que el inge-niero Gonzlez realiz, en 1766, el Reconocimien-to de la Pennsula de Yucatn, donde a la villa de Bacalar le dedic un apartado, que se reproduce a continuacin:

    El fuerte de San Felipe de Vacalar dista de la Capi-tal Merida cien Leguas, su figura es un quadrado con quatro Baluartes regulares cuias caras constan de 22 varas de lado por delante de la puerta que va en menos altura por los demas frentes, tiene su puente

    70 J.A. Caldern Quijano, op. cit., p. 305.

    71 Ibidem.72 Ibidem, p. 307. 73 J.E. Ortiz Lanz, op. cit., p. 111.

    Plano y PeRFil del Castillo de sn PheliPe baCalaR 1769.

    ihCM, 5129, 2/2, Mex. 2-2, CastillosFbaCalaRqRoo#C8e4

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    estable y levadizo y delante un timbor con su estacada, esta sigue por lo superior del foso alrededor con vara y media de altura y un pie de diametro es de sapote y Taby muy fuerte. El ao de 54 se reparo esta fortifica-cion en algun modo y se mantiene por el continuo zelo de aquel Comandante que no zesa en trabajar sobre ella siendo el perjuicio que la falta de cimientos y su baluarte con estribos exteriores tiene montados 21 ca-ones estos y seis en el cavallero alto de los Calibres de a 6, 4, 3, 2, 1 y coronada de pedreros (...) con qua-tro morteretes. Los Baluartes van terraplenados, y las explanadas de piedra los parapetos son muy bajos y de una quarta de espesor. Los alojamientos interiores son muy reducidos y consisten en un pequeo quartel que esta a la Izqda de la puerta y a la derecha otro igual que es troje de maiz, de vajo del Cavallero alto estan el Cuerpo de Guardia, sala de Armas, almazen de Polvora, carcel calabozo, otro de forzados y un pequeo almacen para utiles de artilleria. Hallase situado este fuerte la ribera occidental de la Laguna dicha de Bacalar al sueste de la capital de Merida que como se ha dicho dista cien leguas te-niendo treinta de despoblado hasta el primer pueblo que se encuentra y es Chinchujuel de Chinchaja esta distante de Bacalar iguales leguas al ueste cuio ca-mino es despoblado este presidio aun en peor estado sido muy respetado de las Ingleses cortadores de palos de los rios de Balis y de los Indios Mosquitos quitandoles muchos barcos y negocios, destruiendo-les sus casas y ranchos sin permitirles ora de so-siego con los muchos Corsos que le acian; dista del rio de Balis quarenta leguas, quince de rio Nuevo y quatro de Rio Hondo en lo que estan atualmente los Ingleses tolerados, y tan vecinos los ultimos a esta fortificacion siendo acesible venir por tierra. La Guarnicion que tiene son 60 soldados arregla-dos, un comandante y un sargento. Los vecinos que podran tomar las armas son como 100 e In-

    Plano PeRFiles y elevaCin del Castillo de sn PheliPe de baCalaR en la PRovinCia de yuCatn a Cien leguas de la CaPital

    y a CinCo de los estableCiMientos ingleses 1779. (anniMo).ihCM, 5134, 2/1, Mex. 17/15. j. gonzlez M. RodRguez,

    n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de aRquiteCtuRa MilitaR, inah-uaM, MxiCo, 2009, P. 131.

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    la Corona britnica reconoci la soberana espao-la sobre Belice, pero Espaa ratific el acuerdo de 1763, que permita a los ingleses cortar palo de tinte entre los ros Hondo y Walix.

    Cuadro comparativo de las dimensiones del fuerte de San Felipe en Bacalar segn los planos de 1729, 1751, 1779 y 1796, tomando como referencia la escala proporcionada en cada uno de ellos. Todos en varas castellanas.

    79 La legua era la distancia que se recorra en una hora, y se tena estable-cido un equivalente en longitud a 20,000 pies. Por ello, una legua es ms o menos 5.5 km.

    1729 1751 1779 1796Lnea de la defensa (polgono exterior) 43 44 67 62 Cortina franca 22 26 23 22Cara de los baluartes 10 12 23 22 Flanco de los baluartes 5 5 5 5 Plaza interior (polgono interior) 30 35 45 41

    De este cuadro comparativo se deriva que en la segunda mitad del siglo xviii, el fuerte fue agran-dado en su lnea de defensa, conservando los mis-mos principios en su trazo, y los baluartes crecieron en sus caras al doble, para tener una defensa activa con mayor dinamismo.

    Al establecer el acuerdo de paz, se decidi re-forzar la vigilancia de los lmites establecidos para el corte del palo de tinte. La antigua viga de La Luz, a seis leguas79 desde el fuerte de San Felipe, se trans-formaba en una batera de estacas para observar y controlar los movimientos en el ro Hondo: de planta rectangular, ligeramente irregular, de 24 varas cas-tellanas por lado; aparentemente con dos espacios acondicionados para la guarnicin. Tomando como referencia el tamao del fuerte, la batera era de di-mensiones considerables. Tambin se encontraba una pequea viga (de San Antonio) en la desembo-cadura del ro.

    dios flecheros y de armas veinte; el pueblo de es-tos es como el de los vecinos, es capaz, ademas de esta jente tiene como 30 40 negros libres que asimismo toman las armas quando se ofrece. En el ao de 15 estaban las casas del pueblo mui in-mediatas al Castillo por cuia razon la hizo quitar el Mariscal de Campo Dn. Melchor de Navarrete que se hallava en Bacalar y no se retiro hasta que vio limpia su Campaa que se mantiene hasta oy sin novedad.74

    La permanencia de una guarnicin favoreci las mejoras a la fortificacin. En el plano annimo de 1769,75 se indica una palizada entre el glacis y el foso, as como garitas voladas en los baluartes. En este mismo plano aparece una pequea viga, lla-mada de La Luz, para observar los movimientos en el ro Hondo. En 1770 se reforzaron los cimientos de los baluartes, aadiendo un talud por las caras y flan-cos. Tambin se reforzaron y elevaron las cortinas, especialmente la de la laguna, que era ms baja, y al mismo tiempo se nivel el terreno circundante.76 A pesar de todo ello, el lugar segua siendo inseguro debido a la cercana de los asentamientos ingleses y la lejana de un posible apoyo de las guarniciones de Mrida o Valladolid.

    Nuevamente se percibe una preocupacin im-portante en 1779; se actualiza la informacin sobre el fuerte y la villa de Bacalar en el plano elaborado por Agustn Crame.77 En ese ao aparece una espe-cie de revelln como proteccin del acceso, y en la leyenda dice, entre otros: la laguna que comunica con el mar y el ro Hondo donde estn establecidos los ingleses Ese mismo ao se le orden al gober-nador Rivas Betancourt expulsar a los ingleses de Cayo Cocina, donde tenan su principal asentamien-to; la expedicin se realiza con xito;78 sin embargo, al firmarse la paz en 1783, como ya lo mencionamos,

    74 M. Arroyo, op. cit., p. 21.75 IHCM, 5129, 2/2, Mex. 2-2,

    CastilloSFBacalarQRoo#C8E476 J.E. Ortiz Lanz, op. cit., p. 112.77 IHCM 5129 1_2 Mex-2_3

    CastilloSFBacalarQRoo#DB5978 J.E. Ortiz Lanz, op. cit., p. 112

    Plano del Castillo de sn FeliPe de baCalaR en la PRovinCia de yuCatn a Cien leguas de la CaPital y a CinCo de los estableCiMientos ingleses ... 1779. (agustn CRaMe).ihCM, 5129, 2/1, Mex. 2/3.

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    80 J. Gonzlez Aragn . et al., Corpus Urbanstico fortificaciones costeras de Mxico en los archivos espaoles, INAH-UAM, Mxico, 2009, p. 129.

    81 Instituto Nacional de Estadstica y Geografa. Archivo histrico de localida-des. Consultado el 17 de diciembre del 2008.

    En 1785 se propuso la sustitucin de la batera de La Luz por una batera con dos medios baluartes.80 El proyecto del ingeniero Juan Jos de Len, ubicado en una pequea isleta del ro, est desarrollado a par-tir de una planta de forma triangular. La base del trin-gulo, en su exterior (lnea de defensa), mide 37 varas castellanas, y es en este lado donde se encuentra el acceso, protegido por un foso hmedo, y la cortina flanqueada por dos medios baluartes de 10 varas de cara, todo ello resuelto simtricamente. Los otros dos lados miden 24 varas cada uno y se desarrollan en las mrgenes del ro. Por sus dimensiones, es casi del tamao de la traza inicial del fuerte de San Felipe.

    Tanto la viga de San Antonio como la batera de La Luz, as como el relleno de algunos esteros, tenan como objetivo proteger y cerrar los accesos a la Laguna de Bacalar. A pesar de los esfuerzos realizados para contener la expansin de los corta-dores de palo ingleses, a principios del siglo xix, para cuando se independizaban los territorios mesoame-ricanos de la Nueva Espaa, los britnicos haban colonizado los territorios al sur del ro Walix, exten-diendo su rea de influencia hasta el ro Sartn.

    Con el comienzo del Mxico independiente, el fuerte de San Felipe fue sede de una pequea guar-nicin, y la escasa poblacin de la villa de Bacalar se mantena del comercio informal (contrabando) con los ingleses. A mediados del siglo xix, tanto el fuerte como la villa fueron escenario de cruentas ba-tallas durante la llamada guerra de castas. A partir de 1858, Bacalar, territorio de los mayas sublevados, fue abandonado, y el fuerte (en condiciones ruinosas) utilizado eventualmente como base fortificada para proteger el comercio entre ingleses y sublevados. Es en 1901 cuando una ofensiva porfirista derrot a los mayas sublevados y volvi a ocupar los restos del fuerte y el poblado. En 1930 Bacalar contaba con cuatro habitantes.81

    Plano, PeRFil y elevaCin del FueRte de sn FeliPe de baCalaR Cituado en la PRovinCia de yuCatan a la RiveRa oCCidental de la laguna del MisMo noMbRe . distante 47 leguas de la

    boCa del Ro Wallix, y 6 del Ro hondo. deMuestRa el estado PResente haviendo exeCutado el PRoyeCto de ensanChaR el

    Foso y que su s. M. se digno aPRovaR 1796.(RaFael llobet)ihCM, 5129, 2/2, Mex. 2-2, CastillosFbaCalaRqRoo#C8e4

    Plano PeRFiles y elevaCin de una bateRa de MadeRa y tieRRa que se PRoyeCta ConstRuiRen Ro hondo 1785. (juan jos de len). j. gonzlez M. RodRguez, n. e. RodRigo; CoRPus uRbanstiCo de aRquiteCtuRa MilitaR, inah-uaM, MxiCo, 2009, P. 129.

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    Bibliografa

    Arroyo, Mercedes. El Reconocimiento de la Pennsula de Yucatn, realizado por el ingeniero militar Juan de Dios Gonzlez (1766), Revista bi-bliogrfica de geografa y ciencias sociales (Serie documental de GeoCrtica), Universidad de Barce-lona, 2003.

    Antochiw, Michel. Un cartgrafo yucateco des-conocido, Alejandro Joseph De Guelle, http://obser-vatoriogeograficoamericalatina.org.mx/egal9/Geo-grafiasocioeconomica/Geografiacultural/10

    Blanes, T. Caracterizacin tipolgica de las for-tificaciones coloniales del Caribe espaol, Anales del Caribe 7-8, La Habana, 1987-88.

    Caldern Quijano J.A. Historia de las fortifica-ciones en Nueva Espaa, 2 Ed, CSIC, Madrid, Es-paa, 1984.

    Enciclopedia de los Municipios de Mxico, Campeche, Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, Gobierno del Estado de Campeche, Mxico, 2005.

    Enciclopedia Yucatense, Gobierno del Estado de Yucatn, Mxico, 1944.

    Gonzlez Aragn J. et al., Corpus Urbanstico fortificaciones costeras de Mxico en los archivos espaoles, INAH-UAM, Mxico, 2009.

    ____________________ Corpus Urbansti-co de Campeche, en los archivos espaoles, Gobier-no del Estado de Campeche, Mxico, 2010.

    Lemaitre, E. Breve historia de Cartagena, Ed. Colina, Medelln, 1998.

    Ortiz Lanz, J.E. Arquitectura militar de Mxico, SEDENA, Mxico, 1993.

    Rodrguez Viqueira, M. Arquitectura militar, g-nesis y tipologa, Limusa, Mxico, 2010.

    Zapatero Dez, J.M. La fortificacin abaluartada en Amrica, San Juan de Puerto Rico, 1978.

    ______________ Dos ejemplos de fortifica-ciones espaolas, en la exposicin de puertos y forti-ficaciones en Amrica y Filipinas, CEHOPU, Madrid, 1985.

  • FORTIFICACIONES ESPAOLAS DE LOS SIGLOS XVI, XVII Y XVIII.

    LA DEFENSA DEL PATRIMONIO

    dR. CaRlos gonzlez loboProfesor e investigador de la UNAM

    Facultad de ArquitecturaCiudad de Mxico a 16 de Noviembre de 2012

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    Contenido y gua de la Exposicin de la pelculatittulada La Coraza, presentada en Quick Time por el autor

    PRIMER TRAYECTO:

    El Oriente transatlntico y sus prodigios.Marco Polo: la plvora, el papel y la brjula.La esfericidad y el camino occidental.El descubrimiento y Amrica (planisferio)La Conquista, sus tesoros y la Piratera con pa-

    tente de CorsoLa Circunnavegacin y el Tratado de TordesillasFelipe II y un imperio donde no se pona el sol

    protegido por La Coraza de piedra planetaria.La torna-vuelta de Urdaneta y la Nao de China. El viaje China-Manila-Acapulco-Mxico-Vera-

    cruz-La Habana-Sevilla. La fortificacin puntual y perifrica y las rutas

    terrestres y martimas. Las rutas de la plata. La flota de Indias de La Habana a Sevilla.

    T. Seoqui y J. Baptisa Antonelli y la solucin tipolgica, estructural y estratgica a hasta el Estre-cho de Magallanes

    Y la solucin: arcn, almacn, aduana, fortifi-caciones y baluartes

    La mar Caribe y la saca de las Bahamas Por lo tanto: El Caribe Fortificado en la una y

    la otra banda.

    SEGUNDO TRAYECTO:

    De la evolucin de la solucin tipolgica a la prctica del Imperio Espaol.

    La ciudad y su forma especfica.

    a. La ciudad ideal amurallada: Castriotto, Fi-larete, Palmanova, Farnesiam y las ideas del Siglo

    La Coraza

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    XVIII de Veauban.

    b. La ciudad amurallada y fortificadaAlmendra y Fortaleza:AmsterdamTurinFerrara

    c. Las ciudades fundadas: Amuralladas y fortifi-cadas del Imperio Espaol

    ManilaLa Habana y su AlmendraCartagena y su AlmendraPanamLima del PerEl CallaoTrujilloPortobeloY el gran sistema fortificado de Baha a Por-

    tobeloSan Juan de Puerto RicoSanto Domingo, empalizada de BoandSanto Domingo amuralladaCampecheVeracruz: La Almendra, los baluartes y la forti-

    ficacin Castillo de San Juan de UlaY Cavite y Jol en Las Filipinas.

    TERCER TRAYECTO

    Del hallazgo de un tipo universal para el edificio ms grande del mundo

    De la confianza en la razn y particularmente en la razn geomtrica

    La perspectivaEl proyecto preliminarLa certeza de la traza

    La cuadratura

    Explorando por tanteo y ajustes

    b.1. En la Bahia de La HabanaLa fortaleza de la Real Fuerza de La HabanaEl plano tipo genricoEl sistema fortificado amuralladoLa fortaleza de la Punta, Los Santos Reyes del

    Morro y San Carlos de La Cabaa

    b.2. Usando el tipo baseSan Carlos de MaracaiboSan Marcos de La FloridaLa fortaleza de Buenos AiresLa ciudad integrada, fortificada y amurallada de

    San Juan de Puerto Rico

    b.3. De los tiposCoatzacoalcosLaguna de TrminosAcapulco con la variacin de planta en pent-

    gonoLa fortaleza de San Juan de UlaSan Fernando de OmoaSan Felipe de BarajasFuerte de Las Caleras en Cartagena, EspaaLa fortaleza del CallaoLa fortaleza de Cavite

    Un intento de anlisis tipolgico

    c.1. Del tipo y descripcin de las razones fun-cionales blicas y de uso

    c.2. Geometra y diseoLa tronera y el merln en plantaEl corte razonado

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    La accin: los caones en actividadDe la cortina de fuegoEl objeto totalmente abaluartado: del diseo de

    Giacomo Maggi y de J. B. Antonelli

    c.3. Del trazo del tipoLmina 1. Del arcn y cuartelLmina 2. de las diagonalesLmina 3. De las razones ureas: crujas y pa-

    tio de armasLmina 4. De la estrella abaluartadaLmina 5. De las caras internasLmina 6. De la silueta finalLmina 7. De la extensin del baluarteLmina 8 El tipo

    CUARTO TRAYECTO

    Del patrimonio compartido

    Este bien es valioso por s pero tambin por ser parte de una serie:

    Mexicana, americana y planetaria. Por ejem-plo: Araya en Venezuela, Portobelo y Chagres en Panam,Ro de Plata en Dominicana y San Felipe de Bacalar en Mxico

    Estamos obligados a preservar las piezas, las series y el conjunto edilicio. Es por ello necesario considerar que:

    Es un patrimonio de la humanidadPorque es compartidoPorque tenemos obligaciones y derechos so-

    bre todas y cada una de las piezas, las series y el conjunto edilicio heredado de los siglos XVI al XIX

  • ARQUITECTURA Y URBANISMO MILITAR: EL CASO DE GALICIA

    xose lois MaRtinez suaRez. Universidad de A Corua.

    Escuela Tecnica Superior de Arquitectura. Profesor Titular de Universidad.

    [email protected].

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    Antecedentes La amable invitacin de los Profesores Dr. Everardo Carballo Cruz y Dr. Jorge Gonzalez Aragon, a par-ticipar en el 2 Foro de Investigacion, Arquitectura y Urbanismo Militar en Iberoamrica es una exce-lente oportunidad para reflexionar sobre las lineas de trabajo comun que los profesores Dr. Manuel Rodriguez Viqueira, Dra. Norma Elisabethe Rodrigo Cervantes y el propio Jorge Gonzalez Aragon nos haban sugerido como temas de participacion para proyectos de investigacion conjuntos entre la Divi-sion de Ciencias y Artes para el Diseo de la Univer-sidad Autonoma Metropolitana de Mexico- D