argan: historia del arte

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Universidad de Chile Departamento de Pregrado Cursos de Formación General www.cfg.uchile.cl Curso: Problemas del arte chileno y latinoamericano Texto: ARGAN, Giulio Carlo, Barroco (Il Seicento) Traducción de Francisco Brugnoli. Extractado con fines docentes de: G.C.Argan, Storia dell’Arte Italiana/Volume terzo/ Capitolo Secondo:Il Seicento/p. 257 a 260/ (sansón editore). El barroco americano. I) Su cuestionamiento estilístico y clave de reconocimiento de una producción regional de arte II) La tendencia internacional y su pliegue Profesor: Francisco Brugnoli (ARGAN : STORIA DELL'ARTE ITALIANA T.3 PAG. 257) Ya a fines del 500 se empieza a sentir que el formalismo manierista, con su dialéctica de regia y capricho, o de abstracta razón y arbitrio fantástico, no hace aprehensión de la realidad y no resuelve el que ahora aparece como problema esencial, como es el de la cultura o el de una experiencia, global y activa, por la naturaleza y la historia. El período al que se llama Barroco puede definirse como una revolución cultural en nombre de la ideología Católica. La lucha religiosa no ha llegado a su fin; más allá del campo doctrinal la disputa se extiende al problema de la conducta humana, y al de la política, la religión entre individuo y estado repite o refleja la relación entre Dios y el hombre. Para los protestantes el único vínculo entre Dios y el hombre es la gracia y no se puede hacer nada por obtenerla, todo el esfuerzo humano, toda la experiencia acumulada y madurada en el tiempo, la misma cultura, carece de finalidad. Los hombres trabajan porque esta es la pena por la culpa original, las obras no tienen valor más allá de la vida terrenal, no salvan. Es el principio de aquello que será el trabajo puramente técnico, sin preocupación de trascendencia, como ese el de la industria. Los católicos afirman, por el contrario, que Dios ha predispuesto los medios de la salvación: la naturaleza que ha creado, la historia que ha querido, la iglesia que explica el significado de la naturaleza y de la historia, dirigiendo así el actuar humano hacia la salvación. Si la historia es el recorrido hasta ahora cumplido por

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ARGAN, Giulio Carlo, Barroco (Il Seicento), Traduccin de Francisco Brugnoli

Universidad de Chile

Departamento de Pregrado

Cursos de Formacin General

www.cfg.uchile.clCurso: Problemas del arte chileno y latinoamericanoTexto: ARGAN, Giulio Carlo, Barroco (Il Seicento)

Traduccin de Francisco Brugnoli.

Extractado con fines docentes de: G.C.Argan, Storia dellArte Italiana/Volume terzo/ Capitolo Secondo:Il Seicento/p. 257 a 260/ (sansn editore).

El barroco americano. I) Su cuestionamiento estilstico y clave de reconocimiento de una produccin regional de arteII) La tendencia internacional y su pliegue Profesor: Francisco Brugnoli(ARGAN : STORIA DELL'ARTE ITALIANA T.3 PAG. 257)

Ya a fines del 500 se empieza a sentir que el formalismo manierista, con su dialctica de regia y capricho, o de abstracta razn y arbitrio fantstico, no hace aprehensin de la realidad y no resuelve el que ahora aparece como problema esencial, como es el de la cultura o el de una experiencia, global y activa, por la naturaleza y la historia.

El perodo al que se llama Barroco puede definirse como una revolucin cultural en nombre de la ideologa Catlica.

La lucha religiosa no ha llegado a su fin; ms all del campo doctrinal la disputa se extiende al problema de la conducta humana, y al de la poltica, la religin entre individuo y estado repite o refleja la relacin entre Dios y el hombre. Para los protestantes el nico vnculo entre Dios y el hombre es la gracia y no se puede hacer nada por obtenerla, todo el esfuerzo humano, toda la experiencia acumulada y madurada en el tiempo, la misma cultura, carece de finalidad. Los hombres trabajan porque esta es la pena por la culpa original, las obras no tienen valor ms all de la vida terrenal, no salvan. Es el principio de aquello que ser el trabajo puramente tcnico, sin preocupacin de trascendencia, como ese el de la industria. Los catlicos afirman, por el contrario, que Dios ha predispuesto los medios de la salvacin: la naturaleza que ha creado, la historia que ha querido, la iglesia que explica el significado de la naturaleza y de la historia, dirigiendo as el actuar humano hacia la salvacin. Si la historia es el recorrido hasta ahora cumplido por la humanidad hacia la salvacin, es necesario continuarlo, detenerse, volver atrs es pecado. Esta es la diferencia respecto al ideal cultural del Renacimiento: La vuelta a lo antiguo. Aquello que se llamar el "clasicismo barroco" no ser imitacin sino desarrollo, extensin, re-invencin de la cultura clsica.

La cuestin religiosa tiene un aspecto social, la disputa es entre la f individual de los protestantes y la fe colectiva o de masa propugnada por la iglesia. La cultura es una va de salvacin, pero toda la humanidad debe salvarse, no solamente los doctos.

Es necesario pues que la fe penetre todos los estratos de la sociedad; es necesario que cada actividad humana, an la ms humilde, tenga un origen cultura y un fin religioso. La tcnica del artista, como aquella del artesano, y del operario, no tienen fin en si mismas, cualquier cosa que se haga se hace "ad maiorem Dei gloriam", esto es que la obra de los hombres acrecienta la gloria, el prestigio, de Dios sobre la tierra. Por esto es que el Barroco se convierte muy pronto en un estilo y pasa de la esfera del arte a la de las costumbres, de la vida social; y da imagen, carcter, valor de belleza natural e histrica, conjuntamente a la ciudad, o sea al ambiente de la vida social y poltica.

Las poticas barrocas retoman, reevaluan y desarrollan la concepcin clsica del arte como mimesis o imitacin, porque el objetivo de la representacin no es (para el Barroco) el de conocer mejor el objeto que se representa, sino el de impresionar, conmover, persuadir. De que?. De nada preciso, ni la verdad de la f, ni la bondad de una concepcin poltica se pueden demostrar o imponer con una pintura o un edificio. El arte es el producto de la imaginacin y su fin principal es el de ensear a ejercitar la imaginacin. Esto es importante, porque sin imaginacin no hay salvacin. Proponerse la salvacin significa admitir que la salvacin es posible, imaginarse salvo significa imaginarse ms all de la contingencia de la realidad cotidiana. La imaginacin es superacin del lmite, sin imaginarse todo es pequeo, cerrado, quieto, incoloro; con la imaginacin todo es vasto, abierto, mvil, colorido. La imaginacin no existe en si, sino en el sujeto que se acerca a la realidad, y cumple la experiencia (de esa realidad), con la capacidad de ver ms all de la cosa en si, de ponerla en relacin con otras cosas y con el todo, de situarla en un espacio y un tiempo ms vastos. El arte barroco no agrega nada al conocimiento objetivo o positivo de la naturaleza y de la historia; para indagar la naturaleza existe una ciencia, para reconstruir y explicar las vivencias del pasado hay una historiografa. El artista se interesa en la naturaleza y en la historia solo en cuanto el pensamiento de la naturaleza y de la historia le permita sobrepasar los lmites del real, de extender la experiencia al posible.

La imaginacin, que ahora es recocida como facultad que produce el arte es muy distinta de la fantasa o del capricho. La imaginacin tiene un fin, persuadir que cualquier cosa no real puede convertirse realidad. El concepto de que el arte representa el verosmil o el posible est expresado por ARISTOTELES en la Potica, y este es, en el hecho, el texto sobre el cual se funda la concepcin artstica del seiscientos. Pero no slo el posible puede hacerse real, es el actuar humano el que convierte (traduce) el posible en real. El arte, como un actuar solicitado y dirigido por la imaginacin, es justamente el proceso ideal de traduccin del posible en real, y por consiguiente un modelo de comportamiento, y su fin es el de persuadir y actuar segn su propio modelo, que es el del actuar segn la verdadera naturaleza humana.

Siendo una tcnica de la persuasin, el arte encuentra un sostn intelectual no slo en la Potica sino tambin en la Retrica de Aristteles y en El Orador de CICERON, que se le deriva. Son varios los modos de persuadir: presentando la prueba, demostrando con argumentos, trascendiendo con el nfasis del discurso. Por eso en el Arte del Seiscientos una aguda evidencia realista se agrega casi siempre a la figuracin imaginaria. Se representan los cielos abiertos a las visiones del santo, pero se precisa con extrema agudeza la calidad del tejido de su vestidura y la luz que cae sobre los objetos que tiene a su lado. La factura artstica es siempre rpida, segura, llena de inspiracin, tal vez hasta simulada, y siempre acompaada de un amplio y elocuente gesticular. Por la vastedad de sus asuntos ideolgicos y la multiplicidad de sus funciones, as como por la composicin de la sociedad a la cual se dirige, el arte del seiscientos presenta una muy amplia gama de fenmenos fuertemente diferenciados. Como ya no se trata de realizar formas que tengan un valor absoluto y eterno, sino de actuar sobre el nimo de la gente, se admite que haya varios modos de expresarse y de persuadir, se delinean por eso diversas tendencias, que no corresponden ya (como en el manierismo) a diversos esquemas de interpretacin de la realidad sino slo a diversas actividades y modos de ser y comunicar, y que pueden fcilmente combinarse o entrelazarse. La necesidad de delimitar un campo tan vasto, as como de responder a, las demandas de una sociedad cada vez ms estratificada, determinan la distincin de diversos GENEROS artsticos, a los cuales corresponden otras tantas categoras de especialistas. El origen de la pintura de gnero se debe a la necesidad de documentar con el vivo realismo de los detalles la verosimilitud de las visiones de la imaginacin, por eso, en sus comienzos, la pintura de gnero se contrapone a la pintura de historia y sin embargo la integra, poniendo en el seno mismo del arte la relacin de particular y universal, de real e ideal. Despus los diversos gneros se aslan, el retrato, la naturaleza muerta, el paisaje, la escena, de vida cotidiana o de costumbres, y cada gnero, a su vez, se subdivide en sub espacios, a las cuales corresponden distintas categoras de especialistas, as es que existieron pintores de perspectivas y de ruinas, de flores, de peces, de instrumentos musicales, de batallas o de escenas costumbristas. El fenmeno de los gneros, como fenmeno de especializacin, en sentido temtico y tcnico, no es sin embargo un fenmeno slo de la pintura, corresponde, en arquitectura a la divisin entre los distintos tipos de edificios, religiosos, pblicos y privados, en relacin a las diversas funciones y demandas de una clientela siempre ms diferenciada por cultura, gustos, o posibilidades econmicas. Pero la actividad de los especialistas no da lugar a instancias incomunicadas, no es raro que distintos especialistas intervengan en la misma obra, como cuando el paisajista pinta el fondo de un cuadro de historia o el figurista las maquetas de un cuadro de paisaje, etc. El arte se concibe como una gran empresa social, en el cual cada uno colabora segn su propia y especfica competencia.

Otro fenmeno caracterstico del barroco es el intercambio rpido y frecuente de las experiencias a travs de los viajes de los artistas y la circulacin de obras, as como tambin por la difusin de reproducciones de obras por medio del grabado.

En Roma, primer centro del arte barroco, trabajan establemente o por largos perodos artistas franceses, flamencos, alemanes, espaoles, all permaneci brevemente, pero con importantes consecuencias, RUBENS, el mayor artista flamenco del 600; VELAZQUEZ, el ms grande pintor espaol; all trabajaron por largo tiempo dos maestros franceses: NICOLAS POUSSIN y CLAUDE LORRAIN, gracias a ellos, principalmente, el barroco es un fenmeno no slo italiano, sino europeo.