areíto sábado 26 del septiembre 2015

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Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Aimée Piccirillo SÁBADO 26.09.2015 Gilberto Hernández Ortega ¡Un merecido tributo! Página 8 CHIQUI VICIOSO Haiti-Guayana Francesa: recolonizar a nuestro modo Página 2 CLAUDE MCKAY tras las huellas de un brillante pionero de Harlem Por dónde empezar? ¿Qué bitácora posible utilizar para hacer el perfil de un hombre fuera de serie y gran testigo de su tiempo, cuando el siglo XXI le prometía aventuras y letras inspiradas que aún guardan el eco genial de su imaginería?...Pá g i n a 6 CLAUDIO: Juan Bosch informó a Balaguer llegada de la guerrilla de Caamaño “La táctica de Eberto Lalane y de Caamaño era mantener nuestra llegada en el secreto más absoluto. Holguín, que era del PRD, preguntó por qué no avisábamos a Santo Domingo y Caamaño respondió que aunque nos estaban esperando debíamos entrar de incognito”. Pá g i n a 3 Personajes y calles de mi vieja ciudad El 1959 fue un año de grandes acontecimientos y expectativas. El primero de enero una noticia sorprendió al mundo, el triunfo de la Revolución cubana. Desde hacía tiempo aquellos señalados como anti-trujillistas eran acusados de comunistas...Pá g i n a 7

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Page 1: Areíto sábado 26 del septiembre 2015

A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Aimée PiccirilloS Á BA D O 2 6.0 9.2 015

Gilberto Hernández Ortega¡Un merecido tributo!Página 8

CHIQUI VICIOSO

Haiti-Guayana Francesa: recolonizar anuestro modo Página 2

CLAUDE MCKAYtras las huellas de unbrillante pionero de HarlemPor dónde empezar? ¿Québitácora posible utilizarpara hacer el perfil de unhombre fuera de serie ygran testigo de su tiempo,cuando el siglo XXI leprometía aventuras yletras inspiradas que aúnguardan el eco genial desu imaginería?...Pá g i n a 6

C LAU DI O : Juan Boschinformó a Balaguer llegadade la guerrilla de Caamaño“La táctica de Eberto Lalaney de Caamaño era mantenernuestra llegada en el secretomás absoluto. Holguín, queera del PRD, preguntó porqué no avisábamos a SantoDomingo y Caamañorespondió que aunque nosestaban esperando debíamosentrar de inco gnito”. Pá g i n a 3

Personajes y callesde mi vieja ciudadEl 1959 fue un año degrandes acontecimientos yexpectativas. El primero deenero una noticia sorprendióal mundo, el triunfo de laRevolución cubana. Desdehacía tiempo aquellosseñalados comoanti-trujillistas eran acusadosde comunistas...Pá g i n a 7

Page 2: Areíto sábado 26 del septiembre 2015

2 Sábado 26 de s eptiembrede 2 015H OY A RE Í TO

Zona

Are

itoZo

na A

reíto

Enrique Tierno Galván (Intelectual y político español)Los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal.En política se está en contacto con la mugre y hay quelavarse para no oler mal.

1888 NACIÓ EL 26 DE SEPTIEMBRE.Thomas Stearn (T.S.) Eliot, poeta,

dramaturgo y crítico literario inglés, premio Nobelen 1948._

1877 NACIÓ EL26 DE

S E PTI E M B RE . JulioCasares, lexicógrafo,crítico literario y eruditoespañol, miembro de laReal AcademiaEspañola y autor del“Diccionario ideológico

LA HISTORIA/Fuente: Portal de Bibliófilo Enmascarado

de la lengua española”, un minucioso trabajo declasificación e inventario sistemático del léxicoespañol, una obra sin precedentes en la lenguae spañola._

1821 NACIÓ EL 27 DE SEPTIEMBRE.Henri Frédéric Amiel, filósofo y

moralista suizo, autor del célebre “Diario Íntimo”,que, publicado después de su muerte, le otorgógran fama y reputación por toda Europa._

1891 FALLECIÓ EL 28 DE SEPTIEMBRE.Herman Melville, escritor

estadounidense, autorde la novela “M o byD i ck”._

1970 FA LLECI ÓEL 28 DE

S E PTI E M B RE . John DosPassos, novelista yp erio distae stadounidens e.“Manhattan Transfer”fue la novela que le diofama y relevanciamundial.

Haití-Guayana FrancesaRECOLONIZAR A NUESTRO MODOChiqui Vicioso

Y nuestro modo es la necesidad, nola avaricia. Entre los factores queimpulsaron el colonialismo euro-peo, el cual comenzó en el siglo XV

y en su fase posterior entre los siglos XIX ymediados del XX, Inglaterra, Francia y Ale-mania extendieron su territorio a EuropaOriental, Oriente Medio, Extenso Oriente yel Caribe, estuvo el crecimiento de la po-blación europea, la cual además de pro-vocar una fuerte presión demográfica, au-mentaba la tasa de desempleo; y los fac-tores económicos: la Revolución Industrialque al saturar los mercados europeos ne-cesitaba la inversión del capital y la crea-ción de nuevos mercados.

Entre 1870 y 1914, treinta millones deeuropeos migraron hacia los nuevos terri-torios conquistados por el imperialismoeuropeo: 90% del África, 99% de Oceanía, y56% del Asia, en un proceso colonial queeconomistas como Adam Smith y DavidRicardo criticaron: “La colonización solobeneficia a grupos minoritarios de los te-rritorios dominados, nunca al pueblo”.

Entre 1850 y 1914, ocurrieron las emi-graciones más intensas de la historia. En-tre 1880 y 1914 500,000 personas anuales,en 1887: 800,000. Emigraciones justifica-das en doctrinas racistas pan caucásicasque pregonaban el dominio “c i v i l i z a d o r”de la raza blanca.

Como colonos, Francia prefería a hom-bres jóvenes, a quienes llamaba “e n g a g e s”.Esos jóvenes se comprometían durantetres o cuatro años a trabajar, se les otor-gaba pasaje y mantenimiento durante eseperiodo, al final se les dejaba en libertad, yse les cedía tierra y aperos para la agricul-tura. Unos 20,000 jóvenes, anualmente, selanzaron a esta aventura, en visionándosecomo propietarios.

En 1687, la población de todas las islasera de 18,000 blancos y 27,000 negros, deesos 7,000 en Santo Domingo. En 1685 LuisXIV había redactado el Código Negro, y yaen 1665, habían llegado a la costa norte deHispaniola, 800 franceses que se dedicanal cultivo del tabaco y crianza de ganado.Ya para 1701 la población negra alcanzabalas 44,000 personas.

Bertrand DOrgeon, considerado el ver-dadero iniciador de la colonización deSanto Domingo, establece al río Guayubíncomo límite entre dos partes de la Hispa-niola, para detener el avance bucanero ha-cia el interior de la isla. Otro gobernadorfrancés, Ducasse, promueve la inmigra-ción de franceses procedentes de SantaCruz, obliga los bucaneros a abandonar LaTortuga y a establecerse en Santo Domin-go, solicitando el envío de prostitutas paracasarlas con ellos, más “e n g a g e s” para fun-dar 14 poblaciones, importando más de10,000 negros con cuya labor convirtió aSanto Domingo, en el siglo 18, en la po-sesión colonial más valiosa del mundo.

GUAYANA FRANCESA: UNA CAYENA SO-L I DA R I A

En 1663, dos compañías francesas fun-dan Fuerte Cayena en la Guayana, (un te-rritorio del mismo tamaño de Portugaldonde hoy apenas habitan 208,000 perso-nas, 90% del territorio está cubierto porselvas, el transporte es fluvial y se vive de lapesca) y en 1864, la Compañía FrancesaIndias Occidentales consigue el afianza-miento colonial en la Guayana mediantelos mismos métodos de exterminio de lapoblación local y su sustitución por escla-vos. Hoy solo 10 por ciento de la poblaciónes francesa, 60 por ciento es descendientede esclavos cimarrones, el resto es creole yun diez por ciento desciende de los Miaude Laos.

Esa es la historia de la colonización fran-cesa que ha sido preámbulo a la tragediahumana y medio ambiental que hoy existeen Haití. Es por eso que digo que ha llegadola hora de que nos planteemos otro tipo derecolonización de los llamados territoriosde ultramar, prácticamente despoblados,basada en la necesidad demográfica y en lasobrevivencia de los pueblos originarios,mediante una nueva forma de “e n g a g e s”cuya emigración se facilite, cuyo estatus mi-gratorio se defina y cuyo futuro se garantice,con tierra, aperos y ayuda técnica.

Esta es una historia que se repite en ca-da una de las hoy naciones “d e s a r ro l l a d a s”de Europa y Occidente, forjadas con el fue-go y la sangre de los condenados de la tie-rra y es irónicamente también la historiade la que se considerara como patria de losconceptos Libertad, Igualdad y Fraterni-dad entre los hombres, y donde se gestó laRevolución Francesa.

Por esa tradición liberal es que creo queFrancia es quizás el único país que puedeentender la necesidad de que por lo menosun millón de hombres jóvenes haitianospueda emigrar a la Guayana Francesa, co-mo modernos “e n g a g e s”, a los que se lesofrezca un estatus migratorio especial, y uncontrato de trabajo en las áreas de cons-trucción (en la cual se han especializado eneste país), en la industria maderera y en la

minería, los tres sectores predominantes enla economía de la Guayana Francesa, quepermita que después de un par de añospuedan recibir tierra, asistencia técnica ymaterial para recrear en la Guayana el pa-raíso tropical que les robó el colonialismo.

El derecho a sobrevivir y a la felicidadson un legado a que puede y debe aspirarel pueblo haitiano, y a cuya realización no-sotros los dominicanos y dominicanas po-demos contribuir como puente geográfico(que ya somos) entre Francia y Haití, con lamediación de quien ha demostrado ser elabogado por excelencia de las causas jus-tas: el Papa Francisco, y los países boliva-rianos, todos en deuda con el Haití de Pe-tión, y todos en capacidad de ayudar con laconstrucción de viviendas baratas deriva-das del petróleo (Venezuela), de asesoríatécnica (Ecuador), de integración étnica(Bolivia), y de trasporte desde Haití a Ca-yena, todos los países de la región.

No es tiempo del falso orgullo de las éli-tes, de discursos huecos, de promesasirrealizables, de esperar la lluvia.

Es tiempo de buscarle solución a la exis-tencia de diez millones de personas en unterritorio que no les sostiene y que no esfuente de vida y esperanza. Nosotros ya te-nemos nuestros propios problemas con lapreservación de nuestra foresta, ríos, mon-tañas y biodiversidad.

Con el desempleo, la inseguridad ciu-dadana, con la desesperanza colectiva,con defendernos de nuestros propios de-predadores de todo tipo, sobre todo los dela confianza en la construcción de otramedia isla posible, sino para nosotros paranuestros hijos y nietos.

Detengamos el estéril ejercicio de las re-criminaciones, la defensividad interna yexterna, y planteémosle a Francia la ne-cesidad de que contribuya con nuestra pazy la de Haití, una paz que solo será posiblecuando todos podamos disfrutar del pande la sobrevivencia, la educación, salud yla cultura, de algo tan simple como el aguaa b u n d a n t e.

Y quizás, más luego de la intrínseca dig-nidad de ser humanos. f

Guayana francesa

FUENTE: Mapquest/hrw.com/atlas

N

OCÉANO ATLÁNTICO

40 millas0

40 Kilometros0

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A RE Í TO 3Sábado 26 de s eptiembrede 2 015 H OY

Claudio: Juan Boschinformó a Balaguerllegada de la guerrilla de Caamaño

L a guerrilla de Caamaño no encontróapoyo urbano porque Amaury Ger-mán Aristy y Virgilio Perdomo habíanroto con él; Juan Bosch supuestamen-

te lo traicionó; Manuel Matos Moquete, en-viado para esos fines, fue apresado en el ae-ropuerto; a Toribio Peña Jáquez se le nega-ron y Melvin Mañón “vino y no hizo nada”.

Las afirmaciones fueron hechas por Clau-dio Caamaño Grullón quien reveló interio-ridades de los acuerdos.

“La táctica de Eberto Lalane y de Caama-ño era mantener nuestra llegada en el se-creto más absoluto. Holguín, que era delPRD, preguntó por qué no avisábamos aSanto Domingo y Caamaño respondió queaunque nos estaban esperando debíamosentrar de incognito”, narra.

Volvió a preguntar a su comandante porqué no se lo comunicaban a Bosch y estesupuestamente contestó que el expresiden-te era el enemigo “más peligroso” que teníanen el país.

Alguien interpeló: “¿Y Balaguer?”.“Es un enemigo conocido pero Juan

Bosch es desconocido, es un aliado de Joa-quín Balaguer”, contestaría Caamaño.

Alfredo Pérez Vargas cuestionó por qué nodenunciaban a Bosch y Caamaño argumen-tó, según Claudio, que el PRD era el partidomayor y en el que estaban las mejores gentespara iniciar un movimiento político-militarpara enfrentar al gobernante reformista “y silo denunciamos nos va a indisponer; si em-pezamos a combatir, Bosch se va del país,porque es un cobarde, pero si tenemos laoportunidad de derrocar al Gobierno va acomenzar a apoyarnos”.

En otro orden, Claudio presume que ladilación de ellos en llegar mientras Amaury,Virgilio y sus seguidores “estaban comiendoc a n d e l a”, provocó, por un lado, la ruptura deestos con Caamaño. “Fueron los enviados apreparar la avanzada y la lucha en las ciu-d a d e s”.

Virgilio, agrega, era el Oficial de Comu-nicaciones “y Amaury planteó a Caamañoque le diera autorización para que este fueradoble agente, ya que se le habían acercadorepresentantes de los norteamericanos ofre-ciéndoles cinco mil pesos mensuales paraque trabajaran con ellos, era una forma deprotegerlo y al mismo tiempo recibir ese di-nero pero Caamaño dijo que no. Amaury lereiteró la petición”.

El líder de 1965 volvió a negarse y solicitó a

Amaury que retirara a Virgilio como Oficialde Comunicaciones y Amaury respondiórompiendo con Caamaño”, afirma.

Asegura que Toribio Peña Jáquez buscócolaboración en antiguos aliados de Amau-ry, quienes se negaron.

Con el fin de rescatar algunos de esos gru-pos, Caamaño decidió enviar a Manuel Ma-tos Moquete y antes de su partida pidió aClaudio tres nombres de personas que pu-dieran auxiliarlo. “Yo le busqué diez peroManuel cayó preso en el aeropuerto y fue aparar a La Victoria”.

Otra opción fue Melvin Mañón Rossi. Alinformárselo a Claudio este dijo a su jefe: “Sipara Manuel usted me pidió tres nombres yyo le di 10, para este no le doy ni uno porqueno es más que un charlatán”.

Caamaño reaccionó con enojo. “Me dijoque ese compañero iba a jugarse la vida” yClaudio replicó: “Eso es lo que usted cree, vaa buscársela como siempre”. Según Claudio,Melvin “vino y no hizo nada con respecto a lalucha urbana”.

Experiencia con Bosch. Claudio había tra-tado a Juan Bosch desde que el exmanda-tario regresó al país en septiembre, “22 díasdespués de haber acabado la lucha” de 1965,pero ya estaba prejuiciado con él porque“siempre se estuvo tratando de que viniera yno venía”. Le pidió 25 oficiales académicospara su escolta con el argumento de que eraun expresidente de la República, relata.

“Bosch pensaba que sabía más que todo elmundo, me pidió un electricista para hacerreparaciones en su casa y el empleado regresóa quejarse: ‘no puedo trabajar con ese hom-bre, sabe más que yo de electricidad”.

Agrega que “era el ombligo del mundo, ycomo se dio cuenta de que Caamaño eramás popular que él, trataba de humillarlo”.En dos ocasiones invitó a almorzar a Fran-cisco Alberto y llegó dos horas y media des-pués de lo acordado, una porque supues-tamente estaba con personas de Neiba y otra“se apareció con un masajista de lucha libre,se dio masajes y se fue de nuevo. Esa vezandaba Héctor Aristy”.

Claudio reaccionaba con indignación pe-ro Caamaño lo aplacaba diciéndole que eseera “nuestro jefe político”.

“Él fue que convenció a Caamaño de quesaliera del país”, exclama.

Bosch y Caamaño Deñó.Cuando Bosch regresó a Europa después

de perder las elecciones de 1966, Caamaño lerecriminó que participara en el proceso es-tando el país ocupado por los norteameri-canos. Bosch le dijo que lo había visitado unacomisión de estadounidenses advirtiéndoleque si no lo hacía “habría más muertos queen Yakarta”, que él intervino en los comicios“para evitar eso y que Joaquín Balaguer iba aser Presidente hasta su muerte con el apoyode Estados Unidos”, refiere Claudio.

Dijo al coronel que en consecuencia, ha-bía que crear un movimiento político militarpara enfrentarlo en el cual estarían el PRD ylos combatientes de 1965, revela Claudio.

“Se puso en contacto con los cubanos pa-ra pedir apoyo y fue un emisario a hablar conellos y les llevó una fuerte suma de dinero.Caamaño se sorprendió porque él estaba enInglaterra y Bosch en Benidorm y el dinerose lo entregaron a él”, narra y agrega que Pe-ña Gómez viajó a Europa “a darle forma alp l a n” que consistía en armar al PRD y or-ganizarlo militarmente y Caamaño iría a Cu-ba con 300 o 500 hombres a entrenarse “einiciar la lucha con los que estaban aquí”.

Cuba, añade, siguió enviando dinero parael Partido y Fidel Castro “apoyó que Caama-ño viajara con esos hombres y mandó el di-nero para que se movilizaran hacia Europa.Pero Caamaño fue a hablar directamentecon Fidel y estando allá delataron el movi-m i e n t o”.

“Los norteamericanos, cuenta, fueron don-de Bosch, lo presionaron y rompió con Caa-maño, luego viajó a Santo Domingo a sacar loscuadros y echar para atrás el proyecto”.

Claudio hizo los recuentos para introdu-cir el presunto daño hecho por Bosch a laguerrilla. Señala que luego del arribo de losexpedicionarios, Peña Jáquez contó del de-sembarco a Federico Lalane José, hermanode Eberto, quien “dijo que tenía que saberloJuan Bosch y le informó lo que había. ¿Tes-tigo? Bonaparte Gautreaux Piñeyro”, excla-ma. Afirma que “Joaquín Balaguer se enteróde la llegada nuestra por una llamada deBo s c h” y asegura que cuando el político te-lefoneó al Presidente estaban junto a esteHéctor Pérez Reyes, “que era ahijado de mispadres, y Ramón Font Bernard”.

Al terminar la conversación Balaguer pre-suntamente le dijo: “Me saluda a doña Car-m e n” e inmediatamente llamó a los milita-res, muy molesto, para decirles que llega-mos. Ellos hasta ese momento no sabían na-da y él los increpó”. f

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Ultimo entrenamiento en Cuba. Desde la izquierda: Ramón EuclidesHolguín, Hamlet Hermann, Alfredo Pérez Vargas, Francisco CaamañoDeñó, Claudio, Mario Nelson Galán. Arriba: un cubano y EbertoLalane. Finales de 1972.Virgilio Perdomo Pérez. Joaquín Balaguer

Federico Lalane José Bonaparte Gautreaux Juan Bosch

ARACELIS MENA Y NAPOLEÓN MARTE

Page 4: Areíto sábado 26 del septiembre 2015

4 Sábado 26 de s eptiembrede 2 015H OY A RE Í TO

La gente que me gusta

Me gusta la gente que vibra… que cultivasus sueños hasta que esos sueños se apoderande su propia realidad.

Me gusta la gente con capacidad para asu-mir las consecuencias de sus acciones, la gen-te que arriesga lo cierto por lo incierto para irdetrás de un sueño…

Me gusta la gente capaz de criticarmeconstructivamente y de frente, pero sin las-timarme ni herirme….

Me gusta la gente que sabe la importanciade la alegría… La gente que mediante bro-mas nos enseña a concebir la vida con humor.La gente que nunca deja de ser aniñada…

Me gusta la gente de criterio, la que no seavergüenza en reconocer que se equivocó oque no sabe algo. La gente que, al aceptar suserrores, se esfuerza genuinamente por no vol-ver a cometerlos. La gente que lucha contraa d ve r s i d a d e s …

Me gusta la gente que piensa y medita in-ternamente. La gente que valora a sus seme-jantes…

Me gusta la gente capaz de entender que elmayor error del ser humano, es intentar sa-carse de la cabeza aquello que no sale del co-ra z ó n .

Con gente comoesa, me compro-meto para lo quesea por el resto demi vida, ya quepor tenerlos junto

a mí, me doy por bien retribui-do. Mario Benedetti

Después de haber vivido seisdécadas, con sus alzas y sus ba-jas, aprendí, quizás tardíamen-te, a conocer mi alma, mejor di-cho todavía, al alma humana. Yentonces decidí elegir a los queacompañarían mi vida.

A mis hermanos de sangreno los elegí, fue fruto del azar del encuentrode nuestros padres. Sin embargo, he tenido,hemos tenido, la dicha de crear una comu-nidad de amor, junto a sus hijos, compañe-ros de vida, y nuestros nietos. Sin negar, co-mo seres humanos imperfectos que somosproblemas y diferencias.

Elegí a mi familia nuclear. Como he dichootras veces, mi corazón se enriqueció con lapresencia de Rafael, sus hijos ysus nietos, que son mis hijos ymis nietos.

Elegí también a los amigos.Con ellos he compartido amor,dolor, alegrías y penas. Algunasde mis amigas llegaron cuandoera apenas una niña de 5 años.Tenemos juntas 55 años. Ellasson verdaderas hermanas delcorazón. Otras han llegado mástarde, pero la química ha sidotan chispeante que ya formanparte del pequeño círculo delas confidencias mutuas.

Con algunos, a Dios gra-cias, muy pocos, por razonesajenas a mi voluntad y deseo,he tenido diferencias con personas ama-das. Me ha dolido, pero a veces no es po-sible recoger el agua derramada. He tenidoque vivir con esas espinas clavadas en micorazón. Otros tantos se han ido por ley devida. Nueva ciudad, nuevos trabajos, nue-vos encuentros. El desencuentro por iner-cia es propio de la existencia humana.

Es cierto que a veces no tenemos elec-ción. Las circunstancias nos obligan a li-diar con todo tipo de persona: los que es-tán en lugar por el azar o por relaciones, ydejan pasar los días con desinterés y sincompromiso ni consigo ni con los que tra-bajan. Esta gente pasa por nuestras vidassin dejar huellas. Ellos no viven, dejan

transcurrir el tiempo.Los que quieren aparentar y presentarse

como lo que no son. A esos los detecto asimple vista. ¡Cuánto odio la pedantería!¡Cuánto odio la apariencia hipócrita que ex-hiben algunas personas para destacarse enla sociedad! Detesto aquellos que creen quesaben porque han leído dos folletos y hanescuchado un par de conferencias, olvidan-do que el conocimiento es infinito y elaprendizaje interminable, y que para apren-der hay que tener la actitud humilde del queno sabe.

No me gusta la gente hipócrita, de posesestudiadas y de simpatía actuada. He apren-dido a conocer, después de duros y dolo-rosos encuentros, al que se te acerca porquele convienes. Al que te ofrece una falsa amis-tad solo por interés. A pesar del esfuerzo porocultar su verdadero YO, esta gente se des-cubre sola.

No me gusta la gente que cuando asumeuna posición de poder, por pequeña que sea,olvida su pasado y comienza a tomar acti-tudes y gestos, camina por las nubes. Estetipo de persona me produce asco. Pierden laperspectiva de que el poder es efímero, quela eternidad es una utopía, y que los cargosson temporales. Al volver a la posición an-terior, normalmente la soledad sería su úni-ca compañía.

No me gusta la gente que niega sus orí-genes y su esencia. Somos el producto denuestros padres, y de los hombres y mujeresque hicieron, construyeron más bien, para

legarnos una historia.Nuestras vidas se confor-man junto a la de losotros. No vivimos solos eneste mundo.

Como tampoco megustan las mujeres falsas,que se creen vencedorasporque tienen atributosfísicos naturales o fabri-cados. No me gustan lasmujeres que venden suscuerpos a cambio de dá-divas, por millonarias quesean. No me gustan lasmujeres vacías, que tienen cucarachas en sus ce-rebros. Me gustan las mu-

jeres que se ganan el privilegio del respetopor su trabajo cotidiano, por su propio es-fuer zo.

Junto a esas No-Mujeres, no me gustan,por supuesto, los hombres machistas, quepiensan que las mujeres son solo sirvientas yobjetos del deseo. No me gustan, los odiomás bien, los hombres que golpean a las mu-jeres en signo de poder, demostrando con

esos golpes que su poderse desvanece con esosarranques de violencia.

Amo a la humanidad.Amo las luchas cotidianasde los seres que buscanconstruir sus vidas a basedel trabajo serio y tesone-ro. Amo a las personasque no se dejan sucumbirpor sus propias circuns-tancias. Amo a los que apesar de todos los pesaresse sobreponen a sus mie-dos y pueden superarlos.

Amo a la juventud,porque como ellos, yotambién fui joven y tuve

muchos sueños, y gracias a otros adultosque me acompañaron y guiaron, he po-dido ser la mujer que quise ser. Estoy con-vencida de que los jóvenes constituyen elfuturo del mundo. Es cierto que muchoshan perdido la perspectiva, pero siempreha sido así. Los cambios son productos delos valientes, de los pocos que decidentransformar la herencia recibida.

Amo a la gente que ama su tierra, queama a la humanidad toda entera, sin to-mar en cuenta el color de la piel de sushermanos. Amo a la gente que le duele elfuturo de la humanidad. En fin, amo lagente que ama la vida, sus dilemas, sus re-tos y sus regalos.

Una mujer deMUCHA EDAD

(5)

‘‘ No me gusta lagente que

cuando asume unaposición de poder, porpequeña que sea, olvidasu pasado y comienza atomar actitudes ygestos, camina por lasnubes. Este tipo depersona me producea s co”.

‘‘ A mis hermanosde sangre no los

elegí, fue fruto del azardel encuentro denuestros padres. Sinembargo, he tenido,hemos tenido, la dichade crear una comunidadde amor, junto a sushijos, compañeros devida, y nuestros nietos.

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G E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o

Saviñón: Se non èvero, è ben trovato

(6 de 6)

Joan Ferrer y José Antonio González

E l próximo de la línea, FranciscoJavier María Saviñón y Tapia sematriculó en la cátedra de filoso-fía de la Universidad Santo Tomás

de Aquino de Santo Domingo y desposó aMaría Pueyo, hija del linajudo alguacilJoaquín Julián Pueyo Urríes y Diez, na-tural de Baeza, y de doña Jerónima de Ta-pia y Castro. A Francisco y María, les so-b re v i v i e ro n :

1. Nicolás de Tolentino Saviñón, bau-tizado a 19 de septiembre de 1795.

2. Natalia Cándida Saviñón, crismadael 17 de diciembre de 1798.

Nicolás de Tolentino Saviñón Pueyocontrajo nupcias el 4 de mayo de 1820 conMaría del Carmen Piñeyro, hija del pla-tero José Miguel Piñeyro y de CasildaDíaz. Fueron padres de:

1. Ramón Saviñón, recibió el bautismoel 15 de marzo de 1821. Militar, celebróesponsales con María del Carmen Sardá,hija del comerciante Francisco Sardá Car-bonell, natural de Barcelona y de Floren-tina Román.

2. José Ignacio Saviñón, bautizado el 20de abril de 1824, contrajo nupcias en 8 dejunio de 1850 con Ana Joaquina Bastidas,hija de Manuel Bastidas y Dominga de La-ra. Con sucesión documentada en Azua.

3. Francisco Mi-guel Saviñón, co-merciante, enlazóel 2 de septiembrede 1852 con Águe-da Bona, hija deltambién comer-ciante Ignacio Bo-na Pérez y de Águe-da Hernández y asu vez hermana deMaría de la Con-cepción Bona Her-nández, quienbordó la primerabandera domini-cana.

4. María de la Encarnación Saviñón,nacida el 23 de marzo de 1830. Bautizadael 2 de abril siguiente, se unió en sagradosacramento con Félix Lluberes Álvarez,hijo de Antonio Lluberes Vendrell y Pru-dencia Álvarez. Instrumentaron un actode promesa de matrimonio a primeros deseptiembre de 1848.

5. Joaquín Saviñón, nacido a 24 de juliode 1831 y bautizado el 5 de agosto pró-ximo. En 16 de noviembre de 1854 celebróhimeneo con Elena Vicioso, hija del co-merciante Juan Vicioso Medina y de Ma-ría Felipa Peguero.

6. Tomasa Carlota Saviñón, bautizadael 2 de febrero de 1834 y fallecida el 13 deabril siguiente.

7. José Miguel Saviñón vio la luz el 28 deseptiembre de 1840 y fue bautizado el 12de octubre siguiente. Desposó a IsabelSardá, hija de Romualdo Sardá y JuanaDíaz.

Finalmente, es pertinente destacar quede este enlace Saviñón-Piñeyro descien-den numerosas familias capitalinas comolos Saviñón Bona, Saviñón Lluberes, Pé-rez Saviñón, Saviñón Trujillo, Barinas Sa-viñón, Saviñón Guerra, Saviñón Cernuda,Salazar Saviñón, Saviñón Pérez, LluberesSaviñón, Saviñón Saviñón, Gautreau Sa-viñón, Fernández Saviñón, Saviñón Vidal,entre otras tantas, que han sido estudia-das con suficiencia y que empezaron adestacar a partir del periodo republicano.

Instituto Dominicano de Genealogía

Francisco SaviñónPiñeyro y Águeda BonaH e rn á n d e z .

Page 5: Areíto sábado 26 del septiembre 2015

A RE Í TO 5Sábado 26 de s eptiembrede 2 015 H OY

HA NACIDO UNA NUEVA DISCIPLINA:

La sicogenealogía(4)

§ -12. En el prólogo al libro de la perio-dista científica Nina Canault “Cómopagamos los errores de nuestros an-t e p a s a d o s”, Anne Ancelin Schützen-

berger precisa más detalladamente su po-sición con respecto a lo que no es la sico-genealogía.

La autora pondera la obra y afirma lo si-guiente: «ni la práctica clínica ni el saber te-rapéutico-psiquiátrico-analítico-clásico sonsuficientes» para explicar el relato bíblico delas uvas verdes que comieron los padres y«los hijos han sufrido por ello [durante] tres ocuatro generaciones’». (P.10).

Schützenberger propone los términos de“t ra n s g e n e ra c i o n a l”, «genosociograma, psi-cología clínica, así como psicoterapia trans-generacional clínica, partiendo de la prác-tica clínica analítica (y sin hacer ninguna re-ferencia al esoterismo, a la transmisión delpensamiento, al tarot, o a la astrología queutilizan algunos autodidactas y que para míestán más ligadas a ‘las artes’ que a ‘la cien-c i a’)» (Ibíd.).

La autora opera una ruptura con las mo-das, por lo general pasto de logreros, opor-tunistas y charlatanes como ocurrió con elsicoanálisis en los Estados Unidos, donde sellegó a decir que había más divanes que si-coanalistas en la autopista de Nueva York aBo s t o n .

La autora advierte los peligros de la malapráctica de la terapia transgeneracional porparte de improvisados: «Estas personas (queno son analistas y no entienden ni el incons-ciente ni la transferencia del mismo y con elque juegan a veces inconscientemente) amenudo mantienen a las personas engan-chadas, impidiéndoles realizar la verdaderapsicoterapia que necesitan en realidad y [lesimpiden] asumir su verdadera independen-cia de adulto, responsable de su vida, de suporvenir y de su salud». (Ibíd.).

Schützenberger explica su ejercicio pro-fesional y el de sus colegas: «Nosotros tra-bajamos a partir de planteamientos cientí-ficos y analíticos clásicos, los pies en la tierray ‘a pie de campo’ [,] de libros y crónicas dehistorias, papeles familiares, partidas de na-cimiento, de defunción, bautismos, matri-monios, registros civiles, médicos, (militares,notariales y funerarios, es decir, hechosconstatables». (Pp. 10-11).

Precisa que «las declaraciones, los recuer-dos, los sueños, las asociaciones de ideas, laspesadillas y otros males, en definitiva lo vi-vido de forma activa, clínica y psicopática,son como una expresión, un grito, una lla-mada de auxilio, un trauma que general-mente proviene de lejos. Representan las hi-pótesis que conviene escuchar y entenderpor respeto a la persona que los sufre, peroque se deben verificar”. (P. 11).

Schützenberger explica elsentido de trauma: «es unacontecimiento demasiado di-fícil para el espíritu y para el co-razón, demasiado horrible, in-humano, monstruoso, quenuestras estructuras mentales,individuales y colectivas noconsiguen digerir, igual que unbombardeo aniquila una ciu-dad (…) igual que los camposde concentración (el holocaus-to), como la guillotina duranteEl Terror (1793), similar a la car-nicería de la batalla de Sedan (1de septiembre de 1870), o labomba de Hiroshima». (Ibíd.).

§-13. La terapista explica porqué y cómo los traumas mentales históricosvienen de muchos siglos atrás: «La derrotade los serbios en Kosovo hace setecientosaños, a consecuencia de la batalla acaecidael 28 de junio de 1389, hizo perder al joven-císimo Estado serbio su independencia (enparticular después de la caída de Constan-tinopla), derrota que se convirtió casi en unduelo nacional y se entonó en diversas can-ciones heroicas durante centenares dea ñ o s”. (Ibíd.)

El intelectual que no conozca los intrín-gulis de este u otros acontecimientos no en-tenderá el asesinato «en Sarajevo del archi-duque Francisco Fernando de Austria yHungría, una visita considerada como unaprovocación, el día del aniversario de la pér-

dida de Kosovo, por los serbios. Él fue ase-sinado, hecho que desencadenó la guerra de1914-1918 y sus millones de muertos”.( Ib í d . ) .

Tampoco entenderá que “la historia se re-pite (como por una retrospectiva temporal)el 28 de junio de 1989 con la conmemora-ción, por [Slobodan] Milosevic, de aquelladerrota de Kosovo de 1389 y el regreso de losrestos morales de san Lázaro (príncipe ser-bio Lázaro) asesinado el 28 de junio de 1389por los musulmanes otomanos. Este será eldesencadenante de la masacre (genocidio)de los musulmanes de Albania y de Kosovo.Una revancha, seiscientos años después deun trauma nacional, cuyo duelo no se había

realizado jamás”. (Ibíd.).Schützenberger evoca

también como un actosimilar de venganza elatentado a tiros sufridopor el papa Juan Pablo IIel 13 de mayo de 1981 amanos de Alí Agca, joventurco musulmán, quienal obrar con una memo-ria de más de mil añoscreyó ver en el pontíficeal responsable históricode las matanzas perpe-tradas contra su etniapor parte de los que di-rigieron las ochos Cruza-das contra los pueblos

árabes desde 1096-99 hasta 1270. (La au-tora cita, pp. 178 y 230, n. 4, el libro deAmín Maalouf, “Les Croisades vues par lesA ra b e s”. París: Lattès, 1983).

§-14. El surgimiento de los Talibán-AlQaeda-Ejército Islámico y del Levante unaguerra total a muerte contra Occidente y susaliados árabes ¿es una respuesta a las Cru-zadas, la colonización europea de África o la“ve n d e t t a” ante la derrota y muerte de Ab-derramán por Carlos Martel en Poitiers en732, derrota que detuvo la irresistible expan-sión del Islán en Europa? Es muy prematuropara saberlo, porque hay que desenredar lamadeja del confuso panorama de interesesenvueltos en esa guerra inter-imperialista.Se desconoce quiénes aportan los recursos y

las armas de guerra ultramodernas a esas or-ganizaciones radicales que eliminan inclusolas reliquias arqueológicas antiquísimas,aunque se trate de las ruinas de Palmira, Ba-bilonia o Asiria, levantadas hace miles dea ñ o s.

Schützenberger cita el caso similar de laexpulsión de los judíos de España, que Jac-ques Attali dice «fue un éxodo-exilio-emi-gración, un sálvese quien pueda precario,que a menudo terminaba mal, parecido a lashuidas actuales de los ‘b o a t - p e o p l e’. Todoocurrió dentro de un contexto difícil y su-puso una elección penosa: partir sin bultos,abandonando todos los bienes, o convertir-se por las buenas o por las malas al cato-licismo y de ese modo quedarse, en un climade sospecha perpetua, como ’m a r ra n o s’convertidos y vigilados por la Inquisición.Incluso para los que partían por mar, existíael riesgo del abordaje de las embarcacionespor parte de los piratas, el riesgo de la es-clavitud, del asesinato o del naufragio.

Algunos partieron con Cristóbal Colón el3 de agosto de 1492, último día que se per-mitió a los judíos permanecer en territorioespañol». (Pp. 230-231, n. 6 del libro ‘1492’ deAttali citado por Schützenberger). ¿Hubo se-fardís entre los libertadores de América his-pánica?

Las colonias españolas de América dieronal traste entre 1810 y 1898 con el dominio delimperio español y el trauma mental del ase-sinato de miles de indígenas y negros escla-vos fue resarcido con el ajusticiamiento delos peninsulares que osaron enfrentar a losgrandes libertadores.

En el caso de los miles de sefardís quehuyeron de España no se ha hecho justicia.A más de 500 años del suceso no basta conla disculpa o el perdón ni la atribución deciudadanía a los descendientes de aque-llos parias. En los países del primer mun-do, el perdón está hoy de moda. Para queeste sea creíble, se necesitan cinco con-diciones: 1. Expresar arrepentimiento 2.Aceptar la responsabilidad 3. Restituir oreparar el daño 4. Arrepentirse genuina-mente, y 5. Pedir perdón (Chapman y Tho-mas. “Los cinco lenguajes de la disculpa”.Carol Stream, Ill. Tyndale, 2006). f

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dieron al traste entre 1810 y1898 con el dominio delimperio español y el traumamental del asesinato demiles de indígenas y negrosesclavos fue resarcido con elajusticiamiento de lospeninsulares que osaronenfrentar a los grandeslib ertadores”.

Jacques Attali.Nina Canaelt.

FUENTE EXTERNA

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6 Sábado 26 de s eptiembrede 2 015H OY A RE Í TO

Claude MckayTRAS LAS HUELLAS INSIGNES DE UN BRILLANTE PIONERO DE HARLEM

P or dónde empezar? ¿Qué bitácoraposible utilizar para hacer el perfil deun hombre fuera de serie y gran tes-tigo de su tiempo, cuando el siglo XXI

le prometía aventuras y letras inspiradas queaún guardan el eco genial de su imagine-ría?...

DESDE JAMAICA HASTA CAROLINADEL SUR

Educado por su hermano mayor, Mckaylogra encontrar un ángel inspirador quien leayuda a publicar su primer libro en 1912:Song of Jamaica”, el valor hoy día de esa pu-blicación estimulada por su mentor WalterJekyll, que le había convencido de que en esaJamaica de principio de siglo XX la tradiciónoral se estaba perdiendo. Por eso le incentivaa escribir en Black English, que más bien se-ría patois de estructura africana y fragmen-tos de palabras inglesas.

Pero Claude Mackay, relativamente jovendecide irse a los Estados Unidos, atraído porlos movimientos antisegregacionistas deesos tiempos.

Se ha confirmado que fue miembro de laIWW (Industrial Worker of the world -Tra-bajadores Industriales del Mundo), una cen-tral sindical mundial ideologizada en su lu-cha voraz contra el capitalismo. Allí estuvoClaude Mackay, en aquella mezcla variopin-ta de anarquismo sindical sustentado por fi-guras como Joe Hill y John Reed, aquel fa-moso escritor que testimonió la RevoluciónRusa y escribió México Insurgente.

Agredido por el efecto del racis-mo en Carolina del Sur, decide irse ala universidad del Estado en KansasCity, donde ejerce todo tipo de tra-bajo, pero sin olvidar su disciplinapara escribir. Cuando publica con elseudónimo de Eli Edwards, en 1917dos poema en la revista Seven Arts,conoce a Max Eastman y en 1922publica uno de sus grandes poe-mas: “If We Must Die”, si debemosmorir, hace alusión a complicadassituaciones de violencia racial.

Será importante en este puntorecordar, para quienes aún defien-den a Marcus Garvey como "granlíder", que Claude Mckay partici-pando en las luchas contra el ra-cismo, denuncia a Garvey y junto aotros emigrantes caribeños en Es-tados Unidos, organizan una en-tidad que hizo críticas fuertes aMarcus Garvey y a NAACP, una or-ganización pionera, representati-va de la clase media negra de en-tonces y luego, queda claro quenuestro personaje tenía una mirada dela realidad social, que iba más allá de losimple; estaba influenciado por las ideas so-cialistas de su tiempo, aunque se negó a que-darse en la Unión Soviética, alegando lo quea muchos le tomó muchas décadas enten-der: el carácter despiadado del aquel régi-men naciente hacia los intelectuales.

CLAUDE MCKAY: EL TORMENTO HUMA-NISTA VIAJA SIN COMPASIÓN NI DESTINO

Vagabundo, trotamundos, polizón debarco, Mackay construía su mundo a partirde sus nostalgias norteamericanas, como re-vela una autobiografía titulada “Long WayFrom Home” de 1937.

Atormentado por la visión que tenía delmundo, su búsqueda espiritual y su huma-nismo in extremis, Claude Mckay hace unextraño itinerario de viajes, que revelan lasinquietudes y los desgarramientos de unhombre de su tiempo.

Convertido en uno de los principales es-critores de la cultura afroamericana de pe-riodo entre guerras, Mckay se convierte enun visionario dialéctico, sufre por esa luchade la dignidad de los suyos en el mundo, suobra, como se verá luego, reflejará a esehombre insular que sin embargo, se hacecosmopolita, viviendo en Marruecos, dondeescribe la novela “Ba n j o”, cruzando por Tán-ger para llegar a Londres, cruza también porEspaña.

1922 es el año de la Unión Soviética, la queluego no tendría gran peso en su trayectoriaposterior, pese a revindicar el marxismo co-mo ideología y método de análisis.

Vivió momentos muy difíciles en los tiem-pos de la caza de los radicales.

Su obra es un amasijo de ideas, poemas,

prosas, novelas y brillantes artículos que tes-timonian su preponderancia en el Renaci-miento de Harlem. Mackay está convencido,de que alguna pulsión espiritual es necesariapara abordar desde la literatura la justicia y almismo tiempo la evocación. Jamaica y suscolinas, el ritornello de un recuerdo insular ymaternal que no cesa, donde al autor recreasus orígenes con la inusitada pasión de

quien quisiera volver a un tiempo imposible,quizás bucólico.

La trama de “Banana Bottom” (1933), jus-tamente narra ese reencuentro con sus vie-jas raíces.

Su obra, la interpretación del arte de es-cribir, era para Claude Mckay, una búsquedadesesperada, una fuga de corazón y ansie-dad ante un mundo opresivo y antihumano,un anti orden que Mckay no aceptaba, nicomo militante socialista y muchos menosen su obra escrita.

LAS NOVELAS DE MCKAYClaude escribió tres novelas entre finales

de la década del 20 y comienzo de los años 30del siglo XX:

1.- El hogar de Harlem, Harper (Home toHarlem) 1928.

2.- Banjo: Una historia sin trama, Harper(Banjo: A Story without a Plot) 1929.

3.- Banana Bottom, Harper, 1933.Desgarrado estilo, descripciones abun-

dantes y de modo particular una apuesta te-naz a la importancia de la lucha por los de-rechos raciales en el mundo.

Habrá que recordar que en aquel tiempohabían escritores distinguidos, pioneros dela literatura de los afroamericanos, me re-fiero a Langston Hughes, Zora Neale Hurs-ton, Countee Cullen, ellos como el propioMckay, habían generado una amplia con-ciencia identitaria y ese sentimiento los ha-cía muy diferentes al resto de los escritoresafamados blancos de la época. Existían se-rias polémicas sobre estilos o temáticas y enespecial, sobre la responsabilidad intelec-tual de los escritores afroamericanos con sucausa, legítima y apremiante. En algún mo-mento se habló, sin confirmar el dato de miparte, de unos elogios de Scott Fitzgerald, ensu ocasión de fama absoluta, a la novela “Ba -nana Bottom” de Claude Mckay.

¿Por qué dudar de la certeza de esa po-sibilidad?

La fama como excelente novelista deMcakay estaba consolidada, pese a las crí-ticas WB Dubois que le reclamaba a sus per-sonajes de novela, una identidad negra másapegada a los tipos reivindicativos de la cau-sa de la igualdad racial.

El realismo poético de Claude Mckay, no ob-viaba las crudezas de la cotidianidad del Ghettoy para ello, no podía describir episodios total-mente diferentes a la realidad vivida.

THE HARLEM RENAISSANCE: LA AVENTURACULTURAL AFROMERICANA DEL SIGLO XX.

Claude Mckay fue uno de los pioneros deesa aventura cultural que dejó huellas fér-tiles en la historia de la literatura, la danza, eljazz y el canto norteamericano.

Creyó en ella con la inspiración que ca-racteriza su obra, creyó en ella con la pasióndesparramada que sus insignes huellas es-tampan. (CFE)

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Claude Mckay, brillante intelectual de origen jamaicano. Nació en 1889 y muere en 1948. Su epitafio :"Peace on my rebel heart ". Paz a mi corazón rebelde.

FUENTE EXTERNA

La novelaBanjo sederrolla enundes apaercidobarrio depuerto deMars elladinamitadopor losNazis en1943. EseBarrio soloexiste enesa novela.

Cultor de los años de fuerte identidadafroamericana, se le considera un gran pionero enla preservación del significado cultural de Harlem,en New York.

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A RE Í TO 7Sábado 26 de s eptiembrede 2 015 H OY

Personajes y callesde mi vieja ciudad

( 14 )

E l 1959 fue un año de grandes acon-tecimientos y expectativas. El prime-ro de enero una noticia sorprendió almundo, el triunfo de la Revolución

cubana. Desde hacía tiempo aquellos seña-lados como anti-trujillistas eran acusados decomunistas, y luego de este acontecimientola situación se tornó mucho más delicada,peligrosa. Sin duda había una ebullición so-terrada, un despertar, especialmente en lajuventud, aunque otros se empeñaban enmantenerse aislados, indiferentes, sin ente-rarse de nada, alguno diría luego que “nuncahabía oído hablar de La 40”.

En aquellos días, en voz baja, comen-tábamos con amigos de confianza de mipadre, asiduos a nuestra casa, las noticiasque de manera clandestina habíamos es-cuchado la noche anterior transmitidaspor Radio Rebelde de Cuba, o desde Ve-nezuela, donde se encontraban muchosexiliados; pero no siempre era posible oír-las claramente, pues había mucha inter-ferencia, justo para evitar que fueran es-cuchadas. En los grupos de jóvenes los co-mentarios eran cada vez más frecuentescomo frecuente era el paso de los “cepi-l l o s” con los caliés”, al acecho siempre cualserpiente venenosa, de alguna presa.

En la calle Enrique Henríquez 38 vivía lafamilia Villanueva Martínez, cuyos dos hijoshan sido grandes artistas, Rafael, músico ex-celente llegó a director de la Orquesta Sin-fónica Nacional. Y Eduardo, intelectual bri-llante, bailarín y coreógrafo, fue de los ini-ciadores de la danza moderna en el país, yprimer director del Ballet Clásico Nacional.En la esquina Enrique Henríquez con DoctorDelgado vivía la familia Vallejo Ruiz, con susdos hijos, Gunther y Gretchen y al lado aceranorte, la familia Chalas Valdez, su hijo, nues-tro amigo Fernandito, cayó preso a finales deese año.

Siguiendo la cuadra, estaba la casa de lafamilia Dargam Kourie, y sus tres hijos, Mi-guel Angel, Miriam y Roberto. Don Miguelera agrimensor y muy estimado por todos.En la siguiente casa vivía la familia GarcíaSugrañes; el padre García Jumillas, era mé-dico y laboratorista, sus hijos son el reco-nocido pediatra Manuel García Sugrañes, yFrancisco, odontólogo. Más adelante vivía lafamilia Mañón Caolo, y sus hijos Tamara yNelson, reconocido médico hematólogo. Allado de esta casa había un taller de mecá-nica, propiedad de don Fernando Mañón.Más adelante la familia Guerra Guerra, donIgnacio, doña Chita y sus dos hijos, Ignacito yAnner ys.

En la cuadra sur de la Enrique Henríquez,esquina Doctor Delgado operaba el colegio“Perpetuo Socorro”, y luego estaba el con-sultorio del doctor Juan Díaz, uno de nues-tros más famosos oftalmólogos. En la casaesquina con Bernardo Pichardo, vivía la fa-milia Mejía Lluberes, padres de Rafael – Ba -by- quien también cayó preso junto a otroamigo, George Taulé. Otras familias que re-cordamos de esta calle son los García Dubus–Alonso, y los Esteva Castillo.

El mes de junio marcó un antes y un des-pués; los rumores se esparcían por la ciudad,recuerdo que mi padre estaba en Santiago yregresó el día 21, nos contó que la situaciónestaba muy difícil, y que se había producidoun desembarco, pero no sabía precisar el lu-gar. El Gobierno mantenía control absolutode los medios de comunicación, con susprogramaciones regulares. Algunos amigosde mi padre y jóvenes del vecindario comoIsaac Read Hoepelman, Bosco Guerrero, Ro-meo Holguín-Veras, acudían a nuestra casa acomentar las noticias. Cuando los rumoresse hicieron cada vez más fuertes, el Gobiernoofreció informaciones, y presentó por tele-visión al comandante cubano Delio GómezOchoa, admitiendo con breves palabras elfracaso de la expedición. Fue uno de los so-brevivientes de aquella gesta

Aun me parece escuchar al locutor de LaVoz Dominicana, que tras decir cada uno delos nombres de los jóvenes expedicionariosdel 14 y el 20 de ese terrible mes de junio,agregaba con énfasis macabro la palabra,

¡muerto! El patio de nuestra casa colindabacon el de una casa de la Leonor de Ovando,donde vivía un famoso “c a p i t á n”, quien ins-taló un radio con bocina y rodeado de al-gunos acólitos cada vez que mencionaban lapalabra muerto, se producían aplausos y¡bravos!. Aquello era un episodio dantesco,mi padre cerró todas las puertas y se refugiócon nosotros en una habitación, visible-mente deprimido. Otro momento amargofue la intervención del piloto Juan de DiosVentura Simó, leyendo una declaración a laque fue obligado, pero él tendría menossuerte, muriendo en manos de los esbirros.Ciertamente, las invasiones habían sido unfracaso militar, pero significaron el inicio delfin de la satrapía trujillista, aunque aun pa-sarían muchas cosas más.

Pero la vida inexorable continuaba, justoel día 14 de junio, se presentó en Bellas Artes,la obra “Ca r l o t a” de Miguel Mihura. Díasdespués de los aciagos acontecimientos, el27 de junio tuvo lugar el recital del pianistahúngaro György Sandor, traído por la Socie-dad Pro-Arte

El 3 de mayo se presentó un concierto conla Sinfónica Nacional con música exclusiva-mente de compositores dominicanos quedirigieron sus propias creaciones. En ese año1959, el Teatro de Bellas Artes estrenó dosobras de dramaturgos dominicanos, el 9 defebrero “Las Manos Vacías” de Máximo Avi-lés Blonda y “Pro m e t e o” de Héctor Incháus-tegui Cabral, el 10 de septiembre.

Pero la música nuestra, el merengue, sa-turaba el ambiente, nuestro ritmo folclóricohabía sido utilizado como uno de los mediospara alabar a Trujillo; luego de las invasionesde junio, un merengue sonaba a todas horaspor las emisoras y en todas las fiestas, no eraotro que aquel compuesto por Luis Kalaff,para burlarse de los expedicionarios y de losexiliados que buscaban fondos para com-batir la dictadura, el tristemente recordado“Recogiendo limosnas no lo tumban”.

Los presos estaban a la orden del día y secomentaba un día y otro también, sobre lamuerte de alguno. Una mañana muy tem-prano vinieron a nuestra casa nuestros ve-cinos de enfrente don Joaquín Lugo y su hijaMargarita, quien en medio de gritos desga-rradores le pidió a mis padres que fueran aayudarlos, pues le habían dejado en la ga-lería de la casa a su esposo muerto, el abo-gado Fernando Tavárez. Ver aquel cadáver

fue algo indescriptible, el dolor, la indigna-ción, se apoderó de todos; a sus dos peque-ños hijos inconsolables, los llevamos a nues-tra casa, mientras se lavaba el cadáver. Ha-bíamos oído en nuestros pocos años hablarde estas barbaridades cometidas por la dic-tadura, pero verlo, palparlo, fue algo desga-rrador y ha permanecido vivo en nuestrosrecuerdos. Margarita había nacido en PuertoRico y pudo salir del país con sus dos hijos,para no volver jamás.

Un joven muy prometedor vivía en la calleLeonor de Ovando. Era Bernardo DefillóMartínez, estudió medicina y es un recono-cido cardiólogo e internista. Otra familia re-sidente en esta calle era la Gómez Doorly y enla esquina con Las Carreras, vivían la señoraMireya Ramos y sus hijos. Doña Mireya erahermana de Benjamín Ramos, quien seríadirigente del Movimiento 14 de Junio, y alque veíamos con frecuencia en aquella casa.

En las tardes como de costumbre, acu-díamos a Bellas Artes, donde para ese en-tonces estaba ubicada la Academia de Ballet“Magda Corbett”, antigua “Flor de Oro Tru-j i l l o”, que se convirtió en privada, luego deser despojada del subsidio estatal. A la salidade las clases nos reuníamos un grupo de jó-venes amantes de las artes para compartirsueños y esperanzas, que nuestra concien-cia de la realidad que vivíamos nos mostrabalejanos, pero alcanzables. Éramos una ju-ventud atrapada, pero no resignada.

El grupo estaba integrado por nuestrocompañero de Academia Miguel Alfonseca,primer gran bailarín que tuvo el país; otrobailarín recién llegado, Rafael Campuzano,apasionado y vehemente, Ramírez Conde–Condecito- pintor, José Casanova, estu-diante de teatro, Margarita Ramírez, baila-rina, y Elsa Nuñez, la gran figura de nuestraplástica, quien se unía al grupo para mos-trarnos los dibujos con figuras de bailarinasque había realizado mientras ensimismada,nos veía practicar. Recuerdo sus ojos de mi-rar ingenuo, asombrados siempre ante tantaignominia.

En aquellas reuniones Miguel y Rafael nosmantenían informados de todo lo que es-taba sucediendo y recuerdo que el profesorMáximo Avilés Blonda llegaba y de manerasutil, trataba de dispersar el grupo, por te-mor, y nos decía, que los artistas de BellasArtes estaban siendo “obser vados”, y teníara z ó n …

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FUENTE EXTERNA

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8 Sábado 26 de s eptiembrede 2 015H OY A RE Í TO

En la Galería Bodden

¡Tributo a GilbertoHernández Ortega!E l 19 de agosto del 1942, como resul-

tado de la ardua y apasionada labordel Dr. Rafael Díaz Niese (1897-1950)es inaugurada la Escuela Nacional de

Bellas Artes. Entre los máximos resultadosde la “Academia dominicana” se registran lasdos primeras generaciones de artistas-edu-cadores que llegarían a establecer las basesformales y conceptuales para una “búsque -da especializada” de lo dominicano a travésde la imagen.

Me refiero a artistas como Gilberto Her-nández Ortega (1924-1979), Marianela Jimé-nez (1925-2011), Luichy Martínez Richiez(1928-2005), Antonio Prats Ventós(1925-1999), Eligio Pichardo (1929-1984),Clara Ledesma (1924-1999), Gaspar MarioCruz (1925-2006), Domingo Liz (1931-2013),Paul Giudicelli (1921-1965), Silvano Lora(1931-2003), Fernando Peña Defilló (1928) yAda Balcácer(1930). Un caso especial es el deJaime Colson (1901-1975).

El “viaje a la semilla” (A. Carpentier); lospalpitantes y enigmáticos recintos de la ma-gia identitaria; lo “re a l m a ra v i l l o s o” y el sen-tido de la tierra, en fin, la expresión de lasraíces populares mágico-mitológicas comoelemento consubstancial de la identidadcultural caribeña, constituyen temáticasesenciales en la producción pictórica y di-bujística de Gilberto Hernández Ortega.

Como uno de los pilares de la ENBA des-de la década de 1950, Hernández Ortegallegaría a influir profundamente en la for-mación y obra de una serie de artistas im-portantes de las generaciones de los 60 y70 como Elsa Núñez, José Cestero, Cán-dido Bidó, Leopoldo Pérez (Lepe), Iván To-var, José Ramírez Conde (1940-1987), JoséRincón Mora, Rosa Tavárez, Vicente Pi-mentel y Alonso Cuevas.

Hernández Ortega está considerado co-mo uno de los grandes representantes delneoexpresionismo caribeño. En sus pinturasy dibujos resultan característicos la extraor-dinaria síntesis expresiva, el trazo energéti-co, las gamas oscuras o terrosas, las imáge-nes alteradas y los sugestivos juegos textu-rales que, en ocasiones, nos remiten a lo psi-cológico, el turbión telúrico, la situación po-lítica, la marginalidad social y los rituales po-pulares de la cotidianidad dominicana.

La maestría en los campos del dibujo, lacomposición, el color-luz y el manejo de lamateria; su excepcional dominio de los gé-

neros del retrato y el paisaje, así como suasombrosa capacidad de asimilación, trans-mutación y síntesis estilística, convierten aHernández Ortega en uno de los artistas do-minicanos más completos de todos los tiem-po. Y esto se puede apreciar muy bien en laexposición personal-homenaje titulada “TíoGilber to”, organizada por Tamara y Juan JulioBodden en el marco del “Circuito de Galerías2015” y como parte del programa de apoyo ala 28 Bienal Nacional de Artes Visuales, de-dicada al maestro Fernando Peña Defilló.

Curada con esmero por Juan Julio Bod-den, la muestra está integrada por 30 obras,entre dibujos sobre papel y pinturas sobretela y madera de sus distintas etapas crea-tivas, incluyendo trabajos de los años 40, 50,60 y 70 del siglo XX, destacándose retratos,composiciones a base de formas geométri-cas, transfiguraciones, imágenes fantásticaso surreales, escenarios y personajes de lacultura popular. La exposición ha sido po-sible gracias a los aportes de varios familiaresdel gran artista banilejo, entre ellos GilbertoHernández Escobar, Tabaré Hernández Me-jía, Edgar Hernández Mejía y la galerista Ta-mara Bodden. Galería Bodden está localiza-da en la calle El Buen Pastor No. 18, esq. Fco.Prats Ramírez del sector Evaristo Morales. f

En síntesisHernández Ortega

Gilb ertoHernández Ortega,nace en Baní, en1924 y fallece enSanto Domingo en1979. En 1946,forma parte delprimer núcleo deegresados de laENBA y presentasu primeraexp osiciónindividual en laGalería Nacionalde Bellas Artes.Poeta, dibujante,pintor, bohemiopor excelencia yMaestro demaestros. En elarduo proceso en que define un estilo propio,desarrolla una obra en la que asimila, transmuta ypolisintetiza de manera brillante los aportes delposimpresionismo, el cubismo, el primerexpresionismo y el arte abstracto. Formas planas ysintéticas, recortadas por gruesos trazos oscuros,mascaras, vegetaciones, ciguapas, brujas,hechiceros, celajes de seres umbríos, fantásticos ytransfigurados; ritmos y contrastes de coloresimpactantes, vitalizan perpetuamente la pinturamágica, mística, dramática, poética e intensamenteidentitaria de Gilberto Hernández Ortega. En 1943,forma parte del movimiento “La PoesíaS orprendida”. En 1950, por su obra “Niños en elMar” obtiene el Segundo Premio de Pintura de la VBienal de Artes Plásticas. En 1951, exponeindividualmente en el Centro Venezolano Americanode Caracas. En 1952, su obra “Día de Máscara” espremiada en la VI Bienal de Artes Plásticas. En 1954,forma el grupo “Los Cuatro” junto a Jaime Colson,José Gausachs y Clara Ledesma. Este mismo año esdesignado subdirector de la ENBA. En 1955, GilbertoHernández Ortega es incluido, junto a su maestroJosep Gausachs y Jaime Colson en una exposicióninternacional organizada por el Ateneo de Caracasque también incluyó las obras de Fernand Léger,Hans Hartung, Pierre Soulages, Víctor Vasarely, RenéMagritte, Emilio Petorutti, Diego Rivera, CándidoPortinari, Wifredo Lam, Georges Rouault, Picasso,Siqueiros y Guayasamín, entre otros grandes artistasamericanos y europeos del siglo XX.AM

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La Odalisca. Gouache sobre papel.

Lavanderas. Gouache sobre papel. Dama de blanco y azul. Gouache sobre papel.

Barajita. Gouache sobrepap el.

FUENTE EXTERNA