arcillas y alfareria-texto
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ARCILLAS Y ALFARERÍA EN COLIMA
Victoria Novelo (directora)
Colaboradores:
Teresa Castillo Velasco Adriana Chamery
Karla Caraballo Miguel Elizondo Mata Carlos Silva Echartea
Pablo Quezada Angulo Guillermo Ríos
Alberto Díaz de Cossío Francisco Javier Barragán
Colaboración especial:
David Zimbrón
Cuadernos de Investigación del “Fondo Dr. Ramón Álvarez Buylla”
Coordinación General de Investigación Científica
Universidad de Colima
Colima, 2003
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RESUMEN
El oficio de la alfarería en Colima tiene una larga tradición. Su etapa más creativa y con calidades extraordinarias está ya muy lejos en la historia y pertenece a las tradiciones arqueológicas del occidente de México. Los desarrollos posteriores y modernos no han sido muy importantes y recientemente la producción ha comenzado a decaer ante la competencia de productos de mejor calidad provenientes de los vecinos estados de Michoacán y Jalisco, importantes centros alfareros. Esa situación está en la base del proyecto de investigación emprendida por un equipo multidisciplinario de profesores y alumnos de la Universidad de Colima. El estudio comprendió la localización de yacimientos de arcilla; análisis de suelos y de muestras para conocer la composición física y química así como una etapa experimental de fabricación de piezas de alfarería usando combinaciones de barros locales para proponer pastas de mejor calidad para el trabajo alfarero local.
ABSTRACT
Pottery craft has a long tradition in Colima. Although this trade had its peak in Pre Hispanic times with an outstanding production in terms of quality and art, further developments lacked the richness and importance of ancient times. Nevertheless, local potters have produced the domestic ware according to local uses and standards for a long time. In recent times, however pottery production is dropping in the face of the more competitive and better made pottery from neighbouring locations in the states of Michoacan and Jalisco, famous pottery centers. In general terms, this is the context of the research that was carried out by a multidisciplinary group that engaged teachers and students of the University of Colima in a two year project. The work involved the localization of clay deposits, soil analysis as well as the collection of clays for further analysis of the mineralogical composition (physical and chemical properties) identified by X-ray diffraction and other tests. An experimental phase also took place and several potters worked with different clay combinations and temperatures of kilns seeking for a better quality of clays according to their plastic and other attributes. The conclusions of the project contain several proposals por local potters.
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ÍNDICE
1. Introducción 3 2. Situación general de la alfarería en Colima 7 3. El recorrido en b usca de yacimientos y bancos de arcilla 14 4. Las pruebas de laboratorio 18 4.1 Análisis realizados y resultados 20 5. Las etapas experimentales en el taller de cerámica 32 5.1 Características de las arcillas 34 6. Conclusiones de las pruebas alfareras 44 Glosario de términos 50 Bibliografía 53 Notas 55 ANEXOS pp 1 - 123
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ARCILLAS Y ALFARERÍA EN COLIMA
1. Introducción.
Durante dos años a partir de diciembre del año 2000, el Centro Nacional de
Capacitación y Diseño Artesanal coordinó una investigación que fue distinguida con un
apoyo financiero del Fideicomiso Ramón Alvarez Buylla de la Universidad de Colima. El
proyecto que llevó el título de “Caracterización de arcillas regionales para uso en alfarería
en el estado de Colima y búsqueda de una nueva mezcla de calidad” tenía como objetivo
central conocer el tipo de arcillas que hay en el estado, sus componentes químicos y
minerales así como su comportamiento en diversas condiciones de manejo para la
producción de alfarería a fin de hacer una propuesta válida y científicamente fundada para
mejorar el trabajo alfarero con mezclas locales de arcillas del estado de Colima. Se partía
de la hipótesis de que el barro preparado (o pasta, como se le conoce en la jerga alfarera)
que actualmente se utiliza en la confección de productos cerámicos no es el mejor para las
condiciones de producción que operan en Colima.
La investigación tuvo un carácter experimental y multidisciplinario que convocó a
especialistas de varias ramas del saber como la antropología social, ingeniería civil,
química, arquitectura, diseño y cerámica. Las preguntas que orientaron la investigación y
las fases de la misma, sirvieron para guiar la búsqueda, recolección y análisis de la
composición de las arcillas que pueden ubicarse en el territorio de Colima para
posteriormente, en una segunda etapa de investigación, analizar las arcillas puras con
pruebas de laboratorio para hacer una caracterización de las mismas y, en una tercera
fase, empírica, experimentar directamente con mezclas diversas en el taller de cerámica
confeccionando productos para conocer las respuestas de los barros tanto en su
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posibilidad de ser moldeados, modelados, y torneados, como en distintas temperaturas de
cocción.
La dirección del proyecto estuvo a cargo de la doctora en antropología Victoria
Novelo, directora del Centro Nacional de Capacitación y Diseño Artesanal (CENCADAR),
docente en la Facultad de Arquitectura y Diseño e investigadora del Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS, D.F.) comisionada
a la Universidad de Colima, y como participantes a lo largo del proyecto estuvieron el M.
en C. Carlos Silva Echartea profesor de la Facultad de Ingeniería Civil; el Prof. M.C.
Francisco Javier Barragán, de la Facultad de Ciencias Químicas; el doctor en Arquitectura
y entonces subdirector de CENCADAR, Miguel Elizondo Mata y la Profa. Ing. Teresa
Castillo de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias. En las dos primeras fases
del proyecto realizadas en el año 2001, cada uno de los participantes tuvo a su cargo una
parte del proceso de investigación de acuerdo a su disciplina y se contó con el auxilio de
estudiantes avanzados de licenciatura de las diversas facultades involucradas para
cumplimentar uno de los objetivos del proyecto en el área de formación de recursos
humanos. De la Facultad de Arquitectura y Diseño participó la entonces alumna de 7º.
semestre, hoy licenciada en diseño artesanal, Adriana Chamery García colaborando en el
trabajo de campo para obtener información sobre la producción alfarera de Colima y la
ubicación de los yacimientos ; de la Facultad de Ciencias Químicas participaron Iván
Eleazar Castro Cisneros y Edgar Chacoteco Espíndola en las tareas del laboratorio ; de la
Facultad de Ingeniería Civil estuvieron, en distintas etapas, Arturo Sevilla Trejo, Luis
Daniel Silva Velasco, Eduardo Navarro Oliva, Oscar Alejandro Díaz Castañeda, Nora
Alicia Montero Acevedo y Rodolfo Uribe Hernández auxiliando al Prof. Silva en sus análisis
y de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias estuvo Esperanza del Carmen
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Tapia a lo largo de todo el trabajo y diversos grupos de alumnos acompañaron a la Profa.
Tere Castillo en la ubicación y medición de yacimientos de barro.
A partir de la segunda fase de la investigación, se contó con la ayuda del Maestro
Guillermo Ríos, alfarero colimense quien tuvo a su cargo la realización de las primeras
pruebas de producción con los barros que ya habían pasado por algunos análisis de
laboratorio; a él se le unió el joven alfarero y licenciado en diseño artesanal Pablo
Quezada para hacer pruebas empíricas y, a partir de fines del año 2001 y durante el
primer semestre de 2002, se contó con la participación del Prof. Alberto Díaz de Cossío
quien hizo experimentos durante casi seis meses en el taller del CENCADAR con la ayuda
de Pablo Quezada ya para entonces investigador de ese Centro. Karla Caraballo Mercado,
investigadora del CENCADAR, junto con Pablo Quezada, hicieron una pequeña encuesta
auxiliar sobre la producción y venta de macetas de barro en la ciudad de Colima.
El proyecto se desarrolló tanto en los niveles de discusión teórico-metodológica en
reuniones de trabajo como de ejercicios y actividades prácticas con salidas al campo para
ubicar los yacimientos de barro, recoger muestras, mapear los yacimientos, realizar
entrevistas a alfareros, comerciantes, dueños de tienda y otras personas relacionadas al
tema de la investigación así como visitas y encuestas a establecimientos comerciales.
A fines del año 2002, se redactó un informe de investigación para ser entregado a
las autoridades universitarias que otorgaron el financiamiento . Ese informe contenía la
descripción de las etapas que siguió el proyecto y se incluían una serie de anexos con los
informes técnicos in extenso. En términos generales el lenguaje era demasiado técnico y
difícilmente podía haber sido difundido entre los usuarios interesados, en este caso,
diseñadores, alfareros y estudiantes de diseño; tenía además algunas fallas de
información y de interpretación de resultados de laboratorio que fue necesario corregir.
Con nuevas discusiones y experimentos en el taller de cerámica de CENCADAR, se logró
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mejorar la calidad de la información y comprobar las interpretaciones y resultados de las
pruebas a que fueron sometidas la muestras de arcilla. Se consideró por tanto necesaria
una nueva presentación de la información utilizando un lenguaje accesible, un mayor
número de explicaciones que aclararan al lector los resultados de las pruebas realizadas
en la etapa experimental, y una “traducción” por así decir, de lo que significan algunas
características físicas y químicas de las arcillas en el trabajo concreto de hacer productos
con barro. Se mantiene, sin embargo una sección de Anexos donde han quedado
ubicados los informes técnicos pertinentes así como mapas, croquis, fotografías y
diagramas que sirven de ilustración a los resultados que se obtuvieron para conocer las
peculiaridades de los barros de Colima.
Para la nueva redacción que aquí se presenta, fue fundamental la participación y
colaboración del Prof. David Zimbrón, ceramista y profesor en la Escuela de Artesanías
del INBA en la ciudad de México, quien invitado por CENCADAR para dar un taller de
esmaltes para alfareros de la región occidental del país durante mayo y junio de 2003,
revisó concienzudamente el informe de investigación, lo pasó por el tamiz de la crítica
constructiva y le hizo adecuaciones y correcciones muy importantes, con base en su
enorme experiencia y en nuevos experimentos realizados en el taller del Centro.
Especialmente fecundas fueron sus explicaciones de cómo influyen en el trabajo alfarero
concreto, desde que se hace la pasta hasta que se cuece el producto, los diversos
componentes de los barros. De esa manera, la lectura de algunos de los resultados de
laboratorio que dicen, por ejemplo, que tal mezcla de arcilla es “montmorillonita”, dejan
de ser enigmáticos cuando se explica que la arcilla recibe su nombre por el lugar donde
fue descubierta, Mont Morrillon, Francia, y que esa arcilla se desarrolla en mantos de
cenizas volcánicas muy antiguos; un tipo de esta arcilla y la más común es la “bentonita”
que por su contenido de agua se “hincha” hasta 16 veces su volumen y al secar produce
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un gran encogimiento que puede provocar roturas cuando se seca un objeto hecho con
ese barro. Algunas de las muestras de arcilla de Colima son de ese tipo y la característica
de la arcilla explica que en esta zona no se ha desarrollado la técnica del torno y que
cuando es usado (por ejemplo, entre los productores de ollas para piñata) se presenta
mucha pérdida por rotura de las piezas. La técnica del torno requiere de mucha agua para
trabajar el barro y si éste es del tipo que absorbe el agua en exceso, lo mas seguro es que
las piezas se quiebren al secar.
Cualquier profesional que quiere difundir sus conocimientos al amplio público se
enfrenta al reto de ser capaz de “traducir” los lenguajes privados del laboratorio en este
caso y los “dialectos” de las diversas especialidades del saber al lenguaje en que se
comunican los seres comunes y que necesitan de esos conocimientos para introducirlos a
su experiencia cotidiana. Ojalá y este texto, redactado por Victoria Novelo salvo cuando se
cite otro autor en los respectivos capítulos, resulte comprensible tanto para quienes
pueden experimentar con los resultados que ofrece, es decir, los alfareros, como para los
profesores y estudiantes que tienen que ver con el estudio profesional del diseño
vinculado al oficio de la cerámica.
2. Situación general de la alfarería en Colima.
El oficio alfarero tiene una antigua historia en Colima. La arqueología nos ha
permitido conocer el riquísimo legado prehispánico descubierto en las exploraciones de
sitios y tumbas de tiro en la región de la que Colima forma parte y que los arqueólogos
denominan Occidente de México para distinguirlo de otras zonas de antigua civilización.
Las fechas mas tempranas atribuídas a la cerámica mas antigua se ubican entre 1500 y
1800 aC presentando su mayor desarrollo en las fases Comala y Ortices entre 300 aC y
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200 dC, contemporáneos de Cuicuilco y luego de Teotihuacan en el centro de México 1.
Los altos grados de artisticidad y de habilidad de los antiguos alfareros figuran entre los
mas sobresalientes del país. La tradición alfarera moderna, con una producción
enteramente distinta y sin relación con rituales funerarios, todavía era visible en los
relatos de viajeros a distintas zonas de Colima que describen la cerámica que se utilizaba
y vendía en el siglo 19 y principios del 20 y en documentos de archivo que hacen
recuentos, alusiones y menciones al entonces oficio conocido como el de “locero” 2 que
existía, aunque escaso, quizá porque desde entonces la loza del vecino estado de Jalisco
que era vendida por los arrieros en Colima gozaba de las preferencias de la población
local.
En la actualidad, si bien es un oficio que sigue representando un ingreso para un
pequeño número de familias que producen en sus talleres domésticos, la alfarería está
estancada y, en alguna medida, en decadencia. Aunque todavía puede encontrarse una
producción de loza doméstica barata con terminados toscos, han dejado de producirse
objetos de muy buena factura que todavía hace 10 años eran de uso común, como los
comales, las macetas y las tinajas para agua; otra parte de la producción se ha
reorientado al consumo turístico con productos finos de barro bruñido en formas de
reproducciones de piezas prehispánicas, sobresaliendo las figuras de perros y otros
animales cuyos originales proceden de los hallazgos en las tumbas de tiro; y existe una
producción de souvenirs baratos, de baja calidad y mal gusto. Con excepción de las
piezas de barro bruñido que se trabajan como esculturas, algunas finas y bien terminadas
y que llevan el sello de una familia colimense, los productos en general presentan una
calidad inferior comparados con las producciones de los vecinos estados de Michoacán y
Jalisco lo cual es atribuíble, en unos casos a la falta de destreza y habilidad y en otros, a
10
la costumbre de utilizar las arcillas locales en forma pura, sin mezclarlas entre sí ni con
otros materiales para elevar su calidad 3.
Talleres, productores y productos.-
De acuerdo a la investigación de campo que se ha realizado en varias fases a
partir del año 2000, en la ciudad de Colima en el año 2001 existían nueve talleres de
alfarería ( seis en el centro de la ciudad y tres en el barrio El Tívoli); tres en Villa de
Álvarez, uno en Comala, uno en Paticajo, municipio de Minatitlán y uno en Tecomán,
haciendo un total de 15. De éstos, se hizo el registro de información básica y se
investigaron los procesos de trabajo en 12 talleres activos y tres inactivos; a los primeros
se les hicieron visitas sucesivas con entrevistas a los productores, y a los segundos, por
lo menos una visita, (el de Comala y dos en Colima) 4.
En los talleres, trabajaban 30 personas en distintas condiciones de producción. De
hecho, el calificativo de “taller” como un espacio diferente a la vivienda equipado con la
herramienta y útiles que necesita la alfarería así como con lugares para almacenar barro y
productos en proceso de secado o terminado, no puede ser propiamente aplicado en
todos los casos pues varios alfareros trabajan en la sala de su casa o en el patio de su
vivienda y en cinco casos no cuentan con horno para cocer sus productos. De 14 dueños
de taller o productor principal, diez habían aprendido el oficio dentro de la familia, tres lo
habían aprendido en cursos formales, uno, dijo haber aprendido solo, “viendo a otros
artesanos trabajar”. En su gran mayoría, los alfareros, 21 hombres y 9 mujeres, son
personas adultas de más de 40 años de edad; los pocos jóvenes son los hijos que están
aprendiendo o bien, en un caso, obreros en un taller. Y, con excepción del alfarero que
dejó de trabajar en Comala y combinaba su trabajo alfarero con el agrícola, todos viven de
la actividad alfarera.
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Los alfareros utilizan fundamentalmente barro local que procede de dos localidades:
Comala y Paticajo y la mayoría lo compra en bultos; la recolección por parte del propio
alfarero no es tan común como en otros lugares de México. Sin embargo, las
subsecuentes etapas de preparación del barro como es el molido, cernido, añadido de
agua y amasado hasta lograr la mezcla homogénea requerida; moldeado o modelado de
la pieza, secado, cocido 5 y terminado, se hace todo en los talleres. Todo el trabajo es
manual, salvo en un caso que se utilizaba un molino eléctrico para pulverizar el barro.
Los productos más comunes que se fabrican son, como se mencionó más arriba,
las reproducciones de figuras prehispánicas de animales (3 casos), cántaros para piñatas,
tinajas y cazuelas (7 casos) y objetos decorativos (2 casos). Con excepción de las figuras
prehispánicas bruñidas y las tinajas que llevan engobe colorado, los terminados de casi
todos los productos de uso doméstico y los productos turísticos que llevan pintura, son
toscos.
La venta de los productos es, en la mitad de los casos, directa al consumidor final y,
en la otra mitad es mixta, tanto a comerciantes de mercados y tiendas como a los
consumidores. Los mercados de la ciudad de Colima y algunas pequeñas tiendas de
abarrotes, son los lugares donde puede encontrarse la loza doméstica producida
localmente. El mercado Obregón tenía en los años 2000-2002, dos puestos de venta con
alfarería de la ciudad de Colima y de Villa de Álvarez que compiten con loza de Michoacán
y de Jalisco. De la loza local opinó así una consumidora: “...tienen un mínimo de calidad,
ya que son productos que están mal terminados, ...ya que o están muy rasposas las
piezas o están estrelladas, motivo por el cual se prefieren las piezas de otros lados...en
cuanto a las piñatas, son de mediana calidad ya que en algunos puestos las
reproducciones de los animales o personas están deformados y no están bien hechecitas,
no se ven bien...” En otros mercados, como el Francisco Villa y el Constitución, la situación
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es parecida, la loza procede sobre todo de los estados vecinos de Michoacán y Jalisco.
Además de los puestos fijos de los mercados hay un número indeterminado de tiendas de
abarrotes en todo el estado donde es posible encontrar loza doméstica, aunque en
mínimas cantidades. Los precios de los objetos son bastante bajos, seguramente porque
están destinados a un consumo popular. Una maceta grande puede llegar a costar 65
pesos, pero las piezas chicas todavía se cotizan en centavos: 80 una miniatura de barro 6.
Las reproducciones de figuras prehispánicas y los recuerditos para el turista tienen
un mayor abanico de posibilidades en cuanto a espacios de venta: hay alrededor de 57
tiendas en la ciudad de Colima que venden, entre otras, la cerámica de Colima. El
repertorio de productos es, sin embargo, muy pobre; se limita a pocos tamaños de
cazuelas, ollas para piñatas, cántaros, pocas macetas y algunas miniaturas; hay una
producción estacional de ollas para birria en el mes de diciembre. Se han dejado de hacer
muchos objetos, como los comales que alguna vez dieron fama a Comala y los grandes
cántaros para agua y mas variedades de macetas. De acuerdo a lo que dijeron algunos
comerciantes, la loza que compran de los estados de Michoacán y Jalisco es más fina,
tiene mejor calidad y es barata; les conviene comprarla a pesar de que es necesario pagar
el flete. Las respuestas de los alfareros son diferentes; dicen que ya no hacen tinajas
para agua (que en Paticajo le llaman “tirindas”) , jarras, macetas de campana, braseros,
comales7, pedestales o molcajetes, porque las personas ya no los compran o bien porque,
especialmente los contenedores para agua, han sido substituídos por productos de
plástico. También dijeron que dejaron de vender a los comerciantes de los mercados pues
“querían la loza barata y fiada” y ubican la “intromisión de loza de Ciudad Guzmán, Jal. y
de Michoacán” hace unos 15 años. Otros alfareros sitúan la decadencia de la alfarería en
Colima desde los años 60 del siglo 20 8.
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Los lugares de venta de macetas (viveros, tiendas y locales en mercados) son un
buen ejemplo para advertir las preferencias de los consumidores por las macetas de barro
fabricadas fuera de Colima, aunque el contexto general es el de la preferencia creciente
por las macetas de plástico por su resistencia si bien las de barro se admiran por su
estética: la procedencia de las macetas de barro es predominantemente de Jalisco, le
sigue Michoacán y Colima 9; los terminados preferidos son los naturales o con engobe
rojo, con adornos en relieve y en formas redondas o cilíndricas. (Ver anexo 1)
Hornos y procesos de trabajo.
En los talleres alfareros, los hornos construídos de manera tosca, tienen dos formas
básicas: el cilíndrico que es el más común y el cuadrado (o cubo) ambos, con techo
abierto 10. El de forma cilíndrica tiene en su parte inferior una apertura o “boca” para meter
la leña, combustible por excelencia en Colima. Los tamaños dependen de la cantidad de
producción posible de los talleres, pero éstos no exceden de 1.20 m de diámetro (son mas
usuales los de 80 y 46 cm de diámetro) y de 1.50 de altura; la carga de los hornos se
hace por el techo abierto y las piezas, acomodadas sobre una “parrilla” o “puente” para
que no reciban el fuego directamente, se tapan con tepalcates o bien con láminas y
piedras. Cada artesano ha construído su horno de acuerdo a sus necesidades y lo
importante en el proceso de cocción es la experiencia para encender el horno, mantener la
temperatura y evitar que las piezas “revienten” o queden “humeadas”. La temperatura
máxima que alcanzan son 800 grados (suficiente para fundir el esmalte con plomo que
usan) y por su forma y el escaso mantenimiento que se les da a los hornos, no es una
temperatura constante en las cochuras que duran de 2 a 4 horas. Sin embargo, de
acuerdo a la investigación hecha en los hornos de los alfareros entrevistados, la
temperatura que alcanzan sus hornos de leña no sobrepasa los 600 º C. Estos hornos
denominados de “baja temperatura” 11, por la falta de control de la temperatura pueden
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provocar que unas piezas se pasen de cocción y en otras no se funda el esmalte. (Ver
Anexo 2 “Tipos de hornos históricos y los que se usan en Colima”).
El resto de instrumentos de trabajo que requiere el trabajo alfarero (moldes,
carretillas, palas, cernidores, recortaderas, cubetas, tornos) es común en los talleres y
algunos alfareros utilizan una tierra blanca (“tizate”) que se encuentra también en Colima
que se le pone dentro a los moldes para que el barro no se pegue.
En resumen puede decirse que el trabajo alfarero de Colima es eminentemente
urbano y se realiza con trabajo familiar; se produce básicamente para un consumo local
donde dominan patrones culturales propios de las clases populares entre las que sigue
vigente la preferencia y deseo por los utensilios de barro en la vida doméstica,
especialmente para preparar, servir y guardar alimentos, además del uso de piñatas en las
fiestas. En términos de las condiciones de producción, los alfareros trabajan guiados por
su experiencia, prácticamente no hacen pruebas para cambiar alguna parte del proceso de
trabajo, utilizan el barro que proviene de dos localidades Comala y Paticajo y desconocen
la existencia de otros yacimientos u otras aplicaciones de los barros de Colima; tampoco
han intentado mejorar sus hornos o sus técnicas de trabajo. Algunos, sin embargo,
manifestaron su deseo de capacitarse en algunas técnicas que les permitan aumentar las
posibilidades de venta de sus productos.
3. El recorrido en busca de yacimientos y bancos de arcilla. Por Miguel
Elizondo.
Ya que uno de los objetivos centrales del proyecto era efectuar análisis fisicoquímicos
de muestras de arcilla de diferentes localidades del estado de Colima, la primera actividad
fue ubicar los yacimientos de arcilla, tanto mediante entrevistas a alfareros a quienes se
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preguntó dónde obtenían el barro que usaban, como a otras personas de diversas
localidades donde, de acuerdo a los mapas de suelos que consultamos y a lo que nos
informaban los alfareros, sabíamos que existían posibles yacimientos. Hubo otras
búsquedas, como en Ixtlahuacán, que fueron guiadas por el conocimiento que teníamos
de la existencia de piezas arqueológicas de barro de esa región procedentes de tumbas
de tiro saqueadas de donde derivó la hipótesis de que el barro arqueológico podía haber
sido obtenido de las cercanías. En síntesis, los criterios que se siguieron para detectar
bancos y yacimientos de arcilla para usos cerámicos, fueron los siguientes:
• Parcelas en las que actualmente se explota arcilla, normalmente para fabricación
de ladrillo y teja (sólo se presentó un caso en que la arcilla se explotaba solamente
para uso alfarero).
• Parcelas en las que no existe actualmente explotación de material geológico, pero
que la gente avecindada en la zona reconoce como áreas con presencia de
material arcilloso, y
• Áreas detectadas mediante análisis cartográfico y posteriores visitas de campo.
En dos etapas de investigación se recolectaron muestras de barro de doce
yacimientos, en los municipios de Comala, Minatitlán, Armería, Tecomán, Ixtlahuacán,
Manzanillo y un sitio limítrofe en el estado de Jalisco:
“El Pedregal”, en el municipio de Comala (Banco); “Callejón Las Trancas”, en el municipio
de Comala (Banco); “La Cruz de Comala”, en el municipio de Villa de Alvarez (Banco);
“Paticajo”, en el municipio de Minatitlán (Banco); “Chanchopa”, en el municipio de
Tecomán (Yacimiento); “Star de México”, en el municipio de Tecomán (Yacimiento);
“Jiliotupa”, en el municipio de Ixtlahuacán (Yacimiento); El Chavarín”, en el municipio de
Manzanillo (Banco); “Rincón de López”, en el municipio de Armería (Banco); “Tierra
Blanca”, en el municipio de Minatitlán (Yacimiento); “Presa de Colas”, en el municipio de
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Minatitlán (Yacimiento), y “Puente del Ferrocarril”, en el municipio de Tuxpan, Jalisco
(Banco).
Ver Anexo 3, “Mapa de localización de yacimientos ubicados en el estado de Colima” ,
Anexo 4, “Croquis de localización de yacimientos” y Anexo 5 “Descripción de yacimientos
y bancos”.
Los yacimientos y bancos y su normatividad.-
De los yacimientos detectados solo el de Paticajo se explota en exclusiva para la
alfarería, mientras que cinco de ellos proveen la materia prima tanto para la producción de
ladrillo y teja para la construcción (El Pedregal, Las Trancas, La Cruz de Comala, El
Chavarín y Rincón de López), como para usos alfareros, especialmente el banco El
Pedregal en Comala. Los cinco yacimientos restantes no tienen uso alguno asociado a la
alfarería, varios de ellos tienen un uso pecuario de baja intensidad, y otros no tienen uso
alguno.
La búsqueda de yacimientos potenciales no fue exhaustiva, aunque en el caso de
los bancos en operación sí se cubrió el universo posible; quizá existan más sitios en el
estado de Colima pero se requeriría de investigaciones de campo de tipo geológico y
edafológico que excedieron las posibilidades del proyecto realizado.
En el vocabulario conceptual del proyecto, el mineral arcilloso es un componente
alúmino-silicato hidratado, teóricamente puro y de cristalización única. Se utiliza para
definir la composición de las arcillas que son mezclas de distintos minerales arcillosos con
otros compuestos como sílice, feldespatos, calizas, etcétera. Un cuerpo cerámico
apropiado para la alfarería debe contener un mínimo de 50 por ciento de mineral arcilloso.
Cuerpo cerámico es lo mismo que decir “pasta cerámica” o barro.
17
Para el aprovechamiento de las arcillas con aplicaciones en la alfarería, se deben
cumplir ciertos aspectos ambientales que establecen las leyes y reglamentos en la
materia, tanto en el ámbito federal, como en el estatal y municipal. Estos procedimientos
se deben cubrir, incluso antes de iniciar las actividades de explotación del material,
planeando además como será esa explotación, y qué pasará en ese lugar una vez que se
haya terminado el aprovechamiento, tratando de que se lleven a cabo las labores de
extracción con el menor daño posible al entorno natural del sitio.
La explotación de material geológico a cielo abierto es una de las actividades
consideradas como altamente agresivas al entorno natural, causando casi siempre efectos
negativos, algunos de ellos irreversibles, principalmente debido a la modificación de la
morfología superficial del suelo, la remoción del estrato vegetal y la pérdida de la capa de
suelo fértil.12
Por lo anterior es necesario que las explotaciones se lleven a cabo de manera
ordenada y regulada, donde se cuente con un proyecto de explotación a corto, mediano y
largo plazo, según la vida útil estimada del banco señalando con claridad los volúmenes a
explotar, las etapas de aprovechamiento, definir los frentes de ataque del yacimiento, y al
final, definir la etapa de abandono del proyecto en la que se debe garantizar la restitución
de la capa vegetal del suelo, e inducir el crecimiento de nueva vegetación en el sitio, de tal
manera que la parcela tenga condiciones lo más cercanas posibles al escenario anterior a
la explotación.
Todo lo anterior es responsabilidad legal del promovente del banco de material
geológico (propietario o arrendatario). El estatus legal respecto a la normatividad
ambiental de estos yacimientos se rige de acuerdo a lo establecido en la Ley General del
Equilibrio Ecológico y la Protección del Ambiente,13 que es la Ley marco en la materia, que
señala que la explotación de bancos de material geológico a cielo abierto, es competencia
18
ambiental de las entidades federativas en materia de Evaluación de Impacto Ambiental (en
este caso de acuerdo a los lineamientos de la Ley Ambiental para el Desarrollo
Sustentable del Estado de Colima y sus Reglamentos).
Los casos de excepción en que este tipo de actividades se regulan por la autoridad
federal, (SEMARNAT) son aquellos en que los yacimientos se encuentran en terrenos de
zona federal, o en terrenos de aptitud forestal (con una pendiente mayor al 15%).
Es significativo que de los seis yacimientos en explotación actualmente (El
Pedregal, Las Trancas, La Cruz de Comala, Paticajo, El Chavarín y Rincón de López),
ninguno se encuentra regularizado ambientalmente ante la Dirección de Ecología del
Gobierno del Estado, por lo que están en riesgo de ser clausurados y sancionados
económicamente. Debido a que esas explotaciones ya se han venido realizando, procede
la presentación de un Manifiesto de Diagnóstico Ambiental, que es el documento mediante
el cual se da a conocer, en base a estudios, el impacto ambiental significativo y potencial
generado una vez que inició la ejecución u operación de la actividad, así como la forma de
atenuarlo o regenerarlo en caso de que sea negativo.14
En el caso de que se pretenda explotar aquellos lugares que hoy en día no se
explotan (los yacimientos de “Jiliotupa”, “Star de México” y “Presa de Colas”), a fin de
saber si es viable su aprovechamiento desde el punto de vista ambiental, los interesados
deberán presentar ante la Dirección de Ecología del Gobierno del Estado, un Manifiesto de
Impacto Ambiental, que es el documento mediante el cual se da a conocer, previamente a
la ejecución de la obra o actividad, el impacto ambiental significativo y potencial que ésta
generaría, así como la forma de evitarlo o atenuarlo en caso de que sea negativo.
En cuanto al resto de los yacimientos detectados, que potencialmente se pueden
explotar son de competencia federal en materia de Impacto Ambiental: el de “Puente del
Ferrocarril”, en Tuxpan, Jalisco, por encontrarse en zona federal, y el de “Tierra Blanca”,
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en Minatitlán, debido a que se ubica en una zona de aptitud forestal. En ambos casos,
además de presentar el respectivo Manifiesto de Impacto Ambiental, deberá realizarse un
estudio adicional denominado Cambio de Uso del Suelo; ambos estudios serían
sancionados por parte de la SEMARNAT.
4. Las pruebas de laboratorio. Con la colaboración de David Zimbrón.
Con las muestras de barro recolectadas, se realizaron diversas pruebas de
laboratorio para caracterizar las arcillas recogidas. Las pruebas y tratamientos que
recibieron las muestras de barro estuvieron orientadas por el conocimiento de que las
arcillas son productos minerales resultado de la descomposición y desintegración de rocas
que se encuentran abundantemente en la superficie terrestre y que están formadas
principalmente por sílice, alúmina y agua en diferentes proporciones aunque suelen
presentarse mezcladas con otras substancias, lo que les da diversas características como
el color (por ejemplo, el óxido de hierro que produce el color rojo), la calidad de refractario
(por el carbonato calizo y el óxido férrico), dureza, etc. Las arcillas tienen diversas
condiciones de plasticidad y con ellas se hacen pastas para darles forma que por la acción
del calor adquieren propiedades notables como la dureza, la cohesión, la contracción y la
sonoridad; condiciones todas utilizadas con mayor o menor destreza y conocimiento por
los alfareros.
La fórmula básica de la arcilla es: SiO AlO Na K Ca FeO H2O + materia orgánica;
para su uso en la alfarería la proporción ideal es de 46.5% de SiO (sílica), y 39.5% de AlO
(alúmina).
Uno de los problemas de todo cuerpo cerámico es la característica física y química
de la composición; lo más importante en el caso de las pruebas que buscábamos hacer
20
era la característica física y por ello se hace mención de la cantidad de mineral arcilloso
necesario; la fórmula ideal, que sería la de la porcelana, es 50% de arcilla, 25% de
fundente feldespático y 25% de cuarzo lo cual da un referente para la preparación de
todos los barros de la alfarería 15. Si se van a hacer ladrillos, se necesitan muchas mas
arenas que arcillas; las mezclas que se hacen de acuerdo a las necesidades son
variaciones a la proporción de 50% de arcilla y 50% de arenas o materiales arenosos16.
De acuerdo a lo que los investigadores del proyecto conocían de la composición de
las arcillas en términos generales y de las pruebas específicas que los ceramistas
participantes del proyecto solicitaron, una de las actividades primordiales del proyecto
consistió en someter las muestras recolectadas a diversos análisis físicos y químicos . Las
primeras pruebas se hicieron en el Laboratorio de la Facultad de Ingeniería Civil de la
Universidad de Colima y después se enviaron al Laboratorio de Suelos de la Facultad de
Ciencias Biológicas y Agropecuarias en Tecomán, y al Laboratorio de la Facultad de
Ciencias Químicas de la Universidad de Colima. Por último se enviaron a la ciudad de
México para hacer otras pruebas en el Instituto de Investigación de Materiales de la
Universidad Nacional Autónoma de México.
4.1 Análisis realizados.
En el laboratorio de suelos de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias
de la Universidad de Colima, se realizaron determinaciones de pH, conductividad eléctrica
y materia orgánica, a cargo de la I.Q. Teresa Castillo Velasco.
El pH se determinó por el método electrométrico, mediante un potenciómetro con
electrodo de referencia y electrodo de vidrio, probetas, soluciones buffer de pH y agua
destilada; en cuanto a la determinación de la conductividad eléctrica, se utilizó un medidor
de conductividad, un termómetro y soluciones estándares de KC1; para los análisis de
materia orgánica, se usaron matraces Erlenmeyer de 500 ml., pipeta volumétrica,
21
probetas, pipetas graduadas, bureta con pinzas y soporte, dicromato de potasio 1N, ácido
sulfúrico concentrado, ácido ortofosfórico al 85%, difenilamina, agua destilada y sulfato
ferroso al 0.5N. El método utilizado fue el de Walkley y Black.
El parámetro más importante para el proyecto en este grupo de muestras, fue el de
materia orgánica, debido a su influencia directa o indirecta sobre las propiedades
químicas, físicas y biológicas del suelo, como color, estructura, plasticidad y capacidad de
retención de humedad; es importante mencionar que no se encontraron evidencias de
como influye el pH en la elaboración de piezas de alfarería, y la conductividad eléctrica se
consideró como indicador de la salinidad de los materiales analizados.
En la primera etapa, los resultados obtenidos indicaron que los valores de
conductividad eléctrica fueron bajos; es decir, son arcillas libres de sales, como lo reportan
Mass y Hoffman (1977) y Carter (1981), citado por Castellanos et al, (2000) a excepción
de la muestra de Jiliotupa que alcanzó un valor de 1.05 dS\m., considerada como una
arcilla muy baja en sales.
Respecto al pH hubo una mayor variación ya que se encuentran suelos
moderadamente ácidos (5.76, 5.77, 5.87, 6.16, 6.20, 6.23, 6.34 y 6.46) y neutros (7.00 y
7.29). Para usos agrícolas, el pH ideal del suelo es aquel que va de 6.0 a 6.5 pero para la
alfarería se desconoce. Lo único que es posible decir es que cuando hay acidez, hay
posibilidad de encontrar alúmina y cuando el Ph es bajo significa que hay ausencia de
calcio (el cual es “veneno” para el trabajo alfarero, ya que produce unos “granitos o
globitos” que explotan al cocerse).
El contenido de materia orgánica en la mayoría de los suelos resultó pobre (valores
menores al 1% se clasifican como muy bajos) con excepción de dos muestras cuyos
valores correspondieron al contenido medio (2.34) y contenido moderadamente alto (3.03),
22
(Castellanos et al., 2000). Esta cualidad es benéfica para la alfarería pues en la cocción la
materia orgánica se calcina y propicia una reducción del volumen.
La aplicación de este tipo de análisis al trabajo del alfarero lo encontramos al saber
que el contenido de sales solubles, sodio, potasio o amonio, es importante cuando se
trabaja con la técnica del vaciado pues las sales producen eflorescencias que puede
actuar como fundente; la eflorescencia es, en palabras llanas, el salitre que sale en las
macetas. Por su parte, la presencia de materia orgánica es indispensable en la
maduración de los cuerpos cerámicos. Los resultados resultaron valiosos pues indicaron
un bajo contenido de materia orgánica, el suficiente para desarrollar una buena
plasticidad. Los microorganismos liberan coloides que favorecen la plasticidad 17 . Un
barro recién preparado es poco plástico y es muy desmoronable; una vez que maduró un
mes, dos meses y hasta tres meses, adquiere un grado de plasticidad muy importante,
como un proceso de añejamiento indispensable para un resultado de cohesión ideal y eso
se encarga la materia orgánica de desarrollarlo con el tiempo. La plasticidad, por su parte
es la condición precisa para la fabricación y se refiere a que el barro esté a un punto en
que pueda ser trabajado con las manos, sin ser demasiado “chicloso” pues cuando tiene
un exceso de agua, los objetos sufren encogimientos fuertes; al puro secado el máximo
tolerable de encogimiento es del 6 o 7 por ciento; para lograr la plasticidad requerida,
generalmente se le añaden desgrasantes, agregados arenosos para evitar el exceso de
plasticidad, y que son, en general materiales que tienen por base al cuarzo o el sílice
donde el más usado es el feldespato y el cristal de roca. Además de las arcillas y los
desgrasantes (por algunos llamado “cementos”), se usan otras sustancias llamadas
fundentes que consisten por lo general en una mezcla de feldespato, caliza y óxido de
hierro (éste produce la coloración rojiza en las pastas) 18. (Ver Anexo 6, Informe Técnico
de la Ing. Teresa Castillo Velasco del 22 de noviembre de 2001).
23
En el laboratorio de la Facultad de Ciencias Químicas, a cargo del I.B.Q. Francisco
Javier Barragán de la Universidad de Colima, se trató de caracterizar químicamente a las
arcillas. Se hicieron determinaciones de silicio, de óxidos metálicos combinados (fierro y
aluminio y en menor proporción titanio, sodio y otros), de calcio y de magnesio. Sin
embargo, debido a las limitaciones de la tecnología disponible, los resultados de
contenidos de silicio (Si2O), óxidos metálicos combinados(Al2O3), así como calcio y
magnesio no pudieron ser útiles precisamente porque se combinaron los óxidos metálicos
y se mezcló alúmina, que es uno de los refractarios mas poderosos, con el óxido de hierro
que es uno de los fundentes mas poderosos. Los resultados daban valores muy altos de
óxido de hierro (25%) lo que significaría que las piezas de barro saldrían negras y se
colapsarían lo cual resultó poco creíble; como dato, el tecmoco que es un esmalte muy
negro, lleva 8% de óxido de hierro y es un valor altísimo.
Sin embargo, ciertos valores tienen utlilidad: en valores que se reportan como
porcentajes por cada 100 gramos de muestra, en 7 de las muestras, la materia orgánica
combustible, así como la humedad presentó valores bajos, es decir, lo que se quema o se
pierde en la cocción es un porcentaje bajo, pero al mismo tiempo indica que la
temperatura de cocimiento para ese barro no puede ser muy alta.
Por otra parte, en el laboratorio de Mecánica de Suelos de la Facultad de Ingeniería
Civil de la Universidad de Colima, se realizaron análisis para la caracterización física de
las muestras, determinándose la granulometría, además de los límites de consistencia
(líquido, plástico y de contracción) de los materiales, Peso Específico Relativo y contenido
de agua, que permitieron evaluar las propiedades plásticas de las arcillas; estos trabajos
estuvieron a cargo del Ing. Carlos Silva Echartea. Se empleó el sistema unificado de
clasificación de suelos (SUCS) usado por la mecánica de suelos, que consiste
esencialmente en la realización de un análisis granulométrico combinado, usando la serie
24
de mallas apropiadas y el método del hidrómetro con el material que pasa la malla 200, lo
que significa que después de ser triturado para convertirlo en polvo fino, se tamizó por una
malla de tejido cerrado. Con el material que pasó la malla 40 (d.=0.42mm) se
determinaron los límites de consistencia ya referidos.
Las muestras procedentes de la zona de Comala en esta primera etapa permitieron
obtener el porcentaje en peso del material con diámetro menor a 0.002 mm y de los límites
de consistencia se puede calcular el valor del índice plástico con lo que se calcula el
siguiente parámetro que permite caracterizar los barros:
Actividad=IP / (% en peso de particulas menores de 0.002mm)
Así se obtuvieron un total de seis muestras que fueron identificadas como M1, M2,
M3, M4, M5 y M6, donde las muestras nones contenían barro natural de los bancos a las
que se les eliminaron las partículas mayores a la malla 60 (=.25mm de diámetro) para
tener un material mas fino y las muestras pares contenían polvo de roca en la proporción
de las partículas retenidas en las mallas 100 y 200. Estas pruebas tienen importancia para
conocer las características físicas del barro para la alfarería. El comportamiento físico del
barro informa cómo se comporta como tierra físicamente: cuánta agua absorbe, cuanta
plasticidad da por el índice de absorción, que son dos cosas que van paralelas, mientras
mas absorbe agua el material para alcalnzar el límiote de fluidez, más arcillas contiene
necesariamente, aunque eso puede llevar a un exceso de plasticidad.
Para una alfarería fina, el material debe pasar al menos a través de la malla 60;
para un trabajo mas exquisito se usa la malla 80. Todos los materiales que los alfareros
“semi-industriales” utilizan para preparar sus cuerpos cerámicos vienen molidos a 200
mallas, lo cual da una pasta de una textura sumamente fina para escultura, a esa se le
agregan chamotas gruesas para disminuir el índice de encogimiento tanto al secado como
a la quema. La granulometría precisamente va a dar la posibilidad de utilizar un barro para
25
trabajo fino y el índice de plasticidad de los materiales. Las muestras indicaron un límite
líquido mayor de 30, es decir que la cantidad de agua que absorben no es mucha y como
consecuencia el índice de plasticidad es muy bajo, es decir, está bien 19.
Las muestras se dieron al maestro alfarero Guillermo Ríos para iniciar la etapa de
experimentación de las propiedades de los barros obtenidos directamente en la hechura
de piezas de barro. Posteriormente, se prepararon dos mezclas más, con el material
proveniente de Comala y Paticajo, denominadas MT100 y MT200, que luego se
proporcionaron a Guillermo Ríos para seguir realizando pruebas de trabajo alfarero.
El artesano con cada una de las muestras realizó todas las fases del proceso alfarero
para producir objetos de tema libre:
Preparación, amasado, moldeado o modelado; oreado, secado, emparejado, bruñido (o
pintado con tinta) y quemado.
Todo el proceso fue observado y registrado tomando nota especialmente de las
reacciones del alfarero ante los diversos tipos de barro y su facilidad o dificultad en el
manejo. Se hicieron 10 piezas en total. El alfarero, comparando las muestras con el barro
que trabajaba normalmente, concluyó que no era el adecuado y conveniente para el tipo
de trabajo que él realizaba pues requería de un barro mas arenoso, con mas “correa”; sin
embargo, pensó que las muestras erann muy adecuadas para un trabajo de vaciado en
moldes.
A partir de mayo de 2002, se incorporaron materiales de “Presa de Colas” y “Tierra
Blanca”, en el municipio de Minatitlán (dos muestras en cada sitio), y, en los casos del
yacimiento “Puente del Ferrocarril”, se tomaron en la segunda ronda tres muestras de
diferentes materiales.
Se repitieron las pruebas debido a que se pensó que una muestra proveniente de
dos bancos del municipio de Minatitlán era caolín; pero el supuesto “caolín” pues resultó
26
ser sílica en más de un 70%, lo cual es prácticamente cuarzo. (Ver Anexo 7 , “Empleo de
las técnicas de identificación de la mecánica de suelos en la caracterización de arcillas
para alfarería”).
Las muestras se proporcionaron a los alfareros Alberto Díaz de Cossío y Pablo
Quezada Angulo para concluir la etapa de experimentación de las propiedades de los
barros obtenidos.
Finalmente, a las muestras de barro más prometedoras en función de los resultados
parciales de las pruebas hechas hasta ese momento, se les hizo un estudio de la
composición química de las arcillas el cual se realizó en el Instituto de Investigación de
Materiales de la Universidad Nacional Autónoma de México que cuenta con el equipo
necesario; los análisis solicitados fueron de cristalografía y sinterización. Es importante
señalar que estas muestras fueron selectivas, ya que se analizaron sólo aquellas arcillas
que con base a los resultados previos de análisis, mostraron mejores atributos para su uso
en alfarería, de manera que no se consideraron muestras de Jiliotupa, Chanchopa, Star de
México, El Chavarín y Rincón de López.
Para hacer esta caracterización se realizaron análisis de Difracción de Rayos X, con
un Difractómetro y software aplicable, mediante el método de polvos; estas pruebas
estuvieron a cargo de la I.Q. Leticia Baños López. Los resultados pueden verse en el
cuadro 3 y las gráficas de difracción y los listados con valores de distancias interplanares,
están contenidas en el Informe Técnico en el Anexo 8 , “Informe de Resultados, UNAM”.
En el análisis que de estos resultados de laboratorio hizo el ceramista David
Zimbrón, se destaca que el problema esencial que tienen la mayor parte de los barros de
la región es que son barros que se desarrollaron en mantos de ceniza volcánica muy
antiguos, de ahí que aparezcan las arcillas que recibern el nombre de Montmorrillonita
cuyo tipo más común es la bentonita de la que ya se dijo que tiene una cristalización que
27
contiene un excedente de agua en el cristal y que abosrbe el agua y se hincha como
gelatina hasta 16 veces su volumen; al secar, produce un encogimiento exactamente de
esa dimensión. Esa es la razón por la que en el área de Michoacán y de Colima no se
desarrolló la técnica del torno. Con barros tan altos en bentonita no se puede tornear ya
que el torneado es una técnica que implica un excedente de agua ya que hay que lubricar
incesantemente el barro mientras se tornea, lo cual no se requiere en la construcción
manual o con moldes. Si usamos barros con bentonita para tornear, además de que se
encogen mucho al secado, se abren de las bases.
La muestra mas libre de bentonita, aunque la contiene, es la procedente de
Paticajo; los productos cerámicos no deben tener arriba de un tres o cinco por ciento de
ese compuesto ya que además produce un exceso de plasticidad y el barro se queda
pegado a las manos, como “chicloso”.
Los barros de las muestras de Colima son ideales para la construcción
completamente manual, al estilo de la escultura, o con la ayuda de moldes. El barro de
Paticajo, además, es el que mas porcentaje de caolinita contiene; la caolinita es el material
arcilloso Los resultados de los análisis hechos en la UNAM, traducidos a fórmulas
racionales indican el contenido de arcilla en forma de mineral arcilloso; en este caso,
caolinita y montmorillonita que son los dos casos de arcilla presentes en los barros
normales. El barro de Paticajo es el único que dio indicios de tener suficiente caolinita
como para ser utilizado en la alfarería y por eso es el que más se usa. En cuanto al barro
de Comala, que es otro que utilizan con frecuencia los alfareros en Colima, los análisis
químicos concluyeron que la muestra enviada se trataba de casi puro material arenoso. Lo
que sucede es que en los yacimientos de Comala está el barro que utlizan los ladrilleros
quienes a veces se encuentran con una veta mucho más rica en arcilla y mas fina, lo cual
se nota en la granulación y la compactación del material, y la ofrecen a los alfareros.
28
El conocer la proporción de bentonita en las arcillas es también importante pues las
arcillas con alto contenido de bentonita tienen un gran encogimiento, de entre el 10 y el 13
por ciento en el secado, cuando el máximo tolerable es del 6, ó 7 por ciento. Esto, en
algún lugar de la república mexicana dio lugar a la creencia de que las ollas estaban
embrujadas; pero llegó un ceramista y añadió un desgrasante muy fino para no llenar al
barro con arena y que no tiene encogimiento al secado con lo cual se logró “desembrujar”
las ollas.
El estudio de las muestras realizado en la UNAM ofrece por separado los diferentes tipos
de arcillas y los diferentes tipos de cuarzos, pero hay unas composiciones que tienen alta
cantidad de cristobalita y de trinidita que son polimorfos del cuarzo. No se trata de pura
cuarzita, son varios tipos de cuarzo y, desde el punto de vista funcional, hay que sumar
para saber cuanta sílice total se tiene en la composición. Muchos preparados tienen hasta
86 o 90% de sílice total, incluída la contenida en la arcilla y la contenida en el feldespato.
Todas las composiciones son altamente feldespáticas y curiosamente tienen mucha
anortita que es el feldespato de calcio que es muy raro en la naturaleza. Si se quisieran
explotar minas de feldespato de calcio, en los yacimientos que se reportaron hay mucho.
¿Cómo pueden afectar los resultados en la alfarería cuando existe, por ejemplo, la
cristobalita, un polimorfo del cuarzo? El mismo Zimbrón explica que la cristobalita, a
temperatura ambiente tiene una estructura alfa y a los 270 grados se invierte con gran
violencia produciendo una expansión muy grande a forma de beta cristobalita; esta
cristobalita se forma mucho en las lozas quemadas a muy alta temperatura y por esa
razón una porcelana no puede ponerse al fuego pues la mayor parte de la cuarzita que se
involucró originalmente por encima de los 1300 º se transformó en cristobalita gracias a la
presencia de fundentes y cuando enfría a los 270 grados produce esta contracción o
29
expansión violenta. Esa sería la diferencia entre un análisis mineralógico que dice qué tipo
de minerales están involucrados y el análisis químico que dice cuánto de cada óxido.
Los barros básicos de la región de Colima, de acuerdo a los análisis, y que son
verdaderos barros, son del tipo de las arcillas margosas que pueden contener hasta 6% de
calcio o de magnesio o de una combinación de ambos; entonces ese tipo de arcillas que
hay en la región, con el problema de la contaminación porbentonita y el exceso de
contenido feldespático y silicatoso redunda en que hay demasiada arena en algunos de
los productos.
De acuerdo con la reflexión de David Zimbrón, de todas las muestras analizadas,
desde el punto de vista químico, el barro de Paticajo es el ideal por su contenido de
caolinita; puede mejorarse con agregados arenosos para evitar el encogimiento que
produce la bentonita que contiene. Siempre es recomendable desgrasar un barro así,
siempre y cuando se utilize para la construcción manual y la construcción en moldes,
nunca en torno.
30
CUADRO 1
ANÁLISIS FÍSICOS DE LAS MUESTRAS DE ARCILLA YACIMIENTO TIPO DE
MATERIAL
Laboratorio FCByA
de la U de Colima
Laboratorio FCQ de la
U de Colima
“EL PEDREGAL” ARCILLA Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“CALL. LAS TRANCAS” ARCILLA pH, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“CRUZ DE COMALA” ARCILLA Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“PATICAJO” ARCILLA Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“CHANCHOPA” ARCILLA Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“STAR DE MEXICO” ARCILLA Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“JILIOTUPA” ARCILLA Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“EL CHAVARÍN” ARCILLA Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“RINCON DE LOPEZ” ARCILLA Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“TIERRA BLANCA” SILICA Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“PRESA DE COLAS” SILICA Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
“PUENTE DEL F.F.C.C.” POLVO DE
ROCA
Ph, CONDUCTIVIDAD,
MATERIA ORGÁNICA
SILICIO, OXIDOS
METALICOS, CALCIO Y
MAGNESIO
31
CUADRO 2 ANÁLISIS FÍSICOS Y QUÍMICOS DE LAS MUESTRAS DE BARRO
YACIMIENTO TIPO DE
MATERIAL
Laboratorio FIC de la
U de Colima
Inst. Invest. De
Materiales de la UNAM
“EL PEDREGAL” ARCILLA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
CRISTALOGRAFÍA Y
SINTERIZACIÓN
“CALL. LAS TRANCAS” ARCILLA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
CRISTALOGRAFÍA Y
SINTERIZACIÓN
“CRUZ DE COMALA” ARCILLA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
CRISTALOGRAFÍA Y
SINTERIZACIÓN
“PATICAJO” ARCILLA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
CRISTALOGRAFÍA Y
SINTERIZACIÓN
“CHANCHOPA” ARCILLA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
“STAR DE MEXICO” ARCILLA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
“JILIOTUPA” ARCILLA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
“EL CHAVARÍN” ARCILLA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
“RINCON DE LOPEZ” ARCILLA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
“TIERRA BLANCA”
(2 muestras)
SILICA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
CRISTALOGRAFÍA Y
SINTERIZACIÓN
“PRESA DE COLAS”
(2 muestras)
SILICA GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
CRISTALOGRAFÍA Y
SINTERIZACIÓN
“PUENTE DEL F.F.C.C.”
(3 muestras)
POLVO DE
ROCA
GRANULOMETRÍA Y
LÍMITES DE
CONSISTENCIA
CRISTALOGRAFÍA Y
SINTERIZACIÓN
32
CUADRO 3
ANÁLISIS POR DIFRACCIÓN DE RAYOS X POR EL MÉTODO DE POLVOS
M1 Paticajo, Minatitlan, Col. Es una mezcla de Feldespatos ( 17.7% de Albita PDF 9-466 y 21.2% Anortita PDF 20-528) con 31.8% de Caolinita (PDF 29-1488), 18.7% de Cuarzo (PDF 46-1045) y 10.6% de Esmectita (Montmorillonita PDF 13-135). M2 Paticajo, Minatitlán, Col. Es una mezcla de Feldespatos con los mismos componentes y proporciones que la anterior. M3 Presa de Colas. Es una mezcla con 20.1% de Cuarzo (PDF 46-1045) con Feldespatos ( 20.9% de Albita PDF 9-466), 20.5% de Caolinita (PDF 29-1488), 8.8% de Cristobalita (PDF 18-1169) y 8.8% de Tridimita (PDF 18-1169). M4 Presa de Colas Kaolin. Es una mezcla de Feldespatos ( 63.4% de Albita PDF-9-466 y Anortita PDF 20-528) con 30.4% Cuarzo (PDF 46-1045), 3.4% de Esmectita (Montmorillonita PDF 13-135), 1.5% de Caolinita (PDF 29-1488), y 1.3% de Mica (Muscovita PDF 7-42). M5 Comala El Pedregal. Es una mezcla de Feldespatos (69.4% de Albita PDF-9-466 y Anortita PDF 20-528), 6.1% de Hallosyta (PDF 29-1487), 5.8% de Hornablenda (Magnesiohornblenda PDF 20-481), Illita y 2.1% de Hematita (PDF 33-644). M6 Comala La Cruz. Es una mezcla de Feldespatos (79.2% de Anortita PDF 20-528) con 10.4% de Tridimita, 6.9% de hallosyta (PDF 29-1487) y 3.5% de hornablenda (Magnesiohornablenda PDF 20-481). M7 Comala Las Trancas. Es una mezcla de Feldespatos (72.7% de Anortita PDF 20-528), 9.1% de Hallosyta (PDF 29-1487) y 3.0%Hornblenda (Magnesiohornblenda PDF 20-481)con 15.2% de Tridimita. M8 Tuxpan Jal 1 Puente. Es una mezcla de Feldespatos ( 75.1% de Anortita PDF 20-528) con 16.4% de Tridimita (PDF 18-1169), 7.0% de Hornblenda (Magnesiohornblenda PDF 20-481) y 1.4% de Cuarzo (PDF 46-1045). M9 Tuxpan Jal 2 Puente. Es una mezcla de 52.8% de Cristobalita (PDF 39-1425) con Feldespatos (21.6% de Albita PDF-9-466 y 20.4% de Anortita PDF 20-528) y 5.1% de Hornblenda (Magnesiohornblenda PDF 20-481). M10 Tuxpan Jal 3 Puente Es una mezcla de 40.7% de Cristobalita (PDF 39-1425) con Feldespatos (29.0% de Albita PDF-9-466 y 11.4% de Anortita PDF 20-528), 14.0% de Tridimita (PDF 18-1169), 3.8% de Esmectita (Montmorillonita PDF 13-135) y 1.1% de Hematita (PDF 33-644). M11 Camino Tierra Blanca 1. Es una mezcla de 67.7% de Cuarzo (PDF 46-1045) con Feldespatos (11.5% de Albita PDF-9-466), 9.6% de Esmectita (Montmorillonita PDF 13-135) y 4.8% de Caolinita (PDF 29-1488) y 6.4% de Cristobalita. M12 Camino Tierra Blanca 2. Es una mezcla de Feldespatos (46.5% de Albita PDF-9-466) con 27.8% de Cuarzo (PDF 46-1045), 18.3% de Esmectita (Montmorillonita PDF 13-135), 3.0% de Caolinita (PDF 29-1488), 3.0% Estratificado (Illita-Montmorillonita PDF 7-330) y 1.3% de Hematita (PDF 33-644). M13 Camino Tierra Blanca 3. Es una mezcla de Feldespatos (30.3% de Albita PDF-9-466 y 22.9% de Anortita PDF 20-528) con 28.4% de Cuarzo (PDF 46-1045), 12.7% de Esmectita (Montmorillonita PDF 13-135), 3.2% de Hematita (PDF 33-644) y 2.5% de Mica (Muscovita PDF 7-42).
M14 Tierra Blanca Caolin. Es una mezcla de Feldespatos (37.1% Albita PDF-9-466 y 22.6% de Anortita PDF 20-528 y 5.0% de Microclina PDF 19-926) con 30.2% de Cuarzo
(PDF 46-1045) y 5.0% Caolinita (PDF 29-1488).
33
5. Las etapas experimentales en el taller de cerámica.
En las primeras fases del proyecto, primer semestre del 2001, solo se contaba con
la participación de un alfarero, Don Guillermo(Memo) Ríos, quien empezó a producir
piezas de barro bruñido con las muestras de arcilla que el Prof. Silva preparaba en su
laboratorio. El proceso que seguía Don Memo fue documentado por una investigadora
quien anotaba todas las reacciones que el alfarero iba expresando respecto a la calidad
del barro y su comportamiento en cuanto a plasticidad, secado y cocido. Con esas
primeras muestras Don Memo hizo 10 objetos; 7 de las muestras procedían de
yacimientos de Comala y 3 de Paticajo lo cual ignoraba el alfarero puesto que las
muestras solo eran identificadas con un código. Ninguna de ellas fue del agrado de don
Memo puesto que el trabajo de modelado se le dificultó, aunque en términos generales
encontró que en la cocción, las piezas se comportaron bien. Tuvo dificultades en el secado
pues las muestras requirieron de un secado lento y no directamente a los rayos del sol.
Para los no iniciados en el trabajo alfarero, las piezas que hizo Don Memo resultan bien
hechas y bellas y es imposible inferir las dificultades que encontró para hacerlas. Sin
embargo, en el análisis del trabajo del alfarero encontramos que este tuvo resistencias, no
declaradas, hacia el experimento pues dijo que el barro de Comala que el usaba era mejor
para el modelado sin saber que algunas de las muestras procedían de esa localidad, si
bien presentaban un grano mas fino, producto del cernido en mallas cerradas que el Prof.
Silva realizaba.
Las muestras de arcilla trabajadas por alfarero Guillermo Ríos Alcalá, provenientes
principalmente de los yacimientos de Comala y compuestas para mejorar su calidad, se
designaron como: MTP1, MTP2,MTP3, MTP4, MTP5, MTP6 Y MTP9 (todas ellas de
barros de COMALA); MTP7, MTP8 Y MTP10 (de barro de PATICAJO,ver anexo 9). En
34
otra fase, el trabajo se realizó con muestras de barro que contenían mezclas de los barros
de Comala y Paticajo que se denominaron MT100 y MT200.
Con las muestras MTP, el artesano elaboró un total de 8 piezas de barro bruñido que se
trabajaron durante un periodo de 8 días a partir del 11 de enero de 2001 y fueron
necesarias dos quemas. Las piezas fueron elaboradas en el taller del museo universitario
de artes populares, y el quemado en terrenos del jardín del arte de Villa de Álvarez, Col.
En el segundo semestre de 2001 se incorporó el joven Pablo Quezada, ya como
investigador del CENCADAR, para hacer mas pruebas. Se le dieron 2 muestras de barro,
procedentes de Paticajo, con las cuales pudo trabajar muy bien ya que estaba
acostumbrado a ese tipo de barro.
A juicio de Pablo, la diferencia entre el trabajo de Don Memo y el suyo, tiene mas
bien que ver con la manera de hacer el bruñido y es la costumbre de cada uno la que se
impone a la hora de calificar las muestras.
En el tercer semestre del proyecto se integró al equipo de alfareros el Prof. Alberto Díaz
de Cossío, quien con la asistencia de Pablo Quezada comenzó a experimentar con las
muestras de arcilla. Se le entregaron 7 muestras que correspondían a dos yacimientos
(Paticajo y Jiliotupa) en diferentes proporciones (100%, /80/20, 60/40, 50/50, 40/60,
20/80). Las mezclas resultaron satisfactorias si bien la que contenía mas porcentaje de
Paticajo era mejor ya que Jiliotupa era menos plástica. Los problemas se presentaron
después de la cocción pues aquellas piezas que contenían barro de Jiliotupa en mayor
proporción, comenzaron a presentar brotes blancos que dañaron el esmalte y el bruñido y
que resultaron se contaminantes de calcio.
Todas la arcillas recolectadas mostraron características interesantes, aunque
muchas de ellas no pueden usarse como barro para modelar. De hecho, sólo tres arcillas
son útiles, las restantes podrán ser usadas para añadir características de otros tipos a las
35
arcillas seleccionadas; como esmaltes en alta temperatura (1200°c), lo que les da un
toque particular ya que al tener puntos de fusión relativamente bajos, dan textura y un
color particular a las piezas. Pueden también usarse en baja temperatura como engobes,
o bien como degrasantes para aumentar el grano de arcillas muy plásticas(que se pegan
en las manos haciendo difícil su modelado).
A continuación se desglosa la información sobre las pruebas efectuadas en las
arcillas, de acuerdo a su procedencia geográfica; los resultados que obtuvo Guillermo Ríos
en sus pruebas se pueden ver en el Anexo 10.
En primer lugar se hablara de las arcillas de Comala, que son las que se
encuentran en mayor cantidad y están en 3 bancos, “las trancas”, “el pedregal”, y “la cruz
de Comala”. Estas arcillas parecen tener las mismas características, algunas muestran
mayor plasticidad dependiendo de la veta de barro en la que se encuentran.
5.1 Características de las arcillas. Por Pablo Quesada
a) ARCILLAS SIN MEZCLAR
Yacimientos en COMALA
Las Trancas. Los ladrilleros del lugar mezclan su barro para poder darle la “correa”
necesaria, es decir el punto que ellos quieren. Se trata de un barro muy arenoso que
encoge normalmente, tiene cierta plasticidad ideal para el trabajo que realizan, puede ser
usado para quitar un poco de plasticidad a barros que tengan en exceso. Encogimiento de
5 % en el secado, y 5 % en la quema siendo normal en arcillas de estas características a
los 900 ° c.
El pedregal. Este barro parece ser el de mejor calidad de los tres tanto que los alfareros lo
prefieren para sus piezas, tienen buena plasticidad y un color rojizo, característico de las
36
arcillas con óxido de hierro . Su encogimiento, es de 5 % en el secado y 5% en la quema,
normal a 900°C.
La Cruz. Este barro es muy sucio, tiene poca plasticidad, por no decir que carece de ella,
contiene mucha arena, ideal para teja y ladrillo puede usarse como degrasante en arcillas
demasiado plásticas, o en alta temperatura como esmalte, soportan los cambios de
temperatura o el llamado choque térmico. Encogimiento, de 5% a 7% en el secado 5% en
la quema a 900° C.
Yacimientos en MINATITLÁN
Paticajo. Quizás la mejor de la arcillas encontradas, con buena plasticidad, color y textura;
se obtienen bruñidos de excelente calidad, al parecer soporta los 1200°C. Presenta un
mayor contenido de sílice que la de Comala, lo que permite un punto de fusión más alto.
Tiene el encogimiento normal de las arcillas, húmeda o en el punto listo para la cocción
que es de 10% después de la cocción a 900°C. Mientras mayor la temperatura van
reduciendo estas arcillas.
Presa de Colas. Supuesto caolín, no tiene plasticidad, se puede usar como esmalte de alta
temperatura o degrasante.
Presas de Colas, arcilla. Tiene cierta plasticidad, un color crema interesante, olor
agradable cuando se humedece. Tiene un encogimiento notable de 7% en el secado y en
la quema.
Camino a Tierra Blanca. Caolín, tiene las misma características que el de Presas de
Colas.
Camino a Tierra Blanca, arcillas. En el camino a Tierra Blanca se encontraron tres arcillas
de diferentes colores, pero ya molidas y húmedas son difíciles de trabajar ya que no tienen
plasticidad.
Yacimientos en la ZONA DE LA COSTA.
37
Star de México. Es un barro muy plástico que se pega en las manos en exceso, se
comporta de manera extraña, es decir, ni el de Paticajo tiene las características de este
barro aunque tiene la misma coloración en húmedo. Si se hace un “churro” de
aproximadamente 15 cm. Y lo sostenemos en el aire de la parte de en medio, mantiene
cierta rigidez, en cambio, los otros barros se vencen por la gravedad. Se pueden tener
problemas al usarlo sin mezclar. Tiende a encoger mucho, 10% en el secado y en la
quema, pierde lento la humedad, acepta gran cantidad de agua. Ya cocida encoge un
poco más, difícilmente se logra una pieza con este barro.
Custodio Aguilar. Es una arcilla que tiene cierta plasticidad, contiene mucho desecho
orgánico es de coloración café oscuro, puede tener uso en baja temperatura.Este barro
también tiene un encogimiento considerable que va de 5% en el secado y puede encoger
5% tras la quema.
Jiliotupa. Es un barro con poca plasticidad, con un color rojizo en húmedo, pero tiene el
grave problema de estar contaminado con calcio, que hace su aparición después de la
quema, se hizo una barra con el barro muy molido para ver si siguen apareciendo estos
botones blancos, y continuaron apareciendo. Tiene un encogimiento normal de 7% al
secado y 3% en la cocción.
Rincón de López. Tiene una coloración muy parecida a Jiliotupa, poca plasticidad, puede
ser usado para hacer ladrillo o teja. Tiene un encogimiento del 11% en el secado.
Playa de oro. Tiene una coloración rojiza, pareciera chile en polvo tiene un mínimo de
plasticidad, y es difícil de trabajar con este barro, puede ser usado como degrasante, para
hacer pasta rakú, o usarlo como esmalte en otra temperatura, tiene la característica de ser
un poco refractario quemado a 1200°C. Se comporta como arcilla refractaria, para poder
hacer ladrillo más resistente al calor . Tiene un encogimiento de 3.5%.
Yacimientos en TUXPAN, JAL.
38
Las arcillas encontradas en Tuxpan no están en una mina muy grande, de hecho,
posiblemente ya no exista el lugar de recolección porque se hizo una construcción en el
lugar. Las arcillas encontradas fueron cinco, de las cuales tres mostraban indicios de
plasticidad, pero muy pobre, pueden ser usadas en fabricación de esmaltes a alta
temperatura ya que tienen un punto de fusión bajo.
Tuxpan 1. Poca plasticidad. Encogimiento del 10%.
Tuxpan 3. Cierta plasticidad parecida a la arcilla de Comala. Encogimiento del 10%.
Tuxpan 4. De difícil modelación. Encogimiento, del 10%.
MEZCLAS DE ARCILLAS (experimentales).
En el taller se hicieron una serie de mezclas para ver las reacciones de las mezclas
entre ellas y con otros materiales, con la finalidad de encontrar un mejoramiento en las
arcillas.
Presa de colas y Star (80 y 20%): Tiene buena plasticidad, se puede modelar y bruñir
bien, desgraciadamente la arcilla de presa de colas es muy poca. Encoge mucho, 5% en
húmedo y 7% en la quema.
Comala con papel: Aumenta la plasticidad con papel de baño disuelto en agua, quema
bien, haciéndolo ver un poco poroso. Tiene un encogimiento normal del 10%.
Star con caolín: El supuesto caolín fue agregado al barro para reducirle su plasticidad, se
dejó trabajar bien, pero al momento de salir del horno se deformó por completo, formando
un arco en la figura de la barra de 10 cm. Es difícil medir el encogimiento por la forma que
tomó la barra pero es de aproximadamente de 10%.
Dentro del grupo de muestras experimentales, las hechas con arcilla de Playa de
Oro, tiene una característica interesante, un craquelado parcial. Se agregó arcilla de la
llamada Star de México, para aumentar la plasticidad de esta arcilla y poder modelar
alguna figura de barro, dando como resultado unas texturas y colores muy parecidas a los
39
de algunas piezas japonesas. Las mezclas fueron hechas en distintos porcentajes, para ir
aumentando su plasticidad, ésta se iba mejorando en húmedo, pero se revientan y son
fáciles de desmoronar después de la quema.
Playa de oro (80) y Star de México (20).
Esta mezcla resultó muy buena con una plasticidad aceptable, y un encogimiento
del 8%, a los 900°C., al existir una mayor presencia de Star, la deformación y los cambios
de textura y color comienzan a hacerse evidentes. Las proporciones fueron las siguientes.
Playa de oro 50 y Star 50; Playa de oro 60 y Star 40.
La mezcla que resultó un “desastre” fue la de Star con Tuxpan. Estas mezclas en
húmedo parecían muy prometedoras, ya que se comportaban bien y se dejaban manejar
muy bien, el problema vino al momento de la quema enchuecándose mucho (las barras de
10 cm), y tomando textura de resequedad. Las proporciones fueron:
Star 70, Tux4, 30; Star 70, Tux3, 30; Star 70, Tux2, 30; Star 70, Tux1, 30.
Todas estas mezclas se quemaron a 900°C.
MEZCLAS ENFOCADAS A BUSCAR UN MEJOR BRUÑIDO.
Barras en porcentajes de, 100, 80/20, 60/40, 50/50, 40/60, 20/80, 100.
Paticajo y Comala: Esta mezcla es muy buena, de hecho no importa en donde se
encuentra el porcentaje mientras se usen mezcladas; mientras más Paticajo se tenga en la
mezcla, mayor es la plasticidad. Encogimiento de 7% a 900°C.
Paticajo y Star de México: A 900°C se hicieron 7 barras de pruebas. Es difícil el secado
con Star de México , además existe deformación en las barras que contienen más Star.
Encogimiento, mientras más Star de México contenga el barro, más se encoge. En la
Mezcla de 50/50, donde hay más equilibrio, es de 10% en el secado (difícilmente se logra
una barra en la quema).
40
Comala y Star de México: Es de difícil secado, cuando contienen más “ Star”; buena
plasticidad en las mezclas 50/50, 80 C, 20 S, 60 C, 40 S. Encogimiento en la mezcla
50/50, es del 15% en la quema.
PRUEBAS A DOS FUEGOS.
En estas series de pruebas las arcillas recolectadas se sometieron a dos fuegos o a
dos quemas; la misma arcilla sin agua se metía en un tazón pequeño a la temperatura de
900°C y otro tazón a 1200°C, con el propósito de observar los tres cambios (sinterización,
vitrificación y fusión) de las arcillas para conocer su resistencia al fuego e ir formando
grupos de arcillas para diferentes usos. En la sinterización, se comienzan a observar la
agrupación de las partículas de arcillas; comienza una acumulación en ocasiones dura
pero de fácil ruptura.
La vitrificación se comienza a observar cuando la arcilla está en los límites o a
punto de convertirse en vidrio; la agrupación de la arcilla es más fuerte y difícil de separar
sus partículas. La fusión, como su nombre lo dice, es cuando las partículas ya se han
integrado en una roca fundida, en ocasiones negras, verdes oscuras y con brillos
nacarados.
La importancia de estas pruebas nos permiten conocer los diferentes usos de las
arcillas: como esmaltes de alta temperatura, o como degrasantes sustituyendo a otros
materiales para dar plasticidad; como arcilla refractaria, como engobes, como índices para
conocer la temperatura que puede soporta una arcilla sin sufrir gran cambio, o sin llegar a
fundirse. (Ver anexo 11, “Mezclas y barras”).
PRUEBAS DE ESMALTES CON EL TRIAXIAL. (Pruebas hechas de l050°C A 1200°C).
El triaxial es uno de los métodos para la producción de vidriados. Es una de las mas
“sencillas”, aunque en ocasiones si se desconoce su funcionamiento, puede generar
dudas, ya que los triángulos más confusos son los del centro por la gran cantidad de éstos
41
(Ver Lámina 1). Una vez que se conocen los sentidos de las líneas este método se vuelve
mas sencillo.
El triaxial cuenta con 3 elementos; una frita o esmalte, al cual llamaremos fundente,
un estructurante o hacedor de vidrio(sílice), y un viscosificador.
Descripción: Se debe de tener en cuenta el sentido de las flechas, comenzando con el
fundente (esmalte) que se encuentra del lado derecho del triángulo, después el
estructurante que se encuentra del lado izquierdo de nuestro triángulo, y por último el
viscosificador, que se encuentra en la parte inferior del triángulo.
1.- Si se quiere saber la cantidad de partes o porcentajes que pertenecen a cada triángulo,
se debe poner atención en la parte superior de cada triangulito (ángulo superior).
2.- Nuestras guías serán la dirección de las flechas, que se juntarán en el ángulo superior
de cada triángulo.
EJEMPLO: Si se quieren conocer las cantidades del triángulo número 5, comencemos con
el fundente (lado derecho), asi el número 5 tendría 80 partes de éste.
Ahora veremos el estructurante, si queremos saber su cantidad del número 5 otra vez
debemos observar el sentido de la flecha (lado izquierdo), una vez mas de guía, la punta
del triángulo(num.5), así la cantidad de este será 10 partes.
Viscosificador, éste se encuentra en la parte inferior de nuestro triángulo, el
procedimiento es el mismo que el de los dos materiales anteriores, observar la dirección
de la flecha que corresponde a nuestra punta del num. 5, así será de 10 partes.
Nota: la suma de todas las partes de cada triangulo debe ser 100, así el numero 5 tendrá
100, el 6, 100, etc., independientemente de los materiales que contengan deben de sumar
100.
42
En el taller se hicieron en un principio 4 pruebas, dos en “baja temperatura” y dos
en alta temperatura. En “baja”, se usaron dos esmaltes o fritas donadas por FONART, el
cover y el San José, describiendo de esta manera el triángulo.
En el lado derecho del triángulo San José, (fundente), en la parte izquierda como
estructurante Tux4 (barro como sustituto de la sílice), y en la parte inferior del triángulo
Calcio (viscosificador). En la otra prueba de baja fue Cover como fundente, Sílice como
estructurante y Calcio como viscosificador.
En alta temperatura, se usó un barro que tuviera el punto de fusión bajo como
fundente, sílice como estructurante y calcio como viscosificador. En las otras pruebas se
usó: Feldespato como fundente, tierra blanca como estructurante y calcio como
viscosificador.
Estas pruebas constan de dos etapas, la primera busca conocer el comportamiento
del esmalte, su craquelado, su dureza, su brillo. En la segunda etapa se agrega el color,
con los óxidos de hierro, manganeso, cobalto, cobre y cromo. Es aquí donde se
comienzan a observar cambios en las texturas y fondos, la pasta tiene mucho que ver y
es un factor que puede hacer cambiar un mismo esmalte y darle otro tono. El proyecto
entonces podría convertirse en un cuento de nunca acabar, ya que cada quema o prueba
que se realiza nos muestra caras nuevas, en ocasiones poco perceptibles del barro.
PASTAS
La pasta o barro, es la materia prima con que se realiza el trabajo alfarero; cada
artesano le da el toque propio para dejarla a su gusto, con la sensación de plasticidad que
debe de tener el barro para el tipo de trabajo que va a realizar, el esmalte a utilizar, la
temperatura de quema, el encogimiento, todos, factores que determinaran el acabado y la
calidad de las piezas. Todo lo anterior se debe tomar en cuenta para obtener una pasta o
43
barro al gusto. Y para ellos, deberían probarse todos los barros de la localidad, viendo su
contracción o merma, su punto de sinterización, vitrificación y fusión, sometiéndolas a
distintas quemas, y así comparar con algunos materiales industrializados y sustituirlos
para aminorar costos y obtener efectos de los colores de la región.
Pastas comunes:
Ball clay (arcilla bola). 60 60 60 60 60
Feldespato. 10 15 10 10 5
Sílice. 10 5 15 10 10
Caolín. 10 10 5 15 10
Arcilla refractaria. 10 10 10 5 15
100%
Misma mezcla con materiales locales:
Paticajo. 60 60 60 60 60
Comala, Tuxpan. 10 15 10 10 5
Tierra blanca. 10 5 15 10 10
“Caolín.” 10 10 5 15 10
Playa de oro. 10 10 10 5 15
100%
44
Lámina 1
45
Las mezclas se convierten en un ciclo para obtener pastas de diferente calidad. El
número mayor puede variar, a 70, 50, 40, 80, y experimentar con diversas mezclas para
obtener lo mejor de nuestros barros. Ver Anexo 13, “Pruebas de Pablo Quezada”
6. CONCLUSIONES DE LAS PRUEBAS ALFARERAS.
A pesar de que los experimentos deben continuar, lo que las pruebas arrojaron
como una realidad es que no es deseable usar un solo tipo de arcilla. Una pasta para
trabajar bien debe contener al menos dos arcillas; incluso los que hacen ladrillos no usan
solas sus arcillas, usan mezclas de barros y arenas para darles el punto exacto que su
trabajo requiere. No se puede estar en busca de una sola arcilla para trabajar con ella.
Las arcillas útiles hoy día, son en mayor medida feldespáticas, encontrando en menor
medida caolinitas. Posiblemente el horizonte de las arcillas mejorará si crece la demanda
que por el momento es pequeña en Colima. Las existentes satisfacen la demanda
tomando en cuenta que todas las arcillas sirven, no hay que desecharlas. La técnica
usada por los talleres en Colima y los hornos en producción, es adecuada para la mezcla
de Comala y Paticajo incluso éstas solas. Se deben mejorar los hornos y el manejo de las
temperaturas; los artesanos de Colima no podrán realizar piezas utilitarias para uso
doméstico de un mercado más exigente si la dureza de las piezas no mejora y ello tiene
que ver con las instalaciones de los talleres. Las pruebas realizadas en el taller del
CENCADAR ( Ver Anexo 12) demostraron que con las arcillas locales se podría quemar
fácilmente a temperaturas mayores a 600°C que es la temperatura a la que queman los
hornos de los alfareros de Colima (para objetos bruñidos) pues se alcanzaron, sin
problema para las arcillas, las temperaturas de 900° y 1160°C. De esa manera podrán
46
tener acceso al uso de mezclas, esmaltes y terminados que ahora no pueden usar por el
poco control de las temperaturas de los hornos.
Si bien decimos que las muestran tienen diferentes usos y todas sirven para algo,
no todas pueden usarse de la misma manera (Ver cuadro 4) . Las arcillas para ladrillos no
sirven para hacer objetos modelados o moldeados y otras, las menos, por sus
propiedades pueden usarse como arcilla base; otras como desgrasante, o como engobes
o esmaltes, otras, para incrementar o reducir la plasticidad de la pasta. Dada la calidad de
las arcillas es posible aumentar la temperatura de las quemas pudiendo llegar a 900 y
1160ºC. La tecnología de cocción usada por los alfareros locales (600-800º C) es
adecuada para las mezclas de Comala y Paticajo e incluso para el uso de estas arcillas
solas, pero no es adecuada para fundir los esmaltes que contienen plomo que de hecho,
la NOM ya no acepta. Quizá para un futuro que logre desarrollar los talleres de alfarería,
habrá necesidad de experimentar creativamente para encontrar nuevas líneas de
productos que se adecúen tanto a las necesidades locales como a las propiedades de las
arcillas y encontrar nuevas opciones de mercado.
En opinión de David Zimbrón, una vez que un alfarero o un taller obtiene la
combinación ideal, que la pasta se siente bien en las manos, que da buenos resultados
para el trabajo manual y los moldes, ya no hay que modificarla; se utilizará generalmente
la misma. Si algún día, por algún accidente la mina cambió, “te vas a dar cuenta por el
mismo resultado, por eso hay que ser muy observador del comportamiento general de
todo el proceso desde que se construye hasta que se cuece...”20 De acuerdo con los
resultados que obtuvo Alberto Díaz de Cossío, llegó a la conclusión de que “Paticajo es mi
arcilla preferida y Comala es muy buena, mucho mejor que las de Tonalá, Jalisco...” Para
Zimbrón, la mezcla Comala-Paticajo, con mayor proporción de la segunda, funciona bien;
“entonces, si esas mezclas funcionan bien, ¿para qué estamos volviendo a trabajar con el
47
Paticajo puro?”, refiriéndose a los experimentos que se hacen en el taller de cerámica del
CENCADAR. “Y en cuanto a los barros que pueden servir para engobes es porque tienen
óxidos colorantes de los que no se necesita mas que entre 8 y 10% y de una granulación
muy fina; la arcilla con óxido de hierro mientras más fina, más naranja y mas profundo es
el color y no puede quemarse a mas de 800, 900 grados porque el mismo óxido empieza a
sinterizar y a formar partículas más grandes y el color se va instantáneamente.” 21
Los análisis químicos y cristalográficos hechos por las universidades para este
proyecto, son, en palabras de David Zimbrón, “muy costosos como para que alfareros
como yo o pertenecientes a comunidades étnicas, o fabricantes de alfarería lo puedan
pagar. Entonces nos basamos en una serie de procedimientos empíricos que tienen
resultados acertados (como los) índices de plasticidad, el encogimiento al secado, el
encogimiento a la quema, la tolerancia a la temperatura y lo quemamos en muchas
temperaturas... con resultados distintos de color. La composición la vemos a través de la
elutración22 ...un procedimiento que nos informa cuanto de arenas, cuanto de arcillas, que
tipo de arenas, que grado de fusión tienen todos los materiales. Ese tipo de investigación
si lo hacemos para saber con qué, a queé nos estamos enfrentando. Nuestro resultado
tiene que ser práctico también y nos tiene que dar el índice de plasticidad, de arenosidad y
todo en una regularidad, acercándose a la fórmula ideal relativamente; podemos entender
un poco qué está pasando y cómo manejar ese material y si le hace falta un agregado de
algo o como componerlo. A veces, en casos extremos no vale la pena ni intentarlo porque
saldría carísimo. No podemos quitarle la bentonita a los barros locales, pero sí preparar
una pasta bastante poco plástica que neutralice el efecto que está causando la bentonita.
¿Cuánta? Se tiene que probar hasta que te lo tolere...”
Lo que es innegable, y el desarrollo del proyecto de investigación lo comprobó, es
que la experimentación es una fase necesaria de cualquier proceso donde intervenga la
48
creatividad humana para mejorar, innovar y actualizar conocimientos de cualquier oficio.
Para el caso concreto de los alfareros, en la Presentación a la reedición de un viejo pero
vigente texto sobre la cerámica, Juan Carlos Reyes subraya este aspecto:
“Actualmente el artesano tiene a su disposición una rica gama de colores, esmaltes
y pastas que adquiere listas para usarse. Pero esto, a la vez que representa una ventaja,
es también una limitante. Conocer los principios para su formulación y preparación
permitirá al alfarero experimentar, y con ello recuperar el principio básico de la innovación:
el hallazgo...”23
Precisamente los hallazgos de la etapa experimental ha permitido al Taller de
Cencadar proponer a la comunidad alfarera de Colima algunas soluciones a ciertos
problemas, como el encogimiento excesivo y la rotura de las piezas, que merman mucho
la producción. Asimismo, por las pruebas hechas por Pablo Quezada y David Zimbrón, ha
sido posible proponer nuevas líneas de productos como vasijas bruñidas decoradas y
macetas con esmalte tipo mayólica. Las asesorías que se han dado durante un año a los
alfareros que al principio se acercaron incrédulos y desconfiados para luego dejar la
timidez y obtener respuestas a sus preguntas, han ido aumentado, aunque lentamente.
Pocos alfareros tienen el tiempo y el dinero para experimentar y probar materiales nuevos;
es un lujo alejarse de la producción y todavía no se percibe la actualización de la
información como una inversión productiva. Hace falta proponer diversas vías para la
capacitación y la actualización del oficio. En este contexto, el Taller de Cencadar decidió
producir directamente las nuevas líneas y ofrecer la asesoría que se le solicita
incorporando a los alfareros, al menos durante unas horas, al proceso de trabajo mientras
se explican los procedimientos. La técnica de “aprender-haciendo” y el efecto
“demostración” se han convertido en ejes de las asesorías y los talleres de capacitación
más formales que se ofrecen, mientras tiene lugar la producción de vasijas bruñidas y
49
decoradas con motivos geométricos inspirados en los objetos prehispánicos de la región.
Esta producción está bajo la responsabilidad de Pablo Quezada, responsable del taller y
no está de más agregar que las vasijas ya iniciaron, con buenos augurios, su camino al
mercado a través de la dependencia comercializadora de la Universidad de Colima.
Otra conclusión importante e interesante desde el punto de vista de la investigación
aplicada al trabajo productivo es que los análisis de laboratorio no pueden ser
interpretados fiel, eficiente y correctamente sin un conocimiento a fondo del trabajo
específico en el que se utilizarán. Sólo los profesionales de la cerámica, en este caso,
profesores y alfareros, pudieron sacar provecho de los resultados al hacer las conexiones
necesarias con su experiencia personal. Y sólo quienes, además de ser profesionales del
trabajo cerámico, han tenido un entrenamiento en la comprensión y análisis de procesos
físicos y químicos de los materiales que usan, es decir, que en su trabajo cotidiano no se
orientan únicamente por el sentido común sino que han vinculado la experiencia con los
conocimientos científicos, los resultados de los laboratorios pudieron ser inmediatamente
inteligibles. Por ello es tan importante que las universidades desarrollen permanentemente
programas de divulgación de la ciencia y que los profesionales de cualquier actividad
tengan acceso a la capacitación contínua, especialmente cuando hablamos de procesos
productivos en constante cambio; por otro lado también es fundamental que los científicos
de laboratorio se preocupen por conocer cuáles son los oficios y procesos de trabajo
concretos con los que sus hallazgos y experimentos están relacionados.
50
Cuadro 4. USOS CERÁMICOS PROPUESTOS PARA ARCILLAS DE COLIMA
YACIMIENTO TIPO DE
MATERIAL ARCILLA
BASE MEZCLA ENGOBE DEGRASANTE ESMALTE
“EL PEDREGAL”
Arcilla c/ óxido
ferroso
X
X
X
“CALLEJON LAS
TRANCAS”
Arcilla c/ alto
contenido de arena
X
X
“CRUZ DE COMALA ”
Arcilla c/ poca
plasticidad
X
·”PATICAJO” La mejor arcilla, soporta 1200ºC
X
X
“CHANCHOPA” Arcilla
X
X
“ESTAR DE MEXICO”
Arcilla muy plástica
X
X
“JILIOTUPA” Arcilla c/ carbonato de calcio
X
X
“EL CHAVARIN”
Arcilla poco plástica
X
X Pasta
Raku**
X
X
“RINCÓN DE LOPEZ”
Arcilla c/ materia
orgánica
X Baja
Tempera tura
X
X
“TIERRA BLANCA”
Sílica X
“PRESA DE COLAS” A) B)
Sílica Arcilla
X
X
X
“PUENTE DEL F.F.C.C.”
Polvo de
roca
X
X Alta
Tempera tura
NOTA: El cuadro describe los usos que se le dieron a las arcillas encontradas en los diferentes yacimientos en varias pruebas efectuadas en Cencadar; se marcan con x las arcillas que por sus características se les ha encontrado un uso específico. El artesano decidirá el uso que le quiera dar a éstas, el uso recomendado está marcado.
** Ver Glosario.
51
GLOSARIO DE TÉRMINOS. Por David Zimbrón y Pablo Quesada
Arcilla refractaria: Son resistentes al calor y tienen un punto de fusión muy alto, entre 1600
y 1700° C.
Barra de prueba: Son usadas para observar la merma o encogimiento de nuestros barros,
su plasticidad y retención de la humedad. Una vez que tienen la primera quema se puede
observar la resistencia al fuego su encogimiento(ya quemada), y que tanto líquido detiene.
Bentonita: arcilla volcánica muy plástica, con mayor porcentaje de silicio que de alúmina.
Tiene un tacto graso y aumenta entre 10 y 15 veces su volumen al entrar en contacto con
el agua. Funde a los 1200° C.
Caolín: arcilla primaria utilizada para la fabricación de porcelana, tiene color blanco.
Chamota: Arcilla biscochada y cocida, ejemplo: Paticajo a 900°, usada como degrasante.
Degrasante: Arcilla utilizada para bajar la plasticidad de arcillas muy plásticas, ya sea con
chamota o arcilla de grano grueso (Comala, tierra blanca, etc.).
Engobe: son barros de colores que se utilizan para dar color a las piezas(pigmentos)
bruñidas o esmaltadas, estos se pueden hacer con barros naturales o pigmentos
comerciales y óxidos, mezclados con el barro local para que pegue o se ligue en la pieza.
Fusión: Las partículas se funden y forman una roca fundida en colores verdes oscuros y
negros.
Límite líquido: o límite de fluidez es el punto en que la mezcla de arcilla y agua empieza a
escurrir. Mientras más arcilla contiene un barro, mas agua necesita para llegar a este
punto. Si la arcilla se Montmorillonita (bentonita) ella absorbe gran parte del agua dentro
de la cristalización y no empieza a suavizarse hasta que no está saturada.
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Límite plástico: o límite de enrollamiento es el punto en que la mezcla arcilla y agua puede
enrollarse sin partirse con el mínimo de agua posible. La prueba se hace formando un rollo
de b arro de 1 centímetro de diámetro y se enrolla en un dedo. Se amasa sobre una placa
de yeso y se vuelve a enrollar al punto que empiece a quebrarse. (La mezcla se hace
pesando una cantidad precisa de barro seco). Al final, se pesa el rollo para determinar
cuánta agua absorbió en este punto. Para cada barro, los puntos de fluidez y
enrollamiento son diferentes y están determinados por la relación siguiente:
Fluidez = Peso seco X 100 Peso húmedo Enrollamiento= Peso seco X 100 Peso húmedo Ïndice plástico= fluidez – enrollamiento El índice de plasticidad promedio es de 25 (30 es demasiado, 20 es poco). Marga: Composiciones arcillosas que contienen calcio en alguna medida y/o magnesio; se
clasifican en tres tipos de productos, las arcillas margosas contienen hasta 6% de calcio o
de magnesio, las margas arcillosas contienen entre 6 y 20% de caliza o de magnesio y las
margas cálcareas contienen de 21 a 50 o 60% de caliza y ya no pueden ser utilizadas
como barro, sólo para mezclar en otra pasta.
Plasticidad: Es la cualidad que tiene la arcilla para conservar la forma que se le ha dado
sin deformarse.
Rakú: Técnica japonesa que es utilizada en piezas con esmaltes de baja temperatura,
tienen gran resistencia al choque térmico o cambio brusco de temperatura ya que una vez
que fundió el esmalte son sacadas del horno al rojo vivo, se meten en hojas secas o viruta
de madera y enfriadas rapida mente en agua. Las piezas son usadas en el ritual del té,
son piezas únicas por que cada pieza tiene tonalidades diferentes.
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Sinterización : la sinterización en el lenguaje del ceramista es cuando las partículas de las
arcillas alcanzan la máxima dureza al unirse entre ellas.
Vitrificación: Es la formación de las partículas de las arcilla en vidrio, poco falta para la
fusión.
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1 Townsend Richard E., El antiguo occidente de México, arte y arqueología de un pasado desconocido,”Tabla cronológica del antiguo oeste de México”, 1998, p. 14. 2 Municipalidad de Colima, Padrón de las manzanas formado con arreglo al reglamento de Guardia Nacional de 20 de enero de 1861. Archivo Histórico del Municipio de Colima, sección D, caja 111, exp. 18. Los viajeros que reseña Servando Ortoll, hablan de una “loza de barro rojo liviana, fuerte”; de “loza de barro café de la región” y se señala a Villa de Alvarez como lugar donde se confeccionaba alfarería, sombreros de palma y se tejía el algodón. 3 Sin embargo, debe haber habido una buena época en la producción contemporánea de barro. En la ciudad de Colima, un alfarero de 67 años de edad recordaba nombres y apodos de “grandes alfareros de Colima” como “El Indio”, Agapito, “El Chivo”, y Miguel Alvarado, que era el maestro de todos ellos, refiriéndose a una generación anterior a la de él. (Entrevista con RRA, 25 de febrero de 2000). 4 Hay otro tipo de trabajadores que también usan el barro como materia prima; se trata de los que fabrican ladrillos y adobes, los que, según las últimas cifras censales (censo industrial de Colima, 1998), son poco más de 200 personas en 64 talleres. 5 Las cocciones pueden ser dos, depende del terminado de la pieza; si ésta es bruñida (pulida) solo lleva una cochura, si se le añade un vidriado, requiere dos cochuras. En la alfarería de Colima es más común el producto bruñido, coloreado con tierra (engobe) o pintado y eso solo requiere una cocción. Solo la loza doméstica, cazuelas y ollas que llevan “greta” (vidriado a base de plomo) se cuecen dos veces; la primera, para endurecer el barro, la segunda, para fundir el esmalte. 6 Otros precios: cazuelas pequeñas, 5 pesos, cazuela grande para mole 120 pesos; molcajetes, 4.50; pedestales o columnas para colocar macetas: 30 pesos; loseta para piso 8.50; teja, 2.50 la pieza. (precios del año 2000 y 2001). 7 “Yo fui muy buen comalero, ¿sabe cuantos comales hacía en un día? 150...costaban 2, 3 centavos, eso era en 1940 cuando las piezas de pan valían a dos por centavo”. (Entrevista a G.O.L., agosto, 2001). En mayo de 2001, el último comalero de Comala dijo que en 1985 vendía sus comales a 60 centavos cada uno, y hacía 100 en tres horas. (Entrevista con C.C.F., mayo, 2001). 8 “...la producción alfarera del estado de Colima es muy limitada, casi podemos decir que se han extinguido los talleres... En Colima, en la calle Pino Suárez, cuando yo era niño [ ca. 1930]. .había aproximadamente como 10 alfarerías...en la actualidad no hay ninguna...En aquellos tiempos la gente decía, vamos a comprar ollas y cazuelas a la calle de las alfarerías...” (Entrevista a G.O.L., Tecomán, agosto, 2001). 9 Los comerciantes dijeron: “afuera hay más surtido, mejores precios y mejor calidad”. “Aquí en Colima, las macetas no son de tamaños homogéneos, no están hechas en molde y las que sí, son muy delgadas y no están bien cocidas...” (Entrevistas a dueños y encargados de los nueve viveros de la ciudad de Colima, tres tiendas donde venden macetas y tres locales de mercado, mayo de 2002). 10 En la historia de la alfarería, la forma mas primitiva de quemar fue a nivel del suelo haciendo una hoguera alrededor de las piezas (horno a cielo abierto), manera que aun subsiste en algunos parajes mexicanos. Poco a poco se fue modificando la forma de quemar construyendo un hogar en forma de cilindro con entrada para leña a fin de conservar el calor y ahorrar combustible lo cual es un invento de la época Paleolítica de la humanidad y es la manera mas común en la alfarería mexicana actual. En la evolución de los hornos, a los cilindros se les hizo un techo en forma de cúpula, en ocasiones con varias entradas para la leña. 11 Otros esmaltes, sin plomo, requieren para fundirse de temperaturas entre 900 y 1,000 grados centígrados. La “alta temperatura” se refiere a temperaturas mayores a 1,200 grados C. 12 ELIZONDO M., Miguel F.; “La Evaluación del Impacto Ambiental por la Edificación en Asentamientos Humanos”; Tesis de Maestría, Universidad de Colima, 1990; Cap. I. 13 PODER EJECUTIVO FEDERAL; “Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente”; Diario Oficial de la Federación, México, 30 de diciembre de 1988; Titulo II, Cap. IV. 14 GOBIERNO DEL ESTADO DE COLIMA; “Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable del Estado de Colima” Suplemento No.1, Periódico No. 26, 15 de junio de 2002; Titulo III, Cap.V. 15 Arcilla: SiO+ AlO+Na+FeO+H2O+materia orgánica 16 Entrevista con el Prof. David Zimbrón, Colima, 4 de junio de 2003. 17 Idem 18 Idem y García López Marcelino, Manual completo de artes cerámicas, CENCADAR, México, 2001, pp 61-62; 64-65, 19 David Zimbrón en entrevista. 20 Idem 21 Idem
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22 Una separación de los componentes arcillosos que son de tamaño coloidal finísimo, de los materiales arenosos que siempre serán, por lo menos, mil veces mas grandes en cuanto a la granulación, entonces se dispersa el material en mucho agua, con agregado defloculante habeidno pesado antes el barro en polvo. Eso se puede poner en una licuadora y se licúa unos 10 minutos y se deja que sedimente el producto arenoso, se decanta el producto arcilloso que obviamente va a llevar partículas de granulación muy finas y contaminantes e impurezas que son de granulación muy fina pero que son parte del conjunto del material arcilloso. Se vuelve a poner agua con defloculante, se lavan perfectamente las arenas y toda esa agua se vierte en un recipiente secador forrado de papel secante o de periódico para recuperar el material arcilloso y todo el material arenoso. Una vez seco el material, se pesa por separado y entonces ya se sabe cuanto se tiene de material arcilloso con las impurezas y cuanto de material arenoso en esa composición. Comunicación de David Zimbrón. 23 Juan Carlos Reyes en Manual completo de artes cerámicas (2001), pág. 5