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© EL LIBRO DE TODOS LOS NIÑOSPrimera edición - Quito

Secretaría del Buen VivirMinisterio de EducaciónMinisterio de Cultura y Patrimonio

Impreso en El Telégrafo EPJunio, 2015300.000 ejemplares

Recopilación y adaptación de cuentos tradicionales:Ana Gabriela Mena

Concepto visual y diseño:Belénmena

Ilustraciones:Kiko Rodriguez

En esta publicación la palabra niños representa a los dos géneros: niños y niñas.

Los contenidos publicados han sido recopilados de diversas fuentes impresas y virtuales. Se han adaptado al lenguaje local para niños entre 5 y 10 años.

Prohibida la reproducción parcial o total con fines comerciales por cualquier medio, impreso o digital, en forma idéntica, ex-tractada o modificada, en castellano o cualquier otro idioma, sin autorización legal de la Secretaría del Buen Vivir.

ISBN 978-9942-07-822-3

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Un cuento antes de dormir constituye uno de los momentos más tiernos y hermosos de la vida, tanto para una niña o niño como para sus padres, abuelos o cualquier persona ma-yor que viva tan amorosa y trascendental tarea. Es el instante mismo en que nacen los sueños.

Esas fábulas o historias compartidas antes de dormir forma-rán una parte importante del delicado tejido que es la perso-nalidad de esos pequeños seres humanos.

La alegría de vivir, las aventuras, las virtudes y los valores, el amor incondicional, el encuentro con la belleza, en fin, la vida entera estará marcada por los primeros recuerdos, los cuidados, las canciones, la voz y la palabra de esa persona mayor que es para el niño un modelo y un ejemplo.

Construir una sociedad del Buen Vivir significa valorar la in-mensa responsabilidad que tenemos como padres de empezar a descubrir junto a nuestros niños los misteriosos y apasio-nantes caminos de la condición humana.

Te invitamos a abrazar a tus pequeños y a que, antes de darles un beso de buenas noches, les cuentes un cuento, un ejemplo, una historia que los podrá acompañar por el resto de la vida.

Secretaría del Buen VivirMinisterio de Educación

Ministerio de Cultura y Patrimonio

Por que un cuento antes de dormir?

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CoNTeniDoS

¿Por qué un cuento antes de dormir? 3¿Qué son las virtudes y los valores? 6Honestidad 8 Ping, el jardinero 10 Monseñor Leonidas Proaño, un hombre honesto 12 El pastorcito mentiroso 14Respeto 16 La perdiz roja 18 Nelson Mandela, el presidente más admirado de la historia 20 El penacho de Atahualpa 22Gratitud 24 Las lágrimas del dragón 26 Lao Tse, un filósofo que enseña sobre la gratitud 28 El árbol y el gato 30Perseverancia 32 Nunkui, creadora de las plantas 34 Eloy Alfaro, un presidente perseverante 36 Los tres pichones 38Humildad 40 La princesa Ratona 42 Gandhi, un líder humilde 44 El murciélago de colores 46Bondad 48 ¿De qué tamaño es la bondad? 50 Elisabeth Kübler-Ross, un ejemplo de bondad 52

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El cuervo vanidoso 54Generosidad 56 El Príncipe Feliz 58 San Francisco de Asís, un sacerdote generoso 60 Marco, el rico y Basilio, el desgraciado 62Responsabilidad 64 El ratón, el pájaro y la salchicha 66 Florence Nightingale, una enfermera responsable 68 El pequeño héroe de Holanda 70Innovación 72 Un grano de café 74 Albert Einstein, un gran descubrimiento 76 Un camino nuevo 78Amistad 80 Sudi y el tigre 82 Simón Rodríguez, el gran amigo del Libertador Simón Bolívar 84 Amigos 86Perdón 88 Momotaro 90 José Martí, un poeta que supo perdonar 92 Los guacamayos disfrazados 94Solidaridad 96 Los dos amigos 98 La minga, una forma solidaria de vivir 100 La chivita y la zorra 102

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Que son las virtudes y los valores?

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Imagina una semilla: tiene todo el potencial que necesita para convertirse en un gran árbol. Pero ¿qué es lo que le ayuda a cre-cer y dar fruto? ¡Sí, acertaste! El agua, el aire, el sol y la tierra con los cuidados necesarios de la poda, el abono y el riego. Así son las virtudes en las personas, como esos elementos que necesitamos para ser mejores individuos y ciudadanos. Las virtudes son características positivas que se cultivan en el corazón y que nos ayudan a alcanzar nuestras metas y a tener una vida feliz con las demás personas.

En nuestra sociedad se han establecido conceptos universales para relacionarnos con las personas y con la naturaleza; se llaman va-lores. Algunos de ellos son: la honestidad, el respeto, la gratitud, la responsabilidad, la perseverancia, la humildad, el perdón o la soli-daridad. Pero si los valores no se practican cada día no llegan a ser virtudes. Es igual a tener conocimiento sobre qué es regar, podar y abonar la tierra que alimenta al árbol; pero si no lo hacemos, el árbol no crecerá de la mejor manera. Cuando una persona practica los valores se dice que es una persona virtuosa; cuando la sociedad lo hace, se dice que es una sociedad virtuosa.

Muchas aventuras encontrarás en estas páginas; historias que te contarán sobre personajes virtuosos que se sirvieron de los valores para enfrentar exitosamente distintas situaciones y alcanzar las me-tas que se propusieron para beneficio de su vida y la de los demás.

Al leer, descubre los valores que quisieras poner en práctica para llegar a ser virtuoso y para que cada día sea mejor para ti, para tu familia y para las personas que te rodean.

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HoNEstiDAD

¿Qué es ser honesto?

Soy honesto cuando digo la verdad y busco hacer lo correcto.

A veces sentiré miedo o vergüenza de decir la verdad, pero recordaré que es justo actuar honestamente.

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Tomás caminaba alegremente por la vereda de su calle, cuando vio una moneda en el piso. La recogió e inmediatamente pensó en su hela-

do favorito; pero entonces se dio cuenta que la moneda podría ser del señor que estaba en la parada del bus. Se acercó y le preguntó:

—¿Señor, se le ha caído una moneda?El señor buscó en sus bolsillos y dijo:

—Sí, se me ha caído. Tomás se quedó callado, miró al señor a los ojos y le dijo:

—¡Aquí tiene su moneda!

¿Por qué crees que Tomás devolvió la moneda?

Hombre honesto quiero ser;

hablo siempre la verdad.Sin trampa ni mentira,llega la prosperidad.

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Cuento popular chino

Ping

, el ja

rdinero Hace aproximadamente dos mil años vivió en China un niño llamado Ping.

Su pasatiempo favorito era el cultivo de las plantas. Gracias a sus cuidados, en el jar-dín de su casa habían crecido cientos de

hermosas flores. La gente que pasaba por la calle se detenía a admirarlas y él,

a veces, les regalaba un ramo.

El emperador de China también amaba las flores. Como ya era muy viejo, estaba buscando a una persona honesta que pu-diera reemplazarlo en el trono. Se le ocu-rrió hacer un concurso. Convocó a todos

los niños del reino y les informó que recibirían una semilla. El que volviera

después de un año con la flor más hermosa sería el nuevo emperador.

Ping decidió concursar. Al llegar a su casa plantó la semilla en una maceta y la colocó en el mejor lugar del jardín, donde re-

cibía la luz del sol y el rocío de la mañana. Pero la semilla nunca creció.

Transcurrió el año del concurso y muchos niños se presentaron en el palacio con sus plantas. En cada una de las

macetas se observaban flores maravillosas de distintas formas y colores. Ping lloró al ver que su maceta solo tenía tierra.

En el patio, los niños se formaron para mostrar sus flores. El viejo emperador, que caminaba con dificultad, veía

una flor y otra. Disfrutaba de sus perfumes y formas, sin hacer comentarios. Cuando llegó frente a Ping,

éste se asustó mucho, temiendo un regaño.

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—¿Acaso no plantaste la semilla que te di?,le preguntó el emperador.

—La planté y por más cuidado que puse nunca nació nada de ella, explicó el pequeño.

El emperador siguió examinando las flores de los demás niños. Al cabo de un rato informó

que había tomado una decisión.

—Queridos niños. No comprendo de dónde salieron todas las flores que he visto esta mañana. De las semi-

llas que les entregué no podían crecer ni las raí-ces, pues estaban hervidas y, por lo tanto, no

podían germinar. Ping es la única persona honesta entre todos ustedes, pues tuvo el va-

lor de decir la verdad y traer la maceta sin ninguna planta. He decidido heredarle mi

reino. Solo un hombre honrado puede gobernar esta gran nación.

HO

NE

ST

IDA

D

Para conversar sobre este valor:

¿Qué te sorprendió de la historia de Ping?¿Por qué es tan importante que las perso-nas que gobiernan un país sean honestas?

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Monseñor Leonidas Proaño, un hombre honestoHubo una vez en el Ecuador un hombre al que la gente llamó “el Obispo de los in-dios”. Su nombre era Leonidas Proaño y era un Monseñor. Ahora sabrás por qué lo nombraban así.En aquel tiempo los campesinos de la provincia de Chimborazo sufrían mucho por-que les quitaban sus tierras y les obligaban a hacer trabajos muy duros. Monseñor Leonidas Proaño fue a visitar a los campesinos de la zona y se dio cuenta del maltra-to que vivían y su corazón se conmovió ante esta injusticia. Entonces se acordó de sus padres, quienes le habían enseñado a amar y a tener respeto por todas las perso-nas, sin importar si eran pobres o ricos.Así que decidió hacer lo que pudiera para ayudarlos. Empezó por el principio, es decir, por donde se debe empezar, y sacó a la luz la verdad que pocos conocían sobre lo que estaba pasando con los indios en esos páramos olvidados por la mayoría de la gente. Empezaron a perseguirlo y le acusaron con mentiras, pero él fue honesto y se mantuvo fiel a la verdad y, además, empezó a trabajar por los habitantes de los pue-blos indígenas. Formó programas para que se eduquen, aprendan a leer y a escribir, y les enseñó sobre la Biblia. ¿Ya sabes por qué lo llamaron “el Obispo de los indios”?

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Demuestrohonestidad cuando...

Siempre digo la verdad, aun si me he equivocado, he dicho, o he hecho algo incorrecto.

Encuentro algo y lo devuelvo enseguida aunque me guste mucho.

Cumplo las reglas de los juegos así sienta ganas de romperlas por ganar o ser el primero.

Digo con sinceridad si estoy o no de acuerdo con algo, a pesar de que a mis amigos pueda no gustarles.

Expreso mis sentimientos sin sentirme avergonzado por ello.

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Había una vez un pas-tor que cuidaba su rebaño en el valle cercano al pueblo; era un muchacho travieso al que le gustaba llamar la atención, así que un día decidió empezar a gritar desesperadamente:

—¡Un lobo, un lobo! ¡Ayúdenme por favor, se comerá a todas mis ovejas!

Todos los habitantes del pueblo corrieron rápidamente con palos y piedras a defender al joven. Pero, al llegar, el muchacho estaba recostado en un árbol y sonriendo les dijo:

—¡Llegaron demasiado tarde! Espanté al lobo yo solo; soy muy valiente.

Los aldeanos se miraron unos a otros sorprendidos de la valentía del pastor, lo felicitaron y regresaron a seguir con sus labores.

Al siguiente día, el pastorcito decidió nuevamente hacer la misma broma; así que con todas sus fuerzas comenzó a gritar:

—¡Un lobo, un lobo! ¡Ayúdenme por favor, se comerá a todas mis ovejas!

Fábula de Esopo

El pastorcito mentiroso

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Otra vez, todos los habitantes del pueblo salieron a ayudarle. El pastorcito los volvió a recibir con tranquilidad, afirmando con aire triunfador que él solo se había encargado de ahuyen-tar a la temida fiera.

Lo mismo ocurrió otras tres veces, hasta que todos en el pueblo estaban molestos y empezaron a sospechar que se trataba de una mentira, así que decidieron no creer más en las palabras del muchacho.

Un día, ciertamente, una manada de lobos se acercó al rebaño. El pastorcito apenas pudo verlos em-pezó a gritar angustiosamente, pero nadie en el pueblo hizo caso; todos siguieron en sus trabajos. Luego de un tiempo, el joven dejó de gritar, pues los lobos se comieron a todas sus ovejas.

Para conversar sobre este valor:

¿Qué te parece la forma de actuar del pastorcito?¿Por qué decir la verdad te hará sentir bien?

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¿Qué es ser respetuoso?

Soy respetuoso cuando actúo de forma ama-ble, cuidadosa, comprensiva y obediente, porque me doy cuenta de la importancia que tienen las personas, la naturaleza y las cosas.

ReSpEto

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Inés era nueva en el barrio y esperaba hacer nuevos amigos. Le parecía extraño que los niños que vivían ahí la miraran

como bicho raro, murmuraran y se rieran de ella.

Un día escuchó una voz que le decía: —¡Habla, habla cara de tabla! Se sintió muy mal por lo sucedido y se lo contó a su madre.

Su mamá le explicó, con mucha dulzura, que los niños le decían así porque no la conocían y no comprendían por qué ella no podía hablar bien.

¿Te has sentido como Inés en alguna ocasión por no poder hablar bien ?

Ten respeto por ti mismoy también por los demás.Vive en paz, con alegría,

y el mundo sonreirá.

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Cue

nto d

e tradición oral ecuatoriana

La perdiz roja Cerca de un bosque vivía una hermosa perdiz roja; con su canto levantaba cada

mañana a los otros animales, pero del susto, ya que parecía una gran loco-

motora que se acercaba. Luego de vivir varios años allí, decidió aven-

turarse a otros lugares. Recorrió varios bosques cercanos pero no

encontró suficiente comida.

Un día, alcanzó a ver a lo lejos unos granitos en el suelo

que brillaban con el sol, no sabía qué eran, así que se

acercó muy despacio. Después de examinarlos minuciosamente los

probó… “¡mmm, qué delicia!”, pensó, y decidió quedarse a vivir ahí.

Por la mañana se despertó como de costumbre, pero cuando iba a ento-

nar su canto… escuchó un ¡kikirikiiiiiii! Qué sorpresa que se llevó, no sabía quién hacía tanto

escándalo. Cuando regresó a ver, se encontró frente a frente con un enorme gallo de plumas coloradas

y amarillas que tenía una gran espuela en su pata.

—Buenos días, dijo la perdiz.Pero no hubo respuesta, el gallo se retiró. Al poco

rato vio que él y otros gallos se acercaban a ella y sin previo aviso la empezaron a picotear, la lastimaban sin cesar, diciéndole:

—¡Sal de aquí!, no te conocemos. ¡Vete! ¡No queremos vivir con extraños!

La perdiz se sintió muy triste, pues creía que había encontrado un nuevo hogar. No entendía por qué los gallos la trataban tan mal. Herida por los golpes, intentó comer

algunos de los granitos de maíz que estaban en el suelo, pero rápidamente uno de los gallos se los quitó del pico. —¡Es nuestro maíz, no te lo comas, no tienes plumas grandes

y maravillosas como las nuestras; además, eres pequeña y gorda. Será mejor que te vayas!

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Para conversar sobre este valor:

¿Por qué cambiaron de actitud los gallos con la perdiz?¿Qué consejo darías a los niños que hacen “bullying” o acosan a otros?¿Alguna vez has podido ayudar a alguien que haya sufrido de “bullying” o acoso? ¿De qué manera?

Tristemente, la perdiz decidió irse, pero en ese instante se encontró con una gallina. —¿Qué te pasa querida perdiz? Ella le contó lo sucedido. La gallina le explicó que así eran estos gallos, pues estaban acostumbrados a pelear y no sabían cómo hacer nuevos amigos ni respetar a los demás. —Pero tengo una idea para que te puedan conocer, dijo la gallina.

Entonces, se acercó al lugar donde estaban los gallos y les dijo:—Señores, amigos, compañeros. ¿Creen que solo ustedes tienen hermoso plumaje? ¿Creen que son los únicos que tienen un canto esplendoroso que es capaz de levantar al sol? ¿Acaso no conocen a la más valiente de las aves del bosque? ¿La que no necesita de un amo para que la alimente con maíz, sino que sabe perfectamente cómo buscar su propia comida y huir del zorro salvaje?

Todos los gallos se quedaron en silencio y con mucha curiosidad es-cucharon a la gallina. —Pues aquí se la presento, dijo la gallina. —Es mi amiga la perdiz. Nadie movía ni una pluma, todos habían reconocido por los lastimados de su cuerpo a la perdiz que habían atacado. La perdiz roja contó su historia sobre el bosque donde había vivido años y que las ganas de vi-vir nuevas aventuras la habían llevado hasta el hogar de aquellos gallos.

Uno a uno, los gallos empezaron a disculparse con la perdiz, pues su costumbre de pelear no había dejado que ellos la conocieran mejor. Desde ese día, disfrutaron de la compañía de la perdiz porque ella les enseñaba a conseguir alimento y juntos despertaban al sol cada mañana.

RE

SP

ETO

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Nelson Mandela, el presidente más admirado de la historiaEn Sudáfrica nació un niño que se llamó Nelson Mandela. Vivía con su padrino, que era el jefe del pueblo Thembu. Nelson ponía mucha atención cuando su padrino le contaba la histo-ria de la población y los problemas que existían entre negros y blancos. La población de raza blanca había llegado a Sudáfrica desde Holanda y se llamaba afrikaners. Los afrikaners conquistaron varios sectores de Sudáfrica y tenían a los negros como sus es-clavos para realizar las labores del campo. Así comenzó el sistema del apartheid, un sistema injusto en el que se instauraron leyes que no permitían que blancos y negros se juntaran para vivir, estudiar o recrearse.Mandela pensaba que el color de la piel no era una razón para separar a las personas, así que empezó a protestar y a luchar para que los negros pudieran ir a los mismos lugares a los que iban los blancos. Un día, durante una de las protestas, lo encarcelaron y pasó 27 años tras las rejas. Mien-tras estuvo en la cárcel, cada día se convenció más de que todas las personas son iguales y merecen igual respeto. Cuando salió, mucha gente lo apoyó en sus ideales y lo eligieron presidente de Sudáfrica. Esta era su oportunidad para ter-minar con la desigualdad entre negros y blancos, y se le ocurrió una gran idea.Perdonó a los que durante años fueron sus enemigos. Como muestra de respeto por esas personas, eligió a muchos de ellos como sus colaboradores porque enten-dió que, más allá de sus diferencias, todos querían paz y seguridad. Cada mañana se aprendía los nombres de las personas y las hacía sentir importantes: las saludaba, preguntaba por su familia y escuchaba las ideas y sugerencias que tenían. Poco a poco logró que blancos y negros se unieran para trabajar por la paz de Sudáfrica. Por esto es uno de los presidentes más admirados de la historia.

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Demuestro respeto cuando…

Tomo en cuenta los sentimientos y pensamientos de los demás, aun si son diferentes de los míos.

Saludo y me despido de las personas al entrar y salir de un lugar.

Espero mi turno para participar en los juegos o al hacer fila.

Cuido a mi mascota y a otros animales que encuentro en la naturaleza.

Reciclo la basura y la pongo en el lugar correspondiente.

Soy puntual y cumplo lo que he prometido.

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Cuenta la leyenda que el último jefe del Reino de Quito proclamó como dueña de la co-rona a la joven y bella Pacha.

Huayna Cápac, el conquistador inca, fue donde la reina Pacha a ofrecerle su amis-tad. La inteligencia y hermosura de Pacha conquistaron el corazón de Huayna Cápac, así que le pidió casarse con él. La princesa aceptó ser su esposa.

Pacha y Huayna Cápac vivieron en un hermoso pala-cio. Allí nació el futuro soberano, el príncipe Atahual-pa, quien desde muy pequeño aprendió que una de las leyes del reino de sus padres era no matar a los animales.

Un día que practicaba con su lanza, le llamó la atención una linda guacamaya de hermosos colores. Al instante sacó su arco, disparó con certeza y la mató. Con la guacamaya muerta co-rrió en busca de su madre. Pacha no lo recibió contenta; al contrario, le hizo notar que había incumplido con la ley.

Leyenda ecuatoriana

El penacho de Atahualpa

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Le recordó el mandato de su pueblo: “No se mata a las aves que adornan la naturaleza con sus colores y la llenan de encanto con sus trinos”. Pacha arrancó una pluma de la guacamaya y la puso como adorno en la corona del pequeño, para que no olvida-ra nunca la lección aprendida.

RE

SP

ETO

Para conversar sobre este valor:

¿Por qué crees que es importante respetar las leyes de un país?¿Qué normas hay en tu escuela? ¿Qué haces para recordar y respetar las normas que hay en tu escuela?

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¿Qué es la gratitud?

Gratitud es el sentimiento que experimento cuando aprecio las cosas que tengo o que me ofrece el mundo: la naturaleza, el arte, los juegos...

También siento gratitud cuando alguien ha hecho algo por mí y cuando puedo hacer algo bueno por otros.

A través de la gratitud puedo demostrar mi aprecio con un “gracias” sincero o un gesto cariñoso y, al hacerlo, mi corazón se llena de buenos sentimientos.

GRaTItuD

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A Isabel le gusta ayudar a su mamá. Si necesitan algo de la tienda, ella es la primera en ofrecerse.

—¡Yo voy mamá!, yo voy a la tienda a comprar lo que necesites, dice.

Sale de su casa y saluda a los vecinos, pero al llegar a la tienda se enfrenta con la cara seria del señor Castro, quien

no saluda, frunce el ceño y siempre está enojado.

Isabel, luego de pensar por varios días, ha decidido escribir una nota para hacer sonreír al señor Castro:

“Gracias por vender los helados más deliciosos de la cuadra”.

¿Qué crees que pasará con la actitud del señor Castro, luego de recibir la nota de Isabel?

Gracias por lo que tengo,

y gracias por lo que soy.Un “gracias” muy,

muy sincerocada día yo te doy.

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Cuento tradicional japonés

Las l

ágrim

as del dragón

Lejos, muy lejos, en la profunda caverna de un país extraño, vivía un dragón cuyos ojos centelleaban como tizones ardientes.

Todos los habitantes del pueblo cercano estaban asustados y esperaban que alguien fuera capaz de matarlo. Las madres temblaban cuando oían hablar de él y los niños lloraban en silencio por miedo a que el dragón les oyese.

Pero había un niño que no tenía miedo:

—Taró, ¿a quién debo invitar a la fiesta de tu cumpleaños?, preguntó su madre.—Mamá, quiero que invites al dragón.—¿Bromeas?, dijo la madre.—No, quiero que invites al dragón, repitió el niño.

La madre estaba sorprendida. ¡Qué ideas tan extrañas tenía su niño! ¡No era posible!

El día de su cumpleaños, Taró salió de su casa. Caminó por los montes, atravesando ríos y bosques, hasta que llegó a la montaña donde vivía el dragón.

—¡Señor dragón! ¡Señor dragón!, gritó. “¿Qué pasa? ¿Quién me llama?”, pensó el dragón, sacando la cabeza fuera de su enorme caverna.

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GR

AT

ITU

D

Para conversar sobre este valor:

¿Por qué sintió gratitud el dragón?¿De qué formas puedes expresar agradecimiento?¿Qué podemos hacer en lugar de quejarnos ante cualquier situación?

—Hoy es mi cumplea-ños y mi madre preparará

un montón de dulces, gritaba el niño.

He venido para invitarle.

El dragón no podía creer lo que oía y mi-raba al niño; gruñía con voz cavernosa. Pero Taró no tenía miedo y continuaba gritando:

—¡Señor dragón! ¿Viene a mi fiesta de cumpleaños?

Cuando el dragón entendió que el niño hablaba en serio, se conmovió

y empezó a pensar:

“Todos me odian y me temen. Nadie me ha invitado nunca a una fiesta de cumpleaños. Nadie me quiere. ¡Qué bueno es este niño!”

Mientras pensaba esto, las lágrimas comenzaron a descolgarse de sus ojos. Primero unas pocas, después tantas y tantas que se convirtieron en un río que descendía por el valle. Se sentía muy agradecido.

—Ven, móntate en mi espalda, dijo el dragón sollozando. Te llevaré a tu casa.

El niño vio salir al dragón de la madriguera. Era un reptil bonito, con sutiles escamas coloradas, sinuoso como una serpiente, pero con patas muy robustas.

Taró montó sobre la espalda del feroz animal y el dragón comenzó a nadar en el río de sus lágrimas, y mientras nadaba, por una extraña magia, el cuerpo del animal

cambió de forma y medida; el niño llegó felizmente a su casa, conduciendo una barca con adornos muy bonitos y forma de dragón.

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Lao Tse, un filósofo que enseña sobre la gratitudCuentan que en China, hace mucho tiempo, durante la dinastía de Zhou, vivió un gran filósofo: su nombre era Lao Tse. Era un hombre muy estudioso y trabajaba en la biblioteca del reino. Allí, entre libros y gente que visitaba el lugar, meditó sobre la forma de vida del ser humano. Por algún tiempo trasmitió oralmente su sabiduría y pensamientos de paz y armonía, hasta que cierto día partió rumbo a las tierras de los bárbaros sobre un búfalo de agua. Luego de recorrer un buen tramo llegó al paso de Shanggu. Aquel paso era el límite de su reino. Uno de los guardias, llamado Luanyin, reconoció a Lao Tse; se dio cuenta de que estaba dejan-do el reino para siempre y le pidió que se hospedara, por lo menos por un año, en su casa y escribiera un libro donde quedara plasmada su sabiduría.La leyenda dice que así fue como Lao Tse escribió el Tao Te King, que es un libro sobre la manera de vivir y de gobernar en paz y armonía con el Tao, que es el camino natural de la vida. Una de las acciones de las que habla el Tao Te King es la del agradecimiento. Lao Tse creía que para ser agradecido con la vida debes mirar cuán preciosa es la naturaleza y estar atento a las cosas que pasan todos los días para aprender de ellas. Así puedes agradecer de lo bueno y lo malo de la vida porque, en am-bos casos, se puede aprender a ser más sabio. Cuando eres agradecido, tu estado cotidia-no es la alegría porque reconoces en todo su lado bueno.Las enseñanzas de Lao Tse son unas de las más leídas en la historia y cambiaron la forma de pensar de los miembros de la cultura oriental.

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Demuestro gratitud cuando…

Me doy cuenta de todo lo bueno y hermoso que me rodea, en la naturaleza y en mi familia.

Me doy cuenta de los pequeños gestos de cariño y de simpatía de las personas.

Cuento a mi familia o a mis amigos cuán agradecido estoy por las cosas que me ocurrieron en el día.

Digo gracias a las personas que hacen cosas por mí.

Agradezco a la vida por lo que yo puedo dar o hacer por los demás.

Soy feliz con las cosas que tengo.

GR

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Tomado del animado ruso hom

ónimo

El árb

ol y el gato

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Érase una vez un árbol que se encontraba en un camino; era alto, orgulloso y fuerte.

Se levantaba por encima de todos, sin hacer ni bien ni mal a nadie.

Nunca amó a nadie, nunca había florecido, nunca dependió de nadie

y nunca nadie dependió de él.

Una tarde, un viajero que pasaba en su viejo camión lanzó al camino un

pequeño gato. El gato, aturdido y asustado, se vio solo sin saber qué hacer.

Comenzó a andar por el polvoriento camino y se detuvo frente al árbol:—Dime, árbol... ¿estás solo aquí?

—Completamente solo.—¿No le temes a la soledad?

—No le temo en absoluto.—¿Nunca te sientes triste, asustado o abatido?

—Nunca. No espero a nadie, no necesito a nadie.—Ahh... ¡cómo me gustaría ser independiente,

vivir solo y no afligirme por nadie!—Bien, no es muy difícil de aprender,

vive conmigo, observa y cuando hayas aprendido te podrás ir y vivir solo.

—¡Gracias árbol!, dijo el gato.

Y el gato se quedó a observar...

Un pequeño gorrión intentó hacer su nido en una de las ramas del árbol con trocitos de hojas

y pajitas que traía en su pico, pero el árbol sa-cudió sus ramas con fuerza y el gorrión se alejó.

El gato observaba.

Una ranita se acercó al árbol dando saltos para protegerse del sol inclemente bajo su sombra, pero el árbol levantó sus largas ramas

y dejó de hacer sombra. El gato observó a la ranita alejarse.

Un escarabajo revoloteó cerca del árbol, se estrelló contra su firme tronco, cayó al piso patas arriba y cuando logró ponerse en pie se alejó volando. Y el árbol permaneció allí, quieto e in-

diferente, mientras el gato observaba. Oscureció, comenzó a llover, el gato se acercó al árbol para protegerse; el árbol generosamente bajó una de sus ramas y lo cubrió.

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Para conversar sobre este valor:

¿Qué acciones del gato hicieron sentir gratitud al árbol? Piensa en las cosas por las que puedes sentir gratitud.¿Cómo te sientes cuando agradeces?

Así pasaron los días y el gato permaneció junto al árbol. Se afilaba las uñas en su corteza, se acariciaba contra su tronco, daba vueltas a su alrededor y trepaba por sus ramas.

El árbol agitó todas sus ramas hasta las puntas y el gato se quedó dormido a su sombra. Llegó el otoño, la brisa soplaba fuerte, el árbol fue perdiendo su follaje hasta quedar totalmente descubierto. El gato jugueteó entre las hojas secas.

Vino el invierno, la nieve blanqueó el paisaje, las ramas del árbol crujían y el gato sintió mucho frío. El árbol le ofreció un agujero cálido en su tronco donde guarecerse del crudo invierno. Allí, el gato se sintió seguro y tibio hasta la entrada de la primavera.

El sol brilló en lo alto, los pájaros trinaban felices y el árbol, ya reverdecido, floreció por primera vez. ¡La primavera había llegado! El árbol agitó alegre sus ramas y los pájaros se posaron en ellas. De pronto vio al gato alejarse:

—¿A dónde vas?, preguntó el árbol.—Adiós, me voy, ya puedo vivir solo, contestó el gato.—No te vayas, ¡quédate! Tú me has enseñado muchas cosas, suplicó tristemente el árbol.

Pero el gato siguió su camino sin escucharlo...

Y esta es la historia del árbol, o más bien la historia del árbol y el gato porque de no ser por el gato, el árbol no tendría una historia que contar.

GR

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ITU

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¿Qué es perseverar?

Soy perseverante cuando me esfuerzo para lograr una meta, a pesar de las dificultades con las que me puedo encontrar.

Algunas veces sentiré desánimo o pensaré que no puedo hacerlo, pero no me rendiré. Inten-taré nuevamente, me concentraré y pediré ayuda para finalizar lo que me he propuesto.

PErSevERanCia

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Invitaron a Marta para ser parte del equipo de baloncesto de la escuela. Antes del día del partido jugó con algunas niñas vo-luntarias, pero Marta no encestó ni una vez; parecía que tenía

mantequilla en sus manos; la bola se le resbalaba en cada jugada. Regresó muy triste a su casa.

En la mañana pensó: “Quiero ser la mejor encestadora del equi-po”, y desde ese momento practicó todos los días. Algunas veces

en la noche, otras en el día. A veces, le daba sueño o quería visitar a sus amigas, pero siguió practicando. El día del partido, Marta logró que su equipo ganara. Todos la felicitaron y Marta sintió

mucha alegría en su corazón por haber alcanzado su meta.

¿Por qué Marta practicó a pesar de que sentía sueño?

Siempre me esfuerzo y no dejo de intentar;

me siento feliz,pues lo voy a lograr.

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Leyenda shuarNu

nkui, creadora de las plantas

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Hace muchos años, cuando los shuar empezaban a poblar las tierras de la Amazonía, la selva no existía. En su lugar había un extenso llano de tierra y una que otra planta. Una de estas plantas era el unkuch, el único alimento de los shuar. Un día la planta desapareció. Algunos echaron la culpa a Iwia y a Iwianchi, que eran seres diabólicos que comían todo lo que encontraban; pero una mujer llamada Nuse decidió esforzarse por encontrar otros lugares donde crecía el unkuch.

Nuse caminó y caminó, buscó por los lugares más ocul-tos. Sentía mucho temor porque estaba sola y lejos de su casa. Pronto se desanimó porque no encontraba nada. Volvió por sus hijos para que la ayudaran y otra vez tuvo fuerzas para seguir con la búsqueda del unkuch.

Caminaron muchos días siguiendo el curso del río, pero hacía tanto calor que estaban muy cansados y casi desmayados.

De pronto, sobre el río, aparecieron pequeñas rodajas de un alimento desconocido: era la yuca. Al verlas, Nuse se lanzó hacia el río y las tomó. Apenas las probó, se dio cuenta que las fuerzas volvían a su cuerpo y enseguida corrió a socorrer a sus hijos.

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Entonces salió una bella mujer del río. Nuse asustada, le preguntó:

—¿Quién es usted?—Yo soy Nunkui, la creadora de las plantas. Sé que tu pueblo vive en una tierra desnuda

y triste, en donde apenas crece el unkuch.

—¡El unkuch ya no existe, era nuestro alimento y ha desaparecido! Por favor, señora,

¿sabe dónde puedo hallarlo? Sin él, todos los de mi pueblo morirán, le suplicó Nuse.

—Nada les ocurrirá, Nuse. Tú has demostrado valentía y mucho esfuerzo.

Por ello, te daré no solo el unkuch, sino toda clase de alimentos.

En segundos, ante los ojos sorprendidos de Nuse, aparecieron huertos llenos de plantas.

Nunkui también le prometió a Nuse la ayu-da de una niña con la magia de crear el unkuch,

la yuca, el plátano y otros alimentos más.

Nunkui desapareció y en su lugar surgió la niña pro-metida. La niña le anunció a Nuse que en el terri-

torio de los shuar crecerían muchos árboles y plantas. Caminaron por un sendero y, cuando

llegaron, la niña cumplió su ofrecimiento y la vida de los shuar cambió por comple-to. Las plantas se elevaron en los huertos y

cubrieron el suelo de esperanzas.

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Para conversar sobre este valor:

¿Qué hizo Nuse para ayudar a su pueblo?¿Qué resultados puedes alcanzar cuando te esfuerzas y perseveras?

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Eloy Alfaro, un presidente perseverante Eloy Alfaro fue dos veces presidente del Ecuador y es reconocido como “el viejo luchador”. Este nombre no se lo ganó por pelear guerras sino porque todo el tiempo trabajó y trabajó hasta lograr que hubiera justicia y libertad. En varias ocasiones se enfrentó a personas que no tenían su misma forma de pensar. Lo derrotaron, pero se volvió a levantar; decidió perseverar y no se rindió hasta lograr importantes cambios en el país.En los tiempos en los que Eloy Alfaro fue presidente, existían muchos niños que no podían estudiar, ya que no tenían los recursos económicos para ha-cerlo; era difícil viajar de una ciudad a otra y las mujeres no podían elegir a los presidentes. Todo esto cambió; se crearon escuelas públicas y más niños pudieron estudiar; las mujeres tuvieron derecho a votar; se construyeron grandes obras como el ferrocarril que unió a Guayaquil y Quito. También se construyeron represas hidroeléctricas y se mejoró el sistema de comunica-ción, ya que se instalaron las líneas telefónicas.Eloy Alfaro es considerado uno de los líderes que más impacto tuvo en el Ecuador.

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Demuestro ser perseverante cuando…

Sigo en el juego aunque no esté ganando el partido.

Valientemente termino la carrera a pesar de haberme caído.

Me esfuerzo por seguir con una exposición aunque sienta miedo a equivocarme.

Me levanto de mi cama y arreglo mi dormitorio aunque sienta pereza de hacerlo.

Participo en una actividad aunque me sienta un poco triste.

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Ada

ptac

ión

de u

n cuento de Onelio Jorge CardosoLo

s tres pichones Eran tres pichones

de pájaros car-pintero y ninguno de los tres estaba dispuesto a hacer

vida de pájaro. Eso de hacer un agujero

profundo a fuerza de martillar con el pico

no estaba en sus planes.

La madre, por su parte, vivía confiada en que, una

vez avanzado el verano, cuando los tres pichoncitos hubieran cambiado el plumón por la pluma, les vendría en-

seguida las ganas de volar, olvidándose por tanto de sus disparatadas ideas. Pero se equivocaba

la buena madre porque los tres hermanitos ya tenían sus proyectos, y una mañana en que ella preguntó qué iban a ser

si no son pájaros, ellos contestaron:

—Queremos ser marineros. —¡Cómo!, dijo la madre asombrada. Pero hijos, ¿Han visto us-tedes algún pájaro navegante? —Los patos, dijeron los pichones. —Pero si marinero es el que navega en un barco y ningún pato va a bordo de uno. La madre, pensando que poco a poco

se les pasarían estas locuras, fue a buscarles comida.

Este sueño empezó desde muy pequeños, al ver el río y preguntarse a dónde iba. La respuesta les llegó un día cuando un viejo alcatraz que había venido a ver los montes

florecidos, se posó en la rama del guarumo y les contó que él provenía del mar. —¿El mar?,dijeron todos. —¿Qué es el mar? —Pues adonde van los ríos, dijo el alcatraz.

Y así, el alcatraz les contó las maravillas del mar; cómo era inmenso y cómo tenía olas y bar-cos y peces que lo recorrían y cómo el viento llevaba su parte en todo. Pero lo que más intere-só a los pichones fue la idea de los barcos y cómo navegaban por el mundo entero manejados

por navegantes que trabajan y viven a bordo de ellos todo el tiempo.

Así que, un día, recordando las historias del alcatraz, los pichones se dijeron que deseaban ser marineros de verdad. Lo primero que tenían que hacer es ir al mar. —¿Cómo lo haremos si

todavía no nos salen plumas para ir volando? —Escuchen, dijo el tercer pichón —si todos los ríos van al mar, este también irá. Entonces, ¿por qué no empezar a navegar? —¡Navegar!,

dijeron los otros, haciéndoseles agua las bocas. —Pero no tenemos barco.

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Para conversar sobre este valor:

¿Qué aprendiste de esta historia?¿Por qué la pereza no es una buena cualidad?¿Qué le recomendarías a alguien para evitar la pereza?

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—Bueno, barco sí tenemos. Si se mira bien, el barco ya está hecho, lo único que nos falta es echarlo al agua, dijo el tercer pichón.—¿Pero cómo?, dijeron los otros dos. —Este nido mismo, dijo. Lo que tenemos que hacer es mecerlo y remecerlo hasta que caiga al agua, y el río por su parte que haga lo demás. —¡Nos hundiremos! —¿Quién dijo eso? ¡La paja flota, hermanos! —¡Como si fuera un barco!, dijeron los otros dos pichones, reventando de entusiasmo. —¡Ahora mismo a mecerlo y remecerlo!, gritaron entusiasmados los tres pichones.

Y dale que te dale, empezaron a columpiar el nido hasta que, ¡chump!, cayó al agua.—¡Viva!, gritaron los tres. —¡A navegar!

Reían y saltaban locos de contento mientras, llevado por la corriente, el nido con su alegre carga, empezó a navegar. Cuando la madre vio lo sucedido, gritó desde el aire —¡Mis hijos!—¡No te preocupes mamá!, respondieron los pichones, —¡Volveremos a verte para llevarte por el mundo en nuestro barco!

Y entonces, vinieron los interminables días de navegación, las hambres, las fatigas, las aguas turbulentas, los truenos, los vientos y la lluvia. Pero los pichones se mantuvieron valientes y decididos. Hasta que una madrugada, ya cansados, pudieron escuchar un estruendo; abrieron sus ojos y se encontraron con la inmensidad del mar. A lo lejos podían ver un barco que se acercaba. El capitán de dicho barco los vio y gritó:

—¡Náufragos!, y los subieron a bordo.

Así, los pichones se convirtieron en marineros, y luego de varios años de viajar, un día regresaron a visitar a su mamá para llevarla a pasear por el mundo en su gran barco.

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¿Qué es la humildad?

Soy humilde cuando reconozco que todas las perso-nas son valiosas, que todos tenemos talentos y dones que podemos compartir y aprender de los demás.

Si me equivoco, demuestro humildad al escuchar las sugerencias que me dan para corregir mis errores.

HuMiLDad

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Juan era el mejor estudiante de la clase. Cada vez que el profesor hacia una pregunta sobre matemáticas, él era el primero en contes-

tar. Un día, cinco de sus compañeros le pidieron que les enseñara cómo resolver los ejercicios.

Juan sabía que, si les enseñaba, ya no sería el único que tendría buenas calificaciones en matemáticas. Sin embargo, se reunió con

sus amigos y les mostró paso a paso lo que debían hacer.

Esa tarde, los amigos de Juan estaban muy agradecidos, compartie-ron divertidos momentos en los que aprendieron unos de otros.

Y, finalmente, todos sacaron una buena nota en matemáticas.

¿Por qué Juan enseñó lo que sabía a sus amigos?

Hoy seré yo mismo,y a todos valoraré;

sin sentirme más que nadie,de todos aprenderé.

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Cuento popular chino

La pr

incesa Ratona Había una vez una camada de ratones

en la que gobernaba un rey Ratón quien tenía una hija, la princesa Ratona.

Ratona vivía con sus padres en un gran arrozal. Era muy bonita y sus padres esta-ban tan orgullosos que no encontraban a

nadie digno de jugar con ella.

Cuando estuvo en edad de casarse, no aceptaron por yerno a ningún príncipe del reino de los ratones y declararon que solo

se casaría con ella el personaje más poderoso del mundo.

Como este poderoso personaje no aparecía, el rey Ratón se fue a ver a su tío, un viejo ratón

muy sabio; este declaró que el personaje más poderoso del mundo debía ser el sol, porque sin él no maduraba el arroz.

Entonces, el rey Ratón se fue al encuentro del sol. Trepó sobre la montaña más alta, corrió a lo largo de un arco iris

hasta que llegó a la cueva del oeste, donde dormía el sol.

—¿Qué quieres de mí?, dijo el sol al verle.—Vengo a ofrecerte la mano de mi hija, la princesa Ratona, porque tú eres

el personaje más poderoso del mundo y nadie más puede ser digno de ella.—¡Oh!, te estoy muy agradecido, pero la princesa Ratona no puede ser para mí;

la nube es más poderosa que yo, porque cuando ella me cubre, yo no puedo brillar.—¡Oh!, entonces no me interesas, dijo el rey Ratón. Y se marchó sin decir adiós,

mientras el sol se reía y guiñaba el ojo.

El rey Ratón siguió caminando hasta llegar a la cueva del sur donde dormía la nube.—¿Qué quieres de mí?, dijo la nube al verlo.

—Vengo a ofrecerte la mano de mi hija, la princesa Ra-tona, porque eres el personaje más poderoso del mundo.

El sol me lo ha dicho y nadie más puede ser digno de ella.—El sol se ha equivocado, dijo la nube suspirando.

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—Yo no soy el personaje más poderoso del mundo. El viento es más poderoso que yo, porque cuando sopla no puedo resistirlo y tengo que ir donde él me lleva.

—Entonces, no me interesas, dijo el rey Ratón con altanería. Y se puso en camino para encontrar al viento.

Viajó días y días por todo el cielo hasta llegar a la cueva del este, donde el viento dormía. Cuando el viento le vio llegar, estalló en tan fuertes

carcajadas que hicieron temblar la tierra. Le preguntó:

—¡Oh, oh! ¿Qué quieres de mí? Cuando el rey le dijo que venía a ofrecerle la mano de su hija, la princesa Ratona, porque era

el personaje más poderoso del mundo, hinchó sus mejillas, dejó oír un silbido terrible y dijo:—No, yo no soy el más poderoso. El muro de ladrillo que han hecho los hombres es más po-

deroso que yo, porque no puedo derribarlo a pesar de mis esfuerzos. ¡Ve a buscar al muro!

Y el rey Ratón bajó rodando del cielo hasta llegar al muro que habían hecho los hombres y que estaba muy cerca de su arrozal.

—¿Qué quieres de mí? —Vengo a ofrecerte la mano de mi hija, la princesa

sa Ratona, porque eres el personaje más poderoso del mundo y nadie más puede ser digno de ella.

—¡Oh, oh! Yo no soy el más poderoso. El Ratón Gris que vive en la cueva es más fuerte que yo. Con sus dientes roe y roe mis la-

drillos, los va desmenuzando y acabaré derrumbándome. Ve a buscar al Ratón Gris.

Después de todos sus viajes, el rey Ratón se dio cuenta de lo valiosos que eran los ratones de su camada,

así que casó a su hija con otro ratón.

La princesa Ratona se puso muy contenta, porque ella siempre había deseado casarse con el Ratón Gris.

HU

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DPara conversar sobre este valor:

¿Por qué cada personaje que visitó el rey Ratón decía que no era el más poderoso?¿Cómo crees que cambiaría el cuento si el rey Ratón fuese humilde?Recuerda alguna ocasión en la que haya sido positivo actuar con humildad.

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Gandhi, un líder humildeCuentan que en la India hubo un hombre al que no le gustaba la violencia y, sin embargo, peleó grandes batallas. ¿Cómo lo hizo? Cuando era pequeño, Mohandas Gandhi vivió junto a sus padres. Le gustaba mucho mirar cómo su padre se esforzaba en el trabajo y también la forma en que su madre lo aconsejaba. Le gustaba la verdad, así que nunca copió en los exámenes a pesar que sabía que no obten-dría la mejor de las calificaciones.Cuando Gandhi fue adulto estudió leyes y durante sus viajes a Inglaterra aprendió que lo im-portante en la vida no es tener, sino ser, y compartir cosas. Encontró en la filosofía hindú los principios para luchar por la paz: cuando las palabras no alcanzan para convencer o disuadir al adversario, se recurre a la pureza, a la humildad y a la honestidad. No se trata de convertir o aniquilar al oponente, sino de disuadirlo del error, mediante la paciencia y la simpatía. Cuando regresó a la India, se enfrentó a las injusticias a las que sometían los ingleses al pue-blo. Fue por todo el país para conocer las formas represivas y de esclavitud que vivía la pobla-ción. Decidió luchar por la libertad de su pueblo, pero no con armas sino con el ejemplo de vida, de paz, de amor y de humildad. Gandhi enseñaba que el poder no estaba en tener armas ni en matar; el poder, decía, lo tienen aquellos que son capaces de no ceder ante la maldad. Comprobó que, cuando se tiene un sueño, se tiene la fuerza enorme para conseguirlo. Así que lideró protestas no-violentas hasta alcanzar la indepen-dencia de su patria, la India. Demostró que la no-violencia es el arma de los corazones fuertes capaces de luchar por aquello en lo que creen; es la capacidad de responder al odio con el amor.Gandhi siempre enseñó con el ejemplo. En una ocasión una mujer se le acercó para pedirle que le dijera a su hijo que dejara de comer azúcar porque le hacía daño. Él le pidió que regresara en dos semanas. Al cabo de ese tiempo, la madre regresó con el niño. Gandhi pidió al muchacho que no comiera azúcar. La madre intrigada le preguntó por qué había tenido que esperar tanto tiempo, Gandhi le respondió: “No podía decirle nada porque hace dos semanas yo también comía azúcar”.

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Demuestro humildad cuando…

Estoy dispuesto a aprender de cada persona y de cada situación.

Pienso primero en las demás personas antes que en mis necesidades.

Reconozco mi verdad, mis virtudes y mis defectos, y la de los demás.

Observo y menciono las cualidades buenas que tienen las personas que me rodean.

Reconozco mis equivocaciones y escucho las sugerencias que me dan para cambiar de actitud.

Me disculpo si he ofendido a alguien.

Acepto la ayuda que me brindan mis amigos y mi familia.

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Leyenda mexicana

El mu

rciélago de colores

Cuenta la leyenda que el mur-ciélago hace mucho tiempo fue el ave más bella de la naturaleza.

Un día de mucho frío subió al cielo y le pidió plumas al Creador, como había visto en otros animales que volaban. Pero el Creador no tenía plumas, así que le recomendó bajar de nuevo a la tierra y pedir una pluma a cada ave.

Y así lo hizo el murciélago; eso sí, solamente se acercó a las aves con plumas más vistosas y de más colores. Cuando acabó su recorrido, el murciélago te-nía en sus alas muchas plumas de colores y formas diferentes.

Al verse tan bello, decidió volar para mostrar con orgullo su plu-maje a todos los pájaros, quienes lo admiraban. Agitaba sus alas ahora emplumadas, aleteando feliz y creyendo que era mejor que todos.Una vez, hasta observó que había dejado un arco iris tras su vuelo, y era muy bello.

Pero era tanto su orgullo que empezó a tratar mal y con desprecio a las demás aves. Al pasar por delante de ellas siempre les decía lo bello que era y que nadie era tan hermoso como él; no le importaba los colores maravillosos y formas de las alas de las demás aves.

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Para conversar sobre este valor:

¿En qué circunstancias has actuado como el murciélago de colores?¿Qué habrías hecho tú en lugar del murciélago?Haz una lista de las cualidades de tus amigos. ¿Cuál de ellas te gustaría aprender?

Cuando el Creador vio que el murciéla-go no se contentaba con disfrutar de sus nuevas plumas, sino que las usaba para humillar a los demás, le pidió que subiera al cielo. Entonces, aleteó y aleteó feliz pero poco a poco sus plumas se cayeron, una a una, hasta quedarse de nuevo desnudo como al principio.

Durante todo el día llovieron plumas del cielo, y desde entonces el murciélago ha permanecido desnudo, retirándose a vivir en cuevas para no tener que recordar todos los colores que una vez tuvo y perdió.

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¿Qué es ser bondadoso?

Soy bondadoso cuando hago cosas bue-nas a otras personas o a la naturaleza, me preocupo por ellas y las ayudo con amor sin esperar nada a cambio.

BoNDad

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Bondad tengo en cada abrazo,cuando saludo

y cuando ayudo.

Roberto tenía que llegar rápidamente a la parada del bus, iba atrasa-do a la escuela. Inmediatamente, cogió su mochila y salió corriendo.

En el semáforo esperó ansioso el cambio a color rojo para cruzar la calle. En el momento en que iba a cruzar un señor mayor se acercó

mostrando cierta inseguridad. Roberto lo miró y decidió tomarlo del brazo para ayudarle a pasar.

En ese momento no se dio cuenta, pero luego, cuando el señor le agradeció con un estrechón de manos, descubrió que era ciego.

¿Qué motivó a Roberto a ayudar a un desconocido?

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Leyenda africana

¿De q

ué tam

año es la bondad?

Hace mucho tiempo, un cazador salió a cazar con su arco y sus flechas. Al poco rato oyó un

extraño ruido y se detuvo a escuchar.

Y ahí estaba otra vez ese leve sonido, seco, como si alguien se rascara. El sonido pro-

venía de un agujero en el suelo. Al acer-carse al hoyo vió que era una ratita que

se había caído y no podía salir.

—¡Ayúdame!, le suplicó al cazador. —Por favor, bondadoso señor.

¡Ayúdeme a salir de aquí!

El cazador inclinó su arco hasta el pozo. La rata subió por el arco y así pudo salir del agujero.

—Gracias, dijo la rata.—Me hubiera muerto de hambre allí dentro.

Hombre bondadoso, si alguna vez puedo ayudarte, lo haré.

El cazador se rió.—¿Qué? ¿Tú ayudarme a mí?

¿Una cosita tan pequeñita como tú?—Ya veremos, dijo la ratita. Y se fue.

El cazador siguió su camino también. Pero no había ido aún muy lejos cuando

empezó una fuerte tormenta.

—Será mejor que busque un refugio, se dijo el cazador.Y corrió hasta una cueva para refugiarse y esperar a que la

lluvia parara. Una vez dentro, se acomodó para comer.

De pronto, una sombra oscureció la boca de la cueva: era un enor-me león que estaba entrando. El cazador trató de alcanzar su arco

pero el león se interpuso. ¡Estaba atrapado!

—Ah... buen día, león, dijo el cazador con amabilidad. —¿Esta es su cueva? No era mi intención quitársela.

Yo solo estaba esperando a que la lluvia parara. Así que ahora si se mueve un poquito, seguiré mi camino y...

—¡No!, rugió el león.¡Quédate! Come tu comida.

Y luego, te comeré yo a ti.

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BO

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AD

Para conversar sobre este valor:

¿Cuál es la acción bondadosa que más te gustó de este cuento?¿Qué hubiera pasado si la rata no actuaba de forma bondadosa con el cazador?¿Cómo reaccionan las personas cuando eres bondadoso?

El cazador pensó que ese iba a ser seguramente su fin, cuando de pronto

se escuchó una risa que resonó por toda la caverna.

—¡Oh, sí!, dijo una profunda y terrible voz. —El cazador

comerá su comida. El león comerá al cazador.

Luego, yo me comeré al león.—¿Dónde estás tú?,

preguntó el león mirando para todos lados.

—Alrededor de ti, por todas partes.—Y ¿quién eres tú?

La poderosa risa resonó por toda la caverna.—Soy el terrible matador de leones. Apúrate

león, así yo podré comerte a ti.

El león dudó.—Yo... yo creo que no tengo mucha hambre ahora,

murmuró. Se puso de pie y corrió fuera de la cueva como un cachorro asustado hasta que se perdió de vista.

El cazador recogió su arco.

—¿Quién será el terrible matador? ¿Quién es lo suficientemente valiente como para asustar a un gran león?, susurró el cazador.

—Yo, dijo la ratita, asomándose por entre unas rocas.—Pero, tú eres tan solo una ratita, dijo el cazador. ¿Quién tenía esa voz terrible?

—Yo, contestó la rata.— Yo sé que soy demasiado pequeña

para luchar con un león. Pero, en cambio, los ecos maravillosos

de esta caverna hicieron que mi voz sonara terrible y poderosa.

El cazador rió.—Oh, mi inteligente amiga, perdóna-

me por burlarme de ti. Puede que tú seas pequeña, pero yo debería haberme

dado cuenta de que la inteligencia y la bondad no son cuestión de tamaño.

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Elisabeth Kübler-Ross, un ejemplo de bondadDesde muy pequeña, Elisabeth mostró interés en ayudar a todas las personas que, por cual-quier razón, requerían de apoyo y de atención. Había nacido en el corazón de Europa, en Suiza, y cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, con apenas 18 años, trabajó como voluntaria ayudando a los prisioneros del campo de concentración de Majdanek, en Polonia. Esta experiencia le impulsó a promover el apoyo y el acompañamiento a las personas enfer-mas y a las que tuvieran cualquier tipo de sufrimiento.Más tarde viajó hasta Nueva York en donde empezó a trabajar con enfermos mentales. Los enfermos mentales son personas que pueden hacerse daño a sí mismos y a los demás. Pero, después de la ayuda que Elisabeth les dio, ellos pudieron aprender cuáles eran sus responsabi-lidades y a ser autónomos. Elisabeth decía que en lugar de medicamentos, lo que estas perso-nas necesitaban era atención y cariño. También ayudó a personas y familias que enfrentaban situaciones delicadas como cuan-do debían despedirse de un ser querido que pronto iba a morir. Ella les enseñó a escuchar, acompañar y a trasmitir amor. Muchas de sus experiencias y recomenda-ciones las recogió en diferentes libros, los cuales han sido traducidos a más de 25 idiomas, haciendo que sea una de las autoras más leídas de los últimos años.De Elisabeth Kübler-Ross se puede aprender la importancia de ayudar y dar amor a los demás. Ella es un buen ejemplo de bondad.

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Demuestro bondad cuando…

Trato con cariño y respeto a las personas que me rodean, aun a quienes no conozco.

Actúo pensando en el bienestar de los demás, sin importar quienes sean.

Ayudo a un amigo a superar alguna dificultad.

Cuido a mis abuelos y a las personas de la tercera edad.

Cedo mi puesto al hacer fila o doy el asiento en el bus a una persona con discapacidad,

una mujer embarazada o a otro niño.

Ayudo a cruzar la calle a personas que tienen alguna dificultad para caminar.

Saco a pasear al perro de mi vecino o cuido de sus plantas cuando salen de viaje o se ausentan por un tiempo.

BO

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Fábula de Esopo

El cue

rvo vanidoso

Un día Júpiter decidió elegir un rey entre las aves y ordenó que se presentaran delante de él para de-cidir cuál era la más bella. Un cuervo poco agraciado y muy vanidoso se propu-so ganar el concurso a como diera lugar.

Lo primero que pensó fue en sacar de la competencia a las aves que tendrían más oportunidad de ganar, como el papagayo, el pavo real, el guacamayo o el ave del paraíso. “Si les robo los huevos de sus nidos el día de la elección, estarán tan ocupadas buscándolos que no po-drán asistir, ¡eso es!” pensó, riéndose con su chillido característico.

Pasó mucho tiempo vigilando los nidos de sus rivales, mientras diseñaba su plan. Al cabo de unos días, ya sabía a qué hora salían a comer, cuándo dormían o cuándo jugaban en las ramas de los árboles. Entonces puso patas y pico a la obra.

Lo que no calculó fue que los huevos de estos pájaros eran muy grandes y ni siquiera podía levantarlos. —¿Qué voy a hacer ahora?, graznó enojado, mientras picoteaba con rabia un puñado de plumas de papagayo, en cuyo nido se encontraba. —¡Ya sé!, exclamó con un chillido de alegría. —¡Voy a robarme las mejores plumas de todos los nidos y las voy a poner entre las mías! ¡Así no puedo perder!

El día de la presentación de las aves frente a Júpiter, el cuervo mostraba un plumaje tan bello que Júpiter no tuvo la menor duda y lo eligió rey.

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Terriblemente enfadados al descubrir que el plumaje del ganador

era robado, los demás pájaros se lanzaron sobre él y le quitaron una a una las plumas

con las que había pretendido engañar a todos.

Júpiter, decepcionado, le quitó inmediatamente el título y le recalcó que él mismo se había

buscado lo que le acababa de pasar.

Para conversar sobre este valor:

¿Crees que el cuervo fue bondadoso? ¿Por qué?¿Cómo explicarías qué es la bondad a otras personas?¿De qué manera expresarías bondad a tu familia?

BO

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¿Qué es ser generoso?

Eres generoso al ayudar sin esperar nada a cambio y cuando compartes lo que tienes con los demás, sea cual sea su edad, nacionalidad, idioma, color de piel o de ojos o su condición económica.

También puedes ser generoso con tu tiempo al dedi-carte a labores solidarias como cuidar a otras personas, a la naturaleza o a los animales que están enfermos o abandonados.

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Una mañana, Lucía observa que Olga, una niña de otro curso, tiene dificultades para llevar a la vez su mochila y una gran maqueta que ha hecho de tarea.

Al momento de ir a ayudarla, sus amigas la llaman para jugar. —Esperen, iré a ayudar a Olga, dice Lucía.

Pero sus amigas se enojan con ella y le responden:—Si no vienes en este momento, ya no jugaremos contigo.

Lucía desea jugar con sus amigas, pero también le preocupa que a Olga se le cai-ga el trabajo que hizo con tanto esfuerzo. Así que decide ayudarla, corre inme-

diatamente hacia Olga y le da una mano para sostener su gran maqueta.

Olga le agradece con una gran sonrisa. Lucía se siente muy feliz de ayudarla, a pesar de que ese día sus amigas no jugarán con ella.

¿Qué te parece la actitud de Lucía y la de sus amigas? ¿Harías lo mismo que Lucía?

Siempre es bueno a otros dar sin esperar nada a cambio;

entregando cada día,se comparte la alegría.

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El Prín

cipe FelizC

ue

nto de Oscar Wilde

En la parte más alta de la ciudad, sobre una columna, se alzaba la estatua del Príncipe Feliz.

Estaba toda revestida de oro y tenía en los ojos dos zafiros y un gran rubí rojo en el puño de su espada.

Un día, una golondrina se posó debajo de la estatua y le cayó encima una pesada gota de

agua. Miró hacia arriba y vio que los ojos del Príncipe Feliz estaban llenos de lágrimas.

El príncipe le contó que cuando estaba vivo no sabía lo que eran las lágrimas porque vivía en el Palacio de la Despreocupación. Por eso, le llamaban el Príncipe Feliz. Ahora que po-

día ver toda la ciudad desde el punto más alto, se daba cuenta de cuántas personas necesitadas

había y eso le hacía llorar.

Le dijo que podía ver a una pobre mujer que bor-daba sobre un vestido. Su hijito estaba enfermo, tenía fiebre y su madre no podía darle más que

agua. Entonces, le pidió a la golondrina que le llevara el rubí del puño de su espada. La

golondrina, aunque debía partir para Egip-to, apenada por la mirada del Príncipe Feliz,

se quedó y llevó el gran rubí a la mujer, dejándolo junto al dedal de la costurera.

Al día siguiente, al salir la luna, volvió a todo vuelo hacia el

Príncipe Feliz para despedirse, pero él le dijo:—Golondrina, allá abajo veo a un joven en un cuarto. Se

esfuerza en terminar una obra para el director del teatro, pero siente demasiado frío y hambre para escribir más. Llévale uno

de mis ojos. Son unos zafiros extraordinarios. Lo venderá, se comprará alimento y leña

para calentarse y así concluirá su obra.

Entonces la golondrina arrancó el ojo, voló hacia el estudiante y lo dejó sobre la mesa.

Al día siguiente, al salir la luna, volvió hacia el príncipe para despedirse.

—¡Golondrina!, ¿no te quedarás conmigo una noche más? Allá abajo, en la plazoleta, a una

niña vendedora se le han caído las cerillas 58

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Para conversarsobre este valor:

¿Por qué el Príncipe Feliz y la golondrina die-ron todo lo que tenían por los más necesitados?Cuenta a tus compañeros alguna anécdota en la

que fuiste generoso. ¿Cómo te sentiste?Observa si hay en tu barrio o escuela alguien

que necesite de algo con lo que tú puedes ayudar.

al arroyo. Su padre le pegará. Arráncame el otro ojo y dáselo. La golondrina entregó el otro zafiro a la niña, voló de vuelta hacia el príncipe y le dijo que se quedaría con él para siempre. Durante esos días, la golondrina volaba por la ciudad y luego le contaba la miseria en la que vivían los niños y los mendigos.

Entonces, el príncipe le dijo:—Estoy cubierto de oro fino; despréndelo hoja por hoja y dáselo a los pobres.

Hoja por hoja arrancó la golondrina el oro fino y hoja por hoja lo distribuyó entre los pobres.

Entonces llegó la nieve y, después de la nieve, el hielo. La pobre golondrina tenía frío, cada vez más frío, pero no quería abandonar al príncipe: lo amaba demasiado.

Pero, al fin, sintió que iba a morir. No tuvo fuerzas más que para volar una vez más sobre el hombro del príncipe.

—¡Adiós, amado príncipe! —Me da mucha alegría que partas por fin para Egipto, golondrina. Has permanecido aquí demasiado tiempo.—No es a Egipto a donde voy a ir. Voy a ir a la morada de la muerte. La muerte es hermana del sueño, ¿verdad? Y besando al Príncipe Feliz en los labios, cayó muerta a sus pies.

En ese mismo instante sonó un extraño crujido en el interior de la estatua. La coraza de plomo se había partido en dos.

A la mañana siguiente, el alcalde se paseaba por la plazoleta con dos concejales de la ciudad. Al pasar junto al pedestal levantó sus ojos hacia la estatua.—¡Dios mío! ¡Qué andrajoso parece el Príncipe Feliz! El rubí de su espada se ha caído y ya no tiene ojos, ni es dorado. Y tiene a sus pies un pájaro muerto.

Entonces, fue derribada la estatua y la fundieron. Pero el corazón de plomo no quiso fundirse en el horno y fue arroja-do como desecho al montón de basura en el que yacía la golondrina muerta.

Cuentan que Dios le pidió a un ángel que trajera las dos cosas más preciosas de la ciudad. Y el ángel le llevó el corazón de plomo y el pájaro muerto.

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San Francisco de Asís, un sacerdote generosoCuentan que en Italia había un joven hijo de un mercader muy rico; su nombre era Francisco de Asís y era un joven inteligente, elegante y caballero que disfrutaba de una vida adinerada por trabajar junto a su padre, acompañándolo en los largos viajes que realizaba para vender la mercancía.Un día, durante uno de sus viajes, se encontró con algunas personas que tenían lepra. Esta enfermedad en esa época no tenía tratamiento y era contagiosa por lo que se obligaba a vivir lejos de todo contacto humano a quienes la padecían. Al verlas, se asustó mucho por su aspec-to, pues tenían todo su cuerpo cubierto de manchas y llagas. Sin embargo, Francisco se acercó y habló con ellas. Lleno de compasión en su corazón, tomó la ropa, el dinero y la comida que tenía y se las entregó. Desde ese momento, quiso vivir para servir y consolar a los que tuvieran algún tipo de dolor o carencia y abandonó su vida acomodada. Francisco decidió hacer un voto con la pobreza y ayudar a los necesitados. “Necesito pocas cosas, —decía—, y las pocas cosas que necesito, las necesito poco”

Su plegaria era:

“Señor, haz de mi un instrumento de tu paz…Oh Maestro, que no busque yo tanto ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender,ser amado como amar. Porque es dándose como se recibe,es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo”.

Francisco predicó el evangelio con pasión, pues amaba a Dios con todo su corazón y admiraba su creación. Para demos-trarlo, en época de Navidad creó un pesebre viviente que hasta ahora sigue siendo tradición.

Con su ejemplo de generosidad ante la vida y la naturaleza impactó a muchos jóvenes adinerados que dejaron sus ri-quezas y se unieron a él para ayudar a las personas. Es así como se formó la orden Franciscana.

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Demuestro generosidad cuando…

Siento felicidad al compartir lo que tengo con otras personas.

Paso tiempo con un amigo que necesita ayuda.

Estoy dispuesto a jugar lo que desean mis hermanos o amigos

aunque no sea mi juego favorito.

Regalo o dono ropa, alimentos, libros y juguetes a la gente a quien le hace falta.

Comparto mi refrigerio con mis amigos cuando ellos han olvidado el suyo.

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Adaptación de un cuento ruso

Mar

co, e

l rico

y Basilio, el desgraciado

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En cierto país vivía un comerciante llamado Marco, al que pusieron el apodo de ‘el rico’ por-que poseía una fabulosa fortuna. A pesar de sus riquezas, era un hombre muy egoísta; nunca ayudaba a los pobres y no le gustaba que estuvieran alrededor de su casa.

Un día, ya al anochecer, entraron en su casa dos ancianos de cabellos blanquísimos y le pidieron refugio. Le suplicaron tanto y con tanta insistencia que Marco, solo para que no lo molestasen más, dio orden de que los dejaran dormir en el cobertizo del corral.

A la mañana siguiente, se sorprendió al es-cuchar a una mujer contar lo que había pasado en la noche. Ella contó que en la aldea vecina, en casa de un campesino pobre, había nacido un niño. Unos hombres de cabellos blancos lo habían nombrado Basilio el desgraciado, y predijeron que tendría todas las riquezas de Marco el rico.

Marco quiso saber si lo que la mujer decía era verdad, así que fue a la casa del campesino para preguntárselo. El hombre le confirmó que así había sucedido.

Entonces Marco, creyéndose muy listo, se ofreció́ como padrino del niño.

Al día siguiente del bautizo, Marco el rico llamó al pobre campesino, lo trató con gran amabilidad y le dijo:—Oye, compadre, tú eres un hombre pobre y no podrás educar a tu hijo; dámelo a mí, que le haré un hombre honrado y aseguraré su futuro.El padre reflexionó un poco, pero al fin consintió́, pues creía que haría feliz a su hijo. Marco tomó al niño, lo puso en el coche y se marchó́.

Después de haber recorrido algunos kilómetros, el comerciante hizo parar el coche, entregó el niño a su criado y le ordenó:—Cógelo por los pies y tíralo al barranco. El criado cogió́ al niño e hizo lo que su amo le mandaba. Marco, riéndose, dijo:—Ahí, en el fondo del barranco, podrás poseer todos mis bienes.

Poco después, por el mismo camino, pasaban unos comerciantes que al aproximarse al ba-rranco oyeron el llanto de un niño; fueron hasta el fondo y encontraron al pequeño, lo cogie-ron, lo arroparon y se pusieron de nuevo en camino.

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Para conversarsobre este valor:

¿Por qué crees que Marco el rico actuó de esta manera?

¿Qué podría haber hecho Marco el rico para demostrar generosidad?

GE

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SID

ADBasilio el desgraciado pasó 18 años con los comerciantes,

quienes le enseñaron a ser generoso.

Un día Marco el rico se dirigía a cobrar sus deudas y, al llegar donde los comerciantes, se fijó en el joven y se dio cuenta que era su ahijado. Entonces ofreció perdonar la deuda a los co-merciantes a cambio del muchacho, convenciéndoles de que él enseñaría al joven a ser un excelente empresario.

Marco envió́ a Basilio a su casa con una carta cerrada diri-gida al ama que decía: “Mujer, en cuanto recibas esta carta ve con el dador a nuestra fábrica de jabón y ordena a los obreros que echen al joven en una de las calderas de acei-te hirviendo; cuida de no faltar en cumplir lo que te digo, porque se trata de mi más temible enemigo”.

Basilio siguió el camino muy confiado, pero se encontró con un viejo señor de cabello blanco que le preguntó a dónde se dirigía. Basilio se lo contó y le enseñó la carta. El señor abrió y leyó la carta. Luego el viejo sopló sobre la carta y se la entregó nuevamente.

Basilio el desgraciado llegó a la casa de Marco el rico, preguntó por el ama y le entregó la carta. La mu-

jer llamó a su hija y le leyó́ la carta, que decía: “Mujer, en cuanto recibas esta carta, prepara todo para casar al día siguiente a Anastasia con este joven; y cuida de obedecer lo que te digo, porque tal es mi voluntad”. Los muchachos se enamoraron y pronto se casaron.

Luego de un tiempo, Marco el rico llegó a su casa y se enfureció al ver a su hija casada con Basilio, porque ahora

su riqueza le pertenecería. Pero al ver a su hija tan enamo-rada dejó que el joven se quedara. Basilio enseñó a Marco

el rico a compartir sus riquezas con los más necesitados.

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¿Qué es ser responsable?

Soy responsable cuando cumplo con mis obli-gaciones. Si me comprometo con algo o con alguien, debo cumplir mi palabra. Si fallo, otras personas podrían salir perjudicadas.

ReSPoNsabIliDad

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¿Qué crees que debe hacer el grupo ante el pedido de Martín?

Hoy y siempre, responsable de mis actos, de mi mundo.

Hoy y siempre, responsable;lo que digo siempre cumplo.

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La maestra de Ciencias Naturales pidió a sus estudiantes que hi-cieran una maqueta para explicar el funcionamiento del Sistema Solar. Un grupo decidió hacerlo con bolas de espuma, pintura y

alambre. Cada uno debía llevar uno de los materiales.

Martín, uno de los integrantes del grupo, decidió ir a jugar fútbol con otros amigos y no llegó a la cita de trabajo; por lo tanto, faltó el material que debía llevar y los demás integrantes tuvieron que comprarlo. El grupo se tardó mucho más tiempo del que habían planificado para hacer la maqueta y ya no pudieron jugar fútbol.

Al día siguiente, la maestra pidió al grupo que expusiera su ma-queta. Rápidamente, Martín pidió que mencionaran su nombre

como uno de los fabricantes de la misma.

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Había una vez un ratón, un pájaro y una salchicha que se

hicieron amigos y armaron juntos una casita.

Les fue bien con todo. Estaban muy felices y les

gustaba vivir juntos.

Cada uno realizaba una tarea, de manera que ninguno tenía

que trabajar demasiado. El pájaro volaba al bosque

cada día y juntaba ramitas para hacer el fuego.

El ratón traía el agua a la casa, y la salchicha

hacía la comida.

¿Estaban satisfechos con lo que tenían? Sí, ellos esta-ban contentos. Entonces

un día el pájaro se encontró con otro pájaro y empeza-

ron a charlar. El primero le contó al segundo todo

acerca de sus queha-ceres domésticos y

cuán felices estaban compartiendo las

tareas para que nadie tuviera que tra-

bajar demasiado.

—¡Uy, uy!, dijo el segundo pájaro.

—¡Me da la impre-sión de que tú ha-

ces todo el trabajo! Cuando el ratón termina de

traer el agua, él se va a dormir. Cuan-do la salchicha cocina, todo lo que tiene que hacer es

arrojarse a sí misma adentrode la sopa o enrollar los vegetales con la carne y condimentar y poner sal a todo. Tú, por otro lado,

¡debes volar y andar de un lado al otro, juntando ramitas!

Cue

nto d

e los hermanos Grimm

El r

atón

, el p

ájaro y la salchicha

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El pájaro no había visto hasta entonces las cosas de esa manera, pero ahora que lo hacía pensó que él tal vez estaba haciendo casi todo el trabajo.

Fue a la casa y causó problemas. Le dijo a los otros que nunca más iba a traer ramitas y que ellos tendrían que hacer su parte del trabajo de ahora en adelante.

Así que, aunque todos habían estado perfectamente felices todo ese tiempo, y aunque la salchicha y el ratón ya habían hecho su parte del trabajo, se pusieron de acuerdo en hacer cambios para complacer al pájaro. Se decidió que el pájaro iría a traer el agua cada día, el ratón cocinaría, y la salchi-cha iría a traer ramitas para el fuego.

¡Esto no funcionó para nada bien! Mientras camina-ba hacia el bosque, ¡a la salchicha se la comió un perro! Tratando de cocinar, el ratón se cayó adentro del agua hirviendo, ¡y se despellejó vivo!

El pájaro, al no estar acostumbrado a recoger agua, fue arrastrado por un pesado cubo en un aljibe, y se ahogó.

RE

SP

ON

SA

BIL

IDA

D

Para conversar sobre este valor:

¿Qué piensas de la actuación del pájaro?Haz una lista de tus responsabilidades en la casa y en la escuela.¿Cuáles de ellas son beneficiosas para ti y cuáles para los demás miembros de tu familia?

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Florence Nightingale, una enfermera responsableHace mucho tiempo, antes de la Primera Guerra Mundial, los hospitales no eran como los de hoy, ya que la ciencia no se había desarrollado tanto y se desconocían muchas cosas; no había agua limpia, la falta de higiene era lo común, y tampoco había suficientes enfermeras para atender a los pacientes. Florence Nightingale, desde joven, sintió la ne-cesidad de ayudar a otras personas y deseaba estudiar enfermería. A pesar de que sus padres no estaban gustosos con la idea, le permitieron viajar a Egipto y a Europa para aprender a atender a los enfermos. En esos días estalló una guerra en los países europeos y los hospitales se llenaron de enfermos. Florence se alistó como enferme-ra. Trabajaba día y noche curando las heridas de los soldados, pero a pesar de sus esfuerzos, los enfermos morían por las infecciones que contraían por la falta de higiene de los hospitales. Florence sentía una profunda tristeza y decidió responsabilizarse por lo que sucedía.Decidida a hacer todo lo que estuviera en sus manos para cambiar esta situación, for-mó un grupo de chicas a quienes les enseñó todo lo que sabía: la manera correcta de curar las heridas, cómo alimentar a los enfermos con frutas y verduras y la forma en la que podían darles ánimo. En el hospital, las personas empezaron a llamarla “la dama de la lámpara” por todas las noches que pasó cuidando a los enfermos.Sin embargo, las muertes seguían aumentando. Entonces se le ocurrió la idea de registrar todos los casos que entraban al hospital y hacerles el seguimiento correspondiente. Así, con un ejercicio simple de matemáticas, logró demostrar que más pacientes fallecían por falta de higiene que los que habían sufrido heridas de guerra. Con esos datos, las autoridades se pu-sieron manos a la obra e instalaron agua potable en los hospitales. Florence y su grupo de enfermeras lograron salvar la vida a más de 5.000 heridos de guerra. Por su gran esfuerzo y responsabilidad en el cuidado de los pacientes, Florence Nightingale es considerada la pionera de la enfermería moderna.

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Demuestro responsabilidad cuando…

Me involucro en los asuntos en los que participo, aportando mis ideas y mi trabajo.

Me esfuerzo por ayudar a las personas que me rodean.

Cumplo con las tareas que me asignan tanto en mi casa como en mi escuela.

Soy puntual para evitar que las personas esperen por mí.

Cuido mis pertenencias y las de los demás.

Evito que el agua se desperdicie al bañarme, lavar los platos, cepillarme los dientes o jugar con ella.

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Leyenda tradicional holandesaEl pe

queño

héroe de Holanda

Holanda es un país que se encuentra tan cerca del mar que durante siglos los holandeses

han construido grandes diques, que son muros que impiden el ingreso del agua a las ciudades,

manteniendo el país seco y a salvo.

Esta es la historia de Peter, un muchacho holandés de ocho años que se hizo muy famoso

por su responsabilidad y heroísmo.

Peter era hijo de uno de los trabajadores que vigilaba las compuertas de los diques, las abría y

las cerraba para que los barcos pudieran pasar de los canales al ancho mar. Era muy alegre y generoso.

Una tarde, a principios de otoño, su madre lo llamó mientras jugaba. La madre de Peter

le pidió que cruzara el dique para llevar pasteles a un gran amigo de la familia que era ciego.

—Si te apresuras y no te entretienes jugando, estarás de vuelta antes de que oscurezca, le dijo.

Peter se sintió muy feliz de cumplir con la tarea que le había encomendado su

mamá y partió con el corazón alegre. Se que-dó un rato con el ciego; le contó los detalles

de su paseo por el dique y le habló del sol, las flores y los barcos que navegan

por el mar. De repente, recordó que su madre deseaba que volviera antes del

anochecer, se despidió de su amigo y emprendió el regreso.

Caminando por el borde del canal, observó que la lluvia había hecho subir el nivel de las aguas, que golpeaban el

lado del dique. “Afortunadamente, nues-tros diques son suficientemente fuertes”,

pensó. Y se tranquilizó. Miró los maravi-llosos tulipanes azules y decidió recoger unos

para su mamá. Pero cuando se agachó a recogerlos, observó un pequeño agujero en el dique por donde entraba agua.

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Para conversar sobre este valor:

¿Qué opinas de la decisión de Peter?¿Qué acciones responsables se te ocurren para ayudar

en tu barrio, en tu país y en el planeta Tierra?

Peter en seguida se dio cuenta del peligro:“si el agua sale por un diminuto agujero, este se irá ensanchan-do y habrá una gran inundación”. Lanzó su ramo de flores, descendió hasta la base del dique e introdujo el dedo en el pequeño agujero. ¡El agua dejó de fluir!

“¡Oh!, se dijo ¡Holanda no se inundará mientras yo esté aquí!”

Al principio todo iba bien, pero el frío y la oscu-ridad no tardaron en aparecer. El muchacho no cesaba de gritar:

—¡Vengan, vengan aquí!, chillaba. Pero nadie le oía ni acudía a ayudarle. El frío se hizo más intenso, el brazo le dolía y lo sentía rígido y entumecido. Volvió a gritar.

Peter trató de silbar, pero los dientes no paraban de castañetearle por el frío. Pensó en su familia y se dijo: “No puedo de-jar que se ahoguen. Debo permanecer aquí has-ta que venga alguien, aunque tenga que quedarme toda la noche”.

Por la mañana temprano, un hombre que se dirigía a su trabajo por el dique oyó un gemido. Se inclinó sobre el borde y vio a un niño arrimado al lateral del gran muro.

—¿Qué ocurre?, gritó —¿Te has hecho daño?— ¡Estoy frenando el agua!, chilló Peter. — ¡Avise para que vengan todos rápidamente!

La alarma se extendió. La gente vino corriendo con palas y el agujero no tardó en ser reparado.

Llevaron a Peter a casa de sus padres y pron-to todo el pueblo se enteró de cómo, aquella noche, les había salvado la vida. Desde aquel día, nunca han olvidado al pequeño héroe de Holanda.

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¿Qué es innovar?

Innovar es encontrar nuevas soluciones a los problemas. Para innovar debo observar la situa-ción, conocer las acciones que ya se realizaron y buscar en mi imaginación un nuevo camino que permita dar una respuesta o mejorar la que ya existe para re-solver un problema o necesidad.

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INnoVacIoN,

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En la escuela, Sebastián observaba cómo todos los días sus amigos se pelea-ban al jugar a los tazos, un juego parecido a las canicas. Unos y otros decían

haber ganado, esto provocaba gritos, lloros y golpes entre ellos.

Para investigar cuál era el inicio de la confusión, Sebastián miró con aten-ción cómo jugaban sus amigos y se dio cuenta de que ninguno de los equipos

llevaba la cuenta de cuántas veces se había golpeado al mismo tazo.

Así que tomó una hoja de papel, trazó una línea para dividirla en dos y dibujó en ambas partes algunos círculos medianos. Pidió a los jugadores que

cada vez que golpearan un tazo pintaran uno de los círculos y pusieran sus nombres en la hoja; de esa manera se podría llevar un exacto control.

Los niños siguieron la idea de Sebastián y lo eligieron como juez del jue-go. No hubo más quejas ni peleas. Todos en la escuela estaban muy felices

y agradecieron a Sebastián por su gran idea.

¿En qué ayudó la idea de Sebastián a sus compañeros?

Imaginación puesta en acción

es como nace la innovación

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7474

Ada

ptac

ión de u

n cuento popular

Un grano de café Había una vez una niña que siempre se

quejaba con su padre acerca de la vida y lo difícil que era para ella alcanzar

sus metas, y de que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida.

Estaba cansada de luchar. Su padre, un chef, la llevó a su lugar de

trabajo. Llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego. En una colocó zanahorias; en

otra, huevos; y en la última, granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La

hija esperó impaciente, preguntán-dose qué estaría haciendo su padre.

A los veinte minutos el padre apagó el fuego, sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en un plato.

Coló el café y lo puso en una taza. Mirando a su hija le dijo:

—Mi niña, ¿qué ves?—Unas zanahorias,

unos huevos y una taza de café, respondió la niña.

Entonces, el padre hizo que se acerca-se más a la mesa y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que

estaban blandas. Luego le pidió que to-mara un huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro. Finalmente, le pidió que probara

el café. Ella sonrió mientras lo saboreaba.

Humildemente la hija preguntó:—¿Qué significa esto?, padre mío.

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Él le explicó que los tres elementos se expusieron al agua hirviendo y que cada uno había reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó dura a la

olla y después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto frágil, fácil de deshacer. El huevo, al entrar en el agua hirviendo era frágil, su cáscara fina

protegía el interior líquido y, al salir, su interior se había endurecido.

—¿Y los granos de café?, preguntó la niña con mucha intriga.—Los granos de café son los únicos que se mantienen como eran antes

de enfrentarse al agua hirviendo y, además, transformaron el color, el sabor y el aroma del agua.

—Hija mía, ¿Cómo deseas ser al enfrentar las dificultades?, ¿como la zanahoria, el huevo o el grano de café?

—Si eres como un huevo, empiezas frágil y sensible pero al enfrentarte a las cosas que no puedes hacer, a la burla de tus compañeros, a las malas notas, te enojas y dejas que tu corazón se endurezca. Si eres como la za-nahoria, te pones débil, lloras y te quejas todo el tiempo. ¿O quieres ser

como el café, y al llegar la dificultad reaccionas de forma positiva, sin dejarte vencer, y haces que las cosas a tu alrededor mejoren?

Buscas las soluciones, das lo mejor de ti y llenas de tus colores el mundo que te rodea.

INN

OV

AC

IÓN

Para conversar sobre este valor:

¿Cómo te gustaría ser? Como la zanahoria,

como el huevo o como el grano de café.

¿Por qué?

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Albert Einstein, un gran descubrimientoEn Alemania vivió un joven llamado Albert Einstein. En la escuela apren-día más despacio que sus compañeros porque le gustaba pensar bien sobre las cosas que le enseñaban. En la universidad, se dio tiempo para anali-zar algunas propuestas teóricas que habían hecho grandes investigadores como New-ton, quien decía que el tiempo y la distancia son iguales si se miden desde cualquier pun-to donde uno se encuentre, siempre y cuando no se cambie de velocidad. Para Einstein esta teoría era cierta y empezó a aplicarla en diferentes situaciones; pero se dio cuenta de que esto no pasaba en todas las circunstancias, con lo que apareció un problema que debía ser resuelto. Investigó y probó una y otra vez hasta encontrar una nueva manera de explicar el hallaz-go de Newton. ¿Y sabes lo que descubrió? Que el tiempo y la distancia se miden diferentes dependiendo del lugar donde estés situado. E incluso descubrió que cuando tus pies no están sobre la tierra el tiempo pasa más rápido que cuando estás sobre ella. Todas las teorías que Einstein elaboró sirvieron para que entendamos de mejor manera el universo y el funcionamiento de la naturaleza. Ahora se aplica su teoría para construir má-quinas y establecer de mejor manera el tiempo en el que transcurren las cosas. Einstein nunca ostentó su inteligencia, siempre fue muy humilde para aprender, tuvo sentido del humor y es considerado uno de los hombres más importantes del siglo XX.

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7777

Demuestro innovación cuando…

Me doy cuenta de que un aparato o un procedimiento no están funcionando adecuadamente y dedico tiempo

y esfuerzo para encontrar una solución al problema.

Organizo los objetos o las actividades de manera diferente para que funcionen mejor o se hagan en menos tiempo.

Cambio algo a una idea que ya se ha puesto en práctica, para mejorarla.

Imagino una nueva forma de presentar un trabajo para que se comprenda mejor e impacte a quienes está destinado.

Comparto mis ideas con las demás personas para mejorar la calidad de vida de quienes me rodean.

INN

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Esta es la historia de una aldea situada en una isla per-dida. Su fundador fue el anciano Zabu, a quien todos querían y respetaban mucho. Se cuenta que había llegado a la zona luego de que su barco naufraga-ra. Al llegar a tierra, Zabu y los demás náufragos se maravillaron al contemplar la vegetación de la isla y pensaron que no les faltaría alimento.

El grupo empezó su caminata para buscar un lugar donde construir un refugio. El viaje era duro, pues tenían que abrirse campo entre la maleza para avanzar. Una mañana Zabu anunció que iba a partir en busca de una fuente de agua ya que, de lo contrario, el grupo no aguantaría mucho tiempo más.

Tres días después, cuando ya todos lo daban por muerto, apareció lleno de cortes y arañazos anunciando que había descubierto un pozo a un día de camino y que había despejado el sendero. Todos festejaron la noticia, pues el hallazgo garanti-zaba su supervivencia.

Pasaron cincuenta inviernos des-de ese hallazgo. En la aldea se había convertido una tradición festejar el día en que un chico cumplía la edad para convertirse en adulto; para esto, el muchacho debía recoger una determinada cantidad de agua del pozo y traerla a la aldea.

La mañana en que Iwala cumplía la mayoría de edad inició la tarea de traer el agua del pozo. Era un joven des-pierto y curioso, y tras varios días de acarrear los cubos por el sendero y hacer algunas exploraciones, se armó de valor y fue a hablar con el jefe de la aldea.

—He observado con atención y he llegado a la conclusión que el sendero que utilizamos para llegar al pozo es demasiado largo y enrevesado, dijo el muchacho.

—He estado dándole vueltas y creo que podría encontrar uno más corto.

Adaptación de un cuento de Javier M

egiasUn camino nuevo

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Para conversar sobre este valor:

¿Por qué el camino que hizo Iwala es una innovación?¿Qué innovaciones propondrías en tu casa y en tu escuela para mejorar la calidad de vida?

El jefe lo miró con cierto aire de suficiencia y le contestó:

—¿Por qué pierdes el tiempo? El sendero que tenemos es bueno.

—Sí, pero creo que podríamos recoger agua en mucho menos tiempo y así podríamos dedicarnos a otras actividades durante el día, explicó el joven tímidamente.

—Está bien, le contestó el jefe. Veremos qué puedes hacer.

A la mañana siguiente el joven se dirigió a uno de los extremos de la aldea con su mache-te, observó la forma de los árboles y la distancia que había hasta el manantial, y comenzó a despejar un sendero. Sus vecinos lo observaban y se burlaban de él:

— ¿Por qué pierdes el tiempo, si ya hay una forma de llegar al pozo?, le decían.

El joven no hizo caso de los comentarios y se esforzó en la tarea día y noche, hasta que acabó por despejar un camino que llegaba al pozo en apenas unas horas. Aunque había trabajado duro, todavía era un sendero angosto y repleto de ramas en las que se enganchaba la ropa.

El joven, abatido, contó su hallazgo a su mejor amigo, quien decidió inmediatamente que, a partir de ese día, ambos irían a recoger agua por el nuevo sendero. Otros jóvenes también deci-dieron usar la nueva ruta y poco a poco la tarea no fue tan incómoda ya que las ramas se aplas-taban en cada pisada.

Con el tiempo, el nuevo sendero se convirtió en un amplio y despejado camino que utilizaba toda la aldea para ir por agua… y el anterior fue inundado por la maleza.

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AMisTaD

¿Qué es la amistad?

Soy amigo de una persona cuando le doy más atención, cuidado, cariño y lealtad que a otros. Puedo contar con mis amigos, y ellos conmigo, en las situaciones buenas y en las desafortunadas.

Cuando alguno de mis amigos tiene un problema, yo estoy dispuesto a ayudarlo y también puedo decirle lo que no me parece correcto.

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Al levantarse por la mañana Laura piensa en lo que hará durante el día, y se da cuenta de que cada actividad involucra a uno de sus amigos. Con Juan

visitará a la mamá de María, que está enferma; luego, jugará con Pedro en la casa de Miguel. Almorzará con Juana para contarle lo que le gustaría hacer

en las vacaciones e irá a ver una película con Lourdes, su vecina.

¡Cuanta alegría siente Laura por tener tantos amigos con quienes compartir diferentes actividades y experiencias nuevas!

¿Cuáles son las actividades que te gusta hacer con tus amigos?

Muchos amigos desde niño por siempre yo los quiero. A todos trato con cariñosiendo positivo y sincero.

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Cuento indio

Había una vez un pequeño niño indio llamado Sudi, a quien le encantaba gruñir a los tigres.

—Ten cuidado, le dijo su madre. A los tigres no les gusta que les gruñan.

Pero a Sudi no le importaba y, un día que su madre salió, fue a dar un paseo a ver si encontraba un tigre para gruñirle.

En cuanto apareció Sudi, el tigre saltó y gruñó: —Grr... Grrrr... Y Sudi le contestó: —Grrrr... Grrr...

¡El tigre estaba enfadadísimo! “¿Qué se cree que soy?”, pensó, “¿una ardilla, un conejo o un ratón?”

Así que al día siguiente, al ver acercarse a Sudi, saltó de detrás de un árbol y gruñó más fuerte que nunca: —¡Grrr... Grrrrrr...!

—Tigre bonito... ¡Buen chico!, dijo Sudi acariciándolo.El tigre no pudo soportarlo y se alejó a afilar sus garras. Movía la cola y entre gruñido y gruñido repetía: — ¡Soy un tigre! T - I - G - R - E.

Entonces fue a beber al estanque. Cuando terminó, miró su reflejo en el agua. Era un hermo-so tigre amarillo y cobrizo, con rayas negras y una cola muy larga. Gruñó otra vez, tan fuerte que llegó a asustarse a sí mismo. Salió corriendo. Al fin se detuvo.

Sudi y

el tigre

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“¿De qué huyo?”, pensó.“Si he sido yo mismo.

¡Vaya, este chico me ha trastornado! ¿Por qué gruñirá a los tigres?”

Al día siguiente, cuando pasó Sudi, lo detuvo.

— ¿Por qué gruñes a los ti-gres?, preguntó.

—Bueno, dijo Sudi.—En realidad, porque soy tímido

y cuando gruño a los tigres me siento mejor.

No sé si me entiendes.

—¡Claro que te entiendo!, exclamó el tigre.

—Después de todo, siguió Sudi,los tigres son los animales

más feroces del mundo y el que les gruñe es porque es valiente.

El tigre estaba encanta-do, y le gustaba que Sudi le respetara

por ser también él un animal muy valiente.

Entonces le preguntó:— ¿Crees que los tigres somos más feroces que los leones?

— ¡Oh, sí!, contestó Sudi.— ¿Y que los osos?

—Mucho más feroces.El tigre ronroneó, amigable.

—Eres un buen chico, dijo y le lamió la mano.

Después de eso salían a pasear juntos con frecuencia y de vez en cuando se gruñían el uno al otro.

AM

ISTA

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Para conversar sobre este valor:

¿Cómo demostró Sudi su amistad al tigre?Prepara una sorpresa para tus amigos para demostrarles lo especiales que son para ti.

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Simón Rodríguez, el gran amigo del Libertador Simón Bolívar ¿Quién no ha escuchado hablar de Simón Bolívar, también conocido como El Libertador por ser el hombre que llevó la libertad a los pueblos de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela? Las ideas de Simón Bolívar por la independencia y la libertad se formaron junto a su maestro y gran amigo, Simón Rodríguez. Si deseas conocer su historia, lee el siguiente relato. Cuando los países de Latinoamérica aún pertenecían a España, Simón Rodríguez fue contrata-do como profesor de Simón Bolívar. Tenían pocos años de diferencia, por lo que enseguida se hicieron amigos. Simón Rodríguez no fue un maestro tradicional, le gustaba llevar a Bolívar por los campos. Hacían largas caminatas por la naturaleza, también cabalgaban y nadaban en el río. Leían diferentes tipos de libros y conversaban sobre el gran deseo de ver a sus pueblos libres de toda la pobreza, el castigo y el maltrato que sufrían en aquella época por parte de sus opresores, los españoles. Luego de unos años tuvieron que separarse por largo tiempo, pero su amistad continuó. En una ocasión se encontraron en París y emprendieron nuevos viajes por Italia. En ese viaje, Simón Bolívar encontró en la amistad y enseñanzas de Rodríguez la inspiración para hacer un juramento:“¡Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi Patria, que no daré descanso a mi bra-zo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español!”Luego de algunos años Bolívar agradeció a Rodríguez por su amistad y le escribió: “Sin duda usted es el hombre más extraordinario del mundo…¡Oh mi maestro! ¡Oh mi amigo! Usted formó mi corazón para la libertad, para la justi-cia, para lo grande, para lo hermoso”.Simón Rodríguez fue el primer Director de la Enseñanza Pública de la República de Bolivia, instauró la escuela pública y propuso programas innovadores de enseñanza.

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Demuestro amistad cuando…Cumplo con las promesas que les hago a mis amigos.

Comparto mi tiempo para escucharlos, jugar y aprender de ellos.

Acompaño a mis amigos en momentos buenos y malos.

Me disculpo rápidamente cuando los he ofendido.

Guardo celosamente los secretos que me han confiado.

AM

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Dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado mo-

mento del viaje discutieron. Uno de ellos le pegó al otro y éste escribió

con una rama en la arena:

—Hoy mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis en donde decidieron bañarse.

El que había sido abofeteado y lastimado comen-zó a ahogarse, pero fue salvado por el amigo. Al recu-

perarse tomó su navaja y escribió en una piedra:

—Hoy mi mejor amigo me salvó la vida.

Cuento árabe anónimoAmigos

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Para conversar sobre este valor:

¿Puedes mencionar personas cercanas a ti que consideras que son buenos amigos?¿Recuerdas algún gesto que hayan tenido para demostrar su amistad? ¿Cómo te has sentido en ese momento?

Intrigado, el amigo preguntó:

—¿Por qué, después de que te lastimé, escribiste en la arena, y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:

—Cuando un gran amigo nos ofende, debere-mos escribir la ofensa en la arena donde el vien-to del olvido y el perdón se encargarán de bo-rrarla y desaparecerla; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento en todo el mundo podrá borrarlo.

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¿Qué es el perdón?

Si alguien me ha lastimado o ha cometido una falta contra mí, puedo decidir perdonarlo y olvidar lo que me ha hecho.

Cuando he sido yo quien ha ofendido, puedo arrepentirme, es decir, no volver a cometer esa falta y pedir que me perdonen.

PErDon,

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Omar y José eran hermanos. A los dos les gustaba jugar con los mismos juguetes, así que cuando uno de ellos tenía el carro azul, el otro también lo quería. Esto ocasionaba que los hermanos se pelearan todo el tiempo. Pero

José siempre era quien buscaba a Omar luego de una pelea para que pudie-ran jugar juntos otra vez. Un día, Omar ya no quiso perdonar a José por ha-berle quitado su juguete. Entonces, decidió romper todos los muñecos prefe-ridos de su hermano. José se sintió muy triste; sin embargo, perdonó a Omar

y le pidió que jugaran juntos con el único muñeco que había quedado.

¿Qué sentimientos tenía Omar que le impulsaron a destruir los muñecos de su hermano?

¿Qué motivó a José a perdonar a Omar?

Si me ofendes te perdonoy olvido todo rencor.

Cuando abandono la irame siento mucho mejor.

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Cuento tradicional japonés

Mom

otaro Hace mucho, mucho tiempo, en algún lu-gar de Japón vivía una pareja de ancianos.

Un día el anciano salió a la montaña a recoger leña mientras que la ancianita fue

al río para lavar ropa. De repente, la an-cianita vio que un enorme durazno venía

por el río, aguas abajo. Ella lo recogió y se lo llevó a casa.

El anciano, al llegar, se sorprendió al ver tan enorme durazno y dijo: —¡Qué

fruta tan grande!, ¿lo cortamos?, y la ancia-na contestó: —¡Sí, vamos a cortarlo!

Pero antes de cortar el durazno empezó a moverse y de su interior salió un niño.

Los ancianos se sorprendieron al ver a un niño salir de aquel enorme durazno, pero también se

alegraron porque, como no tenían hijos, ese niño se convertiría en su único hijo. —¡Lo llamaremos Mo-

motaro! porque nació de un “momo” (durazno en Japón), dijo la anciana.

Momotaro comía mucho y creció fuerte y robusto. Era bueno y ayudaba a sus padres

en todo lo que le pedían, pero había algo que preocupaba a los ancianos:

Momotaro aún no había pronunciado ni una sola palabra.

Por aquella época, unos malhechores esta-ban causando alboroto y cometiendo fechorías por todo el pueblo y Momotaro se indignaba y

pensaba: “¡Esta situación es intolerable!”

Un día, de repente, comenzó a hablar y dijo a sus padres: —¡Voy a castigar a estos malvados! Me

tienen que ayudar a preparar mis cosas para salir a buscarlos. Los ancianos se quedaron sorprendidos al escuchar por primera vez la voz de Momotaro, así que ayudaron a su hijo, le dieron ropas nuevas

y “kibi dango” (la comida que gustaba a Momotaro) para que pudiera comer durante el viaje. Momotaro par-

tió hacia la isla donde se escondían los truhanes. Los ancia-nos rezaban para que su hijo estuviera sano y salvo.

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Para conversar sobre este valor:

¿Qué motivó a Momotaro a per-donar a los malhechores?¿Qué ofensas has perdonado?¿Cuáles crees que son las conse-cuencias de pedir perdón?

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Momotoro se encontró en el camino con un perro. El perro le dijo: —¡Oye! Dame un “kibi dango”, por favor. —Si me lo das te ayudaré en lo que sea. Momotaro le entregó un “kibi dango” y empezaron a caminar juntos.

Poco después se encontraron con un mono, el cual pidió a Momotaro lo mismo que el perro. Momotaro cogió un “kibi dango” y se lo entregó, y los tres empezaron la marcha nuevamente.

En el camino encontraron a un faisán, que pidió lo mismo que los anteriores y se unió al grupo.

Pasaron unos días y llegaron por fin a la isla. El faisán realizó un vuelo de reconocimiento y al volver dijo:

—Ahora todos están tomando sake.

Momotaro pensó que era una buena ocasión y dijo: —¡Vamos!

Pero no podían entrar por-que el portón estaba cerrado. En ese momento el mono saltó al portón y abrió la cerradura.

Los cuatro entraron a la vez y los malhechores se quedaron sor-prendidos al verlos. El perro mordió a uno de ellos, el mono arañó a otro, mientras que el faisán picoteaba a un tercero. Momotaro dio un cabezazo al jefe de los ladrones y le dijo:

—¡No hagan más cosas malas! Todos contestaron: —¡Nunca más lo haremos! ¡Perdónanos!

Momotaro los perdonó y recobró los tesoros robados, volviendo a casa sano y salvo con sus amigos y re-partiendo las riquezas entre la gente del pueblo.

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José Martí, un poeta que supo perdonar.José Martí nació en Cuba el 28 de enero de 1853. Su familia era muy humilde pero, a pesar de eso, a los 12 años pudo acceder a la escuela. Más adelante se convirtió en profesor. Preocu-pado por la educación, en 1889 fundó una revista para niños titulada “La Edad de Oro” en la que aparecieron los cuentos “Bebé y el señor Don Pomposo”, “Nené traviesa” y “La muñe-ca negra”. En estos cuentos pudo expresar sus ideas modernas sobre cómo enseñar, mostran-do algunos principios de su pensamiento como la preocupación por las normas de justicia y dignidad humanas que debían cultivarse en los niños desde su más tierna edad. Además de escritor y poeta, Martí es conocido por su actividad política. Es considerado uno de los principales promotores de la independencia de Cuba y del conjunto de los pueblos de América. Es famosa su frase: “La felicidad general de un pueblo descansa en la independen-cia individual de sus habitantes”. Por sus ideas políticas fue encarcelado y expulsado de Cuba. Sin embargo, siempre mostró comprensión hacia sus agresores. Se cuenta que un día en que su padre fue a visitarlo a la prisión, los carceleros lo maltrataron y humillaron de forma cruel. Sobre esos hechos escribió: “¡Día amarguísimo aquel! Y yo todavía no sé odiar”. El poema la “Rosa blanca” expresa muy claramente su idea sobre el perdón.

“Cultivo una rosa blancaen junio como en eneropara el amigo sinceroque me da su mano franca.

Y para el cruel que me arrancael corazón con que vivo,cardo ni ortiga cultivo;cultivo la rosa blanca”.

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Demuestro perdón cuando…

Me acerco a un amigo para invitarle a jugar conmigo, a pesar de que me ha lastimado, y así expresarle mi cariño.

Me arrepiento del daño que he ocasionado.

Decido no volver a realizar las acciones que lastimaron a otras personas.

Realizo una acción buena para los que he ofendido.

Hablo con quien me ha ofendido para aclarar una situación.

No guardo rencor.

No juzgo ni hablo mal de quien me ha ofendido.

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Los g

uacamayos disfrazados

Leyenda ecuatoriana

Cuando aconteció el gran diluvio solo se salvaron dos hermanos: un niño

y una niña que se refugiaron en una monta-ña mágica que crecía según avanzaban las

aguas, dejando una isla que nunca se cubría. Cuando todo el mundo estuvo cubierto de

agua, se resguardaron en una cueva de la isla, pero enseguida fueron conscientes de que no

tenían nada para comer.

Durante varios días recorrieron el poco espacio que tenían y no encon-

traron nada que ingerir. Pero una tarde, al volver a la cueva, se sor-

prendieron al ver un mantel de ho-jas frescas con frutas, carnes, maíz

y todos los alimentos que habían soñado durante todos esos duros días de hambre y desesperanza.

A partir de ese día, se repetía el milagro y, al despertar, encon-

traban los manjares sin saber de qué manera llegaban hasta allí. La curiosidad de los niños fue crecien-

do; un día se escondieron entre unos matorrales para conocer la identidad de quien les estaba alimentando y salvando

de una muerte segura.

Tras esperar unos momentos, apare-cieron unos hermosos guacamayos disfrazados de personas. Los niños

salieron de su escondite entre risas y burlas por el aspecto de los pájaros. Los guacamayos se enfadaron, se llevaron la comi-

da ydecidieron no volver.

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Los niños comprendieron que no habían agradecido y pasaron todo un día gri-tando y pidiendo perdón a los cuatro vientos. Los guacamayos volvieron y se hicieron sus amigos. Pasado el tiempo, los niños quisieron volver a sus cabañas y, una vez vueltas las aguas a sus cauces, emprendieron el camino de regreso acompañados de una de las aves, para poder seguir disfrutando de su belleza. Pero, al bajar, toda la banda-da siguió a los hermanos y, al llegar al valle, los pájaros se convirtieron en seres humanos alegres y hermosos.

Para conversar sobre este valor:

¿Por qué crees que fue importante que los niños pidieran perdón?¿Cómo podrías demostrar el per-dón a los que te han hecho daño?

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¿Qué es ser solidario?

Soy solidario cuando ayudo a los demás.

Siempre estoy dispuesto a cola-borar y miro las necesidades de las personas para cooperar de la mejor manera.

SOLidAriDAd

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¿Qué actividades haces con tu familia para ayudar a tu comunidad?

Soy siempre solidario,no demoro en ayudar;

con mis manos, a diario,me gusta colaborar.

En una gran campaña contra la gripe organizada por la comunidad llegaron varios médicos que revisaron a todos los habitantes de la

zona. Había niños, jóvenes, abuelitos, papás y mamás. Todos estaban ahí desde muy temprano en la mañana. Pero, a medio día, todavía

faltaban muchas personas por revisar y todos tenían mucha hambre.

Los padres de Carmen decidieron preparar empanadas para todos. Carmen corrió para ayudarlos. Entre todos mezclaron los ingredien-

tes, amasaron, hornearon e hicieron jugo de naranja para repartir. Todos ayudaron a colocar sillas para que se sentaran los ancianos y

las personas más enfermos.

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Esta historia se re-fiere a dos amigos. Todo lo que era de

uno era también del otro; se apreciaban, se respetaban y vivían en

perfecta armonía.

Una noche, uno de los amigos despertó sobresal-

tado. Saltó de la cama, se vistió apresuradamente y se dirigió a la casa del otro. Al llegar, golpeó ruido-

samente y todos se despertaron. Los criados le abrieron la puerta, asustados, y él entró en la residencia. El dueño de la casa, que lo esperaba con una bolsa de dinero en una mano

y su espada en la otra, le dijo:

Los d

os amigosFá

bula

de L

a Fontaine

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SO

LID

AR

IDA

D

—Amigo mío, sé que no eres hombre de salir corriendo en plena noche sin ningún motivo. Si viniste a mi casa es porque algo grave te sucede. Si perdiste dinero en el juego, aquí tienes, tómalo. Y si tuviste un altercado y necesitas ayuda para enfrentar a los que te persiguen, jun-tos pelearemos. Ya sabes que puedes contar conmigo para todo.

El visitante respondió:—Mucho agradezco tus generosos ofrecimientos, pero no estoy aquí por ninguno de esos motivos. Estaba dur-miendo tranquilamente cuando soñé que estabas intranquilo y triste, que la angustia te dominaba y que me necesitabas a tu lado. La pesadilla me preocupó y por eso vine a tu casa a estas horas. No podía estar seguro de que te encontrabas bien y tuve que comprobarlo por mí mismo.

Para conversar sobre este valor:

¿Qué te parece el comportamiento de los dos amigos?¿Qué sientes cuando eres solidario con alguien?¿Cómo podrías demostrar solidaridad a tus amigos?

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La minga, una forma solidaria de vivir¡Qué alegría! Ha sonado la bocina. Todos salen de las casas con grandes sonrisas en sus labios. ¡La minga va a comenzar! Esta vez será para ayudar a la familia de Juan, a la que un gran deslave destruyó su casa. La hermana de Juan corre asustada donde su abuelo al escuchar el gran sonido. —¿Qué es lo que pasa abuelo?, pregunta.—No te asustes cariño, es el llamado para empezar la minga, le responde el abuelo.—¿Qué es la minga abuelo?, pregunta la niña.—¡La minga es una fiesta!, dice el abuelo. —Una fiesta en la que todos celebramos la vida y el amor por los demás. Si alguien necesita ayuda, toda la comunidad se reúne para trabajar y ayudar. Así demuestra la responsabilidad y el amor por sus vecinos, amigos y familia. La niña mira con felicidad a su abuelo, quien continúa explicando: —La minga se creó hace muchos años en las comunidades indígenas con la finalidad que todos los habitantes tengan una vida mejor ya que, cuando todos colaboran para alcanzar un sueño, es más fácil conseguirlo. Por eso, algunas min-gas se realizan para construir casas familiares y comunales, otras para sembrar, para cosechar e incluso para poner alambrado, siste-mas de riego y otras cosas necesarias para vivir mejor. —Ya entiendo abue-lo. Entonces, todos han venido a ayu-darnos a construir nuestra nueva casa.

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Demuestro solidaridad cuando…

Respeto y ayudo a las personas que tienen alguna necesidad.

Cuido a mis familiares, amigos o a personas de mi comunidad cuando están enfermos.

Colaboro en el quehacer de la casa, sin importar qué tarea sea necesario realizar.

Le enseño a un amigo a comprender mejor una materia.

Siembro árboles para reforestar una zona.

Motivo a mis amigos a comer alimentos saludables.

Ayudo a solucionar un problema, aunque la necesidad no sea mía: arreglar un grifo o la cerca

de una familia vecina.

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LID

AR

IDA

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¿Y cómo les podemos agradecer abuelo?—Tu madre y tu abuela ya están preparando una rica comida para brindar a todos los voluntarios que llegan para trabajar. El abuelo llama a Juan y junto con sus nietos recibe a sus ami-gos. Entre todos se ponen manos a la obra para levantar una casa nueva en la comunidad. Mujeres, hombres, jóvenes y hasta los niños traen los materiales, ayudan con la mezcla de cemen-to, cargan agua, recogen la piedra y trabajan sin cesar hasta terminar la obra. Al final del día, todos comparten y disfrutan de una gran comida.

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Fábula de EsopoLa chivita y la zorra

Había una chivita que todas las tardes reco-rría la aldea de los animales ofreciendo su

ayuda a cualquiera que la necesitara…

El caballo le decía: —¡No vale la pena ser servicial, pues los demás son gente oportunis-ta y lo único que saben hacer es aprovechar-se! El búho también trataba de convencerla:

—¡Viva su vida tranquila y no se meta con nadie! Los demás son gente mala y egoísta que no merece que se preocupe por ellos.

Pero la chivita no hacía caso a los consejos de sus amigos y seguía ayudando a quien lo ne-cesitara. Un buen día, la zorra se cayó den-

tro de un pozo. Como no pudo salir por sí misma, se acordó de la chivita y pensó: “Ella siempre quiere ayudar a los demás y sentirse

útil”. Entonces comenzó a gritar:

—¡Seeeeeñooooraaa caaabraaaa, venga por favor!

Cuando la chivita escuchó la voces, se acercó rápi-damente al pozo y la zorra le dijo:

—Como ves, me he caído dentro del pozo y no puedo salir. Necesito

que me ayudes. Métete dentro y yo subiré sobre tus hombros para salir.

Servicial y sin malicia, la chivita hizo lo que la zorra le pedía,

quedando atrapada dentro del pozo mientras que la zorra,

tras haber salido del agujero, se fue corriendo.

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Al rato, el búho y el caballo escucharon los gritos de auxilio de su amiga la chivita. Rápidamente se acercaron al pozo y, al verla atrapada, aprovecharon para reprocharle su actitud tan servicial.

—¿Ves? Ya te lo decíamos nosotros. ¿Qué sacas con ayudar a los demás?

La chivita mirando al búho y al caballo, les respondió:

—¡Muuchoooo! Si yo no hubiera ayudado a la zorra, ustedes no tendrían la oportunidad de hacer una buena acción ayudándome a mí.

Para conversar sobre este valor:

¿Por qué crees que la chivita decidió ayudar a pesar de que sus amigos le aconsejaban que no lo hiciera?¿Cuáles son los problemas que existen en tu comunidad?¿Qué acciones solidarias podrías hacer tú o tu familia para ayudar a las demás personas de la comunidad?

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