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Universidad Autónoma de Yucatán
Facultad de Matemáticas
El currículo escolar mexicano de las ciencias en el
nivel medio. Un estudio proyectivo
TESIS INDIVIDUAL
Presentada por:
Adriano del Jesús Balam Narváez
Asesor: M. en C. Eddie Aparicio Landa
En opción al titulo de:
Licenciado en Enseñanza de las Matemáticas
Mérida, Yucatán, México Julio de 2007
A la memoria de mi abuela Rosa, aunque
pasen los años sigues siendo un ejemplo a
seguir.
Agradecimientos:
Para todas las personas que han sido parte de mi formación
profesional y personal:
A Mi familia por apoyarme en todos los momentos, en especial a mi
papá Daniel y mi mamá Socorro, por creer en mí y mostrarme que
hay que esforzarse para ser mejor en la vida.
A mis compañeros y amigos por su paciencia y apoyo en especial a
Ana Laura, Laura y Daniel.
A mis maestros por sus consejos y enseñanzas.
En especial a mi asesor y amigo Eddie Aparicio Landa, por sus consejos
y paciencia.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN i
Capitulo I. Necesidades de estudio del currículo escolar 1
1.1 Problemas en el currículo escolar 1
1.2 Importancia del currículo escolar 3
1.3 El currículo de las ciencias básicas dentro del sistema educativo 5
1.4 Problema y objetivo de investigación 8
1.5 Antecedentes 10
1.6 Metodología 11
Capitulo II. Una visión retrospectiva del currículo en la educación media 13
2.1 El currículo de las ciencias básicas en los años setentas 13
2.2 El currículo de las ciencias básicas en los años ochentas 17
2.3 El currículo de las ciencias básicas en los años noventas 23
Capitulo III. Currículo escolar contemporáneo 31
3.1 Nuevas perspectivas dentro del currículo escolar mexicano 31
3.2 El bachillerato mexicano en la actualidad 37
3.3 Valoración introspectiva del currículo 40
Capitulo IV. Una visión proyectiva del currículo escolar 43
4.1 Principales tendencias del currículo escolar 43
4.2 Visión de los especialistas sobre el currículo escolar 46
4.3 El currículo en prospectiva 48
Capitulo V. Conclusiones y reflexiones finales 51
Bibliografía 57
Introducción
Durante mucho tiempo el currículo escolar de las ciencias básicas en el bachillerato
ha sido tema de discusión desde hace mucho tiempo. El currículo se ha evaluado y
rediseñado con la intención de mejorar su funcionalidad, sin embargo, numerosas
investigaciones hacen referencia a que el currículo escolar debe analizarse en más
de un sentido, no sólo de los contenidos. Este hecho consideramos, ha sido poco
considerado por los diferentes estudios que se han realizado. En efecto, notamos
que los estudios sobre el currículo se han centrado en realizar ciertas
transformaciones (evoluciones) de forma y métodos de enseñanza. Empero, no se le
ha prestado la atención debida a los estudios sobre las tendencias de la didáctica de
las ciencias en el bachillerato.
Es claro que la forma de enseñar las ciencias en la escuela debe ir acorde a las
exigencias de la sociedad, pues de no ser así, estaríamos enseñando conceptos sin
un fundamento en tanto su pertinencia, relevancia y funcionalidad, finalmente
traducido en una poca utilidad por parte de los profesionistas en el desempeño de
sus labores cotidianas y futuras.
Por ello, la importancia de realizar estudios con características proyectivas que
intenten entablar lo que hemos denominado, tendencias propias del currículo de las
ciencias básicas en el bachillerato mexicano que permitan generar entendimiento e
ideas más precisas de lo que a la larga representaría el futuro de la educación en
ciencias.
El presente trabajo nace de la inquietud por aportar aspectos relevantes en torno al
currículo escolar de las ciencias básicas y que hemos dividido en dos partes para su
estudio y presentación:
En primer lugar se realizó un proceso de documentación con el fin de obtener una
descripción bastante precisa y clara sobre lo que ha sido el currículo escolar del nivel
medio en México. Cabe decir que el término bachillerado se utiliza en este trabajo
i
para hacer referencia al nivel medio superior o nivel medio como actualmente se le
conoce.
En esta parte, analizamos lo que hemos denominado el currículo del pasado,
abarcando la década de los setentas, los ochentas y noventas y, el currículo
contemporáneo que a barca desde el año 2000 hasta a la fecha.
En segundo lugar, se diseñó e implantó una entrevista estructurada a especialitas
nacionales del currículo de las ciencias básicas, para determinar y verificar la
información obtenida durante el proceso de documentación. Es precisamente, a partir
de este proceso que establecemos ciertos resultados sobre las tendencias del
currículo escolar de las ciencias en el bachillerato y ofrecemos una proyección de
mediano alcance del mismo.
El propósito de realizar este estudio acerca del currículo escolar, obedece a la
necesidad de explorar ciertas formas de concebir la enseñanza, aprendizaje de las
ciencias básicas en el bachillerato mexicano. Pues sostenemos la idea de que
nuestra sociedad ha ido evolucionando a lo largo de los años, tomando ideas que no
solo responden a la cultura nacional, sino también a las exigencias mundiales que en
la actualidad pernean por igual a la educación y la cultura.
ii
Capitulo I
Necesidades de estudio del currículo escolar
1.1. Problemas en el currículo escolar
Debido a que la enseñanza en la escuela representa retos dentro de una comunidad
y país, diversos grupos especializados en el mejoramiento del sistema educativo se
reúnen con la finalidad de diseñar o rediseñar lo que se conoce como currículo.
Para realizar un estudio acerca del currículo, lo primero que se debe tener en cuenta
es la generación de una visión global respecto del mismo, sin embargo, el termino
currículo presenta una diversa lista de definiciones a las que numerosos expertos en
el tema han hecho alusión, por lo que aventurarse a establecer una definición del
currículo resulta problemático. En este sentido, al tratar de entablar un análisis del
currículo, pueden surgir diferentes concepciones de lo que significa para los que no
son tan expertos en la materia, pues representa un concepto ambiguo y subjetivo.
Otro de los grandes problemas que se presenta dentro del análisis y el diseño del
currículo, es el hecho de que en la actualidad uno de los principales objetivos a los
que debe de responder, sin duda alguna, tiene que ver con las necesidades sociales
específicas para el que fue pensado, empero, es por todos sabido que dentro de una
misma sociedad o comunidad existen innumerables necesidades que requieren ser
atendidas y el generar acuerdos para decidir a cuáles se debe dar más prioridad,
resulta complejo. Al llevar a la práctica un proyecto educativo, se manifiesta el hecho
de que en muy pocas ocasiones se logra satisfacer la necesidad que dio origen a su
diseño, esto se debe a que la mayoría de las veces no se toman en cuenta los
sectores populares y pernea el sentimiento soñador de querer arreglar las cosas de
la mejor manera. Así, se puede decir que nadie escapa a las grandes reformas
curriculares.
1
Otra problemática que enfrenta el currículo, son los limitados tiempos que impone el
sistema educativo <<o la escuela>>, ya que la sociedad no podría esperar
demasiado tiempo para la incorporación a la vida laboral de médicos, biólogos,
físicos, matemáticos, etc. En este sentido, es que consideramos que tal limitación
origina que los contenidos y programas sean delimitados en función de un tiempo
“didáctico” y un tiempo social. Esto, trae consigo grandes conflictos por parte de las
instituciones educativas, pues si bien es cierto que este es un factor primordial dentro
del diseño, también es cierto que se debe estar conciente de evitar abaratar la
formación de un profesional motivada por este tipo de limitaciones. Viejo dilema entre
calidad y cantidad, eficiencia y eficacia, pertinencia y relevancia.
Por otra parte, se tiene el hecho de que en muchas ocasiones los docentes
encargados de poner en marcha una propuesta curricular, no están del todo
involucrados en la implementación de la misma, provocando que las reformas
curriculares no lleguen hasta a las aulas, ya sea por desconocer las bases que se
pusieron de manifiesto durante su diseño o porque la mayoría de las ocasiones
desconocen por completo lo que establece el currículo que rige a una institución.
Si bien es cierto que todos estos problemas acompañan al diseño y desarrollo
curricular, también es cierto que surge la necesidad de llevar a cabo un proceso de
evaluación curricular para determinar si se están cumpliendo, satisfaciendo los
objetivos planteados en el currículo, así como para medir su evolución a la par con
las necesidades de la sociedad, es decir, si existe una reformación de acuerdo a las
necesidades actuales de la comunidad.
Uno de los fenómenos descubiertos en recientes investigaciones es la tendencia a
buscar unificar las ciencias, aspecto que se ha denominado interdisciplinariedad, en
donde se busca, teóricamente, que las ciencias interactúen y se relacionen de
manera conjunta bajo la idea de que esto acarreará una infinidad de beneficios para
la enseñanza, puesto que si se logra dar una adecuada articulación de las ciencias,
se lograría adquirir un mejor sentido en los conceptos presentados en ellas.
2
Todas las investigaciones y los análisis curriculares muestran diferentes puntos de
encuentro entre las ciencias y su enseñanza, lo cual ha dado muestras
fundamentadas en que el fin culminante de estos fenómenos podría ser en la
interdisciplinaridad. Sin embargo, se discute aun sobre si la interdisciplinariedad no
sólo trae consigo beneficios para la enseñanza de las ciencias, sino que también
representa un reto para todos aquellos que están de alguna forma involucrados en el
sistema educativo de un país, al darse este fenómeno se abrirían nuevos retos
dentro del currículo formal, pues si bien esta tendencia forma un ensamble entre las
ciencias, del mismo modo pudiera ser una limitación en la educación.
1.2. Importancia del currículo escolar
Dentro de las llamadas ciencias básicas, siempre ha existido la necesidad de vincular
a la sociedad con sus campos de estudio, especialistas e investigadores del currículo
ven la importancia de incluir a estas ciencias en la vida académica de los
estudiantes, empero, es precisamente allí en donde surge la pregunta acerca de qué
contenidos se deben enseñar y cuáles son los medios para lograr obtener mejores
aprendizajes, que logren originar avances en materia de ciencia y tecnología dentro
de un país, pues se reconoce que sin la incursión de estas ciencias en la vida
académica no existirían avances de este tipo; una sociedad no evoluciona ni logra
conseguir un mejor desarrollo económico si no se promueve la enseñanza y
aprendizaje de forma temprana de las ciencias.
El currículo escolar de las ciencias básicas en el bachillerato, siempre está en
constante transformación, en efecto, desde que las ciencias fueron incluidas dentro
de los contenidos escolares, se ha intentando en lo posible, contribuir al desarrollo
científico, tecnológico y académico de los estudiantes. Sin embargo, se ha notado
que los contenidos curriculares están en constante evaluación debido a que las
necesidades de una sociedad cambian vertiginosamente. Esto se traduce en la poca
o nula funcionalidad de los contenidos curriculares.
Se debe destacar que las necesidades cambian con el tiempo, las actividades
profesionales varían con respecto a las mismas. Por tanto, la evaluación del perfil
3
creado debe realizarse a partir de los elementos que lo definen, de su congruencia y
continuidad con la etapa de fundamentación del proyecto curricular, así como su
vigencia (Díaz, 1981).
Un estudio acerca de las tendencias del currículo cobra importancia dentro de la
planeación del sistema educativo y lo que de este se deriva, por ejemplo, el
funcionamiento de los sistemas didácticos e institucionales. En este estudio lo que se
pretende es describir de manera argumentada, lo que ha sido el currículo escolar de
las ciencias básicas, cuáles han sido las filosofías que lo han regido y respaldado,
así como las reformas que se han implementado para responder a las necesidades
de época. Del mismo modo, creemos que el lograr describir o caracterizar el currículo
contemporáneo de las ciencias, permite generar entendimiento sobre cómo es que
este evoluciona según las necesidades sociales de época y a partir de tal
entendimiento proyectar posibles rumbos en los años venideros.
Estimar posibles situaciones de cambio en el currículo escolar de la ciencias básicas,
por ejemplo en el bachillerato, permitirá establecer una correcta evolución del
sistema educativo, esto a su vez originaría que la planeación educativa se realice de
manera más adecuada y acorde a las necesidades sociales reales. Al mismo tiempo
se estaría logrando incidir en la mejora continua del nivel medio en tanto la
generación de personas mejor capacitadas para desarrollarse de manera más
eficiente y eficaz tanto en el medio laboral como la realización de estudios
profesionales.
Numerosas investigaciones en materia de currículo en el bachillerato, nos indican
que por la estrecha relación que se guarda con el currículo del nivel superior, su
evolución debería ir a la par, pero también se nota que este no se lleva a cabo como
debería de ser, originando que existan distancias infranqueables entre ambos. Por lo
que consideramos que estudios proyectivos podrían ayudar en la búsqueda por
mejorar este fenómeno, pues si nos anticipamos a los acontecimientos curriculares,
tendríamos más elementos para solventar este tipo de retos.
4
Los procesos de reforma son en general de largo tiempo y requieren de numerosos
esfuerzos para su implementación y producción de resultados óptimos. Por ello, una
evaluación general de las reformas puestas en marcha en los últimos años, implica,
apoyándose en las referencias empíricas disponibles, así como en las
investigaciones publicadas a la fecha, la posibilidad de señalar sospechas o hipótesis
y orientarse por las tendencias y transformaciones desde hace años visibles en
nuestro entorno educativo así como en el internacional (Luengo, 2003).
1.3. El currículo de las ciencias básicas dentro del sistema educativo
Estamos convencidos de que el currículo dentro del sistema educativo, constituye la
base de la correcta planeación. En él se establecen los objetivos perseguidos dentro
del sistema, consideración que se vuelve indispensable para su correcto desarrollo.
Es así como debe de existir una correcta vinculación entre estos dos elementos para
que de esta manera se lleve a cabo un correcto desarrollo y evolución.
Es imprescindible que en los trabajos donde se involucre el currículo, se conozca
bajo qué ideologías se ha establecido y bajo qué objetivos educacionales ha de
abarcar las mismas. Esto con el fin de resaltar la correcta vinculación entre estos dos
elementos, ya que esto favorecerá una adecuada secuenciabilidad de los conceptos
previamente seleccionados que contribuyan a lograr el objetivo curricular en el que
está inmerso; solventar la necesidad social que le dio origen.
Los sistemas educativos son construcciones humanas y, por tanto, siempre podrían
ser perfeccionados de acuerdo a los intereses y/o las necesidades sociales. Las
cinco dimensiones del sistema educativo mexicano son: niveles, modalidades,
control, sostenimiento, regionalización. En cada una de estas dimensiones se puede
identificar un programa educativo, así como los criterios para situarlos (Arriaga,
2006).
En el mismo sistema educativo se ha creado lo que se conoce como el plan nacional
de educación, el cual plantea la equidad de la educación, así como proporcionar
educación de calidad e impulsar la participación en la educación de todos los niveles
5
estructurales del país: gobierno, empresas, sociedad en general, situación que
representa un gran reto y hay quienes pudieran pensarlo imposible, por lo que hay
que empezar consigo mismo tratando de hacer las cosas y sobre todo, motivar e
impulsar a nuestros educandos hacia una visión de cambio para impulsar el
desarrollo del país (Mendoza, 2005).
Estas consideraciones deben de ser tomadas en cuenta dentro del diseño curricular,
pues de no ser así originaria una ruptura en la planeación de la educación del país
que a la larga traería al sistema educativo una “incorrecta” vinculación entre sus
niveles, es así como el análisis curricular de las ciencias básicas en el bachillerato
comprenden la comprensión de lo que se pretende dentro del sistema educativo y
mediante este estudio se puede trazar las diferentes filosofías que se encuentran
involucradas en el mismo.
Es así como dentro de la estructura educativa del país, debe de existir una correcta
articulación del currículo, pues los beneficios que implica la correcta plantación de la
educación, originará que los beneficios sean mayores y, se perfeccionen aquellas
estructuras que han sido descuidadas o que no fueron consideradas en su diseño.
Sin embargo, para que México llegue a ser el país que se pretende en materia
educativa, no bastaría con aumentar el número de escuelas o instituciones
educativas. Se necesitan cambios profundos en la manera de concebir la educación,
sus contenidos, sus métodos y sus propósitos, así como identificar plenamente los
contextos en los que se utilizarán los conocimientos, actitudes y habilidades que la
escuela habrá proveer, sobre todo si se considera que los alumnos son precoces,
con una sensibilidad diferente a la de los escolares de hace pocas décadas, que en
proporción creciente, vienen de medios familiares que no pueden ofrecer el apoyo
que recibían los alumnos de origen privilegiado, que antaño eran los únicos en llegar
a la educación; con mayor conciencia de sus especificidades culturales; y en no
pocos casos, con un creciente malestar en relación con las desigualdades de la
sociedad mexicana y con la falta de oportunidades para su vida adulta (Mendoza,
2005).
6
La educación en el desarrollo del país, representa una forma de desarrollar de mejor
manera, el potencial académico de los individuos que habitan en las comunidades.
Los sectores políticos tratan de impulsar su desarrollo a través de planes nacionales
para la educación, se pretenden crear nuevas formas de involucrar a las personas
con calidad educativa a fin de aminorar el rezago escolar que hoy por hoy sigue
siendo uno de las principales preocupaciones de todo el país. Al respecto, se ha
creado un sistema de evaluaciones para detectar los puntos débiles del sistema
educativo nacional, pero en la actualidad, aun es muy cuestionado por los grupos
especializados en la educación.
El currículo de las ciencias en el bachillerato mexicano, ha sido fuente de grandes
discusiones al seno del sistema educativo, esto se debe a que desde su creación no
se le ha aprestado la atención debida, muchos de los estudiantes que se encuentran
cursando sus estudios en este nivel, en muy pocas ocasiones encuentran atractivas
a las ciencias, por lo regular las conciben solo como conceptos que involucran
formulas sin una aplicación debida. Tal consideración la podemos fácilmente
observar en los diversos cuestionamientos que realizan los estudiantes en torno del
porqué en la escuela me enseñan este tipo de conceptos, dónde los voy a aplicar en
la vida cotidiana; lo que termina, en la mayoría de los casos, en un abandono de los
estudios o en una preparación un tanto deplorable.
Todos estos problemas intrínsecos al currículo de las ciencias básicas en el
bachillerato, da paso a que se cuestione su funcionalidad, abriendo debates entre las
comunidades de especialistas, pues las necesidades y retos que enfrenta nuestra
sociedad actualmente, obliga a mejorar la calidad del proceso educativo de nuestro
sistema en todos sus niveles, desde el básico hasta el superior, donde se han
presentado una serie de reformas en materia de educación que aun están siendo
evaluadas para determinar si contribuyen en algo a mejorar la educación en el país.
El bachillerato es crucial para mejorar la calidad de las licenciaturas, de igual suerte
que la secundaria es crucial para mejorar la calidad del bachillerato y la educación
primaria tiene la misma relación con la secundaria. Por eso, el sistema educativo,
7
con las peculiaridades propias de cada nivel, tiene que verse como un sistema
continuo, desde el preescolar hasta el posgrado (De la fuente, 2006)1.
En el plan nacional de educación 2001 – 2006, se pretendía elevar la calidad de la
educación en el país, al mismo tiempo que fomentar la equidad de la educación,
objetivos que someramente han sido alcanzados, pues las evaluaciones
internacionales y nacionales acerca de la calidad de la educación, han dado muchos
aspectos que todavía hay que mejorar en busca de un eficiente desarrollo de todos
los niveles educativos.
1.4. Problema de investigación
En la actualidad, nuestro país se encuentra en vías de desarrollo y en constantes
evaluaciones en los diferentes niveles educativos, por lo que es necesidad
apremiante de los especialistas y diseñadores de currículo, encontrar nuevos
métodos que les proporcionen información acerca de las características que debe
tener el currículo para que sea el más adecuado en solventar las necesidades del
país.
Estas necesidades no solo responden a factores de tipo escolares y educativos, sino
también están relacionadas con aspectos políticos, económicos, sociales y
culturales, que originan que las reformas implementadas dentro del currículo tengan
que apegarse a estos factores, indudablemente que el ignorar estos aspectos en la
plantación educativa, traerá como consecuencia el fracaso de las reformas.
Sabemos que las reformas al currículo del bachillerato en México, han sido fuente de
numerosas críticas, la falta de argumentos para sustentarlas y la carencia de una
formación adecuada de los docentes, originan que no sean funcionales y no se lleven
a la práctica según lo planeado.
Los avances en el conocimiento científico y tecnológico, así como las nuevas
demandas del sector académico y productivo, motivaron en diferentes momentos,
cambios en el currículo y, con esto, en los objetivos, contenidos, estrategias 1 Publicado en: Crónica, 30 de enero de 2006 Rigoberto Aranda. Entrevista al rector de la UNAM.
8
didácticas, recursos y procedimientos de evaluación, así como en la formación de los
docentes (Guizado, et al, 2002).
La importancia de la instrucción de las ciencias en el bachillerato, es considerada por
los expertos, como una de las unidades fundamentales dentro de la educación del
país y de su correcta inserción en el sistema educativo, dependerá en gran medida,
el futuro profesional que se pretende formar, sin embargo, esta consideración ha sido
relegada dentro del currículo, originando que se segmenten los conocimientos y que
incremente en los estudiantes, una falta de interés en los temas relacionados con las
ciencias básicas.
La falta de un enfoque adecuado de los procesos instruccionales o de enseñanza de
las ciencias, significa que el currículo no ha sido diseñado para enfrentar los nuevos
desafíos en materia educativa, o que se han considerado pocos elementos que
ayuden a adaptarse a los momentos actuales de la educación, situación que trae
repercusiones al momento de ser llevado a la práctica.
Es con base a este tipo de consideraciones que el presente trabajo hubo de tomar
todas estas ideas para llevar acabo un estudio proyectivo sobre las tendencias del
currículo escolar de las ciencias básicas en el bachillerato mexicano, en donde el fin
último fue responder a las siguientes interrogantes.
¿Cuáles son las tendencias educativas de las ciencias básicas en el bachillerato?
¿Cuáles son los retos que estas representan?
¿Cómo es qué ha funcionando el bachillerato en México y cuáles son sus nuevas
perspectivas?
El objetivo consistió en tener una descripción (en términos de características) de lo
que ha sido el currículo escolar de las ciencias en el bachillerato mexicano, analizar
su evolución hasta nuestros y establecer posibles tendencias del mismo en el
mediano o corto plazo.
9
1.5. Antecedentes
El currículo escolar es por su naturaleza, un elemento cambiante dentro del sistema
educativo, por lo que se vuelve imprescindible su estudio. El sentido con el que
emerge el currículo, no es el mismo que hoy le atribuyen nuestras comunidades
académicas <<del siglo XXI>>; ha sido continuamente recreado por las necesidades
de los grupos sociales en diferentes momentos históricos; con el tiempo, se ha ido
consolidando y refinando en sus usos y en sus planteamientos. Surge, al igual que
otras muchas consignas y tradiciones que hemos hecho nuestras, en el umbral de la
modernidad: forma parte de sus herencias (Aguirre, 2001).
Un estudio acerca de las tendencias del currículo escolar, permite anticiparnos a los
problemas que pueden surgir durante su implementación o sus reformas, obedece a
la idea de realizar una correcta planeación educativa.
La importancia de incluir a las ciencias básicas dentro de los currículos escolares,
obedece a la necesidad de tener una idea clara de cómo es que funciona la sociedad
moderna, dentro de los estudios realizados en el currículo, se refleja la necesidad de
incluir en estos, la ayuda de nuevas tecnologías en el aula para obtener mejores
aprendizajes, la forma en la que se enseñan la mayoría de los conceptos
disciplinares en la actualidad, es poco funcional.
Al respecto, Aguirre (2001) menciona, hoy nos queda claro que la complejidad del
currículo pasa por diversos planos que atañen a la vida social y cultural de un grupo,
al lugar que en ella ocupan las instituciones de educación formal, a las políticas de
diverso tipo, a las posiciones de los protagonistas, a las formas de producción del
conocimiento y a sus formas de transmisión, a las oleadas reformadoras que se
filtran en todas las esferas y niveles de la sociedad.
Es importante acceder a los conocimientos científicos a temprana edad por muchas y
múltiples razones, pues como nos menciona Nieda y Macedo (1997), la enseñanza
de las ciencias juega a estas edades, un importante papel en el desarrollo del
pensamiento lógico, en la adquisición de contenidos relevantes para la vida, en la
10
práctica de actitudes flexibles y críticas y, en definitiva, colabora a que los
estudiantes estén mejor preparados para afrontar los desafíos de una sociedad en
continuo cambio, que les exige tomar decisiones fundamentadas. Actualmente, la
tendencia existente en los currículos científicos de este tramo erario, es incluir,
simplificadas, las mismas propuestas de los cursos superiores y parece necesario
establecer alternativas específicas que contemplen las características especiales de
estos alumnos
Existen varias formas de abordar las tendencias en los planes de estudio;
encontramos por lo menos tres: a) una concepción curricular técnica frente a una
sociopolítica, la primera atiende a la metodología de un plan de estudios, la segunda
analiza la dimensión social a la que responde dicho plan. b) Una tendencia que
organiza el currículo por asignaturas frente a otra que lo hace por problemas
integrados, en general bajo la denominación de módulos. c) Una de corte
sociohistórico que trata de dar cuenta de las grandes tendencias institucionales que
existen en el país y de la manera como se expresan en la orientación de los planes
de estudio (Díaz 1986).
1.6. Metodología
Por su carácter descriptivo y proyectivo, nos valimos de un método de investigación
documental acompañado de entrevista estructurada.
Elegimos el método documental, puesto que nos permite recopilar la información
necesaria para desarrollar un estudio de tendencias, dicho método proporciona la
posibilidad de realizar un análisis de los rasgos más característicos del currículo de
las ciencias en diferentes momentos. De la misma manera, nos facilita clasificar la
información para identificar factores que han contribuido en la transformación,
evolución del currículo escolar.
La investigación en este sentido, se estructuró en dos fases:
En la primera fase se realizó el proceso de documentación para establecer lo que ha
sido el currículo, cuál es su historia, las reformas que ha sufrido, los diferentes
11
estudios que se han realizado en torno a ellos, así como las diferentes
investigaciones de algunos expertos en el tema. Esta información la obtuvimos de
artículos publicados en revistas especializadas en educación y enseñanza de las
ciencias en México, así como de algunos documentos oficiales.
En la segunda fase, se clasificó la información obtenida y caracterizamos ciertos
rasgos del currículo escolar que han representado un cambio en la concepción y
estructura del mismo. A partir de esto, determinamos qué tipo de factores han estado
presentes en el origen y desarrollo de los cambios en el currículo.
Ya realizado los dos puntos anteriores, nos dimos a la tarea de elaborar una
entrevista estructurada (cuestionario) que tuvo como base nuestra visión proyectiva
del currículo de las ciencias, para finalmente, contrastarla con las opiniones de dos
especialistas sobre el currículo en bachillerato.
12
Capitulo II
Una visión retrospectiva del currículo en la educación media
2.1 El currículo de las ciencias básicas en los años setentas
En el año de 1970, diversos expertos en materia de educación en los niveles
superiores realizaron diferentes investigaciones en torno al tema de la ciencia y la
tecnología en el sistema educativo nacional, trataron una serie de criterios
establecidos bajo ciertos regimenes normativos para designar apoyos encaminados
a desarrollar las investigaciones científicas y tecnológicas del país, este hecho se
conoció como política científica.
Tal política causó en su momento muchas discusiones al interior de la comunidad
científica, pues su objetivo fue mal interpretado por las instituciones involucradas,
esta política no solo trataba de otorgar apoyos económicos para desarrollar
investigaciones sino que a la par buscaba delimitar los conocimientos teóricos
básicos de las ciencias, es decir, trataba de lograr una difusión de la ciencia en la
comunidad en general mediante programas que involucrarán a la población y no sólo
a un sector en particular, lo que originó un desacuerdo entre los sectores populares y
los sectores científicos de la época.
Según un análisis hecho por representantes de los sectores científicos, tecnológicos,
educativo y público de México, el problema básico del funcionamiento del sistema
científico y tecnológico no radicaba tanto en el desequilibrio entre las diversas fases
de la investigación y el desarrollo, sino fundamentalmente en la desarticulación que
éstas presentan entre sí y respecto a las actividades educativas y productivas del
país2 (Peck, 1977).
2 CONACYT. Plan Nacional Indicativo de Ciencia y Tecnología. México: CONACYT, 1976, p. 16.
13
Se empezó a prestar atención a la función social que debería tener la ciencia en
México, las actividades del CONACYT, organismo estatal encargado de la
planeación y coordinación de la IDE3, parten de un concepto amplio de ciencia y
tecnología en sus funciones sociales.
En común, la ciencia y la tecnología, tienen las funciones sociales de:
1. Contribuir a la definición de los objetivos sociales y de los medios para
alcanzarlos, y actuar como uno de los puntos de la conciencia crítica de la
sociedad (...)
2. Promover el desarrollo de la cultura científica y tecnológica, y de los hábitos
de pensamiento racional, crítico e inquisitivo en amplias capas de la sociedad
(...)
3. Desempeñar en general, un papel importante en la educación y en particular,
en la formación de recursos humanos de alto nivel, creando las condiciones
de su propia renovación y desarrollo.
Entre las funciones sociales específicas de cada una, deben mencionarse el apoyo,
estímulos mutuos y el compromiso de ambas con la sociedad.4
A mediados de los setentas, la enseñanza de las ciencias no se conformaba con
adoptar los métodos tradicionalistas, existía una gran preocupación por tratar de
dotar de un significado más preciso a los contenidos enseñables. Es así como se
comienza a hablar por primera vez, de una enseñanza integradora de las ciencias,
que viene a ser una solución para esa preocupación.
Si bien es cierto que el análisis de la forma en la que son presentados los contenidos
resultó ser un problema en la enseñanza de las ciencias, más interesante resulta ser
que los actores principales dentro de la escena educativa eran los que se daban
cuenta de esta situación, pues los docentes que impartían materias como Biología, 3 Investigación y desarrollo experimental. 4 Extracto tomado de: Peck, (1977) Conceptos actuales de la ciencia en México y algunas implicaciones para la enseñanza superior.
14
Física, Química y Matemáticas notaban que el uso de experimentos previamente
planeados y manipulados para que el alumno llegue a un resultado era inconsistente
con los objetivos curriculares pretendidos.
En cuanto al desarrollo de ejercicios propios de las materias, se notaba un profundo
desfase con lo que se pretendía lograr, pues en efecto, los problemas a los que se
enfrentaba el alumno carecían de un enfoque adecuado para lograr comprender la
solución de un problema explicado por el profesor. Dichas evidencias hacían dudar
que el aprendizaje por transmisión fuese el adecuado para estas ciencias.
Otra preocupación presentada en la época, fue una escasa relación entre lo que se
mostraba en la escuela con el verdadero trabajo que realizaba un profesionista, no
percibía la existencia de vínculo entre los contenidos escolares y lo que se vivía en la
realidad profesional. Esto derivó en que los contenidos enseñados carecieran de un
sentido propio para el estudiante.
En cuanto a lo que el bachillerato se refiere, un fenómeno similar sucedía, los
sectores educativos debatían acerca del currículo vigente, pues éste no contemplaba
la necesidad de abrir nuevas instituciones que cubriesen la gran demanda de
estudiantes que se incrementaba día con día. Durante la década de los setentas se
crearon otros sistemas de bachillerato como el Colegio de Ciencias y Humanidades
de la UNAM y el Colegio de Bachilleres, destacándose dentro del plan de estudios la
inclusión de la capacitación para el trabajo productivo (Ortiz, 1991).
Lo anterior se refleja en un documento oficial publicado en 1973 en la revista de la
ANUIES, en donde se menciona lo siguiente:
La demanda real de educación de nivel medio superior, para el mes de
septiembre de 1973, en todo el país, es de 270 mil alumnos, egresados
del ciclo básico de la enseñanza media. En los próximos tres años, en
1976, estas cifras se habrán incrementado notoriamente, pero en 1980 se
habrán duplicado en México, Monterrey y Guadalajara, y en el resto del
país el incremento será mayor del 100% (Rangel, 1973).
15
Fue precisamente en el periodo de los setentas a los ochentas, donde el número de
estudiantes que ingresaron a nivel licenciatura aumentó en un 330%, a nivel
posgrado 550% y la tasa de absorción del grupo de edad de 20 a 24 años se duplicó,
esto originó que el nivel de competencia en los alumnos que lograban egresar de la
universidad disminuyera, fenómeno que concluyó a principio de los años 80's por lo
que este periodo es conocido como periodo de desaceleración.
La desaceleración se debió principalmente a la crisis de 1982, se disminuyeron los
recursos en materia de educación, hubo repercusiones en la enseñanza, se comenzó
a abandonar uno de los instrumentos que habían marcado la pauta del decenio
anterior: la reforma educativa implementada desde 1972, que había promovido
innovaciones educativas y nuevas modalidades de enseñanza, generando proyectos
para la formación e incorporación de nuevos docentes y experimentado con nuevos
modelos académicos, entre otros aspectos.
Durante este periodo, la educación universitaria cambió de ser una que procuraba el
libre desarrollo de los estudiantes por una en donde las constantes evoluciones de la
matricula originaban que las áreas profesionales y las carreras estuvieran en
constante evolución, esto se podía observar en el cambio de las estructuras de las
carreras, pues lo que se buscaba en esta época era satisfacer las necesidades del
sector de servicios en sus diferentes modalidades: la gestión administrativa
(contaduría, administración, derecho) y los servicios a la producción de tecnología
(ingeniería electrónica, computación y sistemas), en desmedro de la demanda hacia
las profesiones y disciplinas científicas, tanto en ciencias exactas como en ciencias
sociales. Asimismo, se advierte la preferencia por aquellas carreras conducentes al
mercado de trabajo asalariado.5
Al respecto, en Díaz (citado en Luengo, 2003) se resumen las principales
características de este periodo:
Contención de la matrícula bajo el argumento de masificación de la educación. 5 Extracto tomado de: Lugo (2005). Tendencias de la educación superior en México: una lectura desde la perspectiva de la complejidad.
16
Promover la calidad de la educación sobre su crecimiento.
Disminución de recursos fiscales asignados a la educación superior.
Promover una diversificación de las fuentes de financiamiento.
Promover la reorientación de la matrícula hacia áreas con menor demanda:
ciencias exactas y naturales y ciencias agrícolas.
Se acentúa la expansión de la educación superior privada, ésta crece
numéricamente, aunque porcentualmente atiende a un porcentaje bajo de la
matrícula global.”
2.2 El currículo de las ciencias básicas en los años ochentas
Durante los años ochentas, el diseño del currículo estuvo basado en las ideas de los
grandes teóricos de época, el enfoque constructivita se desarrollaba en su máximo
esplendor y las corrientes curriculares estaban fuertemente influenciadas por los
trabajos de Piaget, Ausbel entre otros; desde esta época empezaron a distinguirse
las dos corrientes principales del diseño curricular: una que le daba más prioridad a
los procesos cognitivos del estudiante y otra encaminada a modificar las formas de
aprendizaje en los estudiantes.
En el panorama científico, México trataba de innovar en materia de ciencia con la
implementación de un currículo orientado hacia el desarrollo de nuevas metodologías
en la enseñanza de las ciencias básicas, esto se debió a que el auge y la necesidad
de generar ciencia en el país se incrementaba a medida que en las evaluaciones
curriculares se observaba cada vez con más frecuencia un notorio estancamiento en
este aspecto.
En materia de tecnología, los diferentes avances y estudios sobre la innovación en la
enseñanza, dieron como claro resultado dos vertientes, uno encaminado a tratar de
usar nuevos recursos didácticos en pro de una mejor enseñanza, denominados de
consumo, y otro basado en el desarrollo de nuevos programas para generar una
lógica de pensar y resolver problemas.
17
Particularmente en 1982, se propuso la existencia en los planes de estudio del
llamado "tronco común", que se definió en el Congreso Nacional del Bachillerato
llevado a cabo en Cocoyoc, Morelos, como un universo de lo básico que debería ser
el punto de partida para desarrollar en el estudiante una cultura integral que le
proporcionara los conocimientos y las herramientas metodológicas necesarias; que
debería constituirse como una estructura académica flexible, considerándola como
un agrupamiento convencional de elementos curriculares conformados en cuatro
áreas: Lenguaje y comunicación, Matemáticas, Ciencias Naturales e Histórico Social
(Ortiz, 1991).
En el nivel medio superior, las diferentes ciencias todavía seguían conservando un
carácter científico autónomo, es decir, cada ciencia tendía a ser considerada como
algo aislado de las demás. Fue durante los años ochentas que las investigaciones
reportaban la necesidad de la interdisciplinariedad, empero no consideró en las
reformas curriculares de aquella época, y el carácter intradisciplinar tal vez no era
muy notorio en la práctica escolar, pero las grandes corrientes provenientes del
extranjero originaban choques en la forma de concebir al currículo de las ciencias
básicas en México.
La realidad educativa, ella o cualquiera de sus partes, habrá de ser estudiada,
comprendida y después modificada a merced de un enfoque multi e interdisciplinario,
en el que no bastan profesores, físicos, químicos, biólogos, ingenieros, etc.; es
necesario también la participación de psicólogos, sociólogos, economistas,
antropólogos, etc., así se trate solamente de la enseñanza de la ciencia y la
tecnología (Gutiérrez, 1982).
Este fenómeno fue muy notorio durante esa época, los investigadores reportaban
una tendencia hacia la interdisciplinariedad, no solo en México si no en todo el
mundo y en todos los campos científicos, pues se percibía con cierta claridad que en
la vida profesional, todo científico necesitaba de interactuar con otros científicos que
no eran formados dentro de su disciplina científica, aspecto ignorado dentro de los
currículos.
18
La idea de adoptar a la interdisciplinariedad como técnica de enseñanza de las
ciencias, respondía a un fenómeno al seno de las aulas, los alumnos no entendían
en su totalidad los diversos conceptos de las ciencias, la mayoría de los aprendizajes
era del tipo memorístico. Numerosas investigaciones en educación proponían que
para subsanar este fenómeno se necesitaba estructurar al currículo desde el nivel
básico, pues era notorio que las bases de la enseñanza no eran del todo sólidas, lo
que acarreaba problemas en la futura formación educacional.
Este no fue el único problema que se presentaba en el marco curricular, también
existía otro que causaba gran preocupación entre los analistas y diseñadores
curriculares de las ciencias, era el hecho de que muy pocas veces las reformas
curriculares llegaban a las aulas, en la mayoría de los casos, lo que en ellas se
plasmaba se encontraba fuera de la realidad social. Por tal motivo, los analistas de
currículo consideraban que para aminorar el fenómeno, se debería tener una
verdadera comprensión del sistema educativo.
Una marcada tendencia de las ciencias en la escuela era tratar de crear una cultura
científica dentro de las aulas y la sociedad en general. La gente involucrada en la
enseñanza y el desarrollo académico coincidían en que la ciencia y la tecnología
deberían ser consideradas como parte de la vida del ser humano, relacionándolo con
la mayoría de las actividades que realice en su realidad social, esto se fue conocido
como ciencia para la vida. Todas estas ideas aplicadas al currículo representaban
retos dentro de las ciencias enseñadas en la estructura escolar del país.
En los ámbitos científico y tecnológico se comenzó a establecer un carácter más
humano, donde la ciencia debería estar encaminada al bienestar de la sociedad, en
las políticas científicas se hablaba de la llamada responsabilidad social y que
implicaba una nueva forma de concebir al currículo de las ciencias de tal suerte que
respondiera “realmente” a las necesidades sociales de aquellos años. A partir de mil
novecientos ochenta y cinco, se intensificó este carácter social para subsanar las
deficiencias, esto contrastaba con lo que se planteaba dentro de la llamada cultura
científica, pues de ningún modo se visualizaba el rumbo de la educación hacia un
verdadero desarrollo científico y tecnológico.
19
En ese mismo tiempo también se cuestionaba sobre el uso dado a los contenidos
curriculares en el bachillerato, de forma que para fines de los ochentas se evaluó y
analizó el cumplimiento del objetivo principal del bachillerato, que hasta ese
momento era proporcionar una correcta formación académica y lograr una madurez
intelectual en los egresados
A partir de estos análisis y evaluaciones curriculares se establecieron ciertos
elementos que se habían descuidado en el diseño curricular; las investigaciones
realizadas en materia de análisis curricular sugerían la necesidad de concebir un
currículo flexible y dinámico, que respondiera al continuo cambio dentro de la
sociedad mexicana, en otras palabras, se requería que el currículo pudiera
adecuarse al enfoque profesional que se deseaba dar a los contenidos curriculares,
de nueva forma la interdisciplinariedad surge como alternativa para proporcionar esa
flexibilidad requerida. A finales de los ochentas, numerosos reportes en diferentes
áreas científicas, nuevamente refieren la necesidad de vincular las disciplinas, pues
prevalecía una concepción de las ciencias de manera interdependiente.
En aquellos años se buscaba un medio para generar un mejor desarrollo en el país,
la crisis que se vivía era más agobiante y las políticas nuevamente miraban a la
educación científica y tecnológica como un medio para sobrellevar la situación. Se
requería gente capacitada para desempeñarse en las múltiples áreas, la formación
de profesionistas no cubría con los requisitos planteados dentro de la misma
necesidad social.
Los bachilleratos tecnológicos cobran importancia, el sector servicios requería de
nuevas personas que satisficieran las demandas, empero, nuevamente los
problemas comenzaron a surgir dentro de la población estudiantil del país.
Una de las alternativas que surgieron ante estas necesidades tan apremiantes de la
planeación educativa, fue involucrar al alumnado con un trabajo práctico, donde se
tuviera la oportunidad de realizar actividades de experimentación con los contenidos
enseñados, se empieza a dar mayor prioridad al trabajo de los laboratorios y talleres
con la finalidad de resaltar la importancia de los conceptos científicos.
20
Otro aspecto importante dentro del proceso de enseñanza, fue el hecho de intentar
que el alumno comprendiera la naturaleza del concepto de los diferentes contenidos
temáticos de las ciencias. Esta preocupación tan importante marcó una nueva
perspectiva dentro de la enseñanza en general, pues a partir de esto se comenzó a
hablar de aprendizajes significativos6 para el alumno, concepto que se volvería
central en la siguiente década.
Ya a finales de los ochentas, todavía eran notorias las secuelas de la crisis iniciada
en el año de mil novecientos ochenta y dos, originando un fenómeno muy
significativo en materia de educación, la crisis educacional, situación que preocupaba
a todos los sectores y niveles educativos del país, obligando a anteponer un
crecimiento educacional a las necesidades sociales, pero de manera paulatina a
través de un proyecto social de planeación estructurada, que considerara la situación
social y la crisis económica, encaminada a desaparecer las desigualdades sociales,
favoreciendo a todos los sectores.
Todo lo anterior implicó que las ciencias se pusieran al servicio de la comunidad,
exigiendo a las políticas educativas a impulsar el crecimiento profesional en el nivel
superior, provocando en un principio, el descuido de los niveles educativos básicos,
en particular, el bachillerato, pues en efecto, las reformas curriculares pretendían
únicamente favorecer a los niveles superiores.
La idea principal que rondaba era que si se deseaba favorecer al desarrollo científico
y tecnológico del país, se debía favorecer la generación de conocimientos a partir de
los que ya estaban establecidos, para que de esta manera se propiciara
directamente su desarrollo.
Debido a tal necesidad y aunado a estas ideas, se volvió a notar la fragmentación de
los conocimientos enseñados en la escuela, por lo que nuevamente surge la idea de
6 Un aprendizaje es significativo cuando los contenidos: Son relacionados de modo no arbitrario y sustancial con lo que el alumno ya sabe. (AUSUBEL; 1983).
21
usar enfoques interdisciplinarios como una manera de remediar este problema y
mejorar así la educación y enseñanza de las ciencias, pues era notorio que de cierta
manera ya se podía hablar de profundización de los conocimientos pero existía una
marcada ignorancia y desconocimiento de lo que ocurría en otros campos
disciplinarios.
Si bien es cierto que el enfoque interdisciplinario podía en muchos casos remediar
de alguna manera la fragmentación de los conocimientos, este no podía desde una
perspectiva política, solventar las necesidades vigentes del país, que consistía en
obtener resultados inmediatos, por lo que el impulso dado a la ciencia y a la
tecnología era para obtener resultados a corto plazo.
Como una medida política ante esta situación, se inicia una difusión de las
investigaciones científicas en todos los ámbitos sociales, con la intensión de impulsar
a los sectores superiores de la educación, donde se trataba que los alumnos
reflexionaran sobre la importancia que tenía su futura labor. En términos generales,
esta fue la situación dominante a finales de la década de los ochentas.
A pesar de la situación referida, los analistas del sistema educativo intentaban, de
todas las maneras posibles, reanimar a los sistemas educativos; fue bajo esta idea
que a principios los noventas, se retoman aquellos trabajos donde se revisaban los
contenidos de los programas de estudios de las ciencias básicas, con el fin de
adecuar los perfiles profesionales del nivel superior, cuestión fundamental para iniciar
el análisis de la vinculación entre el nivel medio superior y el nivel superior del país.
Tales trabajos dieron grandes resultados en materia de actualización curricular en el
bachillerato, pues era notorio que en los últimos años se había descuidado a ese
sector.
Uno de los resultados más sobresalientes de dichas investigaciones fue la
determinación de que los perfiles de egreso del bachillerato deberían estar de
acuerdo a los perfiles de ingreso del nivel superior, iniciando así las nuevas reformas
que vendrían a actualizar al bachillerato y que a la larga arrojaría resultados
importantes para su reestructuración.
22
Esta nueva idea de concebir al bachillerato, logró nuevamente vincular a las
instituciones de nivel medio superior con las de nivel superior, trayendo consigo no
solo una complementación en ambos sectores, sino que también comenzaron a
existir controversias acerca de los diferentes tipos de bachilleratos que se impartían
en México, dando inicio a un enfrenamiento entre ellos, pues en muchas ocasiones
no se tenia bien definido a qué tipo de necesidad responderían y cuál debería ser su
función correcta.
Como conclusión de los años ochentas, se puede decir que hubo un notorio avance
dentro del diseño curricular, pues las necesidades de aquel entonces orillaron a las
reformas curriculares a enfocarse en el bienestar de la comunidad en general,
necesidad apremiante en la sociedad de aquel entonces, las crisis y situaciones
adversas que existían en el país demandaban el hecho de involucrar a los
estudiantes con la realidad social.
2.3 El currículo de las ciencias básicas en los años noventas
Desde los ochentas hasta principios de los noventas en México, comenzaron a
crearse algunas carreras universitarias que en poco tiempo lograron tener gran
popularidad entre los grupos estudiantiles, en estos mismo años empezaron a
impulsarse los programas nacionales de becas para estudios en el extranjero,
originando que la ciencia y la tecnología de nuestro país tuviera nuevas visiones y
concepciones, desde la forma adecuada de ser enseñada hasta la manera en la que
se debía desarrollar. Fue entonces que surgen nuevas opciones de carreras técnicas
donde la tecnología representaba la materia prima a trabajar.
Por otra parte, en esa década de los noventas, el índice de deserción en las escuelas
era alarmante. Los sectores educativos comienzan a preocuparse por resolver este
fenómeno. El enfoque y tratamiento dado a las ciencias en su enseñanza, originaban
que los alumnos no encontraran una vinculación correcta entre los contenidos
enseñados con los aquellos requeridos en la vida cotidiana. Ciencias como la Física
y la Química adoptaron nuevas formas de enseñanza, pues se excedían en los
23
contenidos teóricos y se daba poca o nula importancia a las prácticas de laboratorio y
talleres, siendo así poco atractivas para los alumnos.
Una medida adoptada en algunas escuelas fue el tratar de generar en los alumnos
un tipo de aprendizaje significativo, abandonando así el tradicional aprendizaje
memorístico y optando por el objetivo principal de enseñar a investigar y reconocer el
método científico a través de prácticas “reales”.
En este periodo las corrientes cognitivas empiezan a ganar terreno en lo educativo,
el aprendizaje por descubrimiento representa una forma de hacer atractiva a la
ciencia.
En el plano curricular del bachillerato comienzan a surgir ideas innovadoras en
materia educativa, provocando el análisis de los contenidos enseñados, notándose
una falta de calidad en los niveles básicos de educación, entre el ellos el medio
superior.
En este mismo año se prioriza la generación de una cultura científica en los niveles
educativos, provocando con ello una revisión y actualización de los programas y
planes de estudio a fin de elevar la calidad de la enseñanza en el bachillerato.
Los diferentes tipos de bachillerato7 se ven en la necesidad de analizar su verdadero
funcionamiento dentro del nivel medio superior, estructurando las materias que
deben formar el tronco común en sus respectivos planes de estudios. Es
precisamente en la década de los noventas donde se empieza a notar una tendencia
hacia la unificación de estos tipos de bachilleratos en uno que a la larga podría ser el
bivalente. Esta tendencia surgió por la necesidad de unificar a los contenidos del
bachillerato, ya que los grandes debates en materia de enseñanza sugerían la
• 7 Terminal: Está constituida por opciones de estudio postsecundaria, con duración variable, que
prepara básicamente para incorporarse a una fuente de trabajo. • Propedéutico: Se imparte a través del bachillerato Terminal el cual proporciona al estudiante una
preparación básica general que comprende conocimientos científicos, técnicos y humanísticos, conjuntamente con algunas metodologías de investigación y de dominio del lenguaje.
• Bivalente: Cuenta con una estructura curricular integrada con un componente de formación profesional para ejercer una especialidad tecnológica y otra de carácter propedéutico que permite a quienes lo cursan continuar los estudios de tipo superior.
24
necesidad de resaltar la importancia de las ciencias en la vida cotidiana y laboral de
país.
Durante la primera mitad de esta década la preocupación nacional más importante
consistía en incrementar la calidad educativa de todos los niveles del sistema
mexicano. Para el año 1994, en la escena educativa del país, empiezan a surgir
nuevas instituciones encargadas de vigilar el correcto funcionamiento de los sistemas
educativos, por ejemplo, con la incorporación de México a la OCDE8 se compararía
el nivel educativo con otros países pertenecientes a este organismo, surgiendo
algunas ideas acerca de cómo debe funcionar el sistema educativo, con la finalidad
de mejorar los contenidos enseñados en las escuelas.
En el país existía una masificación de la educación, por lo que al querer elevar el
nivel educativo de las escuelas, emerge un fenómeno determinante para la
planeación curricular, a saber, el índice de deserción de los alumnos del nivel
superior aumentó dado que los niveles de competencia en las escuelas demandaban
más esfuerzos para lograr obtener éxito en las carreras profesionales del país, esta
situación causó que el número de personas que tenían una carrera trunca se
excediera.
Una de las recomendaciones que proponía la OCDE era generar en el sistema
educativo mexicano la salida de carreras intermedias, es decir, el poder reconocer a
aquellas personas que obtenían un nivel educativo medio y que por alguna razón se
veían obligados a abandonar sus estudios. Reto que el país no estaba preparado
para enfrentar y que a la larga se convirtió en un rotundo fracaso.
Otra de las propuestas de la OCDE, era la implementación de nuevas tecnologías
dentro del aula, esto se llevó acabo a través del apoyo a las instituciones para
incorporar en sus estrategias de enseñanza la tecnología de la época; este
requerimiento nuevamente marcó una sólida tendencia a mejorar la educación, pero
que a la vez trajo como consecuencia que el currículo se viera en la necesidad de
incluir en él mismo, el paso de lo tradicional a lo innovador. Esta flexibilidad se debió
8 Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
25
a una necesidad propia de la época ya que se trataba de copiar los resultados en
materia de educación que habían tenido éxito en otros países en especial los de
Norte América, situación que representó un gran reto a considerar en el currículo.
Entre los múltiples aspectos que se debían considerar dentro del currículo está el
constante cuestionamiento acerca de la utilidad de la ciencia, pues muchos
afirmaban no servía para resolver los diversos problemas que presentaba la
sociedad, ya que las investigaciones científicas realizadas se caracterizaban por
trabajar sobre conceptos poco innovadores, pues únicamente se buscaba una
verdad absoluta en sus descubrimientos, por lo que la ciencia no tenía una evolución
en este aspecto.
Estos problemas también se reflejaron en el nivel medio superior, en el bachillerato
se presentó un problema conocido en esta década como el retrazo en el bachillerato,
las personas que se encontraban cursando sus estudios en este nivel rebasaban la
edad promedio, situación que afectaba al nivel superior, pues en esta época la
mayoría de los alumnos presentaban serios problemas para acceder a dicho nivel
debido a que los requisitos planteados eran un obstáculo en la deficiente formación
académica de ese entonces.
Otra de las necesidades que aquejaban a la educación en la década de los noventas
fue la falta de formadores en las diferentes disciplinas, pero en particular de las
nuevas carreras profesionales; se necesitaba entonces emprender un proyecto que
modernizara todos los sistemas educativos del país, por lo que el currículo de las
ciencias básicas tendría que ser más flexible en cuanto a estas necesidades, así, los
organismos internacionales tuvieron que intervenir para facilitar esta modernización.
Las carreras profesionales en el nivel superior comienzan a tomar otros rumbos,
revidando en la creación de nuevas carreras. Con esto inicia lo que se conoce como
carreras hibridas que venían de la estrecha vinculación existente entre dos
disciplinas. Tales carreras vienen a modificar las ideas que existían entorno a la
interdisciplinariedad en años anteriores, es la culminación del fenómeno que se venía
reportando desde la década de los setentas.
26
La culminación de este fenómeno trajo consigo ventajas en la educación del país,
porque si bien era cierto que en las profesiones habrían nuevas alternativas de
estudios y lograban vincular a las disciplinas, en la realidad existía una gran
preocupación entre los analistas y especialistas del currículo quienes veían en la
interdisciplinaridad como un reto, pues no existían bases suficientes para emprender
dicho proyecto.
Por ejemplo, la interdisciplinariedad procede de una coherencia cada vez más
estrecha de los dominios de estudio de las disciplinas con un acercamiento de
métodos e integración teórica. Es así como ciertos elementos y ciertas perspectivas
de la Biología han alcanzado el campo de estudio de la Física para dar nacimiento a
la Biofísica (Rugaría, 1996).
Otros especialistas del currículo coincidían en que la interdisciplinariedad no debe
ser vista como solución para todos los males académicos, y si se requiere llevarla a
cabo; el proyecto se tendría que diferenciar de los demás términos en la escena
educativa. Algo que también llamaba la atención en esta década, fue el hecho de que
las personas involucradas en el sistema educativo no tenían muy claro el fin de la
interdisciplinariedad.
Ante este panorama, el currículo de las ciencias básicas en el bachillerato tuvo que
adecuarse a las necesidades sociales de aquella época que demandaban personas
capacitadas para laborar en los sectores productivos; una muestra de lo anterior fue
la reforma que sufrió en el año de 1998 el Colegio Nacional de Educación Profesional
Técnica (CONALEP), el cual estaba encaminado a lograr la federalización de esa
institución. El objetivo de la federalización era iniciar el proceso de modernización
con el fin de responder a los retos que planteaba el entorno internacional y la nueva
realidad del país.
La federalización del CONALEP marcó la tendencia de reformarse a un tipo de
bachillerato con características bivalentes, este respondió a la idea de modernizar la
institución debido a que las carreras impartidas en los planteles de toda la república
carecían de una correcta vinculación con el sector productivo del país.
27
Mediante la federalización se pretendió darle libertad a los estados de decidir qué
carreras se requerían de acuerdo a sus necesidades locales. Esta iniciativa fue parte
del plan federal propuesto por el presidente Ernesto Zedillo, al mismo tiempo permitió
que el bachillerato de este subsistema dejara de ser terminal para convertirse en uno
bivalente.
En estos años inicia una preocupación dentro de este subsistema ya que se empezó
a notar la importancia de la planeación educativa y la forma en la que debía
adaptarse a las necesidades sociales, económicas y políticas del país.
Ésta, como otras instituciones encargadas de formar al estudiante en un nivel de
bachillerato, sufrieron significativos cambios en su diseño curricular, pues
comenzaron a surgir novedosas ideas acerca de los enfoques que deberían
considerarse para una correcta enseñanza de las ciencias, los docentes comenzaron
a cuestionarse acerca de los métodos tradicionales.
Ante este marco, los subsistemas del bachillerato mexicano comienzan a incluir en
sus estructuras curriculares materias de corte humanista, con la finalidad de
proporcionar una educación integral a sus estudiantes; es en esta época donde no
solo se pretende mejorar los conocimientos de la ciencia y la tecnología en México,
sino también la calidad humana de los estudiantes.
En épocas de cambio, las creencias que han contribuido a mantener la armonía y
buena convivencia entre los individuos tienden a sufrir una progresiva erosión. Los
antiguos principios luchan por sobrevivir, mientras nuevos estímulos ponen a prueba
las convicciones (Arguelles, 1998, citado en Maggi, 1998).
Las tendencias de la educación en México en la década de los noventas, sugería
prestarle atención a los siguientes aspectos:
• La reestructuración productiva y los mercados de trabajo, no solo de las carreras
profesionales sino también de los bachilleratos terminales y bivalentes, los cuales
carecían de una adecuada vinculación con el sistema productivo, situación que
28
estaba marcada por una gran cantidad de carreras poco funcionales y con un
mercado de trabajo demasiado saturado.
• Información, comunicación y conocimientos; estos tres aspectos se referían a la
necesidad de formar gente con una considerable capacidad de comunicar sus
experiencias laborales y capaz de vincularse con las demás personas que al
mismo tiempo requerían de gente con los conocimientos propios de su carrera.
• La globalización; fenómeno fundamentalmente económico que se refleja en un
flujo creciente de corrientes de tipo financiero, comercial y de servicios de un país
a otro (Stevenhagan, 1997, citado en Maggi, 1998), este fenómeno representó la
necesidad de usar enfoques multiculturales en el currículo mexicano.
• Formación permanente, esta tendencia de la educación respondía al hecho de
que la mayoría de los profesionistas al terminar sus estudios daban por concluido
su proceso de aprendizaje, situación que originó el envejecimiento del
conocimiento científico y educativo del país.
• La calidad de la educación, es la tendencia más importante, representa la idea de
poder competir a nivel mundial con los países desarrollados, lo cual requería que
las instancias mundiales evaluaran el nivel educativo mexicano.
Uno de los fenómenos que más se comenzó a marcar en aquella época, fue la falta
de un uso correcto de la tecnología dentro del aula, comenzaron a surgir nuevos
software educativos para la enseñanza de la ciencia, los estándares competitivos
empezaron a elevarse de manera paulatina y con ello, una preocupación por la
modelación de cada uno de los conceptos enseñados; fue allí donde comenzó a
notarse una vinculación interdisciplinaria en todos los nieles educativos, originando
que los enfoques clásicos comenzaran a ser evaluados y desechados. Diversas
investigaciones en materia educativa reportaban la falta de sentido de los conceptos
y la poca o nula comprensión por parte de los alumnos. Es así como las ciencias
empezaron a verse en la necesidad de interactuar entre sí para lograr intentar darle
sentido a sus conceptos, este fenómeno empezó a notarse de manera significativa
29
en los niveles superiores donde físicos, matemáticos, biólogos y químicos proponían
nuevos modelos educativos con miras a la interdisciplinariedad.
De esta manera, dentro del bachillerato mexicano se empieza a preparar a los
estudiantes para incursionar en la interdisciplinariedad, dicha situación muestra la
necesidad de considerarla como parte de la formación de los bachilleres, pero que
durante la década de los noventas, no se logra en su totalidad.
30
Capitulo III
Currículo escolar contemporáneo
3.1 Nuevas perspectivas dentro del currículo escolar mexicano
El currículo en los años contemporáneos ha sufrido una significativa evolución, desde
la década de los setentas se ha modificado su estructura y funcionamiento dentro del
sistema educativo mexicano, por ejemplo, se han puesto en consideración las
influencias de los países desarrollados, al grado que son estos y lo que sucede a su
alrededor en materia educativa, la pauta a seguir.
Esto último se refleja en la transformación del currículo, que ha empezado a
considerar las necesidades apremiantes de la sociedad contemporánea, mismas que
apuntan hacia una inminente competencia mundial, en donde la globalización es el
factor dominante en la escena. Con esto, se ha originado que las estructuras
curriculares sean ajustadas a las nuevas tendencias mundiales, donde la
desigualdad social es el factor a vencer según declaraciones de la UNESCO, de ahí
que la educación deba perseguir el combate a este problema.
Según el Programa de Cooperación Iberoamericana en Evaluación de la Calidad de
la Educación de la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos), en los últimos
años se han producido en el ámbito internacional, avances notables en el desarrollo
de la evaluación, entendida como instrumento al servicio de la política y la
administración de la educación, con miras a lograr efectos positivos en la calidad
educativa. La meta es adquirir mayor importancia con los procesos de reforma
educativa, en los que se concibe la evaluación como un componente estratégico
destinado a brindar información útil para la toma de decisiones (EDUTEKA, 2004).
En el país, operan dos instituciones con ese propósito; una de ellas es el Centro
Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), que se concentra en
la educación media superior y superior, y la otra es el Instituto Nacional para la
31
Evaluación Educativa (INEE), que depende de la Secretaría de Educación Pública,
cuyo propósito es evaluar periódicamente la calidad de la educación primaria,
secundaria y media superior que permanentemente se encuentra en una intensa
polémica (Reyes-Heroles, 2006).
En el nivel superior coexisten dos tipos de currículo: el rígido y el flexible, con una
tendencia marcada a la unificación de ambos en lo que se ha denominado currículo
híbrido. Estas tres corrientes conceptuales en las que se ha integrado el currículo,
surgen debido a diversas necesidades al seno de la educación del país. La idea de
un currículo rígido viene de la tradición educativa, que concibe a la planeación como
aquello cuyo objetivo principal es el mantener un control estricto del proceso
educativo, mientras que el currículo flexible, es un poco más accesible y en él, se
involucran aquellas ideas que se han venido manifestando en el panorama
educativo, donde la educación está integrada a través de un modelo departamental
que le brinde mayor flexibilidad a la planificación de la educación.
La intención principal de la educación en México es más que transmitir
conocimientos; se ha venido buscando afianzar reformas escolares que promuevan
la incursión y el uso de tecnologías innovadoras en las aulas, situación que ha
originado que el currículo sea modificado según esta tendencia. Otro de los temas de
interés que se busca en la enseñanza, es propiciar aprendizajes significativos-
duraderos, donde el alumno entienda el concepto con el que se está trabajando más
que desarrollar un aprendizaje memorístico.
En materia de ciencia y tecnología, se pretenden desarrollar nuevos medios para
generar este tipo de conocimientos, donde la característica principal es el trabajo
multidisciplinario, situación que los analistas en materia de ciencia, consideran poco
adecuada para afrontar la realidad, por lo que se sugiere cambiar este enfoque a uno
interdisciplinario, donde se favorezca a todas las disciplinas involucradas en la
actividad científica, ya que resulta más productivo en “todos los sentidos”.
Con todo esto, notamos que la idea de interdisciplinariedad de las ciencias es una
tendencia vigente en nuestros días, lo cual se refleja no sólo en nuevas
32
investigaciones en materia de currículo, sino en las nuevas profesiones creadas en la
actualidad, por ejemplo: mecatrónica, biofísica, bioestadística, biomedicina, entre
otras.
Este fenómeno ha abierto nuevas discusiones en torno al diseño curricular de las
nuevas disciplinas, con ello deviene otro reto al cual responder por parte del
currículo; la necesidad de ampliar los objetivos de las ciencias para adoptar el
enfoque de la interdisciplinariedad que actualmente cobra una nueva forma de
concebir la enseñanza, donde la articulación de las ciencias se vea favorecida con
estrategias correctas para la formación de nuevos profesionistas que respondan a la
delimitación de su perfil profesional.
Entre los muchos temas educacionales que han tomado fuerza en los últimos
tiempos, la interdisciplinariedad, aplicada a los sistemas educativos, ha ocupado un
lugar protagónico. Se ha planteado que las diversas áreas del conocimiento deben
de mantener una estrecha relación entre si para dar coherencia al proceso educativo
con el objeto de lograr una formación completa y equilibrada del alumno (Ibáñez,
1997, citado por Pérez, 2006). A partir del planteamiento anterior, pudiera asumirse
que la interdisciplinariedad, como el fenómeno que se concreta en las relaciones
objetivas entre las diferentes disciplinas o materias que confluyen en el proceso
formativo, es un elemento de vital importancia en la formación integral de la
personalidad de las nuevas generaciones (Pérez, 2006).
Esta tendencia de las ciencias en la actualidad, es un punto preocupante en los
sistemas educativos, pues al surgir el engrane de las ciencias en una nueva
disciplina, presupone la modificación del currículo, pues el vigente no logra satisfacer
la necesidad de la interdisciplinariedad, ni la formación o programas de formación de
los docentes está pensada para enfrentar tal situación.
Esto se vislumbra en la actualidad cuando surgen nuevas cuestiones acerca de qué
tipo de docente debe ser el que prepare a las nuevas generaciones, pues el enfoque
requerido en esta nueva posición nos indica que no debe ser el mismo, ya que este
33
debe variar de acuerdo al tipo de profesionista que se desea formar, una de las
principales preocupaciones en el diseño curricular.
El profesional de la educación tiende a reproducir en su práctica escolar el modelo
bajo el cual fue formado (Imbernan, 1994), por lo que es valido cuestionar acerca del
tipo de formación docente requerida, pues la estrategia y el quehacer didáctico nos
sugieren que no son adecuados para enfrentar el nuevo reto de la
interdisciplinariedad.
Así, es como podemos ver que la idea de la interdisciplinariedad no solo tiene
repercusiones en el currículo, sino también en la formación de los docentes, así
como establecer a partir de qué nivel educativo es óptimo implementar la
interdisciplinariedad, pues es notorio que la ausencia de un currículo adecuado que
responda a esta necesidad en el nivel medio superior, dificulta una mejor formación y
preparación del alumno.
Tradicionalmente, Biología y Matemática están desconectadas, incluso dentro de la
Universidad, no obstante la mayoría de los biólogos están de acuerdo en que la
Matemática puede ser y frecuentemente lo es, una gran ayuda para ellos, en
particular en algunas ramas de la Biología (Dal Bianco et al, 2006). Baste mirar como
ya hemos señalado, líneas de aplicación y generación de conocimiento como la
Biomatemática.
Es así, como surge la necesidad de realizar un análisis de la materialización de las
relaciones interdisciplinarias en la ejecución del currículo. No basta con que la
interdisciplina sea un fenómeno objetivo. Si su explotación a favor de la formación de
la personalidad, fundamentalmente desde lo cognitivo, no tiene un carácter conciente
y planificado por parte del claustro (pensando por la individualidad del docente) su
influencia pasiva en el logro del fin de educación no será notable. El cumplimiento del
fin de la educación será, por tanto, incompleto (Pérez, 2006).
Este tipo de ideas tuvieron bastante difusión debido a la publicación de los trabajos
de varios investigadores en eventos organizados por el Centro para la investigación e
34
innovación para la enseñanza (CERI), en el marco de la Organización para la
cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE). El resultado fue un amplio
reconocimiento a la importancia de la interdisciplinariedad, pero también un
sobredimensionamiento de sus posibilidades, de manera que el tipo y trascendencia
de las medidas necesarias para solucionar los problemas de la educación superior
quedaron sujetos a la enseñanza e investigación interdisciplinaria como punto clave
de innovación en las universidades (Nieto, 1991).
Al analizar la historia del bachillerato, notamos que surge y responde a la necesidad
de las universidades de contar con alumnos de nuevo ingreso, con una madurez
académica propia y acorde a las nuevas necesidades educacionales, es decir, la
función del bachillerato es la de amortiguar los cambios educacionales logrando que
el alumno tenga una mejor preparación académica.
El bachillerato constituye una fase de la educación que tiene carácter formativo e
integral, además de propedéutico; se estableció como un ciclo con características y
objetivos propios y no solamente como continuación de la educación media o el
antecedente del nivel superior; que los conocimientos que en él adquiriera el
estudiante deberían darle una visión universal del mundo y que a la vez tuvieran
correlación con la realidad del país y de su región (Ortiz, 1991).
A partir de este análisis, surge la pregunta ¿el bachillerato contribuye a la idea de la
interdisciplinaridad? Consideramos que no, puesto que, las ciencias en el bachillerato
navegan por campos distintos; las matemáticas, la física, la química y la biología son
introducidas y tratadas como partes importantes dentro del currículo, pero con una
desarticulación muy marcada, no sólo por parte de los diseñadores sino por los
encargados de desarrollar el currículo en el bachillerato. El docente de matemáticas
en muy pocas ocasiones hace notar al alumno cómo esta disciplina se relaciona con
las demás ciencias. Un ejemplo de lo anterior se presenta en los siguientes casos:
La física en el bachillerato y su ubicación en el currículo, debe de contemplar tres
aspectos en los conocimientos físicos: cultural, conceptual y cuantitativo matemático,
la enseñanza de la física debería proporcionar una amplia gama de conocimientos
35
dentro de estos tres aspectos […]. Sin embargo, por muchos años la instrucción de la
física en nuestro país ha estado basada en el aspecto cuantitativo, en fórmulas;
descuidando los otros dos aspectos.
En los cursos de física en la educación secundaria y preparatoria, se enseñan
principalmente fórmulas matemáticas (modelos matemáticos) como base para la
explicación de fenómenos físicos. En ocasiones, estas representaciones
matemáticas se toman como un reflejo exacto de la realidad y por ello, son “mal”
aplicados o “mal” interpretados (Mochón y Rejón, 2000).
Otro caso se presenta en la educación matemática, misma que es considerada una
actividad interdisciplinar extraordinariamente compleja, que ha de abarcar saberes
relativos a las ciencias Matemáticas y otras ciencias básicas que hacen uso de ella.
Solo en tiempos muy recientes se ha ido consolidando como un campo, con tareas
de investigaciones propias, difíciles y de repercusiones profundas en su vertiente
práctica. Se puede afirmar que en el sistema universitario, un tanto inerte de nuestro
país, la educación matemática aún no ha llegado a encontrar una situación adecuada
por muy diversos motivos, a pesar de los esfuerzos realizados por los grupos de
trabajo en los que se producen importantes resultados (Guzmán, 1994).
Es aquí donde se nota una estrecha relación entre ambas disciplinas que comparten
conceptos sobre una misma temática y es común encontrar un mismo concepto con
diferentes perspectivas, pero al analizar el enfoque de cada una notamos que existe
una marcada diferencia entre los contenidos.
La principal preocupación en los grupos científicos es crear nuevas formas de
desarrollar avances científicos y tecnológicos que contribuyan a un mejor desarrollo
económico en el país, en el que la tecnología esté al alcance de cualquier persona
como una forma de fomentar una igualdad social, situación que para muchos es una
utopía, en la cual todos apoyan la idea de tratar de alcanzar el fin ultimo de la
educación.
36
Otro aspecto que se ha empezado a manejar dentro del currículo de las ciencias, es
el de crear una forma de hacer conciencia entre la población, sobre los beneficios
que representa el estudiarlas y explotarlas con fines productivos, idea que se ha
venido concretando. Ante este aspecto nace la necesidad de realizar un análisis
profundo de lo que se conoce como currículo oculto9, desatando debates dentro del
mismo sistema educativo, pues no es considerado parte propia de la educación. Al
respecto costilla (2005) menciona:
Las obligaciones que el currículo oculto impone a los alumnos son tan importantes o más para ellos, para su supervivencia y éxito en la escuela, que las del programa o explícito, como lo son también para los mismos profesores. Por ello, el currículo oculto se debe analizar desde una doble perspectiva: los cambios internos en los alumnos y el efecto social, político y económico.
Por otro lado, diversas investigaciones realizadas actualmente, están encaminadas a
corroborar la urgente necesidad de brindar una enseñanza de las ciencias, bajo las
siguientes consideraciones:
• Las ciencias como un medio de ayuda para que los estudiantes empiecen a
pensar de manera lógica sobre los hechos cotidianos y a resolver problemas
prácticos y sencillos.
• Las ciencias y sus aplicaciones en la tecnología, son actividades socialmente
útiles que esperamos se hagan familiares a los estudiantes y pueden mejorar
la calidad de vida de las personas (Oviedo, et al 2004).
3.2 El bachillerato mexicano en la actualidad
En la actualidad, la educación en México presenta una marcada influencia de las
políticas educativas de los países desarrollados, como es el caso de la adopción de
nuevas tecnologías en las aulas; procesadores de textos y diversos software
educativos, encaminados a propiciar un mejor aprendizaje, además de que las 9 La expresión currículo oculto fue utilizada por primera vez por Philip W. Jackson en 1968, para referirse a “aquellos componentes, dimensiones o contenidos como la transmisión de valores y de normas, formación de actitudes, prácticas de convivencia, etc., esenciales para el funcionamiento de la escuela” (E. Palladino, 1998)
37
corrientes curriculares de otros países originan que se modifique la estructura
curricular del país, situación que a la larga en algunas ocasiones beneficia a la
educación y en otras la deja en desventaja ante la elevada competencia mundial.
Los retos del bachillerato en materia educativa; siguen siendo variados, situaciones
como la falta de articulación entre los niveles educativos provoca la deserción de los
alumnos en sus estudios, hecho preocupante para los involucrados en la educación.
El elevado índice de deserción en el bachillerato mexicano, ha causado una gran
preocupación en los analistas educativos, la mayoría de estos coincide en que la
principal causa de este fenómeno es la falta de un currículo que haga saber al
estudiante la razón por la cual se estudian esos contenidos; en un comunicado
publicado en el observatorio ciudadano de la educación; se menciona este aspecto
haciendo referencia a que las estrategias utilizadas en la enseñanza de las ciencias
como la química y la física, está basada en mostrar al alumno el uso correcto de las
fórmulas presentadas en estas ciencias, pero en realidad, nunca se le enseña dónde
se pueden aplicar dichas formulas para mejorar su entorno.
Las ciencias en el currículo del bachillerato, todavía siguen navegando por caminos
separados. La preocupación principal es reestructurar los diferentes tipos de
bachilleratos existentes, en uno que se adecue mejor a las necesidades de la
población estudiantil, sin embargo, este reto todavía no se logra solventar debido a
que el bachillerato propedéutico sigue con una tendencia unifuncional, mientras que
el bachillerato terminal en la actualidad es poco funcional y las reformas que se han
desarrollado hacen pensar que es inminente su desaparición y su unificación hacia
uno que responda a las necesidades de uno que sea bivalente, pues este tratará de
ser uno que le brinde al estudiante una mejor calidad de vida.
En estos años el bachillerato mexicano tiene la intención marcada de obtener
aprendizajes significativos de los conceptos emanados de las ciencias, donde el
enfoque teórico y práctico vayan a la par, por lo que el uso de la tecnología ha
abierto una posibilidad para que el alumno tenga acceso directo al conocimiento,
emprendiendo la creación de nuevos talleres y laboratorios en las escuelas donde el
38
alumno pueda “descubrir” o “reconstruir” el conocimiento por si mismo a fin de ser un
conocimiento significativo, no inerte.
A pesar de que las nuevas opciones en México para cursar el bachillerato se han ido
incrementando, muestra de ello fue la creación de una nueva modalidad de
bachillerato, en el año de 2006 por la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) llamada bachillerato a distancia, en donde se pretende atraer a la población
de estudiantes en edad de cursar el bachillerato y mejorar así la matricula en este
nivel. La probabilidad de tener éxito en el mismo ha ido disminuyendo con el paso del
tiempo ya que si, el número de estudiantes que ingresa al bachillerato ha sido
preocupante, el número de egresados es todavía más alarmante, ante esta situación
se han tenido que ampliar las reformas curriculares del bachillerato, un ejemplo es la
reforma al bachillerato tecnológico realizada en el año 2004, donde se trató de
impulsar una mejor forma de impartir la enseñanza en este nivel educativo, pero los
frutos de esta reforma aún no han sido adecuados, y nuevamente se cuestiona
acerca de la función que ha de desempeñar.
La reforma del bachillerato tecnológico mexicano respondió en un primer momento al
resultado de las evaluaciones realizadas a sus contenidos y a la idea de modernizar
su estructura, que en primera instancia obedecía a su falta de calidad, lo cual
presentó un gran reto dentro de su currículo. El bachillerato tecnológico durante su
creación en el nivel medio superior fue dividido en tres áreas: la de formación básica,
la de formación propedéutica y la de formación profesional; todas encaminadas a
fomentar el desarrollo de la tecnología en México. Sin embargo, debido a las
influencias mundiales en materia de educación y a la falta de vinculación entre las
carreras profesionales que se impartían en este subsistema con el sector productivo
del país originaron que se empezaran a evaluar para posteriormente ser reformadas.
A grandes rasgos lo que se pretendía con la reformas realizadas al bachillerato
tecnológico, era el implementar dentro del currículo, un enfoque multicultural y
transversal donde no solo se reformaran los contenidos que iban hacer enseñados,
sino se proponían inculcar valores en los estudiantes para propiciar con esto una
mayor identificación con la sociedad mexicana.
39
La reforma del bachillerato tecnológico fue generadora de grandes discusiones entre
los expertos del sistema educativo y los sectores políticos de la sociedad mexicana,
llegó a ser tan controvertida esta reforma, que por primera vez se pidió la
intervención de los lideres educativos para suspenderla con tan solo un año de
vigencia. Uno de los principales factores que originaron que la reforma del
bachillerato tecnológico no fuera del todo claro, fue el no incluido dentro de la misma
a los docentes pues se proponía que estos deberían de ser facilitadotes del
conocimiento, situación en la que la mayoría de los docentes no estaba preparados
para afrontar.
Al respecto en Rosado (2005) se menciona: es indiscutible el hecho de que todo
cambio requiere de cierto tiempo para poder obtener los resultados esperados, por lo
que los cambios en la educación no son la excepción. La Reforma Curricular de la
Educación Media Superior Tecnológica en México, se estuvo planeando desde el
año 2000, sin embargo; se hace explícita y se pone en práctica a partir de agosto de
2004, hecho que da lugar a la sorpresa e inquietud de la mayoría de los profesores
que desconocen las bases teóricas que dan origen al nuevo método de enseñanza y
más aún, que ya no serán llamados profesores, sino “facilitadores”, todo ello causa
una especie de pánico y temor de enfrentarse a los nuevos cambios en la labor
docente.
Aún en nuestros días, se sigue cuestionando estas reformas, pues sus beneficios no
han sido del todo congruentes con los objetivos planteados en un principio; pero si de
algo sirvieron estas reformas fue para darnos cuenta que el sistema educativo
mexicano está en constante transformación y que debe ir a la par, no solo con las
necesidades de la sociedad, sino con las influencias que tienen los países
desarrollados, para prevenir en lo posible estos cambios abruptos.
3.3 Valoración introspectiva del currículo
El sistema educativo y el currículo de las ciencias están siendo continuamente
evaluados con la finalidad de establecer a ciencia cierta, si el nivel de la educación
es aceptable en México, pero los resultados han sido poco satisfactorios; esto
40
aunado con el elevado índice de deserción en el bachillerato ha creado un problema
en la educación del país.
Los contenidos han empezado también a ser evaluados entorno a su correcto
funcionamiento, siendo éstos, temas de discusión en los foros de educación media.
La mayoría de los críticos coincide en que el enfoque transversal de las ciencias es
un medio útil para crear conciencia en los estudiantes sobre su entorno. Esto no
satisface totalmente la generación de conocimientos en el alumno, pues se nota una
falta de vinculación entre el nivel medio y el superior, ya que la forma en la que se
modelan los conceptos en el nivel superior difieren de los enfoque utilizados en el
bachillerato, causando en el estudiante una idea pobre o nula de lo que se estudia en
una carrera profesional.
Es común encontrar estudiantes en el bachillerato que ignoran el funcionamiento del
sistema en el que se encuentran realizando sus estudios y si estos son adecuados
para desarrollarse en una futura carrera profesional, a pesar de que se han
emprendido campañas de orientación acerca de las carreras profesionales, pero la
etapa de vida por la que atraviesan los alumnos de bachillerato origina que no les
interese conocer los sistemas de bachilleratos nacionales.
Las materias de tronco común en los diferentes tipos de bachillerato han tratado de
solventar la falta de equidad en el bachillerato, sin embargo, estas no han sido del
todo planificadas. En la actualidad existe una marcada tendencia a unificar el
bachillerato, debido a que las necesidades de la sociedad mexicana han ido
evolucionando con el paso de los años; actualmente no basta tener una formación
propedéutica para afrontar la realidad social, sino que también se requiere de una
cierta formación profesional que pueda en un dado caso incorporar a los alumnos a
una vida laboral.
El bachillerato terminal se ha vuelto poco funcional debido a que no ofrece las
mismas ventajas que el realizar una carrera profesional, la mayoría de las empresas
prefieren gente que cuente con una experiencia comprobable en el campo laboral,
41
situación que representa un gran reto en el bachillerato terminal, por lo que ha sido
reformado casi en su totalidad.
El currículo de las ciencias básicas ha ido evolucionando a la par con el sistema de
bachilleratos, esto promovido por la marcada competitividad entre los países
desarrollados. Los organismos internacionales de educación han sugerido nuevas
filosofías en torno a la enseñanza, donde no solo se discute acerca de los contenidos
sino también acerca del enfoque y la necesidad de reflexionar en torno al currículo
vigente y así poder proponer reformas que consideren los resultados de la
evaluación curricular, pero sobre todo, de la importancia que representa la
planeación en el futuro de la educación media, pues en su pasado vemos que ha
sufrido una serie de altibajos pasando por un abandono y una desvinculación con el
nivel superior, olvidando sus objetivos y confundiendo sus filosofías.
42
Capítulo IV
Una visión proyectiva del currículo escolar
4.1. Principales tendencias del currículo escolar
A nuestro modo de ver, la principal tendencia del currículo escolar de las ciencias
básicas en el bachillerato, está enmarcada por las influencias extranjeras y las
dictaminadas por los organismos internacionales en materia de educación. En mayor
o menor medida tenemos que tales influencias y organismos internacionales se
proponen combatir la desigualdad, promover una educación de calidad, un trabajo
cooperativo e interdisciplinario. En este escenario, las ciencias se conciben como
conocimientos al servicio de la humanidad.
Para orientar la educación hacia tal visión global, se apostado por impulsar una
corriente humanista en la educación del siglo veintiuno. La UNESCO por ejemplo, ha
declarado algunos decretos que posibilite una homogeneización de la educación, a
saber, los cuatro pilares para la educación: aprender a conocer, aprender a convivir,
aprender a hacer, aprender a ser; que en la actualidad han servido de base para
fomentar el desarrollo educativo del sistema educativo nacional. Al mismo tiempo
que ha postulado las características esenciales que debe de poseer la educación
para ser considerada de calidad:
• Apoya un enfoque fundamentado en los derechos a todos los esfuerzos
educativos. La Educación es un derecho humano, consecuentemente, la
educación de calidad apoya todos los derechos humanos;
• Se fundamenta en los cuatro pilares de la educación para todos – aprender a
conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser (Delors et al.,
1996);
43
• Considera al estudiante como un individuo, miembro de una familia, de una
comunidad y ciudadano del mundo que aprende para hacerse competente en
sus cuatro roles;
• Defiende y propaga los ideales de un mundo sostenible – un mundo justo,
equitativo y pacifico en el que las personas se preocupan del medio ambiente
para contribuir a equidad intergeneracional;
• Toma en consideración el contexto social, económico y medio ambiental de
lugar especifico y configura el currículo o programa para reflejar esas
condiciones específicas. La educación de calidad es localmente importante y
culturalmente adecuada;
• Está informada por el pasado (verbigracia, Conocimientos autóctonos y
tradiciones), es significativa en el presente y prepara a las personas para el
futuro;
• Crea conocimientos, habilidades vitales, perspectivas, actitudes y valores;
• Proporciona instrumentos para transformar las sociedades actuales en
sociedades más sostenibles;
• Es medible.
Otro organismo internacional que también ha empezado a tener una notoria
incidencia en el sistema educativo nacional, es la OCDE (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico), que ha emitido varias recomendaciones
para elevar la calidad de la educación y combatir la deserción escolar, además de
sugerir nuevas formas de evaluación al seno de los diferentes niveles educativos que
los lleven a aumentar el nivel de competitividad de México con respecto a los niveles
educativos mundiales.
Las ciencias ante estas nuevas tendencias mundiales, han adoptado el compromiso
de mostrar al estudiante su utilidad, y funcionabilidad para resolver los problemas
que surgen dentro de las mismas comunidades, esto se refleja en la nueva
adaptación de un currículo transversal y reflexivo cuyos objetivos centrales son
proponer una formación en valores, desarrollar la conciencia ecológica y la habilidad
de pensamiento o competencias para la vida, así como fomentar la capacidad de los
44
estudiantes para asimilar los cambios vertiginosos que actualmente enfrenta el país
en materia de ciencia, tecnología y cultura.
El currículo escolar de las ciencias se encuentra marcado por un momento de
transición y adaptación a los diferentes cambios que va sufriendo la educación en el
país, en particular, en el bachillerato se ha establecido una tendencia a combatir la
desigualdad educativa de los diferentes subsistemas existentes mediante la
unificación de un mismo currículo que rija aquellas asignaturas de tronco común;
esto con la intención de lograr mantener una misma calidad educativa y buscar
desarrollar en el alumno una mayor capacidad de búsqueda, de constatación, de
verificación y de expresión, en síntesis, se busca la autonomía de pensamiento que
haga a las personas más reflexiva de la cultura, de sus valores y de la orientación
dan a su vida.
El poco o nulo interés por parte de los estudiantes hacia las ciencias, ha originado
que los especialistas vean la necesidad de tratar de hacer más atractiva a las
ciencias mediante prácticas de laboratorios y el uso de nuevas tecnologías en las
aulas. El reto es generar conocimientos y mejores aprendizajes en los alumnos sin
descuidar la formación de los futuros investigadores que hagan frente a las
necesidades científicas y tecnológicas del país. Mediante la utilización de estos
nuevos recursos se ha intentando convertir el aula en un pequeño laboratorio donde
sea el docente un facilitador y orientador del conocimiento y el estudiante sea el
encargado de construir su propio conocimiento mediante la modelación de
situaciones problemáticas acordes a la realidad social en las que se encuentran
inmersos.
Los factores políticos, culturales y sociales cobran importancia dentro de la
educación, en la actualidad se empieza a hablar de la ciencia al servicio de la
sociedad y de la comunidad, al alcance de cualquier individuo para servirle como
medio para mejorar su entorno entendiendo su lenguaje y utilizarlo en su vida
cotidiana.
45
En materia de enseñanza se habla de la importancia de realizar trabajos
interdisciplinarios y de crear nuevas carreras hibridas donde se maneje la
interdisciplinariedad como un método para superar la fragmentación del conocimiento
y propiciar mejores aprendizajes.
Se han empezado a fomentar en todos los niveles educativos la importancia de
formar individuos para realizar investigaciones científicas capaces de desempeñar
mejor su práctica profesional, que puedan utilizar sus conocimientos para
comprender su entorno, para emprender nuevas investigaciones, internalizar
estructuras de pensamiento que les permitan resolver problemas y que se puedan
desempeñar de una mejor manera en su vida cotidiana y laboral.
4.2. Visión de los especialistas sobre el currículo escolar
Para tener una visión general de las diferentes proyecciones acerca del currículo de
las ciencias básicas dentro del bachillerato, nos dimos a la tarea de aplicar un
cuestionario a algunos de los expertos en materia de educación y del currículo, su
visión la sintetizamos de la siguiente manera:
En cuanto a una posible unificación de los diferentes tipos de bachilleratos
existentes, los especialistas coinciden que las políticas educativas en el país son las
que han tratado de lograr este fin, mediante la incursión de nuevas reformas que
permitan mantener un determinado estándar en cuanto a educación se refiere, pero
este no se vislumbra en un futuro inmediato debido a que los diferentes tipos de
bachillerato en México representan la posibilidad de solventar una determinada
necesidad social y posibilita la diversificación de profesionistas, situación que le
beneficia en gran medida al país. Este aspecto también responde al tratar de que
todos los tipos de bachilleratos tengan el mismo nivel educativo, lo cual podría
sugerir que una forma de lograrlo seria mediante la unificación de los diferentes tipos
de bachilleratos, sin embargo resulta aventurado sugerir que este se lleve a cabo.
La interdisciplinariedad del currículo de las ciencias en el bachillerato, es un tema
vigente donde se establece que debido a la naturaleza misma de las ciencias se ha
46
tendido a que sus disciplinas tengan un comportamiento de vinculación, se coincide
en que este cruce natural favorece en gran medida a los procesos de aprendizaje,
pues facilita el aprendizaje integral y disminuye la fragmentación del conocimiento,
pero esta supuesta interdisciplinariedad, deberá de ser favorecida no solo por el
comportamiento de las mismas ciencias, sino que también se le debe de prestar
atención a los contextos donde se desarrollan, así como aquellas prácticas que
favorecen el desarrollo de un verdadero pensamiento científico acorde a las
necesidades sociales existentes.
La forma en la que las ciencias tienen una estrecha relación con las realidades
sociales debe de ser considerada dentro del mismo currículo, pues en los
comentarios realizados sobre las nuevas tendencias de las ciencias, los expertos
mencionan que se requiere del desarrollo de mejores formas de concebir a las
ciencias entre los estudiantes, ya no basta con solo mostrar los conceptos, es
necesario establecer una cierta aplicación de estos en la correcta solución de
problemas que tengan una relación con la realidad social al seno de su comunidad.
Las reformas educativas en el país requieren de una valoración, antes de llevarlas a
cabo, pues es inminente la influencia de corrientes educativas extranjeras así como
de nuevas formas de desarrollar ciencia. Al respecto, especialistas en el currículo
consideran que en la actualidad, el romper con los métodos tradicionales de
enseñanza no sólo requiere de nuevas propuestas, si no de la vinculación de los
docentes con estas reformas, pues ellos serán quienes las desarrollen en las aulas.
Los retos que enfrenta el currículo son diversos y requieren en gran medida ser
solventados, una de las principales preocupaciones que los expertos nos refieren es
visualizar la falta de formación adecuada de los docentes ante las nuevas realidades
educativas del país, pues no basta con proponer y realizar reformas en materia de
ecuación ya que de poco servirán estas cuando no se han tomado en cuenta a los
docentes quienes son los encargados de llevar a cabo las distintas reformas. Del
mismo modo nos mencionan que el reto de las ciencias es involucrar a los jóvenes
con la realidad del país y que sean capaces de resolver los problemas de su
47
comunidad, por lo que se requiere de una enseñanza capaz de permitir a los
alumnos comprender e interpretar los mensajes de la ciencia.
Los avances tecnológicos y científicos representan la llave para obtener mejores
aprendizajes, sin embargo, se señala que se le deberá prestar más atención a estos
recursos, pues de no contar con una preparación adecuada se puede descuidar los
objetivos planteados en el currículo.
La funcionalidad del bachillerato mexicano no está siendo del todo adecuada y
requiere de cambios substanciales que permitan nuevamente adquirir la importancia
que tiene dentro del sistema educativo nacional, en especial, es el momento de
analizar su funcionalidad y el enfoque interdisciplinario.
4.3. El currículo en prospectiva
En el pasado, el currículo de las ciencias ha respondido a diferentes factores
políticos, sociales, culturales, etc., de acuerdo a una realidad específica dentro del
sistema educativo mexicano, es así que podemos caracterizar los diferentes
momentos dentro de su historia.
La enseñanza de las ciencias requiere de un currículo que le proporcionen a las
mismas, los medios necesarios para lograr que el alumno no solo trabaje con los
conceptos, sino que le permita generar nuevas formas de pensar, donde se tomen en
cuenta los diferentes contextos y las realidades sociales en los que se encuentran
inmersos.
Durante los años setentas hasta principios de los noventas, la principal preocupación
de los diseñadores del currículo era determinar aquellos contenidos básicos a
enseñar a fin de cubrir con la función principal del bachillerato, a saber, proporcionar
al estudiante una formación propedéutica ideal para afrontar con éxito estudios
superiores. Sin embargo, vemos que tal función ha ido disminuyendo a lo largo de los
años, de aquí que una prospectiva de lo que al currículo le estaría pasando, es la de
cambiar los contenidos temáticos por prácticas y realidades sociales como eje para
su rediseño y modernización.
48
Es precisamente ante esta postura que se está empezando a retomar distintos
contextos sociales y culturales que le den a la didáctica de las ciencias, los métodos
adecuados para generar en los alumnos un pensamiento lógico que vaya acorde con
su realidad, con su entorno y que le permitan desempeñarse en cualquier contexto
en que esté situado. Es decir, se estaría buscando superar la fragmentación del
conocimiento y con ello lograr el fin último de la educación.
Por lo que se vislumbra en un futuro próximo a las instituciones educativas sean las
que se encarguen de proponer reformas dentro del currículo de las ciencias y las que
recaiga la responsabilidad del proceso de formación de los profesores para que estos
puedan hacer frente a las reformas ya que estas instituciones son las que se
encuentran involucradas con la realidad social.
Al ser el docente uno de los principales actores de la enseñanza de las ciencias y el
que establece el vinculo entre el currículo y el alumno es necesidad prioritaria que su
formación vaya a la par con las proyecciones del currículo, de su labor de
entendimiento y aplicación de las reformas dependerá en gran medida que estas
tengan el éxito esperado, pues la historia nos muestra que las reformas han
avanzado mas que la formación de los docentes, lo cual origina que estas no se
lleven a la práctica o que sean mal interpretadas y adaptadas a las propias ideas de
los docentes y en un caso extremo hasta llegar a ser rechazadas por los mismos.
En cuanto al bachillerato en México notamos una posible unificación en los diferentes
tipos de bachilleratos existentes, sin embargo esta tendencia no esta del todo
definida por muchos factores, las necesidades sociales que siguen prevaleciendo
aunque un poco confusas, pues ante los estrepitantes cambios económicos, políticos
y sociales se han ido creando diferentes subsistemas de bachilleratos, pero debido al
comportamiento global de querer lograr una homogenización en el sistema educativo
surgen políticas que tienden a unificar los sistemas de bachilleratos, donde la idea
principal es el de proporcionar una homología de socialización de la ciencia, cultura y
tecnología.
49
Dentro del currículo de las ciencias básicas se vislumbra el surgimiento de nuevas
prácticas educativas donde ya no se centran en el profesor y en los contenidos, en
su lugar se esta tomando en cuenta los procesos y las formas de desarrollar un
pensamiento científico, tecnológico y cultural. Es así que surge una nueva forma de
ver a la ciencia como una interacción de las diferentes disciplinas con la finalidad de
evitar la fragmentación del conocimiento mediante una múltiple vinculación
encaminada a entender y comprender los avances científicos y tecnológicos
desarrollando un pensamiento que permita al estudiante resolver problemas
inmersos en diferentes contextos culturales, sociales y políticos, esto solo se podrá
desarrollar a través del diseño de un currículo que tenga la capacidad de contener y
solventar los avances vertiginosos de las ciencias, las cuales por su naturaza
siempre estarán en constante evolución.
Es con estas ideas que vemos la necesidad futura de incluir métodos y estrategias
de enseñanza dentro del currículo que le hagan frente a estas nuevas vertientes de
las ciencias con la única finalidad de generar una nueva visión de prevención y de
anticipación hacia las nuevas tendencias de enseñar las ciencias básicas en nuestro
bachillerato, uno que este acorde a sus necesidades, independientemente a que
subsistema se haga referencia, pues nuestra visión del bachillerato no es del todo
una unificación, pero si del surgimiento de un currículo general el cual sea adaptado
a los diferentes subsistemas existentes.
Es así que proyectamos un currículo más flexible centrado en la generación de
aprendizajes y la funcionalidad de los conocimientos. La idea básica será crear una
verdadera ciencia al servicio de la comunidad que sea capaz de superar las barreras
ideológicas mediante una política educativa de corte general. Donde las habilidades
del pensamiento estén encaminadas a planear modelos para la correcta resolución
de un determinado problema, plantear debates dentro de las aulas y generar
preguntas en torno a la problemática con la intención de compartir y discutir
estrategias donde la principal preocupación sea aprender de las experiencias.
50
Capitulo V
Reflexiones y conclusiones finales
Tras haber realizado el estudio sobre las tendencias del currículo de las ciencias
básicas en el bachillerato mexicano, hemos establecido una proyección acerca de las
posibles características que a mediano plazo podrían adoptarse. En efecto, al
analizar la evolución que ha seguido el currículo atreves de los años, hemos
vislumbrado ciertos descuidos que han perneado por igual al sistema como al
currículo mismo.
En el caso de la enseñanza de las ciencias en el bachillerato mexicano, identificamos
que este ha ido evolucionando a la par con los avances científicos y tecnológicos del
país. En un principio la atención estaba centrada en los contenidos que deberían ser
enseñados, sin embargo, esto fue paulatinamente cambiando hasta nuestros días
donde el énfasis está puesto en las prácticas sociales (o realidades) que impriman
fuerza al tratamiento didáctico de los conceptos.
Hoy en el bachillerato, sostenemos esta idea, se ve la necesidad latente de adoptar
nuevos enfoques para la enseñanza de las ciencias. Por ejemplo, enseñar al alumno
a resolver problemas que emerjan de un contexto específico, cercano a su realidad o
entorno que permita desarrollar un pensamiento científico propio de cada disciplina.
Es notable el crecimiento científico y tecnológico que nuestro país ha alcanzado en
las últimas décadas. Sin duda, los procesos instruccionales asociados a la ciencia y
tecnología en el bachillerato deberán irse ajustando a este dinamismo. En este
sentido, prevemos que al ser el currículo el cual delimita no solo los contenidos, sino
también los mecanismos de enseñanza, resulta imprescindible anticiparnos a estos
cambios educativos, culturales y sociales.
En nuestro trabajo dejamos abierta la posibilidad de realizar nuevas investigaciones
en torno al currículo, su incidencia dentro de los sistemas educativos, pues el
51
anticiparnos a los sucesos nos brinda la posibilidad de prever aquellos
acontecimientos que marcaran su diseño y evolución.
Consideramos que el problema de las reformas y contrarreformas, obedece a la falta
de una visión, planeación adecuada que sea acorde con los procesos de formación
del profesorado. En González (2000), se hace mención que aún cuando los nuevos
programas estén bien fundamentados, técnicamente bien elaborados, no resultan
viables sino se atienden a puntos anteriores, o sea, se requiere que los profesores y
las instituciones estén comprometidas con el mejoramiento del proceso educativo.
Es allí donde las nuevas vertientes del currículo escolar implican modificar otros
elementos que se encuentran inmersos en su desarrollo, los programas de formación
de profesores sólo es uno de los tantos factores que deberán ser modificados, pues
en la actualidad se busca que el docente sea un facilitador del conocimiento en
donde el alumno deje de ser pasivo y se comprometa con su propio aprendizaje,
consecuencia de una adecuada planeación e interacción social de aprendizaje.
Los retos que se presentan en el currículo son innumerables, van desde la cuidadosa
adopción de las nuevas influencias extranjeras, hasta la incorporación de las nuevas
tecnologías educativas que marque las pautas a seguir dentro del currículo, la
transferencia de los conocimientos escolares a la vida cotidiana es el punto
culminante de estos fenómenos que se vienen presentando a lo largo de los años.
Los resultados de este estudio nos señalan la necesidad de realizar cambios en el
currículo, pero estos deben ser pensando en las necesidades sociales, culturales,
científicas y tecnológicas nos atrevemos a decir no actuales, sino las que emergerán
a corto y mediano plazo. A nuestro modo de ver, el bachillerato representa la
oportunidad de tener acceso a la ciencia desde una temprana edad, de ahí que es
reto de los diseñadores y de todos aquellos inmersos dentro de la educación, tratar
de contribuir al desarrollo del pensamiento científico, tecnológico y conciencia social
desde este nivel educativo, pues de lograrse se podrá mejorar la salida de nuevos
profesionistas encargados de desarrollar y generar avances científicos y
tecnológicos.
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Por otra parte, las aportaciones de los especialistas con nuestro trabajo desarrollado,
no señalan la inminente influencia de las políticas educativas del extranjero, situación
que también se refleja en la literatura consultada y que vienen a confirmar esta
tendencia de la enseñanza de las ciencias al mismo tiempo que puntualizan la
necesidad de prestarle más atención al bachillerato, pues de el dependerá en gran
mediada el éxito de los estudiantes en sus futuros estudios universitarios y en
algunos casos, su correcta inserción en la vida laboral del país.
En resumen, consideramos que en la actualidad, lo que se pretende inculcar en los
estudiantes del bachillerato no puede ser solventado por el currículo existente, se
requiere de uno con la capacidad de adaptarse a los cambios sociales, políticos,
científicos y tecnológicos del país. En efecto, los tiempos que se avecinan dentro de
la educación mundial nos sugieren que este deberá cambiar y deberá de
reestructurarse para que pueda alcanzar su objetivo para el cual fue creado y que le
sirva al estudiante para desarrollar un pensamiento científico que le brinde la
oportunidad de entender mejor su entorno y que sea capaz de resolver problemas en
diferentes contextos.
Dichos problemas deberán ser resueltos por un trabajo interdisciplinario en donde el
currículo permita la realización de trabajos con esta orientación donde el énfasis esté
puesto en la resolución de problemas, prácticas educativas centradas en el
aprendizaje, en el desarrollo de actividades y situaciones didácticas que promuevan
el desarrollo del pensamiento matemático, científico y tecnológico. El aula, deberá
entenderse como el espacio de socialización e institucionalización de los saberes,
construcción y reconstrucción de significados, un lugar en donde plantean y
comparte soluciones.
Así, el currículo habrá de transitar de uno centrado en la lógica de los contenidos, a
uno centrado en la lógica de las prácticas (realidades), donde se muestre el carácter
aplicativo de las ciencias para abandonar el aprendizaje memorístico y uno donde se
pueda adaptar las teorías extranjeras a las propias realidades.
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Podemos decir que el currículo de las ciencias básicas en el bachillerato tendrá como
principal preocupación, la de generar en el alumno una autonomía de pensamiento,
enriquecida mediante el debate y el trabajo cooperativo. Los retos serán enfrentados
por todos aquellos involucrados en la educación de país, donde los diferentes
subsistemas tengan la necesidad de replantear sus funciones con la obligación de
mantener una aceptable calidad y funcionalidad educativa.
El bachillerato representa quizás la principal plataforma para pensar en la formación
de recursos humanos para desarrollar ciencia. Representa el poder acercase a la
comunidad a través de nuevas perspectivas educativas acordes las necesidades
sociales, en este estudio se ha notado esta preocupación de los encargados de
gestionar estos nuevos métodos de enseñanza, es imprescindible que se cree una
conciencia de anticiparnos a estos cambios y la necesidad de contar con procesos
de gestión educativa más acordes a los retos mencionados.
La planeación educativa no puede depender de una sola figura institucional, sino se
debe vincular a todos los que se encuentren inmersos dentro del sistema educativo,
con especial atención, los docentes; pues de ellos dependerá en gran medida el éxito
o fracaso de las reformas curriculares.
A modo de reflexión, diremos que el currículo de las ciencias básicas en el
bachillerato, ha logrado evolucionar hasta nuestros días no sólo como un elemento
indispensable para la planeación escolar, si no que se ha vuelto un referente
importante para analizar el comportamiento de la enseñanza a través de los años,
mediante los resultados obtenidos en nuestro estudio, podemos remarcar la
importancia que tiene el currículo en la educación y que no es suficiente analizarlo y
reestructurarlo, sin antes realizar un estudio de tendencias que nos permita
proyectarlo con miras a anticipar ciertos acontecimientos que pudieran entorpecer o
facilitar su correcto desarrollo.
Los retos que vislumbramos a los cuales se enfrentarán tanto el currículo de las
ciencias como el bachillerato, en un sentido amplio, no solo están encaminados a
mejorar la enseñanza, sino también a la promoción y generación de nuevas
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propuestas educativas que permitan desarrollar en el estudiante, una preparación
acorde a los requerimientos sociales. Entendemos la emergencia de crear nuevas
carreras en los niveles superiores en México, la enseñanza de las ciencias
necesitará cambiar sus enfoques tradicionales para solventar las nuevas
necesidades de la educación.
Mucho se ha discutido de cambiar estos enfoques en la educación, sin embargo,
vemos que poco se ha podido lograr en estos rubros, debido a que no se ha
considerado dentro del mismo, aquellos factores que han impedido su correcta
implementación, causando que se incurra en viejos y nuevos errores que bien
pudieron evitarse si antes se hubieran tomado en cuenta.
Todo esto nos sugiere la necesidad de realizar nuevos trabajos donde se puedan
establecer con precisión aquellos factores que deberán de ser considerados a la hora
de diseñar y poner en marcha un proyecto curricular. Esto deberá estar pensado
para soportar los cambios que irán surgiendo en la educación y deberán
considerarse aquellas tendencias que marquen el rumbo de la educación.
A nuestro modo de ver, en la actualidad y a corto plazo, en el discurso sobre el
currículo escolar del bachillerato mexicano, se estarán orientando los esfuerzos
hacia:
Una educación centrada en la generación de Aprendizajes duraderos y
significativos en todos los niveles educativos.
Promover prácticas educativas orientadas hacia el desarrollo de formas y procesos de pensamiento científico y tecnológico.
La incorporación de las nuevas tecnologías de información y comunicación
(TIC) en el currículo como medios y recursos para producir aprendizajes.
Ofrecer a los estudiantes una atención y educación integral que sea acorde
tanto a las necesidades sociales como las individuales en el aprendizaje, esto
incluye considerar la cultura, los tiempos, ritmo y estilos de aprendizaje.
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Desarrollar trabajos colegiados sobre seguimiento y evaluación de los
currículos.
Cabe decir que actualmente en el nivel medio superior, la tendencia es hacia el
“constructivismo” y el diseño de secuencias de aprendizaje, aspecto que es
impulsado por el paradigma educativo que ha asumido la educación básica.
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