seman vida apogeo
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TíTULOS GaRLA
l>-' LAS REGLAS DEL M~TODO SOCIOLÓGICO Émile Durkheim
;¡;" EL NACIMIENTO DEL ESTADO Quelllin Skmner
¡¡;. ESTUDIOS PSICOLÓGICOS Y ETNOLÓGICOS SOBRE MÚSICA Georg 5immeí
!.> LAS AVENTURAS DEL MARXISMO Gise/a Catan2aro - Ezequiel/par
iJ::> LA DESUNiÓN REPU6LICA y NO-DOMINACIÓN EN MAQlJlAVELO Ernestu FUlJes
J-- HAMLET, EL PADRE Y LA LEY fnflque KOZJckl
t)' EL SUICIDIO {mí/e DlJrkh<,im
e- POLíTICA EN SP',NOZA Mari/13m Chaul
;? SIETE ENSAYOS DE INTERPRETACiÓN DE LA REALIDAD PERUANA José Carlos Manáteglli
jt., LA OREJA DE LOS NOMBRES Federico Galende
~ '~ENIN-MARX Georg Lukács
.. POBRES CIUDADANOS LAS CLASES POPULARES EN LA ERA DEMOCRÁTICA (ARGENTINA, 1983-2003) Oenis Merklen
'> laS ASALTANTES DEL CIELO POlíTICA Y EMANCIPACiÓN Horacio GOflzález
Ii'" LA SUGESTiÓN DE LO CONCRETO ESTUDIOS SOBRE TEORíA LITERARIA MARX¡STA Miguel Vedda
~ DISCURSOS HISTÓRICO - POLíTICOS Thomas Hobbes
e ·ro E <ll Ul
o .c ro "-
BaJO conTinuo eXPLORaCIOnes DescenTRaoas SOBRe
CULTURa POPULaR y masIva
III I I I I I I I I I I I I
prefacio de Denis Merklen
ir..: ..,:, ~.,•
~ r '~
!!~
~a.!.l no" ~ ~ e n t o -,-; 1'::';",:' I GORLA
III COLECCiÓN NOVECENTO PReFaCIO BAJO CONTINUO i Director de la coleccióm Educrdo Rinesl
por Denis Merk1en 1
1
Seman, Pablo
Bajo continuo: exploraciones descentradas sobre cultura popular y ma~i",,1a ed. - Buenos Aires: Gorla, 2006.
160 p. , 21x15 cm. (Nove¡;ento; 18 d,rigida por Eduardo Rinesi)
ISBN 987-22D81-4_X
1. Ensayo Argentino.!. Tilulo CDD A864
Había Itrl3 vez un blll. (In bliJ/ito que en Gll¡I1~Ú
a toda la potJ!ación emt>rujabJ Sin ton ni sen.
Pero un día lIeg6 el Ouc/orrrr maneJando un eva/limO/Ofrrr
<Ysabefl io que pasjC ¿No?
Maria Elena Wal5hFecha de catalogación: 23/08/2006
Diseño y diagramac::ión: Juan Manuel Mileo Una de las formas de leer los estudios s:Jbre la sociedad argentina contemp'J
Prefacio: Dertis Merk,en .'! rénea es preguntándose qué referente util,z:J e1 autor de cada trabalo que busca
comprenderla Sabemos q~e en ciencias sociales no hay descripción ni juicio pOSible© Por el presente prefacio EDI-ORIAL GüRlA 2005 © 2006 EDiTORIAL GüRlA sin comparación, sea esta tácita o explicita, Decir que la Argentina se llodemiza, Valentin Vir~~oro 1475 Planta BJja "B" es mas o menOS democratlca, justa, compleja o excluyente, que SUS rrovlmientos e udad Autónoma de Buenos Aires (1414) _Argentin" sociales san creativos o meros reflejos del contexto, tOdo necesita un parametrowlllw.ed;\orialgorla,Com. ar ped idos@edilorialgorla.com.ar teórico o empírico. ¿Comparado con qué? ¿(m'jl es la referencia sobre la cual pro
curar entender la Argentina? Hace una punta de afios, mas de dIez, Francis Korn me enseñó el valor de esa
No se Dermi~e la reproducción lo~al o parci21 de este libro, ni su almacenaniento en un sistema pregunta, "¿Comparado con qué?", como un;) de los fundamentos esenciales de laInformático. ni su transmlsi6n OCf ~ualqule¡ IOlm~ o POI cual\1uiel me(\lo, e\~ctrico, mecánico. foto~opia u otros melodos. sin el permiso prevIo del editor. producción de conocimiento en ciercias Iwrr2nas y SOCIales. Quien fuera entonces
mi directora de irvestigación me enseñó otra cosa fundamentaL el valor de la es
critura. Hacer una tesis, me decia, es esenci::llmente escribir un buen li~ro MuchoQueda Mcho el depósito que mafCa la ley 11.723 Derechos reservados de lo que decimos los so:iólogos jepende de la fuerza y la fineza que seam:JS ISBN·lO: 987-22D81.4-X capaces de impri'TlHle a nueslras ideas a la hora de escribirl~s. QuedcTé siempreIS'\N·B, Q;8-981-22üBl 1\
agradecido por ei modo en que, desde un positivismo lógico complep y de una
Irr.preso en la Argentira gran pro'undidad, francis Korn condulo mi atención haCia la literatur~ y hacia la Pr:'nted in Algentine antropología, Estas enseñanzas resultaron cru~iales cuando me embarqué rumbo
6 PABLO SEMÁN BAJO CONTINUO 7
1"
1,11' puede ser el velllculo de sanación para un /liJo descarriado, formando una corrll'I.I,
" de poder entre e,1 templo, la fotografía que ha llevado al pastor, su propia per"" '11 '
1 Y el hiJo de marras.
1 11
:1
1
ConclusiónI EI punto de partida de este capitulo ha sido la distancia de las concepcione,. (1' 11'
asimilan el contenido de la práctica rel'lgiosa a la pertenencia a una denommacle'll ,
fracción denominacionaL Catolicismo, pentecostalismo, Renovación Carismátic<I
neopentecoslalismo son térm ¡nos que operan más en la lógica de las Intenciones, i,
las 'rnst'ltuc'lones que en la de las apropiaciones en las que cada religión se conSUlll,1
t:stas, por su parte, no se desarrolian según ,criterios individuales, según dec ISlon(",
y funcionalizaciones realizadas por creyentes privados de tradiciones cult urales. l',
.,. las son las que encarrilan las trayectorias al modelar las preferencias y orientar Id',
,l' lecturas de lo que llega desde las más variadas teologías e instituciones religios;J',
Estas tradiciones son el Sillar de corrientes de cultura que atraviesan la exper'le n"" ,
11 denominacioGal y configuran el sef1t1do específico que adqUiere la vida religiosa
En acto hemos Intentado mostrar uno de los cruces culturales que singulariz;JII 11 la vida denominacional y conforman una corrienJe de rellg'los'ldad de rasg05 sislv
mátlcos, como corriente cosmológica afirma la imbricación de los niveles que SUII'1 1
I
para nosotros el más allá y la tierra en un realismo que incluye en su definición a Jo>
1\ santo; Como corriente holisla se apoya en una vivencia, en una práctica, en un ide;,1
en que las diVisiones del cuerpo y el alma son relativas y posteriores a la unidad 'lU('"
traza un arco dinámico de experiencias físico-morales en las que ética y dolor no se'
separan como razón y sensibilidad; como comente relacional proyecta un sujeto dI':1
I la experiencia religiosa que es siempre parte de una red jerarquizada y articuladd
en relaciones de donación específicas En nuestros días esta corriente forma parte'
de la experiencia de los sUjetos populares al mostrarla en sus manifestacio!le'"
contemparaneas, hemos querido tomar distancia de las visiones que, además d>'
ignorar la transversalidad de 101 experiencia denomi'nac'lOnal, reducen a "folclore", a
I "tradición", lo que no ingresa fácilmente en un sistema de categorias involuntaria
pero no aleatoriamente particularista. ,1
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1
60 PABLO S[MÁ~1 11
2
••m¡j~~.1I
VIDa, apOGeo y TORmenTOS Del "ROCK CHaBÓn'"
,roducción
Pocos meses después de los hechos que llevaron a la muerte de 194 Jóvenes
.sistran al recita) de Callejeros en Cromanón, una crónica del diario Los Andes
Mlndola daba créd'lto y repercus'lórl nacional a palabras de Fito Páez referidas
"rack chabón" y su relación con el macabro resultado de la cOmbinación entre
'Inómeno cultural y la perversa relación con la ley que muchos suelen 8f1!ender
Oun signo de la nació",
Al filo del hartazgo, el autor denuncio que el denominado rack chabón "tiene
193 muertos ahí por no revisar lo que hace y por todo ,'o que genera el mani·
fiesta del barriO argentino y por ser del palo y de pensar la argentinidad desde
l. blrome" En un análisis apasionado capaz de ligar la tragedia de [romañón
con la cantidad de acordes que conocen los músicos de ese subgénero del rock
local, redondeó que "para esa gen le, SI te ponés a estudiar música sos puto o
, {lI\lJ~ 1995 en adelanle venWJ 51g"ie'''Jo sislemalicamerdt el d.'J~nlr de los usos pCJp"IJr6 (Iel rack Desde IOll4 he incorpora¡!(I ~ót~ ,nvesllgac;DIl a mi plan de trabe'io en el C>_',",C:T. En e5€ rn~rc" IWl ~ida efectuados
1I1'1,~lis,s Que esle CJp'lulQ pre~enta de un., IDrma \Inté\,c3.
BAJO CONTINUO 61
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jazz810 y, ertonces, no ses del palo", Pero sir paus~s, proclamó: "Un DII<'III" I "1'
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que se funda en la ignorancia genera tragedias, y esta cosa tribal argentin", terrib'e y es asesina porque te deja en la ignorancia".
Páez sintetiza y rad:callza el espiritu de una se'le de aproxlrraciones crític'l'.,I1
fe~ómenc en jLlego en bandas como Callejeros. Periodistas, músicos, anilladorF.~ '~I prcgramas de radio se han expresado en este mismo senMo prolongando y an11llill
cando algJ que d€cían desde hace mJcho tiempo sobre el "rack .:haMn', pero (1,11
menos repercusión. Todavía recuerdo que hace casi diez años, la líder de un COnlJllt"
de hip hop en ese momento en alza, necia al¡;o que Páez expresó ahora elabor¡¡dél 'i
rabiusamente, qLe el "rack chabón" era "falto de nensaie", que no alcanzaba en"
estar contra la poliera para ser músico, que el "rock chabón" le p'lrecía una e)(cu:",
par~ "tO(f\lf ce~'Ieza y criar panza". laque ella dijo" \a defensiva, protegiémlose (11 1
equivoco ce un periodista que la había sindicado corro parte del "rock chabón", PáL'1
lo dijo D I¡¡ olensiviJ, allOla que el "rock chabón" apa~ece er bancaflota.
Sospecho que sería 'lmigaIJle con los lec:ores s: me limitaca a montarme el 1,1
ira de P;!iez y ensayara tentDtlVD~ de darle legilHllidall académica, profundidad lilo
sóka y consistencia soCiológica a su reaccl¡)n, o al menos a mostrar y desarroll~1 las posibilidade<; 'lIJe pn pse sentido porta el "insight" de Páe.l. Sill embargo, m"
tem::J que no podré serlo. la lectura de esas declaraciones y una serie amplísirra y
ach.almen,e ingen'\e de pronunri<lmi?nlos dI' ese t~nor, y --ni propia lec\ura ~uciiJl de lo que ha sido el "rack chabón" antes y después ce Crorrafión, me hacen pensar
que la siguiente hipótesis tiene algo de JlalJ<;iblp: la reciente cOnvergen CiD 'lnti. "roe"
chabón" ancla en una supuesta verdad musicológica una supuesta verdad SJCiológlc~ ocultando lo que yo quisiera señalar~ que esa reacciÓn vphi'~lilI7a una posici6n eue
en el Juego social responde, vengativamente, a lo qUe ha representado socialmente
el "nck chabón". Veamos prlme'o q ué es lo que ha significado sod81mente el "roe k
chatón", para luego volVEr a estas críticas en condiciones e1 que pueda apreciarse ID qu, slgniiica SOCialmente Su crítica.
El "rock chabón": una categoría problemática, un desarrollo histórico preciso
Comencemos por u na .éompli,cación neceSaria. "R,xk chabón ,. ES una categoría
62 PABl.O S1::MÁN
... O" L,,~
'obltlmática. La primera vez que 105 referimos al fenémen02 subrayé algo Que es
"ario ampliar: lo que cesde IJS medios, la crítica espeCializada, los propios
In'lImldores de múslC a, es llamado "roc\<. cnabó1" es una reallliac Que no se puede
Ilnlr por un recorte de estilos musicales, letríslicos o provenienclas sOCiales, sino
mo un electo de la relaciOn de los seclule~ pupul,m,~ LUII el roe", qUtO tiene ra~gu~
1.\Oricamente nO'Jedosas. Dados dos gnJJos de iguales caracteristlcas estilísticas,
,'tleas y socales pedría se' que U10 se Identific~rD corro perteneciente ¡jI colectivo
otro m. Adenás, la 1eterogeneidad de lo ::¡ue ha Sido Identificado o au\oldenllflcado
el 'rack chabón" es amplísim2 y debe decirse que Jermanentemente ingresan
'IIresan grupos 'J rasgos a la categoría, redefin lendo Su cantel ido y abarcat vidad,
1r0 el "rock rhilbón' lampcr.o se refine por anclajes sociales e~dlJs\vos, invariables
unl.....ocos h2Y grupos comJ Calle.eros que muchos no dudarían en identificar con
,1 rock barrial, que tiel)en un público hete'ogéneo socia mente que incluye t2mbién
In clases medias. Y si se puede afirmar que En algún momento de la historia el
'Ublico de Patricio Rey y les Redonditos de Rlcota correo;pondia al perfil popular
Ion que se aS::Jcia al "rack chabón " tamt;len debe decirse que no ~iempre ¡Je así.
,be aceptar el nombre COmo cOnvención, pero bajo una restricción que lo connota
., forma diferente a cualquier uso convelcional, el "rcck chabón" es la ca:egoría
"con la que ha Sido captada la lel2ción entre el rock y las generaclol1es nacidas a
pertir de Tines de 1970 y 1580, a veces en la escucha, a veces en la producción, a
Vices en la artiCulación comercial del rack. El caracter ":lOPU lar" que aS'lste al "roc\<.
Oh106n" también es problenático: las fronteras entre los estratos sociales (sea que
101 Concloamos como agreg2dos estadísticos, como clases, corro actores definidos a
p.rtir de una rel<lción política, ¡¡un 1: uando los concibilmes come ciaseS) son porosas,
y "seclJres populares" es Lna categoría difusa, Para colmo, eS insustentable Una
descripción l1up ha Ea coinc c1ir [Junto por plinto uJtegmiil.s <;nt.lnc1f>mogrMicil<; con
llniversos simbólicos, estélitos, sea cual sea la relación ,je detErminación entre esos
dos órdenes. En este contexto. y dadas estas dificultades, limitamos el alcalce de
lO popular a la siguiente población: Jóvenes pob adores del Glan Buenos AiTes, de
tUS bar'ios más pobres, hljcs de trabaladores manuales y desernplea:los.
• Vé~se S"man. PablQ yVil;;, r-~i)lo, 'Rock chJbon € IdenUdad juoenil en aArgentina neo'liberal', en Filmus, ,,",en'.. F'olil,«', '~L, ..ddd! C<111UI~ M Anlél1ca L~r,n., AIgerr,na de f,,, de s,t~, r.,~"·[,c<,~,,
Boeros Aires, 1999.
BAJO CONTINUO 6
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SI'" puede localizar preci~amentf", en una serie de rasgos que lo describell
historizan, lo Que SI'" nombra con la expresión "rack chabón" Se verá que son tan!.,
los matices que SI'" comprenderá por qué la expresión unifica el fenómeno de forlll,'
provisoria y abstractiva. Recorrer esas características es ponernos en camino d,
comprender su significado social y el significado social del bombardeo critico q'l' hoy reciben el género musical y sus cultares.
1) Hasta los años 1990 el desarrollo del rack en la Argentina se centrarl; fundamentalmente, en las clases medias, Podrá decirse que esta regla offe,,'
notables excepciones. pero lo cierto es qUe ha sido la clase media el estrato lllll'
nutrió al movimiento de los músicos y compositores que más han influido en 1,]'
formas musicales que se desarrollaron desde la mitad de los años ]960 hasl,J
buena parte de 1990. De esa fracción social provienen los "grandes nombres·' d(.1
rock nacional,J las fuentes más potentes de influencia y legitimidad en cuanlo.1
letras, música, estilos performativos y direcciones de innovación. Litlo Nebbia (Lo'.
Galos), Charly Garcla (Sui Genens, La máquina de hacer pájaros, Serú Giran), Lui:.
Alberto Spinetta (Almendra, Pescado Rabioso, Spinetta Jade), Gutavo Cerattl (Soda
Stereo), el "Indio Solari" (Patricio Rey y los Redonditos de Ricota), Federico Mour'-I
(Virus) son algunas de las figuras-guías de la producción de rock en Argentina qUf'
pertenecen a diversas trayectorias tlpicas de las clases medias Al mismo tiempo,
las clases medias han sido las que, históricamente, más público les aportaron a esos
músicos y sus grupos desde los inicios del rack nacional hasta la actualidad. En lOé,
sectores populares, tanto en la población de trabajadores manuales y de empleos
poco ca',lficados como entre los desocupados, la tradición raquera se hacía presente
de forma infrecuente, formando ínsulas, sobre todo de oyentes de rock duro, báSiCO,
"cuadrado" o heavy metal después, en un campo dominado por la música melódica,
la cumbia, el chamamé y la música folclórica en general.
Esta cuestión se aclara aún m.!is si a esta cuestionable línea de corte social le
fuera superpuesta una linea de corte geográfico. Hasta muy avanzados los años
]980 el rack naCional influía en y desde la Capitaf Federal y algunas cabeceras del
primer cordón industrial (Avelfaneda, San Manin, La Matanza l. Desde los años 1990, el rack, a través del "rack chabón··, tiene bases sólidas y especificas en Florencia
" •. tsla h~ sido la rorm;:¡ baJo la QUf se h;ln r~co"CCldo r~C¡plOc<tmenle lOS muslcos ~fgenlinos de IOck <¡1Jf'
dieron Vida a los más diversos e~hl('s y ésla h~ ~Ido la fOrma en que fueron rewllocidos e insliluidos por oyenles, compJ~ras dlSCOl(faflcas y r;'ilICM mus'(dles.
64 PABLO SEMÁN
·1
,'lla, San Miguef, Vifla Celina, en general en el segundo y tercer cordón def Gran
.Ulnos Aires, en fas que hay públicos, circuitos y grupos. Los jóvenes de universos
10culturales hasta entonces ajenos al rack se aVinieron af mismo.
Un compfejo de variabfes sociafes y generacionafes parece asociarse a una
Iflrencía. Hay bastante mas para entender lo que esa diferenCia pueda significar,
IrO antes de proseguir con fo que implica este desplazamiento evidente digamos
su significado es, sobre todo, Indicativo, que cuando referimos a la diferenCia
11.11 Implica la presencia de jóvenes def segundo y tercer cordón del Gran BuenoS
IlrlS en ef rack, también estamos incluyendo las dinámicas sociales y culturales
II conjunto del área metropofitana que tiene pro)(imidad con las de la periferia.
Iro en todo caso vale aclarar que el desplazamiento implica la actuación de una
IlIIa generación constituida por dinámicas sociales y cufturales diferentes de las
operaron tradlciqnalmente en el rack y que al relevo generaCional se fe suman
.lectos de fa transformación en la estratificación social· aunque haya de todo en
lOS lados, es mas fácil encontrar públiCO de la periferia del Gran Buenos Aires entre
leguidores de Divididos, Callejeros o La 25. que entre ef de Babasonicos, que
I.ctivamente se asientan en tendenCias cuHurales propias de las clases medias.
2) No sólo se ampliaron y desplazaron fas bases sociales, demográficas y
Iturafes def rack. Esa presencia ha producido diferencias en la escucha de lo
'....iamente e)(istente y en fa producción de fa Que siguió partir de los 1990 Afgunos escuchaban fos que definiremos como fas nucleos ideológicos y estétiCOS
"rock chabón" en agrupaciones mUSicales Que nunca reivindicaron su pertenencia
f,"a categoría o son anteriores a su desarrolfo, El "rack chabón" fue así, en buena
,.rte, un invento de las escuchas y selecciones del público, casi a contrapelo de
l•• Intenciones de fos músicos. Es por eso Que el "rock chabón" no fue iniCialmente
un liIénero del rack definido por una regfa musical o letrística, y es por eso Que la
••finición de fa e)(tensión def conjunto "rack chabón" arroja resultados disímiles
IIlIún quién proponga esa definiCión y en Qué momento. En ese sentido, fue más
bIen una sensibilidad referida a retóricas y estilos mUSicales que atravesaban los
mas diversos géneros de rack presentes en el panorama musical de la juventud. Esa
IInsibifldad fue inicialmente productiva en fa escucha y, por ende, en fa selección
di las posibilidades de masificación de estilos, grupos y músicos, e hizo aparecer
motivos inusuafes en fa tradición del rock.
Esa sensibilidad resignlficaba la obra y fa presencia de conjuntos que perteneclan
• corrientes preex.istentes del rack y en torno a una serie de temas y valores cfaves.
Conjuntos como Patricio Rey y fas Redonditos de Rlcota, que se originaban en una
lradición que mix.turaba una serie de influencias fuertemente presentes en fa cultura
BAJO CONTJNUO 65
I
j~ l de las clases medias urbanas de los años L96ü y 1970, fueron emblemas del "nll ¡.
Ilil chabón" en uila curiosa y radical operación de transformación de una banda por'
público." Patricio Rey y los Redonditos de Ricota citaba Cifradamente a los h¡Ú'i1
del roc'~ Junto con los próceres del anarquismo, Su canc',ón "Todo preso es poli~I(11
afirmaba, en sintonia con Bakun in, un grito desgarrado: "reos de la propiedad / 10,,1, ' , pre50 es político", e interpelaba la d Imensi6n libertaria de la conciencia progresl'.1
de los JÓVenes de las clases medias. Pero hacia fines de los años 1980. otro plJblll ,.11 ,1 comenzó a dominar entre el de PatricIo Rey Para este público, esa canción e,)"
una reivindicaci6n de los ladronesquepoco tenía que ver con las Ideas de Ba~\111111
I~ o con una visión a la Robin Hooa del latrocinio. Ellos sentían que los Redondu
hablaban de su paisaje social y ponían en cuestión los estigmas tradicionales, ti
1I ese conte~to, varios observadores notaron que el público de "los redondos", COlll"
,,1 los llamaban sus nuevos fans, fue recomponiéndose, y mientras los jóvenes V:il\ '11 guardistas de clase rr,edia de la Cap'ltal Federal dejaban su lugar en los recital(..
que se organizaban en los teatros del centro, ganaba espacio el público del Gr(j"'1
Buenos Aires que comenzaba a llenar canchas de futbol en las que cultivaba~ ,1;'11
fervor por su grupo preferido. En ese contexto, puede entenderse lo que hacian CDI,,1 otra cancian de Patricio Rey los Jóvenes de un barrio del Gran Buenos Aires, qUI'
:!I' me dieron su interpretación de la misma en su forma de cantarla, La canción qU(>
111 p¡¡ra muchos ironizaba sobre el establishment de', rack diciendo, 1 ", ,,
l' 1 Vaya bailar el rock del rico Luna Park / que con mi alas la puta cae brillar I como
1 1 mi héroe la gran bestia pop f A brillar mi amor I vamos a brillar mi amor f a brlllJI 1 ..
mi amor I vamos a brillar mi amor, "'1
'¡II podía ser decodificada como un aliento a las formas de Vida y localización popular
Así, en vez de escuchar Ha brillar mi amor", un grupo de jóvenes del Gran BuenD'
1 Aires me manifeslaba su convencimiento de que la letra de esa canción dec!il 1
"vamos la v'I',\a amor". 1 1•
',1 Luego, surgieron grupos que enfatizaron los aspectos que esa escucha reclJs', ! "
ficatori,a ponia en juego. Estos desarrollos y aquella escucha tenían varias caracl",
risticas fundamentales,
" • Ve~5~ Guerrero, Glo"~. rn<Jlo So/ari: el h:>mbre Ilustrado, Sudar"'~r¡cana, Buena, Alfes, 2005.
66 PABLO 5EMAN
3) El "rock chabón" tomaba como epicentro de sus sentimienlos y su ethos
.1 barrio, la patria pequeña de la infancia y la juventud y su paisaje transformado
por la pobreza, la desocupación, la delincuencia, el trafico de drogas, en fin, las
"lNaoades de la década de 1990 Podía cantar casi idíllcamente al barrio como la
'llulente canción:
Cervezas en la esquina I del barría varón I rutina sin malicia I que guarda la razón
/ quien olvidó las horas de juventud I murmurando se queja I ante esa actitud I slll me esperan I mis amigos en reunióll / mucho me a',egra selltirme parte de
vos I conversando la rueda ya se formó! Y las flores se queman buscando un
sentido / mienlras la noche mueslra Ila calle en quietud Ila intulcíón esquinera
I encendió mi luzl tu risa alejó mi soledad! esos momentos que viví I no he de
olvidar / sé que muchos c.avilan / buscando el porqué! preferimos la esquina
~ no mirar la tele ! yo la creo vacía de realidad /Ia verdad en la esquina eslá
latiendo I aunque me corran hoy I mañana volveré / y con cerveza festejaré I tu
risa alejÓ mi soledad I esos momentos que viví / no los he de olvidar. (Hermética,
"En la esquina", 1990)
Pero el tono nostálgico de la composic',ón que citamoS se complemen\a con la
Illuiente. Dos Minutos, en "Dem3siado tarde" (canción que acotaba el senlido de
Su titulo con un parénteSIS que, sintomá/icamente. 'la llamaba "La Marcha"), ofrece
una imagen un poco más apocalíplica Que la anterior, montándose en la misma
'Irlma de esquinas, gregarismos barriales y cerveza:
Estás en el kiosco, lomás una cerveza! corre el tiempo, seguls con la cerveza / a
lo lejos se ve una patrulla 1alguien grifa allá viene la yuta 1 Descarten los tubos
1empiecen a correr Ila yuta está muy cerca 1 no da para correr, (Dos Minutos.
"Demasiado Taroe", en Valentin A/sina, 1994)
Es que no era simplemenle una crónica: el "rack chabón" construía COllladrones,
Clrvezas, barras de la esquina y policías una heroica en la que la represión polícia!
Irl la necesaria contrafigura de un combate SOCial en el que los nuevos rockers
tomaban partido. Coma ya lo sugería la illterprelaclón "pro ladrones" de la canción
"todo preso es po',ilieo", el "rack cllabón" se identificaba con los marginales rec',a
mando un lugar para ellos, lamentaba el fin del mundo del trabajO y protestaba más
que por el exceso de integración (que angustiaba a las primeras generaciones del
rock nZlcional, ¡anta como a los hlppies -tomados como categoría global,-) por el
BAJO CONTJNllO 67
deficit de la misma, por la fraclura social que había traído lo que luego Ilamarlami'
"el neoliberalismo", No era, en todos los casos, un rack de pretensiones polílic:!
al menos de pretensiol1es polrtlcas concientes y dirigidas de forma sistemátlCl "
objetivos políticos. Lo qUe ,;í hada era reivindicar el mundo que quedaba atrás ('"
el marco de una reestructuración soc'lal politlC<lmente comandada, y su apego a 11>'
"buenos vielo,; tiem pos" tenía valor poiítico de resistencia que, ar¡tes que declamar ""
o proyectarse como tal, se actualizaba en la veneración de un tiempo que el resl"
de la sociedad comenzaba a denostar. En ese contexlo, el "rack chabón" era "ei)!'
testatario" de una lorma diferente a la que lo había sido el rack en los años 197!¡
En vez de asumir una postura anticapilalisla, daba cuenta de la nostalgia por Uf'"
fase en que los más pobres. al menos, leMan trabajo y patrones Esl0 mismo haci ,
una dilerencia con un planteo de tipo revolucionario, como el que podría haber'>"
escuchado en los afias 1970 en la tradiCión de la música de protesta. Una expresll:I'
dei líder de una banda ya extinta esclarece este punlo.
Nosotros somos tristes desocupados que usamos la música como medio par"
trasmitir nuestras ideas. En tema'> como "Réquiem por leño" denunciamos "
los "conchetos disfrazados" o a ",'os chicos durmiendo baJO las autopistas" l Cnuestro planteo de lucha no tiene nada que ver con los planteas contestatarlO ,
de La Torre, hablando de las Madres de Plaza de Mayo [ ... ] de los [músicos] de
aca preferimos escuchar a Oiscépolo, que r,abla de cafetines y de Pornpeya, qUl'
a las grandes bandas de rack aburguesadas. (Reportaje al grupo subterráneo Le' Pandilla de,l Punto Muerto, 1987)'
En contrapOSIción con la historia del rack nacional, ,la del "rack chabón" ~r,1
curiosamente, y en contrasle, nacionalista El rack nacional era rack en castellan{l,
pero sus letras o acenluaban el lado cosmopolita dirigiéndose a un joven universal.
o eran cautas al separar su dimensión de música de protesta de cualqUier identifi
cación patriótica. El rack nacional, cuando lo hacía, protestaba en nombre de toda"
las categorías de oprimidos, persondicadas en trabajadores rutlnizados y explota
dos, en diferentes estigmatizados, pero pocas veces en la nación como colectivo (l
partir del cual se afirman derechos y potencias. El "rack chabón" produjo un rack
'ffi'
s, Podri~ [otJ-,~r",~,se que ésla es ur,a l~r"1~c,6n POCD ~'gn,r'cal,va. PerD vis'o~s 5eme,ante, se obscrv-II' ,,'11 ja dts(ripción delll'lurldQ d€1 (rabaJO C[¡nl~mllortlrleO que Ilan h~chQ d~od~ Inlox'c~do5 hasla Almafuerlc
68 PABLO 5EII'.ÁN
Que se idenlil¡caba con la nación y llegó a plantear temas lotalmerJ/e ajenos a la
k.diciÓn anterior del género, hasta el punto de postular una sanción moral al que
tllja la patria, aun cuando se ve aquejado por el apremio económico, asi lo hizo.
'o, ejemplo, Dos Minulos en una de las canciones de su álbum Va/entín A/sina, en
Que cr'lllcaba a un argentino que no había s·ldo pac.'enle con su patr'la y se Ilabia 'Ido
buscar trabajO a Barcelona.
En el fOck nacional las clases media, habian combinado el espíritu liberal del
'toe k con el pro¡;resismo argentino que se reconoda enfrentado al nacionalismo, al
,.L1a consideraba autoritariO. El "rack chabón", en cambio, reiVindicaba los valores
trióticos a través de perfQrmances en que aparecian las banderas argentinas,
In Que se reiVindicaban los de sujetos pratolipicos de la nación y se recuperaban
Itmas folclóricos nacionales como la zamba o la ba¡;uala. Un ejemplo ,intetico de
lita actitud es la canción Qe Divididos que, en ritmo de Baguala, e identilicando
los negros con el pueblo, plantea desde el rack el antagonismo pueblo y rack en
In acto en que ese antagonismo pretende ser disuelto de una forma irónica para
Ion el rack:
Nace un hijo negro I cachetazo al rack, (Divididos, "Haciendo cola para nacer",
en Acariciando lo áspero, 1991)
Un ejemplO casi calcado es el de una agrupación metalera que con ritma de
;lImba le canta a los grupos históricamente marginados, enlazando a las víctimas
"1 siglo XIX en el período de organización nac,ianal con las del fin del siglo xX en
ti desmonte de la organ'lzación SOCial de la época populista,
Desheredados, Gauchos, Indios, empobrecidos reencarnan. (Almafuerte, "Zamba
de la resurrección", 1995)
4) Desde el punto de vista musical, el "rack chabón" ha sido variable históri
elmente. En los iniCIOS reflejaba la sonoridad punk, la de los Rolling Stones o la de
IIllricio Rey y los Redonditos de Ricota. Es decir, reflejaba muy pluralmente el mundo
"11 rack nacional e internaciona,1 que le precedía históricamente. Con el correr de
101 anos, las formaciones de "rack chabón" han privilegiado la identificación con el
lonido y la performance Stone de una forma particular (aunque no dejan de resonar
olras raíces en casI ninguna de sus expresiones). Las formaciones actuales del
IIrock chabón" se identifican con el sonido Stone practlcado por bandas argentinas
Que a través de una o dos generaciones los han imitado. Así. los actuales grupos
BA.lO CONTINUO 69
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I1l' cultares: en el "rack chabón", contra el peso de una tradición intelectLJalista que ~(,I, " a comienzos de 1980 comenzó a ser cuestionada. el baile es parte del recital y di, 1.
11, idea de música. La música del "rack chabón" puede bailarse y el rack pudo ampliar '," 1 espacio en 1,0$ sectores populares cuando sus sonidos interpelaron los pies de fOlll'. I
1 preconcebida o accidental. Con el .' rock chabón", entre otros ingred'lentes, el rack 1"
dio fuerza a una escei1a diferente de la que era común hasta 198o. charlas de múslc,'
análisis de ejecuciones, evaluación de interpretaciones, comparaciones de versioil'
y auditorios en los que lo único que se movía eran las cabezas. Cada vez más, el (Qch 1"
es compás verificado en el cuerpo en una riqueza de configuraciones que aún resl"
·1'1 estudiar, pero que evidentemente ha transformado la naturaleza del espectáculo 1
9) Análisis periodísticos y académ icos han coincidido al señalar que en los orígenc',
1'1, del "rack dlabón" opera una situación histórica y económica muy especial. En ell" " se combina la proyección que alcanzó por diversas vías el rock en el mundo popul,JI
con la facililación del acceso a equipos de ejecución y produccíón musícal. Es que ell
1 virtud del abaratamiento global del costo de estcs productos (y de la intensificaclol'
de este eíecto derivada de la sobrevaluación del peso argentino durante el períod"
1
1II 1
1991-200l) la imporlación de los mismos resultaba más que accesible. los medio'.
de producción de lo masivamente ¡egítimo se SOCializaron a traves de un melcado (Je11
acceso fácil que a su vez permitla la proliferación de cientos de bandas por doqUier 1I1 10) Tal vez ha sido menos observada otra condición concomitante, la formaCión, ' 1
Ii! en el área metropohtana de Buenos Aires, de poblacíones tormadas por migrantes
recientes de origen provincial, cuyos hijos no necesariamente encontraban en 1~1
, Iradición musical de sus fami.lias un medio de expresión. Esta siluación no debr "
11 pensarse en términos de la ausenc,a de trad'lc'lones o del abandono automátiCO de las 1
mismas S'Il0, más bien, en la fuerte competencia entre la socialización primaría y 1,\
, secundaria, en\re el hogar 'J la esquina del barrio con su circuito de alcohol, drogas,
narra~ivas, diversiones y exploraciones compartidas. En ese territorio compelian por I11
1
1
la adheSión y la preferencia, las tradiciones musicales de las generaciones anteriores
(que declinaban), la música de cumbia y bai,lanta y el rock que a lo largo de treinta
año" fue estableciendo bases locales de reprodl.lcclón,
11) Todo sucede corno si en cierto momento esas bases hubierar, alcanzado una
cantidad crítica que las convierte en un pClblico Inleresar,~e para la escala de em
prendimientos mUSicales de var iados formatos y escalas dentro del rack, Un ejemplO
de lo que sucedía en ese contexto es el surgimiento, precedido por encuestas, de
una radio dedicada a los segmentos populares. La empresa que la const:,tuyó quiso
averiguar cuál era la radio que faltaba en la población de bajos ingresos y conoció la
demanda de una radio de rack en espaflol que, según el público encueslado, debería
72 PABLO SEMÁN
bisar su programación en un repertorio de 200 canciones que pocas personas de
11 clase media hubieran identificado con el rock o con lo mejor del rock. Esas 200
c.nciones eran el acervo del rock que se venía escuchando en los sectores populares
_(lue las clases medias sólo reconocerían como los márgenes del género. ios oyentes
deseaban escuchar rock nac'lonal de 'iniCIO de los afIaS 70 e Intérp-;etes que se er,con
treban entre el rack y algur,as modalidades de la canción amorosa. Esa radio llegaría a
IIr la expresión de los jóvenes del Gran Buer,os Aires que escuchan rock. Si tamana
Impresa musical fue posible gracias a esa masa crítica que se habia formado, ¿como
no iba a ser posible otra, paralela, como la del "rock chabón") Es que paralelamente
I la difusiÓn mediática del rack, a la facilidad del acceso a equipos e instrumentos,
los j6venes del Gran Buenos Aires, practicantes de un rock futbolizado, nostálgico,
muchas veces elemental, comenzaron a formar sus bandas. El paraguas mediatico
lI'e como la lormenta que favorece la reproducción de los hongos,
12) y estas bandas ql.Je surgieron junto a la lluvia mediática, junto a la di/u
Il0n generalizada, comenzaron a adquirir, también, habilidades administrativas,
'ormaron sus bandas y apoyados en la constancia y el "aguante" de sus grupos de
.Iguidores logra bar, estabilizar circuitos de shows ante empresarios que el\igían un
mrnímo de público que ellos cumplían en presentar, ya que tenían seguidores ql.le
lIS hacían el "aguante". la ética del aguante también formaba parte del espíritu
del negocio' inspirados en el ejemplo ofrecido por el éxito de las producciones
Independientes, que resistian exitosamente a los pLJI,pOS del mercado, hicíeron \as
luyas negOCiando fechas, condiCiones, ingresos y escenarios con productores de
IIPedáculos de locales de mediano y pequenD porte. Las barras que con Irapos y
b.nderas acampanaban al grupo mus\cal aguantando la parada formaban parte de
l. viabilidad moral y económica del mIsmo. Excluidos del gran consumo por razones
In las que se mezclaban sus pre!erencias y sus posibilidades, armaron un circuito
musical del que partic:,paban los jóvenes del Gran Buenos y de los barriOS pobres
de la CapitaL A el se agregaron los Jóvenes de las clases medias (a ese sector de
jOvenes que comeilzaba a cultivar la resislencla poco podían atraer los musicos de
rock ya establecidos que oscilaban entre el divismo, los gestos de superación, (as
Ironras y la sofisticación, qLJe, por muy valiosas que fueran, resultaban débiles para
Interpelar a las víctimas de la recesión que se insinuaba desde la epoca del efecto
te(luila y se prolongó casi cuatro años), que disponían de unas pocas monedas pMa
'1IBjar, lomar cerveza y asistir a un show Que debia ser barato. Los hijOS de padres
de clases medias empobrecidas encontraron en este circllito un espacio ideal para
IUS pOSIbilidades, Fue por esta conf,uencia de púb',lcos. entre otras razones, que el
"rack chabór{ Invirtió la secuencia de Circulación clllfu:~ll que hacia de la periferia
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1'1 podrían encontrar formas mutiladas, disminuidas y empobrecidas de la CIIIII,'
dominante, a lo sumo una ratificación de su dominación por la Yía de su rCI 1:., "1, retórico. Las observaciones de los que le reCriminan al "rack chabón" su Cilrd' 1, ,
1;'11 de expresión que traduce y reproduce la dominación calcan ese argumento 11' "',
11 dilgan al dominado un compromiso absoluto e inescapable con su opresión fJI ,",1,
1 punto, vale lo mismo que hemos dicho acerca de la religiosidad y la cultura POPlli"
Ante la pretensión de describir el gusto dominado como derivación perfecta rj"11" ,1 situación subalterna. Grignon y Passeron 8 contestaban que el estilo no es pm',lll" ,
de los grupos dominantes, Mucho más radicalmerlte, afirmaban que la conflJ';I""
,,1 ' 1 analitica entre la dominación de una cultura legitima, los Instrumentos analitl' ,,'
11 que permiten reconocer esa dominación y la toma de partido inconsciente por 1.1
, misma en el análisis se basan en la tendencia a suponer que el sUjeto no eXI',I"
cuando se trata del mundo popular. A partir de esa cOrJfusión, los criterios que '" li' "
ven para deSCribir la cultura ,'egitlma se constituyen Indebidamente en parámetl.'
de cualqUier otra expresión, obligando a una percepción negatil/a de esa alteridail '11i
Mucho más cuando eila es parte del campo en que el analista también actúa coml, 1 jugador enfrentado allugador que analiza.
1I Puede entenderse que digamos entonces que los críticos del "rack chabón" alldll
las consideraciones estéticas y las históricas aclil/ando ellegitimismo que GrignoJI '11
y Passeron denunciaban en Bourdieu 9 Identificando su gusto con la calegoría má',
elevada del canon social y a ésta con la evolución óptima y no con una construcclOI' 11
social, justifican IJ estlgmatizaciórl del gusto de los otros y su descripción como 11 expresión de decadencia social.
", Si nuestro análisis históriCO es correcto, no es muy descabellado afirmar und
hipótesis concluslva. Erl la medida en que el "rack chabón" desafió la hegemoniiJ
de los rockers de clase media y sus estéticas, los juiCIOS musico,'ógicos aliados a l~ll' 1
1 conSideración sociológica que lee lo emergente en clal/e de decadencia consum¡:¡n
un involuntario ajUste de cuentas ansiado desde hace tiempo. La reacción, por su 1 cuno legitimista, presente más allá de sus intenciones, sirl/e para poner en caja lo
que se había salido de ella. El incendio de "Cromañón", además de revelar la muy
problem<itlca relación de los argentinos con las leyes, es la Oportunidad de una I/enganza de clase.
• G"enon, C1aude y 1'~i5fran, Jc¡]n c., Lo CUIIO y ,'c ¡J0pular, mlser8Cilf'5mr.v J"'opullsmo ~n la SCCiOJOgia.v en fitFH"ru'a, La Pjqud~, Madrid, 1992, pp J/!'-81
, Bourd,tu "Ip.~¡,r'c"ba el anal·slS con si gus,lo cuy~ domlnar'ón a Su ve' r,ftltndia desmonlar UJtnD ,0<;,,,1,
3 , . t\?!), ,,,%\'I~i!ll .,¡g¡
•••11~~~~~
HISTORia, seST-seLLeRS y pOLíTica'
.. ~ 1", rps~M<,
En la edición 2005 de la feria del libro la presentación Los milas de la hisloria
,rgentina If convocaba multitudes de lól/enes que, al grltD de "iFelipe! ¡Felipe!",
reclamaban autógrafos para sus ejemplares. Durante todo ese afio, algunos de los
.specialistas más Importanles en la materia arJalizaron el fenómeno y plantearon
Iludas más que pertinentes sobre el I/alor acadérrllco de esa his\orla que convoca
multitudes, En el cami,lO quedó por hacer una consideración qU8 tratamos de hacer
en este capitulo: ¿cuál es el valor politico de la aparición y circulación de estos libros?,
¿cuál es la relación del fenómeno con la l/ida política del pais y especialmente con
las representaciones de la nación que se dividen y constitUyen en la l/ida PDlítica?
ArJt,lcipando un poco nuestra respuesta diremos que estos libros han mediado en
la reconstituci6n de Jos sentimientos naCionales y los compromisos POlítiCOS, en
una secuencia que ha pasado de expresar la distancia y la expatriación Simbólica a
1 Los anallsls y dd 1'" ~ uf. ~e el tan en e,lr. CJpllulo ,orrespcnden " un~ :rlve',¡,c,;c ,on ~c lual rY1HM ~" [UJ50 El conlunl" de rj,¡C', ~,l~ conSliluidr) pn, 1c'5 p"ncip"les lilUlo5 de la literdu(a que lral~ 1" Idrnll~"d " I~
h,slo"a argen¡lrlJ J~sd~ el ano ?OOl, pÚI enlwllslas a lectores. "bserVJ~iones de presenlaClO~eS de I,t'''" cnt.cas de 105 libros qUé han ~rfctu"do autorns M ú, 'Gen ac"demlcu llr,~ pr:rner" ,ers,un Je
esl~ i;",\Imenlo fue el"b')r:J,i~ ~n colaboraclon con Silvlna M~rt"';an -a qu'erl l~rnblen q'Ji~I') reconOcerle, au"qu~ ~Ila no qUiera, 1Jr,~ n-,uy productiva lecLur~ dc esl" ,¿rSlon-,
76 PABLO SE~"ÁN BAJO CO!,>~,,"":.. ~) 77•
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Inolce
Prefacio, por Denis Merklen
Agradecimientos
Introducción
1. Cosmológica, holista y relacional: una corriente de la religiosidad popular contemporánea
Introducción
Cultura y religiosidad popular
El modernOcentrismo como obstáculo epistemológico en el análisis de la religiosidad popular
Tres claves de interpretación de la religiosidad popular
Cosmológica
El Carácter holista de las prácticas religiosas en los sectores populares
El carácter relacional de la experiencia religiosa popular
Conclusión
2. Visa, apogeo y tormentos del "rack chabón"
Introducción
El "rack chabón": una categoría problemálica, un desarrollo histórico preciso
Venganza social: epílogo parcial del "rock chabón"
3. Historia, best-seJlers y política
1- La historia de masas '1 la crítica académica
2- Los best-sellers desde el 2000
3- Tres figuras actuales de la relación con la nación
Distancia
11
, 90 c> La argentinidad como reproche
96[:> la voluntad de ser argentinos y el peso de la historia
, 98 e> Los "libertadores": entre 1955 y 19B3
102 e> Si Moreno viviera ...
139<4 5. ¿Por qué no? Del matrimonio entre espiritualidad y confort, del mundo evangélico a los best·sellers
142 ¡a. Desarrollos de la teología de la prosperidad en la Argentina: de rasgo neopentecostal a operador de la cultura evangélica
145 iIl' La prosperidad según los pentecostales de Villa Independencia
145 e> Palabra de prosperidad
146[> Prosperidad y tradición
150 e> Prosperidad es "poner por obra"
153 .... ¿Una escena muy diferente?: un lector de Paulo Coelho en Brasil
1561> Conclusión
6. Las formas políticas populares: más allá de los dualismos161<1
161(;; Introducción
1_ Margarita: ¿clientelismo mas allá de la red clientelar? 164~
11_ Persona, reciprocidad y biografía en la formación del lazo 167~ politico
168e> 11.1
169e> 11.2
Conclusión173P
7. Ni demonios ni desiertos175<1
1751" Introducción
Sistemas sociales, ollas a presión, actores y sistemas 179!\;:>
Ni demonios ni desiertos182!?
La etnografía y las teorias de la totalidad social183"
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117[>
120 e> 1281
129 e> 131\:>
134 t> 136 ~
4- Conclusión
4. Entre Pentecostés y babel. El caso de Pauro Coelho y sus lectores
1- Ejercicio: condiciones de posibilidad de modos de interpretación globales
II~ Paulo Coelho según bibliotecas y lecturas
Accesos y colecciones
Experiencias de lectura
11I. Mediación religiosa y social en Paulo Coelho
Paulo Coelho, el catolicismo y la "nueva era"
las clases medias y sus síntesis socio-espirituales: de Chico Xavier a Paulo Coelho
Paulo Coelho: liter;¡¡,lo y sacerdote sui generis
IV- Conclusión
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