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Sautuola I xv Inst ituto dE> Pr historia y Arqueología " Sautuola" Santander (2009). 4,3 - 460
Los microorganismos y las cuevas con pinturas rupestres
The microorganisms and the rock-art caves
Cesáreo SÁIZ JIMÉNEZI
RESUMEN
U 5 tH de Europa posee un importClnte nu mero de cuevas con pinturas rupestres Algunas de estas son visitables y constrt yen una atrae clan turistlca, mientras que otras no admiten isitas. Un aspecto, al que 110 , e presta mucha atención, 's la presencIa de mICroorganismo, en las paredes, techos, espeleotern as y pinturas y la evaluaCIón de los pOSibles efectos que su colonl2 ción y extensión pueda tener sohre la conservaCión del arte ru pestre y de la cueva, en general. En este trabajo ,e -ev lsan algunos estudiOS sobre microorganismos, llevados a cabo en cuevas españolas, francesas e itallélnas.
ABSTRACT
SOLJlhern Europe has iln Important umbel of rock-Clrt caves. Sorne af them are show cave>, and attracl tourism, whlle others ar~ closecl to visitors. The colonization of caves by microorgan isms and their dl5Semll1atl0¡1 pattern lhroughuul the cavare 01 interest for rock -an con servation Here we review the mlCroorganisms present In sorne Spanlsn, French and Italia n caves.
PALABRAS CLAVES: Algas Anropodos. Baaenas. Cueva,. HOf1yos. Microorganismos.
KEY WORDS : Alga Arthropods. B<lcteflil Coves Fung . MlCroorganisms
1. INTRODUCCIÓN
La Península Ibérica y Francia contienen el 96 % del arte paleolítico europeo (FORTEA PÉREZ, 2005) Ello hace que nue t ro país sea un t rritorio privil giado en cuanto a la abundancia y va riedad de fo rmas kársticas subterráneas con representaciones rupestres .
Alg unas de las cuevas son visi tables y consti tuyen una atracción turística , donde se suele conju gar el interés por el patrimon io geológico con el cul t ural. Ello ha dado lugar a que el turismo de masas ejerza una fuerte presión sobre algunas cu evas, que se han con -t ltuido en importan tes focos de atracción turística, donde el interés económ ico suele preva lecer sobre la protección del espacio natu ral y del arte ru pest re .
En la gestión de una cueva isita ble, uno de los aspectos genel'al mente ignorad o, o al que se presta escasa atención, es a la colonización de las rocas y espeleotemas por microorganismos. Salvo algu nos casos espectaculares, que trascien den a los medios de comunicación, como el bro te de hongos producido en la cueva de Lascau x, Francia, en el año 2001 , la microbiología del resto de las cu evas ha sido poco investigada. Sin embargo, el conoci miento de la presencia de microorganismos en una cueva y las vías de dispersión de estos son necesarios a la hora de establecer
l . Instlt 10 tJ~ Recursos Naturales y Agroblologia, Camela Superior de ItwesIlgaclont'S Científicas, Avda. Reina Mercedes ,,"10, (11101.2) Sevil lJ Correo electronico: saiz@irnase.c:sices
ISS"'. II .1 .-2Ih6
una po líti c de conservación del arte rupestre y de prevención de invaSiones microbianas
Las cuevas ori ginalmente carecen de luz, ti enen relativa mente poca carga de nutrientes orgánicos, presen tan una temperatura constante a lo largo del año y extensas áreas de superficies minel-ales, lo que les con fieren características part icula res desde el pu nto de vi sta de su protección. Los microorganismos ocu pan tod os los nichos de una cu eva, esta ndo distribuidos por el aire, agua, suelos, rocas y espeleotemas. En ocasiones, la colonización es visib le a simple vista , en los casos de bacterias, como manchas coloreadas, redon das o irregulares (Lá mina 1) Otras veces adoptan formas caprichosas, con una morfología fractal (Lámma 11) En los casos de los hongos, estos crecen sobre subst ratos orgánicos introducidos en la cueva, adoptando un crecimi ento típico en forma de largas hifas que se
Lamina : Colonias de Pseudonocarcha en espeleotemas de la cueva de Doña Trinidad, Ardales.
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Lámina 11: Colomas de Nocaro'iopsis dasonvillei en una estalactita de Grotla del Cervi , Porto Badisco, italia .
Lámina 111: Mucor piriform;s sobre excremento de rata en la cueva de las Estalacti tas, Sa ntillana del Mar.
lOS MICROORGANISMOS LAS CUEVAS CON PINTU RAS RUPI:STRES
Lám ina IV: Colonización de microorganismos fototróficos en una estalactita de la cueva de Tito Bus illo, Ribadesella ,
elevan sobre el substrato (Lámina 111), o formando un entramado de micelios, de variados colores. Asimismo, los hongos colonizan superficies metálicas, plásticos, maderas, etc. introducidos en la cueva. Las cianobacterias y algas son favorecidas por las instalaciones de lámparas fijas para la iluminación, y tiñen de un color verde las paredes, techos y espeleotemas circundantes, debido a la producción de clorofila (Lámina IV)
Los datos sobre comunidades microbianas en cuevas con arte rupestre son escasos y, a veces, limitados a unas pocas cuevas. Más raros aún son los trabajos que presenten datos sobre los tipos de alteración que los microorganismos pueden causar sobre las pinturas. Ello se debe, generalmente, a la carencia de muestras para poder efectuar tales estudios, ya que el muestreo representa una importante agresión a la pintura. En este trabajo se pretenden dar a conocer los principales grupos de microorganismos presentes en cuevas.
11. BACTERIAS
La colonización de una cueva es un proceso natural. Las cuevas, aún sin descubrir ni expuestas a las visitas, ya se encuentran colonizadas. Durante milenios,
Cesáreo SÁINZ JIMÉNEZ
estas cavidades subterráneas han mantenido un delicado equilibrio entre microorganismos y animales, que se rompe tan pronto el hombre elimina la barrera que la aislaba del exterior y la visita. En ese momento, la cueva se ve sometida al impacto de la s comunidades microbianas y animales del exterior, que alteran el ecosistema. Junto a las v(sitas, la cueva, generalmente oligotrófica (con escasa materia orgánica disuelta en las aguas de goteo), se ve inundada de abundante materia orgánica procedente del exterior, lo que altera profundamente la cad ena trófica y otras comunidades ajenas a la cueva ejercen una enorme presión sobre los habitantes originales, pudiendo llegar a desplazarlos.
La s publicaciones sobre bacterias en cuevas españolas con pinturas rupestres son relativamente escasas. En otros países se han estudiado cuevas coloniza das por bacterias quimioautotrofas, que son los posibles productores primarios (PECK, 1986; CUNNINGHAM et al//, 1995; SARBU et al", 1996; LAN GECKER et ahí, 1996; HOLMES et ahí, 2001) Algunos estudios recientes han mostrado que la s comunidades microbianas encontradas en cuevas españolas son mayoritariamente heterótrofas (SCHABEREITE R-GU RTN ER et alÍl~ 2002a; 2002b; 2004; PORTILLO et a/¡/~ 2008; 2009), al igual que las de cuevas fran cesas (BASTIAN et ahl; 2009a-c), e italianas (LAIZ et al/I, 2000; GROTH et al/I~ 2001) .
Chelius y Moore (2004), en un estudio sobre la cueva americana Wind Cave, identificaron tres tipos de comunidades microbia nas comunidades de superficie, comunidades subterráneas sometidas a impactos humanos, y comunidades subterráneas naturales. Tales comunidades fueron semejantes a las descritas para otras cuevas y no encontraron ninguna co munidad específica para la cu eva estudiada, salvo una de Archaea cuyos autores proponían que podría ser específica para ambientes subterráneos. De manera similar, se ha descrito otra comunidad, metabólicamente activa, de Archaea en la Cueva de Altamira (GONZÁLEZ et al", 2006)
Chelius y Moore (2004) consideraron que sus comunidad es se basaban en la utili zación de materia vegetal descompuesta, que era transportada a la cueva por la s aguas de infiltración . En Espa ña, por ejemplo, ya habíamos observado que la Cueva de Altamira recibía aportes de materia orgánica y bacterias procedentes de filtraciones del suelo agríco la que la cubre (SAIZ-JIMÉNEZ y HERMOSIN, 1999; LAIZ et al", 1999)
En nuestro país los estudios de biología molecular aplicados a las pinturas rupestres se inician con los trabajos de Schabereiter-Gurtner et al/! (2002a; 2002b), quienes invest igaron las comunidades microbianas presentes en una muestra de pintura roja de un bisonte de la cueva de Altamira, y de varias muestra s de
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colonias microbianas de la cu eva de Tito Bustill o. En la primera se descubrió que la división Acidobacter/um representaba casi el 24 % del total de los clones, y que sólo el 38 % de los clones estaban rela cionados filogenéticamente con bacterias cultivadas. En Tito Busti-110 se confirmó la presencia de acidobacterias en cuevas, llegando a representar el 25 % del total de clones. Posteriormente, el estudio se extendió a las cuevas de Llonín y La Garma, encontrándose que las comunidades microbianas de estas dos presentaban similitudes con las de A ltamira y Tito Bustill o, particularmente en la elevada abundancia de acidobacteria s y Rh/zob/aceae (S CHAB EREITER-GURTNER et al", 2004) Además las cuevas presentaban bacterias relacionada s con la oxidación de amonio y azufre.
La importancia de la presencia de acidobacterias en cuevas llevó al estudio detallado de la presenc ia de ésta s en la cueva de Altamira, ya que, anteriormente, únicamente se había estudiado una muestra de pintura roja De los och o subgrupos de acidobacterias descritos, cinco estaban representados en Altamira (ZIM M ERMANN et al", 2005), lo que demostró su elevada diversidad.
Recientemente, Cuezva et al" (2009) distingu ieron tres tipos de comunidades microbianas en la cueva de Altamira, en función del color de la colon ización amarilla s, blancas y grises. Estas se distribuían desde la entrada hasta la Sala de Policromos y la Sala de los Muros decreciendo progresivamente hacia el interior de la cueva. Cad a colonización esta ba compuesta por un elevado número de especies de bacterias, distintas entre ellas (PORTILLO et ah/, 2008; 2009) La distribución espacial y su representación en la cueva demostra ron que cada tipo de comunidad se alojaba en nichos diferentes, donde los aportes de materia orgánica y los parámetros microclimáticos variaba n. Así, las comu nidades amarillas predominan en la entrada, Cocina, decreciendo su número en el cruce yen la galería de acceso a Policrom os, raras en la Sala de los Muros y ausen tes en Policromos. Estas co munidades se encontraban en lugares donde existía una mayor va riación de los parámetros microclimáticos. La s colonias blancas se distribuían a lo largo de la entrada y galerías hasta Po licromos, siendo las úni cas que han co lon izado esa sa la , con con diciones microclimáticas muy esta bl es. Las colon ias grises estaban muy representadas en la Sala de los M uros, pero también aparecían en el cruce y en la galería de acceso a Policromos, con variaciones microclimáticas intermedia s.
Stomeo et ah/, (2008) investigaron las comunidades bacterianas de la cueva de Doña Trinidad y Santimamiñe, que aparecían sobre los sedimentos en forma de co lonias blancas, encontrando que estaban compuestas mayoritar iamente por actinobacterias metabólicamente activas del género Pseudonocard/a. Los
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elevados porcentajes de actinobacterias en estas cuevas, las alejan de las anteriormente estudiadas, particularmente las de la cornisa Cantáb rica. En Grotta dei Cervi, Porto Badisco, Ita lia, también se encontraron elevados porcentajes de actinobacterias cultivables y de colonizaciones de estos microorganismos en espeleotemas, como se presenta en la Lámina II (GROTH et alil, 2001).
111. MICROORGANISMOS FOTOTRÓFICOS
Con el fin de facilitar las visitas, en muchas cuevas se instala una iluminación artificial fija, lo que condu ce a la colonización de las paredes, techos, suelos y espeleotemas por cianobacterias y algas Estos microorganismos fototróficos sólo se encuentran en las entradas de las cuevas, sometidas a la influencia directa de la lu z so lar, y suelen desaparecer a medida que se progresa hacia el interior. La s principales especies de cia nobacterias presentes en cuevas han sido estudiadas por Abdelahad y Bazzichelli (1988), Aboal et alil, (1994), y Hernández Mariné y Canals (1994) Colon izaciones similares se presentan en las catacumbas de Roma, donde se han efectuado estudios encaminados a contro lar los microorganismos mediante la utiliza ción de lámparas cuya luz emita en longitud es de onda que inhiban su crecimien to (ALBERTANO et ahl, 2003). Una elegante demostración experimenta l sobre el efecto de la lu z verde en las comunidades fototróficas fue publicada por Roldán et al/I, (2006) En los casos en que la colonización es reciente y superficial, la eliminación es fácil (AKATOVA et al/I, 2009), pero si son colonizaciones antiguas y estos microorganismos han quedado englobados en cri stales de calcita, la desaparición del color verde en estalactitas y estalagmitas implicaría un ataque químico para disolver la calc ita y liberar las células con clorofila .
En cuevas co n pinturas rupestres tenemos documentados dos casos extremos, u no el de la cueva de Lascaux, que hacia los años 60, veinte años después de su descubrimiento, fue invadida por el alga Bracteacoccus mlnor (LEFÉVRE, 1974) como consecuencia de la iluminación utilizada para mostrar las pintura s a las visitas. Los tratamientos, en 1963, con estreptomicina y penicilina para com batir las bacterias, más formaldehído para erradicar las algas, dieron lugar al comienzo de las drásticas manipulaciones que ha sufrido esta cueva para luchar con la s periódicas colonizaciones m icrobia nas, y que aún cont inúan en el año 2009.
Otro caso, es la cueva de Tito Bustillo, donde en los años 90 la iluminación artificial inducía el crecimien to de cianobacterias y algas, tanto en la s esta la ctitas y estalagmitas como en el suelo de la cueva. La cianobacteria más representativa de la comu nidad era Scytonema jullanum. El sistema de iluminación se corrigió posteriormente.
LOS MICROORGANISMOS LAS CU EVAS ca PI TURAS RUPESTRES
IV. HONGOS
Los mecanismos que conducen a la proliferación de hongos en determinadas cuevas son desconocidos. Generalmente, el brote de hongos aparece de repente y no existe constancia de sus causas. El nivel de conocimientos existentes sobre la ecología de la s comunidad es microbianas en cuevas, y las peculiares características del ecosistema, hacen muy difícil el poder combatir con éxito la diseminación de hongos en cuevas, una vez que estos se han establecido .
En la última década, y desde la colonización masiva de la cueva de Lascaux, en el año 2001 por Fusarlum solanl, se ha desatado una polémica a nivel mundial, donde los medios de comunicación por una pal·te (GRAFF, 2006; 2008; DE ROUX, 2007; SI MONS, 2007), asociaciones de protección del Patrimonio, por otra (D I PIAZZA, 2007) yel Ministerio de Cu ltura francés (S IRE, 2006; 2008; VIDAL, 2008), debaten sobre las causas de la colon ización y los métodos para combatirla. Se ha especulado con que el brote de la cueva de Lascaux pudo ser debido a la introducción de agua y fango en la cueva como consecuencia de lluvias torrenciales, poco antes de la invasión (DUPOI\IT et al!l, 2007) Solo muy recientemente se han podido conocer las causas y los efectos de la contamina ción de la cueva (BASTIAN et al/I, 2009a-c)
En esta cueva se ha utilizado masivamente el biocida cloruro de benzalconio para combatir F solanl, caracterizado por la formación de masas de hifas blancas sob re el suelo y paredes. El empleo durante años sucesivos de este biocida ha seleccionado bacterias y hongos resistentes al tratamiento y, en los últimos años, han aparecido explosiva mente manchas negras sobre los paneles de pinturas Se cree que estas manchas negras están producidas por el crecimiento de hongos dematiáceos, cuyas paredes contienen melaninas. El tema está en estudio, a fin de identificar el tipo de melanina presente en la s manchas negras y relacionarlas con las producidas por los hongos aislados.
El 26 de agosto de 2008 se descubrió en la cueva de Castañar de Ibor, Cáceres, un crecimiento masivo de Fusar!um solanl y Mucor circinello ldes , debido a un vertidó acc id ental de residuos (e l vómito de un vi sitante) que en 40 horas había dado lugar a una colonización masiva de suelos y paredes (SAIZ-JIMENEZ et al/!, 2009) El brote se está contro lando con eficacia mediante limpieza mecánica y la utilización de peróxido de hidrógeno para oxidar la materia orgánica yeliminar las estructuras fúngicas no accesibles. Otras cuevas, como Lascaux, han sido tratadas con cloruro de benzalconio, lo que ha originado serios problemas ambientales, y una sucesiva -colonización por otros hongos, de forma que hoy se puede considerar dicha cueva como ejemplo de una inadecuada gestión en la for-
Ceséireo SÁINZ JIMÉNEZ
ma de combatir los brotes de hongos (BASTIAN et al/i, 2009a; 2009b)
El aire de la cueva de Altamira, como otras tantas cuevas, tiene una abundante carga de bacterias y de hongos. Sin embargo"aunque este hecho era conocido con anterioridad, ~os hongos no habían afectado a las paredes. Una teoría sobre el comportamiento de los hongos en Altamira ha sido publicada por Júrado et al/I, (2009a), quienes también han discutido los mecan ismos de introducción de tales hongos. En general , parece ser que, aparte de la introducción de esporas procedentes del exterior por corrientes de ai re, dos factores fundamentales son la existencia de insectos, que portan hongos entomófilos y/ o entomopatógenos, y de roedores, cuyos excrementos favorecen el crecimiento de hongos y la dispersión en la cueva de conidios (JURADO et ahl, 2008a) Estos, si son reteni dos por gotas de agua, en el techo de la cueva, pueden germinar y dan lugar, esporádicamente, a la presencia de hifas de hongos, de 2 a 3 cm de long itud (JURADO et alll, 2009a), que cuelgan del techo y que son periódicamente controladas, identificadas yeliminadas, en una labor constante de mantenimiento .
V. OTROS HABITANTES DE CUEVAS
Las cuevas contienen una abundante población de artrópodos que generalmente es ignorada en las labores de limpieza y mantenimiento . Dependiendo de la adaptación y el tiempo de permanencia en la cueva, los artrópodos se clasifican como trogloxenos, aquellos que encuentran refugio temporal en una cueva, troglófilos cuando pueden completar su ciclo de vida en el exterior o exterior de la cueva , y trog lobios, cuya vida transcurre completamente en la cueva. Estos artrópodos se alimentan de bacterias, hongos,
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vas con arte rupestre (Lámina V) En este ca so, los colémbolos estaban asociados a las manchas negras que cubrían los suelos y bancadas de la cueva de Lascaux, de cuyos hongos se alimentan (JURADO et alil, 2009c) Estos colémbolos ingieren las esporas, que no son atacadas a su paso por el tracto digestivo, y son excretadas. Las esporas, en presencia de la materia orgánica y de suficiente humedad, germinan, colonizando los excrementos y contribuyendo a la dispersión de propágulos por toda la cueva. Los excrementos de roedores también soportan abundantes poblaciones de hongos. La presencia de unos pocos roedores es una de las mayores agresiones que una cueva puede sufrir, debido a la capacidad reproduct iva de los hongos especializados en colonizar los excrementos, genera lmente especies de los géneros Penici/lium, Aspergi/lus y Mucor, capaces de generar en pocos días mi llones de conidios que se distribuyen por toda la cueva mediante las corrientes de aire, y que posteriormente colonizarán cua lqu ier t ipo de materia org án ica presente en la cueva.
protozoos, ácaros o excrementos de animales. Lámin
La existencia de artrópodos es especialmente importante en las cuevas con pinturas rupestres, donde se ha demostrado que, no sólo transportan esporas de hongos, sino que muchos de esos hongos son parásitos de determinados grupos de insectos, que terminan matando al huésped y utilizando su cuerpo para colonizar otros ambientes. Jurado et alil, (2008a) han publicado una lista de los principales géneros de hongos entomopatógenos. Mariposas, polillas, moscas, mosquitos, escarabajos, arañas, ácaros, todos muy frecuentes en cuevas, soportan especies de hongos patógenos . También los nemátodos presentes en las aguas y suelos . La mayoría de estos hongos son capaces de crecer a partir de la escasa materia orgánica di suelta en las aguas de goteo de una cueva, lo que in dica el tremendo potencial co lonizador que poseen.
Recientemente ha llamado la atención la presencia de una abundante población de colémbolos en cue-
cau x (Montignac, Franclc)
VI. POSIBLES REPERCUSIONES DE LAS VISITAS SOBRE LA SALUD
Un aspecto relevante a considerar es la presencia de bacterias y hongos potencialmente patógenos en las cuevas. En los últimos años, las acti nobacterias y especialmente los géneros No ca rdla, Mycobacterlum, Gordonla, Rhodococcus y Streptomyces han sido objeto de múltiples estud ios a nivel internacional . M uchas de estas especies son patógenas para el hombre, siendo responsables de diversas infecciones cutáneas, pulmonares y cerebréll::s.
Existen evidencias de la existencia de un importante reservorio de bacterias patógenas pertenecientes a la Clase Proteobacterla en cuevas. Por ejemplo, últimamente se han ais lado, en cuevas españolas, espe-
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cies del género Inquilinus (patógeno común en casos de f ib rosis quísticas) y del género Afipia (asociado a protozoos). Además, se han detectado, mediante técnicas moleculares, la existencia de reservorios de Legionella en la cueva de Lascaux (BASTIAN et alii, 2009a) Finalmente, se han publicado recientemente interesantes casos clínicos debidos a Aurantimonas altamirensis (JURADO et alii, 2006), una bacteria aislada en la cueva de Altamira. Dos años después, en un hospital canadiense, se efectuó el segundo aislamiento mundial de esta especie, obteniéndose de la expectoración de pacientes que padecían fibrosis quística, conJuntivitis, o úlceras oculares (LUONG et alii, 2008) El último aislamiento de esta especie tuvo lugar en un hospital de Indianapolis, describiéndose la bacteria como agente responsable de bacte remia (MENDES et alii, 2009) . Recientemente, un nuevo género y dos especies de bacterias, Nocardia altamirensis y Hoyosella altamirensis, ha sido descritos en la misma cueva (JURADO et alii, 2008; 2009b)
Otro aspecto, generalmente poco tratado, es la presencia de hongos patógenos en cuevas. En efecto, existen abundantes referencias al hongo causante de la histoplasmosis, Histoplasma capsulatum, que se encuentra en suelos y cuevas habitadas por murciélagos Este hongo produce histoplasmosis pulmonar y es relativamente frecuente en exploradores de cuevas (NIEVES-RIVERA et alii, 2009) Recientemente se ha encontrado una abundancia de especies del género Trichosporon (levaduras) en la cueva de Doña Trinidad, Ardales. Este género se aísla comúnmente de guano de murciélagos, que es una rica fuente de levaduras y de especies aún por describir (SUG ITA et alii, 2005) Los murciélagos están presentes en muchas cuevas. Actualmente, se han descrito 21 especies del mencionado género, algunas de ellas psicrófilas, otras asociadas a animales y cinco de ellas de marcado carácter clínico (DE HOOG et alil, 2000) En nuestros estudios preliminares no se han encontrado ninguna de las cinco especies patógenas descritas, pero la recogida de excrementos fue escasa, sólo dos muestras, por lo que parece necesario profundizar en el tema.
VII. NUEVAS TENDENCIAS EN EL ESTUDIO DE COM UNIDADES M ICROBIANAS EN CUEVAS
La utilización de técnicas moleculares, para la detección de microorganismos metabólica mente activos, están empezando a revelar la importancia de grupos de bacterias hasta entonces desconocidos en cuevas. Sin embargo, estas técnicas no han sido aplicadas al estudio de los hongos metabólica mente activos . El lo es de especial importancia, ya que, en cuevas, la util ización de biocidas o cualquier otro agente químico em pleado en una limpieza y eliminación de microorga n ismos, debe llevar aparejado un control y segui m iento de la efect ividad del pr-oducto y de la completa elimi-
LOS MICROO RGANISMOS LAS CUEVAS CON PINTU RAS RU PE 5TRES
nación del problema. Desgraciadamente la carencia de control en las labores de limpieza y restauración y de los productos utilizados ha dado lugar a problema , difíciles de solucionar a posterlorl. Actualmente, en nuestro grupo se han desarrollado las técnicas necesarias para discriminar los hongos activos, que está n siendo aplicadas a las cuevas de Lascaux y de Castañar de Ibor, donde se estudian las comunidades fúngicas antes, durante y después de la aplicación de biocidas.
VIII. CONCLUSIONES
La vi sita a una cueva origina una serie de impactos Aparte de los que se producen sobre el microclima y la geoquímica de la cueva, las visitas tienen una decidida influencia en las com unidades microbianas. El lo se debe al aporte de materia orgánica que se introduce en el calzado de los visitantes, las f ib ras de tejidos y pelos que se desprenden, los residuos que abandonan, etc.
La ecología microbiana en cuevas es un campo, en cierto modo, poco estudiado. Las técnicas moleculares han detectado la presencia de grupos de bacterias desconocidas en cavidades subt rrá neas Hasta hoy día son pocos los estudios relacionados con la microbiología de cuevas y, en los últimos años, se están aislando nuevas especies de ba cterias, que demuestran el desconocimiento de la diversidad microbiana en ambientes subterráneos.
En muchas cuevas, las colonizaciones son visual mente apreciables. Aparte del efecto estét ico que produce, SI el crecimiento de microorganismos se origina sobre las pinturas, dificulta su eliminación.
Por otra parte, la posib ili dad de determina r- los reservorios de bactenas y hongos patógenos en cuevas, de conocer la di ,iribución de las comunidad es e ident if icar sus componentes son de gran importancia para poder controlar su potencial efecto sobre el hombre, dado que este, cada vez con mayor frecuencia, in cluye las visitas a cuevas entre sus activida des de ocio y t urismo.
Las Visitas con vesti menta, calzado y guantes que impida la contaminación de la cueva parece, hoy día, un requerimiento necesario, así como también el uso de mascarilla que impida la inhalación de microorganismos, abundantemente pre~,entes en el aire. Ante la diversidad de microorganismos -presentes en cuevas, debe prohibirse la visita de personas inmunodeprimidas, con tra nsp lantes o bajas de defensas, por el riesgo de adquirir enfermedades respiratorias debido a la presencia de bacterias oportunistas y patógenas.
AGRADECIMIENTOS
Los trabajOS relacionados en esta revisión han sido financiados por el proyecto CGL2006-07424/BOS yel
C~reo SAINZ JIM~NEZ
" Programa de investigación en Tecnología s para la Valo ración y Conservación del Patrimonio" (CON50LlDER C5D2007 -00058)
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