gobierno de transición de ricardo arias espinosa
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Universidad de Panamá
Facultad de Administración Pública
Escuela de Relaciones Internacionales
Ricardo Manuel Arias Espinosa
Gobierno Transición 1955-1956
Integrantes:
Beltran, Yaludis
Caraballo, Jackys
Mejbri, Donia
Salas, Yissell
Sosa, Daniela
Vivero, Biverling
Facilitadora:
Rosalia Castillo
Panamá, 2016
ÍNDICE
.............................................................................................................................................................................. 1
I PARTE .................................................................................................................................................................. 1
INVESTIGACIÓN DEL ASESINATO DE JOSÉ A. REMÓN CANTERA ............................................................................. 1
UN ASESINATO, DOS GOLPES DE ESTADO Y UN MILLÓN DE MENTIRAS (LA ESTRELLA EL PANAMÁ)..................................................... 3
II PARTE ................................................................................................................................................................. 7
EL GOBIERNO DE RICARDO ARIAS ESPINOSA ......................................................................................................... 7
OTRAS REALIZACIONES DE LA ADMINISTRACIÓN ARIAS ESPINOSA ............................................................................................. 8
Ricardo Arias Espinosa y la Democracia Constitucional ........................................................................................ 9
LA PRESIDENCIA DE RICARDO MANUEL ARIAS ESPINOSA .................................................................................... 10
LA PRESIDENCIA DE RICARDO ARIAS ESPINOSA Y SUS ELECCIONES DE 1956 .............................................................................. 11
Así fue la cumbre de 1956 ................................................................................................................................... 15
Introducción
Términos generales:
Panamá ha tenido acontecimientos en las diferentes etapas de nuestra historia, desde
que nos formamos como una república y empezamos a establecernos como nación.
Ubicándonos en la década del 50 transcurrieron unos de los presidentes más polémicos
en la república de Panamá, se presentará el gobierno de Ricardo Arias Espinosa, obras,
qué hizo en su corto período de gobierno, como asumirá en sus manos el legado que
dejó el presidente José A. Remón Cantera a partir de 1955.
La población panameña no se podía creer la muerte del mandatario y no estaba lista
para una tan rápida y espontaneo cambio de presidencia.
Objetivos:
1. Analizar el asesinato y la investigación de la muerte de José Remón Cantera.
2. Reconocer el legado de su gobierno anterior y ver que obras dejó Ricardo Arias
durante su mandato.
3. Observar la eficacia que ha dado el presidente Ricardo A. Espinosa en su período
crucial donde se presentaron grandes Convenios, Conferencia internacionales,
Instituciones y otras.
Primero que todo hay que conocer quién fue el que tomó el cargo de presidencia y como
ha llegado a desarrollarse en la vida política de nuestro país.
Ricardo Manuel Arias Espinosa. (Empresario industrial y político). Nacido el 5 de agosto
de 1912 en la ciudad de Washington, Estados Unidos. Fallece en la ciudad de Panamá
el 15 de marzo de 1993. Estudió en el Colegio católico La Salle en la ciudad de Panamá,
en la Academia Shenandoah en el Estado de Virginia, en la Academia de Washington y
en la Universidad de Georgetown, para culminar estudios en la Universidad Católica de
Chile. Electo tercer designado a la Presidencia de la República en la nómina de la
Coalición Patriótica Nacional, encabezada por el Coronel José Antonio Remón Cantera.
Presidente de Panamá del 3 de septiembre al 9 de 1954. Al ser asesinado el presidente
Remón y ser destituido Antonio Guizado, asume del 15 de enero de 1955 al 30 de
septiembre de 1956. Candidato a la Presidencia de la República. Tras el asesinato, en
el hipódromo Juan Franco, de José Antonio Remón, el 2 de enero de 1955, se produjo
una nueva crisis de gobierno que se agravó tras la detención del vicepresidente primero,
Guizado, como cómplice del asesinato. Dada la extrema gravedad de los
acontecimientos, el Congreso decidió nombrar a Arias presidente, dicho nombramiento
fue ratificado por el Tribunal Supremo pocos días después. Poco tiempo más tarde,
asentado Arias en la presidencia, el 25 de enero de 1955, tuvo lugar la firma de un nuevo
tratado con Estados Unidos, en el cual se regulaba la explotación del Canal de Panamá.
La firma del tratado se llevó a cabo tras dieciséis meses de negociaciones, ambos países
llegaron a un acuerdo beneficioso para ambos, por un lado Estados Unidos obtenía, entre
otras ventajas, el permiso del gobierno panameño para realizar maniobras militares en
Río Ható, por un periodo de quince años; Panamá por su parte, consiguió un aumento
de la cantidad que pagaba Estados Unidos anualmente, por la explotación del canal; y
que los obreros del país que trabajaban en este lugar, estarían en igualdad de
condiciones con respecto a los empleados de nacionalidad estadounidense. Tras los
primeros momentos de crisis, Arias intentó que la calma dominara la vida política del
país, por este motivo decidió continuar con la labor que había emprendido el presidente
Remón y normalizar las relaciones con el exterior, además intentó mantener los
compromisos que el anterior presidente había contraído con Estados Unidos, sin que
este país pudiera beneficiarse de la caótica situación en la que se encontraba Panamá.
Ese mismo año, se reunió con el presidente de Costa Rica para discutir el papel que
debía jugar Panamá en la Organización de Estados Centroamericanos, aunque Arias, no
era partidario de la integración de su país, ya que consideraba que esto podía lesionar
gravemente sus intereses económicos. Arias durante su breve mandato cumplió con el
objetivo de mantener la calma en el interior y tras convocar elecciones, lo dispuso todo
para que el relevo presidencial se produjera con total normalidad. Para el año 1956,
estaba prevista la celebración de una reunión de los jefes de Estado de los diferentes
países americanos en la ciudad de Panamá, dicha reunión tuvo lugar el 21 de julio del
citado año, y contó con la presencia de veinte jefes de Estado. Arias, como presidente
en funciones, asistió a la ceremonia, aunque ya había sido elegido, en las elecciones del
13 de mayo de 1956, el nuevo presidente Ernesto de la Guardia, el cual tomaría posesión
de su cargo el 1 de octubre de 1956.
Estructura del trabajo:
El contenido del presenta trabajo se dividirá en dos partes las cuales tendrán su
respectivo título y subtemas que estarán clasificados donde se hablara que es lo que
paso durante el período de gobierno.
1
I Parte
Investigación del asesinato de José A. Remón Cantera
Hasta el día de hoy la gente se pregunta ¿Quiénes fueron los que asesinaron a José
Remón Cantera?, no se ha encontrado algo novedoso respecto a este caso, los medios
de comunicación han difuminado que es un caso insólito sin que se hay resuelto, para
nuestra perspectiva hubo alguna o algunas personas con un gran poder que pudieron
encubrir lo que para ellos seria insignificante.
Hay personas que lo asocian similar al caso del asesinato en público del presidente
norteamericano John F. Kennedy, pero, ¿qué tiene que ver este caso con Ricardo A.
Espinosa? Que el inició del gobierno de Ricardo comenzó después de la repentina
muerte del presidente Remón, la gente estaba muy consternada sobre este suceso
impactante pero mejor ampliémonos más en los hechos que detallaremos.
Se dice que los disparos provenían desde unos papos que decoraban el perímetro del
Hipódromo, y la sorpresa del ataque fue tal que los escoltas de Remón apenas tuvieron
tiempo para reaccionar y responder a los disparos.
Fuentes: (guayabera, libro El extraño asesinato del Presidente Remón, de José Ramón Guizado y
periódico, Panamá 100 años cien noticias, cortesía de colecciones especiales).
2
El presidente cayó al suelo con su guayabera teñida de rojo, y junto con él murieron
Danilo Souza y el detective José M. Peralta, a eso a las 9:20 p.m. fallece José Remón
Cantera, de 46 años, en el Hospital Santo Tomás.
A los 11 días de ocurrido el homicidio, se inculpó al abogado Rubén Miró, quien confesó
ser el autor material y a la vez acusó al vicepresidente José Ramón Guizado (quién tomó
posesión del cargo presidencia al día siguiente del asesinato) como actual intelectual.
La Asamblea ordenó que Guizado fuera separado de su cargo, y fue en marzo que se le
juzgó y condenó a prisión. Respecto a Miró, más adelante se retractó de las
declaraciones que lanzó inicialmente, y fue absuelto a los dos años de su confesión por
un jurado de conciencia tras nuevas pruebas, a los pocos días de que Miró fuera puesto
en libertad, se liberó a Guizado.
Se han dicho muchas teorías sobre la muerte de Remón. Que fue muerto por miembros
del partido Panameñistas como venganza por el golpe de estado en 1951, que las mafias
relacionadas al capo Lucky Luciano tuvieron algo que ver, que la CIA lo mandó a matar
para enviar un mensaje a los dictadores que en esa época gobernaban en Latinoamérica.
Miró fue asesinado el 31 de diciembre de 1969, en circunstancias idénticas a las de José
Remón Cantera.
Fuente: Agenda Banco Nacional de Panamá, edición Centenario año 2000, fotos de todos los presidentes
de la República de Panamá.
3
Un asesinato, dos golpes de Estado y un millón de mentiras (la estrella el panamá)
El 12 de enero de 1955, 10 días después del magnicidio contra el presidente José
Remón, Rubén Miró se confesó culpable
El 4 de enero de 1955, apenas dos días después del asesinato del presidente José
Antonio Remón Cantera (1908-1955), Rubén Miró se dirigió a la casa de Rodolfo Saint
Malo, en la avenida Federico Boyd, esquina con Calle 47.
El propio Saint Malo, viejo socio y amigo de José Ramón Guizado, primer vicepresidente
de Remón y al momento presidente de la República, abrió la puerta de entrada y lo
condujo hasta el despacho, en la parte baja de su residencia.
Miró nunca antes había estado allí, pero notó que el espacio era circular, elegante y
perfectamente amoblado.
‘Parece que todo salió bien', comentó Saint Malo, refiriéndose a los eventos del anterior
domingo, 2 de enero.
Después de celebrar por unos momentos, pasaron a elaborar el listado de los integrantes
del próximo Gabinete.
Temístocles Díaz debía ser asignado al Ministerio de Comercio y Agricultura; Inocencio
Galindo, a Obras Públicas; Ricardo Arias Espinosa, a Hacienda; Octavio Fábrega, a
Relaciones Exteriores y José Sosa, al Banco Nacional.
A Henrique de Obarrio lo enviarían como encargado de alguna embajada.
A él, Miró, le correspondía el Ministerio de Gobierno. Era su recompensa por un trabajo
bien ejecutado. Así había sido acordado con Guizado, declararía Miró al magistrado José
María Vásquez Díaz y a otros investigadores reunidos en el interrogario del 14 de enero
de 1955, testimonio que recogió La Estrella de Panamá en marzo de 1955.
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Pero no. Así no fueron los hechos. Esa fue una mentira. Fueron declaraciones bajo
presión, diría Miró un mes más tarde, cuando Guizado estaba siendo enjuiciado,
precisamente como resultado de sus acusaciones.
La verdad era otra y estaba más cerca de las declaraciones que había dado el 12 de
enero, frente al mismo magistrado.
Como atestimoniaría aquel día, la idea de asesinar a Remón se le había ocurrido de un
momento a otro, el mismo 2 de enero y la había ejecutado él solo.
Ese fatídico día había comenzado para él de la forma más tranquila, visitando el
cementerio con su esposa e hijos para dejar flores en la tumba de sus suegros.
En varias ocasiones se había acercado al hipódromo ‘Juan Franco' ese día, donde había
hecho apuestas por un valor de $300. En un momento había podido observar, a lo lejos,
la figura regordeta del presidente José Antonio Remón.
A las 7 de la noche, mientras salía de la casa de su padre, la imagen del mandatario, a
quien había apoyado durante la campaña electoral de 1952, y quien no le había
correspondido asignándole una posición de Gobierno, le daba vueltas todavía en la
cabeza. Cuando pasaba frente a la Catedral, en San Felipe, tomó la determinación de ir
al hipódromo nuevamente y matar al presidente. Así nada más. Porque sí.
Primero pasó por su oficina para recoger la ametralladora que había adquirido el año
anterior, por $150. Después de colocarla en la parte delantera de su vehículo, se dirigió
hacia el "Juan Franco".
En el camino, se acordó de los guardaespaldas de Remón, Bolo Ragel y Bottling Negron,
buenos muchachos.
Poco después, llegaba al hipódromo por la entrada de los cuatro fulares.
Estacionó el carro y, cargando la ametralladora, cruzó a pie la cancha hasta llegar a la
cerca de papos, frente al bien iluminado palco presidencial de la casa club, donde todavía
Remón conversaba con un grupo de amigos y amigas.
Entonces, faltando 25 minutos para las 8 de la noche, disparó dos ráfagas de
ametralladora en 30 segundos, relató a sus interrogadores.
—¿Se considera usted culpable de la muerte del presidente?, le preguntó el fiscal. El
contestó: ‘No es mi responsabilidad decir si yo soy culpable o no. Eso le compete a usted
'.
INOCENTE
Tampoco la versión del 12 de enero era verdad, porque él ‘era inocente', diría
posteriormente, frente al jurado de conciencia, reunido para el juicio al que se le llamó
junto a otros seis sindicados, entre octubre de ese mismo año y diciembre de 1957.
Aquella noche no había ido al hipódromo solo, sino acompañado por Alfonso Hyams.
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Al disparar, lo hizo al aire, no contra el presidente. Él no había herido a nadie.
Si en el expediente aparecía como culpable era por la malevolencia del magistrado José
María Vásquez Díaz, a quien tildó de ‘director de todo este sainete político', ‘practicado
de la manera más sucia'.
Si había declarado contra Guizado, había sido porque el coronel Bolívar Vallarino lo
había amenazado con apresar a su hijo y a su esposa.
‘Vallarino, Dicky Arias y Alejandro Remón son los autores del asesinato político de José
Ramón Guizado', proclamaría varias veces durante el proceso que le siguió la Asamblea
Nacional de Diputados a Guizado, en marzo de 1955, tratando de ayudarlo.
‘Llévenme a la audiencia como testigo y diré toda la verdad. Guizado es inocente. Puedo
dar pruebas de gran valor', insistiría Miró desde la Cárcel Modelo, en una carta dirigida,
como último recurso, a su tío político, el expresidente Harmodio Arias.
QUIÉN ERA RUBÉN MIRÓ
Rubén Oscar Miró Guardia era un abogado exitoso, aunque con fama de ‘marrullero'.
Tenía, a la fecha, alrededor de 46 años, y procedía de una ‘buena familia'.
Su padre había sido magistrado de la Corte Suprema y embajador.
Su madre era hermana de Rosario Guardia, esposa del expresidente Harmodio Arias.
Era, por tanto, primo hermano de los hijos del exmandatario, quienes gozaban de una
excelente posición económica y social, con importantes conexiones en los círculos más
exquisitos.
Entre los hijos de Harmodio, su predilecto era Roberto (Tito) Arias, con quien mantendría
una buena amistad a través de los años.
La educación de Miró también había sido esmerada: había pasado por la Academia
Militar de Chorrillos, en Perú, y estudió un doctorado en derecho en la Universidad de
Washington, entre 1930 y 1935.
Uno de los profesores de esta época, Richard Gallagher, lo describiría como ‘un
estudiante sobresaliente... con una memoria fotográfica, capaz de leer un expediente y
después dictarlo de memoria'.
Pese a su indiscutible inteligencia, Miró mantenía, de acuerdo con algunas fuentes, una
vida errática, centrada en la diversión y el juego.
En su libro ‘El extraño asesinato del presidente Remón', Guizado menciona que mantenía
deudas de juego por $15,000. Y los expedientes del caso Remón incluían referencias a
relaciones con dos mujeres, aparte de su esposa. Una de ellas, Teresa Castro de Suárez,
(quien negó ser su amante y dijo que Miró le había ‘arruinado la vida'), fue también
sindicada en el crimen.
6
EL CERCO
Las sospechas contra Remón habían empezado desde las fases más tempranas de la
investigación del caso Remón, cuando varios testigos dijeron estar al tanto de sus planes
de atentar contra la vida del presidente.
El sacerdote Carlos Pérez Herrera, el arquitecto Pérez Venero, Norberto Navarro y los
hermanos Alejandro y Alberto Cuéllar, el cadete Luis Tejada y el oficial de seguros
Eduardo Grau sostuvieron que Miró se les había acercado para solicitarles su apoyo en
la búsqueda de una ametralladora para ‘matar cuanto antes al presidente Remón'. Decía
tener el apoyo del mayor Timoteo Meléndez, de la Guardia Nacional.
JUICIO
Durante su juicio, entre octubre de 1955 y diciembre de 1957, Miró tendría la oportunidad
de, por fin, decir la verdad. O tal vez una nueva mentira. O tal vez esta vez una parte de
la verdad.
‘Al jefe de la banda de los que tiraron en Juan Franco lo dejaron ir: está muy lejos y se
llama Irvin Lipstein', declararía Miró.
EL FINAL DE RUBÉN MIRÓ
En diciembre de 1957, Miró fue absuelto, junto con los otros seis sindicados, por un
jurado de conciencia. Sin embargo, a diferencia de José Ramón Guizado, no ha sido
absuelto por la historia. Hoy se le considera la cara visible de una trama concebida de
forma magistral por quienes lograron dar dos golpes de Estado (uno, el magnicidio de
Remón y el segundo, la conspiración que sacar al sucesor legítimo de la Presidencia) y
permanecer impunes.
Su tendencia a la conspiración y a los planes grandiosos y macabros quedó en evidencia,
una vez más, al participar en 1959, junto con su primo Tito Arias, en un fallido intento de
invasión a Panamá, respaldada por Fidel Castro.
En enero de 1970, su cuerpo fue encontrado en El Naranjal, de Chepo, con un tiro en la
cabeza y tres descargas de ametralladora en el cuerpo.
El suyo fue un final trágico y misterioso, similar al del mismo presidente José Antonio
Remón.
‘‘Llévenme a la audiencia como testigo y diré toda la verdad. José Ramón Guizado y
Rodolfo Saint Malo son inocentes. Llévenme a la audiencia, que puedo dar pruebas de
gran valor',
RUBÉN OSCAR MIRÓ
SINDICADO POR EL ASESINATO DEL PRESIDENTE REMÓN
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II Parte
El Gobierno de Ricardo Arias Espinosa
Fuente: internet google imágenes
Ricardo Arias Espinosa llega a la presidencia de la República a los 42 años de edad.
Pero, desde muchos antes, había venido desempeñando un papel de primera línea en
la vida política panameña. En el segundo gobierno del Doctor Arnulfo Arias Madrid,
Ricardo Arias desempeño el Ministerio de Agricultura, Comercio e Industrias.
El señor Arias Espinosa renunció altivamente este cargo cuando el presidente Arias
Madrid le invitó a secundarle de su decisión, tan inconsulta y peligrosa, de derogar por
decreto la Constitución del 1946. A lo largo de una prolongada vida pública, Arias ha
mantenido siempre como línea de conducta, la de actuar en concordancia plena con el
respeto al constitucionalismo democrático.
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En las elecciones que se celebraron el 11 de mayo de 1955, una coalición de cinco
agrupaciones políticas, encabezadas por el partido Renovador, llevó a Ricardo A.
Espinosa a la segunda Vice presidencia de la República.
Ricardo A. Espinosa, sucesor, fue en todo momento consciente de lo mucho que Remón
había hecho por Panamá en sus dos años de gobierno, y así lo expresó un 2 de enero
de 1956 con palabras que conviene recordar ahora:
“Sobrevino la tranquilidad, el orden y la seguridad. Dentro de las ferras limitaciones de
orden fiscal fue atendida satisfactoriamente la salud del Pueblo. La educación Nacional
fue objeto de sabias rectificaciones y de revisiones en lo referente a sus labores
programáticas.
Ricardo Manuel Arias plasmó en su mensaje a la Asamblea nacional, enviado el 16 de
enero de 1956”.
Después de lo expuesto quedan, varios planteamientos que formular:
4. El pensamiento político de Ricardo Arias Espinosa en apoyo del ordenamiento
constitucional de 1946.
5. Encontrándose derogado ese magnífico estatuto, hay una situación
completamente distinta determinada por la Constitución de 1972
6. Una posible apertura hacia el orden distinto está implicada en las elecciones
presidenciales proyectadas para el año 1984.
7. El futuro del país está condicionado al hecho de que tales elecciones puedan
efectuarse con respeto absoluto a la voluntad de los su fragantes.
Otras realizaciones de la administración Arias Espinosa Durante el bienio gubernamental de Ricardo Arias Espinosa continuó manejándose con
pulcritud la hacienda pública. Y si durante el gobierno del coronel Remón se creó el paz
y salvo nacional para estimular el pago puntual del impuesto sobre la renta, a los
personeros del régimen siguiente les cabe la satisfacción de haber hecho aprobar por la
Asamblea Nacional un nuevo Código Fiscal, que reemplazó al ya obsoleto de entonces
.
La aprobación, por la legislatura de 1956, del Decreto ley sobre la carrera Administrativa,
plantea todavía un tema de superlativo interés. Por cierto que la estabilidad de los
empleados públicos ha sido motivo de estudios y polémicas desde los primeros años de
la República. El presidente Ricardo Arias Espinosa, acatando las enseñanzas de Carlos
A. Mendoza, optó por garantizar la estabilidad a los servidores y de los países nuestros
en general, que se hayan estos sanos principios.
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Que la administración de Arias Espinosa fue fructífera en otros aspectos, lo muestra el
que durante ella se terminaron los edificios del Ministerio de Haciendas y Tesoros hoy
en día Ministerio de Salud; se tomaron medidas relacionadas con el acueducto y
alcantarillado de las áreas suburbanas de la capital; se creó el Departamento de Estudios
Hidráulicos; se desarrollaron algunas disposiciones del Código Sanitario; y se creó el
Departamento de Sanidad animal.
Fuentes: Agenda Banco Nacional de Panamá, edición Centenario año 2000, fotos de todos los presidentes
de la República de Panamá.
Ricardo Arias Espinosa y la Democracia Constitucional Analizando la gestión presidencial de Ricardo Arias Espinosa, bosquejada en el texto de
este discurso, se llega a la conclusión de que ella queda instalada en el marco trazado
por la constitución de 1946, He aquí las palabras que dijo el presidente textualmente : “
Obra de una Asamblea libre y limpiamente formada por el voto popular, la Constitución
vigente, sin descartar la tradición liberal y democrática, consustancial a la nacionalidad
panameña, trasmuta en precepto de derecho público los anhelos de justicia social,
rehabilitación económica , administración eficaz y gobierno responsable reiterados
durante el decurso republicano.
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Importa decir que esa Constitución, por desgracia, no ha podido continuar como estatuto
básico de nuestra vida política; de suerte hoy nos encontramos sujetos a un orden
jurídico que está en contradicción con el que regía en 1956. Tan justamente elogiado por
el mandatario Arias Espinosa.
La Presidencia De Ricardo Manuel Arias Espinosa Es difícil visualizar hoy día cuánto afecto los cimientos mismos de las instituciones
panameñas el asesinato inesperado del presidente Remón, el 2 de enero de 1955. Hubo
temores fundados de que peligraría la supervivencia misma de nuestra armazón
constitucional. La tarea política de Arias Espinosa consistió primordialmente en devolver
a la República su tranquilidad, antes tan perturbada por el asesinato en cuestión.
Fue aquella crisis de mayor entidad que hemos sufrido durante nuestra era republicana,
y es justo reconocer al gobierno de Arias Espinosa el celo con que procuró conjurarla.
El presidente Arias Espinosa, para conseguir ese fin, quiso en todo momento poner
énfasis en que su período presidencial debía entenderse como continuación del bienio
Remón Cantera. Y para que la comunidad no se equivocara al respecto retuvo el mismo
gabinete del Coronel Remón, haciendo sólo dos cambios: El hermano del Presidente
desaparecido, don Alejandro Remón, asumió la cartera de Gobierno y Justicia. De esa
manera se garantizara que el gobierno impulsaría con el máximo interés las
investigaciones tendientes a esclarecer el crimen. Por otra parte, acertó en el
escogimiento de Ministro de Relaciones Exteriores en la persona del Doctor Octavio
Fábrega.
En el campo de las Relaciones Exteriores el bienio gubernamental Arias Espinosa se
caracterizó por dos acontecimientos de la mayor importancia. El 25 de enero de 1955 los
representantes de la Repúblicas de Panamá y de los Estados Unidos de Norte América
firmaron el tratado y acuerdos ejecutivos de 1955, que dieron paso a reivindicaciones
panameñas, entre otras, el aumento de la anualidad del Canal y la igualdad de
oportunidades de empleo para panameños y norteamericanos, por el lado panameño
actuaron como negociadores Octavio Fábrega, Carlos Sucre Calvo y Roberto
Heurtematre. Fungió como secretario de la Comisión negociadora el Doctor Guillermo
Jurado Selles y como representante personal del Presidente de la República Don
Henrique Obarrio. Sirvieron como asesores especiales del Gobierno Nacional los ex
presidente de la República doctores Harmodio Arias y Ricardo J. Alfaro.
En julio de 1956 se efectuó en Panamá una reunión de los Jefes de Estados Americanos.
Como de resultado de las deliberaciones se firmó el 22 de mismo mes la Declaración de
Panamá, en presencia de los presentes, En ese acto, el presidente Arias Espinosa
pronunció un discurso que se lee todavía con provecho, en el que se comprueba cómo
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se hace ya más de un cuarto de siglo, la palabra del mandatario panameño planteaba la
necesidad insoslayable de darle prioridad a los problemas sociales, para consolidar la
tranquilidad interna y la solidaridad continental.
En el centro el 2° Vicepresidente: Ricardo M. Arias Espinosa, quien asumió la presidencia
de la República al dictar fallo contra José Ramón Guizado , A su derecha el Coronel
Bolívar Vallarino, libro El extraño asesinato del Presidente Remón, de José Ramón
Guizado.
La presidencia de Ricardo Arias Espinosa y sus elecciones de 1956 El 15 de enero de 1955 asumió la primera magistratura del país el 2° Vicepresidente
Ricardo M. Arias Espinosa en circunstancias por las demás dramáticas para el país. En
efecto, al magnicidio de José Remón C., siguió la incriminación de su sucesor Guizado,
una asamblea transformada irregularmente en Tribunal de Justicia, un Poder judicial de
dudosas características y una nación conmocionada por todos estos acontecimientos.
El nuevo mandatario mantuvo el gabinete de sus predecesores, excepción hecha de los
Ministros de Gobierno y Justicia donde, colocó a Alejandro Remón y el de Relaciones
Exteriores, que él mismo ocupaba y en el que designó a Alberto Boyd.
Era evidente entonces que el Presidente Arias seguiría adelante con la política practicada
por el coronel Remón. Poco después de asumir, el 6 de febrero, se realizó en Panamá
12
el X Congreso Panamericano del Niño, al tiempo que nuestro país presidió las
deliberaciones de la XV Reunión del Comité Ejecutivo de la organización Sanitaria
Panamericana en México en el mes de mayo. Por otra parte, la escuela de agricultura
otorgó en 1955 por primera vez títulos de Bachilleres Agropecuarios. Asimismo, se
colocó en el Instituto Nacional de Agricultura una enlatadora de alimentos y en Divisa se
instaló una desmontadora de algodón. Este mismo año se celebraron ferias
agropecuarias en Capira, Pacora y La Colorada y se facilitó el funcionamiento de las
Cooperativas Agrícolas.
Se comenzó a experimentar con el cultivo de tabaco en forma muy prometedora.
También se construyó un laboratorio de diagnosis de enfermedades pecuarias en
Panamá Viejo. Como vemos todas estas realizaciones coincidían con el plan de gobierno
de Remón.
Se inició la construcción por estos años de la Clínica Antituberculosa de Colón y se
terminaron e inauguraron los edificios que alojaban los Ministerios de Hacienda y Tesoro,
Trabajo, Previsión social, y Salud pública y la Contraloría General. También se erigieron
las Escuelas Bolivia de Colón, la de Puerto Armuelles y la Profesional, así como se
continuó con la construcción del Nuevo Hipódromo y el palacio Legislativo. A comienzos
de 1955 se creó la Sección de Cartografía para realizar el levantamiento topográfico del
país.
El 23 de febrero de 1955 llegó de visita a nuestro país el Vicepresidente norteamericano
Richard Nixon. Durante la misma se sentaron las bases del programa acelerado de
construcción de la carretera Interamericana. Panamá obsequió al pueblo de México la
estatua de Justo Arosemena que fue develada en la capital azteca también el 23 de
febrero. En julio de 1956, para conmemorar el Congreso Anfictiónico de 1826 se
reunieron en Panamá los mandatarios del continente.
De este encuentro surgió la “Declaración de Panamá” que en líneas generales planteaba
la idea de una América unida, fuerte y generosa que promoviera el bienestar del
continente, estudiara la adopción de medidas para el desarrollo económico y social de
los pueblos; asegurara de la O.E.A y proclama el designio supremo de la historia de
América, cual era: “ser baluarte de la libertad del hombre y de la independencia de las
naciones”.
Resulta irónico y paradójico que dictadores como Fulgencio Batista de Cuba, Marcos
Pérez Jiménez de Venezuela, el hermano de Rafael Leonidas Trujillo de República
Dominicana, Anastasio Somoza de Nicaragua y Alfredo Strossner de Paraguay y que se
dieron cita en nuestro país, pudieran suscribir un documento en el que se hablaba de la
libertad del hombre y avalaran frases tales como que “el Estado existe para servir y no
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para dominar el hombre”. Al mes siguiente, en agosto, Panamá fue sede de la II Reunión
del Congreso Interamericano de Municipios.
El 6 de noviembre de 1955 llegó a Panamá el ex presidente argentino Juan Domingo
Perón quien había sido derrocado. El gobierno panameño le otorgó un permiso
provisional de residencia válida por un año.
Cuando el 26 de julio de 1956, el presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser anunció la
nacionalización del Canal de Suez, de inmediato las potencias afectadas por tal medida
convocaron a una Conferencia urgente en Londres.
La misma se celebraría a mediados de Agosto del mismo año, con el propósito de
encontrar alguna vía de solución al problema suscitado. Pese a que Panamá ocupaba
entonces el sexto lugar en el tonelaje de barcos que transitaban por aquella ruta
internacional, nuestro país no fue invitado a participar en la Conferencia aludida.
Por conducto del Embajador en Londres Roberto E. Arias, el gobierno de Ricardo Arias
hizo saber al gobierno de británico su inconformidad y extrañeza por la omisión de que
había sido objeto. Al mismo tiempo, a manera de información, el Representante
Permanente de Panamá ante las Naciones Unidas, Roberto De la Guardia, puso en
conocimiento del Secretario General del Organismo el comunicado expedido por su
gobierno donde se advertía que, dada la exclusión en la conferencia de Londres, la
República no tenía por qué considerarse obligada respecto a las decisiones y
recomendaciones que allí se adoptaran. En Términos similares también se dirigió el
Ministerio de Relaciones Exteriores Alberto A. Boyd al Embajador de Estados Unidos en
Panamá Julian F. Harrington.
Al celebrarse la XI Asamblea General de las Naciones Unidas, el Ministro de Relaciones
Exteriores de Panamá, no solo reiteró las quejas relativas a la Conferencia de Londres,
sino que enunció las “poderosas razones” que asistían a la República para participar en
la misma. Sostuvo que, así como Egipto era el soberano indubitable sobre el Canal de
Suez, al estar el Canal de Panamá construido en territorio panameño, este país poseía
la soberanía titular en la zona de Canal, no obstante haberse concedido a Estados
Unidos los derechos, poder y autoridad necesarios para los fines específicos de la vía
interoceánica.
En consecuencia, ambos países, tenían sobre la misma “un interés conjunto y vital”. En
segundo término, el Canal de Panamá, tenía analogías de diversos órdenes con el Canal
de Suez. De igual manera, las reglas de la Convención de Constantinopla de 1888
concernientes a la neutralización y libertad de tránsito, también eran aplicables al canal
de Panamá, tal como se había estipulado tanto en la Convención de Canal Ístmico entre
Panamá y Estados Unidos, como en el tratado Hay-Pauncefote. Por último, insistió en
que Panamá estaba entre los principales usuarios del Canal de Suez. Y antes la crisis
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que se había presentado en torno a esta última ruta de navegación internacional, sostuvo
que Panamá era partidario de solucionarla por medios pacíficos.
Pocos días después, Boyd en otra intervención en la ONU, fue más directo en cuanto a
los problemas suscitados. En Panamá y Estados Unidos por razón del Canal
interoceánico. En esta oportunidad aseveró que la soberanía de Panamá sobre la Zona
del Canal era “un hecho real y positivo”, corroborado por el propio tratado de 1903. No
obstante, como dicho pacto contenía “condiciones onerosas y deprimentes para el
sentimiento nacional”, la República siempre respetuosa de sus obligaciones
internacionales y las normas del Derecho de Gentes, gestionó, desde 1926 revisiones
jurídicas a aquel documento contractual.
Con la concertación del Tratado Remón-Eisenhower y el Memorándum de
Entendimientos Acordados, Panamá abrigada la esperanza de que el Congreso
norteamericano promulgara una serie de leyes complementarias destinadas a establecer
la igualdad de oportunidades, salarios y jubilaciones para los obreros panameños y
norteamericanos en la Zona del Canal. Pidió que se devolviera a la República ciertas
tierras y propiedades que yo no se necesitan para los fines de la vía interoceánica,
además de votarse una partida para la construcción de un puente sobre dicha ruta
intermarina.
Boyd hizo la observación de que los acuerdos contractuales de 1955 dejaban sin
satisfacerse muchas de las aspiraciones panameñas. No obstante, representaban “un
paso adelante” en la solución de los problemas de la República con Estados. Es más,
Panamá confiaba en que, mediante futuras gestiones, se llegara a “interpretaciones y
arreglos decorosos y amigables que recoja el verdadero espíritu justiciero de estos
pactos”.
Esta vez Boyd puso sobre el tapete nuevamente el asunto del Canal de Suez, con la
intención de ilustrar a los países miembros de la ONU sobre los grandes beneficios
económicos y militares obtenidos por Estados Unidos en el Canal de Panamá. Los datos
estadísticos demostraban que la República no era tratada con equidad, pese a estar
asociada con la poderosa Nación del Norte en la empresa de la ruta interoceánica. Por
eso, apelaba a la ayuda técnica de la ONU a fin de impulsar los renglones de la
agricultura, la educación y la salud.
Finalmente, apuntó que Panamá apoyaría toda gestión encaminada a lograr; para los
pueblos coloniales del mundo, un sistema de gobierno más cónsono con sus
aspiraciones y su capacidad para autogobernarse. Condenaría, igualmente, todo tipo de
discriminación racial y se sumaría a las medidas tendientes a su eliminación definitiva.
Del mismo modo, la República istmeña se pronunciaría en favor de aumentar el número
de miembros del Consejo de Seguridad, del consejo Económico y Social y de la Comisión
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de Derecho Internacional, para el mismo estuviesen genuinamente representados,
acorde con el crecimiento el organismo mundial.
Cabe recordar que estos planteamientos del Ministro de Relaciones Exteriores de
Panamá ante la ONU, eran tanto necesarios por cuanto a mediados del año anterior, es
decir en agosto de 1956, el Secretario de Estado John Foster Dulles, indicó en una
conferencia de prensa que no podían suscitarse dudas en la mente de nadie de que
Estados Unidos había obtenido el derecho exclusivo para ejercer el control sobre el
Canal de Panamá.
Estableció diferencias entre esta vía interoceánica y el Canal de Suez. Así, mientras el
último fue internacionalizado mediante la Convención de Constantinopla, en 1888; el
Canal de Panamá era una ruta de navegación dentro de la Zona de exclusión de
cualquier otro gobierno. Por otro lado, adujo que en tanto que la actividad económica de
un gran número de países dependía del Canal de Suez, ninguna nación en el mundo
abrigaba el temor acerca del mal uso o abuso del Canal de Panamá por parte de los
Estados Unidos.
Negó, asimismo, que el departamento de Estado reposara documentos relativos a la
internacionalización de esta última vía acuática por propuesta del expresidente Harry S.
Truman. Por las mismas fechas, la embajada de Estados Unidos en Panamá comunicó
al Gobierno de Ricardo M. Arias que, conforme al artículo III de la Convención del Canal
Ístmico, la República de Panamá había concedido a la Nación de Norte la jurisdicción
exclusiva en la Zona del Canal.
Así fue la cumbre de 1956
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En la cita de 1956 se establecieron comités para estudiar los problemas críticos del
hemisferio.
El evento contribuyó a forjar las bases para la creación del Banco Interamericano de
Desarrollo.
Era el 130 aniversario del Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826. El entonces
Consejo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) acordó conmemorar la
fecha, y el presidente del país, Ricardo M. Arias Espinosa, propuso una reunión de jefes
de Estado en el istmo. Se gestó de esta manera la “Reunión de Panamá”.
La fecha: del 20 al 22 de julio de 1956. Se creó una comisión organizadora presidida por
Alberto Boyd, entonces ministro de Relaciones Exteriores. Le acompañaron Octavio
Fábrega, Bolívar Vallarino, Samuel Lewis, Miguel Moreno, Horacio Clare y Augusto
Boyd. Diecinueve jefes de Estado confirmaron su presencia, entre ellos el de Estados
Unidos (EU), Dwight David Eisenhower, y Fulgencio Batista, de Cuba.
Fue una cumbre dominada por la presencia de dictadores. Aparte de Batista, vinieron:
Anastasio Somoza, de Nicaragua; Alfredo Stroessner, de Paraguay; Marcos Pérez
Jiménez, de Venezuela; José María Velasco Ibarra, de Ecuador; Pedro E. Aramburu, de
Argentina, y el golpista Carlos Castillo Armas, de Guatemala. Brasil fue representado por
Juscelino Kubitschek; Bolivia, por Hernán Siles Suazo; Costa Rica, por José Figueres
Ferrer; El Salvador, por José M. Lemus; Haití, por Paul Magloire; Alberto Zubiria
representó a Uruguay; Manuel Prado, al Perú; Adolfo Ruiz Cortines, a México, y por
República Dominicana vino Héctor Trujillo, hermano del dictador Rafael Leonidas Trujillo,
quien hasta el último momento buscó la aprobación de Panamá para venir al encuentro,
petición que le fue negada.
Gustavo Rojas Pinilla, el dictador que gobernaba Colombia, se ausentó por enfermedad.
“Debo deplorar que circunstancias especiales me priven de estar en oportunidad tan
solemne en vuestra compañía”, escribió en una carta que envió a Arias.
América y el mundo afrontaban cambios profundos. Era la guerra fría. Eisenhower,
militar, presidente 34 de EU y estratega del Día D, la operación que culminó con la
invasión de la Europa occidental ocupada por la Alemania nazi durante la Segunda
Guerra Mundial, firmó en Panamá el decretó que le dio vida al Banco Interamericano de
Desarrollo.
La Declaración de Panamá contempló cinco puntos, y de alguna manera se hizo eco de
los trajines mundiales. El primero decía así: “El destino de América es desarrollar una
civilización que haga reales y efectivos el concepto de la libertad humana, el principio de
que el Estado existe para servir y no para dominar al hombre, el anhelo de que la
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humanidad alcance niveles superiores en su evolución espiritual y material, y el
postulado de que todas las naciones pueden vivir en paz.
La capital, según consultados sobre el tema, tenía unos 350 mil habitantes. Era otra
ciudad. No hubo cierres de calle, ni había policías en cada esquina. Los presidentes se
paseaban por las principales vías en carros descapotables. La gente los aclamaba, los
aplaudía, los vitoreaba.
Una tarde, Somoza llegó al café El Pueblo en El Marañón a saludar a los comensales.
Lo hizo con la tranquilidad de quien tiene a su enemigo lejos del campo de batalla.
Resulta que por aquella época Panamá asiló a muchos nicaragüenses que adversaban
a su régimen, y para que estos no fueran a protagonizar alguna escaramuza, el Gobierno
los envió a todos “de vacaciones” a la isla de Taboga.
También estaba en el país el argentino Juan Domingo Perón, quien había sido derrocado
del poder meses antes. Pedro Eugenio Aramburu, uno de sus golpistas, vino en
representación de Argentina, por eso, Perón decidió pasarse unos días (los de la
Cumbre) en Nicaragua.
El excanciller Ricardo Alberto Arias, quien recuerda aspectos de la Cumbre, cuenta que
Velasco Ibarra, de Ecuador, pronunció un discurso “larguísimo”, que duró
aproximadamente dos horas. Nunca leyó.
Los actos oficiales se desarrollaron exactamente donde se realizó el Congreso
Anfictiónico: en el salón Bolívar del edificio donde hoy está ubicada la Cancillería
panameña.
La mayoría de los presidentes se hospedó en el hotel El Panamá, mientras que
Eisenhower se alojó en la residencia del embajador de Estados Unidos en Panamá,
ubicada en La Cresta.
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Conclusión
Durante su gobierno no se ha hallado en algún artículo, revista o información una
referencia negativa durante su periodo de gobierno. La gran mayoría de las obras que
realizo en su corta administración, fue la continuación de las obras que estaba realizando
el militar Remón Cantera y dentro de su gobierno Ricardo Arias pertenecía como parte
de su gabinete como ministro. Ya tenía antecedentes en la vida política en Panamá,
haciendo su función durante el mandato de Arnulfo Arias Madrid. Ocupó la presidencia
de la República en enero de 1955, en momento de disturbios, después de la muerte de
Remón Cantera y la acusación del magnicidio de parte de Ramón Guizado. Durante el
año y medio se dedicó a darle tranquilidad a los ciudadanos del país. En 1956 cede el
mandato Ernesto de la Guardia.
Como un hombre de gran visión, que no le dio la espalda a la patria ni rehuyó la
responsabilidad que el momento histórico exigía de él, calificó Eduardo Valdés Escóffery,
presidente del Tribunal Electoral, al Presidente Ricardo Manuel Arias Espinosa (1955-
1956), cuya gestión fue ponderada una y otra vez la noche del jueves 6 de julio en
homenaje póstumo. Valdés Escóffery destacó que producto de la reforma constitucional
de 1956, propuesta por Arias Espinosa el 16 de enero, fue que tuvo lugar la creación del
Tribunal Electoral, en momentos en que la patria vivía una situación crítica: "no
solamente estaba culminando su gestión presidencial, no solamente estaba en medio de
un proceso electoral, no solamente el país atravesaba por una situación económica
difícil, sino que el tono de la campaña electoral, amenazaba seriamente la
institucionalidad de la Nación. Todas estas realidades habrían llevado a más de un
gobernante a concluir que no era el momento para presentar esa iniciativa legislativa."
Tan importante iniciativa culminó con la aprobación del correspondiente Acto Legislativo
el 16 de febrero de 1956 e hizo posible que haya una jurisdicción electoral independiente,
gracias a la cual hay libertad, honradez y eficacia en el sufragio popular. Cincuenta años
han transcurrido. Para conmemorarlo, a la par que para honrar la memoria y dejar por
escrito para las generaciones futuras un perfil de tan ilustre panameño, el Tribunal
Electoral, en su L aniversario, le planteó a la familia del Presidente Ricardo Arias
Espinosa la edición de la obra "El elegante discurrir oratorio del Presidente Ricardo Arias
Espinosa". El libro fue presentado también en el marco del Centenario de la Asamblea
Legislativa, este jueves en la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero, en una gala sin
precedentes. Gala donde hubo casi 300 asistentes. Gala que contó con la presencia de
la cabeza de los tres Órganos del Estado: el presidente Martín Torrijos, la Magistrada
Graciela Dixon y el Diputado Elías Castillo. En tan especial celebración también
estuvieron la primera dama de la República, Vivian Fernández de Torrijos y la Licda.
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Mónica Pérez, Defensora del Pueblo, al igual que representantes de varias generaciones
de las familias Arias, Espinosa, Galindo, Mendoza, Lewis, Vallarino, Alemán..
Igualmente, se dio cita otro nutrido número de familias de abolengo y destacados
políticos amigos y conocidos de Don "Dicky" Arias, como solían llamar al mandatario que
llevó las riendas del país a partir del asesinato del presidente José Antonio Remón
Cantera. De Ricardo Arias Espinosa el Presidente Martín Torrijos ponderó su ejemplar
fidelidad a la patria, su tenacidad, convicciones e ideas. Y recalcó que su logro más
significativo fue la creación del Tribunal Electoral, que goza de un prestigio consolidado
y que le da seguridad, respeto y validez al voto popular. Paulino Romero C., amigo
personal de "Dicky" Arias, desde que lo conoció siendo estudiante del Abel Bravo en
1955 (entonces el colegio más completo del país, que hasta Normal tenía), nos dijo que
el presidente Arias Espinosa "era un gran político, un gran nacionalista, un gran
diplomático y un caballero a carta cabal, como su padre, a quien se le conoció como "el
caballero de la política". Otros méritos que le reconoció Romero a Arias Espinosa fue
que en julio de 1956 en el 130 aniversario del Congreso Anfictiónico Bolivariano, por
primera vez convocó a todos los presidentes de América y el Caribe, en la primera
reunión de jefes de Estado del continente, en nuestro país. Agregó que la historia de
1948 en adelante la conoció de labios de los propios protagonistas, entre los que se
cuenta Arias Espinosa, con el que solía tener largas tertulias, quien siempre usó la
corbata de rayas y a quien en aquel entonces le decían que tenía un parecido con el
actor Víctor Mature. Elías Castillo, presidente de la Asamblea Legislativa mencionó la
feliz coincidencia de que precisamente la gala de "El elegante discurrir oratorio del
Presidente Ricardo Arias Espinosa" se diese en 2006, en que se cumplen 150 años del
nacimiento de otro gran estadista, el Dr. Belisario Porras, y del nacimiento de Carlos
Mendoza.
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Bibliografía
Libro: Estudio Sobre Panamá Republicano Siglo xx.
Autor: Aráuz Celestino y Patricia Pizzurno
Libro: El Extraño Asesinato del Presidente Remón
Autor: Guizado, José Ramón
Libro: Historia de Panamá
Autor: Fiztgerald, Luis
Libro: Gestión Política de Ricardo Manuel Arias Espinosa
Autor: Mendoza, Carlos Alberto
Sitios Webs
Web Panamá la Vieja Escuela
Artículo Panamá década del 50
Mónica Guardia mguardia@laestrella.com.pa - Un asesinato, dos golpes de Estado y
un millón de mentiras (la estrella el panamá)
La Prensa-Así fue la Cumbre
http://www.prensa.com/politica/cumbre
Vida de Ricardo Arias
http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=arias-espinosa-ricardo
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