el proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos
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EL PROCESO I}§ INCORF*RACIéN §OCTAL:
LA INC*RPüRACrÓN * MÍNMAAS
Una visión desde eI movirniento asociativo
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Federación Andaluza de Drogodependencias y SidaENLACE
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EL PROCESO DE INCORPORACIÓN SOCIAL:LA rNcoRPoRACrÓN I mÍNrvros
Una visión desde el movimiento asociativo
SEMINARIO 1997
p.eoBnlctót t ANDALUzA DE DRocoDEPENDENCIAS Y sIDAENLACE
Conclusiones del Seminario de Estudio 1997 delaFederación Andaluza de Drogodependencias y SidaENLACE. Texto definitivo aprobado en la AsambleaOrdinaria de Enero de 1998
Edita: Federación Andaluza de Drogodepende¡cias )'Sida E\L{CEComisión de Redacción: Remedios Aguilar Alés
Virtudes Femrández OnegaM' José González RodrÍguezRosario Martagón RoperoM" Carmen l§latítezPerzaRosa Martínez PerzaInmaculada de Pando RojoBeatriz Pardal RedondoJosé Sánchez FemándezCarolina Sánchez Silva
Patrocina: Caja de Ahorros San FemandoDiseño de Portada: Antonio ZamoranoEnero de 1999
Depósito Legal: SE-168-1999Imprime: Imprenta A. Pinelo. Camas-Sevilla
PRE^§E}¡'fAC
1.. NTRODT
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IndicepRESENTAcTóN....... ..............5
r.- rNTRonuccróN ...............7
2.- HACrA uN NUEvo MoDELo DE INTERvENcTóN .....10
3.- coNcnpro DE INCoRpon¿,cróN socrAl .................123.1.- Algunas consideraciones
4.- rNcoRpontcróN,r vrÍNruos. coNcEpro. ..............164.1.- Algunas líneas de trabajo .................. 18
s.- LAS ASOCIACIoNES coMo ESpACro DE socralrz,lcróN nrNCoRPoucróN socrAl ....
5.1.- Nuestro debate.5.2.- Cuestiones a tener en cuenta5.3.- A modo de síntesis ...................31
ANEXO: FEDERACIONES PROVINCIALES Y ASOCIACIONESFEDERADAS A ENERO DE 1999 ......................35
funinario 1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUnavisión desde e/ movimiento asociativo
PRESENTACIÓN
Un año más, hablamos de 1997, en el Seminario de Estudios de EN-
IACE pusimos en marcha un proceso de debate y profundización sobre un
tema de interés relacionado con nuestra actividad cotidiana: esta vez fue la
incorporación social de las personas con problemas de drogodependencias.
La metodología seguida este año, al igual que en seminarios de años anterio-
res, fue la recopilación y selección de publicaciones existentes sobre la incor-
porución social, el análisis y debate del material recopilado y la redacción de
las conclusiones basándonos en: las ideas más acertadas, a nuestro modo de
entender, de los materiales analizados,f, las aportaciones que nuestra propia
experiencia y reflexión nos permit¡eron hacer. El borrador fruto de este pro-
ceso, fue remitido a cada una de las asociaciones de ENLACE y, con las apor-
taciones realizadas, aprobado en la asamblea que celebramos en Jerez en
enero de 1998.
Finalmente, ahora publicamos este documento, tras las necesarias re-
visiones de redacción y maquetación del borrador aprobado en la asamblea.
La publicación del documento es, sin duda, un objetivo importante
que se propone el Seminario, sin embargo, el objetivo fundamental es la
profundización y puesta al día en el tema tratado, por la influencia que esto
üene luego en el diseño de nuestras intervenciones.
Este documento no pretende ser una publicación original (de hecho
no lo es), sino la expresión de lo que pensamos en las asociaciones federadas
Pág. s
Seminario-1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde e/ movimiento asoc¡at¡vo
sobre Ia incorporación. Muchas de las ideas que lo conforman son interpreta-
ciones de otras publicaciones, realizadas bajo el prisma de nuestra experien-
cia.
Cuando decidlmos tratar en el seminario la incorporación social, en
nuestra mente estaban, particularmente, los drogodependientes que perte-
necen a ese conjunto creciente de personas excluidas que genera nuestra
moderna sociedad. Esos drogodependientes que vienen "fracasando" en los
diversos programas a los que han accedido, porque todos están basados en
una actuación parcial sobre su dependencia a las drogas, ignorando que las
personas necesitan techo, alimentos, cariño,... Por ello. cuando nos encon-
tramos con el concepto y propuestas de incorporación a mínimos que, tan
brillantemente, ha hecho Jaime Funesl, Ia hicimo: nuestra.
Esperamos que tanto este documento. como la experiencia de su ges-
tación, responda a las expectativas puestas en él r contribuya, de alguna for-
ma, a aumentar las oportunidades de llevar una vida mejor a aquellos a los
que tanto hemos robado (en muchos casos hasta la dignidad), culpándolos
después de su situación y del daño que ocasionan a los demás.
Pepe Sánchez
Pte. de ENLACE
1 La incorporación social de personas con problemas de drqgas. Jaime
Nacional sobre Drogodependencias y su Enfoque Comunitario.
Pág.6
Funes Artiaga. lV Encuentro
Seminario 1997
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kminario 1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde e/ movimiento asociativo
1.. INTRODUCCION
En este documento intentamos recoger las reflexiones del Seminario de
Estudio organizado por la Federación ENLACE, en el que hemos analizado en
profundidad el proceso de incorporación social'de las personas con proble-
mas de drogodependencias, teniendo en cuenta los cambios que se han pro-
ducido en estos últimos años.
En nuestro documento «Correlaciones entre el Modelo Social en el que
vivimos y las Drogodependencias» reflejamos lo que desde el movimiento
asociativo entendemos que son los factores socio-económicos que Se en-
cuentran en la base de las drogodependencias. De nuevo, tenemos que ha-
cer necesariamente referencia aél,yaque en esencia el problema sigue sien-
do el mismo.
Nuestro sistema económico se basa en la maximización del beneficio.
Nadie puede negar, hoy por hoy, el hecho de que no se produce en función
de las necesidades, sino de la rentabilidad. Y con este fin, desde el sistema, se
Crean y recrean nuevas neces¡dades, en la mayoría de los CaSoS "falsas nece-
sidades", que la sociedad adopta, y por tanto tiene que satisfac.eL sin que por
el contrario se vean garantizadas para todos las más básicas (educación, vi-
vienda, sanidad); creándose de esta forma una "sociedad dual": aquellos que
r Uülizamos el término inco rporación socia/ en lugar de re inserción o integración porque supone respetar la
voluntad de la persona drogodependiente y reconocerle un papel más activo en su propio proceso.
Pág.7
Seminario 1997 EI proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde el movimiento asociativo
tienen posibilidades de acceder a los recursos existentes, en muchos casos
con excesos, a costa de aquellos a los que se les imposibilita este acceso.
Pero el sistema no sólo margina en base a lo económico, estamos
inmersos en una sociedad que no acepta las diierencl¿s r; en la que, bajo la
pretendida igualdad de derechos, se esconden situaciones de marginación,
en base a la pertenencia a un grupo social, una cultura o grupo étnico deter-
minado y/o en base a factores personales (las llamadas di;capacidades físicas,
psíquicas, el género, etc).
Asociado a este sistema económico )' social :e irrpone un esti/o de vida
caracterizado por el individualismo, la conrpetitilldad. el consumismo, un
modelo de ocio acelerado centrado casi exclus:"amente en los fines de se-
mana, etc.; valores, en definitiva, que contriburen a la perpetuación de un
modelo a todas luces desigual.
Como consecuencia de todo esto, nos enconlrarnos que son muchos
los colectivos, «Ltna inmensa minoría», marginaio-o o erc/uídos en nuestra so-
ciedad, en los que en muchas ocaslones ConCUrren i.rn Cúmulo de problemas
sociales, conocidos por todos, como son la pobreza. la prostitución, el analfa-
betismo, determinadas psicopatologías. la delincuencia, las
d rogodependencias, etc.
En elcaso de las personas con problem¿s de drogodependencias, si bien
existen algunas cuyos recursos personales, económicos v sociales distan mu-
cho de lo marginal, la mayoría, y en definitiva, las que nos ocupan y preocu-
pan, son aquellas que reúnen una, varias o todas las causas de exclusión antes
mencionad as, y a las que se suman otros factores que nos permiten constatar
Pág.B
Seminario 199.
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*mina¡io 1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimoslJnavisión desde e/ movimiento asociativo
la grave situación personal y social en la que se encuentran: por una parte, el
largo historial de consumo con reiterados fracasos en programas de
desintoxicación, y por otra, la ilegalidad de algunas drogas y la manera, por
tanto, en la que se han visto obligadas a adquirirlas y consumirlas, que ha
disparado la incidencia de enfernredades asociadas.
Las asociaciones y federaciones que componen ENLACE no podemos
dar la espalda a esa realidad, debemos adecuar nuestra visión del fenómeno,
nuestros objetivos y actuaciones a esta situación, si lo que pretendemos es
propiciar que las personas con las que trabajamos puedan desenvolverse en
esta sociedad.
?ág. e
El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde e/ movimiento asociativo
Seminario'199.Seminario 1997
2.. HACIA UN NUEVO MODELO DE INTERVENCION
Hasta no hace mucho tiempo, estaba mu\ e\tendlda entre nuestras
asociaciones la visión institucionalizada de I ienómeno de Ias
drogodependencias, Caracterizada por Creer que la s;stancia era la causa de
exclusión del drogodependiente y que, por tanto. ectrando sobre ella alcan-
zaúamos la "reinserción" de éstos.
Cradualmente hemos ido abandonando e:t¿ i r'-i ár parcial por otra más
gtobalque entiende que las drogodependenciá-< S.l,r ..:n -ríntoma más, entre
otros muchos, de los problemas sociales v personaies-
Sin embargo, aunque a nivel teórico hem,fs S:rperado esa primera vi-
sión, en la práctica se dan muchas intenencic,í'rei que descansan en esta
hipótesis. La mayorÍa de los programas están :rpedltados al abandono del
Consumo, Considerándolo como parámetro e\alrador íundamentaly a veces
único. Es decir, se valoran excesivamente los controles analít¡cos por encima
de otros aspectos como pueden ser las relaciones afectiras, el cuidado perso-
nal, la asunción de responsabilidades, etc., que;on los que realmente deter-
minan los avances de estas personas en su proceso.
Son muchas las actuaciones, tanto de las instituciones públicas como del
movimiento asociativo, que en el trabajo diario siguen relegando a un segundo
Iugar, o no tienen en cuenta/ los aspectos sociales, familiares, personales, etc./ aun-
que "paradójicamente" todos los recogemos como objetivos en los programas'
Pág.1 0
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*¡'nario 1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde e/ movimiento asociativo
Acorde con la visión institucionalizada de las drogodependencias, des-
delaAdministración se ha ofertado, hasta no hace mucho, un único modelo
de intervención, en el que se diferencian tres fases lineales (desintoxicación,
rehabilitación y reinserción) por las que todas las personas deben pasaL esta-
bleciéndose los mismos ritmos y metas, sin cuyo cumplimiento no se consi-
dera posible la "reinserción" SoC¡al. Además, Se establecen unos criterios
muy estrictos, y alejados de la realidad, quedándose al margen multitud de
personas que no pueden acceder y que son etiquetados como "fracasos",
por no encajar en este modelo de intervención. Sirva como ejemplo el límite
de permanencia en algunos programas, de forma que cuando ha transcurrido
el tiempo fijado, Ia persona debe abandonarlo independientemente de que
se hayan cumplido o no los objetivos que se establecen.
En el movimiento asociativo, hemos reproducido este modelo, ofrecien-
do a todas la personas un mismo programa, elaborado, en la mayoría de los
casos, no en base a sus intereses o necesidades , sino a los recursos humanos y
materiales de que disponemos.. Nos podría sen'ir de ejemplo algunas activida-
des que desarrollamos, en las que tendemos a incluir a todas las personas con
las que trabajamos, sin tener en cuenta sus características y necesidades, e
incluso sin tener claros los objetivos que pretendemos alcanzar.
Sin embargo, la experiencia diaria nos está enseñando que cada perso-
na parte de una realidad concreta, unas circunstancias específicas, producto
de unas vivencias individuales y sociales muy determinadas, Y gue, por tanto,
tiene unas necesidades propias. Acorde Con esto, estamos intentando en la
actualidad poner en marcha iniciativas adaptadas a esta realidad, basadas en
el principio de «personalización».
Pág.11
El proceso de incorporación social: Ia incorporación a mínimosUna visión desde e/ movimiento asociativo
Seminario'199,Seminario '1997
3.- CONCEPTO DE INCORPORAC¡Óru SOCINI
Entendemos que una persona está incorporada socialmente cuando
desarrolla sus capacidades personales v sociales, asumiendo un papel prota-
gonista en su propio proceso de socialización y parlicipando de forma activa
y crítica en su entorno; para que ello sea posible, es necesario que prevla-
mente tenga cubiertas sus necesidades básicas, a nivel personal y
socioeconómico.
Nos planteamos utilizar a partir de ahora el concepto de incorporación
soc¡al en lugar de reinserción, por las cuestiones que implican cada uno de
estos términos:
- Hasta ahora se había consideiado la reinserción como la fase final de
un proceso uniforme, basado en el abandono del consumo y Ia superación
de una serie de etapas. Desde el nuevo planteamiento se entiende la incor-
poración Social Como un proceso en el que Se producen, progresivamente y
de forma simultánea, una ser¡e de cambios tanto a nivel personal como social.
- Frente al papel pasivo que se ha otorgado a los drogodependientes
desde la idea de reinserción, el concepto de incorporación social parte del
respeto hacia la persona, subrayando su protagonismo en el proceso.
- Frente al antiguo esquema que partía de que los Ilamados «inadaptados»
asumieran el estilo de vida y los valores dominantes, desde esta nueva pers-
Pá9,.12
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Seminario '1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde e/ movimiento asociativo
pectiva se pretende que la persona mantenga una actitud activa y crítica ante
esa sociedad que la margina asumiendo un estilo de vida coherente con dicha
actitud.
Partiendo de esta definición de incorporación social, no podemos se-
guir insistiendo en aplicar un modelo único de intervención, que no ha he-
cho sino reforzar, en ocasiones, la precaria situación de las personaS con laS
que trabajamos. No podemos definir a la persona como "drogadicta" y pen-
sar que su incorporación social sólo es posible en función del abandono del
consumo de una sustancia, olvidando que su drogodependencia es, en la
mayoría de los casos, la punta del iceberg de una situación problemática a
nivel personal, familiar y/o social. Esto implica que debemos replantear nues-
tras intervenciones atendiendo a esa diversidad social y personal.
Teniendo en cuenta que no todos y todas partimos de la misma reali-
dad, los cambios que deberán producirse en cada caso dependerán de las
características y necesidades, de los logros y carencias de cada persona. Por
tanto, hablamos de distintos ritmos de incorporación social y de un proceso
personalizado, dinámico y a largo plazo.
Hemos de tener en cuenta que, a nivel general, no podemos hablar de
superar la problemática si simultáneamente a los procesos personales, no se
van produciendo cambios a nivel social, que pasan por la desaparición. de
aquellos factores sociales y económicos que están impidiendo que una gran
mayoría de personas no puedan incorporarse a esta sociedad.
Pá9. 1 3
Seminario-1997 El proceso de incorporación social: Ia incorporación a mínimosUnavisión desde e/ movimiento asociativo
Seminario 1997
3.1 .- ALGUNAS CONS¡DERAC¡ONES
Llegados a este punto, debemos plantearnos qué aspectos concretos
han de trabajarse, a nivel personal y social, y qué papel pueden jugar nues-
tras asociaciones para hacer posibles estos cambios.
* Nuestras asociaciones son o deben ser ún¡camente un punto de refe-
rencia en el proceso de incorporación social de las personas con las que traba-
jamos.
Hay que huir de actitudes «paternalistas>, t' <<salvadoras», siendo
conscientes de que la persona es la protagonista de su prop¡o proceso
de cambio. Con nuestras intervenciones, planificadas conjuntamente
con la persona, se abordarán aspectos laborales, formativos,
psicosociales, jurídicos, sanitarios...
* A nivel social, sin embargo, nuestras asuiaciones son o deberían ser
potenciadoras de camb¡os, tanto en su entorno inmdiato, como en la socie-
dad en general.
Podemos intervenir en nuestra comunidad, favoreciendo los con-
tactos y la colaboración con las distintas entidades y organizaciones
sociales de la zona. lmplicarnos en la problemática de nuestro barrio o
pueblo, aunque no sea específica de drogodependencias, y trabajar
por una sociedad más participativa, más consciente, más preocupada
por sus problemas.
A nivel general, entendemos que el Estado debe dar respuesta a
las necesidades socio-económicas de todas las personas. Carantizar la
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Seminario 1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimostJnavisión desde e/ movimiento asociativo
cobertura de las necesidades de todos y
absoluta de un Estado de derecho.
Por ello, en nuestras relaciones con
todas debe ser la Prioridad
la administración nos situa-
mos entre la trampa de la dependencia y el difícil camino de la disiden-
cia. Siguiendo esta línea, intentamos trabajar de forma coordinada uti-
lizando los recursos ex¡Stentes, y Simultáneamente, mantenemos nues-
tra actitud reivindicativa, exigiendo que se actúe sobre las causas que
provocan la marginación y se atiendan las necesidades de las personas
con las que trabajamos.
Pág. 1 5
Seminario'1997 El proceso de incorporación social: Ia incorporación a mínimosUna visión desde e/ movimiento asociativo
Seminario 1997
4.. INCORPORACION A MINIMOS. CONCEPTO.
Como señalamos anteriormente, la diversidad de las personas con pro-
blemas de drogodependencias nos obliga a respetar distintos ritmos de incor-
poración social, es decir, a tener en cuenta que no todas las personas se
incorporan alavez y de la misma forma en esLa sociedad. De hecho, tene-
mos que asumir que para muchas de ellas, dado el Srado de deterioro perso-
nal y social que sufren, Io más inmediato es reducir sus padecimientos o
conseguir que la sociedad se dé cuenta de que existen v los acepten como
personas. Esto significa incorporar a mínimos. Por ello, la sociedad, y como
parte activa de ésta, el movimiento asociativo, debe dar una respuesta cen-
trada en las necesidades e intereses básicos de estas personas.
Y ello no quiere decir que no se pueda hacer nada más, sino que debe-
mos comenzar desde Io más básico, potenciando pequeños cambios que
hagan posible que, en un futuro, la persona pueda plantearse objetivos más
amplios y ambiciosos, y eliminando los obstáculos que impiden que éstos se
puedan producir.
áQué debe garantizarse en la incorporación a mínimos?
Partimos de que cualquier intervención que pongamos en marcha debe
tener como finalidad mejorar la calidad de vida de la persona. Con este fin
debe garantizarse:
Pá9.16
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Seminario 1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos
lJnavisión desde e/ movimiento asociativo
- la cobertura de aspectos sanitar¡os: programas de reducción del daño,
condiciones higiénicas adecuadas, aCCeSo a reCUrSoS Sanitarios,...
- la cobertura de aspectos económico-sociales: acceso a un puesto de tra-
bajo, una vivienda, a las prestaciones sociales, recursos formativos y/u ocu-
pacionales, etc.
para ello, hemos de tener presente que las intervenciones que se reali-
cen en este sentido deben estar programadas, ya que la experiencia demues-
tra que las actuaciones a¡sladas no pos¡bilitan cambios cualitativos en las con-
diciones de vida de las personas con las que trabajamos. Así mismo, deben
estar coordinadas, tanto a nivel interno como externo (con las distintas enti-
dades o colectivos de Ia comunidad) y ser evaluadas continuamente, lo que
permitirá modificar aquellas actuaciones que puedan estar impidiendo cum-
plir con los objetivos propuestos.
iQué características deben tener e§tos programas?
- Que sean perso nalizados, ya que cada persona tendrá unas necesidades
mínimas diferentes e irá avanzando a un ritmo distinto.
- Que sean diseñados desde el principio coniuntamente con la persona,
potenciando su protagonismo de forma que asuma progresivamente la
responsabilidad de su proceso de incorporación social. Por tanto, los com-
promisos que se establezcan han de basarse en el consenso y atender a
objetivos alcanzables.
- Que sean flexibles, asumiendo desde un principio los posibles «pasos
atrás», sin considerarlos «fracasos», previendo la introducción de cambios
Pá9.17
Seminario '1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimoslJna visión desde e/ movimiento asociativo
Seminario -199.
ante estas situaciones.
- Que estén adaptados a las características del -tttorno. Hemos de tener
presente la realidad social en la que vamos a trabajar, las carencias y po-
tencialidades del medio, sin olvidar que lo que es r'álido en un lugar no
tiene porqué serlo en otro.
4.1.- ALGUNAS LINEAS DE TRABATO
A continuación vamos a exponer una Serie de [íneas de actuación, que
pueden servir de guía a la hora de elaborar r de-rrollar un programa de
incorporación a mínimos desde nuestras asoc¡aciones. sin pretender diseñar
un "patrón" único de interven ción, yaque el proqrar-na a desarrollar estará en
función de las características y la realidad especííica de cada asociación y de
las personas concretas con las que estamos trabajando'
Teniendo en cuenta la situación de carencia de la-; personas a las que
irían dirigidos estos programas, hay tres asPectos fundamentales que debe-
mos priorizar en nuestras intervenciones:
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Debemos buscar fórmulas que permitan a estas personas, con especia-
les dificultades para acceder al mundo laboral, cubrir sus necesidades bási-
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El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde el movim¡ento asociativo
Una vía en la que hemos avanzado poco y a ra que deberíamos dirigirgran parte de nuestros esfuerzos, es el acceso a formas de trabajo no conven_cionales, como pueden ser las empresas de inserción social, las escuelas ta-ller, etc.
El movimiento asociativo ya cuenta con algunas experiencias dentro dela llamada economía social y sería interesante profundizar en este campo.Para eilo no podemos olvidar la realización de estudios del entorno, paraconocer sus posibilidades, y la importancia de implicar a Ia administración yotras entidades de nuestra comunidad para que apoyen proyectos social_mente rentables.
otro campo de trabajo podría ser la gestión de pensiones no contributi-vas, en algunos casos, las prestaciones económicas pueden tener capacidadintegradora. Este tipo de recurso puede ser un punto de partida para plantear_nos otro tipo de intervenciones de cara al futuro.
Por otro lado, y teniendo en cuenta la precariedad de la situación de laspersonas a las que nos estamos refiriendo, no podemos perder de vista la im_portancia de la creación ylu optimización de re<ursosque garanticen la cobefturade las necesidades básicas: centros de emergencia social, arbergues, casas deacogida...
* MINIMIZAR ¿OS DAÑOS Y R/ESCOs QUE CON LLEVA ET CONSU MO DEDETERMINADAS DROCAS.
A este nivel es importante señalar que nuestras intervenciones tendríancomo fin la mejora u optimización de las condiciones de salud de las perso_
Seminario '1997
Pág.19
El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos
Una visión desde e/ movimiento asociativo
Seminario 199-Seminario 1997
nas Con las que trabajamos, 1l podrían Centrarse en dos aspectos fundamen-
tales, como son: la vía o sustancia consumida y la potenciación de los cuida-
dos de salud en general.
En relación al primer aspecto, y como señalamos al principio de este
documento, debemos reconocer, 1z Sobre todo, admitir, que no todas las per-
Sonas Con problemas de drogodependencias Van a abandonar el consumo,
por lo que en nuestro trabajo tendremos que distinguir entre: intervenciones
dirigidas a la sustitución, parcial o total, de la sustancia por otra menos pro-
blemática e incluso legal (metadona u otros sustitutos), aquellas encaminadas
a potenciar el cambio en la vía de administración por otra que conlleve me-
nos daños y riesgos; y por último, las dirigidas a consumidores activos, que no
van a cambiar la vía de suministro no la sustancia, centradas en el aprendizaje
de técnicas de limpieza Y,'o esterilización de utensilios, intercambio de
jeringuillas, cuidado en la higiene del espacio en el que se consume/ etc'
En cuanto a la potenciación de los cuidados de la salud, y teniendo
siempre en cuenta las características y necesidades concretas de cada perso-
na, nuestro trabajo pasaría por mejorar u optimizar la higiene personal, la
alimentación, el sueño; favorecer los controles médicos: analíticas completas
o específicas, detección y/o'prevención de posibles enfermedades, tratamien-
tos, seguimientos de medicación, etc.; la prevención de enfermedades con-
tagiosas a nivel general: entrega de preservativos, etc'
* ASP ECTOS Ps/COSO CIALES Y FORMAT IVOS.
Teniendo en cuenta que el equilibrio psicosocial y la formación son
aspectos fundamentales que posibilitan que la persona pueda desenvolverse
Pá9.2o
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que se pon!
Seminario 1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos
Unavisión desde e/ movimiento asociativo
en la sociedad, nuestras actuaciones podrían ir encaminadas, por una parte y
en cuanto a las intervenciones psicosociales, a favorecer el equilibrio afectivo
y/o emocional, potenciar las habilidades de relación, facilitar el reconoci-
miento y aceptación de conflictos familiares, etc.; y por otra, y en cuanto a la
formación, motivar hacia el desarrollo personal, propiciar la adquisición de
hábitos formativos-laborales, potenciar la búsqueda de recursos normaliza-
dos formativos-ocupacionales, etc.
Siendo conscientes de que no hemos desarrollado todos los aspectos
que podrían trabajarse en un programa de incorporación a mínimos, ni con
la profundidad que podría hacerse, queremos hacer referencia a un aspecto
que, dada la frecuencia con que nos lo encontramos, no podemos olvidar:
* ACT{JACIONE5 A NIVEL ]URíDICO-PENAI
Muchas de las personas que pueden iniciar un proceso de incorpora-
ción a mínimos van a necesitar también apoyo jurídico-penal, tanto para
solucionar posibles causas pendientes, para Io que tendremos que informar-
nos de cuál es su situación, ponernos en contacto con abogados de oficio,
solicitar indultos, etc.; como para ampliar su formación en este campo, Que
les ayude a defenderse meior de los abusos que muchas veces se cometen
con ellos.
Anivel socialson muchos los cambios que han de producirse para ha-
Cer posible la incorporación a mínimos y, Como asociaciones, debemos rei-
vindicar que los aspectos anteriormente señalados puedan llevarse a cabo y
que se pongan en marcha las medidas o mecanismos necesarios para ello'
Pá9.21
El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimostJnavisión desde el movimiento asociativo
Seminario'1991Seminario 1997
Por tanto, otro campo fundamental de trabajo será:
* REIY/ND/CACIONE5:
Pág.22
- Exigir que se respeten los derechos constitucionales.
- Actuar ante la administración para que se acerque a nuestra idea
de incorporación, superando la suya de reinserción. Para ello, entre
otras cosas, debemos exigir un camb¡o en el tipo de actividades y
programas que subvenciona y financia, y en los requisitos exigidos
para acceder a éstos.
- Demandar la ampliación o creación de recursos de acogida inme-
diata: centros de emergencia social, albergues, pisos de acogida, etc.
- Exigir que la sanidad pública asuma competencias que le deberían
ser propias, de cara a normalizar los tratamientos de
drogodependencias, como por ejemplo Ia dispensación de metadona
en los centros de salud en horarios flexibles'
- Reclamar el aCCeSo a los recursos económicos y Sociales normali-
zados existentes, y la creación de éstos en Caso de que no existan.
Por ejemplo, prestaciones sociales, viviendas, trabajo, etc.
- lmplicar a las administraciones (estatales, autonómicas, provincia-
les y municipales) para que apoyen proyectos social y económica-
mente productivos, en los que la rentabilidad económica no sea el
objetivo fundamental.
- Presionar a la administración para que Se establezca un marco
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Seminario 1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos
Unavisión desde e/ movimiento asociativo
legal y de apoyo económico, QUe regule y fomente la creación de
empresas de inserción socio-laboral'
- Reivindicar que los problemas soc¡ales sean asumidos por recur-
sos sociales, y no por el sistema repres¡vo penal y penitenciario.
Nuestra experiencia nos ha enseñado que, dada la ilegali-
dad de algunas drogas, muchos drogodependientes se ven obliga-
dos a delinquir para obtenerlas. Las medidas penales y/o peniten-
ciarias han demostrado ser un obstáculo para la incorporación
socialdelamayoríadelaspersonasconproblemasdedrogodependencias. La cárcel constituye la exclusión llevada has-
ta límites extremos. Hasta ahora, nuestras reivindicaciones han
ido encaminadas a conseguir que a aquellas personas que han
abandonado el consumo, o iniciado tratamiento de
desintoxicación, puedan aPlicarsele medidas atenuantes o alter-
nativas. sin embargo, áqué ocufre con aquellas personas que no
van a abandonar el consurno? icómo puede incorporarse una
persona a una sociedad de la que, hasta físicamente, se la ha se-
parado?
- Concienciar a las personas de nuestro entorno más inmediato,
para que asuman y apoyen nuestro trabajo y nuestras reivindicacio-
nes.
Pág.23
El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos- ' t )na visión desde e/ movimiento asociativo
Seminario 199-Seminario 1997
5.. LAS ASOCIACIONES COMO ESPACIO DE SOCIALIZACION
E INCORPORACIÓN SOCIAL
El trabajo diario con las personas que tienen problemas de
drogodependencias v la atención a sus neces¡dades y demandas de participa-
ción, han hecho que Comencemos a replantearnos Su implicación en nues-
asoc¡ación h
total y exclu:
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drogas.
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Conx
funcionar'-
imprescind
ción socla
posibles.
tras asociaciones, ,", la función de éstas como espacios posibilitadores de los
procesos de incorporación social'
Ennuestromovimientoasociativo,elgradoyformadeparticipaciónde
estas personas varía sustancialmente de unos casos a otros, en función de los
orígenes, características, objetivos y evolución de cada asociación'
EnmuchosCaSoS/laimplicacióndelosdrogodependientesenelfun-
cionamiento interno de nuestras asociaciones, o bien ni siquiera se ha plan-
teado, al no considerarse una cuestión prioritaria y necesaria, o bien se ha
obstaculizado. Ambas situaciones han estado relacionadas con las actitudes
personales,conscientesoinconscientes,dealgunosmiembrosdelaasocia-
ción, dominadas por los prejuicios sociales, la desconfianza, eltemor"' A ello
se ha sumado en ocasiones, un planteamiento que considera que la partici-
pación de los toxicómanos en las asociaciones no es terapéuticamente co-
rrecta, basándose en el esquema «profesional - paciente»'
Enelotroextremo,ydeformacasiexcepcional,losmiembrosdela
Pá9.24
Seminario-1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde el movimiento asociativo
asociación han considerado que el protagon¡smo de estas personas debe ser
total y exclusivo, dando lugar a asociaciones integradas únicamente por per-
sonas que han tenido o tienen problemas relacionados con el consumo de
drogas.
Entre esas dos realidades tan distantes, dentro de nuestro movimiento
asociativo, son aún muy pocos los casos en los que se ha venido trabajando o
se comienza a actuaq para favorecer la participación de las personas con
problemas de drogodependencias en las asociaciones.
Este proceso de reflexión acerca de la implicación de los afectados en
nuestras asociaciones, está estrechamente relacionado con Ia constatación
de la necesidad de cambiar nuestra forma de trabajar a nivel global.
Al margen de la situación en la que nos encontramos como asociación
en cuanto a la forma de trabajar, la experiencia del trabajo diario nos ha
hecho ser conscientes de que debemos actuar con estas personas desde una
actitud más flexible, que parte de la idea de potenciar, favorecer, facilitar,
ofertar, sugerir, acompañar..- en contraposición a todo lo que pueda ser vivi-
do por ellas como imposición, obligación--. Comenzamos a cuestionarnos
nuestro esquema tradicional de trabajo y a considerar que los usuarios deben
ser protagonistas activos de sus propios procesos de incorporación social.
Conseguir que esta nueva perspectiva se consolide y refleje en nuestro
funcionamiento interno y nuestro trabajo diario, es una tarea compleja, pero
imprescindible, para garantizar mínimamente que los procesos de incorpora-
ción social de estas personas, en su mayoría excluidas y marginadas, sean
posibles.
Pág.25
Seminario 199-
Seminario'1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos- t-
Unavisióndesdeel movimientoasociativo
5.1.. NUESTRO DEBATE
Enelmarcodeesteprocesodecambioyadecuación,quizásdebamos
empezar a pensar que/ aunque no es muy frecuente que las personas con
problemas de drogodependencias que llegan a nuestra asociación muestren
interés por implicarse en la vida de ésta, al tener otras necesidades inmedia-
tas que cubrir, no por ello debemos impedir o entorpecer su participación'
sino que es necesario que trabajemos para fomentarla'
EsimportantequeValoremoslaasociacióncomoUnespaciofunda-
mental de socialización e incorporación, \'a todos los que trabaiamos en ella
como elementos o agentes posibilitadores de dichos procesos'
Aúnteniendoasumidoloanterior,nosencontramosConeldesacuerdo
sobre el momento y las condiciones en que pueden participar los
drogodependientes en nuefras asociacions' que puede resumirse en dos
posturas:
-UnaqueCondicionalaparticipaciónalabandonodelassustancia/salcon-
siderar que un consumidor tiene gravemente disminuidas y alteradas sus ca-
pacidades(cognitivas,volitivas,conductuales"'''loqueleimpideasumircual-
qri", responsabilidad y puede afectar negativamente alfuncionamiento de la
asociación, perjudicando y entorpeciendo el trabajo'
-otraConsideraquelaparticipacióndelaspersonasConproblemasdedrogodependencias en nuestras asociaciones debe iavorecerse desde un pri-
mer momento, sin estar condicionada al abandono del consumo'
La crítica que hace ésta a la primera postura es doble:
Pá9.26
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5.2.. CUESI
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Seminario'1997 H prrxirro de incorporación scrcial: Ia incorporación a mínimoslJnavisión desde e/ movimiento asociativo
En primer lugar, demuestra que en algunos casos no Se ha supera-
do la visión parcial del fenómeno de las drogodependencias, caracteri-
zada por buscar sus causas en la proPia sustancia y establecer una co-
rrelación falsa entre abandono del consumo y resolución de proble-
mas o normalización.
En segundo lugar, cae en el error de exclu¡r y marSinar desde nues-
tras propias estructuras, reprduciendo la visión social dominante sobre
los drogodependientes, definida por la negaüvidad, la estigmatizacióny
la discriminación. Si realmente somos cofisc¡entes de nuestra función
transformadora y de concienciación, y trabaiamos para lograr una so-
ciedad más abierta, partic¡pativa e integradora, debemos empezar por
aplicar ese mismo esquema en nuesÚas asociaciones'
5.2.. CUESTIONES A TENER EN CUENTA
En cualquier caso, y en tanto llegamos a un punto de acuerdo, debe-
mos seguir trabajando sobre lo que nos une y, sobre todo, debemos tener
claras una serie de cuestiones básicas sobre las que es necesario empezar a
reflexionar y aYanzan
A menudo nos cuesta entender que una actitud cercana hacia las per-
sonas con las que trabajamos y una postura abierta a su implicación en el
trabajo de la asociación, son ¡nstrumentos importantes para que empiecen a
partic¡par en otros espacios de socialización y sentirse parte de su comunidad
y la sociedad en general.
Pá9,.27
El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos
lJnavisión desde e/ movimiento asociativo
Sem.inario t9:-Seminario '1997
Con el trabajo que realizamos en nuestras asociaciones estamos pres-
tando un servicio a la sociedad en general, y a los drogodependientes y sus
familiares en particular. Pero la asociación es también un espacio de aprendi-
zaje que está sirviendo para nuestro propio desarrollo personal' Este es un
hecho sobre el que hablamos y reflexionamos poco. pero cuando nos reuni-
mos en nuestra asociación; cuando nos coordinamos con otras; cuando nos
relacionamos con otras or8anizaciones. con Ia adnrinistración o los medios
cle comunicación; cuando organizamos canrpañas; cuando atendemos a las
personas que llegan a nuestra sede; cuando redactamos un documento; cuan-
do presentamos un provecto, solicitamos o justificamos una subvención, "'
estamos potencianclo nuestras habilidades sociales y desarrollando las facul-
tades necesarias para \irir V desenvolvernos en esta sociedad' Por ello, si
facilitamos y animamos a las personas con problemas de drogodependencias
a implicarse en el trabalo cotidiano de nuestras asociaciones, estamos abrién-
doles espacios cle socialización que necesitan más que nadie'
Quizásestecambiodeactitudnosplanteedudasytemoressobreelresultado de su participación y nos haga pensar que Ia eficacia de nuestro
trabajo puede reducirse o que podemos quedar en mal lugar ante otros' Pero,
debemos pensar que si no confiamos en sus posibilidades y en su proSreso
personal desde nuestras propias asociaciones, qué empresario, 9ué artesa-
no... va a confiar en ellos; o cómo nos puede extrañar luego que no les den
oportunidades, que no encuentren trabajo"'
Reconoceryvalorarlosaspectospositivosque/Comocualquierotra
persona/tienenlosdrogodopendientes,puedeSerunprimerpasoparades-
pejar algunas de nuestras dudas y temores acerca de su implicación en las
Pág.28
asocraclones.
mo de droga,
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nos en con:¿
Seminario '1997El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos
Una visión desde ei movimiento asociativo
asociaciones. Para ello es necesario que superemos la idea de que el consu-mo de drogas supone automáticamente Ia anulación total de las potenciali-dades de la persona. Tenemos que valorar Ia forma y grado de participaciónde estas personas en función de sus características personales, cualidades,
capacidades, gustos, intereses, disponibilidad,..., y no de su condición de
consum ido rl a de determ i nadas sustancias.
Y por otro lado, si entendemos que todas las personas que integran una
asociación deben estar comprometidas, es importante que permitamos a Ios
drogodependientes conocer e implicarse en nuestra organización, y partici-
par en la planificación y puesta en marcha de nuestras actividades. En ese
sentido, debemos entender Ia participación de cualquier persona en las aso-
ciaciones como un proceso escalonado, con distintos niveles.
Además, es importante que valoremos que desde nuestras asociaciones
podemos aportar a estas personas una visión más global, crítica y reivindicativa
del fenómeno de las drogodependencias, haciendo que abandonen el senti-
miento de culpabilidad que se les transmite.
Su implicación, como Ia de cualquier otra persona que tenga algo queaportar, puede ser también positiva para las propias asociaciones, la mejora
de su funcionamiento interno, el replanteamiento de su trabajo y, en definiti-va, para su crecimiento. Por poner algunos ejemplos, su participación puedeservirnos para conocer injusticias y alentar nuestra función crítica yreivindicativa (situación en las cárceles, comisarías...); enriquecer nuestros
debates y reflexiones con sus aportaciones en jornadas, seminarios...; poner-nos en contacto con otras personas de su entorno, en el que además pueden
Pá9. 29
Fl oroceso de incorporación social: laincorporación a mínimos
Unavisión desde el movimiento asociativo
Seminario ',:l-
Seminario 1997
iugar un papel activo como agentes de salud"'
Sinuestrafinalidadnoes«Curan)a«enfermos)),sinofavorecerqueeSaS
personasevolucionenySeanCapacesdedesenr,olr,erseensupropioentorno
yenlasociedadenseneral,debemospropiciar\,posibilitareldesarrollodesus capacidades y 6Jit¡auaus desde las propias asociaciones' como parte de
UnmarcoSoc¡almásamplio.Porque,desdeelmomentoenquereivindica-
mos y luchamos para lograr que estas personas puedan participar en otros
escenarios más amplios I se les permita desen'ol'erse plenamente en ellos,
estamos asumiendo la responsabilidad de empezar por hacerlo nosotros des-
de nuestras ProPias estructuras'
Esta reflexión, sin embargo, no debe ller,arnos aI ertremo de considerar
queestaspersonasestánmásobligadasqueelrestodelasociedadatrabajar
en una asociación. Lo importante eS que/ Si quieren participar, puedan hacer-
lo en igualdad de condiciones que cualquier otra persona' sin limitar sus po-
sibilidades.
Tampoco debemos caer en el extremo de pensar que el protagonismo
absoluto de la asociación debe descansar exclusivamente en los usuarios de
drogas, porque eso sería caer en la discriminación positiva y perpetuar las
condiciones de marginación y exclusión de estas personas' La experiencia
nos ha demostrado qr" las actitudes individualistas v las posiciones cerradas
y no participativas no Son positivas, ni permiten evolucionar. Para lograr la
consecución de nuestros objetivos es necesario que personas muy distintas'
quepartimosdeexperienciasmUydiferentes,trabajemosdeformacolectiva.
5.3.- A MOD
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en espacios r
estimuladore
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Pág.30
Seminario'1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUnavisión desde el movimiento asociativo
5.3.. A MODO DE SíNTESIS
Si realmente queremos lograr que nuestras asociaciones se conviertan
en espac¡os de incorporación social y nosotros, como miembros, en agentes
estimuladores de esos procesos de incorporación, es necesario que cambien
algunos elementos que definen y caracterizan nuestro funcionamiento inter-
no. En general, entre esos factores obstaculizadores, podemos destacar:
x Las trabas que ponemos para la participación de cualquier persona
en nuestra asociación. A menudo una actitud poco acogedora y de
desconfianza en sus posibilidades, ante quien llega, no estimula la
participación y crea desencanto.
* La pervivencia de actitudes paternalistas a la hora de trabajar con
las personas que no abandonan el consumo.
* La postura que adoptan algunos técnicos, basada en la idea de
prestar un servicio a quien llega, y no partiendo de una interacción.
* El abordaje de los consumos y las recaídas como fracasos y no
como parte de un proceso. Culpabilizar y hacer juicios de valor en-
torpece la participación de los drogodependientes.
* Las estructuras jerarq uizadas, no basadas en el consenso.
* La falta de estructuración y delimitación de las tareas y el papel que
cada uno podemos desempeñar en la asociación, lo que provoca
nuestro desconcierto ante Ia llegada de alguien con ganas de partici-
par y la confusión de quien lo demanda.
* Las dificultades para ofrecer algo que resulte atractivo a las perso-
nas con las que trabajamos, partiendo de sus centros de interés.
Pág. 31
Seminario 1997 El oroceso de incorporación social: la incorporación a mínimos
t Jna visión desde el movimiento asociativo
Ante todas esas trabas que entorpecen la incorporación de las personas
ConproblemasasociadosalConsumoabusivodedeterminadassustanciasen
nuestrasasociaciones/tenemosqueesforzarnosportrabajarunaSeriede
aspectosquepuedenservirdefacilitadores.Entreellospodemosseñalar:
*ofrecerleslaposibilidaddeConocereinlplicarseenlarealidadde
la asociación: nuestra estructura, filosoiía, progranlas, objetivos"'
Nadie se siente vinculado ni compronretido con nada si primero no
conoce Y está informado'
* No exigir a estas personas más que a las demás' \'a que pueden
cometer los mismos errores que cualquier otra'
*AceptarriesgosalahoradefomentarlaparticipacióndelosUSUa-
riosdedrogasennuestrasasociaciones,partiendosiempredelacon-
fianzaydeunaactitudpositiva,r,alorandorsiendoconscientesde
la Posibilidad de equivocarnos'
* Tratar de que las relaciones que se establecen dentro de la asocia-
ción estén basadas en el consenso \, la toma de decisiones conjun-
tas,posibilitandoquetodaslaspersonasqueparticipanenlaasocia-
ción se sientan Parte de ella'
Parafinalizar,Iaúltimacuestiónsobrelaquedebemosreflexionaresla
necesidad de hacer un esfuerzo y ser coherentes con lo que suscribimos
como movimiento asociativo, emprendiendo las acciones necesarias para con-
seguir que todo aquello que ratificamos en la teoría, se lleve a la práctica y se
haga realidad en nuestro trabajo cotidiano'
Pág. 32
ANEXO: I
ANEXO: FEDERAC¡ONES PROVINCIALES Y ASOCIACIONESFEDERADAS A ENERO DE 1999
Seminario'1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde e/ movimiento asociativo
FEDERACIONES
REDEINC/. lglesia, 2
11368 Estación de San Roque (CADIZ)
Tfno: 956 78 60 40 Fax: 956 41 22 48
¡\{ADItrlA[Cl.Lorerzo furreira, 16
'14006 Córdoba (cÓnooen)Tfno:957 27 5218
FADYSCtra. Jaén, 78 A 1s D
1 801 3 Cranada (GRANADA)
Tfno: 958 15 07 83 Fax:958 15 78 58
JAEN UNIDOSC/. del Doctor; 2 bajo. Esquina O. Tinte
Tfno: 953 65 63 24
FEMADC/. Empecinado, 2 Bl.1
29013 Málaga (MALAGA)Tfno. y Fax:952 25 30 03
LIBERACIÓNC/. José Bermejo, 3 (Local Social)
41 009 Sevilla (SEVILLA)
Tfno: 954 95 BB 08 Fax: 954 95 71 93
Pág. 3s
Seminario i 99-
Seminario'1997El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos
L)navtsión desde e/ movimiento asociativo
ASOCIAC'ONES
ANYDES
COMETAc/. Vicario, 1n
11401 -IEREZ
Tfno:956-31.
CONTICOc/. Real, 30 S,
11.600-UBRI(Tfno: 956-46.r
COORD. ABR
c/. lglesia, s n
1 1 368-ESTAC(Cádiz)
Tlfno. y Fax 6-
COORD. AG(Pza. Sta. Mar11.380-TARIF.Tfno: 956-66.
COORD. ALT
c/. lglesias, s .11.368.EST,\C(Cádiz)
Tfno: 956.61.
COORD. BAR
c/. San Antor''112O1-ALCEC
Tfno: 9 5 6. 61 .
COORD. BE\c/. Herrera .11370-LOS E
Tfno: 956-¡-
ALMERíA
ASOC. VIDA (C. Servicios Sociales)
c/. Rambla de las Cruces, 91
04770-ADRA (Almería)
Tfno: 950-40.13.09
AZAHAR CONTRA LA DROGA
c/. Estación. 23
ó+.ooo-H u ERCAL-ovERA (Almería)
Tfno: 950-47.O9'23
cAotz
ACATAvda. Virden del Carmen' 79
1 1 .2O2-ALCECI RAS (Cádiz I
Tfno: 956-65.31'08
C/. Dionisio Pérez' 3
11.500-PUERTO DE STA. MARIA
(Cádiz
Ttno:9¡b-b .+ '+Ó
A.P.A.T.c . San \lelandr-o -' n iP Local)
11 .510-PL ERTO RE\L tCádiz)
Tino: 956_8j.tr.1.01
Ánr,q DRoGADlccloN cARlrAS
C .Sar^ { ela''J': I11.;1 :' .PL !R.TO RE\L (CádiZ)
Tin,,': Yl:.- .- +
,ASOC. BUCEITE
:.S :--\ ?qria1 1 .J] - -S1\ P\BLO DE BUCEITE
Cza z
CádizTtno Y:¡.1 1., I
CAMARc . La Palma' 63
1 1 .510-PL ERTO REAL (Cádiz)
Tfno: 956--1:.27.74'
CAMINAPza. de Andalucía, 12 tPquia)
11 .35O-CASTELLAR DE LA FRA'(Cádiz)
Tfno: 956-69.30.30
A'F'A'A'T' c'"A'L' DESPIERTA
Áuáu. de la Música s/n(Antiguo ,\latade- p,.c,,,.:¿¡,,:in c \aguen
ro) 113-lu-l-\ Ll\E\ or m coNcEPcloN1 1 .1 30-cHtcLANA (Cádiz)
Tfno: 956.53.00.17
A.L.A.T.c/. Pio Baroja, 10
11.520-ROTA (Cádiz)
Tfno. Y Fax 956.81 '43'11
A.N.D.A.D.Á"au. de las Americas, 27 Bda' EI-I9i1l
r lioo-PurRTo DE sra MARIA (Cádiz)
Tfno: 956-85.1 9.56
Pá9.36
Seminario 1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde e/ movimiento asociativo
COMETAcl.Yicario,16114)1-JEREZ DE LA FRA. (Cádiz)
Tfno: 956-32.13.O0
CONTIGOc/. Real, 30 (Salones de la Pquia)
1 1 .600-UBRIQU E (Cádiz)
Tfno: 956-46.02.88
COORD. ABRILc/. lglesia, s/n
1 1 368-ESTACTON SAN ROQUE(Cádiz)
Tlfno. y Fax 61 .22.48
COORD. AGOSTOPza. Sta. María, s/n
11.380-TARIFA (Cádiz)
Tfno: 956-68.15.70
COORD. ALTERNATIVASc/. lglesias, s/n
11.368-ESTACTON DE SAN ROQUE(Cádiz)
Tfno: 956.61.22.48
COORD. BARRIO VIVOc/. San Antonio Edif. La Escuela
1 1 201-ALCECI RAS (Cádiz)
Tfno: 956.63.35.82
COORD. BEN.HARASc/. Herreria, s/n
1 1370-LOS BARRIOS (Cádiz)Tfno: 956-62.27.77
COORD. NUEVA LUZcl. Carcía Cutierrez, 1 3o
1 1 1 30-CH ICLANA (Cádiz)Tfno: 956-53.54.67
COORD. RENACERc/. Vicario, 1 6 1a Plta.114O1-Jerez de la Fra. (Cádiz)Tfno: 956-33.56.86
FONTANARc/ Olivo s/ne (Antiguo ConsultorioMédico)11640-BORNOS (Cádiz)
Tfno: 956-72.8O.25
G.R. TA MURAL¡Ac/. MIla de Rota, 2
115OO-PTO. DE STA. MARIA (Cádiz)
GRUPO VIDAc/. Rosario. 4'l Ja A1 1 1 OO-SAN FERNANDO (Cádiz)Tfno: 956-88.82.9B
HOZGARCANTALlano de la Mctoria (Pquia)
11330-JIMENA DE LA FRA. (Cádiz)
Ii{YPROSc/. Pintor Zuloaga,6 Bjo. Dch.11010-CADIZ (Cádiz)fÍno:956-26.43.52
LA COMUNIDADc/. Crucero Baleares s/n11160-BARBATE (Cádiz)
Tfno: 956-43.30.56
Pág.37
Seminario i9:-Seminario '1997 El oroceso de incorporacíón social: la incorporación a mínimos
-' r' " --- una visión desde el movimiento asociativo
NUEVO DIAc/. Canalejas, Excmo. AYto'
1 1 .6BO_AúCODONALES (Cádiz)
Tfno: 956-53.74.2O
PROSALUDc/. Vicario, 16
11.4O1-JEREZ DE LA FRA' (Cádiz)
SILOEBda. San Télmo, Bq29 L'S' (Pquía S' Pa-
blo)11.407-JEREZ (Cádiz)
Tfno: 956'1 4.14.04
TESORILLOcl. Larga,37 (Pquia)
11.34ó-s. M. DEL TESORILLo tCádizr
cÓnoosn
A.S.A.D.Avda. de la Estación, 54 2e- 2 D
1 4.500-PUENTE CENIL (Córdoba)
Tfno: 957 -60.60'00
ABADROCentro Social San Pedro
1 4.850-BAENA (Córdoba)
Tfno: 957 .67 .18'81
AMICO DEL HOMBRE
c/ Sol, 16
1 4.2óO-PEÑARROYA-PU EB LON U EVO
(Córdoba)Tfno: 957.5 6.29.83 Fax 556'25'52
APERFOSAPza. de Lahore, 1
1 4.002-CÓRDOBA (Córdoba)
f fno: 957 .43.07 .O2 Fax957-26'11'72
ARCO IRIS
c/. Torre de San Nicolas, 6 Bjo'
1 4.080-CORDOBA (Córdoba)
Tino: 95 --1,.68.-+7 Fax47'62'22
ARIADNAc . Buen Pastor, 12
1 -+.003-CORDOBA (Córdoba)
ASTOVAPAvda. de Cardeña, s/n,1 4.440-VILLANUEVA DE CORDOBA
(Córdoba)
Tfno:957-15.94.O7
DOLMENc/. Carlota, s/n
1 4.7 3O-POSADAS (Córdoba)
EL BUEN SAMARITANO
c/. Hnas. Moreno Pozuelo, 5 Bajo
1 44OO-P OZO B LAN CO (Córdoba)
f{no: 957 .13.1 2.25 Fax: 1 3'02'31
GUADALQUIVIRPza. de Andalucía , 1
14.700-PALMA DEL RIO (Córdoba)
Tfno. Ayto. 957 -64.49.5
NUEVA VIDAc/. Santiago, 29
1 4.900-LUCENA (Córdoba)
QUIERO VMIPta. Carcía Li'14.6s0-BUl\L-f fno 957 -11 . -
(
AD-HOCcl. Cruz Verde1B.BOO-BAZ\Tfno: 958-70.1
ALHAMA PORc/ Magistrado E
Polivalente18.120-ALH A,',
Tfno: 958.3:. -
APAT «ANTICIArcos de lnge-18.690-AL\1L '
Tfno: 958.63.-
APREX
Sacristía de S.
18.010-cR\\Tfno: 958.20.6
ASOC. MOTRIBarranco de i¿
18.600-MOTRTfno: 95B.Bl.:
AVALONci. Varela, L18.009-CRj,\Tfno:958.1' -
Pá9.38
Seminario'1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUnavisión desde e/ movimiento asociativo
QUTERO VtVtRPta. Carcía Lórca,161 4.6s0-B UJALANCE (Córdoba)Tfno: 957 -17.00.80
GRANADA
AD.HOCcl. Cruz Verde, 17 (H. de Santiago)18.800-BAZA (Cranada)Tfno: 958-70.12.67
ATHAMA POR LA VIDAc/ Magistrado Fco. Morales Edific.Polivalente1 8.1 2O-ALHAMA (Cranada)Tfno: 958.35.06.16
APAT «ANTICUA SEXI»Arcos de Ingenio, 11
1 8.690-ALMUÑECAR (Cranada)Tfno: 958.63.44.03
APREXSacristía de S. Ildefonso, s/n1 8.01 0-CRANADA (Cranada)Tfno: 958.20.61.53
ASOC. MOTRITEÑABarranco de la Higuera, 11
1 8.600-MOTRI L (Cranada)Tfno: 958.82.42.99
AVALONcl.Varela,201 8.009-CRANADA (Cranada)Tfno: 958.21.02.00
FTOR ENTRE ESPINASCarrera de San Agustin, 16 -3418.300-LOJA (Cranada)Tfno: 958.32.4O.14
HOCAR LOS 20Ctra. Jaén 78- Ed. Sacromonte A-1e D1 8.01 3-CRANADA (Cranada)Tfno: 958-15.07.83
NUEVA ¡LUSIONc/. Cañaveral s/n (Antiguas instalacionesCanal 7 IV)1 8.500-CUADIX (Cranada)Tfno: 958-66.03.13
HUELVA
AMANECERd. D. Bosco ns 11
21 .OO2-HUE LVA (H uelva)Tfno: 959.2 4.35.47
APRET
c/. Alcantarilla, 621 .7 3O-ALMONTE (H uelva)Tfno: 959-40.75.75
ASOC. OLETENSE GIBMLEÓNc/. Camino lsla, s/n2 1 .500-Cl BRALEÓN (Huelva)
ASPREATOc/. Santa Clara, 321 .4OO-AY AMONTE ( H uelva)Tfno: 959-47.06.57
Pá9. 39
El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos- t
Unavisión desde e/ movimiento asociat¡vo
Seminario i 9vSeminario 1997
C.E.T.A.F. - ESTUARIO
P de lndependencia, 17 Entreplanta A
2 1 .002-H U ELVA (H uelva)
Tfno: 959-24.59.03
DULCE DESPERTAR
c/. San Bartolomé, 5
21 7 2O-ROCIANA DEL CON DADO
(Huelva)
Fax Ayto. 41.60.29
EN CAMINOC/. Felix Osorno, 4
21 890-MANZAN I LLA (H uelva)
Tfno: Secretaria Maruja 95941'51'1 B
ESPERANZAAvda. 2B de Febrero, 165
21 7 1 O-BOLLU LLOS DEL CON D {DO(Huelva)
Tfno: 959-41 .03.00 Fax Arto''+1'1 3'91
LIBERTADAvda 28 de Febrero, 165
21 7 1 O-BOLLU LLOS DEL CON DADO
(Huelva)
RESURRECCIONUrb. 20 de MaYo Bl.7 P a Bjo'
21 .1 00-PUNTA UMBRIA (Huelva)
Tfno: 959-315678 Fax 31 '19'50
TÚ MISMOc/. San Agustin, s/n
21 .410-t§ALA CRtSTINA (Huelva)
959-33.21.89
JAEN
A.F.A.D.c/. Ronda Alcalde Carcía Segovia, L'
Comercial 12 r' 13
23009-JAEN iJaén
Tfno: 953-2. .-+1.16
ALISci. Del Doctor 2 bajo. Esquina c/'
Tinte, 10
23;00-Ll\\RES Jaén'Tfno: 953-65.63.1+
ANDU.IAR COI,ITRA lA DROGA
\rda. de \-erica s n rCentro Social)
13-:r-'-11PLJ\R Jaén)
T;nc: 9ll.:.1 -r931
BAILE\ LIBR.E
c. .i-a: Sa ;ecio Cuillén, i413.-1¡-E\lLE\ Jaén)
LUZ ALBORADAc " \.-,:'d,:'lar. 1
l3.56rr-HL EL\t{ {Jaén)
POR, L\ VIDAc Huerta lita, 12 (Centro Social)
2 3 3 20-TORREPEROJ lL (Jaén)
Tino: 953.-:'83.14 (M aV 1B - 20 h)
ruÁHCn
A.C.P.
c/. Betsaida ' L. 29
29006-MALACA (Málaga)
Tfno: 952.3 4.52.01
A¡Dc/.Andalucía29009-MAL\Tfno: 952.60.
ALTERNATIVI./. Mu Josefa I
29.640-FU E\Tfno: 952.46.
APRENDIENTPza. de la Ho'29.77]fORR
ARPOMcl.Fauno,2 i
29.010-M.\L-:Tfno: 952.3 -
Asoc. Benef. r
Urb. La Pate'.C/. Juanar r -29.600-\r{R:Tfno:951-¡-c.T. 952.-- a
CAM¡NO P,AI
c/. Jose ,\1a PE
29.100-CO[\Tfno: 952--{5.
HORIZONTEc/. Calveston29600-MARBTfno: 952.--.
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Seminario '1997El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos
Unavisión desde el movim¡ento asociativo
AIDc/.Andalucía, 9 Bajo bis.29009-MALACA (Málaga)
Tfno: 952.6O.24.5O v Fax 30.05.00
ALTERNATIVA 2cl. Ma Josefa Larracea,229.640-FUENC I ROLA (Málaga)
ffno: 952.46.37 .17
APRENDIENDO A VIVIRPza. de la Hoya, 1029.7 7):IORROX (Málaga)
ARPOMc/.Fauno, 2 ( Bda. la Corta )
29.01 0-MALACA (Málaga)
Tfno: 952.30.16.68
Asoc. Benef. CAMINOUrb. La Patera. Edif. España.Cl. )uanar sln29.600-MARBELLA (Málaga)Tfno: 952-82.71 .93 ll 908.31.16.31c.T. 952.77.44.65
CAMINO PARA RENACERc/. Jose Ma Peman, Local 429.100-COIN (Málaga)
Tfno:952-45.33.65
HORIZONTEc/. Calveston, 5
29600-MARB ELLA (Málaga)
Tfno: 952.77 .53.53
JOMADcl.,\ltozano,l y 229013-MALACA (Málaga)Tfno: 952.65.02.91 C.T. 11 .06.27
NUEVO CAMINARcl Carrera, 8229.300-ARCH I DONA (Málaga)
SEVILTA
ACATCtra. Bética, Pab. S.J. Bosco41300-5. J. DE LA RINCONADA (Sevi,lla)Tfno: 954 -79.08.96
ACATIMc/. Venancio, 3
41 i 4O-VILLAFRANCO DEL CUADAL-QUIVIR (Sevilla)
ffno: 954-77.7O.20
ADROCANc/. Convento Bajo, 1541 320-CANTI LLANA (Sevilla)
Tfno: 955-73.11 .08 Fax 573.O4.56
AFACESc/. San Juan de Dios, 2141 .005-Sevilla (Sevilla)
Tfno: 954-9 2.53.7 6177 Fax 466.00.02
AFATcl. Pilar Salas, 1
411OO-CORIA DEL RIO (Sevilla)rfno: 954-77 .35.O2 ll 421 .1 4.63
Pág. 41
EI proceso de incorporación social: la incorporación a mínimos' Unavisión desde e/ movimiento asociativo
Seminario 1997Seminario 1997
ALBORADAc/. Alto de Plaza de Abastos (Pza.
Belén)41 .840-Pl LAS (Sevilla)
ffno:954-75.04.64
ALBOREARPquía. San Pio X (Las Letanias)
41 .01 3-SEVILLA (Sevilla)
Tfno: 954-61.75.41
ALPREDc/. San Francisco, 1
41 .7 O-LEBRUA (Sevilla)
Tfno: 955-97.20.53
ALTERNATIVA IOVENCentro Cívico «EntreParq ues>
41 .008-SEVI LLA (Sevilla)
Tfno: 497.50.01 Ext.24
AMATc/. Baleares, 1
41.3s0-V DEL RIO Y MINAS (Sevilla)
TÍno:954-74.81 .49
APREDATc/. Sinceridad,2l41 .006-SEVI LLA (Sevilla)
ffno:467.32.36
Asoc. MORISCAcl. Pza. de la Trinidad s/n
41.540-LA PUEBLA DE CAZALLA(Sevilla)
Tfno: 954.84.78.64
Pá9.42
ASPADPza. Sánchez Mejías, -115
41 .007-SEVI LLA (Sevi lla)
Tfno: 954-67.29.OO
AVATc/ Juan Bautista, 1 1
41.i2}-ELVISO DEL ALCOR (Sevilla)
Tfno: 955-94.63.90
BROTES
Pza. Juan XXlll. Pqui. Ntra. Sra. Anun-
ciación41 .006-5EVI LLA (Sevilla)
Tno: 954-63.74.96 fax 463.20.80
COTECTIVO LA CALLE
c/. Bécquer, 43 A Local
4'l .002-SEVI LLA (Sevilla)
Tfno: 954-9O.28.25
DESAL
c/. Candelillas, 6
41 .006-SEVI LLA (Sevilla)
Tfno: 954-92.29.91
EL TARA,IAL
cf .Yeracruz, 4 (L.Caritas)
41 .600-ARAHAL (Sevilla)
Tfno: 584.05.18. Fax 48406-62
EL ALBAc/. Echegaray, B
41 .21 0-CUILLENA (Sevilla)
Tfno: 955-78.47.19
ELICE lA VIDc/. ManuelA¡41.010-SEVILTfno:434.2O(
ES EL CAMINc/ Maestro Ro
41.804-OLIV/Tfno: 571.91.
GIBALBINAvda de jerez
41.749-ELCLTfno: 95-597.
LA SEMILI-AC/. Lobato,4s41.530-MOR|Tfno: 585-25-La Molineta 5'
IA MURA¡.IAC/. San Sebd41.42GFUEN(Sevilla)
Tfno:483-81-.
t¡MAMc/. Laguna,4041 .014-SEVtLtTfno: 469.30.(Fax 469.30.00
NUEVA VIDAc/.Miguel Hen41.230 -CAsT
Seminario '1997 El proceso de incorporación social: la incorporación a mínimosUna visión desde e/ movimiento asociativo
EI¡CE IA VIDAc/. Manuel Arellano, 1641 .01 0-SEVILLA (Sevilla)
Tfno:434.2OO2
ES EL CAMINOc/ Maestro Rodrigo, 3941 .804-OLIVARES (Sevi lla)Tfno: 571 .91 .44 fax 411.02.03
GIBALBINAvda de )erez,6241 .7 49-EL CUERVO (Sevilla)
Tfno: 95-597.93.00
LA SEMITLAC/. Lobato, 4o41.530-MORON DE LA FRA. (Sevilla)Tfno: 585.25.20 Fax 585.00.25La Molineta 595.70.06
IA MURALIAC/. San Sebastián, 11
41 .42O.FUENTES DE ANDALUCIA(Sevilla)
Tfno: 483.81.40
L¡MAMcl. Laguna, 4041 .01 4-SEVI LLA (Sevilla)
Tfno: 469.30.00 - 468.01.0'lFax 469.30.00
NUEVA VIDAc/.Miguel Hernández, 4041 .230 -CASTI LB LANCO (Sevilla)
NUEVO FUTUROcl. Boquerín,2341 .01 5-SEVI LLA (Sevilla)Tfno: 490.6 5.37 fax 490.30.87
POVEDAc/. Montecarmelo, 10 1e A41 .O1 1 -SEVI LLA (Sevi lla)Tfno: 954.28.20.30 I 427 .83.42Comunidad 574.63.31 fax 428.20.3O
ROMPE TUS CADENASd. V de Lourdes, 6941 .006-SEVI LLA (Sevilla)Tfno: 954.63.97.32
S¡IDAVIAd. Utrera s/n Uuan a las Naves delSENPA)
41.730-LAS CABEZAS DE SAN JUAN(Sevilla)
Tfno: 955.87.07.14
SOMBRA Y LUZc/. Cristo del Confalon, 19 Local41.400-ECUA (Sevilla)
Tfno: 955.9O.23.04 fax 590.23.84
VIDAc/. Ramón y Ca)al ,1341 .41 }-CARMONA (Sevilla)
Tfno: 954.14.05.47
VOLVER A I.A VIDAcl.Carcía de Leaniz, s/n41 .860-CERENA (Sevilla)
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