con heidegger sobre nietzsche
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MARIO BLACUTT
MENDOZA .
CON
HEIDEGGER
SOBRE
NIETZSCHE
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Los derechos de autor de las versiones impresa y digital
de esta obra estn reservados y debida mente protegidos
por Ley.
Cualquier cita de una parte de este libro, deber , necesa-
riamente, incluir la fuente.
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EL HOMBRE SUPERIOR
Declaracin inicial:
Antes de que advenga el ente que quiere ejercer la V o-
luntad de Poder, ms all de simplemente existir, es i m-
perativo que sea El Ser de la Volu ntad, para entonces devenir en el ente que detenta La Voluntad de Poder
Nietzsche, hasta nosotros llega la airada voz de tu Zar a-
tustra, dirigindose a los Hombres Superiores:
el mercado nadie cree en hombres superiores. Y si qu e-ris hablar all, bien! Pero la plebe dir parpadeando
Por lo visto, tu hombre superior se considera superior con
relacin a los harapos de los ms humildes
No en comparacin con los hombres libres del hambre
Por otra parte, id entificas muy bien a los ambiguos, aunque
los confundes con los humil des; al respecto dices:
Hoy las gentes pequeas se han convertido en los seores: predican resignacin y modestia y cordura y laboriosidad y el largo etctera de las pequeas virtudes.
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los que tienen la
astucia como virtud y l a doble moral como su prctica
Predican resignacin y laboriosidad, pero no como compor -
tamiento propio sino como una imposicin a los dbiles
Dicen lo que no hacen; no dicen lo que hacen
Para m no sufrs an bastante! Pues sufrs por vosotros, no habis sufrido an por el hombre .
Pero los humildes, los pobres, a los que t desprecias tanto,
sufren de pobreza y de hambre
Los que producen no comen; los que comen no producen
La pobreza y el hambre es el dueto fatdico convertido en el
gran dolor colectivo , el ms penoso de todos los dolores
Qu clase de hombre superior es el que desea rodearse de
mendigos para ser admirado por ellos?
Eso es un despropsito absurdo
No queris nada por encima de vuestra capacidad: hay una falsedad perversa en quienes quieren por encima de su capacidad. Especialmente cuando quieren cosas grandes! Pues despiertan desconfianza contra las cosas grandes, esos refinados falsarios y comedia ntes
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Quiere decir esto que los dbiles y enfermos no deben
encarar la tarea de rebelarse?
La plebe no sabe lo que es grande, ni lo que es pequeo; no distingue lo que es recto y honesto: ella es inocent e-mente tor cida, ella miente siempre !
Pero hay algo que es francamente contradictorio
desprecian a los indgenas
Los desprecian por ello, a pesar de que esos indgenas pro-
men
Tendremos un encuentro para hablar sobre este asunto,
cuando lleguemos al tema sobre la Alienacin del Ser
e-
rior no es autosuficiente
Es decir, su existir depende , precisamente, de su antpoda
social: del que produ sume
Qu clase de hombre superior depende de su enemigo?
Por el otro lado, el hombre que produce, en este caso, los
indgenas y mestizos de mi pas, son autosuficientes
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No necesitan de nadie para subsistir
Se despreci a al que produce lo que comes?
Se llama Superior al parsito?
La diferencia est en que los hombres superiores son hombres valientes! Hombres de corazn abierto
Al preguntarme, te pregunto:
En quin debera confiar tu Hombre Superior, dado que
no quiere rivales, slo mendigos ?
Guardaos tambin de los doctos! Os odian: pues ellos son estriles! Tienen ojos fros y secos, ante ellos todo pjaro yace desplumado.
As, tu Hombre Superior estar solo
Le ser difcil identificar en quin debe confiar
Estar solo frente a los precipicios , sepulturas que l cava
en su peregrinaje en pos de grandeza
Confiar en el hombre que tiene valor Cmo se reconoce a un hombre que tiene valor? pues hay
varias maneras de demostrar que se tiene valor
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Sin embargo, esa capacidad no est a la vista
Tiene valor el que ve el abismo, pero con ojos de guila, el que aferra el abismo con garras de guila: se tiene valor
Si el hombre superior se aferra al abismo con garras de
guila, entonces Dnde est su ser diferenciado?
Porque es necesario aceptar que t odo el que est en pel i-
gro de caer al precipicio se aferra a lo que puede
Lo hacen con manos, dedos, uas y dientes
Quienes meditan en la senda del Zen, dicen que el que est
por caer al abismo mira la rama de la que se aferra
Mira la rama, no slo como su eslabn entre la vida y la
muerte, sino que la contempla con embeleso
No sera ese meditador un gran hombre s uperior?
Tu Hombre Superior parasita viviendo y viv e parasitan do
Har cualquier cosa, menos trabajar
Tu hombre superior es un samuri: mata para su amo o ma-
ta para robar; en lenguaje actual, es un mercenario
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Es el que vive gracias al filo de su katana
que existe en la actualidad, no
va a las guerras : las hace, para que otros comba tan por l
ste sera un ejemplar muy parecido a tu hombre superior
No tienen ni derecho ni fuerza de exigir su egosmo! Es vuestro egosmo, creadores! Ellos se jactan de no me n-tir, pero la incapacidad para la mentira no es ya, ni de lejos, amor a la verdad. Estad en guardia! Quien no puede mentir no sabe qu es la verdad.
Cada vez Me asombra ms tu capacidad de asombrar
Esa facultad tuya n o parece tener fin
La incapacidad para la mentira no es ya, amor a la ve r-
dad? Quin no puede mentir , no sabe qu es la verdad?
Pero estas afirmaciones guardan una distancia prudente
con la moralina del cura , para quin el hombre es malvado
Han sentenciado que ha nacido con la maldad entre pecho
y espalda y deben llevar esa cruz por toda su vida
r-me, los ms sabios. Ay, si eso fuero hoy verdad! Pues el mal es la mejor fuerza del hombre. Esto no est dicho,
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sin embargo, para orejas largas. No toda palabra co n-viene tampoco a todo hocico. Estas son cosas delicadas y remotas: hacia ellas no deben alargarse las pezuas de las ovejas! Y all donde estn los vicios de vue stros padres no debis querer pasar por santos! Qu es lo ms daoso que cualquier otro vicio? La compasin con los dbiles
En eso estamos de acuerdo; l a compasin es una red que
atrapa al hombre y lo vuelve ms dbil de lo q ue ya es
Yo no compadezco a los dbiles, ms bien quiero volverlos
fuertes, as puedan defenderse de tu hombre superior
Pero ya no en las condiciones actuales, sino en el encuentro
de voluntades de igual a igual
De este modo, Nietzsche, tengo una idea formada sobre tu hombre superior
Describe a los miembros de la Cofrada del Parasitismo ,
repre sentada por los qu
Cualquier cosa que eso signifique
Para e llos no hay ni espada ni sable
Slo el cuchillo de c ocina, el de los carniceros .
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En el presente, empresario de
las grandes corpor aciones transnacionales
Pues en nuestra poca no hay guerreros que escojan
enemigos privados
Ms bien, hay sabandijas que crean guerras para bene -
f iciarse de la venta de arma s a los dos lados combatientes
No van a las guerras, ms bien envan jvenes para morir
de la tasa de ganancia del gran empresario
O para dejar la vida en defensa del Poltico, los mximos
representantes ac tuales
Pero tu Zaratustra es un reproductor de generalidades y
de singulari dades por igual
Por ello, nunca ha pensado que entre los extremos siempre
hay un trmino medio, un Tercero Incluido
Un espacio que la mente reconoce como una dimensin que
exime las de los extremos
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LA INTERPRETACIN
METAFRICA DE LA HISTORIA
Respetado Nietzsche, coincido contigo, lo que es un priv i-
legio para m, en algo que crees de gran comedimiento
En la percepcin de que la historia debe ser interpretada
metafricamente, que no hay otro modo de convocar la
Los esfuerzos de conocer la Verdad, como si sta fuera purificada, descomprometida de todo inters humano, es ajena a toda Voluntad de Poder. La Historia debe s er interpretada; s i la Voluntad de Poder es voluntad de ms poder, la interpretacin permite el dominio sobre las cosas.
Creo, al igual que t, que la bsqueda de una Verdad obj e-
tiva, ajena a la interpretacin, es para hombres sin alma
En cuanto a m se refiere, afirmo que la interpretacin de
la Historia est fijada en nuestro ADN histrico
Que esa forma de ver la historia es parte de nuestro
cuerpo colectivo y de las acciones que lo distin guen
La verdad
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por medio del lenguaje y, con ello, la idea de descubrir un contexto nico para todas las vidas humanas.
Postulo que la Interpretacin de la Historia es un conjunto
de reflejos tico -estticos de grupos diferenciados
Conjunto similar al que usamos para interpretar las obras
de arte, la literatura, la filoso fa y la msica
El siguiente es un ejemplo de interpretar metafricame n-
te la relacin Razn -Intuicin en el acto de conocer
El Poema tiene facultades cognitivas que pretendemos i g-
norar, en beneficio de la razn pura
De qu alejamientos est hecha mi conciencia?
Busco el nexo de las figuras apartadas
para encontrar la metfora precisa en cada momento
Trae, trae pensamiento
la imagen urgente que postule mi Yo
Vuela, vuela imaginacin
hacia la curva indmita
y treme un pedazo de misterio
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Que sea insondable a la razn
para ser asequible a la intuicin certera
Mi razn aleja las cosas de mi conciencia
Mi intuicin las integra
En el rincn ms oscuro del alma
un pozo de luz amasa la tiniebla
En sntesis: la interpretacin metafrica, en el sentido h o-
rizontal de la palabra
La interpretacin metafrica demanda algo extra:
Un lenguaje no racional izado que nos permita el intento de
expresar lo que nos representamos.
La capacidad artstica del hombre, en su afn de conf i-gurar el mundo existente, lo hace tan irregular, tan i n-consecuente, tan inconexo, tan encantador y tan ete r-namente nuevo, como lo es el mundo de los sueos.
EL LENGUAJE
Fuiste un gran fillogo, por lo que no intentar la aventura
de evaluar tus conclusiones ; quiz pueda complementarlas
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Dices que la naturaleza del lenguaje es esencialmente si m-
blica o metafrica, lo que me satisface eufricamente
Patino sobre la misma capa de hielo que cubre el agua o n-
dulante de los conceptos
Escucho tu alegato, lo hago con gran inters:
No existe una realidad -fundamento anterior al lenguaje que sirva de cr iterio de verdad para distinguir un le n-guaje literal de otro imaginario. El hombre es un cre a-dor de ficciones, metforas e interpretaciones. La realidad es una construccin potica, un simulacro, y nuestras interpretaciones son un arreglo del mundo de acuerdo con nuestros particulares intereses vitales. Somos animales de ficciones, y conocer es trabajar con la metfora favorita de uno, porque, la construccin de metforas es el instinto fundamental del hombre. Con s-truimos nuestras narraciones a la vez que i nventamos una vida.
La invencin metafrica de la vida, como dices, y la forma
que ese invento toma, sera propia de los grupos humanos
Lo sera, acorde con sus tradiciones y culturas; pero, s o-
bre todo, acorde con la ideologa que prima en el grupo
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La verdad proviene de la imaginacin, en ningn caso de e-
cesarias, metforas convenidas, tiles, que se han i m-puesto: la causalidad, voluntad libre, leyes naturales,
reguladoras, creencias tiles, mas no verdaderas.
Cada interpretacin de la Historia es una expresin po n-
derada de alguna ideologa grupal o individual
De ah, la deforma cin de la percepcin lograda
La interpretacin metafrica de la historia no viene desde
algn vergel de cadencias rtmicas
Ms bien lo hace desde inmensos conglomerados que hier-
ven en el escenario en el que se desenvuelve
Deforman as la percepcin, al igual que lo hacen los sent i-
dos; t raigamos la sombra de un ejemplo
Tomemos a un personaje pintoresco, Tartarn de Tarascn
del novelista francs, Alp honse Daudet
Suea con frica ; estar en un safari para cazar leones
De sbito, por algn desequilibrio en el cerebro, el deseo
de ir al frica se convierte en una realidad
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Desde ese momento ya no suea con ir al fric a, l ya ha
ido a cazar leones
Cuanto relata a sus amigos los pormenores de su proeza,
no dice la verdad, pero tampoco mien te
Tal sera la idea -ncleo de tu teora acerca de la interpr e-
tacin de la Historia; la ma tambin.
El Smbolo
El Smbolo es inigualable, para connotar la interpretacin
metafrica de todo lo que se quiere expresar. El Smbolo,
t lo sabes ms que yo, es la representacin del Todo o de
las partes de un todo, con algo que nada tiene que ver, en
apariencia, con lo que representa. Su significado es de
dominio colectivo. Postulo que un ro, por ejemplo, es el
smbolo de s mismo. Los sentidos y la razn no pueden
captar el ro en toda su riqueza singular ni en toda su int e-
gralidad. No pueden captar la, por ejemplo, en el movimie n-
to de los tomos y de las partculas elementales que co n-
forman la masa de sus aguas, ni en el movimiento de todas
y cada una de las ondas que disea en su recorrido, las que
siempre son diferentes. Ese movimiento no puede ser
aprehendido sino parcialmente; por eso, cuando percibimos
al ro, nuestra percepcin es, en este caso, la percepcin
cambiante, el ro, siendo un Todo, es tambin p arte . Por
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otro lado, el Smbolo es un constitutivo del Arte en todas sus manifestaciones, tales como la pintura, la danza, la e s-
cultura, la msica y el poema, en verso o en prosa. Por todo
lo que sostienes en este punto, asumo que tu opinin y la
ma se complementan entre s.
La Vivencia
Recibo con delicado, pero intenso placer , tu represent a-
cin sobre el proceso de conocimiento.
m-establece, en inters
a-
completo.
Haciendo rima con tu concepto, postulo que el ser humano
tiene una sensacin-representacin para modelar esa n-
Vivencia.
Tenemos la vivencia de los smbolos que percibimos o nos
representamos, y de las metforas por las que conocemos
el mundo y la historia. El Smbolo es propio de todo lo que
se relaciona con el hombre y es el que causa nue stra V i-
vencia. Afirmo que conocemos lo objetivo y lo subjetivo
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vuelto objetivo, por medio de las vivencias que nos traen
los smbolos y las metforas.
Lo que llamamos percepciones est condicionado por las interpretaciones; nunca hay un mero funcionamiento del aparato perceptivo humano, sino que ste opera a lo largo de un sistema de interpretaciones.
Otro gran acierto que me apresuro a tomarlo como un gran
disparo conceptual.
En la percepcin tradicional, se considera al Smbolo como
la re presentacin de algo diferente a lo que lo representa.
Pero eso no quita que tambin sea el elemento constitutivo
de la metfora, el medio por el que se concreta la expr e-
sin de la Relacin Interactiva de las partes con el Todo. Esto es posible por la rela tividad del Todo y de la Parte , donde el Todo es parte y la parte es el Todo. Lo que es el Todo con respecto a sus partes, ser tambin
parte constitutiva de un Todo mayor, el que, a su vez, ser
i-
bimos est en constante proceso de cambio, las percepci o-
nes de cada parte del Todo , son infinitas.
El Todo no es susceptible de ser percibido por la mente, debido a la constante mutacin de sus partes. Slo queda
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la Vivencia de la parte que percibimos, tal como queda de-
finida.
La Metfora
La construccin de metforas es el instinto fundamental
, es llevado, incluso en el dominio de la teora del conocimiento, a falsas construcciones. El relato histrico no es idntico al relato narrativo, pues mentir ha dejado de ser algo
a-cin consciente de la realidad que se encuentra en el m i-to, el arte, la
igura
retrica que consiste en identificar un trmino real con
uno imaginario entre los cuales existe una relacin de s e-
a-
bras, y siendo ca da palabra un smbolo, llegamos a la con-
clusin de que el lenguaje es una sucesin de metforas.
La manera cmo metaforizamos la historia es una de las
lneas que dividen a las culturas. Sin embargo debo despl e-
gar en el tapete una de mis mejores cartas: lo que consi-
deramos una metfora cognitiva desva nicamente la pe r-
cepcin, no la realidad existente fuera de la conciencia. La
realidad, cuando cambiada por el hombre, slo se debe a la
accin constructiva o destructiva ejercida por l direct a-
mente en lo ob jetivo -subjetivo.
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No hay sujeto -objeto, como agentes separados de la a c-
cin, ni la accin separada de aquello que la produce.
La separacin artificial que los filsofos han hecho entre
un supuesto sujeto -activo -que-conoce, por una parte, y un
objeto -pasivo-que-es-conocido, por la otra, ha hecho m u-
cho mal a la teora del cono -cimiento. De ah que mi sable
de esgrima conceptual no cruza aceros con la tuya, pes
ambos postulamos que no existe tal separacin. Pero no
dejemos de complementar la idea: el sujeto , como parte
del Todo relativo, interacta con el objeto, que tambin es
parte del mismo Todo.
Un hombre es tan natural como puede serlo una piedra o
un cocodrilo, pero, parafraseando a Marx (a quien dete s-tas sin disimulo alguno) creo que estaremos de acuerdo en
el hecho de que la Naturaleza se conoce a s misma por
medio del hombre.
Esta afirmacin nos trae un problema adicional: si hay d i-
ferentes interpretaciones de la historia del Ser y de la
Naturalez a, Cul de ellas conoce la naturaleza? Tal vez la
respuesta la da el propio Marx, al proponer que el Hombre
ser realizado como tal, cuando su naturaleza sea parte de
la Naturaleza y la Naturaleza sea parte de la Naturaleza
Humana. Desde entonces la inter pretaci n metaf rica de
la naturaleza ser menos diluida por la percepci n.
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LA VOLUNTAD DE PODER
Te convoco, maestro Heidegger, porque tu inter pretacin
de algunas de las obras ms importantes de Nietzsche es
muy esclarecedora y til. Empiezo de inmediato: Qu de-
bemos entender por Voluntad de poder?
En sentido general, se considera Voluntad como un qu e-rer, un un aspirar a algo. En esa misma dimensin, Poder sera el ejercicio de la fuerza. La mayora entiende como Voluntad de poder un tender a la posibilidad de ejercer la fuerza, un tender a la posesin de poder. Pero esta v o-luntad de poder, en cuanto pulsin de tomar el poder es, al mismo tiem po, el puro afn de v iolencia. Este tipo de interpre taciones de la voluntad de poder, deforman el sentido de la expresin fundamental de la meta -fsica de Nietzsche; en efecto, cuando ste dice voluntad de p o-der, piensa algo diferente.
La
Nietzsche la define como la esencia ms ntima del ser lo que significara que la voluntad de poder sera el carcter fundamental del ente en cuanto tal. La volu n-tad de poder es nombrada, en la segn- As habl Zaratustra En palabras del personaje:
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All donde encontr algo viviente, all encontr voluntad de poder; y hasta en la voluntad del que sirve encontr la voluntad de ser seor. De acuerdo con ello, la volu n-tad de poder es el carcter fundamental d e la vida.
Voluntad de poder
y dominacin
su esencia, la Voluntad de Poder
As es: pero querer es querer ser seor. Esta voluntad est incluso en la voluntad del que sirve, no en cuanto que aspire a liberarse del papel de siervo, sino en la medida en que es siervo y servidor y, en cuanto tal, an tiene siempre debajo de s el objeto de su trabajo, al que o r-dena. Y en la medida en que el servidor , en cuanto tal, se hace imprescindible para e l seor y de ese modo lo constrie y lo hace depender de l (del siervo) el siervo domina sobre el seor. Ser servidor es tambin una esp e-cie de la voluntad de poder.
En este punto debo poner nfasis en mi percepcin sobre
los estilos de dominacin de Ni etzsche.
Tengo la ntima conviccin de que deducir que el siervo
trabajo, es cualitativamente diferente de la facultad de
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ordenar a las personas. Por otro lado, como veremos de s-
pus, la existenci a del feudal depende del siervo que tr a-
baja para l, por que el siervo produce para la subsistencia
de de s mismo y tambin para la subsistencia del feudal
Querer no sera nunca un querer -ser -seor si la voluntad no pasara de ser un desear y un aspirar, en lugar tener su base en el: ordenar . Ordenar es ser seor de disponer sobre posibilidades, vas, modos y medios de producir efectos por medio de la accin.
El siervo slo puede ordenar su tarea rutinaria: arar el
surco, sembrar la semilla y cosechar, todo eso, con la i n-
el producto de su trabajo.
Ordenar es auto -superacin. Slo es necesario ordenar al que no se obedece a s mismo.
En este caso, el seor se obedecera a s mismo, or denan-
do la expoliacin del siervo. El feudal, sobre todo, ordena
r-
de actividades rutinarias. El sentido de ordenacin,
como una propiedad de la Voluntad de Poder, es muy asi-
mtrico y no se sustenta en una lgica consecuente, pues
en el caso del feudal, l ejerce su poder sobre el siervo, a
quien le debe su existencia. Cmo se puede afirmar la s u-
perioridad de alguien que necesita de su inferior para su b-
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sistir? se es un misterio cubierto de telaraas se culares ,
develadas slo por la gular que los cor i-
feos , pasados y presentes, del feudal emplean para pr e-
tender explicarlo.
Voluntad
y Poder
Te escuchamos, Heidegger
No obstante, la voluntad no es simplemente poder, y el poder no es simplemente voluntad. La esencia del poder es voluntad de poder y la esencia de la voluntad es volu n-tad de poder u-
esto no significa una equiparacin de voluntad y poder; por el contrario, la expresin volunt ad de poder debe nombrar preci samente la simplicidad inseparable de una esencia estructurada y nica: la esencia del poder.
Esa afirmacin podra interpretarse en el siguiente sent i-
do: la esencia del poder sera la pulsin de poner en ejec u-
cin la voluntad de imponerse sobre los siervos, mientras
que la esencia de la voluntad sera la posesin de capaci-
dad para realizar esos actos de domi nacin, es decir, la
Voluntad de Poder.
Por otra parte, e l poder es poder slo y mientras siga siendo acrecentamiento de poder y se ordene a s mismo
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ms poder. Ya el mero detener el acrecentamiento de poder, el mantenerse en un nivel de poder, marca el c o-mienzo de la impotencia. El sobre -potenciarse a s mismo forma parte de la esencia del poder. De este modo, el poder est constantemente en camino de s mismo, no slo de un siguiente nivel de poder, sino del apoderamie n-to de su pura esencia.
El significado de sobrepotenciarse es muy lgico, sera el
esfuerzo de aumentar el poder para dominar a quienes
domina. Pero el aumento de ese poder no sera necesario si
es que no existiera un ritmo paralelo de acrecentamiento
de ansias de libertad de los dominados, quienes aumentan
su voluntad de resistir la dominacin de l os que tienen po-
der sobre ellos. P or lo tanto, si el grado de poder que ti e-
ne el que domina se mantiene en el mismo nivel, su capaci-
dad de dominio ser menor. Eso s tiene lgica. Pero an
queda una pregunta al respecto: El Poder y la Voluntad
son uno slo?
La Sntesis El poder y la voluntad son lo mismo en el sentido de co -pertenencia esencial a la unidad de una esencia. No son lo mismo en el sentido de unidad de dos esencias por lo d e-ms separadas. No hay una voluntad por s como no hay un poder por s. Slo la voluntad de voluntad es voluntad, o sea, voluntad de poder en el sentido de poder de poder.
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Podramos decir entonces que, ambos, la voluntad y el p o-
der , conforman una unidad conceptual, pero no una ident i-
dad, es decir, estructuran una sntesis en la que ambos
coexisten y no pueden ser separados una del otro, porque
ninguno de los dos tiene vida fuera de los lmites de la s n-
tesis de ambos.
del poder. Es esta
esencia del poder, y no slo un quantum de poder, lo que constituye la meta de la voluntad
Diramos que la esencia y el quantum de poder, de acuerdo
con nuestra interpretacin, es la sntesis que se convierte
en la meta de la voluntad, r-
de poder en su tour hacia la meta prevista.
tener ms, en una palabra, recimiento ; eso es la vida mera conservacin de la vida es ya declin a-
cin de la vida. La sabidura popular dira: a camarn que se duerme se lo
lleva la corriente .
El Devenir
El poder slo puede darse poder a s mismo por una s o-brepotenciacin en la medida en que ordena a la vez
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de vista de las condiciones de conservacin y acrece n-tamiento, respecto de formaciones complejas en el i n-
En seguida veremos que hay dos personajes reales que r e-
presentan, muy acertadamente, esta necesidad de acr e-
centamiento
Si Voluntad de poder es sobrepotenciacin del poder , de-venir no quiere decir el indeterminado fluir de un cambio
la percepcin de Nietzsche, devenir quiere decir movilidad de la voluntad de poder en cuanto carcter fundamental del ente .
Se entiende que esa movilidad de la voluntad de poder en cuanto carcter fundamental del ente , se refiere a una movilidad de acrecentamiento del poder, excluyendo cual-
quier movilidad que tienda a su reduccin .
Fuerza
reducibles a aquella escala nu-
por Nietzsche en el sentido de poder, es decir, como voluntad de poder. El nmero es esencialmente una fo r-
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Tal como la percibo, la parecera ser una dime n-
sin que tiene grados de cuantificacin, mientras que la
voluntad de poder se refiere a la forma cualitativa que esa
voluntad de poder toma cuando el ente la ejerce.
Con frecuencia designa como valores no slo a las cond i-ciones de las formaciones de dominio, sino a las form a-ciones mismas. En efecto, ellas crean las vas y las inst i-tuciones, y por lo tanto las condiciones bajo las cuales el
se ordena como voluntad de poder. De este modo se vuelve comprensi
En otras palabras, la voluntad de poder que un individuo
ejerce sobre otro es insignificante en comparacin a la
que ejerce por medio de las instituciones y la interpret a-
cin del desarrollo, cambio y sustitucin de cada una . As,
el sistema democrtico sera un valor por medio del cual ,
los que tienen desarrollada su fuerza dentro del sistema ,
ejercen su voluntad de poder.
De esta manera se demuestra, una vez ms, que la demo-
cracia no es sino el sistema de los ms fuertes y la cree n-
cia de que los ms dbiles participan.
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Querer
Querer es lo mismo que querer -devenir -ms fuerte, querer -crecer -y tambin querer los medios La voluntad de poder, es la voluntad que quiere valores. Por eso es que de ella sale toda posicin de valores y toda estimacin de l valor: el principio de la posicin de
Querer sera la fuerza que empuja a ser para ser ms-
que-el-otro, especialmente en un mundo en el cual el cap i-
talismo hace que el competidor trate de lograr ms poder
de mercado, disminuyendo el que gozan los otros compet i-
dores.
La auto-conciencia de la voluntad de poder consiste en pensar en trminos d n-
contar consigo mismo, lo que ejerce y da poder. Aqu habra una gran diferencia con la definicin marxista,
ti e-
El mar-
xista aprehende la conciencia como un espejo con calidad
de vidrio veneciano en el acto de reflejar , algo que la par-
ticipacin de la subjetividad en el acto de conocer, ha
desmentido.
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La voluntad de poder se devela como la subjetividad que se distingue por pensar en trminos de valor. Toda co n-frontacin metafsica es un decidir sobre el orden j e-rrquico de los valores.
Ese orden de los valores, son impuestos a la so ciedad por
los grupos dominantes
Ahora ingresaremos al anlisis de tres personajes que
ejercen o han ejercido en la historia, su Voluntad de Po ner
En Primer trmino, el seor feudal.
Para ello, acudiremos a un dilogo virtual que sostuve con
Hegel sobre el tema. Pero, antes, citaremos las palabras
de Nietzsche con el objeto de com pararlas con la visin de
Hegel. De esta manera exponemos la idea que el filsofo
de la Razn Absoluta te
E
vencedor en alguna batalla.
El Seor
y la Voluntad de poder
Pero querer, es querer ser seor. Esta voluntad est incluso en la voluntad del que sirve en la medida en que es siervo y servidor y, en cuanto tal, an tiene siempre
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en la medida en que el servidor se hace imprescindible para el seor y de ese modo lo constrie y lo hace d e-pender de l (del siervo) el siervo domina sobre el s e-or. Ser servidor es tambin una especie de la voluntad de poder. Querer no sera nunca un querer -ser -seor si la voluntad no pasara de ser un desear y un aspirar, en lugar de ser desde su base y exclusivamente: ordenar.
Por qu esa inquina contra la plebe, Nietzsche?
Porque la rebelin de la plebe comienza cuando el resen-timiento
diga cules valores debe adoptar
Pero, segn tu teora, el resentimiento del expoliado por el
parsito, en pos de su voluntad de poder , no sera un valor
fundamental del ser humano en toda poca y espacio?
No; el desprecio con que el hombre superior mira a la plebe, no se iguala al odio con que la plebe lo mira a l.
ni honesto consigo mismo. Su alma mira de reojo ; ama los escondrijos, los caminos tortuosos y las puertas falsas .
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El Planteamiento
de un Supuesto
Asumamos una situacin hipottica respetado Heidegger ,
Nietzsche es un siervo expoliado por el parasitismo feudal
Vera con buenos ojos a quienes le expoliar an?
Al respecto, citemos lo que dice:
El hombre noble, reacciona de forma inmediata, por instinto, por eso es que no envenena como el esclavo; yo reaccionara de ese modo. Fjate en Mirabeau, quien no tena memoria para los i nsultos ni para las villanas. Por eso es que no poda perdonar, olvidaba; en cambio el e s-clavo, la plebe, ni olvida ni perdona. Un hombre como M i-rabeau de un golpe se sacude gusanos que en otros, en cambio, anidan siempre
Dice que la plebe ansa ser inteligente, mientras que el Ser
superior considera que la Razn es para la plebe.
La actitud del siervo con relacin a sus expoliadores, Se-
ra racional?
sealan al hombre vulgar, como esclavo y animal de ca r-
-
33
ga. Los bien nacidos son hombres ntegros, de fuerza y siempre activos, lo que la plebe no es.
En la plebe, la felicidad no radica en la accin, como en el hombre superior, sino en la quietud, en la paz.
Sin embargo, las guerras campesinas desde el siglo XVII y
los alzamientos de los trabajadores, no son reflejos de la
pasividad que les atribuyes
El hombre del resentimiento no es ni franco, ni ingenuo, ni honesto consigo mismo. Su alma mira de reojo ; ama los escondrijos, los caminos tortuosos y las puertas fa l-sas. El hombre noble honra a su ene migo; es digno de respeto, por ser superior; si no lo fuera, no ser enem i-go. En cambio, la plebe considera que el enemigo es el
En realidad, la historia, tal como la interpretamos, a sug e-
rencia tuya, Nietzsche, muestra que todo grupo humano
identifica como malos al enemigo y como buenos a los miembros del propio grupo. Es decir, esa identificacin no
es privativa de lo que llamas la plebe.
Las guerras entres ingleses y franceses, entre alemanes y
americanos muestran que los respectivos estandartes
son los de los buenos y los otros, de los malos, no importa
el motivo de la guerra o de las batallas.
-
34
Las aves
rapaces
Nada hay de extrao si los corderos guardan rencor a las aves rapaces, por lo dbiles. Las aves rapaces dicen:
no sea un querer dominar es tan absurdo, como exigir que la debilidad sea fuerza
Sobre el particular, ese imperativo aceptar el hecho de
que el ser humano, por instinto, guarda una sana repugna n-
cia por las aves rapaces; entre ellas, el parsito que se h a-
as las estofas.
Un quantum de fuerza es un quantum de pulsin, de v o-luntad de actividad que el ser superior tiene. Yo s que mis obras son conocidas como escuela de recelo, de desprecio, temeridad
Usar ese quantum de fuerza para dominar a los dbiles es
un sinsentido propio del hombre superior. La fuerza de un
verdadero guerrero va dirigida a otros como l, de lo co n-
trario, el quantum de fuerza es so lamente un quantum de verdugo.
o-
ral, lo hago desde
-
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sa es la verdadera puncin de fortaleza que encierra tu
visin, Nietzsche y el motivo de nuestra admiracin por ti ,
pues al denunciar la moral hipcrita tradicional, lo haces,
calificndola , propia de los filisteos e
hipcritas, por eso dices que habla s de la moral inmoral
e-ran compaa como valerosos camaradas y fantasmas con los que se charla
Por lo que hemos descubierto en nuestra int erpretacin
que mencionas, seran los feudales, los dictadores y los
polticos
Qu es lo bueno? Todo lo que eleva el sentimiento y la Voluntad de Poder; el Poder mismo del hombre. Qu es lo malo? Todo lo que procede de la debilidad; todo lo que
e-licidad? El sentimiento de que el Poder crece; de saber
Hay una lgica interna en tu percepcin de lo malo y de lo
bueno que es imposible negar, incluyendo la imagen que
tiene de los dbiles. Es conocid o tu lema fundamental en
las relaciones humanas; la cito:
-
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Los dbiles y los malogrados deben perecer: artcul o
daoso que cualquier otro vicio? La compasin con los dbiles que es el animal domstico, el animal de rebao, el animal enfermo
En un captulo posterior de esta obra, plantear mi inte r-
pretacin d e los entes dbiles y de lo que, con ellos, consi-
der o
El hombre superior tiene una conciencia nueva para ve r-dades que hasta ahora han permanecido mudas. Se debe guardar para s el respeto a s mismo; el amor a s mi s-mo; la libert ad incondicional a s mismo.
Nuevamente nos preguntamos si el Hombre Superior al
que te refieres, Nietzsche, es el individuo parecido al que
proclama el existencialismo, es decir, el individuo aislado
o, te refieres a l grupo de hombres superiores que han
unido, en una sola, sus respectivas voluntades del poder.
Qu opinas, respetado Heidegger?
igualdad e idnticos derechos para todos; con el rese n-timiento de las masas, esa moral ha forjado su arma contra nosotros , contra los aristcratas. De all nace la idea del Superhombre: a la pregunta Cmo se supera al
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hombre?, Zaratustra responde: Vosotros habis de s-preciado, hombres superiores, esto me hace tener e s-peranzas. Os honro, porque no hab is aprendido las p e-queas corduras. Superad a los hombres hermanos mos, a estas gentes pequeas: son el peligro del superhombre!
Al parecer, Nietzsche llama aristcratas a quienes ident i-
fica como hombres superiores y ejercen la voluntad de
poder como una fuerza dominadora contra los dbiles. Me
o-
a-
riamente, en esa categora. Por otra parte, me gustara
indagar sobre la opinin que tiene de los h ombres de t a-
lento, los grandes cientficos, los hombres que producen
.
El Capitalista :
El Seor del Presente
Citemos a Nietzsche, en uno de sus comentarios:
El acrecentamiento de poder es, en s mismo y al mismo tiempo, tambin conservacin del poder. El poder slo puede darse poder a s mismo en la medida en que ord e-ne a la vez acrecentamiento y conservacin. Ello implica
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que el poder mismo y slo l ponga las condiciones del acrecentamiento y la conservacin.
Esto significa que la Voluntad de Poder tiene grados de
el incremento del grado de poder, medido con algo. El c a-
pitalista actual, cuya tarea es maximizar el beneficio de la
empresa, sera el representante genuino de la percepcin
del acrecentamiento del poder para ser poseedor de p o-
der. Por eso es que sealamos que el que tiene el poder
para ejercer su voluntad de poder, tal como lo pone
Nietzsche, es un mercachifle o un poltico.
Veamos el caso del mercachifle, cuya nica razn de exi s-
tir es una de las ms extraas.
Para qu trabaja un zapatero ?
Para ganar dinero
Para qu quiere dinero?
Para mejorar la calidad de vida de su familia.
Si le hacemos la misma pregunta a un mdic o o a un cient -
fico, nos contestar de la misma manera. Pero si le pr e-
guntamos a un capitalista para que trabaja nos dir que lo
hace para ganar ms dinero;
Y para qu querra ms dinero?
Para hacer ms dinero y luego ms y ms
-
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El acrecentamiento de poder es el aumento de su patrim o-
nio, en un principio de correa sin fin.
Acrecienta su poder constantemente, lo hace impelido por
la competencia; si deja de acrecentar su poder ser expu l-
sado del mercado.
Ahora acudamos a las cavilaciones de un poltic o, las que
fueron escritas por m en una obra anterior .
El Poltico
La Poltica es el arte de lograr el Poder, de conservarlo y de extenderlo; todo lo que se diga y haga para lograr e s-tos propsitos, ser bien recibido; todo lo que se oponga a la consecucin de los objetivos trazados debe ser comb a-tido. Por eso es que la Poltica es el arte de lo posible y es por eso que exige una moral que proviene de la tica pra g-mtica, la que acepta como justificativo todo lo que perm i-te que el grupo al que per tenecemos se perpete y rech a-za lo que se oponga al logro del objetivo. Nosotros, los p o-lticos, somos una especie dentro de la especie humana y como tales, consideramos nuestra sobrevivencia como la aspiracin ms alta a la que supeditamos todas las dems . Pero el Poder por el simple Poder no tiene sentido: es v a-co y huero. El Poder alcanza su razn de ser cuando es gozado por el que lo detenta; no se ha hecho para cua l-quier mortal: ha sido hecho para una clase especial de
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hombres, para nosotros, los pol ticos, los nicos que sab e-mos apreciarlo. Del mismo modo que es una estupidez de alto grado servir un vino de marca a quien no sabr degus-tarlo, tambin sera una bestialidad confiar el Poder a quien no sabe usarlo ni catarlo ni retozar en l sin rubor. Los hombres han hecho los dioses omnipotentes como una proyeccin de sus ansias de poder, como una objetivacin ideal de sus propios deseos de alcanzar la capacidad de hacer todo lo quieren y as solazarse en grado supremo Han visto ustedes cmo reciben las masas la voceada om-nipotencia de los dioses? La reciben con veneracin. Es que la masa venera el Poder, como quien reverencia algo distante y per -verso. Por eso lo quieren encarnado en la lejana, ms all de sus horizontes, ms all de sus lont a-nanzas, ms all de donde ellos jams podrn llegar: esto es, en la cpula del Estado. El pueblo quiere el Poder como los sapos quieren la luna; lo quieren por encima, no al lado; arriba, donde estamos los hombres que forcejean con l y
Por lo visto, el Hombre Superior de Nietzsche, el que
ejerce su Voluntad de Poder es, por un lado, el feudal p a-
rsito; por el otro, el capitalista, avaro, ocupado slo en
tener ms y ms ganancias. A los dos personajes, aadimos
al Poltico, ambicioso, astuto, dual.
Todos, corruptos.
-
41
En suma: los tres son la la anttesis de los guerreros
nietzscheanos. En la prctica, diremos que Dionisos siempre
est ebrio. Apolo languidece, abrumado por la Razn. El S u-
perhombre es un mercachifle cobijado en las Transnacion a-
les; un adorador del dlar, un hipcrita cuyos rivales no son
los de un guerrero, sino los que se parecen a l: avaros, mi e-
de los
est en manos de un negro y el Presidente de mi pas es un
indgena, algo que te debe causar pesar en el mismo nivel
que trae alegra para nosotros.
Ya podemos resumir lo siguiente.
Hegel y
Nietzsche
Si Hegel es el
feudales marrulleros que nada tienen de hombres
superiores, Nietzsche se convierte en el filsofo de los
mercachifles, los que slo tienen respeto al dine ro y a la
tasa de ganancia.
Tambin sera el aval filo sfico del ms astuto de los
ellos, pues estn hechos para medrar y hacer que otros
peleen por ellos. Pero hay algo: a Hegel lo redime el haber
revivido a Herclito, aunque su especial dialctica pa rte de
-
42
la Razn pura, no de la verdadera inter accin que permite
el conocimiento: la RaznIntuicin.
A Nietzsche, por su valor genuino demostrado en su audaz
denuncia de la Moralina.
Con eso me basta.
EL NIHILISMO
Bienvenido seas, Martin Heidegger, a un nuevo soliloquio
para hacernos conocer algunos de tus puntos de vista s o-
bre los temas fundamentales en el pensamiento de Feder i-
co Nietzsche. Para comenzar con nuestro intercambio
verbal virtual, nos gustara saber tu opinin acerca de uno
de los lemas de mayor importancia en el escudo de armas
nietzscheano. Qu es el Nihilismo en Nietzsche ?
Las Relaciones
de Dominio como Moral
Comprendidas desde la metafsica de la voluntad de poder, las ideas son pensadas como valores y las unidades ms altas, como valores supremos. En esta interpretacin, toda la filosofa se convierte en metafsica de los valores. Seguramente, la metafsica de los valores es observada
como un proceso que se realiza en el transcurrir de la hi s-
-
43
toria, no solamente en un punto dado de la historia. Nos
imaginamos que conlleva tambin la tarea de establecer el
nacimiento y el desarrollo de los sistemas de valores
Nietzsche percibe lo deseable como valores supr e-
de valor, una moral, entendida como doctrina de las r e-laciones de dominio bajo las que se origina el fenmeno "vida".
Qu es lo que determina el cambio de los valores vigentes
y la esencia de los valores que habrn de reemplazarlos?
La voluntad de poder es el principio nico de la posicin de valores. All donde la voluntad de poder osa recon o-cerse como el carcter fund amental del ente, todo ti e-ne que estimarse en referencia a si acrecienta o dism i-nuye o inhibe la voluntad de poder. En cuanto carcter fundamental, la voluntad de poder condiciona todo ente en su ser. Esta condicin suprema del ente es el valor determinant e.
i-
u-
po de entes concretos ; pero si cada ente obedece a su
propia voluntad de poder, exigir tambin imponrsela a
las otras voluntades de po der concretas y la implantacin
de un nuevo valor ser muy complicada.
-
44
No olvidemos que la pluralidad de poderes de voluntad no
es reducible a una sola.
La batalla, al estilo de Hegel, determinar cul voluntad de
poder ser el que se imponga.
Nos encontraremos en una perpetua situacin de lucha a
muerte no slo entre los que dominan y los dominados, sino
entre los pares mismos que pertenecen al grupo de los d o-
minadores.
Esto es, habr una voluntad de poder colectiva que coinc i-
da con cada una de las voluntades de poder de los entes
que tienen el poder de implantar valores.
La Transvaloracin
de los Valores Vigentes
La metafsica de la voluntad de poder se vuelve una p o-sicin de valor, una nueva posicin de valor. Su novedad
esencia acabada del nihilismo. El nihilismo, segn el concepto de Nietzsche, no es una doctrina y una opinin, ms bien establece que es la de s-valorizacin de los v alores vigentes .
-
45
De acuerdo; pero esa desvalorizacin de los valores vige n-
tes y su reemplazo por las nuevas tiene que surgir de a l-
guien o de algunos. Cmo se pondrn de acuerdo los entes
que participan en el grupo dispuesto a reemplazar los val o-
res vigentes por nuevos. Acudirn al voto democrtico?
Esto sera contradictorio, pues uno de los valores que s e-
guramente ser reemplazado por otro nuevo, ser el si s-
tema democrtico. Lo s participantes en el concilio de v o-
luntades de poder, se eliminarn en una lucha de todos
contra todos hasta que se establezca la presencia de una
sola voluntad de poder, en la tarea de imponer los nuevos
valores?
No parece probable; al contrario, segur amente se confo r-
marn grupos de voluntades de poder que tendrn que l u-
char contra otros grupos de voluntades de poder, en el
ms puro sentido de lucha entre grupos, no de individuos.
De lo que deducimos que la voluntad de poder que imponga
nuevos valores debe ser una suma de voluntades de poder,
lo que contrara la opinin que Nietzsche tiene de los gr u-
pos sociales a los que consideran que matan al individuo.
El proceso de desvalorizacin de los valores supremos vlidos hasta el momento no es un suceso histrico e n-tre muchos ot ros, sino el acontecimiento fun damental de la historia occidental, historia sostenida y guiada por la metafsica.
-
46
En la medida en que la metafsica ha recibido mediante el cristianismo un peculiar sello teolgico, la desvalor i-zacin de los valores vigentes hasta el momento tiene que expresarse tambin de modo teolgico con la se n-tencia: Dios ha muerto.
La metfora hipottica:
Hemos establecido que hablamos en metforas y que la
interpretacin de la historia es metafrica. La metfora
valores completamente nuevos y opuestos a los que confl u-
creyentes, o-
Dios no ha muerto. De este modo, la declaratoria se
convierte en una hiptesis parecida a la siguiente: Qu
pasara si Dios muriera? La respuesta que trae el Nihili s-
mo es una metfora que pretende dar res -puesta a otra: la
muerte hipottica de Dios
En lugar de la autoridad de Dios y de la Iglesia aparece la autoridad de la conciencia, el dominio de la razn, el dios del progreso histrico, el instinto social. Que se desvaloricen los valores supremos vlidos hasta el m o-mento quiere decir: esos ideales pier den su fuerza de configurar historia.
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Sobre este aspecto es preciso adelantar algo que vendr
i-
Pero, la desvalorizacin de los valores supremos vlidos hasta el momento conduce en primer lugar a que el mu n-do aparezca como carente de valor. Los valores vigentes se desvalorizan, pero el ente en su totalidad permanece, aunque exige nuevos valores. Surge un estado interm e-dio por el que atraviesa la actual historia del mundo, por la presencia de un nuevo mundo de valores.
En realidad, si los antiguos valores nunca han sido pract i-
cados sino en apariencia, Nietzsche debera tomarlos c o-
mo nuevos, con la diferencia de que esos valores nuevos,
sin la presencia de la compasin y otros que valorizan al
dbil, seran verdaderamente ejercidos y estableceran
una prctica de vida nueva y franca, basada en ellos.
El nihilismo es la desvalorizacin de los valores vlidos hasta el momento en una total inversin de todos los v a-lores. Nihilismo quiere decir, entonces: los valores v i-gentes hasta el momento ya no valen. La transvaloracin tiene que ser incondicionada y poner a todo ente en una unidad originaria.
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Mi sentido de consi stencia me urge a ratificar mi percep-
cin: los valores vigentes nunca han sido puestos en pr c-
tica por quienes los han imp uesto a los dems, esto es, por
poder, pero, en la medida en que esos valores son producto
de su voluntad de poder, ejercen esta voluntad para i n-
cumplirlos con impunidad reiterada.
Para que el contenido de los nuevos valores no fracase, la inversin incondicionada debe ser impleme ntada por modos de pensar y experimentar completamente dif e-rentes a los vigentes, aunque el nihilismo no es una hi s-toria ni tampoco el rasgo esencial de la historia occide n-tal, es la legalidad
Para ello, no necesita cambiar los valores; los que existen
actualmente, tales como honestidad, compromiso, honor y
todo ese ramillete de buenas costumbres, est prctic a-
mente intocado. Excepto una minora muy reducida, nadie
los ha usado verdaderamente, mucho menos los hombres
superiores que ejercen la voluntad de poder y creadora de
esos valores-fantasma
La causa del nihilismo es la moral, la instauracin de ideales supra-naturales de lo verdadero, lo bueno y lo bello que tienen validez en s. La posicin de los val o-res supremos pone al mismo tiempo la posibilidad de su
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desvalorizacin, que comienza ya con el hecho de que se muestren como inalcanzables. Por eso, la forma preliminar del nihilismo autntico es el pesimismo, como fuerza
En este caso, lo nico que se debe hacer para inventariar a
los hombres superiores, es realizar un congreso de fils o-
fos existencialistas, quienes son insuperables en el t e-
rreno del pesimismo y de la nusea de vivir.
El pesimismo que slo ve la declinacin proviene, en cambio, de la debilidad, busca en todas partes lo aciago, est al acecho de las posibilidades de fracaso y cree ver as el modo en que suceder todo. Un nihilista es el hombre que observa al mundo tal Como es, juzga que no debera ser, y del mundo que debera ser, que no existe
Cualquier existencialista de rango medio supera, con m u-
cho, la intencin de mostrar cmo debera ser el mundo,
pues su perspectiva es ms contundente: el mundo y el ser
humano deben desaparecer.
Es imposible pedir ms voluntad de poder al respecto
All donde la voluntad de poder es el principio que se ha adoptado para la posicin de valores, el nihilismo se co n-
-
50
supremo podero la medida en que se niega todo ente existente en s y se afirma la voluntad de poder como origen y medida del
un Se est pensando en la divinidad del dios Dionisos.
Los existencialistas, representantes verdaderos de la
Gran Orden de la Depresin, esencia fundamental del
hombre superior, piensan en la divinidad del vaco, de la
nada, de la ang
digno de voluntad de poder, al estilo nietzscheano?
Esa pregunta algn da deber tener su respuesta.
Gracias Martin Heidegger por tu invalorable aporte a la
interpretacin del Nihilismo de Nietzsche.
Ahora debo dedicar las prximas pginas a exponer una
sntesis brevsima de nuestra interpretacin de la historia.
Lo har para mostrar que la historia d el hombre se rige
por la Ley del ms fuerte y que el darwinismo social es el
fundamento de la convivencia humana.
Ambos son expresiones de la Voluntad de Poder desde las
pocas en que aparecieron las tribus.
-
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La Voluntad de Poder es inherente a la esenci a de la hist o-
ria del hombre, no es posible negarlo.
LA LEY DEL SAQUEO
Marx postul que la Historia estaba regida por leyes y
concibi la lucha de clases como el nervio motor del
desarrollo histrico. Por su parte Ludwig von Mises afirm
que no hay leyes histricas, puesto que los hechos seran
nicos y no se repetiran en ni ngn tiempo ni espacio. Esa
idea viene directa mente de los principios existencialistas
de los Caballeros de la Gran Orden de la Depresin
Insti tucio -nalizada. Pero, en la peregrinacin por las fases
de la Historia encuentro una Ley, infinitamente repetida, a
en la Historia del ser humano.
Es de la vigencia constante de esa Ley que hablar en las
siguientes pginas de esta obra
Los ms fuertes saquean
a los ms dbiles
Encontramos que la Historia Formal idealiza la bru talidad
humana o la atribuye solamente a un grupo, en desmedro
una deformacin de los hechos debido a las preferencias
y los afe ctos y desafec tos de los sonajeros que los
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52
relatan. En cambio , la Historia, como el relato de las for -mas que adquiere la Ley del Saqueo, no hace distinciones sobre la bestialidad humana ni clasifica a los individuos o
La Ley del saqueo es inherente a todos y cada uno de los
seres humanos, aunque en la mayora se expresa con un
salvajismo propio de la bestia racional.
Entre todos, el Gran Astuto es el que tiene un grado de astucia mayor a la de las masas, recuas humanas, a las que
manipula, dado que las masas son siempre manipulables.
Las manipula para sacralizar la hipo cresa y elevarla a la
mxima de las virtudes.
Los actos modelados y/o ejecutados por el Gran Astuto siempre se ha expresado en la forma de la bestia -lidad
humana, en su mximo grado. No hay forma de ocultarlo,
somos, y sabemos que somos, fetos conscientes conde -
nados a cargar sobre la conciencia, la joroba turgente que
el sentido de culpabilidad, emergente del miedo y de
nuestro verdadero Ser Astuto, ha esculpido en el f ondo
del subconsciente individual y colectivo. Esta introduccin
me lleva a la necesidad de estructurar un Teorema
El Teorema del Miedo El miedo, como el campo magntico en el cosmos, se
expande por la mente humana permanentemente
-
53
El Corolario del Miedo La Ley del Saqueo se basa y se expresa en el miedo a ser
saqueado
El precepto del Miedo Haz a los dems lo que no quieres que te hagan a ti, antes
que los dems te lo hagan
Cualquier repaso de la historia nos muestra que los enu n-
ciados propuestos son vl idos
Un ejemplo
La tan comentada democracia de la Grecia Antigua , por
ejemplo, es slo un resultado de la capacidad de mercad o-
tecnia de sus historiadores. En la realidad, al igual que t o-
dos los grupos humanos del mundo, la historia de Grecia es
la historia del robo y del saqueo, ambos idealizados por los
constructores de imgenes. Espartanos y Atenieses, por
igual, eran asesinos de nacimiento y de vocacin.
Como los criminales de todos los tiempos, preferan
arriesgar la vida en una guerra, robar el botn y traer e s-
clavos para que produjeran lo que ellos deban comer; cada
a-
mente para ganarse la vida, era una muestra de vul garidad
al extremo, en cambio, el robo y el saqueo de los dems,
les pareca digno.
-
54
Aristteles; d efensor de la moral y de las buenas costu m-
bres, se dio cuenta de que el saqueo traa, entre oro y j o-
yas, algo de mayor valor an: el saqueo institucionalizado
traa esclavos. Tanto Esparta como Atenas, si estaban e s-
casos de esclavos eran nada. Los esclavos producan lo que
los hombres superiores, poseedores de la voluntad de p o-
der coman.
Pues bien, al darse cuenta de la riqueza que los esclavos
significaban para An tenas, decidi legalizar la esclavitud,
incluyndolo en las cosas y procesos que no dependeran de
los seres humanos sino, de la naturaleza.
El gran filsofo de la tica a Nicmaco, el ilustre, el i n-
mortal Aristteles, afirm, sin rubores molestosos, que el
esclavo lo era por naturaleza. Ni el mismo Hegel, conocido
por su aversin a la masa y a todo lo que significara dem o-
cracia, se atrevi a ir tan lejos. El fundador de la Lgica,
s, lo hizo con una gran naturalidad. Con ello, los saquead o-
res y trafica e
les permita usar el ltigo sin sentido de culpa .
Cuando leemos estos prrafos, quedamos confundidos al
enterarnos que Nietzsche no conociera que los hombres
superiores, los que detentan la voluntad de poder, ya ha-
ban existido desde la aparicin de los grupos humanos,
divididos por el miedo .
-
55
EL ETERNO RETORNO
DE LO MISMO
Cul es tu opinin, respetado Heidegger, de eterno r e-
torno de lo mismo, tal como lo plantea Nietzsche?
Nietzsche comprende todo e-ro, fin y meta como valores. De acuerdo con ello,
valor , de sentido,
Sin embargo, una vez que los nuevos valores impuestos por
la cofrada de los hombres superiores estn en vigencia,
seguramente tendr algo que ver con la identificacin de
metas
La carencia de valor y de meta tampoco puede significar ya un defecto, el mero vaco y la mera ausencia. La pal a-b n-te que tiene el carcter fundamental de la voluntad de poder slo puede ser, en su totalidad , eterno retorno de lo mismo.
n-
ta un tanto oscuro al entendimiento
-
56
para permanecer en ellas, lo importante es la sobrep o-tenciacin. Por ello, para el ente como voluntad de poder no hay ninguna meta fuera de s hacia la cual progresar salie n-do de s mismo.
En el Camino
est en la Meta
Hay una percepcin del zen taosta que podra explicar
E i-
nua repeticin de lo mismo, por lo que nada externo a esa
meta-camino existira fuera de ella.
La voluntad de poder, en cuanto sobre -potenciacin de s misma, retorna esencialmente a s misma y da as al
carcter de movilidad. Ahora bien, el ejercicio del p o-der eterno y carente de meta de la voluntad de poder es, no obstante, al mismo tiempo necesariamente finito en cuanto a sus situaci ones y formas, pues si fuera inf i-nito en este respecto, en concordancia con su esencia como acrecentamiento, tendra que crecer infinit a-mente.
-
57
Si el ejercicio del poder y carente de meta de la voluntad
de poder es finito, habra una contraposicin en d enominar
a-
mente ya exige un fin, por lo que ser preciso preguntar:
en qu momento se conocer el ltimo ciclo de ida y vue l-
ta de la voluntad de ser, es decir, el ltimo retorno?
La Voluntad de poder tiene una visin muy particular acerca de lo que es el ente en cuanto tal, es decir, en su constitucin. El Eterno retorno de lo mismo postula cmo es el ente de esa constitucin en su totalidad. Ser y devenir se contraponen slo aparentemente, porque el carcter de devenir de la voluntad de poder es, en su ms ntima esencia, eterno retorno de lo mismo.
jamiento
previo del escenario al que tendr que retornar y volver a
ser lo mismo. Con el fin de dar forma a la metfora, debo
citar una obra que tiene como tema El Eterno Retorno, con
referencia al planteamiento de Borges. En beneficio de la
brevedad, ir al punto principal.
El Eterno Retorno
y Borges
infinito, la cual yo cito de inmediato.
-
58
En el zagun hay un espejo que fielmente duplica las apariencias Este espejo representa una de las ideas que ms ha obse-
sionado la metafsica borgeana: la Teora Cclica del Un i-
verso, ms conocida como la Teora del Eter no Retorno. La
doctrina tiene orgenes registrados en papiros y pergam i-
nos. Los hindes, grandes iniciadores de misteriosas in-
quietudes intuitivas, tuvieron mucho que ver con el asunto
antes de entregrselo a los budistas, primos carnales en el
espritu. All nacen los Kalpas, etapas que el mundo nacie n-
te debe recorrer hasta llegar a su propio poniente.
El nacimiento del mundo se debe a la compresin ideal y su
destruccin a la conflagracin; algo ms: el nmero de Ka l-
pas es infinito tal como el nmero de ciclos retornantes
tambin lo es.
Herclito tambin cedi a la fascinacin de la gran rueda
csmica, que naciendo del fuego vuelve con empecinamien-
to, otra vez al fuego.
Volviendo a Borges, al hablarnos de los espejos que repr o-
ducen infinitamente el original, nos dice, metafricamente
que la Ley del saqueo vuelve en periodos que conforman el
infinito. Otra vez el libro de la s jerarquas llegar a nue s-
tras manos; otra vez veremos nuestra propia muerte por
hambre en medio de la gran abundancia.
-
59
Hay ms sobre la teora del Eterno Retorno.
Sus expositores y defensores asumen implcitamente su
simetra. El retorno de los tomos se realizara siempre en
conjuntos homogneos y simtricos para volver a ser lo
que se fue. Este es un asunto que debe ser aclarado.
Para ello recurro a uno de mis relato s i-
En uno de los relatos, el borgeano, al describir la ciudad
de La Paz, desde su preceptiva literaria declara que:
a ciudad de La Paz sera la expresin concreta de la e n-
i-
. No faltar el escptico que plantee el siguiente
problema: si un todo puede reciclarse para retornar a una
posicin atmica inicial, esto no quiere necesariamente d e-
cir que todas y cada una de las partes que conforman ese
todo habrn de reciclarse al mismo tiempo, aunque la te o-
ra d e las variaciones de los tomos, al decir que una de las
partes se vuelve a reproducir, da por sentado que todos y
cada uno se registran simtrica y simultneamente. Este
supuesto es demasiado heroico, puesto que da por sentado
que una persona al reciclars e, se recicla integralmente de
una sola vez. El cerebro se recicla al mismo tiempo infin i-
tesimal en que se recicla el resto del cuerpo. Esto anulara
la posibilidad de que el Partenn se reciclara en partes,
-
60
cada una atrada por un tiempo diferente. La pel
i-
clarse en una mquina transportadora resulta con su pr o-
pio cuerpo y con la cabeza de la mosca, que haba estado
en el recinto reciclador. El reciclaje no se haba llevado a
cabo de un modo simtrico. Aqu una ficcin atestigua la
a-
jes son siempre simtricos, suceden todos al mismo tiempo
y, por lo tanto, es preciso abjurar de la creencia de de s-
equilibrios c smicos en la construccin del retorno de lo
e-
iclar en el
infinito? Es decir el escenario original al que se deber
retornar todo el tiempo? Ser el que exista un segundo
despus de la explosin del huevo csmico? El que haba
un billn de aos antes? A partir de qu instante se in i-
ciar el proceso de repeticin? Esta es una pregunta por
dems retrica, puesto que todo el mundo sabra la re s-
puesta: a partir del momento en el que se produce el Big
Bang.
El relato con el personaje borgeano nos lleva a la neces i-
dad de revisar ms de cerca la tesis platnica de los siete
planetas. a-
rn al punto inicial de part . A medida que esas veloci-
dades se equilibran, gran parte de los arreglos atmicos
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han recobrado ya su posicin original . En este sentido,
hay una brecha entre los planetas que han vuelto ya a la
originalidad y aqullos que an no han completado el ci clo.
Pongamos un ejemplo de lo que sucedera en nuestro plane-
ta: es posible imaginar que Aristteles ya ha sido recicl a-
do en un tiempo similar al de Marx. Los tendremos juntos
para asistir a un dilogo de magnitud rtica. Del mismo
modo se podra concebir la coexistencia de la Segunda
Guerra Mundial con la batalla de las Termpilas , Hitler p i-
diendo asistencia tcnica a Lenidas. El rayo lser peleara
con el garrote y los Fantoms tendran batalla con los din o-
opcin de
que los re -arreglos se alcanzan al mismo tiempo en la ce n-
tsima de segundo que dura el equilibrio de las velocidades
de los planetas.
Imaginemos que eso se producir maana: a las 10.00 a.m,
hora de Greenwich. Las velocidades se equilibran; tod os
Ahora imaginemos lo que suceder con las capas terre s-
tres, los ocanos, los mares que han cambiado de lugar
desde entonces. Las cordilleras, que se han desplazado y
las islas que han aparecido.
Algo ms, la Tierra tendra que volver al lugar csmico que
le correspondi al iniciarse el ao perfecto y con ella, t o-
todo absolutamente todo , deber retornar al punto de
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partida del ltimo Retor
que cuatro son las historias y luego las enumera: la Iliada,
Ulises, Jason, y el Vellosino; y un sacrificio: Odn sacrif i-
cando a Odn (...) y Cristo es crucificado por los romanos.
Cuatro son las historias; durante el tie mpo que nos queda
seguiremos narrndolas, transformadas.
se refiere a alguien que muri y que en el
encendis una pira, encendis un laberinto de fuego. Si aqu se unieran todas las hogueras que he sido, no c a-bran en la Tierra y quedaran ciegos los ngeles. Esto lo dije muchas veces
De inmediato va una versin potica del encuentro intuit i-
vo que tengo sobre el eterno retorno a nivel csmico.
La Carabela
n soplo rojo sopla la carabela
que de infinito en infi nito se bambolea
El espacio ondula en vaivenes sin rit mo
al rec ibir uno a uno los corpsculos
Explota un corpsculo de fuego denso
y las esquirlas forman un nuevo universo
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El TiempoEspacio torna a nacer
sin haber nunca muer to
Las esquirlas primeras se van se van tan lejos!
Las sombras de luz surcan a travs de la nada
Ext ienden el TiempoEspacio que llena el vaco
La tormentosa cabellera ondea a todos lados
Sin encontrar frontera en ninguno de ellos
Pero el gran im pulso ya frena
llamado por la motita primera.
Fue nada ms que un puntito de aceite
que surgi del infinito caldero :
Salt, explot, se exten di
un universo form y volvi
para caer otra vez
en el enorme caldero .
Infinitos soplos rojos soplan
las infinitas carabelas
que de infinito en infi nito
.
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