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1
El Bien-Te-Veo VOLUMEN XVII - NÚMERO I l I - NOVIEMBRE 2012
REVISTA OFICIAL DE LA SOCIEDAD ORNITOLOGICA PUERTORRIQUE ÑA, INC .
Pág 4Pág 4 Boba PardaBoba Parda
Jorge E. Saliva Jorge E. Saliva -- Pág 9Pág 9
Avistamientos Sobresalientes Avistamientos Sobresalientes -- Pág 15Pág 15 ©Lic. Alfredo D. Colo n Archilla
2
El Bien-Te-Veo
¡Sé Parte de SOPI!
www.avesdepuertorico.org
Publicacio n trimestral de la Sociedad
Ornitolo gica Puertorriquen a, Inc.
Editores
Adele Mouakad
Jose A. Colo n Lo pez
Sergio A. Colo n Lo pez
Rau l Pe rez Rivera
Editor Gráfico
Gabriel Lugo
======================
Junta SOPI
-Presidente-
Alcides L. Morales Pe rez
-Vicepresidente-
Sergio A. Colo n Lo pez
-Tesorero-
Enrique Ayala
-Secretario-
Javier Biaggi
-Vocales-
Rodney Comas
Oscar Dí az Marrero
Jose A. Colo n Lo pez
=====================
-Portavoz-
Jose Salguero Farí a
-Web Master-
Gabriel Lugo
-Representantes NWF-
Javier Biaggi
Jose A. Colo n Lo pez
La Sociedad Ornitolo gica Puertorriquen a, Inc. (SOPI, es una organiza-
cio n sin fines de lucro dedicada al estudio, conservacio n y aprecia-
cio n de las aves en Puerto Rico. Establecida en 1995, la Sociedad es
reconocida como un recurso objetivo e independiente en asuntos re-
lacionados a la avifauna puertorriquen a.
Misión SOPI
La Sociedad Ornitolo gica Puertorriquen a Inc. (SOPI) promovera la
preservacio n, conservacio n, restauracio n y manejo sostenible de lu-
gares de importancia para las aves en Puerto Rico mediante el estí -
mulo al estudio, la apreciacio n y la proteccio n de las aves, aportando
alternativas de cara cter te cnico y cientí fico para aquellas acciones
que puedan tener un impacto significativo en las aves.
Visión SOPI
La Sociedad Ornitolo gica Puertorriquen a Inc. (SOPI) sera reconocida
como la entidad no gubernamental lí der y portavoz esencial de la
conservacio n, el manejo y todo asunto relacionado a las aves en Puer-
to Rico. Como organizacio n vital en pro de la conservacio n del am-
biente, la SOPI basara sus opiniones en la mejor evidencia cientí fica
disponible y participara activamente liderando esfuerzos para crear
conciencia de la necesidad de proteger, restaurar y manejar las a reas
de gran importancia para las aves.
3
El Bien-Te-Veo V O L U M E N X V I I - N Ú M E R O I I - A G O S T O 2 0 1 2
En esta edición de
©A
lfredo
D. C
oló
n A
rchilla
Pág 4Pág 4
©José A. Colón Pág 13Pág 13
Pág 7Pág 7
©Alfredo D Colón Archilla
Pág 8Pág 8
ENFOCANDO ENFOCANDO
La Boba Parda P 4 La Boba Parda P 4
Censo del Chirre P 7Censo del Chirre P 7
MENSAJE DE LOS EDITORES MENSAJE DE LOS EDITORES P 6P 6
JORGE E. SALIVA JORGE E. SALIVA P 9 P 9
RESUMEN DE ACTIVIDADES RESUMEN DE ACTIVIDADES
Tercer Viaje Pelágico P 10Tercer Viaje Pelágico P 10
Taller de Playeros 2012 P13Taller de Playeros 2012 P13
PLUMITAS DEL SABER PLUMITAS DEL SABER P 14 P 14
AVISTAMIENTOS SOBRESALIENTES AVISTAMIENTOS SOBRESALIENTES
Reporte Comité Avistamientos P 15Reporte Comité Avistamientos P 15
PRUEBA FOTOGRAFICA PRUEBA FOTOGRAFICA P 16P 16
PROXIMAS ACTIVIDADES PROXIMAS ACTIVIDADES
Talleres y Censos 2012 P 18Talleres y Censos 2012 P 18
RED LIMICOLA RED LIMICOLA P 19P 19
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La Boba Parda es un ave marina perteneciente a la familia Sulidae dentro del recie n creado orden Suliformes,
previamente se incluí a en el orden Pelecaniformes. A nivel mundial se reconocen cuatro subespecies, pero en
el Atla ntico so lo se reconoce Sula l. leucogaster. Sus fó siles datan al menós de hace 20 millónes de an ós atra s.
El nombre de ‘boba’’ hace referencia a la naturaleza mansa de estas aves, las cuales frecuentemente se posan en
los barcos en alta mar para reposar sin aparente miedo a la presencia humana y que en sus colonias las perso-
nas pueden acercarse bastante a e stas, claro esta , a merced de recibir un picotazo de parte de los adultos prote-
giendo un nido.
Esta especie se caracteriza por su coloracio n marro n parduzca
por lo cual su nombre comu n en varios idiomas hace referencia
a este patro n de color a trave s de su distribucio n. Los adultos
presentan un plumaje mayormente liso color marro n con la ex-
cepcio n del blanco en el vientre y la parte inferior de las alas.
Existe dimorfismo sexual siendo las hembras ligeramente ma s
grandes y con pico amarillo mientras que los machos tienen el
pico verdoso-amarillento. Los polluelos en el nido son blancos
pero al momento de volar presentan un plumaje marro n mucho
ma s tenue que el de los adultos y su vientre es moteado con
manchas blancas y marrones que puede sugerir un color grisa -
ceo. Al cabo de dos an os el vientre se tornara blanco indicando su madurez sexual. La silueta de las aves en
vuelo presenta un perfil puntiagudo similar tanto en la cabeza como en su cola el cual es caracterí stico de las
Sula mientras vuelan pór encima del mar. Su taman ó varí a entre 64 a 85 cm de largó y cón un pesó de 950 a
1,800 g. Usualmente nó vócalizan mientras esta n en vueló ó alimenta ndóse peró en las cólónias tienden a hacer
graznidos y silbidos.
Esta especie se encuentra en la mayorí a de los oce anos tropicales y se mantiene todo el an o relativamente cerca
de las a reas donde anida. Sus a reas reproductivas incluyen el Caribe, la costa atla ntica de Brasil y A frica, islas
ocea nicas cerca de Madagascar, el mar Rojo, el norte de Australia, y muchas islas ócea nicas del óce anó Pací ficó
(Figura 1).
En nuestra regio n se conocen colonias histo ricas en la cos-
ta occidental del golfo de Me jico, el norte de Ame rica del
Sur y las Indias Occidentales incluyendo el archipie lago de
las Bahamas. La Figura 2 muestra localidades de colonias
en las Bahamas y el Caribe.
Las colonias de Puerto Rico se concentran en las islas de
Mona y Monito, y los cayos inhabitados entre Fajardo y la
isla de Culebra y en la isla de Desecheo. Sin embargo, se le
observa a lo largo de casi toda la costa del territorio puer-
torriquen o en especial en bahí as donde utilizan las boyas
de navegacio n para descansar. La costa entre los faros de
Rinco n y Cabo Rojo, y el Pasaje de Vieques son
frecuentemente visitadas por esta especie.
José A. Salguero—atlaspr@gmail.com
La Boba Parda (Sula leucogaster)
Figura 1
Figura 2: Localidad de colonias de Boba Parda
en las Indias Occidentales.
5
Continuación
La Boba Parda (Sula leucogaster) A diferencia de las otras especies de Sula en el Caribe, la Bóba Parda se alimenta durante el dí a cerca de la cósta
donde busca cardu menes de peces voladores y calamares cerca de la superficie. Tambie n se alimentan de
otros peces como el balaju (Hemiramphu), jarea (Mugil) y anchóa (Engraulis). Su fórma de pescar es tí picó de
las bobas; se deja caer como un dardo con las alas pegadas al cuerpo desde un altura entre 1 y 15 metros y una
vez en el agua persigue sus presas utilizando las alas y sus patas palmeadas para impulsarse bajo el agua. Es
comu n verles en grupos mixtos de aves marinas (pajareras) mientras de alimentan.
La Boba Parda anida en el suelo, usualmente
entre la vegetacio n, en islas rocosas. Las colo-
nias pueden estar activas durante todo el an o,
respondiendo a la disponibilidad del alimento.
Ambos padres incuban 1 o 2 huevos blancos
por un periodo de 45 dí as. El primoge nito tien-
de a asediar a su hermano menor usualmente
hasta casarle la muerte, un comportamiento
conocido como fratricidio. De esta manera se
le asegura una mejor oportunidad al picho n
sobreviviente a crecer satisfactoriamente hasta
que deje el nido a los tres meses de edad. Lue-
go de independizarse de los padres, los juveni-
les se dispersan por el Atla ntico y no regresan
hasta dos o tres an os despue s cuando obtienen la madure sexual. Su expectativa de vida puede llegar a ser de
30 a 50 an ós.
La poblacio n global se estima en aproximadamente unos 200,000 individuos (del Hoyo et al. 1992). Se le cónsi-
dera a nivel mundial como de bajo riesgo dada su amplia distribu-
cio n y nu mero de parejas y colonias. Sin embargo, estudios re-
ciente indican una leve tendencia de reduccio n poblacional. En el
Caribe esta cifra fluctu a entre 7,000 y 9,800 parejas, de las cuales
entre 1,400 y 1,700 anidan en nuestro archipie lago. La merma
poblacional en nuestra regio n sugiere que se considere esta espe-
cie como vulnerable. Las colonias activas continu an siendo per-
turbadas por las actividades del hombre, entre estas el robo de
huevos e introduccio n de especies exo ticas. Por ejemplo la colo-
nia ma s grande de bobas en el mundo se encontraba en la isla de
Desecheo con aproximadamente 15,000 bobas pardas. Esta colo-
nia no solo sufrio el embate de de cadas de bombardeo por avio-
nes militares de los Estados Unidos, sino que fue foco de introduc-
cio n de ratas negras, monos Rhesus y cabras. La poblacio n de bo-
bas y del resto de las aves marinas que anidaban en Desecheo, su-
cumbieron hasta desaparecer. En an os recientes se logro la erra-
dicacio n de gran parte de los animales exo ticos en es-
ta isla y ya han comenzado a recolonizar las aves ma-
rinas, incluso la Boba Parda. Juvenil de Boba Parda
6
Adele Mouakad—amouakad@yahoo.com
Mensaje de los Editores
Saludos a todos nuestros lectores. Esta edicio n de El Bien Te Veo esta dedicada a las aves pela gicas que avista-
mos en Puerto Rico. Esta idea nacio del Tercer Viaje Pela gico por el archipie lago del este. Otra razo n fue la
muerte de Jorge Saliva, bio logo y ornito logo que dedico su trabajo a las aves pela gicas y animales acua ticos co-
mo el manatí . Tenemos un bella resen a en su honor. En esta edicio n decidimos resaltar dos de nuestras aves
pela gicas, la Boba Parda, Sula leucogaster, y el Chirre Coliblanco, Phaethon lepturus. Ambas son aves pela gicas
que avistamos desde nuestras costas. Usen sus conocimientitos de estas aves para identificarlas en la prueba
fotogra fica. Dedicar esta edicio n a estas aves es a su vez un tributo a Jorge Saliva, a quien todos echamos de
menos.
El Bien Te Veo es un producto colaborativo de los miembros de la SOPI. Es el instrumento principal de comuni-
cacio n de nuestra organizacio n y una de las herramientas que usamos para atraer nuevos miembros. Para pro-
ducir una obra de calidad, los editores necesitamos el apoyo de todos los socios. A tales efectos les exhortamos
que contribuyan a la revista escribiendo artí culos, sometiendo avistamientos, noticias de activida-
des y fotografí as que nos ayuden a mejorar la publicacio n. Si tienen algu n to pico o ave que quieran
resaltar favor de comunicarse con los editores.
La Boba Parda (Sula leucogaster) Continuación
¿Que le espera en el futuro a la Boba Parda? Las colonias de Puerto Rico se encuentran en islas y cayos dentro
a reas protegidas y se han comenzado a erradicar las especies exo ticas que les afectan. Todaví a los derrames de
petro leo y el mal uso de redes de pesca siguen siendo amenazas. Sin embargo, muchas agrupaciones regionales
y el gobierno estatal y federal reconocen estos problemas y han comenzado a regular de manera ma s restrictiva
el transporte de petro leo y los me todos de pesca comercial y recreativa. Solo a trave s del monitoreo de las co-
lonias existentes podremos determinar si las medidas actuales de conservacio n han sido efectivas o si hay que
incluir otras acciones adicionales.
Selected References:
Schreiber, E. A. 2000. Status of Red-footed, Brown and Masked Boobies in the West Indies. Pages 46-57 in E. A.
Schreiber and D. S. Lee (eds.) Status and Conservation of West Indian Seabirds. Society of Caribbean Ornitholo-
gy, Special Publication Number 1. 225 pp.
Schreiber, E. A. and R. L. Norton. 2002. Brown Booby (Sula leucogaster). In The Birds of North America, No. 649
(A. Poole and F. Gill, eds.) The Birds of North America, Inc., Philadelphia.
Suggested Citation: Lee, D. S., W. A. Mackin. 2009. Brown Booby. West Indian Breeding Seabird Atlas <http://
www.wicbirds.net/brbo.html. Date accessed: 16/09/2012.
del Hoyo, J.; Elliot, A.; Sargatal, J. 1992. Handbook of the Birds of the World, vol. 1: Ostrich to Ducks. Lynx Edi-
cions, Barcelona, Spain.
BirdLife International (2012) Species factsheet: Sula leucogaster. Downloaded from http://www.birdlife.org on
16/09/2012.
Oberle, M. 2011. Puerto Rican Birds in Photographs.
7
Todo comenzo en el 1998, cuando cursaba mi
duode cimo grado en la escuela superior Manuel
Ramos Herna ndez en el pueblo de Quebradillas.
Allí tuve la dicha de conocer y ser discí pulo del
Profesor Ernesto Estremera de Jesu s, en su cla-
se de biologí a marina. Fue el intere s que mostre
por la vida silvestre lo que motivo que el profe-
sor Estremera compartiera su equipo de campo
para que comenzase los primeros censos del
chirre coliblanco (Phaeton lepturus) en lós acan-
tilados de Quebradillas. Todas las tardes y fines
de semana, religiosamente visitaba los acantila-
dos, buscaba, observaba, anotaba y fotografiaba
la vida de estas maravillosas aves. Poco a poco
fui acumulando la historia natural de esta ave
marina, pirata de alta mar que todos los an os
crí a su tesoro en las cavidades de los farallones. El 14 de abril del 2001 convoque para el primer censo coordi-
nado del chirre y nos dimos cita 8 personas. Tuve que disen ar una metodologí a para el censo, ya que no hay
una especí fica para esta especie en la literatura. El me todo es ba sicamente un censo simulta neo en cinco locali-
dades situadas estrate gicamente para poder ver las aves que entran y salen de sus colonias de anidaje en los
acantilados. Los primeros tres an os, el censo lo realizamos integrantes de la Liga Ecolo gica Quebradillana (en
aquel entonces no incorporada). Debido a razones fuera de nuestro control el censo no se realizo durante 5
an os luego del an o 2003. No fue hasta el 14 de febrero del 2009 que se reanuda el esfuerzo por censar el chirre
coliblanco y, desde entonces, se ha estado realizando el censo todos los an os, con la colaboracio n de la Liga
Ecolo gica Quebradillana Inc. y la Sociedad Ornitolo gica Puertorriquen a Inc. (SOPI)
Los resultados han sido de gran utilidad, ya
que gracias a nuestro esfuerzo se reafirma la
importancia de estos acantilados como un lu-
gar de importancia para las aves en la isla
(Acantiladós del Nóróeste PR-002) para el
programa de BirdLife Interntional y la SOPI.
Parte de los datos de estos censos fueron utili-
zados en la publicacio n “An Inventory of Bre-
eding Sea Birds of the Caribbean”(Bradley and
Norton 2009), en el capí tulo de Puerto Rico y
sus islas adyacentes (pp.83-98), escrito por el
Dr. Jorge Saliva QEPD, quien brindo apoyo y
valiosas sugerencias a esta iniciativa . Como se
puede apreciar en la Figura 1., la colonia de chirres en los acantilados de Quebradillas cuenta con aproximada-
mente 110 parejas. Se han notado fluctuaciones en los nu meros de chirres contados, con el conteo
ma s bajo durante el an o 2003 pero no necesariamente se debe a una merma en la poblacio n. Du-
Alcides L. Morales-Pérez—amorales@avesdepuertorico.org
El Censo Anual del Chirre Coliblanco (Phaeton lepturus catesbyi) en los acantilados de Camuy, Quebradillas e Isabela, 7 años de monitoreo interrumpido.
©Alcides Morales
©Alcides Morales
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rante ese an o el censo se realizo a finales del mes de marzo, por lo que ya hay aves incubando y como resultado
menos aves volando y detectadas en las colonias. Ahora, es de intere s el numero bajo durante el an o 2011 ya
que el censo se realizo durante el mes de febrero que es cuando podemos observar mayor actividad de cortejo
y es cuando usualmente se realiza el censo. Las causas a esta aparente merma son desconocidas, pero puede
que se trate de fluctuaciones anuales normales en la poblacio n. Esto es apoyado con la cantidad de chirres ob-
servados durante el an o 2012, ya que se acerca al rango de los conteos ma s altos. Al parecer los nu meros de
chirre coliblanco en los acantilados de Quebradillas se ha mantenido estable aunque se desconocen estimados
histo ricos para esta poblacio n. Para tener una idea ma s clara de lo que puede estar sucediendo en esta colonia
serí a necesario realizar estudios de e xito reproductivo y supervivencia a largo plazo, en combinacio n con otras
investigaciones que arrojen luz sobre la vida de estas aves en alta mar.
La colonia del chirre coliblanco en los acantilados de Quebradillas es la segunda ma s numerosa en el archipie -
lago de Puerto Rico, ya que cuenta con aproximadamente 120 parejas. La ma s numerosa es la de Isla de Mona
con una poblacio n estimada de 150-200 parejas (Saliva 2009). Se estima que 500-525 parejas anidan en el ar-
chipie lago de Puerto Rico (Saliva 2009). La importancia de un programa de censos a largo plazo es imperativa
para notar cambios en las poblaciones y poder tomar decisiones de manejo adecuadas para la proteccio n de
cualquier especie de ave u otros organismos. Las aves marinas son el grupo de aves que enfrentan mayores
problemas de conservacio n, con 28% de las especies amenazadas en el mundo (Croxall et. al 2012) Sin embar-
go, los acantilados de Quebradillas y pueblos limí trofes permanecen desprotegidos y bajo constante presio n de
desarrollo urbano y especies invasivas, a pesar de su alto valor ecolo gico, geolo gico y esce nico u nico en Puerto
Rico.
Referencias: Croxall, J. P, Butchart S. H. M, Lascelles, B., Stattersfield, A. J., Sullivan, B., Symes, A. and Taylor, P. 2012. Sea-
bird conservation status, threats and priority actions: a global assessment. Bird Conservation International 22: 1-34
Saliva, J. E. 2009. Puerto Rico and Its Adjacent Islands. Pp 83-98 in An Inventory of Breeding Seabirds of the Caribbean ( P. E. Bradley and
Robert L. Norton.). University Press of Florida
Continuación
El Censo Anual del Chirre Coliblanco (Phaeton lepturus catesbyi)
9
Un experto en las aves marinas del Mar Caribe, Jorge Saliva,
trabajo por ma s de dos de cadas como bio logo de vida sil-
vestre con El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los EEUU,
USFWS, por sus siglas en ingle s. Se integro a la oficina Servi-
cios Ecolo gicos de Campo del Caribe, cuando se conocí a co-
mo la Oficina de Campo de Boquero n. Jorge era un indivi-
duo apasionado que promovio energe ticamente la conser-
vacio n de los recursos marinos y de vida silvestre, particu-
larmente las aves marinas, los playeros, las aves migratorias
neotropicales y los mamí feros marinos. Su trabajo le permi-
tio hacer contribuciones valiosas a la conservacio n de mu-
chas especies amenazadas o en peligro de extincio n, como el
pelí cano pardo Pelecanus occidentalis, el chórló meló dicó Charadrius melodus, la palóma sabanera Patagioenas
inornata, el guaraguaó de bósque Buteo jamaicensis brunescens, el falcó n de sierra Accipiter striatus venator, la
mariquita Agelaius xanthomus y el manatí antillanó Trichechus m. manatus. Tambien trabajó pór la cónserva-
cio n de plantas y otra vida silvestre en general. Trabajo en la de-
signacio n del coquí guajo n Eleutherodactylus cooki y la cóbana
negra Stahlia monosperma, cómó especies en peligró de extinció n
y de los ha bitats crí ticos de esas 2 especies.
A Jorge se le considero un cientí fico prolí fico con sobre 25 publi-
caciones profesionales, las cuales son reconocidas como referen-
cias primarias en el campo de la conservacio n de vida silvestre.
Actualmente estaba contribuyendo con el Grupo de Trabajo del
Cambio Clima tico de Puerto Rico en el desarrollo de una Estrate-
gia de Adaptacio n al Cambio Clima tico para Puerto Rico.
Durante quince an os realizo censos ae reos y estudios de teleme-
trí a del Manatí Antillano. Fue uno de los primeros participantes en
el rescate y la rehabilitacio n de los manatí es, conducida por el
USFWS, el Departamento de Recursos Naturales y el Centro Puertorriquen o para la Conservacio n del Manatí .
Su trabajo ma s importante fue dedicado al estudio y la conservacio n de la Palometa, Sterna dougallii. Durante
20 an ós cóntinuós cóndujó censós y encuestas de nidós. La infórmació n que óbtuvó de sus investigaciónes le
permitio al USFWS desarrollar un plan de recuperacio n para la Palometa en el Caribe y la regio n noreste de los
Estados Unidos.
Tambie n trabajo en la recuperacio n y proteccio n del Pelí cano Pardo, Pelecanus occidentalis. Desde lós 1990s
colaboro con otros expertos en la especie y realizo censos ae reos de adultos y de nidos.
Jorge fue muy activo en la promocio n de la conservacio n de las colonias ma s grandes de anidaje de pelí canos,
en Vieques y Gua nica. Tambie n promovio iniciativas para la erradicacio n de los depredadores del pelí cano, pa-
ra proteger el ha bitat de las colonias de crí a en Puerto Rico y las Islas Ví rgenes.
Era una persona querida y admirada por todos con quienes se relacionaba, por su gran sentido de
humor y capacidad de ana lisis en su trabajo. Fue un ser humano apasionado que disfrutaba bucear
Ornitólogo puertorriqueño, fallecido el 23 de julio de 2012 a los 49 años
Recordando a Jorge E. Saliva
Palometa (Sterna dougallii)
10
Algunas aves pasan todo su vida en el mar y so lo van a tierra a anidar, a las mismas le llamamos aves pela gicas.
Hay una gran cantidad de conocimiento acerca de la presencia y los movimientos de las aves en tierra, pero hay
enormes lagunas de nuestro conocimiento sobre las pela gicas. El sa badó, 30 de junió al amanecer partierón dós
botes del puerto Las Croabas de Fajardo. La misio n de
estas embarcaciones: asistir a un grupo de pajareros
de la SOPI en su aventura pela gica en busca y docu-
mentacio n de estas aves. Bajo la experta tutela de Ana
Pazos, quien ha realizado varios viajes de esta í ndole,
nos dirigimos hacia Culebra. Durante la primera parte
nos enfrentamos a una fuerte corriente que harí a todo
lo posible para impedir que llega ramos a nuestro obje-
tivo. Entre el salto de ola a ola y una refrescante llo-
vizna quedamos bien despiertos para las maravillas
que las naturaleza nos obsequiarí a. El imponente des-
pliegue de belleza y la destreza ae rea del
Chirre (Phaethon lepturas) fuerón nues-
en los mares, levantar pesas, jugar ‘racketball’, las excursiones y la exploracio n de la naturaleza. Su conoci-
miento y amor por la naturaleza y la conservacio n fue una gran ayuda para el Servicio Federal y la ornitologí a
en Puerto Rico, sobre todo en las actividades educacionales, como caminatas y presentaciones.
Jorge se graduo de la Universidad de Puerto Rico , Mayagu ez con un bachillerato en biologí a. Obtuvo su grado
doctoral en ecologí a y evolucio n de la Universidad de Rutgers en el estado de Nueva Jersey. Fue miembro de la
Unio n Americana de Ornitologí a, la Asociacio n de Ornito logos de Campo, la Sociedad de Aves Acua ticas, la So-
ciedad para el Estudio y Conservacio n de la Aves Cariben as, la Sociedad Ornitolo gica de Puerto Rico, la Socie-
dad Ornitolo gica de Cooper y Grupo Interagencial Oceanarios.
Jorge sera eternamente recordado por todos los ornito logos y amantes de las Aves en Puerto Rico, particular-
mente por los miembros de la Sociedad Ornitolo gica Puertorriquen a.
Nathaniel González—nathanielg@gmail.com
Tercer Viaje Pelágico 2012
Participantes del viaje y el capitán.
Jorge en colonia de Palometas y Charranes Piquiagudo de La Parguera
11
tras primeras recompensas en el Cayo Luis Pen a.
Fue en este cayo que se comenzaron a utilizar
nuestras nuevas herramientas de pajareo para
atraer las aves: palomitas de maí z, pan, carnada,
sardinas y aceites de pescado. Las mismas se utili-
zan para atraer grandes cantidades de aves y, con
ellas, la oportunidad de encontrar algunas de las
ma s raras. Algunas de estas aves eran ma s valien-
tes que otras y podí amos ver co mo algunas se
acercaban cada vez ma s a los botes y hasta toma-
ban las palomitas de maí z de las manos. Observa-
mos que se formaban grandes remolinos de Ga-
viotas Gallegas (Laurus atricilla) en el mar en bus-
ca de peces, a estos remolinos se les conoce como
pajareras. Estas pajareras pueden ser causadas
por el movimiento en cardu menes creados por
delfines. Luego de abastecernos de combustible
en Culebra nos dirigimos al norte visitando el Cayo del Agua, Cayo Rato n, Cayo Yerba hasta llegar al Cayo Alca-
rraza. Es durante este trayecto que ocurre un evento que quedara en las mentes de todos los presentes: una
Boba Parda (Sula leucogaster) se abalanzó sóbre el bóte. Su cercaní a móstró un mómentó í ntimó cón una espe-
cie que normalmente so lo se puede ver a distancia, y fue de gran alegrí a para los foto grafos en la embarcacio n.
Cerca del Cayo del Agua nos encontramos con las primeras Cerveras Pardas (Anous stolidus).
Continuando hacia el Cayo Yerba pudimos notar que el cielo cada vez se poní a ma s oscuro sobre este pequen o
pedazo de tierra. La nube negra sobre el cayo se comenzo a definir en cientos de pequen os charranes a medida
que nos acerca bamos; mi boca se abrí a cada vez ma s y mi corazo n latí a ma s fuerte. Esa nube era formada por
Ruta del viaje pelágico.
Charranes Pardos en Cayo Yerba y Bobas Enmascaradas en Cayo Alcarraza.
Continuación
Tercer Viaje Pelágico 2012
12
Charranes Oscuros (Onychoprion fuscatus) que se en-
contraban anidando y volando sobre el cayo. Es uno de
esos momentos de la vida que nunca se podra olvidar.
Continuamos hacia el Cayo Alcarraza —que desde lejos
parece una montan a que sale de las profundidades del
mar— y en su cu spide anidaba la Boba Enmascarada
(Sula dactylatra). Fue a la sómbra de este cayó que am-
bos botes se unieron y las tripulaciones pudieron dis-
frutar de una merienda y compartir las ane cdotas de
una excelente man ana. Continuamos hacia el oeste cru-
zando los Arrecifes Barriles, donde nos sorprendieron
dos Playeros Aliblancos (Tringa semipalmata) cómpar-
tiendo con otros charranes. En Cayo Diablo tomamos
un chapuzo n para aplacar un poco el intenso sol y dis-
frutar ma s de un dí a perfecto. Llegando al Cayo Lobos pudimos ver a varias Bobas Pardas juveniles, y una floti-
lla de decenas de Tijeretas (Fregata magnificens) nós recibí a tantó en tierra cómó en aire. Las u ltimas carnadas
fueron lanzadas desde ahí y pudimos ver lo a giles que son estas aves para aprovechar una buena oportunidad.
So lo quedo visitar un pequen o cayo al norte de Fajardo llamado Las Cucarachas donde pudimos observar dos
Ostreros (Haematopus palliatus). Despue s de 8 hóras, 62 millas de recórridó y 24 especies registradas, regresa-
mos al puerto.
Esperamos que la informacio n recopilada pueda ayudar a otras generaciones a descubrir, apreciar y proteger
los tesoros que se encuentran ma s alla de nuestras costas. Los participantes de esta aventura fueron: Ana Pa-
zos , Jose A. Salguero, Alfredo Colo n, Adele Mouakad, Sergio Colo n, Felisa Collazo, los capitanes Enrique Ayala y
Ví ctor Vando y, su servidor, Nathaniel Gonza lez. Los esperamos en la pro xima aventura pela gica.
Para disfrutar de un ví deo montaje de esta aventura pueden visitar: http://youtu.be/0MW0askMgwo .
Pelícano Pardo en Culebra.
Tijeretas en Cayo Lobo y el Chirre Coliblanco.
Continuación
Tercer Viaje Pelágico 2012
©Gabriel Lugo
13
Entre las aves ma s diversas y difí ciles
para identificar esta el grupo de las li-
mí colas, aun para expertos, debido a la
gran variedad de estas y sus plumajes
similares, tanto nupciales como de in-
vierno. Las hay residentes y migratorias
por lo que pueden ser identificadas
erro neamente. Para mejorar la capaci-
dad de identificar este grupo de aves, el
pasado 1ro. de Septiembre se celebro el
tan esperado Taller de Identificacio n de
Playeros y Chorlitos, en el Centro Cultu-
ral de Francisco Morell Toledo de Ca-
muy. Con la concurrida asistencia entre
socios e invitados el Vice-Presidente de
la S.O.P.I., Sergio Colo n Lo pez junto a
valiosos cometarios de parte de Jose
Salguero, Jose Colo n y Alcides L. Mora-
les, dio ca tedra de como identificar las mu ltiples aves de este grupo, de acuerdo al taman o, forma del pico, co-
loracio n de patas, diversos plumajes y hasta similitudes entre individuos de especies diferentes. Se explicaron
mu ltiples factores para poder identificar estas aves. Una ves culminada la charla, Sergio sen alo que la mejor
forma para aprender es practicando en los humedales, con una guí a de campo, para adquirir la experiencia
ba sica y necesaria, y desarrollar las destrezas para identificarlos.
Gracias a la dedicacio n, hospitalidad y organizacio n para esta actividad del camuyano y socio de la SOPI, Israel
Guzma n los participantes pudieron disfrutar de la observacio n de estas aves en diferentes localidades en un
corto plazo mediante la utilizacio n del “Trolley” ofrecido gratuitamente por el Ayuntamiento Municipal. Se vi-
sitaron las Charcas de Yeguada donde pudimos observar al Playero Pectoral Calidris melanotos, Playeró Menu-
dillo C. minutilla y el Chórlitó Acóllaradó Charadrius semipalmatus. En la Charca Amadór óbservamós el Fla-
menco Phoenicopterus ruber, Playeró Picócórvó Nume-
nius phaeopus y Chórló Cabezó n Pluvialis squatarola en
plumaje nupcial. Ma s tarde, visitamos la desemboca-
dura del Rí o Camuy donde logramos ver dos individuos
de Fumarel Comu n Chlidonias niger, , Chórlitó Blancó
Charadrius nivosus, Playeró Cóleadór Actitis macula-
rius y Ostreró Haematopus palliatus. Tódós lós asisten-
tes quedaron muy complacidos con la actividad debido
a todas las oportunidades que tuvimos para observar
la diversidad de las aves limí colas en diferentes entor-
nos. Gracias a todos los socios y visitantes por su apoyo
y no olviden; para nuestra pro xima actividad invitar y
llevar a una persona que no conozca la SO-
PI para que aprenda a pajarear…
Rodney Comas—rcomas@avesdepuertorico.org
Taller de Identificación de Playeros 2012
©Gabriel Lugo
©Gabriel Lugo
14
Las aves utilizan varias estrategias para obtener su alimento.
Entre las terrestres podemos observar diferentes te cnicas de bu squeda y captura tales como:
1- próbing-bu squeda minuciósa en el substrató
2- reaching - extenderse hasta alcanzar la cómida
3- hanging -suspenderse desde arriba sin apóyó inferiór
4- gaping -vólar cón la bóca bien abierta
5- flycatching y variaciónes -cuandó se atrapan presas al vueló
Tambie n podemos observar como algunas aves siguen a otras cuando buscan alimento. Esta relacio n se da
cuando un ave, inadvertidamente, ayuda a otra ave a conseguir alimento sin detrimento o perjuicio para sí mis-
ma. El ave buscadora (Agitadora o Beater) sacude la vegetacio n o substrato, moviliza la presa y la otra ave
(Seguidóra ó Attendant) la sigue, alimenta ndóse de lós excedentes revueltós. Ejempló: Ibis Blancó y Garza Blan-
ca. El movimiento del ave buscadora es muy frecuente en la Garza Tricolor, aunque lo hace sola.
Otras aves que compiten por alimento han hecho el latrocinio o hurto o costumbre de robar una forma de vida.
Se conoce como cleptoparasitismo y es la conducta de perseguir y acosar otra ave para robarle su comida. Los
Pa galos piratean la mayor parte de su comida persiguiendo aves que han atrapado un pez hasta que la obligan a
soltar su presa e incluso, en algunos casos, hasta la obligan a regurgitar el alimento almacenado en el buche. El
A guila Calva suele precipitarse sobre el A guila de Mar para obligarla a soltar su presa. Las fragatas o tijerillas
roban a otras tales como pelí canos y cormoranes.
Carmen Méndez—
Plumitas del Saber
Estrategias Alimentarias de las Aves
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Información de Actividades
¡Visítanos!
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Sergio A. Colón—sergiocolon@yahoo.com
Avistamientos Sobresalientes
14 de agóstó—Zach Smart vió 2 Pamperós de Audubón
Puffinis lherminieri durante un viaje en ferry entre Fajar-
do y Vieques.
25 de agóstó—Carmen Maldónadó y E rika Maldónadó
vieron una Barga Lomiblanca Limosa haemastica en la
desembocadura del rí o Camuy. Entretanto, ese mismo dí a,
Nataniel Gonza lez y Bas van Schooten vieron 6 Charranes
Piquigordos Gelochelidon nilotica en Cabó Rójó.
26 de agóstó—Gabriel Lugó vió unós 600 Charranes Có-
munes Sterna hirundo y unó de Fórster Sterna forsteri en
el sector La Boca, Barceloneta. Mientras tanto, ese mismo
dí a, Omar Monzo n y Jose Salguero vieron una Candelita
Setophaga ruticilla en la reserva natural Punta Petróna.
27 de agóstó—Glória Archilla y Kenny Enriquez vierón
Fumarel Comu n Chlidonias niger en la desembócadura de
An asco.
11 de septiembre—William F. Penncók vió seis Ibis Lus-
trosos Plegadis falcinellus cerca de la intersecció n de las
carreteras PR2 y PR693 —carretera que conduce al em-
balse La Plata, en Toa Alta—. Esto es muestra de que la
poblacio n de este ave continu a en aumento.
13 de septiembre—Julió Salgadó vió unós 40 Chambergós
(Bóbólink) Dolichonyx oryzivorus en lós pastizales que
esta n en el este de Can o Tiburones, en la jurisdiccio n de
Palmas Altas, Barceloneta. Adema s, vio ese mismo dí a un
Fumarel Comu n en el sector la Boca de ese mismo pueblo.
14 de septiembre—Craig Fannes vió un Sabaneró Arróce-
ro (Dickcissel) Spiza americana pór el Mórró.
15 de septiembre—Bas van Schóóten vió un Playeró Ca-
nelo Tryngites subruficollis en Gramas Lindas, Tóa Baja. El
an o pasado esta especie se observo en este mismo lugar
aproximadamente para esta misma fecha. Por el otro lado
de la Isla en las Salinas de Cabo Rojo, Julio Salgado y
Shawn Hayes vieron una Avoceta Americana Recurviros-
tra americana
© William F. Penncok
Bobolink
Avoceta Americana
Ibis Lustroso
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Esta edicio n de El Bien Te Veo esta dedicada a las aves pela gicas. La prueba fotogra fica es de las aves pela gicas
que podemos observar desde nuestras costas o de los cayos aledan os a nuestra isla. Usen sus conocimientos
sobre estas aves para identificar las fotos incluidas aquí .
1 2 3
4
Adele Mouakad—amouakad@gmail.com
Prueba Fotográfica
3
2 1
6
©Gab
riel Lugo
5
©Jose A. Colo n Lo pez
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La Prueba Fotogra fica anterior consistio en identificar a los patos.
#2
#3 #4
©Mike Morel
#1
©Mike Morel
Sergio A. Colón—sergiocolon@yahoo.com
Respuesta a la Prueba Fotográfica Anterior
1. Pató Quijada Cólórada Anas bahamensis: Ave es residente. El rójó en la mandí bula superiór y su cara blanca
son lo suficiente para poder identificarlo.
2. Pató Chórizó Oxyura jamaicensis: Ave residente. El picó azul, cara blanca demuestran que es un machó en su
plumaje nupcial. La cola erguida es algo que lo destaca a lo lejos.
3. Patós Cabeciblancó Anas americana, machó y hembra (lós primerós dós patós de arriba abajó): Ese blancó en
el abdomen contrasta mucho con los cremas del pecho, esto sumado al blanco de centro de las alas. En los ma-
chos son negras la parte inferior de la cola.
Pato Cuchareta Anas clypeata (el terceró): El picó en fórma de cuchara ló hace incónfundible nó impórta el plu-
maje que tenga este.
4. El Pató Zarcel Anas discors: Pató parduscó cón ribetes cremas, lí nea ócular nótable y picó óscuró. Parece de
primera intencio n un pato con un plumaje simple hasta que abre las alas para destacar su
«espejo» color azul celeste.
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Próximas Actividades
NOVIEMBRE
17—Taller de Reinitas
Apertura del Certamen de Fotografí a de Aves
DICIEMBRE
Fechas tentativas para Censos Naviden os (113th Audubon’s Christmas Birds Count).
15—Fajardo
22—Arecibo
29—Cabo Rojo
#5 #6
Continuación
Respuesta a la Prueba Fotográfica Anterior
5. Pató Chórizó Oxyura jamaicensis (hembra): La córóna parda óscura y una franja del mismó cólór atraviesa la
cara color crema son suficientes para determinar que es esta especie. Al igual que el macho la cola erguida es
una caracterí stica tí pica de este pato.
6. Pató Dóminicó Nomonyx dominicus (hembra): Al igual que la hembra del pató Chórizó tiene la córóna óscu-
ra, pero tiene una larga ceja crema que da la impresio n de tener dos franjas cremas que alternan a las tres os-
curas.
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RUTA
COORDINADOR
Costa de Arroyo
Bahí a de Jobos en Salinas
Salinas de Papayo en Lajas
Pen ones de Melones en Cabo
Rojo
Punta Guaniquilla en Cabo
Rojo
Desembocadura Rí o Grande
de An asco
Carlos A. Delannoy
cadelannoy@yahoo.com
La Costa de Isabela
Charca de Yeguada y Los
Amadores en Camuy
Isla Culebra
San Miguel, Luquillo
Salinas de Cabo Rojo Jose Colo n
natouraves@gmail.com
La Costa de Camuy Alcides L. Morales
pajaroborincano82@gmail.com
Costa de Oro, Arecibo Sergio Colo n
sergiocolon@yahoo.com
Punta Palmas, La Boca Barce-
loneta
Gabriel Lugo
lugo.gabriel@gmail.com
Hacienda La Esperanza, Ma-
natí
Personal del Fideicomiso de Conser-
vacion
El Cibuco, Vega Baja Frank Gonza lez
tinglarpr@yahoo.com
Pin ones en Loiza Jose Salguero
dricterus@yahoo.com
Pení nsula La Esperanza, Ca-
tan o
Jose Enrique Rodrí guez
josenrique@prtc.net
El programa de la Red Limí cola se lleva a cabo
desde el an o 2001 y tiene como objetivo principal
evaluar el uso de diferentes ha bitats costeros por
los playeros residentes y migratorios. Necesita-
mos voluntarios que visiten una vez al mes uno
de los lugares vacantes indicados en la lista. Puer-
to Rico. Desafortunadamente hay lugares que no
se esta n monitoreando y necesitamos de tu ayuda
para volver a obtener tan importante informa-
cio n. Los datos obtenidos se utilizan para varios
proyectos de conservacio n y son compartidos con
varias agencias enfocadas al estudio y conserva-
cio n de las aves playeras.
Para adoptar una ruta favor de escribirnos a:
directivasopi@yahoo.com
U nete y se parte del esfuerzo de conservacio n de
los playeros. Para unirte a una ruta que ya tenga
coordinador, comu nicate con el coordinador de la
ruta. Las rutas que necesitan un coordinador es-
ta n en blanco.
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