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APRENDIZAJE:

DE LAS NEUROCIENCIAS A LA

CULTURA

Prof. Dr. Pascual Ángel

Gargiulo

2012

CONFERENCIA:

* Planteos históricos

* Transición y continuidad:

Desde el aprendizaje y sus

implicancias neurobiológicas

hasta el hecho cultural.

Evidencias:

Psicofisiología

Filosofía

Psicopatología

PSICOFISIOLOGÍA

Psicofisiología

Mecanismos de:

•Atención

•Percepción

•Memoria

Jalones relevantes en el proceso de

aprendizaje desde lo biológico.

Wilhelm

Maximilian

WUNDT

(1832-1920)

Experimento:

* Introspección

* Registros

Fisiológicos

Experimento:

* Tiempo de Reacción

* Sensopercepción

* Sentimiento

* Voluntad

Max

WERTHEIMER

(1880-1943)

Kurt

KOFFKA

(1886-1941)

Wolfgang

KÖHLER

(1887-1967)

Iván PAVLOV

(1849-1936)

FILOSOFÍA

Wilhelm

DILTHEY

(1833-1911)

Edmund

HUSSERL

(1859-1938)

Edith

STEIN

(1891-1942)

Influencia de Dilthey:

* Psicología Fenomenológica:

Ciencias del espíritu y ciencias

de la naturaleza.

* Reduccionismos imperantes

en su época y aún presentes.

Dilthey:

* La historia y otras disciplinas

que abordan lo humano debían

ser incluidas en el grupo de

“ciencias de espíritu", .

* No confundirlas con las

llamadas "ciencias de

naturaleza".

WUNDT

* Fundador del primer laboratorio de Psicología

Experimental de la historia.

* Autor de una Psicología Fisiológica.

* Planteaba la conveniencia de utilizar el criterio

sociológico para estudiar lo que llamó los

“productos espirituales” (costumbres, lenguaje y

representaciones míticas, entre otros).

WUNDT

“Psicología de los

Pueblos”: Obra menos

recordada que la primera y,

probablemente más

relevante en el tema que

hoy nos ocupa.

STEIN:

* Influenciada por Dilthey.

* Escritos (1918 y 1919) dedicados

a estos temas, profundizando las

ideas de causalidad y motivación.

LERSCH

* “Etiología” de la conducta.

* Condiciones intra-anímicas,

incluibles dentro del concepto de

motivación.

* Condiciones del mundo de lo

corporal, reconociendo las conexiones

psicofísicas y psicosomáticas.

DIFERENCIA

CATEGORIAL

Psiquiatría Centroeurpea

* Jaspers

* Schneider.

En este contexto, una

explicación "científica"

de un acontecimiento

humano, histórico o

psicológico, constituiría

un error epistemológico.

Explicación "científica“

=

Error epistemológico.

Esta diferencia está

presente también en el

planteo de Popper,

quien distingue tres

mundos del hombre.

Popper-Eccles

“El Yo y su

Cerebro”

Destacamos la

simpatía despertada en

nuestra generación por

su obra “El yo y su

cerebro”.

Influencia relevante en nuestra

época:

* Periodo de formación médica.

* Formación en el ámbito

psiquiátrico.

* Inicios de nuestra carrera en el

ámbito de las neurociencias.

Su carácter integrador en

un área en que diversas

disciplinas se encuentran, y

no siempre del modo más

armónico, nos llevó a

considerar muchos de sus

planteos como orientadores

y fecundos.

El encuentro entre un filósofo y

un neurocientífico, ambos de

talla, era un hecho intelectual

inusual, teniendo en cuenta la

tendencia a hacer prevalecer un

planteo en desmedro del otro que

demasiadas veces se observa en

la temática.

En este sentido muchas

aproximaciones quedan viciadas por

resaltar la singularidad del hombre

negando toda aproximación a través de

modelos en especies inferiores, o,

inversamente, por reducir lo humano a

experiencias de laboratorio, demasiadas

veces reduccionistas y conducentes al

determinismo.

La obra de Popper y

Eccles constituía un

diálogo interesante y

amplio tendiente a edificar

un puente entre ambos

tipos de disciplinas o

saberes.

Trabajo, de

condición también

dual

(neurociencias y

psicopatología).

Líneas de Investigación

* Dar razón de alteraciones

conductuales presentes en el

hombre a través de

aproximaciones experimentales a

los trastornos cerebrales

subyacentes a las enfermedades

en sentido estricto en psiquiatría.

Todo esto nos lleva

a una situación de

plena atención a

estas dos

vertientes.

Garantía para no incurrir:

* Ni en reduccionismos.

* Ni en la negación estéril

de modelos y sus

consiguientes potencialidades

por negaciones surgidas de

presupuestos teóricos.

No voy a referirme a los

ejes centrales del

pensamiento de Popper,

dado que estos temas,

propios de los filósofos,

han sido y serán abordados

por ellos.

En este sentido, dejo lugar a

quien corresponda en lo que hace

a ideas tales como su negación

de la existencia de la inducción,

la falsabilidad como condición

de posibilidad de una teoría

científica y sus ideas en torno a

la sociedad abierta.

Esto podría llevar a un

extenso tiempo de trabajo

de interdisciplina en los

dos primeros casos, y un

extenso e interesante

debate en el tercero.

Señalo simplemente al

respecto que me parece

procedente, tanto desde su

teoría como desde la praxis

científica a la que estamos

habituados, el considerar el

saber científico como

hipotético y conjetural.

Abocándonos al tema

específico de este momento,

creo interesante señalar

algunas contribuciones muy

interesantes del trabajo que

Popper escribiera con Eccles

en torno a El Yo y su Cerebro.

En esta obra, que es la que más

difusión ha tenido entre los

neurocientíficos, Popper redacta

una primera parte o exposición

inicial, que se continúa con

capítulos de Eccles en torno al

estado actual de las neurociencias

en la época de edición del estudio.

El libro concluye con algunos

diálogos entre ambos autores.

Sin pretender hacer un análisis

completo de la obra, me remitiré

a algunos puntos que tienen una

proyección muy relevante en los

criterios de abordaje de la

psicopatología.

Por su posición, Popper

representa al grupo de

los emergentistas (ver

Sanguineti, 2007).

MUNDO 1: mundo material o

biológico.

MUNDO 2: emerge otro mundo del

psiquismo, diverso del mundo 1.

MUNDO 3: productos de lo humano.

Niega el carácter

puramente material de

los pensamientos, las

opiniones, los deseos, el

yo y la conciencia, con

algunas diferencias en la

posición de Eccles.

Junto con otros filósofos

emergentistas, reconoce la

posibilidad de que perfecciones

nuevas sean suscitadas por

ciertas configuraciones de la

materia, siguiendo las vías de la

evolución (Sanguineti, 2007).

Serían pasos sucesivos el

surgimiento de la vida, de

la conciencia, de la vida

animal y finalmente de la

mente humana

(Sanguineti, 2007).

Su concepción ha

sido definida como

un dualismo

emergentista

(Sanguineti, 2007).

Niveles superiores

* Conciencia

* Libertad

* Control sobre los

estratos inferiores.

Esta posición

emergentista no es

materialista, en el sentido

de que la mente surge por

evolución pero no se

confunde con la realidad

física.

En El Yo y su Cerebro, en primer

lugar, Popper señala con una

sólida y extensa argumentación el

modo en que el materialismo se

supera a si mismo, luego de

haber aportado elementos que

favorecieron la investigación del

cerebro.

Pasa luego a una crítica

sistemática al mismo,

delimitando previamente tres

mundos, en una posición que

podría considerarse relacionada

con las ideas que dieron lugar a

las escuelas centroeuropeas de

psiquiatría.

Continúa con diversas

consideraciones en torno al

yo, y concluye haciendo

una exégesis de los

comentarios históricos en

torno al problema del

cuerpo y la mente.

Para hacer una muy apretada

síntesis de algunos de las

cuestiones desarrolladas al

respecto por Popper, destacamos

la relevancia que da al

argumento de Haldane, en

contra de los reduccionismos

materialistas.

Argumento de Haldane: sostiene

que si las opiniones que uno tiene

son producto de la química

cerebral y no de la lógica, esto

indica que las mismas dependen

de la química y no de la lógica,

hipotecando la validez del

conocimiento (Op. Cit., pág. 85).

Más allá de versiones y

polémicas posteriores, el

mismo constituye un

argumento en algún sentido

aún valedero frente a la

tentación de caer en los

reduccionismos.

El otro aporte que podría ser

considerado medular en lo que

respecta a sus proyecciones

sobre la psicopatología es la

idea de que existen tres

mundos (ver Tabla I, Op. Cit.,

pág. 18).

En un sentido de

complejidad

ascendente, describe

un tres “mundos”.

Popper sostiene que puede haber

causación “descendente”, esto

es, acción de los estratos

superiores sobre los inferiores,

y no sólo consecuencias en los

estratos superiores de lo generado

en los estratos inferiores (Op. Cit.

Pág. 15).

Esto tiene

consecuencias en

psicopatología como

disciplina teórica, y en

psiquiatría, como

quehacer práctico.

PSICOPATOLOGÍA

Desde la enfermedad humana, la

psicopatología centroeuropea

ha diferenciado clásicamente

dos categorías principales de

entidades nosológicas en el

enfermar humano, con accesos

diferenciales.

Intentaremos hacer una

apretada síntesis en torno a la

psicopatología, de modo tal

de poder apuntar el lugar en

que se aplica o refiere el

conjunto de aportes de Popper

que hoy deseamos señalar.

En el presente son

numerosas las

clasificaciones

existentes de las

entidades nosológicas

en psiquiatría.

Muchas de las más difundidas

presentan el problema de

atomizar las grandes categorías

de clasificación igualando toda

manifestación psicopatológica

bajo la común denominación

de “trastorno”.

Así lo hacen, por ejemplo,

los manuales diagnósticos

y estadísticos de la

Asociación Americana de

Psiquiatría, conocidos por

sus siglas (DSM-III, DSM-

III-R, DSM-IV).

Otra crítica a estas clasificaciones

que entendemos válida es la de

Brusset (1999), quien remarca,

citando a otros autores, que los

manuales diagnósticos y

estadísticos (DSM) tienden a hacer

perder toda especificidad a la

psiquiatría cuando se la compara

con otras especialidades médicas.

Se tiende así a un punto

de vista absolutamente

organicista, y

apuntando a una terapia

exclusivamente

quimioterápica.

La categorización de las distintas

entidades observables en la praxis

conserva aún hoy un interés

fundamental, dado que orienta la

terapéutica y permite el

pronóstico. Aún más, la postura

teórica subyacente al abordaje

constituye una variable que no

puede ser ignorada.

Por todo lo apuntado,

preferimos manejarnos con

la clásica sistematización

de Schneider (ver tabla II),

dado su valor didáctico y

conceptual.

La psicopatología

centroeuropea propone

dos categorías

principales de

entidades, con accesos

diferenciales.

Los puntos de vista clásicos

de psiquiatría de Europa

central son expuestos

claramente por Jaspers

(Jaspers, 1965/1913, 1997) y

Schneider (Schneider,

1975).

Ellos consideraron la

diferencia filosófica

esbozada por Dilthey

entre ciencias del

espíritu y ciencias de la

naturaleza.

Dilthey, oponiéndose a

reduccionismos, propuso que la

historia y otras disciplinas que

abordan lo humano deben ser

incluidas en el grupo de

“ciencias de espíritu”, y no

confundirlas con las llamadas

“ciencias de naturaleza”.

En este contexto, una

explicación “científica” de

un acontecimiento humano,

histórico o psicológico,

constituiría un “error

epistemológico”.

La importancia de los

criterios de estos

autores ha sido

recientemente

destacada (Huber,

2002).

Esta diferencia está ya germinalmente

contenida en Wundt, quien, luego de

escribir su Manual de Psicología

Fisiológica y de haber fundado el

primer Laboratorio de Psicología

Experimental, habla de la

conveniencia de utilizar el criterio

sociológico para estudiar lo que llamó

“los productos espirituales”.

Dentro de ellos incluía a las

costumbres, el lenguaje y las

representaciones míticas,

entre otros (ver Victoria, pág.

19). Con este enfoque escribe

su “Psicología de los

Pueblos” (ver Victoria, pág.

20).

Esta consideración

teórica tiene

consecuencias prácticas,

y su importancia es

crucial para la práctica

diaria del psiquiatra.

De este modo, una reacción

psicológica o un desarrollo

vivencial podrían ser

entendidos, comprendidos

empáticamente, en el

marco de una continuidad

de sentido.

Estamos aquí,

estrictamente, en el

campo psicológico.

Si deseáramos usar la

expresión de Dilthey y

Jaspers, podríamos decir

que estamos aquí en los

dominios de las “ciencias

del espíritu”.

Si seguimos la

conceptualización de

Popper, estamos en el

mundo 2. Y si consideramos

que lo vivido puede ser

verbalizado, estamos ya en

el mundo 3.

En psicopatología, la idea de que

existen dos tipos de categorías

diferentes en psiquiatría es

desarrollada claramente por

Jaspers, quien toma de Dilthey el

concepto de “ciencias de la

naturaleza” y “ciencias del

espíritu”, haciendo un parangón

con lo observable en psiquiatría.

Destaca así dos tipos de

ámbitos: el de lo

comprensible, propio del

espíritu y regido por

motivos, y el de lo

explicable, propio de la

naturaleza y signado por las

relaciones de causalidad.

Este último ámbito sería el

que se manifiesta en el

hombre en la enfermedad

en sentido estricto, cuando

las disfunciones biológicas

comprometen la posibilidad

de funcionamiento de los

estratos superiores.

Por oposición, el primer

grupo de entidades sería

abordable, no ya por

reduccionismos que intentan

explicarlo todo a través de las

ciencias de la naturaleza, sino

por la comprensión.

Hay, además, un planteamiento

afín al distinguir “proceso”

(trastorno somatológico externo

a la conciencia) y “desarrollo”

(que presupone una noción de

continuidad del yo en el tiempo,

ver Jaspers, 1977; Ivanovic-

Zuvic, 2000).

Adicionalmente, en el ámbito de las

depresiones, diferenciando las

endógenas, ligadas a lo corporal, de

las reactivas o desarrollos

vivenciales, se efectúa una

contraposición entre fase y

desarrollo, para explicar o

comprender, respectivamente (ver

Jaspers, 1977; Ivanovic-Zuvic, 2000).

Esta oposición es medular

en psiquiatría y de ella

depende la actitud

terapéutica a tomar frente

al caso concreto. Puede

darse un conjunto de

ejemplos.

De todo lo dicho debe

quedar bien claro qué es

comprensible y qué es

explicable, qué es

motivado y qué es

causado.

Podemos concluir que, dentro de las

ideas de Popper, la noción de una

estratificación o tectónica del

mundo o los mundos convalida la

idea, presente en la psicopatología

centroeuropea, de que hay ámbitos

superiores e inferiores, y que no

son reductibles entre sí, aunque

indudablemente interaccionen.

APORTES DE POPPER

1) Estratos superiores: Existen diversos estratos (“mundos”) que se diferencian cualitativamente.

2) Estos Estratos tienen dinámicas diferentes: La química cerebral no

explica la lógica.

3) Causación Descendente: La dinámica de los estratos superiores puede influir

en los inferiores.

MUCHAS

GRACIAS

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