¡alÉjate de mÍ, seÑor, que soy un pecador! domingo v ......oremos: recibe oh padre cuanto hoy te...
Post on 23-Mar-2020
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Iglesia Católica Anglicana Diócesis Misionera Nueva Granada Germán Orrego Hurtado, Obispo .
Rvdo. P. Geardo Reinoso Misión Sn Juan Bosco
germanglicanos@gmail.com Celular 3217496123
Manizales Caldas, Colombia
MIENTRAS SE PURIFICA
ORACIÓN FINAL
Oremos: Te suplicamos Padre nos
des pleno conocimiento de todas tus misericordias, para que nuestros corazones sean llenos de pura gratitud; y te alabemos, no sólo con nuestros labios, si no también con nuestras vidas. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
BENDICIÓN FINAL
S. El Señor Esté con vosotros
R/ta. Y con tu espíritu
S. Y la bendición de Dios
Todopoderoso: Padre Hijo y Espíritu
Santo, descienda sobre Ustedes y los
acompañe siempre.
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Oremos: Recibe oh padre cuanto hoy
te ofrecemos pues de tu bondad lo
recibimos y con gratitud te lo
ofrendamos por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
CORDERO DE DIOS
¡RECIBE A JESÚS CON
DEVOCIÓN!
Iglesia Católica Anglicana
Diócesis de La Nueva Granada. Germán Orrego Hurtado, Obispo. Rvdo. Julio Ricardo Sánchez T. ACC
Misión San Agustín. Celular 3104269372
p.ricardoacc@gmail.com Manizales - Caldas - Colombia
ORACIÓN POSCOMUNIÓN
Todos. Lo que hemos recibido, oh
Señor, con la boca, acojámoslo
con alma pura; y este Don tempo-
ral se convierta apara a nosotros en
remedio sempiterno.
Tu cuerpo Señor, que he comido, y
tu sangre que he bebido, se adhie-
ran a mis entrañas; y haz que ni
mancha de pecado quede ya en mí,
después de haber sido alimentado
con un tan santo y tan puro sacra-
mento. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos Amén.
ORACIÓN DE ACCESO
HUMILDE
Nosotros no nos atrevemos a venir a
ésta tu Mesa, Oh Señor de misericor-
dia, confiados en nuestra rectitud, sino
en tus muchas y grandes misericordias.
No somos dignos ni aún de recoger las
migajas debajo de tu Mesa. Mas tú
eres el mismo Señor, siempre miseri-
cordioso por naturaleza: concédenos,
por tanto, Señor, por tu clemencia, que
de tal modo comamos la Carne de tu
amado Hijo Jesucristo y bebamos su
Sangre, que nuestros cuerpos pecado-
res sean limpios por su Cuerpo, y
nuestras almas lavadas por su preciosí-
sima Sangre; y que siempre vivamos
en ÉL, y ÉL en nosotros. Amén
LA CONFIANZA EN LA PALABRA DE JESÚS
"Sobre tu palabra echaré las redes". Simón hace un
acto de confianza ciega. Todo le aconseja que no siga la
orden dada por Jesús. "Maestro, toda la noche hemos es-
tado trabajando sin pescar nada". La experiencia que aca-
ba de tener Simón protesta contra la aventura a la que lo
quiere llevar Jesús.
El sentido común le dice que no hay esperanza de nin-
guna pesca. Sin embargo, Simón pone sobre su experien-
cia la sabiduría del Maestro. No comprende la orden dada,
pero pone su confianza en Jesús y obedece. Cree a la pa-
labra de Jesús.
La vocación pide confianza en la palabra de Cristo.
Esta palabra puede parecer desconcertante. La aventura
en la que Jesús quiere lanzar a los que llama podrá pare-
cer atrevida, con poca perspectiva de éxito. Pero el Maes-
tro sabe mejor que nadie a dónde quiere llevar a un alma;
con su omnipotencia hace triunfar el proyecto de la voca-
ción. (Tomado de Cátholic.net)
"¡ALÉJATE DE MÍ, SEÑOR, QUE SOY UN PECADOR!"
Domingo V Después de Trinidad
Julio 1 de 2018
MONICIÓN
INICIAL
Más de una vez
hemos escuchado
el relato del
Evangelio sobre
la pesca
milagrosa. Las
enseñanzas son:
la obediencia, la
fe y la vocación.
Echemos las
redes y sintamos
la alegría de ser
nuevos discípulos
de Jesús.
Participemos con
alegría.
HIMNO
† En el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo. Amén
Ant. Me acercaré al altar de Dios.
R. A Dios que alegra mi juventud.
SALMO 42 S. Júzgame Oh Dios, y defiende mi
causa contra la gente malvada: del
hombre perverso y engañoso, líbrame.
R. Pues Tú, ¡Oh Dios!, eres mi
fortaleza: ¿por qué me rechazas, y
por qué ando triste y oprimido por
mí enemigo?
S. Envía tu luz y tu verdad: ellas me
guiarán y conducirán a tu monte santo,
y a tus moradas.
R. Y me acercaré al altar de Dios: a
Dios que alegra mi juventud.
S. Te alabaré el son de la cítara; ¡oh
Dios, Dios mío! ¿Por qué estás triste,
alma mía, y por qué me perturbas?
R. Espera en Dios, que aún le
alabaré, Salvador de mi vida y mi
Dios.
S. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
S. Me acercaré al altar de Dios.
R. A Dios que alegra mi juventud.
S. Nuestro auxilio † está en el nombre
del Señor.
R. Que hizo el cielo y la tierra.
CONFESIÓN
S... Confiteor Deo... (solo el sacerdote)
Asamblea: Yo, pecador me confieso a
Dios todopoderoso, a la bienaventurada
siempre Virgen María, al
bienaventurado San Miguel Arcángel,
al bienaventurado San Juan Bautista, a
los santos Apóstoles San Pedro y San
Pablo, a todos los Santos y a vos,
Padre; que pequé gravemente con el
pensamiento, palabra, y obra, (dándose
tres golpes de pecho) por mi culpa, por
mi culpa, por mi grandísima culpa. Por
tanto, ruego a la bienaventurada siempre
Virgen María, al bienaventurado San
Miguel arcángel, al bienaventurado San
Juan Bautista, a los Santos Apóstoles
San Pedro y San Pablo, a todos los
Santos, y a vos, Padre, que roguéis por mí
a Dios nuestro Señor.
ABSOLUCIÓN Dios todopoderoso tenga misericordia de
vosotros, perdone vuestros pecados y os
lleve a la vida eterna. Amén
S. Oh Dios Vuélvete a nosotros y nos
darás vida.
R. Y tu pueblo se alegrará en Ti.
S. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R. Y danos tu Salvación.
S. Escucha, Señor, mi oración.
R. Y llegue a Ti mi clamor.
S. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tú espíritu.
INTROITO: “Escucha, Señor, mis
voces con que a Ti clamé: ven en mi
auxilio, no me abandones, ni me
desprecies. ¡Oh Dios Salvador mío! El
Señor es mi luz y mi salvación ¿a quién
temeré?”
KYRIE / GLORIA/ COLECTA
Oremos: Dios todopoderoso, has
edificado tu Iglesia sobre el fundamento
de los Apóstoles y Profetas siendo
Jesucristo mismo la piedra angular:
Concédenos que estemos unidos en
espíritu por su enseñanza, de tal modo que
lleguemos a ser un templo santo aceptable
a ti; por Jesucristo nuestro Señor, que vive
y reina contigo y el Espíritu Santo, un
solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
LECTURA DE LA PRIMERA
CARTA DEL APÓSTOL SAN
PEDRO
(I Pedr. 3, 8-15)
Carísimos: En conclusión, tengan todos
unos mismos sentimientos, sean compasivos, ámense como hermanos,
sean misericordiosos y humildes. No
devuelvan mal por mal, ni insulto por
insulto; por el contrario, bendigan, pues
han sido llamados a heredar la bendición.
Pues quien quiera amar la vida y ver días
felices, guarde su lengua del mal, y sus
labios de palabras engañosas, apártense
del mal y hagan el bien, busquen la paz y
corran tras ella. Pues los ojos del Señor
miran a los justos y sus oídos escuchan
su oración, pero el rostro del Señor
contra los que obran el mal. Y ¿quién les
hará mal si se afanan por el bien?. Mas,
aunque sufrieran a causa de la justicia,
dichosos de ustedes. No les tengan
ningún miedo ni se turben. Al contrario,
den culto al Señor, Cristo, en sus
corazones, siempre dispuestos a dar
respuesta a todo los que les pidan razón
de su esperanza. Palabra de Dios. Te
alabamos Señor.
GRADUAL /ALELUYA
“Vuelve a nosotros tus ojos ¡Oh Dios
protector nuestro!, R/ta. y mira a tus
siervos. Señor Dios de los ejércitos,
oye las oraciones de tus siervos”.
Gloria al Padre y al hijo… Como era...
LECTURA DEL SANTO
EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS .
(Lc. 5, 1-11)
Cierto día la gente se agolpaba a su
alrededor para escuchar la palabra de
Dios, y él estaba de pie a la orilla del
lago de Genesaret.
En eso vio dos barcas amarradas al borde
del lago; los pescadores habían bajado y
lavaban las redes. Subió a una de
las barcas, que era la de Simón, y le
pidió que se alejara un poco de la
orilla; luego se sentó y empezó a
enseñar a la multitud desde la barca.
Cuando terminó de hablar, dijo a
Simón: «Lleva la barca mar adentro y
echen las redes para pescar.»
Simón respondió: «Maestro, por más
que lo hicimos durante toda la noche,
no pescamos nada; pero, si tú lo dices,
echaré las redes.» Así lo hicieron, y
pescaron tal cantidad de peces, que las
redes casi se rompían.
Entonces hicieron señas a sus
compañeros que estaban en la otra
barca para que vinieran a ayudarles.
Vinieron y llenaron tanto las dos
barcas, que por poco se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrodilló
ante Jesús, diciendo: «Señor, apártate
de mí, que soy un hombre pecador.»
Pues tanto él como sus ayudantes se
habían quedado sin palabras por la
pesca que acababan de hacer.
Lo mismo les pasaba a Santiago y a
Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de
Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas;
en adelante serás pescador de
hombres.» En seguida llevaron sus
barcas a tierra, lo dejaron todo y
siguieron a Jesús. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
CREDO Y LITURGIA DE LA
EUCARISTÍA.
S. Orad, hermanos, para que este
sacrificio mío y vuestro, sea agradable
a Dios, Padre Todopoderoso.
R/ta: El Señor reciba de tus manos este
Sacrificio, para alabanza y gloria de su
nombre, para nuestro bien y el de toda
su Santa Iglesia. Amén.
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