alimentación de las vacas en ordeño durante este otoño “niño”

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Mayo 2016 Serie NOTAS TÉCNICAS ISSN 0325-8890 INTA Paraná Año III - N° 8 ALIMENTACIÓN DE LAS VACAS EN ORDEÑO DURANTE ESTE OTOÑO “NIÑOMANCUSO W., LITWIN G., ENGLER P. Y ESNAOLA I. El otoño es una época del año muy particular dentro de la actividad tambera, se concentran tanto las pariciones y el trabajo en la guachera como la preparación de lotes y la siembra de praderas. Asimismo, hay más trabajo para alimentar los rodeos con silajes y henos y mayor dedicación al armado de los piquetes de pastoreo. Este proceso se complica aún más este año, no sólo por las relaciones desfavorables de precios entre el litro de leche y los principales insumos del tambo, sino también por las intensas y persistentes lluvias acontecidas. Los días cada vez más cortos, neblinas y lloviznas están demorando las tareas de preparación y siembra de pasturas y verdeos, impiden los pastoreos e incrementan los problemas de sanidad, especialmente en la guachera y a nivel de ubres y patas en las vacas. Por ello, es momento de reunir al equipo de trabajo y ajustar los detalles, tanto en el manejo reproductivo del rodeo y de la guachera, como en la estrategia de pastoreo y la alimentación de las diferentes categorías, aspectos donde el apoyo de ingenieros agrónomos y médicos veterinarios resulta esencial. En este número del boletín queremos aportar información y proponer alternativas de suplementación del rodeo lechero en condiciones de baja oferta de pasturas y/o de acceso a las mismas, para colaborar con la toma de decisiones. En función de la disponibilidad de alimentos concentrados presentes en cada lugar, es importante tener en cuenta que los mismos aportan cantidades diferentes de nutrientes a la hora de definir su compra. En la Tabla 1 se presentan los precios promedio correspondientes al mes de marzo de los alimentos concentrados (Esnaola y otros, 2016), expresados en pesos por kilogramo de forraje ($/kg tal cual), por kilogramo de materia seca ($/kg MS), por megacalorías de energía metabolizable ($/Mcal EM) y por kilogramo de proteína bruta ($/kg PB), de acuerdo a la composición de cada alimento. De esta manera se puede analizar cómo varían los precios según el alimento concentrado que los contenga. En el caso de los granos de maíz y de sorgo, se sumó al precio de mercado del grano un 10% adicional como costo de molienda. El contenido de materia seca y proteína de los alimentos se obtuvo de la tabla de composición química de alimentos para rumiantes de INTA Rafaela (2008), aplicando las fórmulas y correcciones propuestas en la misma para estimar la energía ofrecida por cada uno de ellos. Se puede observar una gran disparidad de precios dentro de un mismo alimento, según el aporte que se considere (volumen, energía o proteína) y esto destaca la importancia de analizar detenidamente las necesidades de cada tambo de acuerdo a los forrajes producidos en el campo y los requerimientos del rodeo, para así seleccionar la fuente que cubra los mismos con el menor costo.

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Mayo 2016

Serie NOTAS TÉCNICAS ISSN 0325-8890 INTA Paraná

Año III - N° 8

ALIMENTACIÓN DE LAS VACAS EN ORDEÑO DURANTE ESTE OTOÑO “NIÑO” MANCUSO W., LITWIN G., ENGLER P. Y ESNAOLA I.

El otoño es una época del año muy particular dentro de la actividad tambera, se concentran tanto las

pariciones y el trabajo en la guachera como la preparación de lotes y la siembra de praderas. Asimismo, hay más

trabajo para alimentar los rodeos con silajes y henos y mayor dedicación al armado de los piquetes de pastoreo. Este

proceso se complica aún más este año, no sólo por las relaciones desfavorables de precios entre el litro de leche y

los principales insumos del tambo, sino también por las intensas y persistentes lluvias acontecidas.

Los días cada vez más cortos, neblinas y lloviznas están demorando las tareas de preparación y siembra de

pasturas y verdeos, impiden los pastoreos e incrementan los problemas de sanidad, especialmente en la guachera y

a nivel de ubres y patas en las vacas. Por ello, es momento de reunir al equipo de trabajo y ajustar los detalles, tanto

en el manejo reproductivo del rodeo y de la guachera, como en la estrategia de pastoreo y la alimentación de las

diferentes categorías, aspectos donde el apoyo de ingenieros agrónomos y médicos veterinarios resulta esencial.

En este número del boletín queremos aportar información y proponer alternativas de suplementación del

rodeo lechero en condiciones de baja oferta de pasturas y/o de acceso a las mismas, para colaborar con la toma de

decisiones.

En función de la disponibilidad de alimentos concentrados presentes en cada lugar, es importante tener en

cuenta que los mismos aportan cantidades diferentes de nutrientes a la hora de definir su compra. En la Tabla 1 se

presentan los precios promedio correspondientes al mes de marzo de los alimentos concentrados (Esnaola y otros,

2016), expresados en pesos por kilogramo de forraje ($/kg tal cual), por kilogramo de materia seca ($/kg MS), por

megacalorías de energía metabolizable ($/Mcal EM) y por kilogramo de proteína bruta ($/kg PB), de acuerdo a la

composición de cada alimento. De esta manera se puede analizar cómo varían los precios según el alimento

concentrado que los contenga. En el caso de los granos de maíz y de sorgo, se sumó al precio de mercado del grano

un 10% adicional como costo de molienda. El contenido de materia seca y proteína de los alimentos se obtuvo de la

tabla de composición química de alimentos para rumiantes de INTA Rafaela (2008), aplicando las fórmulas y

correcciones propuestas en la misma para estimar la energía ofrecida por cada uno de ellos.

Se puede observar una gran disparidad de precios dentro de un mismo alimento, según el aporte que se

considere (volumen, energía o proteína) y esto destaca la importancia de analizar detenidamente las necesidades de

cada tambo de acuerdo a los forrajes producidos en el campo y los requerimientos del rodeo, para así seleccionar la

fuente que cubra los mismos con el menor costo.

Tabla 1. Precios promedios de alimentos concentrados, expresados en pesos por kilogramo del alimento tal como se presenta

($/kg tal cual), por kilogramo de materia seca ($/kg MS), por megacalorías de energía metabolizable ($/Mcal EM) y por

kilogramo de proteína bruta ($/kg PB).

Alimento $/kg tal cual $/kg MS $/Mcal EM $/kg PB

Concentrado alta energía 13% PB 2,53 2,81 0,91 21,62

Concentrado común 16% PB 2,74 3,04 0,98 19,03

Maíz grano molido 2,44 2,74 0,83 29,19

Sorgo grano molido 2,15 2,47 0,83 27,70

Afrechillo de trigo 1,80 2,00 0,69 11,53

Semilla de algodón entera con linter 2,35 2,61 0,82 12,07

Expeler de soja 3,50 3,72 1,16 9,20

Algunas alternativas de suplementación

Como ejemplo de elección de concentrados para este otoño, se ponen a consideración dos situaciones de

“base de alimentación”: una con acceso restringido a pastoreo y otra sin acceso a pastoreo, con tres alternativas de

suplementación con concentrados en cada una de ellas.

En el caso de la oferta restringida de forrajes para pastoreo, se supone que puede ofrecerse el equivalente a

2 kg de MS de pastura de alfalfa (10 o 12 kg de forraje fresco), 7 kg MS de silaje de maíz de planta entera (20 a 22 kg

tal cual) y 3 kg MS de rollo de alfalfa por vaca en ordeño (VO) por día y se pretende producir entre 18 y 20 litros de

leche por VO al día, sin que las vacas ganen ni pierdan peso. Para lograrlo, se debería suministrar una ración con

suplementos concentrados que aporte en total entre 16 y 18 Mcal EM y contenga un 15% de PB para balancear la

dieta. Se proponen así tres alternativas que aportan 6 kg MS en total y, en base a ello, se estima el gasto de compra

de alimentos concentrados en cada una por VO al día (Tabla 2).

En la misma Tabla 2 se presentan tres alternativas de raciones concentradas para casos dónde no se puede

acceder a pastoreo, también considerando un aporte de base voluminosa de 7 kg de MS de silajes y 3 kg MS de

henos de pasturas. En este caso, el aporte de energía desde los concentrados debe estar entre 20 y 22 Mcal EM

diarias y el de PB entre 20 y 21% para cubrir los requerimientos de esas vacas lecheras.

Tabla 2. Alternativas de suplementación con alimentos concentrados analizadas y gasto de compra de las mismas.

BASE VOLUMINOSA DE ALIMENTACIÓN

Raciones concentradas

Composición de las raciones ofrecidas

Concentrado (kg MS/VO.día)

Gasto en concentrado ($/VO.día)

PASTOREO RESTRINGIDO

- Pastura de alfalfa: 2 kg MS

- Silaje de maíz en planta

entera: 7 kg MS

- Rollo de alfalfa: 3 kg MS

1 Balanceado 16% 5

17,72 Maíz (grano molido) 1

2 Balanceado 13% 2

13,62 Afrechillo de trigo 4

3 Maíz (grano molido) 4,8

16,44 Expeler de soja 1,2

SIN ACCESO A PASTOREO

- Silaje de maíz en planta

entera: 7 kg MS

- Rollo de alfalfa: 3 kg MS

4

Balanceado 16% 4

21,39 Maíz (grano molido) 2

Expeler de soja 1

5

Afrechillo de trigo 4

17,21 Maíz (grano molido) 2

Expeler de soja 1

6

Afrechillo de trigo 3 16,78

Maíz (grano molido) 2,5

Semilla de algodón 1,5

Las raciones analizadas son orientativas y generales, por lo cual las respuestas en producción y calidad de

leche en cada vaca pueden variar según su momento de lactancia, condición corporal y salud, entre otros factores

individuales. Estas respuestas resultan particularmente variables en situaciones como la actual, donde las vacas

lecheras se hallan en un estrés ambiental casi permanente debido al barro, el hacinamiento, las lluvias o lloviznas y

la falta de sol. Desde el punto de vista económico, también debe tenerse en cuenta que los precios pueden variar

según zonas y momento, por lo que se debe monitorear la disponibilidad y los valores relativos de los diferentes

alimentos.

A modo de ejemplo de análisis de la información presentada, puede observarse en la Tabla 1 que el

afrechillo de trigo se destaca como una buena opción por su menor costo por unidad de energía y se encuentra

dentro del grupo de menores costos por kilogramo de proteína, por lo cual las alternativas de la Tabla 2 que lo

incluyen: alternativa 2 (con pastoreo restringido) y alternativas 5 y 6 (sin pastoreo) resultan las de menor costo por

vaca en ordeño por día, pudiéndose ahorrar alrededor del 20% en gasto de suplementación por vaca en ordeño y

día, sin afectar los resultados productivos con relación a las demás propuestas.

Otros puntos a tener en cuenta en este otoño

Como comentarios generales y complementarios de los análisis anteriores, tengamos en cuenta que si se

dispone de poco forraje verde hay que tratar de hacerlo durar el mayor tiempo posible, utilizando pastoreos

horarios y planificando el mismo de forma tal de “dar la vuelta” y que siempre se disponga de forraje “verde”, hasta

que esté disponible el rebrote de la primer parcela que se consumió. Como orientación para estimar consumos, se

puede considerar que una vaca lechera “levanta” entre 5 y 8 kg de forraje verde fresco por cada hora de pastoreo,

siendo mayor el consumo cuando más volumen por unidad de superficie ofrece la pastura.

En todos los casos se debe considerar la suplementación con sales minerales complementarias, muy

especialmente en las dietas sin acceso a pastoreo y planificar las compras y abastecimiento en el campo de los

demás suplementos, tratando de evitar cambios importantes y/o bruscos del tipo de forraje que se les ofrece a las

vacas, lo cual explica muchos casos de mermas y/o falta de respuesta en producción. Los cambios deben realizarse

en forma paulatina a lo largo de dos o tres días, disminuyendo el que se acaba y aumentando el nuevo, permitiendo

así la adaptación de la flora ruminal a la nueva ración.

Es importante recordar que el suministro exclusivo de forraje seco durante muchos días seguidos puede

traer inconvenientes digestivos a las vacas, situación que puede superarse mediante un uso racional de ensilados

para favorecer el normal funcionamiento del rumen. En el caso particular de los alimentos concentrados, medidos

como kilos de materia seca en la ración diaria, no deberían superar el 50% del total ofrecido, ya que también

pueden ocasionarse trastornos digestivos de importancia. Dentro de éstos, si se ofrece semilla de algodón, no es

recomendable suministrar más de 3 kg diarios por animal adulto, según su relación con el peso del animal y los kilos

totales de la dieta. Otro concentrado a aprovechar este año como fuente proteica puede ser el poroto de soja, que

debido a las malas condiciones que se están desarrollando durante la época de cosecha, es probable que se

encuentre disponible para la alimentación del rodeo. En este caso, además de analizar su calidad nutricional, es muy

importante realizar un análisis microbiológico que descarte la presencia de niveles perjudiciales de hongos y

micotoxinas, ya que pasados ciertos niveles pueden afectar el ganado (Gaggiotti, M. Comunicación personal).

La proteína total de la dieta en las vacas lecheras en lactancia, como norma general en ningún momento

debería superar el 18%, ni tampoco estar por debajo del 13% sobre el total de materia seca consumida, incluso en

vacas de bajas producciones individuales. Estas situaciones de déficit proteico pueden darse en épocas de

restricciones de pastoreo como la presente y se debe tratar de estar atento para que no ocurran.

En caso de faltar alimentos, en cantidad y/o calidad, recuerden que los primeros 4 ó 5 meses de lactancia

son claves para la vaca, tanto productiva como reproductivamente. Por ello, si resulta forzoso restringir el nivel de

alimentación, se debe tratar de hacer sobre las vacas que ya han pasado ese período, organizando los llamados

“rodeos de punta y cola”, de esta forma se puede ajustar mejor la alimentación y ser más eficientes en lo productivo

y muy especialmente en lo económico.

Finalmente, es preciso recordar que siempre las decisiones deben tomarse considerando cada situación,

apelando a la experiencia propia y la de otros productores tamberos y mejor aún si se lo hace con el apoyo técnico

de su profesional de confianza, quien seguramente conoce y puede evaluar adecuadamente su realidad y

necesidades.

Para seguir leyendo:

http://inta.gob.ar/noticias/lecheria-y-excesos-hidricos

Fuentes:

• Esnaola I., Engler P. y R. Cancio R. 2016. Precios de insumos y productos agropecuarios de referencia para Paraná

y región. Boletín Económico de Lechería Nº 7.

http://inta.gob.ar/sites/default/files/inta_boletin_economico_lecheria_7.pdf [Verificación: 02/05/2016].

• Proyecto Lechero 2008. Tabla de composición química de alimentos para rumiantes. INTA EEA Rafaela.

• Litwin G. y W. Mancuso 2012. ¿Cómo encarar éste otoño-invierno en los tambos de Entre Ríos? Proyecto

lechero. INTA EEA Paraná. Boletín Informativo Nº 22.