algunas observaciones sobre germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
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7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
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Instituto de Desarrollo Econmico y Socialis collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Desarrollo
Econmico.
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Instituto de esarrollo Econmico y Social
Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internosAuthor(s): Tulio Halperin DonghiSource: Desarrollo Econmico, Vol. 14, No. 56 (Jan. - Mar., 1975), pp. 765-781Published by: {ides}Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3466200
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7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
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ALGUNAS
OBSERVACIONES
SOBRE
GERMANI,
EL
SURGIMIENTO
DEL
PERONISMO
Y
LOS
MIGRANTES
INTERNOS
TULIO HALPERIN
DONGHI
*
En El
surgimiento
del
peronismo:
el
rol
de
los obreros
y
los
migrantes
internos ,
**
Gino
Germani
viene
a
refirmar
vigorosamente
una
imagen
que
ya
podria
considerarse
tradicional
del
surgimiento
del
movimiento
peronista:
ella
subraya
no solo el
papel principal
de
la
clase
obrera
(ya
senalado
por
el
propio
Germani a
partir
de
1950)
sino tambien
el
que
-no solo
dentro
de
ella-
tuvieron los
migrantes
internos,
cuya peculiar
cultura
politica
es
invo-
cada frecuentemente
para
explicar
algunos
aspectos
de
la
indole
del
pero-
nismo como movimiento.
Si Germani ha juzgado oportunaesa refirmaciones porque se ha hecho
cada
vez
mais
recuente
la
exploraci6n
de otras
lineas
interpretativas,primero
como
alternativasolo
implicita
a
la
dominante,
y
mas
recientemente
en
abier-
ta
contraposicion
con ella. El
reciente articulo
de Peter
Smith
1
le ofrece
un
excelente
punto
de
partida,
ya
que
en
1e
se
emprende
una sistematica
revision
del
nicleo
mismo
de
la
versi6n
tradicional.
Smith
intenta,
en
efecto,
esta-
blecer el
peso
de
obreros
industriales
y
migrantes
internos
en
el electorado
peronista
de
febrero de
1946.
La
linea
de
argumentacion
de Germani
partira
de
una
critica
de esas
estimaciones;
seguidamente
propondra
cifras
alter-
nativas
-es el
caso
de
obreros
industriales;
al
respecto
cabe
solo
senalar
que
si
pueden
ser
atendibles
las
objeciones
de Germanial criterio
empleado
por
Smith
para
establecer la incidencia de
obreros
industriales
en el
electorado,
Germani
no
intenta en absoluto
establecerla:
sus
cifras
se
refieren
a obreros
manuales
(asalariados)
en actividades secundarias
y
terciarias ;
pag.
487-
o,
sin
proponerlas
-es
el
caso
de
migrantes
internos en
el Gran
Buenos
Aires-,
considerara
eliminadas
de
la
discusi6n,
gracias
a
sus
objeciones,
las
estimaciones
propuestas
por
Smith.
No
se detendra
sin
embargo
aqui:
a
partir
de
una
imagen
s6lo
parcialmente
cuantificada
del
peso
de obreros
y
migrantes
*
Departamento
de
Historia,
Universidad de
California, Berkeley.
,o
Publicado
n
Desarrollo
Econdmico,
Revista
de
Ciencias
Sociales,
vol.
13,
No
51,
octubre-diciembre
1973
(pags.
435-88).
1
The
Social
Base of
Peronism ,
Hispanic
American Historical
Review,
52,
1972,
pags.
55-73.
(Vease
la nota
en
respuesta
a
Germani
de
PETER
MITH:
Las
elecciones
argentinas
de 1946
y
las inferencias
ecologicas ,
en DesarroUo
Econo-
nico. Revista de Ciencias
Sociales,
vol.
14,
NQ
54, julio-setiembre
1974.
N. de la
R.).
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3/18
TULIO
HALPERIN DONGHI
internos
en el
electorado
peronista,
buscara
desentraiiar
a relaci6n
que
existe
entre
ciertas caracteristicas
que asigna
a
esos
grupos
y
las del movimiento
que
surge;
en
este
punto
sus conclusiones
se
van a
aproximar
(aunque
menos
de lo que podria parecerlea un lector apresurado) a la version tradicional.
Es un
ejercicio
por
muchas
razones
fascinante;
como suele
ocurrir
en
los escritos
polemicos
de
Germani,
no solo
se advierte
en
este
la
huella
de
una
inteligencia vigorosa,
siempre
dispuesta
a
armar
a
partir
de
los datos
estructuras
solidamente
ensambladas,
en
las
que
se
encerrara
como
en
inex-
pugnables
fortalezas,
sino tambien una
riqueza
y
variedad
de recursos
argu-
mentales
que
solo se
hace
evidente
a
una
lectura
atenta,
capaz
de ir
mas
alli
de
la
contundenciaa
menudo
casi
brutal
de sus
tajantes
recusaciones.
Es
tambien
un
ejercicio
a lo
largo
del
cual no
dejan
de
surgir
algunas
perplejidades.En el caso de un lector pasablemente nexperto en las tecnicas
que
tanto
Smith
como Germani
manejan
-como
el
suscrito
y
(es
de
temer)
buena
parte
de
los
de
Desarrollo
Economico-,
una demasiado
justificada
modestia
invita a
achacar esas
perplejidades
a
las
propias
insuficiencias.
De
inmediato,
sin
embargo,
se
presentan
algunos
indicios
de
que
esa
no
puede
ser
la
causa
unica:
a
lo
largo
de
estas
paginas
se
comienza
a
tropezar
con
mas
de
una
afirmacion frente
a
la
cual
la
perplejidad
proviene
no
de
dificul-
tad
alguna para
entenderla
sino de
la
total
imposibilidad
de
aceptarla
como
valida.
Cuando
leemos,
por ejemplo,
que
durante
los
agudos
conflictos so-
ciales
de
la
primera
decada
del
siglo
(...)
las
principalespublicaciones
de
izquierda
eran en
italiano
o
en aleman
(pags.
481-2),
la necesidad de
revi-
sar
con
mayor
cuidado
toda la
argumentacion
propuesta,
y
el
conjunto
de
datos
en
que
se
apoya,
parece
hacerse
inescapable.
Eso
es
lo
que
he
procurado
hacer,
ante todo
para
mi mismo. Como no
ha sido
un
trabajo
demasiado
liviano,
y
como
por
otra
parte puede
haber
permitido
alcanzar
perspectivas
no totalmente
inuitiles
a otros
lectores,
me
permito
ofrecer
aqui
sus
frutos,
indudablemente
problematicos.
*
*
*
La argumenlacionde Germani se ha dicho ya- se desarrollaa la vez
en dos
niveles.
En
el
primero
se esfuerza
por
demostrar
que
el
peso
de
los
migrantes
internos
en el
electorado de
la
Capital
Federal
y
el Gran
Buenos
Aires
era mayor no
solo
de
lo
que
supone
Smith
(y,
en un
trabajo
mas re-
ciente,
Eldon
Kenworthy)
*
sino tambien de lo
que parece posible
deducir
de
las cifras del
censo
de 1947.
A
este
respecto
seniala
que
investigaciones
posteriores
han confirmado
una
seria
subestimacion
en las
cifras
del
censo
(respecto
del numero
de
migrantes
nternos
en
Capital
Federal
y
Gran Buenos
Aires)
y
en
nota
agrega:
ALFREDO
LATTES
documenta
esta
grave
subestima-
cion
en
Migraciones
en
la
Argentina,
ITDT,
Buenos
Aires,
1970. Vease
espe-
cialmente
la
pag.
66 con la
comparacion
entre las tasas de
migraci6n
esti-
madas
por
el
metodo
de tasas
de
supervivencia
y
las
que
pueden
obtenerse
a
traves
del censo.
Para
Buenos
Aires
(Capital
Federal
y
provincia)
la
subes-
timaci6n
oscila alrededor
del
90
%
(pag.
447-8).
Ahora
bien,
salvo
error,
*
Vease
asimismo la
nota
del autor
citado,
en esta misma
publicacion.
(N.
de la
R.).
766
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OBSERVACIONES
SOBRE EL
SURGIMIENTO DEL
PERONISMO
CUADRO 1
Porcentaje de
migranteg
internos
sobre total de
la
poblaci6n
1947 1960
Gran
Gran
Capital
Buenos
Capital
Buenos
Federal
Aires Federal
Aires
Provenientes
de
provincias
pampeanas
(C6rdoba,
Entre
Rios,
Santa
Fe,
La
Pampa)
10.16
9.31
9.27
13.42
Resto
del
pais
9.16 6.06 9.01 13.66
Total 19.32 15.37 18.28 27.08
Fuente:
Recchini
de Lattes
y
Lattes,
ob.
cit.,
pdgs.
48-49.
ia
diferencia del 90
%
no es
la
que
corre entre
las
cifras
del censo
y
otras
que
con
otros
procedimientos
habrian
obtenido Zulma
Recchini
de
Lattes
y
Alfredo
Lattes,
sino
la
que
separa
a
resultados
que
los
Lattes
obtienen
apli-
cando dos
metodos distintos
(que
tienen sin
embargo
en comun
utilizar,
aunque
en
diferente medida
y
con
diferente
funcion,
datos
censales)
para
medir algo que el censo no mide: los saldos migratorios netos intercensales.
Por
afiadidura,
os
Lattes
no
parecen
considerar
a
la cifra
mas alta
(la
obte-
nida
aplicando
el
metodo
de
tasas
de
supervivencia)
como intrinsecamente
mas
correcta
que
la en
este
caso mas
baja.
Al
respecto
es ilustrativa
la dis-
cusion
en
paginas
70-73: los
autores
concluyen que
pese
a
lo
grueso
del
calculo
de las
tasas de
crecimiento
migratorio
ambos resultados concuerdan
en
medida
bastante
aceptable .2
Como lo
muestra
el
caso
mencionado
por
Germani,
esta
conclusion
parece
a
veces excesivamente
optimista;
aun
asi,
esa
confirmacion
reciproca
parece
necesaria
para
salvar los
resultados del
doble ejercicio emprendidopor los Lattes, que acepta margenesde error no
solo
muy amplios
sino
imposibles
de
estimar con
precision
en
cada uno
de
sus
pesos.
Sin
duda,
los Lattes
no
dejan por
otra
parte
de
formular
reservas
sobre
la
confiabilidad
de los datos
censales,
pero
se
abstienen
con
sabia
pru-
dencia
de
arriesgar
hipotesis
sobre
posibles
porcentajes
de
error.
En todo
caso Germani
no va a
apoyarse
en
la
supuesta
subestimaci6n
documentada
por
Alfredo
Lattes
para proponer
una
cifra
corregida
del
nu-
mero
de
migrantes
internos
en
Capital
Federal
y
el
Gran
Buenos
Aires;
preferira
en
este
caso razonar
sin
apoyo
de
cifras
aproximadamente
ontem-
poraneas
a la
eleccion
de
febrero
de
1946: en
cambio intentara analizar la
composicion
del
peronismo
en
194546
a
partir
de
los
datos
que
sobre
origen
de
migrantes
internos
y
su distribucion
entre distintos
grupos
urbanos
han
sido
elaborados
sobre
la
base
de
una
muestra
de 43.000
planillas
del censo
de
1960. Ahora
bien,
el
procedimiento
mismo
parece
extremadamente
discu-
2
ZULMA
RECCmNI
DE
LATTES
y
ALFREDO
E.
LATTES:
Migraciones
en la
Ar-
gentina,
ITDT,
Buenos
Aires,
1970
(pag. 73).
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TULIO
HALPERIN
DONGHI
tible: coincidiendo
con la
mayor parte
de los
que
lo han
estudiado,
Germani
supone
que
la
migracion
interna
solo se
intensifica a
partir
de
1935,
y
se
hace
dificil
aceptar
que
una
corriente
de
esa
magnitud
no
haya
variado
ni
en areas de reclutamientoni en modalidades de insercion en la sociedad
receptora
a lo
largo
de
mas
de la
mitad
de
su
desarrollo.
Por
otra
parte,
los
mismos
datos
censales
utilizados
por
los Lattes
inducen
a
concluir
que,
en
efecto,
hubo variaciones
significativas
en
cuanto
a
areas
de
reclutamiento
(es
sabido
que
los
Lattes
no
incluyen
entre los
migrantes
a
Capital
Federal
y
Gran
Buenos
Aires
los
provenientes
del
resto de
la
provincia:
ello a
la
vez
disminuye
el
porcentaje
total de
migrantes
interos
y
aumenta la
parte que
dentro
de
este
corresponde
a
las
provincias
no
pampeanas).
El
cuadro
1 muestra
como mientras
en 1960 la
proporcion
de
migrantes
internosy la de oriundos de provinciasno pampeanasdentro de ese grupoes
mayor
en
el Gran
Buenos
Aires,
en
1947
ambas
eran
mayores
en la
Capital
Federal,
donde
por
otra
parte
las
clases
altas
y
medias
cubren
una
porcion
mayor
de
la
poblaci6n
y
el
voto
peronista
es
proporcionalmente
mas
bajo.
Ni los
datos
globales
ni
su evolucion
parecen
entonces
justificar plena-
mente
el
enfasis
de
Germani en
la inmiaracion
del interior
tradicioeal.
Tam-
poco
la
justifica
su
analisis
de
la
relaci6n entre los avances
de
las
migracio-
nes
internas
y
la
evolucion
de la
agricultura
entre 1937
y
1947.
A
su
juicio
la
agricultura
sufrio
solo
tardiamente
el
impacto
de
la
crisis economica
de
1929;
la
ocupacion
en
agricultura,
tras de
alcanzar
su
cifra mas
alta
en
1937,
habria descendido
precipitadamente
a
partir
de
1938,
debido
a
la
dismi-
nuci6n
del
area
sembrada
con
cereales,
s6lo
parcialmente
compensada
por
la
expansion
de
cultivos
industriales,
que,
segun Germani
parece
sostener
(pag.
461),
utilizaban mano de obra
asalariada
y
menos
numerosa
que
la
empleada
en
superficies comparables
en
un
regimen
de
arrendamientoo
apar-
ceria.
Ahora
bien,
aparte
de
la curiosa manera
de
presentar
la transici6n
como
una consecuencia
retardada
de
la crisis
de
1929,
cuando
(como
por
otra
parte
no
deja
de
sefialarlo)
surge
de
la
peculiar
coyuntura
creada
por
la
guerra
para
los
cereales
de
exportacion
y
es acentuada
por
la nueva
legis-
CUADRO
2
Superficie
sembrada
(En
miles
de
hectareas)
Afnos
Regi6n
pampeana
Regin no
Cultivos
pampeana
Forrajeras
agricolas
Total
1920-24 690
11.720
12.410
954'
1925-29 1.673
14.658
16.331
1.413
1930-34 3.589 15.303
18.892
1'.509
1935-39
4.236
15.726
19.962
'1.837
1940-44
4.936 14.608
19.544
1.934
1945'49 4.854
12.606
17.460
2.108
1950-54
4.896
11.028 15.924
2.250
Fuente:
CEPAL:
El desarrollo
econ6mico de
la
Argeut.au,
II,
Mexico,
1959
(pags.
15
y
40).
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OBSERVACIONES
SOBRE EL
SURGIMIENTO
DEL PERONISMO
lacion de
arrendamientos
rurales,
la
precipitacion
con
que
el
proceso
avanza
a
partir
de
1938
es
postulada
mas
que
probada
por
Germani
(como
muestra
el
grafico
de
superficies
cultivadas en
la
decada 1935-45 la
superficie
maxima
se alcanzo en
1943-44).
Por
ainadidura,
a reducci6nde areas
sembradas,
mas
gradual
de
lo
que
Germani
parece
supo,ner,
es
un
fen6meno
restringido
a
las
provincias
pampeanas
(Vease
el
cuadro
2).
Como
se
ve,
a
lo
largo
de
toda
esta
etapa
las
superficies
sembradas
en
el
area
no
pampeana
no
cesan
de
crecer. Las
trasformaciones
economicas
del
sector
rural,
cuya importancia
en
relacion
con
las
migraciones
internas
Ger-
mani
se
ha
encargado
de
subrayar
vigorosamente,
hace
mas
comprensible
que
la
parte
de
los
migrantes
oriundos
de
provincias
pampeanas
sea
mayor
en
1947
que
la
de los
provenientes
del
resto del
pais.
*
*
*
Ahora
bien,
si
este
analisis
a
ratos
laberintico
de
cifras
y
porcentajes
toma
a
veces
sesgos
inesperados,
no
avanza
sin
embargo
al
azar. Lo
que
Germani
parece
proponerse
a
traves
de
1e
es
confirmar la
justeza
de
una
cierta
imagen
de
la
evolucion de
la
sociedad
argentina
a
partir
de
la
segunda
mitad
del
siglo
xix.
Esa
imagen
se
apoya
desde
luego
en
la
oposicion
entre
un
centro
modernizado
y
una
periferia
tradicional,
pero
tambien
(aunque
este
aspecto
sea
menos
enfaticamente
subrayado)
en
la
noci6n de
que
el ele-
mento modernizante
por
excelencia
fue en
la
Argentina
la
inmigracion
ultra-
marina: asi se
nos
dice,
en
pag.
453,
que
la
periferia
conserva
gran
parte
de
lo
que
fue
la
sociedad
previa
a
la
inmigracion
europea, ya que
solo
una
pequefa
minoria
de
extranjeros
se
radico
en
ella ,
y
en
pig.
466,
al
caracte-
rizar a
los
migrantes internos,
se
senala
que provinieron
de
aquellas
areas
menos
modificadas
por
la
inmigracion
masiva
de
ultramar,
es
decir,
de la
periferia,
partes
del
area
rural,
de
las
ciudades
y
pueblos
chicos
que
habian
preservado
en
mayor
medida
la
cultura original
previa
a
la
inmigraci6n.
La
,
n
cambio,
habia
surgido
del
gran
crisol
cultural
y etnico creado por la inmigrac'on internacional .Pero esta nocion, nunca
explicitamente
discutida
pero
implicitamente
presente
en
cada
uno de los
razonamientos
de
Germani,
esta
lejos
de
ser
indiscutible:
muy
popular
en
la
Argentina
antes de
la
inmigracion
masiva,
posteriormente
ha
encontrado
aceptacion
sobre todo
entre
los
mismos
nuicleosde
inmigrantes.
Esto
sin
duda
no
basta
para
concluir
nada
acerca
de
su
justeza;
mas
significativo
es
que
Germani
no
intente
siquiera
integrar
en
ella
todos los
elementos
de
la
reali-
dad
de
que
se
propone
dar
cuenta:
asi
no
cree
digno
de
comentariosel
hecho
de
que
ese
grupo cuyo
ingreso
en
la
sociedad
argentina
es
determinante
de
su modernizaci6nsea a la vez el que mas alta tasa de analfabetismopresenta.
-
7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
7/18
TULIO
HALPERIN
DONGHI
Villari
recoge
la
constataci6n
melancolica de
que
entre
albaniiles
talianos
en
Buenos
Aires
la
comunicacion
se hace
a
menudo
necesariamente
en
espafiol,
ya
que
sus
hablas
originarias
son
dialectos
mutuamente
ininteligibles.4
Sin
duda, la situacion no es
siempre
tan
extrema,
y
tiende a atenuarseen sus
efectos
porque, por
una
parte,
la
inmigraci6n
masiva va
a
ser
encuadrada
en
un
marco
institucional
creado cuando la
inmigracion
italiana
habia sido
me-
nos
numerosa
y
mas
pr6spera,
y
por
otra el
estado
italiano
apoyara
ese
encuadramientocon una
tenacidad
que
revela
como
(por
razones
muy
com-
plejas)
sus
suibditos
ejanos
despiertan
en
1e
mas vivo
interes
que
los
mas
humildes
entre
los
habitantes
del
territorio nacional. Gracias
a
ese
esfuerzo
-en
un
proceso
que
Grazia
Dore
ha analizado
con
penetraci6n
5-
una
masa
inmigrante
predominantemente
rural
y
tradicionalmente
catolica
acepta
la
direccion de una elite inmigratoria marcada por un militante nacionalismo
anticlerical.
Pero este
proceso
de nacionalizacion es
1e
mismo
un hecho rio-
platense,
facilitado
por
ainadidura
por
la
afinidad
entre
el
nacionalismo
libe-
ral
italiano
y
el sistema
de
ideas
que
inspira
a
los
sectores dominantes
en
la
Argentina.
Pese
a
esas
facilidades,
es
dudoso
que
ese
credo
ideologico-
politico
sea
la contribucion mas
duradera de la
inmigracion
italiana a la
cultura
popular
portefna:
mientras
a estatua
de Garibaldi
y
la
de Mazzini
han
dejado
desde hace
decadas
de ser centro de
cualquier
culto oficial
o
popular,
la devocion de
la Virgen
de
Pompeya
y
las
procesiones
de
Santa
Lucia
pare-
cen resistirmejor el paso del tiempo.
Tambi6n
en el
campo
mas
limitado
del
movimiento
obrero la
presencia
masiva
de
inmigrantes
ultramarinos iene
consecuencias
mas
ambiguas
de
lo
que
al
parecer
Germani
supone.
Sin
duda,
en las
primeras
manifestaciones de
inspiracion
parcialmente
socialista
y
vocacion
obrera,
la
presencia
de
grupos
extranjeros
es
dominante
y
-tal como lo
senfalaGermani-
la
gravitaci6n
de colectividades
relativa-
mente
poco
numerosas
y prosperas,
como la
alemana,
es
muy
grande.
Pero
eso ocurre
hacia
1890,
cuando
aun
las
fronteras entre
las
orientaciones
genericamente democraticas y las socialistas permanecen imprecisas (asi
pueden
dar
su adhesi6n al
acto
del 19
de
mayo
de
1890
el
Centro
Republi-
cano
Italiano
y
los
circulos
republicanos
G.
Mazzini
y
T.
Campanella)
y
-debido a la falta
de
relevancia
inmediata
en el
marco
de
la
lucha
politica
concreta,
tal como se
desenvuelve
en
la
Argentina,
de
los
planteos
socialis-
tas-
tambien
pueden
hacerlo
asociaciones
de finalidad
no
politica,
sino
mutual
y
recreativa
(desde
la sociedad
Figli
del Vesuvio
y
el
Circolo Man-
dolinistico
Italiano hasta
la
Societa
di Mutuo Soccorso Italiano
de
Chivil-
coy).
6
Esa
falta
de incidencia
en
el
conflicto
politico-social
inmediato
se
acompana
de
una
considerable
heterogeneidad
social
del
grupo que
se ex-
4
PASQUALE
VILLARI,
L'Italia
e la
civilta,
Hoepli,
Milan,
1916
(pag.
407).
5
GRAZIA DORE:
La democrazia
italiana e
l'emigrazione
in
America,
Morce-
Iliana,
Brescia.
Una
presentacion
breve
pero muy penetrante
de
varios de
los
aspectos
aqui
aludidos
la
ofrece
por
otra
parte
GERMANI
en
Politica
y
sociedad
en
una
epoca
de
transicion,
Paidos,
Buenos
Aires,
1968
(cap.
VII).
6
JACINTO
DDONE:
remialismo
proletario
argentino,
Buenos
Aires,
La
Van-
guardia,
1949
(pag. 49).
770
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7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
8/18
OBSERVACIONES
SOBRE
EL SURGIMIENTO
DEL
PERONISMO
presa
en
esas
primeras
manifestaciones. Un
aino mas
tarde,
el Comite
Inter-
nacional
que
organiz6
el acto
se
dirige,
ya
desencadenada
la
crisis,
al
pre-
sidente
Pellegrini.
Utilizando un
lenguaje
mas cefiidamente
marxista,
declara
hablaren nombrede los miles
y
miles de miembrosde la clase obrera
(que)
ban
visto
sus
capitalitos
absorbidos
por
el
grande
capital, y
ellos
mismos
echados
a
las
filas
del
proletariado ,
mientras
miles
de
pequeinos
patrones
ban
desaparecido ;
7
como
se
ve,
la
perspectiva
estai
lejos
de
ser
exclusiva-
mente
proletaria
(tampoco
lo es el
espiritu
que
inspira
las medidas
solicita-
das
del
presidente).
En
quince
anfos a situacion va
a variar
considerablemente.
Una
masa
propiamente
obrera
mas
numerosa
gravita
con
mayor
fuerza,
y
sus
objetivos
aparecen
mas
nitidamente
separados
de los
pequeinospatrones
y
trabajadores
independientes. En esa masa los extranjeros son numericamentepredomi-
nantes
(aunque,
como
lo
muestra el censo de
1914,
en
Buenos
Aires,
su
parte
en
la mano de obra
propiamente
industrial
-del
58,46
%-
es
considera-
blemente menor
que
la
que
tienen
en el
conjunto
de
trabajadores
de
indus-
trias
y
artes
manuales,
que
es
del
68,58 %)
8
iCual
es el efecto
de
esa
presencia
masiva
de
extranjeros
en la
organizacion
de un
movimiento
obrero?
Es
sabido
que
se dan en la
primera
decada
del
siglo
dos
tentativas rivales
de
organizar
a la
clase
obrera;
a corto
plazo
la
menos exitosa
es la
socialista,
que
cuenta
sin
embargo
con
anclajes
mas solidos en la sociedad
argentina:
el organizadordel socialismo, Juan B. Justo, es un profesional que proviene
de una
familia terrateniente:
su
colega
en
cirugia
y
politica,
Nicolas
Repetto,
pertenece
a una
de
origen
inmigrante
y
de
solida
aunque
mas
modesta
pros-
peridad.
Sin
duda
el
nuevo
partido
abre
sus
filas con
mas
generosidad
que
otros
a
inmigrantes
ultramarinos,
pero
estos
no
son
necesariamente
proleta-
rios:
Enrique
del
Valle Iberlucea es
abogado y
catedratico;
si
nunca
se
nos
permitira
olvidar los
dificiles comienzos
de
Enrique
Dickmann,
la evocacion
se
hace
mas
bien en
el
espiritu
de
Horatio
Alger que
en el de
ninguna
iden-
tificacion
permanente
con
la
clase
obrera,
a
la
que
Dickmann -un
medico
moderadamenteexitoso-
desde
luego
no
pertenecia.
Sin
duda,
la orientacion socialdemocratadel
partido
fundado
por
Justo
es
la
que
mejor refleja
las
tendencias
que
podrian
esperarse
de una clase
obrera
identificada
con
un
proceso
modernizador:
a
pesar
de eso
(Qo
por
eso
mismo?)
su
capacidad
de
expansion
se revela mas limitada
que
la
de
la
corriente
rival: el
anarquismo
(entre
cuyos
dirigentes
y
orientadores los
inmigrantes
tienen
papel
mucho
mayor que
en el
socialismo)
que
alcanza
una
popularidad
irritante
para
sus
rivales,
que
tienden
a atribuirla
al
primitivis-
mo
ideologico
de
una clase
obrera
ni
consciente
ni
evolucionada.
ZEs
esto
demasiado
sorprendente? ZEn
los
mayores
paises
de
emigracion
al
Rio
de
la Plata no se presentanacaso situaciones analogas? En Espaina a sindica-
lizaci6n
de
inspiracion
socialista
halla
tambien
dificil
alcanzar el
ritmo
de
la
anarquista;
en
Italia sin duda
la
competencia
le
es mas
favorable,
pero
aqui
el
socialismo
termina
por
teiiirse
del
primitivismo
que
achaca
a la
7
ODD,ONE,
ob.
cit.,
pag.
56.
8
El
primer
porcentaje
alculado
obre
datos del censo
industrial
tomo
VII,
pag.
320);
el
segundo
sobre
los
incluidos
en
tomo
IV,
pags.
201O.
771
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7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
9/18
TULIO
HALPERIN
DONGHI
corriente
rival.
La
tendencia
que
busca
hacer
de
los
sindicatos
la
fortaleza
de
un socialismo
gradualista
y
reformista
fracasa,
y
sus
jefes
-un
conjunto
de
brillantes
conductores
ahora casi
sin
tropas-
deben
buscar,
ya
fuera
del partido, una clientela alternativa en filas no obreras. Han sido barridos
por
una
izquierda
capitaneada
por
Mussolini,
que
agita
con
indudable efi-
cacia toda
clase de
mitos
insurreccionales.
Mientras en
Alemania
el
centro
ha
conservado sin
excesivo
esfuerzo
el
control sobre las
fracciones extremas
(y
pudo
por
lo
tanto
eliminar
a
los
revisionistas sin
ofrecer
concesiones mas
que
verbales a la
izquierda),
en
Italia
solo
le
queda
mantener
pasiva
lealtad
al
partido,
en
la
esperanza
de
que
el
viento
de
locura
que
lo
agita
amaine
por
si
solo
en
el
futuro.
De
nuevo en
este
caso
la
identificaci6n entre masa
inmigrante
y
oi
ienta-
ci6n modernizadorano parece excesivamenteclara. Eso no significa desde
luego
que
la
presencia
de
una
masa
obrera
numericamente
creciente,
reclu-
tada
en
su
mayor
parte
entre
inmigrantes
de
ultramar,
no
sea
un
aspecto
de
ese
proceso
que
Germani
lama
de
modernizaci6n;
permite
en
cambio
dudar
que
el
legado
preinmigratorio
de la
mayoria
de
esa
masa
explique
adecua-
damente
las
orientaciones
ideologico-politicas
que aqui
le son
asignadas.
Es
cierto
que
el
internacionalismo
es
rasgo
comun
a
todas las
ideologias
en
cuyo
nombre
se
intenta
organizar
a la
clase
obrera
(y
es
mucho
mas
marcado
en
el
anarquismo
que
en
la
peculiar
forma
de socialismo
encarnada
en
el
partido
argentino). Pero antes de concluir que la presencia masiva de inmigrantes
extranjeros
es
la
determinante de este
rasgo
seria
preciso
examinar si
el
internacionalismo
no
domin6
tambien
el
movimiento obrero de areas
en
que
los
trabajadores
no
provenian
de
ultramar: desde
Chile hasta
Mexico,
con
su
Casa
del
Obrero
Mundial,
no
parecen
faltar
ejemplos
que
muestran
que
no
es
preciso
un
reclutamientoultramarino
de
la
mano
de
obra
para que
en
efecto ese
internacionalismo
marque
con su
signo
al
incipiente
movimiento
sindical.
Y
tampoco
esto es extranio: el internacionalismo
proletario
es la
contracara
de
la
negacion
de una solidaridad
nacional
que
-definida
en
el
marco
de
una
organizacion politico-social que
no da
parte alguna
en el
poder
a la
clase
trabajadora-
se orienta
necesariamenteen
perjuicio
de
6sta.
Es
la
atenuaci6n
de
esa
polarizacion
extrema
a
que
debilita
el
internacionalis-
mo:
el
reformismo
cumple,
entre
otras,
una funcion
integradora,
9
y
no
es
casual
que ya
antes
de la
Primera
Guerra
Mundial uno
de
los
puntos
de
conflicto
entre
la
derecha del
socialismo
italiano
y
los
sectores
mayoritarios
del
partido
haya
sido la
actitud
a
adoptar
ante la
guerra
colonial
de
1911,
a
la
que
la
derecha
no rehusaba su
patri6tico
apoyo;
de
modo
semejante,
no
es
sorprendente
que
Morones,
en
Mexico,
surgido
de
la
Casa
del
Obrero
Mundial
pero
felizmente
integrado
luego
en una
familia
revolucionaria
en
que los representantesdel proletariadono tienen peso decisivo, oponga la
mexicanidad
de
su
orientacion
politica
a la
inspiracion
exotica
que
achaca
a
quienes
le
reprochan
una cierta
perdida
de
militancia
en la
lucha
de
clases.
Sin duda es
sugestivo
que
en
la
Argentina
la
progresiva
atenuaci6n
del
intemacionalismo
haya
coincidido con una
gravitacion
creciente
de
los
na-
9
Este
proceso
demasiado bien
conocido ha sido
tambien excelentemente
ana-
lizado
por
GERMANI,
ob.
cit.,
pag.
124.
772
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7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
10/18
OBSERVACiONES
SOBRE
EL SURGIMIENTO
DEL PERONISMO
tivos
en
la masa
obrera.
Pero la transicion no ha sido lo bastante
rapida,
ni
la
transformacion
en
la
composicion
de la
clase
trabajadora
lo bastante com-
pleta
-desde
un
punto
inicial
en.
que
la
participacion
de nativos
esta
lejos
de ser desdefiable
hasta uno final en
que
la de
extranjeros
es todavia eleva-
da-
para que
no
sea
posible
hallar testimonios
de un
internacionalismono
surgido
de
filas
inmigrantes.
He
aqui
el
de
Jose
Peter:
entrerriano,
nacido
en una familia
de
chacareros
arrendatarios,
se
gana primero
la
vida
como
peon
de
chacra
en su
provincia;
es
todavia
semianalfabeto
cuando la
aban-
dona,
no
sin
tristeza
( En
la cumbrera del
galp6n
de
la
ultima
chacra
en
que trabaje
como
pe6n,
colgue
mi
apero que
tantos afnos
me
habia
acom-
painado,
y
mezclado
con
tropilla
ajena qued6
mi
querido
tordillo ),
10
para
trabajar
en la
deschalada del
maiz en
el
norte
de
Buenos
Aires.
En el
camino
ve algo que va a cambiar su vida ( el tren... paso frente al frigorifico
Smithfield
de
Zarate;
a
esa
hora,
gruesas columnas
de obreras
y
obreros
marchaban hacia el establecimiento...
pude
contemplar...
c6mo
ese mons-
truo los
tragaba
a
medida
que
cruzaban los
portones...
desde
ese mismo
momento
senti verdadera ansiedad
de
pertenecer
a ese enorme
ejercito )
.11
Va a
vivir con
otros
entrerrianos
en
un
rancho
pegado
al
negro
camino
de
carbonilla
que
llegaba
hasta los
portones
del
frigorifico ;
finalmente
es ad-
mitido el mismo
como
obrero.
Peter
no es
el
unico
migrante
intero entre
los
trabajadores
del
frigorifico;
junto
con los
inmigrantes
de
Europa
centro-
orientalabundanlos correntinosy entrerrianos, ucumanosy santiaguenos ,
tambien ellos
transformados
por
esa
experiencia
radicalmente nueva
que
proporciona
la fabrica. Pasan
afnos;
por
su
forma de ser
cordial,
afectuo-
sa
y
su condicion
de
ser
un
buen
companero
de
trabajo ,
Peter
hace
amis-
tades
solidas
en
su
seccion
que
-sin contar
con
organizaci6n
sindical- se
transforma en la
menos sumisa a decisiones
arbitrarias. Conoce
a Arnedo
Alvarez
y
a
traves
de
1l
al
comunismo;
aun
en
1927,
sin
embargo,
no
es
comunista
y
cuando se
dirige
a Arnedo
comienza
por
hacer
una
mezcla
de
senor,
don,
etc.
Es
entonces
cuando
participa
en
su
primera
accion
de
envergadura:
unai
huelga general
en
apoyo
de
Sacco
y
Vanzetti.
En
el
epi-sodio el odio
que
ya
sentiamos
contra los
ingleses
y
norteamericanos
de los
frigorificos
se
acrecento,
se
hizo
mas
terminante,
adquiri6
un
mas elevado
caracter de
clase,
odio
que
se
convirtio
en
solidaridad
hacia
los
condena-
dos.
12
Esta historia
que
repite
puntualmente
os
pasos
del
surgimiento
del
proletariado
en el marco
de la
revolucion industrial
culmina
en
la
adopci6n
de una
ideologia
internacionalista
que,
desde
la
perspectiva
de
Peter,
no es
un
aporte
externo
sino el
modo
en
que
se da su
toma
de
conciencia
de su
propia experiencia
obrera.
Ahora
bien,
nadie
pretendera
ver
en
Peter
al
inmigrante
interno medio
(del
mismo modo
que
seria absurdover en los
dirigentes
sindicales de
origen
ultramarino
a
buenos
ejemplos
del
inmigrante
europeo
medio);
aun
asi,
hasta
1944
su
adhesion de
principio
a
una
ideologia
internacionalista
no
pa-
rece
haber
limitado
el eco
que
su
accion
hallaba
en
las filas de
los
migrantes
10
JOSE
PETER:
Cronicas
proletarias,
Esfera,
Buenos
Aires,
1968
(pag.
14).
11
PETER,
b.
cit.,
pag.
16.
12
PETER,
b.
cit.,
pag.
34.
773
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11/18
TULIO
HALPERIN DONGHI
internos de
los
que
provenia:
solo
su
popularidad
explica
la atencion
excep-
cional
con
que
el
gobierno
militar
sigue
su
actuaci6n,
y
que
se
traduce
no
s6lo
en
un
encarcelamiento
nsolitamente
largo,
sino,
en
variadas tentativas
de
aproximaci6n.
* *
*
En
el
marco
de
las clases obreras urbanas la
oposicion
entre
inmigrantes
ultramarinos
y
migrantes
internos
tiene
entonces
un
valor
explicativo
mas
limitado
que
el
que
le
asigna
Germani.
Por
razones mas
complejas,
las
explicaciones
que propone
sobre el
papel
de
unos
y
otros en el
sector rural
resultan
aun
menos satisfactorias. En
primer lugar,
porque
tiende
a
disminuir
la
importancia
numerica de
los
extranjeros
en
la
agricultura
hasta
extremos
dificilmente justificables-no se entiende como puede afirmarse (pag. 464)
que
los
inmigrantes
habian
ayudado
a
establecer
una
agricultura
moderna
pero
incluso
durante el
auge
de la
inmigracion
su
proporcion
en
el
sector
fue
muy
baja
y
mds
jide
sigui6
declinando ,
cuando
segun
el
censo de
1914
13
entre
los
directores
de
explotaciones
agricolas
los
argentinos
son
en
todo
el
pais
el
43,43
%,
en
Buenos
Aires
el
31,18
%,
en
Santa Fe
el
20,30
%,
en
Entre
Rios el
42,13
%,
en
Cordoba
el
35,96 %,
en
Mendoza el
48,59
%,
en
la
Pampa
el
12,22
%,
en
Misiones el
14,36 %,
en el
Chaco
el
39,42
%,
y
en
la
mayor
parte
de
esos
d'stritos
los
directores
de
explotaciones
son
varias
veces
mas
numerosos
que
los
asalariados
permanentes, y
entre
los
estacio-
nales los ultramarinosse cuentan cada aiio en decenas
y
quiza
centenares
de
miles.
Ahora
bien,
hay
una relacion
entre
esa sobreestimacionde
los elementos
nativos
y
la
acentuacion de
los
motivos
tradicionales en
la
caracterizacion
del
sector
rural.
Ella
aparece
ya
en
la
delimitacion
de la
zona
tradicional,
que
es
sin
duda
considerablemente
mprecisa
(el
centro
estaria
formado
por
Buenos
Aires
y
las
provincias
del
Litoral
y
la
periferia por
la
mayoria
de
las
regiones
circundantes
y
algunas de las
provincias
internas
centrales ,
pag.
453),
pero
en
la
cual
-quiza debido
a
su
vaguedad
misma-
no,
es
evidente
que
se tome en cuenta
por
ejemplo
el avance de la
agricultura
ce-
realera
hacia el interior
pampeano
o
la
expansi6n
agricola
en
tierras
nuevas
del
norte
y
Rio
Negro,
o
aun las
peculiaridades
tan
poco
tradicionales
que
adquiere
la
agricultura
de
la vid
en
Mendoza.
Mas
serio es
que
esta
impre-
cision
geografica
sea
compensada
por
una
nitidez acaso demasiado
rigida
en
las
contraposiciones
entre tradicional
y
moderno:
arcaismo
cultural,
mar-
ginalidad
social,
subdesarrollo
econ6mico,
marginalidad
ahora
econ6mica
y
origen
criollo de
la
poblacion
parecen
ser vistos
como
fen6menos
solidarios
entre
si
(aun
en
la
region
central,
asegura
Germani,
los
migrantes
criollos
tenian una distribuci6ndesproporcionadaen la arcaica estructuraproduc-
tiva,
agricola
y
no
agricola,
comparada
con
los
inmigrantes extranjeros
y,
probablemente,
sus
descendientes ).
14
13
Porcentajes
calculados
sobre las
cifras
proporcionadas
en tomo
V,
pags.
837
y sigs.
14
Asi
en
pag.
453. La
afirmaci6n resulta
tanto mas desconcertante si
se
to-
ma
en cuenta
que
para
Germani
el
arrendamiento
y
la
aparceria
son
fenomenos
774
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7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
12/18
OBSERVACIONES
SOBRE
EL SURGIMIENTO
DEL PERONISMO
Esta solidaridad
reciproca
se le
aparece
evidente
a
partir
de un
examen
que
no ve
el
transito
de
sociedad
tradicional
a moderna como el
paso
de
una
situacion hist6rica concreta a otra, sino mas bien de
un
modelo
a
otro.
Solo asi
se
explica, por
ejemplo,
que
Germani,
luego
de
caracterizar
como
formas
atrasadas
de tenencia
de la tierra
no s6lo
la
propiedad
mini-
fundiaria
sino
tambien
el arrendamiento
y
la
aparceria,
a
menudo
identifi-
fique
ese atraso con
tradicionalidad;
al
parecer
el arrendamiento
y
la
apar-
ceria
no
tienen
lugar
en
una
sociedad rural modernizada al
como
la
concibe
Germani;
su
presencia
en la
Argentina
se
deberia entonces a
que
la
moder-
nizacion ha sido
incompleta.
aPero como
explicar
que,
salvo
muy
reducidas
excepciones,
arrendamiento
y aparoeria
graviten
menos
en
las
areas menos
tocadas
por
el
proceso
modernizador?
Quiza
porque
no se trata
de
si
la
modernizaci6n ha sido o no
completa,
sino de
que
ha sido en concreto la
modernizacion
que
se dio
en
el
campo
argentino
en
el
medio
siglo
anterior
a
la
Primera
Guerra Mundial.
Porque
no
parece
interesarse
demasiado
por
este
aspecto
de
la
cuesti6n,
Germani
puede
atenuar
(hasta
hacerlas
desapa-
recer
casi
totalmente)
las
diferencias entre
un
sector
rural
creado
gracias
a
un
verdadero alud
de
inmigrantes
ultramarinos
y
bajo
la
direccion
de
un
grupo
terrateniente,
6e mismo
en
parte
de
reciente
formaci6n,
estimulado
por
la
expansion
del
mercado
mundial,
y
otros sectores
rurales
plasmados
en
un
proceso
plurisecular
al
margen
de
cualquier
participacion
fluida
en
merca-
dos de amplitudcomparablea los que el pais y el mundo ofrecen a partir del
ultimo
cuarto
del
siglo
XIX.
Ahora
bien,
las
consecuencias de
estai actitud
serian menos
graves
si
Germani
restringiera
su
analisis
al
campo
socioeconomico:
es
indudable
que
-ya
antes de
1929,
como
observ6
agudamente Alejandro Bunge-
la
organizacion productiva
del area
cerealera estaba creando
marginales
eco-
nomicos,
y
que
ello
necesariamentedebia
traducirse
en
la
acentuaci6n
de los
fen6menos
a
los
que
Germani
alude
(agolpamiento
en tareas
secundarias
y
terciarias,
crecimiento
de mano de
obra
fluctuante).
aPero
es
prudente
alu-
dir a esos rasgos negatives de origen relativamenterecientebajo un titulo que
al
oponer
modernismo
y
tradicionelismo
en
regiones
de
origen
afirma
de
nuevo
la
solidaridad
entre esos fen6menos
socioeconomicos
y
rasgos
socio-
culturales
cuya
presencia
se
postula
a
partir
de
la
de
aqu6llos? ,Sera
nece-
sario
recordar
que
en la
decada
del
30 la
presencia
de
mano
de
obra
so-
brante,
subocupada,
ocupada
temporariamente
en
trabajos
de corta dura-
ci6n,
fluctuante
entre
distintas
ramas de actividad
o
entre
cualquiera
de
estas
y
ninguna,
no
es
caracteristica
diferencial
de las
zonas
tradicionales?
La
predominante
tradicionalidad
(asi
como
el
abrumadoramente
predo-
minante
origen
criollo)
de
los
migrantes
internos
son
proclamados
entonces
a
partir
de una
imagen
a la vez
imprecisa
y simplificada
de la
Argentina
rural,
que
no
solo
exagera
el
peso
de
ambos factores
en la
sociedad
rural
en
su
conjunto
sino todavia ve
en
la
presencia
de
estos
la razon
por
la
cual
arcaicos;
ahora
bien,
el censo
de
1914
muestra
c6mo
la
mayoria
de
extranjeros
es
mas
marcada
ntre
arrendatarios
medieros
que
entre
propietarios
n la zona
cerealera itoral.
775
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7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
13/18
TULIO
HALPERIN
DONGHI
ciertos
grupos
hallan
especialmente
dificil
afrontar la
adversidad
economica.
Pero si
estos
supuestos
tan
discutibles
ocupan
un
lugar
central
y
no
acceso-
rio
en
los
razonamientos
de
Germani
es
porque
le interesa
probar
no
s6lo
que
el
papel
de los
migrantes
perifericos
es decisivo en el
surgimiento
del
peronismo,
sino
tambien
que
existe
un
nexo
determinante
entre
las
actitudes
de este
grupo,
tal
como
fueron
moldeadas
en el
marco de
una
sociedad tra-
dicional,
y
ciertos
rasgos
peculiares
del
mo-vimiento
politico
a
cuyo
triunfo
contribuyeron
decisivamente.
Notese
que
esto
ultimo
no
seria
necesario
para
afirmar
las
potenciales
consecuencias
politicas
del
cambio
de
una
corriente
migratoria
ultramarina
a
otra
proveniente
de
muy
variadas ireas del
pais.
Aun
dejando
de
lado
las
posibles
diferencias en el
legado
premigratorio
de uno
y
otro
grupo,
la
soluci6n de continuidadentre uno y otro hace posible transicionespoliticas
mas bruscas.
Estas
parecen
aun
mas
esperables
si,
como
ocurre
en el
Gran
Buenos Aires
en la
decada
del
40,
no
coexisten
dos
corrientes
migratorias
que
hayan
comenzado
simultaneamente
su
experiencia
de
arraigo
en
un
medio
urbano e
industrial: los
migrantes
internos
comienzan ese
proceso
en
una
sociedad
en
cuyo
marco los
inmigrantes
europeos
y
sus
descendientes
han
te-
nido
ya
tiempo
de
adquirir
un estilo de
vida
y
tambien
de
hacerse un
lugar
en
el
sistema
economico.
Por
razones
que
no se
vinculan
entonces
necesariamen-
te con
su
bagaje
premigratorio
no tendria
nada de
sorprendente
que
las acti-
tudes
de
los
primeros
se diferenciaran
de las de estos ultimos. En todo caso,
aunque
Germani
alude
a
todas
estas
posibilidades,
no
buscara
en
ellas la
clave
de
las
diferencias
que
seniala
entre
viejos inmigrantes y
migrantes
internos.
De
nuevo
es la
experiencia
premigratoria
de
estos
la
que
acufia
ciertos
rasgos
que
dejaran
su
huella en
el
estilo
politico
del naciente
pe-
ronismo.
Do6nde
astrear esa huella?
Germani no la
busca
en
las
preferencias
electorales de
los
migrantes,
entre otras
cosas
porque
a
su
juicio
se da
una
convergencia
tan extrema
entre voto
obrero
y
voto
peronista
que
se
haria
imposible
distinguir
en
este
aspecto
entre
obreros
migrantes
y
no
migrantes
(aunque
por
cierto no se abstiene de asignar diferente motivaci6n al voto
de
estos,
para
los
cuales el
apoyo
electoral
a
las
listas
peronistas
fue
con
seguridad
la
mejor
transacci6n
en
estas
circunstancias ,
pag.
486).
Ese
nexo
se
le
aparece,
en
cambio,
mas claramente
a traves del
proceso
que
cul-
mina
el 17
de
octubre,
durante
el
cual a su
juicio
la
irrupci6n
de
los
nuevos
sectores
sociales
en la
vida
politica
asumio
la
forma de
adhesion a un
lider
carismatico,
no
mediada
por
organizaciones
de
clase
ni
fundada en
una
conciencia
obrera claramente
estructurada
(pag.
480).
Casi
de
inmediato,
sin
embargo,
cree
necesario
refinar
esta
interpretaci6n:
el
legado
que
los
migrantes venidos de la Argentina tradicional aportan al peronismo es
-todavia
mas
que
el
personalismo
que
caracteriz.
al
movimiento- un
espontaneismo que
refleja
su
especifica
cultura
politica:
La
participaci6n
politica
directa,
con
o
sin
caudillo,
frue
parte
de de
la
cultura
politica
crio-
1la...
investigadores
serios...
ven
en
esta
participacion
una
especie
de
-
7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
14/18
OBSERVACIONESSOBRE EL
SURGIMIENTO
DEL PERONISMO
Ahora
bien,
lo
mas
notable no es
que
en este
punto
crucial
de su
razo-
namiento Germani
se
apoye
en
una
base
de
datos
particularmente
escasa
(parece
sobre todo fundarse
en
el
sugestivo
estudio de
Ruben
H.
Zorrilla,
5
que
por
otra
parte
esta
lejos
de
poner
su enfasis en el elementode participa-
cion
espontinea
que
subraya
Germani).
iPero por
que
Germani acentfia
ahora este
elemento,
que
habia
dejado
en
segundo
piano
no solo
en
su
pri-
mera
caracterizacion
de
la
actitud
politica
de
los
migrantes
de areas tradi-
cionales,
sino en
escritos anteriores?
16
Si
al
respecto
solo
caben
formulat
hipotesis,
es
indudable
que por
otra
parte
ha
ofrecido
ya
demasiadas
y
de-
masiado
bien fundadas
razones
para
explicar
el
caracter
personalista
del
peronismo,
al
margen
de
la
presencia
de
migrantes
internos
en
su
sequito:
tal
como en el
caso de la
opcion
electoral,
en
el
de
las
altemativas
de
orga-
nizacion del nuevo movimiento el proceso politico fue conducido de tal
manera
que
a
los
seguidores
solo
les
quedaba aceptar
el
movimiento tal
como
iba
siendo
estructurado
o
marginarse
de
el;
si cabe
suponer
que
mi-
grantes
internos
de
reciente militancia
-en
posiciones
por
otra
parte
su-
bordinadas-
hallaron
menos dificil
aceptar
sin reticencias
esos
criterios
organizativos
que
veteranos
dirigentes
s'ndicales
acostumbrados
a
actuar en
marcos
politicos
muy
distintos,
esa
suposicion
se basa
mas
bien
en una
noci6n
previa
acerca
de las
actitudes
eperables
de
unos
y
otros
que
en
un
conocimiento
efectivo de su
estado de animo en
esa
coyuntura.
Hay todavia otro aspecto de la cuesti6n: hasta que punto el esponta-
neismo es
-en
los
afnos
decisivos de 1944-45- un
rasgo
diferencial
del
naciente
peronismo.
Catorce
meses
antes
de octubre de
1945
una
multitud
de
dimensiones
comparables
se
reunio en Buenos
Aires
para
celebrar la
liberacion
de
Paris:
respondia
a la
convocatoria
de un
grupo
de caballeros
que
solo
habian contado con limitadisima
publicidad
periodistica
y
ninguna
radial;
en ese
momento
partidos politicos
y
organizaciones
estudiantiles
se
hallaban
disueltos
y
su accion
vigilada;
por
otra
parte,
en
toda la
decada
anterior
su
capacidad
de
atraccion de
multitudes se habia revelado limitada.
Por
que
ahora,
sobre la
base
de un
aparato organizativo
aiun
mas
insufi-
ciente,
se
congrega
una
muchedumbre
tanto
mas
grande?
Es la
sensacion
de
que,
frente a
un
gobierno
que
parece
haber
perdido
el
rumbo,
la
acci6n
se
ha
hecho de
nuevo
eficaz,
la
que explica
esa
movilizacion
que ya
no
va
a
cesar.
Sin
duda
la
agitacion opositora
que
se
prolonga
hasta
octubre se
apoya
en
una red de
organizaciones
cada vez
mas rica
y
compleja, pero
ello
no
es
asi
porque
las
especificamente politicas
pasen
a
encuadrarla,
sino
porque
son
practicamente
odas las de
clase
alta
y
media alta
las
que
asumen
gradualmente
esa
funcion (hallaremos
en
ella desde
organizaciones
de
inte-
15 RUBEN
H.
ZORRILLA:
Extraccion social de los caudillos, La
Pleyade,
Bue-
nos
Aires,
1972.
16
Asi
en Politica
y
sociedad
(ob.
cit.,
pag.
196),
donde
el
caracter
de de-
mocracia lemental
el
regimen
de caudillosse
funda
en
su
comparaci6n
on
las
tendencias
ristocratizantes
hasta
monarquicas
e las
elites liberales
y
en
el
hecho de
que
los caudillos ueron a menudode
origen
popular
y
hasta
pertene-
cientes en
algunos
casos a
grupos
etnicos
menospreciados
no
en
ninguna
oma
de
conciencia
del
derecho
a
participar
or parte
de
quienes
os
apoyan.
777
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7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
15/18
TULIO HALPEIN
DONGH1
reses
y colegios
profesionales
hasta
organismos
vecinales,
comislones
pro-
tectoras
de
bibliotecas
populares,
etcetera).
A
lo
largo
de mas
de
un afio
de
presion
creciente,
las
pruebas
de
que
la
presion
es eficaz
se
acumulan
de
modo impresionante.Aun,asi, la vasta agitaci6n opositora va a sufrir las
consecuencias
de
su
espontaneismo:
solo
sabe
golpear;
carece
de la unidad
organizativa
que
le
permitiria
hacerlo con
mayor
eficacia
y
sobre
todo
adop-
tar
tacticas menos
rigidas,
mejor
adaptadas
a
las cambiantes circunstancias.
Eso
explica
su
total
ineficacia frente
al
avance
peronista
de
octubre,
que
-apoyandose
tambien
en
una
accion
espontanea
de
masa- la
integraba
sin
embargo
en el
marco
de
una
tactica
que
-lejos
de
excluir
los
acuerdos
con
el
sector militar
que
(desconcertado
y
todo)
controlaba el
gobierno-
venia a
ofrecer a
este
una
salida
aceptable
en
una situacion
que
habia
pa-
recido no tenerninguna.
El
espontaneismo
no
parece
ser entonces
rasgo
exclusivo
de un
peronis-
mo
que
lo deberia
a
la
gravitaci6n
de los,
migrantes
internos;
por
anadidura
sus alcances
debieran
ser
acaso mas
rigurosamente
definidos. Para
Germani
esa
peculiaridad
del
peronismo
se
refleja
sobre
todo en la
accion
en la
calle ;
ahora
bien,
si
no
hay
duda de
que
la acci6n en
la calle
(primero
la
opositora
y luego
la
peronista)
fue
extremadamente
ficaz
debido
a
la falta
de
rumbos
del
gobierno
militar,
que
lo
hacia
extremadamente
sensible
a
toda
clase
de
presiones,
ello
mismo hizo
que
esa
accion se
tradujera
fun-
damentalmenteen concentraciones y marchas esencialmente pacificas, en
las
que
no
faltaron
desde
luego
los
desmanes,
pero
en
las
cuales
los
choques
entre
grupos
antagonicos
tuvieron
papel
muy
limitado:
a
traves
de
ellas
un
sector
y
otro
mantenian
un
dialogo
con
el
gob'erno,
mas bien
que
un vio-
lento
dialogo
de
sordos entre si. Desde
la
perspectiva
de
etapas
posteriores
de la evolucion
argentina
(como
desde la
que proporcionan
analogas
crisis
otrganicas
europeas),
ese es
quiza
el
rasgo
mas notable
y
sorprendente
de
todo
el
proceso;
si todo ello es torado
en
cuenta,
acontecimientos
como
los
del 17 de
Octubre
se hacen
desde
luego
no menos
deci-ivos,
pero
si mas
comprensibles sin necesidad de acudir para su interpretaci6n a ningun
improbable
cambio
radical en
el contenido
de
la cultura
politica
de las
clases
populares
del
conglomerado
bonaerense.
A esta altura
podria
parecer
que
Germani
ha
erigido
polemicamente
un
vasto
aparato interpretativo
para
explicar
aspectos
que
el
reconoce
solo
parciales
(y que
quiza
sean,
aun
ias limitados de
lo
que
el
m smo
admite)
del movimiento
peronista.
Esa
impresion
se afirma
en
la
medida en
que,
a
lo
largo
de
la
discusion,
Germani
ha ido
explicando rasgo
tras
rasgo
del
peronismo.
sin acudir a
la
supuesta
influencia cultural
de
los
migrantes
de
areas tradicionales; y se confirma todavia,mas porque se hace cada vez mas
evidente
que,
paralelamente
a
esa
explicaci6n
basada
en
el
dualismo social
y
cultural
de
la
Argentina,
Germani
toma
cada
vez
mas en cuenta otra
que
acentua
sobre
todo
la
plasticidad
de la
sociedad
argentina
en
su
conjunto:
es
un
solo
movimiento
de ascenso
de
clases
el
que
lleva
a
tantos
antiguos
obreros,
inmigrantes
o
descendientes
de
inmigrantes,
a
posiciones
de
clase
media,
y
abre tantas
posiciones
en la clase obrera
calificada
a
migrantes
internos
recientes:
en
ese
marco
social el
triunfo
del
peronismo, lejos
de
778
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7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos
16/18
OBSERVACIONES
SOBRE EL SURGIMIENTO
DEL
PERONISMO
constituir un
episodio
mas
en
la lucha
de un
pais
irremediablemente
scin-
dido entre
un
sector tradicional
y
uno
moderno,
es
un
paso
hacia
su
total
integracion,
y
en
1e
los
legados
tradicionales
se
fusionan
finalmente
con los
de la tradicion
especifica
a la clase obrera de las areas modernizadas.De
este
modo
esa
Argentina
que
arriesgaba
quiza
parecerse
demasiado
a
Gua-
temala
comienza
a
parecerse
a
la
vez
a
los
Estados
Unidos.
Germani retoma
aqui
motivos
presentes
ya
en
sus analisis mas
pene-
trantes
de la
sociedad
argentina, y
no
hay
duda de
que
alcanza
gracias
a
ello
un
mayor
equilibrio
en
la
presentaci6n
de la
problematica
social
vincu-
lada con
el
surgimiento
del
peronismo.
Pero
ese
equilibrio
se
logra
sin
alcanzar
una
verdadera
fusion
de
las
imagenes
rivales
del
contexto
socio-
politico
en
que
se
dio
el
proceso
en
examen. Sin duda esta
fusion solo
podria
lograrse en el marco de un analisis a la vez mas complejo y mas concreto
que
buscase,
mas
bien
que
individualizar
factores
aislados,
reconstruir
su
intrincado
entrelazamiento.
Sin duda
Germani
tendria
razon
en
alegar que
no es
eso lo
que
se ha
propuesto
en
esta
ocasion;
aun
asi,
su analisis le
ha
dado
oportunidad
para
aludir a
algunos
de
los
aspectos que
debiera
tomar
en
cuenta
cualquiera que
emprendiese
esa
y
otra
quiza
mas
ambiciosa
tentativa. Entre
esas
alusiones
hay algunas
admirables
de
penetracion
y
sagacidad;
otras en
cambio
suscitan
algunas
reservas;
quisiera,
para
termi-
nar,
aludir
brevemente
a
estas
ultimas.
En primer termino Germani hace quiza mas dificil su tarea al postular
una
suerte
de
prolongado
aislamiento
entre
una
cultura
politica
criolla
que
hallaria
refugio
en las
areas
no
modernizadas
y
una
moderna
que
ve
expre-
sada
sobre
todo
en un
par
de
partidos
de
vocaci6n
obrera
y
de
exito
al
cabo
limitado:
ambas
habrian
tomado
contacto
solo en
1945,
y
tras
de
un
choque
inicial
habrian
terminado
por
fusionarse
para
marcar
con su in-
fluencia combinada
el
estilo
politico
del
peronismo.
Ahora
bien,
esta
ca-
racterizacion
no
toma en
cuenta
que
en
un
pais
como
la
Argentina,
fuerte.
mente
marcado
(antes
y
despues
de la
inmigracion
masiva)
por
una tra-
dici6n
mediterranea
y
catolica,
pero
marcado
tambien
de
modo indeleble
por
un sistematico esfuerzo
modernizador,
el exito de
cualquier
intento
por
definir
una
imagen
nacional
(o,
la
imagen
de un
grupo
social
o
de
una
colectividad
politica)
en
la
que
puedan
reconocerse
un
numero
de
argenti-
nos
sufic'ente
para
darle
alguna gravitaci6n
requiere
una
fuerte
dosis
de
eclecticismo. Esta esta
presente
desde
luego
en
la
imagen
que
de la
nacion
propone
el
estado
oligarquico-modernizador:
ella
invita a
admirar