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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14802907 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Miguel Algranti Teorías etiológicas de la enfermedad y algunos principios terapéuticos en las prácticas de las Escuela Científico Basilio de Buenos Aires Scripta Ethnologica, vol. XXIX, 2007, pp. 109-119, Centro Argentino de Etnología Americana Argentina ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Scripta Ethnologica, ISSN (Versión impresa): 1669-0990 [email protected] Centro Argentino de Etnología Americana Argentina www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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ALGRANTI, Miguel - Teorías Etiológicas de La Enfermedad y Algunos Principios Terapéuticos en Las Prácticas de La Escuela Científico Basilio

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  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14802907

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Miguel AlgrantiTeoras etiolgicas de la enfermedad y algunos principios teraputicos en las prcticas de las Escuela

    Cientfico Basilio de Buenos AiresScripta Ethnologica, vol. XXIX, 2007, pp. 109-119,

    Centro Argentino de Etnologa AmericanaArgentina

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Scripta Ethnologica,ISSN (Versin impresa): [email protected] Argentino de Etnologa AmericanaArgentina

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

  • Introduccin

    En las ltimas dcadas se advierte ensectores medios y altos de pases desarro-llados un creciente inters por las llama-das medicinas no convencionales, e inclu-so por medicinas tradicionales de otras so-ciedades (Albuquerque, 1979; Atkinson,1979; Csordas y Kleinman, 1996; Douglas,1998; Good, 1987; Idoyaga Molina 1997 y2002; Idoyaga Molina y Krause, 2001/2002;Kalinsky y Arre, 1996; Last, 1996; Leslie,1980; Unschuld, 1980; Varner y McCandless,1979; Vecsey, 1978;Viturro, 1998; WHO,2002). La Argentina y, en general, los pasesde Amrica Latina no son excepciones alrespecto. Este inters coincide con la in-

    eficacia de la biomedicina para tratar lo queLaplantine (1999: 319) ha denominado lasnuevas enfermedades, que desde nuestraperspectiva implica la corporizacin de fac-tores emocionales, sociales, econmicos ypolticos de carcter micro y macro. Lasnuevas bsquedas estn orientadas a lasllamadas terapias alternativas y a las ofer-tas que tienen que ver con bsquedas reli-giosas, entre cuyos objetivos figura el tra-tamiento de la afliccin y, en menor medi-da, de la enfermedad en el sentido de pro-ceso mrbido.

    La creciente aparicin de terapias y elreconocimiento de medicinas ancestralescomo la ayurvdica, la acupuntura, la unanio humoral musulmana, entre otras, ha ge-

    TEORAS ETIOLGICAS DE LA ENFERMEDAD Y ALGUNOS PRINCIPIOS TERA-PUTICOS EN LAS PRCTICAS DE LAS ESCUELA CIENTFICO BASILIO DE BUE-NOS AIRES

    Miguel Algranti*

    Summary: Escuela Cientfico Basilios conceptions on illness and therapy focus on the spirituallevel. Etiological illness theories emphasize three main causations. Firstly, illness is the result ofWrong particles -which may be related to the individual, even though they are not part of the spiritof the person as a whole. Wrong particles sooner o later manifest themselves as diseases at physi-cal level. Secondly, every person has a spiritual guide or helper, who may choose to suffer fromDowns sydrome or another kind of mental disability in order to gain spiritual evolution in thatmiserable life. Thirdly, spirits accumulate spiritual debts due to mistakes made in previous lives;these mistakes may appear as an illness independently of whether the mistake was made being thespirit connected to this body during this life or another. Therapies involve receiving the spiritualflow, a great and powerful therapeutic element, the healing touch through a therapeutic commu-nity ritual. Finally, another therapeutic ritual is one in which a Escuelas Master, becoming amedium, dialogue with the spiritual guide of the ill, making the patient discover the causes of hismistakes and the way of correcting his actions and decisions, exposing the spirits of the Evil andthe spirits of the Wrong, who are confusing him and causing his misbehaviour, deviating his life torightness and spiritual evolution.Key words: illness etiological theories, therapy, Escuela Cientfico Basilio, Argentina

    SCRIPTA ETHNOLOGICA, Vol. XXIX, Bs. As., pp. 109-119

    *Universidad de Buenos Aires (Argentina). E-mail: [email protected]

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    nerado un campo de discusin sobre la cla-sificacin y sistematizacin de medicinas,incorporando propuestas tanto de institu-ciones transnacionales como la Organiza-cin Mundial de la Salud, a diversas pro-puestas de cientficos sociales (Good,1987; Idoyaga Molina, 1997 y 2005;Kleinman, 1980; Leslie, 1980; Press, 1980;WHO, 2002).

    En esta oportunidad, al hablar de clasi-ficacin de medicinas seguimos la ltimapropuesta de Idoyaga Molina (en prensa),que plantea las categoras ya clsicas deKleinman: a) biomedicina para referirse alas ofertas alopticas oficiales, incluyendoel campo psicoteraputico, b) medicinastradicionales que varan segn regiones ysociedades y que en la Argentina identifi-camos con el curanderismo y los shama-nismos de las sociedades nativas, c) el auto-tratamiento o medicina domstica, que im-plica la prctica de legos en sus diferentesniveles. Las ventajas de la clasificacin deIdoyaga Molina, es que adems agrega lascategoras de: d) medicinas alternativas,para designar a aquellas que no integran elparadigma dominante ni tampoco son tra-dicionales en la sociedad que se est anali-zando (en su mayora se trata de medici-nas difundidas en los ltimos aos en rela-cin con los fenmenos de new age, comola reflexologa, el reiki, el shiatsu, la aro-ma-terapia, etc.), e) medicinas religiosas,para referirse a las prcticas teraputicorituales que se ofrecen en lo que Weberdenomin religiones institucionalizadas ysus derivaciones y f) medicinas tnicas,categora en la que se agrupan, por un lado,las de aquellos grupos que por estrategiastnicas preservan sus conocimientos a supropia sociedad, tal como es el caso de los

    gitanos y, por otro, a las medicinas de gru-pos tnicos especialmente africanos que seesparcen por todos los continentes y lle-van consigo sus conocimientos, a diferen-cia de las medicinas alternativas, cuyossaberes se expanden con toda independen-cia de la sociedad o la cultura de dondefueren originarias.

    En lo relativo al rea metropolitana, lasbsquedas religiosas incluyen a individuosde todos los sectores socioeconmicos yniveles de instruccin. Con ello no quere-mos decir, por supuesto, que diferenciassociales, culturales y econmicas no sevean reflejadas en las selecciones de con-fesiones; las experiencias que stas impli-can, as como en las necesidades que satis-facen, entre las que, sin descontar necesi-dades laborales, de integracin social, dereorientacin de la identidad, de ascensopersonal, tambin figuran las bsquedas deexperiencias numinosas. Recordemos queOtto (1965) acu -a partir de numen- laexpresin lo numinoso para referirse alplus de significacin, ese contenido de irra-cionalidad, que hay en lo santo o lo sagra-do (das heilege) tanto en sentido objetivocomo subjetivo y que hace a la esencia delfenmeno religioso, hecho que, por otraparte, tiende a explicarse como unepifenmeno de relaciones y estructurassociales, de luchas por el poder poltico,que parecen no haber entendido por quMarx se refiri a la religin como el opiode los pueblos.

    En este nuevo contexto de bsquedas desalud y nuevas experiencias se observa unfenmeno singular, al cual podramos de-nominar la popularizacin de las religio-nes espiritistas, no en el sentido en quehayan ganado terreno en la captacin de

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    fieles provenientes de bajos niveles socia-les, sino en el sentido de haberse expandi-do de grupos minsculos a grupos con cla-ra visibilidad y en proceso de avance y di-versificacin. Hasta casi podramos decirla diversificacin que supone todo creci-miento acelerado.

    En esta ocasin intentamos acercarnosa la Escuela Cientfica Basilio a fin deexplicitar y comprender sus teorasetiolgicas de la enfermedad, as como re-ferirnos a algunos de sus principios tera-puticos. Aclaremos inmediatamente que,a diferencia de lo que ocurre con otros gru-pos religiosos, la obtencin de sanidad noes una experiencia que conlleve a la con-versin religiosa, como suele suceder en-tre pentecostales o afro-americanos (Ba-rrn, 2007; Frigerio y Carozzi, 1992).

    Los temas aqu expuestos son parte delos resultados obtenidos durante nuestrotrabajo de campo, cuyo objetivo primor-dial es hacer una etnografa de los fieles,usuarios, participantes detractores de laEscuela de referencia, o una etnografa dela institucin -pero acotando el trmino alms estricto sentido antropolgico- por locual se privilegiaron las tcnicas cualitati-vas, tales como las entrevistas abiertas,extensas y recurrentes a informantes cali-ficados y a grupos naturales (Coreil, 1995)y la observacin, incluida la participante.La Escuela, a la vez, proporciona gran can-tidad de material que en trminos cientfi-cos denominamos fuentes secundarias, ta-les como libros, folletos y otro tipo de in-formacin y propaganda, que la mayorade quienes se acercan a la Escuela tomancomo fuentes de primer nivel.

    Para comprender las nociones y prcti-cas que hacen a la enfermedad y la terapia,

    es necesario adentrarse mnimamente en lacosmovisin espirita para acceder a algu-na ideas fundantes que hacen al mitocosmognico, as como al orden csmicodel presente. Los temas aqu expuestos sonparte de los resultados obtenidos.

    Un Cosmos de espritu y materia, el Dioscreador y el mito cosmognico

    Como veremos, las influencias de la Es-cuela Cientfica Basilio son variadas y nu-merosas, incluyen otras corrientes espiri-tistas, tradiciones judeocristianas, otrasnociones que parecen provenir de las filo-sofas orientales y otras de las axiologasoccidentales, a las que hay sumar su pre-gonada aceptacin de la ciencia. Se tratade una sntesis en las que los procesos derefiguracin han jugado un rol capital. LaEscuela Cientfica Basilio se auto-definecomo religin y ciencia, argumentando queno hay nada contradictorio entre estas dosesferas, explicndonos que aquellos fen-menos de los que la ciencia no puede darcuenta todava, no son una ruptura sino unpequeo retraso de estos modelos, quepronto estarn en condiciones de entenderlo que la religin ya ha revelado.

    Para entender la idea de enfermedad esnecesario remontarse al origen del cosmosy a las estructuras de significacin que allse ponen en juego. Nos referimos a con-ceptos claves como los de bien, mal, error,involucin y evolucin de los espritus, ascomo a la existencia de mundos paralelos,uno material y otro espiritual.

    El relato que refiere el origen del uni-verso deja ver con mayor claridad la in-fluencia del mito bblico. El dios creador

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    es primera causa o causa eficiente de todolo existente, entre sus predicados positivosy racionales, pero sintticos como diraOtto (1965) se dice que Dios es inteligen-cia, amor y libertad. En el tiempo origina-rio cre los espritus y las llamadas leyesespirituales, que rigen la existencia de losltimos. Dado que los cre a su imagen ysemejanza, posean los mismos atributos.Cada uno de ellos posea intencin y po-der, por lo que cada uno de ellos es unadeidad o teofana, en el sentido de mani-festacin de lo sagrado con entidad propiay voluntad. Sin embargo, al igual que en elmito bblico, poco durara este tiempoednico, en virtud de que ciertos espritusquisieron ser superiores a los otros, per-diendo su armona ontolgica, dando ori-gen al error, al odio, la ignorancia y la es-clavitud. Rpidamente estos espritussignados por el error comienzan a agrupar-se segn sus afinidades vibratorias confor-mando de esta forma categoras espiritua-les que generan los vicios, la envidia, ladominacin, etc. Comienza as una guerraespiritual entre el Bien y el Error o el Mal.Los enfrentamientos fraccionan a los esp-ritus en partculas espirituales perdien-do su cercana a Dios y su unidad onto-lgica. En este contexto de fraccionamien-to y contienda surge el estado materialque paradjicamente es el terreno privile-giado para la evolucin espiritual perdida.El universo material se define entoncescomo un contexto en el que los espritusencuentran la oportunidad de evolucionarhacia su primigenio estado de armona conDios, abandonando la materia y regresan-do a su perfectibilidad infinita. Para losespritus del Bien el objetivo de la vidamaterial es la evolucin espiritual. Aqu

    encontramos algunas reminiscencias decosmologas orientales en la medida en quepodemos pensar en la perfectibilidad infi-nita como un concepto similar al de abso-luto o de partcula divina. Sin embargo, hayalgunas diferencias sustanciales: la mate-ria es vista como un estado particular delespritu. Para la Escuela dicha afirmacinno contradice en ningn sentido a la cien-cia fsica ni a ninguna otra ciencia, sinoque se monta sobre ellas, incorporando unadimensin trascendente y ontolgica: elespritu, a los conocimientos del mundomaterial. Desde esta perspectiva la evolu-cin natural, por ejemplo, es vista comoun correlato a la evolucin espiritual im-puesta por Dios.

    Aproximaciones a la enfermedad y la te-rapia

    La enfermedad, obviamente en sentidogeneral como todo lo negativo, proviene deldesorden csmico que ocasionaron los es-pritus desarmonizados y fragmentados,mientras que las dolencias concretas quepadecen los seres humanos responden b-sicamente a tres causas diferentes. Por unlado, se originan en el correlato espiritualque tiene toda materia y que no coincidenecesariamente con el espritu como tota-lidad, el doble del individuo. Esta espi-ritualidad que repica toda materia puedeincluir partculas fragmentadas y del error-que provienen del tiempo mtico- que ob-viamente con el correr del tiempo, antes odespus, se corporizan. Tal es el caso delcncer y otros males que ilustraremos msadelante. Por otro lado, las enfermedadesinnatas como aquellas que incluyen retra-

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    sos mentales devienen de la decisin delespritu que decide encarnar en un cuerpoinconveniente y de este modo evolucionarespiritualmente ms rpido en esta vidasignada por el sacrificio. Finalmente, lasenfermedades tambin vienen de deudasespirituales, que habitualmente se corres-ponden a errores cometidos cuando el es-pritu estaba encarnado en otro cuerpo. Nodebemos olvidar que el espritu tiene con-tinuidad ms all de su ligazn ocasional adeterminado cuerpo.

    En el primer tipo de teora, en el nivelde los expertos, se entiende que resulta delerror y la ignorancia de la persona que nologra descubrir su camino de crecimientoespiritual y comete errores en su existen-cia cotidiana a raz de integrar partculasfragmentadas del tiempo originario. Ellopuede deberse a que el sujeto sea confun-dido a travs de pensamientos, sugerenciase intuiciones que les vienen de los espri-tus del mal o del error. No obstante, paralos fieles concretos la asociacin de la en-fermedad al pecado y al mal es tambin unanocin factible.

    No poda caminar, tena una piernaparalizada, como dormida. Yo no me esta-ba llevando bien con mi marido y dej es-pacio para que los espritus del mal me in-dujeran, llenaran mis pensamientos, metrajeran intuiciones que no me conducanal progreso espiritual, estaba paralizada.Mi progreso espiritual no era posible, es-taba igual que mi pierna, estaba paraliza-do. Las peleas, discusiones, los golpes,traen involucin espiritual. En esa pocami marido me pegaba, estaba celoso y laenfermedad vino por todo eso, que soncortes espirituales. Adems yo estaba ha-ciendo algo malo, tena un amante y tam-

    bin por eso mi matrimonio estaba desequi-librado.

    Como vemos, inicialmente todo aquelloque violente los principios de amor, liber-tad e inteligencia, engendra la enfermedadespiritual que pronto se materializar comoalguna clase de dolencia fsica. Hay uncorrelato entre el nivel espiritual y el cor-poral, la paralizacin de una de las piernasimpeda a la informante desplazarse, mo-vilizarse, avanzar normalmente. Mientrasque en el plano espiritual justamente estimpedida de avanzar.

    El pecado, la falta de moral, es lo quems le cuesta confesar. Desde su perspec-tiva el adulterio es la verdadera causa dela enfermedad, mientras que, en tanto lepesa admitirlo, acude a otras explicacio-nes -vlidas, pero no centrales-, la violen-cia, las malas relaciones de su matrimonio,cargadas de aquellos sentimientos/atribu-tos que definen lo opuesto a la armonaoriginaria.

    Las terapias obviamente son de ordenespiritual, la Escuela Cientfica Basilio ledeja a la biomedicina la reparacin de lamateria o del cuerpo fsico. Vale decir, en-tiende el proceso de cura como una estra-tegia de combinacin teraputica: a la me-dicina como ciencia le corresponde apli-car las tcnicas que maneja en el dominiode la materia, que tratan, alivian y hastasanan el cuerpo, mientras que a la curaespiritual le corresponde erradicar las ver-daderas causas fundantes de la enfermedad,que por supuesto pertenecen a dicho mbi-to.

    El denominado fluido espiritual, elemen-to privilegiado en la comunicacin de losseres humanos con el mundo de los espri-tus, que es bsicamente un instrumento de

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    limpieza, permite la restauracin de la ar-mona. En la prctica implica el alejamientode los espritus del error que estuvieseninterfiriendo en el pensamiento, en el librealbedro del enfermo, la anulacin, al me-nos parcial, del accionar de las partculasoriginarias fragmentadas que estuvierancausando la dolencia.

    Una de las tcnicas teraputicas mscomunes es la imposicin de manos, ten-diente a trasmitir energas espirituales po-sitivas que restauran el dao espiritual re-velado en la enfermedad. Bien podra de-cirse que en torno al espritu del enfermose libra una batalla entre energas del bieny energas del mal o del error. La imposi-cin de manos implica, por supuesto, unritual que congrega a hermanos de la Es-cuela para que en forma conjunta trasmi-tan energa de Espritus superiores convo-cados en la ocasin por los participantes,quienes se convierten en canales del flui-do espiritual que emana de las deidades delbien. Como todo ritual, se repite las vecesque sea necesario hasta que el sufrientehaya recuperado la salud.

    La imposicin de manos es por supues-to un ritual muy conocido que supera enmucho las prcticas de la Escuela Cientfi-ca Basilio. Dado que tiene soporte en lasacciones fundantes y ejemplares de Cristocomo lo muestra el Nuevo Testamento, esuna accin plena de sentido, como terapu-tica ritual en las Iglesias Pentecostasles yEvanglicas y en el Catolicismo (Algrantiy Bordes, 2007; Barrn, 2007; Viotti, 2003;Viturro, 1998).

    Como heredera del catolicismo y, en sn-tesis con el mesmerismo, es utilizada porlos curanderos, o los especialistas tradicio-nales de las sociedades occidentales, aun-que es ms comn en Espaa que en Ar-

    gentina (Gmez Garca, 1996; Gonzalo,2002; Idoyaga Molina, 2002; Perdiguero,1996).

    En relacin con otras races, la imposi-cin de manos se practica tambin en elreiki como forma bsica de trasmitir ener-ga restauradora que facilita la recupera-cin de la salud, al desbloquear los puntosmuertos, vale decir los puntos bloqueadosque impiden la circulacin de energa porel cuerpo (Saizar, 2005).

    Otro tipo de ritual que tambin requierede la participacin de los hermanos de laEscuela consiste en hablar con el espritugua del enfermo. Vale la pena notar quetodo individuo posee, un espritu gua,que como el ngel de la guarda -conquien a veces lo comparan- o el nagual delas sociedades Meso-americanas, puededefinirse como un alma externa del indivi-duo (van der Leeuw, 1964). En tales oca-siones rituales, la comunidad de fieles pre-sidida por uno de los maestros trata de re-cuperar la salud perdida. En tal oportu-nidad el maestro oficiando como mdiumdialoga con el espritu del enfermo que esmdium de s mismo. En esta ocasin, elmaestro reorienta al espritu gua, lo ayu-da a averiguar y descubrir cules son losespritus del error que han intervenido im-pidiendo su crecimiento y evolucin espi-ritual, le indica acciones a seguir y lo ase-sora sobre la circunstancia que est vivien-do y que ha devenido en enfermedad. Du-rante el trance el resto de los participantesse concentra y eleva su nivel espiritual, ha-ciendo del espacio de la cura un campocalificado, dominado por una calidad delambiente excepcionalmente positiva.

  • 115TEORAS ETIOLGICAS DE LA ENFERMEDAD Y ALGUNOS PRINCIPIOS (...)

    Conclusiones

    Las ofertas de sanacin y tratamiento dela afliccin se multiplican entre sectoresmedios y altos del rea metropolitana. Aho-ra bien, esta no es una caracterstica delrea metropolitana ni de pases en va dedesarrollo sino que incluye a sociedadesdesarrolladas y tambin a individuos desectores populares, por lo que la conside-racin de fenmenos tan complejos, debebuscar explicaciones macro, pero tambinexplicaciones ms especificas en los nive-les locales y regionales. Claro est que lasterapias traslapadas varan segn regiones,factores econmicos, tnicos y culturales,as como en virtud de las polticas nacio-nales en salud. En pases como Corea, laIndia o Vietnam, las medicinas tradiciona-les de esos pases estn integradas a la ofer-ta oficial de salud, de modo tal que la com-binacin de la biomedicina con la medici-na ayurvdica o la acupuntura es facilitadadesde el Estado, que promueve ciertascomplementariedades. Quedan as por fue-ra de motivos que aludan de la pobreza ola accesibilidad, mientras que otras com-binaciones con medicinas forneas quedanlimitadas a los individuos que cuentan conrecursos econmicos. En algunos pasesAfricanos, por el contrario, la opcin porla medicina tradicional est condicionadapor la pobreza de los usuarios y en mu-chos casos por la dificultades de acceder ala biomedicina, que no termina de insta-larse como una opcin genuina e igualitariapara la totalidad de la poblacin. Hablan-do de sectores medios y altos de Inglate-rra, Douglas (1998) dio con una clave quetiene valor mucho ms all de su propiopas. Se trata del carcter agresivo eintrusivo de las tcnicas diagnsticas y te-

    raputicas de la biomedicina, que hace quemuchos pacientes opten por terapias msdelicadas y espirituales, entre ellas muchasde raigambre oriental, cuyo xito ha sidocomprobado en Gran Bretaa. La eficaciaexperimentada personalmente de tal o cualmedicina es otro factor de notoria relevan-cia a la hora de tomar decisiones respectoa la atencin de la salud (Idoyaga Molina,2007) y esto incluye en el rea metropoli-tana a individuos de todos los sectores so-ciales, pues existen ofertas gratuitas o deescaso valor, de yoga, de shiatsu, de otrasmedicinas alternativas, de terapias religio-sas y de medicinas tradicionales (Algrantiy Bordes, 2007; Gonzalo, 2002; Saizar,2003a y b, 2007). La identidad religiosade los usuarios juega un rol de enorme re-levancia, especialmente entre evanglicosy carismticos que privilegian la combina-cin entre la biomedicina y la sanacin enlos contextos de sus propias iglesias(Idoyaga Molina, 1999). Tampoco es dedescartar las razones invocadas porLaplantine (1999), que hacen a los lmitesde la biomedicina en la atencin de las lla-madas nuevas enfermedades. En relacincon la aceptacin o desconfianza hacia labiomedicina tampoco podemos dejar de ad-mitir que la calidad de los servicios varaenormemente segn regiones y que desgra-ciadamente esta ltima suele ser expulsivade los ms pobres por la calidad de su ofer-ta. Aqu incluimos no slo falencias tcni-cas, sino tambin diferencias culturales yenfrentamientos de paradigmas que tiendena estigmatizar al otro.

    En lo relativo a la Escuela CientficaBasilio, ya dijimos que su popularizacintiene que ver con bsquedas espiritualesms que con bsquedas de salud y que com-promete sobre todo a individuos de secto-

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    res medios con buenos niveles de instruc-cin. Por lo tanto, no podemos anclarnosen la injusticia distributiva, ni en la prdi-da de la fe en la religin oficial, pues mu-chos siguen siendo catlicos. Ms bien de-beramos pensar en la certeza interior de laexistencia de fenmenos de los que la cien-cia no da cuenta y en la necesidad de ex-perimentar esos fenmenos, encontrandoun marco social de referencia que conten-ga al individuo, donde las propias viven-cias sean comunes con las de otros y, porende, narrables y compartidas. Bsquedasde significacin inersubjetivas y de dilo-gos sin lmites puestos de antemano sonmotivos para explorar el xito de la Escue-la Cientfica Basilio.

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  • 119TEORAS ETIOLGICAS DE LA ENFERMEDAD Y ALGUNOS PRINCIPIOS (...)

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    Resumen

    Para comprender las nociones y prcti-cas que hacen a la enfermedad y la terapia,es necesario acceder a alguna ideasfundantes que hacen al mito cosmognico,as como al orden csmico del presente. Porun lado se originan en el correlato espiri-tual que tiene toda materia -que no coinci-de con el espritu como totalidad, el do-ble del individuo. Esta espiritualidad pue-de incluir partculas fragmentadas y del

    error que se corporizan, tal es el caso delcncer y otros males. Por otro lado, las en-fermedades innatas como aquellas que in-cluyen retrasos mentales devienen de ladecisin del espritu que decide encarnaren un cuerpo inconveniente y de este modoevolucionar espiritualmente, soportando enesta vida signada por el sacrificio. Final-mente, las enfermedades tambin vienende deudas espirituales, que habitualmentese corresponden a errores cometidos cuan-do el espritu estaba encarnado en otro cuer-po. Entre las terapias figuran recibir el flui-do espiritual, la sanacin a travs de laimposicin de manos y el dilogo de unode los maestros de la Escuela -actuandocomo mdium- con el espritu gua del en-fermo.