alertan sobre el esÒfago de barrett, enfermedad poco conocidafago de barrett cambia a una displasia...

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Viernes 6 de abril de 2018 EL UNIVERSAL E12 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Rafael López [email protected] La escuela, la calle y las olimpiadas El Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM invita, dentro del ciclo de conferencias “Los sesentas, más que una década. En memoria del 2 de octubre de 1968”, a la titulada “1968: la escuela, la calle y las olimpiadas”, el miércoles 11 de abril, de 12:00 a 14:00 horas, en el Salón de Actos del citado instituto, en Ciudad Universitaria. Se transmitirá por w e bs c a t. ESPECIAL Crean Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología El Consejo Universitario de la UNAM aprobó la transformación del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico en el Ins- tituto de Ciencias Aplicadas y Tec- nología, debido a la solidez de su planta académica y a sus proyec- tos de investigación. Su objetivo será fortalecer el liderazgo en las investigaciones interdisciplina- rias de frontera y la formación de recursos humanos de alta calidad en campos como óptica, microon- das y acústica, micro y nanotecno- logía, instrumentación científica e industrial, tecnologías de la infor- mación, y procesos educativos. Impulsan la protección de cuevas y cenotes Gracias a la labor científica de ex- pertos de la UNAM, diversas cue- vas y cenotes de Yucatán fueron incluidos en la Asociación de Cue- vas Turísticas Iberoamericanas, referente internacional en el man- tenimiento de la calidad turística y medioambiental, y en la conser- vación del patrimonio geológico. De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Am- biente del gobierno de Yucatán, en el último censo se ubicaron en Yu- catán más de 2 mil 300 cenotes y tres importantes sistemas de ca- vernas estudiadas, pero se estima que aún hay muchos más. ESPECIAL Alertan sobre el esófago de Barrett, enfermedad poco conocida Los más proclives a padecerla son los hombres mayores de 50 años, de raza blanca, con sobrepeso u obesidad, que hayan tenido reflujo gastroesofágico por más de cinco años, beban alcohol y fumen Si una persona no tolera la comida muy condimenta- da porque de inmediato ex- perimenta la sensación de que algo quemante le sube del estómago al esófago, y, además, sufre esta molestia más de dos veces por semana durante tres meses, debe consultar al médico, ya que tie- ne la enfermedad por reflujo gastroesofágico y podría desarrollar en el futuro una enfermedad conocida como esófago de Barrett, por el doctor Norman Barrett, cirujano británico que la des- cribió hacia 1957. “El esófago de Barrett es una lesión prema- ligna (es decir, predispone al desarrollo de cán- cer) del esófago. Para diagnosticarlo se debe practicar un estudio de endoscopia del esófago con una biopsia”, dice Miguel Ángel Valdovinos Díaz, profesor titular del curso de posgrado de Gastroenterología de la Facultad de Medicina de la UNAM y jefe del Laboratorio de Motilidad Gastrointestinal del Departamento de Gas- troenterología del Instituto Nacional de Cien- cias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. De acuerdo con Valdovinos Díaz, las personas con más riesgo de desarrollar el esófago de Ba- rrett son los hombres mayores de 50 años, de raza blanca, con sobrepeso u obesidad, que ha- yan tenido reflujo gastroesofágico por más de cinco años, beban alcohol y fumen. Esta fenotipia hace que la incidencia y pre- valencia de dicha enfermedad sean bajas entre los mexicanos, en comparación con lo que su- cede en los países anglosajones. Bacteria protectora Diversos estudios han demostrado que la presencia de Helicobacter pylori en el estó- mago evita el desarrollo del esófago de Ba- rrett. Esta bacteria puede infectar el estóma- go y producir gastritis crónica. La infección por H. pylori es altamente pre- valente en México (se da en 60% de los adultos). De ahí que el reducido número de población de raza blanca y la infección por H. pylori sean fac- tores para que, en nuestro país, el esófago de Barrett no sea un trastorno tan frecuente como en los países anglosajones. “En México hay casos de esófago de Barrett porque los casos de reflujo gastroesofágico son muy frecuentes; además, el sobrepeso y la obe- sidad, factores que predisponen al reflujo gas- troesofágico crónico y, por lo tanto, al esófago de Barrett, son muy comunes. De tal modo que nuestra población no está exenta de padecer es- ta enfermedad”, indica Valdovinos Díaz. Enfermedad por reflujo gastroesofágico En efecto, la enfermedad por reflujo gastroeso- fágico, cuyos síntomas son agruras y regurgita- ción de la comida, principalmente, es altamente prevalente en México. “Se estima que 20% de los adultos mexicanos (uno de cada cinco) la padece. De ellos, 70% tie- ne la variedad no erosiva, que no causa lesiones en el esófago; y 30%, la erosiva, que ulcera el esófago y ocasiona complicaciones. De estos en- fermos, sólo 5% desarrollará el esófago de Ba- r re t t ”, informa Valdovinos Díaz. Un primer paso para prevenir el reflujo gas- troesofágico crónico y, por consiguiente, el esó- fago de Barrett es evitar los factores que lo fa- vorecen: el sobrepeso o la obesidad, el consumo de alcohol y el tabaquismo. “Si no se quiere tener este problema es muy importante no fumar y no consumir alimentos con un alto contenido de grasa (sobre todo los fritos en aceite, capeados y empanizados), ni sal- sas picantes ni bebidas como el chocolate, el ca- fé, el alcohol y las carbonatadas; asimismo es re- comendable bajar de peso, no cenar de manera abundante, ni acostarse inmediatamente des- pués de comer”, comenta Valdovinos Díaz. Transformación de la mucosa esofágica Como ya se dijo, el diagnóstico del esófago de Barrett se hace a partir de una endoscopia del tubo digestivo superior que permite observar las lesiones que son tan características de esta enferme dad. En la unión del esófago con el estómago se desarrollan unas pequeñas lengüetas de aspec- to asalmonado. Cuando esa lesión mide más de cinco milímetros, el gastroenterólogo está obli- gado a tomar una biopsia de la zona alterada. Posteriormente, el patólogo debe buscar, por medio del microscopio, la presencia de células intestinales en el esófago, es decir, una meta- plasia intestinal especializada, la lesión carac- terística del esófago de Barrett; e indicar si es una displasia de bajo o alto grado, lesiones más cer- canas al desarrollo de cáncer. “En otras palabras, lo que le sucede al paciente con esta enfermedad es que su mucosa esofá- gica se transforma en una de tipo intestinal, lo cual puede propiciar, con la exposición crónica al reflujo ácido, la aparición de un tumor can- cero s o”, señala Valdovinos Díaz. Una vez que a un paciente se le diagnostica el esófago de Barrett, debe ponerse en manos de un gastroenterólogo (esta enfermedad no es competencia de los médicos generales) y some- terse a revisiones periódicas, generalmente cada cinco años, para que se le practique un estudio de endoscopia del esófago con una biopsia. “Así se podrá detectar a la brevedad si su esó- fago de Barrett cambia a una displasia de bajo o alto grado, y prevenir que ésta se convierta en un adenocarcinoma del esófago”, afirma Valdo- vinos Díaz. Tratamientos El tratamiento convencional del esófago de Ba- rrett consiste en controlar el reflujo gastroeso- ESPECIAL “En México hay casos de esófago de Barrett porque los casos de reflujo gastroesofágico crónico son muy frecuentes; además, el sobrepeso y la obesidad, factores que predisponen al reflujo gastroesofágico crónico y, por lo tanto, al esófago de Barrett, son muy comunes” MIGUEL ÁNGEL VALDOVINOS DÍAZ Profesor titular del curso de posgrado de Gastroenterología de la Facultad de Medicina de la UNAM fágico con fármacos que reducen la producción de ácido gástrico (inhibidores de la bomba de protones); de este modo se limita el daño a la mucosa esofágica y se alivian los síntomas. Los pacientes que presentan una hernia hiatal grande (de más de 6 centímetros) y tienen regur- gitación como síntoma predominante requieren un tratamiento quirúrgico (funduplicatura). Y los que desarrollan una lesión más avan- zada (displasia grave) deben someterse, para eli- minarla, a tratamientos endoscópicos como la ablación con radiofrecuencia o mucosectomía; y cada seis meses o cada año deben practicarse una endoscopia del esófago con una biopsia. Los casos más avanzados de displasia o con carcinoma requieren una resección del esófago combinada con quimioterapia, de acuerdo con el estadio de invasión del tumor. b EL DATO Falla de la barrera antirreflujo El re- flujo gastroesofágico es causado por el retorno del contenido gástrico hacia el esófago, como consecuencia de una falla de la barrera antirreflujo formada por el esfínter esofágico inferior y el diafragma crural en la unión del esófago con el estómago. Sus síntomas típicos son agruras y regurgitación de la comida, aunque también puede asociarse a la- ringitis y tos crónica, asma bronquial, erosiones dentales y dolor torácico. Factores protectores De acuerdo con Valdovinos Díaz, cuando hay reflujo gas- troesofágico, los hombres de raza blanca poseen, al parecer, menor resistencia epi- telial a la acción del ácido del estómago que las mujeres; esto se debería a que ellos producen menos factores protec- tores de la mucosa del esófago. “Por eso, las mujeres sufren menos le- siones que los hombres cuando hay re- flujo gastroesofágico, es decir, ellas pro- ducirían más factores protectores de la mucosa del esófago.”

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Page 1: Alertan sobre el esÒfago de Barrett, enfermedad poco conocidafago de Barrett cambia a una displasia de bajo o alto grado, y prevenir que Èsta se convierta en un adenocarcinoma del

Viernes 6 de abril de 2018 EL UNIVERSALE12 CU LT U R A

PROYECTO UNAM Texto: Rafael Lópezrl o p e z g @h o t m a i l.c o m

La escuela, la calle y las olimpiadasEl Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM invita, dentro delciclo de conferencias “Los sesentas, más que una década. En memoria del2 de octubre de 1968”, a la titulada “1968: la escuela, la calle y las olimpiadas”,el miércoles 11 de abril, de 12:00 a 14:00 horas, en el Salón de Actos del citadoinstituto, en Ciudad Universitaria. Se transmitirá por w e bs c a t.

E S P E

C I A L Crean Instituto de

Ciencias Aplicadasy TecnologíaEl Consejo Universitario de laUNAM aprobó la transformacióndel Centro de Ciencias Aplicadas yDesarrollo Tecnológico en el Ins-tituto de Ciencias Aplicadas y Tec-nología, debido a la solidez de suplanta académica y a sus proyec-tos de investigación. Su objetivoserá fortalecer el liderazgo en lasinvestigaciones interdisciplina-rias de frontera y la formación derecursos humanos de alta calidaden campos como óptica, microon-das y acústica, micro y nanotecno-logía, instrumentación científica eindustrial, tecnologías de la infor-mación, y procesos educativos.

Impulsan laprotección decuevas y cenotesGracias a la labor científica de ex-pertos de la UNAM, diversas cue-vas y cenotes de Yucatán fueronincluidos en la Asociación de Cue-vas Turísticas Iberoamericanas,referente internacional en el man-tenimiento de la calidad turísticay medioambiental, y en la conser-vación del patrimonio geológico.De acuerdo con la Secretaría deDesarrollo Urbano y Medio Am-biente del gobierno de Yucatán, enel último censo se ubicaron en Yu-catán más de 2 mil 300 cenotes ytres importantes sistemas de ca-vernas estudiadas, pero se estimaque aún hay muchos más.

E S P E

C I A L

Alertan sobre el esófago de Barrett,

enfermedad poco conocidaLos más proclives a padecerla son los hombresmayores de 50 años, de raza blanca, con sobrepeso uobesidad, que hayan tenido reflujo gastroesofágicopor más de cinco años, beban alcohol y fumen

Si una persona no tolera lacomida muy condimenta-da porque de inmediato ex-perimenta la sensación deque algo quemante le sube

del estómago al esófago, y, además, sufre estamolestia más de dos veces por semana durantetres meses, debe consultar al médico, ya que tie-ne la enfermedad por reflujo gastroesofágico ypodría desarrollar en el futuro una enfermedadconocida como esófago de Barrett, por el doctorNorman Barrett, cirujano británico que la des-cribió hacia 1957.

“El esófago de Barrett es una lesión prema-ligna (es decir, predispone al desarrollo de cán-cer) del esófago. Para diagnosticarlo se debepracticar un estudio de endoscopia del esófagocon una biopsia”, dice Miguel Ángel ValdovinosDíaz, profesor titular del curso de posgrado deGastroenterología de la Facultad de Medicina dela UNAM y jefe del Laboratorio de MotilidadGastrointestinal del Departamento de Gas-troenterología del Instituto Nacional de Cien-cias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

De acuerdo con Valdovinos Díaz, las personascon más riesgo de desarrollar el esófago de Ba-rrett son los hombres mayores de 50 años, deraza blanca, con sobrepeso u obesidad, que ha-yan tenido reflujo gastroesofágico por más decinco años, beban alcohol y fumen.

Esta fenotipia hace que la incidencia y pre-valencia de dicha enfermedad sean bajas entrelos mexicanos, en comparación con lo que su-cede en los países anglosajones.

Bacteria protectoraDiversos estudios han demostrado que lapresencia de Helicobacter pylori en el estó-mago evita el desarrollo del esófago de Ba-rrett. Esta bacteria puede infectar el estóma-

go y producir gastritis crónica.La infección por H. pylori es altamente pre-

valente en México (se da en 60% de los adultos).De ahí que el reducido número de población deraza blanca y la infección por H. pylori sean fac-tores para que, en nuestro país, el esófago deBarrett no sea un trastorno tan frecuente comoen los países anglosajones.

“En México hay casos de esófago de Barrettporque los casos de reflujo gastroesofágico sonmuy frecuentes; además, el sobrepeso y la obe-sidad, factores que predisponen al reflujo gas-troesofágico crónico y, por lo tanto, al esófago deBarrett, son muy comunes. De tal modo quenuestra población no está exenta de padecer es-ta enfermedad”, indica Valdovinos Díaz.

Enfermedad por reflujo gastroesofágicoEn efecto, la enfermedad por reflujo gastroeso-fágico, cuyos síntomas son agruras y regurgita-ción de la comida, principalmente, es altamenteprevalente en México.

“Se estima que 20% de los adultos mexicanos(uno de cada cinco) la padece. De ellos, 70% tie-ne la variedad no erosiva, que no causa lesionesen el esófago; y 30%, la erosiva, que ulcera elesófago y ocasiona complicaciones. De estos en-fermos, sólo 5% desarrollará el esófago de Ba-r re t t ”, informa Valdovinos Díaz.

Un primer paso para prevenir el reflujo gas-troesofágico crónico y, por consiguiente, el esó-fago de Barrett es evitar los factores que lo fa-vorecen: el sobrepeso o la obesidad, el consumode alcohol y el tabaquismo.

“Si no se quiere tener este problema es muyimportante no fumar y no consumir alimentoscon un alto contenido de grasa (sobre todo losfritos en aceite, capeados y empanizados), ni sal-sas picantes ni bebidas como el chocolate, el ca-fé, el alcohol y las carbonatadas; asimismo es re-comendable bajar de peso, no cenar de maneraabundante, ni acostarse inmediatamente des-pués de comer”, comenta Valdovinos Díaz.

Transformación de la mucosa esofágicaComo ya se dijo, el diagnóstico del esófago deBarrett se hace a partir de una endoscopia deltubo digestivo superior que permite observarlas lesiones que son tan características de estaenferme dad.

En la unión del esófago con el estómago sedesarrollan unas pequeñas lengüetas de aspec-to asalmonado. Cuando esa lesión mide más decinco milímetros, el gastroenterólogo está obli-gado a tomar una biopsia de la zona alterada.

Posteriormente, el patólogo debe buscar, pormedio del microscopio, la presencia de célulasintestinales en el esófago, es decir, una meta-plasia intestinal especializada, la lesión carac-terística del esófago de Barrett; e indicar si es unadisplasia de bajo o alto grado, lesiones más cer-canas al desarrollo de cáncer.

“En otras palabras, lo que le sucede al pacientecon esta enfermedad es que su mucosa esofá-gica se transforma en una de tipo intestinal, locual puede propiciar, con la exposición crónicaal reflujo ácido, la aparición de un tumor can-cero s o”, señala Valdovinos Díaz.

Una vez que a un paciente se le diagnostica elesófago de Barrett, debe ponerse en manos deun gastroenterólogo (esta enfermedad no escompetencia de los médicos generales) y some-terse a revisiones periódicas, generalmente cadacinco años, para que se le practique un estudiode endoscopia del esófago con una biopsia.

“Así se podrá detectar a la brevedad si su esó-fago de Barrett cambia a una displasia de bajoo alto grado, y prevenir que ésta se convierta enun adenocarcinoma del esófago”, afirma Valdo-vinos Díaz.

Trata m i e ntosEl tratamiento convencional del esófago de Ba-rrett consiste en controlar el reflujo gastroeso-

E S P E

C I A L

“En México hay casos de esófagode Barrett porque los casos dereflujo gastroesofágico crónicoson muy frecuentes; además, elsobrepeso y la obesidad, factoresque predisponen al reflujogastroesofágico crónico y,por lo tanto, al esófago deBarrett, son muy comunes”MIGUEL ÁNGEL VALDOVINOS DÍAZProfesor titular del curso de posgradode Gastroenterología de la Facultadde Medicina de la UNAM

fágico con fármacos que reducen la producciónde ácido gástrico (inhibidores de la bomba deprotones); de este modo se limita el daño a lamucosa esofágica y se alivian los síntomas.

Los pacientes que presentan una hernia hiatalgrande (de más de 6 centímetros) y tienen regur-gitación como síntoma predominante requierenun tratamiento quirúrgico (funduplicatura).

Y los que desarrollan una lesión más avan-

zada (displasia grave) deben someterse, para eli-minarla, a tratamientos endoscópicos como laablación con radiofrecuencia o mucosectomía;y cada seis meses o cada año deben practicarseuna endoscopia del esófago con una biopsia.

Los casos más avanzados de displasia o concarcinoma requieren una resección del esófagocombinada con quimioterapia, de acuerdo conel estadio de invasión del tumor. b

EL DATO

Falla de la barrera antirreflujo El re-flujo gastroesofágico es causado por elretorno del contenido gástrico hacia elesófago, como consecuencia de una fallade la barrera antirreflujo formada por elesfínter esofágico inferior y el diafragmacrural en la unión del esófago con elestómago. Sus síntomas típicos sonagruras y regurgitación de la comida,aunque también puede asociarse a la-ringitis y tos crónica, asma bronquial,erosiones dentales y dolor torácico.

Factores protectores De acuerdo conValdovinos Díaz, cuando hay reflujo gas-troesofágico, los hombres de raza blancaposeen, al parecer, menor resistencia epi-telial a la acción del ácido del estómagoque las mujeres; esto se debería a queellos producen menos factores protec-tores de la mucosa del esófago.“Por eso, las mujeres sufren menos le-siones que los hombres cuando hay re-flujo gastroesofágico, es decir, ellas pro-ducirían más factores protectores de lamucosa del esófago.”