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  • ALFONSO ALEGUE HEITZMANN (Barcelona, 1955),

    poeta y ensayista, dirige, con Victoria Pradilla, la revista

    de poesa Rosa Cbica. Estudioso de la obra de Juan Ramn

    Jimnez, en 1999 realiz la edicin de Lrica de una

    Atlntida (1936-1954), volumen que rene los cuatro ltimos

    libros de poemas que Juan Ramn escribi durante su exilio

    en Amrica, y en 2003 prepar la primera edicin exenta

    del libro Una colina meridiana del mismo autor. En la

    actualidad prepara dentro del proyecto Epstola la edicin

    del epistolario completo del poeta, del que en 2006 la

    Residencia de Estudiantes public el primer volumen: Juan

    Ramn Jimnez, Epistolario 1, 1898-1916.

    Como poeta ha publicado, entre otros libros, Sombra y

    materia (Barcelona, 1995), que recoge gran parte de su

    produccin potica escrita entre 1984 y 1991; La luz en la

    ventana (Barcelona/Mxico, 2001), con cuatro grabados de

    Vicente Rojo; La flor en lo oscuro (Valladolid, 2003), con

    dos grabados de Maria Girona; Le chemin de l'aube

    (Montlimar, Francia, 2006), en version al francs de Jean

    Gabriel Cosculluela, con dibujos de Albert Rfols-

    Casamada, y A raz de luz (Mxico D. F., 2008).

  • tajasol I Social

  • ALFONSO ALEG R E HEITZMANN

    Juan Ramn Jimnez, 1956

    CR N ICA DE UN PREM IO NOBEL

    (Memoria, cartas y documentos)

    Tran scripcin y notas de los telegram as y cartas

    de la segunda parte del libro: JOS ANTONIO EXPSITO

    P u N k o m e de la Residenda de Estudiantes

  • La edicin de este libro ha sido posible gracias a:

    I obra SocialV C I J d d U l I fundacin

    Idea original, crnica y seleccin de cartas y documentos: Alfonso Alegre Heitzmann Con la cola

    boracin de: Victoria Pradilla Transcripcin y anotacin del apartado de Telegramas y cartas:

    Jos Antonio Expsito Traducciones del sueco al espaol: Carolina Moreno

    de los textos tie Liminar y Crnica y memoria: Alfonso Alegre Heitzmann. de las notas a Telegramas y

    cartas: Jos Antonio Expsito. de las traducciones del sueco: Carolina Moreno. de los textos de Enrique

    Azcoaga: Familia Azcoaga. de los textos de Francisco Bores: Carmen Bores, 2008. de los textos de Jorge Luis

    Borges: Fundacin Internacional Jorge Luis Borges Mara Kodama. de los textos de Cecil M. Bowra: The

    Warden and Fellows of Wadham College, Oxford. de los textos de Arne Hggqvist: The Estate of Arne Hggqvist.

    de los textos de la familia Jimnez: Herederos de Juan Ramn Jimnez. de los textos de Manuel Mjica

    Linez: Manuel Mjica Linez. de los textos de Dorothy y Ezra Pound: 2008 by Mar)' de Rachewiltz and Omar

    S. Pound. de los textos de Esteban Vicente: Museo de Arte Contemporneo Esteban Vicente, Segovia. de los

    textos de Xavier Zubiri: Fundacin Xavier Zubiri. del resto de los textos: los titulares de los mismos. de esta

    edicin: Amigos de la Residencia de Estudiantes, 2008.

    Aunque se ha hecho todo lo posible por localizar a los propietarios de los derechos intelectuales de las cartas y los

    telegramas reproducidos en este volumen, los editores piden disculpas por cualquier posible error u omisin, que

    quedar subsanado en siguientes ediciones.

    Q ueda rigurosam ente prohibida, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproduccin total o parcial d e esta obra

    por cualquier medio o procedim iento incluyendo la reprograffa, el tratamiento informtico o cu alqu ier otro procedim iento

    presente o futuro , sin la autorizacin escrita de los titulares del copyright y de la R esiden cia de Estudiantes.

    Diseo: Montse Lago Composicin y fotomecnica: Cromotex Impresin: Julio Soto Encuadernacin: Ramos

    I S B N : 978-84-95078-60-5 Depsito Legal: M-6284-2008 Impreso en Espaa

    Imagen de la pgina 4: Juan Ramn Jimnez delante de la casa del doctor Jos Garca Madrid, Ro Piedras, Puerto Rico, otoo de 1952. El poeta tiene en sus manos el nmero 81 de la revista nsula. Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez, Universidad tie Puerto Rico.

  • sIndiceIl LIMINAR

    19 C R N IC A V M E M O R IA

    41 19 5 c. D E O X F O R D A R IV E R D A L E

    53 1951. N O T IC IA S D E S D E R A P A L L O

    64 1952. L A A C A D E M IA S U E C A Y C E C IL M. B O W R A

    7 7 1952-1954. P U E R T O R IC O . T R A B A J O Y C A R T A S

    D E A G R A D E C IM IE N T O

    8 9 1953-1954. A C A D E M IA S U E C A

    92 1 9 5 4 19 5 5 P U E R T O R IC O . N O T IC IA S DE S U E C IA .

    S IL V E R O C H JAG

    122 1955 (S E P T IE M B R E -D IC IE M B R E ). A C A D E M IA S U E C A

    '2 5 1955-19 56. P U E R T O R IC O , A M IS T A D Y L E A L T A D

    '37 >956 (IN IC IO S ). C A R T A S D E S D E M A R Y L A N D

    156 1956 . A C A D E M IA S U E C A . E L P R E M IO N O B E L

    E L IN F O R M E D E M A T IC A G O U L A R D

    E L IN F O R M E D E H JA L M A R G U L L B E R G

    172 1956 (O C T U B R E ). P U E R T O R IC O . C L N IC A M IM IYA

    195 1956 (D IC IE M B R E ). E S T O C O L M O

    215 T E L E G R A M A S V C A R T A S

    217 UN A A V A L A N C H A DE C A B L E S ...

    249 . . . Y C A R T A S

  • 4 6 7 D O C U M E N T O S

    4 6 9 I. E R N E S T O D E T H O R E Y

    481 II. A R N E H G G Q V IS T

    4 9 3 III . D O S C A R T A S D E C E C IL M. B O W R A

    A L A A C A D E M IA S U E C A , 1952

    4 9 7 IV. A C A D E M IA S U E C A : 1956

    4 9 9 V. M A T IL D E G O U L A R D D E W E S T B E R G :

    IN F O R M E P A R A L A A C A D E M IA S U E C A

    523 V I. U N IV E R S ID A D DE M A R Y L A N D , 1956:

    U N A C A N D ID A T U R A P A R A E L N O B E L

    531 V II . U N IV E R S ID A D D E P U E R T O R IC O ,

    26 DE O C T U B R E DE 1956: H O M E N A JE A JR J

    535 V III . E S T O C O L M O , ic D E D IC IE M B R E D E 1956:

    C E R E M O N IA D E E N T R E G A D E L P R E M IO N O B E L

    551 N D IC E O N O M S T IC O

  • A Graciela Palau de Nemes y a Francisco Hernndez-Pinzn, testigos de la gloria y el dolor que en este libro se narran.

  • Liminar

    Entre los miles de papeles y documentos que guarda la

    Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez de la Universidad

    de Puerto Rico verdadero tesoro de la poesa, en su

    mayor parte todava inexplorado existe un archivo al que casi

    nadie ha prestado atencin. Se trata de varios cartapacios que

    guardan las cartas y los telegramas que Juan Ramn y Zenobia

    recibieron el 25 de octubre de 1956 y durante las semanas y

    meses siguientes, con motivo de la concesin del Premio Nobel

    de Literatura al poeta.

    Fue en una de mis ltimas visitas a la Sala, para trabajar en la

    edicin del epistolario completo de Juan Ramn Jimnez cuyo

    primer volumen se ha publicado recientemente en estas ediciones

    de la Residencia de Estudiantes ,' cuando me di cuenta de la

    existencia de ese archivo. An recuerdo la mezcla de perplejidad

    y de asombro al hojear en su interior. En l se guardan ms de mil

    caitas y casi cuatrocientos telegramas que empezaron a llegar,

    como una verdadera avalancha en grfica expresin con la

    que Francisco Hernndez-Pinzn, sobrino del poeta, lo consign

    en su diario de esos das desde el momento mismo en que la

    noticia del premio se hizo pblica en el mundo entero.

    Son caitas de familiares, amigos, escritores, artistas, filsofos

    y polticos, aunque tambin en muchos casos se trata de mensa

    jes de admiracin y solidaridad de gente annima emocionan

    te testimonio de esa inmensa minora de lectores de la que

    hablara Juan Ramn , que quisieron acompaar al matrimonio

    1 Juan Ramn Jimnez, Epistolario I (l8 g S -ig i6 ), edicin de Alfonso A legre Heitz-

    mann, Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2006.

  • en los das en que la gloria ltima del poeta lleg unida al trgi

    co dolor que la borraba: la enfermedad y muerte de Zenobia, su

    compaera durante cuarenta aos veinte de ellos de exilio

    de vida intensa, azarosa y plena, que falleci el 28 de octubre

    de 1956, tres das despus de que le fuera notificada oficialmen

    te al poeta la concesin del Nobel.

    Por su contenido humano, intelectual y biogrfico, y por ser en

    su prctica totalidad inditos, enseguida pens en la importancia

    que tendra publicar los telegramas y las cartas que, por distintas

    razones, fueran de mayor inters. A partir de esa idea hice una

    seleccin de cuarenta y cinco telegramas y ciento cincuenta y cin

    co cartas que se publican en la segunda parte de este libro. Como

    es lgico, dicha seleccin rene, sobre todo, grandes nombres de la

    cultura de la poca que escribieron al poeta y a su mujer al saber

    la noticia: escritores extranjeros de otras lenguas como Ezra Pound,

    Saint-John Perse o Nikos Kazantzakis, y del mbito hispnico,

    como Jos Lezama Lima, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral o

    Alfonso Reyes; escritores, artistas y polticos espaoles del exilio,

    como Alberto Jimnez Fraud, Rafael Alberti, Esteban Vicente,

    Jorge Guilln, Francisco Bores, Diego Martnez Barrio, Indalecio

    Prieto y las familias de Federico Garca Lorca, Enrique Dez-Cane-

    do o Pedro Salinas, as como aquellos otros que se quedaron en

    Espaa o regresaron a ella tras la guerra civil, como Menndez

    Pidal, la familia de Ortega y Gasset el filsofo haba fallecido

    el ao anterior , Gerardo Diego, Carmen Conde, J. V. Foix, Car

    ies Riba, Xavier Zubiri, Benjamn Palencia, Melchor Fernndez

    Almagro, y escritores y poetas ms jvenes como Ricardo Gulln,

    Jos Luis Cano, Julin Manas, Jos Mara Valverde, Mara Victo

    ria Atencia, Gabino Alejandro Carriedo o Pino Ojeda, entre

    muchos otros.

    12

  • Existe una clusula tcita en la historia del Premio Nobel de Lite

    ratura que recomienda la mayor discrecin en el proceso de pro

    puesta de candidaturas. Este principio de prudencia se convier

    te en obligacin de estricto secreto en lo que se refiere a las

    deliberaciones de la Academia Sueca y a los documentos y actas

    que se guardan en sus archivos, que no pueden ser consultados

    hasta que se cumplan cincuenta aos de la concesin de un pre

    mio. Es sta la razn por la que, aunque no falten nunca filtracio

    nes o rumores ms o menos fundados, no se pueda hablar duran

    te todo ese tiempo de certidumbres en lo que se refiere a cul fue

    el proceso por el que se lleg a una decisin y qu circunstancias

    entraron en juego.

    Hay, no obstante, una historia que s se puede investigar, y en

    gran medida desvelar, sin necesidad de esperar tanto tiempo. Para

    que un autor sea tenido en cuenta en Suecia y pueda llegar a

    alcanzar el Premio Nobel es necesario que su nombre cruce las

    fronteras de su propio pas, sus libros sean traducidos a distintas

    lenguas, se vaya creando una opinin generalizada favorable a

    que le sea concedido el galardn y, sobre todo, su obra llegue a ser

    conocida y traducida en la patria de Alfred Nobel, fundador del

    premio. Adems de todo ello, cada candidatura ha de ser pro

    puesta oficialmente a la Academia Sueca a partir de los estatutos

    bsicos dictados por la Fundacin Nobel y cumpliendo unos pla

    zos estrictos.

    Con el nimo de reconstruir en la medida de lo posible ese

    proceso, busqu y estudi en los fondos de la Universidad de

    Puerto Rico la correspondencia de esos aos de Zenobia y Juan

    Ramn, as como otros materiales que tuvieran que ver con la pro

    yeccin y reconocimiento internacional del escritor espaol; las

    peticiones pblicas de un Premio Nobel para l, la proyeccin

    internacional de su obra, y todo lo relacionado con las traduccio

    nes de su poesa a otras lenguas, en especial al sueco. En la Sala

    13

  • Zenobia y Juan Ramn Jimnez se guardan, adems, importan

    tes documentos relacionados con la concesin del Premio Nobel,

    esenciales para dicha reconstruccin: el telegrama con el que la

    Academia Sueca comunic al poeta la noticia, y otras misivas pos

    teriores de la misma institucin; el diploma y la medalla que el

    rey sueco entreg en la ceremonia solemne del 10 de diciembre

    de aquel ao; las palabras que Juan Ramn escribi para ser le

    das en dicha ceremonia, y otros muchos documentos - artculos,

    informes, conferencias 2 que me han permitido adentrarme ms

    y ms en ese camino y en lo que supuso en los aos finales del

    poeta espaol y su mujer la consecucin del mximo galardn que

    un escritor pueda recibir.

    Cuando en diciembre de 1956 el rector de la Universidad de

    Puerto Rico, Jaime Bentez, recogi en Estocolmo, por deseo

    expreso de Juan Ramn Jimnez, el Premio Nobel de Literatu

    ra, uno de los mensajes que transmiti fue el siguiente: Juan

    Ramn quiere que en su nombre d las gracias a quienes en Sue

    cia han contribuido al conocimiento de su obra. El poeta de

    Moguer, consciente de que el premio no hubiese sido posible sin

    que su obra se conociera en el pas que lo otorgaba, agradeca

    as su labor a los traductores, editores y lectores de su poesa en

    ese pas. Jaime Bentez slo nombr, como ejemplo, a una de

    esas personas a las que Juan Ramn se refera en abstracto: el

    poeta y acadmico Hjalmar Gullberg, quien efectivamente fue

    personaje clave, como veremos, en la divulgacin de la obra de

    Jimnez en Suecia y, al mismo tiempo, su mayor valedor dentro

    * Reno los documentos ms importantes relacionados con el tema en la tercera par

    te de este libro.

    14

  • de la Academia. Hubo, no obstante, otros nombres de igual o

    similar importancia que casi no han trascendido. Al adentrarnos

    en esta historia, esos nombres han ido revelndose. Descubri

    mos, adems, a partir de esta investigacin, que los que contri

    buyeron a la difusin de la obra de Juan Ramn en Suecia no

    fueron slo los que en ese pas, de una forma u otra, la dieron a

    conocer, sino que el proceso rebasa esas fronteras y se remonta

    atrs en el tiempo. Todo el esfuerzo que nunca hizo Juan Ramn

    para que su obra fuese pblicamente reconocida al contrario,

    el poeta espaol renunci siempre a cualquier propuesta de

    homenaje , lo hicieron en cambio algunos de los que conocan

    y admiraban su poesa. As, el deseo de Juan Ramn de mostrar

    su agradecimiento a aquellos que contribuyeron decisivamente

    al conocimiento de su obra, obliga a ponerles nombre, pues ellos

    son, en definitiva, por derecho propio, los verdaderos protago

    nistas de la historia que aqu se relata.

    El azar ha querido que cuando este libro estaba ya muy avan

    zado en su gestacin se cumplieran cincuenta aos del galardn

    a Jimnez, lo que me ha permitido acceder libremente a los

    archivos de la Academia Sueca y consultar documentos celosa

    mente guardados durante medio siglo.

    Todos estos factores unidos han contribuido a hacer de este tra

    bajo una verdadera crnica, en la que paso a paso he intentado

    desvelar las circunstancias esenciales que se dieron para que la

    Academia Sueca en 1956 otorgara el premio que consagraba como

    universal a un poeta que por la dimensin de su obra ya lo era.

    Quiero dejar constancia aqu de mi agradecimiento a todas

    aquellas personas que han hecho posible este libro. Debo citar

    en primer lugar a Carmen Hernndez-Pinzn, sobrina nieta de

    15

  • Juan Ramn Jimnez, pues sin su ayuda y confianza constantes

    este libro no hubiera visto la luz, as como a su padre Francisco

    Hernndez-Pinzn, a cuyo testimonio tanto debe esta crnica.

    Asimismo, agradezco a la Residencia de Estudiantes, a Alicia

    Gmez-Navarro su directora actual y a Jos Garca-Velasco

    su anterior director la ilusin con la que han acogido y apo

    yado la idea y la realizacin de este proyecto desde su inicio.

    Debo mencionar aqu tambin - aunque la calidad de su tra

    bajo habla por s misma mi agradecimiento especial a Jos

    Antonio Expsito por su magnfica labor en la anotacin de las

    cartas y telegramas que se renen en la segunda parte de esta

    edicin.

    Del mismo modo, este trabajo no hubiera sido posible sin la

    colaboracin constante y rigurosa, en las distintas fases de inves

    tigacin, documentacin y revisin, de Victoria Pradilla; para

    ella todo mi agradecimiento. Inestimable ha sido tambin la labor

    de Carolina Moreno, no slo en la traduccin de la mayor parte de

    los textos suecos que se citan total o parcialmente en la prime

    ra y tercera partes del libro, sino en las diferentes gestiones en

    el mbito cultural sueco, necesarias para la realizacin de este

    trabajo.

    Como en otras ocasiones, gran parte de la preparacin de este

    proyecto la llev a cabo en la Sala Zenobia y Juan Ramn Jim

    nez de la Universidad de Puerto Rico, por ello quiero agradecer

    a su anterior directora, Elsa Rodrguez, y a la actual, Lily Bus

    quis, as como al personal de la Sala su colaboracin y ayuda.

    Mi reconocimiento tambin a Beln Alarc, directora de publi

    caciones de la Residencia de Estudiantes, por su atencin per

    manente hacia mi trabajo, a Rosa Benavides por su colaboracin

    en la bsqueda de material grfico esencial, y a Montse Lago por

    el extraordinario cuidado en el diseo de esta edicin. Funda

    mental ha sido la atenta labor de seguimiento, lectura y revisin

    16

  • de los textos que, con infatigable rigor y cordialidad, ha realizado

    Isabel Morn, y la minuciosidad de Trilce Arroyo en las correc

    ciones ltimas del libro.

    Asimismo quiero expresar mi agradecimiento a la Academia

    Sueca y a Carola Hermelin, asistente del secretario del Comit

    del Nobel, cuya atencin y ayuda han sido fundamentales para

    mi investigacin; a Yvonne Ruz por sus gestiones en el archivo

    de la Academia Sueca en Estocolmo; a la Biblioteca del Congre

    so de Washington y a Kevin Leonard, que consult en mi nombre

    los archivos de esa institucin; a Dag Hggqvist que me ha pro

    porcionado datos muy tiles sobre su padre, Arne Hggqvist; a

    Pierre y Roland Dethorey, hijos de Ernesto Dethorey; a Fausto

    Roldan de la Fundacin Bartolom March de Palma de Mallor

    ca, a Graciela Palau de Nemes y a Carmen Benito de la Univer

    sidad de Maryland, a Eric Southworth de la Universidad

    de Oxford, as como a Antonio Campoamor, Soledad Gonzlez

    Rodenas, Laura Garca Lorca, Jos Luis Guerrero, Mara Luisa

    Heitzmann, Albert Manent y Cristina Snchez Krellenberg.

    17

  • Crnicamemoria

  • La crnica de los hechos que aqu se relatan, y que suce

    dieron hace ya medio siglo, ha de construirse a partir de

    dos mbitos bsicos de investigacin. El primero se refie

    re a la historia en sus datos comprobables a travs de documen

    tos, cartas y testimonios; el segundo es un espacio de privacidad

    que, por sus caractersticas intrnsecas, a menudo no nos permi

    te ms que asomarnos a l y, a partir de algunas referencias ms

    o menos concretas, trazar a veces slo esbozar caminos o

    relaciones posibles.

    Hoy podemos afirmar por ejemplo que, en contra de lo que se

    ha credo hasta ahora, en 1952 la Academia Sueca ya se plante

    muy seriamente la posibilidad de un Premio Nobel para Juan

    Ramn Jimnez. Paradjicamente, tambin sabemos que dos

    aos antes, y a pesar de la proyeccin internacional de su obra

    en todo el mbito hispnico y en el de algunos pases euro

    peos,el poeta espaol era prcticamente un desconocido en la

    patria de Alfred Nobel. Cuando en enero de 1950 la revista de

    Estocolmo Bonniers Litterra Magasin (BLM), una de las ms

    prestigiosas de Suecia, public una encuesta entre crticos de

    once pases para saber qu autor era a juicio de ellos el que

    deba recibir el Premio Nobel, entre los treinta nombres citados

    no apareca el de Juan Ramn Jimnez. Entre los candidatos,

    slo haba tres escritores de lengua espaola: Pablo Neruda,

    Jos Ortega y Gasset y Alfonso Reyes. Al preguntarnos por las

    razones que hicieron que slo dos aos ms tarde Jimnez fuese

    uno de los propuestos por la Academia Sueca al Nobel, entramos

    en ese segundo mbito donde la investigacin nos lleva a dibu

    jar una red de relaciones en cuyo entramado los hilos que la

    conforman a menudo se vuelven casi invisibles; en ocasiones

    ello es consecuencia del tiempo transcurrido desde entonces,

    pero con frecuencia se debe a la propia discrecin y generosi

    dad de aquellos que, de una forma u otra, contribuyeron en

    21

  • mayor o menor medida a que la obra del poeta de Animal de

    fondo tuviera la difusin necesaria y alcanzara la dimensin uni

    versal que mereca.

    No sera justo empezar esta narracin sin sealar en primer lugar

    que el Nobel que se otorg a Juan Ramn en 1956, siendo un pre

    mio merecidsimo, fue, sin embargo, un galardn tardo. Como

    tantas veces, el reconocimiento lleg demasiado tarde. Por la cali

    dad de su obra, manifiesta ya en los aos veinte y treinta, as como

    por el influjo decisivo que sta tuvo en el nacimiento de una nue-

    va poca en Espaa y en todo el mbito de la poesa en lengua

    espaola, el poeta hubiese merecido sobradamente esa distincin

    mucho antes. Desde que se instituy en 1901 hasta el estallido de

    la guerra civil espaola, el Premio Nobel de Literatura slo se

    haba otorgado a dos espaoles: Jos Echegaray en 1904, com

    partido con Frdric Mistral, y Jacinto Benavente en 1922. Tuvie

    ron que pasar veintitrs aos para que hubiese otro premio para

    un escritor en lengua espaola: la chilena Gabriela Mistral, que

    lo recibi en 1945.

    El largo y difcil exilio de Juan Ramn y Zenobia, desde que

    salieron de Espaa a finales de agosto de 1936 hasta el final de

    sus vidas, estuvo lleno de claroscuros. La nostalgia de Espaa fue

    siempre, especialmente para el poeta, infinita; sin embargo, en

    muchas ocasiones y a pesar del dolor al que constantemente

    tenan que sobreponerse, por la distancia que les separaba de los

    seres queridos y por las tristes noticias que les llegaban de su

    patria Juan Ramn y Zenobia pudieron sentir el afecto que se

    les tena en los distintos pases de la geografa de su exilio y lo

    mucho que en Hispanoamrica se apreciaba la obra del poeta

    espaol.

    22

  • La situacin en lo que se refiere a Espaa era, en cambio, muy

    distinta. Juan Ramn haba dejado a muchos familiares y amigos

    queridos, pero las circunstancias polticas hicieron que su obra

    fuese en muchos sentidos silenciada y postergada. Adems, los

    libros que el poeta escribi en el exilio se publicaron en pases

    americanos, fundamentalmente en Argentina y en Mxico, y fue

    ron poco y mal ledos en Espaa, donde la poesa segua unos

    derroteros que nada tenan que ver con la radical aventura en la

    que Jimnez se hallaba embarcado, desde comienzos de los aos

    cuarenta, con la escritura del poema Espacio y de sus libros

    ltimos.

    A principios de 1939, los Jimnez dejaron Cuba donde

    haban pasado los dos primeros aos de exilio y llegaron a Esta

    dos Unidos. Durante casi cuatro aos Juan Ramn y Zenobia

    vivieron en Coral Cables, La Florida. En noviembre de 1942 se

    trasladaron a Washington y ms tarde, en 1947, se establecieron

    en Riverdale, muy cerca de la Universidad de Maryland, donde

    ambos ejercieron como profesores. A ll vivieron hasta marzo de

    1951, cuando, por motivos de salud del poeta, se trasladaron a

    Puerto Rico, adonde llegaron el 19 de ese mismo mes y donde

    residieron el resto de sus vidas.

    Desde su salida de Espaa y en su exilio americano, la pre

    sencia activa de Juan Ramn en la cultura de Hispanoamrica

    fue muy importante y dej huellas imborrables, particularmen

    te en aquellos pases en los que vivi Cuba, Puerto Rico

    o visit Argentina y Uruguay . El poeta colabor adems,

    con asiduidad, en revistas y peridicos de Cuba, Mxico, Cos

    ta Rica, Argentina, Chile, Puerto Rico, Colombia, Venezuela,

    Guatemala, Uruguay, Per, Paraguay, El Salvador y Repblica

    Dominicana.

    A partir de 1944, Juan Ramn empez tambin a colaborar

    en publicaciones peridicas espaolas y muy pronto inici una

    23

  • intensa relacin epistolar con amigos que haban permanecido en

    Espaa tras la guerra civil y con algunos escritores jvenes; no

    obstante, enseguida se dio cuenta de la imposibilidad de publicar

    sus libros en Espaa debido a la dureza de la censura. A partir de

    su llegada a Coral Cables en 1939, Jimnez volvi a escribir poe

    sa despus de dos aos de escasa produccin. Uno de los prime

    ros libros de poemas en los que trabaj iba a titularse inicialmen

    te Lrica de una Atlntida'. El libro reuna los poemas escritos en

    sus primeros aos en Estados Unidos, y ya en 1945 Juan Ramn

    se lo ofreci a Juan Guerrero para que lo publicara en la Editorial

    Hispnica, fundada por su fiel amigo en 1943. Guerrero recibi

    con entusiasmo las diferentes entregas del libro, pero poco a poco

    se fue dando cuenta de que la censura eclesistica espaola no

    permitira que se publicase. As se lo explica pormenorizadamen-

    te al poeta en carta del 1 de junio de 1946:

    Yo pensaba que tratndose de poesa lrica no habra motivo para

    preocuparse de la censura [...] [pero] alguna vez cuando el nom

    bre de dios puede estimarse que se emplea aludiendo a la divi

    nidad, pudiera ocurrir que la Censura impusiera la D mayscu

    la o bien tachara la lnea, la estrofa o el poema. Y si pasa

    inadvertido, aun despus de aprobado el texto, si despus hay

    una queja de un censor ms o menos oficioso, puede ocurrir que

    ordenen retirar el libro o las pginas que no consideren ajusta

    das a los principios de ortodoxia por que se rigen.2

    1 Posteriormente el libro pas a llamarse En el otro costado, y Juan Ramn utiliz el

    ttulo Lrica de una Atlntida para el proyecto en el que quera reunir sus cuatro libros

    de poemas escritos en Amrica: En el otro costado, Una colina meridiana, Dios desea

    do y deseante y De ros que se van. Para ms informacin vase el prlogo a la edicin

    pstuma de dicho proyecto: Juan Ramn Jimnez, Lrica de una Atlntida, edicin de

    Alfonso Alegre Heitzmann, Barcelona, Galaxia Gutenberg/Crculo de Lectores, 1999.

    La carta se guarda en la Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez de la Universidad de

    Puerto Rico.

    24

  • J U A N RAMON J I M E N E Z

    LA ESTACIN TOTAL

    C O N LAS

    CANCIONES DE LA NUEVA LUZ

    ( 1 9 2 3 - 1 9 3 6 )

    E D I T O R I A L L O S A D A , S. A . B U E N O S A IR E S

    Cubierta de La estacin total con las canciones ele la nueva luz , de Juan Ramn Jimnez, Buenos Aires, Losada, 1946. Residencia de Estudiantes, Madrid.

    25

  • Este primer intento frustrado de Juan Ramn de publicar su obra

    en Espaa tuvo como consecuencia que ya no volviera a intentar

    lo en mucho tiempo. Es obvio, adems, que en circunstancias

    como stas difcilmente poda surgir desde Espaa una iniciativa

    oficial de apoyo a una candidatura al Nobel para Jimnez.

    El Premio Nobel sufri las consecuencias de la Segunda Guerra

    Mundial y no se concedi en los aos 1940,1941 y 1942. En 1943

    se otorg slo en algunas categoras Qumica, Medicina y

    Fsica y no fue hasta 1944 cuando se recuper la normalidad.

    Aquel ao el Premio de Literatura fue para el dans Johannes V.

    Jensen, y en 1945 fue concedido, como ya he sealado, por vez

    primera a un autor hispanoamericano, la poeta chilena Gabriela

    Mistral. Los Premios Nobel de Literatura de 1946 a 1951 fueron

    respectivamente para Hermann Hesse, Andr Gide, T. S. Eliot,

    William Faulkner, Bertrand Russell y Par Lagerkvist. En todos

    esos aos nadie present oficialmente a la Academia Sueca una

    candidatura a favor de Juan Ramn Jimnez. Sin embargo, a

    partir de 1948, algunos escritores espaoles empezaron a plan

    tear en revistas de la poca la demanda de un Nobel para el

    autor de Eternidades y la necesidad de que alguna institucin

    la avalase.

    En 1946 Juan Ramn haba publicado en Buenos Aires La

    estacin total con las canciones de la nueva luz, su primer libro

    de poemas editado tras la guerra civil. En noviembre de 1947,

    Ricardo Gulln escribi en la revista Insula el artculo Juan

    Ramn y la poesa3, en el que se haca eco de la importancia

    de este nuevo libro. En su larga introduccin, Gulln seala, en

    3 Insula, ao II , nm. 23, Madrid, 15 de noviembre de 1947, pgs. 3 y 7.

    26

  • primer lugar, la influencia de Juan Ramn Jimnez en la poesa

    en lengua espaola:

    La influencia de Juan Ramn sobre la lrica espaola ha sido

    importante, su aporte decisivo. Como antes sucediera con Rubn

    Daro, su obra marca el fin de una etapa y el comienzo de otra.

    Nada en la lrica actual castellana ha resistido a su influjo [...]. Su

    influencia, digo, es tan fuerte como la de Rubn, superior a las de

    Unamuno y Antonio Machado, que, junto con la suya, son los que

    alcanzaron mayor vigencia entre los poetas contemporneos.

    Adems, Gulln subraya con vehemencia algo que a esas altu

    ras del siglo era sabido por muchos, pero que casi nadie deca:

    que la larga trayectoria potica del escritor andaluz, sostenida

    durante cincuenta aos, no tena paralelo en el mundo hispni

    co: El admirable ejemplo de fervor y dedicacin a la poesa

    dado por Juan Ramn a lo largo de cincuenta aos, no tiene par,

    segn creo, en Espaa ni fuera de ella. Su vida es su poesa; su

    poesa la razn de su vida4.

    El 15 de marzo de 1948, Ramn de Garciasol publica, tam

    bin en nsula, una carta abierta a Gulln5 en la que, compar

    tiendo las palabras de ste, pide explcitamente el Premio Nobel

    para Jimnez. Garciasol se da cuenta tambin de la enorme rele

    vancia de La estacin total en el panorama de la poesa de su

    tiempo y as lo dice sin ambages: Hay obras sin crtica, ante las

    que no cabe ms que la repeticin, el aprendrselas de memo

    ria. De stas es La estacin total, que nos ha dejado dolorosa,

    luminosamente conmovidos y agradecidos. No creo que nunca

    se haya llegado a una mayor y ms perfecta cima de hermosura

    4 Ibidem.

    "* El Premio Nobel para JRJ. Carta abierta a Ricardo Gulln, Insula, ao , nm. 27,

    Madrid, 15 de marzo de 1948, pg. 7.

    27

  • potica. A partir de esta primera consideracin sobre la cali

    dad del nuevo libro de Jimnez, con el que se culmina una tra

    yectoria potica de casi cincuenta aos, Garciasol pasa a plan

    tear la necesidad de pedir el Nobel para Juan Ramn:

    A qu espera la lengua espaola para pedir clamorosamente el

    Premio Nobel de Literatura para JRJ [...]? Por qu no lo deci

    mos, por qu no lo proclamamos, por qu no hacemos atmsfe

    ra? Quin ha llegado hoy a mayor perfeccin y lucidez expre

    sivas que JRJ? Qu poeta en el mundo tiene una hora superior

    tan al margen de temporalidades? [...] S, amigo Gulln, que a

    ti te agradar la idea del Premio Nobel para JRJ, idea que est

    en el aire de la poesa espaola de ambas orillas del Atlntico.

    El famoso Premio para JRJ, a la vez que homenaje universal

    merecidsimo, podra ser una justa recompensa a la poesa espa

    ola de los ltimos tiempos, insuperable en ninguna otra poca,

    y difcilmente igualable por pueblo alguno.

    Algunos de los juicios vellidos en los artculos de Gulln y Gar

    ciasol seran repetidos ms adelante, como veremos, por otros

    autores cuando se fuera haciendo atmsfera y progresase la

    propuesta; sin embargo, su demanda no tuvo ninguna repercu

    sin inmediata ni posterior en la Espaa oficial de la poca. Ni

    la Real Academia Espaola ni ninguna otra institucin espaola

    propusieron jams la candidatura de Jimnez para el Nobel, aun

    que s lo hicieron, en distintas ocasiones, para otros escritores

    espaoles.

    De sobra es sabido, para todo aquel que haya seguido la trayec

    toria literaria y la biografa de Juan Ramn, el nulo inters del

    28

  • poeta de Moguer por los reconocimientos pblicos. Desde muy

    joven huy, literalmente, de los homenajes a su persona y a su

    obra, as como de los fastos de la vida literaria, poniendo siem

    pre en primer lugar la poesa y su trabajo en ella. Del mismo

    modo, las tres veces que, en diferentes etapas de su vida, la Real

    Academia Espaola le pidi que ingresara en ella, declin ama

    ble pero firmemente la invitacin. En consecuencia, la primera

    reaccin del poeta al leer el artculo de Garciasol fue de preocu

    pacin, no tanto por la peticin en s, sino por la forma en que

    fuera a realizarse y el ruido que pudiera suponer.

    As, en carta del 14 de marzo de 1948, Zenobia escribe a Juan

    Guerrero:

    Querido amigo Guerrero:

    Juan Ramn, que anda preocupado estos das por el artculo de

    Ramn de Garciasol, publicado en el ltimo nmero de Insula

    pidiendo que se le seale para un Premio Nobel de Literatura y por

    las repercusiones de toda ndole que esto pudiera tener, me pide

    que escriba a usted algunas consideraciones sobre el asunto.

    Es evidente que en Espaa hay varias personas que podan ser

    igualmente sealadas, cada una en lo suyo, por ejemplo Menn

    dez Pidal, Azorn, Ortega, Baroja y, traducido a otro idioma,

    DOrs, que, sin duda, ser el que ms lo desea y espera. Si se

    hace algo de esto, le agradecera mucho que los amigos que lo

    deseen hacer pudiesen influir un poco en la forma de hacerlo,

    concretando el asunto al significado particular de su obra y vida

    sin ninguna bullanga.0

    6 Zenobia Camprub, Epistolario I. Cartas a Juan Guerrero Ruiz, edicin de G racie

    la Palau de Nemes y Em ilia Corts Ibez, Madrid, Publicaciones de la R esidencia

    de Estudiantes, 200, pgs. 6 65-6 6 6.

    29

  • Despus de esta larga introduccin, Zenobia seala algunas de

    las caractersticas de la obra de Juan Ramn que ms se ajustan

    a los requisitos que valoraba la Academia Sueca y cita los ensa

    yos sobre su obra que habra que presentar en el caso de que se

    hiciera la propuesta.

    La carta termina como empez, insistiendo en que todo se

    haga si llega a hacerse con dignidad y sin raido:

    J. R. no quiere con esto hacer ninguna campaa (ya usted lo

    conoce y sobre todo nunca lo ha hecho) pero, si se ha de hacer

    algo en este asunto, que se haga con la dignidad posible.

    No le entretengo ya ms hoy,

    Zenobia

    Sin embargo, a esas alturas de su vida, el exilio estaba resultan

    do especialmente duro para la frgil salud psquica de Juan

    Ramn, que, como es lgico, agradeca que se acordasen de l y

    de su obra. En julio de 1948, los Jimnez, invitados por la revis

    ta Anales de Buenos Aires, iniciaron un viaje a Argentina y Uru

    guay que marcara de forma indeleble sus vidas. Despus de casi

    diez aos de residir en Estados Unidos, con lo que ello supona

    para Juan Ramn de aislamiento respecto a su mbito cultural y

    de no poder vivir cotidianamente en su lengua, el recibimiento

    caluroso que dispensaron a los Jimnez en Buenos Aires, y la

    admiracin y simpata que despert el poeta durante los tres

    meses largos de estancia en estos dos pases, supusieron un bl

    samo para su salud.

    El eco del viaje y de la acogida que Juan Ramn recibi en

    cada uno de los lugares que visit lleg a todo el mundo de habla

    hispana y tambin a Espaa, a pesar de la condicin de exi

    liado del poeta. Los peridicos ms importantes de Argentina

    La Nacin, La Prensa, La Razn... dedicaron reportajes,

    30

  • Imagen del frontispicio de Animal (le fo n d o , de Juan Ramn Jimnez, Buenos Aires, Pleamar, 1949.

    31

  • JUAN RAMN JIMNEZ

    ANIMAL DE FONDO

    P L E A M A R

    Cubierta de Animal (le fo n d o , de Juan Ramn Jimnez, Buenos Aires, Pleamar, 194t). Residencia de Estudiantes, Madrid.

    32

  • artculos y reseas al poeta espaol, y la Sociedad Argentina

    de Escritores le rindi un homenaje en la Casa del Escritor. No

    haban pasado dos semanas de su llegada a Argentina cuando

    tambin all se plante en la prensa el tema de un Nobel para

    el poeta. El 20 de agosto, el periodista y novelista asturiano

    Clem ente Cimorra, exiliado tras la guerra c iv il, public un

    artculo en Buenos Aires titulado Por qu Juan Ramn no es

    Premio Nobel?7.

    La visita de los Jimnez a Uruguay tuvo similares caracters

    ticas. El Senado rindi un homenaje al escritor en una sesin

    convocada en su honor, y su estancia en Montevideo fue motivo

    tambin de entrevistas y artculos en la mayora de los peridi

    cos uruguayos.

    Durante el viaje por mar de Nueva York a Buenos Aires,

    entre el 13 de julio y el 4 de agosto de 1948, y en su estancia en

    Argentina y Uruguay hasta el 12 de noviembre de ese mismo

    ao, cuando iniciaron el regreso, Juan Ramn escribi Animal

    de fondo , uno de los libros fundamentales de su trayectoria po

    tica, que sali publicado en la capital argentina en julio de

    1949, slo ocho meses despus de su vuelta a Estados Unidos.

    La aparicin de este libro tuvo un notable reconocimiento

    crtico en Hispanoamrica y en Espaa. Tambin esta vez R i

    cardo Gulln escribi en las pginas de nsula un largo y elo

    gioso artculo sobre el nuevo libro titulado Un canto para la

    poesa8. Juan Ramn y Zenobia lo leyeron con emocin. En

    carta fechada el 28 de diciembre de 1949, Zenobia agradece

    a Guerrero el envo de Insula: Ayer lleg su carta con listas

    de lo enviado y el artculo, tan carioso, de Gulln9. De modo

    7 Cartel, Buenos A ires, 20 de agosto de 1948.

    )! Insula, ao IV, nm. 48, Madrid, 15 de diciem bre de 1949, pg. 3.

    " Zenobia Camprub, Epistolario /, cit., pg. 792.

    33

  • similar a como haba ocurrido en 1948, en el mismo nmero

    de la revista donde haba aparecido el artculo de Gulln, en

    una seccin de textos breves sin firma titulada La flecha en el

    tiempo, se public una nota (escrita probablemente por Jos

    Luis Cano o por Enrique Canito) en la que se propona un

    homenaje al poeta coincidiendo con el cincuenta aniversa

    rio del inicio de su obra literaria y se peda de nuevo abier

    tamente el Nobel de 1950 para l. La demanda naca tambin

    de la perplejidad de muchos cuando en diciembre de 1949 la

    Academia Sueca declar desierto10 el premio de aquel ao:

    El Premio Nobel y Juan Ramn. En el mundo vocinglero, pro

    blemtico y arduo, de las letras, los ilustres varones de la Aca

    demia de Suecia no han encontrado un escritor poeta, nove

    lista, dramaturgo, ensayista o siquiera memorialista afortunado

    a quien discernir el Premio Nobel de Literatura y el sustancio

    so cheque adjunto. As, despus de Hermann Hesse, de Gabrie

    la Mistral, de Andr Gide y de T. S. Eliot, este pequeo univer

    so se ha quedado sin genios. Al menos sin genios identificables

    para el ojo pesimista de los cazadores de ballenas literarias en

    la Academia Sueca. El novelista americano William Faulkner,

    el filsofo Benedetto Croce, y los dems propuestos, han pareci

    do cetceos de escasa envergadura.

    Sin discutir las razones o sinrazones de esta extravagante deci

    sin, convendra que los espaoles pensramos en la oportuni

    dad de solicitar el Premio Nobel del prximo ao para nuestro

    mximo poeta, Juan Ramn Jimnez, quien como en este mismo

    nmero recuerda Ricardo Gulln, celebrar en 1950 el cincuen

    tenario de sus primeros libros. No sera difcil conseguir que los

    Finalmente el premio se otorg a W illiam Faulkner, pero se entreg un ao ms

    tarde.

    34

  • pases de Hispanoamrica se asociaran a esta peticin ella

    sola sena ya un homenaje colectivo de considerable importan

    cia en honor del genial poeta cuya obra ha marcado con imbo

    rrable huella los caminos de la lrica espaola."

    Tampoco ahora la respuesta del poeta ante esa nueva iniciati

    va se hizo esperar. En carta fechada en Riverdale en enero de

    1950 indita hasta hoy , Juan Ramn escribe a Enrique

    Canito:

    Dejen por ahora ese recuerdo de la revista a mis 50 aos de

    ilusin. No se cumpliran, en todo caso, hasta diciembre.

    Menndez Pidal, Azorn, Baroja, son ms viejos que yo; Orte

    ga, aunque l se quita aos, tiene mi edad, como [Prez de]

    Ayala. El Premio Nobel debe pedirse para Menndez Pidal,

    Ortega o Azorn.'1

    En abril de 1950, la revista Arbor publica una entrevista a Juan

    Guerrero titulada Hablando de Juan Ramn Jimnez.'1 La

    entrevista empieza con una breve introduccin que plantea

    abiertamente el tema del Nobel, a raz de que se hubiera decla

    rado desierto en 1949:

    Un Premio Nobel desierto ha vuelto a colocar en el primer pla

    no de la actualidad literaria el nombre del ms fino y profundo

    lrico de habla espaola: Juan Ramn Jimnez. Desde Rubn

    11 El Premio Nobel y Juan Ramn, Insula, ao IV, nm. 48, Madrid, 15 de diciem

    bre de 1949, pg. 8.

    " E l subrayado es mo.

    '' Arbor, nm. 52, Madrid, abril de 1950, pgs. 600-602.

    35

  • Daro, ningn otro poeta espaol ha ejercido una influencia tan

    notable sobre las generaciones poticas que le siguen.

    A lo largo de la entrevista, GueiTero da muestras de conocer per

    fectamente no slo la obra de Juan Ramn anterior a la guerra

    civil, sino tambin la escrita en el exilio, as como los proyectos

    de edicin completa de la Obra que el poeta no lleg nunca a

    publicar. Al final de la entrevista, y a la pregunta sobre un posi

    ble Nobel de Literatura en 1950 para un escritor espaol,

    Guerrero contesta:

    [...] temo mucho que Espaa quede postergada nuevamente en

    el ao actual. En lo que se refiere a J.R.J., he de recordar que

    cuando se le ha indicado como posible merecedor de tal premio,

    l siempre ha propuesto otros nombres insignes, como los de

    Menndez Pidal o Jos Ortega y Gasset. Reciente est su adhe

    sin a la propuesta a favor de este ltimo, publicada en la revis

    ta nsula. Por lo dems, dada la tendencia idealista de su obra,

    que ha ejercido una gran influencia en todos los pases de habla

    castellana, elevando el concepto potico y promoviendo una hon

    da reaccin espiritualista en las juventudes de aquellas nacio

    nes, Juan Ramn Jimnez es hoy dignsimo acreedor a que la

    Academia Sueca galardone su obra con la enaltecedora recom

    pensa universal del Premio Nobel.

    Como ya hemos visto y como seala el propio Guerrero, las

    veces que se haba propuesto un Nobel para Jimnez, ste se

    haba apresurado siempre a proponer en su lugar a otros escri

    tores. As ocurri, de un modo muy especial, con las diferentes

    demandas pblicas a lo largo de 1950 de un Premio Nobel para

    Ortega y Gasset que desembocaron finalmente en la candidatu

    ra del filsofo espaol para el ao 1951.

    36

  • En carta del 12 de febrero de 1950, Zenobia escribe a los

    Guerrero:

    Suponemos que habr, Guerrero, recibido el radio para el ABC

    sobre el Premio Nobel para Ortega. J. R. se lo puso a Guerre

    ro] porque, cuando uno vive tanto tiempo lejos de su pas, a

    pesar de los buenos amigos que hacen lo que pueden para evi

    tarlo, uno pierde contacto y no se sabe las relaciones que exis

    ten entre unos y otros, por lo tanto no saba si el ABC era el

    peridico indicado.'4

    En los archivos de la Fundacin Ortega y Gasset se puede seguir

    el proceso de intento de adhesin pblica de Juan Ramn a la

    candidatura del filsofo en uno de los peridicos ms importan

    tes de la Espaa de esos aos, finalmente frustrado como en

    otras ocasiones por la censura de la poca.

    Juan Ramn escribi, efectivamente, y envi a travs de

    Guerrero el siguiente radiograma al director de ABC:

    Washington, 7 de febrero de 195015

    Director de ABC me sumo a la demanda de un Premio Nobel para

    mi querido y admirado Jos Ortega y Gasset

    Juan Ramn Jimnez

    En el archivo del filsofo se guarda, junto al telegrama, la res

    puesta de ABC rechazando su publicacin. Es un documento

    inapreciable para darse cuenta de hasta qu punto la censura de

    la poca era tan frrea como absurda:

    M Zenobia Camprub, Epistolario I, cit., pg. 804.

    ' Fundacin Ortega y Gasset, C-22/4a.

    37

  • Prensa Espaola

    ABC - Blanco y Negro

    El director de ABC

    Seor don Juan Guerrero Ruiz

    Muy seor mo:

    Muy agradecido a la atencin de usted al servir de intermedia

    rio entre el gran poeta Juan Ramn Jimnez y esta redaccin.

    Inmediatamente remit el despacho de aqul a la Censura, que

    hasta la fecha no lo ha aprobado. Muy de veras lo lamento por

    que para ABC y para m sera una gran satisfaccin contribuir a

    que las cosas, los nombres y las situaciones vayan reintegrndo

    se a su lugar justo.

    Aprovecho la ocasin para ofrecerme suyo atentamente,

    Ramn Pastor

    Al no tener xito la gestin de Juan Ramn en ABC a travs de

    Guerrero, Zenobia, en carta al mismo del 21 de febrero de 1950,

    escribe: J. R. me dice que, si ABC no publica el telegrama, le

    gustara que lo publicara nsula, sin decir, naturalmente, [que]

    no lo haba publicado ABC.'

    Juan Guerrero inform puntualmente de todo a Ortega. As,

    poco despus de recibir las cartas citadas, escribe la siguiente

    misiva al filsofo espaol:

    Madrid, io de febrero de 1950'

    Fundacin Ortega y Gasset, C-22/4-b.

    '7 Zenobia Camprub, Epistolario /, cit., pg. 808.

    38

  • Madrid, 6 de marzo de 195018

    Sr. D. Jos Ortega y Gasset

    Mi querido amigo:

    Tena usted razn. A mi regreso de un viaje a Barcelona que

    me priv de asistir a la ltima conferencia de su curso encon

    tr la carta del director de ABC cuya copia le acompao. Juan

    Ramn, que ha tenido conocimiento de lo ocurrido, desea que

    su adhesin se publique al menos en la revista nsula y vamos a

    intentarlo en el prximo nmero.

    En la ltima carta me decan que tenan noticias de que pensa

    ba usted efectuar una visita a Puerto Rico y tenan la esperanza

    de que con motivo de dicho viaje le fuera posible esta vez pasar

    por Washington, donde tendran sumo gusto en verle despus de

    tantos aos. Las seas del poeta son: 4310 Queensbury Road,

    Riverdale, Maryland.

    Muy cordialmente le saluda

    Juan Guerrero

    Finalmente el telegrama del poeta pudo aparecer en Insula, gra

    cias a Guerrero, en una nota publicada en el nmero de marzo

    de 1950 y titulada Sobre el Premio Nobel, donde se mencio

    naba la propuesta de la revista sueca Bonniers Litterra

    Magasin de un Nobel para Ortega, y se aada al final, discreta

    mente, el telegrama de adhesin del poeta:

    Sobre el Premio Nobel

    Del semanario La Hora recogemos la noticia de que la revista

    sueca BLM ha propuesto a don Jos Ortega y Gasset para el

    ,a Fundacin Ortega y Gasset, C-22/4C.

    39

  • Premio Nobel de Literatura. La propuesta la filma Alan Pryce-

    Jones, escritor ingls, quien ha escrito para justificarla: Ortega

    y Gasset es uno de los espritus mayores y ms originales que en

    la actualidad trabajan en Europa. La Hora se adhiere con fer

    vor a esta propuesta, y recuerda tambin que tenemos otro can

    didato de mximo prestigio: el poeta Juan Ramn Jimnez, pro

    puesto por Insula. Para Insula, los dos nombres son igualmente

    merecedores de obtener el Premio Nobel, y la Academia Sueca

    slo realizara un acto de justicia al otorgrselo a uno u otro.

    Al conocer la propuesta de Alan Pryce-Jones, Juan Ramn Jim

    nez nos ha cablegrafiado desde Washington: Me adhiero peti

    cin Premio Nobel para mi querido y admirado amigo Jos Orte

    ga y Gasset.1"

    Estas iniciativas llevaron, como hemos indicado, a que Jos Orte

    ga y Gasset fuera propuesto para el Premio Nobel de Literatura

    por primera y nica vez en el ao 1951. La candidatura vena

    avalada por Menndez Pidal y diecisiete miembros ms de la Aca

    demia Espaola. Sin embargo, el Nobel de ese ao fue para el

    escritor sueco Pr Lagerkvist (1891-1974). Con toda probabilidad,

    el hecho de que el Nobel de 1950 fuese otorgado a Bertrand Rus

    sell no ayud a que prosperase la candidatura de Ortega, ya que

    la Academia en muy pocas ocasiones ha premiado a un ensayis

    ta o a un filsofo.

    Sea como fuere, los esfuerzos de Gulln, Garciasol, Guerrero,

    Jos Luis Cano o Enrique Canito nunca llegaron a traducirse en

    una peticin de Nobel desde Espaa para Juan Ramn. Como

    veremos, la Real Academia Espaola y en general la Espaa ofi

    cial de la poca tenan sus candidatos, y el nombre del gran

    poeta andaluz nunca estuvo entre ellos.

    Insula, nm. 51, Madrid, 15 de marzo de 1950, pg. 7.

    40

  • 195t - DE O X F O R D A RI V ER D AL E

    Como he sealado al principio, hay una crnica donde los hechos

    se perfilan, sobre todo, en el mbito de la cotidianidad de sus pro

    tagonistas, que puede ser extraordinariamente reveladora, aunque

    a menudo no nos descubra ms que una parte de lo que en s con

    tiene. Dicha crnica nos lleva, en 1950, a Inglaterra. En carta

    fechada en Oxford el 12 de julio de 195o2' , Alberto Jimnez Fraud

    escribe a Juan Ramn Jimnez a Riverdale:

    Esta maana nos ha llegado una carta de Estocolmo que dice: He

    conocido a un periodista espaol, que escribe en sueco, que desea

    ra tener la informacin ms reciente posible sobre la obra de Juan

    Ramn, porque quiere publicar inmediatamente una serie de ar

    tculos, en sueco, ayudando la candidatura de J. R. para el Premio

    Nobel. Su direccin es: Ernesto Dethorey. Sveavgen 86. Stock

    holm. Aade que tiene influencia en los medios acadmicos. La

    persona que nos escribe es Carmen Martnez Lorite, que trabaja

    con Trend en Cambridge, excelente e inteligente mujer y admira

    dora de la obra de usted. No podra darle algunos datos a este

    seor Dethorey? Yo le enviar un ejemplar del libro de Trend, en

    cuanto est encuadernado, que espero sea pronto. No descuide

    usted, por Dios, esto, J. R. Sera tan conveniente para tantsimas

    cosas buenas de Espaa que le dieran a usted el Premio Nobel!

    Un fuerte abrazo

    Alberto

    Cariosos saludos de Natalia y mos para Zenobia.

    La carta, indita, se guarda en la Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez de la Uni

    versidad de Puerto Rico.

    41

  • Las ltimas palabras de Alberto Jimnez Fraud instando vehe

    mentemente a Juan Ramn para que no se descuide en un

    tema en el que el ms interesado debera ser el propio poeta,

    adems de reflejar lo bien que el antiguo director de la

    Residencia de Estudiantes de Madrid conoca la idiosincrasia

    de su amigo, nos invitan de inmediato a evocar esas tantsimas

    cosas buenas de Espaa a las que alude. Jimnez Fraud era

    consciente de que un Premio Nobel para Juan Ramn no slo

    hara justicia a la trayectoria de uno de los ms grandes poetas

    del siglo XX, sino que, adems, por la tradicin que Jimnez

    representaba en Espaa, ese premio simbolizara el reconoci

    miento mayor hacia la poesa y la cultura que ambos haban

    compartido durante aos: la de la Espaa de la Institucin Libre

    de Enseanza y de la Residencia de Estudiantes de la que

    Jimnez Fraud haba sido director desde su fundacin en 1910

    hasta 1936 , tradicin en la que se haban formado los princi

    pales intelectuales espaoles de la poca, la mayora de los cua

    les, si no haba muerto ya durante la guerra o el exilio, viva

    como Juan Ramn y Jimnez Fraud, fuera de Espaa.

    Despus de abandonar Espaa a comienzos de la guerra

    civil y tras una breve estancia en Pars y gracias a la ayu

    da del economista ingls J. M. Keynes y del hispanista J. B.

    Trend , en octubre de 1936 Jimnez Fraud pudo instalarse

    junto con su familia en la Universidad de Cambridge. Los dos

    ilustres profesores ingleses haban sido huspedes de honor

    de la Residencia de Estudiantes a principios de los aos trein

    ta y les una una buena amistad con su director. Posteriormen

    te, en 1938, Jimnez Fraud se traslad a Oxford como lector

    en el New College.

    Jimnez Fraud comparta la amistad de J. B. Trend con Juan

    Ramn, a quien el hispanista ingls conoci en Madrid ya en los

    aos veinte y con quien mantuvo una larga relacin epistolar

    42

  • A lb e r to J im n e z F r a u d y N a ta lia C o ss o en la p u e r ta d e su c a s a d e W e llin g to n P la c e ,

    O x fo r d , a b r i l d e 1954. Residencia de E stu diantes, M adrid.

    43

  • que se inici hacia 1926 y se prolong hasta bien entrada la

    dcada de los cincuenta. Los estudios del gran hispanista sobre

    la obra del poeta de Moguer y muy especialmente su antologa

    Juan Ramn Jimnez: Fifty Spanish Poems, publicada en Oxford

    en 1950, fueron adems, como veremos ms adelante, funda

    mentales para el conocimiento de la obra del poeta de Moguer

    en el mbito europeo y tambin de forma muy concreta en los

    crculos cercanos a la Academia Sueca.

    Juan Ramn no pudo contestar la carta antes citada de Jim

    nez Fraud, porque en esas fechas estaba entrando en el grave pro

    ceso depresivo que llevara en marzo de 1951 al matrimonio Jim

    nez a trasladarse de Estados Unidos a Puerto Rico y que el poeta

    no superara del todo hasta el otoo de 1952. Zenobia, sin embar

    go, respondi con diligencia a su buen amigo en carta fechada en

    Riverdale el 17 de julio de 195o2':

    Querido Alberto:

    Perdone que le escriba a mquina, pero como Juan Ramn, que

    no anda muy bien esta temporada, me ha pedido que le sirva de

    amanuense, quiero evitarle la lucha con mi caligrafa.

    La carta es extensa, y slo al final de ella Zenobia contesta a las

    palabras antes citadas de Jimnez Fraud:

    En cuanto al asunto del Premio Nobel lo primero que queremos

    que usted sepa es que Juan Ramn no lo ha solicitado nunca y

    que, en cambio, ha apoyado con una nota publicada en Espaa

    la candidatura de Ortega. Hace ya dos o tres aos que tanto en

    Espaa como en Hispanoamrica se vienen publicando deman-

    21 La carta se conserva en el archivo fam iliar de Jimnez Fraud.

    44

  • J U A N R A M N

    J I M N E Z

    F i f t y

    Sp a ni s h Poe ms

    With English translations

    by

    J. B. T R E N D

    OXFORD THE DOLPHIN BOOK CO ., LTD.

    Cubierta de Fifty Spanish Poems, de Juan Ramn Jimenez, traducidos al ingls por J. B. Trend, Oxford, The Dolphin Book, 1950. Residencia de Estudiantes, Madrid.

    45

  • das de este premio para J. R. y esto es todo lo que hay. De todos

    modos enviaremos algo de lo que pueda interesarle al seor

    Dethorey, que J. R. no sabe tampoco quin es, pero que supone

    ser algn desterrado de los muchos que andan por el mundo,

    pero esto es slo por no ser desagradecido, puesto que todo el

    mundo sabe que hay candidatos, presentados hace aos, de gran

    categora. Muchas gracias por sus indicaciones.

    No iba nada desencaminado Juan Ramn al suponer que Detho

    rey sera algn desterrado de los muchos que andan por el mun

    do. Efectivamente, Ernesto Dethorey era un republicano espa

    ol que no quiso regresar a Espaa mientras hubiera dictadura y

    que, de hecho, no volvi hasta 1978. Dethorey haba nacido en

    Barcelona en 1901, pero desde 1920 vivi en la isla de Mallorca,

    donde en 1927 contrajo matrimonio con Gertie Brjesson, de

    nacionalidad sueca, con la que ms tarde fij su residencia en

    Estocolmo. En Suecia ejerci el periodismo, y trabaj como tra

    ductor y profesor de espaol.23

    El 19 de julio, dos das despus de contestar a Jimnez Fraud,

    Zenobia escribe a Ernesto Dethorey. En la carta (que por su impor

    tancia reproduzco al final de este libro), Zenobia se expresa con

    similares argumentos:

    Muy seor mo:

    Hemos recibido una carta de don Alberto Jimnez Fraud, de

    Oxford, en la que nos trasmite el deseo de usted de publicar en

    ese pas unos artculos relacionados con la concesin de un Pre

    mio Nobel de Literatura para mi marido, Juan Ramn Jimnez.

    Para ms informacin sobre este extraordinario personaje, vase Carlos Meneses,

    Amor a la llibertat. ErnesIM. Dethorey (l()0I-l()(.)2), Palma de Mallorca, Institut dEs-

    tudis Balerics, 1995.

    46

  • l est enfermo hace una temporada y por eso escribo yo en su

    lugar.

    Ante todo queremos darle a usted las gracias por su buena inten

    cin. Y ahora vamos al asunto: mi marido no ha presentado nin

    guna candidatura para dicho premio. Hace dos o tres aos que

    se vienen publicando, en Espaa y en Hispanoamrica, artculos

    sobre este asunto [...].

    A continuacin, Zenobia le comenta a Dethorey que Jimnez

    Fraud le enviar la antologa de J. B. Trend, le da una lista de

    algunos ensayos esenciales sobre la obra del poeta y aade:

    Escribimos a don Juan Guerrero Ruiz, Hermosilla, 44, Madrid,

    para que le enve a usted una copia de la bibliografa que l

    tiene hecha.

    Zenobia hizo de inmediato la gestin a la que alude, y en

    carta del 18 de julio a los Guerrero, escribe:

    En este momento me llega una peticin de datos sobre J. R. para

    un seor Ernesto Dethorey Sveavgen, 86, Estocolmo , que

    piensa hacer una serie de artculos en la prensa sueca sobre el

    supuesto Premio Nobel. Nosotros le hemos escrito pidindole que

    concrete algo de lo que desea. Como no tenemos duplicado de la

    mayor parte de las cosas, le agradeceramos mucho que usted

    le enviara de nuestra paite lo que considere ms importante de lo

    publicado en Espaa en estos ltimos aos sobre J. R., por ejem

    plo, los artculos de Gulln en nsula y los Cuadernos Hispanoame

    ricanos cuyo nmero no hemos recibido todava. Un ejemplar de la

    antologa de Ons, si fuera posible, una copia de la bibliografa de

    usted, suponiendo que tenga usted ms de una o una seleccin de los

    autores ms distinguidos y cualquier otra cosa que usted conside

    re que pueda ser til a este seor. Por nuestra parte, nosotros le

    enviaremos todo lo que podamos de lo de por aqu. Nosotros le deci-

    47

  • mos que se ponga en relacin con usted sobre este asunto, ya que

    usted conoce lo que se ha hecho por all mejor que nosotros.13

    A pesar de la diligencia y eficacia de Zenobia y, por aadidu

    ra, de Guerrero y Alberto Jimnez Fraud en cumplir con

    Dethorey, ste no le contest en aquel momento ni en los meses

    posteriores. As se lo comunica la mujer del poeta a Jimnez

    Fraud en carta del 13 de septiembre de 1950: Contest inme

    diatamente al seor cuyas seas en Estocolmo me envi usted,

    indicndole libros, revistas, etc., que poda enviarle si le intere

    saban, pero no me ha contestado4.

    Efectivamente, Dethorey no respondi en aquel momento a

    Zenobia. Sin embargo, s lo hizo despus, aunque cinco aos

    ms tarde. En carta de 24 de abril de 1955, el periodista escri

    be, avergonzado por la tardanza de su respuesta:

    Muy distinguida y respetada seora ma:

    Es con cierto rubor que le escribo estas lneas pues hace cinco

    aos que estoy en deuda con usted y con su esposo, sobre el cual

    he querido desde hace este tiempo escribir un artculo. Por fin

    lo he escrito, y tengo mucho gusto en enviarles tres ejemplares

    del mismo, uno de ellos en la pgina sin recortar, para que vean

    cmo ha salido el artculo en la pgina cultural del prestigioso

    diario liberal de Gotemburgo Gteborgs Handels- och Sjfarts-

    Tidning, considerado como el Manchester Guardian de Suecia.

    De todos modos, Dethorey no se haba quedado de brazos cruza

    dos, y en la carta relata lo hecho durante ese tiempo y argumen

    ta el porqu de su tardanza:

    a;i Zenobia Camprub, Epistolario I, cit., pg. 840.

    14 Carta indita. Archivo fam iliar de Alberto Jimnez Fraud.

    48

  • Como ya le digo al principio, hace mucho tiempo que quera

    escribir este artculo, pero no encontraba oportunidad para

    ello. Los suecos se hubieran molestado si yo hubiera intentado

    descubrirles a su esposo, y esto hubiera sido contraproducen

    te con vistas a la candidatura al Premio Nobel. Pero el poeta

    sueco Hjalmar Gullberg, traductor tambin de Gabriela Mis

    tral, ha traducido algunos poemas de su esposo y se va a publi

    car la traduccin de Platero y yo. Adems, el traductor de esta

    obra Hggqvist hizo una presentacin de su esposo en la

    radio sueca, leyndose algunos de los poemas traducidos por

    Gullberg. He credo, pues, que ste era el momento para escri

    bir el artculo. Ahora puedo decir, como digo en el mismo, que

    los suecos han empezado a descubrir a Juan Ramn Jim

    nez.25

    Vemos, pues, cmo Ernesto Dethorey, afincado desde haca aos

    en Suecia y conocedor del mbito cultural en el que se mova,

    prefiri dejar que los suecos descubrieran a Juan Ramn por

    ellos mismos y no adelantarse; sin embargo, si analizamos a

    fondo el papel de Dethorey, nos daremos cuenta de que en

    muchos sentidos contribuy en gran medida a ese descubri

    miento.

    El i de noviembre de 1951 Dethorey dio una conferencia en

    Estocolmo con el ttulo Juan Ramn Jimnez, mstico de la

    poesa, y as se lo comunica a Zenobia en la carta citada: Con

    motivo del 70 aniversario de su esposo di una conferencia sobre

    l, en espaol, en la Borgarskola de Estocolmo, que es la escue

    la de idiomas subvencionada por la municipalidad, escuela en

    la que he sido profesor y examinador durante veinte aos. Del

    La carta, indita hasta hoy, se guarda en al Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez.

    Por su importancia la doy completa al final de este volumen.

    49

  • mismo modo, en mayo de 1953, haba publicado un artculo en

    la prensa sueca sobre La suerte de los intelectuales espao

    les,26 en el que afirmaba de forma concluyente: ahora que

    Lorca y Machado estn muertos, slo queda Juan Ramn Jim

    nez a la cabeza de la poesa espaola. [...] Ha ejercido gran

    influencia sobre los poetas espaoles modernos, siendo actual

    mente el nico nombre espaol con verdadera categora de Pre

    mio Nobel. No obstante, la aportacin ensaystica ms impor

    tante de este escritor al conocimiento de Juan Ramn Jimnez

    en Suecia es el artculo que escribe en el mismo peridico el 22

    de abril de 1955, titulado Un poeta esencial,27 y que es el

    motivo principal de su carta a los Jimnez. Cuando el 24 de

    abril de 1955 Dethorey escribe a Zenobia lo hace para comu

    nicarle la publicacin de este texto, as como sus actividades

    anteriores para dar a conocer la obra del poeta de Moguer en

    Suecia.

    La carta de Dethorey seala algunos de los hechos funda

    mentales que ocurrieron en los aos que median entre la carta

    que le escribi Zenobia en julio de 1950 y la suya de abril de

    1955. El periodista cataln cita dos artfices fundamentales que

    haban hecho posible que la obra de Jimnez se conociera mejor

    en Suecia: Hjalmar Gullberg, clebre poeta y acadmico sueco,

    y Arne Hggqvist. La conferencia de este ltimo, con la lectura

    de las traducciones al sueco de poemas de Juan Ramn, son el

    preludio del importante artculo que Hggqvist publicara al

    final de ese mismo ao en la revista literaria Bonniers Litterra

    Magasin,-0 y de las traducciones de diecisis poemas de Juan

    J,> Gteborgs Handels- och Sjfarts- Tidn in g, Gotemburgo, 6 y 7 de mayo de 1953.

    Gteborgs Handels- och Sjfarts-Tidning, Gotemburgo, 22 de abril de 1955. Repro

    duzco el artculo en edicin de Matica Goulard en la tercera parte de este volumen.

    -ll Arne Hggqvist, Juan Ramn Jimnez, Bonniers Litterra M agasin, Estocolmo,

    diciem bre de 1955, pgs. 816-819.

    50

  • Ernesto Dethorey:

    En vsentl ig s k a l dT 7 r ngra rtionden sedan

    pgick i Frankrike en debat om den rena poesin. Juan Ramn Jimnez tyckte inte att adjektivet var det rtta. I stallet for ren poesi fredrog han att kalia den naken poesi.

    O ch hon tog av sig tunikanoch visade sig heit naken . . . .

    mitt livs delse, nakenpoesi, m in f r alltid!

    Dessa r slutraderna pa ett poem som i sin korthet innehaller skal- dens poetiska sjlvbiografi och hans uppfattning om poesin. Poem et ingr i diktsam- lingen Eternidades (Evighe- ter). Evighet, evigheter r ord som ofta frekommer i denne skalds dikter. Men inte bara i ord. Han sysslar med evigheter, m ed vsentlighetcr . . . Och hans strvan har alltid varit att upp- n en naken poesi, naken som en avkldd staty, fri frn ova- sentligheter, dr ingenting frekommer som inte r ndvndigt f r diktn. Man har sprjt om det finns nagon poesi som r mera fri frn icke poetiska element n hans, dr de yttre upp- fattningarna och verkligheterna saknas i hogre grad, och som i ord uttrycker renare och out- sgligare inre verkligheter.

    Juan Ramn Jimnez r mys- tiker, men hans mystik har inte att skaffa med religion i gngse mening. Han r en modern skald i ordete fulla bemrkelse. Och alla r ense om att ingen ha r som han avsttt frn phit- tigheter, lust att briljera, tom - ma ord. Han vet att nuet och evigheten inte gr att frena. Evighet r hr synonymt med tidlshet. Han renar, avska- lar, retuscherar, rttar tills han kommer den absoluta fullnd- ningen nra, tills han uppnr uttrycket for det poetiska med enkelhet, med sparandet av ord, men med exakthet, med riktig-

    1 d p ta a v sp p n d p h a r s k a l -

    och versatts. I Argentina och Mexiko ger man ut bcker av och om honom. Bland de seaste erbeten som gnats honom r en ess av den kande engelske hispanisten professor J. B. Trend. Den inleder en vacker utgva av 50 spanska dikter med engelsk versttning vid sidan: Juan Ramn Jim nez, Fifty Spanish Poems, W ith English translations by J. B. Trend (Oxford: The Dolphin Book Co., Ltd. 1950). I de spansktalande lnderna i Amerika hyser man stor aktning for skalden och hans verk. Hans inflytande har betytt fr bade Spaniens och det spansktalande Amerikas ungdom en intellektuell och andlig hjning. Han blev "fort- sttaren av den nya rrelsen

    ( modernismo ) 1 den spanska poesin och han har spritt den tili de tjugo vriga lnder dr spanskan talas , sger professor Trend.

    En hei skaldegeneration, vars frmsfa Tran in r Federico G ar-' c a 'Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Jorge Guilln, har mycket att tacka Juan Ramn Jimnez fr. Professor Trend sger ocks: Han har gjort t- skilligt som hans spanska sam - tida ven gjort, men han gjorde det frst. Och tillgger som exempel att Garca Lorcas rykt- bara grna poem (Romance sonmbulo Smngngarbalia-

    ViaH> florp frirotrnrrora

    poesi. Den skildrar en liten snas liv, men ven livet i en vit och solig ort i Andalusien, Moguer, diktarens f delseort. Asnans namn r Platero, vilket egentli- gen betyder silversmed, men r det familjra eller smeksamma namn man ger i Spanien t s- nor med silvergr pals. "Platero y yo har versatts till fiera sprk och r alsklingslektyr - i skolorna bde i Spanien och det spansktalande Amerika.

    Hans andra prosabok heter Espaoles de tres mundos( Span j orer frn tre vrldar),. V iejo Mundo, Nuevo Mundo, Otro Mundo (Gamla vrlden,. Nya vrlden, Andra vrlden), d. v. s. Spanien, Amerika, D - den, och den utgr karikatyrer eller portrtt av frfattare, konstnrer och andra kulturge- stalter: Bcquer, Unamuno, Rubn Daro, R. Menndez Pidal,. Antonio Machado, J. Ortega y| Gasset, Enrique Granados, Manuel de Falla, Alfonso Reyes, Pablo Neruda (en ovanligt och ovnligt bitande karikatyr), F. Garca Lorca, Francisco Bores m. fl. Bores sger han r skyldig Picasso vad alla vara unga mAlare r honom skyldi- ga; vad alla vra unga musiker r skyldiga Falla . . . Han knde ha tillagt: Vad alia vara unga poeter r skyldiga Juan Ramn Jimnez, ly han tillhor samma generation och r av samma klass som de tva vrldsbermda spanjorer han nmner.

    Den i december sjuttiofyra- rige skalden bor nu med sin hustru omvxlande i Fren- ta Statema och p Puerto Rico, v id vars universitet han r knu- ten. Trots att ingenting hindrar honom att tervnda, r det in te troligt att han, som var knu- ten till sdana fria institutioner som Institucin Libre de Enseanza och Residencia de Estudiantes slnjlla triuoc imitas ">>

    F ra g m e n to d e l a r t c u lo d e E rn e s to D e th o re y s o b r e J u a n R a m n J im n e z , p u b lic a d o en

    G teb o rg s H a n d e ls- o ch S j fa r ts -T id n in g , G o te m b u rg o , 22 d e a b r il d e 1955. S ala Z en o

    b ia v Juan Ram n Jim nez, U niversidad de Puerto Rico.

    51

  • Ramn realizadas en ese mismo nmero por Gullberg. Como

    seala Matica Goulard:

    [...] los 16 poemas traducidos por Hjalmar Gullberg con el ttu

    lo general de Qu cerca ya del alma constituyeron, con segu

    ridad, la consagracin de JRJ ante el pblico sueco y ante la

    Academia. La autoridad del traductor como poeta, como uno de

    los dieciocho miembros de la corporacin y como intrprete de

    otros poetas (Eurpides, Racine, Paul Claudel, Gabriela Mistral,

    A. Sikelianos, Goethe, Baudelaire, Garca Lorca, etc.) daba a

    esta presentacin un valor especial.29

    A esta serie de acontecimientos debemos aadir uno de vital

    importancia: la publicacin en 1955 de Platero y yo en una tra

    duccin al sueco de Arne Hggqvist.30 Tambin en esa edicin

    la presencia de Ernesto Dethorey fue, como ms adelante vere

    mos, fundamental.

    De este modo, a finales de 1955 el terreno estaba abonado para

    que una candidatura de Jimnez al Premio Nobel de Literatura

    pudiera tener xito. Sin embargo, conviene demorarse an ms

    en ese largo camino de casi seis aos en el que la obra de uno de

    los poetas decisivos en lengua espaola del siglo X X pas de ser

    prcticamente desconocida en el mbito escandinavo a ser con

    siderada merecedora del Nobel.

    a,) Matica Goulard, Juan Ramn Jimnez y la crtica en Escandinavia, Madrid, nsu

    la1,1963, pg. 20.

    30 Juan Ramn Jimnez, Silver och jach , traduccin de Arne H ggqvist, Estocolmo,

    Whalstrm & W idstrand, 1955.

    52

  • X95I- N OTICIAS DESDE RAPALLO

    El 14 de marzo de 1951, Juan Ramn y Zenobia dejaron su casa

    de Riverdale en Estados Unidos para trasladarse definitivamen

    te a Puerto Rico. Desde comienzos del verano de 1950, Juan

    Ramn estaba inmerso en una crisis depresiva que llev a los

    Jimnez, siguiendo el consejo de los mdicos, a decidir el viaje

    con la esperanza de que la vida en un pas de lengua espaola

    devolviera la salud al poeta.

    Zenobia y Juan Ramn llegaron a Puerto Rico el 19 de mar

    zo. A l da siguiente, recibieron una carta de la escritora puer

    torriquea Margot Arce, que, enterada de su llegada a la isla

    probablemente por la prensa, que dio la noticia , se apre

    sur a remitirles una carta que Gabriela Mistral, al desconocer

    la direccin de los Jimnez, le haba enviado para que se la hicie

    se llegar a ellos. En su carta, la escritora chilena les escribe preo

    cupada por las noticias que circulaban sobre la precaria salud

    de Juan Ramn. Zenobia le contesta el 7 de abril de 1951 y, al no

    recibir respuesta, le vuelve a escribir el 29 de mayo del mismo

    ao.3'

    El 27 de junio de 1951, los Jimnez reciben otra misiva de

    Margot Arce a la que de nuevo adjunta una larga y cariosa

    carta de Gabriela Mistral.3 Adems de volverse a interesar por

    31 Las cartas de Zenobia y Juan Ramn a Gabriela Mistral inditas en su mayor

    parte se guardan en el archivo de la escritora chilena en la B iblioteca del Con

    greso de Washington. Las cito a partir de dichos originales.

    ;,J Esta carta de Gabriela Mistral est entre las que Juan Ramn regal a la Bibliote

    ca del Congreso de Washington. Se publicaron en: Cartas de Gabriela Mistral a Juan

    Ramn Jimnez, E diciones de la Torre, P ublicacion es de la Sala Zenobia y Juan

    Ramn Jimnez, serie B, nm. 2, Puerto Rico, 1961. Las dos cartas de Margot Arce

    a los Jimnez se conservan en la Sala Zenobia y Juan Ramn de la Universidad de

    Puerto R ico y perm anecen inditas.

    53

  • la salud de Juan Ramn, el tema fundamental de la carta de la

    poeta de Tala es su voluntad de impulsar seriamente iniciativas

    que desemboquen en un Nobel para el espaol:

    Casella 69, Rapallo [principios de mayo de 1951]

    Tan querida Zjenobia] de J. R.: yo soy animal de rumia y a uste

    des dos los rumio con frecuencia. Escribo poco, o no escribo,

    cuando les s en tal lugar y sin problemas grandes ni chicos.

    Pienso a nuestro J. R. en relacin con problemas de salud que o

    han sido mos o lo son. [...]

    Mi carta es para saber de ustedes pero tambin para decirles

    esto: El prximo Pfremio] N[obel] espaol que venga debe ser

    para J. R. Todos sabemos eso. Debe presentar la candidatura

    alguien que sea muy alto en Europa y J. R. es sabido de gente

    europea importante. Escogida esa persona por ustedes, tenemos

    derecho a apoyar la candidatura los otros P[remios] N[obel], Slo

    el ao pasado se nos declar eso oficialmente por la Academia

    Sueca. No hay franquistas en ella y los miembros que he trata

    do repudian a F[ranco]. Habl aqu hace das con una seora

    sueca que es jefe de la editorial primera de su pas; le habl de

    J. R. Lo ha ledo lee espaol y lo admira mucho. Ella podr

    ayudarnos tambin a lo de hacer ambiente con los viejos...

    Hable usted, querida, con Margot [Arce] sobre esto. Debera pre

    sentarlo el jefe del Departamento de Espaol de Columbia y aa

    dir a eso los otros departamentos espaoles de las universidades

    americanas. Sobra recordarle las nuestras. Lo de [Rmulo] Galle

    gos fall tal vez por torpezas. Anduvieron preparando la candi

    datura unos mozos medio alocados. Parece que G[allegos] no se

    presenta de nuevo. Lo de Alf[onso Reyes] fracas por la raz; no

    premian el ensayo. Solamente lo dieron a Rergson y despus

    advirtieron que se haban salido de lo dispuesto por Nobel;

    54

  • que se premie la creacin pura y no el ensayo. Se lo hice saber

    con fineza a Alf[onso] y l tuvo una respuesta dura e incrdula,

    cosa que me apen, porque yo lo he tratado siempre con una con

    fianza de hermano. Adhirieron todas las Academias y casi todas

    las universidades de la Amrica Espaola. Pero a la Academia

    Sueca le importan poco las Academias... (La chilena no adhiri

    a lo mo sino... pasado el tiempo y con una exigencia vergonzan

    te de mi Gobierno el cual hizo todo y no por deseo mo cier

    tamente.)

    Dgame cuatro letras sobre este asunto. Si lo hacemos debe ser

    con miras al ao 52 o al 53. Disponer de m como de una buena

    criada: mandarme con toda confianza, en toda confianza.

    Perdone lpiz y letra, querida: la tinta me irrita la vista.

    [ . . . ]

    Gabriela

    Dgame si J. R. desea algunos libros italianos. Un abrazo tierno

    y fuerte a la vez para mis dos bien queridos.

    Gabriela

    P. S. Para buscar yo las firmas italianas, debo tener libros de J. R.

    Los pido a libreras espaolas o argentinas? A cules? Basta

    darme nombres y direcciones, yo har el resto.

    Sern los libros que l escoja y yo los entregar por mano

    (los de Roma y aples) los dems saldrn por correo desde

    Npoles.

    Zenobia responde a la escritora chilena el mismo da que recibe

    la carta de Margot Arce. En las primeras lneas, nos descubre la

    fecha de la de Gabriela Mistral.

    55

  • Juan Ramn Jimnez con Gabriela Mistral, Washington D. C ., 1946. Sala Zenobia y Juan Ramn Jimnez, Universidad de Puerto Rico.

    56

  • Querida Gabriela: en este momento me trae el cartero su carta,

    que aunque no lleva fecha, tiene en el matasellos del sobre que

    vena incluido en una de Margot, la fecha del 6 de mayo.

    Al principio, Zenobia contesta a la preocupacin de Gabriela

    por Juan Ramn, y ms adelante aade:

    De lo que me dice del Premio Nobel, tengo que contestar por mi

    cuenta porque Juan Ramn no lo har. Lo de Columbia por razo

    nes particulares no puede ser, pero (como me doy cuenta del

    inmenso bien moral que para J. R. sera y que nos dara ocasin

    de dejar todo pot boiling y dedicarnos a organizar y editar la

    cantidad de obra indita que en la actualidad descansa en

    la Biblioteca del Congreso ) creo que de hacerlo alguna cabe

    za de entidad americana, nadie como [Luther] Evans, director

    de la antes mencionada Biblioteca del Congreso, que ha ofreci

    do su hospitalidad a la Obra de J. R.

    Zenobia sugiere otras personalidades que podran aconsejar o ayu

    dar a una candidatura para el Nobel. Y cita entre otros a Jaime

    Bentez, rector de la Universidad de Puerto Rico amigo ms

    incondicional no lo hay y tal vez a l se le ocurrir algo cuando

    llegue de su viaje a Europa formando parte del equipo norteame

    ricano de Unesco , a J. B. Trend en Cambridge, a Francisco

    Aguilera en Washington, a Eduardo Mallea en Argentina, y, en

    Italia, donde resida Mistral, a los escritores italianos Cario Bo y

    Rinaldo Froldi. Zenobia no insiste mucho en el tema, pero ms

    adelante, hablando de la frgil situacin psquica del poeta, aa

    de: no le digo nada de la inyeccin de optimismo que le dara el

    Pfremio] N[obel].

    Cuando Zenobia escriba esta carta, a finales de junio de 1951,

    Jaime Bentez estaba, efectivamente, de viaje por Europa. En su

    57

  • estancia en Italia, el rector visit a Gabriela Mistral y hablaron

    del poeta espaol. A s se lo cuenta Zenobia a los Guerrero en car

    ta de 16 de agosto de 1951, tras el regreso de Bentez y su mujer

    a Puerto Rico:

    Vieron a Gabriela Mistral, que, claro, preguntaba muy inquieta

    por JR (Gabriela es una de las que escribe que quiere apoyar a

    JR para el Premio Nobel). Ahora se ha ido de Rapallo a Npo-

    les y tard mucho en contestarle, porque no saba que sus seas

    eran American Express, mientras no tengan otras ms defini

    tivas.'0

    La relacin epistolar entre Zenobia y Gabriela Mistral continu,

    aunque algunas de las cartas se han perdido. Juan Ramn no

    pudo contestar hasta enero de 195331 a la amable carta de la

    escritora chilena en la que se preocupaba por l y planteaba el

    tema del Nobel. Esa carta de Juan Ramn es la ms tarda de las

    que de l y de Zenobia se conservan en el archivo de la escrito

    ra en la Biblioteca del Congreso de Washington. Sin embargo, la

    ltima referencia a Mistral que encontramos en los diarios de

    Zenobia es una nota del 1 de febrero de 1956 (precisamente

    cuando terminaba el plazo para la presentacin de candidaturas

    a la Academia Sueca) en la que escuetamente dice: contest a

    Gabriela Mistral35. Desgraciadamente, ni la carta de Mistral ni

    la de Zenobia estn en sus respectivos archivos.

    Del mismo modo que Ernesto Dethorey, a pesar de su silen

    cio epistolar, continu con su labor en pro del conocimiento

    de Juan Ramn en Suecia, es muy probable que tambin lo

    1! Zenobia Camprub, op. cit., pg. 919.

    :u V ase ms adelante la pgina 81.

    'Z en o b ia Camprub, D iario3. Puerto Rico (igci-igc6), edicin de G raciela Palau

    de Nemes, Madrid, Alianza, 2006, pg. 251.

    58

  • hiciera Gabriela Mistral. Las buenas intenciones, expresadas

    en la extensa y clida carta antes citada, y el contacto direc

    to que la escritora chilena tena con el mundo cultural sueco

    desde que recibiera el Premio Nobel en 1945, as lo permiten

    suponer.

    Despus de esa fecha, Mistral mantuvo una relacin episto

    lar amistosa con el acadmico sueco Hjalmar Gullberg, quien,

    antes de que a ella le fuera otorgado el Nobel, haba traducido y

    dado a conocer su poesa en Suecia, del mismo modo que luego

    hizo con la de Juan Ramn.

    Cuando Gabriela Mistral fue informada por un periodista

    sueco sobre el Premio Nobel de Literatura de 1956, declar lo

    siguiente:

    Juan Ramn Jimnez es un poeta nato, uno de esos que nacen

    un da con la misma sencillez con que brillan los rayos del sol,

    uno que pura y simplemente ha nacido y dado de s mismo,

    inconsciente de sus prendas naturales. No sabemos cundo nace

    un poeta semejante. Slo sabemos que un da lo encontramos, lo

    vemos, lo omos, igual que vemos un da florecer una planta. A

    esto lo llamamos un milagro.3''

    En cuanto a Gullberg, uno de los aspectos que subrayar con ms

    vehemencia en la parte final de su discurso en la Sala de Con

    ciertos de Estocolmo el da de la entrega del Premio Nobel ser

    precisamente el que hace referencia al magisterio del autor de

    Piedra y cielo en los poetas ms jvenes de Espaa e Hispanoa

    mrica, citando de forma especial a Gabriela Mistral:

    ;I Es importante sealar que el propio Gullberg cita tambin estas palabras de Gabrie

    la Mistral al final de su discurso del 10 de diciembre de 1956 en la Sala de Conciertos

    de Estocolmo (vase la tercera paite del libro: Documentos, VIH).

    59

  • Rafael Alberti, Jorge Guilln, Pedro Salinas y otros que han escri

    to sus nombres en la reciente historia de la poesa espaola han

    sido sus discpulos; Federico Garca Lorca es tambin uno de

    ellos, lo mismo que los poetas hispanoamericanos, con Gabrie

    la Mistral a la cabeza. [...] Para una generacin posterior de poe

    tas de ambas orillas del ocano que separa y une a la vez a los

    pases hispnicos, ha sido un maestro el maestro, sencilla

    mente^ . Cuando la Academia Sueca rinde homenaje a Juan

    Ramn Jimnez lo rinde a toda una poca de la gloriosa litera

    tura espaola.

    Pero hay un testimonio excepcional que, aunque publicado, ape

    nas ha tenido trascendencia en los estudios biogrficos sobre el

    poeta de Moguer, y que nos permite corroborar que el inters de

    Gabriela Mistral y su fidelidad hacia su maestro y amigo fueron

    decisivos para el conocimiento de ste en los medios acadmicos

    suecos. Se trata del artculo de Matica Goulard titulado Juan

    Ramn Jimnez y el Premio Nobel37. En l, la escritora espao

    la afincada en Suecia relata cmo en diciembre de 1955, al ver

    los poemas de Juan Ramn Jimnez traducidos por Hjalmar Gull

    berg en BLM, record la conversacin que haba tenido con el

    acadmico sueco aos antes, con motivo de la concesin del Nobel

    a Gabriela Mistral. El documento es sorprendente y extraordina

    riamente revelador para lo que nos ocupa, por lo que reproduzco

    un fragmento extenso de l:

    En los primeros das del mes de diciembre del ao de 1945, haba

    llegado a Gotemburgo en un barco sueco, desde el Brasil, la poe

    37 Matica Goulard de W estberg, Juan Ramn Jimnez y el Premio Nobel, Boletn

    de la Asociacin Europea de Profesores de Espaol, ao X V , nm. 28, Madrid, prima

    vera de 1983, pgs. 75-77.

    60

  • tisa chilena. El agregado cultural de la Embajada de Suecia en

    el Brasil, Nils Hedberg, era mi jefe en el Instituto Iberoameri

    cano y me haba encargado que la recibiese y le sirviese de gua

    e intrprete en la ciudad. Por deseo de ella la acompa tam

    bin a Estocolmo y estuve a su disposicin hasta que tom el

    avin para Pars diez das despus.

    En el saln del Gran Hotel de Estocolmo, recin bajada del tren

    de noche, Gabriela Mistral deba encontrar a su traductor que

    era el mismo poeta Hjalmar Gullberg, que iba a representar un

    papel tan importante, aos despus, en la concesin del Nobel

    a Juan Ramn Jimnez. Yo asist como intrprete a este primer

    encuentro casi dramtico.

    Muchos de los presentes habrn visto la fotografa de Gabriela

    Mistral: era una mujer alta y fuerte con un magnfico perfil de

    cacica india. Das despus, en la cena de la editorial, un cono

    cido escritor sueco, Frans G. Bengtsson, la bautiz con el nom

    bre de La Sibila Cumana, porque le recordaba el perfil de sta

    en el fresco de la Capilla Sixtina. Hjalmar Gullberg era un hom

    bre bajo, moreno, con las sienes plateadas, elegante y atildado.

    Estaba en la cumbre de su popularidad como poeta.

    Ya s, ya s empez Gabriela que le debo a usted la con

    cesin del Premio Nobel. Me han dicho que su traduccin es

    mejor que mi original. (Era efectivamente muy buena y Hjalmar

    Gullberg mostr su satisfaccin.) Pero aadi Gabriela el

    Premio no me lo debieron haber concedido a m, sino a Juan

    Ramn Jimnez que se lo merece mucho ms. S, s, todos somos

    discpulos suyos.8

    :i" Estas palabras de Gabriela Mistral fueron recogidas por la prensa y tuvieron un

    eco posterior que llega incluso hasta la propia concesin del Nobel a Juan Ramn

    en 1956. A s, e l clebre escritor sueco y buen conocedor de la literatura en lengua

    espaola Artur Lundkvist, en un artculo publicado en el Morgon-Tidningen de Esto-

    6l

  • La cara de Hjalmar Gullberg expresaba la ms profunda sorpre

    sa y el ms extraordinario desconcierto. Por suerte, los periodis

    tas irrumpieron con sus cmaras y Hjalmar Gullberg se volvi a

    m y me dijo en sueco:

    Quin ha dicho?

    Entre fogonazo y fogonazo yo trat de darle una idea rpida de

    lo que significaba Juan Ramn Jimnez. No s si se enter en

    aquel momento, pero en los das siguientes en comidas y visitas

    tuvimos ocasin de volver a hablar y sonaron los nombres de

    otros poetas espaoles, especialmente el de Garca Lorca, que

    l haba traducido en parte.

    No vi a Hjalmar Gullberg en los aos siguientes, pero cuando le

    la traduccin de los 16 poemas, en el nmero de BLM en diciem

    bre de 1955, record la cara de sorpresa del poeta sueco en aquel

    encuentro dramtico. No me cupo la menor duda de que la fra

    se lanzada por Gabriela Mistral, casi como un exabrupto, haba

    fructificado, y ahora Hjalmar Gullberg saba muy bien quin era

    Juan Ramn Jimnez.

    El testimonio de Matica Goulard acerca del momento en que Gull

    berg tuvo la