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Pecio Tenderete Puerto Calero, Lanzarote

el Tenderete era un barco atunero relativamente

moderno, con base en Arrecife, que había faenado en

aguas canarias, al que la disminución en la actividad

pesquera le había sentenciado al desguace. Sin em-

bargo, se salvó de tal destino cuando una empresa ra-

dicada en Puerto Calero, operadora de pequeños su-

mergibles destinados al turismo, decidió que, por un

lado, un barco hundido sería un decorado llamativo

para hallar en sus rutas y, por otro, que el pecio contri-

buiría como arrecife artificial a atraer fauna marina

concentrada en la zona de paso de sus submarinos.

Con este fin, la embarcación fue sometida a la oportu-

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Datos prácticos E Tipo: pecios.E Nivel: J J J J JE Visibilidad: normalmente buena, rondando los 20 metros.E Corriente: generalmente no encontraremos corrientes en esta zona.E Acceso: mediante embarcación.E Por ver: en esta ruta exploramos un pecio hundido frente a la escollera de Puerto Calero.E Ideal para: fotógrafos y aficionados a los pecios. Iniciarse en el buceo en pecios.E Foto: es una inmersión adecuada para ojo de pez y gran angular. E Consejos: descender y ascender siempre por el cabo del fondeo o cerca de la escollera, ya que casi inevitablemente habremos de realizar parada de descompresión. Vigilar ordenador y manómetro. No olvides el foco y la boya deco.E Cómo llegar: por ser imprescindible la embarcación, es aconsejable acudir a uno de los centros de buceo de la zona que disponga de la misma, y con experiencia en este pecio.

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Luis Miguel del Olmo

na retirada de elementos contaminantes. Le fueron

retirados los motores, los tanques de combustible, los

depósitos de aceite, refrigerantes y demás fluidos; le

fue retirado el cableado eléctrico, cabos, redes… En

definitiva, no quedaron elementos corrosivos. Bueno

para el mar y bueno para los buceadores.

Finalmente, el día 8 de junio de 2009, los propios bu-

ceadores profesionales de la mencionada empresa de

submarinos supervisaron el hundimiento del Tenderete,

que quedó en posición de navegación sobre un fondo

de arena a 25 metros de profundidad.

Aspectos a tener en cuenta antes de la inmersión: en

primer lugar -al igual que recomendábamos en una an-

terior guía-, como la inmersión que vamos a realizar

está próxima a la bocana de un puerto, es muy conve-

niente acceder mediante embarcación, para lo que

contactaremos con algún centro de buceo de la zona

que disponga de la misma. En segundo lugar, ya que el

pecio tiene entre sus finalidades el ser visitado por los

sumergibles turísticos y ha sido colocado allí gracias a

ellos, es cortesía debida el no entorpecer su actividad,

bien realizando el buceo en épocas en que no efectúen

sus visitas o bien contactando con ellos para hacer

nuestra exploración entre viaje y viaje de su submari-

nos. De esto deberá encargarse el centro de buceo que

nos lleve allí.

Nuestro pecio yace en la parte de fuera del muro y es-

collera que protegen el Puerto Calero por el sur.

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Si eres aficionado a los pecios en el rango del buceo

deportivo, te proponemos una

inmersión en aguas limpias, con

un barco en perfecto estado,

libre de contaminantes y de elementos que

dificulten la práctica de

nuestra actividad, fácil de explorar,

con fauna interesante y muy

fotogénico.

Su proa mantiene un rumbo de 260º, aproxi-

madamente paralelo a la escollera. Junto a

este antiguo atunero, pocos metros delante de

su proa yacen otras dos embarcaciones, donde

es aconsejable iniciar la inmersión. La más le-

jana es una barcaza de casco metálico de la

que queda reconocible la proa, sobresaliendo

de la arena y apuntando al cielo. Un poco más

cerca de nuestro objetivo, un barco un poco

más grande que la barcaza anterior, cuya ma-

dera ha sido pasto de la fauna marina y entre

sus restos encontraremos multitud de gambas

lady escarlata en labores de limpieza con los

peces que se lo requieran. Durante esta ruta

no es infrecuente encontrar grandes chuchos

(rayas), torpedos o mantelinas en vuelo ra-

sante sobre el fondo.

Por fin, nos topamos frente la magnífica proa

de el Tenderete. El atunero tiene treinta me-

tros de eslora, de modo que recorrerlo entero

por dentro y por fuera es posible en una única

buceada, aunque si te engancha su fotogenia,

será difícil no repetir.

Es aconsejable, en la medida de lo posible, ir

realizando la exploración de la parte más pro-

funda hacia la más cercana a la superficie. Por

tanto, empezaremos visitando y, en su caso,

haciendo unas fotos de la proa desde el fondo,

y seguidamente de la hélice a popa para al-

canzar después la cubierta en la misma zona,

desde donde podemos bajar a las bodegas.

Eso sí, extremando la precaución y siempre

bajo la vigilancia de un compañero.

Seguimos ascendiendo y llegamos a la cabina

de mando y un cuarto de baño, para encontrar

un cuadro de luces, todo ello en perfecto es-

tado, y accesible desde el costado de babor.

Bajo las ventanas de la cabina de mando aún

se puede leer el nombre del barco y su puerto

de origen. Sobre el techo de la cabina, increí-

blemente, aún ondea la preceptiva bandera, si

bien es ya difícil distinguir sus colores.

Hemos llegado a la parte menos profunda del

pecio y ahora debemos ir ascendiendo para

perder nitrógeno y regresar a nuestra embar-

cación. Nos dirigiremos hacia la escollera, na-

dando en perpendicular al pecio desde su cos-

tado de estribor, ascendiendo ligeramente.

Al llegar a los grandes bloques de piedra, de-

jándolos a nuestra mano derecha, navegare-

mos hasta encontrar el cabo de nuestro

fondeo, donde terminaremos la buceada con

las paradas de descompresión y/o seguridad

adecuadas. E

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la cara Sur de la isla cuenta con un viejo embarca-

dero, cuya zona está marcada con algunas boyas usa-

das para amarrar las embarcaciones. Descenderemos

por el cabo hasta el fondo de arena y guijarros para

dirigirnos perpendicularmente hacia la isla. Donde em-

pieza la pendiente y las rocas (entre 10 y 12 metros)

comenzaremos el recorrido, dejando ahora la isla a

nuestra mano izquierda.

Conviene escudriñar todas las oquedades y los extra-

plomos que conforman las rocas, porque en ellos en-

contraremos coloridas esponjas, nudibranquios, more-

nas y pulpos, que en época de reproducción no es

difícil ver fuera de sus guaridas buscando pareja.

Continuaremos en esta dirección, echando un vistazo

de vez en cuando al fondo de arena próximo, a nuestra

mano derecha, porque medio enterrado en la arena y

disimulado entre el cascajo, podremos encontrar algún

ejemplar de pez rata (Uranoscopus Scaber), también

llamado miracielo y pejesapo, en cuya ancha cabeza se

sitúan sus ojos y gran boca dentada apuntando hacia

la superficie.

Cuando hayamos recorrido aproximadamente unos

noventa metros, iniciaremos el ascenso y, mirando ha-

cia la zona más superficial de la pendiente, daremos

con el arco que veníamos buscando. La parte superior

del mismo está apenas a 1 metro de profundidad, lo

Datos prácticos E Tipo: ligera pendiente de roca y fondo de arena y cascajo; arco de piedra.E Nivel: J J J J JE Visibilidad: normalmente buena, rondando los 15 metros.E Corriente: no es frecuente en esta cara de la isla.E Acceso: mediante embarcación.E Por ver: ruta sencilla, ideal para debutantes así como para hacer pruebas con material fotográfico nuevo. En el fondo de arena hay posibilidad de encontrar el pez rata y en primavera, no es infrecuente avistar peces luna. El arco es tremendamente fotogénico.E Ideal para: fotógrafos, aficionados a la fauna pequeña y mediana. Primeras inmersiones desde barco.E Foto: es una inmersión adecuada para macro, peces pequeños y medios y bancos de peces. Una lente zoom polivalente será la ideal, como por ejemplo la 17-70 mm Macro. Si queremos centrarnos en el arco, un gran angular e incluso una lente “ojo de pez” será lo indicado.E Consejos: descender y ascender siempre por el cabo del fondeo, por el previsible tráfico de embarcaciones. Mantener distancia con el pequeño “submarino” turístico. Aconsejable el foco para “bichear”.E Cómo llegar: necesaria la embarcación.

que nos permitirá ir descargando nitrógeno mientras

hacemos las fotos oportunas sin superar los 3 metros.

En esta zona, durante la primavera, no es extraño en-

contrarse con uno o varios peces luna (Mola Mola), por

lo que habrá que estar atentos al azul.

El arco marca también el momento de iniciar el regreso

hacia la embarcación, esta vez a una profundidad de 6

metros y dejando la pared a la mano derecha. Durante

el recorrido observaremos bancos de castañuelas y

grupos de corvinas, sin olvidarnos de buscar entre las

rocas que jalonan la pendiente, ya que esconden nu-

merosos invertebrados. E

Si bien la inmersión que proponemos es sencilla y se alcanza poca profundidad, resulta interesante por algunas especies que podemos encontrar, que no son de las más frecuentes. Además, el arco que le da nombre resulta de una gran belleza tanto para contemplarlo como para retratarlo.

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El Arco Isla de Benidorm, Alicante

Luis Miguel del Olmo