actividad grado 10° clasificación de las plantas
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Este blog es para utilizar las herramientas tecnológicas en el aula de
clases y para trabajar activamente en el proceso de enseñanza-
aprendizaje con los educandos.
Actividad Grado 10°
Clasificación de las plantas
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cuestionario décimo:
1) defina el concepto de plantas
2) cuales son las partes de una planta, explique las funciones de cada parte.
3) cuales son las plantas sin flores?. explique cada una
4) cuales son las plantas con flores .
5) explique cada valor que tienen las plantas.
6) que es biodiversidad y como se pierde en las plantas.
7) define que es un árbol , un arbusto, y una hierba.
8) como se determina la estratificacion de las plantas?
9) que es un problema ambiental?
10) que puedo hacer para prevenir y disminuir los problemas
ambientales ?
11) define el termino deforestacion.
12) por que son importantes los arboles y los bosques.
mucha suerte hijos. que dios los proteja.
cuestionario 11
1) cuantos y cuales son los elementos químicos que requieren las plantas y cual
es el aporte de cada uno a las plantas?
2) cual es la diferencia de un fertilizante mineral y el orgánico, explique las?
3) cuales son los macro elementos y cuales los micro elementos,que aportan
cada uno , nombre y símbolos de cada uno.?
4) que es una enmienda mineral, cuales son y explique las? hijos
5) que son abonos ternarios, de ejemplos?
6) como se aplican los abonos?
7) que efectos ocasionan los fertilizantes al entorno y a la salud explique los?
8) elabora una formula de fertilizante o abono orgánico y otra de abono
químico y explique su aporte al suelo.
mucha suerte hijos, que dios los proteja
Actividad Grado 11°
Fertilizante
Un fertilizante o abono es cualquier tipo de sustancia orgánica o inorgánica que
contiene nutrientes en formas asimilables por las plantas, para mantener o
incrementar el contenido de estos elementos en el suelo, mejorar la calidad del
sustrato a nivel nutricional, estimular el crecimiento vegetativo de las plantas,
etc. Ejemplos naturales o ecológicos de abono se encuentran tanto en el
clásico estiércol, mezclado con los desechos de la agricultura como el forraje, o
en el guano formado por los excrementos de las aves (por ejemplo de corral,
como el de la gallina).
Estiércol empleado como abono.
Las plantas no necesitan compuestos complejos del tipo de las vitaminas o
los aminoácidos, esenciales en la nutrición humana, pues sintetizan todo lo que
precisan; solo exigen una docena de elementos químicos que deben presentarse
en una forma que la planta pueda absorber. Dentro de esta limitación,
el nitrógeno, por ejemplo, puede administrarse con igual eficiencia en forma
de urea, nitratos, compuestos de amonio o amoníaco puro.[1]
La definición de abono según el reglamento de abonos de la Unión Europea es
"material cuya función principal es proporcionar elementos nutrientes a las
plantas"
La acción consistente en aportar un abono se llama fertilización. Los abonos,
junto a las enmiendas, forman parte de los productos fertilizantes.
Los abonos han sido utilizados desde la Antigüedad, cuando se añadían al suelo,
de manera empírica, los fosfatos de los huesos (calcinados o no), el nitrógeno de
las deyecciones animales y humanas o el potasio de las cenizas.
Índice
1 Papel de los abonos
2 Fertilizantes o abonos principales
3 Clasificación de los fertilizantes o abonos
o 3.1 Abonos orgánicos
o 3.2 Abonos inorgánicos
o 3.3 Abonos simples
o 3.4 Abonos compuestos
4 Riquezas de los fertilizantes
5 Producción de fertilizantes
6 Clases de abonos o fertilizantes
7 Composición de los abonos más comunes
8 Aplicación de los abonos
9 Efectos sobre el entorno y la salud
10 Consumo mundial de abonos
11 Temas especiales
o 11.1 Potenciales impactos negativos
o 11.2 Desechos sólidos
o 11.3 Reducción de los desperdicios
o 11.4 Amoníaco
12 Alternativas del Proyecto
o 12.1 Tipos de plantas de procesamiento
o 12.2 Proceso de fabricación
o 12.3 Control de la contaminación atmosférica
o 12.4 Control de la calidad del agua
13 Administración y capacitación
14 Monitoreo
Papel de los abonos[editar]
Un fertilizante es una sustancia destinada a abastecer y suministrar los
elementos químicos al suelo o al follaje para que la planta los absorba. Se trata,
por tanto, de una reposición o aporte artificial de nutrientes.
Un fertilizante mineral es un producto de origen inorgánico, que contiene, por
lo menos, un elemento químico que la planta necesita para su ciclo vital. La
característica más importante de cualquier fertilizante es que debe tener una
solubilidad máxima en agua, para que, de este modo pueda disolverse en el
agua de riego, ya que los nutrientes entran en forma pasiva y activa en la planta,
a través del flujo del agua.
Para cumplir el proceso de su vida vegetativa, las plantas tienen necesidad
además del agua y del aire, de más de 12 elementos nutritivos que encuentran
bajo forma mineral en el suelo, y de energía solar necesaria para la síntesis
clorofílica.
Estos elementos químicos o nutrientes pueden clasificarse en: macroelementos
y microelementos.
Los macroelementos son aquellos que se expresan como:
% en la planta o g/100g
Los principales son: N – P – K – Ca – Mg - S.[2][3]
Los microelementos se expresan como:
parte por millón = mg/kg = mg /1000 g
Los principales son: Fe – Zn – Cu – Mn – Mo- B – Cl.[4]
Fertilizantes o abonos principales[editar]
Los abonos aportan:
Nutrientes primarios: nitrógeno (símbolo químico N), fósforo (P), potasio (K).[5] Se habla de abonos de tipo NPK si los tres están asociados juntos. Si no se habla igualmente de fertilizantes de N, P, K, NP, NK o PK.
Nutrientes secundarios, calcio (Ca), azufre (S), magnesio (Mg). oligonutrientes o micronutrientes tales como el hierro (Fe),
el manganeso (Mn), el molibdeno (Mo), el cobre (Cu), el boro (B), el zinc (Zn), el cloro(Cl), el sodio (Na), el cobalto (Co), el vanadio (V) y el silicio (Si).
Estos elementos secundarios y micronutrientes se encuentran habitualmente en
cantidad suficiente en el suelo, y son añadidos únicamente en caso de carencia.
Las plantas tienen necesidad de cantidades relativamente importantes de los
elementos primarios. El nitrógeno, el fósforo y el potasio son pues los
elementos que es preciso añadir más corrientemente al suelo.
El nitrógeno contribuye al desarrollo vegetativo de todas las partes aéreas de la planta. Es muy necesario en primavera al comienzo de la vegetación, pero es necesario distribuirlo sin exceso pues iría en detrimento del desarrollo de las flores, de los frutos o de los bulbos.
El fósforo refuerza la resistencia de las plantas y contribuye al desarrollo radicular. El fósforo se encuentra en el polvo de huesos.
El potasio contribuye a favorecer la floración y el desarrollo de los frutos. El potasio se encuentra en la ceniza de madera.
Los fertilizantes NPK constituyen la base de la mayor parte de los abonos
vendidos en nuestros días. El nitrógeno es el más importante de entre ellos, y el
más controvertido dada la fuerte solubilidad en el agua de los nitratos y su
contaminación a las aguas freáticas cuando se abusa de ellos.
Clasificación de los fertilizantes o abonos[editar]
Los abonos pueden ser de dos tipos: orgánicos y/o inorgánicos
Abonos orgánicos[editar]
Artículo principal: Abono orgánico
Los abonos orgánicos son generalmente de origen animal o vegetal. Pueden ser
también de síntesis (aminoácidos, urea...).
Los primeros son típicamente desechos industriales tales como desechos de
matadero (sangre desecada, cuerno tostado, desechos de
pescado, lodos de depuración de aguas). Son interesantes por su aporte de
nitrógeno de descomposición relativamente lenta, y por su acción favorecedora
de la multiplicación rápida de la microflora del suelo, pero enriquecen poco el
suelo de humus estable.
Los segundos pueden ser desechos vegetales (residuos verdes), compostados o
no. Su composición química depende del vegetal de que proceda y del
momento de desarrollo de éste. Además de sustancia orgánica contiene gran
cantidad de elementos como nitrógeno, fósforo y calcio, así como un
alto porcentaje de oligoelementos. También puede utilizarse el purín pero su
preparación adecuada es costosa.
El principio de los abonos verdes retoma la práctica ancestral que consiste en
enterrar las malas hierbas. Se realiza sobre un cultivo intercalado, que es
enterrado en el mismo lugar.
Cuando se trata de leguminosas tales como la alfalfa o el trébol, se obtiene
además un enriquecimiento del suelo en nitrógeno asimilable pues su sistema
radicular asocia las bacterias del tipo Rhizobium, capaces de fijar el nitrógeno
atmosférico. Para hacer esta técnica más eficaz se siembran las semillas con la
bacteria.
Abonos inorgánicos[editar]
Los abonos inorgánicos son sustancias de origen mineral, producidas bien por
la industria química (abonos químicos -desde 1840, Justus von Liebig-), bien por
la explotación de yacimientos naturales (fosfatos, potasa)...
Véase también: abono mineral
La industria química interviene sobre todo en la producción de abonos
nitrogenados, que pasan por la síntesis del amoníaco a partir del nitrógeno del
aire. Del amoníaco se derivan la urea y el nitrato. También interviene en la
fabricación de abonos complejos. Los abonos compuestos pueden ser simples
mezclas, a veces realizadas por los distribuidores (cooperativas o
intermediarios).
Existen muchas variedades de abonos que se denominan según sus
componentes. El nombre de los abonos minerales está normalizado, en
referencia a sus tres principales componentes (NPK): Se pueden clasificar según
el estado físico en el que se comercializan:
Sólidos: muchos fertilizantes NPK, ureas, etc. Líquidos: algunos fertilizantes NPK, aminoácidos, ácidos húmicos...
Además, encontramos otra clasificación en función de cuantos elementos
nutritivos tenga la formulación del fertilizante:[6]
Abonos simples[editar]
Son abonos formulados con un solo nutriente. Pueden ser nitrogenados,
fosfatados, potásicos.... Destacan:
urea (NH2)2CO).
Correctores de carencias simples: fertilizantes de un determinado nutriente para corregir una carencia determinada. También se llaman enmiendas minerales. Se emplean para la corrección de problemas importantes derivados de la escasez o ausencia de un determinado elemento en el suelo, desequilibrios nutricionales, corrección de problemas de acidez, etc. Dentro de las enmiendas minerales, destacan:
- Enmiendas calizas: se recogen aquellos productos y materiales utilizados tanto
para aportar este elemento como para elevar el pH del suelo de suelos ácidos.
Destaca el carbonato de calcio de roca calcárea molida, arena calcárea, creta
fosfatada, etc. El carbonato de calcio y magnesio (dolomita), el sulfato de
calcio (yeso), etc. Aunque estos últimos serían enmiendas calizas dobles (ya que
contienen 2 elemento nutricionales).
- Enmiendas magnésicas: se incluyen muchos de los productos anteriores que
contienen magnesio en su formulación (como el carbonato de magnesio o
magnesita, dolomita, etc), el sulfato de magnesio (Kieserita), etc. Este último
también se trata de una enmienda mineral doble. Las enmiendas magnésicas
suelen ser necesarias sobre todo en suelos calcáreos debido al antagonismo
Ca/Mg. Cuando esa relación es superior a 10 la deficiencia de Mg suele ser
visible.[7]
- Enmiendas de azufre. Se utiliza el azufre elemental, yeso, etc.
Abonos compuestos[editar]
Están formados por dos o más nutrientes principales
(nitrógeno, fósforo y potasio) pudiendo contener alguno de los tres nutrientes
secundarios (calcio, magnesio, y azufre) o de
los micronutrientes (boro, cobre, hierro, manganeso, molibdeno y/o zinc)
esenciales para el crecimiento de las plantas, aunque en pequeñas cantidades si
se compara con los nutrientes principales y secundarios. Entre ellos destacan:
Abonos binarios o dobles: entre los que caben destacar los abonos NP: como el (NH4)H2PO4, el (NH4)2HPO4; los abonos NK: como el K3PO4, K2HPO4, etc.
Correctores de carencias dobles: fertilizantes para corregir la carencia nutricional de 2 nutrientes determinados que suelen estar relacionados. Destacan sobre todo fertilizantes correctores de carencias de CaB, CaMg, etc.
Abonos ternarios o triples: entre los que dominan los abonos NPK al ser los nutrientes principales de las plantas. Las letras van generalmente seguidas de cifras, representando las proporciones respectivas de los elementos. Los abonos químicos producidos industrialmente contienen una cantidad mínima garantizada de elementos nutritivos, y está indicada en el saco. Por ejemplo, la fórmula NPK (5-10-5) indica la proporción de nitrógeno (N), de fósforo (P) y de potasio (K) presente en los abonos, siendo 5% de N, 10% de P2O5 y 5% de K2O.
Correctores de carencias triples: fertilizantes para corregir la carencia nutricional de 3 nutrientes determinados que suelen estar relacionados o
cuyas deficiencias son difíciles de discernir entre ellos. Es el caso de las deficiencias de algunos micronutrientes como el Fe, Mn Y Zn.
Correctores multicarenciales: fertilizantes para corregir más de 3 carencias nutricionales.
Sacos de abono mineral preparados para su distribución en los campos.
Riquezas de los fertilizantes[editar]
Al igual que en cerámicas, pinturas, minería... Las riquezas de los diferentes
elementos químicos en las etiquetas de los fertilizantes no se suelen dar en
porcentaje elemental. Así:
La riqueza de nitrógeno se garantiza en %N, ya esté en forma de nitrato NO3, de amoníaco NH4 o de urea.
El fósforo en %P2O5, ya sea aportado en forma de fosfato, pirofosfato, fosfito...
El potasio en %K2O, aunque siempre esté en forma de catión K+. El calcio en %CaO, aunque sea siempre aportado como el catión Ca2+. El magnesio en %MgO, aunque se encuentre siempre como catión
divalente Mg2+. Salvo el boro, los microelementos se ponen como porcentaje elemental:
%Zn, %Mn, %Cu, %Fe, %Mo, %Na, %Cl, %Co... El boro en % B2O3 o %B dependiendo del país, aunque suela ser aportado
en forma de ácido bórico o bórax. El silicio en %SiO2, aunque suele aportarse como silicato de sodio o
potasio.
Producción de fertilizantes[editar]
En 1812 se fundó la fábrica de abonos y fertilizantes S.A. Mirat,
en Salamanca, España.
Todos los proyectos de producción de fertilizantes requieren la transformación
de compuestos que proporcionan los nutrientes para las
plantas: nitrógeno, fósforo y potasio (NPK por los símbolos químicos de estos
elementos), sea individualmente (fertilizantes "simples"), o en combinación
(fertilizantes "mixtos").[8]
El amoníaco constituye la base para la producción de los fertilizantes
nitrogenados, y la gran mayoría de las fábricas contienen instalaciones que lo
proporcionan, sin considerar la naturaleza del producto final. Asimismo, muchas
plantas también producen ácido nítrico en el sitio. Los fertilizantes nitrogenados
más comunes son: amoníaco anhidro, urea (producida con amoníaco, nitrato de
amonio (producido con amoníaco y ácido nítrico), sulfato de amonio (fabricado
a base de amoníaco y ácido sulfúrico) y nitrato de calcio y amonio, o nitrato de
amonio y caliza el resultado de agregar caliza CaMg(CO3)2 al nitrato de amonio.
Los fertilizantes de fosfato incluyen los siguientes: piedra de fosfato molida,
escoria básica (un subproducto de la fabricación de hierro y acero), superfosfato
(que se produce al tratar la piedra de fosfato molida con ácido sulfúrico), triple
superfosfato (producido al tratar la piedra de fosfato con ácido fosfórico), y
fosfato mono y diamónico. Las materias primas básicas son: piedra de fosfato,
ácido sulfúrico (que se produce, usualmente, en el sitio con azufre elemental), y
agua.
Todos los fertilizantes de potasio se fabrican con salmueras o depósitos
subterráneos de potasa. Las formulaciones principales son cloruro de
potasio, sulfato de potasio y nitrato de potasio.
Se pueden producir fertilizantes mixtos, mezclándolos en seco, granulando
varios fertilizantes intermedios mezclados en solución, o tratando la piedra
de fosfato con ácido nítrico (nitrofosfatos).
También es posible hacer fertilizante de forma natural.
Clases de abonos o fertilizantes[editar]
Hay dos formas de hacer abonos o fertilizantes minerales. La forma más fácil es
a través de minas (ejemplo, nitrato potásico, cloruro potásico). La otra forma es
a través de procesos de síntesis química en plantas químicas.
Hasta 1850 aproximadamente, el abono usado era únicamente el abono
orgánico, es decir, una mezcla de estiércol, guano compostaje con agua. Este
fue el primer abono líquido empleado. Hasta mediados del siglo XX también se
usaba pescado como fertilizante. El primer abono mineral “de síntesis química”
fue el sulfato amónico (NH4)2SO4.
En este compuesto el SO2 proviene del azufre (S). Si quemamos azufre e
introducimos el humo que sale en agua obtenemos H2SO4. El amonio (NH4)
provenía de las minas de carbón. Estas minas se inundaron de agua para
obtener hidróxido de amonio, es decir:
Más tarde comenzaron a aspirar el amoníaco gaseoso fuera de la mina y una vez
fuera lo mezclaban con el agua.
Hace unos 200 años se encontraron minas de nitrato sódico (NaNO3) en Chile.
De este modo, el nitrato de sodio fue el segundo abono mineral usado. En
España, en 1880 una empresa comenzó a exportar nitrato sódico
El siguiente abono mineral fue el fósforo, en forma de fosfatos, provenientes de
las rocas fosfatadas. El P es un elemento muy reactivo que no existe en la
naturaleza en su forma natural. En las minas suele estar unido al calcio, como
fosfato de calcio Ca3(PO4)2. La mayoría del calcio procede de las rocas
carbónicas, en forma de carbonato de calcio (CaCO3), mientras que en las minas
de fósforo está en forma de fosfato de calcio. El fósforo unido al calcio y oxígeno
es demasiado estable para ser asimilado por las plantas, por lo que permanece
mucho P en el suelo que la planta no puede usar.
Por ello, si tomamos el fosfato cálcico con ácido sulfúrico obtenemos ácido
fosfórico, que es la forma más asimilable por la planta.
Si bien, el ácido fosfórico lo limitamos reduciendo su cantidad obtenemos:
Mientras el (NH4)2SO4 está en forma de cristales, el H3PO4 es líquido. Si bien, el P
aparece en los abonos como Ca(H2PO4)2 por ser asimilable por las plantas al
tener un pH menos ácido. También se venden abonos fosfatados en forma de
(NH4)2HPO4, conocido como DAP (de las siglas en inglés de fosfato diamónico) y
en forma de (NH4)H2PO4, conocido como MAP (de las siglas en inglés de fosfato
monoamónico. Tanto el DAP como el MAP son abonos granulados mezclados
con tierra, lo que le da un aspecto granulado como “trigo”.
El potasio (K) apareció en Austria, en minas de cloruro de potasio KCl hace unos
150 años.
El gran salto de los abonos minerales fue en los años 1920-1930, tras la 1ª
Guerra Mundial. Durante la 1ª Guerra Mundial, en 1905, el químico alemán Fritz
Haber encontró la forma de fabricar amoníaco que se usa en la actualidad.
El ácido nítrico se obtiene quemando NH3, para pasarlo a NO2, que mezclamos
con agua, según el proceso de Ostwald:
Quedando una reacción global:
Podemos obtener el nitrato amónico a partir del ácido nítrico:
Otro abono es el nitrato de calcio Ca(NO3)2, que apareció en 1920, de la forma:
El mayor productor de este abono es Noruega, a partir del NO2 procedente de
los rayos:
Otro es el nitrato de sodio NaNO3, que no es un buen abono, pero que se sigue
empleando por tradición:
En 1930 aparece la urea, que es actualmente el abono nitrogenado más
producido en el Mundo:
2 NH3 + CO2 = (NH2)2CO + H2O
Vemos como el nitrógeno puede aparecer como nitrato, amoníaco y ureico.
Debido a que durante la 1ª Guerra Mundial se crearon muchas fábricas de
nitrato amónico para explosivos NH4(NO3), al terminar la guerra muchas de
estas fábricas se emplearon para la fabricación de este nitrato como abono. Por
ello, el primer abono líquido fue el “agua-amonia”, que se incorpora al suelo
porque en la superficie se evapora:
Otro abono líquido muy usado antes de la 1ª Guerra Mundial consistía en tomar
amoníaco gaseoso e inyectarlo dentro del suelo.
Un abono desarrollado antes de la 1ª Guerra Mundial, pero empleado tras ésta,
fue el N32, que procede del nitrato amónico y de la urea.
También tenemos como abono líquido el N20 , procedente del nitrato amónico
y agua, que también comenzó a usarse sobre 1950. Los fertilizantes complejos
se caracterizan por su consistencia, ya que los elementos componentes son
fusionados químicamente a altas temperaturas usando complejos procesos y
aditamentos como azufre, ácido sulfúrico y otros minerales. Si bien tienen un
costo más elevado, la calidad por consistencia es considerable.
Composición de los abonos más comunes[editar]
Algunos ejemplos de abonos simples:
Nitrogenados: urea (46% de nitrógeno), sulfato amónico (21% N), nitrato amónico (33,5% N), nitrato de calcio (27% N), etc
Fosfatos: superfosfato simple (18% P2O5) o superfosfato triple (46% P2O5), etc.
Potasas: cloruro de potasio (60% K2O), sulfato de potasio (50% K2O), etc.
Algunos ejemplos de abonos compuestos:
El fosfato diamónico contiene a la vez N y P. NPK(18-46-10), NPK(20-20-10)... El nitrato de potasio contiene a la vez N y K.
Aplicación de los abonos[editar]
Proceso de estercolado.
Generalmente los abonos son incorporados al suelo, pero pueden ser también
aportados por el agua de riego. Una técnica particular, el cultivo hidropónico,
permite alimentar las plantas con o sin sustrato. Las raíces se desarrollan gracias
a una solución nutritiva – agua más abonos - que circula en contacto con ellas.
La composición y la concentración de la solución nutritiva deben ser
constantemente reajustadas.
En ciertos casos, una parte de la fertilización puede ser realizada por vía foliar,
en pulverización. En efecto, las hojas son capaces de absorber abonos, si son
solubles y la superficie de la hoja permanece húmeda bastante tiempo. Esta
absorción queda siempre limitada en cantidad. Son, pues, muchos los
oligoelementos que pueden ser aportados así, teniendo en cuenta las pequeñas
cantidades necesarias a las plantas.
Los abonos deben ser utilizados con precaución. Generalmente se sugiere:
Evitar los excesos, pues fuera de ciertos umbrales los aportes suplementarios no solamente no tiene ningún interés económico, sino
que pueden ser tóxicos para las plantas (en particular los oligoelementos), y de dañar el entorno.
Controlar sus efectos sobre la acidez del suelo. Tener en cuenta las interacciones posibles entre los elementos químicos.
Efectos sobre el entorno y la salud[editar]
Eutrofización del agua de una laguna debida al exceso de nutrientes en ella.
El uso de los abonos entraña dos tipos de consecuencias que pueden comportar
riesgos sanitarios para el hombre y daños a los ecosistemas.
El riesgo sanitario más común es el relativo al consumo en la alimentación de
agua con alto contenido en nitratos.
El riesgo medioambiental más citado es el de la contaminación del agua potable
o la eutrofización de las aguas, ya que si los abonos, orgánicos o minerales, son
difundidos en cantidad excesiva para reponer las necesidades de las plantas y si
la capacidad de retención de los suelos no es grande, entonces los
elementos solubles llegan a la capa freática por infiltración, o hacia los cursos de
agua por arrastre.
Generalmente, las consecuencias de la utilización de los abonos, que pueden
comportar riesgos y que son criticadas, son las siguientes:
Efectos sobre la fertilidad de los suelos, su estructura, el humus y la actividad biológica.
Efectos sobre la erosión. Efectos ligados al ciclo del nitrógeno y a la toxicidad de los nitratos en las
aguas potables. Efectos ligados a la degradación de los abonos inutilizados, que emiten
gases de efecto invernadero a la atmósfera. Efectos ligados al ciclo del fósforo. Efectos ligados a otros elementos nutritivos (potasio, azufre, magnesio,
calcio, oligoelementos).
Efectos ligados a la presencia de metales pesados(cadmio, arsénico, flúor) o de elementos radiactivos (significativamente presentes en los fosfatos, y en los purines de cerdos por los metales pesados).
Efectos sobre los parásitos de los cultivos. Eutrofización de las aguas dulces y marinas. Efectos sobre la calidad de los productos. Contaminación emitida por la industria de producción de abonos. Utilización de energía no renovable. Agotamiento de los recursos minerales. Efectos indirectos sobre el entorno, por efecto de la mecanización en la
agricultura intensiva.
Con el vídeo y el texto anterior se deben
revisar los conceptos y la próxima semana
subiré el cuestionario al blog